(=) ISBN 978-980-227-250-1

2015
cualquier intento de desestabilización que se produzca
en una democracia o intento de desestabilizar a un
gobierno contará con el rechazo unánime de todos los
países de la Unasur.
En respuesta a las acciones desde Caracas, nuevamente
un vocero del Departamento de Estado —que pide
el anonimato— destaca que el Gobierno de Estados
Unidos prefiere mantener relaciones directas con
Venezuela sin necesidad de actuación de Unasur. “Lo
que el Gobierno de Venezuela debe hacer ahora es
concentrarse a dialogar con la oposición política, la sociedad
civil y el sector privado para buscar soluciones
genuinas a sus problemas”.
10 de febrero. Durante una entrevista concedida
para un portal de noticias y replicada por la agencia
Reuters, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
quien dice tener una “fuerte creencia” en resolver
los problemas a través de la diplomacia, admite que Estados
Unidos, “en ocasiones tiene que torcer el brazo a
países cuando no hacen lo que queremos”.
El asesor adjunto de seguridad nacional del presidente
Barack Obama, Ben Rhodes, califica de “risibles” las
acusaciones que se han emitido desde el Gobierno de
Venezuela sobre “una supuesta injerencia” del Gobierno
de Estados Unidos: “A menudo acusan a Estados
Unidos de estar detrás de los retos que enfrenta. No
creo que nadie en la región crea eso, creo que es risible
y no puede servir como excusa para sus propios problemas
domésticos (…), la estrategia del Gobierno de
Maduro claramente no está funcionando”.
12 de febrero. Durante el acto de inauguración
de la Casa de la Cultura Robert Serra, el presidente
Nicolás Maduro anuncia que durante el día fue desmantelado,
luego de un amplio seguimiento, un intento
de atentado golpista contra la democracia, con la participación
de un grupo de oficiales de la aviación militar,
quienes tenían planificados ataques aéreos con aviones
Tucano artillados, camuflados en el exterior, por cuanto
en el país, por falta de repuestos, desde hace mucho
tiempo no están operativos.
El plan macabro, según confesaron los primeros ocho
detenidos, consistía en bombardear el Palacio de Miraflores,
el Ministerio de la Defensa y la sede de la televisora
Telesur, entre otros. A todos, el 3 de febrero se
les otorgó la visa estadounidense y por la “misión” a
realizar se les canceló la primera parte en dólares.
Este hecho se produce justo al año (12 febrero de
2014) del inicio de las acciones de violencia callejera
en la capital y en varias ciudades del país, programadas
por sectores de la oposición que anunciaban “La Salida”,
que degeneró en guarimbas continuas que ocasionaron
43 muertos y 850 heridos. En su momento
el presidente Maduro lo calificó como intento golpista
y el Gobierno de Estados Unidos lo tomó como base
para reiniciar la contraofensiva apoyada una en supuesta
violación de derechos humanos.
En un evento con diplomáticos estadounidenses para
América Latina realizado en Miami, el encargado de
negocios destacado en Caracas, Lee McClenny, asegura
que el Gobierno de Venezuela, por su postura
ideológica, “no está preparado para enfrentar la crisis
económica que agobia al país”. Según su criterio quienes
dirigen el Gobierno no creen en las fuerzas del
mercado y “sus decisiones no tienen sentido para un
capitalista como yo”.
14 de febrero. El presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, Nicolás Maduro, asegura que el
golpe de Estado (denominado Operación Jericó) desmantelado
el día 12 ha sido “derrotado y neutralizado”.
Destaca que un grupo de personas encapuchadas,
unos disfrazados de militares y otros activos, pretendían
sacar a la luz pública un video donde daban lectura
a un guión desconociendo su Gobierno constitucional.
“El guión que iban a leer lo redactó un consejero de
la embajada de Estados Unidos (…) así que, presidente
Obama, ni son ridículas, ni risibles (las acusaciones);
usted debería estar preocupado que en su nombre se
estén preparando golpes de Estado, intentonas y atentados
en gobiernos y repúblicas democráticas como
Venezuela”.
22
#ObamaDerogaElDecretoYa