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America en la Profecia por Elena de White

Etiquetas - la libertad, la constitución, libertad religiosa, los derechos humanos, los derechos, los derechos civiles, la democracia, la libertad, la libertad de culto, la libertad de conciencia , democracia , democrático, leyes , las leyes religiosas , la religión , la represión religiosa , la persecución , la tiranía, la iglesia y el estado , iglesia, estado, separación de iglesia y estado, protestante, reforma, reformador, constitucional, historia

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leído este libro, <strong>la</strong> misericordia y el amor <strong>de</strong> Dios saltarán a <strong>la</strong> vista, y se echará <strong>de</strong> ver que Dios no impone<br />

a los hombres ninguna <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s pesadas cargas. Todo lo que él pi<strong>de</strong> es un corazón contrito y un espíritu<br />

humil<strong>de</strong> y obedi<strong>en</strong>te.<br />

Cristo no dio <strong>en</strong> su vida ningún ejemplo que autorice a los hombres y mujeres a <strong>en</strong>cerrarse <strong>en</strong><br />

monasterios so pretexto <strong>de</strong> prepararse para el cielo. Jamás <strong>en</strong>señó que <strong>de</strong>bían muti<strong>la</strong>rse los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos<br />

<strong>de</strong> amor y simpatía. El corazón <strong>de</strong>l Salvador rebosaba <strong>de</strong> amor. Cuanto más se acerca el hombre a <strong>la</strong><br />

perfección moral, tanto más <strong>de</strong>licada es su s<strong>en</strong>sibilidad, tanto más vivo su s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to <strong>de</strong>l pecado y tanto<br />

más profunda su simpatía <strong>por</strong> los afligidos. El papa dice ser el vicario <strong>de</strong> Cristo; ¿pero pue<strong>de</strong> compararse<br />

su carácter con el <strong>de</strong> nuestro Salvador? ¿Se vio jamás a Cristo cond<strong>en</strong>ar hombres a <strong>la</strong> cárcel o al torm<strong>en</strong>to<br />

<strong>por</strong>que se negaran a r<strong>en</strong>dirle hom<strong>en</strong>aje como<br />

Rey <strong>de</strong>l cielo? ¿Acaso se le oyó cond<strong>en</strong>ar a muerte a los que no le aceptaban? Cuando fue<br />

m<strong>en</strong>ospreciado <strong>por</strong> los habitantes <strong>de</strong> un pueblo samaritano, el apóstol Juan se ll<strong>en</strong>ó <strong>de</strong> indignación y dijo:<br />

“Señor, ¿quieres que man<strong>de</strong>mos que <strong>de</strong>sci<strong>en</strong>da fuego <strong>de</strong>l cielo, y los consuma, como hizo Elías?” Jesús<br />

miró a su discípulo con compasión y le repr<strong>en</strong>dió <strong>por</strong> su aspereza, dici<strong>en</strong>do: “El Hijo <strong>de</strong>l hombre no ha<br />

v<strong>en</strong>ido para per<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s almas <strong>de</strong> los hombres, sino para salvar<strong>la</strong>s”. Lucas 9:54, 56. ¡Cuán difer<strong>en</strong>te <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />

su pret<strong>en</strong>dido vicario es el espíritu manifestado <strong>por</strong> Cristo!<br />

La Iglesia Católica le pone actualm<strong>en</strong>te al mundo una cara apacible, y pres<strong>en</strong>ta disculpas <strong>por</strong> sus<br />

horribles cruelda<strong>de</strong>s. Se ha puesto vestiduras como <strong>la</strong>s <strong>de</strong> Cristo; pero <strong>en</strong> realidad no ha cambiado. Todos<br />

los principios formu<strong>la</strong>dos <strong>por</strong> el papismo <strong>en</strong> eda<strong>de</strong>s pasadas subsist<strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestros días. Las doctrinas<br />

inv<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong> los siglos más t<strong>en</strong>ebrosos sigu<strong>en</strong> profesándose aún. Nadie se <strong>en</strong>gañe. El papado que los<br />

protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo <strong>en</strong> tiempos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Reforma, cuando se levantaron hombres <strong>de</strong> Dios con peligro <strong>de</strong> sus vidas para d<strong>en</strong>unciar <strong>la</strong> iniquidad <strong>de</strong><br />

él. El romanismo sosti<strong>en</strong>e <strong>la</strong>s mismas orgullosas pret<strong>en</strong>siones con que supo dominar sobre reyes y<br />

príncipes y arrogarse <strong>la</strong>s prerrogativas <strong>de</strong> Dios. Su espíritu no es hoy m<strong>en</strong>os cruel ni <strong>de</strong>spótico que cuando<br />

<strong>de</strong>struía <strong>la</strong> libertad humana y mataba a los santos <strong>de</strong>l Altísimo.<br />

El papado es precisam<strong>en</strong>te lo que <strong>la</strong> profecía <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ró que sería: <strong>la</strong> apostasía <strong>de</strong> los postreros días.<br />

2 Tesalonic<strong>en</strong>ses 2:3, 4. Forma parte <strong>de</strong> su política asumir el carácter que le permita realizar mejor sus<br />

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