Revista Semana Santa de Mérida 2019
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MÉRIDA I I <strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong> <strong>2019</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
PREGONES<br />
Y vamos sin miedo, amigos míos, siguiendo el itinerario<br />
<strong>de</strong>l Papa Francisco:<br />
No temas al tiempo, nadie es eterno...No temas a las<br />
heridas, te hacen más fuerte...No temas al llanto, te<br />
limpia el alma...No temas a los retos, te hacen más ágil...<br />
No temas equivocarte, te hace más sabio y no le temas a<br />
la soledad, Dios está siempre contigo.<br />
Y <strong>de</strong>trás nuestra se escuchan, sones <strong>de</strong> banda. Palabras<br />
<strong>de</strong> amor:<br />
Te están alumbrando los cirios,<br />
Y el paso parece como que rueda.<br />
Pue<strong>de</strong> que la luz no pueda<br />
librar <strong>de</strong>l incienso su brillo.<br />
Qué sudoroso y sencillo<br />
te pones a mediodía,<br />
Dios <strong>de</strong> esta dura porfía<br />
<strong>de</strong> estar sin pausa creando,<br />
y verte necesitando<br />
<strong>de</strong>l hombre más cada día.<br />
Quien diga que Dios ha muerto<br />
que salga a la luz y vea<br />
si el mundo es o no tarea<br />
<strong>de</strong> un Dios que sigue <strong>de</strong>spierto.<br />
Ya no es su sitio el <strong>de</strong>sierto<br />
ni en la montaña se escon<strong>de</strong>;<br />
<strong>de</strong>cid si preguntan dón<strong>de</strong>,<br />
que Dios está, sin mortaja,<br />
en don<strong>de</strong> un hombre un hombre trabaja<br />
y un corazón respon<strong>de</strong><br />
<strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong>, ya lo dijo el pregonero sevillano:<br />
la vida pasa en una semana. La vida será eterna en<br />
ese ciclo <strong>de</strong> siete días que compendia: pasión, tránsito<br />
y muerte que, a lo largo <strong>de</strong> los años, los padres <strong>de</strong><br />
los padres <strong>de</strong> nuestros padres vieron ante sus ojos<br />
<strong>de</strong>ambular: borriquita y gozo, cena y alborozo, tristeza,<br />
compasión,<br />
Es la madre, la madre <strong>de</strong>l nazareno la que acu<strong>de</strong> a<br />
mis recuerdos, madre y Madre en mayúsculas las<br />
dos madres son y lógico parece que juntas vayan en<br />
esta procesión. La Madre junto, no <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la Cruz<br />
dón<strong>de</strong> escucha…<br />
Estos ojos que en ti tengo clavados<br />
no quieren ver tu culpa ni tu pena;<br />
no quieren ver las huellas en la arena<br />
incontable <strong>de</strong>l mar <strong>de</strong> tus pecados.<br />
Estos brazos, por clavos traspasados,<br />
se te entregan igual que una patena;<br />
son <strong>de</strong> Dios alas, abren la ca<strong>de</strong>na<br />
perpetua <strong>de</strong>l penal <strong>de</strong> tus pecados.<br />
Y estos pies pisotean tus pecados,<br />
quietos están, sujetos a ma<strong>de</strong>ro,<br />
quietos para aguardarte así enclavados.<br />
Ven a esta Cruz, don<strong>de</strong> por ti muero.<br />
Que si mucho crecieron tus pecados,<br />
más florece el perdón con que te espero.<br />
INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL<br />
Y pasa el misterio por nuestras vidas y por nuestras<br />
Cofradías. Y junto al misterio, la humildad. Palabra<br />
que, como dijo el Papa Francisco, nos <strong>de</strong>svela el estilo<br />
<strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l cristiano: la humildad. Un estilo que nunca<br />
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