96 - CUANDO LAS ACTITUDES DEVIENEN NORMACuando las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>vienen norma.Institucionalizaciones <strong>de</strong>l ví<strong>de</strong>oen el Estado españolIGNACIO ESTELLALa disciplina artística que presentamos, el vi<strong>de</strong>oarte, supone una <strong>de</strong>liberadaopción por la contemporaneidad. En consonancia con el lugar cada vez más<strong>de</strong>stacado que lo audiovisual ocupa en nuestras vidas, el vi<strong>de</strong>oarte se sirve <strong>de</strong>las nuevas tecnologías no solo como vehículo <strong>de</strong> comunicación sino tambiéncomo objeto <strong>de</strong> reflexión <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el arte sobre sus límites y repercusiones.Las características <strong>de</strong>l vi<strong>de</strong>oarte facilitan a<strong>de</strong>más la itinerancia <strong>de</strong> la exposición.Por ello, y tras su paso por Venecia, Bad Boys será exhibida en centrosculturales <strong>de</strong> España, en diversos países iberoamericanos realizando <strong>de</strong> estamanera una importante labor <strong>de</strong> promoción y divulgación <strong>de</strong> la vanguardiaartística más actual.ANA PALACIO, Ex-Ministra <strong>de</strong> Asuntos ExterioresTITULARIDAD: La copia <strong>de</strong>l soporte audiovisual, firmada y numerada, acompañada<strong>de</strong>l correspondiente certificado <strong>de</strong>l artista constituye la propiedad <strong>de</strong>la obra.Circular nº 1 acerca <strong>de</strong>l Ví<strong>de</strong>o <strong>de</strong>l Consorcio <strong>de</strong> Galerías <strong>de</strong> España, 2004 (inédito)Los extraordinarios avances <strong>de</strong> la comunicación mo<strong>de</strong>rna pue<strong>de</strong>n impresionarnoshasta el punto <strong>de</strong> que los aislemos y los situemos en un campo especial.RAYMOND WILLIAMSProbablemente el actual ambiente museístico, en un imposible juego malabarpor atraer al mayor número <strong>de</strong> visitantes haya encontrado en el vi<strong>de</strong>oarte, oen algún <strong>de</strong>rivado suyo cuyo nombre seguramente tenga prefijo (neo-, post-,anti- y similares), una <strong>de</strong> las herramientas más fértiles <strong>de</strong>l ámbito artístico máshabitual. Es probable que ello se <strong>de</strong>ba a un creciente estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>smaterialización<strong>de</strong> la cultura en el que las re<strong>de</strong>s sustituyen las formas <strong>de</strong> transportemás <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> la física y en don<strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> la comunicación hanexcedido sobradamente los márgenes <strong>de</strong> una insulsa al<strong>de</strong>a global que solo escapaz <strong>de</strong> pre sentarse a modo <strong>de</strong> comercio globalizado. Se trata <strong>de</strong> un capitalis -mo <strong>de</strong> lo cog noscible que, a la par que se <strong>de</strong>smaterializa, exhibe impúdicamentelas formas <strong>de</strong> comercialización que fundamentan el valor en un nuevo contratopara nada social sino plenamente mercantil lo cual, por otro lado, <strong>de</strong>ja en unasituación bastante comprometida al mo<strong>de</strong>lo marxista basado en el trabajo a partir<strong>de</strong>l cual se podía establecer la teoría <strong>de</strong> la plusvalía expropiable al trabajador.Seguramente todo ello requiera volver a plantearse una nueva “economíapolítica <strong>de</strong>l signo” en la que <strong>de</strong>seo y querencia se propongan como paradójicaspartes esenciales <strong>de</strong> la base en la producción <strong>de</strong>l valor.El caso es que <strong>de</strong>bido a las propias infraestructuras <strong>de</strong>l capital <strong>de</strong>smaterializado,el ví<strong>de</strong>o, o lo que queda <strong>de</strong> él (puesto que hoy en día el formato ví<strong>de</strong>o,como ha sido entendido tradicionalmente, ha dado paso al formato digital indistinguible<strong>de</strong> la noción paralela <strong>de</strong> “arte y tecnología”) lleva consigo unos míni-
CUANDO LAS ACTITUDES DEVIENEN NORMA - 97mos <strong>de</strong> inversión con unos máximos <strong>de</strong> rentabilidad, razón por la que se convierteen uno <strong>de</strong> los objetivos principales <strong>de</strong> la programación <strong>de</strong> cualquier centro;y ello no solo por la volatilidad propiciada por el propio medio –algo que encierta medida sí se encontraba en el “medio es el mensaje” <strong>de</strong> McLuhan– sinoporque al ví<strong>de</strong>o se le pue<strong>de</strong>n imponer una serie <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes que hacen que unsolo objeto, como ya Foucault viera en el relato <strong>de</strong> Borges, pueda ocupar simultáneamentelugares muy diferentes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cartografía expositiva. Así, porejemplo, el ví<strong>de</strong>o pue<strong>de</strong> ser presentado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l epígrafe “arte y nuevas tecnologías”–dando a la i<strong>de</strong>a “nueva” un sentido absolutamente absurdo– a la parque se encontraría en cualquier exposición <strong>de</strong> nuevas ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> cualquierpaís adoptando el ví<strong>de</strong>o una or<strong>de</strong>nación nacional cuando la situación lo requiera–siendo las exposiciones “El vi<strong>de</strong>oarte <strong>de</strong> nosedón<strong>de</strong>” su epítome–, a la par queseguramente se encontrará fácilmente en cualquier exposición colectiva organizadaen torno a un tema (p.e. el cuerpo, la ciudad, la política), estará incluidaen la colección <strong>de</strong> cualquier centro <strong>de</strong> arte o museo invitado para la ocasión–incluso los que centran sus colecciones en épocas cronológicamente anterioresal ví<strong>de</strong>o están integrando los dispositivos audiovisuales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l aparatopedagógico– y simultáneamente se encontrará en las exposiciones <strong>de</strong> “cubonegro” que versen sobre algún género <strong>de</strong>terminado: documental, ficción.Obviamente, la constante combinación y mezcla <strong>de</strong> todos estos epígrafesdan una muestra <strong>de</strong> que el juego pue<strong>de</strong> volverse un retruécano insano.Básicamente la sensación que resulta <strong>de</strong> todo ello es que el vi<strong>de</strong>oarte se ha convertidofinalmente en un epígrafe cuya única función es la <strong>de</strong> contener en suinterior otros epígrafes que, paradójicamente, se encuentran al mismo tiempoen el exterior <strong>de</strong>l epígrafe general. Una sensación parecida es la que, por ejemplo,uno obtiene al leer los capítulos <strong>de</strong>l libro Ví<strong>de</strong>o Art <strong>de</strong> Michael Rush editadopor Thames and Hudson (2003), como muchos sabrán prolífica en la edición<strong>de</strong> summas y ediciones <strong>de</strong>finitivas sobre cualquier tema relacionado con el artecontemporáneo. Una rápida mirada nos da cuenta <strong>de</strong>l efecto: “el ví<strong>de</strong>o enFrancia”, “el ví<strong>de</strong>o en Inglaterra”, “el ví<strong>de</strong>o y el cuerpo”, “la vi<strong>de</strong>oinstalación”...la lista podría seguir hasta la exasperación. Y es que, en <strong>de</strong>finitiva, la aparienciadifusa <strong>de</strong>l escenario “ví<strong>de</strong>o” no resi<strong>de</strong> en la polivalencia <strong>de</strong>l mismo, algoque <strong>de</strong> por sí sería <strong>de</strong>seable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva posmo<strong>de</strong>rna, sino más bienen que la or<strong>de</strong>nación a la que se ve sometida (nacional, género, medial, etc.) sepresenta sin problematización alguna, como si los términos estuvieran preclaros;ello seguramente se <strong>de</strong>ba a la necesidad <strong>de</strong> inaugurar el show, o peor aún,a que los término bajo los que el ví<strong>de</strong>o queda acogido ya no son creíbles nisiquiera para sus propios ostentadores puesto que se pue<strong>de</strong>n sustituir, cambiaro transformar según requiera la ocasión.En este sentido, Gabriel Villota ha <strong>de</strong>sarrollado dos i<strong>de</strong>as que son <strong>de</strong> interésen esta materia: la que ha <strong>de</strong>nominado “audiovisualización <strong>de</strong> la cultura”, es<strong>de</strong>cir, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los dispositivos audiovisuales hasta un punto jamás conocidohasta ahora no solo en el ámbito <strong>de</strong> las artes (comercio digital, entretenimientoen su sentido más amplio, etc.); por otro lado, Villota 1 también ha <strong>de</strong>scritouna cierta sensación <strong>de</strong> “ahora sí” <strong>de</strong>l ví<strong>de</strong>o que resulta <strong>de</strong> la concentración <strong>de</strong>los museos y centros <strong>de</strong> arte en la programación (en sesiones temporales y diariase incluso los domingos) <strong>de</strong> ví<strong>de</strong>os, películas, cortos, documentales, etc.