13.05.2016 Views

A Primera Vista

Este libro nos da una lección de vida y nos plasma la trágica historia de amor de un hombre enamorado.

Este libro nos da una lección de vida y nos plasma la trágica historia de amor de un hombre enamorado.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Jeremy rió.<br />

—¿Lexie conoce esa anécdota?<br />

—No estoy segura. Ni tan sólo sé por qué la he sacado a colación en este preciso momento. Pero el<br />

hecho de tener hijos cambia tu vida como ninguna otra cosa en este mundo puede hacer. Será lo mejor y<br />

lo más duro que hagas en tu vida.<br />

—Me muero de ganas de verle la carita —declaró Jeremy—. Creo que ya estoy listo.<br />

—¿De veras? Porque pareces asustadísimo.<br />

—No es cierto —mintió Jeremy.<br />

—¿De veras? ¿Puedo cogerte de la mano mientras lo repites?<br />

La última vez que Doris había hecho eso, Jeremy había tenido la extraña sensación de que ella podía<br />

leerle los pensamientos. Aunque luego se dijo que eso era imposible, porque... bueno, simplemente<br />

porque eso era imposible.<br />

—No, prefiero que no lo hagas —contestó él. Doris sonrió.<br />

—Es normal que estés un poco nervioso, y asustado, también. Es una gran responsabilidad. Pero lo<br />

harás muy bien.<br />

Jeremy asintió, pensando que en menos de cuarenta minutos lo averiguaría.<br />

Después de que le pusieron la epidural, Lexie dejó de sentir dolor; incluso tenía que mirar el<br />

monitor para saber cuándo tenía otra contracción. Al cabo de veinte minutos, el cuello del útero se había<br />

dilatado ocho centímetros. A los diez centímetros empezaría la fiesta. Los latidos del corazón del bebé<br />

seguían siendo regulares.<br />

Ahora que no sentía dolor, su humor mejoró extraordinariamente.<br />

—I feel good —cantó en un tono animado, imitando a James Brown.<br />

—Pues parece como si te acabaras de tomar un par de cervezas.<br />

—Sí, ahora que lo dices, también me siento así —apostilló Lexie—. Me siento muuuuuucho mejor,<br />

comparado con cómo me he sentido hasta ahora. Me gusta esto de la epidural. ¿A quién se le ocurriría<br />

optar por un parto natural, teniendo este milagroso alivio a su disposición? Las contracciones duelen,<br />

¡vaya si duelen!<br />

—Eso he oído. ¿Quieres más cubitos de hielo?<br />

—No, gracias, ahora me encuentro la mar de bien.<br />

—Tienes mejor aspecto, también.<br />

—Tú tampoco tienes mala cara.<br />

—Es que esta mañana me he afeitado, antes de venir al hospital.<br />

—¡No me digas! —exclamó ella, fingiendo sorpresa—. ¡No puedo creer que te pusieras a perder el<br />

tiempo de esa manera!<br />

—Quería salir guapo en la foto.<br />

—Pienso contárselo a todos mis amigos.<br />

—Bueno, pero luego enséñales la foto, ¿vale?<br />

—Me refiero a eso de encerrarte tranquilamente en el baño mientras yo me estaba retorciendo de<br />

dolor.<br />

—Mira, estabas hablando por teléfono con Doris, así que no podías estar retorciéndote de dolor.<br />

—Me estaba retorciendo por dentro. Lo que pasa es que soy una chica fuerte y sé disimular.<br />

—Fuerte y guapa, no lo olvides.<br />

—Sí, es verdad; eres un hombre afortunado.<br />

—Sí, lo sé —asintió él, cogiéndole la mano—. Te quiero.<br />

—Yo también te quiero —respondió ella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!