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COLUMNA
Imagen: Agencia Uno.
Independiente de quién deba
responder ante un accidente, el
daño a las personas y la imagen
de la empresa es inmenso.
Fernando Andrés Velasco Bahamóndez, abogado, magíster en Litigación y Derecho Laboral.
RESPONSABILIDAD ANTE
ACCIDENTES DE TRÁNSITO
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El desarrollo de la actividad de
nuestros asociados intrínsecamente
lleva envuelto el riesgo de sufrir
un accidente de tránsito, el cual,
dependiendo de la gravedad de
sus resultados, generará diversas
implicancias que tanto el conductor
profesional a cargo del bus involucrado
como la empresa dueña del
mismo deberán enfrentar.
La Real Academia Española de
la Lengua (RAE) lo define como:
“Suceso eventual o acción de que
involuntariamente resulta daño para
las personas o las cosas”. Ese es
el tema de esta columna: tras un
accidente de tránsito ocurre como
resultado necesario un daño para las
cosas, sean propias o ajenas, como
asimismo para con las personas.
Resulta necesario aclarar que, por
esencia, implica la involuntariedad
de quien comete el acto, ya que el
resultado producido no es un resultado
querido o buscado por su autor.
Pero es precisamente la existencia
de un daño, ya sea patrimonial o
en las personas involucradas, lo
que involucrará distintos grados
de responsabilidades, tanto para el
conductor del vehículo como de parte
del dueño del vehículo involucrado.
Con la finalidad de otorgar mayor
claridad acerca de las implicancias y
las responsabilidades por las que se
deben responder, explicaremos sus