antologia de teatro latinomericano 1
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ANTOLOGÍA DE TEATRO LATINOAMERICANO - TOMO 1 (1950 - 2007) 276<br />
277<br />
ANTOLOGÍA DE TEATRO LATINOAMERICANO - TOMO 1 (1950 - 2007)<br />
¿Qué cosa?<br />
SARAH<br />
Un típico bocadillo teatral. ¿Me está imitando, Presi<strong>de</strong>nte?<br />
Roca no respon<strong>de</strong>.<br />
ROCA<br />
¿Pintarme los labios?<br />
Mi querida, reconozca que para <strong>de</strong>sarrollar su arte, necesita conocer también cómo se<br />
comportan, qué sienten, los personajes simples, vulgares...<br />
Roca no respon<strong>de</strong>.<br />
SARAH<br />
Perdón, no sabía que le molestaba. Ningún problema (Vuelve a guardar su maquillaje, <strong>de</strong><br />
(Con <strong>de</strong>sesperación) ¡No, no! ¡Nunca más haré personajes vulgares!<br />
modo ostensible, en su pequeño bolso). Por favor, continúe.<br />
¡Prefiero morir! ¡Prefiero morir, entien<strong>de</strong>!<br />
Pausa.<br />
Pausa.<br />
ROCA<br />
ROCA<br />
(Abstraído, casi inexpresivo) Le estaba contando sobre ese custodio...<br />
(Compasivo) Usted nunca podría ser vulgar, Sarah...<br />
Sarah expresa sin ambages su fastidio.<br />
Sarah se distien<strong>de</strong>. Sonríe.<br />
SARAH<br />
SARAH<br />
Ah, por favor...<br />
No, no podría. ¡Pero qué sagaz es usted, Roca! Descubrió mi trampa... Sí, cuando me vi<br />
obligada a representar personajes vulgares, lo hice con tal grado <strong>de</strong> sutileza, me esmeré<br />
ROCA<br />
tanto, fui tan refinada... que lo burdo quedó recubierto por una capa <strong>de</strong> oro invisible…<br />
No sea intolerante, Sarah. Las personas comunes y corrientes también pue<strong>de</strong>n enseñarnos<br />
algo.<br />
ROCA<br />
(Aplau<strong>de</strong>) ¡Bravo!<br />
SARAH<br />
(Ríe) Acepte, Roca, que usted y yo somos seres distintos... excepciones... rotundas<br />
SARAH<br />
soleda<strong>de</strong>s... A veces, muy <strong>de</strong> tanto en tanto, ocurre que nos encontramos uno al otro, dos<br />
No tan bravo. Fueron absolutos fracasos comerciales. La gente intuía que se le estaba<br />
iguales, como usted y yo... ¡Qué breve explosión <strong>de</strong> felicidad! Y lo digo a conciencia porque<br />
haciendo trampa. Los empresarios empezaron a odiarme. Fui bajando peldaños. Me<br />
un encuentro así... siempre termina en explosión. Uno <strong>de</strong> los dos queda aniquilado. O los<br />
dos... Pero entiendo esa... <strong>de</strong>bilidad suya por los seres simples. Finalmente, su misión,<br />
señor Presi<strong>de</strong>nte, su vocación <strong>de</strong> mando, le exige conocerlos bien. Ese es el barro que<br />
usted <strong>de</strong>be mo<strong>de</strong>lar. Y tiene que ser un barro dócil en sus manos. Su intuición, su olfato,<br />
<strong>de</strong>ben ser muy finos. Un experto en olfatear los olores cambiantes <strong>de</strong> la multitud. Si huele<br />
mucha adrenalina, hay que bajarla; si es poca, subirla.<br />
Roca se ríe.<br />
¿De qué se ríe, Roca?<br />
ROCA<br />
De que parece estar <strong>de</strong>scribiendo lo que hace usted en el escenario, divina Sarah.<br />
Teatro: Teoría y práctica. Nº 022<br />
Teatro: Teoría y práctica. Nº 022<br />
relegaron a <strong>teatro</strong>s cada vez más periféricos. Terminé en tétricos galpones <strong>de</strong> provincia,<br />
don<strong>de</strong> usted tal vez me conoció...<br />
ROCA<br />
Don<strong>de</strong> la “reconocí”, Sarah. Don<strong>de</strong> vi en usted a mi semejante. Mejor dicho, a mi maestra,<br />
y al complemento necesario <strong>de</strong> mi propia gran<strong>de</strong>za.<br />
SARAH<br />
Sí, pero los tiempos nos fueron adversos, Roca. O por lo menos a mí.<br />
La historia me traicionó. Busqué la gloria, cuando la gloria ya era una antigüedad. Quise<br />
representar personajes nobles, heroicos, generosos, cuando el valor supremo empezó<br />
a ser el egoísmo. Amé la poesía cuando estaba agonizando, y lo sublime cuando ya era<br />
ridículo. Busqué a Dios, cuando su muerte ni siquiera producía angustia, sino un bostezo <strong>de</strong><br />
aburrimiento (Se dirige hacia Roca, le quita el revólver, revisa, experta, si tiene balas, y