Guia metodológica Masculinidades

Resultados esperados
Siempre, al finalizar cada proceso de formación, es muy importante
que se realice una evaluación por parte del grupo que recibió la
capacitación, así como recoger permanentemente ideas, opiniones,
conceptos que del grupo van saliendo; pero también, se ha visto necesario
que se realice una autoevaluación, y analizar cuanto aportaron las
reflexiones personales y las del grupo. Identificar junto con esto, cómo se
dieron las condiciones, y cuanto eso mismo influyó durante el taller.
Por lo tanto, se propone la importancia de preguntarse a sí mismo,
acerca de cuatro aspectos que son lo más relevante que se requiere
evaluar:
Tiempo: respetar los tiempos establecidos, y en caso de que se requiera
ampliarlo, se recomienda conversar con el grupo, para conocer el interés
en el tema y en las actividades que se están realizando, a fin de mantener
enganchadas a las personas.
Espacio: si se trata de talleres virtuales, evaluar la conectividad a internet,
analizar la plataforma y el dispositivo de conexión. Si se trata de talleres
presenciales, es importante evaluar la amplitud del espacio, el ruido (si
fuere el caso) u otros distractores, ubicación, etc.
Recursos / materiales: conocer si el material planteado en el taller está
en relación al tema que se ha tratado durante la capacitación. Siempre es
importante estar actualizando los contenidos y evaluar también la pertinencia
de esos cambios.
Ambiente del grupo: evaluar el nivel de participación, las ganas e interés
en conocer el tema y profundizar conocimientos. Aquí es importante
analizar si son grupos mixtos, cuál es el nivel de participación de mujeres
y de hombres, que resistencias y obstáculos hubo.
Evaluación del
proceso
facilitador/a
participantes
Manejo general del grupo
¿Qué elementos nuevos se
pueden incorporar?
¿Se pudo cuestionar
“ideas establecidas”?
¿Hubo receptividad del
grupo?
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GUÍA DE TRANSFERENCIA
METODOLÓGICA