(=) ISBN 978-980-227-250-1

2014
23 de julio. En una abierta violación del derecho
internacional, el cónsul de Venezuela en Aruba, Hugo
Armando Carvajal Barrios, es detenido durante la noche
por autoridades locales a solicitud del Gobierno de
Estados Unidos, que de inmediato solicita la extradición
alegando sus presuntas vinculaciones con el narcotráfico.
La Cancillería venezolana activa todos los mecanismos
diplomáticos para que se corrija esta grave situación y
hace un firme llamado al Reino de los Países Bajos para
su inmediata rectificación.
24 de julio. El presidente Nicolás Maduro, desde
el desfile aeronaval en el estado Zulia, manifiesta que el
cónsul venezolano Hugo Carvajal está secuestrado en
Aruba: “Si intentan mancillar la dignidad de Venezuela,
responderemos con fuerza, porque no vamos a permitir
que sea mancillado el honor de ningún venezolano
por campañas montadas desde el imperio”.
27 de julio. En Aruba es puesto en libertad el
cónsul venezolano Hugo Carvajal, quien de inmediato
es trasladado a Venezuela. El anuncio lo hace el presidente
Nicolás Maduro durante la sesión plenaria del
III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), que se realiza en el Teatro Teresa Carreño de
Caracas, quien destaca que fue secuestrado por presiones
del imperialismo.
28 de julio. La portavoz del Departamento de
Estado, Jen Psaki, manifiesta que el Gobierno de Estados
Unidos “está profundamente decepcionado por
la decisión del Gobierno de los Países Bajos de liberar
al traficante de narcóticos Hugo Carvajal, sobre la
base de una supuesta inmunidad que va más allá de
las normas internacionales establecidas”. Asegura que
Venezuela habría amenazado a Holanda para lograr la
excarcelación.
La subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del
Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, señala vía
tuiter: “La liberación de Carvajal es un uso no debido
de la inmunidad diplomática, y hace una burla de ese
importante principio”.
30 de julio. El Departamento de Estado anuncia
la revocación de visados a 24 altos cargos y funcionarios
de Venezuela supuestamente involucrados en violaciones
de los derechos humanos y en la represión de
protestas de grupos opositores.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del
Senado, Robert Menéndez, respaldó las declaraciones
de la portavoz del Departamento de Estado, Marie
Harf. A su juicio, el anuncio envía un mensaje inequívoco
y directo al presidente Maduro y el Gobierno de
Venezuela; sin embargo: “Se necesitan sanciones más
contundentes”.
La legisladora republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen,
calificó como “muy débil” la medida del Departamento
de Estado.
31 de julio. El canciller Elías Jaua, al comentar el
anuncio del Departamento de Estado de revocar las
visas a funcionarios venezolanos, dijo: “Se trata de agresiones
de quienes saben que el mundo está cambiando
(…). Bienvenida sea la furia si lo que se le intenta cobrar
a Venezuela es el papel de luchar por una América
Latina de desarrollo, estable, como territorio de paz”.
La medida del Gobierno de Estados Unidos llega dos
días después de la liberación en Aruba del diplomático
Hugo Carvajal, detenido a petición de Estados Unidos,
y el hecho se muestra como posible razón, parece haber
acelerado la aplicación de las sanciones.
23 de septiembre. El presidente de Estados Unidos,
Barack Hussein Obama, se solidariza con varios activistas
y dirigentes políticos presos alrededor del mundo
durante una sesión de la Iniciativa Global Clinton
en Nueva York, donde incluyó al opositor venezolano
Leopoldo López, detenido hace 7 meses. “Ellos merecen
ser libres. Deben ser liberados”.
24 de septiembre. Durante su intervención en
la 69. a Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas (ONU) el presidente Nicolás Maduro
aboga por la liberación del líder puertorriqueño Óscar
López Rivera, quien lleva 35 años preso en una cárcel
en Estados Unidos. “Su único delito, su único pecado:
luchar por la independencia de su patria, Puerto Rico”.
En esta tribuna internacional el Mandatario denuncia
que Venezuela ha tenido que soportar un acoso permanente,
“una conspiración permanente de las fuerzas
imperiales y de fuerzas aliadas al imperio estadounidense,
que ha pretendido una y otra vez socavar la
democracia”.
#ObamaDerogaElDecretoYa 17