TU REVISTA JUNIO 2017

En este sentido hay que valorar:
Factores que Empeoran la
Dermatitis Atópica
Las alergias a polen,
ácaros del polvo, moho y
epitelios de animales.
Los factores externos
estresantes que afectan al
individuo. La percepción que el
individuo tiene de sí mismo y de
los factores estresantes que le
rodean.
El impacto del estrés sobre el
individuo. El comportamiento que
adopta el individuo para adaptarse
al estrés.
Síntomas de la Dermatitis Atópica
Enrojecimiento e inflamación de la piel en la zona afectada.
Picor intenso. Debido al picor en ocasiones pueden aparecer
lesiones de rascado.
En ocasiones aparecen ampollas sobre las que se pueden formar
costras.
Pigmentación distinta de la piel afectada. Suele ser o más clara, o
ligeramente más oscura, aún cuando no hay brotes de la
enfermedad.
El picor aparece generalmente antes que las lesiones dérmicas.
Caspa abundante y continua en el cuero cabelludo.
La localización en los niños menores de un año las alteraciones
suelen comenzar en las mejillas.
En los adultos aparecen más en flexuras de rodillas y codos, en
cuello, manos y pies.
Durante un brote severo las lesiones pueden aparecer en
cualquier zona del cuerpo.
Recordamos que estas patologías coinciden con la Dermatitis Atópica en
muchas personas. Pues bien, en las épocas del año durante las que las alergias
se reagudizan y va a haber de forma
simultánea, brotes de de la
Dermatitis Atópica.
Tratamiento de la
Dermatitis Atópica
Cuidar bien la piel puede reducir
la necesidad de tratamiento
específico. Para hacer bien el
tratamiento hay que tener en cuenta
que son tan importantes una serie
de medidas generales como el
tratamiento con fármacos.
Medidas generales
Se procurará evitar comer
cítricos, aditivos químicos y
colorantes.
Utilizar jabones neutros para la
higiene personal.
Hidratar bien y continuamente la
piel.
Evitar rascarse cuando piquen
las lesiones.
También la Empeoran:
Los resfriados
Las gripes.
La sequedad de la piel.
La exposición a contaminación
ambiental.
Determinadas
fragancias de tintes, de
perfumes, de cremas, de
jabones o de productos
de limpieza.
Los cambios bruscos de
temperatura.
Una inmersión en agua
muy fría o muy caliente.
Contacto con determinadas
frutas como
fresas, melocotones, etc,
que tienen una piel
bastante “alergénica”.
El estrés en general.
Aliviar el picor con una compresa fría, con cremas o con antihistamínicos.
Mantener la piel bien hidratada con humectantes sin alcohol, sin tinte y sin
fragancias.
La vaselina puede ir bien para aliviar el picor.
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