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estancado. Finalmente, en mayo de
2013, el ex Presidente Sebastián
Piñera anunció la activación del
proyecto de tren suburbano entre
Santiago y Melipilla, en el marco del
nuevo Plan Maestro de Transporte
Santiago 2025.
Respecto de su financiamiento,
en un inicio tenía contemplada una
inversión fiscal de US$ 590 millones,
de los cuales US$ 480 millones serían
aportados por EFE y US$ 110
millones por Metro. Además, parte
de la infraestructura sería costeada
con los US$ 1.450 millones del subsidio
permanente al Transantiago.
Actualmente, la iniciativa cuenta con
una ingeniería básica que estima
que su construcción costaría US$
1.100 millones, es decir, el doble
del anuncio inicial, y su valor sería
cercano al costo de construir una
nueva línea de Metro, con la diferencia
de que trasladaría un cuarto de
los pasajeros de las líneas normales.
que, dado el modelo de financiamiento,
permite a EFE asociarse con
privados para que operen una línea
o la construyan, o incluso teniendo
el proyecto listo para operar, concesionarlo
a 15 o 20 años. Todo esto,
bajo la lógica que EFE comenzaría
a generar ganancias operacionales,
objetivo establecido para el año
2020, cuando se estima que estén
operando el tren a Melipilla y otros,
REPORTAJE
LA LÓGICA DE NEGOCIOS EFE
La Empresa de Ferrocarriles del
Estado tiene una larga historia de
financiamiento y gestiones ineficientes
en distintos proyectos a lo
largo del país. En este escenario
se presenta el tren regional Victoria-Puerto
Montt, considerado
uno de los mayores fracasos de
EFE y una promesa inconclusa del
gobierno del ex Presidente Ricardo
Lagos, que con una inversión de
44 millones de dólares se inició
en diciembre de 2005 y dos años
después se suspendió, quedando
actualmente sólo operativo el tramo
Victoria-Temuco.
A partir de ejemplos como éste
y de los constantes subsidios que
ha recibido, la compañía estatal se
ha planteado un nuevo programa
de negocios a través del cual planea
invertir US$ 10 mil millones durante
una década, y dentro del foco de esta
inversión estaría el tren a Melipilla
y se movilicen unos 100 millones
de personas al año. Esto, sumado
a que la reinvención de EFE como
una empresa de líneas suburbanas
le permite tener argumentos para
recibir subsidios del Estado, tengan
o no la capacidad de sobrepasar el
umbral de rentabilidad social.
LOS EXCLUIDOS
Dentro de la implementación del
tren Santiago-Melipilla hay personas
y empresarios afectados que desde
2013 están trabajando para modificar
ciertos temas establecidos
en la construcción de Melitren. En
este grupo están, por un lado, los
vecinos de algunos sectores de las
comunas de Maipú y Lo Espejo, que
comentan que la medida de bajo
costo de instalar el tren sin desarrollar
una conectividad en torno a
la línea férrea conllevaría clausurar
pasos que hay en las comunas y
aumentaría el aislamiento, al quedar
divididas por las vías en superficie.
En la otra parte se encuentran los
empresarios de transporte rural, que
llevan trabajando décadas en el traslado
de pasajeros desde Santiago a
comunas como Peñaflor, Talagante
y Melipilla, y que dado este escenario
hoy no están contemplados
con ningún tipo de financiamiento
o apoyo directo en el Plan Maestro
de Transporte Santiago 2025, lo que
los hace quedar aislados, buscando
opciones para poder sobrevivir al
arribo de Melitren y seguir con la
operatividad diaria y manteniendo
a sus trabajadores.
Este proyecto se ha demorado
más de 30 años en hacerse realidad
y genera desconfianzas entre los
empresarios rurales y vecinos, que
esperan algún tipo de mitigación
o compensación por los efectos
negativos que tiene, entre los que
se encuentran expropiaciones, relocalización
de campamentos y uso de
suelo agrícola, entre otros.
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