Exponotas No. 64
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EDITORIAL<br />
Javier Díaz Molina - Presidente ejecutivo - Analdex<br />
Durante el año 2021 hemos sido testigos de las consecuencias que<br />
ha generado en la economía colombiana las medidas implementadas<br />
por el Gobierno para controlar la propagación del nuevo<br />
coronavirus Covid-19 y evitar o desacelerar el colapso del sistema de<br />
salud. La caída en un 6,8% del PIB, el aumento en la tasa de desempleo<br />
que alcanzó el 13,4% al cierre de 2020, el aumento desproporcionado<br />
de los fletes marítimos en el último año, entre otros impactos<br />
se une a la pérdida de grado de inversión de Colombia.<br />
Como respuesta a la crisis social generada por la pandemia, el<br />
Gobierno tuvo que realizar un gasto fiscal de grandes proporciones.<br />
Entre las medidas tomadas, se implementaron transferencias monetarias<br />
adicionales para la población más vulnerable, subsidios a la<br />
nómina, líneas de crédito y otras medidas para mitigar el efecto<br />
sobre el sector productivo. Sin duda, esta mayor inversión implicó un<br />
aumento importante del gasto, en un escenario en el cual los<br />
ingresos tributarios se han reducido drásticamente, en respuesta a la<br />
caída en la actividad económica. Ejemplo de lo anterior es que la<br />
meta esperada de recaudo de la Dian para 2020 se redujo de $168<br />
billones estimados inicialmente, a $144 billones, lo que implicó una<br />
presión sobre el balance fiscal y los niveles de deuda del país. Al<br />
respecto, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público registró un<br />
déficit fiscal de 7,8% para 2020, el cual se proyecta que alcance la<br />
cifra de 8,6% para 2021.<br />
Ante este panorama y en línea con la decisión de Standard and<br />
Poor’s, Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Colombia a BB+<br />
con perspectiva estable. Esta decisión obedece al aumento del<br />
déficit fiscal y de la deuda pública, la cual pasó de representar en<br />
2018 el 46% del PIB al más del 60% para 2021.<br />
Aunado a lo anterior, la agencia de calificación tuvo en cuenta para<br />
su determinación, la incertidumbre en la evolución de la economía<br />
en el mediano plazo debido a la situación económica, política y social<br />
que enfrenta actualmente el país, causada por el retiro de la reforma<br />
tributaria y de los impactos que puedan generar nuevos bloqueos<br />
que interrumpan la actividad económica del país.<br />
Es de esperar que la decisión de las calificadoras de riesgo genere en<br />
el corto plazo un aumento en la prima de riesgos del país, que se<br />
traduce en tasas de interés más altas y el aumento de la tasa de<br />
cambio. En el mediano plazo, esta decisión podría ocasionar la salida<br />
de empresas extranjeras que generan empleo en el país, a causa de<br />
una reducción en la confianza, con lo que se disminuiría la inversión<br />
extranjera y podría aumentar la tasa de desempleo.<br />
Sin embargo, la pérdida del grado de inversión se debe entender<br />
como un llamado de atención de las firmas calificadoras de riesgo a<br />
reconducir el camino hacía una reforma tributaria que permita<br />
reducir la deuda a través de la generación de recursos permanentes<br />
para la Nación. Así mismo, apuntar a medidas dirigidas a sobrellevar<br />
la crisis generada por la pandemia, la creación y promoción de<br />
programas sociales que permitan reducir la pobreza y a generar un<br />
ambiente de crecimiento económico, seguridad jurídica y confianza<br />
inversionista.<br />
Para lograrlo, desde el sector privado a través del Consejo<br />
Gremial Nacional hemos presentado al Gobierno nacional<br />
una serie de recomendaciones para la nueva reforma tributaria<br />
que permitirían lograr un ajuste fiscal en el corto plazo a<br />
través de la generación de nuevos ingresos con el objetivo de<br />
contribuir como sector empresarial a la estabilidad de las<br />
finanzas públicas, fomentando así a la competitividad y a la<br />
sostenibilidad del país.<br />
<strong>No</strong> será suficiente con la generación de más impuestos, se requiere<br />
hacer algo en el lado del gasto y en la administración tributaria. Al<br />
respecto, también proponemos la reducción del tamaño del Estado<br />
mediante la identificación y fusión de las entidades que tienen<br />
duplicidad funcional y que permitan la reducción del gasto público<br />
con el propósito de gestionar de una forma más eficiente los recursos<br />
públicos.<br />
El país cuenta con las herramientas para recuperar el grado de<br />
inversión en pocos años, sin embargo, el Gobierno tiene la tarea de<br />
trabajar en estabilizar la deuda y comenzar a reducirla. Además,<br />
focalizar los esfuerzos en aumentar la credibilidad en la política fiscal.<br />
En complemento, otro aspecto importante es mejorar las perspectivas<br />
de crecimiento. Al respecto, el Gobierno Nacional le apuesta en el<br />
Marco Fiscal de Mediano Plazo a que la inversión y las exportaciones<br />
sean fuentes de crecimiento económico y de reducción de la deuda<br />
exterior y de esta manera, ayudar al país a convertirse en una economía<br />
más resiliente y menos vulnerable a mediano y largo plazo. Por<br />
eso, resaltamos la importancia de que el Gobierno Nacional trabaje<br />
de la mano con el sector privado, para lo cual reiteramos la disposición<br />
a ayudar y salir adelante ante la adversidad.<br />
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