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parte de un proceso de Selección Natural donde los más fuertes y saludables reproducen la<br />
especie, mientras que los débiles o enfermos, son presa y alimento de sus predadores. Entre<br />
mayor sea el número de especies en un ecosistema, más estrictos son los controles entre<br />
sus habitantes, y una mejor selección de las especies más fuertes, ya sean animales ó<br />
vegetales.<br />
En los Minerales del suelo. La diversidad de minerales en las tierras es de capital<br />
importancia, ya lo decía Julius Hensel (el padre de la Harina de Rocas y la Trofobiosis<br />
Molecular) “Los seres vivos somos minerales animados”. Las rocas son agregados naturales<br />
compuestos de uno o más minerales, cristalinos o amorfos, que presentan características<br />
homogéneas y constituyen sobre la Tierra cuerpos geológicamente independientes.<br />
Las rocas se dividen, según su modo de formación, en tres grupos: ígneas o<br />
magmáticas, sedimentarias y metamórficas. Las rocas ígneas o magmáticas son el producto<br />
final de la consolidación de un magma, masa fundida de composición principalmente silícea,<br />
formada en las profundidades terrestres por la fusión de las masas sólidas preexistentes y la<br />
cual es rica en elementos minerales. Las rocas sedimentarias, que componen las tres<br />
cuartas partes de la superficie emergida, son producto de la transformación de rocas<br />
preexistentes, debido a la actuación de la gravedad, de los agentes atmosféricos y de la<br />
Compra<br />
directo del<br />
productor<br />
actividad de algunos organismos vivos, siendo las más<br />
pobres en diversidad minerales. Las rocas metamórficas<br />
son producto de enormes presiones y/o de las reacciones<br />
químicas y físicas en estado sólido mediante las cuales<br />
todo tipo de rocas se adecua a un nuevo ambiente.<br />
Noventa y cinco por ciento de la corteza terrestre está<br />
compuesto por rocas ígneas (eruptivas y efusivas) y<br />
rocas metamórficas, y cinco por ciento por rocas<br />
sedimentarias.<br />
Fig.3.52<br />
De lo anterior se concluye que los suelos<br />
basálticos (de origen ígneo) son idóneos para la<br />
agricultura, la diversidad mineral del basalto se puede<br />
agregar a suelos pobres con la simple aplicación de 3-4<br />
ton/hectárea de polvo de rocas basáltica molida tan fina como harina para pan. La agricultura<br />
es una expresión de la Geología y del clima donde se la practica y la salud de una planta<br />
esta determinada por su equilibrio nutricional.<br />
CAPITULO CUATRO<br />
Diseño con Permacultura<br />
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