antologia de teatro latinomericano 1
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ANTOLOGÍA DE TEATRO LATINOAMERICANO - TOMO 1 (1950 - 2007) 274<br />
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ANTOLOGÍA DE TEATRO LATINOAMERICANO - TOMO 1 (1950 - 2007)<br />
un hijo arrinconado en mi vientre. Un hijo no nacido, que, lleno <strong>de</strong> amor impaciente,<br />
soñaba con el mundo, con los espacios libres <strong>de</strong>l mundo, con ventear el aire <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s<br />
llanuras, y sacudirlas con ejércitos. Encerrado en mí, Roca, ardías <strong>de</strong> amor por el universo.<br />
Hay un silencio largo y profundo. Roca se va aflojando lentamente, hasta que <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />
apuntar a Sarah, y la suelta. Con un gemido entrecortado, los brazos colgando, sin <strong>de</strong>jar el<br />
arma, Roca camina vacilante hasta uno <strong>de</strong> los sillones y se <strong>de</strong>rrumba sobre él) ¿Por qué me<br />
hace sufrir así?<br />
ROCA<br />
¿Y tu amor? ¿No fue suficiente para acompañarme a los espacios abiertos?<br />
SARAH<br />
¿Sufrir usted, Roca? ¿Qué pue<strong>de</strong> saber usted <strong>de</strong> sufrimientos? (Pausa).<br />
SARAH<br />
Odio los espacios abiertos. Me inspiran terror. Yo solo soy dueña y señora <strong>de</strong> lo cerrado. El<br />
mundo que amo es el que cabe en un escenario. La luz que me exalta es la que viene <strong>de</strong> las<br />
candilejas. El único universo que me atrevo a hollar es el <strong>de</strong> mis sueños. Yo soy arte, Roca.<br />
Y también te sueño a vos, tigrecito sangriento, y te largo al mundo, para que juegues en él,<br />
y lo transformes en un gran escenario. Solo entonces podré salir y acompañarte. Cuando ya<br />
tu furia sea innecesaria, y el gesto teatral la haya reemplazado.<br />
Solo entonces podré acompañarte y ser tu maestra. Cuando la brutalidad <strong>de</strong> los hechos esté<br />
domesticada y solo haya ficción. Cuando ya no exista la odiosa realidad.<br />
Poco a poco Roca se recupera. Retoma el control <strong>de</strong> sí mismo.<br />
ROCA<br />
Se equivoca, Sarah. Es cierto que un Presi<strong>de</strong>nte tiene prohibida cualquier emoción. Debe<br />
mantener siempre la cabeza fría. ¡Piense en la cantidad <strong>de</strong> vidas que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> un<br />
sufrimiento equivocado...!<br />
SARAH<br />
Sí, es terrible... Bueno, por suerte yo no tengo ese problema. Si en una escena me<br />
equivoco <strong>de</strong> sufrimiento, la única fatalidad que lograría es la risa <strong>de</strong>l público. Qué inocente<br />
es el arte, ¿no, mon ami? ¿Dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>jé mi bolsito?<br />
ROCA<br />
¡Pero yo amo la realidad!<br />
SARAH<br />
No te engañes. Solo amás la realidad que construiste. La otra será siempre tu enemiga.<br />
ROCA<br />
Ahí.<br />
ROCA<br />
No, Sarah. Aun a esa realidad la amo. Porque algún día también ella me pertenecerá.<br />
SARAH<br />
Ah, gracias. (Toma su pequeño bolso, que hace juego con su vestido <strong>de</strong> soirée, y saca <strong>de</strong><br />
él un espejito y una polvera. Empieza a empolvarse la cara) Pero yo lo interrumpí, y me<br />
pareció que estaba muy interesado en <strong>de</strong>cirme algo.<br />
Pausa. Ella le acaricia los cabellos.<br />
SARAH<br />
Tal vez... Pero sea como fuese, ¡cuánto amor, Roca, hubo entre nosotros! ¡Cuánto mundo<br />
hemos soñado! Cuando eras mi hijo y estábamos fusionados. Y luego, separados, cuando<br />
regresabas y regresabas a mí para cicatrizar la crueldad <strong>de</strong> esa separación. Y <strong>de</strong>spués<br />
también, cuando <strong>de</strong>jaste <strong>de</strong> necesitarme y me inventaste como hijo...<br />
ROCA<br />
Simplemente que me <strong>de</strong>diqué a estudiar en <strong>de</strong>talle los sentimientos ajenos. En general<br />
no fue fácil. Fíjese que por mi función suelo estar ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> gente acostumbrada a<br />
escon<strong>de</strong>rlos. Pero me hice un experto en <strong>de</strong>scifrar rastros, pequeños signos... Aunque a<br />
veces, cuando se dan en forma brutal, pura... Roca se interrumpe bruscamente, impactado<br />
por algo.<br />
Roca se levanta <strong>de</strong> un salto, y la mira, sobresaltado. Suena el celular.<br />
Roca lo registra pero no se atreve a aten<strong>de</strong>r. Desesperado, comienza a caminar <strong>de</strong> un lado<br />
a otro sin saber qué hacer. Por último, toma el revólver y va basta Sarah, que ha quedado<br />
en el mismo lugar, sentada sobre la alfombra, con la cabeza inclinada hacia a<strong>de</strong>lante.<br />
Con increíble violencia y ferocidad, Roca la aferra por el cuello y apunta su nuca con el<br />
revólver. El timbre <strong>de</strong>l celular no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> sonar, exasperante.<br />
ROCA<br />
(Muy lentamente) Uno... dos... tres... (Amartilla el arma. Repentinamente el timbre cesa.<br />
Teatro: Teoría y práctica. Nº 022<br />
Teatro: Teoría y práctica. Nº 022<br />
Hace unos instantes Sarah ha sacado un lápiz <strong>de</strong> labios <strong>de</strong>l bolso y ha comenzado a pintarse<br />
frente al espejito. Roca observa con dolorosa fascinación como Sarah pasa una y otra vez<br />
el espeso rouge por sus labios. A Sarah parece llamarle la atención el silencio, y mira<br />
intensamente a Roca, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pintarse. Pausa.<br />
(Penosamente) No haga eso. No sea cruel.<br />
SARAH