catalogo_MACRS

ica colección documental para investigadores y demás interesados,
y la cuidadosa y completa revisión de su acervo, con fotografías y
digitalización de todas sus obras. Estas dos acciones colocan al MACRS
en el rol de las instituciones de investigación de arte contemporáneo del
País. Completando este proceso de difusión de informaciones, se realiza
la publicación del Catálogo completo de sus obras, impreso y on-line (en
una página web creada especialmente para eso) 8 , un material esencial
para artistas, público en general e investigadores en especial. Otro paso
importante en la superación de las dificultades originales del Museo es la
reciente obtención de una sede propia, en un edificio a él designado el
18/07/2019, por proceso administrativo del gobierno del estado, en la calle
Comendador Azevedo, 256, en el 4º Distrito, dentro del movimiento de
revitalización de esa área urbana. La comunidad artística local acompaña
entusiasmada estos grandes cambios.
Pluralidad e inclusión son problemas y oportunidades
La invitación para coordinar, junto con Vera Pellin, coordinadora general
y organizadora del proyecto, y André Venzon, actual director del Museo,
la elaboración del catálogo de obras del MACRS supuso dos grandes y
diferentes esfuerzos. Primero, participar en la revisión completa de la lista de
obras, con fotos y datos técnicos, en que coordiné un competente equipo
de investigación 9 . Todos actuando de forma articulada, dedicada y con
extremo rigor, para alcanzar, en tiempo récord, la verificación, digitalización
y toma fotográfica de un acervo con más de 1.800 obras. Quizás la tarea
pueda parecer simple, pero es compleja y minuciosa; solo quienes ya han
trabajado en este tipo de actividad conocen sus escollos y armadillas, que
exigen de sus responsables decisiones precisas y atención permanente.
Los frutos de dicho trabajo están disponibles en este Catálogo y en la
página web creada para su difusión, permitiéndole al público en general
conocer este significativo acervo y para que los investigadores interesados
utilicen una base de datos completa, precisa y confiable. Esta es una de
las más importantes funciones de un museo público, responsable por la
preservación y divulgación de las obras que alberga.
Segundo, realizar un análisis del acervo, buscando definir su perfil
y tendencias dominantes, y elaborar la curaduría de la exposición
que acompaña el lanzamiento de este catálogo. Me enfoqué en una
producción dominada por la pluralidad de posibilidades y de artistas,
en la cual no es posible establecer movimientos o categorías. Trabajé en
el tenue límite de los dos sentidos con que fue construida la colección
MACRS: el sentido común de que contemporáneo es todo el arte de este
tiempo; lo que se produce aquí y ahora, esa mezcla de estilos, valores y
modelos que conviven en el mundo globalizado, y la comprensión de un
concepto más específico de arte contemporáneo que varios autores se
dedican a estudiar y definir.
Este acervo está totalmente interconectado a las exposiciones
que estructuran la trayectoria del Museo, ya que la principal estrategia
adoptada, desde su fundación, fue la realización de muestras para
estimular la donación de obras por parte de los artistas. Este es un
proceso democrático e inclusivo, que en ocasiones resulta problemático
por la diversidad e incluso por las contradicciones que se establecen en
la colección que va siendo construida. Además de este recurso, también
fueron realizados proyectos para conseguir apoyo financiero
para la compra de obras, como fue el caso de la obtención de dos
Premios Marcantonio Vilaça de la Funarte 10 . Un tercer modo de
enriquecimiento de la colección fue la donación de particulares, como
André Venzon, Delson Luiz Martini, Gilberto Habib, Renato Rosa y Roberto
Schmitt-Prym, o de empresas, como Itaú Unibanco S/A y Wolens
Empreendimentos. Por consiguiente, el acervo es bastante heterogéneo,
considerando las posibilidades, intereses y circunstancias de cada momento.
Como resultado de esas exposiciones, el acervo destaca los puntos
de vista personales y profesionales de sus curadores. A Gaudêncio Fidelis,
primer director del MACRS, se debe el núcleo original de la colección, que
evidencia una apertura para nombres destacados del arte contemporáneo
nacional, incluidos en el Ciclo de Arte Brasileira Contemporânea. Un conjunto
de diez muestras individuales realizadas por el Instituto Estadual de Artes
Visuales, IEAVi, de las que participaron Carlos Fajardo y Nuno Ramos, en
1992; Ângelo Venosa, Vera Chaves, Dudi Maia Rosa, Carlos Vergara y Jac
Leirner, en 1993; Marco Gianotti, Karin Lambrecht y Iole de Freitas, en
1994. En este proyecto se realizaron exposiciones de gran envergadura
que aproximaron al estado de lo que se consagraba en el centro del País.
Todavía bajo la curaduría de Gaudêncio Fidelis fue realizada la muestra
O olhar contemporáneo: descentramento e posição, que reunió 57 artistas
jóvenes dedicados al arte contemporáneo, como Elaine Tedesco, Frantz,
Gelson Radaelli, Lenir de Miranda, Lia Menna Barreto, Maria Lucia Cattani,
Milton Kurtz, Patrício Farias, Romanita Disconzi y Vera Chaves. Esas dos
muestras marcan el origen de la colección a partir de objetivos muy
ambiciosos, con estímulo para que, además de estos, otros artistas
también donasen sus obras para la institución que se inauguraba.
En esta línea de acción, en que las exposiciones individuales y
colectivas constituyeron la principal estrategia en la formación del acervo,
las curadurías definieron su constitución. Para esto, el museo contó con
la participación de varios críticos, artistas e investigadores en los que,
en una breve lista, destacan: Ana Albani de Carvalho, Ana Zavadil, Andre
Venzon, Bianca Knaak, Blanca Brites, Bruna Fetter, Benhur Bortolotto, Cris
Rocha, Eder Chiodetto, Eduardo Veras, Flavio Gonçalves, Graziela Salvatori,
Henrique Menezes, José Francisco Alves, Katia Canton, Kika Levy,
Laura Castilho, Marilice Corona, Milton Couto, Neiva Bohns, Nilza
Haertel, Paula Ramos, Paulo Gomes, Sandra Rey, Walter Karwatzki, Vera
Chaves, Marcelo Gobato y Bernardo José de Souza, estos dos últimos
son los principales responsables por la colección de videoarte.
En la constitución y catalogación de este acervo podemos observar un
primer momento que quedó documentado por Ana Albani de Carvalho
en la investigación realizada para la exposición A medida do gesto. En aquel
momento, ella identificó
230 obras registradas, con las siguientes características: a)
más de 80% habían sido realizadas – y eran así fechadas por
los artistas, sus autores – entre finales de la década de 1980
y los primeros años de la década de 1990; b) la casi totalidad
pertenecía a artistas del Rio Grande do Sul, actuantes en el
período citado, finales de la década de 1980 y década de 1990; c)
expresiva cantidad de pinturas bidimensionales, gráficas (dibujo
y grabado) seguidas de obras tridimensionales, en su mayoría
objetos. El protagonismo de la fotografía y de la instalación
– marcantes en la producción artística de los años 1990,
especialmente a partir de la segunda mitad de la década, no se
hace visible en el acervo del MACRS. (CARVALHO, 2012, p. 17)
A partir de 2011, fecha de la investigación anterior, se revela un
período intenso de ampliación y diversificación de la colección, que cuenta
hoy con 1.813 obras de 921 artistas. Al finalizar la catalogación, observando
la totalidad del acervo, se pueden destacar algunos datos y tendencias.
A pesar del predominio masculino (476), hay una importante presencia
femenina (423) y la casi total ausencia de negros (11), indígenas (2) y
transgéneros (3). En relación a las obras, hay una preponderancia de algunas
categorías artísticas, así clasificadas: medios gráficos como fotografía (469)
y grabado (422) son los más destacados numéricamente en la colección,
seguidas por la pintura (236), el dibujo (167) y la escultura (126). Todavía,
en la clasificación tridimensional, además de la escultura, tenemos objetos
(46) e instalaciones (38). Dentro de las categorías más recientes, el vídeo
está bastante representado (82), seguido por el libro de artista (30), los
documentos de performance (13) y el arte digital (14). A pesar de que la
mayoría de las obras está dentro de categorías más tradicionales, se puede
afirmar que las diferentes tendencias artísticas de la contemporaneidad se
encuentran presentes en este acervo. La proporción de los trabajos por su
fecha de realización es la siguiente: años 1970/80, (213) años 1990 (258),
y años 2000 (1.125), donde las dos primeras décadas juntas contabilizan
menos que la década siguiente, y, a partir del año 2000, en dos décadas,
la explosión numérica es impresionante. Esta proporción muestra como el
acervo alberga, predominantemente, la producción más reciente y como
se amplió y diversificó en los últimos años. En cuanto a los artistas, se
observa que son principalmente del Rio Grande do Sul (463), pero otros
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