(=) ISBN 978-980-227-250-1

2015
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo
Morales Ayma, admite estar “verdaderamente sorprendido”
por el corto tiempo en que se levantaron las
más de 10 millones de firmas en Venezuela para pedir
a Obama que derogue el decreto. Según su criterio, es
una acción “digna de respeto y admiración”, que merece
el pueblo de Simón Bolívar, el pueblo de Hugo
Chávez y ahora el pueblo “del compañero Maduro”.
Así comienza sus palabras, destacando esencialmente
lo que Chávez siempre decía: “La unidad del pueblo
siempre será la derrota del imperio”:
#Evo
Morales
“Esta amenaza, esta ofensiva y esta agresión de Obama, no sólo es una agresión a Venezuela, sino
también a Bolivia y a toda América Latina. Estamos convencidos de eso (…), Estados Unidos todavía
intentará, primero dividirnos, pero... ¿dividirnos para qué? Para dominarnos políticamente, y dominándonos
políticamente robarnos económicamente.
¿Por qué estas agresiones económicas, políticas de Estados Unidos?
Porque todavía quieren volver a América Latina para saquear nuestros recursos naturales.
(…) Nunca podemos olvidar cómo antes nos sometieron, a veces con dictaduras militares, con políticas
de neoliberalismo. Y esta nuestra generación ha enfrentado al neoliberalismo y cuando nos hemos
liberado del neoliberalismo, en Bolivia ahora estamos mejor económicamente, ahora ya no dependemos
de los organismos internacionales.
Por eso, hermanas y hermanos, todavía el presidente Obama con su Gobierno intenta dominarnos,
robarnos; y cuando no pueden robarnos van con amenazas, agresiones políticas, económicas; sin embargo
seguirán fracasando. Imagínense, si todo el mundo apoya a Venezuela, sólo le falta a Obama
que de una vez derogue el decreto supremo, derogue esa resolución presidencial. Si no llega con una
derogación a la Cumbre de las Américas, el pueblo, los presidentes obligarán a Obama a que derogue
en Panamá. Esperamos eso, hermanas y hermanos.
Los presidentes que escuchamos a nuestros pueblos trabajamos con los pueblos, y para Obama sería
importante que aprenda de los presidentes del Alba: gobernar escuchando a nuestros pueblos, esa es
nuestra experiencia (…)”.
Cuando Jorge Rodríguez presentó al presidente Nicolás
Maduro ante la multitud, para que ofreciera sus palabras
al país, muchos pasajes históricos se concentraron en el
momento. Tomando el verbo de la presidenta argentina,
Cristina Fernández: “¡No es poca cosa!”, lo mucho que
se ha transitado en tan corto tiempo. Un gran hecho
quedaba de manifiesto: la gigantesca equivocación del
Gobierno de los Estados Unidos al pensar que podrían
doblegar a un país como Venezuela.
¿Por qué se equivocaron?
¡Jamás pensaron en el pueblo!
Sucedió que el mismo día de la Orden Ejecutiva, en Venezuela
la primera voz que sacudió el corazón del pueblo
fue la de Nicolás Maduro y se puso al frente como
líder presidente, y se puso a trabajar como presidente
obrero y comenzó a conducir la Patria por caminos
seguros, como si llevara el volante de mil metrobuses
a la vez. Otra vez: ¡no es poca cosa! De allí lo pertinente
de la estrofa del verso del poeta español Miguel
Hernández Gilabert (1910-1942) que Rodríguez tomó
para presentarlo:
Las patrias te llamaron con todas sus banderas,
que tu aliento llenara de movimientos bellos.
Quisiste apaciguar la sed de las panteras,
y flameaste henchido contra sus atropellos. (1937)
Así pasó con el presidente Nicolás Maduro, ¡la Patria lo
llamó con todas sus banderas!:
126 #ObamaDerogaElDecretoYa