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Revista Semana Santa de Mérida 2019

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INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL<br />

Cuantas veces, realizando tu estación <strong>de</strong> penitencia, ves<br />

a mujeres, hombres y niños con los ojos inundados en<br />

lágrimas, ves como otros se santiguan y alargan el brazo<br />

en un intento <strong>de</strong>sesperado por po<strong>de</strong>r tocar con sus<br />

manos, ese paso <strong>de</strong> misterio o palio, <strong>de</strong>l cual tú como<br />

costalero, tienes el privilegio <strong>de</strong> ser sus pies.<br />

Ser costalero, es un oficio, un orgullo, un reto, pero<br />

sobre todo, ser costalero es un privilegio.<br />

Tú costalero, que te estremeces en cada levantá al cielo,<br />

sintiendo ese golpe seco <strong>de</strong> la trabaja<strong>de</strong>ra en el cuello.<br />

Tú costalero, que en cada racheo te encomiendas a Él, a<br />

nuestro padre, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pedirle que no te abandonen<br />

las fuerzas y que siempre cui<strong>de</strong> <strong>de</strong> los tuyos.<br />

Tú costalero, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la más clara oscuridad, te guías<br />

por los toques <strong>de</strong> martillo y por la serena voz <strong>de</strong> tu<br />

capataz. Disfruta <strong>de</strong> ese privilegio y recuerda que tú,<br />

eres el elegido.<br />

Des<strong>de</strong> mi niñez, y dada la cercanía <strong>de</strong> mi domicilio con<br />

la Concatedral <strong>de</strong> Sta. María, siempre había estado muy<br />

ligado a la Cofradía Infantil, pero la casualidad quiso<br />

que mi vida como costalero, y ahora como capataz, se<br />

haya <strong>de</strong>sarrollado en la Cofradía Ferroviaria.<br />

Un total <strong>de</strong> 23 años, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que aquel mes <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong><br />

1995, un por aquellos entonces costalero <strong>de</strong> Nuestra<br />

señora De La Esperanza, me brindase la oportunidad<br />

<strong>de</strong> formar parte, <strong>de</strong> su cuadrilla <strong>de</strong> costaleros. Siempre<br />

había sentido una enorme atracción por la <strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong><br />

y en particular por los pasos <strong>de</strong> Palio, y poco más hubo<br />

que pensar. Claro que sí, ¡cuenta con nosotros!<br />

Nos citaron para comenzar los ensayos en el campo<br />

<strong>de</strong> fútbol <strong>de</strong> la Renfe. Allí, en una pequeña nave,<br />

aprovechando al máximo el poco espacio <strong>de</strong>l que<br />

disponíamos, estaban las andas <strong>de</strong> los tres pasos <strong>de</strong><br />

la cofradía, junto a enseres <strong>de</strong> la Banda <strong>de</strong> cornetas y<br />

tambores, que por aquellos entonces formaba parte <strong>de</strong><br />

la misma.<br />

Allí sin más luz, que la <strong>de</strong> dos focos que apenas daban<br />

para alumbrar algo más <strong>de</strong> media pista, realicé mi<br />

primer ensayo.<br />

Ese primer día tuve la gran suerte <strong>de</strong> conocer a una <strong>de</strong><br />

las personas que más me han marcado en la vida, una<br />

persona que no <strong>de</strong>jaba indiferente, una persona a la cual<br />

a poquito que la tratabas, te hacía sentir que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

ese cuerpo había algo especial y lo digo en mayúsculas:<br />

¡BONDAD!<br />

No puedo evitar, que se me salten las lágrimas, al estar<br />

escribiendo estas líneas, acordándome <strong>de</strong> él.<br />

Allí estaba él: El Capataz <strong>de</strong> Nuestra Señora De La<br />

MÉRIDA I <strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong> <strong>2019</strong><br />

PREGONES<br />

Esperanza: D. José Rodríguez Díaz, ”El patata” como<br />

cariñosamente le llamábamos.<br />

Ese primer ensayo, me confirmó la sensación <strong>de</strong> que no<br />

me había confundido en mi <strong>de</strong>cisión. Realmente, sentía<br />

que quería ¡SER COSTALERO!<br />

Fueron transcurriendo los ensayos <strong>de</strong> ese mi primer año,<br />

y casi sin darme cuenta, llegó el Jueves Santo. Te ves en<br />

el atrio <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> <strong>Santa</strong> Eulalia, ataviado con tu faja<br />

y unas zapatillas teñidas <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong>, para intentar<br />

que todos los costaleros fuésemos lo más coordinados<br />

posible. Evi<strong>de</strong>ntemente eran otros tiempos, tiempos en<br />

los que aún no se cuidaban ciertos <strong>de</strong>talles.<br />

Momentos <strong>de</strong> nervios pero sobre todo, <strong>de</strong> mucha ilusión.<br />

Nos fajamos y nos encomendamos a nuestra Reina, para<br />

que nos ayu<strong>de</strong>, para que todo salga bien.<br />

Te <strong>de</strong>spi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tu familia y te abrazas uno por uno con<br />

tus compañeros <strong>de</strong> oficio. Momentos en los que sientes,<br />

que esas personas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> ti, y tú igualmente,<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ellas.<br />

Nos disponemos a meternos bajo el paso y cada uno<br />

toma su lugar en las trabaja<strong>de</strong>ras.<br />

Todo son gestos <strong>de</strong> ánimo, palabras <strong>de</strong> cariño y <strong>de</strong><br />

apoyo. En esos momentos, la complicidad <strong>de</strong> la cuadrilla,<br />

juega un papel muy importante. Y por unos instantes<br />

necesitas encontrar ese momento tuyo, ese momento<br />

íntimo en el cual piensas en tus seres queridos, en las<br />

personas que están en tu vida, y en las que ya partieron.<br />

Esas personas a las que les pi<strong>de</strong>s, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí arriba,<br />

te ayu<strong>de</strong>n, te <strong>de</strong>n fuerzas, y que también te cui<strong>de</strong>n.<br />

Cierras los ojos. Sólo queda esperar ese toque <strong>de</strong><br />

martillo <strong>de</strong> tu capataz, para que todo comience, para<br />

que por fin, todo tenga sentido.<br />

Y ahí, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nosotros sientes como el majestuoso<br />

paso <strong>de</strong>l Descendimiento, se abre camino entre todos<br />

los allí presentes, que abarrotan el atrio <strong>de</strong> <strong>Santa</strong> Eulalia<br />

en un día tan importante como ese.<br />

Llegó nuestro turno. Por fin suenan los tres toques<br />

<strong>de</strong> martillo. Las palabras <strong>de</strong> Pepe, hacen el resto.<br />

Palabras envueltas en calma, teñidas en mimos y con un<br />

sentimiento que te pellizcan el corazón.<br />

Todos por igual, racheando y siempre <strong>de</strong> frente,<br />

Nuestra Señora, sale <strong>de</strong>l atrio, a entregar lo que tanto<br />

necesitamos: ¡ESPERANZA!<br />

Por aquellos entonces, en los que, como anteriormente<br />

he dicho, las cosas no eran como en la actualidad,<br />

el paso <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> la Esperanza, tenía las<br />

trabaja<strong>de</strong>ras rellenas <strong>de</strong> espuma y forradas con tela<br />

aterciopelada. No usábamos costal, con lo cual íbamos<br />

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