13.05.2016 Views

A Primera Vista

Este libro nos da una lección de vida y nos plasma la trágica historia de amor de un hombre enamorado.

Este libro nos da una lección de vida y nos plasma la trágica historia de amor de un hombre enamorado.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

esas pesadillas. Por su parte, Lexie todavía intentaba digerir lo que él le contaba.<br />

—Acabaron por llevarme de vuelta a casa de mis padres, pero me resultó imposible conciliar el<br />

sueño. Allí no podía hablar con nadie sobre lo que me estaba pasando, así que cambié mi vuelo por el<br />

primero que había esta mañana.<br />

Cuando acabó, Lexie se sentía como si le faltara el aire.<br />

—Pensaba que Alvin era tu amigo.<br />

—Yo también.<br />

—¿Cómo ha sido capaz de hacer algo así?<br />

—No lo sé —dijo Jeremy.<br />

—¿Es por mí? ¿Le he hecho algo? ¡Pero si ni siquiera me conoce! No nos conoce. Esto es...<br />

—Perverso y grotesco. —Jeremy concluyó la frase por ella—. Lo sé.<br />

—Pero... —Lexie no pudo retener una lágrima inesperada— Él... es que no lo entiendo...<br />

—Yo tampoco sé qué decir —se sinceró Jeremy— He intentado encontrarle un sentido, pero lo<br />

único que se me ocurre es que, con esa forma de ser tan retorcida que tiene, él pensaba que me estaba<br />

ayudando a evitar un posible desastre. Es ridículo, lo sé. De cualquier modo, he roto la amistad con él.<br />

Ella lo miró repentinamente a los ojos con fiereza.<br />

—¿Y por qué no me contaste antes lo de esos malditos mensajes?<br />

—Ya te lo he dicho: no habría sabido qué decirte. No sabía quién me los estaba enviando, ni el<br />

porqué. Y si a eso añades todo lo demás...<br />

—¿Tu familia lo sabe?<br />

—¿Lo de los mensajes? No, no les he contado nada...<br />

—No —lo interrumpió Lexie, temblando—. Me refiero a tus dudas acerca de la paternidad.<br />

—No tengo dudas. Sé que es mi hija.<br />

—Es tu hija —aseveró Lexie—. Nunca me he acostado con Rodney. Eres el único hombre con el<br />

que me he acostado desde hace años.<br />

—Lo sé...<br />

—Ya, pero quiero que lo oigas de mis labios. Es nuestra hija, tuya y mía. Te lo juro.<br />

—Lo sé.<br />

—Pero has tenido dudas, ¿no es cierto? —Se le empezaba a quebrar la voz—. Aunque sólo haya<br />

sido un instante, pero te lo has planteado. Primero me ves en casa de Rodney, y luego descubres que no te<br />

había contado que ya había estado embarazada, y con el resto de los asuntos preocupantes que estabas<br />

soportando...<br />

—No pasa nada, ya está todo olvidado.<br />

—No, no está todo olvidado. Deberías habérmelo contado. Si lo hubiera sabido... podríamos haber<br />

pasado este mal trago juntos.<br />

Intentaba no perder el control.<br />

—Ya ha pasado, ¿vale? No hay nada más que podamos hacer; superaremos este bache y<br />

continuaremos adelante.<br />

—Seguramente llegaste a odiarme.<br />

—No, nunca te he odiado —repuso él, estrechándola entre sus brazos con más firmeza—. Te quiero.<br />

Vamos a casarnos la semana que viene, ¿recuerdas?<br />

Ella escondió la cara en su pecho, hallando consuelo entre sus brazos. Al cabo de un rato, suspiró.<br />

—No quiero que Alvin venga a nuestra boda.<br />

—Ni yo tampoco. Pero hay algo más que tengo que decirte.<br />

—No, no quiero oírlo. Más tarde, quizá. De momento, ya he superado la cuota de aflicción que<br />

puedo soportar por un día.<br />

—Es una buena noticia —le prometió él—. Quiero que la oigas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!