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TerBi Nº 6Asociación Vasca de CF Fantasía y Terrorcivilización aún existía como tal, DiSalvo formaba parte de una agencia dedicada aorganizar excursiones y viajes espaciales, por lo que todo lo relativo a distancias, rutas,naves espaciales y demás conceptos propios de dichos viajes eran conocidos para él. Suagencia, “Outer Space Voyager”, ofertaba viajes por todo el Sistema Solar: desdeeconómicas excursiones a la Luna o Marte, hasta los prohibitivos viajes a las lunas deSaturno. Sin embargo, el viaje a Gea excedía por mucho sus conocimientos. De un trayectode media distancia como Júpiter a navegar hasta Gea mediaba un abismo. No obstante,gracias a ciertas cartas de navegación que tenía en su poder (obtenidas de forma poco lícitapor otra parte), era posible realizar este viaje.– ¿Que nave te ha dicho que tenía...? ¿Cómo se llamaba ese tipo...? – preguntóDiSalvo mientras chasqueaba los dedos intentado recordar el nombre.– Andrei, se llama Andrei – respondió Mike Travis –. Ya te lo dije esta tarde Ron, nome dijo que modelo de nave tenía. Lo que sí me dejo claro es que era capaz de hacer el viajehasta Gea – explicó Mike Travis, resignado ante el interrogatorio a que le sometía DiSalvo.– Es muy extraño, Mike. Hace muchos días que no tengo conocimiento de laexistencia de una nave válida para llegar más allá del cinturón de asteroides. Hace semanasque todas las naves capaces de llegar a Gea salieron de la Tierra – explicó DiSalvo.Mantuvieron un tenso silencio en el que sólo era audible el sonido del segundero delreloj de pared. Mike Travis miró con disimulo hacia el reloj, las nueve. Empezaba a temerque Andrei no apareciese cuando sonó el ruido de unos nudillos golpeando la puerta. Sinpoder disimular su nerviosismo, Mike Travis se levantó como un resorte del sillón y sedirigió a la puerta. Echó un vistazo por la mirilla; al retirarse de ella su rostro se mostrabamucho más relajado, con una sonrisa de alivio dijo:–Es él.Mike abrió la puerta. Apareció ante ellos un hombre menudo, de una edadindeterminada entre los cuarenta y cincuenta años. Llevaba el cráneo rapado al cero. Mike lesaludó con un apretón de manos.– Hola Andrei, pasa por favor.El hombre menudo entró y se quedó en medio de la estancia.217

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