HABLAN LAS SOBREVIVIENTESVIOLENCIA SEXUAL EN COLOMBIA© GUILLERMO LEGARIA/AFP/Getty Imag<strong>es</strong>© Corporación Sisma MujerY la verdad <strong>es</strong> <strong>que</strong> yo no <strong>lo</strong> volví a ver. Yo actuaba con una rabia,unos nervios. Yo totalmente aislada de todo el mundo. Cualquierhombre <strong>que</strong> veía, yo <strong>se</strong>ntía <strong>es</strong>e asco, <strong>es</strong>e miedo de hablarl<strong>es</strong>. Deahí empezaron <strong>lo</strong>s <strong>se</strong>ñalamientos. Todo el mundo me miraba y yome <strong>se</strong>ntía mal. Yo me salí del colegio por<strong>que</strong> no aguantaba lascríticas. Dijeron: ‘<strong>Que</strong> ahí va la <strong>que</strong> violaron’. Y entonc<strong>es</strong> yo m<strong>es</strong>algo del colegio. Me dolió mucho por<strong>que</strong> yo oía mucho l<strong>lo</strong>rar ami mamá por <strong>lo</strong> <strong>que</strong> me había pasado y mi mamá <strong>se</strong> mantienemuy enferma. Mi familia <strong>se</strong> d<strong>es</strong>truyó. Ahora entré a <strong>es</strong>tudiar otravez, pero con <strong>es</strong>os nervios, el do<strong>lo</strong>r de cabeza, siempre pensandoen <strong>lo</strong> mismo. Sinceramente, yo no soy capaz de salir adelante. Niamigas, ni amigos tengo.A nadie le hab<strong>lo</strong> ni nada y me la paso encerrada en mi casa,por<strong>que</strong> sinceramente yo no soy capaz de ir a ver a un hombre. Ya<strong>es</strong>toy con <strong>es</strong>e temor <strong>que</strong> me van a hacer algo. Ya uno no valenada; a vec<strong>es</strong> pienso <strong>que</strong> no quiero vivir, todos <strong>se</strong> burlan de mí,yo siempre niego las cosas cuando mis amigos me preguntan,algunos pretenden <strong>que</strong> yo me acu<strong>es</strong>te con el<strong>lo</strong>s. No quiero <strong>se</strong>guir<strong>es</strong>tudiando, <strong>es</strong>o no sirve para nada.”Al parecer, la denuncia de la violación de Dora no ha sidotrasladada a la Fiscalía General de la Nación para <strong>se</strong>rinv<strong>es</strong>tigada. La policía no <strong>se</strong> ha pu<strong>es</strong>to en contacto con Dora nicon su familia para hacer un <strong>se</strong>guimiento de la denuncia deviolación.Arriba a la derecha: Escultura realizada en un taller por unasobreviviente de la violencia <strong>se</strong>xual, Bogotá, <strong>se</strong>ptiembre de 2010.Arriba a la izquierda: Mujer<strong>es</strong> <strong>se</strong> manifi<strong>es</strong>tan para conmemorar elDía Internacional para la Eliminación de la Violencia contra lasMujer<strong>es</strong>, Bogotá, 25 de noviembre de 2009.“Yo actuaba con una rabia, unos nervios. Yototalmente aislada de todo el mundo.Cualquier hombre <strong>que</strong> veía, yo <strong>se</strong>ntía <strong>es</strong>easco, <strong>es</strong>e miedo de hablarl<strong>es</strong>. De ahíempezaron <strong>lo</strong>s <strong>se</strong>ñalamientos. Todo el mundome miraba y yo me <strong>se</strong>ntía mal. Yo me salí delcolegio por<strong>que</strong> no aguantaba las críticas.”Índice: AMR 23/018/2011 Amnistía Internacional Septiembre 2011
HABLAN LAS SOBREVIVIENTESVIOLENCIA SEXUAL EN COLOMBIA“Nunca denuncié. Cuando intenté de hacer<strong>lo</strong>,pu<strong>es</strong> recibí una llamada y paré <strong>es</strong>o. Me vinea Bogotá como d<strong>es</strong>plazada. No hay comodenunciar, por<strong>que</strong> uno no sabe en quéoficinas <strong>es</strong>tán [<strong>lo</strong>s paramilitar<strong>es</strong>] […].Y <strong>lo</strong> <strong>que</strong> a mí me da rabia <strong>es</strong> <strong>que</strong> cuando unotrata de hacer algo, de una vez amenazas,no hay quien le proteja a uno.”LA HISTORIA DE LEIDYLeidy (no <strong>es</strong> su nombre real), de 17 años, fue <strong>se</strong>cu<strong>es</strong>trada,drogada y violada por miembros de un grupo paramilitar <strong>lo</strong>calen 2001, en el departamento de Santander. Sus agr<strong>es</strong>or<strong>es</strong> laacusaron de tener información sobre su ex novio, tambiénparamilitar, al <strong>que</strong> habían matado hacía poco.“En el año 2001, yo <strong>es</strong>taba <strong>es</strong>tudiando en el colegio, ya tenía unaniña, vivía con mi mamá, mi papá y mi hermana, <strong>que</strong> <strong>es</strong>taba porcumplir <strong>lo</strong>s 18 años. Yo ant<strong>es</strong> había tenido una relación de noviazgocon un joven del barrio, <strong>que</strong> tiempo d<strong>es</strong>pués me enteré <strong>que</strong> él <strong>es</strong>tabatrabajando con <strong>lo</strong>s paramilitar<strong>es</strong>; por <strong>es</strong>ta razón y otras de mal trato<strong>que</strong> él me daba yo decidí terminar la relación con él. Duramosmuchos m<strong>es</strong><strong>es</strong> <strong>que</strong> no había nada de comunicación entre <strong>lo</strong>s dos, yen el m<strong>es</strong> de julio empezó otra vez a buscarme y a decirme <strong>que</strong> pormí él dejaba toda <strong>es</strong>a vida mala <strong>que</strong> llevaba; siempre me negué aaceptar<strong>lo</strong>. D<strong>es</strong>pués me enteré <strong>que</strong> <strong>lo</strong> habían matado.Me dio mucho miedo, pero yo <strong>se</strong>guí con mis <strong>es</strong>tudios. Un día cuandoiba para el colegio, ya era agosto del 2001, eran las 6 de lamañana, <strong>es</strong>taba llegando al colegio cuando un taxi me cerró elpaso, <strong>se</strong> bajaron tr<strong>es</strong> hombr<strong>es</strong> jóven<strong>es</strong> y con un arma me obligarona subir al taxi. Me llevaron así a un barrio, me metieron por uncamino en una casa. Yo l<strong>lo</strong>raba, l<strong>es</strong> decía <strong>que</strong> quién<strong>es</strong> eran el<strong>lo</strong>s,qué me van a hacer. Só<strong>lo</strong> me decían: ‘Cáll<strong>es</strong>e, sabemos <strong>que</strong> ustedera la novia de [XXX]’. Me tiraron en una cama y empezaron apreguntarme de qué me había dicho él. El último día <strong>que</strong> habíamos<strong>es</strong>tado hablando yo l<strong>es</strong> dije <strong>que</strong> nada, <strong>que</strong> so<strong>lo</strong> <strong>que</strong>ría <strong>que</strong> yovolviera con él y <strong>que</strong> yo me negué. Me decían <strong>que</strong> si no l<strong>es</strong> decía laverdad me iban a matar ahí mismo. Yo só<strong>lo</strong> repetía <strong>lo</strong> mismo por<strong>que</strong>era cierto, no había hablado nada más con él.D<strong>es</strong>pués de un rato me amarraron a la cama, de <strong>lo</strong>s brazos y <strong>lo</strong>spi<strong>es</strong>, y uno de el<strong>lo</strong>s apareció con una jeringa con un líquido, y mewdijeron: ‘Le vamos a inyectar; si usted nos <strong>es</strong>tá diciendo la verdad,no pasa nada, <strong>se</strong> va para su casa, pero si nos dice mentiras, <strong>se</strong>muere’.© Jorga Mata/Surimag<strong>es</strong>Yo l<strong>lo</strong>rando l<strong>es</strong> decía <strong>que</strong> no sabía nada, <strong>que</strong> no me aplicaran <strong>es</strong>o, yel<strong>lo</strong>s me dijeron: ‘Fr<strong>es</strong>ca, <strong>que</strong> no le va a pasar nada’. Me inyectaron.Fue <strong>lo</strong> último <strong>que</strong> vi. D<strong>es</strong>pués todo dio vueltas y no supe nada más.Cuando volví en sí no sabía qué había pasado ni cuánto tiempo.Estaban só<strong>lo</strong> dos de el<strong>lo</strong>s, y <strong>se</strong> echaron a reír cuando me vierond<strong>es</strong>pierta. Entonc<strong>es</strong> l<strong>es</strong> dije: ‘Qué me hicieron’. Só<strong>lo</strong> me dijeron:‘Usted nos dijo la verdad, no sabía nada, por <strong>es</strong>o <strong>se</strong> va para la casa,pero nos va a jurar <strong>que</strong> no va a decir nada a nadie ni a su familia niamigas, por<strong>que</strong> si usted dice algo le matamos a su mamá o su hija;a usted mejor dicho, toda su familia, así <strong>que</strong> cuidadito con <strong>lo</strong> <strong>que</strong>dice usted; no sabe nada, no ha pasado nada, llega a la casanormal’.Me sacaron de ahí, me subieron al taxi, me dejaron cerca delcolegio. Yo <strong>es</strong>taba mareada, con el uniforme, pero me <strong>se</strong>ntía rara,ado<strong>lo</strong>rida, mojada. Le pregunté a un <strong>se</strong>ñor qué hora era y me dijo<strong>que</strong> las 11.30 de la mañana. Me <strong>que</strong>de ahí un rato. D<strong>es</strong>pués me fui ala casa. No dije nada, só<strong>lo</strong> me acosté y me <strong>que</strong>dé callada; só<strong>lo</strong> <strong>que</strong>cuando <strong>se</strong>ntía <strong>que</strong> golpeaban la puerta yo le decía: ‘Mamá no abra’.Cuando iba al colegio me daba muchos nervios, pero así <strong>se</strong>guí. Yome <strong>se</strong>guía sintiendo mal, pero no decía nada. D<strong>es</strong>pués como al m<strong>es</strong>me di cuenta <strong>que</strong> <strong>es</strong>taba embarazada. Me habían violado, y yo nosabía quién, o todos el<strong>lo</strong>s, eran cuatro con el taxista. No dije nadaen la casa. Siempre traté de ocultar<strong>lo</strong> hasta donde pude. Cuando yaAmnistía Internacional Septiembre 2011 Índice: AMR 23/018/2011