BDI-International Magazine WInter 2021

probiótico específico, estos tenían niveles
reducidos de la hormona del estrés en
la sangre. Por otro lado, una vez que a
los ratones se les cortó el nervio vago, el
mismo probiótico no tuvo ningún efecto
observable.
Estudios como estos destacan la reacción
del eje intestino-cerebro al estrés y el
papel del nervio vago en la relación.
Los productos químicos de los microbios
intestinales pueden afectar su cerebro
La Tierra sirve como hogar para
aproximadamente 7,9 mil millones de
personas: sin embargo, cada ser humano
sirve como hogar para 30 - 40 billones
de microbios. Una porción significativa
de estos microbios se instala en el
intestino y los químicos que producen
pueden tener un impacto directo en las
funciones de su cerebro.
Por ejemplo, los microbios intestinales
son notables productores de ácidos
grasos de cadena corta (AGCC), que
crean al digerir la fibra. Los ejemplos
principales de estos ácidos grasos
de cadena corta que producen son
butirato, acetato y propionato. Los
estudios han encontrado que el
propionato puede reducir notablemente
la actividad cerebral que se asocia con
las recompensas de los alimentos de
alto contenido energético y, en general,
reducir la ingesta de alimentos de una
persona.
Los microbios intestinales también
son notables por su papel en la
metabolización de ácidos biliares
y aminoácidos. Aunque los ácidos
biliares se asocian principalmente con
la absorción de grasas alimentarias,
también pueden afectar nuestro cerebro.
Los estudios en ratones encontraron
que los trastornos sociales y el estrés
reducían directamente la producción de
ácidos biliares por parte de las bacterias
intestinales.
El sistema inmunitario también está
involucrado: microbios intestinales e
inflamación
La relación entre tu sistema inmunitario y
los microbios intestinales probablemente
se muestre mejor en la regulación de
las sustancias que tu cuerpo absorbe
y excreta. Sin embargo, esta relación
también puede causar problemas graves,
sobre todo inflamación. La inflamación
puede ocurrir si tu sistema inmunitario
se pone en marcha durante demasiado
tiempo, una situación que a menudo se
asocia con la depresión, la enfermedad
de Alzheimer y varios otros trastornos
cerebrales.
¿Cómo podemos afectar el eje cerebrointestino
y mejorar la salud del cerebro?
Los probióticos y prebióticos pueden
mejorar la salud de su cerebro
Ahora que hemos establecido que las
bacterias intestinales pueden afectar
directamente la salud de tu cerebro, es
lógico pensar que alterar las bacterias
intestinales debería, en teoría, mejorar
su salud.
• Probióticos
Los psicobióticos son un subconjunto
de bacterias vivas beneficiosas
que tienen un impacto notable
en el cerebro. Los estudios han
demostrado que algunos de estos
psicobióticos tienen la capacidad
de aliviar los síntomas de ansiedad,
estrés y depresión.
• Prebióticos
Los prebióticos generalmente
toman la forma de fibras que deben
ser fermentadas por bacterias
intestinales. Un estudio dirigido
produjo resultados que mostraron
cómo los galactooligosacáridos
(GOS)(un prebiótico que se encuentra
naturalmente en los productos
lácteos y los frijoles) tenían la
capacidad de reducir notablemente
los niveles de la hormona del estrés
(cortisol) del cuerpo durante un
período de tres semanas.
Alimentos que son beneficiosos para el
eje intestino-cerebro
Si el cerebro sirve como el núcleo de lo que
somos como persona, entonces el adagio
“eres lo que comes” definitivamente
se aplica al efecto que la comida puede
tener en el eje intestino-cerebro. Estos
son los principales grupos de alimentos
que tienen un efecto positivo en el eje
intestino-cerebro:
• Los alimentos ricos en fibra como
nueces, semillas, cereales integrales
y frutas y verduras tienen las
fibras prebióticas mencionadas
anteriormente que pueden reducir
los niveles de cortisol y permitir que
las bacterias intestinales prosperen.
• Las grasas omega-3, que se
encuentran principalmente en el
pescado azul, pueden reducir el
riesgo de trastornos cerebrales
y aumentar el nivel de bacterias
intestinales buenas.
• Los alimentos ricos en polifenoles,
como el café, el té verde, el cacao y
el aceite de oliva, aumentan el nivel
de bacterias intestinales buenas
y también pueden mejorar la
cognición.
BDI International Magazine | 22
BestDoctorsInsurance.com | 23