(=) ISBN 978-980-227-250-1

sobre Venezuela, porque significa un retroceso en la
política hacia Latinoamérica después de la normalización
de relaciones con Cuba.
La carta puntualiza que si bien Venezuela es un país
polarizado por la crisis política y con serios problemas
de abastecimiento, la situación no es peor que la que
enfrentan otros países afectados por el narcotráfico
y el crimen organizado. “Esta acción comprueba que
Estados Unidos está intensificando su apoyo para un
cambio de régimen en Venezuela”.
En Uruguay, la intendenta de Montevideo, Ana Olivera,
suma su firma al rechazo a la medida, calificada por el
2015
presidente Nicolás Maduro “como la más grave amenaza
lanzada contra su país en 200 años”; y frente al
consulado general de Venezuela en Oporto, Portugal, la
Asociación de Amistad Cuba-Portugal, el Sindicato de
Oporto y la comunidad luso-venezolana se concentran
con pancartas y firman el libro que exige derogar el
decreto imperial.
5 de abril. Vía Twitter el presidente Nicolás Maduro
informa que se han recogido 8 millones de firmas contra
el decreto del mandatario estadounidense Barack
Obama.
La tradicional quema de Judas que cada Domingo de
Resurrección (Semana Santa) se registra en el país para
incinerar muñecos que representan personajes acusados
de traición, tuvo hoy en varios sectores populosos
el rostro del presidente de Estados Unidos Barack
Obama, por haber firmado el 9 de marzo su Orden
Ejecutiva contra Venezuela.
6 de abril. El presidente de Colombia, Juan Manuel
Santos, manifiesta, en una entrevista concedida al diario
El Tiempo, su repudio contra el decreto injerencista
impuesto por Estados Unidos el pasado mes de marzo
en el que declara a Venezuela como una amenaza
“inusual” y “extraordinaria”: “Siempre hemos dicho que
las sanciones unilaterales a la larga resultan contraproducentes
y por eso las rechazamos”. El mandatario colombiano
manifestó su deseo de que la Cumbre de las
Américas “sea el escenario para una distensión entre
Estados Unidos y Venezuela”.
El Movimiento Poetas del Mundo condena a través de
un comunicado el decreto imperial del 9 de marzo,
considera que el Gobierno estadounidense teme a las
políticas de igualdad y respeto promovidas por la Revolución
Bolivariana y por eso la agresión: “Venezuela
no es una amenaza para los EE. UU., es una esperanza
para los pueblos humillados del planeta entero”.
“La administración de Obama se equivocó totalmente
en el mensaje y la comunicación, no en el hecho
de imponer sanciones, sino en la forma y el lenguaje
que impuso, al usar una retórica anticuada y decir que
Venezuela constituye una amenaza para la seguridad nacional”,
dice Cynthia Arnson, directora del programa de
Latinoamérica para el centro de análisis y debate con
sede en Washington, Wilson Center.
Una jornada de recolección de firmas se realiza en el
Patio de Honor de la Universidad Militar Bolivariana
(UMB) en Fuerte Tiuna, con los militares por miles,
que se han declarado rodilla en tierra por la Patria;
la comanda el ministro de la Defensa, general en jefe
Vladimir Padrino López, quien luego de estampar su
firma en el cuadernillo, le hace una petición a la Iglesia
Católica:
#ObamaDerogaElDecretoYa 113