Lonely Planet Argentina Verano 2020

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BARILOCHE
Refugios: viví la
aventura de quedarte
en la montaña
En el extremo sur del Parque Nacional Nahuel Huapi, en Pampa
Linda, te proponemos comenzar a subir las laderas del bello y
nevado monte Tronador para hacer un circuito que une los
refugios Rocca y Otto Meiling con travesía por un glaciar incluida.
Garantizados: desafíos, postales fantásticas, aventuras y charlas
en todos los idiomas.
TEXTO Y FOTOS GUSTAVO SERNA
EL AGUA CANTA. EL SOL DE DICIEMBRE
brilla con fuerza y derrite la nieve
acumulada; y en esta temporada nevó
mucho. Así las cosas, los cursos de agua
se multiplican acá y allá, y nos
acompañan en el camino verde que nos
lleva al refugio Agostino Rocca.
El primer tramo transcurre por una
parte del valle que con precisión llaman
Pampa Linda, el sinuoso río Alerce nos
acompaña un buen tramo. ¿Y por qué el
río se llama Alerce si por acá no hemos
visto ni un solo alerce? En una de las
muchas curvas, en un claro, vemos la
respuesta. Del otro lado del río, a lo lejos,
entre el bosque de coihues se ven las
formas triangulares de los alerces.
A pesar del sol fuerte, el camino es
fresco: caminamos a la sombra del
bosque de coihues con tamaño de
edificios. El paisaje es impactante.
Ahora sí, el camino va tomando
pendiente y sorteamos árboles caídos,
raíces y rocas.
Y, como siempre, la trepada final es la
más difícil, muy cerca del refugio la nieve
se empecina en quedarse y darle un
marco maravilloso. Pero ese nevé tan
bello para las fotos también hace que los
pies se entierren y las piernas empiecen a
flaquear.
Serán unos cuantos metros más,
traspasamos una suerte de puerta con el
marco de esos clásicos banderines
religiosos multicolores que se ven en el
Himalaya, y estaremos frente a la
imponente vista de la terraza balcón del
refugio Rocca, que tiene al frente a la
cumbre argentina del Tronador y más allá
el ventisquero del glaciar Frías y el valle
que se pierde en las aguas turquesas del
Lago Frías. La frontera entre Argentina y
Chile aquí se confunde en un paisaje
binacional excepcional.
EL ROCCA
El Rocca es el más nuevo (7 años) y
moderno de la red, y es el de mejor
infraestructura. Fue construido por el
Club Andino Bariloche tras una donación
de los materiales por parte de la
Fundación Techint, de allí que su nombre
sea Agostino Rocca, reconocido amante
de la montaña fallecido en un accidente
de helicóptero. Su estructura es metálica,
tiene una coraza de chapa y por dentro
está forrado de madera. Son dos pisos en
las que se distribuyen diez habitaciones
de ocho camas cuchetas cada una.
Desde la ventana del amplio comedor
se ve el glaciar Alerce del que se
desprenden varias cascadas que ejercen
su poder hipnótico: es imposible no
intentar seguir ese chorro blanco que
ahora salta se desgrana y explota contra
la piedra unos 50 metros más abajo, y el
otro chorro, y el otro…
Hablar con Mariano Sebesta,
concesionario del refugio Rocca, te da la
posibilidad de entrar al lado B de un
refugio de montaña y comprender un
poco el esfuerzo que significa ofrecer esta
maravilla a los viajeros caminantes que
tocan a su puerta. Son seis personas en
total que por mitades rotan cada
quincena los que atienden, cocinan y
hacen una de las tareas más difíciles:
transportar en el último tramo de
montaña en sus mochilas la comida y las
provisiones del refugio. “A veces la gente
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