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provisoría para integrar el Registro de
Profesionales de la Agrimensura. Dichas
solicitudes fueron analizadas por
una Comisión creada a tal efecto, con el
fin de discernir si el titulo del postulantes,
y verificar que el título habilitante
para el ejercicio de la Agrimensura en
los términos de la Ley 5272, era aquel
título cuyas incumbencias otorgadas
sean las correspondientes al de Agrimensor
o equivalente.
Continuando con la conformación del
Colegio de Agrimensura, a fin del año
88, y disponiendo de un padrón provisorio,
se constituyo la junta electoral
que tuvo el privilegio de convocar a las
primeras elecciones del Colegio de
Agrimensura para el 26 de noviembre
de 1988. Las cuales se llevaron a cabo
con total normalidad y absoluto orgullo,
y arrogaron como resultado la primera
formación del Primer Consejo
Directivo del Colegio de Agrimensura
de Mendoza. Las que asumieron el 5 de
diciembre del mismo año, y quedaron
constituidas el 2 de enero de 1989.
A partir de allí la Agrimensura cambio
para mejor, gracias al continuo y ferviente
trabajo de los que durante tantos
años de lucha trabajaron por y para la
profesión.
Fue un comienzo modesto y con muchas
expectativas, seguro que varias de
ellas se cumplieron. El Colegio de
Agrimensura de Mendoza ha sido centro
de nuestra atención y logros en
éstos 25 años, nos permitió adquirir un
perfil y una identidad que no teníamos
cuando integrábamos el viejo Consejo
Profesional. Nuestro Colegio reforzó y
jerarquizó aún más la participación,
que gracias a nuestra querida entidad
gremial, la Asociación Mendocina de
Agrimensores, teníamos a nivel nacional.
Con una profunda convicción y
mucho trabajo, los primeros años de
vida del Colegio sirvieron para posicionar
a la Agrimensura en la esfera política
e institucional de Mendoza.
Vienen a la memoria momentos memorables,
como la defensa de nuestro
joven Colegio durante el tratamiento
de la ley de desregulación, que al final
sin esperarlo, terminó favoreciéndonos
O la celosa defensa de las incumbencias,
logrando que nuestro registro de
matriculados esté compuesto mayoritariamente
por agrimensores. También
las primeras difusiones masivas de
nuestra profesión, los convenios, los
cursos de capacitación y nuestra presencia
en FADA; en las grandes luchas
nacionales, donde aportamos mucho
para lograr que la agrimensura fuese
incluida entre las profesiones que comprometen
el interés público, también
nuestro protagonismo en la presentación,
tratamiento y sanción de la actual
Ley Nacional de Catastro Nº 26209.
Como en la vida misma de cualquier
persona, es bueno de vez en cuando
hacer una breve reflexión, ver hacia
atrás para mirar hacia adelante, revisar
para proyectar, muchas cosas quedan
aún por hacer. Pero el éxito dependerá
mayormente de nosotros mismos, fundamentalmente
de ¡¡sentir nuestra profesión!!
y no de ejercerla simplemente,
como una mera actividad, mas bien,
como una vocación, un estilo de vida.