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columnaNeva MilicicPsicólogaUSO TERAPÉUTICO DELOS CUENTOSLos cuentos tienen un enorme valor en términos de la alfabetizaciónemocional de los niños. Por una parte, les permiten identificarse con losprotagonistas de las historias, que habitualmente tienen un problema, soncapaces de vencer la adversidad, buscan ayuda y encuentran alternativaspara resolver en forma inteligente las dificultades. Las narrativas les prestana los niños un lenguaje emocional que los ayuda a comprender sus propiasemociones y a comunicarse con los otros, áreas que juegan un rol importanteen la inteligencia emocional.El uso terapéutico de los cuentos nace en la terapia de adultos con MiltonErickson, quien empleaba mucho con sus pacientes las metáforas y losrelatos breves. Son una estrategia que utiliza el hemisferio derecho. Muchospsicólogos los usan con frecuencia como elemento de diagnóstico, pidiéndolesa los propios niños que construyan una historia, en el entendido de quesiempre hay algo proyectivo en esa creación. Se les ayuda a ir armando unanarrativa en que estén explícitos los sentimientos, las acciones y los finales.También en la terapia se suelen leer cuentos que permitan al niño abrir elmundo de sus emociones. Por ejemplo, si se recurre al libro El pájaro del alma(FCE), se les puede pedir que dibujen una cómoda con cajones, siguiendo laidea del libro, que plantea que todo lo que sentimos tiene su propio cajón.Después, se les invita a abrir algunas de esas gavetas y que cuenten o dibujenqué hay adentro. Así, se van develando las emociones y desarrollando unlenguaje emocional de forma lúdica.Con los más grandes se utiliza, por ejemplo, Martín manda su rabia(Universitaria) –que busca legitimar que todos podemos tener rabia, peroque hay que aprender cómo expresarla– o Una pesadilla en mi armario(Kalandraka), que es una muy buena metáfora para el manejo de los miedos,especialmente de los sueños.32Había una Vez

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