HABLAN LAS SOBREVIVIENTESVIOLENCIA SEXUAL EN COLOMBIA© Corporación Víncu<strong>lo</strong>s proyecto CRIS EIDHR/2008/170-209me hicieron parar, me hicieron <strong>que</strong> <strong>lo</strong>s mire, cuando al rato mepisaron otra vez.Yo tenía un celular de mi hermano y entonc<strong>es</strong> me levantaron, merequisaron, me <strong>lo</strong> encontraron, me <strong>lo</strong> quitaron y cuando al ratome hacen parar, me meten a una pieza, me hacen quitar la ropa.Me hacen quitar el jeans, la blusa. Me la quité. Al rato me dijeron<strong>que</strong> [me quite] toda la ropa. Me hicieron quitar la ropa interior.Me tiraron en una cama. Al rato llegaron y me tocan la <strong>es</strong>palda.No sé qué buscaban. Me dijeron: ‘Usted no <strong>es</strong>, vísta<strong>se</strong>’. Mehicieron v<strong>es</strong>tir y me hicieron otra vez salir de la pieza”.En junio de 2010, siete soldados fueron condenados a penasde prisión por su participación en la muerte del joven. Sinembargo, la agr<strong>es</strong>ión <strong>se</strong>xual no <strong>se</strong> inv<strong>es</strong>tigó. Só<strong>lo</strong> en noviembrede 2010, y d<strong>es</strong>pués de una pr<strong>es</strong>ión considerable y pro<strong>lo</strong>ngadade las organizacion<strong>es</strong> de mujer<strong>es</strong>, la Fiscalía General de laNación accedió, <strong>se</strong>gún inform<strong>es</strong>, a abrir una inv<strong>es</strong>tigación sobre<strong>lo</strong>s abusos <strong>se</strong>xual<strong>es</strong> cometidos por <strong>lo</strong>s soldados. No obstante,una integrante de la organización de mujer<strong>es</strong> <strong>que</strong> apoya a Claray Lisbeth cree <strong>que</strong> dado el tiempo transcurrido, <strong>se</strong>rá más difícilhacer <strong>que</strong> <strong>lo</strong>s r<strong>es</strong>ponsabl<strong>es</strong> comparezcan ante la <strong>justicia</strong>.“Ahora entrar a hacer una va<strong>lo</strong>ración médico legal, no arrojaningún r<strong>es</strong>ultado. Ya solamente <strong>es</strong>te caso <strong>se</strong> puede soportard<strong>es</strong>de la parte t<strong>es</strong>timonial de las víctimas. ¿Qué nos preocupaTaller psicosocial para mujer<strong>es</strong> sobrevivient<strong>es</strong> de la violencia <strong>se</strong>xualen el departamento de Meta, febrero de 2011.ahora? <strong>Que</strong> con el paso de <strong>lo</strong>s años pu<strong>es</strong> todo <strong>es</strong>o pierdebastante credibilidad. Ya <strong>lo</strong>s miembros del ejército han sidotrasladados a otros lugar<strong>es</strong>. Las personas <strong>se</strong> han dispersado.Entonc<strong>es</strong> sostener un caso de violencia <strong>se</strong>xual <strong>es</strong> muy difícil y <strong>es</strong>más bien muy posible <strong>que</strong> la Fiscalía termine archivándo<strong>lo</strong>diciendo <strong>que</strong> no pudo encontrar a las víctimas […]. A raíz de <strong>lo</strong>shechos, Clara sale d<strong>es</strong>plazada a otro departamento. Entonc<strong>es</strong>,cuando la Fiscalía llega a entrevistarla, ella ya no <strong>es</strong>tá en ellugar. La Fiscalía [aún] no conoce el t<strong>es</strong>timonio de Clara frente a<strong>es</strong>os hechos de violencia <strong>se</strong>xual.No hemos podido precisar dónde <strong>es</strong>tá radicada la inv<strong>es</strong>tigaciónpor<strong>que</strong> la Fiscalía de Derechos Humanos de Cali nos dice <strong>que</strong> <strong>lo</strong>tiene aquí la Unidad de Derechos Humanos de Bogotá por <strong>se</strong>r enel marco del conflicto armado <strong>que</strong> <strong>se</strong> pr<strong>es</strong>entaron <strong>es</strong>asagr<strong>es</strong>ion<strong>es</strong>. Estando averiguando aquí en Derechos Humanos [enBogotá] nos dicen no, <strong>que</strong> <strong>lo</strong> tiene Cali. Esto <strong>es</strong> muy normal. Y<strong>que</strong> <strong>se</strong> pierdan las inv<strong>es</strong>tigacion<strong>es</strong>. Es muy normal <strong>que</strong> suceda”.Índice: AMR 23/018/2011 Amnistía Internacional Septiembre 2011
HABLAN LAS SOBREVIVIENTESVIOLENCIA SEXUAL EN COLOMBIA“Pregúnteme cuántos hay en la cárcel por elcaso mío. Ninguno. Y yo <strong>lo</strong>s he <strong>se</strong>ñalado [...].La misma <strong>justicia</strong>, <strong>lo</strong>s justifica a el<strong>lo</strong>s, en vez deapoyar<strong>lo</strong> a uno; entonc<strong>es</strong> <strong>lo</strong>s justificas a el<strong>lo</strong>s y<strong>es</strong>o <strong>es</strong> <strong>lo</strong> <strong>que</strong> más rabia me da […]. Ysinceramente, no hay <strong>justicia</strong>. Para mí no hay.”“Yo denuncié para <strong>que</strong> <strong>se</strong> den cuenta<strong>que</strong> [<strong>es</strong>to] sí pasa.”LA HISTORIA DE SHIRLEYShirley (no <strong>es</strong> su nombre real) tenía 17 años cuando un grupoparamilitar llegó a su pueb<strong>lo</strong>, en el departamento de Antioquia,en febrero de 2005. Ella y sus dos hijos pe<strong>que</strong>ños fueronllevados al campamento paramilitar, donde la violaronreiteradamente. Uno de <strong>lo</strong>s niños <strong>que</strong>dó recluido en elcampamento y Shirley pudo verle en algunas ocasion<strong>es</strong>. Al otro<strong>se</strong> <strong>lo</strong> llevaron a una población cercana y no la permitieron verle.“Yo no sabía cuándo me llegaba la menstruación, por<strong>que</strong> yoconstantemente sangraba por<strong>que</strong> eran muchísimos hombr<strong>es</strong>.Entonc<strong>es</strong> me echaban coca en la vagina para poder <strong>se</strong>guir. Pasaronvarios m<strong>es</strong><strong>es</strong> […] yo l<strong>lo</strong>raba mucho por el niño <strong>que</strong> no me dejabanver<strong>lo</strong> […]. El paramilitar <strong>que</strong> me llevó […] propuso a <strong>lo</strong>s otroscomandant<strong>es</strong> <strong>que</strong> me mandaran para el pueb<strong>lo</strong>, pero no podía salirdel pueb<strong>lo</strong>, a un bar a prostituirme y la plata <strong>que</strong> cogiera, <strong>se</strong> lasdiera. Yo dije <strong>que</strong> sí para poder ver mi otro hijo. Yo l<strong>es</strong> tenía <strong>que</strong> daruna cuota acordada para poder ver al otro niño […].Ya pasó el tiempo, así pasaron varios m<strong>es</strong><strong>es</strong> y entonc<strong>es</strong> un doctor meveía el sufrimiento y yo le conté a él. Me dijo: ‘Si usted quiere salir de<strong>es</strong>te pueb<strong>lo</strong>, intente volar’, pero siempre me cogían y me aporreaban.Entonc<strong>es</strong> ya el doctor me dijo: ‘Si usted quiere salir de acá, <strong>se</strong> tiene<strong>que</strong> dejar enfermar, por<strong>que</strong> en el pueb<strong>lo</strong> no puede haber una mujerenferma, una prostituta enferma no <strong>lo</strong> puede haber’. […] Pu<strong>es</strong> yo<strong>que</strong>ría <strong>es</strong>tar enferma para salir. Cuando llegó un día <strong>que</strong> el doctor,me dijo: ‘Bueno, ya. Está enferma’. Y yo me asusté pensando <strong>que</strong> erael sida y yo <strong>lo</strong> miré y me dijo: ‘No, pero el sida no <strong>es</strong>. Es otraenfermedad de <strong>es</strong>tas raras’. Y yo, ay de aquí ya salgo […] ya salgo.”Por fin, en agosto de 2005, <strong>lo</strong>s paramilitar<strong>es</strong> la dejaron salir dela ciudad para recibir tratamiento. Al principio <strong>se</strong> negaron a<strong>que</strong> <strong>se</strong> llevara a sus dos hijos, pero finalmente cedieroncuando Shirley prometió <strong>que</strong> volvería.“Y <strong>lo</strong>gré salir. Yo no volví por ahí ni a por la ropa. No. Cuando yayo llegué aquí a Medellín enferma […] yo salí embarazada de unparaco [paramilitar]. Era una niña. Me la tajaron, pero […] enfebrero me tuvieron <strong>que</strong> hacer c<strong>es</strong>área por<strong>que</strong> la niña <strong>es</strong>tabamuerta. Ya <strong>que</strong> por golp<strong>es</strong>, dicen <strong>lo</strong>s doctor<strong>es</strong>, <strong>que</strong> por golp<strong>es</strong><strong>que</strong> la niña <strong>se</strong> murió.Empezaron las amenazas. Prácticamente d<strong>es</strong>de <strong>que</strong> salí en el2005 […]. ‘Ya sab<strong>es</strong> <strong>que</strong> si decís algo, te matamos perra,hijueputa, junto con tus hijos. Te mando la cabeza de tu hijo enuna bolsa’.”En diciembre de 2008, Shirley acudió a la Fiscalía General dela Nación y <strong>se</strong> abrió una inv<strong>es</strong>tigación. Tras reiteradaspeticion<strong>es</strong> de la ONG <strong>que</strong> ayuda a Shirley, el caso fuetrasladado a la Unidad Nacional de Derechos Humanos de laFiscalía General de la Nación, en Bogotá, en junio de 2009.“Cuando yo denuncié, [una persona de la ONG de mujer<strong>es</strong>] me dijo:‘Si usted quiere, yo la pr<strong>es</strong>ento la denuncia. Lo <strong>que</strong> usted quierahablar, <strong>lo</strong> habla; <strong>lo</strong> <strong>que</strong> no, no’. Yo decía <strong>que</strong> yo no era capaz d<strong>es</strong>eguir. Yo pensaba en suicidarme. Ay, yo no sabía qué hacer yo sola.Mis hijos me hablaban y yo l<strong>es</strong> gritaba. Estuve callada como cuatroaños y una vez, ahí llega la denuncia. Hab<strong>lo</strong> con una Fiscal. Yo a ellasí le conté todo. Tomé la decisión de denunciar. ¿Por qué denuncié?Aun<strong>que</strong> no vale de nada denunciar; <strong>lo</strong> <strong>que</strong> vale son amenazas parauno, peligro para la vida de uno. Uno reclama un derecho, <strong>que</strong> <strong>se</strong> mer<strong>es</strong>pete como mujer; pero no, son amenazas para uno. Yo denunciépara <strong>que</strong> <strong>se</strong> den cuenta <strong>que</strong> <strong>es</strong>to sí pasa.”Las autoridad<strong>es</strong> acordaron posteriormente incluirla en elprograma de protección del gobierno y fue trasladada a unacasa de <strong>se</strong>guridad de Bogotá. Sin embargo, un paramilitarperteneciente al mismo grupo <strong>que</strong> sus agr<strong>es</strong>or<strong>es</strong> también vivíaahí, pu<strong>es</strong> recibía protección en el marco del proc<strong>es</strong>o deJusticia y Paz. Shirley fue trasladada a otra casa de <strong>se</strong>guridad,pero también había un paramilitar viviendo en ella.“D<strong>es</strong>pués de <strong>que</strong> denuncié empezaron amenazas en casa. Estuveen protección siete m<strong>es</strong><strong>es</strong>. Pero todo tiene un pero. Laprotección no <strong>es</strong> la gran cosa. Por<strong>que</strong>, ¿cómo <strong>es</strong>tar protegidacon <strong>lo</strong>s mismos miembros de la banda? <strong>Eso</strong> no <strong>es</strong> protección. Yollegué a protección y me encuentro con [un paramilitar] de <strong>lo</strong>sdel mismo b<strong>lo</strong><strong>que</strong>. Pido traslado para no <strong>es</strong>tar con él por<strong>que</strong> élahí mismo me reconoció y todo. Él también <strong>es</strong>taba protegido.Amnistía Internacional Septiembre 2011 Índice: AMR 23/018/2011