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en 1408 los tribunales de los cadíes [Sabios de Al
Corán, humanistas y jueces], que luego restableció
Isabel de Castilla” 10 .
¿A qué nos referimos con experiencia espiritual
vivida? Aquello, que hace falta a la voluntad
del espíritu cristiano, un permanecer abierto
sin devenir finiquitado (religiosidad via populi);
ese errante camino hacia el juicio final, arribado
después de la muerte 11 , la resurrección: “trampa
verbal; después del fin no hay nada pues si algo
hubiese el fin no sería fin” 12 . La idea de la resurrección
es una angustia sobre toda grávida para
las gentes del seiscientos, pero no menos para los
escolásticos o los humanistas, una respuesta obvia
a los cataclismos naturales, epidemias, pestes, alteraciones
geográficas, la obra divina, que castiga
a los pecadores, angustia que permanece abierta
a “nuevos” calores espirituales, dirigidos hacia un:
espíritu de integración universal y pertenencia a un
cuerpo. El cuerpo que congrega fue en su momen-
10
Ibidem.
11
Hacia el siglo XVII la doctrina católica, sistematizada a
la luz del pensamiento tomista y aprobada en el Concilio
de Trento en la segunda mitad del siglo XVI, había logrado
imponerse como ideología dominante en el imperio español
y sus colonias puesto que sus postulados llevaban implícita
la justificación del ejercicio del poder…mantener una ortodoxia
cerrada, lejos de los embates del protestantismo, que
garantizara la unidad religiosa y política del imperio. Este
hecho permitió a la Iglesia apoderarse del manejo de la vida
y de la muerte de los moradores del virreinato e incluso
controlar la circulación del conocimiento. Lugo Olín, María
Concepción. “Enfermedad y muerte en la Nueva España”
en Historia de la vida cotidiana en México II “La ciudad
barroca”. Antonio Rubial García (coord.). México: FCE/
COLMEX, 2005, p. 555.
12
Paz, O. El mono gramático. México: Galaxia Gutenberg,
2014.
to, una de las variopintas empresas ecuménicas,
de la misma forma para todo concilio provincial o
diocesano: el sustantivo ‘cuerpo’ por lo general se
refirió a Cristo, que como ‘ente siempre presente’,
también llamado, el ‘amado ausente’ en el medievo,
regulaba el guión social, pero imagínese que,
aunque referido a Cristo, no hubo desconcierto
analógico de in-stantia ipsa a una political body.
Cuerpo es lo colectivo, ese ‘cuerpo’ pasó
a denominar la unidad indivisible y plural (socialmente
heterogénea) que es la reunión más o menos
aceptada de gentes bautizadas en un territorio
históricamente conquistado, por tanto, delimitado
culturalmente. La iglesia católica se expande, se da
a conocer porque opera no sólo en un nivel hierofónico,
lo hace más que nada a nivel mundano, esa
es la ‘otra’ conquista; George Duby señaló que el
nivel terrenal estuvo definido por el valor capital
de la riqueza cristiana ‘la tierra’, el terruño abierto
por los brazos de siervos que conformaban la base
de las tres órdenes del imaginario los ‘labratores’,
a mayor brazos mayor la rotura de tierras, campos
conquistados, campos abiertos, surcados, barbechados,
sembrados cual puertas del cielo porque
de la tierra se podría obtener el maná del creyente.
Los procesos de colonización lingüística y
conquista espiritual -siempre bajo el arquetipo del
‘crucificado’- entraban sin atadura alguna por los
campos abiertos, eso sí, jurídicamente justificados.
Asimismo, caritas era la consagración de la
naturaleza por Cristo: pan y vid la verdadera vida.
Difícilmente desaparece esta tradición en la Iberia
moderna porque la tradición era la ley, no sólo
la consuetudinaria, en tanto que, junto a ésta, se
instauraba la escrita, asimismo la escritura, como
privilegio de unos cuantos, se constituye en autoridad,
hay una sagrada escritura, un canon, que
estaba para recordar los procesos traumáticos de
la pasión y resurrección cristianas, para mostrar
que la providencia no era ajena de los problemas
del orbis pedium, junto a la escritura también el
fanerón 13 expresado en la relación cuerpo-cristo, se
13
Φανερός. Charles Sanders Peirce la definió como “todo
lo que puede emerger ante una mente, es lo más inmediatamente
obvio, un objeto dado independientemente…
puede comprender objetos contradictorios o puede ser algo
incomprensible o un sinsentido. La mente piensa el fanerón
y busca comprenderlo convirtiéndolo en objeto del pensamiento
sobre la base de la experiencia…se compone de tres
categorías: primeridad, segundidad ‘secundidad’ y terceridad”
Geist, Ingrid. “El ritual en la perspectiva de Peirce”
en Cuadernos de trabajo del CCL IC UAP. No. 30. Puebla:
BUAP, 2000, p. 9. Es un adjetivo: Φανερός –α –όν significa
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