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(=) ISBN 978-980-227-250-1

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2015<br />

CUMBRE DE LAS AMÉRICAS<br />

¡VENEZUELA EN LA CIMA!<br />

10 de abril. Ha llegado el tan esperado Día “C”<br />

(de cumbre) para el inicio de las decisiones definitivas;<br />

por un lado hay confianza sobre lo que pudiera ser<br />

el triunfo sobre el imperialismo y por el otro se afina<br />

hasta el último resorte para intentar demostrar que<br />

“no hay intervención injerencista”, pero se mantiene<br />

vigente.<br />

En Panamá los ánimos no están caldeados pero sí muy<br />

tensos. Es la VII Cumbre de las Américas, que se estrena<br />

con situaciones “inusuales y extraordinarias”, ya no<br />

apoyadas en una Orden Ejecutiva sino en un cambio<br />

de geopolítica que se está registrando.<br />

En Venezuela, la nación de la firma con voz, la expectativa<br />

es reina, todos están pendientes del desarrollo<br />

que tendrá durante dos días la cumbre; más de diez<br />

millones de personas esperan por la respuesta a su<br />

petición, el periodista Earle Herrera publica un artículo<br />

de opinión titulado Firmas y firmeza, que define muy<br />

bien lo que está pasando:<br />

#Earle<br />

Herrera<br />

“Frente al decreto ejecutivo del Presidente de los Estados Unidos de América se yergue una montaña<br />

de firmas del pueblo venezolano. Parece una desproporción. De aquel lado, la potencia militar más<br />

devastadora de la historia; de este, la impronta digital, como diría mi profesor y amigo Héctor Mujica,<br />

de la pacífica y brava Patria de Bolívar: allá, la fuerza; aquí, la firmeza.<br />

(…) La recolección de firmas, que comenzó en alguna esquina caliente de la cálida Venezuela, se extendió<br />

por todo el país y disparó las alarmas cuando, como río fuera de cauce, traspasó las fronteras hasta<br />

convertirse en un fenómeno planetario, desde la muralla china hasta la Patagonia. Allá, la decepción;<br />

aquí la solidaridad.<br />

(…) Solo la firma de Chávez en un papelito rescatado por un soldado levantó igual entusiasmo en el<br />

pueblo venezolano. Era 13 de abril de 2002.<br />

Con su Orden Ejecutiva, el imperio esperaba otra reacción. Nunca que millones de firmas se le convirtieran<br />

en una digna respuesta, esta vez sí, inusual y extraordinaria. Allá, la amenaza; aquí la esperanza”.<br />

Últimas Noticias.<br />

Caracas, 10 de abril de 2015, pág. 36<br />

#ObamaDerogaElDecretoYa 131

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