EGAP-AP-06-02 - Tecnológico de Monterrey

Señala otros problemas, la falta de autonomía del supervisor (la CNBV) con respecto a laSecretaría de Hacienda, la asignación al Banco Central de facultades que normalmentecorresponden al supervisor.2. Luis Rubio.En el ensayo titulado “FOBAPROA o las consecuencias de la ineptitud” del libro TresEnsayos: FOBAPROA, Privatización y TLC, Luis Rubio presenta un análisis cuidadoso delargo plazo sobre la evolución del sector bancario hasta su llegada a la crisis y a larecuperación. Aquí se resumen dos de esas etapas, la correspondiente al “error de diciembrede 1994” y al “baile del FOBAPROA 1994-2000”.Luis Rubio afirma que el error de diciembre llegó en el momento más endeble para la bancaya que algunos de los neobanqueros “habían terminado de saquear a sus instituciones” y la“cartera mala se apilaba en todos los bancos”. Los agravantes macroeconómicos eran altainflación con tasas de interés altas en un entorno de recesión y deterioro del tipo de cambio.Como consecuencia “se hicieron impagables muchos créditos” y se dio un deteriorogeneralizado de la calidad de la cartera. Hubo casos evidentes de fraude. Los quebrantosresultaron de factores tales como incentivos perversos de los banqueros para recuperar altoscostos pagados por los bancos, la forma de privatizar y los efectos de la devaluación y sussecuelas. Los agravantes institucionales fueron significativos por la falta de sistemas dereporte y control, la falta de información confiable (contable y financiera) que hacíaimposible conocer el estado de la cartera y del sistema en general.La reacción de las autoridades ante falta de información y capacidad analítica fue decarácter burocrático. Se supuso que el problema era manejable y se perdió la oportunidadde actuar con rapidez. Peor aún, actuaron con conflicto de interés y arrogancia de modo quelas decisiones preliminares terminaron agravando el problema. Optaron por el camino de ladiscrecionalidad sin reparar en las consecuencias sociales y políticas de sus acciones.A pesar de la creciente deficiencia de capital de los bancos, “las autoridades no estabandispuestas, por lo menos al inicio, a diluir a los accionistas existentes”. Cuando se abrierona esta opción, era demasiado tarde: se abrió el hoyo negro. Programa de Capitalización yCompra de Cartera generó compras de cartera dudosa con el agravante que pocasinstituciones cumplieron con el aumento de capital. Luis Rubio afirma que “con laconciencia sucia, los reguladores no tenían autoridad moral para exigir a los neobanquerosque cumplieran con su parte”. El efecto colateral de ese salvamento se tradujo en unbeneficio directo a los accionistas y la insolvencia de los deudores.La única opción en ese entorno era el subsidio directo a los deudores, que resultóinsuficiente y generó presión a los deudores para el pago mientras “se perdía el sentido dela obligación de pagar”. En la práctica se ofreció salida fácil a los que no querían pagar y segeneraron incentivos para personas deshonestas. Las autoridades contribuyeron a destruir labase del sistema financiero. La incapacidad de comprender y los errores crearon un “caldode cultivo destructor” que precedió el “Baile FOBAPROA 1994-2000”.24