Medicina Clínica 1950 (pdf) - Museo Archivo Histórico | SEN ...
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i<br />
I{EDIOINA OLINICA<br />
Año VIII - Tomo XV<br />
EL DR. L; BARRASUER-ROVIRALTA EN EL AMBIENTE MÉDICO EARCELONÉS<br />
A principios de siglo, en el ambiente médico de<br />
nuestra ciudad, la figura del Dr. Lurs Benne.qunn-<br />
RovrRar,t"t destacó en primera línea, figurando entre<br />
la pléyade de aquellos médicos y biólogos que<br />
fueron RoaEnt, S¡r,v,r-<br />
DoR CARDENAT-, los Es-<br />
QUERDo, GóncoRe, TuaRó,<br />
Pr SuñoR, Borry,<br />
FeRc¡,s y tantos otros.<br />
En mi época de esludiante<br />
conocí a BA-<br />
RRAQUER en 1917 con<br />
ocasión de una conferencia<br />
que pronunció<br />
en la Academia de<br />
Ciencias Médicas. Fué<br />
para mí una revelación<br />
al oír aguel Maestro<br />
de Égura menuda y<br />
aspecto modesto. Su<br />
voz no atraía como la<br />
de los grandes conferenciantes,<br />
pero su palabra<br />
era incisa, categórica,<br />
y su expresión<br />
un modelo de arquitectura<br />
verbal" que seducía<br />
por su claridad y<br />
concisión. Hablaba, sin<br />
dej arse impresionar por<br />
el auditorio, a veces<br />
con los ojos semicerrados,<br />
en un estado de<br />
introversión que le permitía<br />
extraer todas sus<br />
vivencias y exponerlas<br />
didácticamente. Era un<br />
hombre culto, pero sin<br />
hacer gala de ello y<br />
sus comentarios versaban<br />
Chtedrático de páLolotia Médica dc Ja Universidad de Bar(elona<br />
LUIS BARRAQUER-ROVIRALTA<br />
o 1853. + 1928<br />
tación de una extensa iconografía, toda ella reco"<br />
gida por su autor a lo largo de muchos años. Ello<br />
nos descubrió el archivo del Dr. Bennlguon, que<br />
contenía la neurología en imágenes, verdadera obra<br />
pós;tuma, que luego con<br />
tanto acierto supo aprovechar<br />
su hijo, Dr. B¡,.<br />
RRAQUER-FERRÉ, para<br />
ilustrar su notable Tratado<br />
de Neurología.<br />
FBnnBn Sor,nnvrcnr.ts<br />
no creo hubiera invi.<br />
tadoamuchosaprofesar<br />
en su cátedra. La<br />
elección de B,mnaquen<br />
significa la autoridad<br />
que Ie concedía. Ar1ue.<br />
lla lección me pareció<br />
simbólica; FBnnsR era<br />
un espíritü exigente y<br />
selecto, y Ia invitación<br />
que hizo a aquél era<br />
un homenaje que rendía<br />
a la figura más represenlativa,<br />
entre nosotros,<br />
en neurología.<br />
Desde enlonces se estableció<br />
entre el doctor<br />
B.tRn¡Qupn-RovrRALrA<br />
y yo una relación cordial<br />
basada en la admi<br />
ración que sentía hacia<br />
é1. Algunas mañanas<br />
en el Hospital de la<br />
Sania Cruz, a la salida<br />
del Servicio del doctor<br />
Fundador en 1BB2 del servicio d'e Neurología del Hospital de la Esgurnoo, acudía a su<br />
Sta. Cruz y S. Pablo. Maestro de la Neurología clínica española. dispensario. poco después<br />
llegaba el Dr. B¡,sobre<br />
su experiencia per- RRAQUER; atravesaba rápido a través"de la multitud<br />
soná1.<br />
de enfermos que le aguardaban, y oíase un clamoreo<br />
Dos años más tarde, en 191.9, el Prof. Fonn¡n de j]bilo y murmullos a su paso. Allí le esperaban<br />
SoLERvIcnws, entonces en función de auxiliar de la los Dres. PÉnnz C¿s¡ñ,Ls y el Dr. Roc¡,, que aten-<br />
Cáteilra de Patología Médica, le invitó a dar una díari desde hacía urás de una hora a los pacientes,<br />
conferencia en la Facultad de <strong>Medicina</strong>. El tema se practicendo técnicas de electroterapia o de electro-<br />
refería a los trastornos tróficos en las enfermedades diagnóstir:o. El Dr. Bannegunn seléccionaba los en-<br />
del sistema nervioso. Fué una conferencia memoferrnos interesantes y los estudiaba meticulosamente<br />
rable, que seguramente recordarán todos mis con- en otro departamento. Después de practicada la exdiscípulos.<br />
Durante .una hora estuvimos pendientes ploración, hacía breves y enjundiosos comentarios<br />
de su palabra, maravillándonos asimismolu pr"."rr- y establecía el diagnóstico.
2f)?<br />
En el ambiente de nuestro Hospital de la Santa<br />
Cruz. casa solariega de la medicina barcelonesa, la<br />
figura del Dr. Bannlquon difería de la de todos los<br />
demás profesores.<br />
En la época que yo le conocí, desaparecidas las<br />
figuras de Rosnnr y la de GóNcoRa, esta última<br />
piematuramente antes de dar los sazonados frutos<br />
qu" t" podían esperar de su gran forrnación, las<br />
figurur más representativas eran las de los doctores<br />
EsqunRoo, FRnIx¡.s y HnnnÁnlrz Lun¡,. Todos es'<br />
tos maestros gozaban de la máxima popularidad.<br />
Estaban abrumados por las exigencias de una numerosa<br />
y rica clientela que disminuyó su posibili'<br />
dad de realizar una obra médica aún más fecunda'<br />
A pesar de ello, hemos de rendir tributo a las leccioáes<br />
de medicina clínica que nos daban con riguroso<br />
criterio hipocrático. No podemos recordar, sin<br />
respeto y emoción. las lecciones que escuch-amos a<br />
la óabecera del enfermo, profesadas por los doctores<br />
Esquunno (Dr. Pnono y Dr. Fn.l;'lclsco) y por el<br />
Dr. HnnmÁNDEz LUNA.<br />
El Dr. Bannlqunn-RovIRALTA no se prodigaba<br />
como conferenciante, pero sus lecciones no muy<br />
numerosas, tenían en contraste una ilensidad, una<br />
raíz clínica tan profunda que las hacía inolvidables'<br />
Se tenía la sensación de estar frente a un maestro<br />
cuya categoría desbordaba el marco de nuestro<br />
Hospital para proyectarse con envergadura de verdadero<br />
internacional,<br />
En el ambiente médico barcelonés de su época,<br />
destacó la figura del gran neurólogo con luz propia.<br />
B,mnequnn se diferenciaba de otras personalidades<br />
preeminentes de la medicina local. El médico prác-<br />
MrorcrN¡. Cr,írvrcl<br />
'I'oro XV<br />
<strong>1950</strong> - Nrirn. 5<br />
tico de entonces era entre nosotros un hombre que<br />
conocía bien su oficio. Pero sus inquietudes, en<br />
general. no eran muchas y se sentía tan vinculado<br />
a su clientela, que poco tiempo concedía al estudio<br />
y sobre todo a la investigación.<br />
BnRnequrn se diferenciaba de todos ellos, por su<br />
atuendo modesto, por conservar una personalidad<br />
intacta que no había claudicado a los embates de<br />
una clientela agobiadora. Tenía un espíritu probo<br />
y casi místico, propicio a pasarse largas horas sobre<br />
el libro y el enfermo. Vivía sin ostentación, su carácter<br />
rehuía las exhibiciones y por su ascetismo<br />
estaba por encima del espíritu fastuoso, social y<br />
extrovertido que tenían los médicos de su época.<br />
Fué hombre sin anecdotario, pero que dejó impreso<br />
su paso en la historia de la Neurología.<br />
En aquel ambiente no muy propicio, era difícil<br />
se cultivara un verdadero científico y hacía falta<br />
poseer condiciones innatas y un gran carácter<br />
para no ceder a los halagos fáciles, y cultivar<br />
una especialidad como la neurología, que entonces<br />
más aún que en la actualidad, no era de gran<br />
clientela.<br />
Sin Bann.tquER, no hubiera existido un verdadero<br />
neurólogo entre nosotros y quizá tampoco en España.<br />
Con él arranca no solamente una familia de<br />
especialistas, sino que nace la neurología en nues'<br />
tro país.<br />
Mrrlclw¡ Crinrcl inicia con este número de ho'<br />
menaje a la memoria del Dr. LuIs B¡nn¿QUER'RovIRALTA,<br />
su propósito de dedicar otros sucesivos a<br />
homenajear la figura de los maestros de la medicina<br />
española contemporánea.
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> W. Russulr, Bu¡Iv. - Grasp reflex ÜJ<br />
THE CRASP REFLEX OF THE FOOT<br />
W. RusssLL Bn.llu, D. M., F. R. C. P.<br />
Pb.ysician to and Di¡cctor of the Neurological Department at<br />
the London Hospital, and Physician to the Maida Vale Hospital<br />
for Neroous Di*ases, Irondon.<br />
Smio lIorcrario de la Sociedad Espalda de Neurología.<br />
REVISIONES<br />
The grasp reflex of the foot was first observed<br />
and described by L. B,rnnr.quen RovrRlrr¡. ( 192I)<br />
and reported under the title was us€d by<br />
Scuusrrn (L923) and palmar reflex by RIopoc¡r<br />
and Bn¡rN (1923). The reflex element in forced<br />
grasping and groping was stressed-by Alrn and<br />
Ónrrcttinv Gl27l. Scnusrnn and Prxu.ts (L926)<br />
in their pup", ott
sion at the knee and hip if these should happen to<br />
occur. BRAIN and CuRRAN found that this reflex was<br />
elicitable in all children aged nine months or less,<br />
and in almost all aged under a year, while it had<br />
disappeared in all but one child over the age of two<br />
years. The foot grasp reflex was found to be absent<br />
in two infants aged six months who both suffered<br />
from bilateral pyramidal lesions and exhibited marked<br />
spasticity. They pointed out that the presence<br />
of grasp reflex of the foot thus corresponded roughly<br />
with the normal persistence of the extensor plantar<br />
reflex in infancy.<br />
BR¡,ru and Cunn,c.n observed that the foot grasp<br />
reflex was fairly common in Mongolian imbeciles.<br />
They investigated the reflex in fifty-nine such pa'<br />
li,<br />
tients, ranging from one to forty-five years of age.<br />
They found it present in both feet in twenty-three<br />
and in one foot only in five. It was absent in twenty<br />
and the result was doubtful, mainly owing to the<br />
difficulty of examination, in eleven. Thus. the reflex<br />
was obtainable in one or both feet in approximately<br />
half the cases. It was rarely observed in Mongolian<br />
imbeciles after the age of twenty' Up to that age it<br />
was present in twenty-five out of forty-two patients;<br />
aftef that age in only three out of seventeen'<br />
Bn¡.I¡r aná Cunn¡rv also reported four additional<br />
cases of organic lesions of the nervous system lea'<br />
ding to grásp reflex of the foot. The first was a<br />
natÉnt wlth co.teenital choreo-athetosis of bilateral<br />
hirtribrrtioo. Thi! patient, a child aged two and a<br />
half years, showed no grasp reflex o-f- the<br />
.hands,<br />
but a vigorous grasp reflex was readily elicitable<br />
in both feet. The slightest contact with the flexor<br />
surface of the toes, ór the disal half of the sole,<br />
evoked strong flexion of all the toes, which were<br />
maintained ii tonic flexion for a quarter to half a<br />
minute or longer. The second patient h-ad un unve-<br />
,ifi.d ,u*o.rt "of th" corpus callosum. She exhibited<br />
bilateral weakness with some spasticity and extensor<br />
nlantar responses associated with'un extremely li'<br />
e.a'sp ,"flex of both hands and both feet'<br />
iil" ,ftitá patient had a subdural haematoma on the<br />
"orou,<br />
ti* ";¿" *hi"h ptobably been present for at least<br />
ii?"" *"ttlls. Hl also showed bilateral signs of a<br />
ly."*i¿"f lesion and in addition the grasp reflex<br />
Mnnrcr¡u Cr,Íxrcl<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
was readily elicitable from both hands and both<br />
{eet, being more virogous in both insteances on the<br />
right side. The fourth patient had a meningioma<br />
of the falx which was embedded in the medial aspect<br />
of the left frontal lobe reaching pack to within<br />
about 2 cm. of the precentral gyrus. This patient<br />
had a right hemiparesis and hemi-apraxia with marked<br />
verbal dysphasia. A strong grasp reflex was<br />
present in the right hand and also in the right foot.<br />
Gorrlsretl ( I93B) contributed a further study of the<br />
grasp reflex of the foot which he termed . He related<br />
it to a lesion of the opposite frontal lobe and explained<br />
it as a response of the lower mechanisms<br />
in the higher centres of the damage. He emphasised<br />
its value as an early sigu of the frontal lobe lesion<br />
and pointed out that when it appears on the ipsilateral<br />
side it indicates an extension of the pressure<br />
to the hemisphere on the side opposite to the<br />
lesion.<br />
Pnysror.ocrclr- Aspncrs. - The physiology of the grasp<br />
reflex has been studied by Rrcrirn anJ'Hrwrs (1932)<br />
and by Fur-ror,r and his collaborarors (1932, 1936, l93B)<br />
and this aspect of the subject has recently been well<br />
s-ummarised by FulroN (1943). Animal expeiiments have<br />
shown that the grasp reflex is produced in monkeys and<br />
chimpanzees by isolated removál of the promotor area.<br />
It is present in animals in which the motoi and premotor<br />
areas have been removed bilaterally, and its "ir..u"t".istics<br />
are found also in animali which have been<br />
rendered completely thalamic through removal of both<br />
hemisph-eres. lt appears to be dependent upon lhe integrity<br />
of the tegmentum since ii is not irecessary for<br />
the striatum and anterior port of the thalamus io be<br />
present in order that the response may be elicitable.<br />
Fulror describes ir as a flexoi response of the digits<br />
postural in character and it is affected by change of<br />
the position of the body in space, togethei ¡uith lther<br />
,postural reactions. Thus, it ii a reléase phenomenon<br />
which is the result of the d'estruction of i.*" n¡.".<br />
originating in the premotor cortex which normally inhibir<br />
it.<br />
Ruce¡'tr cLrNrcAL oBSERvATroNs.-An excellent<br />
review of the whole subject has recently been published<br />
by MnssroN-VBRNroRy (1948) and new -observations<br />
have been made by Ssyrranrn and Dr¡v.<br />
Ny-BRowN (1948). These authors distinguish the<br />
glasp reflex from the instinctive grasp reaction.<br />
They define the grasp reflex as na siereótyped prehensile<br />
reaction of the flexors and the adductori of<br />
the fingers and the flexor muscles of the flexors and<br />
the adductors of the fingers and the flexor muscles<br />
of the wrist which can be elicited in fractional<br />
parts by appropriate localisation of the stimulus.><br />
The adequate stimulus for the full reaction is dual.<br />
The first essential is a distally moving deep pressure<br />
over a specific area of the palmar surface of<br />
joints in the hand which elicit a rapid, brief muscular<br />
contraction ( phase), which de.<br />
velops into a strong phase only i{ traction<br />
is made upon the tendons of the flexor and<br />
adductor muscles thus thrown into preliminary con-,<br />
traction. Response is then maintained only by traction,<br />
The instinctive grasp reaction, according to
Toruo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> W. Russrll Bn-lrx. - Grasp reflex 295<br />
Sryrr'¡Rrn and DenNy-BRowN, is a motor activity<br />
of a higher grade than the grasp reflex. They state<br />
that
296 Mrprcrx¡ Crírrc,l<br />
refore be carefully sought for. Finally, when a<br />
progressive lesion causes hemiplegia both the hand<br />
grasp and the foot grasp reflexes disappear on the<br />
contralatedal side, while becoming morá evident on<br />
the ipsilateral side.<br />
RrrsR¡Ncns<br />
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Instituto Neurológíco Municípal de Barcetrona<br />
(Director: P¡of. B. Ronnícurz Antls).<br />
L|PODISTPOFIA c,EF ALO.TOPA C¡CA<br />
PITOORESTVA DE EARRA9UER<br />
B. Roonícurz ARrAs<br />
Socio Numerario y r.€r Vicetlresidente de 1a Saiedad Española<br />
de Neurclogla<br />
El estudio de la lipodistrofia céfalo-torácica progresiva<br />
ha tenido y tiene suma importancia para<br />
la Neurología clínica nacional, para Barcelona -su<br />
ciudad cuna- y para L. Bennlqurn-Rovrnlr,u, el<br />
moderno creador de nuestra especialidad profesional<br />
en España.<br />
Al inaugurar, pues, las tareas científicas de la<br />
primera Sociedad española de Neurología, mediado<br />
ya el siglo xx, en memoria del desaparecido maestro,<br />
queremos contribuir --ron un aporte de observaciones<br />
y con un cotejo de hechos, de trabajos y<br />
de teorías- a ampliar y a revisar lo poco que se<br />
sabe fundamentalmente de tan curiosa enfermedad.<br />
Curiosa, por lo antigua (nos atreveríamos a decir<br />
mitológica), por el grotesco aspecto estético que<br />
ofrecen los que la sufren, por su benignidad e incurabilidad<br />
manifiestas 1,, sobre todo. por su oscuro<br />
origen y complicada o discutida patogenia. El problema<br />
de la génesis y del desarrollo de las distrofias<br />
adiposas -entre otras, la segmentaria de Bmna-<br />
QUER- viene obligando a la Neuroendocrinología<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong>- Núm. .5<br />
clínica y experimental a un esfuerzo continuado de<br />
superación de investigaciones y de hipótesis.<br />
Htsronl,s,.-Aquí y fuera de aquí, es decir, en los<br />
ámbitos nacional e internacional. el crecido número<br />
de casos publicados o tan sólo referidos de modo<br />
personal y las consecuencias de orden especulativo<br />
o práctico que del examen de la casuística actual<br />
pueden derivarse, merecen una simple anotación y<br />
un comentario. Tanto más cuanto que muchos datos<br />
históricos adolecen del defecto de Ia imprecisión,<br />
por carecer de los requisitos exigidos en una labor<br />
bibliográfica de recopilación. Se ha llegado, iquién<br />
lo duda?, a la definición suficiente del síndrome<br />
clínico, pero no a la solución cabal de muchos de<br />
los problemas planteados, etiológicos y de mecanismo<br />
de producción, si insistimos en recordarlo.<br />
España.-L. B,mn,l,quen-RovrRAlra describe. en<br />
1906, un caso de atrofia del tejido célulo-adiposo<br />
(lipoatrofia), sobrevenida a los 18 años de edad,<br />
cinco despu& de haber sufrido una gripe, y limi<br />
tada a la cara y partes superiores del cuerpo. Ignorada,<br />
apenas conocida o excepcional hasta enton.<br />
ces, siquiera para la inmensa mayoría de médicos<br />
(especialistas o no).<br />
Al año siguiente, 1907, vuelve a describir en Alemania<br />
los principales detalles recogidos en la exploración<br />
de su enferma de 25 años, sin dejar de lado<br />
interesantes consideraciones de índole patogénica.<br />
IJlteriormente, en 1924, precisa todavía más la<br />
nosografía de su raro hallazgo clínico.<br />
L. Bmnrguon-Frnnú -hijo y discípulo predilecto-<br />
sigue la trayeotoria fecunda de la Escuela de<br />
Barraquer, de Barcelona, y llega a acumularo andando<br />
el tiempo (7930-7949)- diez casos. Publica trabajos<br />
en lenguas española, francesa, ingresa y alemana.<br />
G. M,ln,tñólt y colaboradores (C. Br¡nco-Sornn<br />
y J. Alvanrz-C.l"scos) logran sumar, a partir de<br />
1920, otros quinae casos, con cinctrcnta formas,<br />
además, de las llamadas incompletas (o menores).<br />
Tratan, en diferentes publicaciones, del cuadro cli<br />
nico, de la histología de la piel y tejido celular subcutáneo,<br />
del mecanismo patogénico y de la terapéutica.<br />
J. M. P¡,n¡o-Unocprr-¿rra -discípulo de M¡n¡.ñóx-<br />
da a conocer ¿¿ nuevo caso. Así como ,res<br />
recientemente (19118), en la Escuela de Marañón,<br />
T. nu r,E M¡,2¡.-S¡avBon¡'<br />
En Barcelona, B. RoonícuEz-ARras y J. Cu.rrnncASAs<br />
(1925) comunican el resumen de una observación<br />
típica. Posteriormente, B. Roonícurz-ARTAS<br />
dice haber registrado cinc.o formas incompletas (tres<br />
en sujetos normales aparentemente y dos en base.<br />
dowianos).<br />
J. Rorc-R¡.vENrós, pediatra, y L. Cnnvonl, en.<br />
docrinólogo, ambos de Barcelona, refieren contar<br />
con utu!, y dos observaciones, respectivamente, hasta<br />
el momento presente inéditas.<br />
La contribución española no es, por tanto, ni<br />
escasa, ni nimia.
To¡¡o XV<br />
Núm. 5-<strong>1950</strong><br />
LIPODISTROFIA CÉFALO.TORACICA<br />
(Enfermedad de Brnnreurn)<br />
Casos publicados en España:<br />
L. Bennlgunn Rovrnlrr.r<br />
t. B;iliuil FrnnÉ ... ' ... ..,<br />
G. Mln¡ñór y colaboradores (Br.exco Sor,nn<br />
y Arvlnrz C¡scos) ...<br />
1<br />
l0<br />
15 (50 lo¡mas<br />
atenuadas)<br />
J. M.u P¡nno Unnlprttru ... t<br />
J. Ro¡c Rlvr¡.¡rós ... t<br />
B, Ronnícurz Anres y J. Cu.lrnrclses ... I (5 aten.)<br />
L. Crnvuu 2<br />
T. or r¿ M¡zl S¡lvrnnr ... 3<br />
Extranjero.-Según RrnÉ np S¡.rNr-PÉRrER ciertas<br />
estatuíllas esteatopigias, recogidas en cavernas<br />
troglodíticas prehistóricas, recuerdan muy de cerca<br />
a los pacientes de lipodistrofia progresiva, además<br />
de las dos formas fisiológicas, constitucionales. Y,<br />
de otre parte, M. AurrrNs y P. Qurncv aseguran<br />
que el aspecto del faraón Aménophis IV coincide,<br />
también, con el de una lipodistrofia, más pronto<br />
segnlentaria.<br />
Hestr lVlonc,rcNr no se habla para nada de esta<br />
afecclin distrófica. Pero a fines de la primera mitad<br />
del siglc rvIII --(:omo afirman Zx¡-a y de Gucr,ler--<br />
Mo- una descripción concisa y exacta del morbo<br />
de Barraquer fué dictada en la mesa de autopsias<br />
por el genial anatómicc italiano. Consta en sus epístolas,<br />
que una mujer de 59 años, víctima de una<br />
apoplejía cerebral, presentaba un cuerpo desigual,<br />
macilento por un lado y florido o carnoso de otro.<br />
Esta observaciín post-m,ortem goza tan sólo de un<br />
singular valo¡ histórico.<br />
Zdtrs.{co -citado por von Brocn- parece ser<br />
autor de otra contribución casuística, antigua.<br />
En 1885, S. Wrrn-MrrcHELL da cuenta a la Sociedail<br />
Neurológica de Filadelfia de haber comprobado<br />
la ausencia de tejido adiposo -únicamente<br />
de la mitad superior del cuerpo- en una niña de<br />
12 años que había soportado a los cinco.<br />
Diez años después, en 1895, W. Osrnn estudió<br />
el caso de una niña de I0 años, con la cara y tronco<br />
emaciados y no Ia parte inferior del cuerpo, desde<br />
los cinco. Dicho estudio, al principio inédito, fué<br />
comunicado por F. P¡¡rrs Wesrn en 1917, 19IB<br />
y 1919 (esta vez con T. H. Guxnw¡mrrvr), después<br />
ile publicada la primera observación propia (I9I3).<br />
Hmnv CAurner,r-, en la Sociedad <strong>Clínica</strong> de Londres<br />
(1907 y 1913), se hace eco de la descripción<br />
de lipodistrofias segmentarias (lipoatrofias también)<br />
un año ilespués del relato original de Bannequun.<br />
A. Prc y C. G¡noiins describen un caso (1909),<br />
como también E. Hor,r,.tnuER (I9lI), L¡.rcnnr.-L¡.vAsrINE<br />
y Vrml (I9I2), Conn (,Toby) y Lrwarv-<br />
DowsKY (1913), en Francia y Alemania.<br />
La aportación verdaderamente sistemática e importante<br />
de la enfermedad (sintomatología y curso<br />
clínico de una peculiar trofoneurosis) no fué hecha<br />
sino por A. SItrons, que la individualizó como en-<br />
B. Roonícurz ARtls. - Lipodistrofia cé{alo-torácica 297<br />
tidad morbosa y que la bautizó con el nombre de<br />
(I91I, 1913 y 1914).<br />
Las ilustraciones anatomopatológicas que adujo re'<br />
sultaron muy demostrativas.<br />
Varias contribuciones casuísticas del síndrome<br />
auténtico, monótono, se deben, por aquel entonces'<br />
a Vrcco CuR¡stra¡snN (1907, dudosa, ry 1914,<br />
I9I5, 1916,19fB y 1922), a Jor.owrcz (1915), a<br />
Frnn y BorssoNn¡.s (I9I5), a GERSTMANN (f916),<br />
a C. Hrnnu.qNN (1916), a Nmr- (1916), a BossERr'<br />
Ror.rerr (1917), a MeveR (1918) y a Truvnn<br />
(f919). GrRsmrl¡rv y BoISSoNNAS (1916) señalan<br />
la existencia de los primeros casos masculinos.<br />
En cambio, B.trrv Sn¡.w (1905, dudosa, y L9I4),<br />
Hnnrz y Jonnson (1913), Husr-nR (1914) y Gr'<br />
RHARTz ( 19f 6) describen con F¡.wcntr, tan sólo,<br />
atrofias de la cara, en algunos enfermos de la cara<br />
y miembros superiores, muy raramente más extensas<br />
todavía y sin hipertrofia, siquiera durante<br />
años, del todo comparables entre sí.<br />
Como habían sido sin duda, años antes, los sospechosos<br />
casos de Fr.lsn.ln (1880), de Wor,rr<br />
(f8eg), de Brnc¡n (1904) y de ScnTsINGER (1905).<br />
A. Brc¡s.q.lar (f9I6) y M. ZN-t-e. (L9I9 y L920),<br />
en Italia, añaden más datos de índole clínica y<br />
anatómica. El primero, cita la liponecrosis simultánea<br />
(nódulos lipomatosos múltiples, que acabaron<br />
en necrosis adiposa y algo calcárea, con atrofia<br />
parcial y segmentaria); y el segundo, diversas lesiones<br />
histológicas hipofisarias.<br />
Seean, en los Estados Unidos, redacta la revisión<br />
de 24 casos (19f8). L' BoIssoNt'Ll's (de Ginebra)'<br />
en 1919, y E. Lor.rc y G. Btcrrr,, en L924, resumen,<br />
en Francia, la mayoiía de observaciones conocidas:<br />
concretamente 28 el primero de ellos (incluídas las<br />
no completas).<br />
CoMsv (191?), Epr-rn (1918), CnoNr, LlucuE-r-o,<br />
Lnlror,Dr, Rrusrw y Zmmln y Fox (1919), Kas'<br />
pAR, LEScHKT, Mosse (1920), Asrc.lano, CltnaN,<br />
Kurn, Kneus, Mm.tr,r,É y FonrrNea'u, Snrm<br />
(I92L), InvrNc, Mrrcr, Scuw.aNxr, Srn,lucn, TrxrER,<br />
WarsoN y Booc y Rlcnne (L922), B.lsoN-<br />
NEIx, BosroN, FRANK, Henrr¡lsunc, Spnuxr (1923)t<br />
G. A. Rost, Tucrcxnn (\924), 'W.lr,onu, Wrtrz<br />
(1926), M¡.nsunc (L927-28), Knrw, Pnour, StrR'<br />
TrNG, von Ztrc¡,sn (1928), H¡nznn, HueNeco4<br />
Scnr-.tu (L929), se hacen eco de la casuística de esta<br />
enfermedad. insisten en la exposición de diferentes<br />
aspectos de la misma o redactan revisiones.<br />
En 1926, E. Colrrs habla, ya, de 72 casos; y<br />
en 1928, L. H. Ztact'rn y G. DI GUcLIELMo hacen<br />
referencia €n sus memorias a 72 y más de 60 casos,<br />
respectivamente.<br />
En muchos libros de Endocrinología y de Medici<br />
na interna, aparte de los de Neurología, se incluye<br />
ya el estudio de la en{ermedad de Barraquer. Vale<br />
la pena de destacar los de Bluen, B¡ur¡, Bn¡IN<br />
(W. Russorr-), CunscnuANN, G. Grlu, Hanvtrn,<br />
M. L¡rcunr.-LlvastIxn, G. Manñów, N. PpNlu
298 Mro¡ct¡ll Cr,ír,¡rc¡<br />
E. Prcnox, UlrnrR, E. Vror,l, Woln (anotado por<br />
L. Cenvanl,) y ZoNlrr.<br />
Desde hace 20 años, CuRnmR y Dlvres, Mosrovrrz,<br />
F. Polr-.Lcr, E. Srn.lrvsry (1930), BBnGrn,<br />
Par.irarlrn, SrRtlrsu¡ (1932), Lrcuorrn y A. TnÉ.<br />
vENARD y Joseeu (1933), CorroN (1984), H. Rocen<br />
y Ar;tnz y Perr,r,ts ( 1935), DÉcounr y Gurnenrw<br />
y DÉrr.q¡vcr, M. Sonr"rsxr (1932), Ércr,En, i Blr,-<br />
DERBAcK (1939), M. BBnror,er,{r DEL Rro (.Ig4A),<br />
H. Kr.rrx. G. R. Wlrrrxsorv (1941), H. Bexrrn y<br />
M. A. ENrr¡¡ y J. A. Dnunnront ( I94B), contribuyen<br />
con nuevas aportaciones al conocimiento de esta<br />
distrofía adiposa segmentaria.<br />
- Las aportaciones de Cou¡N y Erso GRenzow,<br />
Guutunn, van Lreuw¡N y von S¡nsó merecen igual.<br />
mente ser citadas.<br />
A. Gua.ror, en Italia, y J. S. Hannls y R. Rnrsnn,<br />
en los EE. UU., hacen constar que el número de casos<br />
registrados mundialmente asciende a I00 aproximadamente:<br />
el primero, el año 1934 y los segundos,<br />
el año 1940.<br />
. La mayor complejidad de la contribución extran-<br />
Jera en cuanto respecta_a la lip_odistrofia céfalo"toráclca<br />
progresiva no aminora, desde luego, lo hecho<br />
por los clínicos españoles.<br />
T¡Rlrrxorocí¡" y snroNrlrr¡. - B¡,nnequnn habló.<br />
en un principio, de atrofia del tejido célulo-adiposo<br />
o sea de lipoatrofia propiamente dicha. Más tirde,<br />
SrnroNs introdujo el nombre de lipodistrofia progresiva,<br />
aceptado universalmente, si bien con cieitas<br />
reservas, incluso por el propio BannLqunn. M¡nañów<br />
calificó el síndrome de lipodistrofia céfalo-torácica.<br />
Y Gnnnenzr, en formas atenuadas o menores, de<br />
lipodistrofia, progresiva superior, aunque Borssolsivas<br />
precisaría más y escribiría tan sólo lipoatrofla<br />
progresiva. De otra parte, se propuso la denominación<br />
de enfermedad de Simons por los autores alemanes,<br />
de enfermedad de Barraquer por los autores<br />
españoles (Mmñórv, L. CrnynR¡. y B. RoonÍcuoz<br />
AnIas) e italianos (PrNor) o de síndrome de Barraquer'Simons<br />
(Prcuox, Gu.uor, Feun, etc.).<br />
En realidad. como ha ocurrido muchas veces €n<br />
clínica, los términos resultan insuficientes o inadecuados<br />
y se ha tendido a modificarlos a través del<br />
tiempo. También inducerr fácilmente a confusión.<br />
dado el empleo harto frecuente de nombres propios.<br />
Como que se trata de una lipodistrofia segmentafia<br />
-con atrofia e hipertrofia coetáneas, casi siempre,<br />
progresivas o no-. las expresiones , atrofia del tejido célulo-adiposo<br />
o lipoatrofia, únicamente aluden al significado distrófico<br />
y atrófico del proceso adiposo y a su carácter<br />
progresivo, comunes ambos a varias enfermedades,<br />
con olvido de lo más singular, que es su distribución:<br />
atrófica en una parte del cuerpo (mitad superior,<br />
es decir, cara, cuello y tórax, no excluídos<br />
los brazos) y normal o hipertrófica en la otra mitad.<br />
lncluso, no muy contadas veces, cabe admitir la<br />
posibilidad inversa.<br />
. Por consiguiente, la particularidad segmentaria<br />
Tono XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
constituye lo genuíno del síndrome. Luego. M.rna.<br />
ñó¡v ha estado acertado -a juicio de muchos y<br />
entre otros, nosotros- al llamarla lipodistrofia cé.<br />
falo - torácica en vez de lipodistrofia progresiva.<br />
Claro está que cabe añadir" todavía, el adjetivo pro.<br />
gresivo, con el fin de detallar más o de ampliar el<br />
valor descriptivo de la expresión.<br />
Ese modo de especificar sería aplicable a la lipo.<br />
distrofia vera, autóctona o propiamente dicha, pero<br />
no a la incompleta, parcial o .<br />
En fin, de preferir los conceptos largos (en cuanto<br />
a términos) nos atreveríamos a proponer otro añadido,<br />
el de benigna. Con lo que se diferenciaría de<br />
otras afecciones lipodistrófrcas malignas o no benlgnas.<br />
Es natural que los autores españoles hayamos<br />
sido partidarios del sínónimo enfermedad de Barra.<br />
quer, para contrarrestar un algo la relativa injusti<br />
cia alemana que supone hablar de enfermedad de<br />
Simons, tanto más cuanto que restaba importancia<br />
a la observación sería el más correcto<br />
o ponderado.<br />
Desde ahora en adelante, tendría que haber coincidencia<br />
en el uso de sinónimos: ónfermedad de<br />
Barraquer-Simons o lipodistrofia céfalo-torácica,<br />
progresiva o estacionaria. completa o incompleta, y<br />
benigna.<br />
Str,IroM¡rorocíe. - Se produce una fusión gra.<br />
dual, pero rápida y extrema o completa de la grasa<br />
subcutánea de la mitad superior del cuerpo, incluso<br />
cle Jas extremidades braquiales. con conservación o<br />
aumento de la existente en la mitad inferior (generalmente,<br />
zona infraumbilical o a partir de la cresta<br />
ilíaca).<br />
Esta circunstancia disarmónica, esta deformidad,<br />
es Io más llamativo y lo más impresionante y, por<br />
ende, lo de virtud más señaladamente diagnóstica<br />
del trastorno. También su gran uniformidad (al<br />
respetar la forma normal de las extremidades).<br />
La progresiva desaparición del tejido célulo-adi.<br />
poso, motiva -de una parte- una excavación de<br />
las regiones temporales, el hundimiento de los ojcs<br />
en las órbitas y la ausencia de mejillas (por liqui.<br />
dación de la bola o bolsa de Bichat) con resalte del<br />
arco zigomático, o sea un estado de emaciación tan<br />
intenso de la cara (no igualado por ninguna enfermedad)<br />
que, perdida ya su redondez peculiar, semeja,<br />
al decir de los compañeros de la enferma clásica<br />
de Kiien, una .<br />
En el cuello y en los hombros, la falta del mismo<br />
tejido origina -de otra parte- una gran delgadez,<br />
con aplanamiento de los contornos deltoideos y fácil<br />
comprobación de escápulas aladas.<br />
Por último, en el tórax se llegan a diseñar de.ma.<br />
siado bien las clavículas, quizá el esternón y las<br />
costillas. No acostumbran a experimentar cambios
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> B. Roonícusz AnrA,s. - Lipodistrofia céfalo-torácica 299<br />
ostensibles, sin embargo, las mamas, aunque sí el<br />
tejido adiposo circundante.<br />
Y coincidiendo con lo apuntado o en estadios uIteriores<br />
de Ia evolución de la distrofia, se ve conser,<br />
vado, posiblemente aumenta, el depósito adiposo a<br />
nivel del abdomen, de la región lumbar, de las crestas<br />
ilíacas (sin verdadero monte de Venus, en ocasiones),<br />
de las nalgas (éste en grado extremo), de los<br />
muslos (con exclusión, alguna vez, de la parte anterior)<br />
y de las piernas.<br />
EI anormal reparto o distribución de la grasa es<br />
la causa lógica de una deformación extraña y por<br />
ello de una figura grotesca, cuyos aspectos caquéctico<br />
en la parte superior y florido en la parte inferior<br />
del cuerpo resaltan al primer golpe de vista.<br />
Así las cosas, atrae la atención de los clínicos una<br />
atrofia e hipertrofia segmentarias, superior e inferior,<br />
coetáneas o sucesivas, respectivamente.<br />
La piel, el pelo y las uñas y las estructuras subdérmicas<br />
(músculos, articulaciones y huesos) no se<br />
afectan en absoluto. La piel sigue siendo de grosor<br />
normal, elástica y móvil, muestra los pliegues habituales<br />
y se deja pellizcar o estirar ampliamente.<br />
En realidad huelgan; por innecesarios, la inspección,<br />
la palpación o cualquier otro tipo de examen, directo<br />
o indirecto (radiograÍia por ejemplo), del revesti'<br />
miento cutáneo y de los órganos subyacentes, en<br />
especial del sistema muscular y de la morfologia y<br />
estructura óseas.<br />
El término dermolipodistrofia carece de aplicación,<br />
pues, en las lipodistrofias.<br />
Destaca sobremanera) a pesar de todo, el hábito<br />
asténico, en la mayoría de enfermos.<br />
Una exploración neurológica rutinaria o sistemática<br />
(de la motilidad, de la reflectividad, del tono,<br />
de los movimientos involuntarios, de la sensibilidad,<br />
del equilibrio, de la coordinación, de los esfínteres,<br />
de los nervios craneales y periféricos, etc.); tampoco<br />
logra registrar signo clínico alguno, por lo menos<br />
decisivo, constante.<br />
Son escasos los autores que mencionan y atribuyen<br />
cierta representación a las parestesias (sensación<br />
de frío localizad.o en las zonas atróficas), a la<br />
desigualdad, viveza o policinetismo de reflejos, aI<br />
umbral de la excitabilidad eléctrica (en el electrodiagnóstico),<br />
por ejemplo, citados o encontrados en<br />
pacientes, de vez en cuando.<br />
!l<br />
psiquismo, normal en líneas generales, tiende<br />
a dibujar un puro cuadro depresivó, con astenia y<br />
histeza y quizá insomnio, melancólico o afectivo, si<br />
el factor constitucional, si la estética, influyen como<br />
motivaciones sobresalientes.<br />
Desde un punto de vista estrictamente visceral o<br />
somático, ningún sistema o aparato acusa síntomas<br />
comprobados repetidamente, para que quepa imputarles<br />
un significado específico. Por consiguiente,<br />
las lesiones valvulares, la miocarditis, los foóos pulmonares,<br />
etc., descritos, carecen de valor.<br />
Tan corrientes son las condiciones generales del<br />
organismo, que se citan casos de lipodistrofia pro-.<br />
gresiva y embarazo (Gn.lNzow), con partos a término<br />
y fetos sanos.<br />
No obstante, la inestabilidad del sistema nervioso<br />
vegetativo da lugar" con frecuencia, a trastornls<br />
funcionaler "tr ,rn sentido vasomotor ("o"g.;iiá;t"<br />
la cara o sofocos,,cefalea, sensación de ffio, "i;";sis<br />
de las extremidades, etc.), secretorio l.rrdoru"ia'<br />
pro{usa y universal o anhidrosis localizada "r, l"*<br />
axilas, seborrea, _quizá maloliente, rinorrea, etc.),<br />
,"tófi:: _ (sequedad de la piel, hipertricosis, cierra<br />
fragilidad ungueal, etc.), pigmentario (algunas ;;"chas<br />
cutáneas grises)_ 9 6ién digestivos (ptialisrno,<br />
bulimia o anorexia, hipoacidez !ástrica,'ierofagia,<br />
estreñimiento, diarreas profusas, etc.), circulatoiios.<br />
(taquicardia, bradicardia, arritmia, extrasístoles,<br />
hipotensión, etc.), respiratorios (ritmo anormal)L<br />
urinarios (poliuria u oliguria) o nerviosos (t"*b_lor,<br />
distermias, exoftalrnos, desigualdad prrpit"r,<br />
algias localizadas, emorividad e iriitabitid"á, ar.)r<br />
- La práctica de pruebas funcional., lrugorimpáticas<br />
(adrenalina, atropina, pilocarpin", -"o"uíi",<br />
ergotamina, etc.), es_decir, el examen del equilibrio.<br />
vago-simpático, puede conducir a la obterrción de<br />
resultados positivos. Y es que cabe evidenciar, ffiüchas<br />
veces, síndromes de hipertiroidismo (basedowiano),<br />
de hipotiroidismo (infiltración mixedematosa<br />
facial), de infantilismo genital y: por añadidura,<br />
de morfología anormal de la silla turca<br />
En el capítulo de las perturbaciones humorales:<br />
el metabolismo basal, de ordinario inalterado, pue-.<br />
de revelar la realidad de un hipertiroidismo ionc_omitante<br />
(latente o no), quizá con hipertrofia tiroidea,<br />
de un dispitituarismo o de un addisonismo<br />
(piel-bronceada, astenia, etc.); los análisis químicos<br />
de la orina, la presencia de uratos y dé glucosa;<br />
y la investigación de las constantes en la<br />
sangre, linfocitosis, eosinofilia, niveles discretamente<br />
altos de colesterol y casi nada en el nitrógeno, en<br />
el nitrógeno no proteico, en la urea, él ácido<br />
úrico, en Ia creatina, en la glucosa (a pesar "r,<br />
de las<br />
curvas glucémicas diabetoides halladas por algunos),,<br />
en el calcio y fósforo séricos, etc.<br />
Coulexzo y cuRso DEL pRocrso.-El comienzo<br />
acostumbra a ser del todo insidioso. y la desaparición<br />
. de la grasa subcutánea, gradual (casi ,^ur,"*<br />
lenta), importante y simétrica. Regularmente afecta,<br />
uno tras otro, a la cara, al cuello, a los hombros,<br />
a los brazos y al tronco, a razón -poco más o,<br />
menos- de 2'5 9m. por año (espesor-de los plie-<br />
ques_ de Ia piel). P-ero la atrofia puede quedar "orrfinada,<br />
sin extenderse o aoun ar, a Ia- cara y al<br />
cuello.<br />
Las -muje_res constituyen el símbolo usual del pri<br />
mer tjno de curso evolutivo y los hombres id<br />
segundo.<br />
En el transcurso_de ]a primera época de la vida,<br />
es decir, antes de la pubértad (S a tg afios 6 7 a<br />
l0 años), en plena crisis puberal o después (IS, 20,<br />
30 ó más años), empieza a dibujarse la deformación.,
ts00<br />
Mnotctxr ClíxIce<br />
Los casos de Rorc-RavENTós y Bnnror,Alll DEL RIo<br />
son precisamente infantiles. Con todo' no s9 alt91a<br />
la actividad glandular, ni siquiera en la función<br />
catamenial. Hásta los 42 años de edad se han visto<br />
casos verdaderos.<br />
El acúmulo peculiar de grasa en la mitad inferior<br />
del cuerpo (nó siempre global) representa la fase<br />
ulteriorr-puesto que tasi nunca precede o-resulta<br />
contempoiáneo el período o aspecto florido, carnoso<br />
y rollizo de lJ parte infraumbilical (excluídos<br />
los piás), de la emaciáción característica de la supra'<br />
umbilical.<br />
Esa desaparición gradual del panículo adiposo<br />
ha motivadi, justamente, el título de progresiva'<br />
Y no siempre, a pesar de todo,- result-a progresiva<br />
por deten"it" ".pántáneamente la evolución de la<br />
distrofia. Entoncós, ilega a establecerse bien una<br />
forma estacionaria, incómpleta, como hecho de con'<br />
traposiciótr a los oiro*; sucesivos y completos, de la<br />
atrofia-hipertrofia.<br />
El proóeso, con el tiempo, se hace interminable'<br />
Cuando una enfermedad intercurrente no mata a<br />
los pacientes, jamás se da -a la vuelta de años y<br />
más años- una verdadera caquexia, en el sentido<br />
integral de la palabra. Puede hablarse, nada más,<br />
de aspecto caquéctico de la cara.<br />
Lo^horrible y grotesco de la frgura, esa bárbara<br />
deformación, admite tan precario disimulo a esas<br />
alturas del curso evolutivo de la lesión lipodistrófica,<br />
que muchos enfermos se avergüenzan al com'<br />
pururi" con los demás (niños) y al mostrarse en<br />
pnUU"o o se ven obligados a -prescindir o bien a<br />
ibandorrar ocupacionei que demandan un cierto<br />
porte estético.<br />
FonM-q,s cLÍNIcAS.-De admitirse' como es de ri'<br />
gor, que la forma vera, típica y completa de la lipo'<br />
áirtrofio céfalo-tor ácica progresiva viene represen'<br />
tada esencial, constante y simplemente por una lipoatrofia<br />
superior y lipohipertrofia inferior (real o<br />
aparente)r'"* for"óto qt. llatttet' la atención y haya<br />
que tener en cuenta otras formas no clásicas, -p-ar'<br />
Jid"r, menos intensas, transitorias o reversibles'<br />
hasta atípicas, en una palabra menores (o )'<br />
ya sea porque aI periodo atrófico deje de.suceder<br />
át nipttoófiio, ,r, ,i.ru detención o prolongación anó'<br />
malas del curso evolutivo del proceso; ya sea por'<br />
ñ; prod,rr"u una inversión én el ritmo inmutable<br />
á" lu, ^do* fur"s características de la enfermedad,<br />
con una detención o prolongación anómalas' también,<br />
del curso evolútivo óambiado (hipertrofia-<br />
"rroi" en lugar de atrofi.a-hipertrofia); ya-sea' final'<br />
mente, porque se observe tán sóIo una d'e las dos<br />
citadas fases.<br />
Es natural, además, que se señalen ciertas va'<br />
riantes o modalidades en la circunstancia concreta<br />
á" fu distribución topográfica de la distrofia: p9r<br />
ejemplo, mayor o menor extensión y permanencia<br />
de la misma.<br />
Le sobra la raz6n a DI GuGLIELMo cuando pro'<br />
pone esta clasificación:<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
t. Formas completas. Lipoatrofia superior y li'<br />
pohipertrofia inferiór. Se trata, entonces, de las for'<br />
*"r - propiamente dichas, de lipodistrofia progre'<br />
siva ó dá üpodistrofia céfalo'tor ácica, en el sentir<br />
de B¡,nn¡,euER y StnaoNs.<br />
2. Formas incompletas: a) Lipoatrofia superior,<br />
sin tipohipertrofia inferior. Y es por- contraste, en'<br />
toncei, que pueden Parecer hipertróficas las t9g¡9'<br />
n.r ba¡á* dól cuerpo. Estas son formas, también<br />
bastantl clásicas, de lipoatrofia superior, en e! sen'<br />
tir primitivo de B.tnn¡.óurR, Y ó) Lipohipertrofia in'<br />
ferior de aspecto lipomatósicosin<br />
lipoatrofia -svsn¡¡¿lmente superior- P-or contraste, igualmente,<br />
cabría tomar como más delgadas las partes tuPf'<br />
riores del cuerpo. Dichas formas de lipohipertrofia<br />
inferior, indisóutiblemente merecen eI califi'cativo<br />
de clásicas, en el sentido de muchos antropóIogos<br />
y fisiólogos.<br />
" En resultaría harto forzado, quizá e-xce'<br />
sivo, este ""*bio, esquema de Grlr.l, {üe parte. de la baso<br />
de consid"r"i 1", zonas simétricas de adiposidad de<br />
Cr-nncreu (cuello, mamas' relieve abdominal, va'<br />
cíos y región lumbar, masa prepúbica, nalgas y<br />
muslos):<br />
l. Lipodistrofia céfalo'torácica, progresiva: forma<br />
típicá, clásica o completa. Lipoatrofia superior<br />
y lipohipertrofia inferior del cuerpo.<br />
2. Lipoatrofia superior (variedades céfalo-torá'<br />
cica o "éfulo-braquió-tóraco'abdominal, céfalo'bra'<br />
quio-torácica, céfa1o-braquial, cefálica y braquial),<br />
sin hipertrofia alguna.<br />
3. Lipohipertrofia inferior, sin atrofia alguna.<br />
4. Lipoatrofia inferior, con lipohipertrofia su'<br />
perior.<br />
5. Lipoatrofia inferior, sin hipertrofia alguna.<br />
6. Hemiobesidades.<br />
7. Lipoatrofias circunscritas, muy limitadas,<br />
únicas o múltiples, simétricas o asimétricas.<br />
B. Lipohipertrofi.as, también circunscritas y li<br />
mitadas, únicas o múltiples, simétricas o asimétri'<br />
cas, dolorosas o no.<br />
Nosotros quisiéramos llamar la atención, todavÍa,<br />
acerca de la existencia de ciertas hemihipertrofias<br />
adiposas derechas o izquierdas o bien de hemiatro'<br />
fias adiposas, también derechas o izquierdas, de<br />
tipo longitudinal, no transversal. Las hemihipertro'<br />
fias y hémiatrofias podrían observarse concomitantemente<br />
y en ocasiones, quizá con carácter transi'<br />
torio, quedar constreñidas a la cara.<br />
Si bien es verdad que DI Guer-lur,uo y Gnr,r,t, y<br />
con ellos Gult ot, llegan a abarcar en un mismo<br />
concepto clínico o nosológico todas las modalida'<br />
des descritas de lipodistrofias segmentarias, eI acú'<br />
mulo inusitado de formas incompletas o ,<br />
fisiológicas o patológicas y fronterizas o de confín,<br />
conduóe al riósgo, grave, de desdibujar lo esencial<br />
y privativo de la enfermedad de Barraquer'Simons,<br />
con pérdida por supuesto de la mejor fisonomía,<br />
casi patognomónica, de dicha afección o bien de<br />
hacef incluir otros casos de adiposidad localizada
Touo XV<br />
Núm. 5-tsso B. Ronníeunz Anl,rs. - Lipodistrofia óéfalo-torácica 301<br />
o limitada (cual la de la insulina, sobre Ia que ha<br />
insistido recientemente, en 1949, F. A. Kuunrn) y<br />
de lipomatosis, confundibles, aunque ajenos dei<br />
todo al morbo que nos<br />
- ocupa'<br />
"'<br />
Sin embargo, hemos querido<br />
alambicar un tanto al<br />
respecto, para así contrarrestar<br />
las posibles y probables<br />
descripciones de nuevas<br />
modalidades de la vieja<br />
en{ermedad lipodistrófica.<br />
Frc. l. - Observación<br />
uprínceps, de L. B.r.<br />
RRAQUER-RovI RAATA.<br />
FIc. 2.-Caso hereditario, de L. Brrauqurn'FrnnÉ.'<br />
Frc. 3.-Detalle de<br />
(caso anterior).<br />
Dt.tcwósrtco DIFEREN'<br />
CIAL.-A pesar de que las<br />
formas clásicas, típicas o<br />
completas, es decir, la lipodistrofia<br />
céfalo-torácica pro-<br />
o vera, c o n f a ses r'"". $;"iT:' "tff#"T'ü""rti:1:<br />
segmentaria, se diagnostique fácilmente, vale la<br />
pena de puntualizar<br />
al extremo los<br />
rasgos clínicos di-<br />
{erencIales.<br />
El aspecto de<br />
los lipo.distróficos<br />
se reproduce tan<br />
monótona e inconfundiblemente,<br />
que ni de cerca,<br />
ni de lejos, puede<br />
simularlo otra en-<br />
{ermedad clistró'<br />
fica. En efecto, la<br />
figura resulta grotesca<br />
y no precisa<br />
de diseños, ni de<br />
vinidad infernal y<br />
y pecho de mujer<br />
fotografías, para<br />
recordarla. Cabe<br />
imaginar lo que<br />
parecería una di-<br />
espantosa, con una horrible cara<br />
a lo Erinnis y caderas y muslos<br />
más que de ultra-Rubens,<br />
para que nunca mas se<br />
borre la impresión visual<br />
que determinan estos pacientes.<br />
Y, sin embargo, las formas<br />
raras: atípicas o incompletas,<br />
las que califrcaríamos<br />
de menores, de confín,<br />
de parciales, según los<br />
términos que uno prefiriera<br />
usar, complican un tanto.<br />
el proceso diagnóstico por<br />
faltar -ya desde el princi-<br />
Ia cara<br />
pio- esa impresión sobresaliente<br />
o peculiar de la.<br />
grotesca figura o cara horrible, poi ejemplo, que<br />
acabamos de seña,lar.<br />
Impresión debida. en parte, a la gran pobreza,<br />
incluso unidad, de<br />
síntomas. ir,<br />
Aparte de que :<br />
la suave transición<br />
entre lo fisiológico :<br />
y lo patológico (caracteres<br />
sexuales secunda<br />
rios, menopausia,<br />
edad en los ,<br />
hombres, etc,), en- i<br />
tre lo normal y<br />
anormal según las<br />
razas (Venus hoten'<br />
tota, facies judia,<br />
etcétera) y entre los<br />
distintos tipos de<br />
constitución morfológica<br />
a lo Bauer '<br />
(u. gr., predominio<br />
del asténico en España),<br />
que se esta-<br />
blece ion reservas,<br />
lnnumeras veces,<br />
obstaculiza de veras Frc' 4. Caso in{antil, de<br />
L' B,lnnequrn-F.nnnú. -<br />
,la delimitación de'<br />
esas formas de confín, pesadilla en una y más<br />
ocasiones.<br />
Creemos, por consiguiente, oue al pro-ceder a<br />
diagnosticar una lipodistrofia segmentaria_hay que<br />
p".rrua, siempre, en estas otras enfermedades-: ano'<br />
iexia nervioia, caquexia de Simmonds, caquexia<br />
lipodistrófica, hemiátrofia {acial progresiva, trofode<br />
Meige, atrofias circunscritas, lipomatosis<br />
"á"*u<br />
simétricas circunscrita.s<br />
(lipomas<br />
múltiples) o difusas,<br />
calcificaciones múl'<br />
tiples (calcinosis)<br />
subcutáneas, enfermedad<br />
de Dercum<br />
y ciertas distrofias<br />
miopáticas ({orma<br />
'acio-escápulo-hu-<br />
meral).<br />
La
302 Mrorcrn¡<br />
que falta la más elemental significación segmenta_<br />
ria. Además, acusan fenómeno-s y signos d"' írrdol"<br />
neurótica (mecanismo psicógeno) y pltuitarios (clí<br />
t-rgo=,_ humorales y rudiolagi"os). " y la considera_<br />
ción de los antecedentes personales permite destacar<br />
la existencia de una personalidad'psieopática, de<br />
F¡c. 6.-Caso de J. M.o prnno.<br />
un ambiente psicógeno, de una clara alteración enoocrlna,<br />
de una no fatal progresión morbosa a la<br />
lut*u, ,t1 que puede "o.ru"itirr"e "" ,"u"rri¡i" tu .r._<br />
rermedad, srquiera en el sentido de mejoría, de recurrirse<br />
a la actuación psicoterápi"u y-'u ""1 _rdi_<br />
cación causal. L. Cnnvon¿ ." h; o;";;" "1'' .rruchacona<br />
insistencia en precisar las características<br />
Frc. 7. _ Caso de B. Ronnícuriz_Anr¡s v<br />
J. Cu¡rnecrsqs.<br />
básicas de las hipofisopalías, nada comparables<br />
las a<br />
de olras distráfias. La seguridad, anle el enfer_<br />
*9, 4" que se trata de una psiconeurosis (anorexia<br />
t:lly]:i,. menral) o d" ,nu r"riJ"-nii"n.Jr"i" surrcrencra), 1;n_<br />
no siempre.cabe senlirla desd"<br />
mer<br />
el pri-<br />
momento. Ahora bien, a los efectos del diagnóstico<br />
diferencial<br />
"on<br />
Iá hp"dírt;;fi; "i-*por,u<br />
poco.<br />
Crí¡rrce<br />
Ton¡o XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
La caquexia lipo-distrófica, universal y no seg_<br />
mentaria, Ilamada de tipo pende_simmo.rds y tam_<br />
bién de naturaleza hipofisaria, constituye ,rrru uufgar<br />
variante de la anterior, harto ,,sui generis>,<br />
. Frc. B.--Caso publicado en Italia (Gu¡r,ol).<br />
¡l.or Io que se presta a contados errores prolesionales.<br />
I,a hemiatrofia facial progresiva, a la que tanto<br />
se han referido Mannun'c, Tturrio y,- roiiJ toa.,<br />
R. Wanr¡lrnERc y que tanto se Ir" t.riia"""""cuento<br />
F¡c,. 9--Caso prrhlicado en Canadá, tratado cñi_<br />
rurgrcamente (Blxren. Et.trrrv y Dnu¿lr¡.rono),<br />
para contribuir a desentrañar la patogenia<br />
lipodistrofia<br />
de la<br />
progresiva, se disting'ue- irl ,-Jnona".<br />
mucho., Pese a-que las formas a.'t;fouironl tu"iut<br />
to sea [as e'ectlvamenle lipolíticas) induz:rn a pen_<br />
sa_r en el proceso atrófico iotal, bien qrr" frrrdum.rr.<br />
talmente<br />
i."o,,<br />
y el curso progresivo r".bi¿;;"á;<br />
rooos modos el atectar a los huesos, el abarcar la<br />
totalidad de tejidos de la cara, la ,ingula.iJad d"
I<br />
I<br />
F<br />
Tomo XV<br />
Núm. 5-<strong>1950</strong> B. Roonícurz Anres.-Lipodístrdfia céfalo-torácica<br />
resultar hemilateral, su origen hereditario o congénito<br />
y la {alta de generalización, inmediata o<br />
lardía, lo destacan sin esfuerzo.<br />
En el trofoedema crónico y segmentario de Mei-<br />
Frc. 10. - Caso tle (anorcxia nervosaD (o psíqt¡itla) (li.<br />
XInl y B. Roonícu¡;z-Anrls).<br />
ge, la distroÉa adiposa -que se nota en los miembros<br />
inferiores. al estilo de la enfermedad de Barraquer-<br />
va acornpañada de retención o frjación<br />
de agua (edema blanco, duro e indoloro) y progresa<br />
disto"proximalmente, ell uno o en ambos lados,<br />
hasta un determinado límite caprichoso.<br />
Las atrofias circunscritas. de observación habitual<br />
en nuestros días por el uso nada restringido de<br />
la insulina y su indiscutible valor causal, inicial,<br />
evolutiva y sintomatológicamente, además de los<br />
antecedentes que quepa recoger, difieren, a no dudarlo,<br />
hasta de las imprecisas {ormas .<br />
Lo mismo ha de decirse de las lipomatosis, por<br />
la noción de herencia, por la simetría poco menos<br />
Frc. l2.--Casos de adiposidad hipofisaria (B. RoonÍcunz'AnI¡s).<br />
303<br />
que perfecta de los .<br />
tumores lipomatosos, por la<br />
ausencia de verdaderas lesiones atróficas e hipertróficas<br />
y segmentarias de la grasa subcutánea, por<br />
ios signos de naturaleza histológica (biopsia de los<br />
tunrores), por la coetaneidad de otras perturbacioncs<br />
y por el curso francamente benigno, aunque<br />
estacionario, incluso en las lipon'ratosis más difusas.<br />
Desde que Kuzwlrsrv y Mar-cnIoR, en 1916,<br />
revelaron su caso, hoy sobradamente comentado, de<br />
calcinosis múltiple, conviene no olr.idar la existen-<br />
|rc. ll. - Caso de caquexia hipofisaria (tipo Simmonds),<br />
tratado (L. Cnnvrn¡ y colaboradores).<br />
cia de dicha lesión subcutánea. Los nódulos pétreos<br />
variados que Ia individualizan, complejo sindrómico<br />
al margen de Ia lipodistrofia, pueden sobreañadirse<br />
a ésta, en obserüaciones, desde luego excepcionales,<br />
de lipodistrofia y liponecrosis o calcinosis.<br />
En cuanto a la<br />
enf ermedad de<br />
Dercum o adiposis<br />
dolorosa, el<br />
porte de los que<br />
la sufren, coll<br />
enormes y desbordantes<br />
masas de<br />
grasa erl no Pocas<br />
zonas del cuerpo,<br />
sin topografía<br />
segmentaria alguna,<br />
las algias espontáneas<br />
y a la<br />
presión de los engrosamientoslipomatosos,<br />
que hay<br />
que averiguar o<br />
descubrir en un<br />
correcto interroga-<br />
torio y examen clí.<br />
nicos, la predispo<br />
sición familiar a<br />
padecer la distro-<br />
Frc. 13. - Caso de li<br />
pomas múltiples simétricos<br />
(8. RoonícuBz-<br />
Anr¡s).
304 MrnrCrrv¡<br />
fia y su comienzo y curso evólutivo,'por lo menos,<br />
no coinciden con lo atribuído a la lipodistrofia progresiva<br />
qüe nos interesa. Si bien es cierto que cásos<br />
de muy simple lipomatosis difusa y simétrlca, ape-<br />
FIc. l4.-Casos de adiposidad o lipomatosis difusa simétrica, dolorosa (tipo<br />
Dercum) o no dolo:-osa (L. Cnnvru y colabor.adores).<br />
nas deforme ni dolorosa, representan una forma<br />
confundible" quizá fronteriza.<br />
_ Por último, algunas distrofias miopáticas, evidenciables<br />
en partes del cuerpo interesadas por la<br />
Frc. 15.-Caso de lipc,matosis<br />
o lipohipertrofia<br />
in{erior, tratado<br />
(L. Bannequrrr-FrnnÉ).<br />
municadas por algunos<br />
general y diagnóstico.<br />
lipoatrofia céfalo-torácica,<br />
cual la forma Landouzy-Dejérine,<br />
pueden dar lugar a<br />
errores diagnósticos. Por<br />
la localización de la distrofia<br />
y la coexistencia de atrofias<br />
e hipertrofias, más que<br />
nada. En fin de cuentas, lo<br />
muscular marca la diferencia.<br />
Tanto más cuanto que<br />
se altera la motilidad, la<br />
reflectividad, la excitabili<br />
dad eléctrica, el metabolismo<br />
de la creatina, etc. y<br />
que no pasa jamás por alto<br />
un origen heredo-familiar<br />
o congénito, un
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> B. Roonícunz Anr¡,s. - Lipodistrofia céfalo-torácica 305<br />
. Realmente, deja de darse la desaparición del tejido<br />
adiposo de los órganos internos, como temían<br />
BorssolvNes y otros.<br />
Desde un punto de vista estrictamente microquímico,<br />
no se aprecian variaciones cuantitativas y<br />
cualitativas en la grasa de unas y otras regiones<br />
cutáneas.<br />
El epidermis, el dermis, las glándulas y los vasos<br />
y los nervios cutáneos se encuentran intactos. Las<br />
discretas atrofias de glándulas sudoríparas, la infiltración<br />
linfocitaria cutánea y el espesor de la trama<br />
conjuntiva" descritos por M¡n,qÑóN y Ár,venrz-C¡'scos,<br />
carecen de valor.<br />
EuorocÍ,t.-Múltiples factores han sido incriminados<br />
como causales, por lo que ha de declararse<br />
ésta del todo imprecisa.<br />
Es incuestionable que la lipodistrofia progresiva<br />
se ve casi tan sólo en el sexo femenino: 89 muje'<br />
res por cada 30 hombres, para unos; 51 por 21,<br />
para otros. En efecto, así es y quizá más, todavía,<br />
al citarse siempre los pacientes masculinos como<br />
excepcionales. BERnaguun, M¡n¡.Ñórv y nosotros,<br />
por ejemplo, no contamos con hombres en nuestras<br />
estadísticas. Se trataría, por consiguiente, de una<br />
disposición morbosa relacionada con las singularidades<br />
morfológicas de la feminidad.<br />
Muy probablemente la atrofia constituiría un<br />
¿tributo esencial de la edad involutiva, si excluyé'<br />
rámos la hipertrofia concomitante.<br />
Cabe revelar su existencia en la mayoría de países,<br />
sin excepción alguna a todos los efectos.<br />
. En fin, para la mayoría de autores, resalta la<br />
ausencia de predisposición hereditaria, sea vulgar<br />
predisposición racial o amplia tara neuropática.<br />
Con todo, B,tRnlquER describe el caso de una epilepsia<br />
genuína asociada y de una herencia directa<br />
homóloga en tres generaciones. P¡nrcs 'WrsrR se<br />
muestra de acuerdo con é1.<br />
Las formas clásicas de la enfermedad no abundan.<br />
El supuesto de que las lipodistrofias segmentarias<br />
sean la resultante ulterior de una anomalía local<br />
congénita, de un antiguo defecto (lipodisplasia) ra-<br />
'dicado en los centros diencefálicos, tan fáciles de<br />
admitir, convence a contados clínicos.<br />
La hidrocefalia, la meningitis basal, una inervación<br />
autónoma desequilibrada por un mecanismo<br />
infeccioso, pueden figurar como agentes causales<br />
más que probables.<br />
. Y es que las infecciones, meramente intercurrentes<br />
o no, forman parte con demasiada frecuencia {e<br />
los antecedentes personales de los lipodistróficos y<br />
ocasionar, en su raiz, un desequilibrio neurovegetativo<br />
y, a través de éste, la distrofia. Las infecciones<br />
óticas y respiratorias, la gripe, la neumonía,<br />
el reumatismo agudo y el sarampión destacan entre<br />
las demás. Como también las específicas: sífilis y<br />
tuberculosis.<br />
El establecimiento del ciclo menstrual y la menopausia,<br />
los embarazos y un traumatismo accidental<br />
podrían perturbar, del mismo modo, las funciones<br />
diencefálicas anómalas.<br />
Vale la pena de advertir que bastantes lipodistrofias<br />
a lo B.qnnAeuER-SrMoNS, s€ desarrollan conjuntamente<br />
con enfermedades endocrinas, tales como<br />
hiper e hipotiroidismos, addisonismos, obesidades<br />
tipo Dercum o tipo Fróhlich, diabetes, etc. Por<br />
lo que, en un razonamiento lógico, la hipófisis, la<br />
tiroides, las gonadas, la glándula pineal y el hipotálamo,<br />
se llegan a considerar como el punto de<br />
partida, etiológicamente, de las mismas. De poder<br />
hablar de un centro regulador de la distribución<br />
de la grasa, no ha de inferirse forzosamente que<br />
sea el responsable de la génesis de las distrofias<br />
especiales.<br />
Perocpll.r.-Por la intervención de tres mecanismos<br />
diversos cabría explicar el desarrollo de esta<br />
extraña enfermedad:<br />
a) Mecanismo endocrino.-Bastantes autores<br />
creen que la tiroides, la hipófisis, las gonadas o incluso<br />
la propia glándula pineal determinan el brote<br />
distrófico localizado, porque son ostensibles -de<br />
ordinario- las perturbaciones endocrinas o bien<br />
cuanto dependa de lesiones verificables, en mrís y<br />
más casos. Los síndromes hipertiroideos cuentan<br />
para MlneñóN (20 por 100 de observaciones de<br />
hipertiroidismo coinciden con lipodistrofias, iniciales<br />
o marcadas y típicas) y otros autores (Zrccrnn,<br />
SrrRrrNc, etc.). El hipoovarismo, para algunos. Lo<br />
genital, lo tímico y lo epifisario tendría, en última<br />
instancia, una significación secundaria. Hasta el metabolismo<br />
basal puede aparecer aumentado (hipertiroidismo<br />
latentó), "n proporciones consideraÉles,<br />
dg, un 70 por 100 (para Conrx), sin que su_corre-cción<br />
suponga una mejoría directa de Ia distrofia<br />
adiposa, como fenómeno natural.<br />
Signos radiológicos patológicos o tan sólo sos-o<br />
pechosos a nivel de la silla turca y síntomas netamente<br />
pituitarios, se dan con demasiada frecuencia<br />
para poder considerarlos como del todo fortuitos.<br />
La gran preponderancia de la lipodistrofia en la<br />
mujer, la exageración habitual de una adiposidad<br />
subcutánea en la menopausia, la aparición de los<br />
signos patológicos en la pubertad, etc., obligan a<br />
atlmitir el posible papel que juega la glándula ováirca,<br />
en parte por exceso de foliculina (¿exceso serundario?).<br />
Las conexiones de la glándula pineal con un centro<br />
regulador del metabolismo graso (morfología o<br />
morfogénesis adiposa) sito en el hipotálamo, no<br />
deben tampoco olvidarse.<br />
No cabe discutir, de otra parte, que la producción<br />
de hormonas influye sobre la nutrición de los<br />
tejidos, especialmente del conjuntivo. Y no menos,<br />
también, del tejido nervioso. Acentúa, incluso, disposiciones<br />
constitucionales (colaboración cromosomo-endocrina).<br />
La lesión principal liberaría (clásico fenómeno<br />
de liberación) a otros centros inferiores subordina-
306<br />
dos y engendraría hiperactividades y disfunciones<br />
francamente secundarias.<br />
La distrofia adiposa depende, despué-s de todo, de<br />
lesiones glandulaies múltiples, asociadas, por añadidura,<br />
a otras Perturbaciones.<br />
Y ú lipoatrofia y la lipohipertrofia simultáneas<br />
quedan sin explicu"iótt plausible -en contra de las<br />
a'diposit geneializadas, és decir,.de las no segmen'<br />
tarias- Jl *"rg"r, de una participación neurológica<br />
iftip"t"f"t"i;;ib" ésta depe,tderiatt las adiposis re'<br />
iiottul.t y el acúmulo o trasposición de masas grasas<br />
en el organismo.<br />
No resulti clara, por tanto, la constancia de le'<br />
siones, ni sus relaciones, para deducir un inconcuso<br />
origen endocrino de la enfermedad de B,arraquer'<br />
Ul Mecanismo nervioso.-El contenido vago'<br />
,i-pati"o de la sintomatología_ funcional referida<br />
;;;'i;; enfermos, como tanibién la frecuencia de<br />
i"*li"dot positivos cuando se practican , pttt:lut<br />
farmacodinámicas vegetativas (la de la adrenalina<br />
Mnnrcrxl Clíxrce<br />
y U a" la atropinu, ,obt" todo)- y las correlaciones<br />
ándocrinoneurovegetativas que llegan a establecerse<br />
""-"tg"iau, fuoorE.en una explicación en la que el<br />
factor" nervioso genuíno (y no el endocrino' como<br />
;;il;ti", y el uJg"tativo, como- secundario) desem-<br />
'p"f"<br />
"f ú*"f eseícial, más cuanto que el eje<br />
-tanto<br />
""r"btoe.pinal se considera intacto'<br />
-"<br />
i; con los mecanismos patogénicos<br />
"";paración<br />
del vitíligó y d" la esclerodermia aparece como muy<br />
elocuente.<br />
De nuevo, en la patogenia de afecciones raras'<br />
* hu uchacádo al hipotilamo sus incalcula-<br />
-con<br />
li"t de regulaciótt metabólica o del trofismo<br />
v en """,tos este caso el d""l ,ecumbio adipoto.-
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Blnnlqusn-Bonn¡s. - Actividad neuromuscular 307<br />
atribuíble a la alteración adquirida en las reservas<br />
nutritivas de las grasas.<br />
En fin, no hay que dejar de lado el grave inconveniente<br />
que supone el estudio a fondo de una enfermed¿rci<br />
larga, penosa, por cuanto cabe qug termine<br />
ilrfructuosamente antes de que concluya el<br />
proceso.<br />
Thar.tlllsNro.-A decir verdad, ha de consid.erarse<br />
como de resultados nulos, sin atenuantes.<br />
La distrofia puede experimentar detenciones espontáneas;<br />
pero jamás se ha dado la circunstancia<br />
de reversibilidad, como no sea, a veces, la disminución<br />
discreta de la hipertrofia. La atrofia resulta<br />
del todo inmodificable.<br />
Seguidas_ de fracasos, se han ensayado medicaciones,<br />
específicas o no, de la supuesta infección causal.<br />
En los dominios de la farmacología pura, la inmensa<br />
mayoría de tónicos generales, de vitaminas,<br />
de extractos glandulares (por ejemplo, de tiroides,<br />
de_ hipófisis y de ovarios) y de hormónas al uso, han<br />
sido prescritos. Ha tenido buena aceptación, a título<br />
de cura de engorde, la insulina.<br />
Entre los agentes físicos, el sol, la ltz ultravioleta,<br />
la electricidad en casi todas sus aplicaciones generales,<br />
el masaje, los baños, las duchas, etc., han sido<br />
manejados inútilmente.<br />
,También han merecido gra_n atención, el reposo<br />
en cama y la dietética, con sobrealimentación, érp"cialmente<br />
de grasas.<br />
Pero las secuelas, que- piantean problemas dp,índole<br />
económica (al résultar poco ir"rro, que imposibles<br />
determinados trabajos), social (al reduci, la<br />
convivencia fácil), psicológico o hasta psiquiátrico<br />
(complejo_ de inferioridad), obligan a tómár precisas<br />
medidas terapéuticas. aunquó el modo de conducirse<br />
de los pacientes sea n-orrnal a todas luces.<br />
Por ello la cirugía estética ha tendido a corregir<br />
el aspecto horrible de la facies de algunos lipod-istróficos.<br />
Cabe inyectar e hipodérmicamente,<br />
grasa humana o parafina. Y también hacer injertos<br />
de derunis, dermis y grasa, de fascia lata o de ámbas<br />
cosas, pequeños y grandes. Se han practicado, en<br />
fin, injertos aloplásticos (de resinas acrílicas o de<br />
tántalo). Los resultados, a la larga, parecen poco<br />
agradables por su reabsorción posible. Aparté de<br />
que los peligros derivados de una mala fijación de<br />
la pieza, de una hemorragia o de una infección ulterior,<br />
no siempre pueden obviarse, aun con técnicas<br />
esmeradísimas.<br />
CoNcr,usróN.-La enfermedad de Barraquer es<br />
de las que se describen bien, suficientementg desde<br />
los puntos de vista sintomatológico y anatómico,<br />
pero resulta imprecisa en cuanto a datos etiológicos<br />
y mecanismos patogénicos, siendo así que el estudio<br />
de la misma apasiona a neurólogos y endocrinólogos,<br />
por los problemas que llegaría a solucionar<br />
el conocimiento exacto del origen y desarrollo íntimos<br />
de tan singular distrofia segmentaria.<br />
Brsr.locnerÍA,<br />
I3eHrnqurn-RovrRAr.IA, I,.-Historja clínica de un caso de atrofia<br />
dc,l tejido cé ulo-aditr-pso. F-olleto. Ilarcelona, rgoó.<br />
Ref. sNouvrllc trconographie de la salpétri¿re), tomo XIX, r9o7<br />
Rcf. qNcurolcgischtS Ccnrra baltr, 26, n.o zz, t6 norr. rgoi.<br />
Un caso de distrofia adiposa jureni,l, , año IV 1r^.o z4),. tomo IV (n.o 4). r5-Xl-.r93o.<br />
Lyrrodystrophie progréssive (syndfome le Rarraquc'r-Simons).<br />
cl'a Presse Médica €D, 43o année, n.o 86 26 octobre 1935.<br />
Pathogenesis oI l'rogressivc Cbphalotho¡etic I.yfJodystrophy<br />
(Barraquer's DiscaSe) . s'I'he Journa, of the Nervous and l\Iiental<br />
I)iscascs, vol, ro9, n.
308 Mnorcncl Crí¡crcr<br />
cuyo recuerdo preside esta Reuni6n, aportó una contribucíón<br />
personal más señal,ada es eI de Ia, contracción<br />
idiomuscuhar. Cuando el 4 de junio de 1922,<br />
ante la Real Academia de <strong>Medicina</strong> y Cirugía de<br />
Barcelona, presentó su memoria sobre el valor semiológico<br />
de dicha contracción, dió a conocer un<br />
modelo de trabajo clínico, basado en una larga experiencia<br />
personal, pacientemente recogida, lúcidamente<br />
interpretadu y objetivamente expuesta *. En<br />
él señala L. B¡nneeuER-RovTRALTA de una manera<br />
clara y taxativa la distirrción que debe hacerse entre<br />
Ia,s respuestas rnuscuJares media¡izad,as por el sistna<br />
naraioso y las id,iomuscula,res, süuando es'M<br />
distinc,íón con todo su udlor y su signílbación semiológica<br />
en el cúnpo d,e la <strong>Clínica</strong>.<br />
En nuestra presente contribución procuraremos,<br />
siguiendo la directriz que él marcó, abundar en esta<br />
diferenciación entre ambos tipos de actividad muscular,<br />
yendo a buscar sus raíces al campo de la<br />
Fisiología, razonando sus modificaciones en el de<br />
Ia Fisiopatología y exponiendo la significación semiológica<br />
de las mismas para poderla utilizar con<br />
el sentido diagnóstico de la <strong>Clínica</strong>.<br />
Indicamos en nuestro enunciado que nos ocuparemos<br />
de la actiaidad muscular prouocadq y antes<br />
de seguir adelante es necesario que nos detengamos<br />
a fijar la significación conceptual y la extensión que<br />
hoy damos a este título. No usaremos el término<br />
actividad en el sentido organizado y superior que<br />
le da WelzsecrrR, no porque nos enfrentemos con<br />
su manera de pensar, sino-simplemente-porque<br />
nos interesa aquí otra acepción de esta misma palabra.<br />
Por actividad muscular entenderemos la actuación<br />
funcional del músculo, el mero hecho de<br />
que éste entre en función. Y como que la función<br />
muscular es contráctil, el concepto inespecífico y<br />
genérico de actividad vendrá a corresponder al específi.co<br />
y particular de contra¿ción.<br />
Tal actividad muscular podrá o no acompañarse<br />
de trabajo en el sentido de la Física, ya que, como<br />
es bien sabido, la contracción isométrica no conlleva-contrariamente<br />
a la isotónica-trabajo muscular.<br />
En cuanto al vocablo proaocada acordaremos<br />
emplearlo en una acepcün conuenid^a, útil para nuestros<br />
fines. Toda provocación sugiere un agente provocador-estímulo-que<br />
condiciona una respuesta.<br />
Los estímulos que recibe o puede recibir un músculo<br />
son múltiples. Y puede decirse que todos ellog,<br />
siempre y cuando sean suficientes-sobrepasen un<br />
determinado umbral-, inducirán como respuesta<br />
una contracción. El músculo, en efecto, está constituído<br />
por un tejido diferenciado que, de acuerdo<br />
con tal diferenciación, responde al estímulo mediante<br />
una contracción. Tal contracción es el único<br />
lenguaje con el cual el músculo puede responder al<br />
estímulo (dejemos ahora la cuestión de si puede<br />
haber estímulos inhibidores y el problema de la inhi'<br />
I ¡lsta memoria -
Tomo XV<br />
Núm. 5'<strong>1950</strong><br />
pues, de un concepto netamente clínico, cuya fisiopatología<br />
y semiología pretenderemos ahonáar.<br />
Decimos /c percusión y no su percusión<br />
músculo-1 ya que para que tal peicusión sea -del pro-<br />
lo me-<br />
vocadora de respuesta no es neceiario<br />
nos para determinado tipo de respuestas-, -por que recaiga<br />
precisamente sobre la masá muscular. Basta<br />
que sea una percusión que soli.cit'e la respu,estw del<br />
músculo, aplíquese donde se aplique, para que reclame<br />
nuestra atención.<br />
Digamos finalmente, y ya que hemos citado más<br />
de una vez la palabra rcspueita, que por tal entenderemos<br />
aquí toda contracción obtenid,a dt. amparo<br />
de las condiriones de prooocae.ión a las cualeg nos<br />
hemos venido refirendo.<br />
II. Esruuo Frsroparolócrco DE LAS REspuESTAs<br />
NEUROMUSCULAR E IDIOMUSCULAR.-DCSgIOSATCMOS<br />
este capítulo de razonamientos fisiopatológicos en<br />
varios apartados.<br />
A) Fund,arnentos.-Todo mús,cuJo esquelétíco está unido<br />
al sístdma neraío'so por medio iIe conexiones aferentes y<br />
elerentes (dejemos de lado el hecho de que en algunos<br />
pocos no hayan podido identificarse terminaciones aferentes).<br />
Aquéllas parten del músculo e informan al sistema<br />
nervioso sobre ciertas condiciones del estado de aquéI. Los<br />
puntos de partida son los receptores u órganos termínohes<br />
ánulo-espiral y arborescente -huso de Kühne-. Estos<br />
órganos son elerentes d,e traccíón y son específicamente estimulados<br />
por la elongación, por la distensión, por el estira.<br />
miento pasivo del músculo. Sólo muy raras veces son estimulados<br />
por Ia contracción activa de éste (estimulación supramaximal<br />
del nervio motor) y es dudoso que lo sean en cotrdiciones<br />
fisiológicas. Están situados ,ren d,eria,ncíón> (FutroN<br />
y P¡-Suñnn) respecto a los elementos contráctiles activos<br />
del músculo. Su esümulacíón tíene por resultad,o una<br />
contracción ret'leja, un acortamiento, d,el propio rnúsculo<br />
estimulado. A esta respuesta mediatizada por el sistema<br />
nervioso y que tiene su punto de partida -receptor- y<br />
su punto de expresión -efector- en el tnistno tejido, en<br />
el mismo músculo, se la denomina respuesta refleja- o reflejo<br />
propíoceptíao.<br />
En los tendones de los músculos oxisten otros receptores,<br />
colocados (en serie,n (Fur,rou y Pr-Suñrn), respecto^ a los<br />
elementos contráctiles y gue ion sensióIás "'ta ieis¡¿i,<br />
no distinguiendo entre activa y pasiva. No nos interesan<br />
hcy mayormente. Se interpreta-qüe actúan como ¡nn¡,biiores<br />
aütógenos orlgilando regulaciones que tienden a dis-<br />
¡ninr¡ir Ia intensidad de la tensión "n ei músculo.<br />
El érgano termínal efector nervioso en relación con el<br />
músculo es la llama da placa motrí2, a través de la cual se<br />
expresa la influencia de la uía linat común. A través de ella<br />
se ve solicitada Ia irritabilidad del músculo y su contractibilidad<br />
es despertada. originándose así la cóntraccíói, ja<br />
sea aohtntaría, ya sea la llamada refleja.<br />
En condiciones normales, pues, eI músculo esque-<br />
Iético está, y trabaja en íntim,a conetcióru con eI- sistema.<br />
neraioso. Esta conexión es establecida por un<br />
doble sistema aferente y eferente que correiponde<br />
(SnennrNcron) a los mümos segrtantos medila,res,<br />
y a través de ambos sistemas el músculo entra en<br />
relación, no solamente con dichos segmentos, sino<br />
con la totali.d,ad,, dinámica y actuante, del sístema<br />
neraio'so. Este puede así inscribir en cada uno de<br />
los músculos esqueléticos la impronta de su momento<br />
funcional.<br />
Pero el músculo puede ser solicitado a la con-<br />
L. Bennegurn-Bonn¡s.-Actividad neuromuscular<br />
309<br />
tractibilidad, en virtud de su irritabilidad, no solamente<br />
a través del órgano efector neuromuscular,<br />
sino-_también por otros uruces. Bien es verdad que<br />
aquél es el camino especifico, pero no es el únióo.<br />
Y entre los otros puede estar la misma acción mecá,níca<br />
del rnundo exterior.<br />
Ahora bien, esta autonornía que el sistema ner_<br />
vioso concede al músculo para póderse contraer solicitado<br />
por estímulos que él no-vehicula, no es una<br />
libertad completa. El rnúsculo esquelético en todo<br />
momento adapta su actividad funcional al control<br />
nervioso, en el grado en que este sistema se lo concede<br />
precisamente en aquel momento determinado.<br />
De este modo, Ia antiaid,ad func,ional det rnúscuJo<br />
sano con sus conetciones intactas o depende directamente<br />
del sistemn neraioso o está limítada y modulada<br />
-superuisad,a- por é1.<br />
La musculatura esquelética, pues, siendo el órgano<br />
de expresión más importante del sistema nervioso<br />
de la vida de relación, permanece siempre en<br />
íntima conexión y subordinación a éste, formando<br />
con él vn si,sú6nxd, eÍect'or ,armónico y hasta cierto<br />
punto unitario.<br />
B) Respuesta id,iornuscular y respuesta neuroffLuscular.-Si<br />
estimulamos mecánicamente un músculo<br />
para obtener lo que hemos convenido en llamar actividad<br />
muscular provocada, siempre y cuando el<br />
estímulo sea suficiente, pueden ocurrir dos eventualidades<br />
y con ello dos clasqs distintas de respwesta:<br />
l. Que el estímulo mecánico determine una d¡¡tensión<br />
--súbita- del músculo y despierte así la<br />
capacidad receptora del htuo de Kühne. En tal caso<br />
aparecerá -después de un tiempo de latencia-una<br />
contraccíón del rnism,o deserucad,enad,u a traaés d,el<br />
sistenza neraioso. Se tratará de una respuesta refleja<br />
neuromwcLcl&r, de un reflejo, en el sentido clásico<br />
de la palabra. EI sistema, a,natóIni"o y funciona,l<br />
mús c uI o- s k t em a ne r u ío s o - mús c,ulp p r op o r c io na, plres )<br />
al ser de este m,odo ,estilnulad,o, trrw respuesta relleja.<br />
2. Qu" el estímulo despierte directamente lal<br />
irrítabíIidad propia del músculo y ponga de este<br />
modo en march a su contractibilíd,ad,. En tal caso<br />
nacerá una respuasta local, no mediatizada por el<br />
sistema nervioso, una respuesta que no es refleja,<br />
sino id,iomuscu)lar.<br />
Éstas son las dos clases de respuestas. Estas son<br />
las dos clases de contracciones prorrocadus, en el<br />
sentido que hemos señalado. Y no puede haber otras<br />
que estas dos. Si hacemos abstracción de las posibles<br />
respuestas inhibidoras originadas etr los érganos<br />
tendinosos del Golgi, todas las respuestas<br />
reflejas del músculo esquelético están mediatizadas<br />
por la estimulación del complejo neuro-muscular<br />
ánuloespiral-arborescente, mái brevemente denominado<br />
huso de Khüne. Y las que no son reflejas<br />
son idiomusculares.<br />
Creemos necesario insistir en que el estímulo mecánico<br />
al cual nos referimos en nuestro estudio es
310<br />
Msorcrw¡ Cr,íxtcl<br />
la percwión meilinttte eI m'a,rtillo de refleios, y :obre<br />
todo, en que entendemos por estímulo mecánico<br />
de un músculó, no necesariamente la percusión gue<br />
recae sobre é1, sino ln peratsíón qtrc Ie estimula,<br />
recaiga donde recaiga. Es decir, definimos el estírntrlJpor<br />
sus electoi d" tul, no por su<br />
-topografía'<br />
Y aqui resalta una clara diferencia entre la respuesta<br />
,r".rio-,ltcular y la idiomuscular; mientras que<br />
para ésta la percusión estimulante debe- ejercerse<br />
uobte el propió músculo, para el caso de la respues'<br />
ta neuroinuscular es útil toda percusión, toda ma'<br />
niobra, que determina una distensión súbita del<br />
múscuÍo [,r" tto" interesa, porque es esta distensión<br />
en sí misma el estímulo esPecífrco.<br />
Recapitulando, pues, nos proponemos descrihjr<br />
d,os clÁes ,o üpós -d,e respuestus o cpnlrocciones d'el<br />
Ár*ru,to próaocad'as por uolantad' del<br />
"rquáIéti"o,<br />
explorador:<br />
i. La respuests' o coüracción relleia .o<br />
nfu:'o'<br />
muscular, q.r" Ja respuesta propiocdptiua infor'<br />
mada a táaés ", d,el sistenlls' neruinso (tnúsculo'sis'<br />
tema neraíoso'músculo)-<br />
2. La respwesta, o con'tranción' i'diomuscu)ar, au'<br />
tóitona y pio'pia ilal múscuJo, pero moduJa'<br />
"yy1<br />
i¡An ü*üi¿" indirectamente grarluada por el<br />
sistema<br />
"=rá nervioso.<br />
El primer tipo de respuesta es, como sabemos,<br />
una respuesta específi'ca - a los estímulos de trac'<br />
o i" distensión del músculo, recogidos por<br />
"i¿" órganos receptores apropiados' Para poder com'<br />
prE td", las característicás de esta respuesta<br />
,será<br />
lonveni"nte que desgranemos rápidamente los datos<br />
fundamentalei que han informado sobre su natura'<br />
leza 1' características.<br />
C) Aclquisición tle los d'atos lundd'nxentales<br />
acerca del<br />
,ril¡o--ir--iitr"ión. En 1860, Bnoxncrnsr saccíonó las<br />
A"á, pisteriores en - una rana preparada y determinó.de<br />
;;-;;d" tn alargamiento *la en lós múscuJos correspondieni"..<br />
Á.i demástró participación del sistema nervioso en<br />
el -- tono muscular.<br />
fn fSZ¿, Enn, y en lBT5, We srrnlr-r describieron el he-<br />
"ho q,r" "i p.i-ero de ellos califrcó d'e -"fenórneno .d'e.Ios<br />
tend,oies> y que posteriormente ha sido llamado casi siem'<br />
pt" -rrritt"í"'t"nriínoro,, \
Toruo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Benuqunn-Bonoes. - Actividad neuromuscular 311<br />
do que todos ellos son reflejos muscuJo¡es, intrínsecos,<br />
propíos s los músculos, rat'lejos múscuJo-muscu,Iares. Aboga<br />
por llamarlos reflejos muscuJares o reflejos musculates por<br />
traccíón (
312 Mnnrcrrrl Clíxrce<br />
zar. Lo que ocurre es que las denonuinacíonPs más<br />
corrientes hasta h,oy d,ín no son ni siquí,era mediannmente<br />
buenas, sino errónaas.<br />
Otro problema también de nomenclatura y que<br />
sólo dibujaremos aquí, se suscita al intentar referirnos<br />
al reflejo fásico clínico de tracción de cada<br />
músculo en particular. W'enrENBERc aboga decididamente<br />
por no,rnbrar al reflejo'por eI múscuJo correspond,ierlte,<br />
que es en realidad lo preferible desde<br />
el punto de vista fisiológico. Así, ref,lejo del cundríce,ps,<br />
en lugar de rotuliano, ret'lejo del trí.ceps sural,<br />
en lugar de aquíleo, etc. Pero Morvn¡CI-KRoNN (1949)<br />
responde con cautela y astucia haciendo ver las dificultades<br />
que pueden presentarse una<br />
Torvro XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Benneeusn-Bonoes. - Actividad neuromuscular 313<br />
aplícación de Ia percusión pro-aocad'ora y de las -ca'<br />
,l*turí"ti"as de -intetwidad,, dirección, brusqued,od,<br />
etcétera, de esta percusión.<br />
Sólo conociendó lo mejor posible los hechos fi'<br />
siológicos y fisiopatológicos en juego y los detalles<br />
de té"cnica o m¿tódo cllnico, podrá llegar a estable'<br />
cerse la relación que hemos expresado y es e-sta relación<br />
la qt" ptóporciona en su justa medida el<br />
tan ansiadó -pot-"l clínico entusiasta- Q16ls7 5s'<br />
miológico>.<br />
4. "Crítíca d,e las concepcion'es de algun'os atúo'<br />
res a,cerc& d,e las respues/r$ n'at^erotr¡wculares e iilio'<br />
musculares y de sui ne{,aciones rnutuns'_Lntes de<br />
purur adehíte, y para dar razón y ."i."Pp.lo, +" l,t<br />
lcentuada desóri'"tt'tación que ha presidido habitualmente<br />
la concepción y expósición de estos problemas<br />
p.euio* de sem'iol ogíí, q,i"t"-ot transcribir las deslripciorres<br />
de alguriou u,ttotet de merecido prestigio'<br />
No vamos a entretenernos en referirnos a -aquellos<br />
-tantísimos- que hablan de reflejos Para no detenernos demasiado<br />
ffi;;; .olarrr"rró]-."g* obvio,,que DurnINr basa el<br />
;;;;ñ; á" t"n":" tádinoso "t en el mero hecho de que<br />
, .<br />
aparece po, p".",riióo á"1 tendón, desligá-ndose de. cualquier<br />
;ilitr;; ñslopatológico y aun diferenciándolo indebidamente<br />
de los reflejos cuando en realidad los<br />
propio. refleios "-""-Á"."ulares, tendinosos son precisamente neuromuscu'<br />
í"r-ü-..gri" "h"_o, señalado al- principio del. presente estudi;.-'Ei<br />
;;dó" j""gt -rrt papel -meramente p-asivo- transmi.<br />
ii*¿á la traccién ál -ri.óoio' En cuanto a los únicos re'<br />
fl;j"t llamados neuromusculares por DnmnrNE'<br />
-suponemos<br />
;o,";;;t;t" d" las ie.po".tut reflejas que en-los estados<br />
á"" refleja profunda,. aumentada<br />
"ittil"¡itii"a<br />
-pot'ptt'""sión -espas'<br />
ticidad- aparecen<br />
sóbre el propio.músculo<br />
-<br />
oitt"¿ á"1 utt-"ttto á" la zona útil o eficaz de provo'<br />
"t cación (habitualmente llamada con error veremos<br />
-según<br />
á".p"¿t- zona reflexógena). Como vimos anteriormente' ya<br />
¿;;;" demostró i-gtz que por percusión muscular di'<br />
*"i" p"ái" obtenerse "tt a veces un verdadero reflejo'. Final'<br />
-."i", Dr¡nnIxn reduce equivocadamente las condiciones<br />
d" -;;;;ió"<br />
iou"" desairollan una semiología desventuradá' ivras ade'<br />
L"i" a"¡"remos referirnos de nuevo a lo expuesto por<br />
;;;<br />
";t;ter.<br />
de la 'contrácción idiomuscular, señalando<br />
expresamente un muscular- en el cual<br />
".todo -atrofia Pero<br />
-desde<br />
ahora conocemos ya las premisas<br />
sobre las que asientan sus desviaciones'<br />
Vemos, pues' que tanto el concepto de ureflejo- neuro'<br />
*"tá"lut, ¿" ó"i"otnu, el de-
314<br />
explicar, pues. en 19.49 la refcrencia<br />
cipo explícita<br />
de sisrernariza"ió"<br />
a un anti-<br />
completamente en 1900<br />
fuera '";;;;"1 "ubo<br />
y hoy<br />
d" I"guriluJ<br />
tes: En primer<br />
r*or,". son las siguien-<br />
lugar,<br />
-h""rro-f,,<br />
cación "r<br />
q"""i""[r""l"<br />
de Sn¡nnr¡¡croN _preserrtaiu i"-rJ""i-<br />
trabajo en<br />
de<br />
Ia discusión<br />
JBNn¡essrK a un<br />
en ocasión<br />
ternacional a"i xfti'ó""g.irJ<br />
de Medicin"_ ."<br />
n-<br />
pufii"uru<br />
]o que también<br />
faeilitó en francés,<br />
su. crlnocimi"rrto po.<br />
DeJenrnr, un semiólogo<br />
interesado<br />
como<br />
-"" ;;;;;; ñ ;",l.'d;"bil:"¿J'n"_<br />
chos clínicos oue él habá--p"uüro-"r,<br />
dc<br />
evidencia<br />
veces<br />
centenares<br />
.,,.<br />
"r<br />
.rf..-o.-foñl"ijlia"a<br />
clásicas.<br />
y precisión<br />
En sue son<br />
segund" I";";;-il'<br />
por<br />
a"""iiá, ¿'"<br />
su ;;;;;-t;:*^,<br />
maesrro Du'anrwe y su atenció" f;"d;;;;r"f "" semiología U<br />
Ia<br />
-ro Í -fi.iopaiol"glá_ que<br />
a reproducir Ie han llevado<br />
en er prórogo'de ,,i-i""i"rrt"<br />
mismo pasaje. Claro esti que "ur"'lir"i¿"<br />
puede<br />
"r<br />
ayudarnos,u "Ju de motivos<br />
"rpt"rración<br />
"o-pr"rrd", "¿_o ha ocurrido pero no ha justificarlo. el hecho,<br />
Fermit; il; cuenra _esto<br />
como en Ia sí_ de<br />
obra de hombre.<br />
bajo a un ñ;-l;"p"i*ir"a"<br />
asDecto l,*r"-<br />
ig ulu _por<br />
Tnoues, "u;.ü;; ejemplo,<br />
a Ar,ronÉ-<br />
Ia semioloti;<br />
junto ¡;i"'roi_ pueden<br />
a descripcioner.<br />
encontrarse<br />
miTucio.*l"i""i"rrtes,<br />
presionantes realmente im_<br />
nor,su detalle, A"<br />
brozado,<br />
por<br />
".ti'aspecto<br />
ellos des_<br />
coneencion"S<br />
"-"*il"i;rrr:;" erróneas<br />
tes de o<br />
otro.aspe_cto<br />
insuficien-<br />
A" I"-ñl.riu'ár".ti¿rr.<br />
Lo que dice eI esbozo de sistematización de snrnnlxcro¡r<br />
::^" P_"jTlwr.y Axnn;-r"oiros-.lrá¡ur,, nos rmportancia<br />
tiene mucha me-<br />
conocerro que captar 'a .""ti;""'¿; 'r"r<br />
reseña. Digamos simplement"<br />
rofisiólogo ;r"; tal momento<br />
insrés el neu_<br />
sereflejos<br />
utendinosos,, -esfuerz"'".,"iit"renciar verdhderos<br />
de fal.ás ;h";o. *breve tiempo de<br />
Iatencia- producidos - p* ;;;"; dói -<br />
i""¿]r"." .<br />
i.iiiái¿ *" _<br />
nos tend,ínososD.
t Touo Xv<br />
Núm. 5_re50<br />
I I<br />
" L' Bennequrn'Bonoes'<br />
-* Actividad<br />
I I<br />
neuromuscular<br />
ll "y#"::tr";",i.i!,1'f#: É:3?ff"*-^0T",::#f# fl:: ff,::11",^,.:r.:r,jetivo para nuesrra ,ab 3Is<br />
u t"-,rii,fiifi-7:"^:^!t*::y!^ ¿" ;;;. d;',:'::'lll"",,lXolui.j,"::_f"* nuesrra r nes y de circunstancías rabor diagnós.<br />
son "o"¿i¿i _<br />
gerir<br />
--cotuiderooit"r.- ,rlr"*?*"oXX1li"#:rj.=, ¡ Hasta aquí hemo" "*pi"r-ülr,l#r,a* u ,o.<br />
"prJ"d" i;p;;*, las ven- ,:i;r::i,i:, *"¿¡txl"ii*'i-'uJ-"".gn"iu,l""tii .",¿ t tajas' de la sugerenci" a" Á.^'ii; "n-Jl<br />
iffil:, i"ro * método :.: !, ;";;ü;"; Í: !' "b^ái'' ii'i"p'.t"t¿si"^<br />
t preciso tu*H¿','r"i;r;; ñ ii*it""io'es de ü n"ru :*;+::r;r:;<br />
"pr.- "uí:{;,,9,HjtrJi<br />
f,Jr,;:"i#i,<br />
I "ii"fb',:::':;;i:;:f:i;;:'ii:!"{;#:i;¿i re es'la<br />
'üermin.r.eiu -.¡i-;o;":t?'"1*'"#:i'i:-':Iffi:u:<br />
I i:i:; li"uto, tensa uno funcün, ,," ,,i*!f,.. ;"il"311;;tT"ffififf.'"-'"-¿' que un .";;;;;- de ut'idaJ<br />
1 i:;trf'f,".'o,l!,!,x.ri::':{x'r:'::"##*;i¡i^<br />
-?,;,i:x,:r(#::T: ¡,::?i,!: p.r.ouocaeün>.<br />
| '*frü'' lr","o"¡" li "ri"i"'" nos venim<br />
I riendo "uur á{,"T.' es ante todo un refleio a"tt*"il"l;;;;; por r:ri"f.q.¡.{"*.ñ#'3,#ifuf#i*i";*f;;U<br />
los-clínicos_at<br />
I<br />
.'"i"-rr* a cierras circunstancias<br />
f;iF'$;-;ff'::,;li.;lx1J"i:?,fi:""H::É:i: iír##T#:-,"'J'iJál¡"" ñ;;';fi"",".u<br />
I * sóto una, cuatidadi;;;;";; | h esetrcia, aaf*ii"¡,<br />
""í{íi"f'.';"Í*;::f:"::';,:y:,,ii,l,t:':;:,; :::f::" : ::ti;i ñi6iir;JT"::rjr;"ffit:<br />
iüi:{x{'i:ii ;*:#,"tilTfr:i ¡1 ü:<br />
;j:,t:;jí;'"#,Íh::":*xr*iJri_,*:"t***q;i*',rj.,,:","*já.-""", j.TJ*<br />
í:#::;:,k í';;' !: ;:i" ü;!,H:: :":ixr;,,:i l, +,*#l#7 *iil*i,li t,üig"";<br />
deaerminndas'ciícurcta.;fu..-í" metód.ico *" ,"* a"l ilí*"¿ o
316 Mruc¡x¿ Clí¡uct<br />
prenda a un encuadramiento global de estas cuestiones.<br />
E) Alcance y límites del concepto de reflejo.<br />
La regulacíón centnal del ret'Iejo de tracción.-La<br />
concepción y la expresión de .<br />
Pero este mismo concepto lleva implícito se<br />
le toma €n un sentido demasiado estricto- un -si error<br />
de simplicidad.<br />
Toda respuesta refleja no es la consecuencia sim'<br />
ple, exclusiva y monótona de lo que dicta el trayecto<br />
neuromuscular del reflejo ---e1 físicas), limitándose a urefle¡'ar, lo que reciben.<br />
Por ello, como dice el Prof. J. J. B¡ncn Gov.l¡crs, he'<br />
mos de adoptar cierta cautela ante la expresión (arco<br />
feflejo>.<br />
De acuerdo con esta cautela -y aun acentuando su<br />
penetración- Víctor von WerzsacKnn expone de manera<br />
iotunda la insuficiencia del concepto clásico de arefle'<br />
jo>. Dice este autor: > una significación convenida,<br />
diferencial y útil, entendiendo por tal aquell a qetiaid,ad<br />
tnuscular med,ia,tizada por aI sistema neraioso<br />
en respuesta a ,rolgorr, que par& ntbestro caso es Lo<br />
que hemos conaenido en llamar , haciendo de este esfuerzo el tema de<br />
un venidero trabajo de revisión.<br />
Examinado, pues, desde el punto de vista que se<br />
quiera, el concepto de Ias respuestas reflejas fásicas<br />
por tracción muscular clínicamente provocadas, por<br />
percusión, presenta problemas marginales incesantes<br />
de cuya debida delimitación depende la justeza que<br />
de aquel concepto nos formemos. Si nos referimos a<br />
Ia base estructural y fisiológica de estas respuestas<br />
nos encontramos con el reflejo de tracción, pero he.<br />
mos visto que ambos conceptos no podían superponerse,<br />
porque una cosa es que este reflejo sea la base<br />
de aquellas respuestas, y otra que sean una misma
Toruo XV<br />
Núm: 5 - <strong>1950</strong> L. B¡nnleurn-Bonnls. - Actividad neuromuscular 317<br />
cosa. Si es al capítulo del método de examen clínico<br />
al cual dedicamos nuestra atención, echaremos<br />
de ver en seguida la importancia de Ios detalles de<br />
este método en las características de la respuesta<br />
lograda; pero el dar excesiva importancia a las circunstancias<br />
del método, a sus detalles, nos llevaría<br />
a la concepción errónea de fundamentarlo todo sobre<br />
la (provocación>. El concepto de <br />
y el llamar a un reflejo por el punto de<br />
percusión, son resultantes de esta desviación que<br />
hace esencia de la circunstancia. Si atendemos a las<br />
características externas con las cuales la respuesta<br />
se manifiesta apreciaremos en seguida que casi<br />
siempre ella no se limita a un músculo determinado,<br />
sino que afecta simultáneamente a otros y que tales<br />
características vienen condicionadas también por<br />
las regulaciones que seguidamente se originan en<br />
los músculos antagonistas. Si queremos penetrar en<br />
la naturaleza central de la regulación de la respuesta<br />
es entonces cuando nos percatamos de la insuficien'<br />
cia y limitación del concepto de y cuando<br />
se nos hace patente la complejidad de tal regulación<br />
central, sobresaliendo especialmente algunas<br />
ideas -tales como las referentes al origen de la<br />
espasticidad- que significan una revolución de lo<br />
clásicamente admitido. Y si por encima de todo ello<br />
meditamos que es la (persona)) la que nos suministra<br />
Ia respuesta, la complejidad de aspectos adquiere<br />
su colmo. Nadie de jará, en efecto, de valorar, para<br />
no citar sino una faceta evidente y que está en la<br />
experiencia de todos, la modalidad global, total, de<br />
comportarse el sujeto examinado al ser sometido<br />
al estudio de sus respuestas reflejas por provocación<br />
clínica. Es sabido como los pacientes
i' Muurcr¡r^r cr.ínrc nfflññ]-,<br />
d:",:;::;;o;::#,::,,?T""il:t"#i!)i,f]""fiX "t"#;*t mos hemos derimitado. Es, pues, una respuesra faci.<br />
esta definicién diciendo que el tono es un estafl,o o"orZlilitada<br />
pgr el propio *tn*,i1o autóctoni, irugrudu<br />
sión actiaa de los músc-ulos, perm,ffiente, inaoluntaría, ua- en su mismo seno, en virtud de sus propiedades de<br />
riable en su intensitl,ad, según las d,íaersas acciones sín- irritabilidad y de contractibilidad. Y l.^ no partici-<br />
át:-u':;f ;,":;!f:#, nre"t",::!n!"k:"::,^'"!:uíÍ l,it',1 f.lt*i"i"t,*" nervioso en _originar,<br />
en rraguar,<br />
reflejo etr la prirnera parre de la deflnición. En -"üd en engendrar, esta respuesta la distingue clara y<br />
prejuzga demasiado.,, Para Fox los reflejos intervienen taxativamente de la neuromuscular o refleja.<br />
modiflcando el tono, pero éste puede existii sin que haya Sin embar_go, hemos indicado ya al prú"ipio a"<br />
*i"u1",",:.':lHi""tffl"",nT"t^"" ","J.1i""T,",: ":n: nuestro estud-io- que ,i bi; dichó sistáa nervioso<br />
cepto- es una propi"d"d idiomuscul¿rr. Forx -1'"T .-i" no intervenía directamente en la génesis de la res-<br />
"4"a"<br />
de ímíncíón d'escríptiu¿
I Touo XV<br />
I<br />
I<br />
Núm: 5- <strong>1950</strong><br />
I i'liü J"-i:i: r¡: üs#':::i i'i,;,!i,i"tuü::. dad en #Tüii:iu:l der<br />
RlcHur'.1r"* li,.j-::tl"zaminto<br />
arrícuro<br />
.l"."llo'¿"<br />
que er múscuro<br />
su quehacer en<br />
de fisióloo., muestron dedicado ¡noviliza.<br />
especialmenü<br />
""l" 'i""ma ,'"roio; ;";T::ff;: otra característica diferencia también fundamen_<br />
ilj:ü?H *{tql'ilji,;Ti;tr*H"iru:*-'.^"1i; tarmente,.r"..,,p';;; rurar' ;#o-,.curar<br />
Rrc¡rrr de ra neuromus*<br />
.generalízi ;¡ ^;;n,"pn ' hace áe ¡,,i,,0¡tii'"h,'f; EIll<br />
::3: h";; exren'síbll ;i;r"i"i" ;1;;-r;"diu*, de su<br />
" ;;l; íír'ílr,rurrur^ ,r.rr"nrir*|*'o,i,í prguocac,1ór. pur"-i"'rñ;;i;^"á::;:respuestas<br />
-dándole un¿ transcenclencia teyes a<br />
¡¿.;""tas<br />
teyes i<br />
¿" i""i¡ár.'p"r"- ";";";;;i"rtrr"::, iln.¡", r¿ri;:,<br />
ñr.,r;;-;. ,1.íí"u'r¡;; _lo,rr"r"sario ff;:.:il" museular, Io fundamental<br />
ñ ?'1Hl i *n"l""i*_"s<br />
::ii,"ti:;":1"ll","lJii*'.1,:i.;r.y"fi"lH, el esriramienro<br />
;i"-?".'.,ro brusco<br />
pués de aislada estímuro<br />
"co..espo,,di",,t",<br />
erectivo de ros<br />
"'t" "'i'u",,,...,¡tt¡;;-;i;;"r";il";;; recep-tores<br />
"r.r"riJu-u"ü rr"r"ión. de rraber confundiio i;'tu.t,ál;r¿"r' *" Esta es Ia única<br />
'H"J"il;iíü- "orrdi"iór, r.1*"1 n"i"^iu provocación - crínica. Er<br />
iiiii"fTj.?,*Á*i:";:,r;l;;*:##,:","¡ ¡:É pu;;;-J". apricaciói<br />
nervioso' á" u percusión es sóro una cir.<br />
,0"0.<br />
",,, ", ;:;,^::",-:::l'" ar.srstema cunstanciu<br />
La irritabilidad' pa'a el -odifi""!ü traable, de<br />
fisiólogo acuerdocon<br />
fiancés, es<br />
las<br />
Ia sran "*ig"r"i". d. ;q;;ilu'"*ai"ión fundamental. Bas_<br />
f':i'""1íT'"!: r;"::#,:::;,,i;#,ir,,"*,,il;ruxr";.p<br />
también la vida p"rti"ulu, -¿;"i",;;üi;il;;<br />
i*r",L:1:fiü;-ijl"mixl3ffi:iTj j*:::,"";<br />
;;i<br />
'lr'ffi"'.ii sfr"":n t xl"ru i::; ii*ln*r ;? "4iinryüri:: :;:ii tr!i;###.1"i1ff;<br />
i.?x1il:::'::'i:¡r,::1'f"*iJ"TtT;¡r,$,".Ti:,:l;.J; circunstan"iu"l-i"," ;{#;'* metódióos de ra percuría<br />
más que rrn p-roceso parcial v -,?rlipr"]^--o" rto se' sión sobre tal o cual tugu;'-.. zonn, de proaocacíón>.<br />
La posició" ¿"-Rtá"""J" ""::";;"':, ¡i"n-"iuru y caracte- ,.Pa-ra despertar \ yípu",r.ta id,íomuscular,en camrística'<br />
Él mismo sqilla "' ''u-f,ii-;'l;ft; i"."tl:::; yii,-l1 i":ówióna"¡" i"uli zarsenecesariamenre so*<br />
;iiff"'#1"'o)n1"" ,!:i:,r"*::,,;i,"XTj;^i;il" i:;#:,;;.. ,;I:i:##1?"r#,lnj"#,i#T,j:*j",..<br />
cendencía o eugttlclgn<br />
cí6n<br />
íncípío<br />
v de Ia ";-;-i'; de<br />
división<br />
La difert<br />
J."i. ,"iríiá , if ú"¡,Lo;'i,#:iK l1"1rru""d" ;;;¡i" _"-illmco, sino Ia irritabiri-<br />
Ia célula como crara"t"títti""-i¿"ica v fund"Á""1"í-í"r,1i dad y ,la contractibilidad general propia de las fi_<br />
';X:;,:,;':*:,I",'f"X:l:'*t::n :il""T":"#f :"?3;yi b; il.":i"i" *'ffio"""ión, por ro tanro, de<br />
!::y:i;:"!:{'b"R','""T;ix*"j*i;"f;{"J,Hil:?# ,¡: 3;n mlli;;;#i# ti"*'ql" ,"*,,"'"', esre<br />
i,;::::;:"J,2:;:,r!:'i:i;:,,;^* "J!,íi'T,x;,i:,,:*]:* Respeeto .. e:t" probrema_ de ra provocación de<br />
v lormas de ta caracrcrí,s.tí"o lii¡ro-,-¿;" ú*,;;;r"""r#':ir7, l1-::^.t:.sta idiom;*"1;;;"b;#r torJJ,lll. ¿rr"expresada<br />
en la tercera idea-aiJpi"áa, j, *¡rrr#ti#"í""í; renciarla d"t ripo"á" i"lpr".," que puede ocurrir<br />
Ia célula.<br />
0"Y.":0il'J'h::$:fi;:'"nÍ:l:,:""'üi,.i?ui<br />
i? l?0"".:*: 5LffJ:"':,9'i':l'i:"':,:""";:;i**r*1i# trll<br />
plemente recordar su concepción ¿" i""ll¡r"ünj"i, tiT, -"r-r""ri"<br />
""rá músculo. 'é"<br />
{:l entonces quizá de<br />
1"n,"1il',Í5:" u$:J*X1*1;1"*:.g"1"';;;;#T:' J# una estimutación ;;Jr,rla indirect"-.ni"<br />
mas a éste<br />
que en con<br />
ástos los problemomentos<br />
a través de aquéI. An¡nÉ-TlroMAS y Arunt,tGUERRA<br />
".ruo"ottt<br />
mente con la respuesra i¿io-r..,il#s tratando' especial- señalan esta posibiliJ"J-y .., ¿"¡ia" diferenciación.<br />
Es preciso ahora que esrudiemos<br />
terístícas<br />
argunas<br />
de<br />
caro,c_<br />
nroduncizn de to-"onn*iu, üT-r,:'ü,!nii,il,1,i]iJlx"**fi cular' Para fllo<br />
¡d¡o'*^- iu r"r" seguiremo* á"'que ra<br />
lu ,r"rdádlr" respuesta idiomuscurar "",:_;rt:<br />
nida' expresiva" -*i"r"- "*pgsición<br />
puede prop"g"*e hasta -u!i't'",- ;; L1B;;;0""*lñá- er tendón, hecho á;¡;ñ'lirE"i"-ao;;; no debi-<br />
vIRALra' según e'ste autor señala, tut .orrir"ü¿'o'r" ü francesa, según<br />
pb"-o, fi".ord"-o, u-b"rERrNE "r"our" y a srcano y<br />
:ffit"Hi:'H*"Tü ffff:y "^: {i#l;:iü :T##ffi';;il:" J ffi," h;v; i,,r,r","¿"<br />
músculo se deprim" Io"gii"d1"tt"""t"-""lirrT"g*;<br />
tenston transversal correspondiente<br />
En ra respupsta<br />
al diámetr;<br />
ídiomuscüar cada ribra responde<br />
cuerpo excitador, depresión gue- no 4* f";í;;;:*e,seg(n<br />
puede 9r<br />
grado de wcitanión, y ésta<br />
carse ';';:",#::inn(, sólo por una acción mecánit;;i;;;"."tiri ""pri- a Ia iiíi^¡¿,<br />
poi rysiaa ¿ercíi¡r,a¿o<br />
simultáneamente empieza la<br />
uí<br />
ftrmac-i¿it ogrr" proaocador.<br />
a"i como ha sugerido To-<br />
el mismo punto deprimid"-t;ü.at*p"'"";ñ; ""¿o'L nnu*re--FoNr, se trara de una apricación particurar<br />
a" !, /i i", s*arog. Dado que Ia superficie del<br />
mente. Limítación y tentituá so^- d,o,<br />
";;;;ír;;;, excitadoí<br />
",r"1".r"" ;l?g;;;i 9<br />
semiesférica, Ia gralr*'iüT$*:li,t"tTx'*:ffi1ilt:TJll<br />
d;;;ró;-d" L-i,,,",,,iü;;ra percusión es iguar.<br />
mitación, sin embargo. á;; ;;;"nderse,:;i";;,;; -Hff{j',::t*1,:":l;:.*:',:,<br />
;;;;fr9o:{7.¿;TilffiT"H:<br />
:¿a;:1";X',J*1'í," muscurar orrece<br />
_dir",u,,"i"u*ü,,",,,e considerabres.<br />
idiomuscular, especiatm.il;;;""-á,<br />
puede extenderse aún :. f!'q:r".* !:r"r#r:Lr":¡:;:X;:{i#ji"ij'i**:<br />
hasta<br />
"ii""¿¿" y corñportar cu'rar.Hi" debido a que<br />
"" en tares casos es máxima
320<br />
Mrnrcrxl Clímcr<br />
la distensión pasiva provocada en las propias fibras<br />
musculares y, por lo tanto, máximo el estímulo.<br />
Así ocurre que en los individuos
Torvro XV<br />
Núrrt. 5 - <strong>1950</strong> L. Bennequrn-Bonols. -Actividad neuromuscular 32I<br />
Aunque procedimientos de detección más finos<br />
que el método clínico ej: la electromiografíapuedan<br />
poner de manifiésto -P. de modo más detallado<br />
él del músculo ante la estimulación<br />
experimental, "o*póttamiento descartando quizá la noción- del pun'<br />
to neutro, la exposición qué acabamos de hacer del<br />
régimen habitual de convivencia entre las respues'<br />
tas nenromuscular e idiomuscular tal como se pre'<br />
senta en Ia clíni,ca tendrá si'empre un ualor cierto y<br />
capital, pues descansa sobre la utilización del mé'<br />
todo básico de examen de estas respuestas z I'a per'<br />
ct^tsión con eI martiJlo llamado de ret'X'eios. Y es en<br />
este sentido, acogiéndonos a la dirección clínica bá-<br />
'<br />
sica de este trabajo, en el que nosotros la queremos<br />
valorar.<br />
Partiendo de su conocimiento nunca podrán<br />
aceptarse concepciones tan erróneas y equívocas<br />
las de DnJrnrNp y de Src-tRD que antes hemos<br />
"otno<br />
referido y cuya fundamental reprobación fisiológica<br />
hemos razonado ya también.<br />
B) Modifi.caciones del régim,en d,o co'naiuencia,.<br />
---
,,,<br />
esta respuesta refleja ligada a una ampliación de<br />
la zona de provocación. Trátase de un ñecho enfocado<br />
por primera vez debidamente por CesrEx y<br />
Rocnn en 1922 y en el que ha insistido con justeza<br />
'W,tnrplveERc en 1945, descuidando citar, sin embargo,<br />
el trabajo fundamental de aquellos autores.<br />
En los músculos que están situados bajo Ia curva<br />
cóncava de una articulación o de un conjunto de articulaciones<br />
depresibles, la depresión súbita de esta<br />
articulación o articulaciones producirá un estiramiento<br />
igualmente súbito de aquellos músculos y por<br />
esta vía podrá inducir en ellos una respuesta neuromuscular<br />
refleja. Este es el origen de algunos reflej9s<br />
que _a veces han sido llamádos upurádó¡ico",<br />
o . En este capítulo caben él reflejo del<br />
bíceps determinado por percusión supraolecraniana<br />
y el reflejo de los flexores cortos de los dedos de<br />
Ios pies producido por percusión del cuboides, habitualmente<br />
denominado
To,uo XV<br />
Núm: 5 - <strong>1950</strong> L. Bennequnn-Bonnns. -Actividad neuromuscular<br />
percusión prouocadora es eficazmente aplicada. Esta<br />
no es una nota esencial para la definición de la respuesta;<br />
es realmente en este sentido un detalle circunstancial.<br />
Ahora bien, eI método a!ínico d,e examen<br />
está, h,ech,o del detalle y la clíníca está, laeeha<br />
de Ia circunstancia. De este modo, aungue lo fun_<br />
damental fisiop¿tológicamente sean el tipo de respuesta<br />
y el músculo que la proporciona-, desd,e eI<br />
punto de aísta dE la clínba tlcni tam,bíén gran írnportancia<br />
la zona de prouocacün y aun loda.s ,las<br />
circunstutrcias que carácmrizan a éita en cad,a caso<br />
partí.cul,ar.<br />
Como hemos dicho más arrib \ es relaciotwnd,o<br />
La esenciq, t'üiopatológba der t'enómeno con ra circ'unstatrcin<br />
netód,ina de su proaoca;ción coaro $eí<br />
logra, _captar sI sentido del mismo fenórne"i. n, h<br />
aonsideración de la físíopaw:togta en funci,ón, del<br />
método -expresión d,e ,)a base en función de la<br />
circunstancia- ln qug establece Ia relación significatiua<br />
quq nosotros llarna,mos , *u á.fii*"<br />
al -mismo tiempo la respuesta idiomustular ,il i;,<br />
músculos de Ia región Lnterior de la pt"r^;. ñ;<br />
aquí que en tales circunstancias Ia percüsión sobre<br />
el plano enterior de la pierna p.odu^rc" ;";ñ;;-
324 Mnp¡crxe Cr,í¡{rcl<br />
ces de modo exclusivo -y a primera vista para-<br />
Cójico- una flexión plarrtar del pie, y ello es a través<br />
de una respuesta refleja, neurorntrscular. de los<br />
músculos de la región postericr de la pierna, espe'<br />
cialmente del tríceps sural.<br />
Sin embargo, si la percusión se realiza en estos<br />
casos cerca de la garganta del pis, a esta respuesta<br />
refleja se imbrica a veces la respuesta igualmente<br />
refleja ( distintos aparecidos por percusión en la región<br />
dorsal del pie, dando de ellos la siguiente descripción:<br />
a) Un reflejo pred,orsal, reflejo muscular de los interóseos,<br />
producido por percusión sobre los espacios interóseosmedios.<br />
Depende del territorio del ciático poplíteo interno.<br />
b) Un reflejo retrod,orsal, reflejo del músculo pedio,"<br />
producido por percusión a nivel de las inserciones de este'<br />
músculo. Depende del territorio del ciático poplíteo e{terno.<br />
Ambos son considerados como (reflejos musculares)), en'<br />
el sentido que estos autores dan a esta palabra, oponiéndolos,<br />
pues, tanto a la contracción idiomuscular como al
Touo XY<br />
Núrt 5 - <strong>1950</strong> L. B¡nn¡eupn-Bonpes.-Actividad neuromuscular 325<br />
Ios , , etc. En opinión de SrcaRD<br />
y C¡,xr.lr,ouse, el
326 MuorcrNl Cr,íxlcl<br />
zona pósteroexterna del dorso del pie, dando a la<br />
percusión una dirección oblicua hacia abajo y adentro.<br />
De este modo puede conseguirse intensificar súbitamente<br />
la distensión del mñsculo aludido -por<br />
depresión de Ia bóveda del pie y estiramiento de su<br />
tendón- y despertar así su respuesta refleja.<br />
4. Otras zonas.-'Este estudio de comparáción y<br />
diferenciación entre respuestas n"uro*urculares e<br />
idiomusculares por regi,ones, sistematizándolas al<br />
propio tiempo e indicando someramente algunas de<br />
sus modificaciones en los estados patológicos, podría<br />
proseguirse mucho más. Nosoiros nós ümltaremos<br />
para finalizar a señalar unos pocos hechos.<br />
IJno de ellos es que una respuesta, refleja de t'texün<br />
de los dedos par percwión del plano dorsal<br />
puede producirse en Ia mano en ciertos estados de<br />
Toruo XV<br />
Nú¡n*. 5 - <strong>1950</strong> J. A. B¡nnÉ. - Atrophies 'par répercusion symparhique 327<br />
LES ATROPHIES PAR RÉPENCUSION<br />
SYMPATHIQUE RÉFLEXE DANS LES<br />
LÉSIoNS PÉRIPHERIQUES<br />
Prof. J. AraxtN,DRE B.rnnÉ<br />
Profesor d,e <strong>Clínica</strong> ,\euro1ógica de la Facultad de Strasbourg<br />
Socio Houorario de ra Sociedad Bspañ,o'a de Neurologíá<br />
Nous voici réunis pour féter la naissance officielle<br />
d'une Société Espagnole de Neurologie" et<br />
pour célébrer en méme temps l'anniversairé d'un<br />
Savant qui a honoré grandement Ia Neurologie mondiale<br />
toute entiére.<br />
L. BenRAeuER-RovrRALrA a présenté á de nom-<br />
breuses reprises á nos Congrés fiangais, dont il était<br />
fidéle_s, l]q 4t dans beaucoup d'áutres pays dont<br />
il était I'hdte honoré, er dans de nombr"oi"i publications,<br />
des travaux solides et des idées originales.<br />
Une des caractéristiques du tempérament ¿J. Be-<br />
RRAeUER-RovrRALTA, aura été de juger les faits á<br />
la lumiére de son intelligence personnelle, de saisir<br />
des relations entre certains phénoménes qui avaient<br />
échappé i ses devanciers, de camper des maquettes<br />
qui auraient pu étre coulées dani le bronze, et de<br />
défendre avec ardeur et lumineusement des conceptions<br />
dorrt quelques-unes purent surprendre i une<br />
époque, qui sont devenues classiques aujourd'hui.<br />
- Tout á l'heure, en vous traitant le sujet que j,ai<br />
choisi pour cet entretien, j'aurai l'occasior, á" lrlrc<br />
redire son nom puisque, dans le domaine oü je me<br />
suis engagé depuis quelques trente années, il fit<br />
lui-méme des incursions, ayant compris de son cdté<br />
que certains faits singuliers devaient recevoir I'acceptation<br />
de principe des Cliniciens, susciter des<br />
études attentives, et qu'on devait méditer sur eux<br />
pour les comprendre, au lieu de les rejeter comme<br />
des cas dénués d'intérét parce que singuliers et hors<br />
série. Comme s'il y avait en pathologie des exceptions<br />
négligeables! Comme si les exceptions<br />
n'étaient pas depuis toujours soumises á des régles<br />
qui attendent seulement des hommes la formule simple<br />
et stylisée qui leur convient.<br />
Oui, L. B.mnlgurn-Rovrnar-rl a été un grand<br />
Neurologiste, un de ceux qui, dans chaqo" -puyr,<br />
marquent toute une période de leur empreinte, et<br />
dont les générations répétent le nom avec admiration<br />
et déférence, Iisent et relisent Ies écrits pour<br />
y puiser un enseignement, une méthode, un exemple,<br />
lorsqu'ils n'ont p&s, comme notre cher Ami<br />
Benn.Lqurn-FnnnÉ et le jeune Secrétaire de cette<br />
Séance Inaugurale, Bann.l,qurR-BoRDAS, l'avantage<br />
inestimable de participer de la méme glorieuse hérédité.<br />
Messieurs, je tiens maintenant á vous transmettre<br />
de la part dá ia Société d,e Neurotogi" i"-i;rit; i;;;:<br />
ORICINALES<br />
pression de la joie qu'elle éprouve á apporter ses<br />
compliments fraternels á la Société que vous fondez<br />
aujourd'hui á Barcelone.<br />
Son President, empéché, rn'a prié d,étre non seu_<br />
_<br />
lement Ie délégué officiel de Iá Société de paris,<br />
mais son interpréte pour vous assurer de sa trés<br />
sincére sympathie et vous laisser entendre le plaisir<br />
qu'il aurait eu lui-méme á célébrer le nom et la<br />
mémoire de L. Bmnlquen-Rovner-r¡,.<br />
Messieurs, je vais ;; :-noser les principales<br />
formes, ou du moins les formes individualisées<br />
jusqu'á ce jour, d'un groupement nosographiqtre<br />
récent, pour Iequel j'ai proposé le nom de: Trow<br />
bl.es neruettx rétlexes, efrterlso-progressit's, par irrí.<br />
tation périphérique, let plus souuent tra,umatique.<br />
Ces troubles sont trés particuliers, et tous ceux<br />
qui en ont observé des exemples avant nous, ¿ différentes<br />
périodes, ont été frappés par leur singularité.<br />
Il n'a manqué á nos devanciers que d,en voir<br />
un nombre suffisant, de reconnaitre leur ressemblance<br />
profonde sous des aspects trés dissemblables,<br />
d'en faire le rapprochement synthétique, et d'avoir<br />
la petite audace de les mettre dans un casier spécial,<br />
sous une étiquette unique. Favorisé par les circonstances,<br />
nous avons pu présenter, en L945, une étude<br />
d'ensemble sur les Troubles nerveux réflexes extenso-progressifs,<br />
dont nous avions décrit le premier<br />
exemple typique en 1919.<br />
C'est incontestablement de quelques exemples de<br />
la forme d'atrophie généralement progressive, unilatérale,<br />
consécutive á des traumatismes des membres,<br />
qui s'est occupé L. BARneeuER-RovTRALTA ( *),<br />
et les signes cliniques qu'il a fournis de l'évolution<br />
de l'atrophie, correspondent bien i la forme que<br />
nous avons nous-méme classée parmi les diverses<br />
physionornies des T. E. P.<br />
L'auteur, qui avait nettement distingué cette atrophie<br />
généralement unilatérale de I'atrophie numérique<br />
de Kr.lppu., ainsi que de l'atrophie médullaire<br />
et névritique connues antérieurement, -rapportait<br />
l'atrophie musculaire á des troubles sympathiques<br />
d'origine endocrinienne.<br />
Nous sommes convaincu que le Sympahtique joue<br />
un rdle trés important dans l'extension spéciale de<br />
l'atrophie musculaire mais le r6le endocrinien ne<br />
nous apparait pas nettement.<br />
Nous tenions á faire cette mention du travail de<br />
L. B¡nnaeuER-RovrRALTA, avant de passer á la description<br />
générale des troubles extenso-progressifst<br />
tels que nous les comprenons.<br />
t__<br />
('') B¡nn¡euEn-RovrRALrA L. : Contribución al estudio de los<br />
síndrs¡1s5 endocrino-si-páticos. Atrofia gebcfaiizada hemil¿¡"ral.<br />
Re1)isto Médico de Barcelona, r, rgzi. (Nota de la Soc¿¿,ttail,<br />
Esbañolo ile Neuro oglo).
328<br />
I. Dsscnrprrou cÉxÉn¡,rn.-Ces troubles extenso-progressifs<br />
ont pour caractére commun de se développer<br />
i la suite d'une blessure souvent mini,rne,<br />
quelquefois insignifiante, siégeant d'ordinaire á la<br />
périphérí,e d'url rnembr.e, á la main ou au pied. Ils<br />
apparaissent soit immédiatement, soit aprés un certain<br />
délai, mais ils commencent toujours sur le<br />
territoire traumatisé et irrité á l'origine.<br />
Ils s'étendent ou rapidement et ptáqr" d'emblée,<br />
ou peu á peu et par étapes successives, tour á tour<br />
un segment de membre, le membre tout entier, Ia<br />
partie correspondante du tronc, puis un c6té du cou<br />
et de la téte, ou l'autre membre du méme cdté.<br />
Leur extension, ascendante ou descendante, suit<br />
une régle, á peu prés toujours la méme, et répond<br />
á une des lois de la propagation des phénoménes<br />
réflexes, de Pflüger.<br />
Le développement des troubles réflexes est donc<br />
parfois énorme pour une ca,use trés ruinün€, et leur<br />
graaüé,leur durée, hors de proportion aaec Ie séai.ce<br />
léger gui leur a donié naissance.<br />
Ces troubles, reconnus de bonne heure, peuvent<br />
étre arrétés de diverses maniéres. Ils peuvent rétrocéder<br />
spontanément ou sous l'influence d'un traitement<br />
médical ou chirurgical approprié. Ils peuvent<br />
durer longtemps, et céla pendant plusieurs années<br />
parfois, et se montrer réfractaires aux moyens thá<br />
rapeutiques employés.<br />
La disproportion entre leur gravité réelle et la<br />
légéreté du traumatisme ou de la lésion qui les a<br />
déclenchés peut conduire le Médecin-Expert á nier<br />
la relation de cause á effet entre les troubles et la<br />
cause invoquée, s'il ignore I'existence des Troubles<br />
nerveux Extenso-progressifs réflexes post-traumatiques.<br />
On voit par cette simple présentation des caractéristiques<br />
de ces troubles,<br />
a) qu'ils méritaient d'étre groupés et de constituer<br />
un chapitre nosographique special *;<br />
b) qu'ils intéressent également les Médecins, les<br />
Chirurgiens et les Neurologistes;<br />
c) gue, reconnus de bonne heure, ils peuvent<br />
étre arrétés dans leur évolution;<br />
d) qu'ls doivent ne pas étre ignorés des Médecins-Experts<br />
qui risqueraient autrement de commettre,<br />
-sans l'avoir voulu- des erreurs trés préjudiciables<br />
au malade.<br />
Leur intérét est donc á la fois clinique, pathogénique,<br />
thérapeutique et médico-légal.<br />
Mais il nous faut maintenant présenter quel-,<br />
ques-uns des types cliniques bien dégages á l'heure<br />
oü nous sommes.<br />
II. PRrNcrp.rux rypEs DE Tnouslrs NERvEux<br />
Ex'rr"¡so-pRocRpSSlrs.-On peut distinguer:<br />
a) des<br />
b) des<br />
formes á prédominance algique;<br />
formes á prédominance motrice;<br />
* On leur a dés maintenant fait une p:aie dans le dernier<br />
Traité de M&ecinc. Tomc, XV, parís 1949.<br />
Mrprcn¡l Clíxrcl<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
c) des formes rappelant ,la Sclérose latérale<br />
amyotrophique;<br />
d) des formes rappelant la Syringomyélie.<br />
a) La premiére malade de ce groupe a été observée<br />
en 1919. C'était une jeune fille de IB ans,<br />
chez laquelle des douleurs, ayant débuté au médius<br />
d'une main, remontérent progressivement au poignet,<br />
au coude, á l'épaule, puis á la moitié coirespon.<br />
dante de la face, en méme temps qu'elles descendaient<br />
vers le sein, la moitié homolatérale du tronc<br />
et la hanche. Ces doule¿rs continues, avec des paroxysmes<br />
á type causalgique, devinrent atroces. On<br />
découvrit une teche bleue sous I'ongle du médius,<br />
point de départ de la douleur. On incisa l'ongle:<br />
une tumeur (glumus neuro-myoarterial) y appárut<br />
alors et fut enlevée. Toutes les douleurs disparurent.<br />
La malade, suivie depuis plus de vingt ans, n'en a<br />
eu aucune reprise. D'autres faits absolument comparables<br />
ont 6té pubiés par nous-méme et divers<br />
auteurs, et récemment par Cosse (de Nico).<br />
b) Parmi les formes á prédominance motrice,<br />
on peut citer tout d'abord les cas d'Epilepsín réflexe,<br />
d'origine périphérique, oü les crises nerveuses, -eui<br />
débutent souvent par une sensation pénible dans<br />
i'extremité du doigt antérieurement blessé (comme<br />
c'était le cas pour un de nos malades- observ. publiée<br />
en l928)-disparaissent complétement quand<br />
les névr6mes cicatriciels ont été enlevés.<br />
Plus souvent il s'agit de troubles moteurs qui se<br />
produisent d'emblée á la suite d'une blessure minime,<br />
accompagnée d'une douleur extrémement p6<br />
nible, et qui revétent le type d,'hémiparésie aaec<br />
tnoubles d,e la sensibili¡é, étendus aux deux mernbres<br />
du méme c6té, toujours du c6té oü a eu lieu<br />
la blessure.<br />
Cinq observations particuliérement nettes ont été<br />
publiées par nous depuis T939.<br />
c) Les cas oü il existe un état rappelant de plus<br />
ou moins prés la Sclérose latérale amyotrophiry.e<br />
ne sont pas absolument rares. Depuis longtemps on<br />
en avait décrit, mais on pensait qu'il s'agissait<br />
d'une vraie Sclérose latérale amyotrophique, dont<br />
on discutait les rapports avec des'trauáatilmes d'origine<br />
variée ( Gurr-r,r.rN, Ar-uouaNrNE, TnÉvnNanr).<br />
Les cas que nous avons en vue se bornent á reproduire<br />
certains traits qui rappellent la Sclérose<br />
latérale amyotrophique, mais jusqu'á maintenant<br />
nous n'avons pas d'exemple suivi de vérification<br />
anatomo-pathologique nous permettant de penser<br />
qu'une vraie Sclérose latérale amyotrophique peut<br />
succéder á un traumatisme trés léger (par ex. l'irritation<br />
trés supportable d'une pointe de chaussure<br />
s'enrongant un peu dans la plante).<br />
Dans plusieurs cas publiés par nous avec nos éléves<br />
K¡saKER, CHARBoNNEL, par MM. Murrr, MnrcNANr,<br />
Mar,RelsoN et MouRGUES (de Nancy), par<br />
le Pr. CHRrsu¡,nus (de Lille), il s'agissait d'une<br />
faiblesse progressive du membre traumatisé, avec<br />
apparition précoce de contractions fibrillaires e[<br />
d'amaigrissement, suivis de généralisation des mé
Touo XV<br />
Núnt. 5 - <strong>1950</strong> J. A. B,rnní:. - Atrophies par répercusion sympathique 329<br />
mes phénoménes au membre supérieur homolatéral'<br />
Dunt un cas que nous avons pu suivre, la blessure<br />
plantaire ayant été soignée énergiquement, tous les<br />
phénoménes pathologigues entrérent rapidement en<br />
régression.<br />
tes simples indications montrent déjá qu'il t"y<br />
a eu qu'uit" upputence de Sclérose latérale amyo'<br />
trcphique, -dans nos cas au moins.<br />
¿i Datts d'autres cas, chez un sujet tout á fait<br />
normal, on voit se développer, á la suite d'une bles'<br />
sure légére de la main, des douleurs de type cau'<br />
salgigué, une hyperesthésie pénible au chaud et au<br />
frold. Plus tard, l'anesthésie thermique s'établit i<br />
la place de cette hyperesthésie, puis une amyotro'<br />
phif du type Aran'Duchenn€, üil, syndrome de Clau'<br />
ie Bernatd-Hottt"t, avec une légére participation<br />
pyramidale du membre inférieur correspondant au<br />
.ét¿ a" la main blessée et du bras atrophié'<br />
Ici encore il semble bien s'agir d'un synd'rorne<br />
rappelant Ia Syringo'myéli,e, mais non d'une Syrin'<br />
go;yélie ordinaire. Des faits trés voisine ont été<br />
fubúAs par divers auteurs á la suite d'une gelure<br />
'd'trrr" *uint Grnornn, CulnnonNnl, Kunr'wIs (d"<br />
Nantes)--- BmnÉ, Julr, BnnNnenor (de Strasbourg<br />
et Metz), etc.<br />
III. Tvpes DE r,ÉstoNs cAUsALES ET FoRMES<br />
TOPOGRAPHIQUES DES TROUBLES EXrnnso-PRoGRES'<br />
sIFS.-Les lésions traumatiques de la périphérie des<br />
membres ont des types assez variés: en dehors des<br />
névr6mes et des glomus, une lésion périostée trau'<br />
matique localisée, qui reste longternps douloureuse,<br />
une gelure, une piqüre d'insecte, l'éraflure dtun fil<br />
barbólé sur le do1 de la main, une pointe saillante<br />
dans une chaussure, c'est-á'dire des blessures ou<br />
des lésions infimes en elles'mémes, peuvent déclen'<br />
cher un Syndrome Extenso-progressifs'<br />
Mais, d'autres fois, c'est sur le trajet du nerf d'un<br />
membre que se trouve la blessure légére ou grave<br />
qui va y donner lieu.<br />
Ce peut étre également dans le périoste ou.la<br />
dure--ére du cráne sur le trajet d'un nerf cránien<br />
(et nous en avons apporté des exemples). Enfin, et<br />
il ,'ugit lá d'une .ottó" probablernent trés riche de<br />
Syndiomes Extenso-progiessifs: c'est souvent dans<br />
la Cavité abdominalL, sur la cicatrice d'une lésion<br />
inflamrnatoire ou chirurgicale, que naissent les dou'<br />
leurs qui s'étendent progressivement et montent du<br />
petit bassin au plexus solaire, puis au Sympathique<br />
intrathoracique, pour créer un état d'angoissq et<br />
parfois des crises nerveuses impressionnarttes, qui<br />
ieconnaissent comme point de départ une lésion in'<br />
signifi.cante en elle'méme.<br />
'-Norr* avons rapporté I'exemple d'un petit éclat<br />
toléré pendant longtemps dans la masse musculaire<br />
du coü, qui a ptórooq,ré tardivement des troubles<br />
vestibulaiies et á". "ris"r nerveuses: le tout a cédé<br />
á I'ablation du corps étranger'<br />
C'est dire la variété des aspects des Troubles Ex'<br />
tenso-progressifs déji connus.<br />
W. Arrrrunr DES AuTEURS vIS'A'vIS DES Tnou'<br />
BLES ExrENSo-PRocRESSIFs.-Ayant présenté ¿ diverses<br />
reprises des cas particuliers de Troubles Extenso-progressifs,<br />
ou une étude d'ensemble (Con'<br />
grés de Genéve, L946), noust pouvons dire que:<br />
I. De nombreux auteurs ont accepté sans res'<br />
trictions la description que nous avons donnée,'<br />
et apporté de nouveaux exemples confirmatifs:<br />
Prs. -Ponot (d'Alger)- Rocrn (de Marseille) -<br />
BnuNscrwEILER (de Lausanne) - Pr. HcRMANN et<br />
Dr. TlrolrAssrr (de Lyon)-Drs. Cour-olcou (d"<br />
Brest)-BÉn¡.cr (de Pau)-GTRoIRE et Cu$sox-<br />
¡rnr, (de Nantes)-_MrrcnANT et ses collaborateurs,<br />
Plur- Scnwenrz ( de Nancy)-BounculcxoN (de<br />
Paris)-Cossl (de Nice)-F. M¡ntpr¿t (de Novara),<br />
etc., etc.<br />
. 2. Mais, certains autres, comme le Pr. Connrr'<br />
(de Marseille), hésitent á accepter la synthése que<br />
nous avons proposée.<br />
3. D'autres croient devoir repporter au pithia'<br />
tisme certaines formes de Troubles Extenso'progres'<br />
sifs (la forme di-homomélique, en particulier).<br />
Nous devions faire une place á ces mouvements<br />
divers de l'opinion auprés de l'acceptation pure et<br />
simple qui est beaucoup plus générale.<br />
V. Exnupr.rs DE TRouBLEs ExrENSo-pRocREssIFS<br />
DAlis r,e LlrrÉnlrunp.-En explorant la littérature<br />
médical,', nous avons trouve que, depuis AN,f-<br />
BRorsE P.rnÉ, on avait obse,rvé qu'aprés certaines<br />
blessures légéres d'une veine, des troubles absolument<br />
comparables á tel ou tel de ceux que nous<br />
avons mentionnés, avaient été decrits. Et sans accepter<br />
la masse des Troubles réflexes qui connurent<br />
une faveur excessive entre 1860 et 1880, en pzut<br />
dire que des exemples trés valables peuvent étre<br />
retenus.<br />
VI. DmrÉnnnclArroN clrNreuu DEs TnouslEs<br />
Exrrxso-pRocREssrrs.-Il s,era facile de démontrer<br />
que les Troubles Extenso-progressifs que nous<br />
avons en vue se distinguent nettement de ceux que<br />
MM. BInINSKI et FnourNT ont groupés sous le titre<br />
de t, qui restent<br />
étroitement localisés au voisinage de la bles."ure.<br />
Mais ils nous paraissent reveler de la méme pathogénie.<br />
La lYéurite ascend,t4nte ne peut expliquer l'extension<br />
et le mode de propagation de Troubles Exten'<br />
so-progressifs, et SIc.tno lui-méme avait pressenti<br />
qu'on faisait e'ntrer dans le cadre de la Névrite as'<br />
cendente des faits qui ne lui revenaient pas.<br />
La Néurite irradinnte, d,e Gulr-r.el¡c et BennÉ, reprise<br />
par TINTL, est bien différente aussi de I'ensemble<br />
des Troubles Extenso-progressifs.<br />
, Nous avons indiqué que certaines formes de ces<br />
Troubles se rapprochaient de la Sclérose latérale<br />
amyotrophique, de la Syringomyélie, de I'Hémiplé'<br />
gie avec hémianesthésie, mais nous avons indiqué<br />
áussi qu'il n'y avait qu'une simple ressemblance,
330<br />
que des signes essentiels faisaient défaut, que l'évolution<br />
depuis le début (traumatique) jusqu]á l,arrét<br />
spontané ou thérapeutique, était bien spéciale. Nous<br />
Wrlsons qu'il faut retirer de certq,íns Cadres Classiques<br />
das > qu,'on y a indú,meni<br />
intégrées.<br />
Ces formes cliniques (anormales> appartiennent<br />
en fait á un autre chapitre, protéifor*e áanu doute,<br />
mais d'une grande homogénéité fonciére: celui des<br />
Troubles Extenso-progressifs, aprés traumatimes<br />
souvent minimes de l'extrémité d'un membre.<br />
VI. P¡.rnocÉnrE DE crs TRouBLES.-La patho.<br />
génie réf]exe nous est apparue d'emblée com-me la<br />
plus vra_isemblable. La rapidité mém,e du dévelop-<br />
pement des phénoménes, leur ressemblance avec d-es<br />
lait¡<br />
nous €Jroupés:<br />
La l¿," Loi:<br />
est pour nous<br />
La, 2¿^" Loi:<br />
phénoménes.<br />
reproduits expérimentalernent (Pr. Ar.annr,<br />
de- Liége), leur mode de propagation -toujours le<br />
méme- nous ont paru étre des caractérés frappants<br />
et esscntrels sur lesquels nous pouvions fon-<br />
der une famille ncruvelle.<br />
Les lois de propagation des réflexes<br />
par Prlücon régissent parfaitement les<br />
Mnnrc¡x¡ Clíxrcl<br />
formulées<br />
faits que<br />
Loi de la conduction homolatérale,<br />
le plus souvent en action.<br />
Loi de symétrie, convient á certains<br />
La 3é^" Loi: De I'inégalité des réponses de chacun<br />
des c6tés du corps, le cdté primilivement irrité<br />
réagissant toujours d'abord et davantage, srapplique<br />
ég,alement i certains exemples que nous avons<br />
recueillis.<br />
Mais, et c'est li la surprise qui nous était ménagée<br />
en lisant le travail de Prr.ücsR dans son texte<br />
original: c'est en se basant en partie sur des exemples<br />
cliniques publiés par RoMsnnc: par Dlr.rBN-<br />
'BACIr, par DueuyrREN, par W'nm Mncnrr.r,, et qui<br />
sont i nos yeux des cas typiques de Troubles Extenso-progressifs<br />
di-homoméliques ,<br />
que Prr.ücER a dégagé ses lois sur la propagation<br />
des actions réflexes.<br />
La nature de cette action réflexe demandera des<br />
précisions nouvelles: si nous savons bien quel est<br />
le mode de cheminement et d'extension des troubles,<br />
nous ne pouvons expliquer encore exactement quelles<br />
voies nerveuses sont suivies, pourquoi exclusiveme¡.t<br />
lr:s voies de la douleur dans un cas, -pourquoi<br />
celles qui troublent les sensibilités thermiques<br />
et douloureustrs, dans d'autres,- pourquoi celles<br />
qui provoquent des amyotrophies et des contractins<br />
fibrillaires, ou enfin qui perturbent d'une certaine<br />
maniére le.s voies motrices pyramidales et les<br />
voies sensitives générales.<br />
Il nous reste beaucoup á faire pour épuiser le<br />
travail commencé. Mais les matériaux rasemblés<br />
nous paraissent former un groupe réellement homogéne;<br />
le mode de propagation nerveuse qu'ils démontrent<br />
est indubitable. C'est aux cliniciens, aux<br />
physiologistes, aux anatomo-pathologistes, á ajouter<br />
Torvro XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
des clartés sur les points obscurs, á combler les<br />
Iacunes de notre étude.<br />
VIII. Once¡vrclrÉ nr cEs TRouBLEs. Luun wrÉnÉt<br />
MÉnrco-r,Écer,. LBun rRArrEMnnr.-pratiquement,<br />
I'organicité de ces troubles srimpose á peu<br />
prés dans tous les cas, et on n'a pu discut"r "étt"<br />
nature (Dr. Bolssr.r.u) que pour lá forme motrice<br />
di-homemélique.<br />
Si le médecin reconnait I'organicité de ceux-ci et<br />
accepte de les rattacher á Ia cause, méme trés mi-<br />
li1",<br />
qui a pu leur donner naissance, il pourra<br />
faire oeuvre utile au point de vue rnéd,ico-IZgal.<br />
Sur le plan thérapeüiqu", le médecin áverti<br />
pourra jouer un rdle précieux, car l'exérése rapide<br />
et un p_eu large de l'épine irritative qui a commencé<br />
de faire vibrer et d'altérer Ie systéme nerveux<br />
d'un sujet, peut permettre de couper court á<br />
l'extension des troubles et méme de faire disparaitre<br />
complétement tous les accidents.<br />
Cette m6me thérapeutique, si elle est retardée dans<br />
son application, ne demeure pas fatalement sans<br />
effet: ses chances sont seulement diminuées et ses<br />
effets beaucoup plus lents á se développer.<br />
EVOLUTION DE NOS CONNAISSANCES<br />
SUR L'ATHÉTOSE DOUDLE<br />
Lu,no vAN BoGAERT<br />
Director del Instituto Bunge de Berchem-Anvers.<br />
Socio Honorario de La Sociedad Españo'a de Neuro ogía.<br />
Le probléme de l'athétose double est un de ceux<br />
auxquels L. Benn.rquER-RovrRALrA, que nous fe_<br />
tons aujourd'hui, a apporté une contriLution essen.<br />
tielle. Sa portée ne se voit clairement qu,i a la faveur<br />
de nos connaissances actuelles rui "" syndro.<br />
me particulier.<br />
**{c<br />
C'est au neurologiste américain Heuuollo qu'on<br />
doit le nom et la description de l'athétose-sympt6.<br />
me. Lui-méme rappelle en LB76 que c,est dans son<br />
Touo XV<br />
Núm:, 5 - <strong>1950</strong> L. v. Boc¡ERr. - Athétose double 331<br />
microscopique, la nature de la lésion i laquelle se<br />
rapportent ces sympt6mes>.<br />
Chez les malades, qui font l'object de la description<br />
de L876, il s'agit dans les deux cas d'une athétose<br />
unilatérale faisant partie d'une affection cérébrale<br />
dimidiée. Le premier cas -qui concerne vraisemblablement<br />
le malade de la description princeps<br />
puisqulen note de la page, Htvrvro¡vo signale que ce<br />
malade avait été admis plusieurs fois dans son ser'<br />
vice de Bellevue Hospital Medical College entre<br />
1Bó9 et 1871- est un alcoolique, avec epilepsie,<br />
tremblement et troubles mentaux.<br />
Le second cas, observé avec J. G. HussARD est<br />
une séqueltre d'ictus avec grave atteinte du langage.<br />
Le dessin qui accompagne ces observations et ües<br />
notes explicatives sont cependant tellement sugges'<br />
tives qu'on ne résiste pas au plaisir de les reproduire.<br />
Voicr les extraits les plus importants de cette<br />
description:<br />
u(Il était relieur et réputé.),<br />
332 Mrorcrwl CrítrIcl<br />
tention de faciliter leur étude en les considérant<br />
comme des variétés de syndromes. C'est une conquéte<br />
scientifique de reconnaitre ces modalités distinctes,<br />
de les rapprocher du prototype découvert<br />
par LIrrr,E pour les motifs énonces ci-dessus, mais<br />
je résíste d, l'ídée d,'unit'icr dans Ie groupe' sus-di.o<br />
toutes les aarütés possíbles de ces affections, en se<br />
basant sur d'es motifs d,'anüorní,a, d'étiologic et<br />
méme de symptomüologíe. Ja me refuse á identifier<br />
aux hémiplégies infantiles beaucoup de cas de chorée<br />
chronique et d'athétose double: pour les unes<br />
parce que l'anatomie pathologique en est distincte,<br />
pour les autres parce qutelle est inconnue, parc€<br />
que ces affections peuvent se présenter non seulement<br />
dans la premiére enfance mais dans Ia seconde<br />
et ménoe á l'áge adulte.><br />
On peut donc considérer que c'est Blnnequrn<br />
Rovm¡.r,rs le premier qui a réclamé pour I'athétose<br />
double des d,iplégi,es infantil,es une place d' part et<br />
qui a at'lirmé Ia possibiliaé d,'une athétose double<br />
anquise c.d.d,. non liée aux ceuses inao'quées habitucllement<br />
dans les catégorics ci-dessus. (*) Mais<br />
avant d'aller plus loin il nous faut revenir maintenant<br />
au travail de H¡,uMoND (f876):
Touo XV<br />
Núnr. 5 - <strong>1950</strong> L. v. BoclERT' + Athétose double 333<br />
et la tdte sont atteints mais il y a encore une atti'<br />
tude grotesque avec plicature qui frise un spasme<br />
de torsion.<br />
Il propose pour bien affirmer cette distinction de<br />
p"titi djathéiose pour de - telles observations' afin<br />
he bien les séparet d" l" chorée chronique."t 9." 1,"<br />
pur"ly"i" agiünte et de n'accoler -le qualitatif de<br />
Li- oú d'unl-lateral qu'aux cas de di- ou d'hémiplé'<br />
gie infantile qui s'accompagnent de ce symptdme'<br />
" eprJr le távail de BlnñeQUEl se trouvent donc<br />
ir"ú;,- ih¿miathétose ou hémichorée posüémtplé'<br />
átn".. de l'adult (Hemruoxo),. I'hémiathétose ou<br />
F"ihé,or" bi,laterale de I'encéphalopathie inf-antile<br />
iB.mn,Lqurn¡ et l'athétose acquise idiopathique<br />
(Al,r.surr).<br />
La notion d'un ictus, d'une naissance prématurée<br />
ou pénible, d'une asphyxie de n-aissance, tl'une encépüalopatúie<br />
de la premiére enfance sont décisives<br />
du aiug"ostic car il faut bien reconnaitre qle :?ns<br />
en présence d'une athétose bilatérale d'un<br />
"ot-tí*,<br />
srand eniant -ou d'un adolescent ou d'un adulte il<br />
A;;ñttible de dire i quel groupe il con'ient de<br />
la rattacher.<br />
L'argument de fréquence est cependant en faveur<br />
de la áerniére catégorie et la grande majorité de-s<br />
cas connu, "orr"rpottd á des lésions organiques cé'<br />
rébrales, graves "t diffot"s- Aussi n'est'il-pas éton'<br />
n"nt qu"idans la majorité des cas, l'athétose s'y<br />
trouve encadrée de signes pyramidaux ou extrapy-<br />
,r-idu,r*. C'est elle qui cépendant demeure á l'a'<br />
vant plan. Ce n'est pá" suttt raison que l'opposant<br />
á la iareté et á la fugacité de ce symptóme dans Ia<br />
lésion malacique de l'adulte, BostRoslr ait voulu en<br />
faire une ufo-rme de réaction spéciale> du cerveau<br />
d, l'rrrfurrt á la nécrose. Mais cette forme congéniá¡,<br />
ou trés précoce de l'athétose bilatérale distin'<br />
goé. "o**"'r,oo" venons de la voir dans le groupe<br />
áes diplégies, en méme telnps par BennaQUER et<br />
Fnnun, "Jrrur* encore des faits disparates' C'est. le<br />
mérite des Vocr d'en avoir séparé une vingtaine<br />
á'"rrrré"" plus tard sous le nom d' ur," i*"ge anatomoclinique particuliére á Ia'<br />
quelle d'aucunJ veul'ent aujourd'hui attacher le nom<br />
á" U-". C. Vocr. Les auieurs allemands prenaient<br />
originellement aette affection p-gul une malformation<br />
,*iryorrnairei. Il est aujourd'hui admis, depuis.les<br />
travaux de SiHorz, qu'il s'agit ici d'une altération<br />
tissulaire dépendant ávant tout de facteurs circulatoires<br />
ou iot"ulaires et dont les rapports aves<br />
I'hémiatrophie cérébrale progres-sive (Scror'z) sont<br />
étroits. Q,re c" d.ésordre uascuJaire plit:q étre la<br />
cor.séqueice d'un accouchement lent, -pénible, d'une<br />
arphytie natale, nous le croyons.volontiers, mais,<br />
si ie niécanisme pathologique (vasal) est actuellement<br />
admis par tous, il semble bien- que des causes trés<br />
diverses soient invoquées par les auteurs pou-r- 9Tpliquer<br />
sa mise en march". E t effeto d-elá e1 LB?D-,<br />
il,foiro"o*co avait décrit une fratrie de trois athétoses<br />
et un second cas oü le pére était en voie de<br />
devenir athétosique. ces obseraaJíons lamilíoles<br />
sont, il est vrai, sans contrdle. Mais nous connaissons<br />
depuis dtautres cas semblables' avec un -contr6le<br />
aátomique, le plus souvent chez un seul des<br />
deux enfants utt"itttt. Des deux fréres étudiés par<br />
Á*to* (1896) un seul est vérifié: état marbré du<br />
putamen. Le cas 'Wlnru... d'OspnNnslM (f895) et<br />
Vo"t (I9f9) est le seul héréditaire' D'une mére avec<br />
athétose double et muette est issue une enfant na'<br />
turelle avec athétose double aprés convulsions, ¿<br />
l'áge de neuf ans; celle'ci succomb¿ i l'áge dQ 24<br />
otrJ 1pétitonite puerpérale); 1on-enfant était encore<br />
saine'á l'áge dá deux ans. De la grand-qére p.1r<br />
áe vérifi""ñot. La fille est un état marbré du strié.<br />
Des cas J¡.Qurr, de B,mnÉ, C. et O. de VocL -Uui<br />
uont deux fiéres (1920), un seul est vérifré: l'ainé'<br />
ii ,'ugit d'une ,r"irrurr"" asp}yxique: - état,marbré<br />
á" riii¿ et plaques fibromyélittiqo* *H,l'i9o.t","'<br />
Des d.eux soéurJ étudiées par S*ror.z (L924) I'ainée<br />
est un état marbré avec gliose pallidale' L'observa'<br />
tion la plus importante est celle de G' KocH (1949)<br />
d'une "ihéto*- double chez deux soeurs jumelles<br />
univitellines avec athétose gravq idiotie et peut<br />
étre surdimutité. La premiére meurt i douze ans:<br />
état marbré du strié, pertes cellulaires du strié et<br />
du pallidum, léger état --dysmyélinique et pertes<br />
cellulaires modérées dans l'écorce. La seconde meurt<br />
á dix huit ans: état dysmyélinique du pallidum'<br />
Kocn fait cependant remarquer que, chez celle-ci'<br />
un seul niveau ayant seulement été examiné il est<br />
po.tibi" qu'á I'exámen d'une région plus antérieure<br />
un état marbré eut été découvert.<br />
Nous clisposons d'une quatriéme famille identique<br />
i celle da koch mais il ne s'agit pas de jumeaux:<br />
il s'agit de deux fréres issus d'une souche fort tarée<br />
do "át¿ paternel (famille Van Hoe"') ainsi que le<br />
*otttt" liarbre généalogique ci dessous (fig' 1) et<br />
appartenant touJ deux á,, glottpe de l'état marbré'<br />
Ño"r étudierons le cas tréJ bient6t et repro-duisons<br />
simplement une des figures les plus typiques du substratum<br />
lésionnel (fi5. 2).<br />
Il n'y a w t¡"u ¿i¿tluri, un" d,ifférence- e?t:e<br />
Les encéphalo'path.ins inlantiles auec état marbré du<br />
strié et'celtei oü cette allection existe d I'état p-ur<br />
(s'il y en a). Le lait d" l'étw rnarbré<br />
-rrrnontret<br />
iou, ín" lorÁe larniltnle n'est pas un a'rgwnent suf'<br />
físant pour en laire une hérédodégénérescetrce' .ll<br />
i"Jiq"é simplement qu'une--prédispositio: 4 {air,e<br />
des Jccidents- vasculairis cérébraux á ,la suite de toxiinfections<br />
trés diverses existe dans certaines souches,<br />
au méme titre qu'il y a dP souches oü les en-<br />
"epii"iit"" vaccinales'et cálles des exanthémes s'ac'<br />
cumulent avec une fréquence inusitée' Cette uprédisposition<br />
vasculaire familialer) nous la connais'<br />
,or; *i".rx chez l'adulte (artériosclérose cérébrale,<br />
pl "lcJ q"" chez I'enfant et chez le nourrisson mais<br />
des familles comme la souche Van Hoe" ' nous obligent<br />
á accepter cette notion au méme titre que la<br />
prédisposition comitiale.<br />
' Fuui-il avec G. Kocn admettre I'existence i c6té
334<br />
Meorcrx¡, Clí¡ucl<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
,de l'aüétose double par état marbré d,une athétose<br />
double par état dysmyélinique?<br />
Les deux types d'altératións ont certainement en_<br />
tr'eux des rapports étroits: la souche de C. Koclr<br />
le montre par elle méme puisque chez les d"o*<br />
fants qu'il a étudiés on n-,a trouvé qu,un état "rr-<br />
dys_<br />
G¡<br />
qa'fl<br />
A#<br />
rr a qg,qqgqq<br />
JÁrá.ron (etqt ,narlxi )<br />
@,Avlirot t, -or,to6 o_ ogao dÁ¡incmrip<br />
Q EpJ.p.i" .";*,<br />
Frc. l.-souche van I1...<br />
myélinique. Cet état consiste par définition en un<br />
apauvris-sement myélinique du strié et en particurier<br />
du pallidum. Il. se tradluit par un érat d" tigiáire<br />
avec h¡percinésies á la foii chroréiques, ath?tosiques<br />
et méme ballistiques. Cet apiauvrissement<br />
myélinique pgut se voir daos l,asphyxil nahle, dans<br />
I'ictére nucléaire, dans l'état pig-etttait" párriá"réticulé<br />
(H,rr.r,nnvoRDEN-Sparzi en .rn mot dans un<br />
groupe de maladies -susceptibles d,atteindre plusieurs<br />
sujets d'une méme fámi[e sans qu,o' p.ri.r.<br />
les considérer comme des hérédodégénérescences du<br />
type abiotrrophique.<br />
Les états marbré_ e! rnyétiniquc ne sont que les<br />
signatures histopathalogíqwas inscrites &u bn, de<br />
processus morbides f,ort dillérents dans leur étinlogie<br />
m!.is agissant sur le néaraxe p&r un mémnüme<br />
cgmplexe oü se méIent des troubl,es aa^sculnires eo<br />
des -séqucirrces d'oedéme ou d,'hypoxyd,ose sur- Lesquels<br />
nous soÍnnúes errcore trés -mal'renseignés.<br />
Leur i¡rcidence farnilia,Ie ticnr d, I,ürcídence fami,<br />
lilp des prédispositíons ou d,es causes qui tás réoélent<br />
sous une f,orrne morbid,e. Elles n'int * ""<br />
caractére inflexible que reuétent les hérédoiégénérescences<br />
Wr abiotrophie et oertaines drentrlelles<br />
sont déid_l'objet de tentatiues prophylactiqu,es précictrces.<br />
Nous pensons á l'ictéré nucléaire.<br />
Il est vraisemblable d,ailleurs qu'á c6te de la prédüposüinn<br />
gu'a I'apry,reil ,^rrjoir" dans certains<br />
souches i se laisser compromettre plus gravement<br />
dans des circonstances de préstase o' d" Jtase inoffensives<br />
pour d'autres "orr"h"r, il y u des prédispirt<br />
tiors paren'chym&úewes locales réalisant -<br />
une infirmité<br />
congénitale ou héréditaire de certains appareils.<br />
A ce point de vue les recherches faite, .", la famiile<br />
oü on retrouve chez toute une série de sujets<br />
peu atteins des mouvements striés (parzlc 1939) ou<br />
des grimacements avec dyslalie d;aspct strié (Hu-<br />
SEMANN 1.939) présentent un grand intérét.<br />
L'état dysmyélinique du pallidum dans I'ictére nu-<br />
cléaire s'accompagne d'une atteinte importante et<br />
souvent _pré49yl"ante du corps de Luys; celui de<br />
la malaclie d'Hallervorden,spaiz dela p'réá""", a,u'<br />
pigment vert-noir spéciar qui permettlent de situer<br />
le cas.- I.l r a -""p.rrdarrt des Zmts dysmy:elntq*,<br />
se traduisant cliniquement par un ¿tát d" ,igiditc<br />
,a,r H.. avec idiotie avec une hiÁtoire<br />
d'accouchement prématuré ou<br />
pénible et que rien ne permet<br />
de séparer cliniquement de<br />
l'état marbré. G. Kocn croit<br />
g1rlung telle séparation est pos,<br />
i " sible srDle du fait lart que l'athétose y est<br />
remplacée<br />
-l-,<br />
ultérieurement par<br />
un état de rigidité, déficit dü<br />
is -'e ¿ une atteinte ultérieure du<br />
pallidum ou des voies striopallidales<br />
et couvrant les manifestations<br />
du strié.<br />
L'observation de G. Kocu<br />
Ct Ct<br />
tosedoubreramiliar.ilJJ:",;*;jl:L"n:'ffi,.;,'li<br />
un état dysmyélinrque familial mais ,le partage clinique<br />
nous parait bien subtil.<br />
L'état marbré du strié neur sc<br />
re cadre d,une r:;";iJaxilr:'r';^";#;:,$tr:<br />
tion dominante, mais ici la choréoaihétore est franchement<br />
á l'arriére plan du syndrome d1épilepsiemyóclonie.<br />
Cette dégénérescence familiale cámpiexe<br />
(van BocAERr 1926, Ig2g, L}JA) s,exprime,'d".r,<br />
les trois cas vérifiés, par un état marbié associé á<br />
une dégéné.rescence cortico-olivaire et fait le pont<br />
entre les diplégies cérébrales striés er les ábiotrophies.<br />
Il existe par contre une abiatr,ophie progressíae<br />
Frc. 2.-État marbré du pulvinm et de la région rétro.<br />
lenticulaire. (Méthode dé Hoker.)<br />
systémüisée du pal,lidurn qu,on peut reconnaitre<br />
cliniquement et qui finit en athéiose double.<br />
Le premier d.e ces cas fut - observé _ en L93I et publió<br />
avec le Dr. L. Ds Vos en 1933 sous ce tiire.<br />
[,e frére de ce malade fut publié en L946 et, devant<br />
la correspondance étroite des deux observations,
To¡vro XV<br />
Núm" 5 - <strong>1950</strong><br />
nous avons individualisé ce type. La maladie débute<br />
par un équinisme du pied suivi d,une contracture<br />
d'attitude s'étendant á tout le membre in.<br />
férieur puis au m,embre supérieur homolatéral, aux<br />
membres opposés ensuite et enfin au cou. Cette contracture<br />
s'accompagne de grimacerie et de mouvepgl-t"<br />
athétosiques parfois avec une composante<br />
ballistique. A la fin de la vie, on observe dés états<br />
d'agitation extréme. Ce mélange de contractures, de<br />
torsions axiales, d'hypercinésies, de spasmes buccaux<br />
et péribuccaux ne s'accompagne pas nécessairement<br />
d'une dégradation psychique. Telle quelle<br />
cette atrophie pallidale progressive différe des Lthétoses<br />
doubles souvent régressives. Le début par contracture<br />
s'oppose au début par les mouvements athétosiques.<br />
Il s'agit d'une affection acquise $ans anamnése<br />
de dystocie, de prématurité mais des infections<br />
peuvent jou,er ici aussi un r6le d'amorce.<br />
L€s mouvements ballistiques s,ils sont présents<br />
méritent d'étre retenus. Ils peuvent s'obserie, ."*<br />
que la dégénérescence atteigne le corps de Luys.<br />
Il peut arriv'er aussi que le corp$ de Luys srentreprenne<br />
á son tour (notre observation II de lg35,<br />
1938, L94ó) et ainsi le pont esr jeré avec la dégénérescence<br />
pallíd,oluysienne symétrique postulée par<br />
R¡xorvrrz ( f 934) mais dont nous avons rapporté<br />
avec Jrerv Tlrrc¡. (L64G) la premiére obseñátion<br />
vérifiée. Dans I'atrophie pallidoluysienne les phénoménes<br />
se succédent dans l'ordre: contracturas,<br />
ballismes, choréoathétose. Il s'agit de nouv,eau<br />
d'une affection acquise, progressive, avec ou sans<br />
désintégration psychque.<br />
sans attarnnése, *, )r|"r:o^ ,* sont w d diÍférencicr<br />
des athétoses d,oubles par ént m.arbré"ou<br />
pr ént dysmyéIinique, tout au mohw dans l,ord,re<br />
neurologiquc. ll est vraisemblable que le syndrome<br />
yent{ de I'encéphalopathie infanrile soit i séparer<br />
de celui das dégénéresoences acquises mais celá dé,<br />
passe notre expérience personnelle.<br />
_Pour_ qu'on puisse avec vraisemblance ranger de<br />
telles observations dans le cadre des abiotrJphies,<br />
l'hístoire neurologique doü encore süist'aíre á<br />
taines cond,üiotu d,e Mmps, d,e aítesse et de d,urée ""r-<br />
dont il faut cependant dire un mot malgré que ces<br />
notions appartiennent au probléme général des maladies<br />
systématisées héréditaires. Cescritéres ont été<br />
fixés par Bnvc et élargis par Krnnrn il y a longtemps<br />
mais ils n'ont rien perdu de leur pertinence. Les<br />
images cliniques observées chez les divers sujets doivent<br />
6tre identiques (homotypie), apparaitre á p.o<br />
prés vers le méme áge (homochronie) et évoluer avec<br />
une certaine progressivité. Brnc y ajouta cette notion<br />
qu'une cause exogéne déclanchante devait étre exclue,<br />
que le processus devait étre strictement endogéne.<br />
Ce dernier point est á préciser. Personne á<br />
l'heure actuelle ne songe plus á nier l'> du milieu ambiant sur les manifestations héréditaires.<br />
On peut accepter que les circonstances influent<br />
sur le délni de la manifestation initiale de la<br />
L. v. Boctf,ftrr-Athétose double<br />
335<br />
maladie mais il est excessivement difficile d'apprécier<br />
si elle modifie qualitatíuement ou qrnnt¡ni¡iu**,w<br />
les manifestations de l'hérédodégénéiescence elle-méme.<br />
La réalité d'une ,accéIératii,¿ dans lrapparition<br />
propre du ou d'un renforcem,ent de gravité dá, ,y*ptdmes<br />
est excessivement difficile á démontrer. tant lls<br />
débuts de ces affections- peuvent étre sournoir ou ig.<br />
norés du sujet et tant les délais d,aggravation sont<br />
variables d'une souche á l'autre. On iiique de préter<br />
á l'agent exogéne ce qui est le fait du-terrain et il<br />
est méme vraisemblable que c'est par la mise en cause<br />
de ce dernier que les infeótions si-souvent incriminées<br />
exercent leur influence néfaste. Le début lentement<br />
progr,es_sif_d'une athétose double aprés typhoide dans<br />
le cas de L. B,mnequnR peut étre rappioché de l,apparitio_n<br />
d'une,paraplégie spastique aprés typhoiáe<br />
mais dans les deux cas nous savons, du seu[ lait de<br />
notre observation quotidienne, qu'il y a plus de chance<br />
que la détermination efficiente se trouve du c6té<br />
de_!a prédisposition que du c6té du bacille typhique !<br />
Il suffit _de jeter un coup d'oeil sur I'arbre getré"logique<br />
de Ver Hor... pour se rendre compte que c'est<br />
certainement le ma¡éri,e'l héréditaire du c6té paternel<br />
qui est en cause et non les innombrables iniections<br />
incriminées dans les ,enfances.<br />
En présence d'une affection progressive et tendant<br />
á étre symétrique, amorcée par une infection, intoxication,<br />
avitaminose ou traumatisme, il faut se re.<br />
tourner du cdté de la pathologie de la souche: il<br />
arrive fréquemment qu'on y trouve l'explication du,<br />
paradoxe.<br />
***<br />
Cette prédísposi¿bn co,ttstitutionnelle et larniliale<br />
peut jouer i tous les áges. C'est á elle qu'il faut attribuer<br />
l'incidence de chorées ou d'athétoses séniles<br />
familiales, se présentant sous une forme récessive<br />
avec ou sans démence. A ,la fragilité vasculaire du,<br />
nouveau-né, rappelant l'état marbré correspondant<br />
dans certaines souches de fragilité vasculaiie de la<br />
présénilité ou de la sénilité rappelant les athétoses.<br />
séniles mais ni dans I'une ni dans l'autre il ne s'agit<br />
d'abiotrophies au s€ns pur.<br />
Nous croyons cependant qu'on peut dans le cadre.<br />
des choréoathétoses séniles trouver de nombreux typeq<br />
de passage oü des lésions vasculaires, du type<br />
criblüres ou Iacuneso s'associent á des atrophies plus.<br />
ou moins systématisées. Certaines formes extrapyramidales<br />
de la maladie de Pick dont nous avons fait<br />
connaitre briévement une observation et de la maladie<br />
d'Alzheimer doivent trouver treur place ici.<br />
On pourrait classer les faits connus actuellement<br />
dans le cadre suivant:<br />
l. Hémiathétose, hémichorée, hémiballisme symptomatiques.<br />
2. Athétose unilatérale de I'hémiplégie infantile.<br />
(perfois familiale).<br />
3. Athétose bilatérale de la diplégie infantile'<br />
(parfois familiale).<br />
¿) Par état marbré du strié.<br />
ó) Par état dysmyélinique du pallidum.
Mrnrcrx.l Clíxrcl<br />
l. Séquelle d'asphyxie natale.<br />
2. Séquelle d'ictére nucléaire.<br />
3. Manifestation d'un état pigmentaire pallidoréticulé.<br />
. 4. Choréoathétose (état marbré) avec épilepsiemyoclonie<br />
familiale (dégénéresoence cortico-olivaire).<br />
5. Choréoathétose bilatérale symétrique progres'<br />
sive pure (atrophie pallidale).<br />
6. Choréoathétose bilatérale symétrique et progressive<br />
avec composante ballistique (atrophie palli'<br />
do-luysienne).<br />
?. Choréoathétose sénile et présénile (parfois fa'<br />
miliale) état mixte fait de lésions lacunaires striées<br />
et d'une atrophie senile.<br />
a) Ave* des éléments cliniques et pathologiques<br />
de la maladie d'Alzheimer.<br />
ó) Avec des éléments cliniques et pathologiques<br />
de la maladie de Pick.<br />
Cette classification n'épuise pas le probléme.<br />
[,es trois cas de Svr.r.¡.sA, et HpuNnR sont trés importants<br />
et trés particuliers. Il existe constamment,<br />
óh", sujets, un syndrome d,ystroph'ique fait d'a'<br />
nomalies ""r du cráne, de la chevelure, de strabisme,<br />
d'un goitre, de déformation de la cage thoraciq-ue,<br />
de tróubles de la pigmentation cutanée, d'une hy'<br />
poplasie des organes génitaux, d'une angiomatose<br />
coirjonctivale (sn réseau>. Il existe un syndrome<br />
neuiologique comportant une abolition ou une di'<br />
minution des réflexes tendineux, tles signes pyra'<br />
midaux irritatifs.<br />
Les troubles intellectuels manquent ou sont ex'<br />
trémement légers. Ils insistent sur I'absence de rigi'<br />
dité musculaire, d'une attitude typique de la posture<br />
rappelant la decérébration. Il n'y a pas d'histoire<br />
obiiétri"ale ni infectieuse, le début se fait dans la<br />
premiére enfance ou méme plus tard ! l'áge de trois<br />
áo qtut" ans. Ils considérent cette affection comme<br />
une-maladie d,e systéme, probablernent du néo-strié,<br />
et insistent sur la nécessité de rechercher le syndro'<br />
me dystrophique qu'ils décrivent dans I'athétose, au<br />
mémá titr; q;'on recherche le syndrome dystrophique<br />
bien connu dans la maladie de Steinert'<br />
-<br />
Dans son travail de L949, G- Kocn fait allusion<br />
á une variété d'athétose double avec surdité et im'<br />
bécilité étudiée en L9M par GnrnE et vEIrH encore<br />
inédite chez deux soeurs jumelles.<br />
Notre collaborateur G. Mvr,e nous a fait connaitre<br />
une famille du méme ordre (famille St"') que<br />
nous publierons incessamment et dont un cas ana'<br />
tomique est vérifié; il ne s'agit p"t q:Yle ch.orée<br />
chro.riqu", ni d'un état pigmentaire pallido-réticulé<br />
mais d'un processus Particulier<br />
Nous nous sornmes abstenu intentionnellement de<br />
discuter du mécanisme physiopathologique de I'athé'<br />
tose que les travaux neutochirurgicaux et expéri'<br />
mentai¡x ont abordé en différents PaYs, mais qui<br />
reste encore extr6mement difficile á appréncier, du<br />
moins chez I'homme.<br />
***<br />
Tono XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
Si l'on jette un regard rétrospectif sur I'ét¡olutinn<br />
de nos id,ées sur Ie syndrome de I'athétose doubln,<br />
depuis H¡.iulroNo, il apparait que la bréve contribution<br />
de L. Bmnlqunn-Rov$¡"r,ta marque un€<br />
étape dans nos connaissanoes, pour l'analyse et la<br />
synthése. d'un des désordres les plus mystérieus de<br />
la clinique neurologique.<br />
SODRE LA ETIOLOGÍA Y CUADRO<br />
CLÍNICO DE ALCUNAS POLINEURITIS<br />
Y POLINEUROPATÍAS<br />
Lurs BenneeuER-FERRÉ<br />
Director de la Clínic,a de Neurologla dei Hospital de la<br />
Clrz y San Pablo. Socio Nu¡¡eta¡i,o v primer Presidente<br />
Sociedad Españo'a de Neurologia.<br />
Suulnro.-Ilistoria, o¡ientación y objetivo.<br />
Parte especial<br />
po ineuropat'as<br />
I Fo $eurrtls<br />
I de natural"za<br />
I establecida.<br />
I<br />
l*,,""*,,,'<br />
[ *'ioJ,,,oo,,,*,<br />
de ¡alural-za<br />
imprecisa,<br />
Santa<br />
de la<br />
¡) Tóxicas : a'cohóiica<br />
siaturnina<br />
arsenical<br />
sulfamídica<br />
b) Infcccio-sas : diftérica<br />
leprosa<br />
tífica<br />
me itooóci
Toruo XV<br />
Núm. 5- <strong>1950</strong><br />
parenquimatosa espotrtátlea general o parcial' (figuras<br />
I y 2).<br />
L. Blnnlgunn'FunnÉ' - Polineuritis<br />
Frc. l: Terurinaciont-s nerviosas motrices sobre músculo estriado (prep-aración de L' Bennegunn-Rovr'<br />
n*r.q).__F¡c. ;;" Ñ";"; "*pri"uti"" de la microfotografía de la figura anrerror'<br />
ORtrNr¡.ctóilr Y oBJETlvos' - Recienternente los<br />
,oo¿"rrro. estuclios de wncnslER, uucrnv. F¡nr¡'lo<br />
y algunos otros, han venido .a demostrar la necesidad<br />
de una revísión de este importante capítulo<br />
áela patología nerviosa periférica' Pero si {ueremos<br />
establlcer límites iniciales de nuestros conocrmlell'<br />
i", ú¿.i".s de las lesiones de los troncos nerviosos'<br />
Flc. 3: Fibras nerviosas en plena-degeneración' La mielina<br />
-';;<br />
;i.;; for'oa de bólas de magnitudes-diferentes'<br />
(P."putu"ión "r, de L. BennequtR-Rovllt'lrn)'-iIG' 4': rr'<br />
bras nerviosas en;;;J" d" provistas sóIo<br />
'"g"""tución<br />
J"-l,rru -r"nu" uuirri de mielina ieñida con el cilindroeje<br />
( ;";';p;;;;. P;;p;;";ií'n'le. L' Brnusunn-Rov I nrr're)'<br />
debemos ¡emontarnos a los estudios de B¡'nnaQUER-<br />
Rouroo"r.t, tales como uDégéneration et régénera'<br />
iion d,, systéme nerveux périplg{que>, publicado<br />
-"n -Rrru,<br />
necrologíqu'e, el año 1910' Y a sus estu'<br />
ái"; clínicos .ob"." sistema periférico -apargci$os<br />
",, la Nouuelle Iconographie d'e la Salpétri'i:re'<br />
339 Mrotctxl<br />
Pero a pesar de las modernas adquisiciones, restan<br />
todavía dificultades para explicarnos la etiología de<br />
algunas polineuropatías periféricas.<br />
.;t<br />
-'vr<br />
s¿<br />
- it'<br />
",Y<br />
,ií<br />
"d<br />
s<br />
f<br />
Frc. 6. __ Polineuropatía arsenical que afecta a las cuatro<br />
extremidades.<br />
El concepto de la intervención avitaminósica como<br />
causal de ciertas polineuropatías es asunto de constantes<br />
revisiones y consideraciones. En no pocos<br />
cuadros de parálisis periféricas su acción es poco<br />
explicable directamente. Aun para aquellos más específicos<br />
se impone la aclaración de su mecanismo.<br />
INosotros nos proponemos hoy hacer una distinción<br />
clínica etiológica, haciendo caso omiso de las<br />
concomitancias polifocales centrales, no sin hacer<br />
mención de paso, cuando lo estimemos de valor clínicamente<br />
práctico, de en cuáles y en qué momento<br />
F¡c, 7, - Polineuropatía sulfamídica. Atrofias musculares.<br />
Crí¡.¡lcl<br />
to se nos podrá plantear<br />
cipación central distinta<br />
Respecto la pretendida<br />
"[8Yi',*,Y u<br />
la posibilidad de una parti-<br />
de la primordial periférica.<br />
prioridad de participación<br />
\,*.t',<br />
Frc. B. - El mismo enfermo de la figura anterior. Obsérvase<br />
la marcha con marcado e,stepagc y la amiotrofia<br />
de los tibiales y de las manos.<br />
de las lesiones medulares, más específicamente de las<br />
neuronas motoras de las astas anteriores en casos de<br />
polineuritis defendidas<br />
por algunos autores, nos<br />
parece poco concluyente,<br />
pues a los histólogos les<br />
resulta difícil poder pronunciar<br />
en no pocos casos,<br />
si la alteración poliomielítica<br />
anterior es primitiva<br />
o bien se trata<br />
simplemente de un epifenómeno<br />
o una lesión<br />
retrógrada del proceso<br />
periférico. Lo que sí está<br />
evidenciado clínica y aun<br />
necrópsicamente es que<br />
en enfermos que empezaron<br />
presentando un<br />
cuadro polineurítico se<br />
establecieron, más tarde,<br />
lesiones de las astas anteriores.<br />
En términos generales,<br />
para la diferenciación<br />
entre una inflamación<br />
poliraeurítina, o bien una<br />
degeneración, polinertr o-<br />
Frc. 9. - Polineuritis diftérica.<br />
El pie izquierdo está<br />
péndulo por la parálisis<br />
de los extersores,
Toruo XV<br />
Núrrt. 5 - <strong>1950</strong><br />
pá,tba periféri,ca, el<br />
que en el primer<br />
cohólica, cuyo<br />
nósico hemos<br />
clínico podrá<br />
caso, en la<br />
L. Bannegunn-FnnnÉ' - Polineuritis<br />
orientarserporpolineuritis, el<br />
cuadro se caracterizará<br />
por la<br />
presencia de fiebre,<br />
de infección<br />
reconocida<br />
o no, y con frecuencia,<br />
en el<br />
líquido céfalorraquídeo<br />
se podrá<br />
observar<br />
aumento de albúmina,<br />
de glo'<br />
bulinas y del<br />
número de células.<br />
Pero aun<br />
así, no todas las<br />
infecciones capaces<br />
de causar<br />
un cuadro para-<br />
Iítico periférico<br />
lo producen por<br />
inflamación (figuras<br />
3 y a).<br />
P¡nrn ESPEc¡AL.-Pol,ineuropatías<br />
tóxi-<br />
,ca,s: Clás ic a -<br />
mente se ha estudiado<br />
aquí la<br />
Flc. 10. Polineuritis leprosa. Nótase<br />
la atrofia - de las manos y la línea de<br />
demarcación del trastorno sensitivo<br />
anestésico del cual participan todos<br />
los nervios de la extremidad en forma<br />
distal.<br />
polineuritis al-<br />
rnecanisrno de producción avitami-<br />
I,'rc. 11. - Polineuritis leprosa.<br />
Máscara leprosa paretoanestésica<br />
de Barraquer-Roviralta.<br />
La línea negra limita<br />
la zona de anestesia y<br />
la línea blanca limita la<br />
franja hipostésica.<br />
citado ya más amiba. Tal potineuropatía<br />
alcohólí,ca se observa<br />
en individuos que<br />
hacen uso de bebidas<br />
alcohólicas de manera<br />
inmoderada. El cuadro<br />
se instaura de modo<br />
insidioso y ordinariamente<br />
el enfermo acusa<br />
las primeras manifestacionescaracterizadas<br />
por irritación sensitiva<br />
producida por<br />
dolores parestésicos y<br />
calambres en extremi'<br />
dades inferiores, espe-<br />
cialmente en uantorrillas.<br />
A menudo, este<br />
período puede dar lugar<br />
a desorientaciones<br />
diagnósticas por la posibilidad<br />
de con{undirse<br />
esta afección ner-<br />
viosa con otra vascular del tipo endoarterítico. Ya<br />
entonces la presión de los troncos nerviosos, así<br />
como de las masas musculares, resulta dolorosa.<br />
I<br />
i<br />
Flc. 12.-Polineuritis leProsa.<br />
Parálisis atrófica de las cttatro<br />
extre midades. Las zonas<br />
anastésicas se hallan representadas<br />
en negro pintadas<br />
en titntura de yodo. Facies<br />
patognomónica cou los trastornos<br />
anastésicos y paresia<br />
facial aparente en la foto,<br />
por la notoria dificultad para<br />
cerrar los ojos, dando lugar<br />
a un cliscreto lagoftalmo.<br />
\<br />
&i*&4'.1<br />
339<br />
Poco a poco se instaura<br />
el cuadro patognomónico<br />
de toda debilidad<br />
nerviosa troncular con<br />
debilidad muscular, facilidad<br />
para el cansancio<br />
hasta llegar a la parálisis<br />
fláccida con atrofla<br />
muscular más tarde. La<br />
parálisis periférica alcohólica<br />
es más frecuente-<br />
!'rc. 15. - Polineuritis<br />
variolosa.<br />
*á<br />
",N<br />
[,'rc. 13. - Polineuritis leprosa. Paresia facial I¡ilatera].<br />
Trastornos tróficos graves de las manos con eliminación<br />
de dedos.<br />
F¡0. I4.-Polineuritis tífrca, Conlracturas conseculivas,
340 MBgv¡'*.¡ CríNrcl<br />
mente de extremidades infeiiores. Sólo en algunos<br />
de estos enfermos, en los cuales las medidas oportunas,<br />
la primera, la supresión del alcohol y la ad-<br />
l'rc. 16. - Polincrrritis tuberculosa.<br />
rninistración de vitamina B' no se tomaron lo suficiente<br />
a tiempo, podrán observarse afectados los<br />
rnúsculos extensores de la mano sobre el antebrazo<br />
o sea los del territorio del nervio radial.<br />
La naturaleza de esta polineuropatía periférica<br />
Flc. 17. - Crupo de población civil en el campo de concentración<br />
de Stanley, Hon-Kong, en agosto de 1945, después<br />
de tres años y medio' de internados por los japoneses.<br />
La mayoría de estos enfermos sufrieron formas<br />
imbricadas húmedas y secas del beriberi. Nótase la considerable<br />
desnr¡trición, hinchazón de las pieznas y lesiones<br />
cutáneas. (Copia de la figura 29 de la monografía<br />
Toruo XV<br />
Núnr. 5 - <strong>1950</strong> L. Banuqurn-Fr,nnÉ. - Polineuritis 341<br />
dicho ya, avitaminósica. La intoxicación alcohólica<br />
condiciona un déficit de aneurina o vitamina Br.<br />
Contribuye a comprender este factor el hecho dL<br />
que los individuos alcohólicos mal alimentados son<br />
los que más fácilmente se observan afectados de<br />
síndromes polineuropáticos.<br />
De los conocimientos modernos, obra de autores<br />
americanos como SrReuss, Setns, W'or,r, Uxcr-rr,<br />
W'ncnsr,rn y de otros euorpeos como Funreoo, se<br />
llega en conocimiento de que el mecanismo interior<br />
del proceso polineuropático se produciría porque<br />
el alcohol dificultaría la absorción de la aneurina<br />
(tiamina) debido a la gastritis atrófica alcohólica,<br />
por hipoclorhidria o aquilia.<br />
Pero la terapéutica nos enseña cómo no es precisamente<br />
esta polineuropatía una avitaminosis por<br />
privación de la vitamina B, únicamente. En efecto,<br />
estos enfermos no se modifican del todo favorablemente<br />
mediante la administración de esta vitamina;<br />
en cambio, se mejoran rápidamente mediante la<br />
supresión del alcohol y de una alimentación mixta<br />
y abundante, lo que demuestra que la enfermedad<br />
es debida a un estado carencial complejo.<br />
La polineur o pat ía satur nina.-Prácticamente sólo<br />
se observa en personas que manejan plomo y que ya<br />
presentan concomitantemente síntomas de intoxicación<br />
crónica, muy especialmente en fábricas de obtención<br />
de minio y albayalde. Sin embargo, la hemos<br />
observado en personas ajenas a industrias iguales<br />
o similares a consecuencia del manejo de cosméticos<br />
], sobre todo, de lociones para el tinte del<br />
cabello.<br />
En nuestro
342 Nleorcrxe Clíxrcr<br />
res. Este malestar, por dos veces, había adquirido una<br />
gran intensidad, provocando una manifiesta debilidad motora<br />
de las extremidades inferiores, que persistió durante<br />
unas dos semanas.<br />
Cuando fué visitado sufría una polineuropatía de las<br />
cuatro extremidades con parálisis completa. La exploración<br />
eléctrica ponía de manifiesto una reacción de degeneración<br />
intensa.<br />
Lo que interesa del caso, como de los que siguen, no<br />
es la enfermedad en sí, sino las causas que la provocaron<br />
y precisamente en un hombre qtre gozaba de salud perfecta.<br />
En seguida llama Ia atención que el malestar y los<br />
trastornos se produjeran después de comer en un determinado<br />
lugar y no en ninguna otra circunstancia, y que<br />
además pmticiparon de ello los comensales que le acom'<br />
pañaban a la mesa en el mismo sitio.<br />
Se analizó la sal que guardaba en la cabaña, dentro de<br />
un saquito. Contenía una cantidad enorme de arseniato<br />
de sosa.<br />
Posteriormente se llegó a la conclusión que cierto individuo,<br />
impelido por enemistades poiíticas, había cometido<br />
la villanía de mezclar unos polvos con la sal, para gue<br />
así quedara inutilizado el rival.<br />
Estos polvos los había proporcionado cierta persona que<br />
de un modo notorio se dedica a prácticas de curanderismo<br />
y brujería.<br />
il caso.-Un joven agricultor del Llobregat, que sin<br />
antecedentes patológicos empezó sintiéndose trastornos digestivos<br />
y generales con debilidad en las extremidades<br />
inferiores y también en las superiores, hasta que un día<br />
liegan a tal punto que cree encontrarse en las ansias de<br />
la muerte.<br />
Hallándose en el campo sufre gastralgias de una intensidad<br />
inusitada que culminan en un vómito abundante al<br />
mismo tiempo quc se obnubila su sensorio y se siente<br />
invadido por una parálisis creciente. Creyendo que va a<br />
caerse y morir a cada paso, llega a su casa casi a rastras<br />
y tiene que guardar cama en gravísimo estado. Transcurridas<br />
varias semanas y superando el peligro de muertco<br />
cuando Ie vemos presenta una parálisis fláccida de las<br />
cuatro extremidades con R. D. absoluta, trastornos de<br />
sensibilidad, atrofra e hipotonía muscular, en una palabra,<br />
una típica polineuritis grave.<br />
Entre este joven y su madre existían algunas cuestiones<br />
de intereses, y además parece que la madre no veía con<br />
buenos ojos que su hijo contrajera matrimonio. El joven<br />
había observado que desde hacía lln cierto tiempo su<br />
madre no le permitía comer nada que no sirviera ella, de<br />
tal modo que si veía que su hijo se servía algún manjar<br />
de los que estaban en la mesa, inmediatamente le, retiraba<br />
el plato y le servía otro que ya tenía ra'cionado en la<br />
cocina. A todo esto el interesado no le daba importancia,<br />
sino que lo interpretaba como un prurito de querer que<br />
prevaleciera la autoridad materna, sirviendo ella misma<br />
las partes de la comida. Otro hecho llamaba la atencióno<br />
es que teniendo por costumbre tomar café después de la<br />
comid4 encontraba en el azucarero una ración justa para<br />
una sola vez, maniobra que él interpretaba como simple<br />
tacañería.<br />
En fin, esta mujer, con los alimentos y el azúcar d'el<br />
café, hacía que su hijo tomara unos polvos que, según<br />
consejo de una tiradora de cartas, alterarían la voluntad<br />
de su hijo. Sin embargo, 1o que logró fué provocar una<br />
grave intoxicación que puso en serio peligro la vida de<br />
este joven y que causó una enfermedad de la cual tardó<br />
más de dos años en curar.<br />
El tóxico, sin duda, fué el arsénico.<br />
III cuso. - V. G. R., de 25 años, natural de Calanda<br />
(Teruel). Los antecedentes familiares y persongles son de<br />
completa normalidad. El es un hombre fuerte y robusto.<br />
Explica que en junio pasado, cargando mieses, sintió<br />
como un pinchazo o picadura en el brazo y gue poco<br />
después apareció una debilidad en las extremidades infe'<br />
riores, pero que todo ello desapareció en poco tiempo.<br />
No hubiera vuelto a acordarse si no resultara que la sensación<br />
anómala que experimentó entonces volvió a produ-<br />
Tonno XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. $<br />
cirse después de una intoxicación sobrevenida en octubre<br />
y que el paciente creyó poder atribuir al pescado. Sin<br />
embargo, los fenómenos tóxicos, cólicos, vómitos, sintomatología<br />
polineurítica no aparecieron hasta después de más<br />
dc B días de haber comido el pescado supuesto causante.<br />
Preguntado sobre el particular, resulta que maneja arseniato<br />
de plomo y que en la misma jofaina donde se rea-<br />
1iz6 la manipulación del arseniato se preparó lu.go la<br />
verdura de la comida, sin apenas lavar el recipiente.<br />
Sintomatología típica de la polineuropatía tóxica. Ha<br />
me¡brado notablemente y está próximo a ser dado de alta.<br />
Al advertirle el peligro grave que ha corrido y el cuidado<br />
con que debe ttranipulars" substanci4 ira manifestado<br />
que (no creía que fuera ".t" tan fuerte>.<br />
II/ caso. Un farrnacéutico de 60 años, habiendo sido<br />
aconsejado - médicamente por un compañero nuestro en<br />
ocasión de consultar por ciertos trdstornos circulatorios,<br />
tomaba dos o tres sellos al día de 50 centigramos de citrato<br />
sódico que él mismo se preparaba er la farmacia<br />
en la cual trabajaba en condición de dependiente. Después<br />
de unos días de tomar estos sellos, nuestro cliente<br />
sintió molestias digestívas de intolerancia gástrica, según<br />
expresión del interesadb. El enfermo no dió gran importancia<br />
a las citadas molesties y continuó su medicación,<br />
pero bien pronto se inició un síndrome de las cuatro<br />
extremidades parestésico y disestésico con debilidad motora, ,<br />
que motivó nuestra intervención.<br />
Este enfermo acusaba la modalidad de molestias subjetivas<br />
características de las polineuritis arsenicales. Así<br />
se lo expresé y el enfermo no podía atinar de qué manera<br />
había ingerid'o ninguna sal arsenical que pudiera ser la<br />
causa de mi acusación diagnóstica.<br />
A los pocos días, atude a mi consultorio el jefe suyo,<br />
el dueño de la farmacia, quien asustado me refiere gue,<br />
efectivamente, el frasco que contenía el citrato sódico<br />
había sido ocupado siempre por un arsenical y que seguramente<br />
se hallaba el citrato sódico mezclado con el arsénico.<br />
Otras historias típicas han sido publicadas en un artículo<br />
mío anterior (1947) y muchas otrds permanecen en nuestros<br />
archivos.<br />
P oI in e ur o pat í4 s ufi amíd ic a.-La s u$ amid o t e r ap ia<br />
indebidamente sostenida acarrea en algunas ocasiones,<br />
al amparo de condiciones individuales de fragilidad<br />
específica" trastornos viscerales y síndromes<br />
paralíticos por lesiones polineuríticas. Con nuestro<br />
colaborador doctor ToRnurr,r,¡, P¡.usns hace años<br />
expusimos nuestra experiencia personal hasta entonces<br />
recogida. Hoy queremos resumir aquí esta cuestión,<br />
cuyo conocimiento hemos ampliado con nuevas<br />
observaciones, cada vez, sin embargo, más raras.<br />
, También se ocupó entre nosotros de esta cuestión<br />
R. S¡.r,rs Ytzqurz.<br />
La sintomatología de estas parálisis periféricas se<br />
inicia por_ trastornos disestésicos en los pies y piernas,<br />
que el enfermo refiere comosensaciones de hormigueo<br />
y pesadez. Pronto esta alteración subjetiva<br />
se completa con cierto grado de debilidad rnotora<br />
para la marcha, manifestándose clínicamente por la<br />
torpeza con que el enfermo realiza la deambulación,<br />
la cual adquiere la forma de marcha en (estepagge)).<br />
El interés polineurítico puede quedar limitado a<br />
las extremidades inferiores, pero muchas más veces,<br />
las parálisis se observan también en las manos.<br />
Aparte del simple factor cuantitativo, abuso del<br />
fármaco sulfamídico, otras condiciones de éste, así<br />
como circunstancias dependientes del sujeto que soporta<br />
el tratamiento. influyen igualmente en la ins-
Torvro XV<br />
Núnt. 5 - f950<br />
L. BlnneQusn-FnnnÉ' - Polineuritis<br />
talación de la enfermedad. Aquellas condiciones pa- servirme de las manos, porque no tengo eI control<br />
recen crear una acción tóxica sobre el sistema ner- de lo que marripulo>. Poco a poco' durante semanas'<br />
vioso de argunos cuerpos surfamídi;";; ;"p;;ñ*"rr- "rtu pár"rtesia ganaba terrenó, alcanzando hasta las<br />
te de los que corresponden a las sustancias amino- rodil'las y antebrazos- Los refleios se perdieron'<br />
fenilsulfamido-fenilsulfondimetilamida, aminofenil- se irnpuso la necesidad de -hacer eI diagnóstico<br />
sulfamido-fenilsulfon-metilamidr ;';i""t""ii.rit"- "or, ,rrru tabes cuya diferenciación no voy hacer<br />
mido-fenilsulfamida, los cuales pertenecen 1 "ú "q"l p"r * hu"", áste tema desmesuradamente largo<br />
serie designada letras A,<br />
"or,'tu., tB<br />
;-d. D" ellos lu y me pur""",*ficiente decir solamente que no había<br />
influencia tóxica se ejerce preferentemente por el 'no"ión de lúes, no- había signos oculares' tampoco<br />
cue{po citado en primer lugar. '":":"":"" , , ;;1";;r y todo que la-supresión del contacto<br />
"obrá<br />
En cuanto a las circunstancias derivadas del es- con el tóxico acusado óonsiguió una lelll regresron<br />
-*"'"*<br />
tado y funciones del propio á"*o*trudq t ur1" d"rpnaJá" ob"tener una curación ab'<br />
'r-"il.;<br />
"rrf"r*o-"rt.í<br />
y nuesrra io ,i tgda oil i;;"stigación toxicológica (pto'<br />
"*p"ri"náu "orrobora-plenament",<br />
primordiar papel de la fatiga en la apari- i"ro,. M. sotrr lizqusz) resultó negativa'<br />
--os"ulá,.<br />
ción de la complicación polineurítica, así_domo Polineuri^tis inlecciosasz Palin'ewriris diftérica'tambiénseafrrmaqueésta""t¿'i"-tutilitud"po'-Generalmenteltsfenómenosnolineuríticossepre'<br />
-rrra rauurL4u.. vr<br />
un déficit de vitamina 8,.<br />
sentan ;;tJ y veinü días después de la<br />
"rrrr"'jo",<br />
Algo que no queremos olvidar, y que subraya la tl*"puti"ión áe lut *"*branas de las fauces' aun'<br />
alteración del trofismo que luu'"ritremidadés de que en casos gi*"t, la aParición de los fenómenos<br />
"r,<br />
estos enfermos debe producirse, es la disminución paralítico, p,rEd" ser más temprana' especialmente<br />
de la oscilometría, puesta de manifiesto con Tonnur- para la *or"rrtui.tra y faríngea' Estas for'<br />
-palatina<br />
LLAenalgunosdáio*enfermos"-térestudiados'mas'quepodríamosllamarprecoces'contrastancon<br />
La mayoría de nuestros casos son enfermos de .qrá[u, qrr" ,. presentan aI cabo de bastantes se'<br />
gonococia, ![ue tratado_s por la u*irrJ"rrilsul{amido- *'urru. d"'lu diftérica' pudiendo exten'<br />
""tái*"¿"d<br />
{enilsulfon-dimetilamida (variedad A de la ."ri" rrr- ;;; l" p"ri"""titi- a distintas porciones ile-l cu.erpo<br />
tes citada), a la rarga nl,s,ntb, vieron upur""", -"o " q""a;j localizada a un gru'o muscular' La invo-<br />
polineuritis sulfamídica o"*ión de ,,,.u f"tigu r"Jiá" d"'tu"iiliiJoii,i-<br />
"o,, ¿-il'¿'ica se hace con rela.<br />
tsron .'e una ratrmuscular<br />
bastante señalada' tiva rapid"' *i se compara con el promedio dado<br />
Er pronóstico es generarmente bueno y la resti- ;;;1"', f"ri"euritis en general, ya que en algunas<br />
tución ad, inüe.grum suereobtenerse después.de unos semanas puede recuperarse la marcha aunque gemeses.<br />
No obstante, en algunos casos' persisten pa- n'eralmente bastante atáxica'<br />
resias hasta d.espués de un año, con alieracion"r-d. l-" del aelo del paladar se reconoce en<br />
-pará.tisis<br />
los reflejo* uq,ril"o" que hemo= .,oirro abolidos resi- *gii+-" p."t-i"<br />
'o' "'pu"{ .ry"Sosa y rw"sal" Ya {ue<br />
dualmente. Mry rarame'te r.r'r"ir"¡", rotulianos se halla-i*Ñidu la'oclusián de las fosas nasales<br />
r€uuJ{r' I'ulurtqr<br />
en el i" ia fonación. Por esta misma causa al<br />
""to<br />
están alterados.<br />
solamente en casos excepcionales la polineuritis irugu, r1"<br />
"ri-""t* -y 1íquidos en parte a la<br />
Palan<br />
sulfamídica determina cuadros paralíti"o, .1" toii nu,íir. T"J;;- rt- riall" dificuitad en eI acto de<br />
gravedad con reacciones eléctr'ica* d"g"rr"rativ; silbar . r"pl;;; yu qo* el aire escapa por las fosas<br />
como en un enfermo nuestro (figt. Z igi.<br />
nasales'<br />
contribuirán a la profilaxis y d,esaparición de es- si se examina el velo palatino respirando el entas<br />
polineuritis u* de los modernos pr"pur"iJ, fermo- sóro- con la boca, u" la úvula péndula y<br />
'"<br />
de<br />
"t<br />
sulfamidas y la administración si*ultarreu, Ti irJ""i,l"; el paladar tiene un color pálido y se mueve<br />
todos los tratamiento sulfamídicos, de vitamina Br. pasivamente'a cada movimiento respiratorio'<br />
El tratamiento consiste en la supresión d"r t¿*i"á, La pará'tísís ile In anomodanión constituye<br />
proscripción del tabaco, alcoh_oi y-tutigu. firi"" y"ii otra lo'calización paralítica muy constante en la<br />
-d"<br />
administru"iOn li u*ittu B' estriánina y éto' difteria'<br />
troterapia discreta y adecuadu'iuru<br />
puede admitirse como regla general que las pa'<br />
p.olineuropatía "_udu__"ur".<br />
producid,a p,oi o.n.L-Hemos-po- rálisis aisladas tienen un pronóstico benigno' espe'<br />
dido observar que el manejo cotidiano de D.D'.f. cialmente en lo que. * ,"ñ"'" a la musculatura fapuede<br />
causar pósiblemerrt" duráu páiirr".rropáticos ríngea y' palatina'. Algo más serio resulta si se ha<br />
posrui'rrts'L.' *.'vD --<br />
periféricos.<br />
"""_""*-'"v*"-- intíresa"do la laringe, [o"u los trastornos de la glotis<br />
Una observación clínica nuestra es la de un in- constitu-yen una grave que hace nece-<br />
"J*pli"u"ión<br />
diviiluo que cuidaba ciertos arri*"r., *rili"nl sario- eí largo tiempo del tubo o<br />
"mpl"o -durante<br />
fricciones de aquel preparado. Estas fri""iorr"" cánula ,egún se haya practicad'o el intubamiento o<br />
eran sostenidas y persistentes con el fin de que traqueotomía (fig' 9)'<br />
el polvo del producto penetrara dentro del pli; folmas g'ut'"t pueden dar lugar a serios pe<br />
de aquellas bestias. Después de un tiempo,- ,r,r.ioo ligros po' p'Jdocirse trastornos debidos<br />
.entonces<br />
enfermo acusaba una sensación de perder u 11 plrticipación del. neumogástrico que puede<br />
"t "oJ""ro<br />
con el mundo exterior. El enfermi d""íu u"i, ,,"ili" froJ"áit la ^muerte casi súbitamente por parálisis<br />
cla la sensación que camino por eI aire y no p,r"áo 'cardíaca, ptec"diilu cornúnmente de alteración del<br />
343
344 M¡orcnrl Clíxrcl<br />
ritmo cardíaco, bradicardia, taquicardia o bien<br />
arritmias severísimas.<br />
Seguramente la polineuritis diftérica debería ser<br />
considerada como una polineurapa"tín condicionada<br />
por el tóxico producido por el bacilo.<br />
Polineuri¿ís leprosa.-La lepra es una enlermedad<br />
crónica débilmente contagioia, producida por el<br />
bacíJlu,s leprac, de frecuenle locali zaciin en el sistema<br />
nervioso periférico.<br />
Todos los datos de fecha y sobre todo de distribución<br />
sobre nuestra península, como hace constar<br />
_Jenrln PrvnÍ, demueJtran que fueron los hebreos<br />
los más qerjudicados por IJ lepra y cuya raza importó<br />
a Españ_a el mayor contingente de leprosos,<br />
pues muchos de los focos están situados "r, 1", r"giones<br />
donde_convivieron los hebreos en mayor núrnero<br />
y donde deben existir descendientes más o<br />
menos directos.<br />
También el eminente leprólogo Znun.lco pacHA<br />
dijo que en Constantinopla sólo sufrían la lepra los<br />
hebreos.<br />
J._Pevní, en su interesante monografía
Toruo X\r<br />
Nú¡rt. 5 - <strong>1950</strong> L. Benuqurn-FrnnÉ. - Polineuritis 345<br />
había transcurrido el tiempo después del cual Ia Compañía<br />
debe dejar curado o indemnizado al obrero lesionado. Fué<br />
este el momento en que nosotros vimos al enfermo. Su<br />
examen nos ofreció el siguiente resultado. Hombre de<br />
treinta y cinco años, natural de Castellón de la Plana. Refiere<br />
Ia historia del traumatismo abierto que acabamos de<br />
referir más arriba. La lesión plantar tiene un fondo y los<br />
bordes propios de Ia úlcera trófica. Procedemos a la exploración<br />
del enfermo. No es un tabético ni un siringomiélico.<br />
Además del aspecto gue dejamos dicho de la<br />
úlcera platrtar se comprueba una zona anestésica cutánea<br />
de casi todo el pie, parte de la garganta tibiotarsiana y<br />
de la región ánteroexterna de Ia pierna. Nótase q,r" "i<br />
pie aparece péndulo por impotencia del tibial anterior.<br />
Es intersante sdber que interrogado el enfermo con<br />
cierto - c-uidado llegamos en conocimiento de eue, como<br />
sospechábamos, éste tenía ya d'e tiempo el pie anstésico<br />
y péndulo (paresia anestésica) (fig. f2).<br />
Llama la atención al explorar los nervios craneales Ia<br />
imposibilidad de cerrar bien el ojo izquierdo, que queda<br />
siempre, por insuficiencia del orbicular, con un -Iigero lagoftalmo,<br />
sin existir una parálisis facial complet¿ lue interese<br />
toda Ia hemicara.<br />
, Claro está que- y-a lo expuesto es suficiente para<br />
hacer pensar en la lepra y el diagnóstcio viene'más<br />
seguro al comprobar que la paresia del facial superior<br />
de nuestro enfermo va acompañada de anestña,<br />
apareciendo una verdadera máscara anestésica leprosa.<br />
No h"y que decir que Ia$ conclusiones de un<br />
dictamen diagnóstico respecto a la patogenia de la<br />
úlcera trófica plantar de nuestro enfermo eran de<br />
capital importancia para la cuestión referente a accidentes<br />
del trabajo, ya que en modo alguno se<br />
podía atribuir en este caso al accidente lá causa<br />
de su mal perforante plantar, cuya patogenia era<br />
distrófica nerviosa leprosa.<br />
Antes de terminar con las alteraciones sensitivas<br />
de!9pos_ puntualizar que la anestesia táctil es precedida<br />
de anestesia dolorosa térmica, sin que ósta<br />
posible disociación jamás presente una disposición<br />
siringomiélica.<br />
La lepra nerviosa determina trastornos tróficos<br />
de las extremidades, manos y pies, alteraciones tróficas<br />
que siempre vienen p.r"édid"s de hipoestesia<br />
y anestesia (fig. 13).<br />
El trabajo de O. Fnuras Jur-reo, que se incluye<br />
en este número, es un magnífico estudio sistemático<br />
de<br />
_los<br />
aspectos diagnósticos de Ia lepra nerviosa.<br />
..?rr^, polineurítís int'ecciosas. tifoi^dea, la<br />
-La<br />
licbre de malta, la tuberculosrs y la airuéla pueden<br />
causar cuadros paréticos por patología nerviósa pe-<br />
riférica.<br />
- Las parálisis observadas en la tifoidea y en la me-<br />
litensis no aparecen al debutar la'infecciárr, .iro<br />
pleno período septicémico y aun a veces al iniciarse "r,<br />
l_a regresión o convalescencia (fig. la). Es de considerar<br />
en la etiopatogenia de esta-polineuritis o polineuro-patía<br />
post-infecciosa, como en otras seméjantes,<br />
el factor metabólico carencial.<br />
La polineuritis tmriolosa y la tub,e¡rcuJo'sa se observan<br />
raramente. Su extensión suele ser en las<br />
cuatro extremidades (figs. 15 y f6).<br />
La parálisís de L¡.Nony es un síndrome. Éste se<br />
caracteriza por la instauración de parálisis en las<br />
partes distales de las extremidades, casi siempre de<br />
Ias inferiores. El cuadro de'ordinario va aáomp"ñado<br />
de fiebre, pero no es abso,lutamente constante.<br />
La invasión paralítica se hace progresiuamente asaendente<br />
invadiendo la totalidad de la musculatura<br />
de ambas extremidades inferiores. Pronto, generalmente<br />
en el transcurso de unos dos a seis días, se<br />
invaden los músculos del tronco, brazos y en los<br />
casos fatales la invasión de los nervios de nacimiento<br />
bulbar termina ,el proceso.<br />
Resulta imposible enjuiciar la anatomía patológica<br />
y Ia etiología de todos los enfermos que presentan<br />
un síndrome de Landry y es posible que la<br />
naturaleza no sea específica ni única. La participación<br />
medular parece evidente y fundamental, por lo<br />
menos en algunos casos.<br />
Aunque el líquido C. R. puede hallarse alterado<br />
con tasa de albúmina aumentada y linfocitosis, no<br />
constituye una excepción el hallazgo de un L. C. R.<br />
normal o casi normal.<br />
Gulr,r,ell* y B.mnÉ describieron un síndrome caracterizado<br />
por una polirradiculoneuritis con disociación<br />
albumino-citológica cefalorraquídea. El st¿d,rotne<br />
d,o Guil,lain-Barré, de acuerdo con la interpretación<br />
de Funr¡oo, podría observarse ocasionado<br />
por distintas etiologías. Su instauración no coincidiría<br />
con el período inflamatorio, sino inmediatamente<br />
después, de manera consecutiva a una reacción<br />
alérgica. Corrobora esta creencia, el aumento<br />
de la albúmina en el líquido cefalorraquídeo.<br />
Pdlineuritís aaítaminósica del tipo del beríbsri.-<br />
Las manifestaciones ocasionadas por el beriberi<br />
tienen que ser conocidas: por lo menos, burdamente,<br />
desde que se conoce la citada enfermedad. Probablemente,<br />
ya en el siglo xvrr, en el Japón, Klzuxr debía<br />
ver entre sus enfermos a individuos paralizados de<br />
este tipo. Los autores contemporáneos JosÉ Ar,srnr<br />
y MarsuvAHMA han contribuído notablemente a Ia<br />
descripción del beriberi de los niños con participación<br />
nerviosa.<br />
Una tarea a recalcar por haber puesto en evidencia<br />
las formas frustradas de la avitaminosis B es Ia<br />
llevada a cabo por P. BBnrnoyu en el Congreso de<br />
Strasbourg de 193I.<br />
La polineuritis del beriberi es rara en nuestro<br />
país. El beriberi fué primitivamente conocido en<br />
China, en el Japón y en las Islas Filipinas, donde,<br />
según J. Ar,snnr, el beriberi es todavía hoy el responsable<br />
de un 20 por 100 de mortalidad solamente<br />
en la infancia.<br />
Hay que observar la sintomatología que acompaña<br />
las parálisis del beriberi para hacer eI diagnóstico<br />
causal.<br />
Los síntomas que a nuestro entender tienen gue<br />
llamar la atención del clínico son la falta de apetito<br />
y los vómitos, que aparecen en un adulto o en el<br />
niño sin encontrarse en el curso de una infección.<br />
Estos trastornos digestivos, naturalmente, producen<br />
una rápicla desnutrición del enfermo. Los trastornos<br />
cardiovasculares vienen seguidamente y presentan
346<br />
Mrnrcme ClínIc¡,<br />
caracteres de importancia, ya que después de -un<br />
tiempo eI corazlñ se hipertrofi.a y tanto la respira'<br />
ción como el pulso van aumentando en frecuencia'<br />
Entnces uput"óett edemas en los pies y en la- cara'<br />
que pueden también invadir totalmente las piernas<br />
y bt=ro., y caso menos común, el tronco. Junta'<br />
*"nt" "on io. edemas, los labios y las extremidades<br />
pa: r'lizadas se vuelven cianóticas.<br />
El beriberi tiene cierta preferencia por los nervios<br />
craneales. En los casos que de manera aguda y pri'<br />
mitiva la enfermedad empieza por neuritis tle nervios<br />
craneales reviste una seria gravedad.<br />
Se ven raramente neuritis ópticas retrobulbares<br />
en niíros sin explicación etiopatogénica y que nos<br />
han hecho pensar en el beriberi al investigar la<br />
alirnerntación.<br />
Casi rnás de la mitad de los enfermos sufren disfonía<br />
por interés paralítico del nervio recurrente.<br />
Autol'cs extranieros han descrito una forma afónica<br />
aislada del beriberi en niños de pecho.<br />
En el adulto el cuadro neuropático de beriberi<br />
más frecuente es la polineuritis. Se puede ver otras<br />
formas; así se han descrito'la forma pseudo-me'<br />
ningítica, la forma afónica que acabamos de nren'<br />
cionar y la forma óptica, pero estas últimas parece'<br />
rían más frecuentes en niños de la primera infancia.<br />
La forma pseudo-meningítica se caracteriza por<br />
las convulsiones, hipertensión del líquido céfalorraquídeo<br />
sin reacción citológica, ambliopia y edema<br />
papilar.<br />
- Hoy es clásico describir en el adulto dos tipos o<br />
for*u* de parálisis atróficas graves, dgnoginadas<br />
por ciertos -autores arrofia-seca y üilfy húmeda'<br />
i.a primera va acompañada de parális-is generalizadás<br />
que casi siempre empiezan en las piernas,<br />
p"ro q,i" más tarde, en los enfermos de evolución<br />
!.u.r",^ lu" atrofras musculares paralíticas invaden<br />
l-os músculos del cuerpo y de los brazos. Cuando<br />
el proceso llega a invadir la musculatura respiratoria,<br />
el enfeimo se pierde por la asfixia. En la<br />
segunda, la forma húmeda, llaman la atención los<br />
ediroar, sobre todo de las extremidades inferiores,<br />
trastornos cardíacos, oliguria, parálisis de nervios<br />
craneales, del facial, el hipogloso, etc. Vemos con<br />
extraieza, posiblemente por la inexperiencia, que<br />
las extremidades inferiores paralíticas, lejos de adelgazarse<br />
como corresponde a la natural arniotrofia<br />
consecutiva a la grave y persistente parálisis, vemos,<br />
repito, las piernas más gruesas debido a la infiltración<br />
edematosa.<br />
Es útil conocer que hay estados avitaminósicos<br />
latentes caracterizados por una marcada astenia ge'<br />
neralizada, hipotonía muscular o paresia, en que el<br />
enfermo ." ,t-ot queja de sensación de gran debilidad.<br />
Son individuos que tambiéir tien'en, por la<br />
misma causa, una fuerté disminución de capacidad<br />
para cualquier pequeño esfuerzo mental y físico'<br />
-Estos errfJrmos se encuentran en condiciones de<br />
marcada disminución de resistencia a las infecciones.<br />
Así vemos como cualquier proceso sobreaña'<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
dido habido, vulnerando las mucosas de la vía res'<br />
piratoria o digestiva, pone en seguida en grave<br />
peligro Ia vida del atacado.<br />
- Délante de la polineuritis del beriberi, interesa<br />
establecer ,el diagnóstico diferencial de una polineuritis<br />
diftérica,-de una polineuritis consecutiva a<br />
cualquier infección aguda y -de una poliomielitis'<br />
Por la primera, la airsencia de síntoma de entrada<br />
de infección faríngea, de angina y de-las sttcesivas<br />
participaciones dJparálisis del velo del paladar y<br />
áe la acomodación, hacen el diagnóstico.<br />
La no eristencia de un proceso infectivo' febril<br />
agud: inicial, aparta Ia idea de una polineuritis in'<br />
feltiva aguda tipo, por ejemplo, ebertiana.<br />
El diagnóstico diferencial de la poliomielitis es<br />
fácil. En ésta, Ia instalación paralítica es brqsca,<br />
el enfermo se paraliza en el transcurso de pocas<br />
horas, tlespués de un período más o menos rnani<br />
fiesto de pirexia. Mty pronto en algún grupo mus'<br />
cular r" halt"tr modificaciones eléctricas cualitativas.<br />
En cambio, las manifestaciones paralíticas fláe'<br />
cidas del beriberi son prácticarnente siempre api-<br />
réticas y la evolución ei lentamente progresiva, si<br />
persiste con un régirnen avitaminósico'<br />
"i "rrf"t*o<br />
Las parátisis van siempre precedidas de una fuerte<br />
urr"rr'iu muscular. Y las piuebas 'e1éctricas no ofre-<br />
""" fá- primitivos datos degenerativos' Solamente<br />
"" ftt póara constatar en casos gravemente deses'<br />
ol*¿ou por eI largo tiemtpo en qg9 eI enfermo no<br />
5"*i"*lr';"áifi;"áo la afim"trt"óión y persiste el<br />
clistrofismo neuromuscular paralítico'<br />
La anatomía patológica de las poli-neuritjs.del<br />
beriberi, son lesiánes tónculares y uttofiu global de '<br />
los músculos privados de la vida trófica por eI ner'<br />
vio afectado.'Algún autor cree haber sorprendido<br />
también lesiones- de los cuernos anteriores medulares.<br />
Las polineuritis, igual que las otras manifestacio-<br />
,r"s d"f beriberi, han sido-observadas en mayor número<br />
en los pui*", de raza amarilla, donde se ali'<br />
mentan casi exclusivamente de arroz. Y la etiopato-<br />
;;;i; t" ha aclarado despuét qlg se ha comprobado<br />
[o" lu, manifesraciones áel beriberi no son debidas<br />
á f"ltu de alimentación cualquiera, sino a la priva'<br />
ción de alimentos ricos de vitaminas' Asimismo se<br />
ha hecho la prueba experimental de tratar con éxito<br />
;;"fu"i;, dei beriberi con arroz no descascarillado<br />
iuru drroostrar que no es eI grano de. arroz íntegro<br />
;;". reproduce li enfermedad paralítica, sino sola'<br />
Áente ^"1 grurro de arroz desprovisto de su cáscara'<br />
en la cual se encuentran las vitaminas. Por otro lado,<br />
el valor terapéutico de la ingestión de alimentos que<br />
sean ricos eri vitaminas B hácen considerar las polineuritis<br />
del beriberi, según ya es clásico' como una<br />
verdadera parálisis avitaminósica B'<br />
El pronóstico de las parálisis del beriberi es<br />
,i"mpi favorable cuando el estado g-ene-r{ del en'<br />
f"r*t permite ser influído aun por el régimen . bolamente en casos graves en que en las<br />
partes distales, Ia parálisis sea degenerativa' el pro-
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> L. Blnn¡,eurn-FonnÉ.-Polineuritis 347<br />
nóstico de la restitución se volverá desfavorable<br />
a pesar de los tratamientos {ísicos indicados. El pronóitico<br />
de la vida es serio en las formas de invasión<br />
respiratoria.<br />
Gon el tratamiento por la ingestión de alimentos<br />
ricós en vitaminas B se ve a menudo mejorar de<br />
manera sorpr'endente el estado de atrepsia general<br />
del enfermo, pero las parálisis polineuríticas no se<br />
resuelven tan pronto.<br />
Los trast)orio, n"rriosos debidos a condiciones de<br />
nu,trbión det'i'citaria fueron todavía mejor conocidos<br />
después de las últimas guerras. Quizá las primeras<br />
abundantes experiencias deben contarse las observa'<br />
das en el ejército japonés durante el sitio de Port<br />
Arthur en la guerra ruso-japonesa de 1886. En las<br />
modernísimas publicaciones sobre este asunto, como<br />
la importante monografía de Splr.r¿rtrE, se hace referenóia<br />
a las obseñaciones en forma de endemia<br />
durante las guerras.<br />
En España se han conocido mucho mejor lot<br />
disturbios nerviosos por desnutrición gracias a las<br />
publicaciones de Gn.txus CouÁN, Br-¡'sco y Pe'<br />
i¡,rr¡.. En I94L una importantísima monografía,<br />
obra de GnANor y PrnurA, nos proporciona nota'<br />
bles enseñ anzas sobre este tema. El material de estudio<br />
de estos autores fué recogido en Madrid<br />
durante la guerra de liberación, especialmente desde<br />
1937 a 1939. De acuerdo con Splr.r-atqr, nuestros<br />
compatriotas, autores de aquella mo-nografía,- suman<br />
at tiabajo realizado, el valor de haberlo tenido gue<br />
llevar a cabo en condiciones de privaciones'<br />
Sptr.r-aNr pudo realizat notables observaciones en<br />
médicos y oitu población civil canadiense y ameri-<br />
,upátriados procedentes de campos de concen'<br />
""rr" tración japonesa (fig. 17).<br />
En lal -polincuroryríns alc'ohólba, díabéti'ca, del<br />
etnbarazo y otras parece ser que el factor carencial<br />
avitaminó*i"o pot trastorno de la utilización, sería<br />
el elemento básico o preponderante.<br />
Por,tNnunopATíA PERIFÉRICA DEcENERATIVA ( ca'so<br />
ArtÍAToMo-clír'lrco).-Vamos a referirnos ahora a un<br />
cuadro polineuropá'tiao perílérico de naturaleza im'<br />
precisa y qu" da lugar a poder establecer dos únicos<br />
tandos de defensores de su etiología' la polirueurp'<br />
W¿ío perilérica degeneratiaa primitiaa, entidad etio-<br />
patogénica que encierra cierta imprecisión,.o bien<br />
i" ,itu polineuropatía degenerativa secundaria a<br />
un proceso tóxico arsenical pretérito.<br />
Esperanza R:,'de 32 años. Historia de afección digestiva<br />
de naturaleza desconocida con vómitos y dolores abdo'<br />
nninales.<br />
Al empezar el invierno de 1946'47 se cansaba más de<br />
lo habitüal en su trabajo (faenas caseras). Hacia julio<br />
de 1947 dolores en ambas pantorrillas de día y noche<br />
referidos a modo de uquemazón,. Pronto, debilidad en<br />
los pies, con dificultad al andar, progresando la debilidad<br />
p"ru ll"gut a ung paraplejía transcurridos tres meses' esiado<br />
ett-que ingreso en nuestra <strong>Clínica</strong> -Hospitalaria.<br />
Exnmei: Dolores constantes de severidad tal que obligan<br />
la administración de morfina, por lo menos por la<br />
ñoche. Los dolores son comparados a intensa quemazón y<br />
referidos en ambas manos' antebrazo, brazos, pies, pan'<br />
torrilla y muslos. La presión de las masas carnosas y de<br />
los troncos neraíosos determina exacerbación dolorosa en<br />
las cuatro extremidades. También ha sufrido dolores d,e<br />
estóm.ago por temporad,as.<br />
Te,traplejía de típo fláccído con deformidades de las<br />
manos y pies en garra por contractura máxima. Las manos<br />
de aspecto quebradizo en bayoneta, con angulaciones articulares,<br />
carpo prominente, primera falange en extensión<br />
y las demás en garra (figs. 18 y 19).<br />
'Integridad de esfínteres, pupilas iguales con reacción<br />
fotomotora normal, sin dificultades para comer ni tragar.<br />
Quinto pqr sensitivo normal. R. conjuntivales normales.<br />
Motilidad. ocular extrínseca normal, faciales normales. No<br />
acúfenos, ni vértigos.<br />
Atrofia global de la musculatura de ambas manos, piel<br />
lisa y brillante, uñas discretamente distróficas. La excitación<br />
cutánea con un objeto agudo determina la aparición<br />
de una zona eritematosa con descamación blanca en el<br />
lugar de la raya. Parálisis de distribución distal. Atrofia<br />
muscular global de extremidades superiores e inferiores.<br />
Ausencia de reflejos tendinosos. R. cutáneo plantar imposible<br />
por la brutal contractura en flexión plantar. R. cutáneo<br />
abdominales presentes. Sensibilidad superficial corlservada.<br />
Sólo hay hipostesia en los dedos. Si el estímulo<br />
es intenso, la percepción es dolorosa.<br />
La flexión de la pierna sobre el muslo es posible en<br />
cierto grado, como también la flexión de[ muslo sobre la<br />
pelvis, así como la extensión de la pierna sobre el muslo.<br />
Electrodiagnístico: Pérdida de la respuesta farádica en<br />
todos los músculos distales de las cuatro extremidades e<br />
inuersíón polar galuáníca (nomenclatura uclásicar) en los<br />
más afectados.<br />
Laboratorío.' Wassermann y complementarias en sangre<br />
negativas.<br />
Puncün lumbdr: Pr. inicial sentada, 67 cm. agua;<br />
confpresión yugulares, 90; un minuto después, 72, retorno<br />
lento; poco después 68;, retorno lento; compresión abdominal,<br />
68; esfuerzo defecación, 73; retorno rápido, 69;<br />
compresión abdominal, 69; breve compresión yugular, 75;<br />
al dejar de comprimir, sigue subiendo; descenso lento,<br />
74; extracción gota a gota; extracción más de 50 c. c.,47.<br />
subiendo; descenso lento, 74; extracción gota a gota:<br />
extracción más de 5 c, c., 47.<br />
Examen del l. c. r. (Dr. R.,,' Monlees):' Aspecto transparente,<br />
incoloro; ningún retículo fibrinoso. El,ementos<br />
por milímetro cúbico, 12. Después de centrifugación intensa<br />
predominan los linfocitos. Algunos monocitos. Dos polinucleares<br />
en toda la preparación. Raros hematíes. Fórmula<br />
leucocitaria: linfocitos, 70 por 100; grandes monocitoso<br />
28 por 100; polinucleares, 2 por 100. Ningún germen.<br />
Koch negativo. Albúmina, 0,98 gr. por 1000 c. c.; glucosq<br />
0'83 gr. por 1000 c. c.; cloruros, T,'9 gr. por 1000 c. c.<br />
Nonne-Appelt, + + *; Weichbrodt, + + +; Pandyn*++.<br />
Reacción de Wassermann positiva a partir de 0,2 de líquido<br />
céfalorraquídeo. Reacción de Kahn, + + + ; benjuí<br />
coloid al, 222222001222 1000.<br />
De lo expuesto hasta aquí llegamos a la c,onclusión<br />
siguiente: parálisis fláccida distal simétrica<br />
de las cuatro extremidades, con intensos dolores y<br />
con contracturas de los dedos de las manos y pies,<br />
integridad de esfínteres, sin participación rnedular<br />
ni de nervios craneales. Hay motivos, pues, para<br />
hablar de una polineuritis o polineuropatía periférica.<br />
Más difícil es pronunciar su etiología. No han<br />
habido infecciones precedentes, tifoidea, difteria,<br />
melitensis, lepra, etc. Tampoco hemos podido descubrir<br />
contacto con labores en los cuales se manipulen<br />
tóxicos, plomo, arsénico. No es alcohólica.<br />
Tampoco han habido motivos de privación álimenticia<br />
extrema.
348<br />
lfrorclwe Torvro<br />
Cr.í¡vrcl<br />
XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
La presencia de un l. c. r. tan netamente inflamatorio<br />
I pgtilil'o a la lúes indujo a conjeturas de posible<br />
relaciórd La-polineuritis rifilíti"u É ;";;; ;;r,<br />
aceptable. ¿La idea de una polineuropatía en hlual<br />
el cuadro paralítico fuera al¡i¿o a ra i.rfección iue<br />
tica transmitida por las vainas meníngea, qr" u"o*pañan<br />
al funículo radicular? pued"" r", ".rgÁtirru,<br />
pero muy rebuscada- Además, ¿por qué oo"" observa_una<br />
participación topográlca *-otor. o sensitiva<br />
de distribución radiculai? Sigue, pues, ,i"rrdo<br />
poco aceptable la etiología sifilíticá. Se-instauró un<br />
tratamiento antiluético y vitamínico B, sin conseguir<br />
el menor beneficio.<br />
. Se procede a un estudio hematológico y todas las<br />
investigaciones son negativas para "n¡".itt y melitensis,<br />
etc.<br />
Es justo, pues, decir, que se trata de un cuadro<br />
polineuropático de topografía periférico distal y d"<br />
naturaleza imprecisa. Todavía resta otra inquiltud<br />
de investigación: nos referimos, no ya a la etiopato,qenia,<br />
sino a la diferenciacián de"una inflamación,<br />
polineuritl.s, o bien, de una degeneración polineuropatía.<br />
4 .r_tg fin hemos practicado una biopsia<br />
c_uyo resultado del examen practicado en el Servicio<br />
del Prof. Pulc SuRnpe poi el histólogo Dr. S.mn,<br />
es el siguiente:<br />
Fecha: 29-X-49. - Diagnóstico: políneuropatía. piezas<br />
estudiadas:- Fragmento de nervio cutáneoperoneo. Resultado:<br />
^El fragmento- de _nervio extirpado ie ha t ajme"tado<br />
fijándolo en formol, piridina y ácido ó.mi"ol lor<br />
separado.<br />
Se han pfacticado los- siguientes métodos: Bielschowky<br />
para neurofibrillas en- blo-que. Ac. ósmico, inclusión parafina.<br />
-cortes congelación, hlmatoxilina-eosina. Inclusiói-en<br />
parafina, hematoxilina-eosina.<br />
En las preparaciones las fibras nerviosas apatecen impregnadas.<br />
En el método del ácido ósmico sólo'se obr"*u'<br />
gruesas g-otas de grasa teñidas en negro, pero la estructura<br />
del -nervio no puede comprobars" pñ, i"it" ¿" ;;i;;;i;"<br />
de fondo.<br />
En Ia hematoxilina se observa el perineuro y Ias células<br />
de Schwann muy apretadas enJlg sí, o"d"l"¿".,-;;;;-;<br />
se pueden ver las vainas de mielina, como ordiía"ia-"rri"<br />
sucede en esta coloración, distinguibies por las ".rr""gri"_<br />
ciones d'e Ranvier y cisuras de Lantermann.<br />
gJcamenter pero que su que puso<br />
el proceso en movimienü, o sea "l "".rr"1, i;;"<br />
intoxicación arsenical, bill que esta etiología no<br />
ha sido comprobada por laboiatorio y q"" -iu"rir"<br />
aseveración es netamente por experiltróia crínica.<br />
Contando actualmente coln el B. A. L. pr;.;*<br />
pode_r obtener interesantes resultados en "'""uá, a"sos<br />
dudosos que se nos presenten.<br />
Debemos añadir ahoiá que últimamente la enfgrma<br />
Esperanza R. ha *.r"-rto y que está en curso<br />
el estudio anatómico<br />
Por-rxrunopATÍa prrurÉruc¡, y cENTRaL (ceso<br />
cr.Ímco).-otras veces asistimos a parálisi, *.ittiples<br />
cuyos enfermos presentan participación perifá<br />
rica y central, como el ejemplo siguie-nte:<br />
. Antonio M., de 40_ años. Noción de fiebre de Malta ocurri_<br />
da en primeros del año 1948. E; ái"i"-¡]" -á;f ;ir""<br />
año sufre -episodio accesional consistente ; ho;ig;;;;^ y<br />
trabazón de^lengua con notoria disartria tran-"itoiia- En<br />
399:to d,e 1949, cafalalgia_s y vómitos. E" ,;;;i;;br; l"<br />
1949, una- segunda crisis de -parestesias y obnubl*iár. V<br />
a partir de- aquel episodi_o, tr;stornos ¿"'lo mu."fr. -""air-<br />
1rt.Ii4 cambio de personalid'ad, depresión mo.af ,"r.aíai'"<br />
indiferente.<br />
Examen: Marcha pareto-atáxica con balanceo de caderls<br />
y separación d-e piernas. La ataxia aumenta;;-i;,<br />
ojos cerrados. Rombeig con oscilaciones mrilti!i;..-ó;.;nución<br />
de fuerza segméntaria más acentu;il ;; ü li"r""<br />
i-zquierda. Pruebas de _Barré y Nliigazzi"i po.itir"..'Ar;;flexia<br />
roruliana y aquílea y ii!"" ?" Babinski ;ti";;;;.<br />
Atrofias musculares.<br />
En nervios craneales se observa hipoacusi¿ y éxtasis pa_<br />
pi,lay en los primeros meses concomiiantemente a su cefa-<br />
Ialgia y vómitos. Después este síndrome desapa.""".- ""_<br />
sando las cefalalgias, lós vómiros y "r ¿.i*i. -;;;ii;'";;<br />
oar paso a una lranca- neuritis óptica unilatórai derecha<br />
con la consiguiente ambriopi a. L.7,. .. "oo r¿rÁrr. l"l"matoria,<br />
aumento de {!úmina y de número ¿, "¿ioi", "oi<br />
globulinas positivas. W. ne.gatív". --<br />
Conclusión topográfica del sínárome:<br />
Participación central: Cefalalgias, o vómitos, éstasis papilar,<br />
Babinski bilateral. --: '.<br />
--Participación de nervios craneales: Hipocusia bilateral.<br />
Neuritis óptica derecha.<br />
. Participación de neuron¡ perifé¡ic¿, parálisis atróficas<br />
de. muslos v piernas<br />
dida "otr "t"ótro¿i"e"i.ti""- ¿¿ll".r*i"i¿rl<br />
de respuesta farádica.<br />
L"¡ falta de infiltrados inflamatorios y congestión A pesar de la negatividad de las aglutinaciones<br />
nos indican qun no se trMa de un^,pí,o""rí i"Íb- a las brucelas. institiímos un tratamiento específico<br />
matorio,.y la persistencia de las fibras n"rlrio'r". por vacunas qu9 llevó a ""bo "t Dr. R. Monec¡,s<br />
nos sugiere que estos elementos no son los fun- Gnecre y coinóidiendo "árr-.rt" medicación se inició<br />
damentalmente a{ec.t9do¡, por Io cual cree*or qo" una . regresión progresiva. Su estado actual es el<br />
se trata de una L,esión degeneratiaa que afecta a'la siguienie:<br />
mielina y cuya<br />
"Mejoró<br />
causa etiológica no'podemos pre- la.visión,<br />
-<br />
pudiendo<br />
cisar (figt' leer con<br />
20 y ambos 2r)'<br />
'<br />
ojos.<br />
._.,! , . La hipoacusia u, 'q'ui".e--rrrJrro. No podríamos<br />
pronunciada.<br />
terminar La<br />
el estudio de este inte- mar"hu se ha recuperado, pudiendo andar aun sin<br />
resante caso de gran interés clínico, sin añadir co- necesidad de paloJ_ y .ií iiiu¡"o. L; l;.r;; segmo<br />
comentario clínico , qy9, "] diag- mentaria en tódas las cuatro extremidades ha conóstico<br />
etiológico de polineuropatía peiiferica aE- brado potencia Ár n.r"r¿gi"". r" paresia del cuagenerativa<br />
sin otro denominativo,- noJ resulla pocg drioeps'ha desaparecido. Ilos reflejos rotulianos se<br />
explícito y que dadas las características clínicas del prodücen, bien que débiles- Los aquíleos persisten<br />
proceso' sobre todo su modalidad álgica, después inexisteníes. Las'p;"rb*-á; ñAnnr y de Mrc AzzrNt<br />
de nuestra experiencia, existen motivós suficióntes son negativas-o *oy discretas. El reflejo cutáneo<br />
para crder eR una polineuriopatía de dominio- pe-r1' plantaicontinúa pr9áuciénd;;; _._" forma patológica,<br />
férico degenerativa. Esto está demostrado hiJtoló- en flexión do.sai del dedo gárao (Banrñsrr) muy
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong><br />
discreta, en ambos pies. El sensorio se ha despejado..<br />
Podríamos deeir, por lo tanto, en este caso de<br />
O. FneItls. - Lépre nerveuse 349<br />
LES ELÉMENTS DU DIAONOSTIC<br />
DE LA LÉPRE NERVEUSE<br />
impregnación polifocal, que a pesar de la ne- O. Fnur¡.s Jur,lÁo<br />
gatividad específica de loi resultádos clel labora- clivre docent¡ er assistant de t¿ 6lt¡¡ue Neurolosisue de la<br />
torio, se trataría probablemente de una resultanciu Faculté de Médecine de l'université de sáo'Paulo (prór. A. 'tor-_-_-<br />
t. . t ,' ---.----.-;----, -- ;'* -""-^":""^* l.os¡). Socio cor,respondiente extranjero d,e la Sociedad F¡pabrucelósica.<br />
La denominación de polineuropatía es<br />
--¡4.<br />
ae ñ""to..":"gr".<br />
en este caso solamente genérica, inespecífica y provisional.<br />
Les problémes relatifs au diagnostic de la lépre<br />
Polineurüis o mononeuritis sensüiaas.-Dentro<br />
nerveuse el pos€nt, souvent, au neurologiste, de sérieucapítulo<br />
de Ia patología nerviosa periférica de cierta ses difficultés, surtout lorsque les -cas présentent<br />
oscuriclacl patogénica- se halla ría ía rlonp o poline'i une symptomatologie incompléte ou fruste, eJ {uand<br />
ritis ssnsí,tiuo "de Warteruberg. les_ Trátase de urra .,eu- recherches bactériologiqyes demeurent négatives.<br />
ritis emigrante cuya instauiación es insidiosa, de No¡s tenons á rappeler d'abord que, au point de<br />
curso cróirico, intermitante y que puede doru, vu- vue du- diagnostic, deux circonstances sont á distinrios<br />
años. Una manifestación clinicá es eI dolor que guer: les cas oü les manifestations nerveuseg s'ac'<br />
puede ser cliscreto o severo. La presión del nervio compagnent de lésions cutanées caractéristiques<br />
(macules, nodules), réalisant une symptoma,tologia<br />
iolorido es insoportable. La neriritis sería debida<br />
a un trastorno metabólico, o bien a un virus d* cutanéo'neraeuse; les cüs nzrusy'!; P-ars 1¡*e rar'<br />
extrema afinidad para el sistema nervioso peri- yeupc anesthésiqun, de la classifi.cation du Caire,<br />
férico.<br />
r ¡ lg38).<br />
Le diagnostic, aisé en généra,l dans le premier<br />
BrnuocnlrÍe<br />
cas, peut offrir, par contre, de grandes difficultée<br />
Ar,lJouewrxn, TrIURET, y Goolnwsxr. - Intoxication arsenical dans le second.<br />
accidentalte avec Daralysie des cxtremités du type périphérique Ainsi, dans un pays oü la lépre est endémiqug<br />
ff".1J"*i'rfr" ,llr-rT;:ibiité ¡rusculaire' Revue Ncurologique, l'observation d'une- nbvrite isoléJ d" oo ao<br />
""bitai,<br />
_<br />
Ar¡rn¡rnssro-Bp¡rrsrry, Mme.-Trat. et Restauration des lesio¡s sciatique poplité externe, sans étiologie définie, ou<br />
dres i nerfs. nerrs. Masson, lvrassolt, rgr7. Igr7.<br />
BARRAo'ER Frnnú.. L.-r,as p¿'frisis, segunda edic., sarvaf [di- 1':" TlJ perforant, souléve 1ouvent..d""rP"T9blé37<br />
trés délicats concernant le diagnostic différentiel,<br />
toreg S. 4., Barcelona, ,947.<br />
BARnAoUTER FrrnÉ, r,.-polineuritis arsericates. qAnales de d'oü lrintérét de bien connaitre les multiples aspects<br />
lTj:"':x1.vCirugía.Julio-agosto,tg46.Vol.XX,nl,,m.I3-I4'cliniquesquelaléprenerveusepeutrevétir.<br />
q'll}:fi":: liHif¿"3o?,fff"ti";"J:.#.i?-.,";3if,:,rff::il cr-wrqun. -J-e<br />
tabteau ctinique de ra lépre nergina<br />
42. Valencia.<br />
o"ii.*lfil1l:Tüi"":'Ht,',*?:ilfffilXTÍ:*'""3yi:,ff associés en syndro-"" ¡ prédominá.,"J ou sensitif,<br />
- B'rnn¡qurn RovrRALrA, r,.-Dtudes cl,niques et ex¡rerime:rtaie.l ou amyotrophique-paralytique, ou ulcéro-mutilant.<br />
de Neurologiic' Déséneratie¡1 s¡<br />
""*Z""iti"" a,r svsteme rreJ veux Ainsi, á* f"iorr'schématiqol, Lr, peut décrire dans<br />
r¡é¡ipherique. Revue Neurologigrre, núm. uuu'. 14,, 44,. 3o 30 dlciembr u¡cr€EaDrt<br />
r9ro, I'arís.<br />
l" tableau neurologique de la lépre:<br />
BARRAoUER RovrRA¡¡rA, L.*Contribution á l'étude d( symptomato'ogi,e<br />
--un état hypertrophique des nerfs,<br />
nerveux lÉripherique. Reyue.<br />
BouDouREsQUFs, J.-I,es Folynérritcs. Edit. Doin & Cie., pa_ synor<br />
ris, re38. .;]il;;u''-'i"'' Edit' Doin & cie., pa -ll :###:;ffilit;rhique.paratytique,<br />
Dq¡rn¡¡rE" - Semiologie des affections du systéme nerv€ux. _un syrrdro*e ,rlcéro-mutiiant,<br />
r9r4, Paris.<br />
Ftrnrnoo nuco.-vitami¡as e Neuror¡itaminoses. z.a edic. Li_ -un<br />
syndrome neuro-végétatif.<br />
vr-aria I.usa-Espaahola t da., r94ó.<br />
. cRANDl, F., and nenertrr, M.-Avitrnrinosis y sistema Ner- - l. Etat hyp.ertrophiryc des vioso, Miguei -nerfs'-L'hypertrophie<br />
Servet¡ rr"¿iiá,-.nor,, *ll;i des nerfs peiipte.iques constitue sans doute une des<br />
*"?jTtff.;t r*:r1|:"r'-R€rue Neurologique, rnars, rs4e, nú- caractérisiiq""u les^ plus importantes de la névrits<br />
PDRATTA, M.-ry4e, arch. psychrat. Nerven., rr41 6rr. Hansénienne (fig. l).<br />
PrrREs et rEsrur'-les nerfs<br />
"', rez4, paris.<br />
"tr"-uu, Cette hypertrdfhie extériorise la prédilection élec-<br />
RUSELL Bnri*.-qDiscases of vr Nerv,cous rrs¡v'LrJus<br />
r¡rnclon,<br />
sysremD, svsremD, 1945.<br />
second. second edit.. edit., _r-:i:::j:^"^-":;_;":;";:;:- tive du processus inflammatoire ;I;;;;;;;"'r, pour certains terú.<br />
SPTLLANE, Josw D-Nutritional Disorders ot the Nervous toires du systéme nerveux périphérique et permet d.e<br />
Syste'm.<br />
t'¡NE,* J.-po.ineuritis. Tratado de<br />
'atología Emilir^<br />
'r(dica. connaitre, jusqu'i un certain point, la diffusion de<br />
sergent. Edit. pabul, -rs:;. -<br />
nar"etoou,<br />
^'rqu¡ua' 4urruo<br />
l'atteinte.<br />
w¡IssÉ'-Enfe¡medades del sistema nervioso. M. Marín. edi- Ltexploration des différents nerfs sera pratiquée<br />
to¡. Ba¡celona, 1948.<br />
''|^*¡rs' ¿'tu^-<br />
*_"<br />
--;:-<br />
;"-L^"^*-'"*-<br />
,-----;-*<br />
---- r-----.,<br />
méthod-iquement et dans des positions appropriées,<br />
JvnnrwsBnc, R.-Ne'ritis. irhe ¡r*!rru.u Ame¡ican ¡'E(¡¿(:¿r aredicai Jrssocra- Associaübn,<br />
January, r95o.<br />
particuliérement au niveau des troncs nerveux élec'<br />
wARI¡NBÉRG, R.-Folineuritis sensitivas, r94e, parts,\ rv coo_ iit* (cubital, médian, sciatique poplité externe) et<br />
greso rnternacion¿l de Neuroiogía. parls. , -<br />
-:_L__-._ ?¡_^"^'r ^.-^ ^-Lt+' .<br />
wnousrrn.-Murtiple periphericai neuropathy versus mul¡¡pJs {"t rameauY sous-cutanés (frontal, sus'orbitaire,<br />
neuritis. The Journat of the American Medica'l ¿.ssociation] branche auriculaire du plexus cervical superficiel,<br />
*"ril"3;13\:l;::;,fn;'"1'.-f;*.". rameau superficiel du radial, rarneaux cutanés anti'<br />
brachiaux, nerf saphéne et rameaux superficiels pé'<br />
roniers).
350<br />
Muolcrm Críxrcl<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
ScHÉu¡s l, 2 et B.<br />
Anesthésie :<br />
Hypoesthésie =<br />
r N<br />
Schéma / (Cas A. l4_.): Troubles de la sensibilité thermi_<br />
que.-Schéma II (Cas H'. p. F.): Troubles d", senniil.<br />
tés. tactile_ (.A), _dgulourcuses, thermique et du ..o" -J*<br />
attitudes (B).-Schéma III: En noir terriroires ¿"-tfr"rto-anesthésie.<br />
Souvent uniforme, - -réguliére, l,hypertrophie est<br />
parfois nettement fusiforie ou mon'iforme. Dans<br />
certains cas incipiens de Ia maladi", ;;-";;e-toujours<br />
dans la forme t"¡"r"uioG-'r'typ?rii"prri"<br />
isolée d'un rameau sous_cutané est souvent observée<br />
en nette connexion avec une plaque maculeuse ad_<br />
jacente (névrite ascend.ante). L", rapports intimes<br />
entre les lésions c-ula_nées et I'hypertropt i" d"u ,rlrf,<br />
d1l? r-eSion ,ont été bien decrií" pu, i"o"r"n¡i qrri<br />
a fait des recherches systématiques sur de nombreux<br />
malades.<br />
I¿s nerfs envahis par le processus inflammatoire<br />
présentent aussi des modifiications de leur consistance.<br />
IIs sont,dlrr, {enses, comme un cordon qui<br />
roule sous le doigt, simulaít quelquefoi, u¿ritu¡t"ment<br />
un tendon. Dans certains cas, cette augmentation<br />
de la consistance est en rapport avec ,ri depOt<br />
calcaire d l'intérieur du ,r"rf, cl*me le rnontre l,e_<br />
xamen anatomo-pathologique ou méme l,examen<br />
anatomo-pathologique ou méme l,examen radiolo_<br />
giq_ue ( Souze-C.lunos).<br />
Quelquefois, Ig nerf est,le siége d,un ,,abeésrr, qui<br />
reléve plus précisément d,un p'.ocessus de nécrose<br />
de^coagulation (Mrcrvoxr e Onra).<br />
Dans certaines périodes de la rnaladie, les troncs<br />
nerveux hypertrophiés réagissent vivement á la<br />
llll_rion, l'h)'persensibilité áunt en général subor_<br />
ctonnee au degré et d I'acuité de l,inñammation du<br />
nerI.<br />
L'existence d,un .état hy_pertrophique des nerfs<br />
au cours d'une ngv¡itg péripñerique représent", áur"<br />
l'immense majorité_^d". "u., itlá*"r,, sémiolosique<br />
le- ptus précieux, d'une influence décisive ooi¡'t"<br />
diasnostique de la lépre. L" protia,;;;;i"rJ;;:"r"<br />
alors sera naturellement d'éhliner les autres névri-<br />
,": hypertrophiques. La similitude: par exemple,<br />
entre la névrite multiple hyperrrophiq,i" H;;;il_<br />
ne er la névrite inte",qtitieti" hyp".tr"jrrriqu"-á. -ñr_<br />
j:ll::,::rres peur érre trés,pJrrro"i r"'ái"I"*ri"<br />
presente_ra-de grandes difficultés que, darru qíelqres<br />
cas, seule la biopsie pourra éluder.<br />
_^3:O.tl,,malgré la. fréquer,"" á"- l,hypertrophie des<br />
ner:ts. rl faut cependant savoir qr.r" ""il"_"i péut *unquer<br />
_ou peut étre d'appréciation difficilá, .rrio,rt<br />
dans les cas anciens "icátriciels.<br />
II. Synd,rotne sensüff.-Constant, précoce, et trés<br />
caractéristique, le syndrome sensitif^ for_"'la bas<br />
cte Ia symptomatologie de la Iépre nerveuse.<br />
La coexistence de deux ordie, d" ph;;;ménes,<br />
irritatif et dé_génératif, au niveau de, fibr"s ;;;;<br />
ses, p_ermet de décrire deux périodes dans l,évolution<br />
des troubles sensitifs: périade nyp",áti;;;;;<br />
et période anesthésique.<br />
,., Dans la premiére phase prédominent, a coté de<br />
l'hyperesthesie, Ies troubles sensitifs subjectifs (douleurs,<br />
paresthésies), alors que dans la dzuxiéme phase<br />
les troubles de la renribilité objective *o.,i uo<br />
premier plan.<br />
1. Troubles subjectifs de la sensibilité._Les douleurs<br />
se manifestent le plus souvent de fagon bru.-
Touo XV<br />
I<br />
Nrim. 5 - f950 O. Fnenes. Lépre neryeuse<br />
-<br />
que-; dans d'autres cas, elles sont précédées de paresthésies.<br />
Elles ont pour siége haiituel r", t*í",<br />
nerveux et<br />
_apparaissent souvent lors des poussées<br />
évolutives de la maladie (réaction réprosique) et<br />
sont remarquables surtout par I'intensité qu'elles<br />
peuvent revétir.<br />
Extrérnement violentes, rebelles á toute médication,<br />
elles prennent quelquefois un caractére fulgurant,<br />
d'autres fois lancinant, térébrant, donnant I'i;pression<br />
de décharge électrique, de áilacération ou<br />
d'écrassement, de douleurs iitenses qui suppriment<br />
toute I'activité du malade et mém" t" .o*-fit.<br />
-Ces_ douleurs, accompagnées d,hyperesthésie cuta_<br />
née dans le territoire *,"*u"lr¡*,<br />
aux mouvements, au contact, "órr"rporrda.rt,<br />
m6me le plus léger.<br />
Des paroxy_smes douloureí* f"ru"rrt persister des<br />
semaines ou des mois; ils obligent le malade á res_<br />
ter immobile dans des positioni antalgiques, d,oü il<br />
résulte souvent des rétractions fibro-iendinlu"es et<br />
des attitudes viceieuses des extrémités distales des<br />
membres.<br />
Continues ou disc_ontinues, les algies siégent dans<br />
lagrande majorité des cas dans le tronc nerveux du<br />
cubital au niveau de la gouttiére épitrochlé".rrr" o<br />
de la moitié inférieure áu bord interne du bras,<br />
régjons oü le nerf se montre nettement hyp";r;il¿.<br />
on retrouve dans cette région l'intenJii¿ *"iir""<br />
de la douleur; elle se prop"-g" le long ¿" ¡"r¿ l"terne<br />
de I'avant-brl: jusqulá],érrri.r"rrá" hypothénar<br />
et á I'annulaire et l'auriculaire.<br />
- La pression, m6me modérée, au niveau de la partie<br />
hypertrophiée, exacerbe fortement la doui"u,<br />
ainsi que_ les manoeuvres d,allongement du tronc<br />
nerveux. De BrunrrANN et Goucenór ont attiré l,attention<br />
sur certaines formes sensitiveq douloureu-<br />
lo 9" la polynévrite lépreuse qui peuvent réaliser<br />
des formes de début de la maladie. iette polynévrite<br />
aigué
352<br />
Mrucnv¡ Cr,ímc¿<br />
La phase hyperesthésique peut durer ds jours,<br />
des mois ou méme des années, et disparaítre seulement<br />
lorsque survient Ia dégénérescence des fibres<br />
nerveuses.- Alors s'établit le syndrome déficitaire,<br />
qui caractérise la deuxiéme phase ott d'arrcsthésin'<br />
Mais, dans un nombre considérable de cas, I'hy'<br />
poesthésie et l'anesthésie sont les signes-révélateurs<br />
áe ta maladie, n'étant précédées ni par des troubles<br />
de la sensibilité subjective, ni par des lésions cuta'<br />
nées apparentes. Elles peuvent également rester iso'<br />
lées comme seules manifestations cliniques pendant<br />
plusieurs années.<br />
-<br />
Troubles qualüa,tífs de In sensibili¿é: Dans l'im'<br />
mense majorité des cas, les troubles correspondent<br />
exclusivement á la sensibilité superficielle.<br />
Toutes les sensibilités cutanées, protopathique et<br />
épicritique, sont fortement perturbées, par oppositlon<br />
avec Iá sensibilité profonde qui est en général<br />
respectée.<br />
Cette atteinte élective de la sensibilité extérocep<br />
tive constitue indiscutablement une des plus expressives<br />
manifestations cliniques de la lépre nerveuse-<br />
C'est surtout la variétl thermique qui est la plus<br />
troublée, tant en intensité qulsn extension. C'est<br />
également la sensibilité la plus précocement attenite.<br />
Les troubles de la sensibilité douloureuse se rap'<br />
prochent beaucoup de ceux de la sensibilité thermi-<br />
-qo",<br />
qt"ttt á I'intensité et quant á la topographie.<br />
Les troubles de la sensibilité tactile, bien que<br />
moins accusós que ceux de la sensibilité thermo-al'<br />
gésique, sont aussi constants. Ils ont été retrouvés<br />
áunt toutes nos observations: hypoesthésie ou anesthésie<br />
selon les cas.<br />
La sensibilité pro{onde est respectée habituelle'<br />
ment, mais il est certain qu'elle peut étre,légérement<br />
troublée dans quelques cas: troubles de la sensi'<br />
bilité segmentair", á" la sensibilité vibratoire, du<br />
sens barásthésique et stéréognosique ont été signalés<br />
(Lennn, Wlr,sou, etc.). Ces troubles sont, quelque'<br />
ioir, secondaires aux graves altérations de la sensi'<br />
¡itii¿ superficielle (astéréognosie secondaire)'<br />
CB,tte áissocia,tion de Ia sensibilité, type péríphe'<br />
riqu,e, c'est-á-dire l'atteinte de la sensibilité lupgrficielle<br />
avec conservation de la sensibilité profonde,<br />
constitué par conséquent un- des éléments fondamentaux<br />
du syndrome sensitif de la lép1et<br />
Les trois modalités de la sensibilité cutanée<br />
n'étant pas atteintes simultanément et au méme de'<br />
U*,."" décrire {1etUu-es t¡res d'anesthésie dis-<br />
ry"9l<br />
socree perlpnenq.rt, ttlot la ou moins gralde<br />
-pius<br />
intensiü dés altéruíiott" de chacune des sensibilités<br />
superficielles.<br />
buttt les cas oü il y a une prédominancee nette<br />
des troubles de la sensibilité thermique sur la sen'<br />
sibilité tactile, on pourrait parler d'une dissociation<br />
syringomyélique, mais imparfaite, car Ia sensüilité<br />
tactile est toujours troublée.<br />
Dans quelqles cas, les troubles de la sensibilité<br />
objective coéxistent avec des douleurs dans les<br />
troncs nerveux correspondant aux zones anesthé'<br />
Toino XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
siées (anesthésie douloureuse), ou avec du prurit<br />
(anesthésie prurigineuse).<br />
Dispasition topographique d,es troubles.-Ella<br />
peut prendre plusieurs types: insulaire, tronculaire,<br />
iubannée, segmentaire, généralisée (voir eschémas).<br />
t. La disposí¿ion insulah'e ou ramtrccwlairs est<br />
particuliére aux lormes nQuro-nxcrculaíres.<br />
Les il6ts anesthésiés ont une forme, une dimension,<br />
une situation variables, se supe{posant en général<br />
á une lésion maculaire (macule achromique,<br />
érythémato-hypochromique, érythémateuse). Les cas<br />
oü aucune lésion cutanée n'est apparente ne sont<br />
cependant pas rares. L'anesthésie en plaques représetrte<br />
alors le seul élément que retrouve l'examen<br />
clinique.<br />
Les altérations de quelques fonctions peuvent précéder<br />
d'ailleurs les troubles anesthésiques: l'anhy-<br />
drose, I'a,1,'opécí,e, la d,ísparition de I'érythém'ct rét'lexe<br />
d, l'histamine sont alors des signes précurseurs.<br />
L'association de ces quatre types de manifestations<br />
(anesthésie, anhydrose, alopécie, absence de I'érythéme<br />
réflexe, á l'histamine) constitue, sans doute,<br />
un des syndromes les plus expressifs de la lépre,<br />
d'oü sa grosse valeur diagnostique.<br />
2. La dísposítia'n tronculaire, observée quand<br />
sont atteints les troncs nerveux: cubital, sciatique<br />
poplité externe, etc.<br />
3. La disposition, rubannée: Dans les mem'<br />
bres, l'anesthésie est souvent á disposition rubannée<br />
et rappelle, jusqu'á un certain point, une topographie<br />
radiculaire.<br />
Dans les membres supérieurs, disposition fréquente<br />
le long du bord interne de l'avant-bras et de<br />
la main et m6me du bras. Dans les membres infé'<br />
rieurs, elle occupe habituellement le dos du pied, la<br />
face externe de la jambe et peut s'étendre dans<br />
cette méme direction jusqu'á la cuisse.<br />
Cette disposition rubannée est considérée par<br />
quelques auteurs (Jnmvsrr-un, SrnRr-rwc, AusrnncESILo,<br />
etc.) comme correspondant i des lésions radiculaires,<br />
ou radiculo-spinales (Cr-D' Lr-S.).<br />
Il faut souligner cependant que dans un grand<br />
nombre de cas, les rubans anesthésiés type cubital<br />
et péroniers sont pseudo-radiculaires, puisqu'ils dé'<br />
pendent véritablement de lésions névritiques multiples:<br />
au niveau du membre supérieur, de l'atteinte<br />
des nerfs cubital, brachial cutané interne et de son<br />
accessoire; au niveau du membre inférieur, des<br />
rameaux cutanés du sciatique poplité e'nterne pour<br />
la face dorsale du pied (musculo-cutané) et la face<br />
antéro-externe de la jambe (rameau cutané péronier).<br />
4. Dispositío'n segnxentaire: Dans ces cas, l'anesthésie<br />
prend un segment du corps, réalisant l'anes<br />
thésie en manchettes, en gant et brodequins.<br />
L'anesthésie envahit généralement les quatre membres,<br />
en partant toujours des extrémités distales ver$<br />
les proximales, et offre une remarquable symétrie<br />
(GntnssrNenn).<br />
5. Disposüíon généralkéez Dans les cas anciens<br />
de la maladie, surtout dans les formes neurotrophi-
\<br />
Toruo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnuus. * Lépre nerveuse<br />
ques mutilantes, on.peut voir une anesthésie généralisée<br />
á tout le tégument ou universelle.<br />
A part les rares cas oü l'envahissement radicu-<br />
tr'lc. l. -- Hypertrophie de la branche auriculaire du piexus<br />
cervical srrperfrciel.<br />
laire existe, ce sont des lésions exclusivement névritiques<br />
qui conditionnent d notre avis les types<br />
variés de topographie ci-dessus distingués; dans<br />
quelques cas, il s'agit d'une disposítíon néurítique<br />
tronculaire, dans d'autres cas de distríbution rümusctl,laíre.<br />
Dans le premier groupe. la topographie est subordonnee<br />
á I'atteinte de gros troncs nerveux mixtes<br />
(cubital, sciatique poplité externg médian) et aussi<br />
de' certains rameaux cutanés ( auriculaire du plexus<br />
dervical, radial'superficiel).<br />
" Ddns le second groupe, nous classons les topo-<br />
,graphies insülaire, segmentaire et généralisée. puis'<br />
que ces modalités semblént dépendre essentiellement<br />
des-,rérrtites ramusculaires multiples.<br />
";Dqns .un troisiéme groupe, mixte, nous pouvons<br />
classer les' cas 'oü sont' associées les dispositions<br />
tróniulflire et ramusculaire.<br />
A'hotre avis, "les topographies segmentaire et généralisóe'doivent<br />
6tre mises á c6té de la disposition<br />
insulaire parce gu€o<br />
comme celle-ci, elles se<br />
subordonnent aussi aux<br />
lésions ramusculaires.<br />
Des arguments cliniques<br />
et anatomo-cliniques<br />
sont en faveur de<br />
cette interprétation.<br />
L'hypothése de lésions<br />
centrales et radi-<br />
-<br />
culaires pour expliquer<br />
l'anesthésie généralisée<br />
ne peut pas évidem-<br />
Flc. -9.'* Amyotrophie, drr ment étre soutenue en<br />
type Aran-Duchenne, de présence du tableau<br />
la main droite.<br />
en' effet, on consrate, en *uJlil]T ;rT:';'i'"ff.<br />
thésie, des paralysies et des atrophies limitées aux<br />
extremités des membres, une réflectivité ostéo-tendineuse<br />
souvent normale" une sensibilité profonde<br />
practiquement conservée, absense d'ataxie, de troubles<br />
sphinctériens, d'altérations importantes du liquide<br />
céphalo-rachidien, etc.<br />
Les névrites tronculaires, pour leur compte, ne<br />
pourraient expliquer que les altérations sensitives<br />
rles extrémrtés Ce¡ membre¡. ou sr. rcncontrenr aussi<br />
fréquemment des paralysies et amyotrophies. L'absence<br />
de troubles de nature amyotrophique paralytique<br />
dans les autres territoires (segment proximal<br />
des membres, tronc) permet cependant d'éliminer<br />
sürement l'atteinte des troncs nerveux périphériques<br />
comme responsable de l'anesthésie segmentaire et<br />
de I'anesthésie généralisée.<br />
Ainsi, seule une atteinte ramusuu.ai¡'c extensoprogressive<br />
peut étre invoquée pour expiiquer ce<br />
mode d'anesthésie. A ce propos, interprétan¿ la di-ctribution<br />
segmentaire<br />
dans un cas de lépre<br />
anesthé,sigue observée.<br />
Dr¡BntuB a écrit:<br />
35,1 Mrotctne CríNrcr<br />
Tono XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
rarement dans les domaines du radial et du scia- végétatifs importants; contrastant cependant avec<br />
tique poplité interne, exceptionnellement dans les ce tableau paralytique et amyotrophique, il existe<br />
territoires des autres nerfs. quelquefois une hyperréflectivité tendineuse.<br />
Les troubles moteurs ainsi installés peuvent, dans<br />
quelques cas, régresser entiérement ou partiellement;<br />
mais parfois, quand disparait l'oedéme, on découvre<br />
des amyotrophies importantes et le déficit moteur<br />
est donc en général définitif.<br />
L'am.yotrophie est souvent limitée á quelques<br />
muscles (amyotrophie circonscrite) et alors elle<br />
n'attire pas l'attention du malade. Elle se localise<br />
surtout aux muscles des mains, dans le territc¡ire<br />
du cubital ou du médian.<br />
Quelques suteurs (Souzr C¡vtpos et LoNco, Jlnarxnz)<br />
ont attiré l'attention sur l'apparition d'atrophie<br />
circonscrite comme manifestation initiale et<br />
tt*"-"<br />
Frc. 4.--Paraysie faciale droite, parceilaire: paralysie du 9." 11^,l¿nt"'<br />
frontal et du sourcilicr, parésie de l,orbiculaire. Amy,r- En général, l'atrophie s'installe progressivetrient,<br />
trophies rles nrains. réalisant au niveau de la main et, suivant son ex-<br />
Précoces dans quelques<br />
cas, les troubles<br />
moteurs s'installent insidieusement,s'extériorisant<br />
surtout par la difñculté<br />
des mouvernents<br />
des mains et la flexion<br />
dorsale du pied, ou encore<br />
de l'occlusion palpébrale.<br />
Au début, Iimitée á un<br />
membre, l'atteinte motrice<br />
s'étend progressivement,<br />
réalisant bientdt<br />
un tableau de névrite<br />
multiple des quatre membres,<br />
avec une disposition<br />
distale. souvent symétrique.<br />
Il existe ordinait'ernent<br />
une étroite dé¡rendance du déficit nroteur i I'atrofie<br />
musculaire. La paralysie est" en effet, dans la majorité<br />
des cas, seconclaire au processus amyotrophique:<br />
plus imporante est I'amyotrophie, plus rnarqué<br />
sera le trouble rroteur.<br />
Plus rarement, l'atrophie urusculaire est évidente<br />
alors que le déficit moteur est modéré ou inexistant.<br />
C'est le type amyotroph,ique non, paralytique décrit<br />
par BlnnAeuER-Ro\¡IRALTA.<br />
Le phénoméne est analogue á celui que l'on rencontre<br />
dans l'atrophie spinale progressive (Nouur)<br />
et également dans I'atrophie péroniére type Charcot-<br />
Nlarie. D'autre part, des paralysies pures, c'est-ádire<br />
sans amyotrophie, peuvent se voir dans quelques<br />
éventualités, comme par exemple au cours de<br />
poussées eruptives de la réaction léprosique. Alors<br />
s'installent souvent brusquement des paralysies des<br />
extrémités associées d'importants troubles sensitifs<br />
(hyperes,thésie, douleur), hypertrophie des troncs<br />
nerveux, oedéme des extrémités. Il s'agit d'un tableau<br />
de polynér'rite sensitivo-motrice, avec troubles<br />
l'rc. 5: Paralysie faciale gauche. Flc. 6: Syndrorrre rrk.tirr-m'lilant<br />
tension, différents t,v-pes<br />
de déformations (figures<br />
2 et 4): l'amincissement<br />
de l'éminence hypothénar,<br />
de l'éminence thénare<br />
du premier espace<br />
interos,seux dorsal (atrophie<br />
circonscrite de I'adducteur<br />
du pouce), main<br />
de signe, main en griff",<br />
main en coup de<br />
vent, etc.<br />
L'atrophie des muscles<br />
de l'avant-bras est<br />
rare. Deux cas ont été<br />
rapportés par BeunMANN<br />
et Goucnnor oü la paralysie<br />
radiale bilatérale<br />
n'était pas accompagnée<br />
d'atteinte du médian ou<br />
du cubital. Dancs deux<br />
uas que nous avons tibservés. les troubles nerveux<br />
constatés (rnoteurs, sensitifs, amyotrophiques) af-<br />
Flc. 7: Mutilations p¿ü résorption csseuse. - Frc. 9:<br />
Raccourcissement de I'avant-pied. Pied télescopé.<br />
fectaient exclusivement un des membres supérieurs,<br />
prenant la main et l'avant-bras de fagon globale.
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnnrr.ts. -<br />
L'anryotrophie d'autres territoires est exception_<br />
nelle, sauf les cas- d'amyotrophie généraliséé qr"<br />
l'on peut voir dans la phase terminalJ de la -ulad'ie.<br />
Quant aux membres inférieurs, l,atrophie prédo-<br />
F¡c. B.'-_.osltíolyse _ pr,gressive, concentriqrre, des r.'étacar.piens.<br />
Aspect effilé des {ragments ()sser¡x.<br />
mine ¿i la loge antér'o-externe, dorrnant un pied tombant<br />
(fig. 3) avec steppage. L'arnyotrophie localisáe<br />
aux territoires du sciatique poplitée inierne est bien<br />
moins fréquente, et I'amyotrophie de la cuisse et<br />
des muscles de la cei'ture pelvienne exceptionnelle.<br />
Do¡nru¡¡r cependant décrit un cas dans lequel il<br />
y avait des macule_s lépreuses au niveau du triangle<br />
de Scarpa et atrophie des muscles de la jambe etie<br />
la cuisse gauches.<br />
_ Quant á la fréquence respective de la topographie<br />
des amyotrophies et trcrublés moteurs. dan. 500'"".<br />
de lépre ,r"iu.ur" ( névrites multiples, en generat¡<br />
examinés systématiquement. nous avons reLvé les<br />
proportions suivantes :<br />
localisés dans le domaine<br />
-Troubles<br />
du nerf cubita-l:<br />
209 fois, dont 58 associés á paralysie tlu<br />
médian;<br />
du sciatique poplité exteure: 6ti fois;<br />
du nrédian: 59 fois, dont 58 associés au cubital;<br />
Frc. _10 A: Atrophie concentrique des métacarpiens. _ _ Flc.<br />
Itiolyse concentriqrre des pholanges et metatarsiens.<br />
du facial: 3l_ fois ( 22 dans le territoire supé.<br />
rieur et 9 aussi dans le territoire inférieur), fig. 5;<br />
du radial: 10 fois, dont 9 associés á para"lysie<br />
médiano-cubitale;<br />
du sciatique poplité interne: 5 fois.<br />
les cas oü nous avons trouvé l,atteinte<br />
du -Dans territoire supérieur du facial, les trois muscles<br />
Lépre nerveuse BS5<br />
frontal, sourcilier et orbiculaire des paupiéres,<br />
étaient en général affectés dans le -é-e degrJ et<br />
du méme cdté;' dans cinq cas cependant, lu'pu.ulysie<br />
de l'orbiculaire dei paupióres s"' -o'truit<br />
isolée.<br />
L'examen électrique peut révéler les modifica.<br />
Flc. 10. Ostéolyse concentriqrre. Résorption osselrse<br />
distale.<br />
tions les plus variées: quelquefois, une simple hypoexcitabilité;<br />
d'autres fóis" une réecrion d; dég¿;érescence<br />
compléte.<br />
Les résultats électriques, montrent les deux topogra¡rhies<br />
fonda'rentales de la lépre: distribution<br />
tronculaire et distribution .urrrrr".rlai.".<br />
\erls<br />
crániens: Parmi les nerfs crániens, le facial<br />
et le trijumeau sensitif méritent une attention spéciale,<br />
car ils sont trés fréquemrnent touchés.<br />
Les troubles consécutifs á l,atteinte du facial ont<br />
une grande valeur diagnostique, ils sont trés caractéristiques;.<br />
la paralysie obsérvée est parcellaire et<br />
i-rregulier limitée, en général, au territoire supérieur<br />
du facial, affectant les muscles orbiculaire dis pau_ I<br />
¡::éres, sourcilier et frontal (fig. a).<br />
Morvn.rn-KRoHN a eu le méiite de bien préciser<br />
les caractéres de cette paralysie faciale lépreuse:<br />
.,..1. . Tl" upper part ol the face-particularly the<br />
orbicularis oculi ancl the corrugator-is more Lft"r,<br />
lf) B: Raccourcisse ment de I'avant pied. _ Flc. l0 C: Os-<br />
and more intensely affected than the lower part of<br />
the face.<br />
. 2. This paralysis of the upper parr of the face<br />
is as a rulü bilateral.<br />
3. In the inferior part of the face the supraoral<br />
muscles are more commonly affected than thá infraoral<br />
muscles.
356<br />
Irrc. ll: Lépre lépromateuse du nerf. -- I,'rc. 12: Léple<br />
lynrphocytaire. ---- Flr;. l3: Lépre tubercrrloide dtr nt rf.<br />
4. This paralysis in the inferior part of the {ace<br />
is not so constantly bilateral as the paralysis in the<br />
upper part of the face.<br />
5. The paralysis is acconrpaniecl by extrerne hypotonia<br />
or atonia" which causes ectropion of the<br />
eyes in a great number of cases-and in some cases<br />
where the orbicularis oris is equally affected, ,.<br />
La paralysie faciale s'établit en général de fagon<br />
lente et progressive, s'accompagnant souvent d'anesthésie<br />
dans la région correspondante et d'anhydrose,<br />
révélant l'atteinte ramusculaire du nerf.<br />
I3ennegueR-RovrRer.TA a clécrit le masque anesthésique<br />
lépreux, fait de l'association de la prralysie a<br />
I'anesthésie faciale.<br />
Cette topographie périphérique ramusculaire de<br />
la paralysie et son étroite relation avec les lésions<br />
cutanées sont frappantes dans de nombreux cas oü<br />
le développement des phénoménes moteurs suit pas<br />
i pas la progression des macules localisées i la face.<br />
Ce parallélisme explique les attributs trés spéciaux<br />
lVlao¡cr¡i,r CríNrc.l '- ?1<br />
Totvro XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
tullerculoide rlrr nerf. Strr¡ctrrres m,.,tlulaires et réaption<br />
de la paralysie faciale lépreuse, c'est-á-dire son caractére<br />
parcellaire et irregulier, la prédominanee<br />
fronto-orbiculaire, I'unilatéralité initiale, etc.<br />
L'atteinte du trijumeau affecte essentiellement le<br />
territoire sensitif, mais l'atteinte unilatérale des<br />
masticateurs a été observée deux fois, par Knonm,<br />
et I'atteinte bilatérale par HlNspN.<br />
Les autres paires crániennes ne sont pas habituellement<br />
affectées. Cependant, Annlruccl a constaté<br />
l'atteinte du III, associée á une hémiatrophie<br />
faciale. Jn¡,us¡r,nr et BARnAeuER ont signaié également<br />
que les muscles oculo-moteurs ne sont páB<br />
toujours épargnés, d'oü la possibilité de diplopie ou<br />
d'ophtalmoplégie.<br />
Nous avons observé pour notre part, dans un cas<br />
de lépre tuberculoide avec lésions cutanées laóiales,<br />
une ptose palpébrale isolée, unilatérale, par atteinte<br />
cles ramuscules du releveur de l¿ paupiére supérieure.<br />
L,es lésions lépreuses desmuqueuses nasalesr: orales,<br />
pharyngées et laryngées peuvent évidemment occa.<br />
sionner tine dysphonie, une dysphagie, comme loa<br />
montré Knonx. Tor,osr a décrit la paralysie du la-<br />
}ic. 14: Lépre tuberculoide. -F¡c. 15: I-épre tuberculoTcle. C .séification centrale. - Frc. 16: Lésions du type inflam.<br />
matoire simple (uGroupe indeterminée,¡ de l& classurcatrt¡¡r Sud-Americaine).
Torvro XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnnlres. - Lépre nerveuse<br />
ryngé inférieur avec atteinte des dilatateurs du<br />
larynx.<br />
Une paresie unilatérale de la langue a été consta'<br />
tée par Knouw dans trois cas. Nous l'avons retrouvée<br />
une seule fois, coexistant avec des lésions localisées<br />
des muqueuses buccale et linguale.<br />
Quant aux nerfs sensoriels, l'ageusie ou l'hypo'<br />
geusie, l'onosmie peuvent se voir dans les cas avancés<br />
de la maladie (Haivsrrv et Loorr).<br />
IV. Syndrome ulcéro-müiJant.-Les troubles trophiques<br />
se classent aussi parmi les plus caractéristiques<br />
des éléments cliniques de la lépre. Limités en<br />
général aux parties distales des membres, ils prennent<br />
la peau et ses annexes, le tissu cellulaire souscutané,<br />
les os et les articulations.<br />
L'atrophie cutanráe, l'état icthyosique, la sclérodermie,<br />
le (coincidant dans certains cas<br />
avec une aire d'anesthésie) sont souvent observés.<br />
Le plus grave trouble trophique cutané est toutefois<br />
le mal perlorant plantaire (fr,g.6). Sa fréquence<br />
est bien élevée: 2L,6 %, dans les cas que nous avons<br />
observés (300 malades).<br />
Il peut réaliser un trouble initial de la maladie et<br />
il peut étre également de phénoméne dominant dans<br />
quelques formes oligo-symptomatiques. Dans un<br />
grand nombre de cas cepend,ant, il se présente tardivement,<br />
son développement étant subordonné ¿<br />
l'existence d'une anesthésie régionale.<br />
Les pa,rwris analgésiqu,es de Morvan sont aussi observés<br />
dans certains cas, avec de graves troubles<br />
sensitifs et trophiques, les tissus ne présentant pas<br />
leur résistance habituelle aux germes banaux de la<br />
suppuration.<br />
Mu,tilations; Les troubles trophiques sorrt, dans<br />
quelques cas, remarquables par leur intensité et ont<br />
porr-"ottséquence des altérations profondes des ex'<br />
lrémités disiales des membres. Les mains et les pieds<br />
sont le siége de graves déformations, avec raccourcissement<br />
ét élimination des doigts (fr1. 7 et 9).<br />
[,es phalanges distales sont, en régle générale, les<br />
premiéies affectées, et ensuite les autres,phalanges,<br />
ies métacarpiens et métatarsiens; les os du carpe et<br />
du tarse sont plus rarement atteints *.<br />
Les lésions osseuses sont quelquefois en rapport<br />
avec des lésions superficielles, comme cela se constate<br />
au niveau des maux perforants plantaires, des pana'<br />
ris, des sillons d'élimination (ainhumoides), des zo'<br />
nes de gangréne séche.<br />
Dans un grand nombre de cas, cependant, les<br />
mutilations sónt sous la dépendance de la résorption<br />
osseuse des extrémités; cette altération est, d'ailleurs,<br />
le trouble trophique osseux le plus important<br />
et typique de la léPre nerveuse.<br />
L'éxámen radiologique démontre alors une atro'<br />
phie concentrique, progressive, des phalanges et fré'<br />
i I1 rst iintéressant de remarquer :.a possibilité de conrcrration<br />
,"'otioe des mouvements dés doigts dans 1es :¡'ains de<br />
iip"-ru.*á",-r"t -olgttons de.doigts ::ruti:(s pouvant l9"1iTt<br />
l" l"coo satisfaisante 1es principaux mouveme,nts, m'a'grf l'1t<br />
."tréá" déformation et réduction. L'exameb é'ectrique donne,<br />
¿ii* q""rq".qons ,1e ces cas. une réponse absolument normale'<br />
quemment aussi des métatarsiens et des métacarpiens.<br />
Le processus commence á l'extrémité distale des<br />
phalanges, détruit la surface articulaire, et progresse<br />
en direction de la diaphyse sans déterminer aucune<br />
réaction osseuse, sclérosante ou hyperplasique<br />
(figr. B et 10). Les fragments osseux, amincis, déformés,<br />
prennent des aspects extrémement caractéristiques,<br />
effilés et pointus.<br />
V. Synd,rome neuro-uégétatit'.-Les tro'ubles<br />
aaso-moteurs accompagnent souvent l'atteinte tro'<br />
phique des extrémités, affectant une disposition bila'<br />
térale et symétrique.<br />
L'acrocyanose, les troubles thermiques, I'oedéme<br />
peuvent s'installer au cours des réactions léprosiques.<br />
Looedéme ainsi établi pourra disparaitre au bout<br />
de quelques jours ou au contraire persister méme<br />
upté* l'éxtinction de la réaction léprosique: c'est<br />
un oedéme blanc, dur, ne prenant pas le godet.<br />
Dans d'autres cas, il existé une infiltration pseudooedémateuse<br />
du tissu cellulaire; en réalité, il s'agit<br />
d'hyperplasie du tissu conjonctif associée i un pro'<br />
á" nature vaso-motrice, comme on le voit<br />
""t.út dans la main succulente.<br />
Les troubles subjectifs accompagnent souvent ces<br />
troubles vaso-moteurs: paresthésies, hyperesthésie,<br />
douleurs.<br />
Le développement d'un syndrome érythromélalgique<br />
a été observé par quelgues auteurs (Cnnqunme,<br />
RoonÍcurz), ainsi que le syndrome de LÉo Buncun<br />
(cas de J. Aunnme).<br />
,Parmi les nombreuses épreuves qui permettent<br />
l'étude des réactions vaso-motrices locales, une pré'<br />
sente un intérét diagnostique considérable: c'est l'é'<br />
preuae á I'histamine.<br />
Dans la lépre, oü les lésions sont névritiques, souvent<br />
ramusculaires, il n'y a pas apparition de l'érythéme<br />
réflexe (réponse incompléte ou anormale), au<br />
contraire de ce qui s'observe dans les processus centraux<br />
(la syringomyélie par exemple), dans lesquels<br />
la réponse est habituellement compléte ou normale<br />
(triple réaction de LnwIs).<br />
Troubles de Ia, sudatio'nz L'anhydrose constitue<br />
également une des plus précoces et des plus importantes<br />
manfestatons de la lépre.<br />
Ce signe est utilisé pour le diagnostic différentiel<br />
avec d'autres affections neurologiques, comme par<br />
exemple la syringomyélie, oü I'hyperhydrose est<br />
bien plus fréquente que l'anhydrose. Il faut cependant<br />
signaler que l'hyperhydrose peut aussi exister<br />
dans quelques périodes de la lépre, et précéde souvent<br />
I'anhydrose.<br />
Le procédé d'exploration du systéme sudoral le<br />
plus connu est l'épreuve á la pilocarpine (Jr¡¡vsBr.'<br />
ME, BuRE¿.u et Gn¡¡oux; Dusots et Drcorrr);<br />
plus récemment, on emploie aussi le umecholyl-test><br />
(Annom).<br />
\{. Troubles réf,texas.-Le tableau habituel est,<br />
comme nous l'avons vu, celui d'une névrite isolée ou<br />
357
358 Mrorcr¡ve CríNrcl<br />
multiple, avec atteinte préférentielle du cubital, du<br />
médian, du sciatique poplité externe; ceci fait que<br />
les réflexes habituellement recherchés (achilléen, rotulien,<br />
bicipital, tricipital) sont souvent conservés,<br />
les lésions névritiques n'intervenant pas dans leur<br />
arc réflexe.<br />
D'autre part, I'hyperréflexie tendineuse est aussi<br />
fréquemment constatée, avec des réponses polycinét_iques<br />
dans certains cas; cette exagération des réflexes_profonds<br />
associés á des amyotrophies type<br />
Aran-Duchenne rappelle ce que I'on voit-"orn*u.rément<br />
dans la sclérose latérale amyotrophique. Le<br />
réflexe cubito-pronateur en particulier est souvent<br />
exagéré polycinétique, surtout dans la phase initiaie,<br />
irritative de la névrite cubitale. L'hyperréflexie<br />
tendineuse n'est pas encore éclaircie du point de<br />
vue pathogénique et, pour quelques auteurs, traduirait<br />
I'existence cle lésions centrales. médullaires<br />
(Rocrn, Bnnnequrn-Rovmar-r4 Htssn, BuN, Hu-<br />
DELo, etc.). Mais, en général, cette hyperréflexie tendineuse<br />
reste isolée, sans aucune autre manifestation<br />
pyramidale caractéristique.<br />
L'abolition des réflexes ostéo-tendineux peut étre<br />
observée dans les formes diffuses, vraimeni polynévritiques,<br />
de l'affection. Cette éventualité esi ,r3urr-<br />
*:il*,_ beaucoup moins fréquente que l,on suppose<br />
généralement.<br />
Le réflexe cutané plantaire se montre fréquemment<br />
diminué ou aboli, en raison des lésions de la partie<br />
initiale de la voie afférente de I'arc réflexe.'Dans<br />
,d'autres cas, c'est la névrite du sciatique poplité externe-<br />
qui, en donnant la paralysie des t*i"r*ur.<br />
$:"<br />
doigts, trouble I'interprétation de la réponse.<br />
Mor.rneo-KRoHN a retrouvé trois fois le signe de<br />
Babinski et nous I'avons constaté dans un Jul ""r.<br />
co¡usrouRATroNS cÉNÉnar,ss.-Le tableau clinique<br />
{9 l" lépre nerveuse réalise essentiellement le tablelau<br />
d'un processus périphérique. ce sont res névrites et<br />
les polynévrites qui constituent réellement les manifestations<br />
caractéristiques de la maladie de Hansen.<br />
Des Iésions radiculaires et médullaires ont été ce_<br />
pendant également s_ignalées dans ia lépre par de<br />
nombreux auteurs (KauNooRo, Lrr, Looir, ñor^r,<br />
Worr, JeailsnrllE et P. Mmre, Mrrsuoa, etc.), et<br />
la présence de bacilles alcoolo-acides résistants a<br />
été retrouvée á l'examen histoiogique cle ganglions<br />
rachidiens (SouoaKEwrrcH, BaBEs, Lrr¡ á" la<br />
moelle (B.rers, Lrn), dans les méninges et I'encé-<br />
phale (KauNonRo, BABEs, Cor.r,rr.a" Srervz;rLLLE).<br />
D'autre part, des publications cliniques ont attiré<br />
--<br />
I'attention sur l'atteinte radiculaire (rhizopathies lépreuses<br />
de AusrnEGESrLLo), et sur I'atteinte médullaire<br />
(Noxxr, B.LnRaquuR-RovrR¡.rTA, RocER, HnssE).<br />
Ainsi. pour NoNNn, ,la symptomatoiogie de la<br />
lépre nerveuse est faite á la fois d'éléments névritiques<br />
et myélitiques (neuro-myélitis).<br />
Dans les cas que nous avons observés, le tableau<br />
clinique était essentiellement périphérique et sous la<br />
dépendance fréquente de lésions ramusculo-tronculaires.<br />
Tomo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
Dans un nombre trés limité de cas, nous avons<br />
suspecté une atteinte radiculare, que nous n'avons<br />
pu _établir de fagon certaine qu'une seule fois.<br />
Q_uant á l'atteinte médullaire, l'hyperréflectivité<br />
tendineuse retrouvée dans certains cas pourrait faire<br />
penser á une lésion pyramidale, mais en général elle<br />
se présente isolée, sans la présence d'autres signes<br />
caractéristiques.<br />
- Quant i l'atteinte des cordons postérieurs, signalée<br />
par plusieurs auteurs, il ne semble pas qu;elle<br />
ait une signification clinique importante.<br />
Dans les cas que nous avons jusqu'ici observés,<br />
nous n'avons jamais retrouvés de signes évidents de<br />
la série cordonale postérieure, les quelques petits<br />
troubles de la sensibilité profonde p-ouvánt r"l",r"t<br />
de l'atteinte méme des nerfs périphériques.<br />
En conclusion, la symptomatologie que no,.s avons<br />
retrouvée, en révélant essentiellement une atteinte<br />
tronculaire et rarnusculaire, correspond au principe<br />
général établi par Lnr,orn: .<br />
Dr¡.clvosrlc.-1. Parmi les manilestati,o'ns clini.<br />
qu,es les plus expressives de la lépre nerveuse? nous<br />
rappelons:<br />
hypertrophiqu"e d,es ncrt's periphériqucs<br />
(gros -L'état troncs nerveux et rameaux sous-cutanés).<br />
troubles sensítit's: atteinte élective des sensibilités<br />
-Les extéroceptives, avec une disposition topographique<br />
tronculaire ou ramusculaire.<br />
troubles,q,nTyotrophiques paralytiques du<br />
cubital, -Les médian et sciatique poplité externe.<br />
-Les paralysícs paroellaires dw facial, souvent<br />
avec une prédominance dans Ie territoire frontoorbiculaire.<br />
l'alopécie, et I'arét'lexie aaso-mstrire<br />
-L'anhydrose, (absense d'érythéme réflexe á I'histamine).<br />
-Le<br />
rnal perloratzt pl^antaire et I'ostéotryse pro-<br />
gressiae, concentriqu.e, des extremités.<br />
Les renseignements fournis par l'anarnnése, I'examen<br />
de I'entourage, et les examens subsidiaires<br />
(épreuve á la pilocarpine, mécholyl-test, réaction cutanée<br />
locale á l'histamine, etc.) peuvent aider gr.andement<br />
dans I'interprétation des données cliniques.<br />
2. Quant aux ex,anrens 'e laboratoire: L'qcanen,<br />
bactériologique ne permet pas, en général. d'eclairer<br />
les problémes diagnostiques, la recherche du bacille<br />
dans le mucus nasal, dans le sang périphérique, dans<br />
la peau étant habituellement négative dans les cas<br />
nerveux purs; dans les ponctions ganglionnaire et
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> O. Fnrlrls. -- Lépre nen euse<br />
nerveuse' elle peut étre cependant_positive, quand il ,s RARRAo'ER, _r,, ri., Grs'Er¡.r,-1.. c., c¡sr¡ñrx. E. V._Tra..<br />
i¿-ül$iX!"]"Tü: l?ilfr1g:;J":*tki*l "i" hiittr:r'tr i*'#;n'.::.":Ii;i;.'u*, ,,,,<br />
sont, en général,. négatifs et d'ailleurs aspécifiqrr"r. c-as de lépre mixte. Thése, paris, Ed. Brar-<br />
3' Quant á I'intrádermo-réaction de A'*t,r¿i "nluftoT,u.t.-un<br />
tl"- t,. b.6; p.-Diagnóstico<br />
histológico cre ras<br />
promin-est), neuritis rebrosas.<br />
elle n'a pas véritablernent ¿"<br />
diagnostique. Elle u r3u.r-oins une important" '"r|"' '¡,'ul:T'XT:"e*n3:Y:r.ti;*};}j'.?:::i:#*',k.ff;;:,,,1;<br />
ross, o, z¡0,,<br />
leur complémentaire dans l'interyrrétatián d", doi- o,ii"ntftiirijtli_,J,;i1Tffii'*u',?jl"dl",,J.o;.ii,I"1<br />
nées cliniques, en orientant vers L fo.-" d" i" r"t.*1f ¡]. r,"o.. XVr, .54r, n.o<br />
-u-<br />
4, re4c.<br />
ladie (positive dans les formes tuberculoi¿"* ."'.i.,i*'ffii'<br />
"t-r,ii;ri";Idil:n'*Jl*i<br />
in re'¿rtio.<br />
,ür,t?ff"<br />
il:ff$:"lll*fff n:':n:"uses), et par;;¿. *{t:iíir,'""* .1:lmt..r'#j-:i i'"ru.":s,"rüt',:,:;<br />
4' La biopsie du nerl constitue sans doute le des arrcctions<br />
?r?3$]tU{.lnff.t"lo.sic<br />
trrr sl,stéme n< r-<br />
""J1.<br />
necours comp]é1lntaire le plus important que nous . 11 IrFssE, J.-contributi.' ¿i r,étude des troublcs Derveux de.<br />
ayons pour élucider les cas suspects. '",tqu"!;;JilinT, T.3..rrÉ;.". ,.,,.. E
360<br />
LA PREFERENCIA MOTRIZDE UNA MANO<br />
Y LA DOMINANCIA HEMISFÉNIC¡ EN LA<br />
FUNC|ÓN DEL LENGUAIE<br />
(Los zurdos y los dextros ante la ClÍnica<br />
Neurológica)<br />
A. SusrRANA,<br />
Jefe de los Sen'icios de Neurología del Hospital de:1 Sagrado<br />
Co¡azón y de i¿r Ca;a Provincial de Caridad de Barcelona.<br />
soc'io Numerario y . "<br />
la Sociedad Española<br />
:f"ir:T*:."J;.u"<br />
Munrcrue Cr.í¡ucl<br />
CoNsrtpRAcroNEs cENERALEs.-p¿¡¿ algunos pa-<br />
¡ecerá de bien poca actualidad el poner de nuevo<br />
sobre el tapete el antiguo problema al parecer totalmente<br />
resuelto de las relaciones entre l,a detctreza<br />
o la zurderín. y la. situación en el cerebro de los<br />
Tovo XV<br />
.Núm. 5 - <strong>1950</strong> A. Suntnlrr. - La preferencia motriz de una rnano 361<br />
solución de cornpromiso, adoptaron posiciones extremas,<br />
y no podemos por menos que extrañarnos,<br />
al leer hoy esta frace:
362 Nluorclwe CríNlc.{<br />
los gemelos bivitelinos, aunque sea cuatro veces menos<br />
frecuente que en los univitelinos es, sin embargo,<br />
casi dos veces más común que en sl resto de la<br />
populación. Algunos años antes (1925), LauttrRnacu,<br />
a q_uien no se le había escapado este hecho, quiso<br />
explicarlo suponiendo que un cierto número dé gemelos<br />
bivitelinos eran en realidad los superviviéntes<br />
de o de . algunos de los<br />
cuales serían gemelos univitelinos. El estudio realizado<br />
por Nrwu,r¡¡ de las célebres <br />
Dionne, parece apoyar esta teoría. En efecio, una<br />
de las hermanas, María, es zurda, y al mismo tiempo,<br />
la imagen en espejo de las otras. Según é1, esta<br />
lñu, junto con su hermana Emilia, serían el producto<br />
de una última división celu,lar.<br />
La imagen en espejo, llega a s€r una verdadera<br />
duplicación en los gemelos siameses, en los que el<br />
'derecho presenta un <br />
es bastaü¿ lrecwdnre (JonoÁw). Querer deducir de<br />
ello que el factor hereditario es la gemelaridad y<br />
que los casos de zurdos aislados son los supervivientes<br />
zurdos de pares de gemelos univitelinos, no<br />
nos parece justificado, y menos aún si se considera<br />
que se han dado otras explicaciones más lógicas<br />
sobre la zurdería. Gon¡oN ( 1921) después de estudiar<br />
2L9 pares demostró que cuando uno de los<br />
gemelos es zurdo y el otro dextrómano, el individuo<br />
zurdo es a menudo un débil mental, lo que le hace<br />
pensar que en tal caso, la zurdería es secundaria a<br />
una lesión del hemisferio izquierdo que sería la<br />
causa del atraso mental, y que al producir una cierta<br />
torpeza en la mano derecha conduciría a la preferencia<br />
de la izquierda. Gonoolv establecía además<br />
una diferencia fundamental enre lo que podría llamarse<br />
la zurd,ería rmtural y la zurd,e:ría Wtológica.<br />
La zurdería natural sería heredada o, en los casos<br />
de gemelos univitelinos, producidas por la imagen<br />
en espejo. Dichos individuos serían iguales o quizá<br />
superiores en cuanto a inteligencia, fuerza y habilidad<br />
manual, a los dextrómanos.<br />
En cambio, el zurdo patológico estaría doblemente<br />
perjudicado por su lesión encefálica y por el hecho<br />
de tener que utilizar una mano naturalmente menos<br />
hábil.<br />
(t) Damos las gracias al doctor Eurlro RoVTRALTA €n cuyo<br />
Senicio de Camitas Blancas¡ pudimos realizar cstas obsetvaciones.<br />
Torvro XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
Ixrr,uencra DE LA EDUcacróN. Permítasenos<br />
añadir algunos detalles a cuanto hemos - dicho anteriormente<br />
acerca de la educación: una persona originalmente<br />
zurda puede verse obligada a servirse<br />
preferentemente de la mano derecha; este entrenamiento<br />
forzoso en la escuela, en casae etc., es debido<br />
a la idea general de los inconvenientes que puede<br />
sufrir una persona zurda si utiliza la mano opuesta<br />
a Ia que de preferencia emplean la mayoría de sus<br />
semejantes. Algunas veces, es el individuo el que se<br />
ve obligado a educar la mano menos hábil, cuando<br />
una lesión importante, una amputación, por ejemplo,<br />
Ie impde utilizar su mano preferida. Algunos<br />
de ellos deben la rápida adquisición de la habilidad<br />
a condiciones innatas: un joven muy inteligente<br />
sufrió a los 28 años, en una colisión de coches, un<br />
arranque traumático del brazo derecho, que tuvo<br />
que serle amputado en el tercio superior del húmero;<br />
en la misma clínica, este joven que se creía<br />
dextrómano, constató con gran sorpresa, que lo<br />
era muy fácil afeitarse con la mano izquierda, y<br />
al cabo de unos días aprendió a escribir de una<br />
manera perfecta. Al salir de la clínica ya empezó a<br />
conducir su coche con la mano izquierda. Hace más<br />
de 18 años que esconde su invalidez, y sigue en<br />
posesión de su permiso de conducción. La extensibilidad<br />
mayor a la derecha nos dió la explicación<br />
de este hecho que parece más verosímil todavía al<br />
encontrar otros casos de zurdería en sus ascendientes<br />
y colaterales.<br />
¡Cuán perspicaz nos parece hoy DÉ¡Énlxn, a la<br />
luz de los modernos conocimientos ! En su corto<br />
pero interesantísimo capítulo sobre la afasia en ei<br />
zurdo (Sérnéiolo'gin), pág. BB-99), revisa la literatura<br />
de su época y trata de encontrar la explicación<br />
de muchas aparentes paradojas de la ambidextridad.<br />
Lo más admirable, sin embargo, es el<br />
constatar que había ya visto con toda claridad, la<br />
importancia de los factores adquiridos. Vamos a<br />
traducir textualmente lo que escribía DÉ¡Énnr:<br />
To¡,lo XV<br />
t\úrn. 5 - <strong>1950</strong> A. Sustnex¡,. - La preferencia motriz de una ma¡o 363<br />
tancia blanca subyacente a la corteza de la región posterior<br />
del lóbulo frontal.<br />
uHe aquí, pues, dos casos de afasia en zurdos, cuya<br />
evolución ha sido muy diferente; estado estacionario<br />
hasta la muerte, en el primero, y curación en la<br />
segund'a. ¿A qué se debe esta diferencia, y por qué<br />
en el primer enfermo el hemisferio izquierdo no ha sustituído<br />
al derecho tan profundamente lesionado, como<br />
sucedió en el segundo caso? A mi parecer-, hay que acordarse<br />
aquí de la cultura intelectual de ambos individuos.<br />
El prirner enfermo era un analfabeto, mientras que la<br />
segunda era una mujer cultivada. En efecto, aunque zurda<br />
para todas sus actividades, escribía con su mano derecha<br />
y, gracias a ello, su hemisferio izquierdo estaba<br />
preparado para sustituir al derecho. Esto es tan sólo<br />
hipótesis, pero me parece estar de acuerdo con los datos<br />
psicológicos actuales, y, por otra parte, he observado<br />
clínicarnente con posterioridad dos casos análogos de cu-<br />
¡ación de afasia de Broca con hemiplejía izquierda en<br />
unos zurdos que escribían con la mano derecha.,<br />
En estos últimos años aportaciones interesantísimas<br />
que no podemos reseñar han puesto sobre el<br />
tapete las relaciones que parecen existir entre zurdería,<br />
ambidextría y tartamudez; citemos sólo el<br />
trabajo de Tnavrs (1931) cuya importante documentación<br />
casuística no ha podido ser invalidada<br />
por argumentos dados en fechas posteriores. En un<br />
trabajo con nuestros colaboradores JulrÁ Conou¡-<br />
NAS y L. Orr"rn D¡.unrr,r,a, sobre la expresión clínica<br />
y electroencefalográfica de las afasias congénitas<br />
infantiles, recientemente aparecido en , hacemos<br />
hincapié en la asociación frecuente de las<br />
modificaciones en la preferencia de una mano y<br />
los trastornos congénios del lenguaje; antes que<br />
nosotros, Onrox (L937) insistió sobre esta asociación<br />
a propósito de casos de afasia motriz de evolución,<br />
alexia, ceguera verbal congénita, estrefosimbolia,<br />
agrafia de evolución, escritura en sepejo, etc.<br />
Ya en L926, Htncrs hacía notar que eI cambio<br />
temprano en la
364 Mrorcrxl Crír*rct<br />
Dado el interés extraordinario que para nosotros reviste<br />
esta cuestión, hemos estudiado estas cuatro observaciones<br />
en sus memorias originales, comparándolas con otras<br />
de nuestra experiencia personal; Nennr.rss recuerda el<br />
caso de OpprNunru, comentado por Wrnnrcrn y que proporciona<br />
a e'ste último autor un argumento en favor de<br />
su teoría, de que la localización de los centros del lenguaje<br />
es una adquisición funcional de cada individuo.<br />
Tratábase de una mujer que presentó una afasia sensorial<br />
y una hemiplejía izquierda como consecuencia de un tumor<br />
situado en el hemisferio derecho; esta enferma había<br />
sido dextrómana hasta qus a la edad de diecisiete<br />
años un traumatismo de la mano derecha la obligó a<br />
servirse posteriormente de Ia mano izquierda.<br />
Tanto o más interesante, es eI caso de Lovul,t, Weceo-<br />
NER y K¿¡ru: hombre de 31 años, que a los l0 se le<br />
debe amputar la mano derecha a nivel de la muñeca.<br />
aprende á "r"ribir éo" tu irqoi"iau. Á la edad de 2B añoi<br />
recibe, en una riña un puñetazo sobre el mentón, y dos<br />
horas más tarde se instala una afasia motriz y sensorial<br />
que arl¡nenta progresivamente; la ablación de un quiste<br />
corti:'¡l parietal posterior derecho produce la regresión<br />
rápida de ro([os los síntomas afásicos. H'av que notar<br />
corno detalle intprerante que un tío y dos primas maternas<br />
eran zurdos.<br />
Los otros dos casos analizados por Nrnnr,rss prestaríanse<br />
a conclusiones totalrnente distintas: el de Da,vloorr,<br />
hace referencia a un joven de 18 años que presentaba<br />
una herniplejía derecha a consecuencia de un traumatismo<br />
craneal sufrido cuando sólo tenía un año y medio.<br />
Su familiar erd exclusivamente dextrómano, y,<br />
según_ sus familiares, antes del traumatismo había prósentado<br />
este niño una marcada proferencia derecha; a<br />
partir de aquel momento, como es natural, fué la man¡r<br />
izquierda la utilizada para todos los menesteres. Como<br />
las crisis epilépticas que sufría desde su infancia aumentaron<br />
de intensidad y una encefalografía gaseosa mostró<br />
la oxistencia de una porencefalía en el gyrus angular<br />
izquierdo, fué sometido a Ia exéresis de esta región, y<br />
con gran sorpresa observóse Ia presencia de una afasia<br />
global postoperatori'a, que regresó, sin embargo, rápidamente'.<br />
Comparable a éste, la observación de Bucy refiérese a<br />
un joven de 18 años también, que, como consecuencia de<br />
un parto distócico no había utilizado jamás su mano derecha.<br />
A los ocho meses de edad, hicieron su aparición<br />
movimientos atetósicos en el lado derecho, y mái tarde<br />
en ambos lados, pero con predominio en el 'primero. Su<br />
lenguaje era disártrico. La ablación del área del brazo<br />
del hemisferio izquierdo produjo, contra toda previsión,<br />
una afasia transitoria.<br />
NlEor,fss se esfuerza en encontrar una explicación<br />
capaz de ser aplicable a estos cuatro casos aparentemente<br />
contradictorios, e insinúa para ello la<br />
hipótesis de que en cada uno de estos cuatro casos<br />
Ia afasia, transitorin habría q,parecid,o también. aun<br />
cunndo hubiese sido lesionnda In zona d,el lenguaje<br />
del, Iado opuesto. Según é1, en casos excepcionales,<br />
la función del lenguaje no es abandonada por un<br />
hemisferio que haría en cierto modo donación al<br />
otro, como ocurre con la mano preferida, sino que<br />
esta función está en cierto modo repartida entre los<br />
dos. Cnnsnrn había llegado a conclusiones semejantes<br />
en un trabajo aparecido algunos años antes.<br />
Basado en 240 enfermos portadores de lesiones de<br />
la zona del lenguaje de uno y otro hemisferio cerebral<br />
y después de haber eliminado los casos de posibles<br />
lesiones bilaterales, divide en dos grupos su<br />
casuística: en el primero, coloca 89 pacientes con<br />
lesiones discretas del hemisferio izquierdo (87 casos<br />
de tumores y dos casos en los cuales los trastornos<br />
To¡no X\'<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5.<br />
del lenguaje fueron debidos a la intervención transcortical<br />
de tumores intraventriculares). Todos estos<br />
casos presentaron afasia, excepto uno solo que era<br />
zurdo. El segundo grupo comprendía 18 sujetos<br />
con lesiones también discretas de ia zona del<br />
lenguaje del hemisferio derecho; en é1, todos menos<br />
uno eran dextrómanos y solamente el zurdo presentó<br />
perüurbaciones de los mecanisrnos clásicos.<br />
El tercer grupo se componía únicamente cle 9<br />
casos que mostraban una historia de habilidades<br />
motrices preferentes mixtas. Según CnesnuR, el<br />
título de ambidextros no podía darse a estos sujetos,<br />
ya que implica más bien una ausencia cle preferencia,<br />
las dos manos siendo igualmente hábiles para<br />
todos los menesteres; del estudio de estos casos,<br />
perfectamente analizados, se podría deducir a primera<br />
vista, que la lateralidad estaba determinada<br />
principalmente por la mano entrenada a escribir;<br />
pero observándolos mejor, nos fijaremos en un individuo<br />
que utilizaba la mano izquierda para escribir<br />
y para la mayoría de sus actos, exceptuando para<br />
tirar con pistola, para jugar al golf, el tenis y para<br />
usar las tijeras. Sin embargo, se volvió afásico con<br />
lesión izquierda; otro individuo, dextrómano para<br />
escribir y para todas las actividades sin relación<br />
con la función del lenguaje, utilizaba la mano izquierda<br />
únicamente paia servirse del martillo, de<br />
lá pala, del cortaplumas y para jugar a lo-s naipes'<br />
Cott gra.t sorpres; se observó en éI una afasia des'<br />
pués de una lesión derecha.<br />
Uno de nuestros enfermos, Sr. Juan F...., nos parece<br />
un caso particularmente interesante. Se trata de un antiguo<br />
sifilitico, cuidado muy irregularmente, y que a la<br />
edad de 5l años, vió en pocas horas, instalarse sin ietus<br />
una hemiplejía izquierda con afasia. En sus antecedentes<br />
familiares huy que señalar que un tío paterno<br />
era zurdo. En cuanto a é1, se creía dextrómano, y decía<br />
que nadie le había obligado a servirse de la mano derecha,<br />
que utilizaba en la mayoría de sus actividades.<br />
Desde la edad de t4 años, pasó su vida en talleres de<br />
reparación de coches, prim'ero como sencillo aprendiz, y<br />
subiendo luego hasta ser el dueño, y hecho muy curiosor.<br />
si bien utilizaba de preferencia la mano derecha para<br />
los trabajos de fuerza, en cambio para manejar los peque'<br />
ños destornilladores y las demás herramientas que nece-'<br />
sitaban una cie¡ta habilidad, se servíf, siempre de la mano'<br />
izquierda.<br />
Al examen que se le realizó hace 10 años, pocos días<br />
después del principio de sus trastornos, la hemiplejía<br />
estaba ya en vías de regresión, principalmente en la extremidad<br />
inferior izquierda, gue presentaba sólo una lige'<br />
ra disminución de la fuerza de los grupos flexores, una<br />
maniobra de la pierna de Barrá ligeramente positiva, reflejos<br />
tendinosos un poco más vivos, y una extensión del<br />
dedo gordo del pie. En el miembro superior se observaba<br />
una lesión más pronunciada, con posición en flexión del<br />
antebrazo sobre el brazo y de los dedos sobre la mano.<br />
La motilidad activa estaba reducida a movimientos globales<br />
y existía una evidente contractura piramidal. Ausencia<br />
de hemianopsia.<br />
El examen del lenguaje mostraba un síndrome afásicomixto,<br />
expresivo v receptivo con un importants coeficiente<br />
amnésico; este último se evidenciaba en el lenguaje espontáneo<br />
por múltiples parafasias y circunlocuciones. No.<br />
podemos describir con detalle las baterías de
Touo XV<br />
Núrnt 5 - <strong>1950</strong><br />
más c_omplicldas cuando se las dábamos por escrito gue<br />
de<br />
-palabra. La escritura al dictado era 'bastante buÉnu<br />
y copiar podía<br />
-al- transformar Ia imprenta en cursiva. Escribía<br />
correctamente su nombre de pila, sus apellidos y<br />
su 4irección, eI nombre_ de- su e.pó.a, etc.; át péairtá<br />
escribiera una carta lo hacía *o.ír".ráo en' el t"'"g"uj"<br />
escriJo lo_s _equivalentes de su parafasia, su intoxicáción<br />
por la palabra, etc., _perg en un grapo incomparabl.-errt.<br />
menor gue cuando hablaba. Escribía sin dridar los nú_<br />
meros de cinco cifras que _Ie dictábamos; el cálculo, por<br />
el contrari_o, estaba muy<br />
-alterado y sus sumas eran parecidas<br />
a las de los afásicos corrientes; detalle bien áu-<br />
.ioso:<br />
-no<br />
podía acordarse del número de teléfono ¡;;"<br />
despacho, pero lo escribía de una manera p"rfe"t, Ld".<br />
diendo incluso eI de su domicilio particular', e" ;" ;"<br />
sus tarjetas de visita<br />
, Por lo que concierne a su evolución ulterior, hay cue<br />
hacer notar que<br />
_la regresión de su af".iu i,rá-;";?pi;"<br />
y cuatro mess después realizaba ya con toda<br />
Ios tesis de Head en<br />
'<br />
su totalidhd. "orr"".iór,<br />
, iQu-" explicación podemos encontrar a esta paradoja<br />
de una alteración afásica muy pronunciada<br />
coexistiendo con Ia extremada discre"i¿tr d" los trastornos<br />
aléxicos y agráficos? puede establecers" ,rru<br />
cierta relación de causalidad con su zurderi" qo"<br />
podríamos calificar de electiua?<br />
. Creemos que e,l elemento más importante a considerar<br />
nos es ofrecido por el análisis d" * fo.-ución<br />
intelectual; en efécto, este (self made ;;;,<br />
vióse obligado a trabajar desde los 13 u¡oi "ü;donando<br />
toda instrucción, que_no había sob;"|;;do<br />
la etapa más elementaf Hasta la edad aL ZO<br />
años, su actividad intelectual fué casi nula: (no<br />
tenía ni la curiosidad de leer los periódicos deportivos>,<br />
nos dice. Fué solamente óuando "-p"r^ó "<br />
merecer la confianza de sus jefes y le fueron ascendiendo<br />
de categoría en el táiler, tuando descubrió<br />
verdaderamente el sentido social de la escritura; en<br />
esta época también comenzó a frecuentar clases nocturnas<br />
de mecánica, de electricidad, etc. A los 30<br />
años contrae matrimonio con una persona de clase<br />
social superior a la _suya, / Íro quáriendo ser inferror<br />
en su nuevo ambiente, llegó a fuerza de estudio<br />
a adquirir una cultura g"trr.il muy aceptable.<br />
{o podemos por menos que relácionir entre la<br />
tardía utilización de las verdaderas funciones de la<br />
lectura y de la escritura y el hecho de su afectación<br />
menor de las funciones expresivas y receptivas del<br />
lenguaje hablado después del insuito vaJcurar der<br />
hemisferio derecho. El obrero mecánico q,r" f*<br />
hasta los 20 años, obligado a utilizar con freluencia<br />
su -mano izquierda, y el patrono que no realiza<br />
trabajo_manual alguno y sJcomporta como dextrómano<br />
durante los veintitantos áños subsiguientes,<br />
¿pueden_ ser comparables por lo que a la d-ominancia<br />
cerebral hace referencia? Es- verosímil pensar<br />
que los engrames motores y sensoriales del lenguaje<br />
que se formaran<br />
.esqr-igo en el hemisferio izquierdt,<br />
habida cuenta que cuando verdaderament* d"r"obrió-<br />
la importancia simbólica de la lectura y de la<br />
escritura, no fué cuando las aprendió, más o *erro*<br />
bien en la escuela, sino *oclio más tarde. ¿Puede<br />
defenderse la hipótesis de una dominancia diferente<br />
en los elementos motores y sensoriales de su Ienguaje<br />
A. Sus¡RANe. - La preferencia motriz de ula mano<br />
escrito, en consonancia con su<br />
tardía?<br />
365<br />
actividad dextrómana<br />
- Unn_ noción lwdamental desprénd,ese del análisis<br />
de todos los casos aparentemente contradictorios:<br />
l,a ausetrcia, o e,l carácter transitorio, que reaiste dl,<br />
síndro,me en todas las ocasiones en que, por una, u,<br />
otra razón, existen dudas t'undadas- sobre Ia existencia,<br />
d,e una domínanrcia, cerebral uerdader& y exclusiua.<br />
Para nosotros el téndrá<br />
más- probabilidades de substituir al mayor en las<br />
condiciones siguientes:<br />
1. En los zurdos que escriben con la mano derecha;<br />
en ellos, el hemisferio izquierdo estará mucho<br />
más capacitado para substiiuir al derecho si<br />
sujeto ha _el hecho uso de los signos gráficos del<br />
lenguaje.<br />
2. En Ios dextrómanos que por una u otra raz6n<br />
se habrán visto obligados a entrenar la mano izquierda.<br />
3. En los dextrómanos con un familiar<br />
de zurdería y en los zurdos, únicos representantes<br />
en su familia de la preferencia de la mano izquierda.<br />
4. En los llamados ambidextros ( *)<br />
5. En los niños.<br />
Estas reglas nos han guiado en muchos casos. He<br />
aquí un ejemplo digno de mención:<br />
El 15 de noviembre de 1949, acompañan a mi consulta<br />
a un niño de 6 años y medio, sin antecedentes familiares<br />
d_e particular interés. Cuatro meses antes había presentado<br />
algunos episodios de cefaleas frontales paroxísticas acompañadas<br />
de vómitos que desaparecían en posición horizontal.<br />
Estos dolores persistieron tan sólo unas semanas,<br />
desapareciendo luego completamente. Desde julio, notaron<br />
sus padres que, de cuando en cuando desviaba la cabeza<br />
y los ojos hacia un lado (?). El Día de Difuntos, estando<br />
en el cementerio con su familia, sufre una crisis especial:<br />
bruscamente su cara se congestiona intensamente, sus<br />
piernas se doblan y la mano derecha (se pone tiesa>, sin<br />
que ie sea posible cerrarla; casi inmediatamente, aparecen<br />
movimientos especiales del brazo derecho, muy distintos<br />
por su menor brusquedad de los de una crisis<br />
jacksoniana, y co! gran parecido a los que con mi ayudante<br />
L. Olun D¡unrr,l¡, hemos descrito como caracte-<br />
¡ístico de las crisis temporales. Estos trastornos duraron<br />
sólo algunos segundosr y & partir de aquel momento, se<br />
repitieron aproximadamente a raz6n de tres por día.<br />
Al evatnen: Ausencia de todo trastorno óbjetivo, excepto<br />
_una ligera tendencia al Babinski a la derecha y una<br />
maniobra de la pierna de Barré positiva en el mismo- lado.<br />
Hemos- de_ n_otar que aun cuando la pasividad era igual<br />
en _ambos lados, y los reflejos periósticoi y tendino.o" ño.traban<br />
una intensidad y un dintel sensiblemente iguales<br />
en los miembros superiores, siendo la fuerza muicular<br />
práctica'nente lq misma en ambos lados, la extensibilidad,<br />
en cambio, explorada según la técnica de AxonÉ T¡rotr¡s,<br />
era mayor a la derecha.<br />
(*) En una comunicación presentada ¡ecientemeníe a la<br />
Asoc. de OtoNeuroOftalmo_'ogía de Barcelona y eú l.' qo.<br />
discutlamos el prob ema de la dominancia en retación "oo-.1<br />
ojo y el oldo, nuestro amigo J. op MoucAs nos hizo notar el<br />
interés que revestiría el estudio de l¿ ¿¡ninancia v ¿a-- fo"<br />
trastornos afásicos en losr violinistas. D€spe¡tada ¡ueslra curiosidad,<br />
hem'os encontrado en la fuente inagotable q"" cánsrtltuvt<br />
l-a - obra de ElENscrrrN, 'a mención dc qtle €fi eitos virtuosos<br />
del violln hav que ¿dmifl¡ la existescia de dominancias aislaaás<br />
para poder rea'izar la expretión mustcal con sus miembroc -s-periores,<br />
ul1 qcentror que gobie¡ne al miembro sulxrior derecho<br />
(que es el que ma¡eja el arco, y otro que rige et miemUro-irquierdo<br />
(que es e1 encargado de la digilación).
366 Muprcrr*.1 Cr.Íu¡cr<br />
Como la exploración electroencefalográfica (figs. 2 y B)<br />
ponía de manifiesto alteraciones evidentes en el hemisferio<br />
izquierdo con una inversión de fase sobre la región<br />
temporal posterior, enviamos el enfermo al Dr. To-<br />
LosA. La punción ventricr¡lar derecha dió salida a unas<br />
gotas t;an sólo de l. c. r. La de la izquierda permitió<br />
obtener 35 c.c. de un líquido ligeramente citrine; la<br />
insuflación de aire objetivó la existencia de un quiste<br />
ovoide, del tamaño de una ciruela en la profundidad de<br />
la región parieto-temporal izquierda. Después de realizar<br />
urr colgajo parieto-temporal izquierdo se puncionó el quiste<br />
antes de Ia apertura de la duromadre, obteniendo primero<br />
aire, luego un líquido claro y finahnente sangre<br />
oscura. Las circunvoluciones parietales aparecían anormalmente<br />
,aplanadas, siendo este aspecto patológico más<br />
acusado en la parte posterior del lóbulo temporal. Diversas<br />
punciones explorad'oras dirigidas hacia la profundidad<br />
del hemisferio descubrieron la existencia de múltiples cavidades<br />
quísticas que fueron evacuadas sucesivam'ente.<br />
Como a pesar de estas depleciones, el cerebro continueba<br />
muy turgente, se incindió el cótex ¿ nivel de la extremidad<br />
posterior de Tl, descubriéndose a 2 centírnetros de<br />
profundidad rrna gran masa tumoral gris rojiza, de la<br />
que se sacaron algunos fragmentos paa la biopsia. Ei<br />
aspecto histológico inmediato por la técnica supravital<br />
(Dr. Roce nn VrxvlI,s) orientaba hacia un méduioblastona;<br />
dadas las probabílídades de que la clominancía cerebral<br />
no presentflrd una lateralización exclusi?/¿, aconsejamos<br />
al Dr. Tolose realizara una lobectomía extens4 y<br />
se realizó una escisión de una gran parte de la masa<br />
tumoral, llevándose con ella todo el tercio posterior del<br />
lóbulo temporal hasta el pliegue curvo. El curso postoperatorio<br />
fué perfecto, y este niño rnuy inteligente, no mos'<br />
tró el menor signo de afasia ni aun transitoria, no sufriendo<br />
en absoluto la lectura, la escritura, ni el cálculo<br />
elemental; la hemiplejía derecha consecutiva regresó en<br />
pocos días y hoy guarda solamente como secuela de la<br />
intervención una hemianopsia homónima derecha con in'<br />
tegridad de la visión macular. Hemos de notar que el exa'<br />
men histológico ulterior hizo ver se trataba de un glioma<br />
polimorfo en el cual las zonas típicas de astrocitoma co'<br />
éxistían con otras, muy poco diferenciadas con el aspecto<br />
de méduloblastoma (Dr. Rocl nn VIxvus).<br />
En resumen, trn niño de 6 años y rnedio" presenta<br />
signos electroencefalográficos que hacen sospechar<br />
la existencia de un tumor temporal izquierdo a pe'<br />
sar de la discreción de la sintomatología clínica;<br />
la ventriculogra{ía confirma el diagnóstico. Apoyán'<br />
donos sobre su familiar de zard'etia, y<br />
sobre las pruebas de extensibilidad de AN¡nÉ Tno-<br />
MAS, pudimos aconsejar la ablación de gna gran<br />
parte áel lóbulo temporal que hubiera podido con-<br />
"id.r"t."<br />
dominante, y precisamente en los terri-<br />
torios más estratégicos desde eI punto de vista del<br />
lenguaje. De acuerdo con nuestras previsiones, la<br />
intérvenci 6n realizada por el Dr. Tor-ose no pro'<br />
vocó la aparición de trastorno alguno de tipo<br />
afásico.<br />
Se nos podría objetar que la falta de trastornos<br />
afásicos puede ser atribuída únicamente a la edad<br />
del niño, puesto que es ha repetido pol' muchos<br />
autores que la hemiplejia derecha infantil no se<br />
acompañ; de afasia. Nosotros no podemos suscribir<br />
a est; opinión, pues nuestra experiencia personal,<br />
así como la de otros autores, nos ha venido a demostrar<br />
que los trastornos afásicos. aunqle- tra-nsitorios,<br />
existen siempre en las lesiones del hemisferio<br />
dominante, aun cuando estamos de acuerdo<br />
en la facilidad mucho mayor con que el hemis{erio<br />
Torvro XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
derecho puede sustituir al izquierdo en los primeros<br />
años de la vida. No podemos insistir sobre este<br />
punto que ha sido objeto de atención por parte<br />
nuestra en el reciente trabajo antes citado en colaboración<br />
con la Dra. J. CoRomrwes y ei Dr. L.<br />
Or,r-nR 1.<br />
_<br />
Hace 9 años, G.lRo¡'lnR puso en práctica un proce-<br />
dimiento para saber a qué atenerse sobre .l l"do<br />
supuesto dominante en relación a las funciones del<br />
lenguaje antes de una intervención: la inyección de<br />
I{ovocaína en el córtex cerebral a través de un agujero<br />
de trépano situado en la región fronto-temporal<br />
inmediatamente por delante del centro motor<br />
de la cara. Es interesantísimo hacer notar que<br />
en los dos individuos en que practicó la inyección,<br />
aquel que podría ser considerado como congénitarnente<br />
zurdo se reveló como clextrómano, en relación<br />
con la dominancia de los centros motores de<br />
ia palabra, y en cambio el enfermo que parecía ser<br />
un zurdo adquirido (pues la preferencia de la mano<br />
derivaba de una hemiplejia cerebral infantil derecha<br />
consecutiva a la escarlatina), rnostró a la prueba<br />
de la Novocaína tener bien ancladas sus dorninancias<br />
hemisféricas de la mano y del lenguaje en el<br />
hemisferio derecho. Estos resultados fueron confirmados<br />
por resecciones muy extensas.<br />
En la espera de que nuevas investigaciones noe<br />
aclaren muchos misterios que rodean todavía a la<br />
dorninancia hemisférica, creemos que sería de gran<br />
utilidad en muchos casos recurrir al procedimiento<br />
de G¡.npNrR antes de realizar lobectomías extensas<br />
en las zonas del lenguaje.<br />
No podemos hoy extendernos sobre el problema<br />
de la dominancia en relación con los lóbulos occipital<br />
y parietal. Digamos solamente por lo que 16pecta<br />
al primero, ya MlNIcezzIir¡I la admitía en lo<br />
r.'e{erente a la función visual y LeNcn ha llamado<br />
la atención sobre la gran importancia del lóbulo<br />
parietal derecho en la percepción del espacio, mientras<br />
que según é1, su congénere izqnuierdo intervendría<br />
en las actividades visuales constructivas.<br />
CoNsrprRACioNES FTNALEs soBRE Los HEMTsFE-<br />
RIoS
Touo XV<br />
Núm: 5 - <strong>1950</strong> J. J. B RcrA. - Operación de Ebin 367<br />
en el caso de una incapacidad súbita del primero<br />
para dirigir el avión, Ia seguridad del ap-arato y<br />
d"Jo: pasajeros están plenamenüe asegurud"r.<br />
Existe, sin embargo, una diferencia Jundamental<br />
entle el- gleqnlo de la dirección del avión y la or-<br />
ganizaciín de los dos hemisferios cerebrales. En<br />
generalmente durante<br />
"-ft",9,<br />
el curso de un viaje<br />
el primer piloto confía, en varias ocasiones, al se_<br />
gund,o, la dirección del aparato, y por lo tanto el<br />
qapel que_ desempeña este último es siempre evidente.<br />
El hemisfero mayor no abandona jimás su<br />
función al menor, sino que, por el contrario. hácese<br />
cad.a vez más experto mientiar qu" el otro va perdiendo<br />
progresivamente en el de la vida la<br />
ocasión de perfeccionarse. Ello ",lr.o no quiere decir, sin<br />
embargo, que no sea capaz de un entrenamiento<br />
rápido en ciertos casos de emergencia, siempre que<br />
el paciente y este hemisferio ,rr"rro, ,ro demasiado<br />
viejos / estén en buenas condiciones ""ui generales.<br />
Por lo que hace referencia a las funciones del<br />
lenguaje, nos parece todavía más instructiva otra<br />
comparación de Nlnr,snx. Consideremos lo que<br />
ocurriría a un grupo de viajeros que recorrieian<br />
un país extranjero b_ajo la direcció" y la guía de<br />
uno solo de entre ellos, perfecto conác.doi de la<br />
leng'ra del país. Unos tn"ie después, el jefe de la<br />
expedición moriría súbitamente, áejando Io, otros<br />
abandonados a "<br />
lu propia iniciativa: algunos de<br />
entre ellos no habrían aprendido nada; átro", *urían<br />
capaces de comprender frases senciilas, grácia<br />
1 Jra$r adq_uirido un vocabulario reducidá; dría t ;r-<br />
darse el caso que uno hubiera A"_<br />
"orrr"gu'idá<br />
,."11" ,el viaje, -adquirir el dominio de lJ palabra<br />
hablada v escrita, de las naturales de aquél país.<br />
Guardanáo todas las distancias, ésta es lu "oirpuración<br />
que nos parece más oportuna de las rÉla_<br />
ciones entre los hemisferios *"yo, y menor. Ambos<br />
vienen al mundo casi igualmente incornpetentes.<br />
En algunas ocasiorr"., "uJrrdo el hemisferi; ;;;;,<br />
es destruído, el menor puede haber desarroiládo<br />
tan imperfectamente los ergru*u" del lenguaje, que<br />
le sea completamente irnpos-ibl" supli, al Jtr.o:ó;;,<br />
veces, puede ser capaz de pequeñui hubitidades mo_<br />
trices y sensoriales, perfeccionándose con *á" o<br />
menos rapidez a medida q_ue va trabajando; muy<br />
raramente, habrá establecido sus "ngru*u, á" .rrru<br />
manera tan perfecta que en el caso á" desaparecer<br />
funcionalmente el heinisferio mayor podrá'encargarse<br />
con -perfecta responsabilidad y Lfi"i"rr"ia de<br />
todas las funciones del lenguajo.<br />
Brnr.locne¡.í¡, *<br />
AJunrlcuxirRr & HEcaEbr.-I,e Cortcx Cérébral. parís t944t<br />
Illas,son.<br />
- ARANovrcH, J.-Ontog-enia de los centros del lenguaje (su mladuración<br />
cn la edad infanti ). A.. López gáit. ¡"."3s;i..';;.;;.<br />
IJETlrÉ, A. J.-Nctu.o.l. r4g Zig, ,531.<br />
-i' !u. payo.r a de 'os t¡abajos citados conticnen abundantes<br />
citas bibliográficas. posteriormente a la presentaciOn ¿á- "iie<br />
trabajo hemos rea'izado con pArlrrAs 1de Marella) una re\-isión<br />
más extensa en nuestra lrcnencia odét-iologle Xeuró-psvcniatrique<br />
des affections du lobc temporab. Congrés fr"t"r"uii"ool<br />
d'Oto-Neuro-Ophta'nro'ogier. Baroclona, mayo r95o. (Revue d,Oto.<br />
Ncuro O¡.¡htalmologier núms. 21 3r 4 r95o.<br />
BR¡u{, .W. Rt'ssEL.-Thc f,ancet, -eg, XT,I, qS, páe. gl¡.<br />
Bs-c:-. p. C'. & Cesq T. J.-Archiv.'of Nóurá.'áiá 'Ééi..niut.<br />
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ClrEs¡r¡R, E. C.-¡u11. of the Neurol.'fi"si. áf New york.<br />
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diske Bukhaadeln, tgzoz2,<br />
IfrNc-Ks, E. M.-Disabüit:¡ in Reading an
368 MEorctN¡ Cr,íNrce<br />
Los métodos corticales están en parte basados en<br />
la obser"vación realizada ya pot ?mrrNSoN {üe,<br />
en uno de sus casos de temblor generalizado, vió<br />
suprimirse ésle en el lado derecho en tanto que este<br />
ladc estuvo paralizado por una hemiplejía. Observación<br />
que pudieron confirmar Plrnrcr y Luvr en<br />
1927 y Blr,srn en 1912. Anrnc y Fur,ron demostraron<br />
en 19'¿,6 que el temblor cerebelar de los monos<br />
podía ser suprimido por la extirpación de la corteza<br />
prefrontal. Con este fundamento fué realizada la<br />
extirpación de las áreas 4 y 6 en 1939 por Bucy y<br />
Cese para el tratamiento de un hemitemblor en el<br />
lado derecho, a consecuencia de un grave traumatismo<br />
cefálico. Flrrbo completa supresión del temblor,<br />
aunque la palabra y la -oiilidad quedaron<br />
temporalmente afectadas. Purnulr, en Lg4O escindió<br />
el área 6 del lado derecho para el tratamiento<br />
de un hemitemblor en el antebrazo y mano izquierdos,<br />
habiendo obtenido un alivio aunque no total,<br />
gue fué acompañado de una ligera hemiparesia.<br />
Bucy llegó a la conclusión de que las culpables del<br />
temblor eran las células de Bnrz del área 4 gamma.<br />
Excindió por ello esta área en 1945 habiendo obtenido<br />
una total supresión del temblor durante 16<br />
meses, siendo la paresia menor de lo que hubiera<br />
sido natural esperar.<br />
Los métodos sobre los ganglios de la base fueron<br />
realizados sobre todo por MpynRs quien en I94O<br />
publicó los resultados obtenidos mediante resección<br />
de la cabeza del núcleo caudal y de parte del brazo<br />
anterior de la cápsula interna. Parece que sus pacientes<br />
obtuvieron variable alivio. Tengo entendido<br />
que el Dr. Tor,osA CoLoMen realizó también esta<br />
intervención, aunque su enfenno no sobrevivió un<br />
tiempo suficiente para poder enjuiciar los resultados<br />
obtenidos.<br />
Por lo que respecta a los métodos sobre la médula<br />
espinal, Fo¡nsrnn y G¡.crr. seccionaron en<br />
1932 la porción ánterolateral de la médula sin haber<br />
conseguido ningún resultado ostensible. Lo propio<br />
le ocurrió a PurNlu en 1938. Por el contrario,<br />
Mesu¡,¡csKry comunicó haber obtenido completa remisipn<br />
del temblor en tres casos y mejoría en otros<br />
cinco, de entre L7 tratados con la sección de la<br />
porción ánterolateral de la médula cervical.<br />
Los mismos resultados negativos fueron comunicados<br />
por Or-onpnc. Por.LocK y Devrs no fueron<br />
más afortunados al seccionar las raíces posteriores,<br />
y lo mismo ocurrió a Puusupe, quien seccionó el<br />
cordón de Burdach, logrando una disminución de<br />
la rigidezr p€ro no del temblor. PurNeu, en 1940<br />
seccioná el haz piramidal cruzado, obteniendo una<br />
considerable mejoría y una disminución de la fuerza<br />
menor de lo que cabría esperar.<br />
A la vista de todos estos datos que Eerx, de quien<br />
los tomamos, resume, pensó este autor que las diferencias<br />
entre los resultados logrados por Bucy al<br />
resecar el área 4 gamma, con lo que logró una<br />
completa supresión del temblor, y por Purx.ru al<br />
seccionar eI haz piramidal cruzado, con lo que sólo<br />
consiguió un alivio, deberían depender de que par-<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
te de las fibras causantes de aquél caminan por el<br />
haz piramidal directo. Por ello ideó una t3cnica<br />
por la que con una sola incisión se logra suprimir<br />
uno y otro haz. Sin entrar en detalles de la técnica,<br />
que aquí no interesan, de la operación que él califica<br />
de ;<br />
bástenos decir aquí que fueron tratados por<br />
este procedimiento once paciente, de los cuales tres<br />
presentaban un hemiparkinsonismo, dos un predominio<br />
de los síntomas en uno de los lados y otros<br />
seis en que las molestias eran bilaterales. En todos<br />
ellos pudo apreciarse la supresión de la rigidez y<br />
el temblor en el lado operado, aun cuando en alguno<br />
de ellos se observaba algún temblor intencional<br />
en los momentos de carga emocional. Después<br />
de un breve período de impotencia absoluta para<br />
los movimientos y de falta de control de los esfínteres,<br />
éstos volvían a ser gobernados y aquéllos retornaban<br />
lentamente durante un lapso aproximado<br />
de tres meses, después de lo cual el cuadro perrnanecía<br />
inmodificado. La pérdida de fuerza era variable<br />
y estimable en un 10 por 100 en el mejor de<br />
los casos y en un B0 por 100 en el peor. Por término<br />
medio, la fuerza conservada era de un 45 a<br />
un 50 por 100; pero los enfermos sacaban ahora<br />
un partido muy superior de esta faerza residual al<br />
que obtenían antes de la operación, estorbados Por<br />
el temblor y la rígidez.<br />
En un caso realizó Enrrv la sección bilateral de<br />
ambos haces piramidales con un intervalo de diez<br />
meses, habiendo realizado primero la sección del<br />
haz piramidal cruzado del lado derecho y del di'<br />
recto del izquierdo y, pasado aquel plazo la de los<br />
otros dos. Los resultados fueron muy favorables.<br />
A la vista de estas referencias y a pesar de lo que<br />
suponen de revolucionario frente al concepto clásico<br />
de las funciones de la vía piramidal, he realizado<br />
por mi parte la sección de ambos haces en dos<br />
enfermos. He aquí sus historias, brevemente reseñadas:<br />
Caso I.o M. S. S., de 34 años, casado, labrador, natural<br />
de Sueca, residente en El Perelló. Cuenta su espo'<br />
sa que ha notado en el enfermo una pérdida progtesiva<br />
de vitalidad, aleg¡ía y viveza; gue hace unos seis años<br />
empezó a presentar temblor en el brazo derecho, gue<br />
poco a poco se ha ido haciendo continuo, instalándose<br />
después también en la pierna derecha y luego en el lado<br />
izquierdo. En la actualidad el temblor es generdl, aunque<br />
más acentuado en la mitad derecha, continuo, de reposo;<br />
se inhibe voluntariamente durante unos segundos, cesd<br />
con los movimientos voluntarios. Los movimientos son lentos.<br />
H'ay una palabra lenta y monótona.<br />
El enfermo ha sufrido un proceso febril en 1931, que<br />
fué diagnosticadb de paludismo (?). Hace dos años una<br />
infección intestinal. No recuerda otros procesos infecciosos<br />
anteriores. Mujer sana, ha tenido un aborto y un<br />
hijo, ahora de tres años, sano. Llama la atención entre<br />
sus antecedentes familiares el hecho de que un tío materno<br />
y un primo presenten también temblor, aunque no se<br />
puede precisar la naturaleza del mismo.<br />
Exploración: reflejos rotulianos vivos, ligeramente más<br />
exaltado el izquierdo; clonus aquíleo en el mismo lado;<br />
hipotonía; no Babinski, ni sucedáneos. Sensibilidad normal;<br />
no trastornos de la serie cerebelosa.<br />
Diagnóstico: parkinsonismo post-encefalítico.
To¡¡o XV<br />
llúm. 5 - <strong>1950</strong> J. J. B rRcra. -_ Operación de Ebin 369<br />
El enfermo, que fué visto por vez primera en l8 de<br />
junio, fué tratado con cura búlgara y parpanit, sin haber<br />
obtenido ninguna me¡oría ostensible. En vista- de ello se<br />
Ie-propone la operación de Ebin, eue es aceptada.<br />
Laminectomía de las vértebras cérvicales Ii, III y IV.<br />
Sección entre los mielómeros IV y V según la técnica<br />
de Ebin, seccionando el haz piramidal crizado del lado<br />
delecho y el directo del lado ilquierdo.<br />
Postoperatorio sin complicaciones. No hubo ¡etención<br />
de orina más que los dos primeros días. La recuperación<br />
motora del brazo derecho se inició al tercer día. El<br />
temblor ha desaparecido por completo. En el lado ízquierdo<br />
presenta los mismos caracieres que antes de la<br />
intervención. Por ello el enfermo solicita ser intervenido<br />
de ese lado, lo que, por el momento, se demora-<br />
Caso 2." F.. R. P., de 42 añ,os, casado, natural de Alboraya,<br />
vecino de Valencia, mecánico. A los 21 años se<br />
notó indispuesto un día, haciendo el servicio militar y<br />
estando con permiso en su pueblo. Después de dos días<br />
de encamamiento se le trasladó al Hospital Militar en<br />
donde hicieron varios diagnósticos, el definitivo, de encefalitis<br />
de van Economo. Apenas podía moverse, pasado<br />
el período febril y tenía una intensa sialorrea que cesó<br />
con la escopolamina, que en cambio no tuvo acción sobre<br />
los demás síntomas que entonces se iniciaron: torpeza<br />
de movimientos, rigidez y temblor.<br />
En Ia actualidad se aprecia una gran hipertonia en los<br />
cuatro miemb_ros, especialmente en los superiores. Signo<br />
d'e Ia rueda dentada más acentuado en el lado izquierío;<br />
¡sflejos tendinoperiósticos exaltados. No reflejos prto.<br />
lógicos; amimia; sensibilidad normal. por lo dá*ás, nada<br />
anormal.<br />
En vista de los escasos resultados de los tratamientos<br />
farmacológicos se plantea la indicación operatoriu, qo" ".<br />
aceptadn. Tras la laminectomía de ¡ns C. II, ÍI y IV<br />
se practica la sección del haz piramidal cruzado deiecho<br />
y del.directo- izquierdo, gntre lós mielómeros tV y i, siguiendo<br />
la técnica de Ebin.<br />
N9 hay retención de orina. Los movimientos del brazo<br />
derecho se inicimr - al tercer _día, recuperándose- nípidamente.<br />
N9 t_t"v rigidez ni tembloí "tr *i r"áo áár"-.iio.<br />
En -el- izq-uierdo no ap¿*ecen influenciados. No g"ii".k¡<br />
en lado derecho.<br />
No es necesario que subrayemos, frente a un au_<br />
ditorio tan habituado a tratar síndromes post-encefalíticos,<br />
la extraordinaria importancia de estos resultados<br />
señalados po,r primerá vez por EBrN y {ue,<br />
con los casos que acabo de exponerih" podidá confirmar<br />
- plenamente. Ciertamente que aigunos parkinsonianos<br />
se mejoran con los iratam-ientos iarmacológicos<br />
clásicos, y hasta parecen relativamente<br />
felices y resignados con su enfermedad. pero<br />
¡cuántas veces nos hemos sentido impotentes frente<br />
a estos pobres enfermos al comprobai que, uno tras<br />
otro, todos los remedios usuales les repórtaban poco<br />
o ningún alivio ! Realmente, si ulteriores obsérvaciones_<br />
siguen demostrando la eficacia de la operación<br />
de EerN ella habrá traído una justificada esperanza<br />
que venga a clarear el sombrío horizonte del<br />
porvenir del parkinsoniano.<br />
Pero no es precisamente de estos logros de lo<br />
que quería hablaros hoy, sino de lo que ellos suponen<br />
de profundo cambio en nuestras ideas sobre la<br />
vía piramidal.<br />
Ciertamente, que, como es sabido, las ideas clásicas<br />
acerca de ,la vía piramidal habían sufrido un<br />
notable cambio. Desde que LASSnT demostró que<br />
mientras el número de células piramidale$ era aproximadamente<br />
de 35,000 y el de las fibras de las pirá-<br />
mides bulbares era de cerca de 1.000,00e quedó au.<br />
tomáticamente demostrado que todas las hbras de<br />
lá vía piramidal no podían proceder de las células<br />
de Bsrz. Se afirmó que los cilindro-ejes de éstas<br />
representaban apenas un 5 por 100 de las fibras de<br />
una pirámide y que eran precisamente las más<br />
gruesas, mielinizadas, de más de ll micras de diámetro.<br />
El resto de las frbras piramidales tenían necesariamente<br />
que proceder de campos extrapiramidales.<br />
Pero cualquiera que fuese el origen de la vía<br />
piramidal hubiera podido seguirse pensando que<br />
era la vía de la , de no haberse<br />
realizado la sección de la misma en el chimpancé<br />
y dernostrado que, tras ella, podían seguir<br />
realizándose movimientos equivalentes a los que en<br />
el hombre llamamos voluntarios. Quedaba la duda<br />
de si lo propio ocurriría en el hombre. Con las intervenciones<br />
que nos ocupan la cuestión ha de ser<br />
respondida afirmativamente. Claro está que las secciones<br />
unilaterales no tendrían un valor definitivo<br />
desde que sabemos que cada hemisferio, si bien se<br />
encuentra principalmente en conexión con la mitad<br />
opuesta del cuerpo, no deja de hallarse conectado,<br />
y de un modo que los ataques jacksonianos del tipo<br />
prefrontal o parietal demuestran bien claramente,<br />
con la mitad ipsilateral. Pudiera por ello alegarse<br />
que es la vía piramidal del lado que permanece intacto,<br />
la que conduce los impulsos volitivos hacia el<br />
lado afectado por la sección. Pero el caso de la<br />
doble sección realizado por ErtN y que hemos ci.<br />
tado más arriba, hace inaceptable esa explicación.<br />
Los impulsos habrían de ser conducidos por los haces<br />
que quedan intactos: el haz piramidal ventrolateral<br />
de Déjérine, el retículo'espinal, el vestíbuloespinal,<br />
el üecto-espinal. Pero lo más probable es<br />
que tengamos que renunciar a nuestras concepciones<br />
tradicionales y admitir que la médula, como eI<br />
oerebro, es capaz de adaptarse a las nuevas condiciones<br />
que le crea la piramidotomía creando nuevos<br />
esquemas funcionales que no preexisten en el<br />
sujeto sano.<br />
Ahora bien: ¿De qué manera actúa la piramidotomía?<br />
Por lo que respecta al temblor, la respuesta<br />
parece fácil. Podríamos admitir sin difrcultad con<br />
Bucv que son las células de Betz las causantes del<br />
mismo en los enfermos parkinsonianos y que por<br />
lo tanto con la piramidotomía, desconectamos aque,<br />
llas células de las de las columnas ventrales de la<br />
médula, impidiendo la aparición de aquél. Pero ¿y<br />
la rigidez? Ya sabemos que no es imputable a la<br />
vía piramidal la producción de la misma co,mo ha<br />
quedado demostrado ya en 1935 con las experiencias<br />
de Seneu Towrn y Manrolr HlNrs. Y que es a<br />
las vías extrapiramidales a las que hay que arribuir<br />
la espasticidad. Ahora bien: es sabido que la<br />
lesión simultánea de las áreas 4 y 6 determina un<br />
cuadro espástico permanente, lo propio que la lesión<br />
aislada del área 6. Por consiguiente, mientras<br />
el área 4, con sus elementos estrictamente piramidales<br />
-aparte de otros que no lo son, como se deduce<br />
de las mediciones de L¿sspK ya citadas- s€r.
370 Mrynrc¡rr Clí¡nc¡<br />
ría estimulante del tono, y de ahí Ia parálisis fláccida<br />
resultante de su lesión aislada i en óambio las fibras<br />
procedentes del área 6 -o del área 4s de Meruo¡r<br />
Huves- serían inhibidoras del tono, y de aquí la<br />
espasticida-{ {ue sigue a su lesión. parece, p.rJr, ,r,<br />
g*rtp:""tido que Ia sección de las vías piramida-<br />
Ies de Ia médula,-en la_que van mezcladas iías piramldal9s<br />
y extrapiramidales, produzca una disminución<br />
del tono. EIIo no_ tiene ál par"cer otra explicación<br />
que la de que las lesiones encefalíticas produzcan<br />
una liberación de centros subcorticales que<br />
normalmente están inhibidos por la acción de ius<br />
átg5- supres_oras y que, al seccionar las vías piramidales<br />
en Ia operación de Eurn, suprimimo" lo"<br />
impulsos anormales procedentes de esos centros,<br />
permitiendo Ia actuación de otras vías motoras y<br />
no hipertonizantes, sobre cuya naturaleza ya dejamos<br />
indicado anteriormente Io que puede haber.<br />
Los resultados de Ia operación ¿l Usnr nos hacen<br />
pensar qu9 acaso logros similares puedan conseguir:g<br />
en los casos de hemiplejía. La espasticidad<br />
en ella tiene que ser debida a-la lesión de vías extrapiramidales.<br />
Y no deja de ser curioso que Lessrr,<br />
en un número considerable de hemipléjicos por él<br />
estudiados, sólo haya encontrado lesiones piramidales<br />
genuínas en un l0 por 100. Esto es lo {ue ttos<br />
proponemos hacer en cuanto encontremog un enfermo<br />
en que Ia indicación, a la luz de estas ideas<br />
y de los anteriores datos, aparezca clara. Es de esperar<br />
quq aquí Io mismo gue en el parkinsonismo,<br />
la supresión de la espasticidad permile Ia acción de<br />
otras vías no lesionadas y que participan, con la<br />
destronada vía piramidal, dt h óapaciáad de conducir<br />
movimientos voluntarios.<br />
Instítuto Neurológico Muníciytl d.e Barcelona<br />
(Director: Prof. B. Ronnícurz-Anrls)<br />
ESTUDIO DE UNA EPIDEMIA<br />
DE LATIRISMO EN ESPAÑA *<br />
B. RoonícuEz-ARTAS<br />
Socio Nume¡ar,io y r.er ViceprrsideilSr"* la Societla
Touo XV<br />
Núnü 5 - f950<br />
m 21<br />
22<br />
23<br />
24<br />
25<br />
26<br />
27<br />
28<br />
29<br />
30<br />
))<br />
))<br />
D<br />
>)<br />
))<br />
))<br />
))<br />
Barcelona<br />
Tarrasa<br />
Esparraguera<br />
Sabadell<br />
l\fartorell<br />
Olesa de Nlontsenar ...<br />
Montblanch<br />
Villafranca del Panadés<br />
Aviñó<br />
C_orbgra de Llobregat<br />
PIa del Panadés ..:.....<br />
Prat de Llobregat ......<br />
Tor¡ellas de Llobregar.<br />
Valls<br />
Ca¡dona<br />
Esplu_gas de Llobregat .<br />
Guardiole de Fontiubí<br />
5<br />
9<br />
I<br />
B .)<br />
J<br />
2<br />
I<br />
I<br />
5<br />
I<br />
2<br />
Localidad de procedencia:<br />
t2<br />
9<br />
6<br />
6<br />
4<br />
4<br />
3<br />
3<br />
2<br />
2<br />
2<br />
2<br />
2<br />
2<br />
1<br />
1<br />
I<br />
31 anos<br />
33 ))<br />
36 ))<br />
39<br />
4t<br />
))<br />
))<br />
42 ))<br />
43<br />
45<br />
Más<br />
))<br />
. I ": que, indiscutiblemente, los factores: l) masividad;<br />
2) monotonía; 3) falta adecuada dJ ;;"teínas<br />
animales.{, *á" q}e nada, d" g.ur"u, , ¿itá"ración,<br />
en Ias dietas, influían de un-modo áeclsiv"<br />
en la producción de la enfermedad.<br />
La -hgestión masiua de aL,morta^e, en ocasiones de<br />
un kilo a un kilo y medio diariás, y en ü"-,ro<br />
comidas casi siempre, figura entre los antecedentes<br />
de todos los atendidos. "<br />
La monotonía, en ln qJi,nlentacün, que se reducía<br />
casi exclusivamente a utilizar almortis cocidas, es<br />
otro de los antecedentes que consid"rurrror- *iior_<br />
9td*. La f2lta, concomiiante, d;;r;;; "í*"i^<br />
(cte carnes, de huevos, de grasas animales, de queso,<br />
de aceite de olivas o -"i*ilu.es, etc.), tamb?n<br />
podía ponerse muy, bien de manifieito "í'r"-.""*nesis<br />
de los atacados. Es más, aquellos f;ih;*<br />
que, por su edad, mejoraban la ración alimenticia<br />
en cuanto a equilibrio y riqueza en grasas, no se<br />
sentían enfermos,,con iodo-y tragar] igualmente,<br />
gran cantidad de almortas a diario.<br />
En fin, la duración de ese_ tiyo anormal de régL<br />
men alimenaicío, ra-mpoco dejaba de llamar d;"rosamente<br />
la atención entre los conmemorativog invmtigados.<br />
. De 9t1a parte, las mujeres de los familiares víctimas<br />
del latirismo, que se venían ocupando<br />
nesteres domésticos, aun "r, -"-<br />
cuando com'ieran casi lo<br />
mfmo_ que los hombres, si bien en cantidad más<br />
reducida, no llegaban a enfennar.<br />
. Por último, el grito de alarma, como consejo higiénico<br />
individual-o colectivo, es decir, lu<br />
de_medidas profilácticas, pese a las díficultadL "dop"iór,<br />
áe<br />
orden económico y de_abaitecimiento del momento,<br />
consiguió yugular el brote epidémico que comentamos<br />
a fines del año L942, tódo lo más en los al-<br />
B. Roonícuuz.An¡rs. - Latirismo<br />
3<br />
I<br />
3<br />
I<br />
2<br />
I<br />
5<br />
Tour, ..... Z7<br />
Ifospitalet de Llobregat I<br />
Igualada .......... I<br />
f,linás del Vallés I<br />
h{anresa I<br />
Mora de Ebro ............ t<br />
Pobla de Claramunt ... I<br />
.Reus I<br />
Rubí I<br />
San Juan de Medioua . I<br />
San Sadurní de Noya . I<br />
Sta. Qoloma de Gran. I<br />
Sa¡dañola del Vallés I<br />
Sitges I<br />
Vilaseca I<br />
Villores t<br />
Tor¡r<br />
II<br />
371<br />
bore de 1943. A partir de entonces, ha sido posible.<br />
diagnosticar únic/amente algún' caso .¡fliq<br />
Todos los demás tienen que referírse a ra ¿po""lr¿:<br />
gica de I94I-42.<br />
Euo¿ocí.1 cENERAL y EprDEMror,ocíe._Número de casos<br />
observados, 77_;_varones, Z3; hem_bras, 4.<br />
Proporcionalüad, Ig/i. Ed,ad: Menls de 15 años, B;<br />
mr! d9^a5 a!os, 5; de 13 a 4,5 años, 69.<br />
De 20 a 25 años,28; d.e 26 a áS años, ZI; de 15 a<br />
19 años, 17.<br />
Mortatrídad: 2 qwos,<br />
Provincias afectadas: Barcelona y Tarragona.<br />
comarcas o locahdades afectadás: Lraio á. Barcerona,<br />
18; Cuenca del Llobregat, lB; resto, 49.<br />
Sl¡vtoueror,ocí¡..-El interrogatorio, aparte de<br />
los datos concernientes a la dieta y u nociones<br />
imprecisas de agotamiento labóral, "i"tr"s de frío y de<br />
humedad, resulta poco menos que negativo. Á to<br />
sumo' escasos pacientes refieren haberse sentido inadecuadamente<br />
cansados (con fatigabilidad fácil o<br />
cierta claudicación en las piernas), o haber creído<br />
que tenían fiebre.<br />
Al cabo de 24 horas (formas fulminantes), excepcionalmente;<br />
en el transcurso de 21 3 ó más días,<br />
hasta de una semanq por lo r"goÍur; con varias<br />
semanas de por medio, casi nunca: se instaura el<br />
cuadro clínico, terriblemente uniforme y clásico.<br />
_ Nosotros, cuando menos, siempre hemos podido<br />
destacar bien la coexistencia de calambres y'de paraplejía<br />
espasmódica.<br />
Ni los calambres (formas abortivas) sin más fenómenos<br />
conexos, ni la paraplejía espasmódica pura<br />
sin_ calambres previos o simultáneo.:, ." hun oüservado<br />
en nuestra epidemia.<br />
Los calnrnbres de las pa,ntorrillas, a veces penosos,<br />
aparecen al realizar oualquier esfuerzo y<br />
más habitualmente, nocturnos.<br />
"orr,<br />
Las parestesias o disestesias no se dan con frecuencian<br />
ni adoptan características de gran variación.<br />
Los hormigu,eos y la sensación de-estiramiento<br />
o de espasmo (como si fuera de tendones o de<br />
una cuerda) se localizano más que nada, en las<br />
partes_ distales y en el territorio del ciático y, cual<br />
los calambres, molestan eobre todo de noche.<br />
No se pudieron anotar verdaderas algias en nues.<br />
tros casos.<br />
Sin embargo, alguna parestesia dolorosa han eeñalado<br />
determinados enfermos a nivel de la rodilla,<br />
incluso asooiada a calambres.<br />
En otro orden de síntomas, Ia necesidad imperio.<br />
sa de orinar (de noche, generalmente) y las su'doraciones<br />
profusas (como muchos trastornos nocturnos),<br />
apenas dejan libre a nadie.<br />
El herpes lahial y los edemas mareolares, descritos<br />
o encontrados por algunos autores, no hemos<br />
conseguido verlos en ninguno de los casos.<br />
Alteq de aparecer la páraplejía, ([üe acostumbra<br />
a coincidir o a seguir al complejo s-índrome subje<br />
tivo inicial, huy quien advierte una claudicación<br />
intermitente o experimenta difioultades al mover las<br />
piernas (acto de incorporarse o de baja,<br />
"*"1*é.
Jtz<br />
',.<br />
Y es que músculos flexores<br />
no darán lugar a idénticos<br />
hipertonía.<br />
Mnorclut<br />
y extqnsores, después,<br />
signos paréticos y de<br />
La paraplejía, espasmódbaa es de regla, con una<br />
intensidad harto variable, desde la paraparesia poco<br />
menos que teórica hasta la gran paraplejía de los<br />
inválidos de origen medular. La hipertonía, la contractura,<br />
con cierto predominio en los extensores,<br />
y la hiper-reflectividad, el clonus, el signo de Ba'<br />
binski y similares y la conservación de los reflejos<br />
cutáneos, constituyen signos exploratorios constantes.<br />
La actitud, en la bipedestación, y la marcha, dependen<br />
de la mayor o menor espasticidad comprobable.<br />
Al afectarse hipertónica o hipotónicamente<br />
los distintos grupos musculareg extensores, abducto'<br />
res, rotadores y-flexores, en especial, la marcha r-e'<br />
sulta digitígrada o con un balanceo imponente, la<br />
rodilla "o á" puede doblar y la posición peca do<br />
demasiado erecta.<br />
La intervención de un factor atáxico en la mar'<br />
cha, o sea la marcha de índole tabetoespasmódica,<br />
no debe admitirse. En realidad, la participación de<br />
los abductores disminuye la base de sustentación e<br />
influye, por tanto, sobre la estabilidad e'stática y<br />
cinética.<br />
La exploración minuciosa de la sensibilidad no<br />
reveló nada anormal en nuestros pacientes.<br />
Y la búsqueda de signos de la serie cerebelosa<br />
nos condujo a una negatividad casi absoluta. Casi,<br />
decimos, puesto que en una tercera parte de casos<br />
debe hablarse de una insignificante dismetría (con<br />
temblor, rara vez, de fiñas oscilaciones) y casi<br />
siempre de un nistagmus ligero (sacudidas nistag'<br />
miformes).<br />
Las extremidades superiores (al margen de lo ce'<br />
rebeloso) y los nervios craneales, pueden calificarse<br />
de intactos. Ni los nervios sensoriales, entre ellos<br />
el óptico y el coclear y vestibular, ni los otros, se<br />
alteran. Algunos signos positivos por parte de los<br />
nervios craneales, han de atribuirse a procesos con'<br />
comitantes (generales o locales).<br />
IJna'sensación de frío y un evidente enfriamiento<br />
de las extremidades inferiores, a las veces, persiste<br />
algunas semanas o meses en pocos enfermos, como<br />
también la sudoración, que va limitándose insensiblemente<br />
(a los pies).<br />
Las funciones psíquicas no experimentan cambio<br />
práctico alguno. Y eso que el estado de invalidez<br />
amenaza implacablemente.<br />
Los grandes aparatos o sistemas orgánicos perma'<br />
necen inalterados.<br />
La semiología humoral carece de importancia.<br />
El , la sangre (constantes químicas) y el<br />
jugo gástrico, han sido analizados por la Escuela<br />
de Jllrú:Nrz-Dí¡.2 y por el Instituto Neurológico<br />
(J. nn. Sruanno, Roc¡. on VlÑer-s y nosotros), entre<br />
otros.<br />
Srrvronrerotocís.--C,clam.bres en las pantorrillas (nocturnos)<br />
(r-++).<br />
Clí¡¡rcl<br />
To;tto .X\i<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
Parestesias (hormigueos y sensación de estiramiento, cle<br />
cuerda tensa) (*).<br />
Micciones imperiosas (++).<br />
Sudores profusos (nocturnos) (++).<br />
Paraplejía esprístíca pura (actitud. marchao hipertono, re'<br />
flejos exaltados, clonus, signo de Babinski, etc.) ( + + + + ).<br />
Signos cerebelosos (muy discretos) (nistagmus, dismetría',<br />
temblor, etc.) ( +).<br />
Fonltas cLÍNICAS.-Tienen que reducirse a una<br />
tan sólo, de los más inconfundible: la parapleiía<br />
espástíca pura. Todos los autores" antiguos y modernos,<br />
la describen del mismo modo.<br />
Difiere de Ia correspondiente a la esclerosis lateral<br />
amiotrófica y a las demás esclerosis medula'<br />
res por la asociación de síntomas cardinales (sensitivos,<br />
oerebelosos, tróficos, etc.).<br />
Enrrr,ro Lrv, C. Or,Ivrn¡,s DE LA Rtva, J. Lópsz<br />
Inon y Manunl Prnelre, junto con nosotros, han<br />
llamado la atención, en tanto que aportación clínica<br />
nueva, sobre la pequeña variante cerebelosa (pequeña<br />
por los discretos síntomas que se añaden).<br />
Coupr,tc¡.cloNns. - No hemos tenido noticia ni<br />
hemos advertido ninguna. Es posible que la oclusión<br />
intestinal que causó la muerte de nuestro en'<br />
fermo no haya de admitirse como tan casual o for-<br />
tuita como se supuso en un principio.<br />
Quisiéramos recordar que en las ratas, JrruÉNsz-<br />
Dítz y colaboradores provocaban un cuadro intes'<br />
tinal oclusivo, a los pocos día¡ de alimentarlas con<br />
almortas.<br />
En cambio, la meningitis puriforme aséptica del<br />
enfermo de Sliu¡nRo (en el propio Instituto), tam'<br />
bién mortal, se debió claramente a una circunstan'<br />
cia accesoria.<br />
Cunso.-Después del período de invasión, alarmante<br />
y grave siempre, la sintomatología empieza<br />
a ceder, siquiera la subjetiva.<br />
Pero Ia paraplejía espástica incluso no avanza Y<br />
mejora, hasta estabilizarse, de instituir el tratamiento<br />
oportuno, con una dieta normal.<br />
Y para siempre más, tras la mejoría, queda fija e<br />
inmutable. Es la secuela casi patognomónica del latirismo<br />
sufrido. Claro está, la importancia de la<br />
secuela dista de tener el mismo valor en todos los<br />
casos. Y, por ende, el grado de invalidez. Hay paraparesias<br />
residuales muy soportables y paraplejías<br />
en extremo intensas, con movilidad y marcha poco<br />
menos que imposibles.<br />
Los pródromos y los fenómenos del período de<br />
invasión, preparalíticos o paralíticos, duran todo Io<br />
más unas semanas.<br />
HtsroperolocíA. - ffias16s¿ópicamente conside'<br />
radas, las lesiones carecen de significción. Por un<br />
lado, encontramos en nuestro enfermo autopsiado<br />
degeneración grasa de hígado y de cápsulas suprarrenales.<br />
Y nada en los centros nerviosos. Y por<br />
otro lado, en el caso de Srmenno, una evidente hi'<br />
peremia encéfalomedular, con el cortejo obligado<br />
de la inflamación.
Ton¿o XV<br />
Núr¡r'. 5 - <strong>1950</strong><br />
En cuanto a topografía de las alteraciones microscópicas,<br />
cabe afi-rmar que, ni la corteza cerebral<br />
(lóhulos frontal -área motora- y parietal), ni el<br />
oerebelo, ni la médula (cervical y dorsal) presentaban<br />
anormalidades. El caso de Slinanno, sí (médula<br />
cervical y dorsal), probablemente por el proceso<br />
asociado y por el período evolutivo (fase ulterior<br />
de la afección).<br />
Las células de las astas anteriores se mostraban<br />
l'rc. I<br />
indemnes. En la subdtancia gris, la microgliosis podía<br />
evidenciarse con facilidad. Como támbién la<br />
misma microgliosis y la gliosis en parte. cuando<br />
menos, de los cordones, laterales (con integridad de<br />
los cordones anteriores y posteriores).<br />
La degeneración palmaria de un contingente de<br />
^_<br />
fibras de los cordones laterales (zona préferentemente<br />
externa" que ocupa de lleno el haz piramidal<br />
cruzado !, quizá, el Ltaz cerebeloso), sin duda consecutiva<br />
a las demás alteraciones indicadas, salta a<br />
la vista.<br />
Los métodos de coloración utilizados por nuestros<br />
colaboradores R. Rocl oe Vrñlr,s y J. .Smo fueron<br />
los de impregnaci6n argéntica, hematoxilina-eosina,<br />
rojo escarlata y sudán.<br />
Exp¡niunxr.rclóN.-Así como la Escuela de Jl_<br />
n¿É¡vuz-DÍ t'z ha intentado reproducir el latirismo humano<br />
en animales y ha investigado, también en ani_<br />
rnales de experimentación, el óicerismo, llegando a<br />
la conclusión ¡rositiva de que se provoca .ñ lu, .u_<br />
tas un vólvulus (latirismo) y un cuadro neurológico<br />
(cicerismo), nosotros no podemos aportar, en este<br />
sentido, contribución alguna.<br />
Paroc¡:nlA.-El simple cotejo de nuestras observaciones<br />
(datos etiológicos generales y epidemioló-<br />
.gicos, clínicos e histopatológicos) y dá lás referen_<br />
cias<br />
_bibliográficas clásicas, nos condujo a rechazar<br />
.de plano la hipótesis de una virosis, ctmo contami.<br />
nación eventual de las almortas ingeridas.<br />
- El c_oncepto de intoxicación de origen alimenticlo<br />
o de proceso carencial so ofrece, opuestamente,<br />
objeciones de peso.<br />
B. Rotr¡ícurz-Anres. - Latirismo J/')<br />
Todo hace suponer que la existencia de un factor<br />
o agente tóxico en el
374,<br />
cado peculiar de los casos familiares y<br />
presenta, en verclad, la dieta equilibrada y<br />
TpntpÉurICA.-En los dorninios de la dietética<br />
estricta" se impone, desde el primer momento, la<br />
no ingestión masiva de almortas o la disminución<br />
en su consumo. rrtezcladas con albúminas anitnales<br />
y - grasas.<br />
Iin tr¡clos nuestros ltacientes nos dimos cuenta de<br />
l¿r absohrta detención del proceso evolutivo o tle su<br />
rernisión, a seguida cle corregir )' de tnejorar la<br />
ración aJinrcnticia.<br />
El reposo ct-rrporal. a veces etl callla. para evitar<br />
l'atigas- y la hospitalización" representaron el complenrenlo<br />
obligado de la atrterior medic'la dietética.<br />
Con o sin vitarninoterapia (vitaminas A, B y E)<br />
adjunta. el e{ecto cut'ativo {ué el ltrisnlo.<br />
iil .,.o de sueros hi¡tertónicos (glucosados, iodo-<br />
Frc. ;l<br />
glucosacios y brornoglucosados), prescritos con una<br />
finalidad antilesional, entre otras cosas, no nos convenció.<br />
Corno tarnpoco, furlclalnerltahnente- los tónicos<br />
arsenicales o fosfóricos y los extractos hepáticos'<br />
Procedimos a ensayar, en bastantes enfermos' la<br />
práctica de una serie corta de usub-choques> (sin<br />
ilegar al coma) insulínicos. EI apetito' el estado ge-<br />
,-r"iul, algunas manifestaciones subjetivas ^molestas e<br />
incluso la paraplejía espástica, se modificaron, en<br />
un sentido favorable, ostensiblemente.<br />
Por encima de todo, en opinión nuestra, se consiguió<br />
un evidente efecto curativo al suprimir las aláortas<br />
y al comer bien y abundantemente'<br />
Al cato de siete años, todavía seguimos asistiendo<br />
a muchos latíricos portadores de una secuela<br />
paraparética que, ".t g"rrétul, no les impide trabajar<br />
,"entados, inteivenir áctivamente en ciertas {aenas<br />
agrícolas o dedicarse al comercio'<br />
PRortrlxIA.-EI consejo higiénico, para que no<br />
se comiesen almortas, cuando tantos y tantos comían<br />
Mrucrwe CrÍNIcl<br />
y comen, y para que se incrementara el aporte de<br />
iroteínas áni-ul".'y de grasas, en una temporada<br />
h" penuria, no .".,rltub" precaución tan sencilla'<br />
;"¿ p"n.u.lu y anunciarlá, para el Estado (Sani-<br />
Tono X\''<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
lo que re- dad oficial) y para la Sociedacl (auxilios filantrópisuficiente.<br />
cos). Y esto fué lo que aconteció en Cataluña.<br />
El escepticismo méclico de algunos habituales comedores<br />
cle ahnortas, agravó el problema higiénico-<br />
Se consiguió aminorare no obstante" el consumo<br />
de almortas, y enriquecer la ración alimenticia diaria<br />
de muchos y, pasados pocos meses. quedó dominado<br />
de una trrutt"t" definitiva el brote epidémico<br />
estucliaclo.<br />
Las consecuencias sociales no han quedado com-<br />
¡-rensadas, en estas circunstancias, por un descubrimiento<br />
patogénico trascendental.<br />
(.'líttit:tts tle ('irugí't Osteo-Atti,cu,lor (Direclor Dr' J' M' Vlr-.qtilrEl.t.)<br />
1'tle Neu|ología (Direclor: Dr. l'. B'lRtllgtttittl'¡:rriú)<br />
del Hos¡titat rle la Sto. Crttz 1' S. Pablo<br />
COMPRESIÓN MEDULAR CÉRVICO-<br />
DORSAL POR ÓSTEODISTROFIA<br />
FIBROSA<br />
J. Esruv¡-VIr¡R¡un L. B¡nn¡QUltR-BoRDAS<br />
La clíníca neurológica de las cotttltt'esíatrc$ me'<br />
tlulares en sus formas clásicas es hoy día un capítulo<br />
bien conocido. Desde B,tuilsrt, especialmente.<br />
está bien definida la forma en purapleiín en Jlexión<br />
con reflejos cle defensa {ácilmente evidenciables,<br />
forma tanto más significativa y característica cuan'<br />
clo se acompaña de trastornos sensitivos en nivel'<br />
Asimisno son bien conocidas algunas lormas<br />
clín.ica-anatómicas de compresión medular, como la<br />
paraplejía póttica, la del vertebral y la de-<br />
"átc"t<br />
ie.mittada por algunos tumores med'ulares y yuxtameclulares.<br />
- Fn¡zion, ArtiroNr, Er-sRliRc. A¡-tttglp¡'<br />
Llnt¡. etc., han contribuído con sus a¡rortaciones<br />
muy valiosas a sistematizar este últirno apartado'<br />
Sin embargo, la casuística nos informa {recuentemente<br />
u".riu de variedades tumorales raras' o in'<br />
frecuentes como causa de compresión medular, algunas<br />
de las cuales van siendo cada día mejor- c9íociclas.<br />
La Escuela de Neurología del Hospital de<br />
la Santa Crtz y San Pablo ha aportado su contri<br />
bución al conocimiento de los síndromes clínico'<br />
anatómicos determinados por el epid'ermoid'e- aol-esteatonlo,toso<br />
yuxtamed'ulai, el lipoma intrailural y<br />
el epend,imomo intramed,ular- Esta última lPortación<br />
fué realizada con la colaboración de la Escuela<br />
de Cirugía Osteo-Articular con la cual fué conocido<br />
también un interesante caso --igualmente publicad-o<br />
h":;; p;""- de melano'mp priaútuo de la cpl'o' de<br />
cuballo, especie tumoral excepcional'<br />
Propianrente en el seno de nuestra colaboración<br />
-ligada<br />
de por sí al estudio de las c'crnpresiones<br />
,n"diuloru d,e origen' [l'eo- fué dada a conocer hace<br />
unos año* ,t.t "u-ro de enlermedad d'e Paget, en la<br />
que se llevó a cabo una laminectomía' En esta misá.<br />
.".rdu estricta es en la que nos es permitido<br />
relatar hoy una observaciót d" compresiótu nxed'u-<br />
Ia,r cérui.c'á'd,orsal, en una niña de ocho años, por
'l't¡l,ro XV<br />
Núrrl. 5 - <strong>1950</strong> .1. Flsr'¡;r'n-\'tL.qRDrl.t.. I-. Blntt,tt¿urrr-Bonres. - Compresir'rn rnerlrrlar por ósteotlistrrfia 375<br />
ósteodistrolia fibrosa" observación que por la naturaleza<br />
anatómica del proceso, por su localización<br />
y por contar con una aceptable documentación ico-<br />
I,'tt;s. I 1,2. ,,\s¡l.t:1, rlt, la t'.{er.r.ila.'l'rr't,r.ar.irir.l t:rí^,i-<br />
376<br />
en fecha de 29 de octubre de 1946: Abundantes hematíes<br />
y leucocitos. Algunas células vesicales. Abundantes enterococos<br />
y estreptococos. Escasos colibacilos y estafilococos'<br />
U.r ertudio hómatológico (Dr. Vto¡r.-FnsIxnNar) en fecha<br />
de 30-X-46<br />
globira 55<br />
con r¡n 4ó<br />
gativn.<br />
Existían,<br />
naria, rtna<br />
A pesar<br />
Frc. 5. -- Radiografía. Aspecto de perfil.<br />
diri por rcstt ltado : 4.630,000 h. tlratíes, henopor<br />
100, valor globr¡lar 0'59. Lettcocitos: 17,800<br />
por 100 de linfocitos. El hemocttltivo fué ne-<br />
por tanto, además de la propia infección urihiltocronúo.<br />
y una I¿ttcocitosi.s con linlocitosis.<br />
de estas complicaciones y de qtle la explora-<br />
F'rc. 6. Aspccto y tlinrelsiones tle la masa ttrmoral ext<br />
irpatla.<br />
Mn,nlctr¡,1 CLíNIcl<br />
ción neurol. Las microfotografías<br />
que se acompañan (figs. 7 y B) demue'stran el aspeclo<br />
descrito.<br />
A pesar de los cuidados con qtre fttó atendida la enfermita<br />
iobrevivió poco tiempo a la operación, siendo la tazón<br />
de su muerte su infección a puerta de entrada tlrinaria.<br />
Pocos comentarios deben seguir a esta descrip'<br />
ción" cuyo interés, o mejor curiosidad, estriba en<br />
st simple pre:sentación. El síndrome clínico neurológico<br />
era el de una parapleiía en flexiótt' del típo<br />
d,e Babínslti, con reflejos de defensa o de automatismo<br />
medular bien manifiestos, y depresión de<br />
los reflejos profundos. Existía un claro niuel sen'<br />
sitíao y a la izquierda una lrania de híperestesía<br />
Flc. 7: N{icrofotografía de la preparación histológica de ia<br />
turnoraciírn. Hematoxilina-eo-qina. Véase la descripción en<br />
el texto. Osteodistrofra fibrosa. (Gentileza del Prof.rsor<br />
SÁNulez-Lucns). --<br />
FIc. B: Microfotngrafía. H'ematoxi-<br />
lina-eosina. Detalle histológico a mayor alrmento. (Gentileza<br />
del Prof. SÁncnnz-Lucrs).<br />
L
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong><br />
que definían la altura de la compresión, de acuerdo<br />
además con la topografía de la voluminosa tumoración.<br />
No fué, por tanto, necesaria una punción<br />
lumbar para confirmar la r"ealidad de la compresión<br />
ni la mielografía para precisar su nivel.<br />
La indicación operatoria estaba plenamente justificada<br />
tanto desde el punto de vista neurológico<br />
como óseo, o mejor dicho la justificación se apreciaba<br />
plenamente al relacionar y ensamblar ambos<br />
aspectos del problema.<br />
Las características anatómicas e histopatológicas<br />
de la tumoración han sido ya descritas. ño r" tiataba<br />
de un blastoma propiamente dicho. Pero no entraremos<br />
en la discusión -larga ,v difícil- de la<br />
naturaleza del proceso anatómico objetivado, remitiéndonos<br />
a la exposición dictada por el Prof. SÁr-<br />
CHEZ-LUCAS.<br />
Lamentamos solamente que la niña fuese orientada<br />
e intervenida en un estado tan avanzado de su<br />
J. Poono-BorEr. Arteritis.de la templrral<br />
dolencia, qoe no<br />
científica con su<br />
377<br />
permitió completar nuestra tarea<br />
debido éxito médico.<br />
RrconoctMlENTo.-Debemos expresarlo a nuestros<br />
maestros, Dres. J .M.' Vrr,enonr-L y L. B¡nne-<br />
QUER-FERnÉ, por su constante dirección, a los doctores<br />
Pt ¡.-M¡¡ó y C.tsreñER, por su ayuda en el<br />
estudio del presente caso y al Prof. J. G. S i¡¡cne z-<br />
Lucas, por su gentileza al querer documentar con<br />
su examen y documentación histopatológica nuestra<br />
observación.<br />
t<br />
RrsunsN.-Los autores exponen la historia clínica<br />
de un caso de compresíón medulur céraico<br />
dorsal por ostqodistrofia, fibrosrü en una níña ile<br />
ocho años. Neurológicamente el síndrome era de<br />
lana pa,rflpiejía en llexión con un niuel sensitiao. La<br />
tr¡moración fué com.pletarueúe extirpada. La niña<br />
nturió pot inlección urirtaria.<br />
CUESTIONES ACTUALES<br />
ARTERITIS DE LA TEMPORAL<br />
(Enfermedad de Horfon)<br />
J. Prnno-Bornr<br />
La poca frecuencia de Ia arteritis de la temporal<br />
(4. T.), así como la rareza con que se ha observado<br />
en España, nos ha inducido a la publicación del<br />
caso que describimos a continuación. Aprovecharemos<br />
esta ocasión para hacer al final del mismo una<br />
breve revisión de dicha curiosa enfermedad, que<br />
Ronrnrs y Asrnv definen como una afección de<br />
etiología desconocida, curso clínico variable y tratamiento<br />
poco satisfactorio.<br />
Si bien puede darse en parte la raz6n a los citados<br />
autores, justo es reconocer que de las repetidas<br />
revisiones y observaciones de nuevos casos ha<br />
podido trazarse un cuadro clínico de rasgos, aungue<br />
a'gunos inconstantes, lo suficientemente bien<br />
definidos para poderla individualizar de otras afecciones.<br />
J. G., de 64 años. Casado.<br />
Andmnesis.' Gran fuma'dor (30-40 cigarrillos al día).<br />
Molestias urinarias de origen prostático hace tres años que<br />
ceden con tratamiento médico. No etilismo.<br />
Enlermedad actunl: 15-20 días antes de su primera visita,<br />
a finales de diciembre de 1949, y sin pródromo alguno,<br />
inició algia bitemporal sonla corrosiva y continua. Se<br />
exacerbaba espontáneamente, en forma pungitiva violenta,<br />
por las noches, impidiéndole conciliar el sueño. La tos<br />
exacerbaba el dolor.<br />
En estos días observri, también, ingurgitación de los vasos<br />
temporales, los cuales eran dolorosos a la presión y se<br />
hallaban a!go empastados.<br />
No existió hiperestenia cutánea, ni edema local. No ha<br />
observado trastornos de la visión.<br />
Medicado con nicotilamida y extracto esplénico cede algo<br />
la ingurgitación vascular temporal, pero persiste la cefalea<br />
con las características ya reseñadas. Junto con ello, astenia<br />
y malestar géneral. Adelgazamiento. No ha comprobado la<br />
temperatura. No existe sensación subjetiva febril.<br />
Es entonces cuando vemos al paciente, hallándole una<br />
tensión arterial de l3/7. Las arterias temporales se hallan<br />
dilatadas y como empastadas e ingurgitadas, lo que presta<br />
a dicho vaso un calibre muy superior al normal; estas<br />
mterias apenas pulsan y son muy dolorosas a la presión.<br />
La pedia izquierda no late.<br />
Radioscopia de tórax, normal.<br />
Demás aparatos, sin alteración.<br />
La serología lúes negativa. Glucemia: 1.20 grs. por mil.<br />
Colesterinemia, 1,22 grs. por mil. Tiempo de coagulación,<br />
I minutos.<br />
Medicado con rutina, yodo, vitamina P y sulfato de<br />
magnesia endovenoso, mejora su estado general. Disminuyen<br />
Ia ingurgitación de los vasos y la cefalalgia. Insistiendo con<br />
dicha medicación, el enfermo sigue mejorando. La cefalea<br />
cesa. Las arterias temporales no están ingurgitadas, pero<br />
no laten. No duelen a la presión.<br />
Junto con ello se comprueba asfigmia de ambas pedias,<br />
mientras que las tibiales posteriores laten muy débilmenta<br />
La oscilometría revela (febrero <strong>1950</strong>) 3/4 en pierna derecha<br />
y I l/4 en pierna izquierda. No ha comprobado la tern.<br />
peratura, pero sud'a a menudo, especialmente por las noches.<br />
Veinte días más tarde (finales de febrero de <strong>1950</strong>),<br />
cuando llevaba dos meses de evolución, comprueba fiebre<br />
a 38,5-39o; V. S. G. ll9/134/14l. De nuevo ligero dolor<br />
temporal. Iniciamos entonces tratamiento con penicilina<br />
(480.000 U. O. diarias). Con ella desciende Ia temperatura<br />
a 37'5-38" por las noches (por las mañanas a 37o).<br />
Durante el tratamiento penicilínico y cuando al paciente<br />
se Ie habían administrado 5 millones de U., sufrió durante<br />
toda una noche crisis de intenso dolor bitemporal, con<br />
aumento de la fiebre, a 38,5o. El paciente espontáneamente<br />
aumentó entonces la dosis de penicilina a 600.000 U.<br />
Hemocultíoo y seroaglutinacíones.' Eberth, Paratifus A. y<br />
B. Mellitensis: negativos; H.: 3.706.000; L.: 11.550. F.:<br />
N., 76,5; 8., l; L., 11,5; M.,7.<br />
Se prosigue Ia penicilina con 500.000 U. diarias.<br />
En marzo de <strong>1950</strong>, el estado general es bueno. No existe<br />
dolor temporal alguno, excepto una discreta
378<br />
(37,4" todo lo más), no obstante haber tomado ya lB millo'<br />
nes U. de penicilina.<br />
Dos meses más tarde (mayo <strong>1950</strong>), buen estado general.<br />
Sin fiebre. V. S. G., 118/132/138. Aqueja todavía alguna<br />
leve cefales temporal y alguna mialgia en pantorrillas.<br />
Ultimamente (finales de mayo), el paciente se encuentra<br />
bien, hallándbse en curso de medicación por unas poliartralgim<br />
residuales, que no se acompañan de tumefacción<br />
articular'<br />
.r r .r<br />
Mporcnr¡ Cr.íxrcr<br />
Se trata, püffi, de un paciente con todas las características<br />
de la enfermedad de Horton, a saber:<br />
cefalalgia e ingurgitación y dolor de los vasos temporales.<br />
Fiebre. Malestar general. Astenia. Anorexia.<br />
Adelgazamiento. Anemia. Leucocitosis y aceleración<br />
de la V. S. G. No se pudo practicar biopsia<br />
de las arterias temporales que hubiera rubricado el<br />
diagnóstico; no obstante, creemos no existe duda<br />
alguna respecto al mismo, pues la sintomatología,<br />
curso clínico con recaída -al igual que los casos<br />
de K¡.vr y otros- y su duración (6 meses) "ott<br />
suficientemente expresivos.<br />
Se trata de un caso de A. T. de forma frustrada<br />
( sólo cefalea y trastornos locales de los vasos temporales<br />
añadidos al cuadro infeccioso) qre evoluciona<br />
en un paciente viejo, con evidentes signos de<br />
esclerosis vascular senil. No existen anormalidad<br />
cerebral ni trastornos oculares.<br />
El tratamiento fué banal. De la penicilina apenas<br />
pueden sacarse conclusiones. Probablemente su efectividad<br />
fué escasd, ya que durante el tratamiento<br />
con la misma apareció un nuevo brote álgico. 1\o<br />
obstante su acción beneficiosa {ué evidente-sobre el<br />
estado general, si bien modificó poco la temperatura.<br />
Hemos de destacar que si bien por un lado el<br />
enfermo ofreció un marcado aspecto infeccioso? en<br />
ningún momento éste adquiró gravedad importante.<br />
Fué Scnutor quien, "" t*0, en el curso de una<br />
magnífica revisión acerca los aneurismas intracraneales<br />
halla un c¿rso en todo superponible a la A. T.<br />
y en el cual el diagnóstico de aneurisma intracraneal<br />
era dudoso.<br />
Corresponde a HonroN, MAGATH y Bnown, el mérito<br />
de individualizar, en L932, a dicho síndrome.<br />
Para ello se basaron en la observación de varios<br />
pacientes que fundamentalmente sufrían el siguiente<br />
cuadro: cafalalgias, a veces intensísimas, alteraciones<br />
locales de los vasos temporales con o sin<br />
trastornos visuales. Sobrevenía todo ello en medio<br />
de un cuadro infeccioso, del que eran signos destacados<br />
la astenia" inapetencia y adelgazamiento del<br />
paciente. Al propio tiempo palidecía el rostrp (anemia)<br />
y aquejaban artromialgias más o menos intensas.<br />
Desde estonces han seguido multitud de observaciones,<br />
las que en su mayor parte han visto la luz<br />
en Norteamérica. Destaquemos los trabajos de Coo-<br />
KE, CLoAXr, Govllt y Cor.nrcu, quienes en L94,6,<br />
aparte la exposición de siete casos, hacen una magnífica<br />
revisión de dicha enfermedad, en especial de<br />
su anatomía patológica. ANonRsEN, en 1947 aporta<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
un caso propio y hace una espléndida revisión de<br />
la literatura mundial (unos 75 casos). No olvidemos<br />
tampoco los trabajos de D¡,xrns y Jnnnrxcs, así<br />
como los de Ktr-souRNr, Glr,uouno MrvnRS, LoR.D,<br />
BnzengoN, etc. En España, Gennmo Pnner,ra y ft-<br />
MEz ANcur.o publican un caso y Goxzirsz Cnuz,<br />
en 1948, hace una completa revisión de dicha en'<br />
fermedad.<br />
Su etiología, permanece en la más completa os'<br />
curidad.<br />
Hontox, Mlc¡.ur y Bnowrv aislan un un<br />
solo sistema -el vascular y, dentro de é1, las arte'<br />
rias-, ya que no existe ningún tipo de reacción<br />
general. Además, la rareza con que se constatl i"frltración<br />
eosinófrla en las piezas biopsiadas, la falta<br />
de eosinofilia en el hemograma' y la poca frecuen'<br />
cia de las reacciones alérgicas en la senectud, hacen<br />
que dicha hipótesis deba ser desechada.<br />
Es interesante recordar que varios autores cons'<br />
tatan la aparición de la A. T. poco tiempo después<br />
de haber sufrido el paciente una infección respira'<br />
toria. Rosrnr y Asruv las refieren en sus tres ca'<br />
sos. Drcr y FnrrueN la observan también en uno<br />
de los suyos (bronconeumonía). Con ello se preten'<br />
de invocar una supuesta relación etiopatogénica,<br />
toclavía no precisada, entre infección respiratoria<br />
y A. T. En realidad, sin que pretendamos negar eeta<br />
posibilidad, creemos que más bien debería valo'<br />
rarse a dicha sintomatología respiratoria como eig'<br />
no predecesor inmediato integrante de1 cuadro in'<br />
feccioso de la A. T.<br />
Ecxrnsrnóu, S.r6wALL y WtNnr.en invocan una<br />
posible etiología rewnüica del proceso, teniendo<br />
en cuenta el reumatismo muscularo la fiebre y 'la<br />
aceleración de la V. S. G. En apoyo de ello vendría<br />
la observación de hor,lNr, quien observa exac€r'<br />
bación de la A. T. después de avulsiones dentarias.<br />
La hipótesis tubercuhosa carece por completo de<br />
fundamento. La observación de Brneoutclvl,r y La'
To¡¡o XV<br />
Nún. 5 - <strong>1950</strong><br />
cRorrE, de una A. T. sobrevenida a poco de hacer<br />
aparición unos abscesos fríos cervióales, es una<br />
mera coincidencia, como así lo reconocen estos au.<br />
tores. Por un lado la repetida búsqueda del bacilo<br />
de Koch, mediante frotis y cultivos áe Ia pieza biopsiada,<br />
con resultados reiteradamente négativos y,<br />
por otra parte, la inexistencia de tejido de granulación<br />
o folículos tuberculosos en el examen-histológico,<br />
hacen inadmisible, en la actualidad, aquella<br />
suposición.<br />
Cooxr y colaboradores hacen una magnífica descripción<br />
de la annto,mía patológica de la enfermedad<br />
de Horton. Las lesiones afectan a todas las capas<br />
arteriales, especialmente a la media y adventicia.<br />
El tejido periarterial se halla asimismo damnificado<br />
(periarteritis y arteritis).<br />
La ad,aenti¿ía, se halla más o menos d.iscretamente<br />
lngrosada. $ partir de aquí se afecta Ia capa me_<br />
dia, desde donde el procáo se extenderá en dirección<br />
axial a io largo de los vasos arteriales. Los<br />
pequeños vasos_y las arteriolas se afectan poco. Exis_<br />
te infiltración de c. redondas y fibroblasios en casi<br />
todas las capas arteriales<br />
lu capa rnuti¿o se hallan pequeñas zonas ne.<br />
Pl<br />
cróticas, nrl ¡runrlerrtas, con desaparición rle ]as<br />
fibras musculares a su nivel, y sin reacción inflamatoria<br />
a su alrededer. ElIo sería debido a trombosis<br />
de los (vasa vasorum), ![üienes, a su vez, se<br />
hallan infiltrados de c. redondas. Junto a ello se<br />
constatan
.'80<br />
Mno¡crxl Crí¡¡rcl<br />
Toino X\¡<br />
<strong>1950</strong> - Núnr. 5<br />
piratorios deben integrarse en el cortejo- prodró- terias temporales profundas, pasa a la rama lacn'<br />
'*i"o de la A. ,T., más que ser consid"r"doi como mal de 'la- arteria- oftáImica. A partir de aquí" se<br />
;(''Druvrqu"-^""*<br />
propagarí1 po, un ladl a 1o arteria central de la<br />
il:::r'f,,r;i"ui"i"".<br />
Dicho período de sintomatología-- inespecífi.ca es i"tiirul mieniras que por otro se afectarían las ra'<br />
de duración variable, pudiendo oscilar enlre p*o" mas anterior y pó"terior del n' óptico' De idéntica<br />
días y a veces dos u *ho *"r"., (úrcr, r'*""'on*)] i;; * uf""turíutt las ramas arteriales nutricias<br />
En nuestro ""ro"].¿ "-r"ia ptód-*o alguno. de los n' óculomotores' ''<br />
Los signos capitales propios del períod,o (" "'1o!o Como síntomas oculares menos frecuentes' cita'<br />
de la enfermedad, los catalogare*;; ;, o) c"falai- ,"rrro* la fotofobia, ptosis palpebral' diplopia tran'<br />
gias, ó) murrifesü.i""* r""io ¿" las arterias tem- sitoria o p"r-"""",á y giuttlo*" (caso de ANporales,<br />
c) trastornos oculares y d) signos encefá' ornsrrv)' {rp¡.rranrcs son lr ¡ales.<br />
licos. De todos .ri"i r"u -e" ímportantes y cone Los más frecuentes son los trastornos vrst<br />
tantes, son los dos prim"ror, qoJ describirlmos a Entre ellos destacan, la ambliopia y amaurosis'<br />
dos p'meros' gue (rsDutr¡'''strtvü ..<br />
continuación.<br />
Éil" son d"e instauración lenta-o rápida, siendo<br />
irreparables' Pueden aparecer en los<br />
a) Cefalalgia. Es el signo c-apital y go:. nunca f:{i:^,"":ltn<br />
farta en er período de estad". sil ;ilu diagnós-<br />
"i principios " "r n"ár de lu enfermeda¿' n origen de<br />
tico no es posible. A menudo es generalizaau, p"io i*"- *i'*"s puede ser: la trombosis de la art' cen'<br />
más frecuentemente se localiza en una u otra ;i;l<br />
'"giái * ia rJtina' de los yut9" retinianos o la neu'<br />
temporal, o en ambas a ra o"r,- *gúr, Li., ritis ópt5" i-qré*ica, más frecuentemente' Los ca-<br />
",rutr.<br />
los vasos afectos. Comúnmerrte ,ro -irradia. Si t"t- a9<br />
"u" gtuáóiiáne'n' LecnorrE' Cor'r' Kevu' Gó-<br />
ocurre, r. p,op-Jg";ió;-,i""" r"gl:j?j?F"","*l rX tXil.L:Yrú:,-::T:',13#';"d*""?#<br />
gn e con<br />
T"Jtrr,ff in : m:':ffi l;.Íil"'i*# :i"'Jü::<br />
3 {,"'"1r *,:'#t"^lt t<br />
cueilo o región maxilar (casos d" s;ñ^"^ , si: gi qrr" se manifestó la A. T. (casos de BuncovIGNA¡.'<br />
":i$:t?si<br />
r-orvrox) y pocas veces alcanza iu i"ngo". Cúuodo L^cnorrs, etc')'<br />
tienen lugar estas dos últim"" tu El examen de fondo de ojo ofrece imágenes algo<br />
"orrii.rg"rí"iur, -".-<br />
ticación y deglución exacer¡ur, ,ot"ilemerríe d i; variadas q-r" 'w'ecu¡ipn divide en cuatro tipos:<br />
ror, pudiendo aparecer la rengua uniformem"rrte Ji- o) trombosis d" la art. central retina, b) trombosis<br />
rojecida y "a"áli;; ¿;4;'?; w;"r*rrr, r" pn- de las arreriolas retinianas,-c) neuritis óptica isqu6<br />
rrcHAND y srnnNnnnc). La dificultad a lu'*urti""u- ,ni"" y d) indeterminadas' Entre las más constante<br />
ción y deglución conllevan """ ;;;;; ain"r,rt"a p"i" ;;9á"'oú'"*u""t edema papilar con vasos artela<br />
alimentación de estos pacientes, ya a" por- ri ii"t", algo disminuídos de óalibre y venas algo in'<br />
deficiente, por la anorexia que aquejan. dtgit"ait' A;;;s alguna hemorragia peripapilar'<br />
La cefalalgia es continua, sufriendo en ocasiones ''1"""i'"t'i ;;';ll:ouZmi".a completa e irreparable<br />
exacerbaciones paroxísticas, rrecuentes en el J.i "l#fl":lj**;:::":rffTlff"Htlfttf<br />
'#'#J:J"?,T:;:,#:?J:lHI'3i'u""'l?:"* f :il#Í:ü"';; uno de ros d"atos ortarmoscópicos<br />
comírn. es intensa, a veces violentísimu, i-pidi"rril más- característicos de la enf' de Hortón'<br />
al paciente conciliar el sueño. cuando o".rri"", varios autores sugieren si en dichas manifesta'<br />
tio'i<br />
"ttó<br />
fracasan los analgésicos habituales y u,rr,<br />
"io""u-ui*oul"" no tádría' Ias venas retiniarias un<br />
opiáceos. analgestcos na'rttlales y aurr<br />
papel preponderante. Ello es difícil de contestar'<br />
.<br />
b) sigr,os locaJes ü ca,rgo d'e las arterías tewpo- HontoN cree puede ser posible' wl-<br />
i:::*;"i¡Lt'<br />
rales. No faltan en ningún caso. Las arteriu, iJ*- -crr'rrn.lo J"¿" y aun llega- a negarlo' No obstante'<br />
porales aparecen ingurgitadas, prominentes. y Io' hu[u'gt'* tttutomo-pa1olósicos<br />
""i"'<br />
de Coorn y co'<br />
recidas. Estos vasos, así como ia piel y t"¡iao #i- iuuo.raorJJ"Aoo;;ñ')' Eri"osrnóu' demuestran<br />
lar subcuráneo se hallan como empastador, ;;" i" afJtación clel sisterna v.noso en la A' T'<br />
"o,''lrl'<br />
nifiesta disminución de *ooitiá'ul i; pt*ió" .1" dista mucho de ser una tareza'<br />
"o<br />
ros mismos es dororosa, si bien este dato J# d,) ence!áIícos' éstos la exten'<br />
-s-ignos .Traducen<br />
faltar, especialmente en casos que nwan yr r.ru-iuli si¿í det !ro""ro a las arterias cereb'ales' son varia'<br />
ga evolución o qu_e se hallan.r"ri"J"¿" ¿L ,"*iriár. dos, _incánstantes e inespecíficos' Mencionemos en'<br />
otras veces puede comprobar*"';;;;#;';i: lr:.+"" " lu ur"¿icardiá, vómitos de tipo cerebral'<br />
-ü<br />
perestesia u ,iá de los vasos delirios, alucinaciones, cambios de carácter' somno-<br />
",rt?rr"u "f."tor.<br />
pier que los recubre, puede mostrarse lencia, io" dos primeros, junto con el edema<br />
"d.*utorJl "r".<br />
enrojecida. con frecuéncia ,ro-r. p"r"ib" ru p,rilui p-apiúr,. pr;ur, confusión con- el tumor cerebral'<br />
ción en e'os, si bien este signo no es constante] ,i ¡i"rr'lur manifestaciones locales de los vasos tem'<br />
c) Manit'estatíoncs ocurnres,. son muy uuri"¿* po*I"* sufi'cientes para corregir este último<br />
"o'<br />
y no hacen su aparición en todos los tasos. Las diagnóstico'<br />
sufren un 4,0-50 % d" pacientes.<br />
como síntomas acompañantes del cuadro des'<br />
su instauración viene "orrJi"ionada a la exten- crito y de _presentación menos común, citaremos a<br />
sión del proceso inflamatorio,-J- "*"i, ¿"u¿" l* "r- lus crrsrs iIL angor corotwrip o de infarto de mio'
Touo XV<br />
Núm. 5 - <strong>1950</strong> J. Puono-BoTEr. - Arteritis de la temporal 3Bl<br />
cardio (casos de Scuumrs, KtEouRlvtr, Colr, afección. Evidentemente existen algunos puntos de<br />
Spnoul y W.or-rr entre _otros), que co_nstituyen una contacto entre esta enferinedad y i. e. T: --_<br />
forma, no infrecuente, de muerte de dichos pacien- por un lado, la universalidaá del proceso _ya<br />
tes. Asimismo merecen destacarse las hemorragi,as que la localización temporal es sólo aparente-, el<br />
digestiuas (por afectación de tronco celíaco o art. carácter infeccioso del síndrome, la "rrJ-iu y l"o"o_<br />
mesentéricas), y la pericarditis (caso de- Cor.l) pto- citosis con que cursa la enf. de Horton, le áu' una<br />
bablemente secuente a un infarto de miocardio. cierta similiiud con la p. N. pero, po, *r, parte,<br />
Todo ello cursa en medio de un cuadro infeccioso la edad del paciente, la poca aguáera del p.á"*o,<br />
con fiebre a 37'5-38o, astenia, malestar- general -y la falta de nudosidádes'palpables, el curso habi_<br />
adelgazamiento. Existe algún caso que ha cursado tualmente benigno y la faita'd" *o.irrofilia en el hecon<br />
apirexia absoluta. mograma, las separan.<br />
Los datos de labora"torio son bastante inespecífi- d, o"rr"i"lmente del estudio anatomo-patológico<br />
cos. La investigación repetida de gérmenes "i "urr- de donde surgen los mayores datos diferenciales.<br />
gte (hemocultivo) y gi las piezás biópsicas-por La falta de neáosis purulentas; la existencia en casi<br />
frotis y cultivo, han sido repetidamente negativos. todos los casos, de abundantes células gigantes; ta<br />
Exceptuemos los casos de Honro_w (actinomices), pr"p"g""iá"- a"f proceso en forma "oñtinuu y no<br />
DIcr, Fnn¡max (estreprococo viridans), DoNALD y segmentaria a lo largo de los;;r;r, ;;';'";"iecta-<br />
Mosnn (estafilococo dorado), y_a anotadas al hablar cién de los vasos viscerales; la inexistencia de infil_<br />
de la -etiología y de especificidad nula. tración eosinofilia, y la a,rr".r"iu de formaciones<br />
Es frecuente el hallazgo de una moderada anemi.a. aneurismáticas, au" ét diagnástico. pero ello, a nueshipoc'roma<br />
(3-3'5 millones de hematíes). Las leuco- tro entender, no es tan preciso, pues si bien la mayocitosis<br />
es bastante constante y poco acentuad"a ría de autores coinciden en la inexistencia de infil-<br />
(8-10,000). En Ia fórmula leucocitária predominan tración eosinofilia, Bowens la constata en abunlos<br />
neutrófilos. La falta de eosinofilia es constante, dancia, y tVt"r"o y t oRD también, aunque en peque-<br />
Io c ral constituy" ,L importante dato a considerar ña cuantía. Por otru parte, Loucnr.rn, Kneuul6<br />
en -el diagnóstico diferencial con la periarteritis y Rosnnrn¡.r, hallan infiltración de célula gigante*<br />
nudosa' !n la biopsia de casos de P. N. que se hailián en<br />
La V ' S' G. se halla acelerada en todos los casos el estadió degenerativo de Arkin. Pero esto no es<br />
(comúnmente por encima de 70 mms._a la primera todo, pu", H".trNINc y KuMsA,r,L hallan estas mis-<br />
ltgtu y a veces de 100). En los casos de K¡.vB osci- mas infiltrando las arterias renales de pa-<br />
"élrrlu*<br />
laba alrededor de 20'25 mms. a la l.a hora. cientes afectos de P. N. Finalmente Krr-souRNE y<br />
EI üq-uido céfalorraquí.deo es habitualmente nor- Wor-rr citan la existencia, en el New York Hospímal.<br />
Sólo el caso de ANonnsEN mostraba un ligero tal, de un paciente en el que coexistía periarterilis<br />
aumento de la albuminorraquia con _ discreta pleo- ,,.rioru y arteritis de la temporal.<br />
citosis. Este último dato eJ "o*probado por Ro- De todo ello deducimos que, si bien existen pun-<br />
BERTSON en uno de sus pacientes' tos de contacto entre ambts procesos, los rasgos<br />
La serologín pary' lúes es siempre negativa. A ve- generales permiten considerarlas verosímilmente coces-<br />
puede comprobarse una discreta hiperglicemia. *o a entidades nosológicas distintas, si bien los<br />
La enfermedad dura de 4 a 12 -"*"-* y" "u pro- datos que posee*ou, ".r"la actualidad, no son todattósti'co<br />
es favorable en cuanto a vida. No'obstante, vía sufici".rt". para establecer, entre ambos proceello<br />
no- siempre es así, pues no es infrecuente sobre- sos, una delimiiación perfecta y segura.<br />
venga la muerte del paciente durante el curso d,e la puede existir, asimismo, alguna dificultad diag_<br />
enfennedad por accidentes vasculares varios. Scu- nóstica con la cefalalgia acompañante al síndrome<br />
MIDT, KnnouRNn, W'olrr, Coorn, Spnour, y I .r<br />
Cor-r de ,re,rítrom,elalgia. d"-1, cabteza>. En este síndrome<br />
clescriben el fallecimiento de alguno.de sus pacien_ descrito en l93B por Honror,l, Mlc Lp¡.x y CRerc,<br />
tes por angor. Awo¡Rsri,¡ en su revisión comprueba la cefalea es pulsátil e intermitente (a día_") y acomel<br />
éxitus de varios pacientes por accidentes vascu' pañando a la misma se observa una cierta ingurgilares<br />
cerebrales o tras enterorragias. iación de los vasos temporales que cede conjunta-<br />
El pronóstico se ensombrece siempre cuando exis- mente con el dolor. Las arterias no son dolorosas<br />
ten trastornos visuales_, pues la amau_rosis perma- a la presión, ni existe hiperestenia cutánea, así conente<br />
es_ la regla - en la mayoría de los pacientes mo tampoco se observan ios síntomu, g"rr"rules de<br />
que los han sufrido' Ia infección característicos de la A. T.<br />
, En nuestro paciente, así como en uno de los casos EI tratami¿nto es inespecífico. Se han ensayado<br />
je Aryr¡seu, quedó^durante poco-s-meses, unas po- las sulfodiazinas y tiazoles ,i""ilriirj* pr*ri"*.<br />
liartralgias sin significación especial. Wor.lNrrz, i" p""r."ouo -y SrnnnBERG obtienen<br />
El diagnóstico es, habitualmente, fácil. En diver- con ellos Lr"rrou resultados. Los ioduros han sido<br />
s¿s ocasiones y por diferentes autores se ha preten- beneficiosos en algún caso. En uno de los de Hondido<br />
una- supue-sta t:l*:gl y aun identidad con la ToN, MacATH _y B"noww, se obtuvo una gran mejoperiarteritis<br />
nudosa_(|. ttl.), considerando a la A. T. ría, lo que aÉonó la id"" del actinom"ices como<br />
como una variedad benigna y localizada de esta agente "iiológi"o. El ácido nicotínico. imidazolinas
3BZ Meorcllv¡ Crírvrcr<br />
y vitamina B, han sido ensayados con éxito dudoso.<br />
Más eficaz se ha mostrado la novocainización cle<br />
la arteria (Ronrnrs, Asrry. G¡nnmo penar-re y<br />
Gómrz Axcuro). La escisión de Ia arteria alivia<br />
el dolor, pero no modifica el estado general (actuaría<br />
como una simpatectomía). Por ello quizá sería<br />
beneficioso el uso de los simpaticolíticos (tetraetilamonio).<br />
La penicilina ejerce poca influencia sobre<br />
el proceso. A lo sumo mejora el estado general.<br />
La radioterapia en manos de D.rxres se mostró<br />
inefrcaz. Es aconsejable, según ANtBRsrN, el uso de<br />
la heparina y dicumarol asociados a los vasodiiatadores-<br />
BrsrrocReril<br />
ANur:nsr:x.-Acta ltédica S'candinhvic¿¡ r947, r2g, r.sr.<br />
,\NDERsE¡r.-Acta Méclica Scandinávica,, rg47, rz8, z3o.<br />
BERGourcNAN, I,ACRoTTE.-So{', Mcd. d. H. dc París rg1g, Í3-r4,<br />
597.<br />
tso'wnns.'_Archs. Int. lf(d. r94o, 66, 3R4.<br />
Touo XV<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
. ScoT:, nllxw'Ll., Ho\.T y colaboradorcs.-Ciiatlos por Gonzril
Touo XV<br />
Núm. 5 - f950 J. Gu¡r¿n"- Luis<br />
cas, plenas de maestría, de las cuales salíamos encantados<br />
cuantos tuvimos el honor de asistir a ellas. Era<br />
en estas conferencias que faltándole muchas veces<br />
sujeto para sentar diagnóstico diferencial, se prestaba<br />
él mismo a imitar los síntomas patognomónicos<br />
tle otras lesiones nerviosas confundibles con las del<br />
enfermo examinado. Así era maravillosa la imitación<br />
que hacía del andar incoordinado de los atáxicos; el<br />
avance en semicírculo, arrastrando la punta del pie<br />
de la pierna paralítica, de lo hemipléjicos; el temblor<br />
de antebrazos y manos y el andar de los parkinsonianos;<br />
el temblor senil; eI andar en estepage<br />
o equino de las parálisis del tibial anterior; en una<br />
palabra, daba forma plástica a cualquier cuadro<br />
neuropático. ,Tal era su dominio de la clínica.<br />
No fué nunca avaro de sus conocimientos adquiridos<br />
en su larga práctica que iba catalogando y<br />
archivando en su inmenso fichero literario y fo,tográfico,<br />
todo lo cual prodigaba luego en gran número<br />
de conferencias y publicaciones. Citar todas<br />
éstas requeriría una larga lista; para no cansar<br />
vuestra atención sólo mencionaré algunos de sus<br />
nrás característicos estudios que traducen su vigorosa<br />
y original personalidad: Lipodistrofia céfalotorácica;<br />
Atrofia hemi'ateral generalizada; sus estudios<br />
sobre sistema nervioso periférico, principalmente<br />
en lo que se refiere a degeneración y rege'<br />
neración; los magistrales estudios sobre lepra nerviosa;<br />
la descripción del reflejo de prensión del<br />
pie; Atetosis ligada a encefalopatías infantiles; esrudio<br />
semiológico de la reacción idiomuscular; etc.<br />
Notables y aplaudidos fueron por la crítica todos<br />
'ellos, pero no me atrevo a juzgarlos por mi<br />
cuenta ante el temor de no aquilatar" cual se merecen,<br />
las altas enseñanzas que ellos encierran;<br />
quiero tan sólo limitarme a la parte íntima llevada<br />
a cabo al colaborar modestamente con mis estimados<br />
amigos los doctores Ar-snnro Roc¡. y VÍcron<br />
Rlrror-n, a su trabajo de investigación en el Hos'<br />
pital de la Santa Cruz. Era admirable la valoración<br />
que daba a datos y signos al parecer insignifrcantes;<br />
aquel ser*id,o de percepción extraordirwria que 'le<br />
permitía observar modificaciones mínimas; su ori'<br />
ginalidad y penetración en el interrogatorio; su<br />
exquisita sensibilidad en la apreciación de síntomas<br />
ocultos. Era un maestro en la investigación de le'<br />
siones periféricas; en electrodiagnóstico ; y sus con'<br />
sejos en las transplantaciones tendinosas eran de<br />
una eficacia transcendente. Con su genio impulsó a<br />
eminentes cirujanos de su época, entre los que descollaban<br />
S¡.r,v.loon Canoeunr-, AnroNlo R.wsNrós<br />
y Errrnrgun Rtnes, a iniciar la Neurocirugía, siendo<br />
con ello un precursor. Sobre lesiones de compresión<br />
encefálica publicó precisamente su trabajo póstumo,<br />
que ultimó su hijo y discípulo predilecto, el doctor<br />
L. B¡nnaeuER-FERRÉ.<br />
Su fama transcendió fuera de nuestra patria. Sos'<br />
tuvo cordiales relaciones científicas y de amistad<br />
con eminentes maestros extranjeros. Y para que<br />
se vea el aprecio en que se le tenía, permitidme<br />
citar una anécdota. Acudieron a Cnencor dos her'<br />
Barraquer-Roviralta 383<br />
manos afectados de la atrofia que en aquella época<br />
describiera el ilustre neurólogo francés,- y cuyi denominación<br />
va asociada al nombre de Prunnr M¿-<br />
RIE. Pues bien, el gran maestro francés. al enterarse<br />
que procedían de Barcelona y que su médico era el<br />
Dr. B¡.nnaeurR, con la encantadora modestia que<br />
sólo tienen los grandes hombres, les dijo: .<br />
Culminó su vida de perfecto caballero, de clínico<br />
magistral, de original investigador, de maestro de<br />
la Neurología española y de firme católico, con su<br />
actividad incansable proseguida hasta los mismos<br />
días que precedieron a su breve enfermedad y muerte,<br />
como su vida amparada ásta por la flor de la<br />
modestia. Ocurrió el 12 de octubre de l92B en su<br />
finca de San Clemente de Llobregat (Barcelona).<br />
Si ilustres profesores han sido galardonados de'<br />
signando ciertas enfermedades o síntomas por sus<br />
nombres, también nuestro gran maestro ha tenido<br />
el honor, gracias a sus trabajos dominados por un<br />
fuerte sabor de originalidad, de que se conozcan<br />
la enfermedad de Barraquer o lipodistrofia progresiva,<br />
el signo del contraste de Barraquer por abolición<br />
del ieflejo con exaltación de la reacción idiomuscular,<br />
el reflejo de presión del pie de Barraquer"<br />
la forma amiotróficu ttó putulítica de Barraquer de<br />
la lepra nerviosa, la máscara anestésica leprosa de<br />
Barriquer, la atetosis asociada a las encefalopatías<br />
infantiies, forma sintomática de Barraquer' la atro'<br />
fia hemilateral generalizada de Barraquer, etc'-<br />
Esta fué la ejecutoria de nuestro ilustre señor doc'<br />
tor D. Luts B.q.nnAQUER-RovIRALTA.<br />
Veneremos su memoria.<br />
PRIMEROS PASOS DE LA NEUROCIRUGÍA<br />
EN EL ANTICUO HOSPITAL DE LA SANTA<br />
CRUZ BAIO EL IMPULSO DE LUIS<br />
BARRAQUER-ROVIRALTA<br />
Eoumoo Tor,os¡.<br />
Jefe del Serricio cle Neurocimg'ia d€'' Instituto Ncurológico<br />
Municipal dc Ba¡cdona<br />
Socio Nunrtrario de a Socicdad Española tle Neuro'ogía'<br />
El Consejo Directivo de la Sociedad Española de<br />
Neurología me ha honrado encargándome que aporte<br />
a esta Sesión algunos datos sobre las primeras<br />
intervenciones cerebrales practicadas en el Hospi'<br />
tal de la Santa Cruz, ptittter esbozo de actividad<br />
neuroquirúrgica cuya eclosión fué en gran parte<br />
debida a estímulos e iniciativas del Dr. B¡'nnaQUER-<br />
Rovtnar,r¡..<br />
Cumplo el encargo con especial devoción, fácilmente<br />
explicable si se tiene en cuenta los lazos afec'<br />
tivos que me unen desde hace largo tiempo al Ser'<br />
vicio de Neuropatología de este Hospital, en el que<br />
hace más de 20 años inicié mi formación neurológica<br />
junto al propio BlnnlquoR'Rovtner.r_a y en<br />
él qrr" volví a colaborar, muchos años después,
384<br />
como neurocirujano, cuando la dirección del Servicio<br />
había sido transferida al Dr. Banna,qunn-<br />
FunnÉ.<br />
Los escarceos iniciales a que me he refericlo y<br />
de los que me ocuparé después en concreto" no sólo<br />
representan las primeras tentativas de cirugía cere_<br />
bral llevadas a cabo en este Hospital, sin8 probablemente<br />
en Barcelona y hasta en Espaf". V"-o.<br />
una vez más aquí: eue lo mismo que- ha ocurrido<br />
en otros países, la impulsión a la actividad neuroquirúrgica<br />
procede del campo neurológico indicándonos<br />
bien claramente la filiación onto!énica y filogénica<br />
de la neurocirugía. Ésta nos aparece como<br />
una simple rama desarrollada a partir áe un tronco<br />
neurológico común<br />
Aunque debe reconocerse que tanto Honsr-ny<br />
c-omo Cusntxc, los creadores de la neurocirugía moderna,-no<br />
pro_cedían directamente de la neuiología,<br />
bastará recordar los nombres de B¡slsNrr y Cr,o"vrs<br />
Vrucnxr en Francia, Ec¡"s Mourz en )Portugal,<br />
BccnruRpw en Rusia y OeenNuErM y Fonnsrnt".,<br />
Alemania: p&ra poner de manifiesto ei papel decisivo<br />
desempeñado por las grandes personatidáde" neurológicas<br />
en el desarrollo de la neurocirugía.<br />
En un plano hasta cierto punto par""ido, B.tnn¡-<br />
QUER-RovTRALTA se impuso por primera vez en<br />
nuestro país la obligación de hacer intervenir determinadas<br />
lesiones cerebrales y de ofrecer a estos<br />
enfermos la única posibilidad de curación que existía<br />
para ellos.<br />
Este hecho nos indica bien a las claras (quizá<br />
mejor que ningún otro dato de los que han podido<br />
aportarse a esta Sesión) a qué grado de mádurez<br />
había Ilegado su experiencia clínica y diagnóstica,<br />
pues tan sólo con un seguro conocimiento inductivo<br />
ile la naturaleza y de la topografía de la lesión causal,<br />
nos cabe concebir que el clínico se lance a establecer<br />
indicaciones quirúrgicas y que afronte la<br />
implacable contrastación que lleva consigo el tratarniento<br />
operatorio.<br />
Se ha calificado esta etapa inicial de la neurociru_<br />
gía conr-o Ia<br />
_,<br />
pero no ha sido suficie-ntemente precisadt a quienes<br />
corresponde gl papel de héroes: ¿al enfermó?, ¿al<br />
cirujano?, i,al neurólogo? Yo me inclin aria a uñrmar<br />
que es a este ú_ltimo al que corresponde el papel<br />
de rnayor resp_onsabilidad ante el actá operatorió y<br />
la labor más dura e ingrata. En la épocá a que me<br />
refiero, los medios de diagnóstico topógráfico d" qo"<br />
actualmente disponemos (ventriculogrifía, etc.) no<br />
habían sido todavía descubiertos y-la localización<br />
de la lesión debía basarse exclusivamente en el estudio<br />
clínico y fundamentarse en los conocimientos<br />
semiológicos y fisioiógicos existentes" método con el<br />
cual, como sabemos hoy de sobras, sólo pueden<br />
aproximadamente localizarse un 40 por I00 de los<br />
procesos expansivos intracraneales.<br />
Por otra parte, la falta de conocimientos precisos<br />
sobre Ia anatomía patológica de los tumores cerebrales,<br />
de que adolecían los cirujanos en esta época,<br />
agravaba todavía más las cosas para el neurólogo,<br />
MeorcrN.t Clí¡vrc¡<br />
Torvro X\:<br />
<strong>1950</strong> - Núm. 5<br />
pues si en el momento de incindir la dura el tumor<br />
no_ aparecía ante los ojos del operador, se consideraba<br />
la exploración quirúrgica como negativa y se<br />
creía hallarse ante un error de localizació-n. La posibilidad<br />
de los gomas subcorticales no "ru up"rru=<br />
tenida en cuenta y muy a menudo el examen necrópsico<br />
ulterior demostraba que el diagnóstico de localizaciín<br />
había sido correcto y que tro que en realidacl<br />
había ocurrido es que el cirujano no había sido<br />
capaz de exponer una tumoración situada debajo de<br />
la superficie cerebral.<br />
Desde 1910 a L923 Bennrquun hizo operar una<br />
serie de epilepsias focales, casi todas de origen traumático.<br />
Las operaciones, practicadas por el Dr. Rl-<br />
BAS Y Rlels y el Dr. ConlcnÁx, consistieron en<br />
escisiones más o menos amplias de las áreas corticales<br />
afectadas por la lesión cieatrizal y fueron aprovechados<br />
por el doctor BannagueR para el estudio<br />
de la exploración eléctrica dle córtex ( *).<br />
Las intervenciones por procesos expansivos intracraneales<br />
remontan a la misma época. Ilnicamente<br />
vamos a recordar aquí dos casos. En el primero,<br />
se trataba de una cisticercosis cerebral, intervenida<br />
en 1910 por el Dr. Slr-veoon Cen¡eNAL, en el que<br />
el acto operatorio puso de manifiesto una tumoración<br />
poliquística como causa de la hemiplejía que<br />
había presentado el paciente.<br />
En 1916, el Dr. Auror.¡ro Revrxrós operó con<br />
éxito un tumor cerebeloso diagnosticado por Bl-<br />
RRAQUER. El tumor extirpado fué clasificado como<br />
sarcoma y el enfermo sobrevivió más de un año a<br />
la operación.<br />
Es interesante comparar estas fechas con otras<br />
efemérides neuroquirúrgicas.<br />
En lBB4, Goolm, discípulo de Lrsrsn, operó por<br />
primera vez un glioma rolándico correctamente<br />
diagnosticado y localizado por BnrvNnrr.<br />
En lBB7, HoRsrpy extirpó por primera vez con<br />
éxito un endotelioma intrarraquídeo. En lBB9, dicho<br />
cirujano había ya llevado a cabo M operaciones<br />
cerebrales.<br />
En lo que a Norteamérica hace referencia bastará<br />
recordar que la obra de Cusnr¡¡c sobre tumorei del<br />
acústico ( en la que se da cuenta de una vasta experiencia<br />
operatoria sobre los mismos) apareció en<br />
el año I9L7.<br />
I.os jalones que acabamos de indicar son más que<br />
suficientes para situar debidamente dentro del desarrollo<br />
global de la especialidad, los primeros ensayos<br />
españoles de cirugía cerebral. Esta experiencias<br />
no nos parecerán demasiado tardías si recordamos<br />
que en Francia, país de rica tradición neurológica"<br />
la primera intervención por tumor medular<br />
acompañada de éxito fué practicada por LscnNr<br />
en f91l (el tumor había sido previamente localizado<br />
por BlnrNsrr).<br />
Señores: después de estas breves indicaciones,<br />
(,) Srgún noticias que nos comunica el Dr. B¡nn¡0u&¡r-FEnnÉ,<br />
uno de cstos enfermos (operado en r9r7) ha permanecido hasta<br />
la actualidad libre de crisis oomiciales.
Touo XV<br />
Núm. 5- I95C<br />
me figuro que dejará de parecer extraño que el<br />
,ro-bi" tle utt neurólogo haya sido aducido a propósito<br />
de los comienzos de una especialidad quirúr'<br />
;i;; p;;" lo mismo que B.^ntnsrt en Francia, el<br />
E,rul'"on=ideraba como su mayor timbre de gloria<br />
constituída por<br />
iniciativa de los<br />
Vida Académica<br />
el haber mostrado el camino a seguir a de Menrnr'<br />
y a VlNcrNT, creo que fué sin duda alguna Bann¡"<br />
óunn-RovIRALTA el primero que entrevió, en España,<br />
lus brillantes posibilidades que el futuro reservaba<br />
a la neurocirugía.<br />
D,"".L.Bennequn1$'ryuiff'*qF'':-.|jY!i::w]..::fuy.ffi;;'m*'g.iDr.LuisP::::-<br />
FnnnÉ'BK.DRI-i<br />
curz-Anr¡s y A. Su' *<br />
ilTx*r''t,'llEx: :l'* *'4<br />
VIDA ACADÉTUICA<br />
REuNróN rNAuouRAL DE LA socrEDAD ESPAñOLA DE NEuRoLocíA<br />
(Barcelona, 19 de diciembre de 1949)<br />
CorurtÉ<br />
_o*":"1rno:o<br />
rliirl "8. "'if;;;r- : ' " ll* ' , .,,'-"', ffi"1giffi,- ,'i. n"í'-r"*!, 8"r".'<br />
ffiffiffi,-*;;:'nu;<br />
r Ro.ltíguez - Atiaso<br />
ral 'tip"i"li de la Socíerlad<br />
I Barcelona.<br />
a" i\ eu- Dr. Antonio -Surol^op;ía,<br />
qte se cc- birana Oller, Bar'<br />
lebró cn Barcelona tti;:q celona.<br />
el lg ele .iciembre<br />
de 1949, dedicánrlo'<br />
se sus sesiones cien'<br />
tíficas a la memo-<br />
ria clel f)octor<br />
Luls Bennaqurn- fí-,0,1<br />
í;r¿;ii<br />
Mrsl DE r.o<br />
""'l"tiu""t"t<br />
D9"-<br />
tor Celestino Vilu'<br />
' o""nrál'tni róo*"<br />
ft ffi Alajouanine "3"i::'u;lJ,l'f'l (Pa'<br />
Rovln,clrr. {r¡nda- ilf+.. ffi *uru, Barcelona.<br />
dor e imprri*ttr rle í:ñ<br />
la Neurología clíni' Í:iJÍ<br />
ca españoia. l+ini'iry+if,",,ffi,,ffi "--,ffi<br />
Preccdií, a los $#.$fffi<br />
ii¡rdrii.if<br />
ar:tos científicos rtna iÉffi ia1#fiií.'-*#<br />
'<br />
rís), A. Austregesr'<br />
ro 'ini" de Janei-<br />
Mi-"a de llí'qtrienr tol, l. A' But:"<br />
p o r el almá d9l<br />
e6*<br />
(Ertra.burgo)' R'<br />
;""?'o:,n"'.:*ni:<br />
Dr. Vilaseca en la<br />
ó,mW iglesia del Hbspital<br />
:t"i';"*1l3:l)t d;:iiühHfll<br />
'. '-"i$V'Yí;i**YiYu\|YíWi'"!: u - q'lQJ/ :'<br />
Í:"t$T.'Iy¡'iffi<br />
San Pablo 11 'É,<br />
K. H. Krabbe (K6-<br />
Las sesiones cien- W {J' venhaven), ,. P,c 1:<br />
tíficas se desarrolla- ¿ ,. M oniz (Lisboa),<br />
ron por la mañana G. H. Monraden<br />
el salón-museo r---:L! ^--^-:-^l^- ,t- Io S^nierlnrl F.snañola de Neurología: l. llr. U. Vrlu- Kr.ohn ( O sde<br />
este mismo hos_ Comité organizarlor de la Socieclad Española de Neurología: I' Dr' C' Vilu- Kr.ohn ( O s I o ) '<br />
pi,a, v_por r.a¡T.d¡ 4f;;¿;[:41,*: gii,*Jni B;:.'l',x$ ¡lf'nh,PJl;T;::'-: 'J",ii,.ill'$Y#<br />
én la Casa rlel Mé- "in"ñ-<br />
^-*-a'-::::<br />
p n^¡"i.,,o"-¡'¡""--^1l. Dr. G. Moragas.-L2. Dr. -N{-on- hcrs (San }-rancis'<br />
ái"á, r"*i.o"iur d. HJ#;##=i"3i:?'iiÍiil:"#:llr]l-.";,.1i'r;i:-..fi;'*.3lPj"t? |;,:: ''"" 1,"<br />
la nueva entidad. iiñ.;._i?*il;. i. Lamore de Grignon.-{2. Dr. Pons-Clotet.-18. Dr.A.Casellas' Vicepresidentes:<br />
Los diversos trabajos<br />
presen,ados, É:lüü b':;rl B;q*lX*;i:: f #;'*""'.jfilü11?'!:"Vlfn¡;!L?i: Ln'f:üllH41?1<br />
cuya intención y -:ü.<br />
Dr. R. Ruiz-Lara. ot. e. subirana. 27. Dr. I. Ponce de León.<br />
-<br />
- secretario: Doccontenido<br />
pnsieron<br />
28. Dr. J. de Mo.ug"*-1 n'. Dt.T. g;iuquer-Bordas. 30. Dr. Arrando.<br />
- - ror Luis Barraquer-<br />
-ó'-,t.<br />
Í;r,,Tff'T,;;""i,: ;;. ñ;. l'.'ri.r,*u;-F;;;."':lz. rorra-Par"ra.-33. Dr. J' rorruella'Font' Bordas, Barcelona'<br />
dad y pro{undidad<br />
- n - --,- . - -. ^-ñ,róñ+rdñ PntMsnl Jurvu Drnncrrve<br />
de la obra de L. Bannequnrr-RovrR'lte, se, encuentran<br />
reproducidos en el presenre número -o"tgrán"o de ME- Presidente: Dr. L. Bmraquer-Ferré, Barcelona;-Ticepre'<br />
DrcrNa Cr,íNrcr. Pruru'ru<br />
siJente l.o: nt.-g. Rodríguez-Arias, Barcelona; .VicePresi-<br />
Finalmente se celebr-ó la re'nión administrativa de re- l¡"té z.', Dr. A. Subiraná, Barcelona; secretario: Doctor<br />
)le'r'o Ia retl'ron au''.rDlróLrvd uE rv<br />
glamento.<br />
i.-óil*-o"urella, Barcelona; vicesecretario: Dr. J. calvolti"t"ndro,<br />
Soriá;' T".oot,o, Dr, Tolo1l Barc-elona; Vo-<br />
-E'<br />
Damos cuenta seguidarnente de, los cuerpos orgjrnizado- ;;i ltt br. J. J. López-Ibor, Madrid; vocal 2'o: Doctor<br />
res, presidenciales y directivos de la"s;;i"d"d-Ttwi;í" iltr. go"iu-Coyutt.r, Valencia; vocal 3i: Dr' R' Albercao<br />
ilu'Niurología.<br />
Murcia'