Revista Móvil #11

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CROSSOVER
208
A diferencia de sus compatriotas francesas –Renault, Citroën,
Simca– y del resto de las marcas generalistas europeas, Peugeot
nunca había tenido un caballito de batalla tan “popular”, como lo
habían sido el 2CV, el 4, el 500, el Mini o el Escarabajo. Por un lado,
eso le permitió mantener cierta aura de auto de lujo (“la Mercedes-
Benz francesa”). Pero cuando llegó la crisis del petróleo a comienzos
de los años 70, tuvo que acomodarse rápidamente a las circunstancias
y lanzar el 104, uno de los pioneros en el segmento de hatchs
compactos europeos, precursor del actual segmento “B”. Nacido
como un pequeño sedán, el 104 pronto sumó siluetas de 3 y 5 puertas,
convirtiéndose en un éxito con 1.624.992 unidades vendidas a
lo largo de 16 años. Pero el verdadero tour de force en esta historia
llegaría en 1983 con el 205, el auto que salvó a la compañía.
El grAN 205
El 205 logró algo excepcional: masificar a Peugeot, pero sin perder
ese toque de distinción y glamour propios de la marca. Hay que
reconocer que el 205 tampoco fue un auto rupturista, sino que fue
parte de una notable generación de autos compactos que incluye
al Renault 5, al Fiat Uno, al Opel Corsa y al Ford Fiesta, muchos
de los cuales tuvieron (o tienen) una trayectoria tan rica como la
de nuestro pequeño león. Pero comparado con todos ellos, el 205
siempre estuvo un paso adelante en términos de “deseabilidad”.
Gracias a su notable diseño, el 205 demostró que un auto chico
podía ser deportivo y juvenil, virtudes que Peugeot supo explotar
con grandes ideas, como crear la fantástica versión GTI (que en su
momento llegó a opacar al mismísimo Golf GTI), una petitera ver-
REGENERANDO UN MITO
ADN DE MARCA
ADN
peugeot