LOS_ANUNNAKIS_CREADORES_DE_LA_ESPECIE_HUMANA
La obra se basa en la Teoría de los Antiguos Austronautas, cuyos propiciadores afirman que el homo sapiens y luego el homo sapiens sapiens fue credo por extraterrestres, a quienes se les otorgó en nombre de Anunnakis, que en la lengua sumeria quiere decir “Los que bajan del cielo”. Los principales autores de la teoría son citados en esta novela-ensayo, entre ellos: Jules Oppert Jules Oppert, que fue uno de los que revelaron la existencia de Sumeria y en descifrar su escritura, en 1869; Henry Rawlinson (1810-1895) descifró la escritura cuneiforme, Paul Haupt (1858-1926) publicó un texto bilingüe de las inscripciones sumerias grabadas en las tabletas. Zacheria Sitchen descifró más de 200 tabletas con inscripciones de la escritura cuneiforme sumeria y escribió, entre otros: “El Libro Perdido de Enkin”, “El Final de los Tiempos y la saga de 7 volúmenes “Crónicas de la Tierra”. Erich von Danniken, que escribió varias obras, entre ellas, “Profeta del Pasado” y “Carriots of the Gods”. William Bramly con “The Gods of Eden” No menos importante, David Icke con “El Mayor Secreto” y varios más. El lector encontrará razones de peso que evidencian la Teoría.
La obra se basa en la Teoría de los Antiguos Austronautas, cuyos propiciadores afirman que el homo sapiens y luego el homo sapiens sapiens fue credo por extraterrestres, a quienes se les otorgó en nombre de Anunnakis, que en la lengua sumeria quiere decir “Los que bajan del cielo”. Los principales autores de la teoría son citados en esta novela-ensayo, entre ellos: Jules Oppert Jules Oppert, que fue uno de los que revelaron la existencia de Sumeria y en descifrar su escritura, en 1869; Henry Rawlinson (1810-1895) descifró la escritura cuneiforme, Paul Haupt (1858-1926) publicó un texto bilingüe de las inscripciones sumerias grabadas en las tabletas. Zacheria Sitchen descifró más de 200 tabletas con inscripciones de la escritura cuneiforme sumeria y escribió, entre otros: “El Libro Perdido de Enkin”, “El Final de los Tiempos y la saga de 7 volúmenes “Crónicas de la Tierra”. Erich von Danniken, que escribió varias obras, entre ellas, “Profeta del Pasado” y “Carriots of the Gods”. William Bramly con “The Gods of Eden” No menos importante, David Icke con “El Mayor Secreto” y varios más. El lector encontrará razones de peso que evidencian la Teoría.
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Pero la lengua principal de culto siguió siendo sumeria; además, la mayoría de<br />
dioses, aun con estos nombres, son básicamente los de la tradición sumeria y acadia<br />
Entre ellos, la figura central era Marduk (el Enlil sumerio), que era conocido con<br />
más de cincuenta nombres y se convirtió en paradigma y protagonista del poema<br />
que relata el mito cosmogónico babilónico, el llamado Enuma Elish<br />
En honor de Marduk se construyó el mayor templo babilónico, el Esagila<br />
Las escuelas teológicas de Babilonia, Ur, Sippar y Eridu, eran muchas, el Panteón<br />
babilónico incluye a más de tres mil, jerarquizadas y agrupadas en familias<br />
No obstante, se ha podido constatar que el culto a Marduk y a sus familiares era<br />
practicado por las clases dirigentes: los babilonios de a pie parecían confiar más<br />
en una especie de dioses personales o familiares, y en las prácticas de magia<br />
Dado el ingente número de dioses, existían muchos templos<br />
En ellos se adoraba a las estatuas representadas siempre de modo antropomorfo<br />
que eran limpiadas, vestidas y alimentadas con ofrendas casi a diario<br />
Los demonios, también importantes en la cultura religiosa babilónica, eran representados<br />
como híbridos entre humanos y animales, y su dominio era la noche<br />
Eran muy temidos, por lo que la figura de los exorcistas se hacía muy importante<br />
Como en Sumer, los sacerdotes y sacerdotisas estaban especializados en distintas<br />
funciones y aunque cambien algunos nombres, seguían siendo especialistas<br />
Sin embargo, una aportación importante era la del Urigallu, o custodio del templo<br />
El sumo sacerdote, que estaba por encima de todos los servidores de los dioses,<br />
era denominado Enu; la mayoría de las divinidades eran de origen astral<br />
Los babilonios pensaban que los astros eran imágenes de los dioses y que podían<br />
influir en el destino humano, por lo que los observaban y les rendían culto<br />
En Nínive y Babilonia hubo grandes observatorios donde los astrónomos y astrólogos<br />
documentaban, estudiaban y predecían con precisión eclipses y otros fenómenos.<br />
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