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REPORTAJE CENTRAL
Una historia que parece
nunca terminar, sucesos delictuales
reiterados a los buses interurbanos
y rurales en tránsito, y que principalmente
afectan a sus pasajeros.
En lo que va de este 2016 han sido
decenas los atentados graves que
han sufrido estos servicios, cifra
que se suma a los ilícitos de que
han sido objeto en los últimos cinco
años. FENABUS los ha ido denunciando
caso a caso.
Uno de los hechos más delicados
que alertó al gremio en el 2015 fue
el ataque con balines que recibió un
bus de la empresa Jetsur en pleno
servicio, con pasajeros y tripulación
a bordo (foto portada).
Actos de violencia de estas caracteríticas
han afectado indiscriminadamente
a distintos modos
de transporte, como el de carga,
el rural y el interurbano.
Terminado el 2015, y tras varios
atentados acaecidos en el marco del
conflicto en la zona de la Araucanía,
FENABUS logró que los buses
de pasajeros que transitaban por
la Ruta 5 desde y hacia la Región
de La Araucanía, se incorporaran
a caravanas custodiadas por Carabineros,
específicamente en el
sector comprendido entre Victoria
y el peaje de Maicas. Durante ese
mismo período, el gremio hizo un
llamado de atención a las autoridades
poniendo énfasis en la urgencia
de contar con medidas efectivas de
protección para quienes transitaban
por la ruta.
VUELVE LA VIOLENCIA
En la primera semana de 2016,
específicamente el miércoles 6
de enero, a las 21.40 horas, un
bus interurbano de la empresa
Buses Ahumada, que viajaba con
40 pasajeros a bordo, sufrió un
violento asalto en su recorrido
desde Santiago con destino a
San Felipe, a la altura del sector
de Huenchún, en la comuna de
Tiltil. Seis individuos armados
con escopetas interceptaron la
máquina e hirieron al conductor
en un brazo. Posteriormente, dos
de los delincuentes ingresaron al
bus, golpearon al auxiliar, robaron
objetos personales de ocho
pasajeros y se dieron a la fuga.
Tras todo el acontecimiento, el
conductor y el auxiliar fueron
trasladados al Hospital de Colina.
Mathías Quiroz, gerente general
de la empresa, lamentó una situación
que calificó como aislada
para ellos, dado que en sus más
de 60 años de trayectoria nunca
habían enfrentado un hecho de
estas características.
Una semana después, en la Autopista
Américo Vespucio, al llegar
a la rotonda con la Ruta 68, un bus
de la empresa Centropuerto, con
pasajeros a bordo, recibió disparos
desde dos vehículos que circulaban
por el sector, los que rompieron dos
ventanas laterales de la máquina
con la clara intención de lesionar
al conductor del bus.
Es decir, en dos semanas, dos
ataques en la vía pública, a buses
en servicio, con pasajeros a bordo,
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