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LO QUE HACE FALTA
Se necesita un mínimo de tres
gramos de resina tamizada o
cogollo desmenuzado. Usamos
hash, aceite y cannabis de estas
variedades. Las preferidas son:
Bubba Kush, SSH, Amnesia, SOG
Kush y algunas más. También
se puede usar cannabis
debidamente curado y evitar el
proceso de descarboxilación.
1. ACEITE DE COCO:
2,5 cucharadas. El mejor
es el orgánico, extraído
mecánicamente. Si la dosis
acaba resultando demasiado
fuerte, siempre se puede
diluir añadiendo más aceite de
coco, hasta encontrar el efecto
deseado. No hay prisa, siempre
es mejor llenar una cápsula y
probarlo antes de llenar el resto,
para ver si hay que hacer algún
cambio. Suelen salir fuertes, por
lo que algunos consumidores
preferirán dosis más bajas.
2. PIPETA:
Para rellenar las cápsulas
a mano fácilmente o, por
supuesto, una máquina para
llenar cápsulas o una bandeja.
3. ACEITES OPCIONALES:
Como paciente con dificultades
digestivas y de absorción,
uso una combinación de
aceites pesados y ligeros
para aumentar la movilidad y
absorción de los cannabinoides,
una mezcla óptima para los
cannabinoides, el CBD, etc.
4. LECITINA DE SOJA:
Se usa en la industria alimentaria
para lograr que una cantidad
de azúcar o chocolate parezca
mayor, y en la industria
farmacéutica para aumentar la
efectividad de los medicamentos:
homogeneiza y cubre con
seguridad, ayuda a romper las
sustancias en partículas más
pequeñas y finas, mejora la
biodisponibilidad dentro del
cuerpo. La lecitina aumenta la
disponibilidad de todo, desde
el azúcar a la vitamina C, hasta
los fármacos con receta, y el
aumento en la disponibilidad
por contacto es de entre el 15
y el 75%, dependiendo de la
sustancia, vitamina o producto
químico. Esto quiere decir que,
si añade la cantidad correcta de
lecitina a, por ejemplo, la vitamina
C, se reduce en más del 50% la
cantidad de ácido ascórbico que
se debe consumir para conseguir
el mismo efecto.
5. UN PLATO DE CERÁMICA QUE
PUEDA IR AL HORNO
6. PAPEL DE ALUMINIO
de 30 minutos, aunque el horno quede
encendido sólo 20 minutos. Una vez
frío, se saca el plato.
Ahora hay que precalentar el horno a
120º C, mientras se siguen los siguientes
pasos. No hay que preocuparse si
está demasiado caliente, cuando haya
que usarlo se reducirá la temperatura.
En cada paso, para evitar que se pierda
potencia al escaparse el vapor, es muy
importante esperar con el plato bien
sellado, hasta que se enfríe completamente,
antes de abrirlo. Al destapar el
papel de aluminio, el hachís ya no será
de color amarillo claro, se habrá trasformado
en un marrón dorado.
En ese punto se mezcla 1/4 de cucharadita
de lecitina con el hash, se añade el
aceite de coco derretido, en forma líquida.
Conviene tener cuidado al hacerlo,
algunos recipientes tipo tetrabrick tienen
una capa de papel de aluminio y
no se pueden meter en el microondas.
Para lograr siempre la misma calidad
en cada tanda de aceite, hay que calentar
el aceite hasta los 100º C, esto es
especialmente importante si se procesa
una gran cantidad de aceite.
Luego hay que mezclar bien el aceite
con el hash y sellarlo con cuidado, con
dos capas de papel de aluminio. El
sellado con papel de aluminio durante
todas las fases de calentamiento previene
la vaporización de la preciada
potencia del extracto. Se coloca el
plato cubierto sobre una bandeja del
horno. Inmediatamente se reduce el
calor a 100º C y se pone la alarma para
40 minutos después. La subida inicial
de temperatura tiene como objetivo
calentar el plato con rapidez; para
cuando el aceite empiece a calentarse,
la temperatura debería haber bajado
lo suficiente. Tras 40 minutos se apaga
el horno, se abre momentáneamente,
se cierra de nuevo y se deja que el
aceite se enfríe lentamente. Lo hago
así para aumentar el tiempo de procesado
y reducir el riesgo de que el plato
se rompa con el cambio de temperatura
y se pierda el producto. Una vez
completamente frío, como mucho tibio
al tacto (en una media hora), se puede
quitar el papel de aluminio y añadir
1/8 de cucharadita de lecitina. Tras
elaborar aceite unas cuantas veces se
puede empezar a experimentar con la
cantidad de lecitina usada.
Tras añadir la lecitina, sacar el plato
del congelador y darle suficiente
tiempo para que llegue a temperatura
ambiente, hay que asegurarse de
que está bien sellado con papel de
aluminio. Precalentar el horno a 100º
C y poner el plato dentro durante el
precalentamiento, sobre todo si estaba
congelado y se acaba de descongelar.
Fijar la alarma para un mínimo de 40
minutos tras el precalentamiento. Si
se desea un efecto más narcótico, se
puede experimentar con un calentamiento
continuado, en intervalos de 40
a 60 minutos, para producir la degradación
del THC y conseguir el metabolito
CBN, de efecto sedante.
Mezcla de hachís, bubble hash y aceite. Se metieron en el congelador para facilitar el triturado.
RECETA DE DULCE DE AZÚCAR
INGREDIENTES
- Aceite, para engrasar.
- Cannabis/hachís/restos
cannábicos.
- Media lata de leche
condensada.
- 5-10 vainas de cardamomo
(genial para ayudar a la
digestión).
- 50 g de anacardos.
- 50 g de pistachos.
- Aceite de coco.
- Lecitina de soja en polvo.
- 350 g de azúcar superfino.
- 100 g de mantequilla sin
sal.
- 1 cucharada de extracto
de vainilla.
PREPARACIÓN
1.
Engrasar un molde cuadrado de
18 cm.
2.
En un sartén poner la leche,
el azúcar y la mantequilla.
Calentarla despacio, revolviendo
sin parar hasta que el azúcar se
El dulce de azúcar bien hecho revela los sabrosos
frutos secos bien distribuidos en el confite.
haya disuelto y la mantequilla
esté derretida.
3.
Llevarla a ebullición y dejar
que hierva de 15 a 20 minutos,
revolviendo sin parar.
4.
Cuando la mezcla alcance el
estado de bola blanda (115º C en
un termómetro de azúcar), apartar
del fuego y mezclar el extracto
de vainilla y el de cannabis que
se preparó anteriormente. Dejar
enfriar durante cinco minutos.
5.
Remover la mezcla con una
cuchara durante unos minutos
hasta que empiece a espesar y el
brillo desaparezca.
6.
Verter en el molde y dejar enfriar
a temperatura ambiente (no meter
en la nevera).
7.
Una vez reposado, cortarlo en
pequeños recuadros y guardarlo en
un contenedor cerrado.