13.07.2017 Views

palabras_de_vida_del_gran_maestro EGW

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

para Cristo andar haciendo bienes.<br />

Siempre que haya un impulso <strong>de</strong> amor y simpatía, siempre que el corazón anhele beneficiar y elevar a otros, se<br />

revela la obra <strong>de</strong>l Espíritu Santo <strong>de</strong> Dios. En las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l paganismo, hombres que no tenían conocimiento<br />

<strong>de</strong> la ley escrita <strong>de</strong> Dios, que nunca oyeron el nombre <strong>de</strong> Cristo, han sido bondadosos para con sus siervos<br />

protegiéndolos con peligro <strong>de</strong> sus propias <strong>vida</strong>s. Sus actos <strong>de</strong>muestran la obra <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r divino. El Espíritu Santo<br />

ha implantado la gracia <strong>de</strong> Cristo en el corazón <strong>de</strong>l salvaje, <strong>de</strong>spertando sus simpatías que son contrarias a su<br />

naturaleza y a 318 su educación. La luz "que alumbra a todo hombre que viene a este mundo",* está resplan<strong>de</strong>ciendo<br />

en su alma; si presta atención a esta luz, ella guiará sus pies al reino <strong>de</strong> Dios.<br />

La gloria <strong>de</strong>l cielo consiste en elevar a los caídos, consolar a los angustiados. Siempre que Cristo more en el corazón<br />

humano, se revelará <strong>de</strong> la misma manera. Siempre que actúe, la religión <strong>de</strong> Cristo beneficiará. Don<strong>de</strong> quiera que<br />

obre, habrá alegría.<br />

Dios no reconoce ninguna distinción por causa <strong>de</strong> la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor <strong>de</strong> toda la<br />

humanidad. Todos los hombres son una familia por la creación, y todos son uno por la re<strong>de</strong>nción. Cristo vino para<br />

<strong>de</strong>moler todo muro <strong>de</strong> separación, para abrir todo <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong>l templo, para que cada alma pudiese tener libre<br />

acceso a Dios. Su amor es tan amplio, tan profundo, tan completo, que penetra por doquiera. Libra <strong>de</strong> la influencia<br />

<strong>de</strong> Satanás a las pobres almas que han sido seducidas por sus engaños. Las coloca al alcance <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> Dios, el<br />

trono circuido por el arco <strong>de</strong> la promesa.<br />

En Cristo no hay ni judío ni griego, ni esclavo ni libre. Todos son atraídos por su preciosa sangre.*<br />

Cualquiera que sea la diferencia <strong>de</strong> creencia religiosa, el llamamiento <strong>de</strong> la humanidad doliente <strong>de</strong>be ser oído y<br />

contestado. Don<strong>de</strong> existe amargura <strong>de</strong> sentimiento por causa <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong> la religión, pue<strong>de</strong> hacerse mucho<br />

bien mediante el servicio personal. El ministerio amante quebrantará el prejuicio, y ganará las almas para Dios.<br />

Debemos anticiparnos a las tristezas, las dificulta<strong>de</strong>s y angustias <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Debemos participar <strong>de</strong> los goces y<br />

cuidados tanto <strong>de</strong> los encumbrados como <strong>de</strong> los humil<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> los ricos como <strong>de</strong> los pobres. "De gracia recibisteis<br />

-dice Cristo-, dad <strong>de</strong> gracia".* En nuestro <strong>de</strong>rredor hay pobres almas probadas que necesitan <strong>palabras</strong> <strong>de</strong> simpatía y<br />

acciones serviciales. Hay viudas que necesitan simpatía y 319 ayuda. Hay huérfanos a quienes Cristo ha encargado a<br />

sus servidores que los reciban como una custodia <strong>de</strong> Dios. Demasiado a menudo se los pasa por alto con<br />

negligencia. Pue<strong>de</strong>n ser andrajosos, toscos, y aparentemente sin atractivo alguno; pero son propiedad <strong>de</strong> Dios. Han<br />

sido comprados con precio, y a su vista son tan preciosos como nosotros. Son miembros <strong>de</strong> la <strong>gran</strong> familia <strong>de</strong> Dios,<br />

y los cristianos como mayordomos suyos, son responsables por ellos. "Sus almas -dice-, <strong>de</strong>mandaré <strong>de</strong> tu mano".<br />

El pecado es el mayor <strong>de</strong> todos los males, y nos incumbe compa<strong>de</strong>cernos <strong>de</strong>l pecador y ayudarlo. Pero no todos<br />

pue<strong>de</strong>n ser alcanzados <strong>de</strong> la misma manera. Hay muchos que ocultan el hambre <strong>de</strong> su alma. Les ayudaría<br />

<strong>gran</strong><strong>de</strong>mente una palabra tierna o un recuerdo bondadosos. Hay otros que están en la mayor necesidad, y, sin<br />

embargo, no lo saben. No se percatan <strong>de</strong> su terrible indigencia <strong>de</strong> alma. Hay multitu<strong>de</strong>s tan hundidas en el pecado<br />

que han perdido el sentido <strong>de</strong> las realida<strong>de</strong>s eternas, han perdido la semejanza con Dios, y apenas saben si tienen<br />

almas que salvar o no. No tienen fe en Dios ni confianza en el hombre. Muchas <strong>de</strong> estas personas pue<strong>de</strong>n ser<br />

alcanzadas únicamente por actos <strong>de</strong> bondad <strong>de</strong>sinteresada. Hay que aten<strong>de</strong>r primero sus necesida<strong>de</strong>s físicas:<br />

alimentarlas, limpiarlas y vestirlas <strong>de</strong>centemente. Al ver la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> vuestro amor abnegado, les será más fácil<br />

creer en el amor <strong>de</strong> Cristo.<br />

Hay muchos que yerran, y que sienten su vergüenza e insensatez. Miran sus faltas y errores hasta ser arrastrados casi<br />

a la <strong>de</strong>sesperación. No <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>scuidar a estas almas. Cuando uno tiene que nadar contra la corriente, toda la<br />

fuerza <strong>de</strong> ésta lo rechaza. Extiéndasele una mano auxiliadora como se extendió la mano <strong>de</strong>l Hermano Mayor hacia<br />

Pedro cuando se hundía. Diríjansele <strong>palabras</strong> llenas <strong>de</strong> esperanza, <strong>palabras</strong> que establezcan la confianza y <strong>de</strong>spierten<br />

en ellos el amor.<br />

Tu hermano, enfermo <strong>de</strong> espíritu, te necesita, como tú 320 mismo necesitaste el amor <strong>de</strong> un hermano. Necesita la<br />

experiencia <strong>de</strong> uno que ha sido tan débil como él, <strong>de</strong> uno que pueda simpatizar con él y ayudarle. El conocimiento<br />

<strong>de</strong> nuestra propia <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>be ayudarnos a auxiliar a otros en su amarga necesidad. Nunca <strong>de</strong>bemos pasar por alto<br />

un alma que sufre sin tratar <strong>de</strong> impartirle el consuelo con que somos nosotros consolados <strong>de</strong> Dios.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!