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catalogo_MACRS

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oficialmente, el Estado del Rio Grande do Sul reconoció la necesidad<br />

espacial, pero también la importancia de la colección del Museo. Este acto<br />

inaugura un capítulo en la historia de la gestión pública de la cultura. Es<br />

una gestión que no usa la palabra contemporáneo solo en el discurso.<br />

Lo convierte en su propio gesto y acción. Y esta actitud hace que el<br />

Museo amplíe, conserve, comunique, valore y perpetúe la memoria de la<br />

institución, los artistas y la sociedad.<br />

Un museo de arte contemporáneo debería, por naturaleza, ser<br />

un espacio potencialmente político y diverso. Contiene imágenes<br />

que presentan y representan nuevas ideas, paradigmas, cambios,<br />

revoluciones, que hablan de la necesidad de saber interpretar nuestro<br />

día a día y descubrir los medios de comunicación actuales. Para ser un<br />

museo del siglo XXI, necesitamos ser más que una galería, más que un<br />

lugar donde se guardan las obras de arte para que en algún momento<br />

puedan ser vistas por el público. Como sujetos críticos de nuestro<br />

tiempo, necesitamos crear nuevos espacios y tecnologías para enfrentar<br />

los grandes desafíos y dilemas que hoy nos llaman a reflexionar. Un<br />

museo de arte contemporáneo visto no como un objeto, sino como<br />

un proceso, como algo en permanente construcción e interacción. Un<br />

museo que no solo se construye con exposiciones, sino que también<br />

se hace con exposiciones. Un museo que se preocupa principalmente<br />

por la formación de públicos. Y para que esta acción sea efectiva, debe<br />

construirse con la comunidad. Un museo que se hace con proyectos y<br />

alianzas trasciende la utopía para convertirse en una realidad concreta.<br />

Un lugar que se puede ver y reseñar, donde los artistas y el público<br />

pueden descubrirse, reconociéndose iguales en las diferencias.<br />

En ese sentido, la publicación que tenemos en manos representa<br />

un nuevo amanecer, que despierta con la curiosidad de quienes quieren<br />

aprender algo todos los días, y se preguntan: ¿qué museo es este? ¿Qué<br />

es este lugar que propone un intercambio de opiniones y que nos trae un<br />

panorama del mundo del arte? Una colección de naturaleza académica y no<br />

académica, polifónica, multifacética, prismática, que revela la complejidad<br />

del Brasil contemporáneo. Por eso no podemos desconectarnos de<br />

nuestros museos. Si el arte es una forma de relacionarse con el mundo,<br />

con los demás y, sobre todo, con uno mismo, podemos percibirlo como un<br />

punto de partida para que desarrollemos una mirada más sensible y crítica,<br />

con autonomía y creatividad. Catalogar esta colección, especialmente en<br />

este momento de mantenimiento de los espacios artísticos durante la<br />

pandemia, en el que sentimos que es imposible vivir sin cultura y sin arte,<br />

significa asumir la responsabilidad colectiva de gestionar este patrimonio.<br />

Seguir ignorándolo podría ser devastador.<br />

Para ser el Museo de Arte Contemporáneo del Rio Grande do Sul<br />

necesitamos despertar en las personas el deseo de ver, conocer, vivir y<br />

ser el arte mismo. Nuestro proyecto necesita mantener, además de una<br />

mirada artística, una mirada social. Y más que sintonizarnos con la realidad,<br />

necesitamos vivirla y reinventarla. A cualquier lugar al que vayamos<br />

fácilmente podemos ver la creación, y cuando la vemos, necesitamos<br />

involucrarnos con ella. Por tanto, crear y garantizar la existencia de este<br />

museo, más que visibilidad para las artes visuales, es un acto político,<br />

en el que no solo percibimos lo que existe, sino que nos reconocemos<br />

y participamos de la creación. Es necesario tener un archivo propio para<br />

preservar su memoria, y el <strong>MACRS</strong> es la casa del arte contemporáneo, es<br />

nuestra casa, que nos espera y nos pregunta cuál es el lugar del arte y cuál<br />

es nuestro lugar. Por ello agradecemos, a lo largo de estas tres décadas, el<br />

apoyo de los artistas y amigos del Museo, de las empresas e instituciones<br />

colaboradoras en la construcción de este lugar de cuestionamiento.<br />

Todas las experiencias en esta dirección han sido un aprendizaje valioso y<br />

gratificante del esfuerzo colectivo para llevar a cabo la misión institucional.<br />

Este proyecto de catalogación nos brindó una convivencia profesional y<br />

emocional que retrata el cuidado y la creatividad que mantienen vivo este<br />

museo, sumado a la confianza de quienes trabajan y luchan en el campo<br />

del arte y la cultura.<br />

El Catálogo de obras es el resultado de un proyecto independiente,<br />

financiado con fondos de la Ley de Emergencia Cultural Aldir Blanc,<br />

que brindó con valentía y responsabilidad a todos los profesionales que<br />

participaron en él el mismo respeto y aprecio que la comunidad tiene por<br />

las diversas obras de los artistas que componen esta colección. Coordinado<br />

por la productora cultural Vera Pellin, la investigadora y profesora Maria<br />

Amelia Bulhões y su grupo de becarios, junto con el equipo calificado del<br />

Museo, asistido por expertos en los campos de la arquitectura, el diseño,<br />

la fotografía y la prensa, el catálogo destaca la totalidad de las obras del<br />

<strong>MACRS</strong>, haciendo accesible este patrimonio en la web, que a partir de<br />

ahora ocupa un lugar destacado en la vida de la institución.<br />

Esta publicación es un fuerte indicio de la consistencia del Museo, de<br />

rescatar la biografía de estos artistas, donantes, gestores, servidores,<br />

pasantes y colaboradores que retrataron esta historia, desde sus inicios<br />

hasta hoy, a las nuevas generaciones. El arte contemporáneo en el Rio<br />

Grande do Sul estará presente con toda la fuerza de su producción,<br />

materializada en las 1.813 obras de 921 artistas, la mayoría de ellas<br />

producidas en las últimas cuatro décadas, variando según lenguajes<br />

plástico-visuales y asumiendo múltiples formas. El Museo de Arte<br />

Contemporáneo del Rio Grande do Sul tiene el honor de presentar su<br />

Catálogo de obras, una publicación indispensable para todo aquel que<br />

quiera saber más sobre el arte contemporáneo. Una colección que por<br />

primera vez estará disponible en toda su amplitud. Sobre todo, son las<br />

imágenes aquí presentadas las que describen esta historia.<br />

CAMINOS RECORRIDOS<br />

Maria Amelia Bulhões<br />

¿Cómo desarrollar este proyecto que piensa el Museo de Arte<br />

Contemporáneo del Rio Grande do Sul y su acervo sin concentrarse en<br />

la comprensión de algunos aspectos del arte contemporáneo? Ese arte<br />

donde todos los medios se equivalen en una compleja convivencia,<br />

haciendo posible que objetos oriundos de diferentes campos sean<br />

integrados al circuito artístico por medio de inúmeras estrategias.<br />

Las categorías artísticas, que estuvieron durante mucho tiempo<br />

restringidas a la pintura, a la escultura y a la arquitectura, se expandieron<br />

en la época moderna con la incorporación del dibujo, el grabado y la<br />

fotografía. Sin embargo, este panorama se ha vuelto mucho más diverso,<br />

con la combinación de varias de ellas en objetos difíciles de clasificar.<br />

Cultivando aproximaciones con lo banal, sustituyendo la obra acabada<br />

por los documentos del proceso de trabajo y adoptando el hibridismo<br />

como propuesta estética, se establece un nuevo paradigma. Los artistas<br />

buscan formas más directas de relacionarse con el público, con el uso de<br />

objetos y temas cotidianos. Sin embargo, contradictoriamente, incluso<br />

centrado en la implicación del observador, el arte contemporáneo<br />

necesita de la presencia de dispositivos (o instrumentos) de mediación,<br />

como la acción de monitores, textos en las paredes o libros sobre el artista<br />

que son colocados en los espacios expositivos. Esto se debe a que la gran<br />

mayoría de las personas reconoce apenas los paradigmas tradicionales del<br />

arte, teniendo dificultades para comprender lo que está siendo propuesto<br />

en el contexto contemporáneo. Es evidente, por parte de algunos artistas,<br />

el deseo y el esfuerzo de salir del sistema por considerarlo restrictivo y<br />

asfixiante para su creatividad. Sin embargo, al romper con las tradiciones de<br />

la historia del arte y de la estética, al abandonar el abrigo de las categorías<br />

artísticas y rasgar los contornos de un espacio socialmente reconocido,<br />

ellos transitan entre la transgresión y la asimilación. Como dice Néstor<br />

García Canclini, “La historia contemporánea del arte es una combinación<br />

paradoxal de conductas dedicadas a afianzar la independencia de un<br />

campo propio y otras obstinadas en derribar los límites que lo separan”<br />

(CANCLINI, 2012, p. 23).<br />

Para el desarrollo de estos análisis sobre el arte contemporáneo en el<br />

Rio Grande do Sul utilizo el modelo conceptual que trata estas prácticas<br />

a partir de una red de relaciones, involucrando artistas, críticos, galeristas<br />

e instituciones en un complejo sistema del arte 1 . Como esta producción<br />

es cada vez más internacional en sus circuitos de ferias, bienales y<br />

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