Revista Semana Santa de Mérida 2019

MÉRIDA I Semana Santa 2019
ARTÍCULOS
INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
CONMEMORACIONES Y/O CELEBRACIONES
Norberto García-Camarero Hernández. Mayordomo del Santísimo Cristo de los Remedios.
38
Por los años cuarenta del pasado siglo
las pugnas entre las cofradías existentes
en Mérida,-la de “Los Moraos” de Santa
María y las de “Los Castillos” de Santa
Eulalia-, eran constantes. Cada una
trataba de sobresalir por encima de la
otra. A mediados del decenio, (1940-
1950), las tensiones entre los Hermanos
Mayores D. Felipe Díaz Navarro y D.
José Molina Rodríguez, comenzaron a
relajarse, de tal modo que la Cofradía
del Calvario, para la procesión del
Santo Entierro del Viernes Santo, invita
a la nuestra para acompañarlos en su
estación de penitencia.
Posteriormente, la situación no acaba
de serenarse y como consecuencia de
ello, en la Revista de Semana Santa,
hay una nota que especifica (Sic): “Las
Directivas de las cofradías asistirán
completas y con túnicas acompañadas
de sus insignias y estandartes. Reunidas
las Directivas de las Cofradías, se ha
acordado haga la procesión del Santo
Entierro solo la Cofradía del Santísimo
Cristo del Calvario y la Virgen de los
Dolores, (que es a la que pertenece)
y cada cuatro años se hará por todas
las Cofradías en la que se lucirá toda
la Pasión completa y a la que se le
dará el mayor esplendor posible por el
engrandecimiento de nuestra Semana
Santa para la que todos pondremos
nuestro mayor esfuerzo y sacrificio”.
En 1949 parece que las disputas
disminuyen y el Viernes Santo vuelve
a congregar a la Hermandades, ya con
los Ferroviarios, en la procesión del
Santo Entierro y adjuntándose nota en
la Revista de Semana Santa (Sic): “A
esta procesión, asistirán las Cofradías
de Ntro. Padre Jesús Nazareno y
Santísimo Cristo de los Remedios, así
como la del Descendimiento de los
Ferroviarios”.
Las distintas Cofradías/Hermandades
de Mérida siguen asistiendo con
alguno de sus pasos a la procesión
del Santo Entierro en los años 1950;
en 1962, ya con la Cofradía Infantil y
la de los Excombatientes; Bimilenario
de la fundación de Emérita Augusta,
(1975), etc., aumentando el número de
pasos con las nuevas Cofradías que van
creándose en la ciudad.
A todas estas salidas procesionales, en
los diferentes Viernes Santos, a lo largo
de la historia reciente de la Semana
Santa, hemos venido llamándoles
“Procesiones Magnas”, lógicamente
por que no eran procesiones al uso,
de una Cofradía, y sí una procesión
grande (magna) de varias Cofradías
con sus diferentes pasos. Lo que en su
día fue una invitación de la Hermandad
del Calvario al resto de Cofradías para
que le acompañaran el Viernes Santo
en la procesión del Santo Entierro, con
los años, se convirtió sin periodicidad
establecida, en lo que decimos
“Procesión Magna”.
Hoy son otros tiempos y las vicisitudes
de las Cofradías también; quizás por
eso se le ha cambiado, para este año, la
denominación. Lógico y transcendental,
así debería ser en el futuro, de manera
que la Cofradía, (que es a la que
pertenece, como se decía allá por los
años cuarenta del siglo pasado), del
Calvario, sea la que realice su Estación
de Penitencia el Viernes Santo en la del
Santo Entierro.
Por tanto, es ocasión para armonizar
las futuras Procesiones Extraordinarias,
con el nombre que sea más conveniente:
Magnas, Extraordinarias, Grandes,
etc.… con el objetivo de establecer un
criterio único y uniforme, consensuado,
para que estas procesiones tengan
su particular sentido y sirvan para el
engrandecimiento y mayor relevancia
de la Semana Santa.