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Publicaciones\DIBAM\archivos\PAT_57

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Columna de opiniónel tiempo recuperadoPor Pía Montalva *El trabajo de María Inés Solimano se inscribe en una novedosacorriente estética que define el diseño chileno de fines de los60. En los ámbitos textil e indumentario se denomina “modaautóctona”. Su propósito principal es rescatar referenciaslatinoamericanas y chilenas, y producir piezas significativaspara nuestra identidad nacional. La propuesta se ve beneficiadapor un entorno afín donde se discuten los efectos de la posiciónperiférica que ocupan América Latina y Chile en el concierto delas naciones, y su impacto en los planos económico, político ycultural. La integración de los mercados, la solidaridad entrepaíses, la consolidación de los sistemas democráticos y elreconocimiento de una lengua y una historia comunes cruzanel discurso de la época.Por otra parte, la irrupción del movimiento hippie favorece lainclusión y la legitimación de los significantes asociados a lamoda autóctona, gracias al valor que adquiere la producciónartesanal en el contexto de la vidaen comunidad. Materiales de origennatural, como lana y algodón,reemplazan a las fibras sintéticas. Lastelas crudas son enriquecidas mediantetécnicas de teñido y bordado a mano,y las fibras tejidas se procesan enmáquinas y telares manuales, a palilloy crochet. Marco Correa, Nelly Alarcón,Alejandro Stuven, Enrique Concha y María Inés Solimanoson ampliamente conocidos por el público gracias al apoyode los medios de comunicación, interesados en cubrir eldiseño chileno.A pesar de la visibilidad alcanzada por el grupo, el proyectode Solimano es el único que sobrevive al paso del tiempo.Sus primeras piezas —adscritas a la Casa de la Luna— datande fines de los 60. Se trata de blusas, túnicas y vestidos deestructura simple, confeccionados en osnaburgo y en crea,crudos o teñidos a mano; telas que abundan en el período dela Unidad Popular. Llevan bordados multicolores en el canesúy las mangas.Luego del golpe de Estado, a mediados de los 70, la instalacióndel nuevo modelo económico y la consiguiente apertura de losmercados amplían la oferta indumentaria. Chilenas y chilenosse visten con “ropa importada” proveniente de los saldos deliquidación del Primer Mundo. Ingresa también ropa de laIndia, que se articula sin dificultad con un nuevo movimientoen boga, el folk. Bajo la etiqueta Point, Solimano asumeesta tendencia orientalista, pero conserva la estética quecaracteriza su propuesta original. Trabaja formas equivalentesa las de antaño, sumando amplias polleras gitanas y pantalonesbombachos al tobillo, y privilegia las fibras naturales conla incorporación de una nueva tela llamada bambula. Susconjuntos teñidos a mano —en colores tierra, coral, celesteo morado— se componen de prendas lisas que combinanentre sí gracias a tonalidades similares pero no idénticas,organizadas en degradé. Esta delicadeza visual les confiere unsello inconfundible.Hacia 1978 la ropa de algodón teñida a mano comienza ainvadir las nacientes ferias artesanales. Deviene un signo deresistencia a la dictadura militar. SinBajo la etiqueta Point, InésSolimano asume la tendenciaorientalista en boga a mediadosde los 70, pero conserva laestética de su propuesta original.embargo, María Inés Solimano yaha abandonado este camino y haincursionado en el tejido a palillos—más difícil de copiar, segúnsus propias palabras—. Algodóny lino siguen siendo sus materiaspredilectas. En el caso de losvestidos —al margen de la variedadde puntos y texturas resultantes—, introduce dos elementosque permitirán identificar un “Solimano” en el futuro: unaestructura que se adapta a la forma del cuerpo y se ensanchaacorde al largo, y ondulaciones horizontales que destacan lacadencia de los ruedos y determinan la distribución del colorcuando la pieza así lo requiere.Luego de haber exportado un volumen considerable de prendasa la cadena de tiendas por departamentos Bloomingdale’s,María Inés Solimano decide retornar a las piezas únicas.Diseña y elabora vestidos de novia donde confluyen el talento,la creatividad, la experiencia y el oficio de una de las grandesde la moda chilena.* Pía Montalva es diseñadora, Doctora en Estudios Latinoamericanos por laUniversidad de Chile, y autora de artículos y libros sobre indumentaria ymoda en Chile.<strong>57</strong>

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