ESCENARIOS10 • VARIEDADES • Lunes 26 de enero de 2009Escribe: María del Pilar TelloENTRE LA ESPERANZA Y EL TEMORObama o la confianzaen una nueva eraAbraham Lincoln fue la imagen de referencia este 20 de enero, día histórico en queBarack Hussein Obama tomó posesión en Washington como el 44º presidente deEstados Unidos. Barack Obama, primer presidente negro, juró sobre la Biblia deLincoln, abolicionista de la esclavitud, de inmensa estatura política y social pero figuratrágica por la guerra civil que debió enfrentar. Ambos llegaron desde Illinois hastaWashington, y desde ahí a la gran política mundial. Uno permitió el camino del otro.La fiesta popular, el paroxismo hasta las lágrimas,grafican las inmensas expectativas sobreeste nuevo líder que el mundo va descubriendo.Juvenil, dinámico, poético y pragmático, se espera deObama nada menos que un cambio de era, no el findel capitalismo, pero sí un nuevo modelo económico ysocial que implique la prevalencia de los valores y ladefensa del ciudadano, del estado de derecho, de losderechos humanos y de una mayor sensibilidad socialpor los desposeídos. El economista Paul Samuelsonlo llama la vía centrista del poder y aconseja al nuevomandatario permanecer en ese espacio.Una muy grave crisis, de dimensiones aún desconocidas,se instala en Estados Unidos y en el mundo.No sólo económica y financiera, de confianza y devalores, es la antítesis del famoso "sueño americano".Barack Obama apunta a dar vida a nuevos sueños.Ciertamente no hará milagros, aunque haya comenzadocon uno, el de la reunificación social, rompiendobarreras raciales y sociales en un país que hasta hacepoco se caracterizaba por su racismo. La unidad se hadado entre todos los que adhieren a su idealismo, supragmatismo, su determinación, sus ideas y su personalidadserenamente excepcional.UNA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICAY PACÍFICALa victoria de Barack Obama es en sí mismauna revolución democrática y pacífica en Estados
OBAMALunes 26 de enero de 2009 • VARIEDADES • 11Unidos y un cambio en la mentalidad colectiva delos norteamericanos y del mundo. Su discurso inaugural,una pieza oratoria poética de inmensa calidad,se ha situado en lo deseable, en el ideal quehizo llorar de emoción a los miles de ciudadanosque desafiaron el frío con el entusiasmo y el calorde la pasión. Queda claro que no podrá resolverlos inmensos problemas que recibe de un GeorgeW. Bush que la historia no querrá recordar, pero laesperanza está en las convicciones y los valorespara renovar y mantener la confianza como basede la convivencia en el mundo global que, parabien o para mal, lidera Estados Unidos.El acento mediático ha sido puesto en su calidadde afroamericano, de la negritud de su tez, queno es tanta. Aspecto simbólico que no será lo másimportante de su gestión. Lo que podía hacer pararescatar la unidad y descartar los racismos, ya lohizo al llegar a la presidencia rompiendo barreras ytabúes. Cuando Obama aludió a lo improbable desu victoria, se refería, desde luego, a la esclavitud,a la segregación racial, a la supresión de derechosque dominó la mayor parte de la historia norteamericanaen el siglo XX. Pero Obama no lleva sangrede esclavos en sus venas, ya demostró que sernegro no es ser inferior y lo ha hecho con su resistenciaa través del estudio y la superación personalsin sombra de complejos, con la altivez de la aristocraciadel espíritu cultivado."La vuestra será la voz que escucharé cadadía cuando entre en el Despacho Oval", prometióel presidente electo a la multitud en la noche anterior,cuando el arte homenajeó su hazaña. En elmismo lugar en que Martin Luther King pronuncióen 1963 uno de los discursos más importantesen la lucha por los derechos civiles de los negros"Tengo el sueño de que, un día, esta nación se levantaráy vivirá de acuerdo con el verdadero significadode su credo, (...) que todos los hombres hansido creados iguales". El sueño persiste, comienzasu realización.En ese mundo que en gran parte está vibrandocon una esperanza no hay poder comparableal de EE UU por tanto su influencia es necesariapara construirlo mejor organizado. Para muchos,incluido Obama, es evidente que, tras esta crisisatribuida a una excesiva desregulación, ha llegadola hora del Estado. Para otros que apuestanpor el mercado éste volverá a encontrar su propioequilibrio.Lo cierto es que la edad de oro de la desregulacióny la ausencia de supervisión acabaron.La idea de que el mercado soluciona todos y cadaOBAMA SABE QUELOS PROBLEMAS SONGRAVES Y TARDARÁN ENSOLUCIONARSE. SABE QUEÉL LLEGA CONVERTIDOEN UN SÍMBOLO Y UNMENSAJE EN SÍ MISMO, QUEHOY ES EL ROSTRO TANBUSCADO DE LA UNIDAD YLA RECONCILIACIÓN, DE LOIMPOSIBLE HECHO REALIDAD,QUE ENCARNA EL MENSAJEDE LA ESPERANZA NOEXENTA DE TEMORES.uno de los problemas de la economía está en retroceso.Lo clave de esta nueva época reconoce alEstado un nuevo papel, promotor, regulador, redistribuidor."Tampoco nos planteamos si el mercadoes una fuerza positiva o negativa. Su capacidadde generar riqueza y extender la libertad no tieneigual, pero esta crisis nos ha recordado que, sin unojo atento, el mercado puede descontrolarse, y queun país no puede prosperar durante mucho tiempocuando sólo favorece a los que ya son prósperos",ha dicho el Presidente.LA ORACIÓN DE OBAMA"Nosotros, el Pueblo, hemos permanecidofieles a los ideales de nuestros antepasados y anuestros documentos fundacionales. Así ha sido. Yasí debe ser con esta generación de estadounidenses...hemos escogido la esperanza por encima delmiedo, el propósito común por encima del conflictoy la discordia. Hoy venimos a proclamar el finde las disputas mezquinas y las falsas promesas,las recriminaciones y los dogmas gastados quedurante tanto tiempo han sofocado nuestra política...Estados Unidos es más grande que la sumade nuestras ambiciones individuales; más grandeque todas las diferencias de origen, de riqueza, departido.Obama sabe que los problemas son graves ytardarán en solucionarse. Sabe que él llega convertidoen un símbolo y un mensaje en sí mismo,que hoy es el rostro tan buscado de la unidad y lareconciliación, de lo imposible hecho realidad, queencarna el mensaje de la esperanza no exenta detemores. Que prevalezca la primera afirmando laconcreción posible.