24Electric
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20<br />
Zhang Huan<br />
En la mayor parte de los mercados de China, la gente<br />
puede comprar carne fresca, oler sabores frescos. A decir<br />
verdad, esta escena es al que me inspiró a crear 1/2.<br />
Me gusta la idea de una tela como ésta, que cubre<br />
mi cuerpo. Las palabras representan cultura China,<br />
que nunca abandonan mi vida. También me gusta<br />
tener palabras que cubran mi cuerpo. Me gusta el corazón<br />
sincero, pero necesitamos ocultar nuestro yo.<br />
21<br />
Jesús Etxarte – Evru<br />
Si no soy no huelo,<br />
si soy mucho decanto,<br />
si dejo de ser me recuerdan por lo que fui,<br />
no se si seré .<br />
Mi química sale por los poros y extiende esa<br />
mezcolanza<br />
de laboratorio vivido de vidas químicamente<br />
complejas.<br />
Ahora existo en esta foto congelada para la memoria.<br />
22<br />
Ellen Kooi<br />
¿Puede un ciego decir cómo influye su ceguera en su<br />
sentido del oído? Quizá el resto de la gente pueda, al<br />
darse cuenta de cómo los ciegos pueden oírte incluso<br />
cuando te crees lo suficientemente lejos de ellos para<br />
que te oigan. O quizá se sorprendan de su gran talento<br />
para la música pero, ¿puede realmente un ciego<br />
hacer estas comparaciones? Y si él mismo es consciente<br />
de su talento, quién le asegura que lo tendría<br />
si su vista estuviera intacta. Aun así, tiendo a pensar<br />
que existe una relación. No tengo sentido del olfato<br />
así que siento una cierta afinidad con el Sr. Ventós. A<br />
pesar de que la falta de oído y la de olfato no son en<br />
absoluto comparables sospecho que ambos hemos<br />
transpuesto nuestra sensibilidad en otro sentido o<br />
sentidos distintos.<br />
El preguntarme si tengo una visión de la vida “sin<br />
olor” es algo nuevo para mí. Quién sabe… En lo que<br />
a mí respecta soy una observadora fanática, siempre<br />
relacionando lo que veo en la realidad exterior con mi<br />
percepción interior. Pero de nuevo, esto podría haber<br />
sido lo mismo si mi sentido del olfato estuviera intacto.<br />
Tengo cierta percepción sobre el olor pero mi<br />
mente no lo conecta con significado alguno. Podría<br />
decirse que soy una “ciega de las fragancias” como si<br />
éstas fueran colores. No puedo diferenciar la comida<br />
de las flores, el café o una col. A veces es frustrante<br />
pero comparado con perder algún otro sentido, elijo<br />
este. El no saber lo que me pierdo, siempre ha sido<br />
así, sí que es una f ácil elección.<br />
El color del barro: una sopa primigenia y grisácea.<br />
Hundiendo tus pies como si quisiera atraparte. Cada<br />
pesado paso libera un vapor denso de espigas de trigo<br />
en descomposición, terroso, acogedor.<br />
La percepción de que las dos niñas están aisladas<br />
del mundo exterior es correcta. La razón de ello se<br />
la dejo a la imaginación del espectador para que invente<br />
su propia historia alrededor de esta imagen.<br />
23<br />
Ixone Sádaba<br />
Somos seres mitológicos. Deambulamos buscando<br />
el sacrificio que nos otorgue la capacidad de olvido.<br />
Somos un cacho de un cacho de lo que nuestro cuerpo<br />
recuerda, pero toda la historia ha pasado por él.<br />
Esta es la imagen del dolor, de una memoria que<br />
busca este sacrificio de la sangre y de la carne que<br />
libere de la capacidad de recordar.<br />
Es el olor bestial de lo real, de la vida cuando cruza<br />
la muerte, de un cuerpo partido en pedazos, de cuando<br />
la casa paterna, la cuidad que te ha visto nacer se<br />
convierte en escenario de la comedia.<br />
Es el hedor del cuerpo abierto en el matadero, es<br />
un momento entre el día y la noche, es la adrenalina<br />
y el llanto desgarrado que sale de las vísceras, para<br />
gritar por ellas.<br />
Es el ritual que me permite sacar lo vivido de mi<br />
cuerpo, para dejarlo, atrapado, en un trozo de papel.<br />
24<br />
Carles Congost<br />
Acampada en un lugar apestoso.<br />
Como en una película de Cadinot, seis chiquillos descansan<br />
sobre la hierba alrededor de un lago. Pantalones<br />
llenos de manchas y calcetines medio sudados.<br />
Juegos de cucaña y al mediodía juego de tocar y parar.<br />
- Aquí es donde vive el hombre del saco -dice un<br />
que acaba de llegar.<br />
- Nos podríamos quedar. Si ve las barbas de nuestro<br />
padre se asustará.<br />
- Mirad qué aspecto tenemos todos. Acercaros al<br />
agua y os veréis reflejados. Hay que decidir quién<br />
se peina primero.<br />
Con la ropa perfumada y la tarda por delante, descubrimos<br />
dentro de un montón de caca el caparazón de<br />
un viejo amigo.<br />
25<br />
De Val & Leto<br />
El “Pink Agent” siempre deja secuelas al que lo respira...<br />
curiosas mutaciones y cambios radicales en la<br />
estética inicial de las personas que entran en contacto<br />
con él. El “Pink Agent” tiene un olor indescriptible,<br />
una mezcla de trebentina y líquido de revelado, se<br />
podría acercar a esta sensación que se percibe al oler<br />
un lienzo recién acabado o una foto recién sacada de<br />
la cubeta.<br />
26<br />
Patrick Hamilton<br />
“Escape al paraíso” pertenece a una serie de esculturas<br />
desarrolladas entre el año 2004 y el 2009 en la<br />
que se transformo diversas herramientas de trabajo<br />
en caja de luz, creando un híbrido entre objeto y fotografía.<br />
Un híbrido que cruza el universo del trabajo<br />
con el de la fotografía publicitaria.<br />
“Escape al paraíso” es una escultura que mezcla el<br />
olor a soldadura, a fuego, a fricción de metales con el<br />
olor a mar, a naturaleza, a infinito.<br />
27<br />
Johan Ryno de Wet<br />
Este lugar huele a metal oxidado y goma vieja. Huele<br />
a polvo, el polvo de los árboles muertos y los edificios<br />
derruidos. Huele a agua grasienta en charcas estancadas,<br />
y a moho proliferando en los cimientos de hormigón.<br />
El olor a humedad en el aire anuncia la tormenta<br />
que se acerca y que intentará llevarse consigo toda la<br />
suciedad. Este lugar huele a soledad y a pérdida, la pérdida<br />
de un mundo que era caliente y agradable. No nos<br />
gusta pensar en este lugar. Nos da miedo. Nos gustaría<br />
ocultarlo bajo la alfombra, pero aun así ahí está, por<br />
debajo, esperándonos. Este no es un lugar para los vivos.<br />
Este lugar es lo desconocido, representa la muerte,<br />
y el miedo que todos le tenemos. Un día comencé<br />
a soñar con este sitio y a explorarlo. Aprendí muchas<br />
cosas pero la más importante fue el estar en paz con mi<br />
propia mortalidad. No hay nada más importante en la<br />
vida, y hemos de vivirla sin miedo a lo desconocido.<br />
28<br />
Anna Reivilä<br />
Me encanta trabajar justo después de la lluvia,<br />
cuando cae el crepúsculo y la tierra está sedienta.<br />
Especialmente cuando ha llovido tanto que hasta<br />
las montañas están empapadas. También es en ese<br />
momento preciso cuando los olores son más fuertes.<br />
Llegas a saber hasta cómo huele una roca. Es un olor<br />
amargo y oscuro con notas sensuales. Un aroma que<br />
me recuerda las horas nocturnas.<br />
El atardecer en que realicé esta pieza era un momento<br />
así, justo después de la lluvia. Y a medida que<br />
la noche fue desplegando sus alas de murciélago y<br />
se fundió en su abrazo, en esa noche silenciosa, las<br />
estrellas lamían el suelo. Aquella noche la luna estaba<br />
a la altura de mi cabeza. Quizá más baja todavía.<br />
29<br />
José Manuel Ballester<br />
Este trabajo es el resultado de la combinación de dos<br />
obras que previamente fueron tratadas y que pertenecen<br />
a la serie “Espacios ocultos”. Por un lado, la<br />
que parte de “la Anunciación” de Leonardo da Vinci y<br />
por otro, “El nacimiento de Venus” de Botticelli.<br />
En “Fantasía italiana” confluyen estos dos artistas<br />
en una ficción por la que ambos hubieran<br />
realizado una pintura conjunta. En este ejercicio<br />
la intención es plantear una manera de entender<br />
la historia de una forma mucho más flexible y relativa<br />
y no únicamente a partir de aquellos testimonios<br />
que han sobrevivido al paso del tiempo.<br />
La humedad del ambiente transporta un profundo<br />
olor de azahar y un ligero aroma de ciprés, transformando<br />
el aire en un intenso perfume cuya frescura<br />
pudieron sentir en sus rostros ambos artistas durante<br />
la ejecución de su trabajo y que revive a través del<br />
verismo que la imagen nos transmite.<br />
30<br />
Eulàlia Valldosera<br />
El ombligo del mundo apesta<br />
Fumar es una práctica que nos conecta con el instinto<br />
de nutrirnos. La única acción que el recién nacido<br />
realiza de forma instintiva es succionar. Huele el pecho<br />
de la madre, el cual, inducido por la presencia<br />
cercana del bebé, produce leche, que a veces vierte y<br />
derrama antes de que el pequeño llegue a prenderse<br />
del pezón.<br />
Fumar es, para quien lleva tiempo con este vicio,<br />
una acción compulsiva, mecánica, como cualquier<br />
otra manifestación de instinto. Es, a un mismo tiempo,<br />
una acción que implica pasividad; aunque parezca<br />
contradictorio.<br />
Fumar es un acto simbólico. El recién nacido no<br />
sólo se nutre de leche, sino de afectividad a través<br />
del contacto corporal con la madre. Los pulmones<br />
envuelven el corazón, y el humo inspirado y retenido<br />
momentáneamente lo calienta. Fumar también nos<br />
nutre afectivamente. Primariamente, instintivamente.<br />
A la larga, sin embargo, nos crea una necesidad<br />
más poderosa que este afecto que el humo ha tenido<br />
de calidez pasajera.<br />
Quien fuma se rodea de una nube deshilachada,<br />
ceniza volátil. Quien enciende un cigarrillo tras otro<br />
consume el tiempo. Actúa compulsivamente al querer<br />
detener el tiempo. Y de la acción sólo queda la<br />
ceniza, la colilla y un aroma.<br />
31<br />
Alfredo Jaar<br />
Esta obra pertenece al proyecto Ruanda que produje<br />
entre los años 1994 y 2000. El proyecto Ruanda es hasta<br />
la fecha el más largo de todos mis proyectos, que<br />
normalmente duran entre 1 y 3 años.<br />
Esta obra, al igual que las otras del proyecto Ruanda,<br />
es un ejercicio fallido, un intento, fútil, de representar<br />
algo que me parece irrepresentable: el genocidio<br />
de un millón de personas y la indiferencia ante<br />
la barbarie de la comunidad internacional.<br />
Estos ejercicios fallidos representan diferentes estrategias<br />
de representación, diferente estrategias de<br />
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