(=) ISBN 978-980-227-250-1

2015
«A Venezuela nadie la puede tocar, y menos puede pretender el presidente Barack Hussein Obama
gobernarla por decreto desde el exterior.
Su decreto emite supuestas sanciones a una fiscal venezolana, una profesional, mujer decente que
nunca en su vida ha cometido ningún delito. ¡Ah!, pero es la fiscal que lleva los casos de quienes han
pretendido golpes de Estado en Venezuela.
¿A ustedes les parece que un país pueda aceptar eso?
Sanciona a jefes militares venezolanos que son los encargados de la seguridad pública y nacional del
país, que no han cometido ningún delito, han actuado de acuerdo a la Constitución, cumpliendo sus
deberes y fueron los encargados de no permitir que se quemara este país el año pasado; Obama entonces
creo que pretende que los jefes militares y policiales del país dejen que las guarimbas quemen
el país y destruyan a Venezuela.
¿Yo puedo permitir eso?
Obama quiere dirigir Venezuela, por decreto, desde Washington. ¡Se equivocó de país! Señor Obama,
a usted le queda un solo camino: derogar ese decreto infame que ya es repudiado por todo el pueblo
de Venezuela y por el mundo entero.
Invito a todo aquel que se considere patriota, al que tenga aunque sea un poquito de amor y dignidad
por Venezuela, lo invito con la mayor amplitud, ¡vamos juntos, hermanos, a firmar por Venezuela!
¡Vamos a unirnos para defender la paz, la soberanía y la dignidad de nuestra Patria!
Nadie puede venir y pretender gobernar nuestro país, los problemas de los venezolanos son nuestros
y nosotros aquí discutimos y puede haber una posición u otra y debatimos.
Venezuela no tiene déficit de democracia, ¡no! Más bien, como dice el presidente Lula (Luiz Inácio Lula
da Silva. Presidente de Brasil 2003-2010), “hay exceso de democracia”, si se puede decir de alguna
manera».
El presidente Maduro lamenta la posición de algunas figuras políticas de la ultraderecha, que de
plano han rechazado el proceso de recolección de firmas contra el decreto imperial.
#ObamaDerogaElDecretoYa 83