13.5- Vampires gone wild

Vampires Gone Wild
Su corazón se aceleró, martilleando en su pecho.
Su mirada cayó a sus labios.
—¿Estás segura de que no vas a… decepcionar?
¿Estaba aludiendo a su casi beso? ¡Cómo se atrevía! Levantó la barbilla.
—No abandonaré a mis compañeros.
Él se concentró en sus pechos, lo cual la dejó todavía más sin aliento y
hormigueando.
—Tienes miedo. Puedo escuchar tu corazón acelerándose.
—¡Eso no es miedo! Es… —¡Cielo santo! Se detuvo en el último momento.
Sus ojos se encontraron con los suyos en un instante, y la intensidad de su
mirada la dejó sin aliento. Inclinó la cabeza, buscando en su rostro.
Ella saltó cuando sonó un teléfono.
—Ese debería ser mi informante. —Zoltan sacó un móvil del bolsillo de su
chaqueta, mientras Jack y J.L. rápidamente se armaban—. Pondré el altavoz, para
que podamos teletransportarnos a su voz.
¡Excelente! Pamela le enfrentó, mentalmente preparando sus nervios para la
batalla.
El teléfono sonó otra vez, y Zoltan le frunció el ceño.
—Mikhail, sácala de aquí. Te llamaré en sesenta segundos, para que puedas
unirte a nosotros.
—¿Qué? —Pamela jadeó cuando Mikhail la agarró por detrás. Antes de que
pudiera reaccionar, todo se volvió negro.
Tan pronto como se materializó, saltó a la acción. Un fuerte golpe en las
costillas con el codo derecho mientras se daba la vuelta para mirarlo, y luego un
golpe con la izquierda en…
—¡Ouch!
El vientre del hombre era como una losa de hormigón.
—¿Estás bien? —Él agarró su mano.
Antes de que pudiera quitarle el guante, ella apartó la mano. Cerrando los
puños, se dio la vuelta sobre las puntas de sus pies, luego dirigió una patada
Love At Stake #13.5