Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
obra <strong>de</strong> nuestro Re<strong>de</strong>ntor sobre esta tierra es y siempre será un tema que requerirá nuestro más elevado esfuerzo <strong>de</strong><br />
imaginación. El hombre pue<strong>de</strong> utilizar toda facultad mental en un esfuerzo por son<strong>de</strong>ar este misterio, pero su mente<br />
<strong>de</strong>sfallecerá y se abatirá. El investigador más diligente verá <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él un mar ilimitado y sin orillas.<br />
La verdad, tal como se halla en Cristo, pue<strong>de</strong> ser experimentada, pero nunca explicada. Su altura, anchura y<br />
profundidad sobrepujan nuestro conocimiento. Po<strong>de</strong>mos esforzar hasta lo sumo nuestro imaginación para ver sólo<br />
turbiamente la vislumbre <strong>de</strong> un amor inexplicable, tan alto 100 como los cielos, pero que ha <strong>de</strong>scendido hasta la<br />
tierra a estampar la imagen <strong>de</strong> Dios en todo el género humano.<br />
Sin embargo, nos es posible ver todo lo que po<strong>de</strong>mos soportar <strong>de</strong> la compasión divina. Esta se <strong>de</strong>scubre al alma<br />
humil<strong>de</strong> y contrita. Enten<strong>de</strong>remos la compasión <strong>de</strong> Dios en la misma proporción en que apreciamos su sacrificio por<br />
nosotros. Al estudiar la Palabra <strong>de</strong> Dios con humildad <strong>de</strong> corazón, el <strong>gran</strong>dioso tema <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción se abrirá a<br />
nuestra investigación. Aumentará en brillo mientras lo contemplemos, y mientras aspiremos a enten<strong>de</strong>rlo, su altura y<br />
profundidad irán continuamente en aumento.<br />
Nuestra <strong>vida</strong> ha <strong>de</strong> estar unida con la <strong>de</strong> Cristo; hemos <strong>de</strong> recibir constantemente <strong>de</strong> él, participando <strong>de</strong> él, el pan<br />
vivo que <strong>de</strong>scendió <strong>de</strong>l cielo, bebiendo <strong>de</strong> una fuente siempre fresca, que siempre ofrece sus abundantes tesoros. Si<br />
mantenemos al Señor constantemente <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nosotros, permitiendo que nuestros corazones expresen el<br />
agra<strong>de</strong>cimiento y la alabanza a él <strong>de</strong>bidos, tendremos una frescura perdurable en nuestra <strong>vida</strong> religiosa. Nuestras<br />
oraciones tomarán la forma <strong>de</strong> una conversación con Dios, como si habláramos con un amigo. El nos dirá<br />
personalmente sus misterios. A menudo nos vendrá un dulce y gozoso sentimiento <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> Jesús. A<br />
menudo nuestros corazones ar<strong>de</strong>rán <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros mientras él se acerque para ponerse en comunión con<br />
nosotros como lo hizo con Enoc. Cuando ésta es en verdad la experiencia <strong>de</strong>l cristiano, se ven en su <strong>vida</strong> una<br />
sencillez, una humildad, una mansedumbre y bondad <strong>de</strong> corazón que muestran a todo aquel con quien se relacione<br />
que ha estado con Jesús y aprendido <strong>de</strong> él.<br />
En aquellos que la posean, la religión <strong>de</strong> Cristo se revelará como un principio vivificador que todo lo penetra, una<br />
energía espiritual y viviente que obra. Se manifestará la frescura, el po<strong>de</strong>r y el gozo <strong>de</strong> la perpetua juventud. El<br />
corazón que recibe la palabra <strong>de</strong> Dios no es como un 101 pozo <strong>de</strong> agua que se evapora, ni como una cisterna rota<br />
que pier<strong>de</strong> su tesoro. Es como el torrente <strong>de</strong> la montaña alimentado por fuentes inagotables, cuyas aguas frescas y<br />
cristalinas saltan <strong>de</strong> una roca a otra, refrigerando al cansado, al sediento y al cargado.<br />
Esta experiencia imparte a cada <strong>maestro</strong> <strong>de</strong> la verdad las cualida<strong>de</strong>s necesarias para hacerlo un representante <strong>de</strong><br />
Cristo. El espíritu <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> Cristo comunicará fuerza y precisión a sus manifestaciones y oraciones. Su<br />
testimonio por Cristo no será mezquino y sin <strong>vida</strong>. El ministro no predicará repetidas veces los mismos discursos<br />
estereotipados. Su mente se abrirá a la constante iluminación <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />
Cristo dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene <strong>vida</strong> eterna... Como me envió el Padre viviente, y yo vivo<br />
por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. .. El Espíritu es el que da <strong>vida</strong>; ... las <strong>palabras</strong> que<br />
yo os he hablado, son espíritu y son <strong>vida</strong>."*<br />
Cuando comemos la carne <strong>de</strong> Cristo y bebemos su sangre, el elemento <strong>de</strong> <strong>vida</strong> eterna se encontrará en el ministerio.<br />
No habrá acopio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as añejas y siempre repetidas. El sermonear insípido y sin interés terminará. Se presentarán<br />
las viejas verda<strong>de</strong>s, pero se verán con una nueva luz. Habrá una nueva percepción <strong>de</strong> la verdad, una claridad y un<br />
po<strong>de</strong>r que todos discernirán. Aquellos que tengan el privilegio <strong>de</strong> sentarse a los pies <strong>de</strong> tales ministros, si son<br />
susceptibles a la influencia <strong>de</strong>l Espíritu Santo, sentirán el po<strong>de</strong>r vivificador <strong>de</strong> una nueva <strong>vida</strong>. El fuego <strong>de</strong>l amor<br />
divino se encen<strong>de</strong>rá en ellos. Sus faculta<strong>de</strong>s perceptivas serán avivadas para discernir la hermosura y la majestad <strong>de</strong><br />
la verdad.<br />
El fiel padre <strong>de</strong> familia representa lo que <strong>de</strong>bería ser todo <strong>maestro</strong> <strong>de</strong> los niños y los jóvenes. Si hace <strong>de</strong> la Palabra<br />
<strong>de</strong> Dios su tesoro, <strong>de</strong>scubrirá continuamente nueva hermosura y nueva verdad. Cuando el <strong>maestro</strong> confíe en 102<br />
Dios en oración, el Espíritu <strong>de</strong> Cristo vendrá sobre él, y Dios obrará por su medio con el Espíritu Santo sobre las<br />
mentes <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. El Espíritu llena la mente y el corazón <strong>de</strong> dulce esperanza, valor e imágenes bíblicas, y todo<br />
esto será comunicado a la juventud mediante su instrucción.<br />
Las fuentes <strong>de</strong> paz y gozo celestial, abiertas en el alma <strong>de</strong>l <strong>maestro</strong> por las <strong>palabras</strong> <strong>de</strong> la Inspiración, llegarán a ser<br />
un po<strong>de</strong>roso río <strong>de</strong> influencia para ben<strong>de</strong>cir a cuantos se relacionen con él. La Biblia no será un libro cansador para