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Medicina Clínica 1950 (pdf) - Museo Archivo Histórico | SEN ...

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i<br />

I{EDIOINA OLINICA<br />

Año VIII - Tomo XV<br />

EL DR. L; BARRASUER-ROVIRALTA EN EL AMBIENTE MÉDICO EARCELONÉS<br />

A principios de siglo, en el ambiente médico de<br />

nuestra ciudad, la figura del Dr. Lurs Benne.qunn-<br />

RovrRar,t"t destacó en primera línea, figurando entre<br />

la pléyade de aquellos médicos y biólogos que<br />

fueron RoaEnt, S¡r,v,r-<br />

DoR CARDENAT-, los Es-<br />

QUERDo, GóncoRe, TuaRó,<br />

Pr SuñoR, Borry,<br />

FeRc¡,s y tantos otros.<br />

En mi época de esludiante<br />

conocí a BA-<br />

RRAQUER en 1917 con<br />

ocasión de una conferencia<br />

que pronunció<br />

en la Academia de<br />

Ciencias Médicas. Fué<br />

para mí una revelación<br />

al oír aguel Maestro<br />

de Égura menuda y<br />

aspecto modesto. Su<br />

voz no atraía como la<br />

de los grandes conferenciantes,<br />

pero su palabra<br />

era incisa, categórica,<br />

y su expresión<br />

un modelo de arquitectura<br />

verbal" que seducía<br />

por su claridad y<br />

concisión. Hablaba, sin<br />

dej arse impresionar por<br />

el auditorio, a veces<br />

con los ojos semicerrados,<br />

en un estado de<br />

introversión que le permitía<br />

extraer todas sus<br />

vivencias y exponerlas<br />

didácticamente. Era un<br />

hombre culto, pero sin<br />

hacer gala de ello y<br />

sus comentarios versaban<br />

Chtedrático de páLolotia Médica dc Ja Universidad de Bar(elona<br />

LUIS BARRAQUER-ROVIRALTA<br />

o 1853. + 1928<br />

tación de una extensa iconografía, toda ella reco"<br />

gida por su autor a lo largo de muchos años. Ello<br />

nos descubrió el archivo del Dr. Bennlguon, que<br />

contenía la neurología en imágenes, verdadera obra<br />

pós;tuma, que luego con<br />

tanto acierto supo aprovechar<br />

su hijo, Dr. B¡,.<br />

RRAQUER-FERRÉ, para<br />

ilustrar su notable Tratado<br />

de Neurología.<br />

FBnnBn Sor,nnvrcnr.ts<br />

no creo hubiera invi.<br />

tadoamuchosaprofesar<br />

en su cátedra. La<br />

elección de B,mnaquen<br />

significa la autoridad<br />

que Ie concedía. Ar1ue.<br />

lla lección me pareció<br />

simbólica; FBnnsR era<br />

un espíritü exigente y<br />

selecto, y Ia invitación<br />

que hizo a aquél era<br />

un homenaje que rendía<br />

a la figura más represenlativa,<br />

entre nosotros,<br />

en neurología.<br />

Desde enlonces se estableció<br />

entre el doctor<br />

B.tRn¡Qupn-RovrRALrA<br />

y yo una relación cordial<br />

basada en la admi<br />

ración que sentía hacia<br />

é1. Algunas mañanas<br />

en el Hospital de la<br />

Sania Cruz, a la salida<br />

del Servicio del doctor<br />

Fundador en 1BB2 del servicio d'e Neurología del Hospital de la Esgurnoo, acudía a su<br />

Sta. Cruz y S. Pablo. Maestro de la Neurología clínica española. dispensario. poco después<br />

llegaba el Dr. B¡,sobre<br />

su experiencia per- RRAQUER; atravesaba rápido a través"de la multitud<br />

soná1.<br />

de enfermos que le aguardaban, y oíase un clamoreo<br />

Dos años más tarde, en 191.9, el Prof. Fonn¡n de j]bilo y murmullos a su paso. Allí le esperaban<br />

SoLERvIcnws, entonces en función de auxiliar de la los Dres. PÉnnz C¿s¡ñ,Ls y el Dr. Roc¡,, que aten-<br />

Cáteilra de Patología Médica, le invitó a dar una díari desde hacía urás de una hora a los pacientes,<br />

conferencia en la Facultad de <strong>Medicina</strong>. El tema se practicendo técnicas de electroterapia o de electro-<br />

refería a los trastornos tróficos en las enfermedades diagnóstir:o. El Dr. Bannegunn seléccionaba los en-<br />

del sistema nervioso. Fué una conferencia memoferrnos interesantes y los estudiaba meticulosamente<br />

rable, que seguramente recordarán todos mis con- en otro departamento. Después de practicada la exdiscípulos.<br />

Durante .una hora estuvimos pendientes ploración, hacía breves y enjundiosos comentarios<br />

de su palabra, maravillándonos asimismolu pr"."rr- y establecía el diagnóstico.


2f)?<br />

En el ambiente de nuestro Hospital de la Santa<br />

Cruz. casa solariega de la medicina barcelonesa, la<br />

figura del Dr. Bannlquon difería de la de todos los<br />

demás profesores.<br />

En la época que yo le conocí, desaparecidas las<br />

figuras de Rosnnr y la de GóNcoRa, esta última<br />

piematuramente antes de dar los sazonados frutos<br />

qu" t" podían esperar de su gran forrnación, las<br />

figurur más representativas eran las de los doctores<br />

EsqunRoo, FRnIx¡.s y HnnnÁnlrz Lun¡,. Todos es'<br />

tos maestros gozaban de la máxima popularidad.<br />

Estaban abrumados por las exigencias de una numerosa<br />

y rica clientela que disminuyó su posibili'<br />

dad de realizar una obra médica aún más fecunda'<br />

A pesar de ello, hemos de rendir tributo a las leccioáes<br />

de medicina clínica que nos daban con riguroso<br />

criterio hipocrático. No podemos recordar, sin<br />

respeto y emoción. las lecciones que escuch-amos a<br />

la óabecera del enfermo, profesadas por los doctores<br />

Esquunno (Dr. Pnono y Dr. Fn.l;'lclsco) y por el<br />

Dr. HnnmÁNDEz LUNA.<br />

El Dr. Bannlqunn-RovIRALTA no se prodigaba<br />

como conferenciante, pero sus lecciones no muy<br />

numerosas, tenían en contraste una ilensidad, una<br />

raíz clínica tan profunda que las hacía inolvidables'<br />

Se tenía la sensación de estar frente a un maestro<br />

cuya categoría desbordaba el marco de nuestro<br />

Hospital para proyectarse con envergadura de verdadero<br />

internacional,<br />

En el ambiente médico barcelonés de su época,<br />

destacó la figura del gran neurólogo con luz propia.<br />

B,mnequnn se diferenciaba de otras personalidades<br />

preeminentes de la medicina local. El médico prác-<br />

MrorcrN¡. Cr,írvrcl<br />

'I'oro XV<br />

<strong>1950</strong> - Nrirn. 5<br />

tico de entonces era entre nosotros un hombre que<br />

conocía bien su oficio. Pero sus inquietudes, en<br />

general. no eran muchas y se sentía tan vinculado<br />

a su clientela, que poco tiempo concedía al estudio<br />

y sobre todo a la investigación.<br />

BnRnequrn se diferenciaba de todos ellos, por su<br />

atuendo modesto, por conservar una personalidad<br />

intacta que no había claudicado a los embates de<br />

una clientela agobiadora. Tenía un espíritu probo<br />

y casi místico, propicio a pasarse largas horas sobre<br />

el libro y el enfermo. Vivía sin ostentación, su carácter<br />

rehuía las exhibiciones y por su ascetismo<br />

estaba por encima del espíritu fastuoso, social y<br />

extrovertido que tenían los médicos de su época.<br />

Fué hombre sin anecdotario, pero que dejó impreso<br />

su paso en la historia de la Neurología.<br />

En aquel ambiente no muy propicio, era difícil<br />

se cultivara un verdadero científico y hacía falta<br />

poseer condiciones innatas y un gran carácter<br />

para no ceder a los halagos fáciles, y cultivar<br />

una especialidad como la neurología, que entonces<br />

más aún que en la actualidad, no era de gran<br />

clientela.<br />

Sin Bann.tquER, no hubiera existido un verdadero<br />

neurólogo entre nosotros y quizá tampoco en España.<br />

Con él arranca no solamente una familia de<br />

especialistas, sino que nace la neurología en nues'<br />

tro país.<br />

Mrrlclw¡ Crinrcl inicia con este número de ho'<br />

menaje a la memoria del Dr. LuIs B¡nn¿QUER'RovIRALTA,<br />

su propósito de dedicar otros sucesivos a<br />

homenajear la figura de los maestros de la medicina<br />

española contemporánea.


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> W. Russulr, Bu¡Iv. - Grasp reflex ÜJ<br />

THE CRASP REFLEX OF THE FOOT<br />

W. RusssLL Bn.llu, D. M., F. R. C. P.<br />

Pb.ysician to and Di¡cctor of the Neurological Department at<br />

the London Hospital, and Physician to the Maida Vale Hospital<br />

for Neroous Di*ases, Irondon.<br />

Smio lIorcrario de la Sociedad Espalda de Neurología.<br />

REVISIONES<br />

The grasp reflex of the foot was first observed<br />

and described by L. B,rnnr.quen RovrRlrr¡. ( 192I)<br />

and reported under the title was us€d by<br />

Scuusrrn (L923) and palmar reflex by RIopoc¡r<br />

and Bn¡rN (1923). The reflex element in forced<br />

grasping and groping was stressed-by Alrn and<br />

Ónrrcttinv Gl27l. Scnusrnn and Prxu.ts (L926)<br />

in their pup", ott


sion at the knee and hip if these should happen to<br />

occur. BRAIN and CuRRAN found that this reflex was<br />

elicitable in all children aged nine months or less,<br />

and in almost all aged under a year, while it had<br />

disappeared in all but one child over the age of two<br />

years. The foot grasp reflex was found to be absent<br />

in two infants aged six months who both suffered<br />

from bilateral pyramidal lesions and exhibited marked<br />

spasticity. They pointed out that the presence<br />

of grasp reflex of the foot thus corresponded roughly<br />

with the normal persistence of the extensor plantar<br />

reflex in infancy.<br />

BR¡,ru and Cunn,c.n observed that the foot grasp<br />

reflex was fairly common in Mongolian imbeciles.<br />

They investigated the reflex in fifty-nine such pa'<br />

li,<br />

tients, ranging from one to forty-five years of age.<br />

They found it present in both feet in twenty-three<br />

and in one foot only in five. It was absent in twenty<br />

and the result was doubtful, mainly owing to the<br />

difficulty of examination, in eleven. Thus. the reflex<br />

was obtainable in one or both feet in approximately<br />

half the cases. It was rarely observed in Mongolian<br />

imbeciles after the age of twenty' Up to that age it<br />

was present in twenty-five out of forty-two patients;<br />

aftef that age in only three out of seventeen'<br />

Bn¡.I¡r aná Cunn¡rv also reported four additional<br />

cases of organic lesions of the nervous system lea'<br />

ding to grásp reflex of the foot. The first was a<br />

natÉnt wlth co.teenital choreo-athetosis of bilateral<br />

hirtribrrtioo. Thi! patient, a child aged two and a<br />

half years, showed no grasp reflex o-f- the<br />

.hands,<br />

but a vigorous grasp reflex was readily elicitable<br />

in both feet. The slightest contact with the flexor<br />

surface of the toes, ór the disal half of the sole,<br />

evoked strong flexion of all the toes, which were<br />

maintained ii tonic flexion for a quarter to half a<br />

minute or longer. The second patient h-ad un unve-<br />

,ifi.d ,u*o.rt "of th" corpus callosum. She exhibited<br />

bilateral weakness with some spasticity and extensor<br />

nlantar responses associated with'un extremely li'<br />

e.a'sp ,"flex of both hands and both feet'<br />

iil" ,ftitá patient had a subdural haematoma on the<br />

"orou,<br />

ti* ";¿" *hi"h ptobably been present for at least<br />

ii?"" *"ttlls. Hl also showed bilateral signs of a<br />

ly."*i¿"f lesion and in addition the grasp reflex<br />

Mnnrcr¡u Cr,Íxrcl<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

was readily elicitable from both hands and both<br />

{eet, being more virogous in both insteances on the<br />

right side. The fourth patient had a meningioma<br />

of the falx which was embedded in the medial aspect<br />

of the left frontal lobe reaching pack to within<br />

about 2 cm. of the precentral gyrus. This patient<br />

had a right hemiparesis and hemi-apraxia with marked<br />

verbal dysphasia. A strong grasp reflex was<br />

present in the right hand and also in the right foot.<br />

Gorrlsretl ( I93B) contributed a further study of the<br />

grasp reflex of the foot which he termed . He related<br />

it to a lesion of the opposite frontal lobe and explained<br />

it as a response of the lower mechanisms<br />

in the higher centres of the damage. He emphasised<br />

its value as an early sigu of the frontal lobe lesion<br />

and pointed out that when it appears on the ipsilateral<br />

side it indicates an extension of the pressure<br />

to the hemisphere on the side opposite to the<br />

lesion.<br />

Pnysror.ocrclr- Aspncrs. - The physiology of the grasp<br />

reflex has been studied by Rrcrirn anJ'Hrwrs (1932)<br />

and by Fur-ror,r and his collaborarors (1932, 1936, l93B)<br />

and this aspect of the subject has recently been well<br />

s-ummarised by FulroN (1943). Animal expeiiments have<br />

shown that the grasp reflex is produced in monkeys and<br />

chimpanzees by isolated removál of the promotor area.<br />

It is present in animals in which the motoi and premotor<br />

areas have been removed bilaterally, and its "ir..u"t".istics<br />

are found also in animali which have been<br />

rendered completely thalamic through removal of both<br />

hemisph-eres. lt appears to be dependent upon lhe integrity<br />

of the tegmentum since ii is not irecessary for<br />

the striatum and anterior port of the thalamus io be<br />

present in order that the response may be elicitable.<br />

Fulror describes ir as a flexoi response of the digits<br />

postural in character and it is affected by change of<br />

the position of the body in space, togethei ¡uith lther<br />

,postural reactions. Thus, it ii a reléase phenomenon<br />

which is the result of the d'estruction of i.*" n¡.".<br />

originating in the premotor cortex which normally inhibir<br />

it.<br />

Ruce¡'tr cLrNrcAL oBSERvATroNs.-An excellent<br />

review of the whole subject has recently been published<br />

by MnssroN-VBRNroRy (1948) and new -observations<br />

have been made by Ssyrranrn and Dr¡v.<br />

Ny-BRowN (1948). These authors distinguish the<br />

glasp reflex from the instinctive grasp reaction.<br />

They define the grasp reflex as na siereótyped prehensile<br />

reaction of the flexors and the adductori of<br />

the fingers and the flexor muscles of the flexors and<br />

the adductors of the fingers and the flexor muscles<br />

of the wrist which can be elicited in fractional<br />

parts by appropriate localisation of the stimulus.><br />

The adequate stimulus for the full reaction is dual.<br />

The first essential is a distally moving deep pressure<br />

over a specific area of the palmar surface of<br />

joints in the hand which elicit a rapid, brief muscular<br />

contraction ( phase), which de.<br />

velops into a strong phase only i{ traction<br />

is made upon the tendons of the flexor and<br />

adductor muscles thus thrown into preliminary con-,<br />

traction. Response is then maintained only by traction,<br />

The instinctive grasp reaction, according to


Toruo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> W. Russrll Bn-lrx. - Grasp reflex 295<br />

Sryrr'¡Rrn and DenNy-BRowN, is a motor activity<br />

of a higher grade than the grasp reflex. They state<br />

that


296 Mrprcrx¡ Crírrc,l<br />

refore be carefully sought for. Finally, when a<br />

progressive lesion causes hemiplegia both the hand<br />

grasp and the foot grasp reflexes disappear on the<br />

contralatedal side, while becoming morá evident on<br />

the ipsilateral side.<br />

RrrsR¡Ncns<br />

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Instituto Neurológíco Municípal de Barcetrona<br />

(Director: P¡of. B. Ronnícurz Antls).<br />

L|PODISTPOFIA c,EF ALO.TOPA C¡CA<br />

PITOORESTVA DE EARRA9UER<br />

B. Roonícurz ARrAs<br />

Socio Numerario y r.€r Vicetlresidente de 1a Saiedad Española<br />

de Neurclogla<br />

El estudio de la lipodistrofia céfalo-torácica progresiva<br />

ha tenido y tiene suma importancia para<br />

la Neurología clínica nacional, para Barcelona -su<br />

ciudad cuna- y para L. Bennlqurn-Rovrnlr,u, el<br />

moderno creador de nuestra especialidad profesional<br />

en España.<br />

Al inaugurar, pues, las tareas científicas de la<br />

primera Sociedad española de Neurología, mediado<br />

ya el siglo xx, en memoria del desaparecido maestro,<br />

queremos contribuir --ron un aporte de observaciones<br />

y con un cotejo de hechos, de trabajos y<br />

de teorías- a ampliar y a revisar lo poco que se<br />

sabe fundamentalmente de tan curiosa enfermedad.<br />

Curiosa, por lo antigua (nos atreveríamos a decir<br />

mitológica), por el grotesco aspecto estético que<br />

ofrecen los que la sufren, por su benignidad e incurabilidad<br />

manifiestas 1,, sobre todo. por su oscuro<br />

origen y complicada o discutida patogenia. El problema<br />

de la génesis y del desarrollo de las distrofias<br />

adiposas -entre otras, la segmentaria de Bmna-<br />

QUER- viene obligando a la Neuroendocrinología<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong>- Núm. .5<br />

clínica y experimental a un esfuerzo continuado de<br />

superación de investigaciones y de hipótesis.<br />

Htsronl,s,.-Aquí y fuera de aquí, es decir, en los<br />

ámbitos nacional e internacional. el crecido número<br />

de casos publicados o tan sólo referidos de modo<br />

personal y las consecuencias de orden especulativo<br />

o práctico que del examen de la casuística actual<br />

pueden derivarse, merecen una simple anotación y<br />

un comentario. Tanto más cuanto que muchos datos<br />

históricos adolecen del defecto de Ia imprecisión,<br />

por carecer de los requisitos exigidos en una labor<br />

bibliográfica de recopilación. Se ha llegado, iquién<br />

lo duda?, a la definición suficiente del síndrome<br />

clínico, pero no a la solución cabal de muchos de<br />

los problemas planteados, etiológicos y de mecanismo<br />

de producción, si insistimos en recordarlo.<br />

España.-L. B,mn,l,quen-RovrRAlra describe. en<br />

1906, un caso de atrofia del tejido célulo-adiposo<br />

(lipoatrofia), sobrevenida a los 18 años de edad,<br />

cinco despu& de haber sufrido una gripe, y limi<br />

tada a la cara y partes superiores del cuerpo. Ignorada,<br />

apenas conocida o excepcional hasta enton.<br />

ces, siquiera para la inmensa mayoría de médicos<br />

(especialistas o no).<br />

Al año siguiente, 1907, vuelve a describir en Alemania<br />

los principales detalles recogidos en la exploración<br />

de su enferma de 25 años, sin dejar de lado<br />

interesantes consideraciones de índole patogénica.<br />

IJlteriormente, en 1924, precisa todavía más la<br />

nosografía de su raro hallazgo clínico.<br />

L. Bmnrguon-Frnnú -hijo y discípulo predilecto-<br />

sigue la trayeotoria fecunda de la Escuela de<br />

Barraquer, de Barcelona, y llega a acumularo andando<br />

el tiempo (7930-7949)- diez casos. Publica trabajos<br />

en lenguas española, francesa, ingresa y alemana.<br />

G. M,ln,tñólt y colaboradores (C. Br¡nco-Sornn<br />

y J. Alvanrz-C.l"scos) logran sumar, a partir de<br />

1920, otros quinae casos, con cinctrcnta formas,<br />

además, de las llamadas incompletas (o menores).<br />

Tratan, en diferentes publicaciones, del cuadro cli<br />

nico, de la histología de la piel y tejido celular subcutáneo,<br />

del mecanismo patogénico y de la terapéutica.<br />

J. M. P¡,n¡o-Unocprr-¿rra -discípulo de M¡n¡.ñóx-<br />

da a conocer ¿¿ nuevo caso. Así como ,res<br />

recientemente (19118), en la Escuela de Marañón,<br />

T. nu r,E M¡,2¡.-S¡avBon¡'<br />

En Barcelona, B. RoonícuEz-ARras y J. Cu.rrnncASAs<br />

(1925) comunican el resumen de una observación<br />

típica. Posteriormente, B. Roonícurz-ARTAS<br />

dice haber registrado cinc.o formas incompletas (tres<br />

en sujetos normales aparentemente y dos en base.<br />

dowianos).<br />

J. Rorc-R¡.vENrós, pediatra, y L. Cnnvonl, en.<br />

docrinólogo, ambos de Barcelona, refieren contar<br />

con utu!, y dos observaciones, respectivamente, hasta<br />

el momento presente inéditas.<br />

La contribución española no es, por tanto, ni<br />

escasa, ni nimia.


To¡¡o XV<br />

Núm. 5-<strong>1950</strong><br />

LIPODISTROFIA CÉFALO.TORACICA<br />

(Enfermedad de Brnnreurn)<br />

Casos publicados en España:<br />

L. Bennlgunn Rovrnlrr.r<br />

t. B;iliuil FrnnÉ ... ' ... ..,<br />

G. Mln¡ñór y colaboradores (Br.exco Sor,nn<br />

y Arvlnrz C¡scos) ...<br />

1<br />

l0<br />

15 (50 lo¡mas<br />

atenuadas)<br />

J. M.u P¡nno Unnlprttru ... t<br />

J. Ro¡c Rlvr¡.¡rós ... t<br />

B, Ronnícurz Anres y J. Cu.lrnrclses ... I (5 aten.)<br />

L. Crnvuu 2<br />

T. or r¿ M¡zl S¡lvrnnr ... 3<br />

Extranjero.-Según RrnÉ np S¡.rNr-PÉRrER ciertas<br />

estatuíllas esteatopigias, recogidas en cavernas<br />

troglodíticas prehistóricas, recuerdan muy de cerca<br />

a los pacientes de lipodistrofia progresiva, además<br />

de las dos formas fisiológicas, constitucionales. Y,<br />

de otre parte, M. AurrrNs y P. Qurncv aseguran<br />

que el aspecto del faraón Aménophis IV coincide,<br />

también, con el de una lipodistrofia, más pronto<br />

segnlentaria.<br />

Hestr lVlonc,rcNr no se habla para nada de esta<br />

afecclin distrófica. Pero a fines de la primera mitad<br />

del siglc rvIII --(:omo afirman Zx¡-a y de Gucr,ler--<br />

Mo- una descripción concisa y exacta del morbo<br />

de Barraquer fué dictada en la mesa de autopsias<br />

por el genial anatómicc italiano. Consta en sus epístolas,<br />

que una mujer de 59 años, víctima de una<br />

apoplejía cerebral, presentaba un cuerpo desigual,<br />

macilento por un lado y florido o carnoso de otro.<br />

Esta observaciín post-m,ortem goza tan sólo de un<br />

singular valo¡ histórico.<br />

Zdtrs.{co -citado por von Brocn- parece ser<br />

autor de otra contribución casuística, antigua.<br />

En 1885, S. Wrrn-MrrcHELL da cuenta a la Sociedail<br />

Neurológica de Filadelfia de haber comprobado<br />

la ausencia de tejido adiposo -únicamente<br />

de la mitad superior del cuerpo- en una niña de<br />

12 años que había soportado a los cinco.<br />

Diez años después, en 1895, W. Osrnn estudió<br />

el caso de una niña de I0 años, con la cara y tronco<br />

emaciados y no Ia parte inferior del cuerpo, desde<br />

los cinco. Dicho estudio, al principio inédito, fué<br />

comunicado por F. P¡¡rrs Wesrn en 1917, 19IB<br />

y 1919 (esta vez con T. H. Guxnw¡mrrvr), después<br />

ile publicada la primera observación propia (I9I3).<br />

Hmnv CAurner,r-, en la Sociedad <strong>Clínica</strong> de Londres<br />

(1907 y 1913), se hace eco de la descripción<br />

de lipodistrofias segmentarias (lipoatrofias también)<br />

un año ilespués del relato original de Bannequun.<br />

A. Prc y C. G¡noiins describen un caso (1909),<br />

como también E. Hor,r,.tnuER (I9lI), L¡.rcnnr.-L¡.vAsrINE<br />

y Vrml (I9I2), Conn (,Toby) y Lrwarv-<br />

DowsKY (1913), en Francia y Alemania.<br />

La aportación verdaderamente sistemática e importante<br />

de la enfermedad (sintomatología y curso<br />

clínico de una peculiar trofoneurosis) no fué hecha<br />

sino por A. SItrons, que la individualizó como en-<br />

B. Roonícurz ARtls. - Lipodistrofia cé{alo-torácica 297<br />

tidad morbosa y que la bautizó con el nombre de<br />

(I91I, 1913 y 1914).<br />

Las ilustraciones anatomopatológicas que adujo re'<br />

sultaron muy demostrativas.<br />

Varias contribuciones casuísticas del síndrome<br />

auténtico, monótono, se deben, por aquel entonces'<br />

a Vrcco CuR¡stra¡snN (1907, dudosa, ry 1914,<br />

I9I5, 1916,19fB y 1922), a Jor.owrcz (1915), a<br />

Frnn y BorssoNn¡.s (I9I5), a GERSTMANN (f916),<br />

a C. Hrnnu.qNN (1916), a Nmr- (1916), a BossERr'<br />

Ror.rerr (1917), a MeveR (1918) y a Truvnn<br />

(f919). GrRsmrl¡rv y BoISSoNNAS (1916) señalan<br />

la existencia de los primeros casos masculinos.<br />

En cambio, B.trrv Sn¡.w (1905, dudosa, y L9I4),<br />

Hnnrz y Jonnson (1913), Husr-nR (1914) y Gr'<br />

RHARTz ( 19f 6) describen con F¡.wcntr, tan sólo,<br />

atrofias de la cara, en algunos enfermos de la cara<br />

y miembros superiores, muy raramente más extensas<br />

todavía y sin hipertrofia, siquiera durante<br />

años, del todo comparables entre sí.<br />

Como habían sido sin duda, años antes, los sospechosos<br />

casos de Fr.lsn.ln (1880), de Wor,rr<br />

(f8eg), de Brnc¡n (1904) y de ScnTsINGER (1905).<br />

A. Brc¡s.q.lar (f9I6) y M. ZN-t-e. (L9I9 y L920),<br />

en Italia, añaden más datos de índole clínica y<br />

anatómica. El primero, cita la liponecrosis simultánea<br />

(nódulos lipomatosos múltiples, que acabaron<br />

en necrosis adiposa y algo calcárea, con atrofia<br />

parcial y segmentaria); y el segundo, diversas lesiones<br />

histológicas hipofisarias.<br />

Seean, en los Estados Unidos, redacta la revisión<br />

de 24 casos (19f8). L' BoIssoNt'Ll's (de Ginebra)'<br />

en 1919, y E. Lor.rc y G. Btcrrr,, en L924, resumen,<br />

en Francia, la mayoiía de observaciones conocidas:<br />

concretamente 28 el primero de ellos (incluídas las<br />

no completas).<br />

CoMsv (191?), Epr-rn (1918), CnoNr, LlucuE-r-o,<br />

Lnlror,Dr, Rrusrw y Zmmln y Fox (1919), Kas'<br />

pAR, LEScHKT, Mosse (1920), Asrc.lano, CltnaN,<br />

Kurn, Kneus, Mm.tr,r,É y FonrrNea'u, Snrm<br />

(I92L), InvrNc, Mrrcr, Scuw.aNxr, Srn,lucn, TrxrER,<br />

WarsoN y Booc y Rlcnne (L922), B.lsoN-<br />

NEIx, BosroN, FRANK, Henrr¡lsunc, Spnuxr (1923)t<br />

G. A. Rost, Tucrcxnn (\924), 'W.lr,onu, Wrtrz<br />

(1926), M¡.nsunc (L927-28), Knrw, Pnour, StrR'<br />

TrNG, von Ztrc¡,sn (1928), H¡nznn, HueNeco4<br />

Scnr-.tu (L929), se hacen eco de la casuística de esta<br />

enfermedad. insisten en la exposición de diferentes<br />

aspectos de la misma o redactan revisiones.<br />

En 1926, E. Colrrs habla, ya, de 72 casos; y<br />

en 1928, L. H. Ztact'rn y G. DI GUcLIELMo hacen<br />

referencia €n sus memorias a 72 y más de 60 casos,<br />

respectivamente.<br />

En muchos libros de Endocrinología y de Medici<br />

na interna, aparte de los de Neurología, se incluye<br />

ya el estudio de la en{ermedad de Barraquer. Vale<br />

la pena de destacar los de Bluen, B¡ur¡, Bn¡IN<br />

(W. Russorr-), CunscnuANN, G. Grlu, Hanvtrn,<br />

M. L¡rcunr.-LlvastIxn, G. Manñów, N. PpNlu


298 Mro¡ct¡ll Cr,ír,¡rc¡<br />

E. Prcnox, UlrnrR, E. Vror,l, Woln (anotado por<br />

L. Cenvanl,) y ZoNlrr.<br />

Desde hace 20 años, CuRnmR y Dlvres, Mosrovrrz,<br />

F. Polr-.Lcr, E. Srn.lrvsry (1930), BBnGrn,<br />

Par.irarlrn, SrRtlrsu¡ (1932), Lrcuorrn y A. TnÉ.<br />

vENARD y Joseeu (1933), CorroN (1984), H. Rocen<br />

y Ar;tnz y Perr,r,ts ( 1935), DÉcounr y Gurnenrw<br />

y DÉrr.q¡vcr, M. Sonr"rsxr (1932), Ércr,En, i Blr,-<br />

DERBAcK (1939), M. BBnror,er,{r DEL Rro (.Ig4A),<br />

H. Kr.rrx. G. R. Wlrrrxsorv (1941), H. Bexrrn y<br />

M. A. ENrr¡¡ y J. A. Dnunnront ( I94B), contribuyen<br />

con nuevas aportaciones al conocimiento de esta<br />

distrofía adiposa segmentaria.<br />

- Las aportaciones de Cou¡N y Erso GRenzow,<br />

Guutunn, van Lreuw¡N y von S¡nsó merecen igual.<br />

mente ser citadas.<br />

A. Gua.ror, en Italia, y J. S. Hannls y R. Rnrsnn,<br />

en los EE. UU., hacen constar que el número de casos<br />

registrados mundialmente asciende a I00 aproximadamente:<br />

el primero, el año 1934 y los segundos,<br />

el año 1940.<br />

. La mayor complejidad de la contribución extran-<br />

Jera en cuanto respecta_a la lip_odistrofia céfalo"toráclca<br />

progresiva no aminora, desde luego, lo hecho<br />

por los clínicos españoles.<br />

T¡Rlrrxorocí¡" y snroNrlrr¡. - B¡,nnequnn habló.<br />

en un principio, de atrofia del tejido célulo-adiposo<br />

o sea de lipoatrofia propiamente dicha. Más tirde,<br />

SrnroNs introdujo el nombre de lipodistrofia progresiva,<br />

aceptado universalmente, si bien con cieitas<br />

reservas, incluso por el propio BannLqunn. M¡nañów<br />

calificó el síndrome de lipodistrofia céfalo-torácica.<br />

Y Gnnnenzr, en formas atenuadas o menores, de<br />

lipodistrofia, progresiva superior, aunque Borssolsivas<br />

precisaría más y escribiría tan sólo lipoatrofla<br />

progresiva. De otra parte, se propuso la denominación<br />

de enfermedad de Simons por los autores alemanes,<br />

de enfermedad de Barraquer por los autores<br />

españoles (Mmñórv, L. CrnynR¡. y B. RoonÍcuoz<br />

AnIas) e italianos (PrNor) o de síndrome de Barraquer'Simons<br />

(Prcuox, Gu.uor, Feun, etc.).<br />

En realidad. como ha ocurrido muchas veces €n<br />

clínica, los términos resultan insuficientes o inadecuados<br />

y se ha tendido a modificarlos a través del<br />

tiempo. También inducerr fácilmente a confusión.<br />

dado el empleo harto frecuente de nombres propios.<br />

Como que se trata de una lipodistrofia segmentafia<br />

-con atrofia e hipertrofia coetáneas, casi siempre,<br />

progresivas o no-. las expresiones , atrofia del tejido célulo-adiposo<br />

o lipoatrofia, únicamente aluden al significado distrófico<br />

y atrófico del proceso adiposo y a su carácter<br />

progresivo, comunes ambos a varias enfermedades,<br />

con olvido de lo más singular, que es su distribución:<br />

atrófica en una parte del cuerpo (mitad superior,<br />

es decir, cara, cuello y tórax, no excluídos<br />

los brazos) y normal o hipertrófica en la otra mitad.<br />

lncluso, no muy contadas veces, cabe admitir la<br />

posibilidad inversa.<br />

. Por consiguiente, la particularidad segmentaria<br />

Tono XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

constituye lo genuíno del síndrome. Luego. M.rna.<br />

ñó¡v ha estado acertado -a juicio de muchos y<br />

entre otros, nosotros- al llamarla lipodistrofia cé.<br />

falo - torácica en vez de lipodistrofia progresiva.<br />

Claro está que cabe añadir" todavía, el adjetivo pro.<br />

gresivo, con el fin de detallar más o de ampliar el<br />

valor descriptivo de la expresión.<br />

Ese modo de especificar sería aplicable a la lipo.<br />

distrofia vera, autóctona o propiamente dicha, pero<br />

no a la incompleta, parcial o .<br />

En fin, de preferir los conceptos largos (en cuanto<br />

a términos) nos atreveríamos a proponer otro añadido,<br />

el de benigna. Con lo que se diferenciaría de<br />

otras afecciones lipodistrófrcas malignas o no benlgnas.<br />

Es natural que los autores españoles hayamos<br />

sido partidarios del sínónimo enfermedad de Barra.<br />

quer, para contrarrestar un algo la relativa injusti<br />

cia alemana que supone hablar de enfermedad de<br />

Simons, tanto más cuanto que restaba importancia<br />

a la observación sería el más correcto<br />

o ponderado.<br />

Desde ahora en adelante, tendría que haber coincidencia<br />

en el uso de sinónimos: ónfermedad de<br />

Barraquer-Simons o lipodistrofia céfalo-torácica,<br />

progresiva o estacionaria. completa o incompleta, y<br />

benigna.<br />

Str,IroM¡rorocíe. - Se produce una fusión gra.<br />

dual, pero rápida y extrema o completa de la grasa<br />

subcutánea de la mitad superior del cuerpo, incluso<br />

cle Jas extremidades braquiales. con conservación o<br />

aumento de la existente en la mitad inferior (generalmente,<br />

zona infraumbilical o a partir de la cresta<br />

ilíaca).<br />

Esta circunstancia disarmónica, esta deformidad,<br />

es Io más llamativo y lo más impresionante y, por<br />

ende, lo de virtud más señaladamente diagnóstica<br />

del trastorno. También su gran uniformidad (al<br />

respetar la forma normal de las extremidades).<br />

La progresiva desaparición del tejido célulo-adi.<br />

poso, motiva -de una parte- una excavación de<br />

las regiones temporales, el hundimiento de los ojcs<br />

en las órbitas y la ausencia de mejillas (por liqui.<br />

dación de la bola o bolsa de Bichat) con resalte del<br />

arco zigomático, o sea un estado de emaciación tan<br />

intenso de la cara (no igualado por ninguna enfermedad)<br />

que, perdida ya su redondez peculiar, semeja,<br />

al decir de los compañeros de la enferma clásica<br />

de Kiien, una .<br />

En el cuello y en los hombros, la falta del mismo<br />

tejido origina -de otra parte- una gran delgadez,<br />

con aplanamiento de los contornos deltoideos y fácil<br />

comprobación de escápulas aladas.<br />

Por último, en el tórax se llegan a diseñar de.ma.<br />

siado bien las clavículas, quizá el esternón y las<br />

costillas. No acostumbran a experimentar cambios


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> B. Roonícusz AnrA,s. - Lipodistrofia céfalo-torácica 299<br />

ostensibles, sin embargo, las mamas, aunque sí el<br />

tejido adiposo circundante.<br />

Y coincidiendo con lo apuntado o en estadios uIteriores<br />

de Ia evolución de la distrofia, se ve conser,<br />

vado, posiblemente aumenta, el depósito adiposo a<br />

nivel del abdomen, de la región lumbar, de las crestas<br />

ilíacas (sin verdadero monte de Venus, en ocasiones),<br />

de las nalgas (éste en grado extremo), de los<br />

muslos (con exclusión, alguna vez, de la parte anterior)<br />

y de las piernas.<br />

EI anormal reparto o distribución de la grasa es<br />

la causa lógica de una deformación extraña y por<br />

ello de una figura grotesca, cuyos aspectos caquéctico<br />

en la parte superior y florido en la parte inferior<br />

del cuerpo resaltan al primer golpe de vista.<br />

Así las cosas, atrae la atención de los clínicos una<br />

atrofia e hipertrofia segmentarias, superior e inferior,<br />

coetáneas o sucesivas, respectivamente.<br />

La piel, el pelo y las uñas y las estructuras subdérmicas<br />

(músculos, articulaciones y huesos) no se<br />

afectan en absoluto. La piel sigue siendo de grosor<br />

normal, elástica y móvil, muestra los pliegues habituales<br />

y se deja pellizcar o estirar ampliamente.<br />

En realidad huelgan; por innecesarios, la inspección,<br />

la palpación o cualquier otro tipo de examen, directo<br />

o indirecto (radiograÍia por ejemplo), del revesti'<br />

miento cutáneo y de los órganos subyacentes, en<br />

especial del sistema muscular y de la morfologia y<br />

estructura óseas.<br />

El término dermolipodistrofia carece de aplicación,<br />

pues, en las lipodistrofias.<br />

Destaca sobremanera) a pesar de todo, el hábito<br />

asténico, en la mayoría de enfermos.<br />

Una exploración neurológica rutinaria o sistemática<br />

(de la motilidad, de la reflectividad, del tono,<br />

de los movimientos involuntarios, de la sensibilidad,<br />

del equilibrio, de la coordinación, de los esfínteres,<br />

de los nervios craneales y periféricos, etc.); tampoco<br />

logra registrar signo clínico alguno, por lo menos<br />

decisivo, constante.<br />

Son escasos los autores que mencionan y atribuyen<br />

cierta representación a las parestesias (sensación<br />

de frío localizad.o en las zonas atróficas), a la<br />

desigualdad, viveza o policinetismo de reflejos, aI<br />

umbral de la excitabilidad eléctrica (en el electrodiagnóstico),<br />

por ejemplo, citados o encontrados en<br />

pacientes, de vez en cuando.<br />

!l<br />

psiquismo, normal en líneas generales, tiende<br />

a dibujar un puro cuadro depresivó, con astenia y<br />

histeza y quizá insomnio, melancólico o afectivo, si<br />

el factor constitucional, si la estética, influyen como<br />

motivaciones sobresalientes.<br />

Desde un punto de vista estrictamente visceral o<br />

somático, ningún sistema o aparato acusa síntomas<br />

comprobados repetidamente, para que quepa imputarles<br />

un significado específico. Por consiguiente,<br />

las lesiones valvulares, la miocarditis, los foóos pulmonares,<br />

etc., descritos, carecen de valor.<br />

Tan corrientes son las condiciones generales del<br />

organismo, que se citan casos de lipodistrofia pro-.<br />

gresiva y embarazo (Gn.lNzow), con partos a término<br />

y fetos sanos.<br />

No obstante, la inestabilidad del sistema nervioso<br />

vegetativo da lugar" con frecuencia, a trastornls<br />

funcionaler "tr ,rn sentido vasomotor ("o"g.;iiá;t"<br />

la cara o sofocos,,cefalea, sensación de ffio, "i;";sis<br />

de las extremidades, etc.), secretorio l.rrdoru"ia'<br />

pro{usa y universal o anhidrosis localizada "r, l"*<br />

axilas, seborrea, _quizá maloliente, rinorrea, etc.),<br />

,"tófi:: _ (sequedad de la piel, hipertricosis, cierra<br />

fragilidad ungueal, etc.), pigmentario (algunas ;;"chas<br />

cutáneas grises)_ 9 6ién digestivos (ptialisrno,<br />

bulimia o anorexia, hipoacidez !ástrica,'ierofagia,<br />

estreñimiento, diarreas profusas, etc.), circulatoiios.<br />

(taquicardia, bradicardia, arritmia, extrasístoles,<br />

hipotensión, etc.), respiratorios (ritmo anormal)L<br />

urinarios (poliuria u oliguria) o nerviosos (t"*b_lor,<br />

distermias, exoftalrnos, desigualdad prrpit"r,<br />

algias localizadas, emorividad e iriitabitid"á, ar.)r<br />

- La práctica de pruebas funcional., lrugorimpáticas<br />

(adrenalina, atropina, pilocarpin", -"o"uíi",<br />

ergotamina, etc.), es_decir, el examen del equilibrio.<br />

vago-simpático, puede conducir a la obterrción de<br />

resultados positivos. Y es que cabe evidenciar, ffiüchas<br />

veces, síndromes de hipertiroidismo (basedowiano),<br />

de hipotiroidismo (infiltración mixedematosa<br />

facial), de infantilismo genital y: por añadidura,<br />

de morfología anormal de la silla turca<br />

En el capítulo de las perturbaciones humorales:<br />

el metabolismo basal, de ordinario inalterado, pue-.<br />

de revelar la realidad de un hipertiroidismo ionc_omitante<br />

(latente o no), quizá con hipertrofia tiroidea,<br />

de un dispitituarismo o de un addisonismo<br />

(piel-bronceada, astenia, etc.); los análisis químicos<br />

de la orina, la presencia de uratos y dé glucosa;<br />

y la investigación de las constantes en la<br />

sangre, linfocitosis, eosinofilia, niveles discretamente<br />

altos de colesterol y casi nada en el nitrógeno, en<br />

el nitrógeno no proteico, en la urea, él ácido<br />

úrico, en Ia creatina, en la glucosa (a pesar "r,<br />

de las<br />

curvas glucémicas diabetoides halladas por algunos),,<br />

en el calcio y fósforo séricos, etc.<br />

Coulexzo y cuRso DEL pRocrso.-El comienzo<br />

acostumbra a ser del todo insidioso. y la desaparición<br />

. de la grasa subcutánea, gradual (casi ,^ur,"*<br />

lenta), importante y simétrica. Regularmente afecta,<br />

uno tras otro, a la cara, al cuello, a los hombros,<br />

a los brazos y al tronco, a razón -poco más o,<br />

menos- de 2'5 9m. por año (espesor-de los plie-<br />

ques_ de Ia piel). P-ero la atrofia puede quedar "orrfinada,<br />

sin extenderse o aoun ar, a Ia- cara y al<br />

cuello.<br />

Las -muje_res constituyen el símbolo usual del pri<br />

mer tjno de curso evolutivo y los hombres id<br />

segundo.<br />

En el transcurso_de ]a primera época de la vida,<br />

es decir, antes de la pubértad (S a tg afios 6 7 a<br />

l0 años), en plena crisis puberal o después (IS, 20,<br />

30 ó más años), empieza a dibujarse la deformación.,


ts00<br />

Mnotctxr ClíxIce<br />

Los casos de Rorc-RavENTós y Bnnror,Alll DEL RIo<br />

son precisamente infantiles. Con todo' no s9 alt91a<br />

la actividad glandular, ni siquiera en la función<br />

catamenial. Hásta los 42 años de edad se han visto<br />

casos verdaderos.<br />

El acúmulo peculiar de grasa en la mitad inferior<br />

del cuerpo (nó siempre global) representa la fase<br />

ulteriorr-puesto que tasi nunca precede o-resulta<br />

contempoiáneo el período o aspecto florido, carnoso<br />

y rollizo de lJ parte infraumbilical (excluídos<br />

los piás), de la emaciáción característica de la supra'<br />

umbilical.<br />

Esa desaparición gradual del panículo adiposo<br />

ha motivadi, justamente, el título de progresiva'<br />

Y no siempre, a pesar de todo,- result-a progresiva<br />

por deten"it" ".pántáneamente la evolución de la<br />

distrofia. Entoncós, ilega a establecerse bien una<br />

forma estacionaria, incómpleta, como hecho de con'<br />

traposiciótr a los oiro*; sucesivos y completos, de la<br />

atrofia-hipertrofia.<br />

El proóeso, con el tiempo, se hace interminable'<br />

Cuando una enfermedad intercurrente no mata a<br />

los pacientes, jamás se da -a la vuelta de años y<br />

más años- una verdadera caquexia, en el sentido<br />

integral de la palabra. Puede hablarse, nada más,<br />

de aspecto caquéctico de la cara.<br />

Lo^horrible y grotesco de la frgura, esa bárbara<br />

deformación, admite tan precario disimulo a esas<br />

alturas del curso evolutivo de la lesión lipodistrófica,<br />

que muchos enfermos se avergüenzan al com'<br />

pururi" con los demás (niños) y al mostrarse en<br />

pnUU"o o se ven obligados a -prescindir o bien a<br />

ibandorrar ocupacionei que demandan un cierto<br />

porte estético.<br />

FonM-q,s cLÍNIcAS.-De admitirse' como es de ri'<br />

gor, que la forma vera, típica y completa de la lipo'<br />

áirtrofio céfalo-tor ácica progresiva viene represen'<br />

tada esencial, constante y simplemente por una lipoatrofia<br />

superior y lipohipertrofia inferior (real o<br />

aparente)r'"* for"óto qt. llatttet' la atención y haya<br />

que tener en cuenta otras formas no clásicas, -p-ar'<br />

Jid"r, menos intensas, transitorias o reversibles'<br />

hasta atípicas, en una palabra menores (o )'<br />

ya sea porque aI periodo atrófico deje de.suceder<br />

át nipttoófiio, ,r, ,i.ru detención o prolongación anó'<br />

malas del curso evolutivo del proceso; ya sea por'<br />

ñ; prod,rr"u una inversión én el ritmo inmutable<br />

á" lu, ^do* fur"s características de la enfermedad,<br />

con una detención o prolongación anómalas' también,<br />

del curso evolútivo óambiado (hipertrofia-<br />

"rroi" en lugar de atrofi.a-hipertrofia); ya-sea' final'<br />

mente, porque se observe tán sóIo una d'e las dos<br />

citadas fases.<br />

Es natural, además, que se señalen ciertas va'<br />

riantes o modalidades en la circunstancia concreta<br />

á" fu distribución topográfica de la distrofia: p9r<br />

ejemplo, mayor o menor extensión y permanencia<br />

de la misma.<br />

Le sobra la raz6n a DI GuGLIELMo cuando pro'<br />

pone esta clasificación:<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

t. Formas completas. Lipoatrofia superior y li'<br />

pohipertrofia inferiór. Se trata, entonces, de las for'<br />

*"r - propiamente dichas, de lipodistrofia progre'<br />

siva ó dá üpodistrofia céfalo'tor ácica, en el sentir<br />

de B¡,nn¡,euER y StnaoNs.<br />

2. Formas incompletas: a) Lipoatrofia superior,<br />

sin tipohipertrofia inferior. Y es por- contraste, en'<br />

toncei, que pueden Parecer hipertróficas las t9g¡9'<br />

n.r ba¡á* dól cuerpo. Estas son formas, también<br />

bastantl clásicas, de lipoatrofia superior, en e! sen'<br />

tir primitivo de B.tnn¡.óurR, Y ó) Lipohipertrofia in'<br />

ferior de aspecto lipomatósicosin<br />

lipoatrofia -svsn¡¡¿lmente superior- P-or contraste, igualmente,<br />

cabría tomar como más delgadas las partes tuPf'<br />

riores del cuerpo. Dichas formas de lipohipertrofia<br />

inferior, indisóutiblemente merecen eI califi'cativo<br />

de clásicas, en el sentido de muchos antropóIogos<br />

y fisiólogos.<br />

" En resultaría harto forzado, quizá e-xce'<br />

sivo, este ""*bio, esquema de Grlr.l, {üe parte. de la baso<br />

de consid"r"i 1", zonas simétricas de adiposidad de<br />

Cr-nncreu (cuello, mamas' relieve abdominal, va'<br />

cíos y región lumbar, masa prepúbica, nalgas y<br />

muslos):<br />

l. Lipodistrofia céfalo'torácica, progresiva: forma<br />

típicá, clásica o completa. Lipoatrofia superior<br />

y lipohipertrofia inferior del cuerpo.<br />

2. Lipoatrofia superior (variedades céfalo-torá'<br />

cica o "éfulo-braquió-tóraco'abdominal, céfalo'bra'<br />

quio-torácica, céfa1o-braquial, cefálica y braquial),<br />

sin hipertrofia alguna.<br />

3. Lipohipertrofia inferior, sin atrofia alguna.<br />

4. Lipoatrofia inferior, con lipohipertrofia su'<br />

perior.<br />

5. Lipoatrofia inferior, sin hipertrofia alguna.<br />

6. Hemiobesidades.<br />

7. Lipoatrofias circunscritas, muy limitadas,<br />

únicas o múltiples, simétricas o asimétricas.<br />

B. Lipohipertrofi.as, también circunscritas y li<br />

mitadas, únicas o múltiples, simétricas o asimétri'<br />

cas, dolorosas o no.<br />

Nosotros quisiéramos llamar la atención, todavÍa,<br />

acerca de la existencia de ciertas hemihipertrofias<br />

adiposas derechas o izquierdas o bien de hemiatro'<br />

fias adiposas, también derechas o izquierdas, de<br />

tipo longitudinal, no transversal. Las hemihipertro'<br />

fias y hémiatrofias podrían observarse concomitantemente<br />

y en ocasiones, quizá con carácter transi'<br />

torio, quedar constreñidas a la cara.<br />

Si bien es verdad que DI Guer-lur,uo y Gnr,r,t, y<br />

con ellos Gult ot, llegan a abarcar en un mismo<br />

concepto clínico o nosológico todas las modalida'<br />

des descritas de lipodistrofias segmentarias, eI acú'<br />

mulo inusitado de formas incompletas o ,<br />

fisiológicas o patológicas y fronterizas o de confín,<br />

conduóe al riósgo, grave, de desdibujar lo esencial<br />

y privativo de la enfermedad de Barraquer'Simons,<br />

con pérdida por supuesto de la mejor fisonomía,<br />

casi patognomónica, de dicha afección o bien de<br />

hacef incluir otros casos de adiposidad localizada


Touo XV<br />

Núm. 5-tsso B. Ronníeunz Anl,rs. - Lipodistrofia óéfalo-torácica 301<br />

o limitada (cual la de la insulina, sobre Ia que ha<br />

insistido recientemente, en 1949, F. A. Kuunrn) y<br />

de lipomatosis, confundibles, aunque ajenos dei<br />

todo al morbo que nos<br />

- ocupa'<br />

"'<br />

Sin embargo, hemos querido<br />

alambicar un tanto al<br />

respecto, para así contrarrestar<br />

las posibles y probables<br />

descripciones de nuevas<br />

modalidades de la vieja<br />

en{ermedad lipodistrófica.<br />

Frc. l. - Observación<br />

uprínceps, de L. B.r.<br />

RRAQUER-RovI RAATA.<br />

FIc. 2.-Caso hereditario, de L. Brrauqurn'FrnnÉ.'<br />

Frc. 3.-Detalle de<br />

(caso anterior).<br />

Dt.tcwósrtco DIFEREN'<br />

CIAL.-A pesar de que las<br />

formas clásicas, típicas o<br />

completas, es decir, la lipodistrofia<br />

céfalo-torácica pro-<br />

o vera, c o n f a ses r'"". $;"iT:' "tff#"T'ü""rti:1:<br />

segmentaria, se diagnostique fácilmente, vale la<br />

pena de puntualizar<br />

al extremo los<br />

rasgos clínicos di-<br />

{erencIales.<br />

El aspecto de<br />

los lipo.distróficos<br />

se reproduce tan<br />

monótona e inconfundiblemente,<br />

que ni de cerca,<br />

ni de lejos, puede<br />

simularlo otra en-<br />

{ermedad clistró'<br />

fica. En efecto, la<br />

figura resulta grotesca<br />

y no precisa<br />

de diseños, ni de<br />

vinidad infernal y<br />

y pecho de mujer<br />

fotografías, para<br />

recordarla. Cabe<br />

imaginar lo que<br />

parecería una di-<br />

espantosa, con una horrible cara<br />

a lo Erinnis y caderas y muslos<br />

más que de ultra-Rubens,<br />

para que nunca mas se<br />

borre la impresión visual<br />

que determinan estos pacientes.<br />

Y, sin embargo, las formas<br />

raras: atípicas o incompletas,<br />

las que califrcaríamos<br />

de menores, de confín,<br />

de parciales, según los<br />

términos que uno prefiriera<br />

usar, complican un tanto.<br />

el proceso diagnóstico por<br />

faltar -ya desde el princi-<br />

Ia cara<br />

pio- esa impresión sobresaliente<br />

o peculiar de la.<br />

grotesca figura o cara horrible, poi ejemplo, que<br />

acabamos de seña,lar.<br />

Impresión debida. en parte, a la gran pobreza,<br />

incluso unidad, de<br />

síntomas. ir,<br />

Aparte de que :<br />

la suave transición<br />

entre lo fisiológico :<br />

y lo patológico (caracteres<br />

sexuales secunda<br />

rios, menopausia,<br />

edad en los ,<br />

hombres, etc,), en- i<br />

tre lo normal y<br />

anormal según las<br />

razas (Venus hoten'<br />

tota, facies judia,<br />

etcétera) y entre los<br />

distintos tipos de<br />

constitución morfológica<br />

a lo Bauer '<br />

(u. gr., predominio<br />

del asténico en España),<br />

que se esta-<br />

blece ion reservas,<br />

lnnumeras veces,<br />

obstaculiza de veras Frc' 4. Caso in{antil, de<br />

L' B,lnnequrn-F.nnnú. -<br />

,la delimitación de'<br />

esas formas de confín, pesadilla en una y más<br />

ocasiones.<br />

Creemos, por consiguiente, oue al pro-ceder a<br />

diagnosticar una lipodistrofia segmentaria_hay que<br />

p".rrua, siempre, en estas otras enfermedades-: ano'<br />

iexia nervioia, caquexia de Simmonds, caquexia<br />

lipodistrófica, hemiátrofia {acial progresiva, trofode<br />

Meige, atrofias circunscritas, lipomatosis<br />

"á"*u<br />

simétricas circunscrita.s<br />

(lipomas<br />

múltiples) o difusas,<br />

calcificaciones múl'<br />

tiples (calcinosis)<br />

subcutáneas, enfermedad<br />

de Dercum<br />

y ciertas distrofias<br />

miopáticas ({orma<br />

'acio-escápulo-hu-<br />

meral).<br />

La


302 Mrorcrn¡<br />

que falta la más elemental significación segmenta_<br />

ria. Además, acusan fenómeno-s y signos d"' írrdol"<br />

neurótica (mecanismo psicógeno) y pltuitarios (clí<br />

t-rgo=,_ humorales y rudiolagi"os). " y la considera_<br />

ción de los antecedentes personales permite destacar<br />

la existencia de una personalidad'psieopática, de<br />

F¡c. 6.-Caso de J. M.o prnno.<br />

un ambiente psicógeno, de una clara alteración enoocrlna,<br />

de una no fatal progresión morbosa a la<br />

lut*u, ,t1 que puede "o.ru"itirr"e "" ,"u"rri¡i" tu .r._<br />

rermedad, srquiera en el sentido de mejoría, de recurrirse<br />

a la actuación psicoterápi"u y-'u ""1 _rdi_<br />

cación causal. L. Cnnvon¿ ." h; o;";;" "1'' .rruchacona<br />

insistencia en precisar las características<br />

Frc. 7. _ Caso de B. Ronnícuriz_Anr¡s v<br />

J. Cu¡rnecrsqs.<br />

básicas de las hipofisopalías, nada comparables<br />

las a<br />

de olras distráfias. La seguridad, anle el enfer_<br />

*9, 4" que se trata de una psiconeurosis (anorexia<br />

t:lly]:i,. menral) o d" ,nu r"riJ"-nii"n.Jr"i" surrcrencra), 1;n_<br />

no siempre.cabe senlirla desd"<br />

mer<br />

el pri-<br />

momento. Ahora bien, a los efectos del diagnóstico<br />

diferencial<br />

"on<br />

Iá hp"dírt;;fi; "i-*por,u<br />

poco.<br />

Crí¡rrce<br />

Ton¡o XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

La caquexia lipo-distrófica, universal y no seg_<br />

mentaria, Ilamada de tipo pende_simmo.rds y tam_<br />

bién de naturaleza hipofisaria, constituye ,rrru uufgar<br />

variante de la anterior, harto ,,sui generis>,<br />

. Frc. B.--Caso publicado en Italia (Gu¡r,ol).<br />

¡l.or Io que se presta a contados errores prolesionales.<br />

I,a hemiatrofia facial progresiva, a la que tanto<br />

se han referido Mannun'c, Tturrio y,- roiiJ toa.,<br />

R. Wanr¡lrnERc y que tanto se Ir" t.riia"""""cuento<br />

F¡c,. 9--Caso prrhlicado en Canadá, tratado cñi_<br />

rurgrcamente (Blxren. Et.trrrv y Dnu¿lr¡.rono),<br />

para contribuir a desentrañar la patogenia<br />

lipodistrofia<br />

de la<br />

progresiva, se disting'ue- irl ,-Jnona".<br />

mucho., Pese a-que las formas a.'t;fouironl tu"iut<br />

to sea [as e'ectlvamenle lipolíticas) induz:rn a pen_<br />

sa_r en el proceso atrófico iotal, bien qrr" frrrdum.rr.<br />

talmente<br />

i."o,,<br />

y el curso progresivo r".bi¿;;"á;<br />

rooos modos el atectar a los huesos, el abarcar la<br />

totalidad de tejidos de la cara, la ,ingula.iJad d"


I<br />

I<br />

F<br />

Tomo XV<br />

Núm. 5-<strong>1950</strong> B. Roonícurz Anres.-Lipodístrdfia céfalo-torácica<br />

resultar hemilateral, su origen hereditario o congénito<br />

y la {alta de generalización, inmediata o<br />

lardía, lo destacan sin esfuerzo.<br />

En el trofoedema crónico y segmentario de Mei-<br />

Frc. 10. - Caso tle (anorcxia nervosaD (o psíqt¡itla) (li.<br />

XInl y B. Roonícu¡;z-Anrls).<br />

ge, la distroÉa adiposa -que se nota en los miembros<br />

inferiores. al estilo de la enfermedad de Barraquer-<br />

va acornpañada de retención o frjación<br />

de agua (edema blanco, duro e indoloro) y progresa<br />

disto"proximalmente, ell uno o en ambos lados,<br />

hasta un determinado límite caprichoso.<br />

Las atrofias circunscritas. de observación habitual<br />

en nuestros días por el uso nada restringido de<br />

la insulina y su indiscutible valor causal, inicial,<br />

evolutiva y sintomatológicamente, además de los<br />

antecedentes que quepa recoger, difieren, a no dudarlo,<br />

hasta de las imprecisas {ormas .<br />

Lo mismo ha de decirse de las lipomatosis, por<br />

la noción de herencia, por la simetría poco menos<br />

Frc. l2.--Casos de adiposidad hipofisaria (B. RoonÍcunz'AnI¡s).<br />

303<br />

que perfecta de los .<br />

tumores lipomatosos, por la<br />

ausencia de verdaderas lesiones atróficas e hipertróficas<br />

y segmentarias de la grasa subcutánea, por<br />

ios signos de naturaleza histológica (biopsia de los<br />

tunrores), por la coetaneidad de otras perturbacioncs<br />

y por el curso francamente benigno, aunque<br />

estacionario, incluso en las lipon'ratosis más difusas.<br />

Desde que Kuzwlrsrv y Mar-cnIoR, en 1916,<br />

revelaron su caso, hoy sobradamente comentado, de<br />

calcinosis múltiple, conviene no olr.idar la existen-<br />

|rc. ll. - Caso de caquexia hipofisaria (tipo Simmonds),<br />

tratado (L. Cnnvrn¡ y colaboradores).<br />

cia de dicha lesión subcutánea. Los nódulos pétreos<br />

variados que Ia individualizan, complejo sindrómico<br />

al margen de Ia lipodistrofia, pueden sobreañadirse<br />

a ésta, en obserüaciones, desde luego excepcionales,<br />

de lipodistrofia y liponecrosis o calcinosis.<br />

En cuanto a la<br />

enf ermedad de<br />

Dercum o adiposis<br />

dolorosa, el<br />

porte de los que<br />

la sufren, coll<br />

enormes y desbordantes<br />

masas de<br />

grasa erl no Pocas<br />

zonas del cuerpo,<br />

sin topografía<br />

segmentaria alguna,<br />

las algias espontáneas<br />

y a la<br />

presión de los engrosamientoslipomatosos,<br />

que hay<br />

que averiguar o<br />

descubrir en un<br />

correcto interroga-<br />

torio y examen clí.<br />

nicos, la predispo<br />

sición familiar a<br />

padecer la distro-<br />

Frc. 13. - Caso de li<br />

pomas múltiples simétricos<br />

(8. RoonícuBz-<br />

Anr¡s).


304 MrnrCrrv¡<br />

fia y su comienzo y curso evólutivo,'por lo menos,<br />

no coinciden con lo atribuído a la lipodistrofia progresiva<br />

qüe nos interesa. Si bien es cierto que cásos<br />

de muy simple lipomatosis difusa y simétrlca, ape-<br />

FIc. l4.-Casos de adiposidad o lipomatosis difusa simétrica, dolorosa (tipo<br />

Dercum) o no dolo:-osa (L. Cnnvru y colabor.adores).<br />

nas deforme ni dolorosa, representan una forma<br />

confundible" quizá fronteriza.<br />

_ Por último, algunas distrofias miopáticas, evidenciables<br />

en partes del cuerpo interesadas por la<br />

Frc. 15.-Caso de lipc,matosis<br />

o lipohipertrofia<br />

in{erior, tratado<br />

(L. Bannequrrr-FrnnÉ).<br />

municadas por algunos<br />

general y diagnóstico.<br />

lipoatrofia céfalo-torácica,<br />

cual la forma Landouzy-Dejérine,<br />

pueden dar lugar a<br />

errores diagnósticos. Por<br />

la localización de la distrofia<br />

y la coexistencia de atrofias<br />

e hipertrofias, más que<br />

nada. En fin de cuentas, lo<br />

muscular marca la diferencia.<br />

Tanto más cuanto que<br />

se altera la motilidad, la<br />

reflectividad, la excitabili<br />

dad eléctrica, el metabolismo<br />

de la creatina, etc. y<br />

que no pasa jamás por alto<br />

un origen heredo-familiar<br />

o congénito, un


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> B. Roonícunz Anr¡,s. - Lipodistrofia céfalo-torácica 305<br />

. Realmente, deja de darse la desaparición del tejido<br />

adiposo de los órganos internos, como temían<br />

BorssolvNes y otros.<br />

Desde un punto de vista estrictamente microquímico,<br />

no se aprecian variaciones cuantitativas y<br />

cualitativas en la grasa de unas y otras regiones<br />

cutáneas.<br />

El epidermis, el dermis, las glándulas y los vasos<br />

y los nervios cutáneos se encuentran intactos. Las<br />

discretas atrofias de glándulas sudoríparas, la infiltración<br />

linfocitaria cutánea y el espesor de la trama<br />

conjuntiva" descritos por M¡n,qÑóN y Ár,venrz-C¡'scos,<br />

carecen de valor.<br />

EuorocÍ,t.-Múltiples factores han sido incriminados<br />

como causales, por lo que ha de declararse<br />

ésta del todo imprecisa.<br />

Es incuestionable que la lipodistrofia progresiva<br />

se ve casi tan sólo en el sexo femenino: 89 muje'<br />

res por cada 30 hombres, para unos; 51 por 21,<br />

para otros. En efecto, así es y quizá más, todavía,<br />

al citarse siempre los pacientes masculinos como<br />

excepcionales. BERnaguun, M¡n¡.Ñórv y nosotros,<br />

por ejemplo, no contamos con hombres en nuestras<br />

estadísticas. Se trataría, por consiguiente, de una<br />

disposición morbosa relacionada con las singularidades<br />

morfológicas de la feminidad.<br />

Muy probablemente la atrofia constituiría un<br />

¿tributo esencial de la edad involutiva, si excluyé'<br />

rámos la hipertrofia concomitante.<br />

Cabe revelar su existencia en la mayoría de países,<br />

sin excepción alguna a todos los efectos.<br />

. En fin, para la mayoría de autores, resalta la<br />

ausencia de predisposición hereditaria, sea vulgar<br />

predisposición racial o amplia tara neuropática.<br />

Con todo, B,tRnlquER describe el caso de una epilepsia<br />

genuína asociada y de una herencia directa<br />

homóloga en tres generaciones. P¡nrcs 'WrsrR se<br />

muestra de acuerdo con é1.<br />

Las formas clásicas de la enfermedad no abundan.<br />

El supuesto de que las lipodistrofias segmentarias<br />

sean la resultante ulterior de una anomalía local<br />

congénita, de un antiguo defecto (lipodisplasia) ra-<br />

'dicado en los centros diencefálicos, tan fáciles de<br />

admitir, convence a contados clínicos.<br />

La hidrocefalia, la meningitis basal, una inervación<br />

autónoma desequilibrada por un mecanismo<br />

infeccioso, pueden figurar como agentes causales<br />

más que probables.<br />

. Y es que las infecciones, meramente intercurrentes<br />

o no, forman parte con demasiada frecuencia {e<br />

los antecedentes personales de los lipodistróficos y<br />

ocasionar, en su raiz, un desequilibrio neurovegetativo<br />

y, a través de éste, la distrofia. Las infecciones<br />

óticas y respiratorias, la gripe, la neumonía,<br />

el reumatismo agudo y el sarampión destacan entre<br />

las demás. Como también las específicas: sífilis y<br />

tuberculosis.<br />

El establecimiento del ciclo menstrual y la menopausia,<br />

los embarazos y un traumatismo accidental<br />

podrían perturbar, del mismo modo, las funciones<br />

diencefálicas anómalas.<br />

Vale la pena de advertir que bastantes lipodistrofias<br />

a lo B.qnnAeuER-SrMoNS, s€ desarrollan conjuntamente<br />

con enfermedades endocrinas, tales como<br />

hiper e hipotiroidismos, addisonismos, obesidades<br />

tipo Dercum o tipo Fróhlich, diabetes, etc. Por<br />

lo que, en un razonamiento lógico, la hipófisis, la<br />

tiroides, las gonadas, la glándula pineal y el hipotálamo,<br />

se llegan a considerar como el punto de<br />

partida, etiológicamente, de las mismas. De poder<br />

hablar de un centro regulador de la distribución<br />

de la grasa, no ha de inferirse forzosamente que<br />

sea el responsable de la génesis de las distrofias<br />

especiales.<br />

Perocpll.r.-Por la intervención de tres mecanismos<br />

diversos cabría explicar el desarrollo de esta<br />

extraña enfermedad:<br />

a) Mecanismo endocrino.-Bastantes autores<br />

creen que la tiroides, la hipófisis, las gonadas o incluso<br />

la propia glándula pineal determinan el brote<br />

distrófico localizado, porque son ostensibles -de<br />

ordinario- las perturbaciones endocrinas o bien<br />

cuanto dependa de lesiones verificables, en mrís y<br />

más casos. Los síndromes hipertiroideos cuentan<br />

para MlneñóN (20 por 100 de observaciones de<br />

hipertiroidismo coinciden con lipodistrofias, iniciales<br />

o marcadas y típicas) y otros autores (Zrccrnn,<br />

SrrRrrNc, etc.). El hipoovarismo, para algunos. Lo<br />

genital, lo tímico y lo epifisario tendría, en última<br />

instancia, una significación secundaria. Hasta el metabolismo<br />

basal puede aparecer aumentado (hipertiroidismo<br />

latentó), "n proporciones consideraÉles,<br />

dg, un 70 por 100 (para Conrx), sin que su_corre-cción<br />

suponga una mejoría directa de Ia distrofia<br />

adiposa, como fenómeno natural.<br />

Signos radiológicos patológicos o tan sólo sos-o<br />

pechosos a nivel de la silla turca y síntomas netamente<br />

pituitarios, se dan con demasiada frecuencia<br />

para poder considerarlos como del todo fortuitos.<br />

La gran preponderancia de la lipodistrofia en la<br />

mujer, la exageración habitual de una adiposidad<br />

subcutánea en la menopausia, la aparición de los<br />

signos patológicos en la pubertad, etc., obligan a<br />

atlmitir el posible papel que juega la glándula ováirca,<br />

en parte por exceso de foliculina (¿exceso serundario?).<br />

Las conexiones de la glándula pineal con un centro<br />

regulador del metabolismo graso (morfología o<br />

morfogénesis adiposa) sito en el hipotálamo, no<br />

deben tampoco olvidarse.<br />

No cabe discutir, de otra parte, que la producción<br />

de hormonas influye sobre la nutrición de los<br />

tejidos, especialmente del conjuntivo. Y no menos,<br />

también, del tejido nervioso. Acentúa, incluso, disposiciones<br />

constitucionales (colaboración cromosomo-endocrina).<br />

La lesión principal liberaría (clásico fenómeno<br />

de liberación) a otros centros inferiores subordina-


306<br />

dos y engendraría hiperactividades y disfunciones<br />

francamente secundarias.<br />

La distrofia adiposa depende, despué-s de todo, de<br />

lesiones glandulaies múltiples, asociadas, por añadidura,<br />

a otras Perturbaciones.<br />

Y ú lipoatrofia y la lipohipertrofia simultáneas<br />

quedan sin explicu"iótt plausible -en contra de las<br />

a'diposit geneializadas, és decir,.de las no segmen'<br />

tarias- Jl *"rg"r, de una participación neurológica<br />

iftip"t"f"t"i;;ib" ésta depe,tderiatt las adiposis re'<br />

iiottul.t y el acúmulo o trasposición de masas grasas<br />

en el organismo.<br />

No resulti clara, por tanto, la constancia de le'<br />

siones, ni sus relaciones, para deducir un inconcuso<br />

origen endocrino de la enfermedad de B,arraquer'<br />

Ul Mecanismo nervioso.-El contenido vago'<br />

,i-pati"o de la sintomatología_ funcional referida<br />

;;;'i;; enfermos, como tanibién la frecuencia de<br />

i"*li"dot positivos cuando se practican , pttt:lut<br />

farmacodinámicas vegetativas (la de la adrenalina<br />

Mnnrcrxl Clíxrce<br />

y U a" la atropinu, ,obt" todo)- y las correlaciones<br />

ándocrinoneurovegetativas que llegan a establecerse<br />

""-"tg"iau, fuoorE.en una explicación en la que el<br />

factor" nervioso genuíno (y no el endocrino' como<br />

;;il;ti", y el uJg"tativo, como- secundario) desem-<br />

'p"f"<br />

"f ú*"f eseícial, más cuanto que el eje<br />

-tanto<br />

""r"btoe.pinal se considera intacto'<br />

-"<br />

i; con los mecanismos patogénicos<br />

"";paración<br />

del vitíligó y d" la esclerodermia aparece como muy<br />

elocuente.<br />

De nuevo, en la patogenia de afecciones raras'<br />

* hu uchacádo al hipotilamo sus incalcula-<br />

-con<br />

li"t de regulaciótt metabólica o del trofismo<br />

v en """,tos este caso el d""l ,ecumbio adipoto.-


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Blnnlqusn-Bonn¡s. - Actividad neuromuscular 307<br />

atribuíble a la alteración adquirida en las reservas<br />

nutritivas de las grasas.<br />

En fin, no hay que dejar de lado el grave inconveniente<br />

que supone el estudio a fondo de una enfermed¿rci<br />

larga, penosa, por cuanto cabe qug termine<br />

ilrfructuosamente antes de que concluya el<br />

proceso.<br />

Thar.tlllsNro.-A decir verdad, ha de consid.erarse<br />

como de resultados nulos, sin atenuantes.<br />

La distrofia puede experimentar detenciones espontáneas;<br />

pero jamás se ha dado la circunstancia<br />

de reversibilidad, como no sea, a veces, la disminución<br />

discreta de la hipertrofia. La atrofia resulta<br />

del todo inmodificable.<br />

Seguidas_ de fracasos, se han ensayado medicaciones,<br />

específicas o no, de la supuesta infección causal.<br />

En los dominios de la farmacología pura, la inmensa<br />

mayoría de tónicos generales, de vitaminas,<br />

de extractos glandulares (por ejemplo, de tiroides,<br />

de_ hipófisis y de ovarios) y de hormónas al uso, han<br />

sido prescritos. Ha tenido buena aceptación, a título<br />

de cura de engorde, la insulina.<br />

Entre los agentes físicos, el sol, la ltz ultravioleta,<br />

la electricidad en casi todas sus aplicaciones generales,<br />

el masaje, los baños, las duchas, etc., han sido<br />

manejados inútilmente.<br />

,También han merecido gra_n atención, el reposo<br />

en cama y la dietética, con sobrealimentación, érp"cialmente<br />

de grasas.<br />

Pero las secuelas, que- piantean problemas dp,índole<br />

económica (al résultar poco ir"rro, que imposibles<br />

determinados trabajos), social (al reduci, la<br />

convivencia fácil), psicológico o hasta psiquiátrico<br />

(complejo_ de inferioridad), obligan a tómár precisas<br />

medidas terapéuticas. aunquó el modo de conducirse<br />

de los pacientes sea n-orrnal a todas luces.<br />

Por ello la cirugía estética ha tendido a corregir<br />

el aspecto horrible de la facies de algunos lipod-istróficos.<br />

Cabe inyectar e hipodérmicamente,<br />

grasa humana o parafina. Y también hacer injertos<br />

de derunis, dermis y grasa, de fascia lata o de ámbas<br />

cosas, pequeños y grandes. Se han practicado, en<br />

fin, injertos aloplásticos (de resinas acrílicas o de<br />

tántalo). Los resultados, a la larga, parecen poco<br />

agradables por su reabsorción posible. Aparté de<br />

que los peligros derivados de una mala fijación de<br />

la pieza, de una hemorragia o de una infección ulterior,<br />

no siempre pueden obviarse, aun con técnicas<br />

esmeradísimas.<br />

CoNcr,usróN.-La enfermedad de Barraquer es<br />

de las que se describen bien, suficientementg desde<br />

los puntos de vista sintomatológico y anatómico,<br />

pero resulta imprecisa en cuanto a datos etiológicos<br />

y mecanismos patogénicos, siendo así que el estudio<br />

de la misma apasiona a neurólogos y endocrinólogos,<br />

por los problemas que llegaría a solucionar<br />

el conocimiento exacto del origen y desarrollo íntimos<br />

de tan singular distrofia segmentaria.<br />

Brsr.locnerÍA,<br />

I3eHrnqurn-RovrRAr.IA, I,.-Historja clínica de un caso de atrofia<br />

dc,l tejido cé ulo-aditr-pso. F-olleto. Ilarcelona, rgoó.<br />

Ref. sNouvrllc trconographie de la salpétri¿re), tomo XIX, r9o7<br />

Rcf. qNcurolcgischtS Ccnrra baltr, 26, n.o zz, t6 norr. rgoi.<br />

Un caso de distrofia adiposa jureni,l, , año IV 1r^.o z4),. tomo IV (n.o 4). r5-Xl-.r93o.<br />

Lyrrodystrophie progréssive (syndfome le Rarraquc'r-Simons).<br />

cl'a Presse Médica €D, 43o année, n.o 86 26 octobre 1935.<br />

Pathogenesis oI l'rogressivc Cbphalotho¡etic I.yfJodystrophy<br />

(Barraquer's DiscaSe) . s'I'he Journa, of the Nervous and l\Iiental<br />

I)iscascs, vol, ro9, n.


308 Mnorcncl Crí¡crcr<br />

cuyo recuerdo preside esta Reuni6n, aportó una contribucíón<br />

personal más señal,ada es eI de Ia, contracción<br />

idiomuscuhar. Cuando el 4 de junio de 1922,<br />

ante la Real Academia de <strong>Medicina</strong> y Cirugía de<br />

Barcelona, presentó su memoria sobre el valor semiológico<br />

de dicha contracción, dió a conocer un<br />

modelo de trabajo clínico, basado en una larga experiencia<br />

personal, pacientemente recogida, lúcidamente<br />

interpretadu y objetivamente expuesta *. En<br />

él señala L. B¡nneeuER-RovTRALTA de una manera<br />

clara y taxativa la distirrción que debe hacerse entre<br />

Ia,s respuestas rnuscuJares media¡izad,as por el sistna<br />

naraioso y las id,iomuscula,res, süuando es'M<br />

distinc,íón con todo su udlor y su signílbación semiológica<br />

en el cúnpo d,e la <strong>Clínica</strong>.<br />

En nuestra presente contribución procuraremos,<br />

siguiendo la directriz que él marcó, abundar en esta<br />

diferenciación entre ambos tipos de actividad muscular,<br />

yendo a buscar sus raíces al campo de la<br />

Fisiología, razonando sus modificaciones en el de<br />

Ia Fisiopatología y exponiendo la significación semiológica<br />

de las mismas para poderla utilizar con<br />

el sentido diagnóstico de la <strong>Clínica</strong>.<br />

Indicamos en nuestro enunciado que nos ocuparemos<br />

de la actiaidad muscular prouocadq y antes<br />

de seguir adelante es necesario que nos detengamos<br />

a fijar la significación conceptual y la extensión que<br />

hoy damos a este título. No usaremos el término<br />

actividad en el sentido organizado y superior que<br />

le da WelzsecrrR, no porque nos enfrentemos con<br />

su manera de pensar, sino-simplemente-porque<br />

nos interesa aquí otra acepción de esta misma palabra.<br />

Por actividad muscular entenderemos la actuación<br />

funcional del músculo, el mero hecho de<br />

que éste entre en función. Y como que la función<br />

muscular es contráctil, el concepto inespecífico y<br />

genérico de actividad vendrá a corresponder al específi.co<br />

y particular de contra¿ción.<br />

Tal actividad muscular podrá o no acompañarse<br />

de trabajo en el sentido de la Física, ya que, como<br />

es bien sabido, la contracción isométrica no conlleva-contrariamente<br />

a la isotónica-trabajo muscular.<br />

En cuanto al vocablo proaocada acordaremos<br />

emplearlo en una acepcün conuenid^a, útil para nuestros<br />

fines. Toda provocación sugiere un agente provocador-estímulo-que<br />

condiciona una respuesta.<br />

Los estímulos que recibe o puede recibir un músculo<br />

son múltiples. Y puede decirse que todos ellog,<br />

siempre y cuando sean suficientes-sobrepasen un<br />

determinado umbral-, inducirán como respuesta<br />

una contracción. El músculo, en efecto, está constituído<br />

por un tejido diferenciado que, de acuerdo<br />

con tal diferenciación, responde al estímulo mediante<br />

una contracción. Tal contracción es el único<br />

lenguaje con el cual el músculo puede responder al<br />

estímulo (dejemos ahora la cuestión de si puede<br />

haber estímulos inhibidores y el problema de la inhi'<br />

I ¡lsta memoria -


Tomo XV<br />

Núm. 5'<strong>1950</strong><br />

pues, de un concepto netamente clínico, cuya fisiopatología<br />

y semiología pretenderemos ahonáar.<br />

Decimos /c percusión y no su percusión<br />

músculo-1 ya que para que tal peicusión sea -del pro-<br />

lo me-<br />

vocadora de respuesta no es neceiario<br />

nos para determinado tipo de respuestas-, -por que recaiga<br />

precisamente sobre la masá muscular. Basta<br />

que sea una percusión que soli.cit'e la respu,estw del<br />

músculo, aplíquese donde se aplique, para que reclame<br />

nuestra atención.<br />

Digamos finalmente, y ya que hemos citado más<br />

de una vez la palabra rcspueita, que por tal entenderemos<br />

aquí toda contracción obtenid,a dt. amparo<br />

de las condiriones de prooocae.ión a las cualeg nos<br />

hemos venido refirendo.<br />

II. Esruuo Frsroparolócrco DE LAS REspuESTAs<br />

NEUROMUSCULAR E IDIOMUSCULAR.-DCSgIOSATCMOS<br />

este capítulo de razonamientos fisiopatológicos en<br />

varios apartados.<br />

A) Fund,arnentos.-Todo mús,cuJo esquelétíco está unido<br />

al sístdma neraío'so por medio iIe conexiones aferentes y<br />

elerentes (dejemos de lado el hecho de que en algunos<br />

pocos no hayan podido identificarse terminaciones aferentes).<br />

Aquéllas parten del músculo e informan al sistema<br />

nervioso sobre ciertas condiciones del estado de aquéI. Los<br />

puntos de partida son los receptores u órganos termínohes<br />

ánulo-espiral y arborescente -huso de Kühne-. Estos<br />

órganos son elerentes d,e traccíón y son específicamente estimulados<br />

por la elongación, por la distensión, por el estira.<br />

miento pasivo del músculo. Sólo muy raras veces son estimulados<br />

por Ia contracción activa de éste (estimulación supramaximal<br />

del nervio motor) y es dudoso que lo sean en cotrdiciones<br />

fisiológicas. Están situados ,ren d,eria,ncíón> (FutroN<br />

y P¡-Suñnn) respecto a los elementos contráctiles activos<br />

del músculo. Su esümulacíón tíene por resultad,o una<br />

contracción ret'leja, un acortamiento, d,el propio rnúsculo<br />

estimulado. A esta respuesta mediatizada por el sistema<br />

nervioso y que tiene su punto de partida -receptor- y<br />

su punto de expresión -efector- en el tnistno tejido, en<br />

el mismo músculo, se la denomina respuesta refleja- o reflejo<br />

propíoceptíao.<br />

En los tendones de los músculos oxisten otros receptores,<br />

colocados (en serie,n (Fur,rou y Pr-Suñrn), respecto^ a los<br />

elementos contráctiles y gue ion sensióIás "'ta ieis¡¿i,<br />

no distinguiendo entre activa y pasiva. No nos interesan<br />

hcy mayormente. Se interpreta-qüe actúan como ¡nn¡,biiores<br />

aütógenos orlgilando regulaciones que tienden a dis-<br />

¡ninr¡ir Ia intensidad de la tensión "n ei músculo.<br />

El érgano termínal efector nervioso en relación con el<br />

músculo es la llama da placa motrí2, a través de la cual se<br />

expresa la influencia de la uía linat común. A través de ella<br />

se ve solicitada Ia irritabilidad del músculo y su contractibilidad<br />

es despertada. originándose así la cóntraccíói, ja<br />

sea aohtntaría, ya sea la llamada refleja.<br />

En condiciones normales, pues, eI músculo esque-<br />

Iético está, y trabaja en íntim,a conetcióru con eI- sistema.<br />

neraioso. Esta conexión es establecida por un<br />

doble sistema aferente y eferente que correiponde<br />

(SnennrNcron) a los mümos segrtantos medila,res,<br />

y a través de ambos sistemas el músculo entra en<br />

relación, no solamente con dichos segmentos, sino<br />

con la totali.d,ad,, dinámica y actuante, del sístema<br />

neraio'so. Este puede así inscribir en cada uno de<br />

los músculos esqueléticos la impronta de su momento<br />

funcional.<br />

Pero el músculo puede ser solicitado a la con-<br />

L. Bennegurn-Bonn¡s.-Actividad neuromuscular<br />

309<br />

tractibilidad, en virtud de su irritabilidad, no solamente<br />

a través del órgano efector neuromuscular,<br />

sino-_también por otros uruces. Bien es verdad que<br />

aquél es el camino especifico, pero no es el únióo.<br />

Y entre los otros puede estar la misma acción mecá,níca<br />

del rnundo exterior.<br />

Ahora bien, esta autonornía que el sistema ner_<br />

vioso concede al músculo para póderse contraer solicitado<br />

por estímulos que él no-vehicula, no es una<br />

libertad completa. El rnúsculo esquelético en todo<br />

momento adapta su actividad funcional al control<br />

nervioso, en el grado en que este sistema se lo concede<br />

precisamente en aquel momento determinado.<br />

De este modo, Ia antiaid,ad func,ional det rnúscuJo<br />

sano con sus conetciones intactas o depende directamente<br />

del sistemn neraioso o está limítada y modulada<br />

-superuisad,a- por é1.<br />

La musculatura esquelética, pues, siendo el órgano<br />

de expresión más importante del sistema nervioso<br />

de la vida de relación, permanece siempre en<br />

íntima conexión y subordinación a éste, formando<br />

con él vn si,sú6nxd, eÍect'or ,armónico y hasta cierto<br />

punto unitario.<br />

B) Respuesta id,iornuscular y respuesta neuroffLuscular.-Si<br />

estimulamos mecánicamente un músculo<br />

para obtener lo que hemos convenido en llamar actividad<br />

muscular provocada, siempre y cuando el<br />

estímulo sea suficiente, pueden ocurrir dos eventualidades<br />

y con ello dos clasqs distintas de respwesta:<br />

l. Que el estímulo mecánico determine una d¡¡tensión<br />

--súbita- del músculo y despierte así la<br />

capacidad receptora del htuo de Kühne. En tal caso<br />

aparecerá -después de un tiempo de latencia-una<br />

contraccíón del rnism,o deserucad,enad,u a traaés d,el<br />

sistenza neraioso. Se tratará de una respuesta refleja<br />

neuromwcLcl&r, de un reflejo, en el sentido clásico<br />

de la palabra. EI sistema, a,natóIni"o y funciona,l<br />

mús c uI o- s k t em a ne r u ío s o - mús c,ulp p r op o r c io na, plres )<br />

al ser de este m,odo ,estilnulad,o, trrw respuesta relleja.<br />

2. Qu" el estímulo despierte directamente lal<br />

irrítabíIidad propia del músculo y ponga de este<br />

modo en march a su contractibilíd,ad,. En tal caso<br />

nacerá una respuasta local, no mediatizada por el<br />

sistema nervioso, una respuesta que no es refleja,<br />

sino id,iomuscu)lar.<br />

Éstas son las dos clases de respuestas. Estas son<br />

las dos clases de contracciones prorrocadus, en el<br />

sentido que hemos señalado. Y no puede haber otras<br />

que estas dos. Si hacemos abstracción de las posibles<br />

respuestas inhibidoras originadas etr los érganos<br />

tendinosos del Golgi, todas las respuestas<br />

reflejas del músculo esquelético están mediatizadas<br />

por la estimulación del complejo neuro-muscular<br />

ánuloespiral-arborescente, mái brevemente denominado<br />

huso de Khüne. Y las que no son reflejas<br />

son idiomusculares.<br />

Creemos necesario insistir en que el estímulo mecánico<br />

al cual nos referimos en nuestro estudio es


310<br />

Msorcrw¡ Cr,íxtcl<br />

la percwión meilinttte eI m'a,rtillo de refleios, y :obre<br />

todo, en que entendemos por estímulo mecánico<br />

de un músculó, no necesariamente la percusión gue<br />

recae sobre é1, sino ln peratsíón qtrc Ie estimula,<br />

recaiga donde recaiga. Es decir, definimos el estírntrlJpor<br />

sus electoi d" tul, no por su<br />

-topografía'<br />

Y aqui resalta una clara diferencia entre la respuesta<br />

,r".rio-,ltcular y la idiomuscular; mientras que<br />

para ésta la percusión estimulante debe- ejercerse<br />

uobte el propió músculo, para el caso de la respues'<br />

ta neuroinuscular es útil toda percusión, toda ma'<br />

niobra, que determina una distensión súbita del<br />

múscuÍo [,r" tto" interesa, porque es esta distensión<br />

en sí misma el estímulo esPecífrco.<br />

Recapitulando, pues, nos proponemos descrihjr<br />

d,os clÁes ,o üpós -d,e respuestus o cpnlrocciones d'el<br />

Ár*ru,to próaocad'as por uolantad' del<br />

"rquáIéti"o,<br />

explorador:<br />

i. La respuests' o coüracción relleia .o<br />

nfu:'o'<br />

muscular, q.r" Ja respuesta propiocdptiua infor'<br />

mada a táaés ", d,el sistenlls' neruinso (tnúsculo'sis'<br />

tema neraíoso'músculo)-<br />

2. La respwesta, o con'tranción' i'diomuscu)ar, au'<br />

tóitona y pio'pia ilal múscuJo, pero moduJa'<br />

"yy1<br />

i¡An ü*üi¿" indirectamente grarluada por el<br />

sistema<br />

"=rá nervioso.<br />

El primer tipo de respuesta es, como sabemos,<br />

una respuesta específi'ca - a los estímulos de trac'<br />

o i" distensión del músculo, recogidos por<br />

"i¿" órganos receptores apropiados' Para poder com'<br />

prE td", las característicás de esta respuesta<br />

,será<br />

lonveni"nte que desgranemos rápidamente los datos<br />

fundamentalei que han informado sobre su natura'<br />

leza 1' características.<br />

C) Aclquisición tle los d'atos lundd'nxentales<br />

acerca del<br />

,ril¡o--ir--iitr"ión. En 1860, Bnoxncrnsr saccíonó las<br />

A"á, pisteriores en - una rana preparada y determinó.de<br />

;;-;;d" tn alargamiento *la en lós múscuJos correspondieni"..<br />

Á.i demástró participación del sistema nervioso en<br />

el -- tono muscular.<br />

fn fSZ¿, Enn, y en lBT5, We srrnlr-r describieron el he-<br />

"ho q,r" "i p.i-ero de ellos califrcó d'e -"fenórneno .d'e.Ios<br />

tend,oies> y que posteriormente ha sido llamado casi siem'<br />

pt" -rrritt"í"'t"nriínoro,, \


Toruo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Benuqunn-Bonoes. - Actividad neuromuscular 311<br />

do que todos ellos son reflejos muscuJo¡es, intrínsecos,<br />

propíos s los músculos, rat'lejos múscuJo-muscu,Iares. Aboga<br />

por llamarlos reflejos muscuJares o reflejos musculates por<br />

traccíón (


312 Mnnrcrrrl Clíxrce<br />

zar. Lo que ocurre es que las denonuinacíonPs más<br />

corrientes hasta h,oy d,ín no son ni siquí,era mediannmente<br />

buenas, sino errónaas.<br />

Otro problema también de nomenclatura y que<br />

sólo dibujaremos aquí, se suscita al intentar referirnos<br />

al reflejo fásico clínico de tracción de cada<br />

músculo en particular. W'enrENBERc aboga decididamente<br />

por no,rnbrar al reflejo'por eI múscuJo correspond,ierlte,<br />

que es en realidad lo preferible desde<br />

el punto de vista fisiológico. Así, ref,lejo del cundríce,ps,<br />

en lugar de rotuliano, ret'lejo del trí.ceps sural,<br />

en lugar de aquíleo, etc. Pero Morvn¡CI-KRoNN (1949)<br />

responde con cautela y astucia haciendo ver las dificultades<br />

que pueden presentarse una<br />


Torvro XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Benneeusn-Bonoes. - Actividad neuromuscular 313<br />

aplícación de Ia percusión pro-aocad'ora y de las -ca'<br />

,l*turí"ti"as de -intetwidad,, dirección, brusqued,od,<br />

etcétera, de esta percusión.<br />

Sólo conociendó lo mejor posible los hechos fi'<br />

siológicos y fisiopatológicos en juego y los detalles<br />

de té"cnica o m¿tódo cllnico, podrá llegar a estable'<br />

cerse la relación que hemos expresado y es e-sta relación<br />

la qt" ptóporciona en su justa medida el<br />

tan ansiadó -pot-"l clínico entusiasta- Q16ls7 5s'<br />

miológico>.<br />

4. "Crítíca d,e las concepcion'es de algun'os atúo'<br />

res a,cerc& d,e las respues/r$ n'at^erotr¡wculares e iilio'<br />

musculares y de sui ne{,aciones rnutuns'_Lntes de<br />

purur adehíte, y para dar razón y ."i."Pp.lo, +" l,t<br />

lcentuada desóri'"tt'tación que ha presidido habitualmente<br />

la concepción y expósición de estos problemas<br />

p.euio* de sem'iol ogíí, q,i"t"-ot transcribir las deslripciorres<br />

de alguriou u,ttotet de merecido prestigio'<br />

No vamos a entretenernos en referirnos a -aquellos<br />

-tantísimos- que hablan de reflejos Para no detenernos demasiado<br />

ffi;;; .olarrr"rró]-."g* obvio,,que DurnINr basa el<br />

;;;;ñ; á" t"n":" tádinoso "t en el mero hecho de que<br />

, .<br />

aparece po, p".",riióo á"1 tendón, desligá-ndose de. cualquier<br />

;ilitr;; ñslopatológico y aun diferenciándolo indebidamente<br />

de los reflejos cuando en realidad los<br />

propio. refleios "-""-Á"."ulares, tendinosos son precisamente neuromuscu'<br />

í"r-ü-..gri" "h"_o, señalado al- principio del. presente estudi;.-'Ei<br />

;;dó" j""gt -rrt papel -meramente p-asivo- transmi.<br />

ii*¿á la traccién ál -ri.óoio' En cuanto a los únicos re'<br />

fl;j"t llamados neuromusculares por DnmnrNE'<br />

-suponemos<br />

;o,";;;t;t" d" las ie.po".tut reflejas que en-los estados<br />

á"" refleja profunda,. aumentada<br />

"ittil"¡itii"a<br />

-pot'ptt'""sión -espas'<br />

ticidad- aparecen<br />

sóbre el propio.músculo<br />

-<br />

oitt"¿ á"1 utt-"ttto á" la zona útil o eficaz de provo'<br />

"t cación (habitualmente llamada con error veremos<br />

-según<br />

á".p"¿t- zona reflexógena). Como vimos anteriormente' ya<br />

¿;;;" demostró i-gtz que por percusión muscular di'<br />

*"i" p"ái" obtenerse "tt a veces un verdadero reflejo'. Final'<br />

-."i", Dr¡nnIxn reduce equivocadamente las condiciones<br />

d" -;;;;ió"<br />

iou"" desairollan una semiología desventuradá' ivras ade'<br />

L"i" a"¡"remos referirnos de nuevo a lo expuesto por<br />

;;;<br />

";t;ter.<br />

de la 'contrácción idiomuscular, señalando<br />

expresamente un muscular- en el cual<br />

".todo -atrofia Pero<br />

-desde<br />

ahora conocemos ya las premisas<br />

sobre las que asientan sus desviaciones'<br />

Vemos, pues' que tanto el concepto de ureflejo- neuro'<br />

*"tá"lut, ¿" ó"i"otnu, el de-


314<br />

explicar, pues. en 19.49 la refcrencia<br />

cipo explícita<br />

de sisrernariza"ió"<br />

a un anti-<br />

completamente en 1900<br />

fuera '";;;;"1 "ubo<br />

y hoy<br />

d" I"guriluJ<br />

tes: En primer<br />

r*or,". son las siguien-<br />

lugar,<br />

-h""rro-f,,<br />

cación "r<br />

q"""i""[r""l"<br />

de Sn¡nnr¡¡croN _preserrtaiu i"-rJ""i-<br />

trabajo en<br />

de<br />

Ia discusión<br />

JBNn¡essrK a un<br />

en ocasión<br />

ternacional a"i xfti'ó""g.irJ<br />

de Medicin"_ ."<br />

n-<br />

pufii"uru<br />

]o que también<br />

faeilitó en francés,<br />

su. crlnocimi"rrto po.<br />

DeJenrnr, un semiólogo<br />

interesado<br />

como<br />

-"" ;;;;;; ñ ;",l.'d;"bil:"¿J'n"_<br />

chos clínicos oue él habá--p"uüro-"r,<br />

dc<br />

evidencia<br />

veces<br />

centenares<br />

.,,.<br />

"r<br />

.rf..-o.-foñl"ijlia"a<br />

clásicas.<br />

y precisión<br />

En sue son<br />

segund" I";";;-il'<br />

por<br />

a"""iiá, ¿'"<br />

su ;;;;;-t;:*^,<br />

maesrro Du'anrwe y su atenció" f;"d;;;;r"f "" semiología U<br />

Ia<br />

-ro Í -fi.iopaiol"glá_ que<br />

a reproducir Ie han llevado<br />

en er prórogo'de ,,i-i""i"rrt"<br />

mismo pasaje. Claro esti que "ur"'lir"i¿"<br />

puede<br />

"r<br />

ayudarnos,u "Ju de motivos<br />

"rpt"rración<br />

"o-pr"rrd", "¿_o ha ocurrido pero no ha justificarlo. el hecho,<br />

Fermit; il; cuenra _esto<br />

como en Ia sí_ de<br />

obra de hombre.<br />

bajo a un ñ;-l;"p"i*ir"a"<br />

asDecto l,*r"-<br />

ig ulu _por<br />

Tnoues, "u;.ü;; ejemplo,<br />

a Ar,ronÉ-<br />

Ia semioloti;<br />

junto ¡;i"'roi_ pueden<br />

a descripcioner.<br />

encontrarse<br />

miTucio.*l"i""i"rrtes,<br />

presionantes realmente im_<br />

nor,su detalle, A"<br />

brozado,<br />

por<br />

".ti'aspecto<br />

ellos des_<br />

coneencion"S<br />

"-"*il"i;rrr:;" erróneas<br />

tes de o<br />

otro.aspe_cto<br />

insuficien-<br />

A" I"-ñl.riu'ár".ti¿rr.<br />

Lo que dice eI esbozo de sistematización de snrnnlxcro¡r<br />

::^" P_"jTlwr.y Axnn;-r"oiros-.lrá¡ur,, nos rmportancia<br />

tiene mucha me-<br />

conocerro que captar 'a .""ti;""'¿; 'r"r<br />

reseña. Digamos simplement"<br />

rofisiólogo ;r"; tal momento<br />

insrés el neu_<br />

sereflejos<br />

utendinosos,, -esfuerz"'".,"iit"renciar verdhderos<br />

de fal.ás ;h";o. *breve tiempo de<br />

Iatencia- producidos - p* ;;;"; dói -<br />

i""¿]r"." .<br />

i.iiiái¿ *" _<br />

nos tend,ínososD.


t Touo Xv<br />

Núm. 5_re50<br />

I I<br />

" L' Bennequrn'Bonoes'<br />

-* Actividad<br />

I I<br />

neuromuscular<br />

ll "y#"::tr";",i.i!,1'f#: É:3?ff"*-^0T",::#f# fl:: ff,::11",^,.:r.:r,jetivo para nuesrra ,ab 3Is<br />

u t"-,rii,fiifi-7:"^:^!t*::y!^ ¿" ;;;. d;',:'::'lll"",,lXolui.j,"::_f"* nuesrra r nes y de circunstancías rabor diagnós.<br />

son "o"¿i¿i _<br />

gerir<br />

--cotuiderooit"r.- ,rlr"*?*"oXX1li"#:rj.=, ¡ Hasta aquí hemo" "*pi"r-ülr,l#r,a* u ,o.<br />

"prJ"d" i;p;;*, las ven- ,:i;r::i,i:, *"¿¡txl"ii*'i-'uJ-"".gn"iu,l""tii .",¿ t tajas' de la sugerenci" a" Á.^'ii; "n-Jl<br />

iffil:, i"ro * método :.: !, ;";;ü;"; Í: !' "b^ái'' ii'i"p'.t"t¿si"^<br />

t preciso tu*H¿','r"i;r;; ñ ii*it""io'es de ü n"ru :*;+::r;r:;<br />

"pr.- "uí:{;,,9,HjtrJi<br />

f,Jr,;:"i#i,<br />

I "ii"fb',:::':;;i:;:f:i;;:'ii:!"{;#:i;¿i re es'la<br />

'üermin.r.eiu -.¡i-;o;":t?'"1*'"#:i'i:-':Iffi:u:<br />

I i:i:; li"uto, tensa uno funcün, ,," ,,i*!f,.. ;"il"311;;tT"ffififf.'"-'"-¿' que un .";;;;;- de ut'idaJ<br />

1 i:;trf'f,".'o,l!,!,x.ri::':{x'r:'::"##*;i¡i^<br />

-?,;,i:x,:r(#::T: ¡,::?i,!: p.r.ouocaeün>.<br />

| '*frü'' lr","o"¡" li "ri"i"'" nos venim<br />

I riendo "uur á{,"T.' es ante todo un refleio a"tt*"il"l;;;;; por r:ri"f.q.¡.{"*.ñ#'3,#ifuf#i*i";*f;;U<br />

los-clínicos_at<br />

I<br />

.'"i"-rr* a cierras circunstancias<br />

f;iF'$;-;ff'::,;li.;lx1J"i:?,fi:""H::É:i: iír##T#:-,"'J'iJál¡"" ñ;;';fi"",".u<br />

I * sóto una, cuatidadi;;;;";; | h esetrcia, aaf*ii"¡,<br />

""í{íi"f'.';"Í*;::f:"::';,:y:,,ii,l,t:':;:,; :::f::" : ::ti;i ñi6iir;JT"::rjr;"ffit:<br />

iüi:{x{'i:ii ;*:#,"tilTfr:i ¡1 ü:<br />

;j:,t:;jí;'"#,Íh::":*xr*iJri_,*:"t***q;i*',rj.,,:","*já.-""", j.TJ*<br />

í:#::;:,k í';;' !: ;:i" ü;!,H:: :":ixr;,,:i l, +,*#l#7 *iil*i,li t,üig"";<br />

deaerminndas'ciícurcta.;fu..-í" metód.ico *" ,"* a"l ilí*"¿ o


316 Mruc¡x¿ Clí¡uct<br />

prenda a un encuadramiento global de estas cuestiones.<br />

E) Alcance y límites del concepto de reflejo.<br />

La regulacíón centnal del ret'Iejo de tracción.-La<br />

concepción y la expresión de .<br />

Pero este mismo concepto lleva implícito se<br />

le toma €n un sentido demasiado estricto- un -si error<br />

de simplicidad.<br />

Toda respuesta refleja no es la consecuencia sim'<br />

ple, exclusiva y monótona de lo que dicta el trayecto<br />

neuromuscular del reflejo ---e1 físicas), limitándose a urefle¡'ar, lo que reciben.<br />

Por ello, como dice el Prof. J. J. B¡ncn Gov.l¡crs, he'<br />

mos de adoptar cierta cautela ante la expresión (arco<br />

feflejo>.<br />

De acuerdo con esta cautela -y aun acentuando su<br />

penetración- Víctor von WerzsacKnn expone de manera<br />

iotunda la insuficiencia del concepto clásico de arefle'<br />

jo>. Dice este autor: > una significación convenida,<br />

diferencial y útil, entendiendo por tal aquell a qetiaid,ad<br />

tnuscular med,ia,tizada por aI sistema neraioso<br />

en respuesta a ,rolgorr, que par& ntbestro caso es Lo<br />

que hemos conaenido en llamar , haciendo de este esfuerzo el tema de<br />

un venidero trabajo de revisión.<br />

Examinado, pues, desde el punto de vista que se<br />

quiera, el concepto de Ias respuestas reflejas fásicas<br />

por tracción muscular clínicamente provocadas, por<br />

percusión, presenta problemas marginales incesantes<br />

de cuya debida delimitación depende la justeza que<br />

de aquel concepto nos formemos. Si nos referimos a<br />

Ia base estructural y fisiológica de estas respuestas<br />

nos encontramos con el reflejo de tracción, pero he.<br />

mos visto que ambos conceptos no podían superponerse,<br />

porque una cosa es que este reflejo sea la base<br />

de aquellas respuestas, y otra que sean una misma


Toruo XV<br />

Núm: 5 - <strong>1950</strong> L. B¡nnleurn-Bonnls. - Actividad neuromuscular 317<br />

cosa. Si es al capítulo del método de examen clínico<br />

al cual dedicamos nuestra atención, echaremos<br />

de ver en seguida la importancia de Ios detalles de<br />

este método en las características de la respuesta<br />

lograda; pero el dar excesiva importancia a las circunstancias<br />

del método, a sus detalles, nos llevaría<br />

a la concepción errónea de fundamentarlo todo sobre<br />

la (provocación>. El concepto de <br />

y el llamar a un reflejo por el punto de<br />

percusión, son resultantes de esta desviación que<br />

hace esencia de la circunstancia. Si atendemos a las<br />

características externas con las cuales la respuesta<br />

se manifiesta apreciaremos en seguida que casi<br />

siempre ella no se limita a un músculo determinado,<br />

sino que afecta simultáneamente a otros y que tales<br />

características vienen condicionadas también por<br />

las regulaciones que seguidamente se originan en<br />

los músculos antagonistas. Si queremos penetrar en<br />

la naturaleza central de la regulación de la respuesta<br />

es entonces cuando nos percatamos de la insuficien'<br />

cia y limitación del concepto de y cuando<br />

se nos hace patente la complejidad de tal regulación<br />

central, sobresaliendo especialmente algunas<br />

ideas -tales como las referentes al origen de la<br />

espasticidad- que significan una revolución de lo<br />

clásicamente admitido. Y si por encima de todo ello<br />

meditamos que es la (persona)) la que nos suministra<br />

Ia respuesta, la complejidad de aspectos adquiere<br />

su colmo. Nadie de jará, en efecto, de valorar, para<br />

no citar sino una faceta evidente y que está en la<br />

experiencia de todos, la modalidad global, total, de<br />

comportarse el sujeto examinado al ser sometido<br />

al estudio de sus respuestas reflejas por provocación<br />

clínica. Es sabido como los pacientes


i' Muurcr¡r^r cr.ínrc nfflññ]-,<br />

d:",:;::;;o;::#,::,,?T""il:t"#i!)i,f]""fiX "t"#;*t mos hemos derimitado. Es, pues, una respuesra faci.<br />

esta definicién diciendo que el tono es un estafl,o o"orZlilitada<br />

pgr el propio *tn*,i1o autóctoni, irugrudu<br />

sión actiaa de los músc-ulos, perm,ffiente, inaoluntaría, ua- en su mismo seno, en virtud de sus propiedades de<br />

riable en su intensitl,ad, según las d,íaersas acciones sín- irritabilidad y de contractibilidad. Y l.^ no partici-<br />

át:-u':;f ;,":;!f:#, nre"t",::!n!"k:"::,^'"!:uíÍ l,it',1 f.lt*i"i"t,*" nervioso en _originar,<br />

en rraguar,<br />

reflejo etr la prirnera parre de la deflnición. En -"üd en engendrar, esta respuesta la distingue clara y<br />

prejuzga demasiado.,, Para Fox los reflejos intervienen taxativamente de la neuromuscular o refleja.<br />

modiflcando el tono, pero éste puede existii sin que haya Sin embar_go, hemos indicado ya al prú"ipio a"<br />

*i"u1",",:.':lHi""tffl"",nT"t^"" ","J.1i""T,",: ":n: nuestro estud-io- que ,i bi; dichó sistáa nervioso<br />

cepto- es una propi"d"d idiomuscul¿rr. Forx -1'"T .-i" no intervenía directamente en la génesis de la res-<br />

"4"a"<br />

de ímíncíón d'escríptiu¿


I Touo XV<br />

I<br />

I<br />

Núm: 5- <strong>1950</strong><br />

I i'liü J"-i:i: r¡: üs#':::i i'i,;,!i,i"tuü::. dad en #Tüii:iu:l der<br />

RlcHur'.1r"* li,.j-::tl"zaminto<br />

arrícuro<br />

.l"."llo'¿"<br />

que er múscuro<br />

su quehacer en<br />

de fisióloo., muestron dedicado ¡noviliza.<br />

especialmenü<br />

""l" 'i""ma ,'"roio; ;";T::ff;: otra característica diferencia también fundamen_<br />

ilj:ü?H *{tql'ilji,;Ti;tr*H"iru:*-'.^"1i; tarmente,.r"..,,p';;; rurar' ;#o-,.curar<br />

Rrc¡rrr de ra neuromus*<br />

.generalízi ;¡ ^;;n,"pn ' hace áe ¡,,i,,0¡tii'"h,'f; EIll<br />

::3: h";; exren'síbll ;i;r"i"i" ;1;;-r;"diu*, de su<br />

" ;;l; íír'ílr,rurrur^ ,r.rr"nrir*|*'o,i,í prguocac,1ór. pur"-i"'rñ;;i;^"á::;:respuestas<br />

-dándole un¿ transcenclencia teyes a<br />

¡¿.;""tas<br />

teyes i<br />

¿" i""i¡ár.'p"r"- ";";";;;i"rtrr"::, iln.¡", r¿ri;:,<br />

ñr.,r;;-;. ,1.íí"u'r¡;; _lo,rr"r"sario ff;:.:il" museular, Io fundamental<br />

ñ ?'1Hl i *n"l""i*_"s<br />

::ii,"ti:;":1"ll","lJii*'.1,:i.;r.y"fi"lH, el esriramienro<br />

;i"-?".'.,ro brusco<br />

pués de aislada estímuro<br />

"co..espo,,di",,t",<br />

erectivo de ros<br />

"'t" "'i'u",,,...,¡tt¡;;-;i;;"r";il";;; recep-tores<br />

"r.r"riJu-u"ü rr"r"ión. de rraber confundiio i;'tu.t,ál;r¿"r' *" Esta es Ia única<br />

'H"J"il;iíü- "orrdi"iór, r.1*"1 n"i"^iu provocación - crínica. Er<br />

iiiii"fTj.?,*Á*i:";:,r;l;;*:##,:","¡ ¡:É pu;;;-J". apricaciói<br />

nervioso' á" u percusión es sóro una cir.<br />

,0"0.<br />

",,, ", ;:;,^::",-:::l'" ar.srstema cunstanciu<br />

La irritabilidad' pa'a el -odifi""!ü traable, de<br />

fisiólogo acuerdocon<br />

fiancés, es<br />

las<br />

Ia sran "*ig"r"i". d. ;q;;ilu'"*ai"ión fundamental. Bas_<br />

f':i'""1íT'"!: r;"::#,:::;,,i;#,ir,,"*,,il;ruxr";.p<br />

también la vida p"rti"ulu, -¿;"i",;;üi;il;;<br />

i*r",L:1:fiü;-ijl"mixl3ffi:iTj j*:::,"";<br />

;;i<br />

'lr'ffi"'.ii sfr"":n t xl"ru i::; ii*ln*r ;? "4iinryüri:: :;:ii tr!i;###.1"i1ff;<br />

i.?x1il:::'::'i:¡r,::1'f"*iJ"TtT;¡r,$,".Ti:,:l;.J; circunstan"iu"l-i"," ;{#;'* metódióos de ra percuría<br />

más que rrn p-roceso parcial v -,?rlipr"]^--o" rto se' sión sobre tal o cual tugu;'-.. zonn, de proaocacíón>.<br />

La posició" ¿"-Rtá"""J" ""::";;"':, ¡i"n-"iuru y caracte- ,.Pa-ra despertar \ yípu",r.ta id,íomuscular,en camrística'<br />

Él mismo sqilla "' ''u-f,ii-;'l;ft; i"."tl:::; yii,-l1 i":ówióna"¡" i"uli zarsenecesariamenre so*<br />

;iiff"'#1"'o)n1"" ,!:i:,r"*::,,;i,"XTj;^i;il" i:;#:,;;.. ,;I:i:##1?"r#,lnj"#,i#T,j:*j",..<br />

cendencía o eugttlclgn<br />

cí6n<br />

íncípío<br />

v de Ia ";-;-i'; de<br />

división<br />

La difert<br />

J."i. ,"iríiá , if ú"¡,Lo;'i,#:iK l1"1rru""d" ;;;¡i" _"-illmco, sino Ia irritabiri-<br />

Ia célula como crara"t"títti""-i¿"ica v fund"Á""1"í-í"r,1i dad y ,la contractibilidad general propia de las fi_<br />

';X:;,:,;':*:,I",'f"X:l:'*t::n :il""T":"#f :"?3;yi b; il.":i"i" *'ffio"""ión, por ro tanro, de<br />

!::y:i;:"!:{'b"R','""T;ix*"j*i;"f;{"J,Hil:?# ,¡: 3;n mlli;;;#i# ti"*'ql" ,"*,,"'"', esre<br />

i,;::::;:"J,2:;:,r!:'i:i;:,,;^* "J!,íi'T,x;,i:,,:*]:* Respeeto .. e:t" probrema_ de ra provocación de<br />

v lormas de ta caracrcrí,s.tí"o lii¡ro-,-¿;" ú*,;;;r"""r#':ir7, l1-::^.t:.sta idiom;*"1;;;"b;#r torJJ,lll. ¿rr"expresada<br />

en la tercera idea-aiJpi"áa, j, *¡rrr#ti#"í""í; renciarla d"t ripo"á" i"lpr".," que puede ocurrir<br />

Ia célula.<br />

0"Y.":0il'J'h::$:fi;:'"nÍ:l:,:""'üi,.i?ui<br />

i? l?0"".:*: 5LffJ:"':,9'i':l'i:"':,:""";:;i**r*1i# trll<br />

plemente recordar su concepción ¿" i""ll¡r"ünj"i, tiT, -"r-r""ri"<br />

""rá músculo. 'é"<br />

{:l entonces quizá de<br />

1"n,"1il',Í5:" u$:J*X1*1;1"*:.g"1"';;;;#T:' J# una estimutación ;;Jr,rla indirect"-.ni"<br />

mas a éste<br />

que en con<br />

ástos los problemomentos<br />

a través de aquéI. An¡nÉ-TlroMAS y Arunt,tGUERRA<br />

".ruo"ottt<br />

mente con la respuesra i¿io-r..,il#s tratando' especial- señalan esta posibiliJ"J-y .., ¿"¡ia" diferenciación.<br />

Es preciso ahora que esrudiemos<br />

terístícas<br />

argunas<br />

de<br />

caro,c_<br />

nroduncizn de to-"onn*iu, üT-r,:'ü,!nii,il,1,i]iJlx"**fi cular' Para fllo<br />

¡d¡o'*^- iu r"r" seguiremo* á"'que ra<br />

lu ,r"rdádlr" respuesta idiomuscurar "",:_;rt:<br />

nida' expresiva" -*i"r"- "*pgsición<br />

puede prop"g"*e hasta -u!i't'",- ;; L1B;;;0""*lñá- er tendón, hecho á;¡;ñ'lirE"i"-ao;;; no debi-<br />

vIRALra' según e'ste autor señala, tut .orrir"ü¿'o'r" ü francesa, según<br />

pb"-o, fi".ord"-o, u-b"rERrNE "r"our" y a srcano y<br />

:ffit"Hi:'H*"Tü ffff:y "^: {i#l;:iü :T##ffi';;il:" J ffi," h;v; i,,r,r","¿"<br />

músculo se deprim" Io"gii"d1"tt"""t"-""lirrT"g*;<br />

tenston transversal correspondiente<br />

En ra respupsta<br />

al diámetr;<br />

ídiomuscüar cada ribra responde<br />

cuerpo excitador, depresión gue- no 4* f";í;;;:*e,seg(n<br />

puede 9r<br />

grado de wcitanión, y ésta<br />

carse ';';:",#::inn(, sólo por una acción mecánit;;i;;;"."tiri ""pri- a Ia iiíi^¡¿,<br />

poi rysiaa ¿ercíi¡r,a¿o<br />

simultáneamente empieza la<br />

uí<br />

ftrmac-i¿it ogrr" proaocador.<br />

a"i como ha sugerido To-<br />

el mismo punto deprimid"-t;ü.at*p"'"";ñ; ""¿o'L nnu*re--FoNr, se trara de una apricación particurar<br />

a" !, /i i", s*arog. Dado que Ia superficie del<br />

mente. Limítación y tentituá so^- d,o,<br />

";;;;ír;;;, excitadoí<br />

",r"1".r"" ;l?g;;;i 9<br />

semiesférica, Ia gralr*'iüT$*:li,t"tTx'*:ffi1ilt:TJll<br />

d;;;ró;-d" L-i,,,",,,iü;;ra percusión es iguar.<br />

mitación, sin embargo. á;; ;;;"nderse,:;i";;,;; -Hff{j',::t*1,:":l;:.*:',:,<br />

;;;;fr9o:{7.¿;TilffiT"H:<br />

:¿a;:1";X',J*1'í," muscurar orrece<br />

_dir",u,,"i"u*ü,,",,,e considerabres.<br />

idiomuscular, especiatm.il;;;""-á,<br />

puede extenderse aún :. f!'q:r".* !:r"r#r:Lr":¡:;:X;:{i#ji"ij'i**:<br />

hasta<br />

"ii""¿¿" y corñportar cu'rar.Hi" debido a que<br />

"" en tares casos es máxima


320<br />

Mrnrcrxl Clímcr<br />

la distensión pasiva provocada en las propias fibras<br />

musculares y, por lo tanto, máximo el estímulo.<br />

Así ocurre que en los individuos


Torvro XV<br />

Núrrt. 5 - <strong>1950</strong> L. Bennequrn-Bonols. -Actividad neuromuscular 32I<br />

Aunque procedimientos de detección más finos<br />

que el método clínico ej: la electromiografíapuedan<br />

poner de manifiésto -P. de modo más detallado<br />

él del músculo ante la estimulación<br />

experimental, "o*póttamiento descartando quizá la noción- del pun'<br />

to neutro, la exposición qué acabamos de hacer del<br />

régimen habitual de convivencia entre las respues'<br />

tas nenromuscular e idiomuscular tal como se pre'<br />

senta en Ia clíni,ca tendrá si'empre un ualor cierto y<br />

capital, pues descansa sobre la utilización del mé'<br />

todo básico de examen de estas respuestas z I'a per'<br />

ct^tsión con eI martiJlo llamado de ret'X'eios. Y es en<br />

este sentido, acogiéndonos a la dirección clínica bá-<br />

'<br />

sica de este trabajo, en el que nosotros la queremos<br />

valorar.<br />

Partiendo de su conocimiento nunca podrán<br />

aceptarse concepciones tan erróneas y equívocas<br />

las de DnJrnrNp y de Src-tRD que antes hemos<br />

"otno<br />

referido y cuya fundamental reprobación fisiológica<br />

hemos razonado ya también.<br />

B) Modifi.caciones del régim,en d,o co'naiuencia,.<br />

---


,,,<br />

esta respuesta refleja ligada a una ampliación de<br />

la zona de provocación. Trátase de un ñecho enfocado<br />

por primera vez debidamente por CesrEx y<br />

Rocnn en 1922 y en el que ha insistido con justeza<br />

'W,tnrplveERc en 1945, descuidando citar, sin embargo,<br />

el trabajo fundamental de aquellos autores.<br />

En los músculos que están situados bajo Ia curva<br />

cóncava de una articulación o de un conjunto de articulaciones<br />

depresibles, la depresión súbita de esta<br />

articulación o articulaciones producirá un estiramiento<br />

igualmente súbito de aquellos músculos y por<br />

esta vía podrá inducir en ellos una respuesta neuromuscular<br />

refleja. Este es el origen de algunos reflej9s<br />

que _a veces han sido llamádos upurádó¡ico",<br />

o . En este capítulo caben él reflejo del<br />

bíceps determinado por percusión supraolecraniana<br />

y el reflejo de los flexores cortos de los dedos de<br />

Ios pies producido por percusión del cuboides, habitualmente<br />

denominado


To,uo XV<br />

Núm: 5 - <strong>1950</strong> L. Bennequnn-Bonnns. -Actividad neuromuscular<br />

percusión prouocadora es eficazmente aplicada. Esta<br />

no es una nota esencial para la definición de la respuesta;<br />

es realmente en este sentido un detalle circunstancial.<br />

Ahora bien, eI método a!ínico d,e examen<br />

está, h,ech,o del detalle y la clíníca está, laeeha<br />

de Ia circunstancia. De este modo, aungue lo fun_<br />

damental fisiop¿tológicamente sean el tipo de respuesta<br />

y el músculo que la proporciona-, desd,e eI<br />

punto de aísta dE la clínba tlcni tam,bíén gran írnportancia<br />

la zona de prouocacün y aun loda.s ,las<br />

circunstutrcias que carácmrizan a éita en cad,a caso<br />

partí.cul,ar.<br />

Como hemos dicho más arrib \ es relaciotwnd,o<br />

La esenciq, t'üiopatológba der t'enómeno con ra circ'unstatrcin<br />

netód,ina de su proaoca;ción coaro $eí<br />

logra, _captar sI sentido del mismo fenórne"i. n, h<br />

aonsideración de la físíopaw:togta en funci,ón, del<br />

método -expresión d,e ,)a base en función de la<br />

circunstancia- ln qug establece Ia relación significatiua<br />

quq nosotros llarna,mos , *u á.fii*"<br />

al -mismo tiempo la respuesta idiomustular ,il i;,<br />

músculos de Ia región Lnterior de la pt"r^;. ñ;<br />

aquí que en tales circunstancias Ia percüsión sobre<br />

el plano enterior de la pierna p.odu^rc" ;";ñ;;-


324 Mnp¡crxe Cr,í¡{rcl<br />

ces de modo exclusivo -y a primera vista para-<br />

Cójico- una flexión plarrtar del pie, y ello es a través<br />

de una respuesta refleja, neurorntrscular. de los<br />

músculos de la región postericr de la pierna, espe'<br />

cialmente del tríceps sural.<br />

Sin embargo, si la percusión se realiza en estos<br />

casos cerca de la garganta del pis, a esta respuesta<br />

refleja se imbrica a veces la respuesta igualmente<br />

refleja ( distintos aparecidos por percusión en la región<br />

dorsal del pie, dando de ellos la siguiente descripción:<br />

a) Un reflejo pred,orsal, reflejo muscular de los interóseos,<br />

producido por percusión sobre los espacios interóseosmedios.<br />

Depende del territorio del ciático poplíteo interno.<br />

b) Un reflejo retrod,orsal, reflejo del músculo pedio,"<br />

producido por percusión a nivel de las inserciones de este'<br />

músculo. Depende del territorio del ciático poplíteo e{terno.<br />

Ambos son considerados como (reflejos musculares)), en'<br />

el sentido que estos autores dan a esta palabra, oponiéndolos,<br />

pues, tanto a la contracción idiomuscular como al


Touo XY<br />

Núrt 5 - <strong>1950</strong> L. B¡nn¡eupn-Bonpes.-Actividad neuromuscular 325<br />

Ios , , etc. En opinión de SrcaRD<br />

y C¡,xr.lr,ouse, el


326 MuorcrNl Cr,íxlcl<br />

zona pósteroexterna del dorso del pie, dando a la<br />

percusión una dirección oblicua hacia abajo y adentro.<br />

De este modo puede conseguirse intensificar súbitamente<br />

la distensión del mñsculo aludido -por<br />

depresión de Ia bóveda del pie y estiramiento de su<br />

tendón- y despertar así su respuesta refleja.<br />

4. Otras zonas.-'Este estudio de comparáción y<br />

diferenciación entre respuestas n"uro*urculares e<br />

idiomusculares por regi,ones, sistematizándolas al<br />

propio tiempo e indicando someramente algunas de<br />

sus modificaciones en los estados patológicos, podría<br />

proseguirse mucho más. Nosoiros nós ümltaremos<br />

para finalizar a señalar unos pocos hechos.<br />

IJno de ellos es que una respuesta, refleja de t'texün<br />

de los dedos par percwión del plano dorsal<br />

puede producirse en Ia mano en ciertos estados de<br />


Toruo XV<br />

Nú¡n*. 5 - <strong>1950</strong> J. A. B¡nnÉ. - Atrophies 'par répercusion symparhique 327<br />

LES ATROPHIES PAR RÉPENCUSION<br />

SYMPATHIQUE RÉFLEXE DANS LES<br />

LÉSIoNS PÉRIPHERIQUES<br />

Prof. J. AraxtN,DRE B.rnnÉ<br />

Profesor d,e <strong>Clínica</strong> ,\euro1ógica de la Facultad de Strasbourg<br />

Socio Houorario de ra Sociedad Bspañ,o'a de Neurologíá<br />

Nous voici réunis pour féter la naissance officielle<br />

d'une Société Espagnole de Neurologie" et<br />

pour célébrer en méme temps l'anniversairé d'un<br />

Savant qui a honoré grandement Ia Neurologie mondiale<br />

toute entiére.<br />

L. BenRAeuER-RovrRALrA a présenté á de nom-<br />

breuses reprises á nos Congrés fiangais, dont il était<br />

fidéle_s, l]q 4t dans beaucoup d'áutres pays dont<br />

il était I'hdte honoré, er dans de nombr"oi"i publications,<br />

des travaux solides et des idées originales.<br />

Une des caractéristiques du tempérament ¿J. Be-<br />

RRAeUER-RovrRALTA, aura été de juger les faits á<br />

la lumiére de son intelligence personnelle, de saisir<br />

des relations entre certains phénoménes qui avaient<br />

échappé i ses devanciers, de camper des maquettes<br />

qui auraient pu étre coulées dani le bronze, et de<br />

défendre avec ardeur et lumineusement des conceptions<br />

dorrt quelques-unes purent surprendre i une<br />

époque, qui sont devenues classiques aujourd'hui.<br />

- Tout á l'heure, en vous traitant le sujet que j,ai<br />

choisi pour cet entretien, j'aurai l'occasior, á" lrlrc<br />

redire son nom puisque, dans le domaine oü je me<br />

suis engagé depuis quelques trente années, il fit<br />

lui-méme des incursions, ayant compris de son cdté<br />

que certains faits singuliers devaient recevoir I'acceptation<br />

de principe des Cliniciens, susciter des<br />

études attentives, et qu'on devait méditer sur eux<br />

pour les comprendre, au lieu de les rejeter comme<br />

des cas dénués d'intérét parce que singuliers et hors<br />

série. Comme s'il y avait en pathologie des exceptions<br />

négligeables! Comme si les exceptions<br />

n'étaient pas depuis toujours soumises á des régles<br />

qui attendent seulement des hommes la formule simple<br />

et stylisée qui leur convient.<br />

Oui, L. B.mnlgurn-Rovrnar-rl a été un grand<br />

Neurologiste, un de ceux qui, dans chaqo" -puyr,<br />

marquent toute une période de leur empreinte, et<br />

dont les générations répétent le nom avec admiration<br />

et déférence, Iisent et relisent Ies écrits pour<br />

y puiser un enseignement, une méthode, un exemple,<br />

lorsqu'ils n'ont p&s, comme notre cher Ami<br />

Benn.Lqurn-FnnnÉ et le jeune Secrétaire de cette<br />

Séance Inaugurale, Bann.l,qurR-BoRDAS, l'avantage<br />

inestimable de participer de la méme glorieuse hérédité.<br />

Messieurs, je tiens maintenant á vous transmettre<br />

de la part dá ia Société d,e Neurotogi" i"-i;rit; i;;;:<br />

ORICINALES<br />

pression de la joie qu'elle éprouve á apporter ses<br />

compliments fraternels á la Société que vous fondez<br />

aujourd'hui á Barcelone.<br />

Son President, empéché, rn'a prié d,étre non seu_<br />

_<br />

lement Ie délégué officiel de Iá Société de paris,<br />

mais son interpréte pour vous assurer de sa trés<br />

sincére sympathie et vous laisser entendre le plaisir<br />

qu'il aurait eu lui-méme á célébrer le nom et la<br />

mémoire de L. Bmnlquen-Rovner-r¡,.<br />

Messieurs, je vais ;; :-noser les principales<br />

formes, ou du moins les formes individualisées<br />

jusqu'á ce jour, d'un groupement nosographiqtre<br />

récent, pour Iequel j'ai proposé le nom de: Trow<br />

bl.es neruettx rétlexes, efrterlso-progressit's, par irrí.<br />

tation périphérique, let plus souuent tra,umatique.<br />

Ces troubles sont trés particuliers, et tous ceux<br />

qui en ont observé des exemples avant nous, ¿ différentes<br />

périodes, ont été frappés par leur singularité.<br />

Il n'a manqué á nos devanciers que d,en voir<br />

un nombre suffisant, de reconnaitre leur ressemblance<br />

profonde sous des aspects trés dissemblables,<br />

d'en faire le rapprochement synthétique, et d'avoir<br />

la petite audace de les mettre dans un casier spécial,<br />

sous une étiquette unique. Favorisé par les circonstances,<br />

nous avons pu présenter, en L945, une étude<br />

d'ensemble sur les Troubles nerveux réflexes extenso-progressifs,<br />

dont nous avions décrit le premier<br />

exemple typique en 1919.<br />

C'est incontestablement de quelques exemples de<br />

la forme d'atrophie généralement progressive, unilatérale,<br />

consécutive á des traumatismes des membres,<br />

qui s'est occupé L. BARneeuER-RovTRALTA ( *),<br />

et les signes cliniques qu'il a fournis de l'évolution<br />

de l'atrophie, correspondent bien i la forme que<br />

nous avons nous-méme classée parmi les diverses<br />

physionornies des T. E. P.<br />

L'auteur, qui avait nettement distingué cette atrophie<br />

généralement unilatérale de I'atrophie numérique<br />

de Kr.lppu., ainsi que de l'atrophie médullaire<br />

et névritique connues antérieurement, -rapportait<br />

l'atrophie musculaire á des troubles sympathiques<br />

d'origine endocrinienne.<br />

Nous sommes convaincu que le Sympahtique joue<br />

un rdle trés important dans l'extension spéciale de<br />

l'atrophie musculaire mais le r6le endocrinien ne<br />

nous apparait pas nettement.<br />

Nous tenions á faire cette mention du travail de<br />

L. B¡nnaeuER-RovrRALTA, avant de passer á la description<br />

générale des troubles extenso-progressifst<br />

tels que nous les comprenons.<br />

t__<br />

('') B¡nn¡euEn-RovrRALrA L. : Contribución al estudio de los<br />

síndrs¡1s5 endocrino-si-páticos. Atrofia gebcfaiizada hemil¿¡"ral.<br />

Re1)isto Médico de Barcelona, r, rgzi. (Nota de la Soc¿¿,ttail,<br />

Esbañolo ile Neuro oglo).


328<br />

I. Dsscnrprrou cÉxÉn¡,rn.-Ces troubles extenso-progressifs<br />

ont pour caractére commun de se développer<br />

i la suite d'une blessure souvent mini,rne,<br />

quelquefois insignifiante, siégeant d'ordinaire á la<br />

périphérí,e d'url rnembr.e, á la main ou au pied. Ils<br />

apparaissent soit immédiatement, soit aprés un certain<br />

délai, mais ils commencent toujours sur le<br />

territoire traumatisé et irrité á l'origine.<br />

Ils s'étendent ou rapidement et ptáqr" d'emblée,<br />

ou peu á peu et par étapes successives, tour á tour<br />

un segment de membre, le membre tout entier, Ia<br />

partie correspondante du tronc, puis un c6té du cou<br />

et de la téte, ou l'autre membre du méme cdté.<br />

Leur extension, ascendante ou descendante, suit<br />

une régle, á peu prés toujours la méme, et répond<br />

á une des lois de la propagation des phénoménes<br />

réflexes, de Pflüger.<br />

Le développement des troubles réflexes est donc<br />

parfois énorme pour une ca,use trés ruinün€, et leur<br />

graaüé,leur durée, hors de proportion aaec Ie séai.ce<br />

léger gui leur a donié naissance.<br />

Ces troubles, reconnus de bonne heure, peuvent<br />

étre arrétés de diverses maniéres. Ils peuvent rétrocéder<br />

spontanément ou sous l'influence d'un traitement<br />

médical ou chirurgical approprié. Ils peuvent<br />

durer longtemps, et céla pendant plusieurs années<br />

parfois, et se montrer réfractaires aux moyens thá<br />

rapeutiques employés.<br />

La disproportion entre leur gravité réelle et la<br />

légéreté du traumatisme ou de la lésion qui les a<br />

déclenchés peut conduire le Médecin-Expert á nier<br />

la relation de cause á effet entre les troubles et la<br />

cause invoquée, s'il ignore I'existence des Troubles<br />

nerveux Extenso-progressifs réflexes post-traumatiques.<br />

On voit par cette simple présentation des caractéristiques<br />

de ces troubles,<br />

a) qu'ils méritaient d'étre groupés et de constituer<br />

un chapitre nosographique special *;<br />

b) qu'ils intéressent également les Médecins, les<br />

Chirurgiens et les Neurologistes;<br />

c) gue, reconnus de bonne heure, ils peuvent<br />

étre arrétés dans leur évolution;<br />

d) qu'ls doivent ne pas étre ignorés des Médecins-Experts<br />

qui risqueraient autrement de commettre,<br />

-sans l'avoir voulu- des erreurs trés préjudiciables<br />

au malade.<br />

Leur intérét est donc á la fois clinique, pathogénique,<br />

thérapeutique et médico-légal.<br />

Mais il nous faut maintenant présenter quel-,<br />

ques-uns des types cliniques bien dégages á l'heure<br />

oü nous sommes.<br />

II. PRrNcrp.rux rypEs DE Tnouslrs NERvEux<br />

Ex'rr"¡so-pRocRpSSlrs.-On peut distinguer:<br />

a) des<br />

b) des<br />

formes á prédominance algique;<br />

formes á prédominance motrice;<br />

* On leur a dés maintenant fait une p:aie dans le dernier<br />

Traité de M&ecinc. Tomc, XV, parís 1949.<br />

Mrprcn¡l Clíxrcl<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

c) des formes rappelant ,la Sclérose latérale<br />

amyotrophique;<br />

d) des formes rappelant la Syringomyélie.<br />

a) La premiére malade de ce groupe a été observée<br />

en 1919. C'était une jeune fille de IB ans,<br />

chez laquelle des douleurs, ayant débuté au médius<br />

d'une main, remontérent progressivement au poignet,<br />

au coude, á l'épaule, puis á la moitié coirespon.<br />

dante de la face, en méme temps qu'elles descendaient<br />

vers le sein, la moitié homolatérale du tronc<br />

et la hanche. Ces doule¿rs continues, avec des paroxysmes<br />

á type causalgique, devinrent atroces. On<br />

découvrit une teche bleue sous I'ongle du médius,<br />

point de départ de la douleur. On incisa l'ongle:<br />

une tumeur (glumus neuro-myoarterial) y appárut<br />

alors et fut enlevée. Toutes les douleurs disparurent.<br />

La malade, suivie depuis plus de vingt ans, n'en a<br />

eu aucune reprise. D'autres faits absolument comparables<br />

ont 6té pubiés par nous-méme et divers<br />

auteurs, et récemment par Cosse (de Nico).<br />

b) Parmi les formes á prédominance motrice,<br />

on peut citer tout d'abord les cas d'Epilepsín réflexe,<br />

d'origine périphérique, oü les crises nerveuses, -eui<br />

débutent souvent par une sensation pénible dans<br />

i'extremité du doigt antérieurement blessé (comme<br />

c'était le cas pour un de nos malades- observ. publiée<br />

en l928)-disparaissent complétement quand<br />

les névr6mes cicatriciels ont été enlevés.<br />

Plus souvent il s'agit de troubles moteurs qui se<br />

produisent d'emblée á la suite d'une blessure minime,<br />

accompagnée d'une douleur extrémement p6<br />

nible, et qui revétent le type d,'hémiparésie aaec<br />

tnoubles d,e la sensibili¡é, étendus aux deux mernbres<br />

du méme c6té, toujours du c6té oü a eu lieu<br />

la blessure.<br />

Cinq observations particuliérement nettes ont été<br />

publiées par nous depuis T939.<br />

c) Les cas oü il existe un état rappelant de plus<br />

ou moins prés la Sclérose latérale amyotrophiry.e<br />

ne sont pas absolument rares. Depuis longtemps on<br />

en avait décrit, mais on pensait qu'il s'agissait<br />

d'une vraie Sclérose latérale amyotrophique, dont<br />

on discutait les rapports avec des'trauáatilmes d'origine<br />

variée ( Gurr-r,r.rN, Ar-uouaNrNE, TnÉvnNanr).<br />

Les cas que nous avons en vue se bornent á reproduire<br />

certains traits qui rappellent la Sclérose<br />

latérale amyotrophique, mais jusqu'á maintenant<br />

nous n'avons pas d'exemple suivi de vérification<br />

anatomo-pathologique nous permettant de penser<br />

qu'une vraie Sclérose latérale amyotrophique peut<br />

succéder á un traumatisme trés léger (par ex. l'irritation<br />

trés supportable d'une pointe de chaussure<br />

s'enrongant un peu dans la plante).<br />

Dans plusieurs cas publiés par nous avec nos éléves<br />

K¡saKER, CHARBoNNEL, par MM. Murrr, MnrcNANr,<br />

Mar,RelsoN et MouRGUES (de Nancy), par<br />

le Pr. CHRrsu¡,nus (de Lille), il s'agissait d'une<br />

faiblesse progressive du membre traumatisé, avec<br />

apparition précoce de contractions fibrillaires e[<br />

d'amaigrissement, suivis de généralisation des mé


Touo XV<br />

Núnt. 5 - <strong>1950</strong> J. A. B,rnní:. - Atrophies par répercusion sympathique 329<br />

mes phénoménes au membre supérieur homolatéral'<br />

Dunt un cas que nous avons pu suivre, la blessure<br />

plantaire ayant été soignée énergiquement, tous les<br />

phénoménes pathologigues entrérent rapidement en<br />

régression.<br />

tes simples indications montrent déjá qu'il t"y<br />

a eu qu'uit" upputence de Sclérose latérale amyo'<br />

trcphique, -dans nos cas au moins.<br />

¿i Datts d'autres cas, chez un sujet tout á fait<br />

normal, on voit se développer, á la suite d'une bles'<br />

sure légére de la main, des douleurs de type cau'<br />

salgigué, une hyperesthésie pénible au chaud et au<br />

frold. Plus tard, l'anesthésie thermique s'établit i<br />

la place de cette hyperesthésie, puis une amyotro'<br />

phif du type Aran'Duchenn€, üil, syndrome de Clau'<br />

ie Bernatd-Hottt"t, avec une légére participation<br />

pyramidale du membre inférieur correspondant au<br />

.ét¿ a" la main blessée et du bras atrophié'<br />

Ici encore il semble bien s'agir d'un synd'rorne<br />

rappelant Ia Syringo'myéli,e, mais non d'une Syrin'<br />

go;yélie ordinaire. Des faits trés voisine ont été<br />

fubúAs par divers auteurs á la suite d'une gelure<br />

'd'trrr" *uint Grnornn, CulnnonNnl, Kunr'wIs (d"<br />

Nantes)--- BmnÉ, Julr, BnnNnenor (de Strasbourg<br />

et Metz), etc.<br />

III. Tvpes DE r,ÉstoNs cAUsALES ET FoRMES<br />

TOPOGRAPHIQUES DES TROUBLES EXrnnso-PRoGRES'<br />

sIFS.-Les lésions traumatiques de la périphérie des<br />

membres ont des types assez variés: en dehors des<br />

névr6mes et des glomus, une lésion périostée trau'<br />

matique localisée, qui reste longternps douloureuse,<br />

une gelure, une piqüre d'insecte, l'éraflure dtun fil<br />

barbólé sur le do1 de la main, une pointe saillante<br />

dans une chaussure, c'est-á'dire des blessures ou<br />

des lésions infimes en elles'mémes, peuvent déclen'<br />

cher un Syndrome Extenso-progressifs'<br />

Mais, d'autres fois, c'est sur le trajet du nerf d'un<br />

membre que se trouve la blessure légére ou grave<br />

qui va y donner lieu.<br />

Ce peut étre également dans le périoste ou.la<br />

dure--ére du cráne sur le trajet d'un nerf cránien<br />

(et nous en avons apporté des exemples). Enfin, et<br />

il ,'ugit lá d'une .ottó" probablernent trés riche de<br />

Syndiomes Extenso-progiessifs: c'est souvent dans<br />

la Cavité abdominalL, sur la cicatrice d'une lésion<br />

inflamrnatoire ou chirurgicale, que naissent les dou'<br />

leurs qui s'étendent progressivement et montent du<br />

petit bassin au plexus solaire, puis au Sympathique<br />

intrathoracique, pour créer un état d'angoissq et<br />

parfois des crises nerveuses impressionnarttes, qui<br />

ieconnaissent comme point de départ une lésion in'<br />

signifi.cante en elle'méme.<br />

'-Norr* avons rapporté I'exemple d'un petit éclat<br />

toléré pendant longtemps dans la masse musculaire<br />

du coü, qui a ptórooq,ré tardivement des troubles<br />

vestibulaiies et á". "ris"r nerveuses: le tout a cédé<br />

á I'ablation du corps étranger'<br />

C'est dire la variété des aspects des Troubles Ex'<br />

tenso-progressifs déji connus.<br />

W. Arrrrunr DES AuTEURS vIS'A'vIS DES Tnou'<br />

BLES ExrENSo-PRocRESSIFs.-Ayant présenté ¿ diverses<br />

reprises des cas particuliers de Troubles Extenso-progressifs,<br />

ou une étude d'ensemble (Con'<br />

grés de Genéve, L946), noust pouvons dire que:<br />

I. De nombreux auteurs ont accepté sans res'<br />

trictions la description que nous avons donnée,'<br />

et apporté de nouveaux exemples confirmatifs:<br />

Prs. -Ponot (d'Alger)- Rocrn (de Marseille) -<br />

BnuNscrwEILER (de Lausanne) - Pr. HcRMANN et<br />

Dr. TlrolrAssrr (de Lyon)-Drs. Cour-olcou (d"<br />

Brest)-BÉn¡.cr (de Pau)-GTRoIRE et Cu$sox-<br />

¡rnr, (de Nantes)-_MrrcnANT et ses collaborateurs,<br />

Plur- Scnwenrz ( de Nancy)-BounculcxoN (de<br />

Paris)-Cossl (de Nice)-F. M¡ntpr¿t (de Novara),<br />

etc., etc.<br />

. 2. Mais, certains autres, comme le Pr. Connrr'<br />

(de Marseille), hésitent á accepter la synthése que<br />

nous avons proposée.<br />

3. D'autres croient devoir repporter au pithia'<br />

tisme certaines formes de Troubles Extenso'progres'<br />

sifs (la forme di-homomélique, en particulier).<br />

Nous devions faire une place á ces mouvements<br />

divers de l'opinion auprés de l'acceptation pure et<br />

simple qui est beaucoup plus générale.<br />

V. Exnupr.rs DE TRouBLEs ExrENSo-pRocREssIFS<br />

DAlis r,e LlrrÉnlrunp.-En explorant la littérature<br />

médical,', nous avons trouve que, depuis AN,f-<br />

BRorsE P.rnÉ, on avait obse,rvé qu'aprés certaines<br />

blessures légéres d'une veine, des troubles absolument<br />

comparables á tel ou tel de ceux que nous<br />

avons mentionnés, avaient été decrits. Et sans accepter<br />

la masse des Troubles réflexes qui connurent<br />

une faveur excessive entre 1860 et 1880, en pzut<br />

dire que des exemples trés valables peuvent étre<br />

retenus.<br />

VI. DmrÉnnnclArroN clrNreuu DEs TnouslEs<br />

Exrrxso-pRocREssrrs.-Il s,era facile de démontrer<br />

que les Troubles Extenso-progressifs que nous<br />

avons en vue se distinguent nettement de ceux que<br />

MM. BInINSKI et FnourNT ont groupés sous le titre<br />

de t, qui restent<br />

étroitement localisés au voisinage de la bles."ure.<br />

Mais ils nous paraissent reveler de la méme pathogénie.<br />

La lYéurite ascend,t4nte ne peut expliquer l'extension<br />

et le mode de propagation de Troubles Exten'<br />

so-progressifs, et SIc.tno lui-méme avait pressenti<br />

qu'on faisait e'ntrer dans le cadre de la Névrite as'<br />

cendente des faits qui ne lui revenaient pas.<br />

La Néurite irradinnte, d,e Gulr-r.el¡c et BennÉ, reprise<br />

par TINTL, est bien différente aussi de I'ensemble<br />

des Troubles Extenso-progressifs.<br />

, Nous avons indiqué que certaines formes de ces<br />

Troubles se rapprochaient de la Sclérose latérale<br />

amyotrophique, de la Syringomyélie, de I'Hémiplé'<br />

gie avec hémianesthésie, mais nous avons indiqué<br />

áussi qu'il n'y avait qu'une simple ressemblance,


330<br />

que des signes essentiels faisaient défaut, que l'évolution<br />

depuis le début (traumatique) jusqu]á l,arrét<br />

spontané ou thérapeutique, était bien spéciale. Nous<br />

Wrlsons qu'il faut retirer de certq,íns Cadres Classiques<br />

das > qu,'on y a indú,meni<br />

intégrées.<br />

Ces formes cliniques (anormales> appartiennent<br />

en fait á un autre chapitre, protéifor*e áanu doute,<br />

mais d'une grande homogénéité fonciére: celui des<br />

Troubles Extenso-progressifs, aprés traumatimes<br />

souvent minimes de l'extrémité d'un membre.<br />

VI. P¡.rnocÉnrE DE crs TRouBLES.-La patho.<br />

génie réf]exe nous est apparue d'emblée com-me la<br />

plus vra_isemblable. La rapidité mém,e du dévelop-<br />

pement des phénoménes, leur ressemblance avec d-es<br />

lait¡<br />

nous €Jroupés:<br />

La l¿," Loi:<br />

est pour nous<br />

La, 2¿^" Loi:<br />

phénoménes.<br />

reproduits expérimentalernent (Pr. Ar.annr,<br />

de- Liége), leur mode de propagation -toujours le<br />

méme- nous ont paru étre des caractérés frappants<br />

et esscntrels sur lesquels nous pouvions fon-<br />

der une famille ncruvelle.<br />

Les lois de propagation des réflexes<br />

par Prlücon régissent parfaitement les<br />

Mnnrc¡x¡ Clíxrcl<br />

formulées<br />

faits que<br />

Loi de la conduction homolatérale,<br />

le plus souvent en action.<br />

Loi de symétrie, convient á certains<br />

La 3é^" Loi: De I'inégalité des réponses de chacun<br />

des c6tés du corps, le cdté primilivement irrité<br />

réagissant toujours d'abord et davantage, srapplique<br />

ég,alement i certains exemples que nous avons<br />

recueillis.<br />

Mais, et c'est li la surprise qui nous était ménagée<br />

en lisant le travail de Prr.ücsR dans son texte<br />

original: c'est en se basant en partie sur des exemples<br />

cliniques publiés par RoMsnnc: par Dlr.rBN-<br />

'BACIr, par DueuyrREN, par W'nm Mncnrr.r,, et qui<br />

sont i nos yeux des cas typiques de Troubles Extenso-progressifs<br />

di-homoméliques ,<br />

que Prr.ücER a dégagé ses lois sur la propagation<br />

des actions réflexes.<br />

La nature de cette action réflexe demandera des<br />

précisions nouvelles: si nous savons bien quel est<br />

le mode de cheminement et d'extension des troubles,<br />

nous ne pouvons expliquer encore exactement quelles<br />

voies nerveuses sont suivies, pourquoi exclusiveme¡.t<br />

lr:s voies de la douleur dans un cas, -pourquoi<br />

celles qui troublent les sensibilités thermiques<br />

et douloureustrs, dans d'autres,- pourquoi celles<br />

qui provoquent des amyotrophies et des contractins<br />

fibrillaires, ou enfin qui perturbent d'une certaine<br />

maniére le.s voies motrices pyramidales et les<br />

voies sensitives générales.<br />

Il nous reste beaucoup á faire pour épuiser le<br />

travail commencé. Mais les matériaux rasemblés<br />

nous paraissent former un groupe réellement homogéne;<br />

le mode de propagation nerveuse qu'ils démontrent<br />

est indubitable. C'est aux cliniciens, aux<br />

physiologistes, aux anatomo-pathologistes, á ajouter<br />

Torvro XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

des clartés sur les points obscurs, á combler les<br />

Iacunes de notre étude.<br />

VIII. Once¡vrclrÉ nr cEs TRouBLEs. Luun wrÉnÉt<br />

MÉnrco-r,Écer,. LBun rRArrEMnnr.-pratiquement,<br />

I'organicité de ces troubles srimpose á peu<br />

prés dans tous les cas, et on n'a pu discut"r "étt"<br />

nature (Dr. Bolssr.r.u) que pour lá forme motrice<br />

di-homemélique.<br />

Si le médecin reconnait I'organicité de ceux-ci et<br />

accepte de les rattacher á Ia cause, méme trés mi-<br />

li1",<br />

qui a pu leur donner naissance, il pourra<br />

faire oeuvre utile au point de vue rnéd,ico-IZgal.<br />

Sur le plan thérapeüiqu", le médecin áverti<br />

pourra jouer un rdle précieux, car l'exérése rapide<br />

et un p_eu large de l'épine irritative qui a commencé<br />

de faire vibrer et d'altérer Ie systéme nerveux<br />

d'un sujet, peut permettre de couper court á<br />

l'extension des troubles et méme de faire disparaitre<br />

complétement tous les accidents.<br />

Cette m6me thérapeutique, si elle est retardée dans<br />

son application, ne demeure pas fatalement sans<br />

effet: ses chances sont seulement diminuées et ses<br />

effets beaucoup plus lents á se développer.<br />

EVOLUTION DE NOS CONNAISSANCES<br />

SUR L'ATHÉTOSE DOUDLE<br />

Lu,no vAN BoGAERT<br />

Director del Instituto Bunge de Berchem-Anvers.<br />

Socio Honorario de La Sociedad Españo'a de Neuro ogía.<br />

Le probléme de l'athétose double est un de ceux<br />

auxquels L. Benn.rquER-RovrRALrA, que nous fe_<br />

tons aujourd'hui, a apporté une contriLution essen.<br />

tielle. Sa portée ne se voit clairement qu,i a la faveur<br />

de nos connaissances actuelles rui "" syndro.<br />

me particulier.<br />

**{c<br />

C'est au neurologiste américain Heuuollo qu'on<br />

doit le nom et la description de l'athétose-sympt6.<br />

me. Lui-méme rappelle en LB76 que c,est dans son<br />


Touo XV<br />

Núm:, 5 - <strong>1950</strong> L. v. Boc¡ERr. - Athétose double 331<br />

microscopique, la nature de la lésion i laquelle se<br />

rapportent ces sympt6mes>.<br />

Chez les malades, qui font l'object de la description<br />

de L876, il s'agit dans les deux cas d'une athétose<br />

unilatérale faisant partie d'une affection cérébrale<br />

dimidiée. Le premier cas -qui concerne vraisemblablement<br />

le malade de la description princeps<br />

puisqulen note de la page, Htvrvro¡vo signale que ce<br />

malade avait été admis plusieurs fois dans son ser'<br />

vice de Bellevue Hospital Medical College entre<br />

1Bó9 et 1871- est un alcoolique, avec epilepsie,<br />

tremblement et troubles mentaux.<br />

Le second cas, observé avec J. G. HussARD est<br />

une séqueltre d'ictus avec grave atteinte du langage.<br />

Le dessin qui accompagne ces observations et ües<br />

notes explicatives sont cependant tellement sugges'<br />

tives qu'on ne résiste pas au plaisir de les reproduire.<br />

Voicr les extraits les plus importants de cette<br />

description:<br />

u(Il était relieur et réputé.),<br />


332 Mrorcrwl CrítrIcl<br />

tention de faciliter leur étude en les considérant<br />

comme des variétés de syndromes. C'est une conquéte<br />

scientifique de reconnaitre ces modalités distinctes,<br />

de les rapprocher du prototype découvert<br />

par LIrrr,E pour les motifs énonces ci-dessus, mais<br />

je résíste d, l'ídée d,'unit'icr dans Ie groupe' sus-di.o<br />

toutes les aarütés possíbles de ces affections, en se<br />

basant sur d'es motifs d,'anüorní,a, d'étiologic et<br />

méme de symptomüologíe. Ja me refuse á identifier<br />

aux hémiplégies infantiles beaucoup de cas de chorée<br />

chronique et d'athétose double: pour les unes<br />

parce que l'anatomie pathologique en est distincte,<br />

pour les autres parce qutelle est inconnue, parc€<br />

que ces affections peuvent se présenter non seulement<br />

dans la premiére enfance mais dans Ia seconde<br />

et ménoe á l'áge adulte.><br />

On peut donc considérer que c'est Blnnequrn<br />

Rovm¡.r,rs le premier qui a réclamé pour I'athétose<br />

double des d,iplégi,es infantil,es une place d' part et<br />

qui a at'lirmé Ia possibiliaé d,'une athétose double<br />

anquise c.d.d,. non liée aux ceuses inao'quées habitucllement<br />

dans les catégorics ci-dessus. (*) Mais<br />

avant d'aller plus loin il nous faut revenir maintenant<br />

au travail de H¡,uMoND (f876):


Touo XV<br />

Núnr. 5 - <strong>1950</strong> L. v. BoclERT' + Athétose double 333<br />

et la tdte sont atteints mais il y a encore une atti'<br />

tude grotesque avec plicature qui frise un spasme<br />

de torsion.<br />

Il propose pour bien affirmer cette distinction de<br />

p"titi djathéiose pour de - telles observations' afin<br />

he bien les séparet d" l" chorée chronique."t 9." 1,"<br />

pur"ly"i" agiünte et de n'accoler -le qualitatif de<br />

Li- oú d'unl-lateral qu'aux cas de di- ou d'hémiplé'<br />

gie infantile qui s'accompagnent de ce symptdme'<br />

" eprJr le távail de BlnñeQUEl se trouvent donc<br />

ir"ú;,- ih¿miathétose ou hémichorée posüémtplé'<br />

átn".. de l'adult (Hemruoxo),. I'hémiathétose ou<br />

F"ihé,or" bi,laterale de I'encéphalopathie inf-antile<br />

iB.mn,Lqurn¡ et l'athétose acquise idiopathique<br />

(Al,r.surr).<br />

La notion d'un ictus, d'une naissance prématurée<br />

ou pénible, d'une asphyxie de n-aissance, tl'une encépüalopatúie<br />

de la premiére enfance sont décisives<br />

du aiug"ostic car il faut bien reconnaitre qle :?ns<br />

en présence d'une athétose bilatérale d'un<br />

"ot-tí*,<br />

srand eniant -ou d'un adolescent ou d'un adulte il<br />

A;;ñttible de dire i quel groupe il con'ient de<br />

la rattacher.<br />

L'argument de fréquence est cependant en faveur<br />

de la áerniére catégorie et la grande majorité de-s<br />

cas connu, "orr"rpottd á des lésions organiques cé'<br />

rébrales, graves "t diffot"s- Aussi n'est'il-pas éton'<br />

n"nt qu"idans la majorité des cas, l'athétose s'y<br />

trouve encadrée de signes pyramidaux ou extrapy-<br />

,r-idu,r*. C'est elle qui cépendant demeure á l'a'<br />

vant plan. Ce n'est pá" suttt raison que l'opposant<br />

á la iareté et á la fugacité de ce symptóme dans Ia<br />

lésion malacique de l'adulte, BostRoslr ait voulu en<br />

faire une ufo-rme de réaction spéciale> du cerveau<br />

d, l'rrrfurrt á la nécrose. Mais cette forme congéniá¡,<br />

ou trés précoce de l'athétose bilatérale distin'<br />

goé. "o**"'r,oo" venons de la voir dans le groupe<br />

áes diplégies, en méme telnps par BennaQUER et<br />

Fnnun, "Jrrur* encore des faits disparates' C'est. le<br />

mérite des Vocr d'en avoir séparé une vingtaine<br />

á'"rrrré"" plus tard sous le nom d' ur," i*"ge anatomoclinique particuliére á Ia'<br />

quelle d'aucunJ veul'ent aujourd'hui attacher le nom<br />

á" U-". C. Vocr. Les auieurs allemands prenaient<br />

originellement aette affection p-gul une malformation<br />

,*iryorrnairei. Il est aujourd'hui admis, depuis.les<br />

travaux de SiHorz, qu'il s'agit ici d'une altération<br />

tissulaire dépendant ávant tout de facteurs circulatoires<br />

ou iot"ulaires et dont les rapports aves<br />

I'hémiatrophie cérébrale progres-sive (Scror'z) sont<br />

étroits. Q,re c" d.ésordre uascuJaire plit:q étre la<br />

cor.séqueice d'un accouchement lent, -pénible, d'une<br />

arphytie natale, nous le croyons.volontiers, mais,<br />

si ie niécanisme pathologique (vasal) est actuellement<br />

admis par tous, il semble bien- que des causes trés<br />

diverses soient invoquées par les auteurs pou-r- 9Tpliquer<br />

sa mise en march". E t effeto d-elá e1 LB?D-,<br />

il,foiro"o*co avait décrit une fratrie de trois athétoses<br />

et un second cas oü le pére était en voie de<br />

devenir athétosique. ces obseraaJíons lamilíoles<br />

sont, il est vrai, sans contrdle. Mais nous connaissons<br />

depuis dtautres cas semblables' avec un -contr6le<br />

aátomique, le plus souvent chez un seul des<br />

deux enfants utt"itttt. Des deux fréres étudiés par<br />

Á*to* (1896) un seul est vérifié: état marbré du<br />

putamen. Le cas 'Wlnru... d'OspnNnslM (f895) et<br />

Vo"t (I9f9) est le seul héréditaire' D'une mére avec<br />

athétose double et muette est issue une enfant na'<br />

turelle avec athétose double aprés convulsions, ¿<br />

l'áge de neuf ans; celle'ci succomb¿ i l'áge dQ 24<br />

otrJ 1pétitonite puerpérale); 1on-enfant était encore<br />

saine'á l'áge dá deux ans. De la grand-qére p.1r<br />

áe vérifi""ñot. La fille est un état marbré du strié.<br />

Des cas J¡.Qurr, de B,mnÉ, C. et O. de VocL -Uui<br />

uont deux fiéres (1920), un seul est vérifré: l'ainé'<br />

ii ,'ugit d'une ,r"irrurr"" asp}yxique: - état,marbré<br />

á" riii¿ et plaques fibromyélittiqo* *H,l'i9o.t","'<br />

Des d.eux soéurJ étudiées par S*ror.z (L924) I'ainée<br />

est un état marbré avec gliose pallidale' L'observa'<br />

tion la plus importante est celle de G' KocH (1949)<br />

d'une "ihéto*- double chez deux soeurs jumelles<br />

univitellines avec athétose gravq idiotie et peut<br />

étre surdimutité. La premiére meurt i douze ans:<br />

état marbré du strié, pertes cellulaires du strié et<br />

du pallidum, léger état --dysmyélinique et pertes<br />

cellulaires modérées dans l'écorce. La seconde meurt<br />

á dix huit ans: état dysmyélinique du pallidum'<br />

Kocn fait cependant remarquer que, chez celle-ci'<br />

un seul niveau ayant seulement été examiné il est<br />

po.tibi" qu'á I'exámen d'une région plus antérieure<br />

un état marbré eut été découvert.<br />

Nous clisposons d'une quatriéme famille identique<br />

i celle da koch mais il ne s'agit pas de jumeaux:<br />

il s'agit de deux fréres issus d'une souche fort tarée<br />

do "át¿ paternel (famille Van Hoe"') ainsi que le<br />

*otttt" liarbre généalogique ci dessous (fig' 1) et<br />

appartenant touJ deux á,, glottpe de l'état marbré'<br />

Ño"r étudierons le cas tréJ bient6t et repro-duisons<br />

simplement une des figures les plus typiques du substratum<br />

lésionnel (fi5. 2).<br />

Il n'y a w t¡"u ¿i¿tluri, un" d,ifférence- e?t:e<br />

Les encéphalo'path.ins inlantiles auec état marbré du<br />

strié et'celtei oü cette allection existe d I'état p-ur<br />

(s'il y en a). Le lait d" l'étw rnarbré<br />

-rrrnontret<br />

iou, ín" lorÁe larniltnle n'est pas un a'rgwnent suf'<br />

físant pour en laire une hérédodégénérescetrce' .ll<br />

i"Jiq"é simplement qu'une--prédispositio: 4 {air,e<br />

des Jccidents- vasculairis cérébraux á ,la suite de toxiinfections<br />

trés diverses existe dans certaines souches,<br />

au méme titre qu'il y a dP souches oü les en-<br />

"epii"iit"" vaccinales'et cálles des exanthémes s'ac'<br />

cumulent avec une fréquence inusitée' Cette uprédisposition<br />

vasculaire familialer) nous la connais'<br />

,or; *i".rx chez l'adulte (artériosclérose cérébrale,<br />

pl "lcJ q"" chez I'enfant et chez le nourrisson mais<br />

des familles comme la souche Van Hoe" ' nous obligent<br />

á accepter cette notion au méme titre que la<br />

prédisposition comitiale.<br />

' Fuui-il avec G. Kocn admettre I'existence i c6té


334<br />

Meorcrx¡, Clí¡ucl<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

,de l'aüétose double par état marbré d,une athétose<br />

double par état dysmyélinique?<br />

Les deux types d'altératións ont certainement en_<br />

tr'eux des rapports étroits: la souche de C. Koclr<br />

le montre par elle méme puisque chez les d"o*<br />

fants qu'il a étudiés on n-,a trouvé qu,un état "rr-<br />

dys_<br />

G¡<br />

qa'fl<br />

A#<br />

rr a qg,qqgqq<br />

JÁrá.ron (etqt ,narlxi )<br />

@,Avlirot t, -or,to6 o_ ogao dÁ¡incmrip<br />

Q EpJ.p.i" .";*,<br />

Frc. l.-souche van I1...<br />

myélinique. Cet état consiste par définition en un<br />

apauvris-sement myélinique du strié et en particurier<br />

du pallidum. Il. se tradluit par un érat d" tigiáire<br />

avec h¡percinésies á la foii chroréiques, ath?tosiques<br />

et méme ballistiques. Cet apiauvrissement<br />

myélinique pgut se voir daos l,asphyxil nahle, dans<br />

I'ictére nucléaire, dans l'état pig-etttait" párriá"réticulé<br />

(H,rr.r,nnvoRDEN-Sparzi en .rn mot dans un<br />

groupe de maladies -susceptibles d,atteindre plusieurs<br />

sujets d'une méme fámi[e sans qu,o' p.ri.r.<br />

les considérer comme des hérédodégénérescences du<br />

type abiotrrophique.<br />

Les états marbré_ e! rnyétiniquc ne sont que les<br />

signatures histopathalogíqwas inscrites &u bn, de<br />

processus morbides f,ort dillérents dans leur étinlogie<br />

m!.is agissant sur le néaraxe p&r un mémnüme<br />

cgmplexe oü se méIent des troubl,es aa^sculnires eo<br />

des -séqucirrces d'oedéme ou d,'hypoxyd,ose sur- Lesquels<br />

nous soÍnnúes errcore trés -mal'renseignés.<br />

Leur i¡rcidence farnilia,Ie ticnr d, I,ürcídence fami,<br />

lilp des prédispositíons ou d,es causes qui tás réoélent<br />

sous une f,orrne morbid,e. Elles n'int * ""<br />

caractére inflexible que reuétent les hérédoiégénérescences<br />

Wr abiotrophie et oertaines drentrlelles<br />

sont déid_l'objet de tentatiues prophylactiqu,es précictrces.<br />

Nous pensons á l'ictéré nucléaire.<br />

Il est vraisemblable d,ailleurs qu'á c6te de la prédüposüinn<br />

gu'a I'apry,reil ,^rrjoir" dans certains<br />

souches i se laisser compromettre plus gravement<br />

dans des circonstances de préstase o' d" Jtase inoffensives<br />

pour d'autres "orr"h"r, il y u des prédispirt<br />

tiors paren'chym&úewes locales réalisant -<br />

une infirmité<br />

congénitale ou héréditaire de certains appareils.<br />

A ce point de vue les recherches faite, .", la famiile<br />

oü on retrouve chez toute une série de sujets<br />

peu atteins des mouvements striés (parzlc 1939) ou<br />

des grimacements avec dyslalie d;aspct strié (Hu-<br />

SEMANN 1.939) présentent un grand intérét.<br />

L'état dysmyélinique du pallidum dans I'ictére nu-<br />

cléaire s'accompagne d'une atteinte importante et<br />

souvent _pré49yl"ante du corps de Luys; celui de<br />

la malaclie d'Hallervorden,spaiz dela p'réá""", a,u'<br />

pigment vert-noir spéciar qui permettlent de situer<br />

le cas.- I.l r a -""p.rrdarrt des Zmts dysmy:elntq*,<br />

se traduisant cliniquement par un ¿tát d" ,igiditc<br />

,a,r H.. avec idiotie avec une hiÁtoire<br />

d'accouchement prématuré ou<br />

pénible et que rien ne permet<br />

de séparer cliniquement de<br />

l'état marbré. G. Kocn croit<br />

g1rlung telle séparation est pos,<br />

i " sible srDle du fait lart que l'athétose y est<br />

remplacée<br />

-l-,<br />

ultérieurement par<br />

un état de rigidité, déficit dü<br />

is -'e ¿ une atteinte ultérieure du<br />

pallidum ou des voies striopallidales<br />

et couvrant les manifestations<br />

du strié.<br />

L'observation de G. Kocu<br />

Ct Ct<br />

tosedoubreramiliar.ilJJ:",;*;jl:L"n:'ffi,.;,'li<br />

un état dysmyélinrque familial mais ,le partage clinique<br />

nous parait bien subtil.<br />

L'état marbré du strié neur sc<br />

re cadre d,une r:;";iJaxilr:'r';^";#;:,$tr:<br />

tion dominante, mais ici la choréoaihétore est franchement<br />

á l'arriére plan du syndrome d1épilepsiemyóclonie.<br />

Cette dégénérescence familiale cámpiexe<br />

(van BocAERr 1926, Ig2g, L}JA) s,exprime,'d".r,<br />

les trois cas vérifiés, par un état marbié associé á<br />

une dégéné.rescence cortico-olivaire et fait le pont<br />

entre les diplégies cérébrales striés er les ábiotrophies.<br />

Il existe par contre une abiatr,ophie progressíae<br />

Frc. 2.-État marbré du pulvinm et de la région rétro.<br />

lenticulaire. (Méthode dé Hoker.)<br />

systémüisée du pal,lidurn qu,on peut reconnaitre<br />

cliniquement et qui finit en athéiose double.<br />

Le premier d.e ces cas fut - observé _ en L93I et publió<br />

avec le Dr. L. Ds Vos en 1933 sous ce tiire.<br />

[,e frére de ce malade fut publié en L946 et, devant<br />

la correspondance étroite des deux observations,


To¡vro XV<br />

Núm" 5 - <strong>1950</strong><br />

nous avons individualisé ce type. La maladie débute<br />

par un équinisme du pied suivi d,une contracture<br />

d'attitude s'étendant á tout le membre in.<br />

férieur puis au m,embre supérieur homolatéral, aux<br />

membres opposés ensuite et enfin au cou. Cette contracture<br />

s'accompagne de grimacerie et de mouvepgl-t"<br />

athétosiques parfois avec une composante<br />

ballistique. A la fin de la vie, on observe dés états<br />

d'agitation extréme. Ce mélange de contractures, de<br />

torsions axiales, d'hypercinésies, de spasmes buccaux<br />

et péribuccaux ne s'accompagne pas nécessairement<br />

d'une dégradation psychique. Telle quelle<br />

cette atrophie pallidale progressive différe des Lthétoses<br />

doubles souvent régressives. Le début par contracture<br />

s'oppose au début par les mouvements athétosiques.<br />

Il s'agit d'une affection acquise $ans anamnése<br />

de dystocie, de prématurité mais des infections<br />

peuvent jou,er ici aussi un r6le d'amorce.<br />

L€s mouvements ballistiques s,ils sont présents<br />

méritent d'étre retenus. Ils peuvent s'obserie, ."*<br />

que la dégénérescence atteigne le corps de Luys.<br />

Il peut arriv'er aussi que le corp$ de Luys srentreprenne<br />

á son tour (notre observation II de lg35,<br />

1938, L94ó) et ainsi le pont esr jeré avec la dégénérescence<br />

pallíd,oluysienne symétrique postulée par<br />

R¡xorvrrz ( f 934) mais dont nous avons rapporté<br />

avec Jrerv Tlrrc¡. (L64G) la premiére obseñátion<br />

vérifiée. Dans I'atrophie pallidoluysienne les phénoménes<br />

se succédent dans l'ordre: contracturas,<br />

ballismes, choréoathétose. Il s'agit de nouv,eau<br />

d'une affection acquise, progressive, avec ou sans<br />

désintégration psychque.<br />

sans attarnnése, *, )r|"r:o^ ,* sont w d diÍférencicr<br />

des athétoses d,oubles par ént m.arbré"ou<br />

pr ént dysmyéIinique, tout au mohw dans l,ord,re<br />

neurologiquc. ll est vraisemblable que le syndrome<br />

yent{ de I'encéphalopathie infanrile soit i séparer<br />

de celui das dégénéresoences acquises mais celá dé,<br />

passe notre expérience personnelle.<br />

_Pour_ qu'on puisse avec vraisemblance ranger de<br />

telles observations dans le cadre des abiotrJphies,<br />

l'hístoire neurologique doü encore süist'aíre á<br />

taines cond,üiotu d,e Mmps, d,e aítesse et de d,urée ""r-<br />

dont il faut cependant dire un mot malgré que ces<br />

notions appartiennent au probléme général des maladies<br />

systématisées héréditaires. Cescritéres ont été<br />

fixés par Bnvc et élargis par Krnnrn il y a longtemps<br />

mais ils n'ont rien perdu de leur pertinence. Les<br />

images cliniques observées chez les divers sujets doivent<br />

6tre identiques (homotypie), apparaitre á p.o<br />

prés vers le méme áge (homochronie) et évoluer avec<br />

une certaine progressivité. Brnc y ajouta cette notion<br />

qu'une cause exogéne déclanchante devait étre exclue,<br />

que le processus devait étre strictement endogéne.<br />

Ce dernier point est á préciser. Personne á<br />

l'heure actuelle ne songe plus á nier l'> du milieu ambiant sur les manifestations héréditaires.<br />

On peut accepter que les circonstances influent<br />

sur le délni de la manifestation initiale de la<br />

L. v. Boctf,ftrr-Athétose double<br />

335<br />

maladie mais il est excessivement difficile d'apprécier<br />

si elle modifie qualitatíuement ou qrnnt¡ni¡iu**,w<br />

les manifestations de l'hérédodégénéiescence elle-méme.<br />

La réalité d'une ,accéIératii,¿ dans lrapparition<br />

propre du ou d'un renforcem,ent de gravité dá, ,y*ptdmes<br />

est excessivement difficile á démontrer. tant lls<br />

débuts de ces affections- peuvent étre sournoir ou ig.<br />

norés du sujet et tant les délais d,aggravation sont<br />

variables d'une souche á l'autre. On iiique de préter<br />

á l'agent exogéne ce qui est le fait du-terrain et il<br />

est méme vraisemblable que c'est par la mise en cause<br />

de ce dernier que les infeótions si-souvent incriminées<br />

exercent leur influence néfaste. Le début lentement<br />

progr,es_sif_d'une athétose double aprés typhoide dans<br />

le cas de L. B,mnequnR peut étre rappioché de l,apparitio_n<br />

d'une,paraplégie spastique aprés typhoiáe<br />

mais dans les deux cas nous savons, du seu[ lait de<br />

notre observation quotidienne, qu'il y a plus de chance<br />

que la détermination efficiente se trouve du c6té<br />

de_!a prédisposition que du c6té du bacille typhique !<br />

Il suffit _de jeter un coup d'oeil sur I'arbre getré"logique<br />

de Ver Hor... pour se rendre compte que c'est<br />

certainement le ma¡éri,e'l héréditaire du c6té paternel<br />

qui est en cause et non les innombrables iniections<br />

incriminées dans les ,enfances.<br />

En présence d'une affection progressive et tendant<br />

á étre symétrique, amorcée par une infection, intoxication,<br />

avitaminose ou traumatisme, il faut se re.<br />

tourner du cdté de la pathologie de la souche: il<br />

arrive fréquemment qu'on y trouve l'explication du,<br />

paradoxe.<br />

***<br />

Cette prédísposi¿bn co,ttstitutionnelle et larniliale<br />

peut jouer i tous les áges. C'est á elle qu'il faut attribuer<br />

l'incidence de chorées ou d'athétoses séniles<br />

familiales, se présentant sous une forme récessive<br />

avec ou sans démence. A ,la fragilité vasculaire du,<br />

nouveau-né, rappelant l'état marbré correspondant<br />

dans certaines souches de fragilité vasculaiie de la<br />

présénilité ou de la sénilité rappelant les athétoses.<br />

séniles mais ni dans I'une ni dans l'autre il ne s'agit<br />

d'abiotrophies au s€ns pur.<br />

Nous croyons cependant qu'on peut dans le cadre.<br />

des choréoathétoses séniles trouver de nombreux typeq<br />

de passage oü des lésions vasculaires, du type<br />

criblüres ou Iacuneso s'associent á des atrophies plus.<br />

ou moins systématisées. Certaines formes extrapyramidales<br />

de la maladie de Pick dont nous avons fait<br />

connaitre briévement une observation et de la maladie<br />

d'Alzheimer doivent trouver treur place ici.<br />

On pourrait classer les faits connus actuellement<br />

dans le cadre suivant:<br />

l. Hémiathétose, hémichorée, hémiballisme symptomatiques.<br />

2. Athétose unilatérale de I'hémiplégie infantile.<br />

(perfois familiale).<br />

3. Athétose bilatérale de la diplégie infantile'<br />

(parfois familiale).<br />

¿) Par état marbré du strié.<br />

ó) Par état dysmyélinique du pallidum.


Mrnrcrx.l Clíxrcl<br />

l. Séquelle d'asphyxie natale.<br />

2. Séquelle d'ictére nucléaire.<br />

3. Manifestation d'un état pigmentaire pallidoréticulé.<br />

. 4. Choréoathétose (état marbré) avec épilepsiemyoclonie<br />

familiale (dégénéresoence cortico-olivaire).<br />

5. Choréoathétose bilatérale symétrique progres'<br />

sive pure (atrophie pallidale).<br />

6. Choréoathétose bilatérale symétrique et progressive<br />

avec composante ballistique (atrophie palli'<br />

do-luysienne).<br />

?. Choréoathétose sénile et présénile (parfois fa'<br />

miliale) état mixte fait de lésions lacunaires striées<br />

et d'une atrophie senile.<br />

a) Ave* des éléments cliniques et pathologiques<br />

de la maladie d'Alzheimer.<br />

ó) Avec des éléments cliniques et pathologiques<br />

de la maladie de Pick.<br />

Cette classification n'épuise pas le probléme.<br />

[,es trois cas de Svr.r.¡.sA, et HpuNnR sont trés importants<br />

et trés particuliers. Il existe constamment,<br />

óh", sujets, un syndrome d,ystroph'ique fait d'a'<br />

nomalies ""r du cráne, de la chevelure, de strabisme,<br />

d'un goitre, de déformation de la cage thoraciq-ue,<br />

de tróubles de la pigmentation cutanée, d'une hy'<br />

poplasie des organes génitaux, d'une angiomatose<br />

coirjonctivale (sn réseau>. Il existe un syndrome<br />

neuiologique comportant une abolition ou une di'<br />

minution des réflexes tendineux, tles signes pyra'<br />

midaux irritatifs.<br />

Les troubles intellectuels manquent ou sont ex'<br />

trémement légers. Ils insistent sur I'absence de rigi'<br />

dité musculaire, d'une attitude typique de la posture<br />

rappelant la decérébration. Il n'y a pas d'histoire<br />

obiiétri"ale ni infectieuse, le début se fait dans la<br />

premiére enfance ou méme plus tard ! l'áge de trois<br />

áo qtut" ans. Ils considérent cette affection comme<br />

une-maladie d,e systéme, probablernent du néo-strié,<br />

et insistent sur la nécessité de rechercher le syndro'<br />

me dystrophique qu'ils décrivent dans I'athétose, au<br />

mémá titr; q;'on recherche le syndrome dystrophique<br />

bien connu dans la maladie de Steinert'<br />

-<br />

Dans son travail de L949, G- Kocn fait allusion<br />

á une variété d'athétose double avec surdité et im'<br />

bécilité étudiée en L9M par GnrnE et vEIrH encore<br />

inédite chez deux soeurs jumelles.<br />

Notre collaborateur G. Mvr,e nous a fait connaitre<br />

une famille du méme ordre (famille St"') que<br />

nous publierons incessamment et dont un cas ana'<br />

tomique est vérifié; il ne s'agit p"t q:Yle ch.orée<br />

chro.riqu", ni d'un état pigmentaire pallido-réticulé<br />

mais d'un processus Particulier<br />

Nous nous sornmes abstenu intentionnellement de<br />

discuter du mécanisme physiopathologique de I'athé'<br />

tose que les travaux neutochirurgicaux et expéri'<br />

mentai¡x ont abordé en différents PaYs, mais qui<br />

reste encore extr6mement difficile á appréncier, du<br />

moins chez I'homme.<br />

***<br />

Tono XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

Si l'on jette un regard rétrospectif sur I'ét¡olutinn<br />

de nos id,ées sur Ie syndrome de I'athétose doubln,<br />

depuis H¡.iulroNo, il apparait que la bréve contribution<br />

de L. Bmnlqunn-Rov$¡"r,ta marque un€<br />

étape dans nos connaissanoes, pour l'analyse et la<br />

synthése. d'un des désordres les plus mystérieus de<br />

la clinique neurologique.<br />

SODRE LA ETIOLOGÍA Y CUADRO<br />

CLÍNICO DE ALCUNAS POLINEURITIS<br />

Y POLINEUROPATÍAS<br />

Lurs BenneeuER-FERRÉ<br />

Director de la Clínic,a de Neurologla dei Hospital de la<br />

Clrz y San Pablo. Socio Nu¡¡eta¡i,o v primer Presidente<br />

Sociedad Españo'a de Neurologia.<br />

Suulnro.-Ilistoria, o¡ientación y objetivo.<br />

Parte especial<br />

po ineuropat'as<br />

I Fo $eurrtls<br />

I de natural"za<br />

I establecida.<br />

I<br />

l*,,""*,,,'<br />

[ *'ioJ,,,oo,,,*,<br />

de ¡alural-za<br />

imprecisa,<br />

Santa<br />

de la<br />

¡) Tóxicas : a'cohóiica<br />

siaturnina<br />

arsenical<br />

sulfamídica<br />

b) Infcccio-sas : diftérica<br />

leprosa<br />

tífica<br />

me itooóci


Toruo XV<br />

Núm. 5- <strong>1950</strong><br />

parenquimatosa espotrtátlea general o parcial' (figuras<br />

I y 2).<br />

L. Blnnlgunn'FunnÉ' - Polineuritis<br />

Frc. l: Terurinaciont-s nerviosas motrices sobre músculo estriado (prep-aración de L' Bennegunn-Rovr'<br />

n*r.q).__F¡c. ;;" Ñ";"; "*pri"uti"" de la microfotografía de la figura anrerror'<br />

ORtrNr¡.ctóilr Y oBJETlvos' - Recienternente los<br />

,oo¿"rrro. estuclios de wncnslER, uucrnv. F¡nr¡'lo<br />

y algunos otros, han venido .a demostrar la necesidad<br />

de una revísión de este importante capítulo<br />

áela patología nerviosa periférica' Pero si {ueremos<br />

establlcer límites iniciales de nuestros conocrmlell'<br />

i", ú¿.i".s de las lesiones de los troncos nerviosos'<br />

Flc. 3: Fibras nerviosas en plena-degeneración' La mielina<br />

-';;<br />

;i.;; for'oa de bólas de magnitudes-diferentes'<br />

(P."putu"ión "r, de L. BennequtR-Rovllt'lrn)'-iIG' 4': rr'<br />

bras nerviosas en;;;J" d" provistas sóIo<br />

'"g"""tución<br />

J"-l,rru -r"nu" uuirri de mielina ieñida con el cilindroeje<br />

( ;";';p;;;;. P;;p;;";ií'n'le. L' Brnusunn-Rov I nrr're)'<br />

debemos ¡emontarnos a los estudios de B¡'nnaQUER-<br />

Rouroo"r.t, tales como uDégéneration et régénera'<br />

iion d,, systéme nerveux périplg{que>, publicado<br />

-"n -Rrru,<br />

necrologíqu'e, el año 1910' Y a sus estu'<br />

ái"; clínicos .ob"." sistema periférico -apargci$os<br />

",, la Nouuelle Iconographie d'e la Salpétri'i:re'<br />


339 Mrotctxl<br />

Pero a pesar de las modernas adquisiciones, restan<br />

todavía dificultades para explicarnos la etiología de<br />

algunas polineuropatías periféricas.<br />

.;t<br />

-'vr<br />

s¿<br />

- it'<br />

",Y<br />

,ií<br />

"d<br />

s<br />

f<br />

Frc. 6. __ Polineuropatía arsenical que afecta a las cuatro<br />

extremidades.<br />

El concepto de la intervención avitaminósica como<br />

causal de ciertas polineuropatías es asunto de constantes<br />

revisiones y consideraciones. En no pocos<br />

cuadros de parálisis periféricas su acción es poco<br />

explicable directamente. Aun para aquellos más específicos<br />

se impone la aclaración de su mecanismo.<br />

INosotros nos proponemos hoy hacer una distinción<br />

clínica etiológica, haciendo caso omiso de las<br />

concomitancias polifocales centrales, no sin hacer<br />

mención de paso, cuando lo estimemos de valor clínicamente<br />

práctico, de en cuáles y en qué momento<br />

F¡c, 7, - Polineuropatía sulfamídica. Atrofias musculares.<br />

Crí¡.¡lcl<br />

to se nos podrá plantear<br />

cipación central distinta<br />

Respecto la pretendida<br />

"[8Yi',*,Y u<br />

la posibilidad de una parti-<br />

de la primordial periférica.<br />

prioridad de participación<br />

\,*.t',<br />

Frc. B. - El mismo enfermo de la figura anterior. Obsérvase<br />

la marcha con marcado e,stepagc y la amiotrofia<br />

de los tibiales y de las manos.<br />

de las lesiones medulares, más específicamente de las<br />

neuronas motoras de las astas anteriores en casos de<br />

polineuritis defendidas<br />

por algunos autores, nos<br />

parece poco concluyente,<br />

pues a los histólogos les<br />

resulta difícil poder pronunciar<br />

en no pocos casos,<br />

si la alteración poliomielítica<br />

anterior es primitiva<br />

o bien se trata<br />

simplemente de un epifenómeno<br />

o una lesión<br />

retrógrada del proceso<br />

periférico. Lo que sí está<br />

evidenciado clínica y aun<br />

necrópsicamente es que<br />

en enfermos que empezaron<br />

presentando un<br />

cuadro polineurítico se<br />

establecieron, más tarde,<br />

lesiones de las astas anteriores.<br />

En términos generales,<br />

para la diferenciación<br />

entre una inflamación<br />

poliraeurítina, o bien una<br />

degeneración, polinertr o-<br />

Frc. 9. - Polineuritis diftérica.<br />

El pie izquierdo está<br />

péndulo por la parálisis<br />

de los extersores,


Toruo XV<br />

Núrrt. 5 - <strong>1950</strong><br />

pá,tba periféri,ca, el<br />

que en el primer<br />

cohólica, cuyo<br />

nósico hemos<br />

clínico podrá<br />

caso, en la<br />

L. Bannegunn-FnnnÉ' - Polineuritis<br />

orientarserporpolineuritis, el<br />

cuadro se caracterizará<br />

por la<br />

presencia de fiebre,<br />

de infección<br />

reconocida<br />

o no, y con frecuencia,<br />

en el<br />

líquido céfalorraquídeo<br />

se podrá<br />

observar<br />

aumento de albúmina,<br />

de glo'<br />

bulinas y del<br />

número de células.<br />

Pero aun<br />

así, no todas las<br />

infecciones capaces<br />

de causar<br />

un cuadro para-<br />

Iítico periférico<br />

lo producen por<br />

inflamación (figuras<br />

3 y a).<br />

P¡nrn ESPEc¡AL.-Pol,ineuropatías<br />

tóxi-<br />

,ca,s: Clás ic a -<br />

mente se ha estudiado<br />

aquí la<br />

Flc. 10. Polineuritis leprosa. Nótase<br />

la atrofia - de las manos y la línea de<br />

demarcación del trastorno sensitivo<br />

anestésico del cual participan todos<br />

los nervios de la extremidad en forma<br />

distal.<br />

polineuritis al-<br />

rnecanisrno de producción avitami-<br />

I,'rc. 11. - Polineuritis leprosa.<br />

Máscara leprosa paretoanestésica<br />

de Barraquer-Roviralta.<br />

La línea negra limita<br />

la zona de anestesia y<br />

la línea blanca limita la<br />

franja hipostésica.<br />

citado ya más amiba. Tal potineuropatía<br />

alcohólí,ca se observa<br />

en individuos que<br />

hacen uso de bebidas<br />

alcohólicas de manera<br />

inmoderada. El cuadro<br />

se instaura de modo<br />

insidioso y ordinariamente<br />

el enfermo acusa<br />

las primeras manifestacionescaracterizadas<br />

por irritación sensitiva<br />

producida por<br />

dolores parestésicos y<br />

calambres en extremi'<br />

dades inferiores, espe-<br />

cialmente en uantorrillas.<br />

A menudo, este<br />

período puede dar lugar<br />

a desorientaciones<br />

diagnósticas por la posibilidad<br />

de con{undirse<br />

esta afección ner-<br />

viosa con otra vascular del tipo endoarterítico. Ya<br />

entonces la presión de los troncos nerviosos, así<br />

como de las masas musculares, resulta dolorosa.<br />

I<br />

i<br />

Flc. 12.-Polineuritis leProsa.<br />

Parálisis atrófica de las cttatro<br />

extre midades. Las zonas<br />

anastésicas se hallan representadas<br />

en negro pintadas<br />

en titntura de yodo. Facies<br />

patognomónica cou los trastornos<br />

anastésicos y paresia<br />

facial aparente en la foto,<br />

por la notoria dificultad para<br />

cerrar los ojos, dando lugar<br />

a un cliscreto lagoftalmo.<br />

\<br />

&i*&4'.1<br />

339<br />

Poco a poco se instaura<br />

el cuadro patognomónico<br />

de toda debilidad<br />

nerviosa troncular con<br />

debilidad muscular, facilidad<br />

para el cansancio<br />

hasta llegar a la parálisis<br />

fláccida con atrofla<br />

muscular más tarde. La<br />

parálisis periférica alcohólica<br />

es más frecuente-<br />

!'rc. 15. - Polineuritis<br />

variolosa.<br />

*á<br />

",N<br />

[,'rc. 13. - Polineuritis leprosa. Paresia facial I¡ilatera].<br />

Trastornos tróficos graves de las manos con eliminación<br />

de dedos.<br />

F¡0. I4.-Polineuritis tífrca, Conlracturas conseculivas,


340 MBgv¡'*.¡ CríNrcl<br />

mente de extremidades infeiiores. Sólo en algunos<br />

de estos enfermos, en los cuales las medidas oportunas,<br />

la primera, la supresión del alcohol y la ad-<br />

l'rc. 16. - Polincrrritis tuberculosa.<br />

rninistración de vitamina B' no se tomaron lo suficiente<br />

a tiempo, podrán observarse afectados los<br />

rnúsculos extensores de la mano sobre el antebrazo<br />

o sea los del territorio del nervio radial.<br />

La naturaleza de esta polineuropatía periférica<br />

Flc. 17. - Crupo de población civil en el campo de concentración<br />

de Stanley, Hon-Kong, en agosto de 1945, después<br />

de tres años y medio' de internados por los japoneses.<br />

La mayoría de estos enfermos sufrieron formas<br />

imbricadas húmedas y secas del beriberi. Nótase la considerable<br />

desnr¡trición, hinchazón de las pieznas y lesiones<br />

cutáneas. (Copia de la figura 29 de la monografía<br />


Toruo XV<br />

Núnr. 5 - <strong>1950</strong> L. Banuqurn-Fr,nnÉ. - Polineuritis 341<br />

dicho ya, avitaminósica. La intoxicación alcohólica<br />

condiciona un déficit de aneurina o vitamina Br.<br />

Contribuye a comprender este factor el hecho dL<br />

que los individuos alcohólicos mal alimentados son<br />

los que más fácilmente se observan afectados de<br />

síndromes polineuropáticos.<br />

De los conocimientos modernos, obra de autores<br />

americanos como SrReuss, Setns, W'or,r, Uxcr-rr,<br />

W'ncnsr,rn y de otros euorpeos como Funreoo, se<br />

llega en conocimiento de que el mecanismo interior<br />

del proceso polineuropático se produciría porque<br />

el alcohol dificultaría la absorción de la aneurina<br />

(tiamina) debido a la gastritis atrófica alcohólica,<br />

por hipoclorhidria o aquilia.<br />

Pero la terapéutica nos enseña cómo no es precisamente<br />

esta polineuropatía una avitaminosis por<br />

privación de la vitamina B, únicamente. En efecto,<br />

estos enfermos no se modifican del todo favorablemente<br />

mediante la administración de esta vitamina;<br />

en cambio, se mejoran rápidamente mediante la<br />

supresión del alcohol y de una alimentación mixta<br />

y abundante, lo que demuestra que la enfermedad<br />

es debida a un estado carencial complejo.<br />

La polineur o pat ía satur nina.-Prácticamente sólo<br />

se observa en personas que manejan plomo y que ya<br />

presentan concomitantemente síntomas de intoxicación<br />

crónica, muy especialmente en fábricas de obtención<br />

de minio y albayalde. Sin embargo, la hemos<br />

observado en personas ajenas a industrias iguales<br />

o similares a consecuencia del manejo de cosméticos<br />

], sobre todo, de lociones para el tinte del<br />

cabello.<br />

En nuestro


342 Nleorcrxe Clíxrcr<br />

res. Este malestar, por dos veces, había adquirido una<br />

gran intensidad, provocando una manifiesta debilidad motora<br />

de las extremidades inferiores, que persistió durante<br />

unas dos semanas.<br />

Cuando fué visitado sufría una polineuropatía de las<br />

cuatro extremidades con parálisis completa. La exploración<br />

eléctrica ponía de manifiesto una reacción de degeneración<br />

intensa.<br />

Lo que interesa del caso, como de los que siguen, no<br />

es la enfermedad en sí, sino las causas que la provocaron<br />

y precisamente en un hombre qtre gozaba de salud perfecta.<br />

En seguida llama Ia atención que el malestar y los<br />

trastornos se produjeran después de comer en un determinado<br />

lugar y no en ninguna otra circunstancia, y que<br />

además pmticiparon de ello los comensales que le acom'<br />

pañaban a la mesa en el mismo sitio.<br />

Se analizó la sal que guardaba en la cabaña, dentro de<br />

un saquito. Contenía una cantidad enorme de arseniato<br />

de sosa.<br />

Posteriormente se llegó a la conclusión que cierto individuo,<br />

impelido por enemistades poiíticas, había cometido<br />

la villanía de mezclar unos polvos con la sal, para gue<br />

así quedara inutilizado el rival.<br />

Estos polvos los había proporcionado cierta persona que<br />

de un modo notorio se dedica a prácticas de curanderismo<br />

y brujería.<br />

il caso.-Un joven agricultor del Llobregat, que sin<br />

antecedentes patológicos empezó sintiéndose trastornos digestivos<br />

y generales con debilidad en las extremidades<br />

inferiores y también en las superiores, hasta que un día<br />

liegan a tal punto que cree encontrarse en las ansias de<br />

la muerte.<br />

Hallándose en el campo sufre gastralgias de una intensidad<br />

inusitada que culminan en un vómito abundante al<br />

mismo tiempo quc se obnubila su sensorio y se siente<br />

invadido por una parálisis creciente. Creyendo que va a<br />

caerse y morir a cada paso, llega a su casa casi a rastras<br />

y tiene que guardar cama en gravísimo estado. Transcurridas<br />

varias semanas y superando el peligro de muertco<br />

cuando Ie vemos presenta una parálisis fláccida de las<br />

cuatro extremidades con R. D. absoluta, trastornos de<br />

sensibilidad, atrofra e hipotonía muscular, en una palabra,<br />

una típica polineuritis grave.<br />

Entre este joven y su madre existían algunas cuestiones<br />

de intereses, y además parece que la madre no veía con<br />

buenos ojos que su hijo contrajera matrimonio. El joven<br />

había observado que desde hacía lln cierto tiempo su<br />

madre no le permitía comer nada que no sirviera ella, de<br />

tal modo que si veía que su hijo se servía algún manjar<br />

de los que estaban en la mesa, inmediatamente le, retiraba<br />

el plato y le servía otro que ya tenía ra'cionado en la<br />

cocina. A todo esto el interesado no le daba importancia,<br />

sino que lo interpretaba como un prurito de querer que<br />

prevaleciera la autoridad materna, sirviendo ella misma<br />

las partes de la comida. Otro hecho llamaba la atencióno<br />

es que teniendo por costumbre tomar café después de la<br />

comid4 encontraba en el azucarero una ración justa para<br />

una sola vez, maniobra que él interpretaba como simple<br />

tacañería.<br />

En fin, esta mujer, con los alimentos y el azúcar d'el<br />

café, hacía que su hijo tomara unos polvos que, según<br />

consejo de una tiradora de cartas, alterarían la voluntad<br />

de su hijo. Sin embargo, 1o que logró fué provocar una<br />

grave intoxicación que puso en serio peligro la vida de<br />

este joven y que causó una enfermedad de la cual tardó<br />

más de dos años en curar.<br />

El tóxico, sin duda, fué el arsénico.<br />

III cuso. - V. G. R., de 25 años, natural de Calanda<br />

(Teruel). Los antecedentes familiares y persongles son de<br />

completa normalidad. El es un hombre fuerte y robusto.<br />

Explica que en junio pasado, cargando mieses, sintió<br />

como un pinchazo o picadura en el brazo y gue poco<br />

después apareció una debilidad en las extremidades infe'<br />

riores, pero que todo ello desapareció en poco tiempo.<br />

No hubiera vuelto a acordarse si no resultara que la sensación<br />

anómala que experimentó entonces volvió a produ-<br />

Tonno XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. $<br />

cirse después de una intoxicación sobrevenida en octubre<br />

y que el paciente creyó poder atribuir al pescado. Sin<br />

embargo, los fenómenos tóxicos, cólicos, vómitos, sintomatología<br />

polineurítica no aparecieron hasta después de más<br />

dc B días de haber comido el pescado supuesto causante.<br />

Preguntado sobre el particular, resulta que maneja arseniato<br />

de plomo y que en la misma jofaina donde se rea-<br />

1iz6 la manipulación del arseniato se preparó lu.go la<br />

verdura de la comida, sin apenas lavar el recipiente.<br />

Sintomatología típica de la polineuropatía tóxica. Ha<br />

me¡brado notablemente y está próximo a ser dado de alta.<br />

Al advertirle el peligro grave que ha corrido y el cuidado<br />

con que debe ttranipulars" substanci4 ira manifestado<br />

que (no creía que fuera ".t" tan fuerte>.<br />

II/ caso. Un farrnacéutico de 60 años, habiendo sido<br />

aconsejado - médicamente por un compañero nuestro en<br />

ocasión de consultar por ciertos trdstornos circulatorios,<br />

tomaba dos o tres sellos al día de 50 centigramos de citrato<br />

sódico que él mismo se preparaba er la farmacia<br />

en la cual trabajaba en condición de dependiente. Después<br />

de unos días de tomar estos sellos, nuestro cliente<br />

sintió molestias digestívas de intolerancia gástrica, según<br />

expresión del interesadb. El enfermo no dió gran importancia<br />

a las citadas molesties y continuó su medicación,<br />

pero bien pronto se inició un síndrome de las cuatro<br />

extremidades parestésico y disestésico con debilidad motora, ,<br />

que motivó nuestra intervención.<br />

Este enfermo acusaba la modalidad de molestias subjetivas<br />

características de las polineuritis arsenicales. Así<br />

se lo expresé y el enfermo no podía atinar de qué manera<br />

había ingerid'o ninguna sal arsenical que pudiera ser la<br />

causa de mi acusación diagnóstica.<br />

A los pocos días, atude a mi consultorio el jefe suyo,<br />

el dueño de la farmacia, quien asustado me refiere gue,<br />

efectivamente, el frasco que contenía el citrato sódico<br />

había sido ocupado siempre por un arsenical y que seguramente<br />

se hallaba el citrato sódico mezclado con el arsénico.<br />

Otras historias típicas han sido publicadas en un artículo<br />

mío anterior (1947) y muchas otrds permanecen en nuestros<br />

archivos.<br />

P oI in e ur o pat í4 s ufi amíd ic a.-La s u$ amid o t e r ap ia<br />

indebidamente sostenida acarrea en algunas ocasiones,<br />

al amparo de condiciones individuales de fragilidad<br />

específica" trastornos viscerales y síndromes<br />

paralíticos por lesiones polineuríticas. Con nuestro<br />

colaborador doctor ToRnurr,r,¡, P¡.usns hace años<br />

expusimos nuestra experiencia personal hasta entonces<br />

recogida. Hoy queremos resumir aquí esta cuestión,<br />

cuyo conocimiento hemos ampliado con nuevas<br />

observaciones, cada vez, sin embargo, más raras.<br />

, También se ocupó entre nosotros de esta cuestión<br />

R. S¡.r,rs Ytzqurz.<br />

La sintomatología de estas parálisis periféricas se<br />

inicia por_ trastornos disestésicos en los pies y piernas,<br />

que el enfermo refiere comosensaciones de hormigueo<br />

y pesadez. Pronto esta alteración subjetiva<br />

se completa con cierto grado de debilidad rnotora<br />

para la marcha, manifestándose clínicamente por la<br />

torpeza con que el enfermo realiza la deambulación,<br />

la cual adquiere la forma de marcha en (estepagge)).<br />

El interés polineurítico puede quedar limitado a<br />

las extremidades inferiores, pero muchas más veces,<br />

las parálisis se observan también en las manos.<br />

Aparte del simple factor cuantitativo, abuso del<br />

fármaco sulfamídico, otras condiciones de éste, así<br />

como circunstancias dependientes del sujeto que soporta<br />

el tratamiento. influyen igualmente en la ins-


Torvro XV<br />

Núnt. 5 - f950<br />

L. BlnneQusn-FnnnÉ' - Polineuritis<br />

talación de la enfermedad. Aquellas condiciones pa- servirme de las manos, porque no tengo eI control<br />

recen crear una acción tóxica sobre el sistema ner- de lo que marripulo>. Poco a poco' durante semanas'<br />

vioso de argunos cuerpos surfamídi;";; ;"p;;ñ*"rr- "rtu pár"rtesia ganaba terrenó, alcanzando hasta las<br />

te de los que corresponden a las sustancias amino- rodil'las y antebrazos- Los refleios se perdieron'<br />

fenilsulfamido-fenilsulfondimetilamida, aminofenil- se irnpuso la necesidad de -hacer eI diagnóstico<br />

sulfamido-fenilsulfon-metilamidr ;';i""t""ii.rit"- "or, ,rrru tabes cuya diferenciación no voy hacer<br />

mido-fenilsulfamida, los cuales pertenecen 1 "ú "q"l p"r * hu"", áste tema desmesuradamente largo<br />

serie designada letras A,<br />

"or,'tu., tB<br />

;-d. D" ellos lu y me pur""",*ficiente decir solamente que no había<br />

influencia tóxica se ejerce preferentemente por el 'no"ión de lúes, no- había signos oculares' tampoco<br />

cue{po citado en primer lugar. '":":"":"" , , ;;1";;r y todo que la-supresión del contacto<br />

"obrá<br />

En cuanto a las circunstancias derivadas del es- con el tóxico acusado óonsiguió una lelll regresron<br />

-*"'"*<br />

tado y funciones del propio á"*o*trudq t ur1" d"rpnaJá" ob"tener una curación ab'<br />

'r-"il.;<br />

"rrf"r*o-"rt.í<br />

y nuesrra io ,i tgda oil i;;"stigación toxicológica (pto'<br />

"*p"ri"náu "orrobora-plenament",<br />

primordiar papel de la fatiga en la apari- i"ro,. M. sotrr lizqusz) resultó negativa'<br />

--os"ulá,.<br />

ción de la complicación polineurítica, así_domo Polineuri^tis inlecciosasz Palin'ewriris diftérica'tambiénseafrrmaqueésta""t¿'i"-tutilitud"po'-Generalmenteltsfenómenosnolineuríticossepre'<br />

-rrra rauurL4u.. vr<br />

un déficit de vitamina 8,.<br />

sentan ;;tJ y veinü días después de la<br />

"rrrr"'jo",<br />

Algo que no queremos olvidar, y que subraya la tl*"puti"ión áe lut *"*branas de las fauces' aun'<br />

alteración del trofismo que luu'"ritremidadés de que en casos gi*"t, la aParición de los fenómenos<br />

"r,<br />

estos enfermos debe producirse, es la disminución paralítico, p,rEd" ser más temprana' especialmente<br />

de la oscilometría, puesta de manifiesto con Tonnur- para la *or"rrtui.tra y faríngea' Estas for'<br />

-palatina<br />

LLAenalgunosdáio*enfermos"-térestudiados'mas'quepodríamosllamarprecoces'contrastancon<br />

La mayoría de nuestros casos son enfermos de .qrá[u, qrr" ,. presentan aI cabo de bastantes se'<br />

gonococia, ![ue tratado_s por la u*irrJ"rrilsul{amido- *'urru. d"'lu diftérica' pudiendo exten'<br />

""tái*"¿"d<br />

{enilsulfon-dimetilamida (variedad A de la ."ri" rrr- ;;; l" p"ri"""titi- a distintas porciones ile-l cu.erpo<br />

tes citada), a la rarga nl,s,ntb, vieron upur""", -"o " q""a;j localizada a un gru'o muscular' La invo-<br />

polineuritis sulfamídica o"*ión de ,,,.u f"tigu r"Jiá" d"'tu"iiliiJoii,i-<br />

"o,, ¿-il'¿'ica se hace con rela.<br />

tsron .'e una ratrmuscular<br />

bastante señalada' tiva rapid"' *i se compara con el promedio dado<br />

Er pronóstico es generarmente bueno y la resti- ;;;1"', f"ri"euritis en general, ya que en algunas<br />

tución ad, inüe.grum suereobtenerse después.de unos semanas puede recuperarse la marcha aunque gemeses.<br />

No obstante, en algunos casos' persisten pa- n'eralmente bastante atáxica'<br />

resias hasta d.espués de un año, con alieracion"r-d. l-" del aelo del paladar se reconoce en<br />

-pará.tisis<br />

los reflejo* uq,ril"o" que hemo= .,oirro abolidos resi- *gii+-" p."t-i"<br />

'o' "'pu"{ .ry"Sosa y rw"sal" Ya {ue<br />

dualmente. Mry rarame'te r.r'r"ir"¡", rotulianos se halla-i*Ñidu la'oclusián de las fosas nasales<br />

r€uuJ{r' I'ulurtqr<br />

en el i" ia fonación. Por esta misma causa al<br />

""to<br />

están alterados.<br />

solamente en casos excepcionales la polineuritis irugu, r1"<br />

"ri-""t* -y 1íquidos en parte a la<br />

Palan<br />

sulfamídica determina cuadros paralíti"o, .1" toii nu,íir. T"J;;- rt- riall" dificuitad en eI acto de<br />

gravedad con reacciones eléctr'ica* d"g"rr"rativ; silbar . r"pl;;; yu qo* el aire escapa por las fosas<br />

como en un enfermo nuestro (figt. Z igi.<br />

nasales'<br />

contribuirán a la profilaxis y d,esaparición de es- si se examina el velo palatino respirando el entas<br />

polineuritis u* de los modernos pr"pur"iJ, fermo- sóro- con la boca, u" la úvula péndula y<br />

'"<br />

de<br />

"t<br />

sulfamidas y la administración si*ultarreu, Ti irJ""i,l"; el paladar tiene un color pálido y se mueve<br />

todos los tratamiento sulfamídicos, de vitamina Br. pasivamente'a cada movimiento respiratorio'<br />

El tratamiento consiste en la supresión d"r t¿*i"á, La pará'tísís ile In anomodanión constituye<br />

proscripción del tabaco, alcoh_oi y-tutigu. firi"" y"ii otra lo'calización paralítica muy constante en la<br />

-d"<br />

administru"iOn li u*ittu B' estriánina y éto' difteria'<br />

troterapia discreta y adecuadu'iuru<br />

puede admitirse como regla general que las pa'<br />

p.olineuropatía "_udu__"ur".<br />

producid,a p,oi o.n.L-Hemos-po- rálisis aisladas tienen un pronóstico benigno' espe'<br />

dido observar que el manejo cotidiano de D.D'.f. cialmente en lo que. * ,"ñ"'" a la musculatura fapuede<br />

causar pósiblemerrt" duráu páiirr".rropáticos ríngea y' palatina'. Algo más serio resulta si se ha<br />

posrui'rrts'L.' *.'vD --<br />

periféricos.<br />

"""_""*-'"v*"-- intíresa"do la laringe, [o"u los trastornos de la glotis<br />

Una observación clínica nuestra es la de un in- constitu-yen una grave que hace nece-<br />

"J*pli"u"ión<br />

diviiluo que cuidaba ciertos arri*"r., *rili"nl sario- eí largo tiempo del tubo o<br />

"mpl"o -durante<br />

fricciones de aquel preparado. Estas fri""iorr"" cánula ,egún se haya practicad'o el intubamiento o<br />

eran sostenidas y persistentes con el fin de que traqueotomía (fig' 9)'<br />

el polvo del producto penetrara dentro del pli; folmas g'ut'"t pueden dar lugar a serios pe<br />

de aquellas bestias. Después de un tiempo,- ,r,r.ioo ligros po' p'Jdocirse trastornos debidos<br />

.entonces<br />

enfermo acusaba una sensación de perder u 11 plrticipación del. neumogástrico que puede<br />

"t "oJ""ro<br />

con el mundo exterior. El enfermi d""íu u"i, ,,"ili" froJ"áit la ^muerte casi súbitamente por parálisis<br />

cla la sensación que camino por eI aire y no p,r"áo 'cardíaca, ptec"diilu cornúnmente de alteración del<br />

343


344 M¡orcnrl Clíxrcl<br />

ritmo cardíaco, bradicardia, taquicardia o bien<br />

arritmias severísimas.<br />

Seguramente la polineuritis diftérica debería ser<br />

considerada como una polineurapa"tín condicionada<br />

por el tóxico producido por el bacilo.<br />

Polineuri¿ís leprosa.-La lepra es una enlermedad<br />

crónica débilmente contagioia, producida por el<br />

bacíJlu,s leprac, de frecuenle locali zaciin en el sistema<br />

nervioso periférico.<br />

Todos los datos de fecha y sobre todo de distribución<br />

sobre nuestra península, como hace constar<br />

_Jenrln PrvnÍ, demueJtran que fueron los hebreos<br />

los más qerjudicados por IJ lepra y cuya raza importó<br />

a Españ_a el mayor contingente de leprosos,<br />

pues muchos de los focos están situados "r, 1", r"giones<br />

donde_convivieron los hebreos en mayor núrnero<br />

y donde deben existir descendientes más o<br />

menos directos.<br />

También el eminente leprólogo Znun.lco pacHA<br />

dijo que en Constantinopla sólo sufrían la lepra los<br />

hebreos.<br />

J._Pevní, en su interesante monografía


Toruo X\r<br />

Nú¡rt. 5 - <strong>1950</strong> L. Benuqurn-FrnnÉ. - Polineuritis 345<br />

había transcurrido el tiempo después del cual Ia Compañía<br />

debe dejar curado o indemnizado al obrero lesionado. Fué<br />

este el momento en que nosotros vimos al enfermo. Su<br />

examen nos ofreció el siguiente resultado. Hombre de<br />

treinta y cinco años, natural de Castellón de la Plana. Refiere<br />

Ia historia del traumatismo abierto que acabamos de<br />

referir más arriba. La lesión plantar tiene un fondo y los<br />

bordes propios de Ia úlcera trófica. Procedemos a la exploración<br />

del enfermo. No es un tabético ni un siringomiélico.<br />

Además del aspecto gue dejamos dicho de la<br />

úlcera platrtar se comprueba una zona anestésica cutánea<br />

de casi todo el pie, parte de la garganta tibiotarsiana y<br />

de la región ánteroexterna de Ia pierna. Nótase q,r" "i<br />

pie aparece péndulo por impotencia del tibial anterior.<br />

Es intersante sdber que interrogado el enfermo con<br />

cierto - c-uidado llegamos en conocimiento de eue, como<br />

sospechábamos, éste tenía ya d'e tiempo el pie anstésico<br />

y péndulo (paresia anestésica) (fig. f2).<br />

Llama la atención al explorar los nervios craneales Ia<br />

imposibilidad de cerrar bien el ojo izquierdo, que queda<br />

siempre, por insuficiencia del orbicular, con un -Iigero lagoftalmo,<br />

sin existir una parálisis facial complet¿ lue interese<br />

toda Ia hemicara.<br />

, Claro está que- y-a lo expuesto es suficiente para<br />

hacer pensar en la lepra y el diagnóstcio viene'más<br />

seguro al comprobar que la paresia del facial superior<br />

de nuestro enfermo va acompañada de anestña,<br />

apareciendo una verdadera máscara anestésica leprosa.<br />

No h"y que decir que Ia$ conclusiones de un<br />

dictamen diagnóstico respecto a la patogenia de la<br />

úlcera trófica plantar de nuestro enfermo eran de<br />

capital importancia para la cuestión referente a accidentes<br />

del trabajo, ya que en modo alguno se<br />

podía atribuir en este caso al accidente lá causa<br />

de su mal perforante plantar, cuya patogenia era<br />

distrófica nerviosa leprosa.<br />

Antes de terminar con las alteraciones sensitivas<br />

de!9pos_ puntualizar que la anestesia táctil es precedida<br />

de anestesia dolorosa térmica, sin que ósta<br />

posible disociación jamás presente una disposición<br />

siringomiélica.<br />

La lepra nerviosa determina trastornos tróficos<br />

de las extremidades, manos y pies, alteraciones tróficas<br />

que siempre vienen p.r"édid"s de hipoestesia<br />

y anestesia (fig. 13).<br />

El trabajo de O. Fnuras Jur-reo, que se incluye<br />

en este número, es un magnífico estudio sistemático<br />

de<br />

_los<br />

aspectos diagnósticos de Ia lepra nerviosa.<br />

..?rr^, polineurítís int'ecciosas. tifoi^dea, la<br />

-La<br />

licbre de malta, la tuberculosrs y la airuéla pueden<br />

causar cuadros paréticos por patología nerviósa pe-<br />

riférica.<br />

- Las parálisis observadas en la tifoidea y en la me-<br />

litensis no aparecen al debutar la'infecciárr, .iro<br />

pleno período septicémico y aun a veces al iniciarse "r,<br />

l_a regresión o convalescencia (fig. la). Es de considerar<br />

en la etiopatogenia de esta-polineuritis o polineuro-patía<br />

post-infecciosa, como en otras seméjantes,<br />

el factor metabólico carencial.<br />

La polineuritis tmriolosa y la tub,e¡rcuJo'sa se observan<br />

raramente. Su extensión suele ser en las<br />

cuatro extremidades (figs. 15 y f6).<br />

La parálisís de L¡.Nony es un síndrome. Éste se<br />

caracteriza por la instauración de parálisis en las<br />

partes distales de las extremidades, casi siempre de<br />

Ias inferiores. El cuadro de'ordinario va aáomp"ñado<br />

de fiebre, pero no es abso,lutamente constante.<br />

La invasión paralítica se hace progresiuamente asaendente<br />

invadiendo la totalidad de la musculatura<br />

de ambas extremidades inferiores. Pronto, generalmente<br />

en el transcurso de unos dos a seis días, se<br />

invaden los músculos del tronco, brazos y en los<br />

casos fatales la invasión de los nervios de nacimiento<br />

bulbar termina ,el proceso.<br />

Resulta imposible enjuiciar la anatomía patológica<br />

y Ia etiología de todos los enfermos que presentan<br />

un síndrome de Landry y es posible que la<br />

naturaleza no sea específica ni única. La participación<br />

medular parece evidente y fundamental, por lo<br />

menos en algunos casos.<br />

Aunque el líquido C. R. puede hallarse alterado<br />

con tasa de albúmina aumentada y linfocitosis, no<br />

constituye una excepción el hallazgo de un L. C. R.<br />

normal o casi normal.<br />

Gulr,r,ell* y B.mnÉ describieron un síndrome caracterizado<br />

por una polirradiculoneuritis con disociación<br />

albumino-citológica cefalorraquídea. El st¿d,rotne<br />

d,o Guil,lain-Barré, de acuerdo con la interpretación<br />

de Funr¡oo, podría observarse ocasionado<br />

por distintas etiologías. Su instauración no coincidiría<br />

con el período inflamatorio, sino inmediatamente<br />

después, de manera consecutiva a una reacción<br />

alérgica. Corrobora esta creencia, el aumento<br />

de la albúmina en el líquido cefalorraquídeo.<br />

Pdlineuritís aaítaminósica del tipo del beríbsri.-<br />

Las manifestaciones ocasionadas por el beriberi<br />

tienen que ser conocidas: por lo menos, burdamente,<br />

desde que se conoce la citada enfermedad. Probablemente,<br />

ya en el siglo xvrr, en el Japón, Klzuxr debía<br />

ver entre sus enfermos a individuos paralizados de<br />

este tipo. Los autores contemporáneos JosÉ Ar,srnr<br />

y MarsuvAHMA han contribuído notablemente a Ia<br />

descripción del beriberi de los niños con participación<br />

nerviosa.<br />

Una tarea a recalcar por haber puesto en evidencia<br />

las formas frustradas de la avitaminosis B es Ia<br />

llevada a cabo por P. BBnrnoyu en el Congreso de<br />

Strasbourg de 193I.<br />

La polineuritis del beriberi es rara en nuestro<br />

país. El beriberi fué primitivamente conocido en<br />

China, en el Japón y en las Islas Filipinas, donde,<br />

según J. Ar,snnr, el beriberi es todavía hoy el responsable<br />

de un 20 por 100 de mortalidad solamente<br />

en la infancia.<br />

Hay que observar la sintomatología que acompaña<br />

las parálisis del beriberi para hacer eI diagnóstico<br />

causal.<br />

Los síntomas que a nuestro entender tienen gue<br />

llamar la atención del clínico son la falta de apetito<br />

y los vómitos, que aparecen en un adulto o en el<br />

niño sin encontrarse en el curso de una infección.<br />

Estos trastornos digestivos, naturalmente, producen<br />

una rápicla desnutrición del enfermo. Los trastornos<br />

cardiovasculares vienen seguidamente y presentan


346<br />

Mrnrcme ClínIc¡,<br />

caracteres de importancia, ya que después de -un<br />

tiempo eI corazlñ se hipertrofi.a y tanto la respira'<br />

ción como el pulso van aumentando en frecuencia'<br />

Entnces uput"óett edemas en los pies y en la- cara'<br />

que pueden también invadir totalmente las piernas<br />

y bt=ro., y caso menos común, el tronco. Junta'<br />

*"nt" "on io. edemas, los labios y las extremidades<br />

pa: r'lizadas se vuelven cianóticas.<br />

El beriberi tiene cierta preferencia por los nervios<br />

craneales. En los casos que de manera aguda y pri'<br />

mitiva la enfermedad empieza por neuritis tle nervios<br />

craneales reviste una seria gravedad.<br />

Se ven raramente neuritis ópticas retrobulbares<br />

en niíros sin explicación etiopatogénica y que nos<br />

han hecho pensar en el beriberi al investigar la<br />

alirnerntación.<br />

Casi rnás de la mitad de los enfermos sufren disfonía<br />

por interés paralítico del nervio recurrente.<br />

Autol'cs extranieros han descrito una forma afónica<br />

aislada del beriberi en niños de pecho.<br />

En el adulto el cuadro neuropático de beriberi<br />

más frecuente es la polineuritis. Se puede ver otras<br />

formas; así se han descrito'la forma pseudo-me'<br />

ningítica, la forma afónica que acabamos de nren'<br />

cionar y la forma óptica, pero estas últimas parece'<br />

rían más frecuentes en niños de la primera infancia.<br />

La forma pseudo-meningítica se caracteriza por<br />

las convulsiones, hipertensión del líquido céfalorraquídeo<br />

sin reacción citológica, ambliopia y edema<br />

papilar.<br />

- Hoy es clásico describir en el adulto dos tipos o<br />

for*u* de parálisis atróficas graves, dgnoginadas<br />

por ciertos -autores arrofia-seca y üilfy húmeda'<br />

i.a primera va acompañada de parális-is generalizadás<br />

que casi siempre empiezan en las piernas,<br />

p"ro q,i" más tarde, en los enfermos de evolución<br />

!.u.r",^ lu" atrofras musculares paralíticas invaden<br />

l-os músculos del cuerpo y de los brazos. Cuando<br />

el proceso llega a invadir la musculatura respiratoria,<br />

el enfeimo se pierde por la asfixia. En la<br />

segunda, la forma húmeda, llaman la atención los<br />

ediroar, sobre todo de las extremidades inferiores,<br />

trastornos cardíacos, oliguria, parálisis de nervios<br />

craneales, del facial, el hipogloso, etc. Vemos con<br />

extraieza, posiblemente por la inexperiencia, que<br />

las extremidades inferiores paralíticas, lejos de adelgazarse<br />

como corresponde a la natural arniotrofia<br />

consecutiva a la grave y persistente parálisis, vemos,<br />

repito, las piernas más gruesas debido a la infiltración<br />

edematosa.<br />

Es útil conocer que hay estados avitaminósicos<br />

latentes caracterizados por una marcada astenia ge'<br />

neralizada, hipotonía muscular o paresia, en que el<br />

enfermo ." ,t-ot queja de sensación de gran debilidad.<br />

Son individuos que tambiéir tien'en, por la<br />

misma causa, una fuerté disminución de capacidad<br />

para cualquier pequeño esfuerzo mental y físico'<br />

-Estos errfJrmos se encuentran en condiciones de<br />

marcada disminución de resistencia a las infecciones.<br />

Así vemos como cualquier proceso sobreaña'<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

dido habido, vulnerando las mucosas de la vía res'<br />

piratoria o digestiva, pone en seguida en grave<br />

peligro Ia vida del atacado.<br />

- Délante de la polineuritis del beriberi, interesa<br />

establecer ,el diagnóstico diferencial de una polineuritis<br />

diftérica,-de una polineuritis consecutiva a<br />

cualquier infección aguda y -de una poliomielitis'<br />

Por la primera, la airsencia de síntoma de entrada<br />

de infección faríngea, de angina y de-las sttcesivas<br />

participaciones dJparálisis del velo del paladar y<br />

áe la acomodación, hacen el diagnóstico.<br />

La no eristencia de un proceso infectivo' febril<br />

agud: inicial, aparta Ia idea de una polineuritis in'<br />

feltiva aguda tipo, por ejemplo, ebertiana.<br />

El diagnóstico diferencial de la poliomielitis es<br />

fácil. En ésta, Ia instalación paralítica es brqsca,<br />

el enfermo se paraliza en el transcurso de pocas<br />

horas, tlespués de un período más o menos rnani<br />

fiesto de pirexia. Mty pronto en algún grupo mus'<br />

cular r" halt"tr modificaciones eléctricas cualitativas.<br />

En cambio, las manifestaciones paralíticas fláe'<br />

cidas del beriberi son prácticarnente siempre api-<br />

réticas y la evolución ei lentamente progresiva, si<br />

persiste con un régirnen avitaminósico'<br />

"i "rrf"t*o<br />

Las parátisis van siempre precedidas de una fuerte<br />

urr"rr'iu muscular. Y las piuebas 'e1éctricas no ofre-<br />

""" fá- primitivos datos degenerativos' Solamente<br />

"" ftt póara constatar en casos gravemente deses'<br />

ol*¿ou por eI largo tiemtpo en qg9 eI enfermo no<br />

5"*i"*lr';"áifi;"áo la afim"trt"óión y persiste el<br />

clistrofismo neuromuscular paralítico'<br />

La anatomía patológica de las poli-neuritjs.del<br />

beriberi, son lesiánes tónculares y uttofiu global de '<br />

los músculos privados de la vida trófica por eI ner'<br />

vio afectado.'Algún autor cree haber sorprendido<br />

también lesiones- de los cuernos anteriores medulares.<br />

Las polineuritis, igual que las otras manifestacio-<br />

,r"s d"f beriberi, han sido-observadas en mayor número<br />

en los pui*", de raza amarilla, donde se ali'<br />

mentan casi exclusivamente de arroz. Y la etiopato-<br />

;;;i; t" ha aclarado despuét qlg se ha comprobado<br />

[o" lu, manifesraciones áel beriberi no son debidas<br />

á f"ltu de alimentación cualquiera, sino a la priva'<br />

ción de alimentos ricos de vitaminas' Asimismo se<br />

ha hecho la prueba experimental de tratar con éxito<br />

;;"fu"i;, dei beriberi con arroz no descascarillado<br />

iuru drroostrar que no es eI grano de. arroz íntegro<br />

;;". reproduce li enfermedad paralítica, sino sola'<br />

Áente ^"1 grurro de arroz desprovisto de su cáscara'<br />

en la cual se encuentran las vitaminas. Por otro lado,<br />

el valor terapéutico de la ingestión de alimentos que<br />

sean ricos eri vitaminas B hácen considerar las polineuritis<br />

del beriberi, según ya es clásico' como una<br />

verdadera parálisis avitaminósica B'<br />

El pronóstico de las parálisis del beriberi es<br />

,i"mpi favorable cuando el estado g-ene-r{ del en'<br />

f"r*t permite ser influído aun por el régimen . bolamente en casos graves en que en las<br />

partes distales, Ia parálisis sea degenerativa' el pro-


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Blnn¡,eurn-FonnÉ.-Polineuritis 347<br />

nóstico de la restitución se volverá desfavorable<br />

a pesar de los tratamientos {ísicos indicados. El pronóitico<br />

de la vida es serio en las formas de invasión<br />

respiratoria.<br />

Gon el tratamiento por la ingestión de alimentos<br />

ricós en vitaminas B se ve a menudo mejorar de<br />

manera sorpr'endente el estado de atrepsia general<br />

del enfermo, pero las parálisis polineuríticas no se<br />

resuelven tan pronto.<br />

Los trast)orio, n"rriosos debidos a condiciones de<br />

nu,trbión det'i'citaria fueron todavía mejor conocidos<br />

después de las últimas guerras. Quizá las primeras<br />

abundantes experiencias deben contarse las observa'<br />

das en el ejército japonés durante el sitio de Port<br />

Arthur en la guerra ruso-japonesa de 1886. En las<br />

modernísimas publicaciones sobre este asunto, como<br />

la importante monografía de Splr.r¿rtrE, se hace referenóia<br />

a las obseñaciones en forma de endemia<br />

durante las guerras.<br />

En España se han conocido mucho mejor lot<br />

disturbios nerviosos por desnutrición gracias a las<br />

publicaciones de Gn.txus CouÁN, Br-¡'sco y Pe'<br />

i¡,rr¡.. En I94L una importantísima monografía,<br />

obra de GnANor y PrnurA, nos proporciona nota'<br />

bles enseñ anzas sobre este tema. El material de estudio<br />

de estos autores fué recogido en Madrid<br />

durante la guerra de liberación, especialmente desde<br />

1937 a 1939. De acuerdo con Splr.r-atqr, nuestros<br />

compatriotas, autores de aquella mo-nografía,- suman<br />

at tiabajo realizado, el valor de haberlo tenido gue<br />

llevar a cabo en condiciones de privaciones'<br />

Sptr.r-aNr pudo realizat notables observaciones en<br />

médicos y oitu población civil canadiense y ameri-<br />

,upátriados procedentes de campos de concen'<br />

""rr" tración japonesa (fig. 17).<br />

En lal -polincuroryríns alc'ohólba, díabéti'ca, del<br />

etnbarazo y otras parece ser que el factor carencial<br />

avitaminó*i"o pot trastorno de la utilización, sería<br />

el elemento básico o preponderante.<br />

Por,tNnunopATíA PERIFÉRICA DEcENERATIVA ( ca'so<br />

ArtÍAToMo-clír'lrco).-Vamos a referirnos ahora a un<br />

cuadro polineuropá'tiao perílérico de naturaleza im'<br />

precisa y qu" da lugar a poder establecer dos únicos<br />

tandos de defensores de su etiología' la polirueurp'<br />

W¿ío perilérica degeneratiaa primitiaa, entidad etio-<br />

patogénica que encierra cierta imprecisión,.o bien<br />

i" ,itu polineuropatía degenerativa secundaria a<br />

un proceso tóxico arsenical pretérito.<br />

Esperanza R:,'de 32 años. Historia de afección digestiva<br />

de naturaleza desconocida con vómitos y dolores abdo'<br />

nninales.<br />

Al empezar el invierno de 1946'47 se cansaba más de<br />

lo habitüal en su trabajo (faenas caseras). Hacia julio<br />

de 1947 dolores en ambas pantorrillas de día y noche<br />

referidos a modo de uquemazón,. Pronto, debilidad en<br />

los pies, con dificultad al andar, progresando la debilidad<br />

p"ru ll"gut a ung paraplejía transcurridos tres meses' esiado<br />

ett-que ingreso en nuestra <strong>Clínica</strong> -Hospitalaria.<br />

Exnmei: Dolores constantes de severidad tal que obligan<br />

la administración de morfina, por lo menos por la<br />

ñoche. Los dolores son comparados a intensa quemazón y<br />

referidos en ambas manos' antebrazo, brazos, pies, pan'<br />

torrilla y muslos. La presión de las masas carnosas y de<br />

los troncos neraíosos determina exacerbación dolorosa en<br />

las cuatro extremidades. También ha sufrido dolores d,e<br />

estóm.ago por temporad,as.<br />

Te,traplejía de típo fláccído con deformidades de las<br />

manos y pies en garra por contractura máxima. Las manos<br />

de aspecto quebradizo en bayoneta, con angulaciones articulares,<br />

carpo prominente, primera falange en extensión<br />

y las demás en garra (figs. 18 y 19).<br />

'Integridad de esfínteres, pupilas iguales con reacción<br />

fotomotora normal, sin dificultades para comer ni tragar.<br />

Quinto pqr sensitivo normal. R. conjuntivales normales.<br />

Motilidad. ocular extrínseca normal, faciales normales. No<br />

acúfenos, ni vértigos.<br />

Atrofia global de la musculatura de ambas manos, piel<br />

lisa y brillante, uñas discretamente distróficas. La excitación<br />

cutánea con un objeto agudo determina la aparición<br />

de una zona eritematosa con descamación blanca en el<br />

lugar de la raya. Parálisis de distribución distal. Atrofia<br />

muscular global de extremidades superiores e inferiores.<br />

Ausencia de reflejos tendinosos. R. cutáneo plantar imposible<br />

por la brutal contractura en flexión plantar. R. cutáneo<br />

abdominales presentes. Sensibilidad superficial corlservada.<br />

Sólo hay hipostesia en los dedos. Si el estímulo<br />

es intenso, la percepción es dolorosa.<br />

La flexión de la pierna sobre el muslo es posible en<br />

cierto grado, como también la flexión de[ muslo sobre la<br />

pelvis, así como la extensión de la pierna sobre el muslo.<br />

Electrodiagnístico: Pérdida de la respuesta farádica en<br />

todos los músculos distales de las cuatro extremidades e<br />

inuersíón polar galuáníca (nomenclatura uclásicar) en los<br />

más afectados.<br />

Laboratorío.' Wassermann y complementarias en sangre<br />

negativas.<br />

Puncün lumbdr: Pr. inicial sentada, 67 cm. agua;<br />

confpresión yugulares, 90; un minuto después, 72, retorno<br />

lento; poco después 68;, retorno lento; compresión abdominal,<br />

68; esfuerzo defecación, 73; retorno rápido, 69;<br />

compresión abdominal, 69; breve compresión yugular, 75;<br />

al dejar de comprimir, sigue subiendo; descenso lento,<br />

74; extracción gota a gota; extracción más de 50 c. c.,47.<br />

subiendo; descenso lento, 74; extracción gota a gota:<br />

extracción más de 5 c, c., 47.<br />

Examen del l. c. r. (Dr. R.,,' Monlees):' Aspecto transparente,<br />

incoloro; ningún retículo fibrinoso. El,ementos<br />

por milímetro cúbico, 12. Después de centrifugación intensa<br />

predominan los linfocitos. Algunos monocitos. Dos polinucleares<br />

en toda la preparación. Raros hematíes. Fórmula<br />

leucocitaria: linfocitos, 70 por 100; grandes monocitoso<br />

28 por 100; polinucleares, 2 por 100. Ningún germen.<br />

Koch negativo. Albúmina, 0,98 gr. por 1000 c. c.; glucosq<br />

0'83 gr. por 1000 c. c.; cloruros, T,'9 gr. por 1000 c. c.<br />

Nonne-Appelt, + + *; Weichbrodt, + + +; Pandyn*++.<br />

Reacción de Wassermann positiva a partir de 0,2 de líquido<br />

céfalorraquídeo. Reacción de Kahn, + + + ; benjuí<br />

coloid al, 222222001222 1000.<br />

De lo expuesto hasta aquí llegamos a la c,onclusión<br />

siguiente: parálisis fláccida distal simétrica<br />

de las cuatro extremidades, con intensos dolores y<br />

con contracturas de los dedos de las manos y pies,<br />

integridad de esfínteres, sin participación rnedular<br />

ni de nervios craneales. Hay motivos, pues, para<br />

hablar de una polineuritis o polineuropatía periférica.<br />

Más difícil es pronunciar su etiología. No han<br />

habido infecciones precedentes, tifoidea, difteria,<br />

melitensis, lepra, etc. Tampoco hemos podido descubrir<br />

contacto con labores en los cuales se manipulen<br />

tóxicos, plomo, arsénico. No es alcohólica.<br />

Tampoco han habido motivos de privación álimenticia<br />

extrema.


348<br />

lfrorclwe Torvro<br />

Cr.í¡vrcl<br />

XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

La presencia de un l. c. r. tan netamente inflamatorio<br />

I pgtilil'o a la lúes indujo a conjeturas de posible<br />

relaciórd La-polineuritis rifilíti"u É ;";;; ;;r,<br />

aceptable. ¿La idea de una polineuropatía en hlual<br />

el cuadro paralítico fuera al¡i¿o a ra i.rfección iue<br />

tica transmitida por las vainas meníngea, qr" u"o*pañan<br />

al funículo radicular? pued"" r", ".rgÁtirru,<br />

pero muy rebuscada- Además, ¿por qué oo"" observa_una<br />

participación topográlca *-otor. o sensitiva<br />

de distribución radiculai? Sigue, pues, ,i"rrdo<br />

poco aceptable la etiología sifilíticá. Se-instauró un<br />

tratamiento antiluético y vitamínico B, sin conseguir<br />

el menor beneficio.<br />

. Se procede a un estudio hematológico y todas las<br />

investigaciones son negativas para "n¡".itt y melitensis,<br />

etc.<br />

Es justo, pues, decir, que se trata de un cuadro<br />

polineuropático de topografía periférico distal y d"<br />

naturaleza imprecisa. Todavía resta otra inquiltud<br />

de investigación: nos referimos, no ya a la etiopato,qenia,<br />

sino a la diferenciacián de"una inflamación,<br />

polineuritl.s, o bien, de una degeneración polineuropatía.<br />

4 .r_tg fin hemos practicado una biopsia<br />

c_uyo resultado del examen practicado en el Servicio<br />

del Prof. Pulc SuRnpe poi el histólogo Dr. S.mn,<br />

es el siguiente:<br />

Fecha: 29-X-49. - Diagnóstico: políneuropatía. piezas<br />

estudiadas:- Fragmento de nervio cutáneoperoneo. Resultado:<br />

^El fragmento- de _nervio extirpado ie ha t ajme"tado<br />

fijándolo en formol, piridina y ácido ó.mi"ol lor<br />

separado.<br />

Se han pfacticado los- siguientes métodos: Bielschowky<br />

para neurofibrillas en- blo-que. Ac. ósmico, inclusión parafina.<br />

-cortes congelación, hlmatoxilina-eosina. Inclusiói-en<br />

parafina, hematoxilina-eosina.<br />

En las preparaciones las fibras nerviosas apatecen impregnadas.<br />

En el método del ácido ósmico sólo'se obr"*u'<br />

gruesas g-otas de grasa teñidas en negro, pero la estructura<br />

del -nervio no puede comprobars" pñ, i"it" ¿" ;;i;;;i;"<br />

de fondo.<br />

En Ia hematoxilina se observa el perineuro y Ias células<br />

de Schwann muy apretadas enJlg sí, o"d"l"¿".,-;;;;-;<br />

se pueden ver las vainas de mielina, como ordiía"ia-"rri"<br />

sucede en esta coloración, distinguibies por las ".rr""gri"_<br />

ciones d'e Ranvier y cisuras de Lantermann.<br />

gJcamenter pero que su que puso<br />

el proceso en movimienü, o sea "l "".rr"1, i;;"<br />

intoxicación arsenical, bill que esta etiología no<br />

ha sido comprobada por laboiatorio y q"" -iu"rir"<br />

aseveración es netamente por experiltróia crínica.<br />

Contando actualmente coln el B. A. L. pr;.;*<br />

pode_r obtener interesantes resultados en "'""uá, a"sos<br />

dudosos que se nos presenten.<br />

Debemos añadir ahoiá que últimamente la enfgrma<br />

Esperanza R. ha *.r"-rto y que está en curso<br />

el estudio anatómico<br />

Por-rxrunopATÍa prrurÉruc¡, y cENTRaL (ceso<br />

cr.Ímco).-otras veces asistimos a parálisi, *.ittiples<br />

cuyos enfermos presentan participación perifá<br />

rica y central, como el ejemplo siguie-nte:<br />

. Antonio M., de 40_ años. Noción de fiebre de Malta ocurri_<br />

da en primeros del año 1948. E; ái"i"-¡]" -á;f ;ir""<br />

año sufre -episodio accesional consistente ; ho;ig;;;;^ y<br />

trabazón de^lengua con notoria disartria tran-"itoiia- En<br />

399:to d,e 1949, cafalalgia_s y vómitos. E" ,;;;i;;br; l"<br />

1949, una- segunda crisis de -parestesias y obnubl*iár. V<br />

a partir de- aquel episodi_o, tr;stornos ¿"'lo mu."fr. -""air-<br />

1rt.Ii4 cambio de personalid'ad, depresión mo.af ,"r.aíai'"<br />

indiferente.<br />

Examen: Marcha pareto-atáxica con balanceo de caderls<br />

y separación d-e piernas. La ataxia aumenta;;-i;,<br />

ojos cerrados. Rombeig con oscilaciones mrilti!i;..-ó;.;nución<br />

de fuerza segméntaria más acentu;il ;; ü li"r""<br />

i-zquierda. Pruebas de _Barré y Nliigazzi"i po.itir"..'Ar;;flexia<br />

roruliana y aquílea y ii!"" ?" Babinski ;ti";;;;.<br />

Atrofias musculares.<br />

En nervios craneales se observa hipoacusi¿ y éxtasis pa_<br />

pi,lay en los primeros meses concomiiantemente a su cefa-<br />

Ialgia y vómitos. Después este síndrome desapa.""".- ""_<br />

sando las cefalalgias, lós vómiros y "r ¿.i*i. -;;;ii;'";;<br />

oar paso a una lranca- neuritis óptica unilatórai derecha<br />

con la consiguiente ambriopi a. L.7,. .. "oo r¿rÁrr. l"l"matoria,<br />

aumento de {!úmina y de número ¿, "¿ioi", "oi<br />

globulinas positivas. W. ne.gatív". --<br />

Conclusión topográfica del sínárome:<br />

Participación central: Cefalalgias, o vómitos, éstasis papilar,<br />

Babinski bilateral. --: '.<br />

--Participación de nervios craneales: Hipocusia bilateral.<br />

Neuritis óptica derecha.<br />

. Participación de neuron¡ perifé¡ic¿, parálisis atróficas<br />

de. muslos v piernas<br />

dida "otr "t"ótro¿i"e"i.ti""- ¿¿ll".r*i"i¿rl<br />

de respuesta farádica.<br />

L"¡ falta de infiltrados inflamatorios y congestión A pesar de la negatividad de las aglutinaciones<br />

nos indican qun no se trMa de un^,pí,o""rí i"Íb- a las brucelas. institiímos un tratamiento específico<br />

matorio,.y la persistencia de las fibras n"rlrio'r". por vacunas qu9 llevó a ""bo "t Dr. R. Monec¡,s<br />

nos sugiere que estos elementos no son los fun- Gnecre y coinóidiendo "árr-.rt" medicación se inició<br />

damentalmente a{ec.t9do¡, por Io cual cree*or qo" una . regresión progresiva. Su estado actual es el<br />

se trata de una L,esión degeneratiaa que afecta a'la siguienie:<br />

mielina y cuya<br />

"Mejoró<br />

causa etiológica no'podemos pre- la.visión,<br />

-<br />

pudiendo<br />

cisar (figt' leer con<br />

20 y ambos 2r)'<br />

'<br />

ojos.<br />

._.,! , . La hipoacusia u, 'q'ui".e--rrrJrro. No podríamos<br />

pronunciada.<br />

terminar La<br />

el estudio de este inte- mar"hu se ha recuperado, pudiendo andar aun sin<br />

resante caso de gran interés clínico, sin añadir co- necesidad de paloJ_ y .ií iiiu¡"o. L; l;.r;; segmo<br />

comentario clínico , qy9, "] diag- mentaria en tódas las cuatro extremidades ha conóstico<br />

etiológico de polineuropatía peiiferica aE- brado potencia Ár n.r"r¿gi"". r" paresia del cuagenerativa<br />

sin otro denominativo,- noJ resulla pocg drioeps'ha desaparecido. Ilos reflejos rotulianos se<br />

explícito y que dadas las características clínicas del prodücen, bien que débiles- Los aquíleos persisten<br />

proceso' sobre todo su modalidad álgica, después inexisteníes. Las'p;"rb*-á; ñAnnr y de Mrc AzzrNt<br />

de nuestra experiencia, existen motivós suficióntes son negativas-o *oy discretas. El reflejo cutáneo<br />

para crder eR una polineuriopatía de dominio- pe-r1' plantaicontinúa pr9áuciénd;;; _._" forma patológica,<br />

férico degenerativa. Esto está demostrado hiJtoló- en flexión do.sai del dedo gárao (Banrñsrr) muy


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong><br />

discreta, en ambos pies. El sensorio se ha despejado..<br />

Podríamos deeir, por lo tanto, en este caso de<br />

O. FneItls. - Lépre nerveuse 349<br />

LES ELÉMENTS DU DIAONOSTIC<br />

DE LA LÉPRE NERVEUSE<br />

impregnación polifocal, que a pesar de la ne- O. Fnur¡.s Jur,lÁo<br />

gatividad específica de loi resultádos clel labora- clivre docent¡ er assistant de t¿ 6lt¡¡ue Neurolosisue de la<br />

torio, se trataría probablemente de una resultanciu Faculté de Médecine de l'université de sáo'Paulo (prór. A. 'tor-_-_-<br />

t. . t ,' ---.----.-;----, -- ;'* -""-^":""^* l.os¡). Socio cor,respondiente extranjero d,e la Sociedad F¡pabrucelósica.<br />

La denominación de polineuropatía es<br />

--¡4.<br />

ae ñ""to..":"gr".<br />

en este caso solamente genérica, inespecífica y provisional.<br />

Les problémes relatifs au diagnostic de la lépre<br />

Polineurüis o mononeuritis sensüiaas.-Dentro<br />

nerveuse el pos€nt, souvent, au neurologiste, de sérieucapítulo<br />

de Ia patología nerviosa periférica de cierta ses difficultés, surtout lorsque les -cas présentent<br />

oscuriclacl patogénica- se halla ría ía rlonp o poline'i une symptomatologie incompléte ou fruste, eJ {uand<br />

ritis ssnsí,tiuo "de Warteruberg. les_ Trátase de urra .,eu- recherches bactériologiqyes demeurent négatives.<br />

ritis emigrante cuya instauiación es insidiosa, de No¡s tenons á rappeler d'abord que, au point de<br />

curso cróirico, intermitante y que puede doru, vu- vue du- diagnostic, deux circonstances sont á distinrios<br />

años. Una manifestación clinicá es eI dolor que guer: les cas oü les manifestations nerveuseg s'ac'<br />

puede ser cliscreto o severo. La presión del nervio compagnent de lésions cutanées caractéristiques<br />

(macules, nodules), réalisant une symptoma,tologia<br />

iolorido es insoportable. La neriritis sería debida<br />

a un trastorno metabólico, o bien a un virus d* cutanéo'neraeuse; les cüs nzrusy'!; P-ars 1¡*e rar'<br />

extrema afinidad para el sistema nervioso peri- yeupc anesthésiqun, de la classifi.cation du Caire,<br />

férico.<br />

r ¡ lg38).<br />

Le diagnostic, aisé en généra,l dans le premier<br />

BrnuocnlrÍe<br />

cas, peut offrir, par contre, de grandes difficultée<br />

Ar,lJouewrxn, TrIURET, y Goolnwsxr. - Intoxication arsenical dans le second.<br />

accidentalte avec Daralysie des cxtremités du type périphérique Ainsi, dans un pays oü la lépre est endémiqug<br />

ff".1J"*i'rfr" ,llr-rT;:ibiité ¡rusculaire' Revue Ncurologique, l'observation d'une- nbvrite isoléJ d" oo ao<br />

""bitai,<br />

_<br />

Ar¡rn¡rnssro-Bp¡rrsrry, Mme.-Trat. et Restauration des lesio¡s sciatique poplité externe, sans étiologie définie, ou<br />

dres i nerfs. nerrs. Masson, lvrassolt, rgr7. Igr7.<br />

BARRAo'ER Frnnú.. L.-r,as p¿'frisis, segunda edic., sarvaf [di- 1':" TlJ perforant, souléve 1ouvent..d""rP"T9blé37<br />

trés délicats concernant le diagnostic différentiel,<br />

toreg S. 4., Barcelona, ,947.<br />

BARnAoUTER FrrnÉ, r,.-polineuritis arsericates. qAnales de d'oü lrintérét de bien connaitre les multiples aspects<br />

lTj:"':x1.vCirugía.Julio-agosto,tg46.Vol.XX,nl,,m.I3-I4'cliniquesquelaléprenerveusepeutrevétir.<br />

q'll}:fi":: liHif¿"3o?,fff"ti";"J:.#.i?-.,";3if,:,rff::il cr-wrqun. -J-e<br />

tabteau ctinique de ra lépre nergina<br />

42. Valencia.<br />

o"ii.*lfil1l:Tüi"":'Ht,',*?:ilfffilXTÍ:*'""3yi:,ff associés en syndro-"" ¡ prédominá.,"J ou sensitif,<br />

- B'rnn¡qurn RovrRALrA, r,.-Dtudes cl,niques et ex¡rerime:rtaie.l ou amyotrophique-paralytique, ou ulcéro-mutilant.<br />

de Neurologiic' Déséneratie¡1 s¡<br />

""*Z""iti"" a,r svsteme rreJ veux Ainsi, á* f"iorr'schématiqol, Lr, peut décrire dans<br />

r¡é¡ipherique. Revue Neurologigrre, núm. uuu'. 14,, 44,. 3o 30 dlciembr u¡cr€EaDrt<br />

r9ro, I'arís.<br />

l" tableau neurologique de la lépre:<br />

BARRAoUER RovrRA¡¡rA, L.*Contribution á l'étude d( symptomato'ogi,e<br />

--un état hypertrophique des nerfs,<br />

nerveux lÉripherique. Reyue.<br />

BouDouREsQUFs, J.-I,es Folynérritcs. Edit. Doin & Cie., pa_ synor<br />

ris, re38. .;]il;;u''-'i"'' Edit' Doin & cie., pa -ll :###:;ffilit;rhique.paratytique,<br />

Dq¡rn¡¡rE" - Semiologie des affections du systéme nerv€ux. _un syrrdro*e ,rlcéro-mutiiant,<br />

r9r4, Paris.<br />

Ftrnrnoo nuco.-vitami¡as e Neuror¡itaminoses. z.a edic. Li_ -un<br />

syndrome neuro-végétatif.<br />

vr-aria I.usa-Espaahola t da., r94ó.<br />

. cRANDl, F., and nenertrr, M.-Avitrnrinosis y sistema Ner- - l. Etat hyp.ertrophiryc des vioso, Miguei -nerfs'-L'hypertrophie<br />

Servet¡ rr"¿iiá,-.nor,, *ll;i des nerfs peiipte.iques constitue sans doute une des<br />

*"?jTtff.;t r*:r1|:"r'-R€rue Neurologique, rnars, rs4e, nú- caractérisiiq""u les^ plus importantes de la névrits<br />

PDRATTA, M.-ry4e, arch. psychrat. Nerven., rr41 6rr. Hansénienne (fig. l).<br />

PrrREs et rEsrur'-les nerfs<br />

"', rez4, paris.<br />

"tr"-uu, Cette hypertrdfhie extériorise la prédilection élec-<br />

RUSELL Bnri*.-qDiscases of vr Nerv,cous rrs¡v'LrJus<br />

r¡rnclon,<br />

sysremD, svsremD, 1945.<br />

second. second edit.. edit., _r-:i:::j:^"^-":;_;":;";:;:- tive du processus inflammatoire ;I;;;;;;;"'r, pour certains terú.<br />

SPTLLANE, Josw D-Nutritional Disorders ot the Nervous toires du systéme nerveux périphérique et permet d.e<br />

Syste'm.<br />

t'¡NE,* J.-po.ineuritis. Tratado de<br />

'atología Emilir^<br />

'r(dica. connaitre, jusqu'i un certain point, la diffusion de<br />

sergent. Edit. pabul, -rs:;. -<br />

nar"etoou,<br />

^'rqu¡ua' 4urruo<br />

l'atteinte.<br />

w¡IssÉ'-Enfe¡medades del sistema nervioso. M. Marín. edi- Ltexploration des différents nerfs sera pratiquée<br />

to¡. Ba¡celona, 1948.<br />

''|^*¡rs' ¿'tu^-<br />

*_"<br />

--;:-<br />

;"-L^"^*-'"*-<br />

,-----;-*<br />

---- r-----.,<br />

méthod-iquement et dans des positions appropriées,<br />

JvnnrwsBnc, R.-Ne'ritis. irhe ¡r*!rru.u Ame¡ican ¡'E(¡¿(:¿r aredicai Jrssocra- Associaübn,<br />

January, r95o.<br />

particuliérement au niveau des troncs nerveux élec'<br />

wARI¡NBÉRG, R.-Folineuritis sensitivas, r94e, parts,\ rv coo_ iit* (cubital, médian, sciatique poplité externe) et<br />

greso rnternacion¿l de Neuroiogía. parls. , -<br />

-:_L__-._ ?¡_^"^'r ^.-^ ^-Lt+' .<br />

wnousrrn.-Murtiple periphericai neuropathy versus mul¡¡pJs {"t rameauY sous-cutanés (frontal, sus'orbitaire,<br />

neuritis. The Journat of the American Medica'l ¿.ssociation] branche auriculaire du plexus cervical superficiel,<br />

*"ril"3;13\:l;::;,fn;'"1'.-f;*.". rameau superficiel du radial, rarneaux cutanés anti'<br />

brachiaux, nerf saphéne et rameaux superficiels pé'<br />

roniers).


350<br />

Muolcrm Críxrcl<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

ScHÉu¡s l, 2 et B.<br />

Anesthésie :<br />

Hypoesthésie =<br />

r N<br />

Schéma / (Cas A. l4_.): Troubles de la sensibilité thermi_<br />

que.-Schéma II (Cas H'. p. F.): Troubles d", senniil.<br />

tés. tactile_ (.A), _dgulourcuses, thermique et du ..o" -J*<br />

attitudes (B).-Schéma III: En noir terriroires ¿"-tfr"rto-anesthésie.<br />

Souvent uniforme, - -réguliére, l,hypertrophie est<br />

parfois nettement fusiforie ou mon'iforme. Dans<br />

certains cas incipiens de Ia maladi", ;;-";;e-toujours<br />

dans la forme t"¡"r"uioG-'r'typ?rii"prri"<br />

isolée d'un rameau sous_cutané est souvent observée<br />

en nette connexion avec une plaque maculeuse ad_<br />

jacente (névrite ascend.ante). L", rapports intimes<br />

entre les lésions c-ula_nées et I'hypertropt i" d"u ,rlrf,<br />

d1l? r-eSion ,ont été bien decrií" pu, i"o"r"n¡i qrri<br />

a fait des recherches systématiques sur de nombreux<br />

malades.<br />

I¿s nerfs envahis par le processus inflammatoire<br />

présentent aussi des modifiications de leur consistance.<br />

IIs sont,dlrr, {enses, comme un cordon qui<br />

roule sous le doigt, simulaít quelquefoi, u¿ritu¡t"ment<br />

un tendon. Dans certains cas, cette augmentation<br />

de la consistance est en rapport avec ,ri depOt<br />

calcaire d l'intérieur du ,r"rf, cl*me le rnontre l,e_<br />

xamen anatomo-pathologique ou méme l,examen<br />

anatomo-pathologique ou méme l,examen radiolo_<br />

giq_ue ( Souze-C.lunos).<br />

Quelquefois, Ig nerf est,le siége d,un ,,abeésrr, qui<br />

reléve plus précisément d,un p'.ocessus de nécrose<br />

de^coagulation (Mrcrvoxr e Onra).<br />

Dans certaines périodes de la rnaladie, les troncs<br />

nerveux hypertrophiés réagissent vivement á la<br />

llll_rion, l'h)'persensibilité áunt en général subor_<br />

ctonnee au degré et d I'acuité de l,inñammation du<br />

nerI.<br />

L'existence d,un .état hy_pertrophique des nerfs<br />

au cours d'une ngv¡itg péripñerique représent", áur"<br />

l'immense majorité_^d". "u., itlá*"r,, sémiolosique<br />

le- ptus précieux, d'une influence décisive ooi¡'t"<br />

diasnostique de la lépre. L" protia,;;;;i"rJ;;:"r"<br />

alors sera naturellement d'éhliner les autres névri-<br />

,": hypertrophiques. La similitude: par exemple,<br />

entre la névrite multiple hyperrrophiq,i" H;;;il_<br />

ne er la névrite inte",qtitieti" hyp".tr"jrrriqu"-á. -ñr_<br />

j:ll::,::rres peur érre trés,pJrrro"i r"'ái"I"*ri"<br />

presente_ra-de grandes difficultés que, darru qíelqres<br />

cas, seule la biopsie pourra éluder.<br />

_^3:O.tl,,malgré la. fréquer,"" á"- l,hypertrophie des<br />

ner:ts. rl faut cependant savoir qr.r" ""il"_"i péut *unquer<br />

_ou peut étre d'appréciation difficilá, .rrio,rt<br />

dans les cas anciens "icátriciels.<br />

II. Synd,rotne sensüff.-Constant, précoce, et trés<br />

caractéristique, le syndrome sensitif^ for_"'la bas<br />

cte Ia symptomatologie de la Iépre nerveuse.<br />

La coexistence de deux ordie, d" ph;;;ménes,<br />

irritatif et dé_génératif, au niveau de, fibr"s ;;;;<br />

ses, p_ermet de décrire deux périodes dans l,évolution<br />

des troubles sensitifs: périade nyp",áti;;;;;<br />

et période anesthésique.<br />

,., Dans la premiére phase prédominent, a coté de<br />

l'hyperesthesie, Ies troubles sensitifs subjectifs (douleurs,<br />

paresthésies), alors que dans la dzuxiéme phase<br />

les troubles de la renribilité objective *o.,i uo<br />

premier plan.<br />

1. Troubles subjectifs de la sensibilité._Les douleurs<br />

se manifestent le plus souvent de fagon bru.-


Touo XV<br />

I<br />

Nrim. 5 - f950 O. Fnenes. Lépre neryeuse<br />

-<br />

que-; dans d'autres cas, elles sont précédées de paresthésies.<br />

Elles ont pour siége haiituel r", t*í",<br />

nerveux et<br />

_apparaissent souvent lors des poussées<br />

évolutives de la maladie (réaction réprosique) et<br />

sont remarquables surtout par I'intensité qu'elles<br />

peuvent revétir.<br />

Extrérnement violentes, rebelles á toute médication,<br />

elles prennent quelquefois un caractére fulgurant,<br />

d'autres fois lancinant, térébrant, donnant I'i;pression<br />

de décharge électrique, de áilacération ou<br />

d'écrassement, de douleurs iitenses qui suppriment<br />

toute I'activité du malade et mém" t" .o*-fit.<br />

-Ces_ douleurs, accompagnées d,hyperesthésie cuta_<br />

née dans le territoire *,"*u"lr¡*,<br />

aux mouvements, au contact, "órr"rporrda.rt,<br />

m6me le plus léger.<br />

Des paroxy_smes douloureí* f"ru"rrt persister des<br />

semaines ou des mois; ils obligent le malade á res_<br />

ter immobile dans des positioni antalgiques, d,oü il<br />

résulte souvent des rétractions fibro-iendinlu"es et<br />

des attitudes viceieuses des extrémités distales des<br />

membres.<br />

Continues ou disc_ontinues, les algies siégent dans<br />

lagrande majorité des cas dans le tronc nerveux du<br />

cubital au niveau de la gouttiére épitrochlé".rrr" o<br />

de la moitié inférieure áu bord interne du bras,<br />

régjons oü le nerf se montre nettement hyp";r;il¿.<br />

on retrouve dans cette région l'intenJii¿ *"iir""<br />

de la douleur; elle se prop"-g" le long ¿" ¡"r¿ l"terne<br />

de I'avant-brl: jusqulá],érrri.r"rrá" hypothénar<br />

et á I'annulaire et l'auriculaire.<br />

- La pression, m6me modérée, au niveau de la partie<br />

hypertrophiée, exacerbe fortement la doui"u,<br />

ainsi que_ les manoeuvres d,allongement du tronc<br />

nerveux. De BrunrrANN et Goucenór ont attiré l,attention<br />

sur certaines formes sensitiveq douloureu-<br />

lo 9" la polynévrite lépreuse qui peuvent réaliser<br />

des formes de début de la maladie. iette polynévrite<br />

aigué


352<br />

Mrucnv¡ Cr,ímc¿<br />

La phase hyperesthésique peut durer ds jours,<br />

des mois ou méme des années, et disparaítre seulement<br />

lorsque survient Ia dégénérescence des fibres<br />

nerveuses.- Alors s'établit le syndrome déficitaire,<br />

qui caractérise la deuxiéme phase ott d'arrcsthésin'<br />

Mais, dans un nombre considérable de cas, I'hy'<br />

poesthésie et l'anesthésie sont les signes-révélateurs<br />

áe ta maladie, n'étant précédées ni par des troubles<br />

de la sensibilité subjective, ni par des lésions cuta'<br />

nées apparentes. Elles peuvent également rester iso'<br />

lées comme seules manifestations cliniques pendant<br />

plusieurs années.<br />

-<br />

Troubles qualüa,tífs de In sensibili¿é: Dans l'im'<br />

mense majorité des cas, les troubles correspondent<br />

exclusivement á la sensibilité superficielle.<br />

Toutes les sensibilités cutanées, protopathique et<br />

épicritique, sont fortement perturbées, par oppositlon<br />

avec Iá sensibilité profonde qui est en général<br />

respectée.<br />

Cette atteinte élective de la sensibilité extérocep<br />

tive constitue indiscutablement une des plus expressives<br />

manifestations cliniques de la lépre nerveuse-<br />

C'est surtout la variétl thermique qui est la plus<br />

troublée, tant en intensité qulsn extension. C'est<br />

également la sensibilité la plus précocement attenite.<br />

Les troubles de la sensibilité douloureuse se rap'<br />

prochent beaucoup de ceux de la sensibilité thermi-<br />

-qo",<br />

qt"ttt á I'intensité et quant á la topographie.<br />

Les troubles de la sensibilité tactile, bien que<br />

moins accusós que ceux de la sensibilité thermo-al'<br />

gésique, sont aussi constants. Ils ont été retrouvés<br />

áunt toutes nos observations: hypoesthésie ou anesthésie<br />

selon les cas.<br />

La sensibilité pro{onde est respectée habituelle'<br />

ment, mais il est certain qu'elle peut étre,légérement<br />

troublée dans quelques cas: troubles de la sensi'<br />

bilité segmentair", á" la sensibilité vibratoire, du<br />

sens barásthésique et stéréognosique ont été signalés<br />

(Lennn, Wlr,sou, etc.). Ces troubles sont, quelque'<br />

ioir, secondaires aux graves altérations de la sensi'<br />

¡itii¿ superficielle (astéréognosie secondaire)'<br />

CB,tte áissocia,tion de Ia sensibilité, type péríphe'<br />

riqu,e, c'est-á-dire l'atteinte de la sensibilité lupgrficielle<br />

avec conservation de la sensibilité profonde,<br />

constitué par conséquent un- des éléments fondamentaux<br />

du syndrome sensitif de la lép1et<br />

Les trois modalités de la sensibilité cutanée<br />

n'étant pas atteintes simultanément et au méme de'<br />

U*,."" décrire {1etUu-es t¡res d'anesthésie dis-<br />

ry"9l<br />

socree perlpnenq.rt, ttlot la ou moins gralde<br />

-pius<br />

intensiü dés altéruíiott" de chacune des sensibilités<br />

superficielles.<br />

buttt les cas oü il y a une prédominancee nette<br />

des troubles de la sensibilité thermique sur la sen'<br />

sibilité tactile, on pourrait parler d'une dissociation<br />

syringomyélique, mais imparfaite, car Ia sensüilité<br />

tactile est toujours troublée.<br />

Dans quelqles cas, les troubles de la sensibilité<br />

objective coéxistent avec des douleurs dans les<br />

troncs nerveux correspondant aux zones anesthé'<br />

Toino XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

siées (anesthésie douloureuse), ou avec du prurit<br />

(anesthésie prurigineuse).<br />

Dispasition topographique d,es troubles.-Ella<br />

peut prendre plusieurs types: insulaire, tronculaire,<br />

iubannée, segmentaire, généralisée (voir eschémas).<br />

t. La disposí¿ion insulah'e ou ramtrccwlairs est<br />

particuliére aux lormes nQuro-nxcrculaíres.<br />

Les il6ts anesthésiés ont une forme, une dimension,<br />

une situation variables, se supe{posant en général<br />

á une lésion maculaire (macule achromique,<br />

érythémato-hypochromique, érythémateuse). Les cas<br />

oü aucune lésion cutanée n'est apparente ne sont<br />

cependant pas rares. L'anesthésie en plaques représetrte<br />

alors le seul élément que retrouve l'examen<br />

clinique.<br />

Les altérations de quelques fonctions peuvent précéder<br />

d'ailleurs les troubles anesthésiques: l'anhy-<br />

drose, I'a,1,'opécí,e, la d,ísparition de I'érythém'ct rét'lexe<br />

d, l'histamine sont alors des signes précurseurs.<br />

L'association de ces quatre types de manifestations<br />

(anesthésie, anhydrose, alopécie, absence de I'érythéme<br />

réflexe, á l'histamine) constitue, sans doute,<br />

un des syndromes les plus expressifs de la lépre,<br />

d'oü sa grosse valeur diagnostique.<br />

2. La dísposítia'n tronculaire, observée quand<br />

sont atteints les troncs nerveux: cubital, sciatique<br />

poplité externe, etc.<br />

3. La disposition, rubannée: Dans les mem'<br />

bres, l'anesthésie est souvent á disposition rubannée<br />

et rappelle, jusqu'á un certain point, une topographie<br />

radiculaire.<br />

Dans les membres supérieurs, disposition fréquente<br />

le long du bord interne de l'avant-bras et de<br />

la main et m6me du bras. Dans les membres infé'<br />

rieurs, elle occupe habituellement le dos du pied, la<br />

face externe de la jambe et peut s'étendre dans<br />

cette méme direction jusqu'á la cuisse.<br />

Cette disposition rubannée est considérée par<br />

quelques auteurs (Jnmvsrr-un, SrnRr-rwc, AusrnncESILo,<br />

etc.) comme correspondant i des lésions radiculaires,<br />

ou radiculo-spinales (Cr-D' Lr-S.).<br />

Il faut souligner cependant que dans un grand<br />

nombre de cas, les rubans anesthésiés type cubital<br />

et péroniers sont pseudo-radiculaires, puisqu'ils dé'<br />

pendent véritablement de lésions névritiques multiples:<br />

au niveau du membre supérieur, de l'atteinte<br />

des nerfs cubital, brachial cutané interne et de son<br />

accessoire; au niveau du membre inférieur, des<br />

rameaux cutanés du sciatique poplité e'nterne pour<br />

la face dorsale du pied (musculo-cutané) et la face<br />

antéro-externe de la jambe (rameau cutané péronier).<br />

4. Dispositío'n segnxentaire: Dans ces cas, l'anesthésie<br />

prend un segment du corps, réalisant l'anes<br />

thésie en manchettes, en gant et brodequins.<br />

L'anesthésie envahit généralement les quatre membres,<br />

en partant toujours des extrémités distales ver$<br />

les proximales, et offre une remarquable symétrie<br />

(GntnssrNenn).<br />

5. Disposüíon généralkéez Dans les cas anciens<br />

de la maladie, surtout dans les formes neurotrophi-


\<br />

Toruo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnuus. * Lépre nerveuse<br />

ques mutilantes, on.peut voir une anesthésie généralisée<br />

á tout le tégument ou universelle.<br />

A part les rares cas oü l'envahissement radicu-<br />

tr'lc. l. -- Hypertrophie de la branche auriculaire du piexus<br />

cervical srrperfrciel.<br />

laire existe, ce sont des lésions exclusivement névritiques<br />

qui conditionnent d notre avis les types<br />

variés de topographie ci-dessus distingués; dans<br />

quelques cas, il s'agit d'une disposítíon néurítique<br />

tronculaire, dans d'autres cas de distríbution rümusctl,laíre.<br />

Dans le premier groupe. la topographie est subordonnee<br />

á I'atteinte de gros troncs nerveux mixtes<br />

(cubital, sciatique poplité externg médian) et aussi<br />

de' certains rameaux cutanés ( auriculaire du plexus<br />

dervical, radial'superficiel).<br />

" Ddns le second groupe, nous classons les topo-<br />

,graphies insülaire, segmentaire et généralisée. puis'<br />

que ces modalités semblént dépendre essentiellement<br />

des-,rérrtites ramusculaires multiples.<br />

";Dqns .un troisiéme groupe, mixte, nous pouvons<br />

classer les' cas 'oü sont' associées les dispositions<br />

tróniulflire et ramusculaire.<br />

A'hotre avis, "les topographies segmentaire et généralisóe'doivent<br />

6tre mises á c6té de la disposition<br />

insulaire parce gu€o<br />

comme celle-ci, elles se<br />

subordonnent aussi aux<br />

lésions ramusculaires.<br />

Des arguments cliniques<br />

et anatomo-cliniques<br />

sont en faveur de<br />

cette interprétation.<br />

L'hypothése de lésions<br />

centrales et radi-<br />

-<br />

culaires pour expliquer<br />

l'anesthésie généralisée<br />

ne peut pas évidem-<br />

Flc. -9.'* Amyotrophie, drr ment étre soutenue en<br />

type Aran-Duchenne, de présence du tableau<br />

la main droite.<br />

en' effet, on consrate, en *uJlil]T ;rT:';'i'"ff.<br />

thésie, des paralysies et des atrophies limitées aux<br />

extremités des membres, une réflectivité ostéo-tendineuse<br />

souvent normale" une sensibilité profonde<br />

practiquement conservée, absense d'ataxie, de troubles<br />

sphinctériens, d'altérations importantes du liquide<br />

céphalo-rachidien, etc.<br />

Les névrites tronculaires, pour leur compte, ne<br />

pourraient expliquer que les altérations sensitives<br />

rles extrémrtés Ce¡ membre¡. ou sr. rcncontrenr aussi<br />

fréquemment des paralysies et amyotrophies. L'absence<br />

de troubles de nature amyotrophique paralytique<br />

dans les autres territoires (segment proximal<br />

des membres, tronc) permet cependant d'éliminer<br />

sürement l'atteinte des troncs nerveux périphériques<br />

comme responsable de l'anesthésie segmentaire et<br />

de I'anesthésie généralisée.<br />

Ainsi, seule une atteinte ramusuu.ai¡'c extensoprogressive<br />

peut étre invoquée pour expiiquer ce<br />

mode d'anesthésie. A ce propos, interprétan¿ la di-ctribution<br />

segmentaire<br />

dans un cas de lépre<br />

anesthé,sigue observée.<br />

Dr¡BntuB a écrit:<br />


35,1 Mrotctne CríNrcr<br />

Tono XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

rarement dans les domaines du radial et du scia- végétatifs importants; contrastant cependant avec<br />

tique poplité interne, exceptionnellement dans les ce tableau paralytique et amyotrophique, il existe<br />

territoires des autres nerfs. quelquefois une hyperréflectivité tendineuse.<br />

Les troubles moteurs ainsi installés peuvent, dans<br />

quelques cas, régresser entiérement ou partiellement;<br />

mais parfois, quand disparait l'oedéme, on découvre<br />

des amyotrophies importantes et le déficit moteur<br />

est donc en général définitif.<br />

L'am.yotrophie est souvent limitée á quelques<br />

muscles (amyotrophie circonscrite) et alors elle<br />

n'attire pas l'attention du malade. Elle se localise<br />

surtout aux muscles des mains, dans le territc¡ire<br />

du cubital ou du médian.<br />

Quelques suteurs (Souzr C¡vtpos et LoNco, Jlnarxnz)<br />

ont attiré l'attention sur l'apparition d'atrophie<br />

circonscrite comme manifestation initiale et<br />

tt*"-"<br />

Frc. 4.--Paraysie faciale droite, parceilaire: paralysie du 9." 11^,l¿nt"'<br />

frontal et du sourcilicr, parésie de l,orbiculaire. Amy,r- En général, l'atrophie s'installe progressivetrient,<br />

trophies rles nrains. réalisant au niveau de la main et, suivant son ex-<br />

Précoces dans quelques<br />

cas, les troubles<br />

moteurs s'installent insidieusement,s'extériorisant<br />

surtout par la difñculté<br />

des mouvernents<br />

des mains et la flexion<br />

dorsale du pied, ou encore<br />

de l'occlusion palpébrale.<br />

Au début, Iimitée á un<br />

membre, l'atteinte motrice<br />

s'étend progressivement,<br />

réalisant bientdt<br />

un tableau de névrite<br />

multiple des quatre membres,<br />

avec une disposition<br />

distale. souvent symétrique.<br />

Il existe ordinait'ernent<br />

une étroite dé¡rendance du déficit nroteur i I'atrofie<br />

musculaire. La paralysie est" en effet, dans la majorité<br />

des cas, seconclaire au processus amyotrophique:<br />

plus imporante est I'amyotrophie, plus rnarqué<br />

sera le trouble rroteur.<br />

Plus rarement, l'atrophie urusculaire est évidente<br />

alors que le déficit moteur est modéré ou inexistant.<br />

C'est le type amyotroph,ique non, paralytique décrit<br />

par BlnnAeuER-Ro\¡IRALTA.<br />

Le phénoméne est analogue á celui que l'on rencontre<br />

dans l'atrophie spinale progressive (Nouur)<br />

et également dans I'atrophie péroniére type Charcot-<br />

Nlarie. D'autre part, des paralysies pures, c'est-ádire<br />

sans amyotrophie, peuvent se voir dans quelques<br />

éventualités, comme par exemple au cours de<br />

poussées eruptives de la réaction léprosique. Alors<br />

s'installent souvent brusquement des paralysies des<br />

extrémités associées d'importants troubles sensitifs<br />

(hyperes,thésie, douleur), hypertrophie des troncs<br />

nerveux, oedéme des extrémités. Il s'agit d'un tableau<br />

de polynér'rite sensitivo-motrice, avec troubles<br />

l'rc. 5: Paralysie faciale gauche. Flc. 6: Syndrorrre rrk.tirr-m'lilant<br />

tension, différents t,v-pes<br />

de déformations (figures<br />

2 et 4): l'amincissement<br />

de l'éminence hypothénar,<br />

de l'éminence thénare<br />

du premier espace<br />

interos,seux dorsal (atrophie<br />

circonscrite de I'adducteur<br />

du pouce), main<br />

de signe, main en griff",<br />

main en coup de<br />

vent, etc.<br />

L'atrophie des muscles<br />

de l'avant-bras est<br />

rare. Deux cas ont été<br />

rapportés par BeunMANN<br />

et Goucnnor oü la paralysie<br />

radiale bilatérale<br />

n'était pas accompagnée<br />

d'atteinte du médian ou<br />

du cubital. Dancs deux<br />

uas que nous avons tibservés. les troubles nerveux<br />

constatés (rnoteurs, sensitifs, amyotrophiques) af-<br />

Flc. 7: Mutilations p¿ü résorption csseuse. - Frc. 9:<br />

Raccourcissement de I'avant-pied. Pied télescopé.<br />

fectaient exclusivement un des membres supérieurs,<br />

prenant la main et l'avant-bras de fagon globale.


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnnrr.ts. -<br />

L'anryotrophie d'autres territoires est exception_<br />

nelle, sauf les cas- d'amyotrophie généraliséé qr"<br />

l'on peut voir dans la phase terminalJ de la -ulad'ie.<br />

Quant aux membres inférieurs, l,atrophie prédo-<br />

F¡c. B.'-_.osltíolyse _ pr,gressive, concentriqrre, des r.'étacar.piens.<br />

Aspect effilé des {ragments ()sser¡x.<br />

mine ¿i la loge antér'o-externe, dorrnant un pied tombant<br />

(fig. 3) avec steppage. L'arnyotrophie localisáe<br />

aux territoires du sciatique poplitée inierne est bien<br />

moins fréquente, et I'amyotrophie de la cuisse et<br />

des muscles de la cei'ture pelvienne exceptionnelle.<br />

Do¡nru¡¡r cependant décrit un cas dans lequel il<br />

y avait des macule_s lépreuses au niveau du triangle<br />

de Scarpa et atrophie des muscles de la jambe etie<br />

la cuisse gauches.<br />

_ Quant á la fréquence respective de la topographie<br />

des amyotrophies et trcrublés moteurs. dan. 500'"".<br />

de lépre ,r"iu.ur" ( névrites multiples, en generat¡<br />

examinés systématiquement. nous avons reLvé les<br />

proportions suivantes :<br />

localisés dans le domaine<br />

-Troubles<br />

du nerf cubita-l:<br />

209 fois, dont 58 associés á paralysie tlu<br />

médian;<br />

du sciatique poplité exteure: 6ti fois;<br />

du nrédian: 59 fois, dont 58 associés au cubital;<br />

Frc. _10 A: Atrophie concentrique des métacarpiens. _ _ Flc.<br />

Itiolyse concentriqrre des pholanges et metatarsiens.<br />

du facial: 3l_ fois ( 22 dans le territoire supé.<br />

rieur et 9 aussi dans le territoire inférieur), fig. 5;<br />

du radial: 10 fois, dont 9 associés á para"lysie<br />

médiano-cubitale;<br />

du sciatique poplité interne: 5 fois.<br />

les cas oü nous avons trouvé l,atteinte<br />

du -Dans territoire supérieur du facial, les trois muscles<br />

Lépre nerveuse BS5<br />

frontal, sourcilier et orbiculaire des paupiéres,<br />

étaient en général affectés dans le -é-e degrJ et<br />

du méme cdté;' dans cinq cas cependant, lu'pu.ulysie<br />

de l'orbiculaire dei paupióres s"' -o'truit<br />

isolée.<br />

L'examen électrique peut révéler les modifica.<br />

Flc. 10. Ostéolyse concentriqrre. Résorption osselrse<br />

distale.<br />

tions les plus variées: quelquefois, une simple hypoexcitabilité;<br />

d'autres fóis" une réecrion d; dég¿;érescence<br />

compléte.<br />

Les résultats électriques, montrent les deux topogra¡rhies<br />

fonda'rentales de la lépre: distribution<br />

tronculaire et distribution .urrrrr".rlai.".<br />

\erls<br />

crániens: Parmi les nerfs crániens, le facial<br />

et le trijumeau sensitif méritent une attention spéciale,<br />

car ils sont trés fréquemrnent touchés.<br />

Les troubles consécutifs á l,atteinte du facial ont<br />

une grande valeur diagnostique, ils sont trés caractéristiques;.<br />

la paralysie obsérvée est parcellaire et<br />

i-rregulier limitée, en général, au territoire supérieur<br />

du facial, affectant les muscles orbiculaire dis pau_ I<br />

¡::éres, sourcilier et frontal (fig. a).<br />

Morvn.rn-KRoHN a eu le méiite de bien préciser<br />

les caractéres de cette paralysie faciale lépreuse:<br />

.,..1. . Tl" upper part ol the face-particularly the<br />

orbicularis oculi ancl the corrugator-is more Lft"r,<br />

lf) B: Raccourcisse ment de I'avant pied. _ Flc. l0 C: Os-<br />

and more intensely affected than the lower part of<br />

the face.<br />

. 2. This paralysis of the upper parr of the face<br />

is as a rulü bilateral.<br />

3. In the inferior part of the face the supraoral<br />

muscles are more commonly affected than thá infraoral<br />

muscles.


356<br />

Irrc. ll: Lépre lépromateuse du nerf. -- I,'rc. 12: Léple<br />

lynrphocytaire. ---- Flr;. l3: Lépre tubercrrloide dtr nt rf.<br />

4. This paralysis in the inferior part of the {ace<br />

is not so constantly bilateral as the paralysis in the<br />

upper part of the face.<br />

5. The paralysis is acconrpaniecl by extrerne hypotonia<br />

or atonia" which causes ectropion of the<br />

eyes in a great number of cases-and in some cases<br />

where the orbicularis oris is equally affected, ,.<br />

La paralysie faciale s'établit en général de fagon<br />

lente et progressive, s'accompagnant souvent d'anesthésie<br />

dans la région correspondante et d'anhydrose,<br />

révélant l'atteinte ramusculaire du nerf.<br />

I3ennegueR-RovrRer.TA a clécrit le masque anesthésique<br />

lépreux, fait de l'association de la prralysie a<br />

I'anesthésie faciale.<br />

Cette topographie périphérique ramusculaire de<br />

la paralysie et son étroite relation avec les lésions<br />

cutanées sont frappantes dans de nombreux cas oü<br />

le développement des phénoménes moteurs suit pas<br />

i pas la progression des macules localisées i la face.<br />

Ce parallélisme explique les attributs trés spéciaux<br />

lVlao¡cr¡i,r CríNrc.l '- ?1<br />

Totvro XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

tullerculoide rlrr nerf. Strr¡ctrrres m,.,tlulaires et réaption<br />

de la paralysie faciale lépreuse, c'est-á-dire son caractére<br />

parcellaire et irregulier, la prédominanee<br />

fronto-orbiculaire, I'unilatéralité initiale, etc.<br />

L'atteinte du trijumeau affecte essentiellement le<br />

territoire sensitif, mais l'atteinte unilatérale des<br />

masticateurs a été observée deux fois, par Knonm,<br />

et I'atteinte bilatérale par HlNspN.<br />

Les autres paires crániennes ne sont pas habituellement<br />

affectées. Cependant, Annlruccl a constaté<br />

l'atteinte du III, associée á une hémiatrophie<br />

faciale. Jn¡,us¡r,nr et BARnAeuER ont signaié également<br />

que les muscles oculo-moteurs ne sont páB<br />

toujours épargnés, d'oü la possibilité de diplopie ou<br />

d'ophtalmoplégie.<br />

Nous avons observé pour notre part, dans un cas<br />

de lépre tuberculoide avec lésions cutanées laóiales,<br />

une ptose palpébrale isolée, unilatérale, par atteinte<br />

cles ramuscules du releveur de l¿ paupiére supérieure.<br />

L,es lésions lépreuses desmuqueuses nasalesr: orales,<br />

pharyngées et laryngées peuvent évidemment occa.<br />

sionner tine dysphonie, une dysphagie, comme loa<br />

montré Knonx. Tor,osr a décrit la paralysie du la-<br />

}ic. 14: Lépre tuberculoide. -F¡c. 15: I-épre tuberculoTcle. C .séification centrale. - Frc. 16: Lésions du type inflam.<br />

matoire simple (uGroupe indeterminée,¡ de l& classurcatrt¡¡r Sud-Americaine).


Torvro XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnnlres. - Lépre nerveuse<br />

ryngé inférieur avec atteinte des dilatateurs du<br />

larynx.<br />

Une paresie unilatérale de la langue a été consta'<br />

tée par Knouw dans trois cas. Nous l'avons retrouvée<br />

une seule fois, coexistant avec des lésions localisées<br />

des muqueuses buccale et linguale.<br />

Quant aux nerfs sensoriels, l'ageusie ou l'hypo'<br />

geusie, l'onosmie peuvent se voir dans les cas avancés<br />

de la maladie (Haivsrrv et Loorr).<br />

IV. Syndrome ulcéro-müiJant.-Les troubles trophiques<br />

se classent aussi parmi les plus caractéristiques<br />

des éléments cliniques de la lépre. Limités en<br />

général aux parties distales des membres, ils prennent<br />

la peau et ses annexes, le tissu cellulaire souscutané,<br />

les os et les articulations.<br />

L'atrophie cutanráe, l'état icthyosique, la sclérodermie,<br />

le (coincidant dans certains cas<br />

avec une aire d'anesthésie) sont souvent observés.<br />

Le plus grave trouble trophique cutané est toutefois<br />

le mal perlorant plantaire (fr,g.6). Sa fréquence<br />

est bien élevée: 2L,6 %, dans les cas que nous avons<br />

observés (300 malades).<br />

Il peut réaliser un trouble initial de la maladie et<br />

il peut étre également de phénoméne dominant dans<br />

quelques formes oligo-symptomatiques. Dans un<br />

grand nombre de cas cepend,ant, il se présente tardivement,<br />

son développement étant subordonné ¿<br />

l'existence d'une anesthésie régionale.<br />

Les pa,rwris analgésiqu,es de Morvan sont aussi observés<br />

dans certains cas, avec de graves troubles<br />

sensitifs et trophiques, les tissus ne présentant pas<br />

leur résistance habituelle aux germes banaux de la<br />

suppuration.<br />

Mu,tilations; Les troubles trophiques sorrt, dans<br />

quelques cas, remarquables par leur intensité et ont<br />

porr-"ottséquence des altérations profondes des ex'<br />

lrémités disiales des membres. Les mains et les pieds<br />

sont le siége de graves déformations, avec raccourcissement<br />

ét élimination des doigts (fr1. 7 et 9).<br />

[,es phalanges distales sont, en régle générale, les<br />

premiéies affectées, et ensuite les autres,phalanges,<br />

ies métacarpiens et métatarsiens; les os du carpe et<br />

du tarse sont plus rarement atteints *.<br />

Les lésions osseuses sont quelquefois en rapport<br />

avec des lésions superficielles, comme cela se constate<br />

au niveau des maux perforants plantaires, des pana'<br />

ris, des sillons d'élimination (ainhumoides), des zo'<br />

nes de gangréne séche.<br />

Dans un grand nombre de cas, cependant, les<br />

mutilations sónt sous la dépendance de la résorption<br />

osseuse des extrémités; cette altération est, d'ailleurs,<br />

le trouble trophique osseux le plus important<br />

et typique de la léPre nerveuse.<br />

L'éxámen radiologique démontre alors une atro'<br />

phie concentrique, progressive, des phalanges et fré'<br />

i I1 rst iintéressant de remarquer :.a possibilité de conrcrration<br />

,"'otioe des mouvements dés doigts dans 1es :¡'ains de<br />

iip"-ru.*á",-r"t -olgttons de.doigts ::ruti:(s pouvant l9"1iTt<br />

l" l"coo satisfaisante 1es principaux mouveme,nts, m'a'grf l'1t<br />

."tréá" déformation et réduction. L'exameb é'ectrique donne,<br />

¿ii* q""rq".qons ,1e ces cas. une réponse absolument normale'<br />

quemment aussi des métatarsiens et des métacarpiens.<br />

Le processus commence á l'extrémité distale des<br />

phalanges, détruit la surface articulaire, et progresse<br />

en direction de la diaphyse sans déterminer aucune<br />

réaction osseuse, sclérosante ou hyperplasique<br />

(figr. B et 10). Les fragments osseux, amincis, déformés,<br />

prennent des aspects extrémement caractéristiques,<br />

effilés et pointus.<br />

V. Synd,rome neuro-uégétatit'.-Les tro'ubles<br />

aaso-moteurs accompagnent souvent l'atteinte tro'<br />

phique des extrémités, affectant une disposition bila'<br />

térale et symétrique.<br />

L'acrocyanose, les troubles thermiques, I'oedéme<br />

peuvent s'installer au cours des réactions léprosiques.<br />

Looedéme ainsi établi pourra disparaitre au bout<br />

de quelques jours ou au contraire persister méme<br />

upté* l'éxtinction de la réaction léprosique: c'est<br />

un oedéme blanc, dur, ne prenant pas le godet.<br />

Dans d'autres cas, il existé une infiltration pseudooedémateuse<br />

du tissu cellulaire; en réalité, il s'agit<br />

d'hyperplasie du tissu conjonctif associée i un pro'<br />

á" nature vaso-motrice, comme on le voit<br />

""t.út dans la main succulente.<br />

Les troubles subjectifs accompagnent souvent ces<br />

troubles vaso-moteurs: paresthésies, hyperesthésie,<br />

douleurs.<br />

Le développement d'un syndrome érythromélalgique<br />

a été observé par quelgues auteurs (Cnnqunme,<br />

RoonÍcurz), ainsi que le syndrome de LÉo Buncun<br />

(cas de J. Aunnme).<br />

,Parmi les nombreuses épreuves qui permettent<br />

l'étude des réactions vaso-motrices locales, une pré'<br />

sente un intérét diagnostique considérable: c'est l'é'<br />

preuae á I'histamine.<br />

Dans la lépre, oü les lésions sont névritiques, souvent<br />

ramusculaires, il n'y a pas apparition de l'érythéme<br />

réflexe (réponse incompléte ou anormale), au<br />

contraire de ce qui s'observe dans les processus centraux<br />

(la syringomyélie par exemple), dans lesquels<br />

la réponse est habituellement compléte ou normale<br />

(triple réaction de LnwIs).<br />

Troubles de Ia, sudatio'nz L'anhydrose constitue<br />

également une des plus précoces et des plus importantes<br />

manfestatons de la lépre.<br />

Ce signe est utilisé pour le diagnostic différentiel<br />

avec d'autres affections neurologiques, comme par<br />

exemple la syringomyélie, oü I'hyperhydrose est<br />

bien plus fréquente que l'anhydrose. Il faut cependant<br />

signaler que l'hyperhydrose peut aussi exister<br />

dans quelques périodes de la lépre, et précéde souvent<br />

I'anhydrose.<br />

Le procédé d'exploration du systéme sudoral le<br />

plus connu est l'épreuve á la pilocarpine (Jr¡¡vsBr.'<br />

ME, BuRE¿.u et Gn¡¡oux; Dusots et Drcorrr);<br />

plus récemment, on emploie aussi le umecholyl-test><br />

(Annom).<br />

\{. Troubles réf,texas.-Le tableau habituel est,<br />

comme nous l'avons vu, celui d'une névrite isolée ou<br />

357


358 Mrorcr¡ve CríNrcl<br />

multiple, avec atteinte préférentielle du cubital, du<br />

médian, du sciatique poplité externe; ceci fait que<br />

les réflexes habituellement recherchés (achilléen, rotulien,<br />

bicipital, tricipital) sont souvent conservés,<br />

les lésions névritiques n'intervenant pas dans leur<br />

arc réflexe.<br />

D'autre part, I'hyperréflexie tendineuse est aussi<br />

fréquemment constatée, avec des réponses polycinét_iques<br />

dans certains cas; cette exagération des réflexes_profonds<br />

associés á des amyotrophies type<br />

Aran-Duchenne rappelle ce que I'on voit-"orn*u.rément<br />

dans la sclérose latérale amyotrophique. Le<br />

réflexe cubito-pronateur en particulier est souvent<br />

exagéré polycinétique, surtout dans la phase initiaie,<br />

irritative de la névrite cubitale. L'hyperréflexie<br />

tendineuse n'est pas encore éclaircie du point de<br />

vue pathogénique et, pour quelques auteurs, traduirait<br />

I'existence cle lésions centrales. médullaires<br />

(Rocrn, Bnnnequrn-Rovmar-r4 Htssn, BuN, Hu-<br />

DELo, etc.). Mais, en général, cette hyperréflexie tendineuse<br />

reste isolée, sans aucune autre manifestation<br />

pyramidale caractéristique.<br />

L'abolition des réflexes ostéo-tendineux peut étre<br />

observée dans les formes diffuses, vraimeni polynévritiques,<br />

de l'affection. Cette éventualité esi ,r3urr-<br />

*:il*,_ beaucoup moins fréquente que l,on suppose<br />

généralement.<br />

Le réflexe cutané plantaire se montre fréquemment<br />

diminué ou aboli, en raison des lésions de la partie<br />

initiale de la voie afférente de I'arc réflexe.'Dans<br />

,d'autres cas, c'est la névrite du sciatique poplité externe-<br />

qui, en donnant la paralysie des t*i"r*ur.<br />

$:"<br />

doigts, trouble I'interprétation de la réponse.<br />

Mor.rneo-KRoHN a retrouvé trois fois le signe de<br />

Babinski et nous I'avons constaté dans un Jul ""r.<br />

co¡usrouRATroNS cÉNÉnar,ss.-Le tableau clinique<br />

{9 l" lépre nerveuse réalise essentiellement le tablelau<br />

d'un processus périphérique. ce sont res névrites et<br />

les polynévrites qui constituent réellement les manifestations<br />

caractéristiques de la maladie de Hansen.<br />

Des Iésions radiculaires et médullaires ont été ce_<br />

pendant également s_ignalées dans ia lépre par de<br />

nombreux auteurs (KauNooRo, Lrr, Looir, ñor^r,<br />

Worr, JeailsnrllE et P. Mmre, Mrrsuoa, etc.), et<br />

la présence de bacilles alcoolo-acides résistants a<br />

été retrouvée á l'examen histoiogique cle ganglions<br />

rachidiens (SouoaKEwrrcH, BaBEs, Lrr¡ á" la<br />

moelle (B.rers, Lrn), dans les méninges et I'encé-<br />

phale (KauNonRo, BABEs, Cor.r,rr.a" Srervz;rLLLE).<br />

D'autre part, des publications cliniques ont attiré<br />

--<br />

I'attention sur l'atteinte radiculaire (rhizopathies lépreuses<br />

de AusrnEGESrLLo), et sur I'atteinte médullaire<br />

(Noxxr, B.LnRaquuR-RovrR¡.rTA, RocER, HnssE).<br />

Ainsi. pour NoNNn, ,la symptomatoiogie de la<br />

lépre nerveuse est faite á la fois d'éléments névritiques<br />

et myélitiques (neuro-myélitis).<br />

Dans les cas que nous avons observés, le tableau<br />

clinique était essentiellement périphérique et sous la<br />

dépendance fréquente de lésions ramusculo-tronculaires.<br />

Tomo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

Dans un nombre trés limité de cas, nous avons<br />

suspecté une atteinte radiculare, que nous n'avons<br />

pu _établir de fagon certaine qu'une seule fois.<br />

Q_uant á l'atteinte médullaire, l'hyperréflectivité<br />

tendineuse retrouvée dans certains cas pourrait faire<br />

penser á une lésion pyramidale, mais en général elle<br />

se présente isolée, sans la présence d'autres signes<br />

caractéristiques.<br />

- Quant i l'atteinte des cordons postérieurs, signalée<br />

par plusieurs auteurs, il ne semble pas qu;elle<br />

ait une signification clinique importante.<br />

Dans les cas que nous avons jusqu'ici observés,<br />

nous n'avons jamais retrouvés de signes évidents de<br />

la série cordonale postérieure, les quelques petits<br />

troubles de la sensibilité profonde p-ouvánt r"l",r"t<br />

de l'atteinte méme des nerfs périphériques.<br />

En conclusion, la symptomatologie que no,.s avons<br />

retrouvée, en révélant essentiellement une atteinte<br />

tronculaire et rarnusculaire, correspond au principe<br />

général établi par Lnr,orn: .<br />

Dr¡.clvosrlc.-1. Parmi les manilestati,o'ns clini.<br />

qu,es les plus expressives de la lépre nerveuse? nous<br />

rappelons:<br />

hypertrophiqu"e d,es ncrt's periphériqucs<br />

(gros -L'état troncs nerveux et rameaux sous-cutanés).<br />

troubles sensítit's: atteinte élective des sensibilités<br />

-Les extéroceptives, avec une disposition topographique<br />

tronculaire ou ramusculaire.<br />

troubles,q,nTyotrophiques paralytiques du<br />

cubital, -Les médian et sciatique poplité externe.<br />

-Les paralysícs paroellaires dw facial, souvent<br />

avec une prédominance dans Ie territoire frontoorbiculaire.<br />

l'alopécie, et I'arét'lexie aaso-mstrire<br />

-L'anhydrose, (absense d'érythéme réflexe á I'histamine).<br />

-Le<br />

rnal perloratzt pl^antaire et I'ostéotryse pro-<br />

gressiae, concentriqu.e, des extremités.<br />

Les renseignements fournis par l'anarnnése, I'examen<br />

de I'entourage, et les examens subsidiaires<br />

(épreuve á la pilocarpine, mécholyl-test, réaction cutanée<br />

locale á l'histamine, etc.) peuvent aider gr.andement<br />

dans I'interprétation des données cliniques.<br />

2. Quant aux ex,anrens 'e laboratoire: L'qcanen,<br />

bactériologique ne permet pas, en général. d'eclairer<br />

les problémes diagnostiques, la recherche du bacille<br />

dans le mucus nasal, dans le sang périphérique, dans<br />

la peau étant habituellement négative dans les cas<br />

nerveux purs; dans les ponctions ganglionnaire et


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnrlrls. -- Lépre nen euse<br />

nerveuse' elle peut étre cependant_positive, quand il ,s RARRAo'ER, _r,, ri., Grs'Er¡.r,-1.. c., c¡sr¡ñrx. E. V._Tra..<br />

i¿-ül$iX!"]"Tü: l?ilfr1g:;J":*tki*l "i" hiittr:r'tr i*'#;n'.::.":Ii;i;.'u*, ,,,,<br />

sont, en général,. négatifs et d'ailleurs aspécifiqrr"r. c-as de lépre mixte. Thése, paris, Ed. Brar-<br />

3' Quant á I'intrádermo-réaction de A'*t,r¿i "nluftoT,u.t.-un<br />

tl"- t,. b.6; p.-Diagnóstico<br />

histológico cre ras<br />

promin-est), neuritis rebrosas.<br />

elle n'a pas véritablernent ¿"<br />

diagnostique. Elle u r3u.r-oins une important" '"r|"' '¡,'ul:T'XT:"e*n3:Y:r.ti;*};}j'.?:::i:#*',k.ff;;:,,,1;<br />

ross, o, z¡0,,<br />

leur complémentaire dans l'interyrrétatián d", doi- o,ii"ntftiirijtli_,J,;i1Tffii'*u',?jl"dl",,J.o;.ii,I"1<br />

nées cliniques, en orientant vers L fo.-" d" i" r"t.*1f ¡]. r,"o.. XVr, .54r, n.o<br />

-u-<br />

4, re4c.<br />

ladie (positive dans les formes tuberculoi¿"* ."'.i.,i*'ffii'<br />

"t-r,ii;ri";Idil:n'*Jl*i<br />

in re'¿rtio.<br />

,ür,t?ff"<br />

il:ff$:"lll*fff n:':n:"uses), et par;;¿. *{t:iíir,'""* .1:lmt..r'#j-:i i'"ru.":s,"rüt',:,:;<br />

4' La biopsie du nerl constitue sans doute le des arrcctions<br />

?r?3$]tU{.lnff.t"lo.sic<br />

trrr sl,stéme n< r-<br />

""J1.<br />

necours comp]é1lntaire le plus important que nous . 11 IrFssE, J.-contributi.' ¿i r,étude des troublcs Derveux de.<br />

ayons pour élucider les cas suspects. '",tqu"!;;JilinT, T.3..rrÉ;.". ,.,,.. E


360<br />

LA PREFERENCIA MOTRIZDE UNA MANO<br />

Y LA DOMINANCIA HEMISFÉNIC¡ EN LA<br />

FUNC|ÓN DEL LENGUAIE<br />

(Los zurdos y los dextros ante la ClÍnica<br />

Neurológica)<br />

A. SusrRANA,<br />

Jefe de los Sen'icios de Neurología del Hospital de:1 Sagrado<br />

Co¡azón y de i¿r Ca;a Provincial de Caridad de Barcelona.<br />

soc'io Numerario y . "<br />

la Sociedad Española<br />

:f"ir:T*:."J;.u"<br />

Munrcrue Cr.í¡ucl<br />

CoNsrtpRAcroNEs cENERALEs.-p¿¡¿ algunos pa-<br />

¡ecerá de bien poca actualidad el poner de nuevo<br />

sobre el tapete el antiguo problema al parecer totalmente<br />

resuelto de las relaciones entre l,a detctreza<br />

o la zurderín. y la. situación en el cerebro de los<br />


Tovo XV<br />

.Núm. 5 - <strong>1950</strong> A. Suntnlrr. - La preferencia motriz de una rnano 361<br />

solución de cornpromiso, adoptaron posiciones extremas,<br />

y no podemos por menos que extrañarnos,<br />

al leer hoy esta frace:


362 Nluorclwe CríNlc.{<br />

los gemelos bivitelinos, aunque sea cuatro veces menos<br />

frecuente que en los univitelinos es, sin embargo,<br />

casi dos veces más común que en sl resto de la<br />

populación. Algunos años antes (1925), LauttrRnacu,<br />

a q_uien no se le había escapado este hecho, quiso<br />

explicarlo suponiendo que un cierto número dé gemelos<br />

bivitelinos eran en realidad los superviviéntes<br />

de o de . algunos de los<br />

cuales serían gemelos univitelinos. El estudio realizado<br />

por Nrwu,r¡¡ de las célebres <br />

Dionne, parece apoyar esta teoría. En efecio, una<br />

de las hermanas, María, es zurda, y al mismo tiempo,<br />

la imagen en espejo de las otras. Según é1, esta<br />

lñu, junto con su hermana Emilia, serían el producto<br />

de una última división celu,lar.<br />

La imagen en espejo, llega a s€r una verdadera<br />

duplicación en los gemelos siameses, en los que el<br />

'derecho presenta un <br />

es bastaü¿ lrecwdnre (JonoÁw). Querer deducir de<br />

ello que el factor hereditario es la gemelaridad y<br />

que los casos de zurdos aislados son los supervivientes<br />

zurdos de pares de gemelos univitelinos, no<br />

nos parece justificado, y menos aún si se considera<br />

que se han dado otras explicaciones más lógicas<br />

sobre la zurdería. Gon¡oN ( 1921) después de estudiar<br />

2L9 pares demostró que cuando uno de los<br />

gemelos es zurdo y el otro dextrómano, el individuo<br />

zurdo es a menudo un débil mental, lo que le hace<br />

pensar que en tal caso, la zurdería es secundaria a<br />

una lesión del hemisferio izquierdo que sería la<br />

causa del atraso mental, y que al producir una cierta<br />

torpeza en la mano derecha conduciría a la preferencia<br />

de la izquierda. Gonoolv establecía además<br />

una diferencia fundamental enre lo que podría llamarse<br />

la zurd,ería rmtural y la zurd,e:ría Wtológica.<br />

La zurdería natural sería heredada o, en los casos<br />

de gemelos univitelinos, producidas por la imagen<br />

en espejo. Dichos individuos serían iguales o quizá<br />

superiores en cuanto a inteligencia, fuerza y habilidad<br />

manual, a los dextrómanos.<br />

En cambio, el zurdo patológico estaría doblemente<br />

perjudicado por su lesión encefálica y por el hecho<br />

de tener que utilizar una mano naturalmente menos<br />

hábil.<br />

(t) Damos las gracias al doctor Eurlro RoVTRALTA €n cuyo<br />

Senicio de Camitas Blancas¡ pudimos realizar cstas obsetvaciones.<br />

Torvro XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

Ixrr,uencra DE LA EDUcacróN. Permítasenos<br />

añadir algunos detalles a cuanto hemos - dicho anteriormente<br />

acerca de la educación: una persona originalmente<br />

zurda puede verse obligada a servirse<br />

preferentemente de la mano derecha; este entrenamiento<br />

forzoso en la escuela, en casae etc., es debido<br />

a la idea general de los inconvenientes que puede<br />

sufrir una persona zurda si utiliza la mano opuesta<br />

a Ia que de preferencia emplean la mayoría de sus<br />

semejantes. Algunas veces, es el individuo el que se<br />

ve obligado a educar la mano menos hábil, cuando<br />

una lesión importante, una amputación, por ejemplo,<br />

Ie impde utilizar su mano preferida. Algunos<br />

de ellos deben la rápida adquisición de la habilidad<br />

a condiciones innatas: un joven muy inteligente<br />

sufrió a los 28 años, en una colisión de coches, un<br />

arranque traumático del brazo derecho, que tuvo<br />

que serle amputado en el tercio superior del húmero;<br />

en la misma clínica, este joven que se creía<br />

dextrómano, constató con gran sorpresa, que lo<br />

era muy fácil afeitarse con la mano izquierda, y<br />

al cabo de unos días aprendió a escribir de una<br />

manera perfecta. Al salir de la clínica ya empezó a<br />

conducir su coche con la mano izquierda. Hace más<br />

de 18 años que esconde su invalidez, y sigue en<br />

posesión de su permiso de conducción. La extensibilidad<br />

mayor a la derecha nos dió la explicación<br />

de este hecho que parece más verosímil todavía al<br />

encontrar otros casos de zurdería en sus ascendientes<br />

y colaterales.<br />

¡Cuán perspicaz nos parece hoy DÉ¡Énlxn, a la<br />

luz de los modernos conocimientos ! En su corto<br />

pero interesantísimo capítulo sobre la afasia en ei<br />

zurdo (Sérnéiolo'gin), pág. BB-99), revisa la literatura<br />

de su época y trata de encontrar la explicación<br />

de muchas aparentes paradojas de la ambidextridad.<br />

Lo más admirable, sin embargo, es el<br />

constatar que había ya visto con toda claridad, la<br />

importancia de los factores adquiridos. Vamos a<br />

traducir textualmente lo que escribía DÉ¡Énnr:<br />


To¡,lo XV<br />

t\úrn. 5 - <strong>1950</strong> A. Sustnex¡,. - La preferencia motriz de una ma¡o 363<br />

tancia blanca subyacente a la corteza de la región posterior<br />

del lóbulo frontal.<br />

uHe aquí, pues, dos casos de afasia en zurdos, cuya<br />

evolución ha sido muy diferente; estado estacionario<br />

hasta la muerte, en el primero, y curación en la<br />

segund'a. ¿A qué se debe esta diferencia, y por qué<br />

en el primer enfermo el hemisferio izquierdo no ha sustituído<br />

al derecho tan profundamente lesionado, como<br />

sucedió en el segundo caso? A mi parecer-, hay que acordarse<br />

aquí de la cultura intelectual de ambos individuos.<br />

El prirner enfermo era un analfabeto, mientras que la<br />

segunda era una mujer cultivada. En efecto, aunque zurda<br />

para todas sus actividades, escribía con su mano derecha<br />

y, gracias a ello, su hemisferio izquierdo estaba<br />

preparado para sustituir al derecho. Esto es tan sólo<br />

hipótesis, pero me parece estar de acuerdo con los datos<br />

psicológicos actuales, y, por otra parte, he observado<br />

clínicarnente con posterioridad dos casos análogos de cu-<br />

¡ación de afasia de Broca con hemiplejía izquierda en<br />

unos zurdos que escribían con la mano derecha.,<br />

En estos últimos años aportaciones interesantísimas<br />

que no podemos reseñar han puesto sobre el<br />

tapete las relaciones que parecen existir entre zurdería,<br />

ambidextría y tartamudez; citemos sólo el<br />

trabajo de Tnavrs (1931) cuya importante documentación<br />

casuística no ha podido ser invalidada<br />

por argumentos dados en fechas posteriores. En un<br />

trabajo con nuestros colaboradores JulrÁ Conou¡-<br />

NAS y L. Orr"rn D¡.unrr,r,a, sobre la expresión clínica<br />

y electroencefalográfica de las afasias congénitas<br />

infantiles, recientemente aparecido en , hacemos<br />

hincapié en la asociación frecuente de las<br />

modificaciones en la preferencia de una mano y<br />

los trastornos congénios del lenguaje; antes que<br />

nosotros, Onrox (L937) insistió sobre esta asociación<br />

a propósito de casos de afasia motriz de evolución,<br />

alexia, ceguera verbal congénita, estrefosimbolia,<br />

agrafia de evolución, escritura en sepejo, etc.<br />

Ya en L926, Htncrs hacía notar que eI cambio<br />

temprano en la


364 Mrorcrxl Crír*rct<br />

Dado el interés extraordinario que para nosotros reviste<br />

esta cuestión, hemos estudiado estas cuatro observaciones<br />

en sus memorias originales, comparándolas con otras<br />

de nuestra experiencia personal; Nennr.rss recuerda el<br />

caso de OpprNunru, comentado por Wrnnrcrn y que proporciona<br />

a e'ste último autor un argumento en favor de<br />

su teoría, de que la localización de los centros del lenguaje<br />

es una adquisición funcional de cada individuo.<br />

Tratábase de una mujer que presentó una afasia sensorial<br />

y una hemiplejía izquierda como consecuencia de un tumor<br />

situado en el hemisferio derecho; esta enferma había<br />

sido dextrómana hasta qus a la edad de diecisiete<br />

años un traumatismo de la mano derecha la obligó a<br />

servirse posteriormente de Ia mano izquierda.<br />

Tanto o más interesante, es eI caso de Lovul,t, Weceo-<br />

NER y K¿¡ru: hombre de 31 años, que a los l0 se le<br />

debe amputar la mano derecha a nivel de la muñeca.<br />

aprende á "r"ribir éo" tu irqoi"iau. Á la edad de 2B añoi<br />

recibe, en una riña un puñetazo sobre el mentón, y dos<br />

horas más tarde se instala una afasia motriz y sensorial<br />

que arl¡nenta progresivamente; la ablación de un quiste<br />

corti:'¡l parietal posterior derecho produce la regresión<br />

rápida de ro([os los síntomas afásicos. H'av que notar<br />

corno detalle intprerante que un tío y dos primas maternas<br />

eran zurdos.<br />

Los otros dos casos analizados por Nrnnr,rss prestaríanse<br />

a conclusiones totalrnente distintas: el de Da,vloorr,<br />

hace referencia a un joven de 18 años que presentaba<br />

una herniplejía derecha a consecuencia de un traumatismo<br />

craneal sufrido cuando sólo tenía un año y medio.<br />

Su familiar erd exclusivamente dextrómano, y,<br />

según_ sus familiares, antes del traumatismo había prósentado<br />

este niño una marcada proferencia derecha; a<br />

partir de aquel momento, como es natural, fué la man¡r<br />

izquierda la utilizada para todos los menesteres. Como<br />

las crisis epilépticas que sufría desde su infancia aumentaron<br />

de intensidad y una encefalografía gaseosa mostró<br />

la oxistencia de una porencefalía en el gyrus angular<br />

izquierdo, fué sometido a Ia exéresis de esta región, y<br />

con gran sorpresa observóse Ia presencia de una afasia<br />

global postoperatori'a, que regresó, sin embargo, rápidamente'.<br />

Comparable a éste, la observación de Bucy refiérese a<br />

un joven de 18 años también, que, como consecuencia de<br />

un parto distócico no había utilizado jamás su mano derecha.<br />

A los ocho meses de edad, hicieron su aparición<br />

movimientos atetósicos en el lado derecho, y mái tarde<br />

en ambos lados, pero con predominio en el 'primero. Su<br />

lenguaje era disártrico. La ablación del área del brazo<br />

del hemisferio izquierdo produjo, contra toda previsión,<br />

una afasia transitoria.<br />

NlEor,fss se esfuerza en encontrar una explicación<br />

capaz de ser aplicable a estos cuatro casos aparentemente<br />

contradictorios, e insinúa para ello la<br />

hipótesis de que en cada uno de estos cuatro casos<br />

Ia afasia, transitorin habría q,parecid,o también. aun<br />

cunndo hubiese sido lesionnda In zona d,el lenguaje<br />

del, Iado opuesto. Según é1, en casos excepcionales,<br />

la función del lenguaje no es abandonada por un<br />

hemisferio que haría en cierto modo donación al<br />

otro, como ocurre con la mano preferida, sino que<br />

esta función está en cierto modo repartida entre los<br />

dos. Cnnsnrn había llegado a conclusiones semejantes<br />

en un trabajo aparecido algunos años antes.<br />

Basado en 240 enfermos portadores de lesiones de<br />

la zona del lenguaje de uno y otro hemisferio cerebral<br />

y después de haber eliminado los casos de posibles<br />

lesiones bilaterales, divide en dos grupos su<br />

casuística: en el primero, coloca 89 pacientes con<br />

lesiones discretas del hemisferio izquierdo (87 casos<br />

de tumores y dos casos en los cuales los trastornos<br />

To¡no X\'<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5.<br />

del lenguaje fueron debidos a la intervención transcortical<br />

de tumores intraventriculares). Todos estos<br />

casos presentaron afasia, excepto uno solo que era<br />

zurdo. El segundo grupo comprendía 18 sujetos<br />

con lesiones también discretas de ia zona del<br />

lenguaje del hemisferio derecho; en é1, todos menos<br />

uno eran dextrómanos y solamente el zurdo presentó<br />

perüurbaciones de los mecanisrnos clásicos.<br />

El tercer grupo se componía únicamente cle 9<br />

casos que mostraban una historia de habilidades<br />

motrices preferentes mixtas. Según CnesnuR, el<br />

título de ambidextros no podía darse a estos sujetos,<br />

ya que implica más bien una ausencia cle preferencia,<br />

las dos manos siendo igualmente hábiles para<br />

todos los menesteres; del estudio de estos casos,<br />

perfectamente analizados, se podría deducir a primera<br />

vista, que la lateralidad estaba determinada<br />

principalmente por la mano entrenada a escribir;<br />

pero observándolos mejor, nos fijaremos en un individuo<br />

que utilizaba la mano izquierda para escribir<br />

y para la mayoría de sus actos, exceptuando para<br />

tirar con pistola, para jugar al golf, el tenis y para<br />

usar las tijeras. Sin embargo, se volvió afásico con<br />

lesión izquierda; otro individuo, dextrómano para<br />

escribir y para todas las actividades sin relación<br />

con la función del lenguaje, utilizaba la mano izquierda<br />

únicamente paia servirse del martillo, de<br />

lá pala, del cortaplumas y para jugar a lo-s naipes'<br />

Cott gra.t sorpres; se observó en éI una afasia des'<br />

pués de una lesión derecha.<br />

Uno de nuestros enfermos, Sr. Juan F...., nos parece<br />

un caso particularmente interesante. Se trata de un antiguo<br />

sifilitico, cuidado muy irregularmente, y que a la<br />

edad de 5l años, vió en pocas horas, instalarse sin ietus<br />

una hemiplejía izquierda con afasia. En sus antecedentes<br />

familiares huy que señalar que un tío paterno<br />

era zurdo. En cuanto a é1, se creía dextrómano, y decía<br />

que nadie le había obligado a servirse de la mano derecha,<br />

que utilizaba en la mayoría de sus actividades.<br />

Desde la edad de t4 años, pasó su vida en talleres de<br />

reparación de coches, prim'ero como sencillo aprendiz, y<br />

subiendo luego hasta ser el dueño, y hecho muy curiosor.<br />

si bien utilizaba de preferencia la mano derecha para<br />

los trabajos de fuerza, en cambio para manejar los peque'<br />

ños destornilladores y las demás herramientas que nece-'<br />

sitaban una cie¡ta habilidad, se servíf, siempre de la mano'<br />

izquierda.<br />

Al examen que se le realizó hace 10 años, pocos días<br />

después del principio de sus trastornos, la hemiplejía<br />

estaba ya en vías de regresión, principalmente en la extremidad<br />

inferior izquierda, gue presentaba sólo una lige'<br />

ra disminución de la fuerza de los grupos flexores, una<br />

maniobra de la pierna de Barrá ligeramente positiva, reflejos<br />

tendinosos un poco más vivos, y una extensión del<br />

dedo gordo del pie. En el miembro superior se observaba<br />

una lesión más pronunciada, con posición en flexión del<br />

antebrazo sobre el brazo y de los dedos sobre la mano.<br />

La motilidad activa estaba reducida a movimientos globales<br />

y existía una evidente contractura piramidal. Ausencia<br />

de hemianopsia.<br />

El examen del lenguaje mostraba un síndrome afásicomixto,<br />

expresivo v receptivo con un importants coeficiente<br />

amnésico; este último se evidenciaba en el lenguaje espontáneo<br />

por múltiples parafasias y circunlocuciones. No.<br />

podemos describir con detalle las baterías de


Touo XV<br />

Núrnt 5 - <strong>1950</strong><br />

más c_omplicldas cuando se las dábamos por escrito gue<br />

de<br />

-palabra. La escritura al dictado era 'bastante buÉnu<br />

y copiar podía<br />

-al- transformar Ia imprenta en cursiva. Escribía<br />

correctamente su nombre de pila, sus apellidos y<br />

su 4irección, eI nombre_ de- su e.pó.a, etc.; át péairtá<br />

escribiera una carta lo hacía *o.ír".ráo en' el t"'"g"uj"<br />

escriJo lo_s _equivalentes de su parafasia, su intoxicáción<br />

por la palabra, etc., _perg en un grapo incomparabl.-errt.<br />

menor gue cuando hablaba. Escribía sin dridar los nú_<br />

meros de cinco cifras que _Ie dictábamos; el cálculo, por<br />

el contrari_o, estaba muy<br />

-alterado y sus sumas eran parecidas<br />

a las de los afásicos corrientes; detalle bien áu-<br />

.ioso:<br />

-no<br />

podía acordarse del número de teléfono ¡;;"<br />

despacho, pero lo escribía de una manera p"rfe"t, Ld".<br />

diendo incluso eI de su domicilio particular', e" ;" ;"<br />

sus tarjetas de visita<br />

, Por lo que concierne a su evolución ulterior, hay cue<br />

hacer notar que<br />

_la regresión de su af".iu i,rá-;";?pi;"<br />

y cuatro mess después realizaba ya con toda<br />

Ios tesis de Head en<br />

'<br />

su totalidhd. "orr"".iór,<br />

, iQu-" explicación podemos encontrar a esta paradoja<br />

de una alteración afásica muy pronunciada<br />

coexistiendo con Ia extremada discre"i¿tr d" los trastornos<br />

aléxicos y agráficos? puede establecers" ,rru<br />

cierta relación de causalidad con su zurderi" qo"<br />

podríamos calificar de electiua?<br />

. Creemos que e,l elemento más importante a considerar<br />

nos es ofrecido por el análisis d" * fo.-ución<br />

intelectual; en efécto, este (self made ;;;,<br />

vióse obligado a trabajar desde los 13 u¡oi "ü;donando<br />

toda instrucción, que_no había sob;"|;;do<br />

la etapa más elementaf Hasta la edad aL ZO<br />

años, su actividad intelectual fué casi nula: (no<br />

tenía ni la curiosidad de leer los periódicos deportivos>,<br />

nos dice. Fué solamente óuando "-p"r^ó "<br />

merecer la confianza de sus jefes y le fueron ascendiendo<br />

de categoría en el táiler, tuando descubrió<br />

verdaderamente el sentido social de la escritura; en<br />

esta época también comenzó a frecuentar clases nocturnas<br />

de mecánica, de electricidad, etc. A los 30<br />

años contrae matrimonio con una persona de clase<br />

social superior a la _suya, / Íro quáriendo ser inferror<br />

en su nuevo ambiente, llegó a fuerza de estudio<br />

a adquirir una cultura g"trr.il muy aceptable.<br />

{o podemos por menos que relácionir entre la<br />

tardía utilización de las verdaderas funciones de la<br />

lectura y de la escritura y el hecho de su afectación<br />

menor de las funciones expresivas y receptivas del<br />

lenguaje hablado después del insuito vaJcurar der<br />

hemisferio derecho. El obrero mecánico q,r" f*<br />

hasta los 20 años, obligado a utilizar con freluencia<br />

su -mano izquierda, y el patrono que no realiza<br />

trabajo_manual alguno y sJcomporta como dextrómano<br />

durante los veintitantos áños subsiguientes,<br />

¿pueden_ ser comparables por lo que a la d-ominancia<br />

cerebral hace referencia? Es- verosímil pensar<br />

que los engrames motores y sensoriales del lenguaje<br />

que se formaran<br />

.esqr-igo en el hemisferio izquierdt,<br />

habida cuenta que cuando verdaderament* d"r"obrió-<br />

la importancia simbólica de la lectura y de la<br />

escritura, no fué cuando las aprendió, más o *erro*<br />

bien en la escuela, sino *oclio más tarde. ¿Puede<br />

defenderse la hipótesis de una dominancia diferente<br />

en los elementos motores y sensoriales de su Ienguaje<br />

A. Sus¡RANe. - La preferencia motriz de ula mano<br />

escrito, en consonancia con su<br />

tardía?<br />

365<br />

actividad dextrómana<br />

- Unn_ noción lwdamental desprénd,ese del análisis<br />

de todos los casos aparentemente contradictorios:<br />

l,a ausetrcia, o e,l carácter transitorio, que reaiste dl,<br />

síndro,me en todas las ocasiones en que, por una, u,<br />

otra razón, existen dudas t'undadas- sobre Ia existencia,<br />

d,e una domínanrcia, cerebral uerdader& y exclusiua.<br />

Para nosotros el téndrá<br />

más- probabilidades de substituir al mayor en las<br />

condiciones siguientes:<br />

1. En los zurdos que escriben con la mano derecha;<br />

en ellos, el hemisferio izquierdo estará mucho<br />

más capacitado para substiiuir al derecho si<br />

sujeto ha _el hecho uso de los signos gráficos del<br />

lenguaje.<br />

2. En Ios dextrómanos que por una u otra raz6n<br />

se habrán visto obligados a entrenar la mano izquierda.<br />

3. En los dextrómanos con un familiar<br />

de zurdería y en los zurdos, únicos representantes<br />

en su familia de la preferencia de la mano izquierda.<br />

4. En los llamados ambidextros ( *)<br />

5. En los niños.<br />

Estas reglas nos han guiado en muchos casos. He<br />

aquí un ejemplo digno de mención:<br />

El 15 de noviembre de 1949, acompañan a mi consulta<br />

a un niño de 6 años y medio, sin antecedentes familiares<br />

d_e particular interés. Cuatro meses antes había presentado<br />

algunos episodios de cefaleas frontales paroxísticas acompañadas<br />

de vómitos que desaparecían en posición horizontal.<br />

Estos dolores persistieron tan sólo unas semanas,<br />

desapareciendo luego completamente. Desde julio, notaron<br />

sus padres que, de cuando en cuando desviaba la cabeza<br />

y los ojos hacia un lado (?). El Día de Difuntos, estando<br />

en el cementerio con su familia, sufre una crisis especial:<br />

bruscamente su cara se congestiona intensamente, sus<br />

piernas se doblan y la mano derecha (se pone tiesa>, sin<br />

que ie sea posible cerrarla; casi inmediatamente, aparecen<br />

movimientos especiales del brazo derecho, muy distintos<br />

por su menor brusquedad de los de una crisis<br />

jacksoniana, y co! gran parecido a los que con mi ayudante<br />

L. Olun D¡unrr,l¡, hemos descrito como caracte-<br />

¡ístico de las crisis temporales. Estos trastornos duraron<br />

sólo algunos segundosr y & partir de aquel momento, se<br />

repitieron aproximadamente a raz6n de tres por día.<br />

Al evatnen: Ausencia de todo trastorno óbjetivo, excepto<br />

_una ligera tendencia al Babinski a la derecha y una<br />

maniobra de la pierna de Barré positiva en el mismo- lado.<br />

Hemos- de_ n_otar que aun cuando la pasividad era igual<br />

en _ambos lados, y los reflejos periósticoi y tendino.o" ño.traban<br />

una intensidad y un dintel sensiblemente iguales<br />

en los miembros superiores, siendo la fuerza muicular<br />

práctica'nente lq misma en ambos lados, la extensibilidad,<br />

en cambio, explorada según la técnica de AxonÉ T¡rotr¡s,<br />

era mayor a la derecha.<br />

(*) En una comunicación presentada ¡ecientemeníe a la<br />

Asoc. de OtoNeuroOftalmo_'ogía de Barcelona y eú l.' qo.<br />

discutlamos el prob ema de la dominancia en retación "oo-.1<br />

ojo y el oldo, nuestro amigo J. op MoucAs nos hizo notar el<br />

interés que revestiría el estudio de l¿ ¿¡ninancia v ¿a-- fo"<br />

trastornos afásicos en losr violinistas. D€spe¡tada ¡ueslra curiosidad,<br />

hem'os encontrado en la fuente inagotable q"" cánsrtltuvt<br />

l-a - obra de ElENscrrrN, 'a mención dc qtle €fi eitos virtuosos<br />

del violln hav que ¿dmifl¡ la existescia de dominancias aislaaás<br />

para poder rea'izar la expretión mustcal con sus miembroc -s-periores,<br />

ul1 qcentror que gobie¡ne al miembro sulxrior derecho<br />

(que es el que ma¡eja el arco, y otro que rige et miemUro-irquierdo<br />

(que es e1 encargado de la digilación).


366 Muprcrr*.1 Cr.Íu¡cr<br />

Como la exploración electroencefalográfica (figs. 2 y B)<br />

ponía de manifiesto alteraciones evidentes en el hemisferio<br />

izquierdo con una inversión de fase sobre la región<br />

temporal posterior, enviamos el enfermo al Dr. To-<br />

LosA. La punción ventricr¡lar derecha dió salida a unas<br />

gotas t;an sólo de l. c. r. La de la izquierda permitió<br />

obtener 35 c.c. de un líquido ligeramente citrine; la<br />

insuflación de aire objetivó la existencia de un quiste<br />

ovoide, del tamaño de una ciruela en la profundidad de<br />

la región parieto-temporal izquierda. Después de realizar<br />

urr colgajo parieto-temporal izquierdo se puncionó el quiste<br />

antes de Ia apertura de la duromadre, obteniendo primero<br />

aire, luego un líquido claro y finahnente sangre<br />

oscura. Las circunvoluciones parietales aparecían anormalmente<br />

,aplanadas, siendo este aspecto patológico más<br />

acusado en la parte posterior del lóbulo temporal. Diversas<br />

punciones explorad'oras dirigidas hacia la profundidad<br />

del hemisferio descubrieron la existencia de múltiples cavidades<br />

quísticas que fueron evacuadas sucesivam'ente.<br />

Como a pesar de estas depleciones, el cerebro continueba<br />

muy turgente, se incindió el cótex ¿ nivel de la extremidad<br />

posterior de Tl, descubriéndose a 2 centírnetros de<br />

profundidad rrna gran masa tumoral gris rojiza, de la<br />

que se sacaron algunos fragmentos paa la biopsia. Ei<br />

aspecto histológico inmediato por la técnica supravital<br />

(Dr. Roce nn VrxvlI,s) orientaba hacia un méduioblastona;<br />

dadas las probabílídades de que la clominancía cerebral<br />

no presentflrd una lateralización exclusi?/¿, aconsejamos<br />

al Dr. Tolose realizara una lobectomía extens4 y<br />

se realizó una escisión de una gran parte de la masa<br />

tumoral, llevándose con ella todo el tercio posterior del<br />

lóbulo temporal hasta el pliegue curvo. El curso postoperatorio<br />

fué perfecto, y este niño rnuy inteligente, no mos'<br />

tró el menor signo de afasia ni aun transitoria, no sufriendo<br />

en absoluto la lectura, la escritura, ni el cálculo<br />

elemental; la hemiplejía derecha consecutiva regresó en<br />

pocos días y hoy guarda solamente como secuela de la<br />

intervención una hemianopsia homónima derecha con in'<br />

tegridad de la visión macular. Hemos de notar que el exa'<br />

men histológico ulterior hizo ver se trataba de un glioma<br />

polimorfo en el cual las zonas típicas de astrocitoma co'<br />

éxistían con otras, muy poco diferenciadas con el aspecto<br />

de méduloblastoma (Dr. Rocl nn VIxvus).<br />

En resumen, trn niño de 6 años y rnedio" presenta<br />

signos electroencefalográficos que hacen sospechar<br />

la existencia de un tumor temporal izquierdo a pe'<br />

sar de la discreción de la sintomatología clínica;<br />

la ventriculogra{ía confirma el diagnóstico. Apoyán'<br />

donos sobre su familiar de zard'etia, y<br />

sobre las pruebas de extensibilidad de AN¡nÉ Tno-<br />

MAS, pudimos aconsejar la ablación de gna gran<br />

parte áel lóbulo temporal que hubiera podido con-<br />

"id.r"t."<br />

dominante, y precisamente en los terri-<br />

torios más estratégicos desde eI punto de vista del<br />

lenguaje. De acuerdo con nuestras previsiones, la<br />

intérvenci 6n realizada por el Dr. Tor-ose no pro'<br />

vocó la aparición de trastorno alguno de tipo<br />

afásico.<br />

Se nos podría objetar que la falta de trastornos<br />

afásicos puede ser atribuída únicamente a la edad<br />

del niño, puesto que es ha repetido pol' muchos<br />

autores que la hemiplejia derecha infantil no se<br />

acompañ; de afasia. Nosotros no podemos suscribir<br />

a est; opinión, pues nuestra experiencia personal,<br />

así como la de otros autores, nos ha venido a demostrar<br />

que los trastornos afásicos. aunqle- tra-nsitorios,<br />

existen siempre en las lesiones del hemisferio<br />

dominante, aun cuando estamos de acuerdo<br />

en la facilidad mucho mayor con que el hemis{erio<br />

Torvro XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

derecho puede sustituir al izquierdo en los primeros<br />

años de la vida. No podemos insistir sobre este<br />

punto que ha sido objeto de atención por parte<br />

nuestra en el reciente trabajo antes citado en colaboración<br />

con la Dra. J. CoRomrwes y ei Dr. L.<br />

Or,r-nR 1.<br />

_<br />

Hace 9 años, G.lRo¡'lnR puso en práctica un proce-<br />

dimiento para saber a qué atenerse sobre .l l"do<br />

supuesto dominante en relación a las funciones del<br />

lenguaje antes de una intervención: la inyección de<br />

I{ovocaína en el córtex cerebral a través de un agujero<br />

de trépano situado en la región fronto-temporal<br />

inmediatamente por delante del centro motor<br />

de la cara. Es interesantísimo hacer notar que<br />

en los dos individuos en que practicó la inyección,<br />

aquel que podría ser considerado como congénitarnente<br />

zurdo se reveló como clextrómano, en relación<br />

con la dominancia de los centros motores de<br />

ia palabra, y en cambio el enfermo que parecía ser<br />

un zurdo adquirido (pues la preferencia de la mano<br />

derivaba de una hemiplejia cerebral infantil derecha<br />

consecutiva a la escarlatina), rnostró a la prueba<br />

de la Novocaína tener bien ancladas sus dorninancias<br />

hemisféricas de la mano y del lenguaje en el<br />

hemisferio derecho. Estos resultados fueron confirmados<br />

por resecciones muy extensas.<br />

En la espera de que nuevas investigaciones noe<br />

aclaren muchos misterios que rodean todavía a la<br />

dorninancia hemisférica, creemos que sería de gran<br />

utilidad en muchos casos recurrir al procedimiento<br />

de G¡.npNrR antes de realizar lobectomías extensas<br />

en las zonas del lenguaje.<br />

No podemos hoy extendernos sobre el problema<br />

de la dominancia en relación con los lóbulos occipital<br />

y parietal. Digamos solamente por lo que 16pecta<br />

al primero, ya MlNIcezzIir¡I la admitía en lo<br />

r.'e{erente a la función visual y LeNcn ha llamado<br />

la atención sobre la gran importancia del lóbulo<br />

parietal derecho en la percepción del espacio, mientras<br />

que según é1, su congénere izqnuierdo intervendría<br />

en las actividades visuales constructivas.<br />

CoNsrprRACioNES FTNALEs soBRE Los HEMTsFE-<br />

RIoS


Touo XV<br />

Núm: 5 - <strong>1950</strong> J. J. B RcrA. - Operación de Ebin 367<br />

en el caso de una incapacidad súbita del primero<br />

para dirigir el avión, Ia seguridad del ap-arato y<br />

d"Jo: pasajeros están plenamenüe asegurud"r.<br />

Existe, sin embargo, una diferencia Jundamental<br />

entle el- gleqnlo de la dirección del avión y la or-<br />

ganizaciín de los dos hemisferios cerebrales. En<br />

generalmente durante<br />

"-ft",9,<br />

el curso de un viaje<br />

el primer piloto confía, en varias ocasiones, al se_<br />

gund,o, la dirección del aparato, y por lo tanto el<br />

qapel que_ desempeña este último es siempre evidente.<br />

El hemisfero mayor no abandona jimás su<br />

función al menor, sino que, por el contrario. hácese<br />

cad.a vez más experto mientiar qu" el otro va perdiendo<br />

progresivamente en el de la vida la<br />

ocasión de perfeccionarse. Ello ",lr.o no quiere decir, sin<br />

embargo, que no sea capaz de un entrenamiento<br />

rápido en ciertos casos de emergencia, siempre que<br />

el paciente y este hemisferio ,rr"rro, ,ro demasiado<br />

viejos / estén en buenas condiciones ""ui generales.<br />

Por lo que hace referencia a las funciones del<br />

lenguaje, nos parece todavía más instructiva otra<br />

comparación de Nlnr,snx. Consideremos lo que<br />

ocurriría a un grupo de viajeros que recorrieian<br />

un país extranjero b_ajo la direcció" y la guía de<br />

uno solo de entre ellos, perfecto conác.doi de la<br />

leng'ra del país. Unos tn"ie después, el jefe de la<br />

expedición moriría súbitamente, áejando Io, otros<br />

abandonados a "<br />

lu propia iniciativa: algunos de<br />

entre ellos no habrían aprendido nada; átro", *urían<br />

capaces de comprender frases senciilas, grácia<br />

1 Jra$r adq_uirido un vocabulario reducidá; dría t ;r-<br />

darse el caso que uno hubiera A"_<br />

"orrr"gu'idá<br />

,."11" ,el viaje, -adquirir el dominio de lJ palabra<br />

hablada v escrita, de las naturales de aquél país.<br />

Guardanáo todas las distancias, ésta es lu "oirpuración<br />

que nos parece más oportuna de las rÉla_<br />

ciones entre los hemisferios *"yo, y menor. Ambos<br />

vienen al mundo casi igualmente incornpetentes.<br />

En algunas ocasiorr"., "uJrrdo el hemisferi; ;;;;,<br />

es destruído, el menor puede haber desarroiládo<br />

tan imperfectamente los ergru*u" del lenguaje, que<br />

le sea completamente irnpos-ibl" supli, al Jtr.o:ó;;,<br />

veces, puede ser capaz de pequeñui hubitidades mo_<br />

trices y sensoriales, perfeccionándose con *á" o<br />

menos rapidez a medida q_ue va trabajando; muy<br />

raramente, habrá establecido sus "ngru*u, á" .rrru<br />

manera tan perfecta que en el caso á" desaparecer<br />

funcionalmente el heinisferio mayor podrá'encargarse<br />

con -perfecta responsabilidad y Lfi"i"rr"ia de<br />

todas las funciones del lenguajo.<br />

Brnr.locne¡.í¡, *<br />

AJunrlcuxirRr & HEcaEbr.-I,e Cortcx Cérébral. parís t944t<br />

Illas,son.<br />

- ARANovrcH, J.-Ontog-enia de los centros del lenguaje (su mladuración<br />

cn la edad infanti ). A.. López gáit. ¡"."3s;i..';;.;;.<br />

IJETlrÉ, A. J.-Nctu.o.l. r4g Zig, ,531.<br />

-i' !u. payo.r a de 'os t¡abajos citados conticnen abundantes<br />

citas bibliográficas. posteriormente a la presentaciOn ¿á- "iie<br />

trabajo hemos rea'izado con pArlrrAs 1de Marella) una re\-isión<br />

más extensa en nuestra lrcnencia odét-iologle Xeuró-psvcniatrique<br />

des affections du lobc temporab. Congrés fr"t"r"uii"ool<br />

d'Oto-Neuro-Ophta'nro'ogier. Baroclona, mayo r95o. (Revue d,Oto.<br />

Ncuro O¡.¡htalmologier núms. 21 3r 4 r95o.<br />

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diske Bukhaadeln, tgzoz2,<br />

IfrNc-Ks, E. M.-Disabüit:¡ in Reading an


368 MEorctN¡ Cr,íNrce<br />

Los métodos corticales están en parte basados en<br />

la obser"vación realizada ya pot ?mrrNSoN {üe,<br />

en uno de sus casos de temblor generalizado, vió<br />

suprimirse ésle en el lado derecho en tanto que este<br />

ladc estuvo paralizado por una hemiplejía. Observación<br />

que pudieron confirmar Plrnrcr y Luvr en<br />

1927 y Blr,srn en 1912. Anrnc y Fur,ron demostraron<br />

en 19'¿,6 que el temblor cerebelar de los monos<br />

podía ser suprimido por la extirpación de la corteza<br />

prefrontal. Con este fundamento fué realizada la<br />

extirpación de las áreas 4 y 6 en 1939 por Bucy y<br />

Cese para el tratamiento de un hemitemblor en el<br />

lado derecho, a consecuencia de un grave traumatismo<br />

cefálico. Flrrbo completa supresión del temblor,<br />

aunque la palabra y la -oiilidad quedaron<br />

temporalmente afectadas. Purnulr, en Lg4O escindió<br />

el área 6 del lado derecho para el tratamiento<br />

de un hemitemblor en el antebrazo y mano izquierdos,<br />

habiendo obtenido un alivio aunque no total,<br />

gue fué acompañado de una ligera hemiparesia.<br />

Bucy llegó a la conclusión de que las culpables del<br />

temblor eran las células de Bnrz del área 4 gamma.<br />

Excindió por ello esta área en 1945 habiendo obtenido<br />

una total supresión del temblor durante 16<br />

meses, siendo la paresia menor de lo que hubiera<br />

sido natural esperar.<br />

Los métodos sobre los ganglios de la base fueron<br />

realizados sobre todo por MpynRs quien en I94O<br />

publicó los resultados obtenidos mediante resección<br />

de la cabeza del núcleo caudal y de parte del brazo<br />

anterior de la cápsula interna. Parece que sus pacientes<br />

obtuvieron variable alivio. Tengo entendido<br />

que el Dr. Tor,osA CoLoMen realizó también esta<br />

intervención, aunque su enfenno no sobrevivió un<br />

tiempo suficiente para poder enjuiciar los resultados<br />

obtenidos.<br />

Por lo que respecta a los métodos sobre la médula<br />

espinal, Fo¡nsrnn y G¡.crr. seccionaron en<br />

1932 la porción ánterolateral de la médula sin haber<br />

conseguido ningún resultado ostensible. Lo propio<br />

le ocurrió a PurNlu en 1938. Por el contrario,<br />

Mesu¡,¡csKry comunicó haber obtenido completa remisipn<br />

del temblor en tres casos y mejoría en otros<br />

cinco, de entre L7 tratados con la sección de la<br />

porción ánterolateral de la médula cervical.<br />

Los mismos resultados negativos fueron comunicados<br />

por Or-onpnc. Por.LocK y Devrs no fueron<br />

más afortunados al seccionar las raíces posteriores,<br />

y lo mismo ocurrió a Puusupe, quien seccionó el<br />

cordón de Burdach, logrando una disminución de<br />

la rigidezr p€ro no del temblor. PurNeu, en 1940<br />

seccioná el haz piramidal cruzado, obteniendo una<br />

considerable mejoría y una disminución de la fuerza<br />

menor de lo que cabría esperar.<br />

A la vista de todos estos datos que Eerx, de quien<br />

los tomamos, resume, pensó este autor que las diferencias<br />

entre los resultados logrados por Bucy al<br />

resecar el área 4 gamma, con lo que logró una<br />

completa supresión del temblor, y por Purx.ru al<br />

seccionar eI haz piramidal cruzado, con lo que sólo<br />

consiguió un alivio, deberían depender de que par-<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

te de las fibras causantes de aquél caminan por el<br />

haz piramidal directo. Por ello ideó una t3cnica<br />

por la que con una sola incisión se logra suprimir<br />

uno y otro haz. Sin entrar en detalles de la técnica,<br />

que aquí no interesan, de la operación que él califica<br />

de ;<br />

bástenos decir aquí que fueron tratados por<br />

este procedimiento once paciente, de los cuales tres<br />

presentaban un hemiparkinsonismo, dos un predominio<br />

de los síntomas en uno de los lados y otros<br />

seis en que las molestias eran bilaterales. En todos<br />

ellos pudo apreciarse la supresión de la rigidez y<br />

el temblor en el lado operado, aun cuando en alguno<br />

de ellos se observaba algún temblor intencional<br />

en los momentos de carga emocional. Después<br />

de un breve período de impotencia absoluta para<br />

los movimientos y de falta de control de los esfínteres,<br />

éstos volvían a ser gobernados y aquéllos retornaban<br />

lentamente durante un lapso aproximado<br />

de tres meses, después de lo cual el cuadro perrnanecía<br />

inmodificado. La pérdida de fuerza era variable<br />

y estimable en un 10 por 100 en el mejor de<br />

los casos y en un B0 por 100 en el peor. Por término<br />

medio, la fuerza conservada era de un 45 a<br />

un 50 por 100; pero los enfermos sacaban ahora<br />

un partido muy superior de esta faerza residual al<br />

que obtenían antes de la operación, estorbados Por<br />

el temblor y la rígidez.<br />

En un caso realizó Enrrv la sección bilateral de<br />

ambos haces piramidales con un intervalo de diez<br />

meses, habiendo realizado primero la sección del<br />

haz piramidal cruzado del lado derecho y del di'<br />

recto del izquierdo y, pasado aquel plazo la de los<br />

otros dos. Los resultados fueron muy favorables.<br />

A la vista de estas referencias y a pesar de lo que<br />

suponen de revolucionario frente al concepto clásico<br />

de las funciones de la vía piramidal, he realizado<br />

por mi parte la sección de ambos haces en dos<br />

enfermos. He aquí sus historias, brevemente reseñadas:<br />

Caso I.o M. S. S., de 34 años, casado, labrador, natural<br />

de Sueca, residente en El Perelló. Cuenta su espo'<br />

sa que ha notado en el enfermo una pérdida progtesiva<br />

de vitalidad, aleg¡ía y viveza; gue hace unos seis años<br />

empezó a presentar temblor en el brazo derecho, gue<br />

poco a poco se ha ido haciendo continuo, instalándose<br />

después también en la pierna derecha y luego en el lado<br />

izquierdo. En la actualidad el temblor es generdl, aunque<br />

más acentuado en la mitad derecha, continuo, de reposo;<br />

se inhibe voluntariamente durante unos segundos, cesd<br />

con los movimientos voluntarios. Los movimientos son lentos.<br />

H'ay una palabra lenta y monótona.<br />

El enfermo ha sufrido un proceso febril en 1931, que<br />

fué diagnosticadb de paludismo (?). Hace dos años una<br />

infección intestinal. No recuerda otros procesos infecciosos<br />

anteriores. Mujer sana, ha tenido un aborto y un<br />

hijo, ahora de tres años, sano. Llama la atención entre<br />

sus antecedentes familiares el hecho de que un tío materno<br />

y un primo presenten también temblor, aunque no se<br />

puede precisar la naturaleza del mismo.<br />

Exploración: reflejos rotulianos vivos, ligeramente más<br />

exaltado el izquierdo; clonus aquíleo en el mismo lado;<br />

hipotonía; no Babinski, ni sucedáneos. Sensibilidad normal;<br />

no trastornos de la serie cerebelosa.<br />

Diagnóstico: parkinsonismo post-encefalítico.


To¡¡o XV<br />

llúm. 5 - <strong>1950</strong> J. J. B rRcra. -_ Operación de Ebin 369<br />

El enfermo, que fué visto por vez primera en l8 de<br />

junio, fué tratado con cura búlgara y parpanit, sin haber<br />

obtenido ninguna me¡oría ostensible. En vista- de ello se<br />

Ie-propone la operación de Ebin, eue es aceptada.<br />

Laminectomía de las vértebras cérvicales Ii, III y IV.<br />

Sección entre los mielómeros IV y V según la técnica<br />

de Ebin, seccionando el haz piramidal crizado del lado<br />

delecho y el directo del lado ilquierdo.<br />

Postoperatorio sin complicaciones. No hubo ¡etención<br />

de orina más que los dos primeros días. La recuperación<br />

motora del brazo derecho se inició al tercer día. El<br />

temblor ha desaparecido por completo. En el lado ízquierdo<br />

presenta los mismos caracieres que antes de la<br />

intervención. Por ello el enfermo solicita ser intervenido<br />

de ese lado, lo que, por el momento, se demora-<br />

Caso 2." F.. R. P., de 42 añ,os, casado, natural de Alboraya,<br />

vecino de Valencia, mecánico. A los 21 años se<br />

notó indispuesto un día, haciendo el servicio militar y<br />

estando con permiso en su pueblo. Después de dos días<br />

de encamamiento se le trasladó al Hospital Militar en<br />

donde hicieron varios diagnósticos, el definitivo, de encefalitis<br />

de van Economo. Apenas podía moverse, pasado<br />

el período febril y tenía una intensa sialorrea que cesó<br />

con la escopolamina, que en cambio no tuvo acción sobre<br />

los demás síntomas que entonces se iniciaron: torpeza<br />

de movimientos, rigidez y temblor.<br />

En Ia actualidad se aprecia una gran hipertonia en los<br />

cuatro miemb_ros, especialmente en los superiores. Signo<br />

d'e Ia rueda dentada más acentuado en el lado izquierío;<br />

¡sflejos tendinoperiósticos exaltados. No reflejos prto.<br />

lógicos; amimia; sensibilidad normal. por lo dá*ás, nada<br />

anormal.<br />

En vista de los escasos resultados de los tratamientos<br />

farmacológicos se plantea la indicación operatoriu, qo" ".<br />

aceptadn. Tras la laminectomía de ¡ns C. II, ÍI y IV<br />

se practica la sección del haz piramidal cruzado deiecho<br />

y del.directo- izquierdo, gntre lós mielómeros tV y i, siguiendo<br />

la técnica de Ebin.<br />

N9 hay retención de orina. Los movimientos del brazo<br />

derecho se inicimr - al tercer _día, recuperándose- nípidamente.<br />

N9 t_t"v rigidez ni tembloí "tr *i r"áo áár"-.iio.<br />

En -el- izq-uierdo no ap¿*ecen influenciados. No g"ii".k¡<br />

en lado derecho.<br />

No es necesario que subrayemos, frente a un au_<br />

ditorio tan habituado a tratar síndromes post-encefalíticos,<br />

la extraordinaria importancia de estos resultados<br />

señalados po,r primerá vez por EBrN y {ue,<br />

con los casos que acabo de exponerih" podidá confirmar<br />

- plenamente. Ciertamente que aigunos parkinsonianos<br />

se mejoran con los iratam-ientos iarmacológicos<br />

clásicos, y hasta parecen relativamente<br />

felices y resignados con su enfermedad. pero<br />

¡cuántas veces nos hemos sentido impotentes frente<br />

a estos pobres enfermos al comprobai que, uno tras<br />

otro, todos los remedios usuales les repórtaban poco<br />

o ningún alivio ! Realmente, si ulteriores obsérvaciones_<br />

siguen demostrando la eficacia de la operación<br />

de EerN ella habrá traído una justificada esperanza<br />

que venga a clarear el sombrío horizonte del<br />

porvenir del parkinsoniano.<br />

Pero no es precisamente de estos logros de lo<br />

que quería hablaros hoy, sino de lo que ellos suponen<br />

de profundo cambio en nuestras ideas sobre la<br />

vía piramidal.<br />

Ciertamente, que, como es sabido, las ideas clásicas<br />

acerca de ,la vía piramidal habían sufrido un<br />

notable cambio. Desde que LASSnT demostró que<br />

mientras el número de células piramidale$ era aproximadamente<br />

de 35,000 y el de las fibras de las pirá-<br />

mides bulbares era de cerca de 1.000,00e quedó au.<br />

tomáticamente demostrado que todas las hbras de<br />

lá vía piramidal no podían proceder de las células<br />

de Bsrz. Se afirmó que los cilindro-ejes de éstas<br />

representaban apenas un 5 por 100 de las fibras de<br />

una pirámide y que eran precisamente las más<br />

gruesas, mielinizadas, de más de ll micras de diámetro.<br />

El resto de las frbras piramidales tenían necesariamente<br />

que proceder de campos extrapiramidales.<br />

Pero cualquiera que fuese el origen de la vía<br />

piramidal hubiera podido seguirse pensando que<br />

era la vía de la , de no haberse<br />

realizado la sección de la misma en el chimpancé<br />

y dernostrado que, tras ella, podían seguir<br />

realizándose movimientos equivalentes a los que en<br />

el hombre llamamos voluntarios. Quedaba la duda<br />

de si lo propio ocurriría en el hombre. Con las intervenciones<br />

que nos ocupan la cuestión ha de ser<br />

respondida afirmativamente. Claro está que las secciones<br />

unilaterales no tendrían un valor definitivo<br />

desde que sabemos que cada hemisferio, si bien se<br />

encuentra principalmente en conexión con la mitad<br />

opuesta del cuerpo, no deja de hallarse conectado,<br />

y de un modo que los ataques jacksonianos del tipo<br />

prefrontal o parietal demuestran bien claramente,<br />

con la mitad ipsilateral. Pudiera por ello alegarse<br />

que es la vía piramidal del lado que permanece intacto,<br />

la que conduce los impulsos volitivos hacia el<br />

lado afectado por la sección. Pero el caso de la<br />

doble sección realizado por ErtN y que hemos ci.<br />

tado más arriba, hace inaceptable esa explicación.<br />

Los impulsos habrían de ser conducidos por los haces<br />

que quedan intactos: el haz piramidal ventrolateral<br />

de Déjérine, el retículo'espinal, el vestíbuloespinal,<br />

el üecto-espinal. Pero lo más probable es<br />

que tengamos que renunciar a nuestras concepciones<br />

tradicionales y admitir que la médula, como eI<br />

oerebro, es capaz de adaptarse a las nuevas condiciones<br />

que le crea la piramidotomía creando nuevos<br />

esquemas funcionales que no preexisten en el<br />

sujeto sano.<br />

Ahora bien: ¿De qué manera actúa la piramidotomía?<br />

Por lo que respecta al temblor, la respuesta<br />

parece fácil. Podríamos admitir sin difrcultad con<br />

Bucv que son las células de Betz las causantes del<br />

mismo en los enfermos parkinsonianos y que por<br />

lo tanto con la piramidotomía, desconectamos aque,<br />

llas células de las de las columnas ventrales de la<br />

médula, impidiendo la aparición de aquél. Pero ¿y<br />

la rigidez? Ya sabemos que no es imputable a la<br />

vía piramidal la producción de la misma co,mo ha<br />

quedado demostrado ya en 1935 con las experiencias<br />

de Seneu Towrn y Manrolr HlNrs. Y que es a<br />

las vías extrapiramidales a las que hay que arribuir<br />

la espasticidad. Ahora bien: es sabido que la<br />

lesión simultánea de las áreas 4 y 6 determina un<br />

cuadro espástico permanente, lo propio que la lesión<br />

aislada del área 6. Por consiguiente, mientras<br />

el área 4, con sus elementos estrictamente piramidales<br />

-aparte de otros que no lo son, como se deduce<br />

de las mediciones de L¿sspK ya citadas- s€r.


370 Mrynrc¡rr Clí¡nc¡<br />

ría estimulante del tono, y de ahí Ia parálisis fláccida<br />

resultante de su lesión aislada i en óambio las fibras<br />

procedentes del área 6 -o del área 4s de Meruo¡r<br />

Huves- serían inhibidoras del tono, y de aquí la<br />

espasticida-{ {ue sigue a su lesión. parece, p.rJr, ,r,<br />

g*rtp:""tido que Ia sección de las vías piramida-<br />

Ies de Ia médula,-en la_que van mezcladas iías piramldal9s<br />

y extrapiramidales, produzca una disminución<br />

del tono. EIIo no_ tiene ál par"cer otra explicación<br />

que la de que las lesiones encefalíticas produzcan<br />

una liberación de centros subcorticales que<br />

normalmente están inhibidos por la acción de ius<br />

átg5- supres_oras y que, al seccionar las vías piramidales<br />

en Ia operación de Eurn, suprimimo" lo"<br />

impulsos anormales procedentes de esos centros,<br />

permitiendo Ia actuación de otras vías motoras y<br />

no hipertonizantes, sobre cuya naturaleza ya dejamos<br />

indicado anteriormente Io que puede haber.<br />

Los resultados de Ia operación ¿l Usnr nos hacen<br />

pensar qu9 acaso logros similares puedan conseguir:g<br />

en los casos de hemiplejía. La espasticidad<br />

en ella tiene que ser debida a-la lesión de vías extrapiramidales.<br />

Y no deja de ser curioso que Lessrr,<br />

en un número considerable de hemipléjicos por él<br />

estudiados, sólo haya encontrado lesiones piramidales<br />

genuínas en un l0 por 100. Esto es lo {ue ttos<br />

proponemos hacer en cuanto encontremog un enfermo<br />

en que Ia indicación, a la luz de estas ideas<br />

y de los anteriores datos, aparezca clara. Es de esperar<br />

quq aquí Io mismo gue en el parkinsonismo,<br />

la supresión de la espasticidad permile Ia acción de<br />

otras vías no lesionadas y que participan, con la<br />

destronada vía piramidal, dt h óapaciáad de conducir<br />

movimientos voluntarios.<br />

Instítuto Neurológico Muníciytl d.e Barcelona<br />

(Director: Prof. B. Ronnícurz-Anrls)<br />

ESTUDIO DE UNA EPIDEMIA<br />

DE LATIRISMO EN ESPAÑA *<br />

B. RoonícuEz-ARTAS<br />

Socio Nume¡ar,io y r.er ViceprrsideilSr"* la Societla


Touo XV<br />

Núnü 5 - f950<br />

m 21<br />

22<br />

23<br />

24<br />

25<br />

26<br />

27<br />

28<br />

29<br />

30<br />

))<br />

))<br />

D<br />

>)<br />

))<br />

))<br />

))<br />

Barcelona<br />

Tarrasa<br />

Esparraguera<br />

Sabadell<br />

l\fartorell<br />

Olesa de Nlontsenar ...<br />

Montblanch<br />

Villafranca del Panadés<br />

Aviñó<br />

C_orbgra de Llobregat<br />

PIa del Panadés ..:.....<br />

Prat de Llobregat ......<br />

Tor¡ellas de Llobregar.<br />

Valls<br />

Ca¡dona<br />

Esplu_gas de Llobregat .<br />

Guardiole de Fontiubí<br />

5<br />

9<br />

I<br />

B .)<br />

J<br />

2<br />

I<br />

I<br />

5<br />

I<br />

2<br />

Localidad de procedencia:<br />

t2<br />

9<br />

6<br />

6<br />

4<br />

4<br />

3<br />

3<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

1<br />

1<br />

I<br />

31 anos<br />

33 ))<br />

36 ))<br />

39<br />

4t<br />

))<br />

))<br />

42 ))<br />

43<br />

45<br />

Más<br />

))<br />

. I ": que, indiscutiblemente, los factores: l) masividad;<br />

2) monotonía; 3) falta adecuada dJ ;;"teínas<br />

animales.{, *á" q}e nada, d" g.ur"u, , ¿itá"ración,<br />

en Ias dietas, influían de un-modo áeclsiv"<br />

en la producción de la enfermedad.<br />

La -hgestión masiua de aL,morta^e, en ocasiones de<br />

un kilo a un kilo y medio diariás, y en ü"-,ro<br />

comidas casi siempre, figura entre los antecedentes<br />

de todos los atendidos. "<br />

La monotonía, en ln qJi,nlentacün, que se reducía<br />

casi exclusivamente a utilizar almortis cocidas, es<br />

otro de los antecedentes que consid"rurrror- *iior_<br />

9td*. La f2lta, concomiiante, d;;r;;; "í*"i^<br />

(cte carnes, de huevos, de grasas animales, de queso,<br />

de aceite de olivas o -"i*ilu.es, etc.), tamb?n<br />

podía ponerse muy, bien de manifieito "í'r"-.""*nesis<br />

de los atacados. Es más, aquellos f;ih;*<br />

que, por su edad, mejoraban la ración alimenticia<br />

en cuanto a equilibrio y riqueza en grasas, no se<br />

sentían enfermos,,con iodo-y tragar] igualmente,<br />

gran cantidad de almortas a diario.<br />

En fin, la duración de ese_ tiyo anormal de régL<br />

men alimenaicío, ra-mpoco dejaba de llamar d;"rosamente<br />

la atención entre los conmemorativog invmtigados.<br />

. De 9t1a parte, las mujeres de los familiares víctimas<br />

del latirismo, que se venían ocupando<br />

nesteres domésticos, aun "r, -"-<br />

cuando com'ieran casi lo<br />

mfmo_ que los hombres, si bien en cantidad más<br />

reducida, no llegaban a enfennar.<br />

. Por último, el grito de alarma, como consejo higiénico<br />

individual-o colectivo, es decir, lu<br />

de_medidas profilácticas, pese a las díficultadL "dop"iór,<br />

áe<br />

orden económico y de_abaitecimiento del momento,<br />

consiguió yugular el brote epidémico que comentamos<br />

a fines del año L942, tódo lo más en los al-<br />

B. Roonícuuz.An¡rs. - Latirismo<br />

3<br />

I<br />

3<br />

I<br />

2<br />

I<br />

5<br />

Tour, ..... Z7<br />

Ifospitalet de Llobregat I<br />

Igualada .......... I<br />

f,linás del Vallés I<br />

h{anresa I<br />

Mora de Ebro ............ t<br />

Pobla de Claramunt ... I<br />

.Reus I<br />

Rubí I<br />

San Juan de Medioua . I<br />

San Sadurní de Noya . I<br />

Sta. Qoloma de Gran. I<br />

Sa¡dañola del Vallés I<br />

Sitges I<br />

Vilaseca I<br />

Villores t<br />

Tor¡r<br />

II<br />

371<br />

bore de 1943. A partir de entonces, ha sido posible.<br />

diagnosticar únic/amente algún' caso .¡fliq<br />

Todos los demás tienen que referírse a ra ¿po""lr¿:<br />

gica de I94I-42.<br />

Euo¿ocí.1 cENERAL y EprDEMror,ocíe._Número de casos<br />

observados, 77_;_varones, Z3; hem_bras, 4.<br />

Proporcionalüad, Ig/i. Ed,ad: Menls de 15 años, B;<br />

mr! d9^a5 a!os, 5; de 13 a 4,5 años, 69.<br />

De 20 a 25 años,28; d.e 26 a áS años, ZI; de 15 a<br />

19 años, 17.<br />

Mortatrídad: 2 qwos,<br />

Provincias afectadas: Barcelona y Tarragona.<br />

comarcas o locahdades afectadás: Lraio á. Barcerona,<br />

18; Cuenca del Llobregat, lB; resto, 49.<br />

Sl¡vtoueror,ocí¡..-El interrogatorio, aparte de<br />

los datos concernientes a la dieta y u nociones<br />

imprecisas de agotamiento labóral, "i"tr"s de frío y de<br />

humedad, resulta poco menos que negativo. Á to<br />

sumo' escasos pacientes refieren haberse sentido inadecuadamente<br />

cansados (con fatigabilidad fácil o<br />

cierta claudicación en las piernas), o haber creído<br />

que tenían fiebre.<br />

Al cabo de 24 horas (formas fulminantes), excepcionalmente;<br />

en el transcurso de 21 3 ó más días,<br />

hasta de una semanq por lo r"goÍur; con varias<br />

semanas de por medio, casi nunca: se instaura el<br />

cuadro clínico, terriblemente uniforme y clásico.<br />

_ Nosotros, cuando menos, siempre hemos podido<br />

destacar bien la coexistencia de calambres y'de paraplejía<br />

espasmódica.<br />

Ni los calambres (formas abortivas) sin más fenómenos<br />

conexos, ni la paraplejía espasmódica pura<br />

sin_ calambres previos o simultáneo.:, ." hun oüservado<br />

en nuestra epidemia.<br />

Los calnrnbres de las pa,ntorrillas, a veces penosos,<br />

aparecen al realizar oualquier esfuerzo y<br />

más habitualmente, nocturnos.<br />

"orr,<br />

Las parestesias o disestesias no se dan con frecuencian<br />

ni adoptan características de gran variación.<br />

Los hormigu,eos y la sensación de-estiramiento<br />

o de espasmo (como si fuera de tendones o de<br />

una cuerda) se localizano más que nada, en las<br />

partes_ distales y en el territorio del ciático y, cual<br />

los calambres, molestan eobre todo de noche.<br />

No se pudieron anotar verdaderas algias en nues.<br />

tros casos.<br />

Sin embargo, alguna parestesia dolorosa han eeñalado<br />

determinados enfermos a nivel de la rodilla,<br />

incluso asooiada a calambres.<br />

En otro orden de síntomas, Ia necesidad imperio.<br />

sa de orinar (de noche, generalmente) y las su'doraciones<br />

profusas (como muchos trastornos nocturnos),<br />

apenas dejan libre a nadie.<br />

El herpes lahial y los edemas mareolares, descritos<br />

o encontrados por algunos autores, no hemos<br />

conseguido verlos en ninguno de los casos.<br />

Alteq de aparecer la páraplejía, ([üe acostumbra<br />

a coincidir o a seguir al complejo s-índrome subje<br />

tivo inicial, huy quien advierte una claudicación<br />

intermitente o experimenta difioultades al mover las<br />

piernas (acto de incorporarse o de baja,<br />

"*"1*é.


Jtz<br />

',.<br />

Y es que músculos flexores<br />

no darán lugar a idénticos<br />

hipertonía.<br />

Mnorclut<br />

y extqnsores, después,<br />

signos paréticos y de<br />

La paraplejía, espasmódbaa es de regla, con una<br />

intensidad harto variable, desde la paraparesia poco<br />

menos que teórica hasta la gran paraplejía de los<br />

inválidos de origen medular. La hipertonía, la contractura,<br />

con cierto predominio en los extensores,<br />

y la hiper-reflectividad, el clonus, el signo de Ba'<br />

binski y similares y la conservación de los reflejos<br />

cutáneos, constituyen signos exploratorios constantes.<br />

La actitud, en la bipedestación, y la marcha, dependen<br />

de la mayor o menor espasticidad comprobable.<br />

Al afectarse hipertónica o hipotónicamente<br />

los distintos grupos musculareg extensores, abducto'<br />

res, rotadores y-flexores, en especial, la marcha r-e'<br />

sulta digitígrada o con un balanceo imponente, la<br />

rodilla "o á" puede doblar y la posición peca do<br />

demasiado erecta.<br />

La intervención de un factor atáxico en la mar'<br />

cha, o sea la marcha de índole tabetoespasmódica,<br />

no debe admitirse. En realidad, la participación de<br />

los abductores disminuye la base de sustentación e<br />

influye, por tanto, sobre la estabilidad e'stática y<br />

cinética.<br />

La exploración minuciosa de la sensibilidad no<br />

reveló nada anormal en nuestros pacientes.<br />

Y la búsqueda de signos de la serie cerebelosa<br />

nos condujo a una negatividad casi absoluta. Casi,<br />

decimos, puesto que en una tercera parte de casos<br />

debe hablarse de una insignificante dismetría (con<br />

temblor, rara vez, de fiñas oscilaciones) y casi<br />

siempre de un nistagmus ligero (sacudidas nistag'<br />

miformes).<br />

Las extremidades superiores (al margen de lo ce'<br />

rebeloso) y los nervios craneales, pueden calificarse<br />

de intactos. Ni los nervios sensoriales, entre ellos<br />

el óptico y el coclear y vestibular, ni los otros, se<br />

alteran. Algunos signos positivos por parte de los<br />

nervios craneales, han de atribuirse a procesos con'<br />

comitantes (generales o locales).<br />

IJna'sensación de frío y un evidente enfriamiento<br />

de las extremidades inferiores, a las veces, persiste<br />

algunas semanas o meses en pocos enfermos, como<br />

también la sudoración, que va limitándose insensiblemente<br />

(a los pies).<br />

Las funciones psíquicas no experimentan cambio<br />

práctico alguno. Y eso que el estado de invalidez<br />

amenaza implacablemente.<br />

Los grandes aparatos o sistemas orgánicos perma'<br />

necen inalterados.<br />

La semiología humoral carece de importancia.<br />

El , la sangre (constantes químicas) y el<br />

jugo gástrico, han sido analizados por la Escuela<br />

de Jllrú:Nrz-Dí¡.2 y por el Instituto Neurológico<br />

(J. nn. Sruanno, Roc¡. on VlÑer-s y nosotros), entre<br />

otros.<br />

Srrvronrerotocís.--C,clam.bres en las pantorrillas (nocturnos)<br />

(r-++).<br />

Clí¡¡rcl<br />

To;tto .X\i<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

Parestesias (hormigueos y sensación de estiramiento, cle<br />

cuerda tensa) (*).<br />

Micciones imperiosas (++).<br />

Sudores profusos (nocturnos) (++).<br />

Paraplejía esprístíca pura (actitud. marchao hipertono, re'<br />

flejos exaltados, clonus, signo de Babinski, etc.) ( + + + + ).<br />

Signos cerebelosos (muy discretos) (nistagmus, dismetría',<br />

temblor, etc.) ( +).<br />

Fonltas cLÍNICAS.-Tienen que reducirse a una<br />

tan sólo, de los más inconfundible: la parapleiía<br />

espástíca pura. Todos los autores" antiguos y modernos,<br />

la describen del mismo modo.<br />

Difiere de Ia correspondiente a la esclerosis lateral<br />

amiotrófica y a las demás esclerosis medula'<br />

res por la asociación de síntomas cardinales (sensitivos,<br />

oerebelosos, tróficos, etc.).<br />

Enrrr,ro Lrv, C. Or,Ivrn¡,s DE LA Rtva, J. Lópsz<br />

Inon y Manunl Prnelre, junto con nosotros, han<br />

llamado la atención, en tanto que aportación clínica<br />

nueva, sobre la pequeña variante cerebelosa (pequeña<br />

por los discretos síntomas que se añaden).<br />

Coupr,tc¡.cloNns. - No hemos tenido noticia ni<br />

hemos advertido ninguna. Es posible que la oclusión<br />

intestinal que causó la muerte de nuestro en'<br />

fermo no haya de admitirse como tan casual o for-<br />

tuita como se supuso en un principio.<br />

Quisiéramos recordar que en las ratas, JrruÉNsz-<br />

Dítz y colaboradores provocaban un cuadro intes'<br />

tinal oclusivo, a los pocos día¡ de alimentarlas con<br />

almortas.<br />

En cambio, la meningitis puriforme aséptica del<br />

enfermo de Sliu¡nRo (en el propio Instituto), tam'<br />

bién mortal, se debió claramente a una circunstan'<br />

cia accesoria.<br />

Cunso.-Después del período de invasión, alarmante<br />

y grave siempre, la sintomatología empieza<br />

a ceder, siquiera la subjetiva.<br />

Pero Ia paraplejía espástica incluso no avanza Y<br />

mejora, hasta estabilizarse, de instituir el tratamiento<br />

oportuno, con una dieta normal.<br />

Y para siempre más, tras la mejoría, queda fija e<br />

inmutable. Es la secuela casi patognomónica del latirismo<br />

sufrido. Claro está, la importancia de la<br />

secuela dista de tener el mismo valor en todos los<br />

casos. Y, por ende, el grado de invalidez. Hay paraparesias<br />

residuales muy soportables y paraplejías<br />

en extremo intensas, con movilidad y marcha poco<br />

menos que imposibles.<br />

Los pródromos y los fenómenos del período de<br />

invasión, preparalíticos o paralíticos, duran todo Io<br />

más unas semanas.<br />

HtsroperolocíA. - ffias16s¿ópicamente conside'<br />

radas, las lesiones carecen de significción. Por un<br />

lado, encontramos en nuestro enfermo autopsiado<br />

degeneración grasa de hígado y de cápsulas suprarrenales.<br />

Y nada en los centros nerviosos. Y por<br />

otro lado, en el caso de Srmenno, una evidente hi'<br />

peremia encéfalomedular, con el cortejo obligado<br />

de la inflamación.


Ton¿o XV<br />

Núr¡r'. 5 - <strong>1950</strong><br />

En cuanto a topografía de las alteraciones microscópicas,<br />

cabe afi-rmar que, ni la corteza cerebral<br />

(lóhulos frontal -área motora- y parietal), ni el<br />

oerebelo, ni la médula (cervical y dorsal) presentaban<br />

anormalidades. El caso de Slinanno, sí (médula<br />

cervical y dorsal), probablemente por el proceso<br />

asociado y por el período evolutivo (fase ulterior<br />

de la afección).<br />

Las células de las astas anteriores se mostraban<br />

l'rc. I<br />

indemnes. En la subdtancia gris, la microgliosis podía<br />

evidenciarse con facilidad. Como támbién la<br />

misma microgliosis y la gliosis en parte. cuando<br />

menos, de los cordones, laterales (con integridad de<br />

los cordones anteriores y posteriores).<br />

La degeneración palmaria de un contingente de<br />

^_<br />

fibras de los cordones laterales (zona préferentemente<br />

externa" que ocupa de lleno el haz piramidal<br />

cruzado !, quizá, el Ltaz cerebeloso), sin duda consecutiva<br />

a las demás alteraciones indicadas, salta a<br />

la vista.<br />

Los métodos de coloración utilizados por nuestros<br />

colaboradores R. Rocl oe Vrñlr,s y J. .Smo fueron<br />

los de impregnaci6n argéntica, hematoxilina-eosina,<br />

rojo escarlata y sudán.<br />

Exp¡niunxr.rclóN.-Así como la Escuela de Jl_<br />

n¿É¡vuz-DÍ t'z ha intentado reproducir el latirismo humano<br />

en animales y ha investigado, también en ani_<br />

rnales de experimentación, el óicerismo, llegando a<br />

la conclusión ¡rositiva de que se provoca .ñ lu, .u_<br />

tas un vólvulus (latirismo) y un cuadro neurológico<br />

(cicerismo), nosotros no podemos aportar, en este<br />

sentido, contribución alguna.<br />

Paroc¡:nlA.-El simple cotejo de nuestras observaciones<br />

(datos etiológicos generales y epidemioló-<br />

.gicos, clínicos e histopatológicos) y dá lás referen_<br />

cias<br />

_bibliográficas clásicas, nos condujo a rechazar<br />

.de plano la hipótesis de una virosis, ctmo contami.<br />

nación eventual de las almortas ingeridas.<br />

- El c_oncepto de intoxicación de origen alimenticlo<br />

o de proceso carencial so ofrece, opuestamente,<br />

objeciones de peso.<br />

B. Rotr¡ícurz-Anres. - Latirismo J/')<br />

Todo hace suponer que la existencia de un factor<br />

o agente tóxico en el


374,<br />

cado peculiar de los casos familiares y<br />

presenta, en verclad, la dieta equilibrada y<br />

TpntpÉurICA.-En los dorninios de la dietética<br />

estricta" se impone, desde el primer momento, la<br />

no ingestión masiva de almortas o la disminución<br />

en su consumo. rrtezcladas con albúminas anitnales<br />

y - grasas.<br />

Iin tr¡clos nuestros ltacientes nos dimos cuenta de<br />

l¿r absohrta detención del proceso evolutivo o tle su<br />

rernisión, a seguida cle corregir )' de tnejorar la<br />

ración aJinrcnticia.<br />

El reposo ct-rrporal. a veces etl callla. para evitar<br />

l'atigas- y la hospitalización" representaron el complenrenlo<br />

obligado de la atrterior medic'la dietética.<br />

Con o sin vitarninoterapia (vitaminas A, B y E)<br />

adjunta. el e{ecto cut'ativo {ué el ltrisnlo.<br />

iil .,.o de sueros hi¡tertónicos (glucosados, iodo-<br />

Frc. ;l<br />

glucosacios y brornoglucosados), prescritos con una<br />

finalidad antilesional, entre otras cosas, no nos convenció.<br />

Corno tarnpoco, furlclalnerltahnente- los tónicos<br />

arsenicales o fosfóricos y los extractos hepáticos'<br />

Procedimos a ensayar, en bastantes enfermos' la<br />

práctica de una serie corta de usub-choques> (sin<br />

ilegar al coma) insulínicos. EI apetito' el estado ge-<br />

,-r"iul, algunas manifestaciones subjetivas ^molestas e<br />

incluso la paraplejía espástica, se modificaron, en<br />

un sentido favorable, ostensiblemente.<br />

Por encima de todo, en opinión nuestra, se consiguió<br />

un evidente efecto curativo al suprimir las aláortas<br />

y al comer bien y abundantemente'<br />

Al cato de siete años, todavía seguimos asistiendo<br />

a muchos latíricos portadores de una secuela<br />

paraparética que, ".t g"rrétul, no les impide trabajar<br />

,"entados, inteivenir áctivamente en ciertas {aenas<br />

agrícolas o dedicarse al comercio'<br />

PRortrlxIA.-EI consejo higiénico, para que no<br />

se comiesen almortas, cuando tantos y tantos comían<br />

Mrucrwe CrÍNIcl<br />

y comen, y para que se incrementara el aporte de<br />

iroteínas áni-ul".'y de grasas, en una temporada<br />

h" penuria, no .".,rltub" precaución tan sencilla'<br />

;"¿ p"n.u.lu y anunciarlá, para el Estado (Sani-<br />

Tono X\''<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

lo que re- dad oficial) y para la Sociedacl (auxilios filantrópisuficiente.<br />

cos). Y esto fué lo que aconteció en Cataluña.<br />

El escepticismo méclico de algunos habituales comedores<br />

cle ahnortas, agravó el problema higiénico-<br />

Se consiguió aminorare no obstante" el consumo<br />

de almortas, y enriquecer la ración alimenticia diaria<br />

de muchos y, pasados pocos meses. quedó dominado<br />

de una trrutt"t" definitiva el brote epidémico<br />

estucliaclo.<br />

Las consecuencias sociales no han quedado com-<br />

¡-rensadas, en estas circunstancias, por un descubrimiento<br />

patogénico trascendental.<br />

(.'líttit:tts tle ('irugí't Osteo-Atti,cu,lor (Direclor Dr' J' M' Vlr-.qtilrEl.t.)<br />

1'tle Neu|ología (Direclor: Dr. l'. B'lRtllgtttittl'¡:rriú)<br />

del Hos¡titat rle la Sto. Crttz 1' S. Pablo<br />

COMPRESIÓN MEDULAR CÉRVICO-<br />

DORSAL POR ÓSTEODISTROFIA<br />

FIBROSA<br />

J. Esruv¡-VIr¡R¡un L. B¡nn¡QUltR-BoRDAS<br />

La clíníca neurológica de las cotttltt'esíatrc$ me'<br />

tlulares en sus formas clásicas es hoy día un capítulo<br />

bien conocido. Desde B,tuilsrt, especialmente.<br />

está bien definida la forma en purapleiín en Jlexión<br />

con reflejos cle defensa {ácilmente evidenciables,<br />

forma tanto más significativa y característica cuan'<br />

clo se acompaña de trastornos sensitivos en nivel'<br />

Asimisno son bien conocidas algunas lormas<br />

clín.ica-anatómicas de compresión medular, como la<br />

paraplejía póttica, la del vertebral y la de-<br />

"átc"t<br />

ie.mittada por algunos tumores med'ulares y yuxtameclulares.<br />

- Fn¡zion, ArtiroNr, Er-sRliRc. A¡-tttglp¡'<br />

Llnt¡. etc., han contribuído con sus a¡rortaciones<br />

muy valiosas a sistematizar este últirno apartado'<br />

Sin embargo, la casuística nos informa {recuentemente<br />

u".riu de variedades tumorales raras' o in'<br />

frecuentes como causa de compresión medular, algunas<br />

de las cuales van siendo cada día mejor- c9íociclas.<br />

La Escuela de Neurología del Hospital de<br />

la Santa Crtz y San Pablo ha aportado su contri<br />

bución al conocimiento de los síndromes clínico'<br />

anatómicos determinados por el epid'ermoid'e- aol-esteatonlo,toso<br />

yuxtamed'ulai, el lipoma intrailural y<br />

el epend,imomo intramed,ular- Esta última lPortación<br />

fué realizada con la colaboración de la Escuela<br />

de Cirugía Osteo-Articular con la cual fué conocido<br />

también un interesante caso --igualmente publicad-o<br />

h":;; p;""- de melano'mp priaútuo de la cpl'o' de<br />

cuballo, especie tumoral excepcional'<br />

Propianrente en el seno de nuestra colaboración<br />

-ligada<br />

de por sí al estudio de las c'crnpresiones<br />

,n"diuloru d,e origen' [l'eo- fué dada a conocer hace<br />

unos año* ,t.t "u-ro de enlermedad d'e Paget, en la<br />

que se llevó a cabo una laminectomía' En esta misá.<br />

.".rdu estricta es en la que nos es permitido<br />

relatar hoy una observaciót d" compresiótu nxed'u-<br />

Ia,r cérui.c'á'd,orsal, en una niña de ocho años, por


'l't¡l,ro XV<br />

Núrrl. 5 - <strong>1950</strong> .1. Flsr'¡;r'n-\'tL.qRDrl.t.. I-. Blntt,tt¿urrr-Bonres. - Compresir'rn rnerlrrlar por ósteotlistrrfia 375<br />

ósteodistrolia fibrosa" observación que por la naturaleza<br />

anatómica del proceso, por su localización<br />

y por contar con una aceptable documentación ico-<br />

I,'tt;s. I 1,2. ,,\s¡l.t:1, rlt, la t'.{er.r.ila.'l'rr't,r.ar.irir.l t:rí^,i-<br />


376<br />

en fecha de 29 de octubre de 1946: Abundantes hematíes<br />

y leucocitos. Algunas células vesicales. Abundantes enterococos<br />

y estreptococos. Escasos colibacilos y estafilococos'<br />

U.r ertudio hómatológico (Dr. Vto¡r.-FnsIxnNar) en fecha<br />

de 30-X-46<br />

globira 55<br />

con r¡n 4ó<br />

gativn.<br />

Existían,<br />

naria, rtna<br />

A pesar<br />

Frc. 5. -- Radiografía. Aspecto de perfil.<br />

diri por rcstt ltado : 4.630,000 h. tlratíes, henopor<br />

100, valor globr¡lar 0'59. Lettcocitos: 17,800<br />

por 100 de linfocitos. El hemocttltivo fué ne-<br />

por tanto, además de la propia infección urihiltocronúo.<br />

y una I¿ttcocitosi.s con linlocitosis.<br />

de estas complicaciones y de qtle la explora-<br />

F'rc. 6. Aspccto y tlinrelsiones tle la masa ttrmoral ext<br />

irpatla.<br />

Mn,nlctr¡,1 CLíNIcl<br />

ción neurol. Las microfotografías<br />

que se acompañan (figs. 7 y B) demue'stran el aspeclo<br />

descrito.<br />

A pesar de los cuidados con qtre fttó atendida la enfermita<br />

iobrevivió poco tiempo a la operación, siendo la tazón<br />

de su muerte su infección a puerta de entrada tlrinaria.<br />

Pocos comentarios deben seguir a esta descrip'<br />

ción" cuyo interés, o mejor curiosidad, estriba en<br />

st simple pre:sentación. El síndrome clínico neurológico<br />

era el de una parapleiía en flexiótt' del típo<br />

d,e Babínslti, con reflejos de defensa o de automatismo<br />

medular bien manifiestos, y depresión de<br />

los reflejos profundos. Existía un claro niuel sen'<br />

sitíao y a la izquierda una lrania de híperestesía<br />

Flc. 7: N{icrofotografía de la preparación histológica de ia<br />

turnoraciírn. Hematoxilina-eo-qina. Véase la descripción en<br />

el texto. Osteodistrofra fibrosa. (Gentileza del Prof.rsor<br />

SÁNulez-Lucns). --<br />

FIc. B: Microfotngrafía. H'ematoxi-<br />

lina-eosina. Detalle histológico a mayor alrmento. (Gentileza<br />

del Prof. SÁncnnz-Lucrs).<br />

L


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong><br />

que definían la altura de la compresión, de acuerdo<br />

además con la topografía de la voluminosa tumoración.<br />

No fué, por tanto, necesaria una punción<br />

lumbar para confirmar la r"ealidad de la compresión<br />

ni la mielografía para precisar su nivel.<br />

La indicación operatoria estaba plenamente justificada<br />

tanto desde el punto de vista neurológico<br />

como óseo, o mejor dicho la justificación se apreciaba<br />

plenamente al relacionar y ensamblar ambos<br />

aspectos del problema.<br />

Las características anatómicas e histopatológicas<br />

de la tumoración han sido ya descritas. ño r" tiataba<br />

de un blastoma propiamente dicho. Pero no entraremos<br />

en la discusión -larga ,v difícil- de la<br />

naturaleza del proceso anatómico objetivado, remitiéndonos<br />

a la exposición dictada por el Prof. SÁr-<br />

CHEZ-LUCAS.<br />

Lamentamos solamente que la niña fuese orientada<br />

e intervenida en un estado tan avanzado de su<br />

J. Poono-BorEr. Arteritis.de la templrral<br />

dolencia, qoe no<br />

científica con su<br />

377<br />

permitió completar nuestra tarea<br />

debido éxito médico.<br />

RrconoctMlENTo.-Debemos expresarlo a nuestros<br />

maestros, Dres. J .M.' Vrr,enonr-L y L. B¡nne-<br />

QUER-FERnÉ, por su constante dirección, a los doctores<br />

Pt ¡.-M¡¡ó y C.tsreñER, por su ayuda en el<br />

estudio del presente caso y al Prof. J. G. S i¡¡cne z-<br />

Lucas, por su gentileza al querer documentar con<br />

su examen y documentación histopatológica nuestra<br />

observación.<br />

t<br />

RrsunsN.-Los autores exponen la historia clínica<br />

de un caso de compresíón medulur céraico<br />

dorsal por ostqodistrofia, fibrosrü en una níña ile<br />

ocho años. Neurológicamente el síndrome era de<br />

lana pa,rflpiejía en llexión con un niuel sensitiao. La<br />

tr¡moración fué com.pletarueúe extirpada. La niña<br />

nturió pot inlección urirtaria.<br />

CUESTIONES ACTUALES<br />

ARTERITIS DE LA TEMPORAL<br />

(Enfermedad de Horfon)<br />

J. Prnno-Bornr<br />

La poca frecuencia de Ia arteritis de la temporal<br />

(4. T.), así como la rareza con que se ha observado<br />

en España, nos ha inducido a la publicación del<br />

caso que describimos a continuación. Aprovecharemos<br />

esta ocasión para hacer al final del mismo una<br />

breve revisión de dicha curiosa enfermedad, que<br />

Ronrnrs y Asrnv definen como una afección de<br />

etiología desconocida, curso clínico variable y tratamiento<br />

poco satisfactorio.<br />

Si bien puede darse en parte la raz6n a los citados<br />

autores, justo es reconocer que de las repetidas<br />

revisiones y observaciones de nuevos casos ha<br />

podido trazarse un cuadro clínico de rasgos, aungue<br />

a'gunos inconstantes, lo suficientemente bien<br />

definidos para poderla individualizar de otras afecciones.<br />

J. G., de 64 años. Casado.<br />

Andmnesis.' Gran fuma'dor (30-40 cigarrillos al día).<br />

Molestias urinarias de origen prostático hace tres años que<br />

ceden con tratamiento médico. No etilismo.<br />

Enlermedad actunl: 15-20 días antes de su primera visita,<br />

a finales de diciembre de 1949, y sin pródromo alguno,<br />

inició algia bitemporal sonla corrosiva y continua. Se<br />

exacerbaba espontáneamente, en forma pungitiva violenta,<br />

por las noches, impidiéndole conciliar el sueño. La tos<br />

exacerbaba el dolor.<br />

En estos días observri, también, ingurgitación de los vasos<br />

temporales, los cuales eran dolorosos a la presión y se<br />

hallaban a!go empastados.<br />

No existió hiperestenia cutánea, ni edema local. No ha<br />

observado trastornos de la visión.<br />

Medicado con nicotilamida y extracto esplénico cede algo<br />

la ingurgitación vascular temporal, pero persiste la cefalea<br />

con las características ya reseñadas. Junto con ello, astenia<br />

y malestar géneral. Adelgazamiento. No ha comprobado la<br />

temperatura. No existe sensación subjetiva febril.<br />

Es entonces cuando vemos al paciente, hallándole una<br />

tensión arterial de l3/7. Las arterias temporales se hallan<br />

dilatadas y como empastadas e ingurgitadas, lo que presta<br />

a dicho vaso un calibre muy superior al normal; estas<br />

mterias apenas pulsan y son muy dolorosas a la presión.<br />

La pedia izquierda no late.<br />

Radioscopia de tórax, normal.<br />

Demás aparatos, sin alteración.<br />

La serología lúes negativa. Glucemia: 1.20 grs. por mil.<br />

Colesterinemia, 1,22 grs. por mil. Tiempo de coagulación,<br />

I minutos.<br />

Medicado con rutina, yodo, vitamina P y sulfato de<br />

magnesia endovenoso, mejora su estado general. Disminuyen<br />

Ia ingurgitación de los vasos y la cefalalgia. Insistiendo con<br />

dicha medicación, el enfermo sigue mejorando. La cefalea<br />

cesa. Las arterias temporales no están ingurgitadas, pero<br />

no laten. No duelen a la presión.<br />

Junto con ello se comprueba asfigmia de ambas pedias,<br />

mientras que las tibiales posteriores laten muy débilmenta<br />

La oscilometría revela (febrero <strong>1950</strong>) 3/4 en pierna derecha<br />

y I l/4 en pierna izquierda. No ha comprobado la tern.<br />

peratura, pero sud'a a menudo, especialmente por las noches.<br />

Veinte días más tarde (finales de febrero de <strong>1950</strong>),<br />

cuando llevaba dos meses de evolución, comprueba fiebre<br />

a 38,5-39o; V. S. G. ll9/134/14l. De nuevo ligero dolor<br />

temporal. Iniciamos entonces tratamiento con penicilina<br />

(480.000 U. O. diarias). Con ella desciende Ia temperatura<br />

a 37'5-38" por las noches (por las mañanas a 37o).<br />

Durante el tratamiento penicilínico y cuando al paciente<br />

se Ie habían administrado 5 millones de U., sufrió durante<br />

toda una noche crisis de intenso dolor bitemporal, con<br />

aumento de la fiebre, a 38,5o. El paciente espontáneamente<br />

aumentó entonces la dosis de penicilina a 600.000 U.<br />

Hemocultíoo y seroaglutinacíones.' Eberth, Paratifus A. y<br />

B. Mellitensis: negativos; H.: 3.706.000; L.: 11.550. F.:<br />

N., 76,5; 8., l; L., 11,5; M.,7.<br />

Se prosigue Ia penicilina con 500.000 U. diarias.<br />

En marzo de <strong>1950</strong>, el estado general es bueno. No existe<br />

dolor temporal alguno, excepto una discreta


378<br />

(37,4" todo lo más), no obstante haber tomado ya lB millo'<br />

nes U. de penicilina.<br />

Dos meses más tarde (mayo <strong>1950</strong>), buen estado general.<br />

Sin fiebre. V. S. G., 118/132/138. Aqueja todavía alguna<br />

leve cefales temporal y alguna mialgia en pantorrillas.<br />

Ultimamente (finales de mayo), el paciente se encuentra<br />

bien, hallándbse en curso de medicación por unas poliartralgim<br />

residuales, que no se acompañan de tumefacción<br />

articular'<br />

.r r .r<br />

Mporcnr¡ Cr.íxrcr<br />

Se trata, püffi, de un paciente con todas las características<br />

de la enfermedad de Horton, a saber:<br />

cefalalgia e ingurgitación y dolor de los vasos temporales.<br />

Fiebre. Malestar general. Astenia. Anorexia.<br />

Adelgazamiento. Anemia. Leucocitosis y aceleración<br />

de la V. S. G. No se pudo practicar biopsia<br />

de las arterias temporales que hubiera rubricado el<br />

diagnóstico; no obstante, creemos no existe duda<br />

alguna respecto al mismo, pues la sintomatología,<br />

curso clínico con recaída -al igual que los casos<br />

de K¡.vr y otros- y su duración (6 meses) "ott<br />

suficientemente expresivos.<br />

Se trata de un caso de A. T. de forma frustrada<br />

( sólo cefalea y trastornos locales de los vasos temporales<br />

añadidos al cuadro infeccioso) qre evoluciona<br />

en un paciente viejo, con evidentes signos de<br />

esclerosis vascular senil. No existen anormalidad<br />

cerebral ni trastornos oculares.<br />

El tratamiento fué banal. De la penicilina apenas<br />

pueden sacarse conclusiones. Probablemente su efectividad<br />

fué escasd, ya que durante el tratamiento<br />

con la misma apareció un nuevo brote álgico. 1\o<br />

obstante su acción beneficiosa {ué evidente-sobre el<br />

estado general, si bien modificó poco la temperatura.<br />

Hemos de destacar que si bien por un lado el<br />

enfermo ofreció un marcado aspecto infeccioso? en<br />

ningún momento éste adquiró gravedad importante.<br />

Fué Scnutor quien, "" t*0, en el curso de una<br />

magnífica revisión acerca los aneurismas intracraneales<br />

halla un c¿rso en todo superponible a la A. T.<br />

y en el cual el diagnóstico de aneurisma intracraneal<br />

era dudoso.<br />

Corresponde a HonroN, MAGATH y Bnown, el mérito<br />

de individualizar, en L932, a dicho síndrome.<br />

Para ello se basaron en la observación de varios<br />

pacientes que fundamentalmente sufrían el siguiente<br />

cuadro: cafalalgias, a veces intensísimas, alteraciones<br />

locales de los vasos temporales con o sin<br />

trastornos visuales. Sobrevenía todo ello en medio<br />

de un cuadro infeccioso, del que eran signos destacados<br />

la astenia" inapetencia y adelgazamiento del<br />

paciente. Al propio tiempo palidecía el rostrp (anemia)<br />

y aquejaban artromialgias más o menos intensas.<br />

Desde estonces han seguido multitud de observaciones,<br />

las que en su mayor parte han visto la luz<br />

en Norteamérica. Destaquemos los trabajos de Coo-<br />

KE, CLoAXr, Govllt y Cor.nrcu, quienes en L94,6,<br />

aparte la exposición de siete casos, hacen una magnífica<br />

revisión de dicha enfermedad, en especial de<br />

su anatomía patológica. ANonRsEN, en 1947 aporta<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

un caso propio y hace una espléndida revisión de<br />

la literatura mundial (unos 75 casos). No olvidemos<br />

tampoco los trabajos de D¡,xrns y Jnnnrxcs, así<br />

como los de Ktr-souRNr, Glr,uouno MrvnRS, LoR.D,<br />

BnzengoN, etc. En España, Gennmo Pnner,ra y ft-<br />

MEz ANcur.o publican un caso y Goxzirsz Cnuz,<br />

en 1948, hace una completa revisión de dicha en'<br />

fermedad.<br />

Su etiología, permanece en la más completa os'<br />

curidad.<br />

Hontox, Mlc¡.ur y Bnowrv aislan un un<br />

solo sistema -el vascular y, dentro de é1, las arte'<br />

rias-, ya que no existe ningún tipo de reacción<br />

general. Además, la rareza con que se constatl i"frltración<br />

eosinófrla en las piezas biopsiadas, la falta<br />

de eosinofilia en el hemograma' y la poca frecuen'<br />

cia de las reacciones alérgicas en la senectud, hacen<br />

que dicha hipótesis deba ser desechada.<br />

Es interesante recordar que varios autores cons'<br />

tatan la aparición de la A. T. poco tiempo después<br />

de haber sufrido el paciente una infección respira'<br />

toria. Rosrnr y Asruv las refieren en sus tres ca'<br />

sos. Drcr y FnrrueN la observan también en uno<br />

de los suyos (bronconeumonía). Con ello se preten'<br />

de invocar una supuesta relación etiopatogénica,<br />

toclavía no precisada, entre infección respiratoria<br />

y A. T. En realidad, sin que pretendamos negar eeta<br />

posibilidad, creemos que más bien debería valo'<br />

rarse a dicha sintomatología respiratoria como eig'<br />

no predecesor inmediato integrante de1 cuadro in'<br />

feccioso de la A. T.<br />

Ecxrnsrnóu, S.r6wALL y WtNnr.en invocan una<br />

posible etiología rewnüica del proceso, teniendo<br />

en cuenta el reumatismo muscularo la fiebre y 'la<br />

aceleración de la V. S. G. En apoyo de ello vendría<br />

la observación de hor,lNr, quien observa exac€r'<br />

bación de la A. T. después de avulsiones dentarias.<br />

La hipótesis tubercuhosa carece por completo de<br />

fundamento. La observación de Brneoutclvl,r y La'


To¡¡o XV<br />

Nún. 5 - <strong>1950</strong><br />

cRorrE, de una A. T. sobrevenida a poco de hacer<br />

aparición unos abscesos fríos cervióales, es una<br />

mera coincidencia, como así lo reconocen estos au.<br />

tores. Por un lado la repetida búsqueda del bacilo<br />

de Koch, mediante frotis y cultivos áe Ia pieza biopsiada,<br />

con resultados reiteradamente négativos y,<br />

por otra parte, la inexistencia de tejido de granulación<br />

o folículos tuberculosos en el examen-histológico,<br />

hacen inadmisible, en la actualidad, aquella<br />

suposición.<br />

Cooxr y colaboradores hacen una magnífica descripción<br />

de la annto,mía patológica de la enfermedad<br />

de Horton. Las lesiones afectan a todas las capas<br />

arteriales, especialmente a la media y adventicia.<br />

El tejido periarterial se halla asimismo damnificado<br />

(periarteritis y arteritis).<br />

La ad,aenti¿ía, se halla más o menos d.iscretamente<br />

lngrosada. $ partir de aquí se afecta Ia capa me_<br />

dia, desde donde el procáo se extenderá en dirección<br />

axial a io largo de los vasos arteriales. Los<br />

pequeños vasos_y las arteriolas se afectan poco. Exis_<br />

te infiltración de c. redondas y fibroblasios en casi<br />

todas las capas arteriales<br />

lu capa rnuti¿o se hallan pequeñas zonas ne.<br />

Pl<br />

cróticas, nrl ¡runrlerrtas, con desaparición rle ]as<br />

fibras musculares a su nivel, y sin reacción inflamatoria<br />

a su alrededer. ElIo sería debido a trombosis<br />

de los (vasa vasorum), ![üienes, a su vez, se<br />

hallan infiltrados de c. redondas. Junto a ello se<br />

constatan


.'80<br />

Mno¡crxl Crí¡¡rcl<br />

Toino X\¡<br />

<strong>1950</strong> - Núnr. 5<br />

piratorios deben integrarse en el cortejo- prodró- terias temporales profundas, pasa a la rama lacn'<br />

'*i"o de la A. ,T., más que ser consid"r"doi como mal de 'la- arteria- oftáImica. A partir de aquí" se<br />

;(''Druvrqu"-^""*<br />

propagarí1 po, un ladl a 1o arteria central de la<br />

il:::r'f,,r;i"ui"i"".<br />

Dicho período de sintomatología-- inespecífi.ca es i"tiirul mieniras que por otro se afectarían las ra'<br />

de duración variable, pudiendo oscilar enlre p*o" mas anterior y pó"terior del n' óptico' De idéntica<br />

días y a veces dos u *ho *"r"., (úrcr, r'*""'on*)] i;; * uf""turíutt las ramas arteriales nutricias<br />

En nuestro ""ro"].¿ "-r"ia ptód-*o alguno. de los n' óculomotores' ''<br />

Los signos capitales propios del períod,o (" "'1o!o Como síntomas oculares menos frecuentes' cita'<br />

de la enfermedad, los catalogare*;; ;, o) c"falai- ,"rrro* la fotofobia, ptosis palpebral' diplopia tran'<br />

gias, ó) murrifesü.i""* r""io ¿" las arterias tem- sitoria o p"r-"""",á y giuttlo*" (caso de ANporales,<br />

c) trastornos oculares y d) signos encefá' ornsrrv)' {rp¡.rranrcs son lr ¡ales.<br />

licos. De todos .ri"i r"u -e" ímportantes y cone Los más frecuentes son los trastornos vrst<br />

tantes, son los dos prim"ror, qoJ describirlmos a Entre ellos destacan, la ambliopia y amaurosis'<br />

dos p'meros' gue (rsDutr¡'''strtvü ..<br />

continuación.<br />

Éil" son d"e instauración lenta-o rápida, siendo<br />

irreparables' Pueden aparecer en los<br />

a) Cefalalgia. Es el signo c-apital y go:. nunca f:{i:^,"":ltn<br />

farta en er período de estad". sil ;ilu diagnós-<br />

"i principios " "r n"ár de lu enfermeda¿' n origen de<br />

tico no es posible. A menudo es generalizaau, p"io i*"- *i'*"s puede ser: la trombosis de la art' cen'<br />

más frecuentemente se localiza en una u otra ;i;l<br />

'"giái * ia rJtina' de los yut9" retinianos o la neu'<br />

temporal, o en ambas a ra o"r,- *gúr, Li., ritis ópt5" i-qré*ica, más frecuentemente' Los ca-<br />

",rutr.<br />

los vasos afectos. Comúnmerrte ,ro -irradia. Si t"t- a9<br />

"u" gtuáóiiáne'n' LecnorrE' Cor'r' Kevu' Gó-<br />

ocurre, r. p,op-Jg";ió;-,i""" r"gl:j?j?F"","*l rX tXil.L:Yrú:,-::T:',13#';"d*""?#<br />

gn e con<br />

T"Jtrr,ff in : m:':ffi l;.Íil"'i*# :i"'Jü::<br />

3 {,"'"1r *,:'#t"^lt t<br />

cueilo o región maxilar (casos d" s;ñ^"^ , si: gi qrr" se manifestó la A. T. (casos de BuncovIGNA¡.'<br />

":i$:t?si<br />

r-orvrox) y pocas veces alcanza iu i"ngo". Cúuodo L^cnorrs, etc')'<br />

tienen lugar estas dos últim"" tu El examen de fondo de ojo ofrece imágenes algo<br />

"orrii.rg"rí"iur, -".-<br />

ticación y deglución exacer¡ur, ,ot"ilemerríe d i; variadas q-r" 'w'ecu¡ipn divide en cuatro tipos:<br />

ror, pudiendo aparecer la rengua uniformem"rrte Ji- o) trombosis d" la art. central retina, b) trombosis<br />

rojecida y "a"áli;; ¿;4;'?; w;"r*rrr, r" pn- de las arreriolas retinianas,-c) neuritis óptica isqu6<br />

rrcHAND y srnnNnnnc). La dificultad a lu'*urti""u- ,ni"" y d) indeterminadas' Entre las más constante<br />

ción y deglución conllevan """ ;;;;; ain"r,rt"a p"i" ;;9á"'oú'"*u""t edema papilar con vasos artela<br />

alimentación de estos pacientes, ya a" por- ri ii"t", algo disminuídos de óalibre y venas algo in'<br />

deficiente, por la anorexia que aquejan. dtgit"ait' A;;;s alguna hemorragia peripapilar'<br />

La cefalalgia es continua, sufriendo en ocasiones ''1"""i'"t'i ;;';ll:ouZmi".a completa e irreparable<br />

exacerbaciones paroxísticas, rrecuentes en el J.i "l#fl":lj**;:::":rffTlff"Htlfttf<br />

'#'#J:J"?,T:;:,#:?J:lHI'3i'u""'l?:"* f :il#Í:ü"';; uno de ros d"atos ortarmoscópicos<br />

comírn. es intensa, a veces violentísimu, i-pidi"rril más- característicos de la enf' de Hortón'<br />

al paciente conciliar el sueño. cuando o".rri"", varios autores sugieren si en dichas manifesta'<br />

tio'i<br />

"ttó<br />

fracasan los analgésicos habituales y u,rr,<br />

"io""u-ui*oul"" no tádría' Ias venas retiniarias un<br />

opiáceos. analgestcos na'rttlales y aurr<br />

papel preponderante. Ello es difícil de contestar'<br />

.<br />

b) sigr,os locaJes ü ca,rgo d'e las arterías tewpo- HontoN cree puede ser posible' wl-<br />

i:::*;"i¡Lt'<br />

rales. No faltan en ningún caso. Las arteriu, iJ*- -crr'rrn.lo J"¿" y aun llega- a negarlo' No obstante'<br />

porales aparecen ingurgitadas, prominentes. y Io' hu[u'gt'* tttutomo-pa1olósicos<br />

""i"'<br />

de Coorn y co'<br />

recidas. Estos vasos, así como ia piel y t"¡iao #i- iuuo.raorJJ"Aoo;;ñ')' Eri"osrnóu' demuestran<br />

lar subcuráneo se hallan como empastador, ;;" i" afJtación clel sisterna v.noso en la A' T'<br />

"o,''lrl'<br />

nifiesta disminución de *ooitiá'ul i; pt*ió" .1" dista mucho de ser una tareza'<br />

"o<br />

ros mismos es dororosa, si bien este dato J# d,) ence!áIícos' éstos la exten'<br />

-s-ignos .Traducen<br />

faltar, especialmente en casos que nwan yr r.ru-iuli si¿í det !ro""ro a las arterias cereb'ales' son varia'<br />

ga evolución o qu_e se hallan.r"ri"J"¿" ¿L ,"*iriár. dos, _incánstantes e inespecíficos' Mencionemos en'<br />

otras veces puede comprobar*"';;;;#;';i: lr:.+"" " lu ur"¿icardiá, vómitos de tipo cerebral'<br />

-ü<br />

perestesia u ,iá de los vasos delirios, alucinaciones, cambios de carácter' somno-<br />

",rt?rr"u "f."tor.<br />

pier que los recubre, puede mostrarse lencia, io" dos primeros, junto con el edema<br />

"d.*utorJl "r".<br />

enrojecida. con frecuéncia ,ro-r. p"r"ib" ru p,rilui p-apiúr,. pr;ur, confusión con- el tumor cerebral'<br />

ción en e'os, si bien este signo no es constante] ,i ¡i"rr'lur manifestaciones locales de los vasos tem'<br />

c) Manit'estatíoncs ocurnres,. son muy uuri"¿* po*I"* sufi'cientes para corregir este último<br />

"o'<br />

y no hacen su aparición en todos los tasos. Las diagnóstico'<br />

sufren un 4,0-50 % d" pacientes.<br />

como síntomas acompañantes del cuadro des'<br />

su instauración viene "orrJi"ionada a la exten- crito y de _presentación menos común, citaremos a<br />

sión del proceso inflamatorio,-J- "*"i, ¿"u¿" l* "r- lus crrsrs iIL angor corotwrip o de infarto de mio'


Touo XV<br />

Núm. 5 - <strong>1950</strong> J. Puono-BoTEr. - Arteritis de la temporal 3Bl<br />

cardio (casos de Scuumrs, KtEouRlvtr, Colr, afección. Evidentemente existen algunos puntos de<br />

Spnoul y W.or-rr entre _otros), que co_nstituyen una contacto entre esta enferinedad y i. e. T: --_<br />

forma, no infrecuente, de muerte de dichos pacien- por un lado, la universalidaá del proceso _ya<br />

tes. Asimismo merecen destacarse las hemorragi,as que la localización temporal es sólo aparente-, el<br />

digestiuas (por afectación de tronco celíaco o art. carácter infeccioso del síndrome, la "rrJ-iu y l"o"o_<br />

mesentéricas), y la pericarditis (caso de- Cor.l) pto- citosis con que cursa la enf. de Horton, le áu' una<br />

bablemente secuente a un infarto de miocardio. cierta similiiud con la p. N. pero, po, *r, parte,<br />

Todo ello cursa en medio de un cuadro infeccioso la edad del paciente, la poca aguáera del p.á"*o,<br />

con fiebre a 37'5-38o, astenia, malestar- general -y la falta de nudosidádes'palpables, el curso habi_<br />

adelgazamiento. Existe algún caso que ha cursado tualmente benigno y la faita'd" *o.irrofilia en el hecon<br />

apirexia absoluta. mograma, las separan.<br />

Los datos de labora"torio son bastante inespecífi- d, o"rr"i"lmente del estudio anatomo-patológico<br />

cos. La investigación repetida de gérmenes "i "urr- de donde surgen los mayores datos diferenciales.<br />

gte (hemocultivo) y gi las piezás biópsicas-por La falta de neáosis purulentas; la existencia en casi<br />

frotis y cultivo, han sido repetidamente negativos. todos los casos, de abundantes células gigantes; ta<br />

Exceptuemos los casos de Honro_w (actinomices), pr"p"g""iá"- a"f proceso en forma "oñtinuu y no<br />

DIcr, Fnn¡max (estreprococo viridans), DoNALD y segmentaria a lo largo de los;;r;r, ;;';'";"iecta-<br />

Mosnn (estafilococo dorado), y_a anotadas al hablar cién de los vasos viscerales; la inexistencia de infil_<br />

de la -etiología y de especificidad nula. tración eosinofilia, y la a,rr".r"iu de formaciones<br />

Es frecuente el hallazgo de una moderada anemi.a. aneurismáticas, au" ét diagnástico. pero ello, a nueshipoc'roma<br />

(3-3'5 millones de hematíes). Las leuco- tro entender, no es tan preciso, pues si bien la mayocitosis<br />

es bastante constante y poco acentuad"a ría de autores coinciden en la inexistencia de infil-<br />

(8-10,000). En Ia fórmula leucocitária predominan tración eosinofilia, Bowens la constata en abunlos<br />

neutrófilos. La falta de eosinofilia es constante, dancia, y tVt"r"o y t oRD también, aunque en peque-<br />

Io c ral constituy" ,L importante dato a considerar ña cuantía. Por otru parte, Loucnr.rn, Kneuul6<br />

en -el diagnóstico diferencial con la periarteritis y Rosnnrn¡.r, hallan infiltración de célula gigante*<br />

nudosa' !n la biopsia de casos de P. N. que se hailián en<br />

La V ' S' G. se halla acelerada en todos los casos el estadió degenerativo de Arkin. Pero esto no es<br />

(comúnmente por encima de 70 mms._a la primera todo, pu", H".trNINc y KuMsA,r,L hallan estas mis-<br />

ltgtu y a veces de 100). En los casos de K¡.vB osci- mas infiltrando las arterias renales de pa-<br />

"élrrlu*<br />

laba alrededor de 20'25 mms. a la l.a hora. cientes afectos de P. N. Finalmente Krr-souRNE y<br />

EI üq-uido céfalorraquí.deo es habitualmente nor- Wor-rr citan la existencia, en el New York Hospímal.<br />

Sólo el caso de ANonnsEN mostraba un ligero tal, de un paciente en el que coexistía periarterilis<br />

aumento de la albuminorraquia con _ discreta pleo- ,,.rioru y arteritis de la temporal.<br />

citosis. Este último dato eJ "o*probado por Ro- De todo ello deducimos que, si bien existen pun-<br />

BERTSON en uno de sus pacientes' tos de contacto entre ambts procesos, los rasgos<br />

La serologín pary' lúes es siempre negativa. A ve- generales permiten considerarlas verosímilmente coces-<br />

puede comprobarse una discreta hiperglicemia. *o a entidades nosológicas distintas, si bien los<br />

La enfermedad dura de 4 a 12 -"*"-* y" "u pro- datos que posee*ou, ".r"la actualidad, no son todattósti'co<br />

es favorable en cuanto a vida. No'obstante, vía sufici".rt". para establecer, entre ambos proceello<br />

no- siempre es así, pues no es infrecuente sobre- sos, una delimiiación perfecta y segura.<br />

venga la muerte del paciente durante el curso d,e la puede existir, asimismo, alguna dificultad diag_<br />

enfennedad por accidentes vasculares varios. Scu- nóstica con la cefalalgia acompañante al síndrome<br />

MIDT, KnnouRNn, W'olrr, Coorn, Spnour, y I .r<br />

Cor-r de ,re,rítrom,elalgia. d"-1, cabteza>. En este síndrome<br />

clescriben el fallecimiento de alguno.de sus pacien_ descrito en l93B por Honror,l, Mlc Lp¡.x y CRerc,<br />

tes por angor. Awo¡Rsri,¡ en su revisión comprueba la cefalea es pulsátil e intermitente (a día_") y acomel<br />

éxitus de varios pacientes por accidentes vascu' pañando a la misma se observa una cierta ingurgilares<br />

cerebrales o tras enterorragias. iación de los vasos temporales que cede conjunta-<br />

El pronóstico se ensombrece siempre cuando exis- mente con el dolor. Las arterias no son dolorosas<br />

ten trastornos visuales_, pues la amau_rosis perma- a la presión, ni existe hiperestenia cutánea, así conente<br />

es_ la regla - en la mayoría de los pacientes mo tampoco se observan ios síntomu, g"rr"rules de<br />

que los han sufrido' Ia infección característicos de la A. T.<br />

, En nuestro paciente, así como en uno de los casos EI tratami¿nto es inespecífico. Se han ensayado<br />

je Aryr¡seu, quedó^durante poco-s-meses, unas po- las sulfodiazinas y tiazoles ,i""ilriirj* pr*ri"*.<br />

liartralgias sin significación especial. Wor.lNrrz, i" p""r."ouo -y SrnnnBERG obtienen<br />

El diagnóstico es, habitualmente, fácil. En diver- con ellos Lr"rrou resultados. Los ioduros han sido<br />

s¿s ocasiones y por diferentes autores se ha preten- beneficiosos en algún caso. En uno de los de Hondido<br />

una- supue-sta t:l*:gl y aun identidad con la ToN, MacATH _y B"noww, se obtuvo una gran mejoperiarteritis<br />

nudosa_(|. ttl.), considerando a la A. T. ría, lo que aÉonó la id"" del actinom"ices como<br />

como una variedad benigna y localizada de esta agente "iiológi"o. El ácido nicotínico. imidazolinas


3BZ Meorcllv¡ Crírvrcr<br />

y vitamina B, han sido ensayados con éxito dudoso.<br />

Más eficaz se ha mostrado la novocainización cle<br />

la arteria (Ronrnrs, Asrry. G¡nnmo penar-re y<br />

Gómrz Axcuro). La escisión de Ia arteria alivia<br />

el dolor, pero no modifica el estado general (actuaría<br />

como una simpatectomía). Por ello quizá sería<br />

beneficioso el uso de los simpaticolíticos (tetraetilamonio).<br />

La penicilina ejerce poca influencia sobre<br />

el proceso. A lo sumo mejora el estado general.<br />

La radioterapia en manos de D.rxres se mostró<br />

inefrcaz. Es aconsejable, según ANtBRsrN, el uso de<br />

la heparina y dicumarol asociados a los vasodiiatadores-<br />

BrsrrocReril<br />

ANur:nsr:x.-Acta ltédica S'candinhvic¿¡ r947, r2g, r.sr.<br />

,\NDERsE¡r.-Acta Méclica Scandinávica,, rg47, rz8, z3o.<br />

BERGourcNAN, I,ACRoTTE.-So{', Mcd. d. H. dc París rg1g, Í3-r4,<br />

597.<br />

tso'wnns.'_Archs. Int. lf(d. r94o, 66, 3R4.<br />

Touo XV<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

. ScoT:, nllxw'Ll., Ho\.T y colaboradorcs.-Ciiatlos por Gonzril


Touo XV<br />

Núm. 5 - f950 J. Gu¡r¿n"- Luis<br />

cas, plenas de maestría, de las cuales salíamos encantados<br />

cuantos tuvimos el honor de asistir a ellas. Era<br />

en estas conferencias que faltándole muchas veces<br />

sujeto para sentar diagnóstico diferencial, se prestaba<br />

él mismo a imitar los síntomas patognomónicos<br />

tle otras lesiones nerviosas confundibles con las del<br />

enfermo examinado. Así era maravillosa la imitación<br />

que hacía del andar incoordinado de los atáxicos; el<br />

avance en semicírculo, arrastrando la punta del pie<br />

de la pierna paralítica, de lo hemipléjicos; el temblor<br />

de antebrazos y manos y el andar de los parkinsonianos;<br />

el temblor senil; eI andar en estepage<br />

o equino de las parálisis del tibial anterior; en una<br />

palabra, daba forma plástica a cualquier cuadro<br />

neuropático. ,Tal era su dominio de la clínica.<br />

No fué nunca avaro de sus conocimientos adquiridos<br />

en su larga práctica que iba catalogando y<br />

archivando en su inmenso fichero literario y fo,tográfico,<br />

todo lo cual prodigaba luego en gran número<br />

de conferencias y publicaciones. Citar todas<br />

éstas requeriría una larga lista; para no cansar<br />

vuestra atención sólo mencionaré algunos de sus<br />

nrás característicos estudios que traducen su vigorosa<br />

y original personalidad: Lipodistrofia céfalotorácica;<br />

Atrofia hemi'ateral generalizada; sus estudios<br />

sobre sistema nervioso periférico, principalmente<br />

en lo que se refiere a degeneración y rege'<br />

neración; los magistrales estudios sobre lepra nerviosa;<br />

la descripción del reflejo de prensión del<br />

pie; Atetosis ligada a encefalopatías infantiles; esrudio<br />

semiológico de la reacción idiomuscular; etc.<br />

Notables y aplaudidos fueron por la crítica todos<br />

'ellos, pero no me atrevo a juzgarlos por mi<br />

cuenta ante el temor de no aquilatar" cual se merecen,<br />

las altas enseñanzas que ellos encierran;<br />

quiero tan sólo limitarme a la parte íntima llevada<br />

a cabo al colaborar modestamente con mis estimados<br />

amigos los doctores Ar-snnro Roc¡. y VÍcron<br />

Rlrror-n, a su trabajo de investigación en el Hos'<br />

pital de la Santa Cruz. Era admirable la valoración<br />

que daba a datos y signos al parecer insignifrcantes;<br />

aquel ser*id,o de percepción extraordirwria que 'le<br />

permitía observar modificaciones mínimas; su ori'<br />

ginalidad y penetración en el interrogatorio; su<br />

exquisita sensibilidad en la apreciación de síntomas<br />

ocultos. Era un maestro en la investigación de le'<br />

siones periféricas; en electrodiagnóstico ; y sus con'<br />

sejos en las transplantaciones tendinosas eran de<br />

una eficacia transcendente. Con su genio impulsó a<br />

eminentes cirujanos de su época, entre los que descollaban<br />

S¡.r,v.loon Canoeunr-, AnroNlo R.wsNrós<br />

y Errrnrgun Rtnes, a iniciar la Neurocirugía, siendo<br />

con ello un precursor. Sobre lesiones de compresión<br />

encefálica publicó precisamente su trabajo póstumo,<br />

que ultimó su hijo y discípulo predilecto, el doctor<br />

L. B¡nnaeuER-FERRÉ.<br />

Su fama transcendió fuera de nuestra patria. Sos'<br />

tuvo cordiales relaciones científicas y de amistad<br />

con eminentes maestros extranjeros. Y para que<br />

se vea el aprecio en que se le tenía, permitidme<br />

citar una anécdota. Acudieron a Cnencor dos her'<br />

Barraquer-Roviralta 383<br />

manos afectados de la atrofia que en aquella época<br />

describiera el ilustre neurólogo francés,- y cuyi denominación<br />

va asociada al nombre de Prunnr M¿-<br />

RIE. Pues bien, el gran maestro francés. al enterarse<br />

que procedían de Barcelona y que su médico era el<br />

Dr. B¡.nnaeurR, con la encantadora modestia que<br />

sólo tienen los grandes hombres, les dijo: .<br />

Culminó su vida de perfecto caballero, de clínico<br />

magistral, de original investigador, de maestro de<br />

la Neurología española y de firme católico, con su<br />

actividad incansable proseguida hasta los mismos<br />

días que precedieron a su breve enfermedad y muerte,<br />

como su vida amparada ásta por la flor de la<br />

modestia. Ocurrió el 12 de octubre de l92B en su<br />

finca de San Clemente de Llobregat (Barcelona).<br />

Si ilustres profesores han sido galardonados de'<br />

signando ciertas enfermedades o síntomas por sus<br />

nombres, también nuestro gran maestro ha tenido<br />

el honor, gracias a sus trabajos dominados por un<br />

fuerte sabor de originalidad, de que se conozcan<br />

la enfermedad de Barraquer o lipodistrofia progresiva,<br />

el signo del contraste de Barraquer por abolición<br />

del ieflejo con exaltación de la reacción idiomuscular,<br />

el reflejo de presión del pie de Barraquer"<br />

la forma amiotróficu ttó putulítica de Barraquer de<br />

la lepra nerviosa, la máscara anestésica leprosa de<br />

Barriquer, la atetosis asociada a las encefalopatías<br />

infantiies, forma sintomática de Barraquer' la atro'<br />

fia hemilateral generalizada de Barraquer, etc'-<br />

Esta fué la ejecutoria de nuestro ilustre señor doc'<br />

tor D. Luts B.q.nnAQUER-RovIRALTA.<br />

Veneremos su memoria.<br />

PRIMEROS PASOS DE LA NEUROCIRUGÍA<br />

EN EL ANTICUO HOSPITAL DE LA SANTA<br />

CRUZ BAIO EL IMPULSO DE LUIS<br />

BARRAQUER-ROVIRALTA<br />

Eoumoo Tor,os¡.<br />

Jefe del Serricio cle Neurocimg'ia d€'' Instituto Ncurológico<br />

Municipal dc Ba¡cdona<br />

Socio Nunrtrario de a Socicdad Española tle Neuro'ogía'<br />

El Consejo Directivo de la Sociedad Española de<br />

Neurología me ha honrado encargándome que aporte<br />

a esta Sesión algunos datos sobre las primeras<br />

intervenciones cerebrales practicadas en el Hospi'<br />

tal de la Santa Cruz, ptittter esbozo de actividad<br />

neuroquirúrgica cuya eclosión fué en gran parte<br />

debida a estímulos e iniciativas del Dr. B¡'nnaQUER-<br />

Rovtnar,r¡..<br />

Cumplo el encargo con especial devoción, fácilmente<br />

explicable si se tiene en cuenta los lazos afec'<br />

tivos que me unen desde hace largo tiempo al Ser'<br />

vicio de Neuropatología de este Hospital, en el que<br />

hace más de 20 años inicié mi formación neurológica<br />

junto al propio BlnnlquoR'Rovtner.r_a y en<br />

él qrr" volví a colaborar, muchos años después,


384<br />

como neurocirujano, cuando la dirección del Servicio<br />

había sido transferida al Dr. Banna,qunn-<br />

FunnÉ.<br />

Los escarceos iniciales a que me he refericlo y<br />

de los que me ocuparé después en concreto" no sólo<br />

representan las primeras tentativas de cirugía cere_<br />

bral llevadas a cabo en este Hospital, sin8 probablemente<br />

en Barcelona y hasta en Espaf". V"-o.<br />

una vez más aquí: eue lo mismo que- ha ocurrido<br />

en otros países, la impulsión a la actividad neuroquirúrgica<br />

procede del campo neurológico indicándonos<br />

bien claramente la filiación onto!énica y filogénica<br />

de la neurocirugía. Ésta nos aparece como<br />

una simple rama desarrollada a partir áe un tronco<br />

neurológico común<br />

Aunque debe reconocerse que tanto Honsr-ny<br />

c-omo Cusntxc, los creadores de la neurocirugía moderna,-no<br />

pro_cedían directamente de la neuiología,<br />

bastará recordar los nombres de B¡slsNrr y Cr,o"vrs<br />

Vrucnxr en Francia, Ec¡"s Mourz en )Portugal,<br />

BccnruRpw en Rusia y OeenNuErM y Fonnsrnt".,<br />

Alemania: p&ra poner de manifiesto ei papel decisivo<br />

desempeñado por las grandes personatidáde" neurológicas<br />

en el desarrollo de la neurocirugía.<br />

En un plano hasta cierto punto par""ido, B.tnn¡-<br />

QUER-RovTRALTA se impuso por primera vez en<br />

nuestro país la obligación de hacer intervenir determinadas<br />

lesiones cerebrales y de ofrecer a estos<br />

enfermos la única posibilidad de curación que existía<br />

para ellos.<br />

Este hecho nos indica bien a las claras (quizá<br />

mejor que ningún otro dato de los que han podido<br />

aportarse a esta Sesión) a qué grado de mádurez<br />

había Ilegado su experiencia clínica y diagnóstica,<br />

pues tan sólo con un seguro conocimiento inductivo<br />

ile la naturaleza y de la topografía de la lesión causal,<br />

nos cabe concebir que el clínico se lance a establecer<br />

indicaciones quirúrgicas y que afronte la<br />

implacable contrastación que lleva consigo el tratarniento<br />

operatorio.<br />

Se ha calificado esta etapa inicial de la neurociru_<br />

gía conr-o Ia<br />

_,<br />

pero no ha sido suficie-ntemente precisadt a quienes<br />

corresponde gl papel de héroes: ¿al enfermó?, ¿al<br />

cirujano?, i,al neurólogo? Yo me inclin aria a uñrmar<br />

que es a este ú_ltimo al que corresponde el papel<br />

de rnayor resp_onsabilidad ante el actá operatorió y<br />

la labor más dura e ingrata. En la épocá a que me<br />

refiero, los medios de diagnóstico topógráfico d" qo"<br />

actualmente disponemos (ventriculogrifía, etc.) no<br />

habían sido todavía descubiertos y-la localización<br />

de la lesión debía basarse exclusivamente en el estudio<br />

clínico y fundamentarse en los conocimientos<br />

semiológicos y fisioiógicos existentes" método con el<br />

cual, como sabemos hoy de sobras, sólo pueden<br />

aproximadamente localizarse un 40 por I00 de los<br />

procesos expansivos intracraneales.<br />

Por otra parte, la falta de conocimientos precisos<br />

sobre Ia anatomía patológica de los tumores cerebrales,<br />

de que adolecían los cirujanos en esta época,<br />

agravaba todavía más las cosas para el neurólogo,<br />

MeorcrN.t Clí¡vrc¡<br />

Torvro X\:<br />

<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />

pues si en el momento de incindir la dura el tumor<br />

no_ aparecía ante los ojos del operador, se consideraba<br />

la exploración quirúrgica como negativa y se<br />

creía hallarse ante un error de localizació-n. La posibilidad<br />

de los gomas subcorticales no "ru up"rru=<br />

tenida en cuenta y muy a menudo el examen necrópsico<br />

ulterior demostraba que el diagnóstico de localizaciín<br />

había sido correcto y que tro que en realidacl<br />

había ocurrido es que el cirujano no había sido<br />

capaz de exponer una tumoración situada debajo de<br />

la superficie cerebral.<br />

Desde 1910 a L923 Bennrquun hizo operar una<br />

serie de epilepsias focales, casi todas de origen traumático.<br />

Las operaciones, practicadas por el Dr. Rl-<br />

BAS Y Rlels y el Dr. ConlcnÁx, consistieron en<br />

escisiones más o menos amplias de las áreas corticales<br />

afectadas por la lesión cieatrizal y fueron aprovechados<br />

por el doctor BannagueR para el estudio<br />

de la exploración eléctrica dle córtex ( *).<br />

Las intervenciones por procesos expansivos intracraneales<br />

remontan a la misma época. Ilnicamente<br />

vamos a recordar aquí dos casos. En el primero,<br />

se trataba de una cisticercosis cerebral, intervenida<br />

en 1910 por el Dr. Slr-veoon Cen¡eNAL, en el que<br />

el acto operatorio puso de manifiesto una tumoración<br />

poliquística como causa de la hemiplejía que<br />

había presentado el paciente.<br />

En 1916, el Dr. Auror.¡ro Revrxrós operó con<br />

éxito un tumor cerebeloso diagnosticado por Bl-<br />

RRAQUER. El tumor extirpado fué clasificado como<br />

sarcoma y el enfermo sobrevivió más de un año a<br />

la operación.<br />

Es interesante comparar estas fechas con otras<br />

efemérides neuroquirúrgicas.<br />

En lBB4, Goolm, discípulo de Lrsrsn, operó por<br />

primera vez un glioma rolándico correctamente<br />

diagnosticado y localizado por BnrvNnrr.<br />

En lBB7, HoRsrpy extirpó por primera vez con<br />

éxito un endotelioma intrarraquídeo. En lBB9, dicho<br />

cirujano había ya llevado a cabo M operaciones<br />

cerebrales.<br />

En lo que a Norteamérica hace referencia bastará<br />

recordar que la obra de Cusnr¡¡c sobre tumorei del<br />

acústico ( en la que se da cuenta de una vasta experiencia<br />

operatoria sobre los mismos) apareció en<br />

el año I9L7.<br />

I.os jalones que acabamos de indicar son más que<br />

suficientes para situar debidamente dentro del desarrollo<br />

global de la especialidad, los primeros ensayos<br />

españoles de cirugía cerebral. Esta experiencias<br />

no nos parecerán demasiado tardías si recordamos<br />

que en Francia, país de rica tradición neurológica"<br />

la primera intervención por tumor medular<br />

acompañada de éxito fué practicada por LscnNr<br />

en f91l (el tumor había sido previamente localizado<br />

por BlnrNsrr).<br />

Señores: después de estas breves indicaciones,<br />

(,) Srgún noticias que nos comunica el Dr. B¡nn¡0u&¡r-FEnnÉ,<br />

uno de cstos enfermos (operado en r9r7) ha permanecido hasta<br />

la actualidad libre de crisis oomiciales.


Touo XV<br />

Núm. 5- I95C<br />

me figuro que dejará de parecer extraño que el<br />

,ro-bi" tle utt neurólogo haya sido aducido a propósito<br />

de los comienzos de una especialidad quirúr'<br />

;i;; p;;" lo mismo que B.^ntnsrt en Francia, el<br />

E,rul'"on=ideraba como su mayor timbre de gloria<br />

constituída por<br />

iniciativa de los<br />

Vida Académica<br />

el haber mostrado el camino a seguir a de Menrnr'<br />

y a VlNcrNT, creo que fué sin duda alguna Bann¡"<br />

óunn-RovIRALTA el primero que entrevió, en España,<br />

lus brillantes posibilidades que el futuro reservaba<br />

a la neurocirugía.<br />

D,"".L.Bennequn1$'ryuiff'*qF'':-.|jY!i::w]..::fuy.ffi;;'m*'g.iDr.LuisP::::-<br />

FnnnÉ'BK.DRI-i<br />

curz-Anr¡s y A. Su' *<br />

ilTx*r''t,'llEx: :l'* *'4<br />

VIDA ACADÉTUICA<br />

REuNróN rNAuouRAL DE LA socrEDAD ESPAñOLA DE NEuRoLocíA<br />

(Barcelona, 19 de diciembre de 1949)<br />

CorurtÉ<br />

_o*":"1rno:o<br />

rliirl "8. "'if;;;r- : ' " ll* ' , .,,'-"', ffi"1giffi,- ,'i. n"í'-r"*!, 8"r".'<br />

ffiffiffi,-*;;:'nu;<br />

r Ro.ltíguez - Atiaso<br />

ral 'tip"i"li de la Socíerlad<br />

I Barcelona.<br />

a" i\ eu- Dr. Antonio -Surol^op;ía,<br />

qte se cc- birana Oller, Bar'<br />

lebró cn Barcelona tti;:q celona.<br />

el lg ele .iciembre<br />

de 1949, dedicánrlo'<br />

se sus sesiones cien'<br />

tíficas a la memo-<br />

ria clel f)octor<br />

Luls Bennaqurn- fí-,0,1<br />

í;r¿;ii<br />

Mrsl DE r.o<br />

""'l"tiu""t"t<br />

D9"-<br />

tor Celestino Vilu'<br />

' o""nrál'tni róo*"<br />

ft ffi Alajouanine "3"i::'u;lJ,l'f'l (Pa'<br />

Rovln,clrr. {r¡nda- ilf+.. ffi *uru, Barcelona.<br />

dor e imprri*ttr rle í:ñ<br />

la Neurología clíni' Í:iJÍ<br />

ca españoia. l+ini'iry+if,",,ffi,,ffi "--,ffi<br />

Preccdií, a los $#.$fffi<br />

ii¡rdrii.if<br />

ar:tos científicos rtna iÉffi ia1#fiií.'-*#<br />

'<br />

rís), A. Austregesr'<br />

ro 'ini" de Janei-<br />

Mi-"a de llí'qtrienr tol, l. A' But:"<br />

p o r el almá d9l<br />

e6*<br />

(Ertra.burgo)' R'<br />

;""?'o:,n"'.:*ni:<br />

Dr. Vilaseca en la<br />

ó,mW iglesia del Hbspital<br />

:t"i';"*1l3:l)t d;:iiühHfll<br />

'. '-"i$V'Yí;i**YiYu\|YíWi'"!: u - q'lQJ/ :'<br />

Í:"t$T.'Iy¡'iffi<br />

San Pablo 11 'É,<br />

K. H. Krabbe (K6-<br />

Las sesiones cien- W {J' venhaven), ,. P,c 1:<br />

tíficas se desarrolla- ¿ ,. M oniz (Lisboa),<br />

ron por la mañana G. H. Monraden<br />

el salón-museo r---:L! ^--^-:-^l^- ,t- Io S^nierlnrl F.snañola de Neurología: l. llr. U. Vrlu- Kr.ohn ( O sde<br />

este mismo hos_ Comité organizarlor de la Socieclad Española de Neurología: I' Dr' C' Vilu- Kr.ohn ( O s I o ) '<br />

pi,a, v_por r.a¡T.d¡ 4f;;¿;[:41,*: gii,*Jni B;:.'l',x$ ¡lf'nh,PJl;T;::'-: 'J",ii,.ill'$Y#<br />

én la Casa rlel Mé- "in"ñ-<br />

^-*-a'-::::<br />

p n^¡"i.,,o"-¡'¡""--^1l. Dr. G. Moragas.-L2. Dr. -N{-on- hcrs (San }-rancis'<br />

ái"á, r"*i.o"iur d. HJ#;##=i"3i:?'iiÍiil:"#:llr]l-.";,.1i'r;i:-..fi;'*.3lPj"t? |;,:: ''"" 1,"<br />

la nueva entidad. iiñ.;._i?*il;. i. Lamore de Grignon.-{2. Dr. Pons-Clotet.-18. Dr.A.Casellas' Vicepresidentes:<br />

Los diversos trabajos<br />

presen,ados, É:lüü b':;rl B;q*lX*;i:: f #;'*""'.jfilü11?'!:"Vlfn¡;!L?i: Ln'f:üllH41?1<br />

cuya intención y -:ü.<br />

Dr. R. Ruiz-Lara. ot. e. subirana. 27. Dr. I. Ponce de León.<br />

-<br />

- secretario: Doccontenido<br />

pnsieron<br />

28. Dr. J. de Mo.ug"*-1 n'. Dt.T. g;iuquer-Bordas. 30. Dr. Arrando.<br />

- - ror Luis Barraquer-<br />

-ó'-,t.<br />

Í;r,,Tff'T,;;""i,: ;;. ñ;. l'.'ri.r,*u;-F;;;."':lz. rorra-Par"ra.-33. Dr. J' rorruella'Font' Bordas, Barcelona'<br />

dad y pro{undidad<br />

- n - --,- . - -. ^-ñ,róñ+rdñ PntMsnl Jurvu Drnncrrve<br />

de la obra de L. Bannequnrr-RovrR'lte, se, encuentran<br />

reproducidos en el presenre número -o"tgrán"o de ME- Presidente: Dr. L. Bmraquer-Ferré, Barcelona;-Ticepre'<br />

DrcrNa Cr,íNrcr. Pruru'ru<br />

siJente l.o: nt.-g. Rodríguez-Arias, Barcelona; .VicePresi-<br />

Finalmente se celebr-ó la re'nión administrativa de re- l¡"té z.', Dr. A. Subiraná, Barcelona; secretario: Doctor<br />

)le'r'o Ia retl'ron au''.rDlróLrvd uE rv<br />

glamento.<br />

i.-óil*-o"urella, Barcelona; vicesecretario: Dr. J. calvolti"t"ndro,<br />

Soriá;' T".oot,o, Dr, Tolo1l Barc-elona; Vo-<br />

-E'<br />

Damos cuenta seguidarnente de, los cuerpos orgjrnizado- ;;i ltt br. J. J. López-Ibor, Madrid; vocal 2'o: Doctor<br />

res, presidenciales y directivos de la"s;;i"d"d-Ttwi;í" iltr. go"iu-Coyutt.r, Valencia; vocal 3i: Dr' R' Albercao<br />

ilu'Niurología.<br />

Murcia'

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