21.08.2015 Views

El-otro-cristo-espaniol-juan-a-mackay

El-otro-cristo-espaniol-juan-a-mackay

El-otro-cristo-espaniol-juan-a-mackay

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

JUAN A. MAC KAYmmCASA UNIDA DE PUbLKACtONeS


EL OTRO CRISTO ESPAÑOLEs un profundo y desapasio*nado estudio de la tradición re>ligiosa española e iberoamericana.Con claro entendimiento del almade estos pueblos y de lashuellas que los acontecimientosde la historia le han dejado através de los siglos; el autoranaliza con destreza y aciertolas grandes necesidades humanasfrente a la revelación de lo divino;y hace declaraciones proféticasque brotan no de un fríointelectualismo filosófico sino deun corazón y una mente que haestado en contacto con lo eterno.£1 tema es por demás suges»tivo y el autor lo desarrolla conla habilidad de la experiencia deun alma que ha encontrado elverdadero Cristo, un Cristo Vivoseñor de la muerte y de la vida,un Cristo universal, verdadero, yúnico.<strong>El</strong> autor de este libro nacióen Invermess, Escocia. Su cunade origen lo identifica con losceltas, con los celtíberos, con losiberos hasta hacer que se sienta,como él mismo lo afirma, muycerca de los pueblos de habla


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL


COLECCION RENOVACIONIVEL OTRO CRISTOESPAÑOLUn Estudio de laHistoria Espiritualde España e HispanoaméricaJUAN A.porMACKAYEx catedrático de Filosofía de la Universidadde San 'Marcos de LimaCasa Unida de Publicaciones,Apartado Postal 97 BisMéxico, D. F.Editorial "La Aurora"Calle Corrientes, 728Buenos Aires


Título del original inglés:thí: other spanish christ(The Macmillan Company)Primera edición inglesa, 1933Primera edición en castellano, 1952Versión deGonzalo Báez-CamargoEs propiedad.(Copyright, 1952)IMPRESO EN MEXICOPRINTED IN MEXICOImpreso en los talleres linotipográficos de la Editorial Jakez,Filipinas 801, Col. Portales, México, D. F.


A LA COMPAÑERA DE MI VIDA


A MANERA DE PROLOGOSorprendió en una ocasión a su auditorio el autor deeste libro, declarando que en sus venas no corre una solagota de sangre anglosajona. Y luego explicó que su origenescocés lo identifica, en realidad, con los celtas, los celtíberosy los iberos, por lo cual, si de raza se trata, creeencontrarse más próximo a nos<strong>otro</strong>s los iberoamericanos,que a los sajones v los anglos del Reino Unido.Fuere como fuere, no ha sido para el autor cuestión deraza el haberse interesado desde muy joven en la vida yproblemas de España, Portugal y los pueblos americanosque de aquéllos descienden. No es exagerado decir quequizá con la sola excepción de Waldo Frank, no hav <strong>otro</strong>pensador de habla inglesa que haya estudiado v comprendidomás a fondo los problemas espirituales del mundode habla española yY portuguesa.aun esto de llamarle pensador "de habla inglesa"sólo puede referirse a su habla de origen. Pues Juan A.Mackay ha llegado a poseer el castellano con tal maestría,que difícilmente podría decidirse cuál de los dos idiomasmaneja con más naturalidad, propiedad v elegancia. Susconferencias, tanto en castellano como en inglés, ademásde la profundidad v claridad de sus pensamientos, sontoda una cátedra del buen decir.Sus estudios en Madrid y Lima, v su larga permanenciaen países iberoamericanos, especialmente en Perú yMéxico, le han permitido una auscultación sagaz y a lavez llena de humana simpatía, de la vida y cultura denuestros pueblos, que ha procurado interpretar a sus públicosde Gran Bretaña y los Estados Unidos. <strong>El</strong> presentelibro es considerado como un clásico en lengua inglesasobre la historia y panorama espirituales de España y laAmérica Española.<strong>El</strong> tema no podía ser más fascinador. Con la más altaapreciación de sus valores genuinamente cristianos, Mac-


8 JUAN A. MACKAY'verdaderokay sondea la riquísima tradición religiosa española eiberoamericana, y va discerniendo las huellas luminosas—más aún, el cálido palpitar de vida y presencia— de unCristo que las convenciones, los ritos y los juegosde la politica, han mantenido soterrado: el Cristo de losEvangelios, en el que creyeron y al que amaron entrañablementelos grandes místicos del Siglo de Oro y losgrandes santos laicos de nuestros días '— como Unamunoy don Francisco Giner— ; el "Otro Cristo Español".En el pensamiento de Mackay, la gran renovaciónreligiosa que España e Iberoamérica esperan y urgentementenecesitan, consistiría, esencialmente, en rescatar desu sepulcro de tierra a este "Otro Cristo" que es el Cristoy al que en sus mejores y más iluminadosmomentos de intuición espiritual, el alma hispánica seabrazó, abrasándose en <strong>El</strong> su más íntima entraña. Eco,este de la voz de Mackay, de la de su gran maestro Unamuno,que en su prefacio a la "Vida de Don Quijote ySancho", convocaba a una cruzada espiritual para ir arescatar a Cristo de su moderno sepulcro.Interesante es, en la proyección del pensamiento delautor, el papel esencial que el protestantismo desempeñaríaen esta gran renovación ibérica e iberoamericana:seria, en última instancia, no el trasplante de una formaexótica de religiosidad, sino contacto suscitador, golpede azada para despejar de escombros v extrañas vegetacionesel camino que conduce a los pies del Cristo de losEvangelios, que siendo Cristo universal es también, y porello mismo, Cristo español. Así se plantarían las semillasy se abonaría el terreno para una propia, íntima y vastareformación rehgiosa, acorde con la índole del alma hispánica,cuyo hecho fundamental sería el redescubrimiento del"<strong>otro</strong> Cristo español", el Cristo que habiendo sido carnede nuestra carne, es Vida, Espíritu v Verdad.Lo cierto es que esa reformación —que ha de ser unrenovar de vida— ya tarda mucho. Cuando el autor escribióeste libro,España acababa de levantarse de su parálisisde siglos y echaba a andar por nuevas rutas espirituales.Entonces parecía inminente la gran renovación. Yen América, los pueblos parecían prontos a sacudirse elestupor secular que las inquietudes de nuestra vida independienteno acababan de desterrar. Ai aparecer la


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 9presente edición castellana, la reacción que se asentó enEspaña, y que un complejo de circunstancias históricasrecientes ha contribuido a suscitar en América también,parece alejar cada día más el horizonte en que "Diosamanecerá" ^que decíase en el Quijote— para Iberoaméricay las naciones que le dieron vida.A la luz—^o mejor dicho, a la sombra-— de esta situación,el entusiasmo y esperanzas del autor podrían parecerdemasiado optimistas. Pero hay, sin einbarqoi, en sumensaje, un optimismo esencial que permanece en mediode todos los cambios, por adversos que parezcan. Es eloptimismo que se funda en la fe. La fe en el Cristo universaly español, que no ha muerto nunca sin resurrección.<strong>El</strong> Cristo que, no importa cuán pesada sea la losa quecubre su tumba, la tumba que han querido sellar sobre éllos escribas, fariseos y pretorianos de todos los tiempos,no puede morir para siempre v acaba por levantarse deentre los muertos, a la gloria de Dios v para vida de loshombres.Algún día —¿próximo? ¿remota?— Cristo resucitarátambién para los pueblos de tronco ibérico e indio. Yentonces nada ni nadie podrá volverlo a su sepulcro desiglos. Correrá por las vértebras de nuestra América elsagrado estremecimiento de los primeros tiempos del cristianismo,cuando el mensaje transformador era: "¡Cristovive! ¡Cristo ha resucitado!" <strong>El</strong> <strong>cristo</strong> de tierra, el <strong>cristo</strong>muerto, el <strong>cristo</strong> fetiche, dejará todo el sitio al CristoVivo, al Señor de la muerte y de la vida, al Cristo español,americano y universal, al verdadero y único Cristo.Hacia el punto del horizonte por donde habrá de esplenderesa nueva mañana de la Resurrección, señalan,como índices proféticos, las páginas de este libro.G. Báez-Camargo


PREFACIOA LA PRIMERA EDICION EN INGLESAunque el tema principal de este libro es Hispanoamérica,quien quiera entender la historia y problemas espiritualesde los países hispanoamericanos debe primeramentevolver sus pensamientos a la tierra ibérica en que nacieronsus conquistadores. <strong>El</strong> apreciar debidamente la peregrinaciónespiritual de este continente, depende de quese conozcan las fuerzas psíquicas que, emanando de Españay Portugal, han forjado la vida v la historia todasde los países que lo componen desde los tiempos de laConquista hasta hoy.La caída de la Monarquía Española, v la subsecuentetransformación de un país al cual corresponde el honor dehaber dado a la historia el primer gran Estado moderno,han despertado un nuevo interés en España y lo español.La Revolución de abril de 1931, aun cuando fortalecía losvínculos espirituales que unen a la madre patria peninsularcon sus antiguas colonias de América, otorgó a Españaun título genuino a formar parte del nuevo mundohispánico, del cual puede decirse, sin exageración ni malevolencia,que es "un rosario de cráteres en actividad."Parte de esta actividad volcánica brota de condicionessociológicas heredadas que la hacen inevitable; otra parte,sin embargo, y que va en aumento, es expresión de eseconfhcto de ideas que tan trágicamente divide la opiniónmoderna con respecto a la forma que debe asumir unverdadero orden social. En el mundo del mañana, quese encuentra más allá de la polvareda y estrépito de laactual crisis de la sociedad, los países que forman el grupohispánico de naciones ocuparán, por razones m.últiples,un lugar único en la arena internacional. Su situación delmomento recuerda la antigua visión del Profeta de Anathoth,cuando vió en el desierto de judea florecer un al-


12 JUAN A. MACKAYhaber estado relacionado casi exclusivamente con las repúblicasde habla española del continente.Lo que aquí ofrecemos al lector es un primer intentode tratar en conjunto del problema religioso de esas naciones:Las voces interpretativas a que el autor prestaatención en estas páqinas sen casi por completo pertenecientesa figuras representativas de sus respectivos países,y no pocas de ellas gozan de reputación internacional enel mundo de habla española. Una de ellas, Miguel deUnamuno, figura entre las escasas voces proféticas denuestros días, y el número de sus lectores angloparlantesaumenta cada día merced a las traducciones de sus hbrosal inglés; pero la mayoría de los <strong>otro</strong>s autores que citamosaquí son todavía poco conocidos para el mundo anglosajón.<strong>El</strong> concepto que el título de este libro encierra, hacesurgir desde luego la cuestión de si no hay también <strong>otro</strong>Cristo británicoamericano que espera ser redescubierto.Pues si España recibió en el siglo xvi una visión religiosaque no quiso o no se le permitió seguir, la reliqión británicoamericanaha mostrado, en tiempos recientes, la tendenciaa perder la visión espiritual que el siglo xvi legóal cristianismo evangélico. Un cierto número de figurasrománticas que llevan cada una el nombre de Cristo y enque se encarnan los ideales particulares de sus variosgrupos de admiradores, han suplantado al Cristo verdadero.En realidad tanto el mundo anglosajón como elmundo hispánico están abrumados por una necesidadcomún: "conocer" a Cristo, "conocerlo" para la vida y elpensamiento, "conocerlo" en Dios y a Dios en <strong>El</strong>. Pablode Tarso, el má^ grande "Cristóforo" y "Cristólogo" dela historia, es decir, el supremo portador e intérprete deCristo en la era cristiana, ocupa el terreno común quehispánicos y anglosajones tenemos que pisar juntos. Allegar a ese punto nos ayudarán, tanto a unos como a<strong>otro</strong>s, una gran sucesión de guías que va desde Unamuno,Barth, Kierkegaard y Tuan Wesley, pasando por FrayLuis de León, Martín Lutero y San Agustín, el obispode Hipona. La salvación de unos y <strong>otro</strong>s depende de que


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 13reconozcamos el hecho de que el cristianismo es por completoalgo diferente de lo que comúnmente usurpa esenombre.Juan A. MackayMéxico, D. F., 14 de abril de 1932, primeraniversario de la República EspañolaNOTA DEL TRADUCTOR: En unos cuantos casos, en que le fuéimposible al traductor localizar y citar directamente la fuente originalde los pasajes de escritores españoles e iberoamericanos incluidos eneste libro, fué menester traducirlos de la cita en inglés. Esta retraducción,que hace que la cita ya no resulte textual, no va entrecomillada.


CONTENIDOA manera de prólogo 7Prefacio 10Iberia y la epopeya católica en Sudamérica 1/<strong>El</strong> alma ibérica 19La epopeya religiosa de la conquista ibérica 38Teocracia colonial 55Desaparece el rey y llega el Papa 71La reacción neocatólica 87Una filosofía del cristianismo español 99Sudamericanización de un Cristo español 101<strong>El</strong> <strong>otro</strong> Cristo español en el siglo de oro de España 130<strong>El</strong> <strong>otro</strong> Cristo español en la España moderna 142Nuevas corrientes espirituales en Sudamérica 161En busca de un nuevo camino 163Algunos pensadores religiosos contemporáneos .... 200<strong>El</strong> advenimiento del protestantismo 230Una crítica del protestantismo en Sudamérica .... 255Apéndice 272


PRIMERA PARTEIBERIA Y LA EPOPEYA CATOLICA ENSUDAMERICA


Capitulo IEL ALMA IBERICA"<strong>El</strong> Africa empieza en los Pirineos". Esta frase deun famoso escritor francés jamás ha sido rebatida seriamentepor la vecina suriana de Francia. Y hay distinguidosespañoles contemporáneos que aun se sientenufanos de lo que esa frase implica. Al sur de la barrerade montañas que separa laPenínsula Ibérica del resto deEuropa los panoramas característicos son africanos. Tambiénlos habitantes de esta región, especialmente de lamayor y más importante parte de' ella que se llama España,pertenecen étnica v espiritualmente al continente africanomás bien que al europeo, casi de la misma manera queRusia pertenece a Asia. Seqún muchos antropólogos, elespañol es "el primogénito del antiguo africanO' del norte,que ahora es considerado generalmente como progenitordel elemento principal y más numeroso de la población deEuropa".^ En tejido de su alma, que es la expresión másperfecta que se ha dado en la historia de lo humanamenteprimitivo V sin complicaciones, los hilos fundamentalesno son célticos o fenicios, romanos o godos, sino iberos, ypor lo tanto africanos. Don Miguel de Unamuno, el másespañol de los españoles, se gloriaba del parentesco de susantepasados vascos con los berberiscos o cábilas del MonteAtlas.La invasión morisca, a la que siguieron ocho siglos delucha defensiva, en el curso de la cual se trasmitió aldefensor cristiano el alma islámica del invasor, hizo aEspaña todavía más africana, v así fué dos veces verdadque España fué el don del cinturón marítimo de Noráfricaa Europa. Esa fué la misma faja costera que en los prime-pág. 29.^The Spirit of Spain (<strong>El</strong> espíritu de España), G. Havelock EUis,


20 JUAN A. MACKAYros siglos de la era cristiana dio a Europa las grandesfiguras de San Agustín y Tertuliano. Guardémonos dedespreciar a Africa como madre de razas. "<strong>El</strong> ContinenteNegro —dice el conde de Keyserling— posee más potenciacreadora que cualquier <strong>otro</strong> del mundo. Todo lo que tienesu origen en Africa, sigue siendo siempre africano enmente y espiritu".- Al español se le ha llamado el eternoafricano, v por su mediación se imprimió para siempre enlas pampas y sierras de la América Hispana el sello indelebledel Africa.¿Cuáles fueron las grandes características de ese granpueblo que convirtió la América del Sur en una proyecciónde Iberia?a) Intensa IndividualidadLa principal característica de la raza ibérica, ha sido laindividuahdad única, llana y primitiva. <strong>El</strong> verdadero iberoes la quintaesencia del hombre natural, del hombre enamoradoprimerO' y ante todo de la vida. Es un humanista,pero el suyo es un humanismo suigeneris. "Soy de carnesov de carne, no pintado", escuchó una vez Unamunodecir a un muchacho musitando, mientras pintaba figurashumanas en un mantel.^ Y estas palabras expresan unsentimiento favorito del gran pensador español que se considerabaa sí mismo como la encarnación genuina de suraza. Palabras que son símbolo de la verdad de queEspaña es primaria v tenazmente de carne y de tierra. Sumás profunda aspiración es ser carne y vivir una existenciaplena, concreta y carnal más bien que la vida sublimadadel espíritu.Tan vigorosa es la individualidad de un español genuino,que éste se considera como igual, por nacimiento, atodos y cada uno de los demás hombres. La antigua formade gobierno en España era una especie de "cesarismodemocrático". Del pasado remoto han llegado hasta nos<strong>otro</strong>scierto número de frases clásicas que expresan deadmirable manera ese orgullo arrogante y ese sentidoinnato de igualdad que tan genuinamente caracterizan a"Diario de un Filósofo, Vol. I, pág. 23 de la ed. inglesa.^<strong>El</strong> niño se creía sin testigos.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 21la raza ibérica. "Cada uno de nos<strong>otro</strong>s vale tanto comoVos, y todos juntos valemos más que Vos", dijeron a sumonarca un grupo de antiguos nobles españoles. "T-^-:caballeros somos como el rey, sólo que con menos dineroque él", es una expresión, igualmente luminosa, de esesentido español primitivo de igualdad. Dicho tradicionalde Cataluña, región que con tanta insistencia ha demandadosu autonomía de España, es éste: "Todo catalán tienedentro de él un rev." En el fondo de su alma, todo verdaderohijo de Iberia se siente rey, un hombre aparte, unser divinamente escoqido para una misión. Por ello es queel más humilde campesino de la Península trata a sussuperiores sociales con la mayor y menos ceremoniosanaturalidad. No hay en su actitud nada de servil ni derastrero.*Por eso es que no nos causa sorpresa hallar que, históricamente,España ha sido madre, no de ideas, que pertenecenal espíritu, sino de hombres, de hombres orgullososy sanguíneos. Muchas de las obras maestras de Velázquez,el más qrande de los pintores españoles, son retratos dehombres, cada uno de los cuales ocupa por sí solo unlienzo enorme. Las artes de la escultura y la arquitecturaen que España ha sobresalido tanto, son esencialmenteartes masculinas. Aun la seráfica Santa Teresa escribíaen una de sus cartas, que quería que sus monjas de suorden fueran, no mujeres, sino "hombres fuertes", y bastanteviriles para "espantar a los hombres".Entre los grandes hombres de la España primitivadescuella Séneca el estoico, alma genuinamente castellana.Su ideario, tal como lo condensa Angel Ganivet, penetranteestudioso del genio peculiar de su raza, es la másadmirable expresión del espíritu español tradicional. "Note dejes vencer -— hace decir Ganivet a Séneca^— por nadaextraño a tu espíritu; piensa, en medio de los accidentesde la vida, que tienes dentro de ti una fuerza madre, algofuerte e indestructible, como eje diamantino, alrededor delcual giran los hechos mezquinos que forman la trama deldiario vivir; y sean cuales fueren los sucesos que sobreti caigan, sean de los que llamamos prósperos, o de los*Keyserling relata, en el capítulo dedicado a España en su libroEuropa, ima experiencia que ilustra perfectamente este rasgo.


22 JUAN A. MACKAYque llamamos adversos, o de los que parecen envilecernoscon su contacto, mantente de tal modo firme y erquido,que al menos se pueda decir de ti que eres un hombre".<strong>El</strong> supremo ideal de hombre en la edad de oro de lahistoria española era el soldado. Hasta los sacerdotes,frailes v monjas de ese período tenían el corazón y eltalante de hombres sobre las armas. Bien se ha llamadoa los grandes místicos españoles "caballeros a lo divino."Este ideal militar, que es la forma más natural de expresaruna individualidad primitiva y enérgica, sirvió de instrumentoa la altiva voluntad de España y se convirtió en elceloso guardián de su honor. <strong>El</strong> país, como lo hace notarJorge Borrow,^ no es fanático por naturaleza. Pero es,en cambio, terrible y fatalmente orgulloso, v siempre hatenido en más su honor que su vida. No fué, sostieneBorrow, un fanatismo nativo, sino su orgulloso sentidodel honor, lo que en un tiempo convirtió a España encarnicera rehgiosa y la hizo dilapidar su preciosa sangrey sus riquezas en las guerras de Flandes. Como hijaselecta y privilegiada de la Roma Papal, se ha sentidoobligada a demostrar que es digna de tan gran distinción."Muera yo, pero sálvese mi honor", es un significativolema español.La intensa individualidad del carácter español formauna especie de universal primitivo. Es una unidad sindiferencia, en la cual, como en la gran literatura que hanacido de ella, no hay medios tonos. Es un extremo o esnoche sin estrellas, sinluces crepusculares. <strong>El</strong> español es incapaz de la ironía, esedehcado matiz en que es maestro eximio el francés. Forjasemidioses con la alabanza y demonios con la execración.Por la misma ley de polaridad van siempre juntos DonQuijote y Sancho^ Panza por los caminos de la vida, y noes raro que el caminante español se convierta alternadamenteen uno y en <strong>otro</strong>.Los más notables personajes que la literatura y el arteespañoles idealizan son españoles hasta la médula. Compárense,por ejemplo, los personajes de Shakespeare con losde Calderón de la Barca, el más genuinamente español de^Idearium Español, Ed. Espasa-Calpe, Arg., pág. 8.•La Biblia en España, Prefacio.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 23los dramaturgos peninsulares, o laMadona de Rafael conla Virgen de Murillo. <strong>El</strong> inglés Shakespeare crea figurashumanas universales; el español Calderón, personajes enquienes se encarnan rasgos puramente nacionales. <strong>El</strong> itahanoRafael pinta Madonas tan idealmente humanas quede ellas desaparece por completo toda traza de raza onacionalidad; el español Murillo pinta Vírgenes con elrostro de hermosas doncellas andaluzas.Esta ingenua v constante afirmación propia conduceinevitablemente al individuahsmo, e históricamente el carácterespañol es la sublimación de esa cualidad. Se manifiesta,por principio de cuentas, en un insaciable impulsode adquisición v en la falta de instinto social. <strong>El</strong> hombrese convierte imperativamente en poseedor. La codicia delbotín desempeñó no pequeño papel en las campañas delCid v del Duque de Alba, y, por supuesto, según veremosdespués, en la conquista del Nuevo Mundo. Pero si secodiciaban las riquezas y las posesiones no era para acumularlasavaramente, sino para despilfarrarlas con largueza;no se ambicionaban como instrumentos de trabajosino como medio para emanciparse de la necesidad detrabajar, es decir, como instrumento para obtener la libertad,una libertad anárquica y caballeresca. Para un caballeroespañol, trabajar era vergüenza, mendigar no. "Crimenes el nacer pobre", dice uno de los personajes deTirso de Molina. <strong>El</strong> mundialmente famoso científico español,Ramón v Cajal, decía: "<strong>El</strong> ideal de todo español esobtener una pensión, después de unos cuantos años detrabajar, y, si es posible, aun antes de trabajar." Además,si se puede alcanzar la independencia personal por la esplendidezdel Estado o por un golpe de suerte a la LoteríaNacional, ¿para qué buscarla solamente por el trabajo?La falta de instinto social del español es <strong>otro</strong> de losfatales derivados de este su individualismo extremo. Si elinstinto social significara únicamente el gusto de estar encompañía, de hacer libre tertulia en la casa o en el cafécon los amigos, discutiendo los problemas del universo,tendría que considerarse al español como el ser más sociablede la tierra. Pero en el momento en que la cálidaespontaneidad de la sociabilidad se convierte en las fríasy rígidas limitaciones que impone el unirse en una empresa


24 JUAN A. MACKAYcomún, se hace sentir inmediatamente la presencia delindividualismo español. Esa repugnancia innata a mantenersejuntos por obligación o por consentimiento mutuosirve de base al problema del regionalismo español y haestorbado siempre el buen éxito de empresas colectivasdirigidas por españoles.Ningún principio racional, de interés propio, ha logradojamás superar ese innato individualismo de la naturalezaespañola. Sólo una gran pasión ha logrado tal cosa; pasiónpor el Estado o pasión por la Iplesia. Pero en ambos casosla manifestación de esta pasión altruista ha exhibido unacualidad peculiarmente española en que reaparece el viejoindividualismo. Hablando del patriotismo de los españoles,Madariaga hace la siguiente observación: "<strong>El</strong> español,pues, siente el patriotismo como el amor, en forma depasión que absorbe el objeto (la patria, la amada), y loasimila, es decir, lo hace suyo. No pertenece a su país: essu país el que le pertenece".'^ La pasión de los españolespor la Iglesia ofrece la misma característica. La Iqlesiafué absorbida y sus destinos se convirtieron en los de lanación española. <strong>El</strong> honor exigía la conformidad con susritos y dogmas y la propagación de éstos por el mundoentero. Pero ni aun a la Iglesia se le permitió conservarsu identidad personal en las profundidades del alma españolani el cristianismo logró jamás modificar la actitudespañola fundamental hacia la vida. En materia de hecho,España se adueñó de la Iglesia mucho más que ésta deEspaña. Y la consecuencia histórica de este hecho, comohabrá de verse más tarde, fué la descristianización delcristianismo en el mundo español.Sin embargo, es en los místicos españoles donde seejemplifican con más perfección los rasgos distintivos delindividualismo español. En ellos descubrimos, como enningunos <strong>otro</strong>s representantes de la raza, el alma de España.<strong>El</strong> misticismo español no es, como el neoplatónicoy el alemán, un misticismo de molde intelectual y metafísico,sino un brote espontáneo y original, de índole naturalista,cuvo origen se halla en una pasión ética por la libertadinterior. Tan estrecho es el ambiente, así socialcomo religioso, del alma mística, v tan infinita su as-'España, M. Aguilar, Madrid, 1934, pág. 25.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 25piración, que se crea en su interior una elevadísima tensiónen la cual se vacía a sí mismo de todo deseo, pensamientoy sentimiento. Pasando por una "noche oscura" asciendea la cumbre del Carmelo espiritual, v sus sublimes alturascontempla, o mejor dicho, posee a Dios. La pasión delmístico español, tal como se manifiesta, por ejemplo, enSan Juan de la Cruz, el más clásico de sus tipos, no esperderse en Dios sino apropiarse a Dios, poseerlo en elsentido más pleno y absoluto. Su individualidad es tanvigorosa que quisiera absorber aun a la misma Deidad.Como bien podría suponerse, este tipo tan único de misticismono formó escuela. Los místicos españoles son grandesalmas individuales v solitarias, cada una de las cualessiente que "lleva dentro un rey", al cual ha obligado adescender a su corazón.Aquesta divina unióndel amor que yo vivo,hace a Dios ser mi cautivoy libre mi corazón.Tal cantó Santa Teresa en una de sus poesías másfamosas. Y añade:mas causa en mí tal pasiónver a mi Dios prisioneroque muero porque no muero.Para Dios y para ella, la muerte sería la afirmación dela suprema libertad.<strong>El</strong> individualismo primitivo de la raza ibérica ha constituidoun factor determinante en la historia y vida deSudamérica. Con el correr del tiempo, la arrogancia españolase transformó en "arrogancia criolla", forma extremade egotismo —^egolatría podríamos llamarle'— que el eminentesociólogo argentino Carlos Octavio Bunge consideracomo uno de los tres rasgos principales de la psicologíasudamericana.^ Son sugestivas en extremo dos de laspequeñas ilustraciones que Bunge ofrece de esta cualidad.Una está tomada de la heráldica, la otra de la literatura*V. Nuestra América.


26 JUAN A. MACKAYsudamericana. La divisa de la República de Chile es:"Por la razón o por la fuerza". Cuando el poeta José Her^nández, autor de Martín Fierro, la epopeya clásica de laspampas, hubo terminado su poema, hizo pedazos su guitarrapara que dedos ajenos no pudieran pulsar sus cuerdascontinuar la narración de las hazañas de su gaucho.^ste pasaje es un eco evidente de cosa semejante hechapor Cervantes. Al terminar la vida de Don Quijote, CideHamete Benenqeli cuelqa la pluma en la espetera, dondehabrá de permanecer por siglos y siglos, pues sólo él hanacido para escribir la vida del gran manchego.Sin embargo, esta arrogancia se ha manifestado enformas mucho más serias en la vida sudamericana, apareciendocomo un irrefrenable deseo de obtener podersobre los demás. Un escritor mexicano, refiriéndose a lapasión por conquistar puestos administrativos al serviciodel gobierno, acuñó la pintoresca desiqnación de "canibalismoburocrático". Esto ha reducido al mínimo la capacidadde admiración y enqendrado un espíritu aplanadorde envidia. A nuestra América '—dice el escritor argentinoManuel ligarte— le ha faltado la sagrada facultad depoder admirar. En vez de nivelar en las crestas ha queridonivelar en los valles, abatiendo- toda superioridad indivi-(dual. En un artículo intitulado "La Crueldad Sudamericana,ioel brillante escritor y político peruano, Haya de laTorre, llama la atención a una sombría consecuencia delmismo modo de ser. Hace notar que en el momento en queun hombre alcanza prominencia en cualquiera esfera, es" En este punto el cantorbuscó un porrón pa consuelo,echó un trago como un cielo,dando fin a su argumento;y de golpe elinstrumento,lo hizo astillas contra el suelo."Ruempo", dijo, "la guitarra,pa no volverme a tentar,ninguno la ha de tocar,por sigurotenganló;pues naides ha de cantarcuando este gaucho cantó."" En <strong>El</strong> Universal Gráfico, México, D. F., abril 6, 1931.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 27asaltado cruelmente por celosos rivales con el prurito deaniquilarlo. Más tarde, cuando la muerte lo ha hechoinofensivo, todo el mundo se suma a su apoteosis. Fuéun sociólogo alemán, añade Haya, muy familiarizado conSudamérica v a quien conoció en Berlín, quien le llamóla atención, de modo muy enfático, a la verdad de esehecho. "Ustedes (los sudamericanos) '—le decía este científico^no respetan nada en los demás; sólo los muertosse salvan en la América Latina." Seqún este principio,explicaba él el exagerado culto a los muertos en el continentedel sur, la belleza de los cementerios, la falta decapacidad crítica para estimar la obra de un hombrefallecido. "Mientras viven, la crueldad los destroza, ycuando mueren, la superstición los respeta."La tendencia a no reconocer jamás un error es una expresiónmás de esa característica. <strong>El</strong> honor y el respetopropio parecen exigir que, una vez adoptada una posición,se aferré uno a ella aun cuando se llegue al convencimientode que es errónea. En esto han de hallarse las raíces demuchas infortunadas divisiones en el seno de la familialatinoamericana, y también uno de los factores que dificultanla cooperación entre naciones hermanas v entre losdiferentes grupos que forman la misma nación. Este sentidopeculiar de honor caballeresco se halla oculto en losmás primitivos hondones del alma ibérica. Dice Guillénde Castro en Las Mocedades del Cid:Procure siempre acertarlael honrado y principal,pero si la acierta mal,defenderla y no enmendarla.b) Predominio de la PasiónJunto con esta vigorosa, primitiva y casi salvaje afirmaciónde sí mismos, propia del carácter ibérico, v queacabamos de analizar en sus varias facetas y resultados,aparece el predominio de la pasión sobre la razón y lavoluntad. Todas las conquistas de la raza ibérica, asícomo todos los desastres que ha sufrido, no han sido elresultado de un sereno razonar, en que se haya calculadocuidadosamente la correspondencia entre los medios y los


28 JUAN A. MACKAYfines, ni han sido consecuencia tampoco de una tenazperseverancia en un plan de acción convenido de antemanocomo el mejor, sino han sido siempre el productode un impulso volcánico engendrado por la explosiónrepentina de un sentimiento dom.inante. Don Quijote, paraun español, está sumamente lejos de ser un personajecómico, pues en las hazañas del caballero mancheqo veexpresado su propio íntimo ser v el de su pueblo. Lagrandeza de ambos ha consistido siempre en las quijotadas,los actos de lealtad ciega, temeraria e impremeditadaa ideas que momentáneamente se apoderan de ellos.La presencia de la pasión, en forma la más humana yromántica, se pone de manifiesto en la influencia quesobre los qrandes santos españoles ejercieron los idealesde la caballería medieval. Raimundo Lulio era soldado yenamorado antes de convertirse en santo y en el "caballeroandante de la filosofía."La lectura de novelas de caballería andante y no lasvidas de las santos era el principal pasatiempo de SantaTeresa, cuando niña, y hasta el fin de su vida jamás cesóde ser una enamorada. <strong>El</strong> amor de Teresa por Cristo, suDivino Esposo, se hizo más y más apasionado y románticoa medida que su edad avanzaba.También Ignacio de Loyola empezó su vida como soldadoy enamorado. Gravemente herido en la batalla dePamplona, sintió deseos de distraer su aburrimiento, durantelos primeros días de convalescencia, leyendo susromances favoritos. Mas, como sucediera que ninguno deellos había a mano, le trajeron una Vida de Cristo y laFlos Sanctomm, colección de las vidas de los santos. Antesde curarse por completo, Loyola se convirtió. Poco después,el ex soldado, ahora inválido, se dirigía cojeandoa una capilla de la Virgen en Montserrat. Al caer la noche,fué secretamente a la casa de un Dobre, a quien obsequiócon las vestiduras que llevaba, v se vistió en lugar deellas con un tosco hábito que para el propósito habíacomprado. Cubierto con su nueva vestimenta, se presentóante el altar de la Virgen. <strong>El</strong> obieto de esta visita,y lo que tuvo luqar en la capilla, lo describe el primerbiógrafo de Lovola, Rivadeneyra: ". . .como hubiese leídoen sus libros de caballerías que los caballeros novelessolían velar sus armas, por imitar él, como caballero nóvel


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 29de Cristo, con espiritual representación aquel hecho caballeroso,V velar sus nuevas y al parecer pobres y flacasarmas, mas en hecho de verdad muy ricas y muy fuertes,que contra el enemigo de nuestra naturaleza se habíavestido, toda aquella noche, parte en pie v parte de rodillas,estuvo velando delante la imagen de nuestra Señora,encomendándose de corazón a ella, llorando amargamentesus pecados y proponiendo la enmienda de la vida paraadelante". 11Un pueblo en quien la pasión predomina, tiende inevitablementea dar a sus ideales una expresión personificada.Evidencia de este principio es el culto de la Virgenen el cristianismo español. En ninguna parte como en Españay sus antiguas colonias ha ocupado la Virgen unaposición religiosa tan central ni se ha proclamado contanta insistencia y defendido con tanto afán la doctrinade la Inmaculada Concepción. La Virgen es el símbolo delinnato sentido español de la juventud y la pureza. Estaes una de las más acertadas percepciones de Angel Ganivetal interpretar el alma de su pueblo. "Muchas veces—^dice Ganivet^— , reflexionando sobre el apasionamientocon que en España ha sido defendido v proclamado eldoqma de la Concepción Inmaculada, se me ha ocurridopensar que. . . acaso ese dogma era el símbolo, ¡símboloadmirable!, de nuestra propia vida, en la que traslarga y penosa labor de maternidad, venimos a hallarnosa la vejez con el espíritu virgen. . . <strong>El</strong> dogma de la InmaculadaConcepción se refiere, es cierto, al pecado original,pero al borrar este último pecado da a entender la sumapureza v santidad. . . Preguntemos uno a uno a todos losespañoles, y veremos que la Purísima es siempre la Virgenideal, cuyo símbolo en el arte son las Concepcionesde Murillo. <strong>El</strong> pueblo español ve en ese misterio, no sóloel de la concepción v el de la virginidad, sino el misteriode toda una vida. Hav un dogma escrito inmutable, y<strong>otro</strong> vivo, creado por el genio popular". i-Debe añadirse, al mismo tiempo, que el pueblo españolpudo idealizar aapsionadamente a la Virgen y España," Rivadeneyra, Vida de Ignacio de Loyola, Col. Austral, Espasa-Calpe, pág. 32." Idearium Español, págs. 7, 159, 160.


30 JUAN A. MACKAYdebido, en último análisis, a su concepción esencialmenteno ética del pecado. No hay nada en la literatura españolaque corresponda a esa agonía de la conciencia que estan común rasgo en los autores rusos v anglosajones. <strong>El</strong>español teme la muerte, no el pecado. Es su carencia inherentedel sentido del pecado lo que abrió el camino ala creación, de una figura femenina, sin pecado, a la cualacudió más tarde la conciencia religiosa española en buscade seguridad personal en esta vida v en la otra.En la esfera secular, la apasionada afirmación de lavirginidad se ha manifestado en años recientes en relacióncon los movimientos de la juventud en España ySudamérica. La juventud de las generaciones anteriores,dice un estudiante español, Tosé López Rey, se asociabasimple v solamente con lo que era pintoresco, efímero yanecdótico. Quedaba reservado a la nueva generaciónjuvenil el afirmar el impulso esencialmente creador de lajuventud. La juventud actual, añade, refiriéndose a la deEspaña, se encuentra muv lejos de la mezcolanza multicolore irresponsable que constituía la juventud de antaño.Hemos substituido la nota de color por medio de la cualse expresaba ésta, con la pureza esencial de la escultura.Hemos reemplazado la anécdota con el propósito. En vezde sentirnos excursionistas en los dominios de la juventud,nos afirmamos como' sus ciudadanos. Y exclama luego*No sentimos la juventud como una luz que ilumina solamenteun movimiento de nuestra vida, sino como unafuerza que da forma a la vida en su totalidad. Es decir,la nueva generación de España está resuelta a ser apasionaday eternamente joven.Uno de los documentos más interesantes y significativoen la historia de la cultura sudamericana es el Manifiestode los estudiantes de la vieja Universidad argentina,de Córdoba, que en 1918 dirigieron "a los HombresLibres de Sudamérica", como señal de rebelión contra elrégimen universitario tradicional. Ese documento es unultimátum genuino del alma ibérica, impregnado de latristeza, la infinita aspiración y el romanticismo, y la pa-" Juventud: Conferencia de Luis Jiménez de Asúa y Réplica deJosé López Rey, págs. 122-124.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 31sión humana característica de uno de los grandes pueblosen quienes esa alma encarnó en el Nuevo Mundo. "Hombresde una república libre —dice este documento—, acabamosde romper la última cadena que, en pleno siglo xx,nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica.. . Córdoba se redime. . . Las resonancias del corazónnos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución,estamos viviendo una hora americana. . . Las universidadeshan llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedadesdecadentes, que se empeñan en ofrecer el triste espectáculode una inmovilidad senil. . . La juventud vive siempreen trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. Noha tenido tiempo aún de contaminarse. No se equivocanunca en la elección de sus propios maestres. Ante losjóvenes no se hace méritos adulando o comprando. Hayque dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores,seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones.En adelante sólo podrán ser maestros en la futurarepública universitaria los verdaderos constructores dealmas, los creadores de verdad, de belleza v de bien".^*A causa de este predominio de la pasión en todos susesfuerzos, los españoles se han comportado gloriosamenteindiferentes hacia muchas de las comodidades y amenidadesde la llamada civilización. Los españoles nacieronpara expresar pasiones incandescentes, y en el momentoen que <strong>otro</strong> ideal suficientemente grande arda en sus almas,nuevamente se les hallará, con toda su pasada potenciay esplendor, en todos los caminos de la tierra.Porque esa raza es eternamente virgen. Posee cualidadesque, si bien no se adaptan en muchos respectos a la civilizaciónsin alma de nuestros días, podrán conquistarleun lugar prominente en la más espiritual civilización delmañana. Por otra parte, también es cierto que donde lapasión no está inspirada por un noble ideal, el español seconvierte en iuguete de los bajos apetitos y del placer. Sehace igualmente indiferente al transcurrir del tiempo y alos imperativos del deber. Vive solamente para los impulsosinferiores de la hora que pasa. La actitud españolahacia la vida, en su nivel más sórdido, ha sido cristalizadapor Unamuno como sigue: <strong>El</strong> Dan, v la corrida de toros." La Reforma Universitaria, Vol. VI, págs. 9-12.


32 JUAN A. MACKAYy mañana será <strong>otro</strong> día. Cuando podamos, saquemos elmejor partido del mal año. Después de eso. . . ibah! nadaimporta.c) Un Sentido Abstracto de la Justicia q un SentidoConcreto del HombreLina tercera característica del alma ibérica es su especialy peculiar sentido de la justicia. No es por meroaccidente el que algunos de los más grandes jurisconsultosdel siglo dieciséis hayan sido españoles, y que sean iberoamericanosalgunos de los más grandes de la actualidad.En toda la historia ibérica predomina el sentido de lajusticia V el derecho sobre el sentimiento de ternura y depiedad. La acción humanitaria ha sido determinada nadamás por las demandas de la justicia que por los impulsosde la simpatía. No debe permitirse que ningunas consideracionesde simple expediente obstruyan el curso de lajusticia. No importa los trastornos que puedan hacersenecesarios, la justicia debe seguir su curso. A este ordende justicia pertenecía la que inspiraba los actos de DonQuijote. Su justicia era la justicia anárquica impuesta apunta de lanza. Puso en libertad a los galeotes, aunquedespués éstos lo apedrearon. Vió entuertos donde no loshabía, pero de todos modos los deshizo. "Una limosna poramor de Dios", dice el mendigo español. Y si recibe algo,añade: "Dios se lo pague".Sin embargo, y de modo bastante paradójico, una vezque queda establecido el principio de justicia, déjase lapuerta abierta para la manifestación de la clemencia. Perojamás es la misericordia la que triunfa sobre la justicia:victoria sólc' la alcanza la amistad. Y así sucede que lo quejamás se podría obtener en nombre del derecho, o aunapelando a la misericordia, se puede generalmente lograren el terreno de la amistad o mediante los buenos oficiosde un amigo. Hagan lo que hagan la ley o la justicia, unamigo puede deshacerlo. Y lo hace, no modificando laley, sino trascendiéndola. La ley permanece en pie, y secumple, pero algunas personas no están bajo la ley, sinobajo la qracia del privilegio personal.La consideración personal, o sea el sentido del hombre,es una de las glorias, como también uno de los peligrostal


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 33de la psicología española y sudamericana. No hay nadaque no se deposite a los pies del que es simpático, del queposee las cualidades que suscitan en el pecho de losdemás una reacción de simpatía instintiva. Los principiosabstractos de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad,se conciben y aplican en términos personificados. Tambiénes un criterio personal el que determina las funciones yrelaciones de los tres departamentos principales del Estado,el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. En el cursode la historia sudamericana no han sido los principios,sino los caudillos, personalidades audaces, los que, al encarnarlas aspiraciones populares, han logrado producirla lealtad pohtica. Cuando algún caudillo se ha apoderadode la imaginación popular aplastando la oposición y dandoorigen a las esperanzas de prosperidad nacional, se lepermite tácitamente encarnar la constitución y ejercer poderesdictatoriales. Fueron algunos de los frutos peligrososde esta importancia que se da a lo personal, los queoriginaron en Argentina la frase: "Leyes perfectas y costumbrespésimas."En años recientes las relaciones interamericanas hanofrecido un notable ejemplo de como el sentido latinoamericanodel hombre puede acarrear resultados de altísimasignificación internacional cuando encuentra un objetonoble y amistoso. Las relaciones entre los EstadosUnidos y México se habían ido empeorando sin cesar.Desafortunadamente, el Embajador de los Estados Unidosera un hombre de mentalidad puramente legalista. Faltándoleen absoluto esa consideración por lo personal, yestimando que su misión consistía solamente en sostenerante el gobierno de México las reclamaciones de su paísy de sus compatriotas, se hizo profundamente antipático,y junto con él, hizo antipático su país. Por fortuna fuéretirado antes de que sobreviniera un rompimiento. Susucesor, Mr. Dwiqht Morrow, siguió una política diametralmenteopuesta. Con enorme capacidad para hacer amistades,resolvió, según lo expresó al autor de este libro,sentir cariño por el pueblo mexicano y hacer todo lo posiblepor comprenderlo. Se entregó, entonces, a la tareade la amistad y el aprecio. <strong>El</strong> gobierno y el pueblo deMéxico respondieron. Pronto Mr. Morrow y su familiase convirtieron en figuras respetadas en el país v las


34 JUAN A. MACKAYrelaciones entre México v los Estados Unidos entraronen una era de comprensión y buena voluntad mutuas.d )CatolicidadPor más que parezca paradójico, la catolicidad es tambiénatributo del alma ibérica, cualidad no menos innataen ella que el individualismo que constituye su rasgofundamental. La catolicidad española es un ejemplo concretode una tendencia inherente hacia la polarización,que se encuentra en la naturaleza española. <strong>El</strong> españoltiene un sentido tan cierto de lo universal como lo tienede lo individual. Su interés tiende a oscilar entre el hombrey el cosmos, términos que para él no constituyen unaoposición de elementos que se excluyen mutuamente. <strong>El</strong>español absorbe el universo, individualizándolo, rehaciéndoloa su propia imagen, imponiéndole su propio conceptode unidad abstracta y no diversificada. En el drama históricode España, el individuo, como hemos visto antes,propendió a absorber la nación; la nación procedió luegoa absorber el mundo. En su pasión por la universalidad,España absorbió la Iglesia, la reahdad más universal enexistencia. <strong>El</strong> resultado fué que el Estado mismo se con-*virtió en una iglesia.<strong>El</strong> instinto de la catolicidad ha producido en la historiay vida de España muchos fenómenos interesantes yse ha proyectado en el alma de Sudamérica. La granpreocupación de Carlos V en el Concilio de Trento eraque no hubiese ninguna desintegración de la unidad ecuménicade la cristiandad. <strong>El</strong> padre Vitoria fué el fundadordel Derecho Internacional y el precursor natural de la Ligade las Naciones. La primera Biblia poliglota que ha habidofué compilada por el eminente cardenal Cisneros,contra la voluntad de Roma.En la alborada de la independencia sudamericana, elLibertador Simón Bolívar abogó por la idea de una Federaciónde naciones americanas. Sus palabras respiranel espíritu catóhco de su raza. <strong>El</strong> antiguo ideal del cristianismo—dijo la figura más ecuménica que ha aparecidoen elmundo de Colón— debe una vez más convertirse ennuestra inspiración y lección objetiva, a fin de que las


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 35fronteras políticas de las Américas no vengan a ser barrerasque separan, sino contrafuertes que presten mayorsolidez a la estructura social. Pensando en el dicho de unpresidente de los Estados Unidos: "América para losamericanos", un presidente argentino formuló la doctrinaiberoamericana: "América para la humanidad."Indudablemente hay una cierta fantasía en la frase"raza cósmica", acuñada por el mexicano José Vasconcelospara designar a los latinoamericanos, una raza destinada,según él, a convertirse en el quinto miembro de lafamilia cósmica trascendiendo a los cuatro tradicionales.Al mismo tiempo, es una verdad profunda el que el odiode raza, como tal, no existe en Sudamérica. La nación máscatólica, en el sentido étnico, es sin duda el Brasil, repúblicaque posee mayor poder de absorción que cualquier<strong>otro</strong> país actual. Durante algunas décadas se ha lanzadodeliberadamente a la aventura étnica de absorber todaslas razas que llaman a sus puertas, y en ello ha conseguidolos más notables resultados. <strong>El</strong> pueblo brasileño delfuturo se aproximará más a la raza cósmica que cualquiera<strong>otro</strong> del mundo. Los indios, los negros y los japoneses sefundirán, en el gran Brasil del futuro, en el mismo crisolcon los sirios y los portugueses, los alemanes y los italianos.La tendencia a la catolicidad, que los pueblos ibéricoshan conservado como herencia preciosa del pasado, lesda un lugar de importancia única en el mundo moderno."<strong>El</strong> período después de la guerra", decía el filósofo francésBergsón refiriéndose a la primera Guerra Mundial,"hará revivir la concepción espiritual de España", y amedida que pasa el tiempo se comprueba la verdad de esaspalabras. La mayor necesidad de nuestro mundo modernoes la catolicidad, pero una forma de catolicidad que logreconquistar la adhesión espontánea v entusiástica de losindividuos que aman y tienen en alta estima la libertad.¿Cómo puede superarse la exageración fatal de individualismoen naciones, iglesias y razas? ¿Cómo puede alcanzarseese tipo de unidad que es fruto de la lealtad comúna grandes principios y condición indispensable de unacultura verdadera y estable?<strong>El</strong> tipo de catolicidad representado por España, fracasó,porque fué un intento de imponerle a la realidad una


36 JUAN A. MACKAYestrecha unidad abstracta de formas v dogmas, en queno se daba lugar alguno a las diferencias. "España", decíaNietzche en los últimos momentos de su vida, "Españaes un pueblo que quiso demasiado." Sin embargo, subsisteel viejo problema, y cada vez se hace más agudo. En laactualidad Rusia, convertida también en iglesia, sigue elcamino histórico de España, propagando e imponiendo elmismo ideal de catolicidad, pero entre las fuerzas creadorascon las que se enfrenta el ideal ruso en el mundomoderno, se hallan una España nueva y tierras ibéricasnuevas en que elantiguo espíritu ecuménico arde todavía,pero en una forma totalmente transfigurada. A la catolicidaddel comunismo ruso sólo se le puede oponer unacatolicidad capaz de superar la división de la concienciacristiana, que tuvo lugar en el siglo xvi, división por lacual España, por su defensa intransigente de una unidadabstracta, debe compartir, en no pequeña parte, los reproches.c) Un alma ibérica por naturalezaSi fuésemos a citar una figura de la historia que haencarnado con mayor perfección que cualquiera otra lasgrandezas y debilidades de la raza ibérica durante su edadde oro, nombraríamos a Ignacio de Loyola, el vasco,hijo de la raza más antigua de la Península, que despuésde su conversión absorbió el espíritu religioso de Castillala Vieja, a quien se ha descrito muy acertadamente como"un alma ibérica por naturaleza". Habiéndose revestidode su nueva armadura como caballero de "Nuestra Señora",Ignacio se retiró por algún tiempo del mundo, recluyéndoseen Manresa, donde se dió a buscar un nuevoprincipio capaz de superar tanto la renunciación como lasoledad. Halló este principio en la ciega obediencia ala Sede Romana. Hizo entonces voto solemne de sometersea Roma en el sentido más absoluto v de llevar a<strong>otro</strong>s a la misma sumisión. En la cueva de Manresa nacióla orden de los jesuítas, la creación más terriblemente<strong>El</strong> lector deberá recordar que este libro fué escrito en 1931.(N. de los Ed.)" "Anima naturaliter ibérica".


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 37genuina del espíritu ibérico, la expresión, en verdad, dela voluntad férrea de España, la encarnación de su idealde unidad abstracta.Dos cosas en Leyóla fueron profecía del futuro deEspaña como potencia política y religiosa. Una fué lafrase que acerca de él se dijo una vez: "Tenía el deliriode grandeza". La otra es algo que él mismo dijo, refiriéndosea la clase de transformación que según su modode sentir era necesaria: Seamos como un cadáver, que desí mismo es incapaz de movimiento, o como el bordón de unciego.Una sed delirante de poder y una lealtad ciega ysimple: tales son las notas dominantes de la historia española,especialmente de la religiosa, tanto en el viejomundo como en el nuevo.


Capitulo IILA EPOPEYA RELIGIOSA DE LA CONQUISTAIBERICAa )<strong>El</strong> Motivo Místico de la ConquistaCuando en 1942 se desplegaron en las torres moriscasde la Alhambra de Granada los estandartes de León y deAragón, ochocientos años de lucha constante entre cristianosy musulmanes llegaron a su fin, y España alcanzósu unidad. La Cruz había vencido a la Media Luna, peropese al hecho de que ésta desapareció para siempre de lascostas ibéricas, el fanatismo de los musulmanes se habíainfiltrado en los seguidores de Cristo. <strong>El</strong> proceso^ unificadorno debía detenerse. Fernando e Isabel, los conquistadoresde Granada, determinaron que la España unidafuese exclusivamente para Cristo y los cristianos. Esemismo año se expulsó de la Península a los judíos.Pero antes de que terminara ese año histórico, tuvolugar en la historia peninsular <strong>otro</strong> suceso no menos dramáticoque la conquista de Granada y la expulsión de losjudíos. Cierto marino qenovés llamado Cristóbal Colón,había zarpado a principios del año en dirección de occidentebajo la bandera española, buscando una nueva rutaal Asia. Su meta particular era el reino del Gran Khan, enel mar de China, de cuyas maravillas y riquezas se habíanhecho lenguas Marco Polo y sus sucesores, el venecianoAcosta y el inglés John Mandeville. De vuelta a España,en el otoño del mismo año. Colón anunció que había descubiertola extremidad oriental del continente asiático.A pesar de que el famoso almirante murió creyendoque lo que había descubierto eran nuevas tierras de Asiay no un continente completamente nuevo, el efecto psicológicoproducido por los descubridores en el pueblo' españolfué el mismo. Parecía como si Dios le hubiese


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 39hecho a España el don de tierras vírgenes porque ella lehabía hecho entrega de su ser virginal a <strong>El</strong>, y, como pruebade su lealtad, había expulsado de sus contérminos a merosy judíos. Tan grande fué la coincidencia que no hav queasombrarse mucho de que el fuego místico que ardía enel cristianismo español se convirtiera, al soplo de ese acontecimiento,en imponente llama. La unidad virginal deEspaña debía proyectarse ahora más allá de sus fronterasy las tierras vírgenes de allende el océano occidental debíanconvertirse en vírgenes de Cristo.<strong>El</strong> fervor místico de los Revés Católicos, como la historiaha llamado a Fernando e Isabel, se qenerahzó entoda la Península, v los grandes almirantes ibéricos secontagiaren de él. Se sintieron hombres del destino. Colónmismo era en no poco grado, un místico. "Yo viajo'— escribe en una de sus cartas-— en el nombre de laSanta Trinidad en quien Dongo mis esperanzas de victoria."Se ufanaba del significado de su nombre: Cristóbal,Cristóforo, "portador de Cristo." Consideraba su grandescubrimiento como un milagro que se realizaba en cumplimientode una profecía del Antiguo Testamento. "Alllevar a cabo la empresa de las Indias —^dice^— no fuéla razón ni las matemáticas ni los mapas quienes me asistieron;el descubrimiento fué simplemente un cumplimientode lo que Isaías dijo." Quería decir con ello que "lasnaves de Tarsis" habían sido conducidas por obra divinaa las islas distantes para traer de lejos a los recién nacidoshijos de León, "su plata y su oro con ellos, al nombre deJehová tu Dios".^ Hasta escribió Colón un libro sobre laprofecía, que desgraciadamente se ha perdido. La ambicióndel gran marino era traer de las tierras recién descubiertasel dinero necesario para equipar un ejército de10,000 jinetes y 100,000 infantes, y con ellos organizaruna expedición a Tierra Santa para rescatar del turco aJerusalén.Al famoso marino portugués, Vasco de Gama, teníael sentimiento no menos vigoroso de que Dios era supiloto al través de mares desconocidos. En cierta ocasión,que sus marineros y pilotos se habían amotinado, el noblecapitán reunió en consejo a los pilotos de la escuadra*Isaías 60:9.


40 JUAN A. MACKAYa bordo de su nave. Todos acudieron. En un lado delcombés puso los nonios v los mapas, v en el <strong>otro</strong>, montonesde grilletes. Cogió los instrumentos y los papeles y losarrojó al mar, y señalando a la India oculta, les dijo: '<strong>El</strong>rumbo es este y el piloto es Dios'." ^Siempre es espectáculo que impresiona el ver en accióna un hombre que tiene la convicción de que Dios leha dado una tarea que llevar a cabo. Tal persona constituyeuna fuerza que hay que tomar muy en cuenta. Peroimpresiona infinitamente más el ver a una nación enteraen que todos y cada uno, desde las testas coronadas y losministros de la religión hasta el soldado raso, el marineroy el mendigo, están convencidos de que su país ha sidoescogido por Dios para realizar un alto destino. Semejantenación es, por el momento, invencible. Tal es el espectáculoque comienza a presenciarse en España hacia finesdel siglo quince y que continúa desarrollándose durantetodo el dieciséis. Introspeccionemos el alma de Españaen ese instante en que el país se apresta para su granepopeya religiosa.España fué dotada de un sentido de misión. Como susu propio Don Quijote podía decir entonces: "Yo séquién soy y lo que puedo ser". Se sentía un 'Vaso escogido",el "brazo del Señor" para establecer Su justiciaen la tierra. Tenía un concepto viril de Dios. <strong>El</strong> Eterno noera una divinidad remota v fría, ni apenas una especie deabuelo celestial bonachón y complaciente. "Es un Dios",decía un escritor de aquellos tiempos heroicos, "cuya atencióny cuidado se extienden desde la última hormiga, individualmente,al mayor y más espléndido de los soles". <strong>El</strong>'culto de los santos no había expulsado aún de la concienciapopular el sentido de la Deidad.Durante la época más excelsa de España, el cristianismotenía ahí un decidido sabor a Antiguo Testamento. <strong>El</strong>texto favorito del Nuevo Testamento parece haber sidoaquel de Jesús: "He venido no a meter paz sino espada."Se hicieron socias la espada y la cruz. Y fué esa sociedad,que se formara en nombre del evangelismo, y porla cual la espada se encargó de abrirle paso a la cruz, lo^ Oliveira Martins, Historia de la Civilización Ibérica, Ed. "<strong>El</strong>Ateneo", pág. 294.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 41que constituyó la originalidad del cristianismo español.Siglos antes, en las Cruzadas, la espada se había puestoal servicio de la cruz para rescatar el lugar en que éstahabía nacido; en muchas ocasiones se ha empleado la espadapara defender derechos y libertades religiosos v aunpara perseguir a los herejes dentro de las fronteras nacionales.Pero por la primera y última vez en la historiadel cristianismo la espada y la cruz formaron una ahanzaofensiva para llevar el cristianismo, o lo que se considerabacomo tal, a tierras extrañas.Esta entente originalísima v en sumo grado siniestrafué consecuencia natural de las condiciones peculiares enque se había nutrido durante los ocho siglos anteriores dela vida religiosa española. "España >— dice el brillante ylamentado Angel Ganivet— fué la nación que creó uncristianismo más suvo, más original, en cuanto dentrodel cristianismo cabe ser original. . . La creación más originaly fecunda de nuestro espíritu religioso, arranca dela invasión árabe. . . Mientras en las Escuelas de Europalas filosofías cristiana se desmenuzaba en discusiones estérilesy a veces ridiculas, en nuestro país se transformabaen guerra permanente; v como la verdad no brotaba entrelas plumas y tinteros, sino entre el chocar de las armas yel hervir de la sangre, no quedó consignada en los volúmenesde una biblioteca, sino en la poesía bélica popular.Nuestra Summa teológica y filosófica está en nuestro Romancero".^España se emborrachó de religiosidad. <strong>El</strong> Estado nose concebía como un fin en sí mismo, según erróneamentese han concebido a sí mismos los estados democráticos,sino como un medio para más alto fin. Se le dió al Estadouna finalidad religiosa al mismo tiempo que un contenidodogmático preciso. La Iglesia Romana se nacionalizóespañola y se fundió con el Estado en tal forma quedesapareció la distinción jurídica entre Iglesia y EstadoSe identificaron el trono y el altar, el patriotismo y lareligión. Como consecuencia lógica no podían tolerarsedentro de las fronteras del Estado ningunas minoríasni herejes. Los monarcas españoles se convirtieron en'Idearium, págs. 13, 16.


42 JUAN A. MACKAYsacerdotes-reyes, como lo habían sido los faraones egipcios.Fernando ambicionó y recibió el título de Patriarcade las Indias. Tiempos después, cuando la Iglesia Cristianade la época se escindió como resultado de la ReformaProtestante, España se hizo campeona de la causade Roma, en defensa de lo que concebía como posiciónecuménica. La aparición de la herejía añadió nuevo combustiblea su fanática pasión religiosa. Y así, en el momentoen que Europa se disponía para un nuevo períodode actividad, España hacía <strong>otro</strong> tanto, pero el objetivosupremo que se propuso fué la conquista de almas, a lasque se ofrecía el dilema de convertirse por medio de lacruz o ser sacadas del cuerpo por medio de la espada."Esta idea" ^la identificación completa de iglesia y estado—"es la idea rectora del Estado-Iglesia de España enel siglo xvi", dice el distinguido escritor español Fernandode los Ríos; "ella ilumina su actitud así en Europa comoen América, y por eso el Estado español del xvi es elinstrumento histórico de laépica católica".^Y así se inició esa gran épica. La realidad del deseode Isabel de que el nuevo mundo se convirtiera a la fecatólica aparece en los decretos reales y en las instruccionesa los jefes expedicionarios. Se exigía que todogaleón llevase su capellán y toda expedición su confesor.Andando el tiempo, v una vez consolidado el poder españolen las Indias, sacerdotes y frailes se embarcaron engran número para ir a cumplir la tarea de la evangehzación.Y ciertamente nunca escasearon en la edad deoro de España. <strong>El</strong>, clero constituía la cuarta parte de lapoblación adulta del país. Durante el reinado de FehpeI.I había 312,000 sacerdotes, 200,000 clérigos de las órdenesmenores y 400,000 frailes.<strong>El</strong> Papa otorgó a España absoluto poder espiritualsobre los habitantes del Nuevo Mundo a quienes los ReyesCatólicos estaban ansiosos de convertir a la Santa Fecatólica. "España, como Segismundo, — el personaje deLa Vida es Sueño, el mayor y más simbólico de los dramasespañoles'—, fué arrancada violentamente de la cavernade su vida obscura de combates contra los africanos, lan-*Religión y Estado en la España del Siglo XVI, pág. 61.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 43zada al foco de la vida europea y convertida en dueña yseñora de gentes que ni siquiera conocía".b) La Ultima de las Cruzadas.Cuando de las Cruzadas de la Edad Media quedabaapenas un remoto recuerdo, España salió de su caverna yañadió a ellas una más, acaso la mayor y más importante,de todas por sus extensas consecuencias. Surgió Españade su secular oscuridad y se lanzó, en pos de Colón, atroquelar en el nuevo mundo que éste descubrió, la imageny semejanza de la unidad y la fe españolas. <strong>El</strong> sueño dela nación hispánica no fué rescatar para el presente algoque pertenecía al pasado, sino proyectar pasado y presentesobre el futuro.De entre los caballeros y los frailes que atestaban laPenínsula se reclutaron los nuevos cruzados. Las almas deestos personajes clásicos se habían entremezclado de talmodo durante las prolongadas guerras contra el Moro,y Castilla les había inculcado a tal grado su espíritumístico y guerrero, que el resultante típico era un paladínascético y un fraile marcial. Había, pues, un fraile bajotodo casco de hierro y un caballero bajO' toda cogulla.No podía ser de otra manera en un país que tenía unaAvila y una Salamanca. La primera se gloriaba de sudoble nombre: "Avila de los Caballeros" y "Avila de losSantos", al paso que en la erudita y mística Salamancarenacía la síntesis medieval y se preparaba una nuevafusión de los símbolos de la Iglesia y el Estado. Pizarroy Cortés fueron contemporáneos y casi vecinos de SanJuan de la Cruz y Frav Luis de León. En la Castilla delsiglo de oro español, diariamente se codeaban el místicoy el picaro. Así el espiritual Don Quijote como el materialistaSancho Panza tomaron pasaje para las Indias.Hay que decir, sin embargo, que la parentela y progeniedel segundo, que se colaron hacia el Nuevo Mundo, fueroninfinitamente más numerosas que las del primero.¿Cuáles eran los principios que guiaban a los hombresque cruzaron con Colón el océano occidental o que vinierontras el gran marino? Don Gonzalo de Reparaz, edi-"Angel Ganivet, Idearium, pág. 127.


44 JUAN A. MACKAYtor de la famosa Historia de las Indias, de Fray Bartoloméde las Casas, describe como sigue a los compañeros deaventura del ilustre genovés: "<strong>El</strong> español que emprendiócon Colón la aventura ultramarina era en verdad aventureroy nada más, educado en estos tres principios por laocho veces secular Re-conquista: que es grato al Señor -matar y robar infieles; que las clases más nobles son elguerrero y el sacerdote (como en la India); que el trabajoenvilece (idem), y que la tierra pertenece a la Coronay a la nobleza que la conquistan y a la Iglesia quesanciona la posesión compartiéndola. Tales ideas, de puraestirpe aria (mezcladas con las bíblicas^ o semitas queya dije), pero no cristianas, le habían de guiar en la colonizacióny cristianización de las nuevas tierras." "<strong>El</strong> Evangeliooficial es el de Cristo. <strong>El</strong> popular, el de Lazarillo deTormes y Guzmán de Alfarache".^Hay abundantes evidencias para probar que los ReyesCatólicos, y luego el emperador Carlos V, eran perfectamentesinceros en su deseo de que los nativos de Américase convirtiesen a la fe cristiana y de que, una vezconvertidos, fuesen tratados de acuerdo con los principioscristianos. Pero además de su comisión oficial todo capitáncruzado poseía una comisión secreta que le conferíanlas inquebrantadas tradiciones de su casta desde los díasdel Cid. Ganivet ha formulado con las siguientes palabrasla lev tradicional de la caballería andante española: "<strong>El</strong>código judicial del caballero se reducía a esto; llevar enel bolsillo una carta legal que no tenía más que un artículo:'Se autoriza a este español a hacer lo que le dé lagana* En la historia de la ocupación ibérica del NuevoMundo los que ejercían la autoridad seguían sus impíoscaprichos, haciendo por completo caso omiso de las ordenanzaslegales y de los requisitos de su comisión oficial.Observemos a los cruzados en acción, iQué magníficasquijotadas jalonan la ruta de la Conquista! Al norte delEcuador, Hernán Cortés, barrenó tras él sus diez naviosy, con un puñado de temerarios castellanos, conquistó elreino azteca de Moctezuma. Francisco Pizarro, el ex por-'Se refiere a ciertas ideas que se hallan en el Antiguo Testamento.Así, en su original, Mackay traduce "Oíd Testament". (N. del Trad.)Prólogo a la Historia de las Indias, Vol. I, págs. IX y XIII.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 45quero de Extremadura, encallado en una isla desierta delPacífico, trazó una línea en la arena con la punta de suespada, e invitó a todo verdadero castellano a cruzarlapara significar así que le seguiría de ahí en adelante a laconquista del Perú. Con los doscientos guerreros estrafalariosque cruzaron la línea, Pizarro escaló la cordilleraandina y conquistó el gran imperio incaico de millones desúbditos, tomando cautivo al propio augusto Inca.Desde los comienzos de su empresa los conquistadoresdescubrieron un absorbente interés en la perspectiva delbotín. La cruz, si fuera un motivo en los pensamientos delos monarcas católicos sucesivos que ordenaron la aventura,se convirtió en nada m.ás que un pretexto en la mente dequienes la llevaron a cabo.No los lleva Cristiandadsino el oro y la codicia.Tal dice de aquellos cruzados Lope de Veqa, el grandramaturgo, poniendo esas palabras en boca del Diablo.En ese caso el Diablo tenía razón. Y peor todavía,no existía en la España de aquellos tiempos ningún sentimientopopular contrario a la satisfacción de la innata concupiscenciadel oro en la forma menos escrupulosa. Laliteratura picaresca ofrece de ello abundantes ejemplos.En el dicho de uno de los personajes de Tirso hallamoscristalizada esa actitud popular hacia el robo: "Hijo, estode ser ladrón no es arte mecánico sino liberal."Fué la codicia del oro lo que tentó a los conquistadores.Una de las primeras cosas que asombraron a losmarineros de Colón al pisar las playas del Nuevo Mundofué el número de brazaletes y anillos que portaban losindios. Y aunque no hallamos trazas de codicia en el propiogran capitán, sin embargo, dada la codicia de la CorteEspañola, y por los muchos enemigos que tenía Colóndebido a ser extranjero, tuvo que dedicarse en muchaparte, con tal de que su obra de descubrimiento pudiesecontinuar, a amasar riquezas para Castilla.Siempre en busca de <strong>El</strong> Inorado, dos copitanes deaquella cruzada, Pizarro y Almagro, llegaron al Istmo^Historia de las Indias, Vol. I, pág. 208.


46 JUAN A. MACKAYde Panamá. Hicieron ahí pacto con cierto fraile Luque,quien ofreció costear la empresa de descubrir la Tierradel Oro. <strong>El</strong> frailuno financiero celebró misa y los treshombres participaron de la misma Hostia como voto ypromesa de que los despojos se dividirían entre ellos porpartes iguales. Las palabras pronunciadas por Pizarro altrazar su famosa línea en la arena simbolizan el espíritude la Conquista: "Pasad de este lado, e id al Perú parahaceros ricos; quedad de aquel lado, y volved a Panamápara ser pobres." Más tarde, cuando el monarca de losincas cayó preso de los españoles, y después que sus vasalloshabían traído de la capital de su imperio la fabulosacantidad de oro que se tenía estipulada como rescate, sustraicioneros captores violaron su promesa. En vez de poneren libertad a Atahualpa, lo ejecutaron, mientras su padreespiritual, el padre Valverde, alzando en alto la cruz,absolvía a los asesinos. Aquellos hombres estaban entregadosa la causa de la cruzada bajo la protección de lacruz. Su misión oficial era obligar a los paganos a someterseal símbolo sagrado. Por tanto, estaban convencidosen lo más íntimo de su corazón, de que nada de lo quehicieran podría ser malo.La religiosidad de los conquistadores no es menos sorprendenteque su codicia de oro y su conducta sin escrúpulos.Se tomaron muy en serio por apóstoles del cristianismo,aunque su religión personal era más cuestión desimples palabras y formas. Escuchad una proclama de unode los más famosos de su casta: "Yo, Alfonso Ojeda,servidor de los altísimos y poderosos reyes de León, conquistadoresde las naciones bárbaras, su emisario y general,os (a los indios de las Antillas, 1502) notifico y declarodel modo más categórico, que Dios nuestro Señor, quees único y eterno, creó el cielo y la tierra y un hombre yuna mujer, de los cuales vos<strong>otro</strong>s, yo y todos los hombresque fueron y serán en el mundo descienden".^Cortés, el conquistador de México, jamás, a pesar desu implacable ferocidad, habló a un sacerdote sin descubrire inclinar la cabeza. Se cuenta que cuando los mensa-® Oliveira Martins: Historia de la Civilización Ibérica, pág. 297.En la novela postuma de Blasco Ibáñez, <strong>El</strong> Caballero de la Virgen, sehalla una descripción de este famoso caballero.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 47jercs de Moctezuma llegaron al campo español con lasnuevas de la riqueza del monarca azteca, "Cortés prefiguraen su ánimo el inmenso botín que lo espera. Y exclamó:'Gran señor y muy rico debe ser Moctezuma.' 'Pero, añadeel cronista Bernal Díaz, 'como era la hora del ángelustodos se arrodillaron y oraron".Los conquistadores españoles, como los don<strong>juan</strong>es españoles,no eran en modo alguno irreligiosos. Bajo la brutalidadde aquellos y la licenciosidad de éstos, la religiónvivía una vida encubierta de fórmulas mágicas v prácticasrituales. Comparad el Don Juan de Tirso de Molina en suBurlador de Sevilla o el Don Juan Tenorio de Zorrilla conel Don Juan de Moliere, y descubriréis inmediatamentela religiosidad innata del compadre francés. Este es completamenteincrédulo, mientras el <strong>otro</strong> jamás niega lavida futura, pero por lo remoto de la justicia futura vivesin parar mientes en la idea de las sanciones divinas.c) La Cruz y la Espada en AcciónLos métodos que adoptaron los conquistadores parapropagar la religión cristiana estaban muv a tono con lafalta de ética de su religión. <strong>El</strong> curso de la conquista delPerú, desde la llegada de los españoles hasta la muertede Atahualpa, el monarca inca, ofrece perfecto'ejemplo deevangelismo belicoso. Cuando un representante del Incavisitó a los españoles en Tumbes, punto de la costa peruanaen que desembarcaron los invasores, Pizarro losarengó, con el fin de descubrir sus intenciones y comunicarlasa su soberano, con estas oalabras: "Venimos deCastilla, donde manda un potentísimo, cuyos vasallos somos.Hemos salido para poner debajo de la sujeción denuestro rey cuantas tierras hallemos. Y es nuestro principaldeseo daros a conocer que adoráis dioses falsos, v quetenéis necesidad de aderar al solo Dios que está en loscielos; porque los que no le adoran, ni cumplen sus mandamientosirán a abrasarse en el fuego eterno del infierno;y los que le acatan como a criador del mundo, gozaránen el cielo de dicha eterna".^° Cit. por J. B. Terán, <strong>El</strong> nacimiento de la América española,pág. 185." Lorente, Historia de la Conquista del Perú, págs. 62, 63.


48 JUAN A. MACKAYEn la marcha por los pasos andinos a Cajamarca, dondeel soberano indio tenía temporalmente su corte, Pizarroalentó a sus tropas diciéndoles: "No os ponga temor lamultitud de los enemigos y el ser nos<strong>otro</strong>s tan pocos.Aunque fuésemos menos y ellos en mayor número, máses la ayuda de Dios, que nunca abandona a los suyos enla necesidad. <strong>El</strong> nos favorecerá para abatir la soberbia delos gentiles y traerlos al conocimiento de nuestra SantaFe Católica". 12La noche anterior al pérfido ataque contra Cajamarcay la captura del Inca, "los sacerdotes de la expedición,habiendo invocado el auxilio divino con largas oraciones^ysangrientas disciplinas, celebraron el sacrificio de la misay prometieron la victoria en nombre de Dios y de su SantísimaMadre. Los guerreros cristianos entonaron fervorososel salmo, 'Levántate, Señor, y juzga tu propia causa'."13A la mañana siguiente, cuando todo estaba aparejadopara el ataque, fué necesario cumplir, antes de que éstecomenzara, con una forma empleada universalmente porlos conquistadores. Tenía que anunciársele a Atahualpaun sumario de la fe cristiana y exigírsele sumisión al emperadory a la fe católica. Si rehusaba, como por anticipadose tenía la seguridad de que lo haría, quedabajustificado el uso de la fuerza. Según esto, el frailedominico Valverde se apersonó con el monarca llevandola cruz en la mano derecha y la Biblia en la izquierda.Habiendo hecho el signo de la cruz sobre el real cautivo,pronunció una homilía adaptada de un modelo compuestopor los teólogos y jurisconsultos de la época, y que decíaen substancia lo que sigue: "Yo soy sacerdote de Dios yenseño a los cristianos las cosas divinas, y asimismo lasvengo a enseñar a vos<strong>otro</strong>s. Dios, que es uno en esenciay trino en personas, crió el cielo, la tierra y cuanto hayen ellos; formó de barro a Adán, que fué el primer hombrey de una de sus costillas a Eva, de quienes todosdescendemos. Habiendo desobedecido nuestros primerospadres a su criador, nacemos todos en pecado y nadiealcanzaría la gracia divina ni iría al cielo, si Jesu<strong>cristo</strong>, queIdL pág. 124." Id., págs. 142, 143.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 49es hijo de Dios, no hubiera encarnado en las entrañasde ia Virgen María; y si no nos redimiera muriendo pornos<strong>otro</strong>s en una cruz. Jesu<strong>cristo</strong> resucitó de entre los muertosy subió a los cielos dejando al apóstol San Pedro porsu vicario en la tierra y poniendo todo el mundo bajosu jurisdicción. Los papas, que son los sucesores de SanPedro, gobiernan el género humano; y todas las naciones,en cualquiera parte que vivan, y sea la que quiera surehgión, deben obedecerles. Un papa ha dado a los reyesde España todos estos países para pacificar a los infielesy traerlos al dominio de la Iglesia Católica fuera de lacual nadie puede salvarse. <strong>El</strong> gobernador Pizarro ha venidocon esta comisión. Debéis pues, Señor, reconocerostributario del Emperador, abandonar el culto del sol ytodas las idolatrías que os llevarían al infierno, y recibirla rehgión verdadera. Si así lo hacéis, Dios os dará elpremio y los españoles os protegerán contra vuestrasenemigos".<strong>El</strong> Inca rephcó altivamente que él no sería vasallo deningún rey. Negó además el derecho del Papa a distribuirtierras que no le pertenecían y rehusó cambiar su dios-solpor un Dios que había sido muerto por las criaturas quehabía hecho. Inquirió dónde había Valverde aprendido^semejantes doctrinas, y como éste le tendiera la Biblia,el Inca la tomó y la arrojó con gran enojo al suelo, jurandoque lograría satisfacción por los ultrajes cometidos porlos españoles en su marcha desde la costa.* "¡Los Evangeliosen tierra! ^gritó el monje— ¡Venganza, cristianos!¿No veis lo que pasa? /Para qué estáis en requerimientoscon este perro lleno de soberbia? íQue vienen los camposllenos de indios! Salid a él, que yo os absuelvo".!'*Después de haber estado Atahualpa cautivo nuevemeses y medio, los españoles faltaron a la palabra que conél habían empeñado respecto a su libertad, y tras unjuicio que fué una farsa, lo condenaron a ser quemado.Valverde, a quien correspondía la responsibilidad principalpor la sentencia, se aproximó entonces al condenadoprometiéndole que si se hacía cristiano, la muerte por elfuego le sería conmutada por la más rápida del garrote." Id., págs. 149, 150." Id., pág. 151.


50 JUAN A. MACKAY<strong>El</strong> Inca consintió y se bautizó, con el nombre de Juan,en honor del Evangelista, en cuyo dia estaban. Tras elbautismo, Atahualpa fué estrangulado por medio del terriblegarrote, mientras los españoles lo rodeaban cantandoelcredo.Don Alonso de Ercilla y Zúñiga describe una escenamuy parecida en su famoso poema La Araucana, <strong>El</strong> granjefe araucano, Caupolicán, había caído en manos de losespañoles y sido condenado a muerte. Antes de cumplirsela sentencia expresó sus deseos de bautizarse y hacersecristiano. <strong>El</strong> poeta, que tomó parte en la conquista deChile, dice esto:Causa lástima y junto gran contentoalInmediatamente,circunstante pueblo castellano.. . .con solemnidad le bautizaron,y, en lo que el tiempo escaso permitía,en la fe verdadera le informaron.Esto ledió. . .esperanza ya de mejor vida.Después de aquello, los cristianos que tan exaltado gozohabían sentido por su conversión, lo hicieron sentarseen una aguda estaca v lo atravesaron con sus flechas.iMagnífico ejemplo de "caridad teológica", evangehzaciónpor la fuerza para salvar las almas del infierno! Comoprecaución contra la posibilidad de un perjurio por partede los "cristianos" así ganados y cuya perseverancia enla fe se prestaba a dudas, se despachaba a las almas atomar posesión de su hogar celestial aun antes de que elagua del bautismo hubiese tenido tiempo de secarse en suscuerpos.Lo que los indios intehgentes pensaban de esta clasede rehgión, resalta en las palabras del orgulloso caciquecubano Hatuey. Este intrépido jefe, al ser condenado aId., pág. 198.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 51ser quemado vivo, recibía la exhortación de su confesora convertirse e irse así al cielo. " — ;Hay cristianos en elcielo? '—preguntó el cacique. Ante la natural respuestaafirmativa, contestó: —No quiero ir a un paraje dondepueda encontrarlos".^"Pero aunque su mensaje religioso estaba enteramentedesposeído de contenido ético y sus propias vidas carecíande atractivo y consistencia cristianos, los conquistadorestuvieron, según el sentir de un escritor sudamericanoque ha hecho un estudio profundo de aquel período, unaverdadera pasión por los ritos externos del catolicismo."Una iglesia, una capilla, siquiera un oratorio de pajay barro se levanta junto a los cobertizos que improvisa laavanzada exploradora en el primer paraje donde hace unalto. La ceremonia e invocación religiosas se realizan, aveces a la sombra de los árboles, en medio del desierto,sin <strong>otro</strong> ritual que la prosternación ante la cruz que alzaen alto el fraile de la caterva. Nombres de santos van señalandolas etapas del camino. Hay fórmulas litúrgicaspara santificar el menor acto de la vida guerrera: la partida,el arribo a un gran río, el avistamiento de una montaña,el momento del ataque, la erección del árbol de lajusticia en el lugar donde va a plantar un jalón la empresaaventurera". ^8d) Los Frutos de la CruzadaAcompañando a los aventureros, o siguiendo sus pasos,iban los frailes misioneros. Pero éstos también abrieronsus propias brechas al través de las selvas dirigiéndoseal remoto interior. Honor a quien honor merece, y bien lomerecen estos hombres, muchos de los cuales fueron almascristianas heroicas. Jamás se sabrán los nombres de losmás qrandes entre ellos, que hallaron en la selva, tumbade soldados desconocidos. A algunos de ellos, sin embargo,la historia les ha hecho santuario en sus anales.Entre los mayores debe ponerse a los jesuítas Anchieta yNóbrega. En tanto que ricas y bellas regiones del Brasilquedaban desoladas por la guerra incesante entre los sol-" J. B. Terán, <strong>El</strong> Nacimiento de la Rmérica Española, pág. 194." Id., pág. 182.


52 JUAN A. MACKAYdados portugueses de fortuna y las tribus salvajes delinterior, estos misioneros penetraron hasta el corazón delas tierras bárbaras y conquistaron con su cristiano espíritua los indios. Aun ofrecieron constituirse en rehenesen manos de los salvajes como prenda de que los aventureros,en cuya palabra los indios no podían confiar, yano cometerían más ultrajes. Del grande y noble misioneroFray Bartolomé de las Casas hablaremos después. Y algomás debe decirse en honor de los monjes cruzados y desus sucesores inmediatos: sólo ellos representaban la culturay la humanidad. Fueron maestros en muchas artesy oficios. Junto con sus dogmas v ritos introdujeron semiJlaSí,renuevos, animales domésticos y herramienta^.Estudiaron también las costumbres de los pueblos aborígenes,recogieron sus tradiciones v reunieron datos sobresu historia primitiva.Sin embargo, sus labores religiosas, juzgadas segúnnormas cristianas de cualquiera clase, fueron fatalmentedeficientes, a pesar de la buena voluntad y el sacrificiopropio que pusieron en ellas. Tomemos como caso típicola evangelización del Perú. Los cruzados hallaron ahí unareligión que estaba ligada indisolublemente con la familiareinante y el Estado. La religión inca se basaba más enun código de moral que en una concepción metafísica,hallándose así más próxima a la rehgión de China que ala de la antigua India, con la cual ha sido a veces comparada.La religión y la política tenían su origen en los mismosprincipios y autoridades. Por causa de esta identificacióncon el régimen social v político, la religión incano pudo sobrevivir al Estado inca, ya que sus fines eranmás temporales que espirituales; se preocupaba más porel reino de la tierra que por el de los cielos, y constituíauna disciplina social más que individual. Por lo tanto, elmismo golpe fué fatal para la teocracia v para la teogonia,mientras que la nueva religión de los conquistadores seaceptó pasivamente y como cosa corriente. Para un puebloincapaz de distinguir lo espiritual de lo temporal, la dominaciónpolítica implicaba dominación eclesiástica.¿Cómo se produjo y consolidó esta última? <strong>El</strong> suntuosoritual y el culto emotivo del catolicismo se adaptaban demanera única a cautivar una población que no podíaelevarse, de pronto, al nivel de una religión espiritual. Los


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 53indios fueron bautizados en masa. Sus antiguos fetichesrecibieron nombres cristianos: a los dioses incas substituyeronlas efigies de los santos católicos, en tanto que elritual católico podía producir las experiencias emotivasde la vieja fe que se inyectaban ahora en las nuevas observancias."Esto ^dice un historiador peruano, EmilioRomerO'— explica el delirio pagano con que una muchedumbrede indios del Cuzco se sacudían en presencia delSeñor de los Temblores, en quien veían la imagen tangiblede sus reminiscencias del antiguo culto. Innecesario esdecir que el contenido y espíritu de la 'devoción' de losindios eran por completo extraños al pensamiento de losfrailes." Este caso es el símbolo de un proceso por mediodel cual la rehgión católica se sobreponía a los ritos indígenassin transformar el contenido de éstos. Es obvioque tal política tenía un gran valor psicológico dondetodo el propósito de la evangelización era nada más conseguirque los convertidos aprendiesen correctamente ciertasfórmulas religiosas v pasaran por el mecanismo de losritos establecidos del catolicismo. La transición a la nuevareligión llegó a ser, pues, casi imperceptible. Se produjoun estado de cosas análogo al que ocurrió entre los colonossamaritanos de quienes dice la Biblia que "temían aJehová y honraban a sus dioses". Se me informa porcierto —dice Castro, uno de los primeros virreyes del Perú,escribiendo en ISóS^— que de más de 300,000 convertidosbautizados no más de cuarenta eran cristianos. <strong>El</strong> restoeran tan idólatras como siempre.Cautivada la mente de los indios por un culto v unaliturgia adaptados a sus costumbres aborígenes, la tareade la catequización resultó fácil. Pero, de hecho, la faltade resistencia ofrecida a la labor del catequista hizo éstacompletamente estéril e ineficaz. La misma pasividad conque los indios se prestaban a la catequización, sin entenderel catecismo, debilitó espiritualmente el catolicismoen el Perú. <strong>El</strong> misionero no tenía que vigilar la purezadogmática; su misión se reducía a la de un guía moral,pastor eclesiástico de un pueblo que carecía por completo" 2 Reyes 17:33.


54 JUAN A. MACKAYde inquietud espiritual. <strong>El</strong> ideal del cementerio se realizóde sobra.20Una deliciosa historia narrada por el cronista FrayReinaldo de Lizárraga arroja luz de paso sobre el celo yresultados catequísticos de los misioneros. A su regresode España, el prior de una de las órdenes religiosas recibióla visita de algunos de los indios principales a quienesantes de su partida había instruido en la Fe. "Como cuestionaraa uno de ellos sobre cosas de la fe y no supieraresponderle, le dijo: —/No te enseñé yo la doctrina y lasabían bien? <strong>El</strong> indio contestó; ^Sí, mi padre; pero comola enseñé a mi hijo, me la he olvidado".-^Los cruzados laicos del período primitivo terminaronsus días peleando entre sí, creando una atmósfera de intransigenterivalidad política que hasta el presente no hapodido dulcificarse. La hostilidad y odio entre gruposcomo los de Pizarro y Almagro eran tan enconados comolos que existieron entre cristianos y musulmanes. Mientrastanto, los cofres reales de España se desbordaban deoro, V eso constituyó su ruina. España había salido de su"caverna" a conquistar y catolizar el Nuevo Mundo. Loconquistó, en efecto, pero al catolizarlo se descristianizóa sí misma, y retornó ya no a una caverna sino a una sepultura.Con el oro de Indias Felipe II se construyó unatumba. <strong>El</strong> Escorial, pirámide de este faraón español, es elsepulcro de una gran ilusión.La sección precedente debe mucho a un admirable estudio de lareligión en el Perú, por José Carlos Mariátegui, que se halla en sulibro Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana." J. B. Terán, <strong>El</strong> Nacimiento de la América Española, pág. 194-195.


Capitulo IIITEOCRACIA COLONIALPara España el verdadero fin de la cruzada fué el Escorial;para América fué el comienzo de una teocraciacolonial que continuó y consolidó la obra de los cruzados.Consideremos la condición v progreso de la religión enSudamérica durante el llamado período colonial, esto es,desde el principio del Virreinato hasta la Guerra de Independenciaen los albores del siglo diecinueve.En 1493, un año después del descubrimiento del NuevoMundo, el papa Alejandro VI delegó a los reyes españoles,mediante Bula especial, el poder temporal y espiritualsobre la Iglesia en los dominios de éstos. A estaacción del Papa se le da por explicación el hecho de quela Sede Papal no se hallaba en posición que le permitierapropagar directamente la fe en América.Sucedió así que cada uno de los reyes españoles sucesivosse consideró como vicario apostólico. Fernando I,Carlos V y Felipe II solicitaren igualmente del Papa elderecho a usar el título jerárquico de Patriarca de Indias,y en cada uno de esos casos se otorgó dicho título. <strong>El</strong>rey postulaba a los obispos y decidía todas las cuestionesque eatre ellos surgieran, en tanto que él o sus representantesfijaban los límites de cada diócesis, parroquia ycurato. Ya el papa Calixto III había concedido, en 1456,derechos idénticos al Rey de Portugal para todos los nuevosdominios portugueses. Por otra Bula, se concedieronen 1501 los diezmos de Indias a los reyes españoles, enperpetuo derecho, por consideración de los gastos causadospor la conquista temporal y espiritual. Los reyes, a suvez, se comprometieron a erigir y equipar iglesias para lospobladores de cada nueva región que se ocupara.A consecuencia de este arreglo, el patronato ejercidopor los Estados español y portugués sobre la Iglesia en


56 JUAN A. MACKAYAmérica fué mucho más absoluto que el que privaba enla Península. En tanto que en los países maternos laIglesia era independiente del poder civil en materia económica,en las Indias estaba, a ese respecto, subordinadaal Estado. Así pues, la conquista y colonización ibéricasdel Nuevo Mundo tuvieren lugar con los auspicios de unaperfecta teocracia. La propagación y mantenimiento de lareligión resultó una función del Estado, v hasta el nacimientode naciones independientes el Papa desempeñóun papel secundario en los asuntos rehgiosos de Iberoamérica.<strong>El</strong> lugar supremo lo ocupaba un César Cristiano,cuyo título era el de "Su Real, Sagrada, Católica y CesáreaMajestad". En un importante documento religioso redactadopor el Arzobispo de La Plata, en 1788, poco másde veinte años antes de que brotara el movimiento revolucionario,y no hace mucho publicado en la Argentina, elRey recibe un lugar mucho más central que el Papa, aquien se menciona sólo incidentalmente. Al primero se lellama "el Grande sobre todos los Grandes, el Católico Reyde las Españas".^a) Terratenientes EvangelistasCon el fin de que la conquista espiritual de los nuevosdominios pudiera llevarse a cabo de manera más expeditay eficiente, y tuvieran efecto así el móvil original de lacruzada como las obligaciones contraídas con la SedeRomana, apareció la forma más original de organizaciónevangelística que conoce la historia cristiana. La Coronaencomendó a los colonos la conversión de los indios a laSanta Fe Católica, v a fin de facihtar su obra e inrestirde mayor autoridad sus esfuerzos evangelísticos, les concedióal mismo tiempo el más absoluto poder sobre laraza indígena. Esto fué una extensión de la idea teocrática,en virtud de la cual la Corona delegaba, para el cumplimientode fines religiosos, su autoridad espiritual ytemporal. A quienes aceptaron tal responsabilidad se lesllamó encomenderos, A cambio de su celo cristianizador,los encomenderos tenían el derecho de emplear los serviciosde los indios v exigirles tributo. Con lo cual éstos se^Carta a los Indios Infieles Chiriguanos.


EL OTRO CRiSTO ESPAÑOL 57convirtieron en esclavos virtuales de sus "evangelistas".La esclavitud nació como expediente económico para cumpliruna tarea religiosa; pero lo que se había permitidocomo instrumento espiritual se convirtió prestamente enun fin comercial, y la raza indígena cayó bajo el yugo deuna servidumbre de la que en algunas tierras sudamericanastodavía no ha conseguido emanciparse.No hav palabras con que describir las crueldades cometidaspor los encomenderos con sus esclavizados catecúmenos.Ningún oído cristiano podría soportar el relatode sus crímenes, según escribía un cierto Bachiller Sánchezal Presidente del Consejo de Indias.- Terrible es ellenguaje con que los denuncia el noble Las Casas, amigoy protector de los indios, quien dice que andan vestidosen sedas, y no sólo ellos sino sus muías, pero que si laseda bien se exprimiése sangre de indios saldría de ella.Según se ha dicho bien, en la América española delsiglo dieciséis el trabajo de los esclavos indios tenía tantaimportancia económica como las tierras públicas de laRoma republicana, el carbón en Inglaterra o la ganaderíaen la Argentina. Pero lo doloroso es que detrás y debajode la servidumbre en que vivían los indios desde Méxicohasta Chile había un motivo religioso v un fondo teológico.Nos hemos referido ya al primero. En cuanto al segundo,la cuestión de si era lícito hacer esclavos a losindios dió origen a interminables discusiones entre losteólogos españoles de la época. Véase una serie de razonamientostípicos que se usaban para justificar el apropiarselas tierras de los indios y esclavizar sus personas:"Primero, porque no conocen a Dios. Segundo, porquese matan unos a <strong>otro</strong>s. Tercero, porque comen carne humana.Cuarto, porque pecan contra la naturaleza". Otroteólogo español, Sepúlveda, sostenía que puesto que lasSagradas Escrituras no mencionan a los indios, no pertenecenéstos a la raza humana, y por lo tanto pueden serlegítimamente usados por los cristianos para sus finesprivados. <strong>El</strong> punto de vista oficial se expresa en una de lasCartas Reales: "La esclavitud se justifica sólo en casode que los indios ofrezcan resistencia a la Fe o rehusen'442 Documentos del Bachiller Eucero.


58 JUAN A. MACKAYobediencia con la fuerza de las armas". ¡Qué ingenuo es»todo esto! Mas para crédito de la Corona y del Consejode Indias debe decirse que repetidamente expresaron gransolicitud por la raza india y requirieron de todos los go--bernadores y encomenderos la mayor consideración en sumodo de tratarlos. Pero desde el principio de la con-,quista, la intervención oficial en favor de los intereses dehumanidad se estrelló contra dos escollos formidables. Unofué la teoría de que la clase de gente que se empleaba enuna misión religiosa era cosa de muy secundaria importancia,pues lo único que contaba era el fin propuesto.<strong>El</strong> <strong>otro</strong> fué el hecho de que desde entonces y hasta elpresente todo funcionario de Iberoamérica se ha tenidoa sí mismo por encarnación viviente de la ley. Jamás harenunciado a la famosa carta poder con un solo artículo,a que se refería Angel Ganivet, y por ello interpreta yaplica todo código en los términos de esa carta. ¡Ni quemaravillarse de que hayan podido coexistir "leyes perfectasy costumbres escandalosas!"b) Las Casas, el AnticonquistadorEn Fray Bartalomé de las Casas hallaron los indiosamigo y protector. A esta noble alma cristiana, llamadocon justicia el mayor filántropo que la raza ibérica haproducido, se le conoce en la historia iberoamericana conel nombre de Anticonquistador. Debido a su celo por elbienestar de la raza autóctona v sus candentes denunciasde las indignidades que ésta padecía, se nombró a LasCasas oficialmente "Protector General de las Indias"."Hay un momento histórico en América —dice un distinguidoescritor sudamericano— en el que solamente esa voznos recuerda que hubo una verdad nueva posterior a lostiempos de Nabucodonosor o Alejandro, e ignorada porTamerlán, imbuida en la conciencia humana, hace veintesiglos". ^En el famoso Tratado de Treinta Proposiciones, de LasCasas, ocurren expresiones como las siguientes: "Los Reyesde Castilla. . . son obligados a procurar la conversiónde los infieles de las Indias por los mismos medios que^Juan B. Terán, <strong>El</strong> Nacimiento de la América Española, pág. 326.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 59practicaron y enseñaron Jesu<strong>cristo</strong> y los apóstoles, v queha seguido siempre, aprobado v enseñado la Iglesia Católica;es decir por medios dulces, suaves v capaces dehacer amable la religión cristiana, como son la persuasióny el convencimiento en los sermones y conferencias, y elbuen ejemplo de las personas en su conducta; de maneraque no se va, no se oiga, ni se haga cosa por la cualhaya lugar a la sospecha de que la religión es mala, cuandoaquellos que la profesan hacen cosas malas, cualesserían losrobos y las violencias en vez de agasajos, obsequios,regalos, y otras obras de beneficencia dignas de uncristiano bueno, virtuoso, edificante".^Este fraile dominico, que llegó a Obispo de Chiapas,México, era teólogo, sociólogo, historiador v hombre deacción, todo a la vez. Como sociólogo se anticipó al fa-"Gobernar esmoso dicho del estadista argentino Alberdi:poblar". Propuso que se introdujeran agricultores procedentesde España, y sus planes de colonización son todavíauno de los sueños no realizados de algunos paísessudamericanos. Las Casas tenía el alma de un revolucionarioconstructor. Hubiera querido que todos los confesoresse convirtieran en instrumentos activos de una revoluciónsocial. Desde cualquier ángulo que se le contemple,el Obispo de Chiapas se destaca como el verdaderohéroe de Iberoamérica, el hombre en quien la concienciamoral de ésta halló su más alta encarnación, y a cuyapersonalidad, ideas v obra, debe el pensamiento de lasfuturas generaciones volver, en creciente medida, paraobtener orientación e inspiración.Sin embargo, llevado de su celo por los indios, el buenLas Casas se permitió cometer, con la más sana y humanitariade las intenciones, un grave error ético. Ovendoque el experimento, llevado a cabo por los portugueses,de importar negros a su territorio, había tenido buen éxito,y que los hijos del Africa parecían adaptarse mucho mejorque los indios a las condiciones de trabajo que prevalecíanen las minas sudamericanas, abogó por la introducciónde negros a los dominios españoles. Ese fué elcomienzo de la esclavitud de los negros en la Américaespañola. Complicóse el problema social y cayó una nueva*Proposición 22.


60 JUAN A. MACKAYmancha en los blasones cristianos. Las Casas reconociómás tarde su error y abjuró de lo que una vez había propugnado."Yo he comprado a Cristo —decía con amargura'—y no me lo dieron por nada! ¡Tuvo que pagar por<strong>El</strong>!""¡Yo he comprado a Cristo!" Estas palabras del másgrande espíritu que haya alentado en Iberoamérica sen elsímbolo de la historia entera del cristianismo en las tierrasde occidente conquistadas por España y Portugal. <strong>El</strong> procesode evangelización se llevó a cabo a un terrible costoético. Los métodos empleados para llevar a Cristo a esastierras v darlo a conocer a esas gentes, segregó Su religiónde la moralidad al par que lo redujo a <strong>El</strong> a un simplefetiche, a uno de tantos.Nos inchnamos a creer que los resultados evangelísticosde tal sistema fueron nulos. No cambiaban los corazonesni las intehgencias recibían luz, y el culto se ofrecíasimplemente a ídolos rebautizados. En carta escrita en1555, Las Casas alude a la falta de psicología que habíaen la enseñanza religiosa impartida a los indios. "Mirequé doctrina para los que no entendían —dice— si erapalo o Díedra, o cosa de comer o beber el Ave Marta",<strong>El</strong> historiador peruano Sebastián Lorente hace ver lascavilaciones del alma india ante el celo cristiano de susseñores feudales. "La pureza evangélica parecía incomprensibley aun contradictoria a gente ruda, queno veía sino grandes escándalos en los cristianos de suconocimiento. Reprendido un indio porque vivía en el concubinato,preguntó con cierta extrañeza, si el amancebamientoera pecado, y como le respondiesen que sí, replicóresueltamente: 'Pues yo creía que no lo era; porque estáamancebado el cura, amancebado el corregidor, amancebadoel encomendero*." "Por otra parte, sigue diciendo Lorente,la idolatría que se heredaba con la sangre y con lascostumbres, recibía un fortísimo apoyo de la amada embriaguez,su inseparable compañera, y de estar siemprea la vista los principales objetos del culto. Como un misioneroquisiese quitar los ídolos a un obstinado idólatra ledijo éste: ¡Pues llévate ese cerro; ese es el dios que yoadoro!"^Historia de la Conquista del Perú, Vol. IV, pág. 137.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 61Si bien es cierto que la raza india jamás fué verdaderamentecristianizada — a no ser que la adopción de losritos externos de la "Santa Fe Católica" se considerencomo cristianización'— es igualmente cierto que los colonoscristianos se paganizaron completamente a su vez porlo que toca a una vida piadosa. Recuérdese que aquelloshombres no eran verdaderos colonos, puesto que dejaronsu país no para trabajar ellos, sino para hacer que <strong>otro</strong>sles trabajasen para su provecho. Además, no vinieronacompañados de sus mujeres y desde su llegada a Américahicieron, por el contrario, todo lo posible por impedir quesus cónyuges les siguieran. <strong>El</strong> Ulises colonial jamás pensóen Itaca o en la Penélope que hilaba para él en la distanteEspaña o Portugal. En vez de eso se juntó con mujeresindias en esta americana Isla de las Sirenas. Los hijos deesas uniones fueron criados por sus incultas madres. Nohubo vida de hogar. La ausencia de la sagrada y edificanteinfluencia del hogar religioso, en que los hijos puedencrecer al cuidado de padres que son verdaderos compañerosel uno del <strong>otro</strong> y ejemplos genuinos para sus vástagos,vino a constituir uno de los más graves problemasde la vida colonial de Iberoamérica. La falta de hogaresasí fué otra de las causas de que la Corona y la Iglesiano hubiesen podido crear una verdadera sociedad cristianaen los días de la Colonia. Ahí han de hallarse también lasraíces de lo que los escritores sudamericanos contemporáneosdescriben como irreligiosidad fundamental de la vidaen elcontinente del sur.c) La Salvaguarda de la Pureza TeocráticaLa pasión inicial de hacer prosélitos comenzó a declinar;la inmoralidad de toda clase iba carcomiendo rápidamente,como un cáncer, las entrañas de la vida colonial;pero la teocracia no menguó ni un ápice en su celo pormantener la unidad v pureza de la vida y la religión en elseno de sus vastos dominios.Para impedir intromisiones perniciosas del exterior,especialmente la introducción de nuevas formas e ideasreligiosas, los teócratas coloniales establecieron una estrictacensura. Desde el mismo principio de la conquistano se admitió a sacerdotes extranjeros en Sudamérica. Se


62 JUAN A. MACKAYprohibió igualmente la inmigración de moros, judíos, herejesy prosélitos. Para la publicación de todo libro relativoa las posesiones coloniales se requería el consentimientodel Consejo de Indias radicado en Madrid. Todavía en1878 la Iglesia ejercía en Chile la censura de los librosextranjeros. Tomóse toda precaución posible para asegurarla perpetua pureza de la Santa Fe Católica en lastierras vírgenes de América.Pero el principal y más notorio medio adoptado porla España teocrática para asegurar la ortodoxia católica,en fe y moral, en sus colonias americanas, fué el establecimientode la Inquisición en los dominios de Nueva España,en 1569. No es nuestro propósito entrar aquí en laconsideración del carácter v funciones generales de la"Santa Cruzada", de este "Estado dentro del Estado",como le llamara un escritor italiano, un Estado con su"terrible ejército propio, un ejército anónimo, invisible eimpalpable, pero con ojos y oídos abiertos en todas direcciones."Basta decir que, con su cuartel general en Lima,la Inquisición funcionó a intervalos de 1569 a 1813, añode su abolición. Reestablecida al año siguiente, arrastróuna moribunda existencia, ocupándose principalmente conlos lectores de libros prohibidos, hasta que las fuerzaslibertadoras de San Martín entraron a la capital peruanaen 1821.Don Ricardo Palma, que es probablemente el literatomás eminente que ha producido Sudamérica, dedica laparte final de sus famosas Tradiciones Peruanas a los"Anales de la Inquisición en Lima". Páginas brillantesque se leen a la vez con tristeza y fascinación. Segün eldecreto real por el cual se fundó la Inquisición, se considerabanecesario establecer el "Santo Oficio" en las provinciasde ultramar, "en interés del aumento y conservaciónde nuestra Santa Fe Católica y cristiana reliaión".La primera persona sometida a la sentencia extrema de serquemada fué un francés, Mateo Salade, condenado por"hereje contumaz", en 1573. Examinando los archivos del"Santo Oficio" desde esa fecha hasta su abolición, hallamosuna larga lista de los infortunados que sufrieron susrigores. Por "seguidores de Lutero", o "judíos", o "blasfemos",o "por poseer libros prohibidos", "tener trato conel diablo en brujerías", "celebrar misa sin sacerdote", o


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 63quizá por algún delito moral o capricho pueril, cuya solamención provoca hilaridad, las víctimas tuvieron que subira la hoquera o someterse al p<strong>otro</strong> del tormento o sufriralguna suerte de indignidad en sus personas. En sus anotaciones,Palma menciona a algunos británicos, como JohnDrake, primo del corsario, y <strong>otro</strong>s, condenados por "lu-iteranos", algunos de los cuales se retractaron para escapara la hoguera, pero <strong>otro</strong>s fueron quemados.Funcionaba la Inquisición en lo que ahora es el edificiodel Senado en Lima. Cuando se publicó el decreto queanunciaba su abolición, el populacho asaltó y saqueó latemible mansión. En la cámara de los inquisidores hallaron,entre otras cosas, un crucifijo de tamaño natural,cuya cabeza podía ser manipulada con ciertas cuerdas porun hombre oculto tras el solio del Tribunal. Cuando lacabeza del crucifijo se movía quería decir que el acusadoera culpable y debía ser condenado. Dicho crucifijo ocupabaun lugar entre dos enormes candelabros verdes colocadosen la mesa ante la cual tomaban asiento los dosinquisidores v el fiscal. Este característico agrupamientodió origen a la famosa descripción que hacía Jovellancsde la cámara inquisitorial: "Un santo Cristo, dos candelerosy tres majaderos".Y majaderos eran los inquisidores en verdad, y muchopeor. <strong>El</strong>los mismos eran culpables de muchas de las cosaspor las cuales torturaban a los demás. En cierta ocasiónun representante de la Suprema Corte de España vinocomisionado al Perú a investigar los cargos contra dosinquisidores, don Diego de Unda y don Cristóbal Calderón,de quienes se probó que habían estado viviendo públicamentecon sus queridas v habían defraudado a laCorona de una respetable suma de dinero.d) Camafeos ReligiososY no obstante, en vez de menguar, crecía la pompaexterna de la religión. <strong>El</strong> municipio colonial era una prolongaciónde una iglesia o un monasterio, como las ciudadescatedrales de la vieja Castilla. Hav una escena sim-*Ricardo Palma, Apéndice a mis últimas Tradiciones Peruanas,pág. 477.


64 JUAN A. MACKAYbólica de los tiempos coloniales, dice el escritor argentinoJuan B. Terán, que espera todavía el pincel del pintor yla pluma del novelista."Una escena, durante los temblores que asolaron Panamá,desde mayo a agosto de 1621, pinta el ambienteespiritual de la ciudad americana. Durante los temblores,en la plaza de Panamá, los sacerdotes, sentados sobre laspiedras reunidas para construir la catedral, confiesan alos vecinos que corren semidesnudos desde sus casas,mientras se desploman los techos y sopla el huracán".''Quien haya pasado por los distritos rurales de Méxicono olvidará jamás el número de torres de iglesias queel ojo alcanza a percibir en algún llano escasamente poblado.Tiempo hubo en que no menos de 17,000 iglesiascubrían la superficie de este solo país, construidas porórdenes reHgiosas rivales con los centavos, penosamenteganados, de la población indígena. ¡Santuarios palaciegosen medio de una miseria sin alivio! "Las erguidas torresde los templos ^dice un escritor chileno, describiendo lasituación de su país en el siglo dieciocho— que enviabanplegarias silenciosas al cielo, era lo único esbelto que sealzaba en los pueblos sobre el caserío aplastado y opaco,de paja y barro, con puertas conventuales y ventanas cubiertasde tupidas rejas de cobre.^.Como en España, los festivales religiosos eran los máspopulares, aunque de ningún modo los que mejor reahzabanfines religiosos, pues sólo tendían a recrudecer en elpueblo sus supersticiones primitivas. La descripción de unfestival religioso español durante el reinado de Carlos elHechizado se ajusta admirablemente a los festivales típicosde la América del Sur en tiempos de la Colonia, algunosde los cuales existen todavía, aunque con decrecienteesplendor. "Las fiestas más populares, los días más solemnes,bulliciosos y alegres del año, eran aquellos en que seconmemoraban los grandes misterios de la fe, y sin necesidadde ello, bendecíanse los campos, los vientos, losríos y las aguas, sacábanse en procesión los cuerpos de lossantos lo mismo en épocas de sequía que en momentos de^Relato de Juan Requejo Salcedo, citado en <strong>El</strong> Nacimiento de laAmérica Española, pág. 217.*A. Cabero, Chile y los Chilenos, pág. 354.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 65apuro, V hasta el Santísimo servía para apaciguar lostumultos populares, como cuando cayó Oropesa, o paradominar los incendios, como al ocurrir el de la Panadería.La religión se mezclaba irrespetuosamente con las cosasmás ajenas a su sagrado ministerio y se apelaba a losrecursos más santos, por tal de conseguir los resultadosmás prosaicos y detestables".^Todo el que haya presenciado en el Perú festivalesreligiosos populares como los de "<strong>El</strong> Señor del Trueno","<strong>El</strong> Señor del Mar", o "<strong>El</strong> Señor de los Milagros", reconoceráalgunos de los detalles de la anterior descripción.Siendo en un principio un tremendo peder de cruzada,que imponía a las razas indígenas, por la buena o por lamala, sus ritos y postulados, la religión se degradó rápidamentehasta venir a ser tan sólo un medio mágico deobtener lo que por medios ordinarios no podía lograrse.Cristo y la Virgen se convirtieron en figuras regionalesy se les confirieron títulos significativos según algunagracia o beneficio especial que se asociaba con sus innumerablesimágenes. Los santos comenzaron a ocupar elprimer lugar en la conciencia religiosa del pueblo, comopatrones de deseos así individuales como colectivos. EnBuenos Aires, hacia fines del siglo dieciocho, se acostumbrabaofrecer oraciones a San Martín para que hicierallover cuando el suelo estaba todo agrietado después deuna larga sequía, a la Virgen de Luján como libertadorade los cautivos v defensora contra epidemias, y a los santosSabino y Bonifacio por ser tan famosos "como protectorescontra las plagas de ratones y hormigas" de esaciudad. ^0<strong>El</strong> poeta v ensayista peruano, José Gálvez, ofrece deliciososbocetos de la vida religiosa de Lima en su libro,Una Lima Que se Va, los cuales pueden considerarse comoreliquias de la religión popular de los tiempos colonialesque han persistido hasta el presente. Hablando de las va-'rías clases de beatas, en sus clásicas mantas, que él habíap. 176.° Julián Juderías, España en Tiempos de Carlos II, el Hechizado,^°Acuerdo del Cabildo de Buenos Aires, 1776, Libro 40. Cit. porJulio Noé, en La Religión en la Sociedad Argentina, a fines del sigloXVIII.


66 JUAN A. MACKAYconocido en el transcurso de su vida, Gálvez ofrece lasiguiente descripción de la clase que él llama de Lasinteresadas^ "La esperanza de que todos los bienes bajendel cielo y la certeza de que en el cielo está el dispensadorde todos ellos, inspiran a algunas beatitas el sórdidointerés que ponen en sus oraciones. Rezan por sacarseuna suerte, porque no se muera el gato, porque le denun destino a Fulanito, porque Menganita salga con biendel parto; y tan a lo serio toman su carácter de beatasrezadoras que tienen un santo para cada cosa, y cuandono las escuchan, los castigan poniendo efigies de cabeza,metiéndolas dentro de un zapato o cosa peor, volviéndolascontra la pared resintiéndose y hasta diciéndoles cosasfeas. Llenas de primitiva ingenuidad hacen la lista interminablede las especialidades del Santoral: *A SantaRita le pedí que me concediera una suerte; no me la saquéy entonces por castigo puse su imagen vuelta a la pared.A la semana, me concedió dos soles, como para que vieseque podía hacer el milagro, pero que no me convenía tenermás plata..'. Esto es sabroso en su infantil paganismo",comenta el autor.e) <strong>El</strong> Impetio JesuítaEn el siglo anterior a la iniciación de la vida republicana,lo épico hubiese cedido su lugar enteramente a lomelodramático en la vida religiosa de Sudamérica, si nohubiera sido por la renovación que experimentó con elfamoso episodio que se conoce en la historia como la fundacióndel Imperio Jesuíta del Paraguay. Si puede decirseque Ignacio de Loyola es el alma más genuinamente ibéricade la historia, y que la Orden Jesuíta es el productoorganizado más genuino del espíritu religioso español,puede afirmarse con igual verdad que el Imperio Jesuítadel Paraguay es símbolo y microcosmos del curso enterode la historia religiosa de Sudamérica durante la épocacolonial.Antes de que sigamos a los hijos de Lovola al Paraguay,consideremos sus previos esfuerzos misioneros enotras regiones del continente. Según el escritor brasileño." Op. cit. pág. 104.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 67Manuel Oliveira Lima,^- los Jesuítas ejercieron una influenciasocial mucho mayor en la América partuguesaque en la española, por razón de que en esta última habíansido precedidos por otras poderosas organizaciones. Durantelos siglos dieciséis y diecisiete fueron los principalesagentes de la cultura brasileña nacional. Ya antes noshemos referido a José de Anchieta, alma verdaderamentegrande, digna de clasificarse junto con Francisco Xavier,y a quien se conoce como "el apóstol del Brasil". Durantecuarenta años laboró por la conversión v protección de losindios, defendiéndolos de los famosos bandeirantes, comose llamó a los aventureros que colonizaron el Estado deSan Paulo.En Argentina los jesuítas llegaron a ser sumamenteinfluyentes, así entre las clases bajas como en las altasde la sociedad. Influyeron en las primeras principalmentepor medio del confesionario, y en las segundas, mediantelas escuelas y universidades que fundaren. "Sabían -— diceel escritor argentino, Julio Noé^— de cada familia susecreta ambición, de cada doncella su íntimo propósito yde cada mancebo su afiebrado apetito. Así propiciarían aaquélla en la satisfacción de sus deseos; facilitarían ellogro de los casamientos a las mujeres impacientes, y atodo joven religioso y aventurero disculparían el últimodesliz con una dulce penitencia. De este modo lograbanla adhesión de unos v de <strong>otro</strong>s".Mientras seguimos a los jesuítas al Paraguay, recordemosaquellas palabras tremendas de Loyola: "Seamoscomo un cadáver que de sí mismo es incapaz de movimiento,o como el bordón de un ciego". Su ideal, según loexpresó él mismo, era "mandar en un cementerio".^'* Cuandoel mundo se hubiese transformado en un cementeriomoral, el Reino de Dios habría llegado. Toda la políticade la Orden Jesuíta se dirigió a esa meta sepulcral. Supropósito era conquistar para Dios el mundo, lo cual queríadecir universalizar la pasividad y paz del cementerio,lo cual los padres jesuítas determinaron alcanzar por" La Evolución del Brasil comparada con la de la América Españolay Anglosajona." La Religión en la Sociedad Argentina a fines del Siglo XVllL" Oliveira Martins, Historia de la Civilización ibérica, pág. 346.


68 JUAN A. MACKAYcualesquiera medios que se hiciesen necesarios, las armascelestiales cuando se pudiera, y, cuando no, las armas terrenales.Los primeros jesuítas llegaron al Paraguay en 1588.Por algún tiempo se entregaron completamente a la evangelizaciónde los indios guaraníes. Es cierto que trataronde hacerles atractivo el cristianismo a los salvajes porconsideraciones muy utilitarias, tales como mostrarles, porejemplo, cuán inmensas ventajas obtenían, en alimentación,recreación y buen trato, quienes aceptaban el bautismo.No obstante, no puede negarse que en un principio noaspiraban a otra cosa que al bien espiritual de sus catecúmenos.Poco a poco, sin embargo, a medida que su buenéxito y prosperidad aumentaban, comenzaron a soñar enla dominación espiritual y temporal de los indios, mediantela formación de una oligarquía cristiana que fuese independientede la tutela de los Reyes Católicos.Con el transcurso del tiempo quedó fundada ahí unateocracia modelo y el reino jesuíta ensanchó su extensiónhasta tener un diámetro de trescientas leguas. <strong>El</strong> territorioquedó dividido en treinta provincias, con treinta y tresjurisdicciones y más de cien mil habitantes. Cada jurisdicciónestaba rodeada de un foso y una pahzada, concentinelas y patrulla constante de día y de noche. A nadiese le permitía la entrada sin permiso especial.La forma de organización social impuesta por lospadres era una maravilla de perfección mecánica y sin alma.Desde luego, todo pertenecía a los padres: el pueblocarecía por completo de propiedades. Todo hombre, mujery niño tenía una tarea asignada y estaba en obligaciónde cumphrla. Había reglas y preceptos para todo aspectoy detalle de la vida, pero no sólo estaba sujeta a normasrígidas la vida religiosa y social del pueblo, sino que tambiénsu vida económica y doméstica, hasta en los detallesmás triviales y ridículos. Se obhgaba a los hombres a casarsea los diecisiete años y a las mujeres a los quince.Nada había que estimulara la iniciativa individual, ni encaso de surgir ésta, recibía recompensa alguna. Trabajo,obediencia, igualdad y uniformidad: tal era la regla. Losmunicipios jesuítas se parecían entre sí como una gota deagua a otra.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 69Obtener puestos de doctrineros, es decir, de sacerdotesencargados de grupos de indios recién convertidos, vino aser la ambición capital de los estudiantes de los seminariosjesuítas de las tres provincias de Paraguay, Río dela Plata y Tucumán. <strong>El</strong> tipo de sacerdote que se requeríaentonces en el Imperio era el de buen administrador. Loque sucedía en la vida secular en el caso de los encomenderosse repitió entre los padres jesuítas en Paraguay. <strong>El</strong>negocio y no la salvación se convirtió en el motivo principaldel esfuerzo evangelístico, y el clásico "delirio degrandeza", en su más mundana forma, se apoderó de loshijos de Loyola, que se convirtieron en una potencia comercialy causaron graves daños al comercio español enSudamérica. Dueños de una flota mercante, exportabanmate (el té paraguayo), lino, pieles y frutas a Chile, Perúy Brasil. Según el distinguido escritor paraguayo, BlasGaray, a cuyo valioso libro. <strong>El</strong> Comunismo de las Misiones,debemos la mayoría de estos datos, los ingresos anualesde los padres jesuítas ascendían a 1,000,000 de pesosplata españoles, mientras que sus gastos llegaban apenasa 100,000. ¡Dividendos de novecientos por ciento!<strong>El</strong> extraordinario buen éxito del reino jesuíta del Paraguaycomo empresa comercial tenía por base dos factoresprincipales: el débil sentido moral de los jesuístas conrespecto a los derechos de los seres humanos, y su supremosentido psicológico del poder del ritual suntuososobre la mente primitiva. En cuanto a lo primero, lahistoria posee un catálogo de hechos dolorosos. Sabemos,por ejemplo, que los indios que transportaban la yerba demate desde la plantación hasta los puertos del ríe, sufríanindescriptibles penalidades. Se nos dice que a menudosucedía que cuando el cargador llegaba al puerto de embarque,su carga pesaba más que él. En cuando a lo segundo,los jesuítas erigieron templos suntuosos en quelos siervos indios, deslumhrados por el esplendor ritual,se sentían arrastrados a prestar más religioso temor y obedienciaa sus señores. Se reahzaba así el ideal del cementerio,la magnificencia del arte sobre la inmovilidad dela muerte.<strong>El</strong> Imperio floreció hasta 1767. Por ese tiempo las intrigasde los jesuítas contra la Corona Española se hicierontan patentes, especialmente en relación con la cesión


70 JUAN A. MACKAYhecha por España a Portugal de parte del territorio enque ellos trabajaban, que en el año supradicho cayó sobrela orden de Loyola, como rayo salido de cielo sin nubes,su expulsión de los dominios españoles.Con la expulsión de los jesuítas termina todo lo quehay de épico, en sentido religioso, es la ocupación ibéricadel continente americano. Menos de cincuenta años despuéstoda la América del Sur se había liberado del yugode España y Portugal. Con la Guerra de Independenciase abre una nueva página en la historia religiosa del continente.Continuaron las influencias tradicionales, pero semodificaron grandemente las condiciones bajo las cualesse ejercían, en tanto que penetraban, a la vez, por puertasque iban abriendo una por una, nuevas fuerzas espirituales.


Capitulo IVDESAPARECE EL REY Y LLEGA EL PAPADoce años, a principios del siglo pasado, bastaron paraprivar a España y Portugal de sus posesiones colonialesde Sudamérica. Entre 1810 y 1822 las colonias se sacudieronel yugo de las madres patrias. En el Brasil se fundó en1822 una monarquía independiente que duró hasta 1889,cuando se adoptó la forma republicana de gobierno. Lascolonias españolas se hicieron repúblicas en la época de larevolución y desde entonces han venido disfrutando delibertad democrática, excepto en períodos frecuentes yprolongados en que han sido gobernadas por dictadores.Tales dictaduras han sido la evidencia de que la mayoríade los países sudamericanos no estaban preparados parala democracia cuando se hicieron libres políticamente.Aquellos años funestos significaron para España muchomás que la simple pérdida de sus ricas colonias; significaban,además, la disolución de la teocracia españolaen el Nuevo Mundo. <strong>El</strong> derecho de patronato eclesiásticoy gobierno de la Iglesia, con que las bulas papales de AlejandroVI y Julio II habían investido a la Corona Española,se convirtió en letra muerta. Por obra de los Libertadoresquedó anulada esa nueva y originalísima forma deley canónica, que había gobernado las relaciones entreIglesia v Estado en Sudamérica durante más de trecientossuaños. La columna mística del imperio colonial español,privilegio inmemorial de ser un Vicario de Cristo pararealizar a la vez la obra de César v la de Dios, se desplomócon el resto del edificio, y el derrumbamiento de esacolumna fué el golpe más amargo que tuvo que soportarla monarquía española.Durante todos los diez años después de haberse proclamadoestado independiente la última de las coloniassudamericanas, el rey Fernando VII de España soñó en


72 JUAN A. MACKAYla restauración de sus perdidos dominios. Estaba segurode que con sólo que el Papa le siguiera concediendo elprivilegio de proponer obispos para las sedes eclesiásticasde Sudamérica, sería simple cuestión de tiempo el remediarla ruptura política de su imperio. Pero cuando la diplomaciade las repúblicas sudamericanas logró conseguirpara éstas el derecho de patronato que anteriormente habíapertenecido a los reyes españoles, las esperanzas deFernando se frustraron para siempre. Al mismo tiempo seinauguraba una nueva era en la historia del catolicismoen Sudamérica.a) La Revolución y la ReligiónLa Revolución Sudamericana fué obra combinada declérigos y legos. Si bien es cierto que en todas partes lajerarquía, y probablemente la mayoría del clero menor enlos países del norte y de la costa occidental del continente,eran reahstas, un grupo muy numeroso v distinguido desacerdotes defendió la causa revolucionaria. Eran, casi sinexcepción, hombres de sentimientos liberales y de ampliavisión, particularmente tratándose de los eminentes sacerdotesbrasileños v argentinos que desempeñaron unpapel prominente en la Guerra de Independencia y en lasubsecuente reorganización de sus respectivos países.La revolución de 1817 en el Brasil fué, en muy granproporción, una "revolución de curas". Durante la minoríade edad del segundo Emperador, fué un sacerdote, elfamoso padre Feijó, quien actuó de regente de 1834 a1837. Feijó era un ardiente abogado de la abolición delcelibato eclesiástico, que ha sido causa de algunos de losmás graves males en la historia del catolicismo sudamericano.Es una de las glorias legítimas de Argentina el queen la época de la Revolución haya tenido un grupo declero liberal que fué el alma del movimiento. Por su predicación,sus dones v su influencia en el ejército, fueronde gran ayuda a la causa de la independencia. Y mástarde, cuando llegó el momento de la acción constructora,esos hombres tuvieron parte muy importante en la redacciónde la nueva Constitución. Entre el total de veintinuevediputados, dieciséis sacerdotes participaron en el


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 73Congreso de Tucumán, en 1816, donde se proclamó lacompleta independencia del país. La Constitución finalde la nueva República Argentina, promulgada en 1818,lleva las firmas de nueve clérigos, de un total de veinticuatrodiputados nacionales. <strong>El</strong> presidente de aquel qrupode congresistas era un sacerdote eminente v patriota, eldeán don Gregorio Funes, archidiácono de la catedral deSalta.Por otra parte, en los países del occidente y norte, elclero, con honrosas excepciones, propendía a ser reaccionarió.Una razón Dará ello, era que la tradición españolaera mucho más fuerte en esas partes que en la regióndel Ríe de la Plata, a la vez que había mucho más sangreespañola en el sacerdocio. Al mismo tiempo, hallamos enperíodo revolucionario de la historia peruana, un grupode eclesiásticos que eran tan liberales como sus cófradesargentinos. <strong>El</strong> principal de ellos era el arequipeño LunaIglesias, Rector del Colegio de San Fernando de Lima,hombre que después de pasar algún tiempo en Europahabía regresado a su país imbuido de las ideas de laRevolución Francesa. Como miembro de la AsambleaNacional de 1822, que redactó una Constitución para lanueva República del Perú, Iqlesias estaba en favor de lacompleta libertad de cuhos. Propuso que el artículo referentea la religión dijera simplemente: "La religión delPerú es la católica apostóhca romana." Un laico, el doctorJusto Figuerola, propuso a su vez que se añadiera lafrase, "con exclusión del ejercicio de cualquiera otra".La Asamblea aprobó el artículo así enmendado, y el paísentró en un período prolongado de oscurantismo reliqicso.Fué hasta 1865 cuando se reformó la fatal frase, quedandocomo sigue: "la Nación. . . no permitirá el ejercicio públicode ninguna otra (religión)", lo cual parecía indicarque de ahí en adelante a los adherentes de <strong>otro</strong>s credos seles permitiría celebrar su culto en privado. "En privado",quería decir en los hogares o en lugares especiales deculto cuya fachada no tuviese la apariencia de edificiosreligiosos ni indicio alguno de su identidad. Esta modificacióncontinuó hasta 1915, en que se suprimió en laConstitución nacional. Desde entonces se ha permitido alas congregaciones protestantes colocar tableros de noticiasen el exterior de sus capillas o salones de predicación,


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 75para con la sucesión apostólica. Durante el período de sudictadura en el Perú designó a un arzobispo v dos obispos,los cuales tomaron inmediatamente posesión de suoficio sin recibir la investidura de Roma.b) Un Cristiano EcuménicoPor aquel entonces vivía en Argentina un muy notablesacerdote llamado Juan Ignacio Gorriti. Había sido diputadonacional y uno de los caudillos de la Revolución.Siendo va un anciano de setenta años, y viviendo en exiliovoluntario en Bolivia a causa de haberse opuesto al cursoque seguían los acontecimientos en su país durante elperíodo que siguió la Revolución, Gorriti publicó, en 1830,un libro notable intitulado Reflexiones, que contiene unaserie de pensamientos, según explica el propio autor, sobrelas causas morales de las convulsiones internas de lesnuevos estados americanos, v un examen de los mediosde remediarlas. Según Ricardo Rojas, en el prólogo de lanueva edición de Reflexiones, preparada por él, dicho libropuede considerarse como el "Manifiesto de la IglesiaArgentina, en cuanto ella asumió durante aquel período unaactitud independiente del pontificado, o sea una actitudmás bien 'nacionalista* que 'romana'." ^Reflexiones es obra de un gran espíritu cristiano que,en los umbrales de la eternidad, apuntó sus pensamientossobre los problemas sudamericanos v su solución. Hay enel libro una sección sobre la educación religiosa. Al discutirel problema de la instrucción moral, Gorriti mencionala dificultad de hallar un libro de texto adecuado, e inmediatamenteañade: "he oído también hacer grandes elogiosdel Curso de Moral de M. Néker, y aunque no lo hepodido conseguir para leerlo, estov seguro de que no contendrámáximas antisociales, porque era protestante celoso,no materialista".- Por lo tanto, recomienda que esaobra se adopte como libro escolar. <strong>El</strong> maestro podrállamar la atención a cualquier error calvinista que el librocontenga, v corregirlo, pero, dice Gorriti, "errores de estaclase no pueden hacer la base de su sistema, cuando pro-^Reflexiones, J. I. de Gorriti, pág. 34.' Id., pág. 207.


76 JUAN A. MACKAYtestantes y católicos no pugnan en materia de virtudes ovicios morales".^Gorriti no sólo pone la caridad cristiana y los interesesde la moral pública por encima de todo estrecho sentimientosectario, sino que llega a criticar muy severamentealgunas de las costumbres y tendencias de su propia Iglesia.Suprimiría, por ejemplo, la mayoría de los días defiesta. Denuncia con energía la influencia siniestra que hatenido sobre la religión y la moral la bula papal de laSanta Cruzada, en que se concedieron "dispensas perniciosas".'^Con gusto vería que se aboliera el método escolásticoen la enseñanza religiosa, pues, dice, su solo valorconsiste en enseñar a uno a despilfarrar el tiempo metódicamente.^Le agrada el dogma, pero le disgustan las sutilezasdel escolasticismo.^ Su solución para la educaciónmoral de la juventud es el hábito de la lectura de losEvangelios y la meditación de las máximas que contienen.'Este venerable sacerdote y patriota encomia las respetadasprácticas protestantes del culto de familia y laobservancia del domingo, como ejemplo que debe imitarseen su tierra natal. "Es preciso confesar con ingenuidadpara nuestra propia confusión y recordarlo paraque nos sirva de ejemplo, que los protestantes tienen enesta parte una moral más ajustada a la razón v el Evangelio.Los padres de familia de entre éstos consagranhoras determinadas a la instrucción de sus hijos. Los domingos,únicos días festivos que se conocen, no se permitendistracción de ningún género: después de los ejerciciospúblicos de su culto, emplean todo el tiempo enestudiar las Escrituras, explicarlas a sus domésticos e instruirlosen sus deberes de hombres, de ciudadanos y decristianos. Permita el cielo que usos tan ejemplares segenerahcen en toda la América española, que profesa lareligión santa católica, apostólica y romana. ¡Cuánto ganaríanla educación y las costumbres!" ^' Id., págs. 207-208.*Reflexiones, pág. 138.' Id,, pág. 215." Id., pág. 220.' Id., pág. 208.* Id., pág. 99.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 77La figura e ideas de Gorriti provocan una serie dereflexiones. En primer lugar, ningún sacerdote o preladocatólico romano de Sudamérica se expresa hoy en esostérminos amistosos v de simpatía hacia los protestantes,y si lo hiciera públicamente, no escaparía a la censuraeclesiástica, v si se mostrase recalcitrante en sus expresiones,sería probablemente excomulgado. No es desusadohoy día escuchar a arzobispos católicos de Sudaméricadeclarando que el protestantismo es, en todos sus aspectos,una verdadera cloaca de iniquidad. "Hay denominacionesprotestantes", dijo el Arzobispo de Lima en 1924,a su regreso de una visita a los Estados Unidos y Europa,"que permiten el divorcio indefinido, otras el adulterio,no pocas la poligamia, los abortos, el infanticidio y muchos<strong>otro</strong>s crímenes". Al parecer no había visto en el mundoprotestante cosa buena alguna que pudiera poner comolección objetiva a su rebaño.Mucho más vital es una segunda reflexión que suscitaGorriti. Este hombre bueno pone el dedo en la fuente espiritualde la fuerza del protestantismo en sus mejoresdías: la religión, las devociones y la Biblia de familia.Desde el tiempo de la Conquista hasta el presente, nadade eso ha tenido la religión sudamericana. <strong>El</strong> concentrarla religión en un templo y a Cristo en una substanciamaterial ha privado al hogar de la Presencia Real. <strong>El</strong>punto más significativo del viejo poema inglés, La nochedel Sábado de Cottar, ha estado ausente de los hogares delpueblo, pues no han tenido nada que corresponda a esto:Y terminada la alegre cena, con rostro graveen torno al fuego forman un amplio círculo;y el jefe de la casa, con patriarcal talantevuelve las hojas de la Sagrada Biblia,orgullo de sus padres. . .Después, de hinojos todos, alRey de los Cielos, orael santo, el padre v el esposo.EternoUn escritor sudamericano contemporáneo, don JulioNavarro Mcnzó, ha corroborado recientemente las ideasde Gorriti sobre la influencia que la religión de familiatienen en la sociedad. En un librito. <strong>El</strong> Problema Religioso


78 JUAN A. MACKAYen la Cultura Latinoamericana, escrito en 1925, contrastala desagradable condición que prevalece en los hogaresde la clase rural de América Latina con el aseo y bellezaque halló en el interior de las casas de campesinos enInglaterra y en las humildes casas solariegas de Massachussettsy Michigan. Luego añade: "Pocos serán losque, como Domingo Faustino Sarmiento, sabrán correlacionartodos esos actos y todas esas cosas con la viejaBiblia que allí está puesta, en un rincón del comedor, so-*bre una silla o en el alféizar de la ventana, leida, todas lasmañanas, antes que se levanten los manteles del desayuno.Pocos serán, en otras palabras, los que se percaten deque todo esto, que nos cautiva por su sencillez y espontaneidad,es el fruto de una cultura de muchos siglos".^En los albores de la independencia sudamericana, JuanIgnacio Gorriti, con su espíritu cristiano ecuménico y supasión moral, percibió con toda claridad el problema religiosode las nuevas repúblicas. iCuán diferente podríahaber sido la historia religiosa v sociológica del continenteentero del sur, con sólo que se hubiese formado en laRepública Argentina, a principios del siglo pasado, unaverdadera Iglesia Católica nacional! La "Vieja Biblia"hubiera entrado en los hogares de donde ha sido excluidasistemáticamente. Católicos v protestantes podríanhaber vivido apreciándose recíprocamente y unos y <strong>otro</strong>strabajando por el bienestar espiritual del pueblo. Esos paíseshubieran experimentado en esa época su propia reformarehgiosa. Pero. . llegó el Papa.c) La Llegada del PapaPasó algún tiempo antes que el Vaticano pudiera aceptarel hecho de que los dominios, que anteriores ocupantesde la Silla de San Pedro habían etorgado, en nombre deCristo, a los reinos de España y Portugal, habían quedadosustraídos para siempre a la dominación de la Península.Durante años después de la emancipación del último de lospaíses sudamericanos, el papa León XII rehusó su reconocimientoa los nuevos gobiernos. Esperaba, contra todaesperanza, que con el correr del tiempo se restauraría el'Pág. 21.


EL OTR® CRISTO ESPAÑOL 79viejo orden. Además, la política tradicional de Roma habíasido no reconocer a ningún gobierno que debiera su existenciaa una revolución contra la autoridad establecida.<strong>El</strong> rey de España, Fernando VII, puso en juego todoslos recursos de que disponía para obtener la influenciapapal en favor de la restauración de sus perdidos dominios.Solicitó del Papa una encíclica dirigida al clero americanoexhortándolo a sostener a España, y pidió que nose admitiera en los Estados Pontificios a ningún emisariode la América Española. Cuando, al fin v al cabo, elVaticano mostró inclinaciones a establecer relaciones amistosascon los gobiernos revolucionarios, Fernando solicitóque se le reservara a él el derecho secreto de designarcandidatos a las sedes episcopales de sus antiguas colonias.Se hacía el razonamiento de que con sólo que siguiera,como en los días de la teocracia, ejerciendo el dominiovirtual de la Iglesia, sería simple cuestión de tiempovolver a ser "el grande, sobre todos los grandes. Rey delas Españas".Los nuevos gobiernos se dieron cuenta, por su Darte,de que era de prima importancia política para ellos r!frustrar las maquinaciones de España cerca de la CortePapal, y conseguirse la adhesión del Papa. Empezó así unalucha diplomática, que duró diez años, entre las jóvenesrepúblicas y la vieja metrópohs, cuya escena fué el Vaticano.Uno tras <strong>otro</strong> se presentaron en Roma los delegadosde los países hispanoamericanos. Fray Pacheco, deArgentina; el archidiácono José Ignacio Cienfuegos, deChile; don Ignacio Tejeda, de la Nueva Granada, y elpresbítero Francisco Vázquez, de México, procuraron porturno ganar al Papa a la causa de la Revolución y conseguirque Su Santidad concediera la investidura a nuevosobispos. Estos hombres, tres de los cuales, según puedenotarse, eran eclesiásticos, forman un grupo de interesantísimospersonajes. <strong>El</strong> relato de sus esfuerzos diplomáticos,y de las estratagemas que tuvieron que emplear paraevadir la vigilancia de la embajada de España en Romay hacerse oír del Papa, con la mala suerte que por algúntiempo recayó en sus afanes, constituye una historia novelescay fascinadora.^^V. Lucas Ayarragaray, La Iglesia en la América.


80 JUAN A. MACKAYHubo un momento durante las negociaciones en quepareció como si las nuevas repúblicas fuesen a echar porsu propio camino religioso y a surgir iglesias nacionalesseparadas. En 1824, dos años después de empezadas lasnegociaciones, el Papa publicó una encíclica intervencionistaen que convocaba a todos los clérigos v leales católicosdel Nuevo Mundo a repudiar la Revolución y aprestar sostén al restablecimiento del viejo orden. Estemalaventurado documento despertó una vigorosa reacciónen los países sudamericanos. Se acusó al Papa de parcialidady se concibió fuerte desconfianza respecto a susdesignios. Esta encíclica, como era de esperarse, no sehalla en los archivos del Vaticano, y se ha intentado negarsu autenticidad. Esfuerzo vano, porque existe cuandomenos una copia auténtica de él. Además, otras consideraciones,admirablemente formuladas en 1874 por el escritorchileno Miguel Luis Amunátegui, muestran hastala saciedad que hubo un esfuerzo por difundir la famosaencíclica en tedas las nuevas repúbhcas americanas.En el mismo año de 1824, un vicario apostólico, un talmonseñor Muzzi, visitó Chile y Argentina. Su actitud,autocrática e irrespetuosa, hizo empeorar la situación enChile, y más tarde, cuando exhibió la misma falta de respetoa los fines e instituciones nacionales de la Argentina,fué expulsado al punto del país. La impresión general quecausó fué la de ser simplemente un emisario del rey deEspaña.Mientras tanto, se le había hecho creer al Papa quehabía verdadero peligro de que la propaganda protestantese abriera paso en los antiguos dominios españoles. DonIgnacio Texada le informó como sigue: "Vienen a Américanegociantes ingleses, holandeses y suizos v están diseminandosus doctrinas v misiones, y no tenemos obispos".<strong>El</strong> Papa se sobresaltó, v convino en que en cadapaís de Sudamérica la Iglesia estuviese representada porvicarios apostólicos que desempeñarían las labores de obispossin pertenecer a sede episcopal alguna. Como el reyespañol objetara a esta política de mediación, insistiendosiempre en sus viejos derechos de patronato, el Papa replicóque el privilegio otorgado a los monarcas católicospor la Iglesia caducaba cuando éstos afectaban desfavorablementelos intereses de la misma.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 81La verdadera crisis sobrevino en 1 830. Ejercía el poderun nuevo papa, Gregorio XVI. <strong>El</strong> delegado mexicano,Vázquez, presentó a Su Santidad un ultimátum: Méxicorehusaría en lo adelante a recibir vicarios apostólicos.<strong>El</strong> último de ellos sólo había creado confusión, y el paísdemandaba obispos regulares. Pidió el Papa una prórroga,pero el delegado azteca, fiel a la tradición de franquezaque había distinguido a su raza, replicó que sería necesarioobrar inmediatamente, "a fin", decía, "de que VuesaSantidad se evite el disgusto de verme partir de Roma".Gregorio sabía bien que si sobrevenía una ruptura, nohabría jamás otra Canossa que le remediara. Cedió, yexpidió en 1831 una bula, la SolLicitudo Ecdesianim, porla cual el Vaticano prometía establecer relaciones con losgobiernos revolucionarios que dieran buena garantía deestabilidad. Al año siguiente quedaron instalados obisposen México, Chile y Argentina, y en 1833 el Vaticanootorgó reconocimiento oficial a la Nueva Granada, primerade las repúblicas sudamericanas que recibió de laSanta Sede tal honor.Sin embargo, desde un principio los gobiernos sudamericanosinsistieron en su derecho de patronato, pues sosteníanque éste pasó legalmente a corresponderles comosucesores de la monarquía española, y, en el caso de Brasil,de la portuguesa. Concedióles ese derecho el Vaticano,pero postulando a cambio la protección rigurosísima delos intereses religiosos católicos romanos, con exclusiónde todos los demás credos. Podría decirse, en verdad, quedurante casi todo el siglo diecinueve la política del Vaticanose consagró primordialmente a obtener, hasta dondefuera posible, el monopolio de la propaganda y educaciónreligiosas en los nuevos países. Y su brazo principal paraello fueron las órdenes religiosas extranjeras que ahora sederramaban por todo el continente. En 1836 quedó restauradala Orden jesuíta y ésta volvió a invadir Sudamérica.Más tarde fué expulsada de varios países, pero hallómodo de escurrirse y regresar. Por ejemplo, en Perú,donde los jesuítas no tienen carta legal para residir en elpaís, sostienen la más fuerte de las escuelas particularesen Lima, centro en que recibió su educación la últ'ma generaciónde políticos peruanos. Sólo después de prolongadalucha se pudo arrebatar a les gobiernos dominados


82 JUAN A. MACKAYpor la Iglesia, en los países del occidente y norte de Sudamérica,aquellos privilegios humanos elementales comoel derecho al matrimonio civil, el de establecer cementeriosciviles y el de libertad de cultos. Y en muchos casos se hizonecesaria la presión diplomática del exterior para lograrla concesión de esos derechos.En diferentes épocas se han concluido concordatosentre la Sede Papal y varias repúblicas sudamericanas.Tipo de ellos es el que existe con Colombia. <strong>El</strong> artículoXII de este corivenio establece que en las universidades,colegios, escuelas y <strong>otro</strong>s centros educativos, la instrucciónpública se organizará y llevará a cabo de acuerdocon los dogmas y la moral de la religión católica. La enseñanzacatólica será obligatoria en todos los centros dichos,y se observarán en ellos las prácticas piadosas de la relgióncatólica. En el artículo XIII se asienta que las autoridadeseclesiásticas tendrán el derecho de inspeccionar las escuelaspúblicas para asegurarse de que se observan debidamentelas estipulaciones del artículo anterior, de que nose usa texto alguno ni se propagan ideas cualesquiera quesean contrarias a la fe católica o en detrimento del respetodebido a la Iglesia.Pasando revista a la situación religiosa tal como sepresenta hoy, hallamos que en el curso de los últimoscuarenta años ha tenido lugar la separación de la Iglesiay el Estado en Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile yEcuador. Colombia se ha mantenido fiel a la Iglesia altravés de toda su historia. Venezuela y el Perú, paísesde alma liberal hasta la médula, se han venido mostrandomás y más reaccionarios y oscurantistas, especialmenteel Perú. <strong>El</strong> primero ha estado durante muchos años sometidoa una dictadura brutal, al paso que el segundo acabaapenas de librarse de los grilletes de otra.Por otra parte,Venezuela expidió no hace mucho una ley que prohibela entrada al país de todo clérigo extranjero, así católicocomo protestante, mientras en Brasil, donde la Iglesia yelEstado se separaron, se está haciendo un decidido es-322-327." T. Robertson, Hispanic Relatíons with the United States, págs.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 83fuerzo por reinstalar a la Iglesia Católica Romana en suantigua posición de Iglesia de la nación. ^-d )Un Episodio PeruanoHasta tal punto se amordazó y aporreó en años recientesa la República peruana, que la opinión pública yano pudo expresarse. Sucedió así que un gobierno, vendidoen cuerpo y alma a Roma, se atrevió a ultrajar la concienciamoral de la nación v del mundo, al expedir el decretomás retróqado de los tiempos modernos en materia deeducación. Dicho decreto asienta que en las escuelas públicasy privadas no ha de darse ninguna otra instrucciónreligiosa que la prescrita en el programa de enseñanza osílabo oficial de la Iglesia Católica Romana. Toda escuelaprivada que contravenga esa orden será clausurada y suspropiedades y equipo confiscados. Lo novedoso y reaccionariode esta disposición consiste en el hecho de que laobligación de enseñar el catohcismo romano se les impusoa las escuelas evangélicas. En Turquía ha quedado prohibidala instrucción religiosa en todas las escuelas, y enMéxico, en las escuelas primarias, asi públicas como privadas,^^ pero en el Perú se exigía no sólo que no se enseñaraen las escuelas privadas una rehgión incompatiblecon el Estado v las autoridades eclesiásticas, sino que seenseñara positivamente una religión dictada por dichasautoridades. Fué la tentativa, por parte de las fuerzasclericales del país, de aprovecharse de una situación políticaanormal para restablecer la vieja teocracia católica,y de lo que se trataba principalmente era de eliminar las^'<strong>El</strong> lector se servirá tener presente que este libro fué escrito en1931, y que en los países mencionados en los párrafos anteriores y enlos siguientes, ha habido importantes cambios políticos y sociales. Lasituación religiosa, sin embargo, ha variado relativamente poco en logeneral, por lo cual las conclusiones del autor siguen teniendo validezsubstancial. (N. del Trad." En 1935 se reformó la ley de enseñanza en México, y la instrucciónreligiosa quedó completamente prohibida en todas las escuelas,tanto oficiales como particulares, correspondientes a los ciclosprimario, secundario y normal, así como en las destinadas especialmentea obreros y campesinos. (N. del Trad.)


84 JUAN A. MACKAYinfluencias educativas no católicas, debido al crecienteprestigio de las instituciones evangélicas entre todas lasclases de la comunidad.Debe decirse, 'sin embargo, para crédito del ex presidentaLeguia, masón del grado 33, fallecido después enuna prisión peruana, que no fué él el autor del infamedecreto. Según evidencia irrefutable, su Ministro de Educación,un clerical, sorprendió al Presidente presentándoselosin haberlo previamente estudiado con él. Leguíalo firmó en un momento de irreflexión, pero, convencidoposteriormente de su error, se puso inmediatamente aatenuar su aplicación a las instituciones evangélicas.<strong>El</strong> preámbulo del susodicho edicto contiene una declaraciónsignificativa v reveladora en grado extraordinarioque, leída en conexión con el artículo correspondientedel texto del decreto, arroja un torrente de luz sobre elpasado y el presente de la religión oficial en el Perú, ysu relación con los problemas nacionales. Considerando,explica el documento, que los establecimientos educativosen que se propagan religiones contrarias a la del Estadorealizan una obra destructora de la unidad nacional, quees deber del Estado conservar y fortalecer, y considerandoque tal propaganda es particularmente nociva cuando selleva a cabo entre la población indígena que tiene que serprotegida especialmente por el Estado, se decreta. . . queel gobierno establecerá escuelas especiales para la poblaciónindígena, dondequiera que las considere deseables, einstitutos pedagógicos para la preparación de maestrosindígenas en los departamentos de Puno, Loreto y Ayacucho.La población indígena del Perú llega a 3,000,000,o unas tres quintas partes de la población total. Por primeravez en cerca de cuatro siglos se iba a hacer algo poreducar a esos indios. ¿Y por qué precisamente ahora? ;Ypor qué en particular en los departamentos mencionadosy no en <strong>otro</strong>s? Porque en esos tres departamentos, y especialmenteen el de Puno, en derredor del Lago Titicaca,la Misión Adventista Americana había venido llevando acabo durante muchos años una de las mejores obras educativasque se hacen en el mundo entre aborígenes. Laregión entera se había transformado por completo. Milesde indios habían abandonado el hábito del alcohol y lacocaína y se habían convertido en ciudadanos respetables


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 85y útiles. Prominentes políticos v educadores peruanos hanelogiado en el pasado esta obra, una y otra vez. Sin embargo,hace algunos años visitó esa región un emisarioespecial de Roma. Poco después se puso fin a aquel trabajoy tuvieron que clausurarse ochenta escuelas en quemás de dos mil indios, bajo maestros de su propia raza,recibían educación.Unos años antes, una reacción clerical en Bolivia habíalogrado persuadir al gobierno de aquel país a cerrar lasescuelas adventistas situadas en el lado boliviano delponer esa obra en manos de órdenes religiosaslago, ycatólicas. Pero tan vigoroso fué el clamor popular contraese decreto del gobierno, que al fin fué revocado y sedejaron las cosas como estaban, "i Frailes no!", fué elgrito que resonó por las calles de La Paz. Los fraileshabían tenido cuatrocientos año^ en que realizar esetrabajo, y ni siquiera lo empezaron. Que se hagan a unlado. No tienen títulos morales para una tarea así. Tal erael sentimiento expresado con tanta resolución en la capitalboliviana.e) <strong>El</strong> Vaticano y ArgentinaLas relaciones entre la República Argentina y el Vaticanoson tan anómalas que merecen un par de párrafosaparte. De acuerdo con la Constitución de dicho país, noexiste rehgión de Estado; pero al mismo tiempo, el Estadoejerce el derecho de patronato sobre la Iglesia CatólicaRomana, y, a cambio de tal privilegio, le otorga una subvenciónanual para su sostenimiento en la República. Estambién costumbre que el Presidente y su gabinete concurrana un Te Deum especial que se celebra en catedral conmotivo del aniversario de la independencia nacional. Endiversas ocasiones, así radicales como católicos han atacadoen el Congreso Nacional esa anómala relación. Hacealgunos años se desató una violenta controversia entre elgobierno y el Papa debido a que éste se negó a nombrarcomo Arzobispo de Buenos Aires al eclesiástico designadopor el gobierno para esa sede. Parece que al designadooficial, Andrea, se le había acusado en Roma de favoreceruna política religiosa nacionalista que, al coordinar lasfuerzas católicas en Argentina, limitaría en mucho la in-


86 JUAN A. MACKAYfluencia e ingresos de las poderosas órdenes religiosas. <strong>El</strong>Papa, que en un principio parecía favorablemente dispuestohacia el prelado argentino, cambió repentinamente deactitud, y rehusó extenderle el nombramiento. En vistadel punto muerto a que, como resultado de ello, llegaronlas negociaciones, Su Santidad sugirió una amistosa separaciónde la Iglesia y el Estado, como la que habíatenido lugar en el Brasil. A lo cual se dice que el PresidenteAlvear rephcó: "Si viene la separación, será ruidosacomo en Francia".Sin embargo, al fin y al cabo el Papa ganó, y senombró a un arzobispo satisfactorio para ambas partes.En vista del poderío creciente del Dapado en la Argentina,tal resultado era inevitable. <strong>El</strong> instrumento principal deeste resurgimiento de la influencia papal ha sido la sostenidapenetración del país por nuevas órdenes religiosas.Según la Constitución de 1 853, no se permitiría la entradade ninguna nueva orden religiosa al país salvo por decretoespecial del Congreso Nacional. Pero en la actualidadningún aobierno se atreve a poner en práctica esadisposición. <strong>El</strong> propósito de los oadres de la Repúblicaal no adoptar ninguna religión de Estado, al paso quedaban al gobierno el derecho de mantener bajo su dominioa la Iglesia Católica Romana, fué asegurar, como diceRojas, que la nueva república no se convirtiera en unateocracia jesuíta o una sociedad hundida en la anarquíapor cuerpos ultramontanos.^* Y añade que bajo el régimende dependencia el pueblo se va transformando y encaminandohacia la libertad espiritual, en tanto que el clero,notable antaño por su cultura y amplitud de criterio, seestá atrofiando ahora por la inacción que resulta del subsidiodel Estado y las pitanzas que les arrojan los laicos." Rojas, introducción a Relaciones entre el Estado y la Iglesia^ porDalmacio Vélez Sarsfield, pág. 43." Id., pág. 44.


Capitulo VLA REACCION NEOCATOLICALos últimos trece o catorce años, es decir, el períodoque sucedió a la terminación de la guerra mundial, hanpresenciado en todas partes del mundo una grande ysignificativa reacción católica romana, que no ha dejadode ejercer influencia en Sudamérica.Aunque el Papa entró en la política sudamericanaeclesiástica en 1831, fué hasta la época de León XIII(1878-1903) cuando el Vaticano pareció mostrar un interésinteligente y creador en el continente. Es cierto que elpredecesor de León, Pío IX, había puesto a los indiosbajo los cuidados espirituales de Don Bosco, el famosofundador de los padres salesianos, pero lo hizo sin tenerun conocimiento íntimo de la situación en Sudamérica.Además, tal acción se tomó en contra de la opinión delSecretario de Estado papal, el Cardenal Barnabó.Tocaba a León XIII descubrir realmente Sudamérica.¡Qué sorpresa v dolor debe de haberle causado el descubrimiento!¡Cuán qrande impresión debe de haberle producidola revelación de una forma de catolicismo que sehabía descristianizado e iba perdiendo sin cesar su influenciaen la mente de las personas educadas! Prevalecía unafilosofía materialista. La preocupación del Papa llevó aB fundación de un qran número de instituciones educativasen todo el continente, bajo la dirección de diversasórdenes religiosas. Hace unos cuarenta años empezaron aaparecer en las principales ciudades de Sudamérica escuelassostenidas por la Iglesia, convirtiéndose después algunasde ellas en grandes v florecientes instituciones yunas cuantas en universidades católicas. Poco antes deestallar la guerra mundial en 1914, comenzó a hacersesentir la influencia de estas escuelas en una nueva generaciónde escritores y políticos.


88 JUAN A. MACKAYSin embargo, desde la terminación de aquella querráhan tenido lugar en la Iglesia sudamericana más movimientosde significación que durante todo el siglo anteriorde historia republicana. Consideremos algunos de dichosmovimientos.a) <strong>El</strong> Movimiento de la Juventud CatólicaPor primera vez desde los tiempos de las misionesprimitivas, el catolicismo sudamericano ha desarrolladouna agresiva política religiosa y hecho un serio intento deadaptarse a las nuevas condiciones sociales. La famosaconsigna de León XIII: "Allez au peuple" (Id al pueblo)ha sido tomada muy en serio, y se han formado clubesde obreros catóhcos. Imitando las Asociaciones Cristianasde Jóvenes, se ha organizado un movimiento de lajuventud católica. <strong>El</strong> nombre que usualmente se da a loscentros que lo forman es "Acción Social de la Juventud",y sus clubes fomentan la actividad física y cultural. Detiempo en tiempo se congregan en conferencias nacionalese internacionales. Tres motivos principales aparecencomo lazos de unión de sus miembros, y en dichos motivosse refleja el modo de pensar de una sección representativade la comunidad, o sea, de la juventud, que es portaTozfranco e ingenuo, particularmente en la América Latina,de los sentimientos latentes en la colectividad. Ademásde los motivos secundarios tales como los intereses socialesy recreativos, los motivos primordiales antes aludidosson: primero, la identificación del catolicismo romano conel espíritu latino y a la vez con la estabilidad social;segundo, la hostilidad hacia toda forma de esfuerzo protestante,el cual se tilda invariablemente de agente principaldel imperialismo extranjero, especialmente norteamericano;tercero, la ambición política.<strong>El</strong> primero de dichos motivos es una fase del tradicionalismoy la lealtad de raza contemporáneos. Todo lo queestá estrechamente identificado con la formación históricao espiritual de un pueblo se defiende celosamente, ysí puede demostrarse que determinada institución puedecontribuir a la seguridad nacional o a la gloria de la razao la nación^ tal institución propende a nacionalizarse.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 89primero en el sentimiento público y, más tarde, en la acciónoficial.Tal fué precisamente la actitud asumida por CharlesMaurras y los jefes de L'Action Francaise hacia la IqlesiaCatólica Romana en Francia. En su famoso libro, LaDémocratie Religieuse, dice Maurras en substancia: "Políticamente,soy católico; personalmente, scv agnóstico".Era un católico político porque consideraba que los destinosde la Iglesia Católica Romana v de la nación francesaestaban inseparablemente unidos. Consideraba a laprimera como el único baluarte suficientemente fuerte pararesistir la invasión de fuerzas desintegradoras.^ En elprólogo a un libro de su compatriota Marius André, LaFin de l'Empire Espagnol d'Amedque, Maurras va másallá todavía. Dice: "<strong>El</strong> catolicismo está ideal y moralmenteorganizado; la latinidad no. <strong>El</strong> catolicismo está formado,la latinidad no está formada aún o no conserva va suformación." En apoyo de su posición, trae a memoria eldeseo que Augusto Comte, el fundador del positivismotenía, de formar una alianza con el jesuitismo a fin deponer coto a las fuerzas desintegradoras de la época. ¡<strong>El</strong>miedo al cambio y al futuro hace que los elementos másextraños se junten en la misma camada! No debe causarsorpresa que en ciertos círculos intelectuales, v en particularen el movimiento católico de la juventud, hayaejercido tanta influencia este zeitgeist procedente de laMeca de la cultura latina. <strong>El</strong> renacimiento del catolicismoentre la intelectualidad francesa y el nuevo acercamientoentre la Sede de San Pedro v el Estado italiano, hanempujado a muchos sudamericanos cultos a las filas delcatolicismo militante, que vuelven al seno de la Iglesia porrazones sentimentales o patrióticas, aunque, a fondo, nosean ni católicos ni cristianos.<strong>El</strong> segundo motivo es consecuencia directa del primero.<strong>El</strong> cristianismo evangélico en Sudamérica recibe losataques del movimiento de la juventud católica no porrazones religiosas objetivas, sino por motivos de ordenpuramente sentimental o Dolítico. Se considera al protestantismocomo extraño al espíritu latino, y se alega quesu introducción en los países sudamericanos podría des-'Pág. 464.


90 JUAN A. MACKAYtruir la nacionalidad v las tradiciones nacionales, de modoque su desarrollo podría aun causar una querrá reliqiosa.Todo esfuerzo evanqélico, especialmente la obra de lasAsociaciones Cristianas de Jóvenes y Femenina, se consideracomo precursor de una completa dominación extranjera.Particularmente violentos son los ataques que selanzan contra los Estados Unidos. Se atribuye a la propagandareliqiosa un motivo político, idea cuidadosamentefomentada por cierto tipo de escritores franceses que.dándose plena cuenta del ocaso de la influencia francesaen Sudamérica, no pierden oportunidad alguna de lanzarataques malévolos y vengativos contra Norteamérica.Ultimamente se ha formulado un nuevo argumentopara luchar contra la propaganda reliqiosa que procededel norte. Las pérdidas sufridas por el comercio norteamericanoen Sudamérica se atribuyen a la hostilidad popularhacia la propaganda protestante reliqiosa. La deducciónque se saca de este cargo completamente gratuitoes que si los manufactureros de los Estados Unidos deseanhacer negocios con los países sudamericanos, y siel gobierno norteamericano desea mantener buenas relacionescon sus vecinos del sur, no debe escatimarse esfuerzoalguno para proscribir de la América Latina todaactividad evangélica. Volveremos a tratar de este asuntocuando nos refiramos al protestantismo en Sudamérica.<strong>El</strong> ejemplo mejor y más representativo de un ataquede parte de un movimiento sudamericano de la juventudcatólica en contra del cristianismo evangélico es un prolijovolumen intitulado Violando la Clausura, publicadopor la Asociación de Jóvenes Católicos del Uruguay, yen que se publican, acompañados de voluminosos comentarios,los informes de la Conferencia de Obra Cristianacelebrada por los evangélicos del continente, en Montevideo,en abril de 1925. Puede decirse que dicha conferenciamarcó una nueva época no tanto en el progreso de laobra evangélica en nuestro hemisferio, cuanto en la organizaciónde la reacción católica en contra del cristianismoevangélico. Por una parte, se ha atacado violenta y sistemáticamentela actividad protestante en el continente,mientras, por otra, se adoptan cada vez en mayor medidalos métodos de trabajo protestantes.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 91<strong>El</strong> tercer motivo a que nos hemos referido es, obviam.ente,el más mezquino, pero no por esc menos real ypoderoso. <strong>El</strong> aumento del poderío político de la IqlesiaCatólica Romana en tierras sudamericanas seduce a muchosjóvenes de ambiciones políticas y los lleva a alistarseen las filas de los movimientos católicos juveniles. Casomuy interesante de lo anterior es la historia del poderosoclub católico que medró en Lima, en los últimos años de ladictadura de Leguía y bajo la sombra protectora de éste.No bien cayó el dictador, prodújose el pánico entre lamayoría de los miembros, que corrieron a esconderse, y laorganización desapareció tan súbitamente como la calabacerade Jonás.b) <strong>El</strong> Movimiento del (Cardenal FerrariDe mucho mayor significación, desde el punto de vistareligioso, es el movimiento del cardenal Ferrari. En 1920,el año en que Italia estuvo en serio peligro de caer en lasgarras del bolchevismo, el arzobispo de Milán, cardenalAndrea Ferrari, fundó una nueva sociedad llamada laCompañía de San Pablo, cuyo propósito era hacer frente,de manera práctica v dentro del espíritu cristiano, a lasurgentes necesidades de la situación social existente. <strong>El</strong>nuevo movimiento había de ser un apostolado de la juventudpara "ilustrar al pueblo con la luz de la verdad,fascinarlo con obras de amor e inducirlo a honrar a Jesu<strong>cristo</strong>,Rev de las edades v de la raza humana". Se dedicaríaa toda clase de actividad y obra social por el biende todos sin distinción. Así fué como surgió una ordenmonástica mo-derna en cuyas filas formaban eclesiásticosy laicos de uno y <strong>otro</strong> sexo, y de todas las edades, cuvosmiembros hicieron votos de castidad, pobreza y obediencia.En 1921, pocos meses después de la muerte del cardenalFerrari, su sucesor, el cardenal Ratti, después PíoXI. inauguró en Milán el primer edificio de la nuevaorden. En 1926 la Iglesia reconoció a la Compañía de SanPablo como institución religiosa regularmente constituida.<strong>El</strong> jefe del movimiento es, al tiempo de escribir este libro,un sacerdote joven v dinámico, don Giovanni Rossi, quehabía sido secretario particular del fundador.


92 JUAN A. MACKAY<strong>El</strong> desarrollo de este movimiento de cristianismo socialha sido poco menos que fenomenal. En Italia aumentó elnúmero de sus miembros de 7,500 en 1922 a 100,310 en1928, y se acometieron las más variadas formas de trabajo,de preferencia en las grandes ciudades. Se fundaron escuelasy se ofrecieron clases nocturnas sobre una granvariedad de temas. Se establecieron hoteles para jóvenes,se organizaron expediciones y campamentos, y en excursionespersonalmente dirigidas se llevó, año por año,a gran número de personas de visita a los santos lugaresdel cristianismo.La propaganda religiosa del movimiento se enderezaprincipalmente a la conversión de les que viven fuera delas ministraciones ordinarias de la Iglesia, v para facilitaresa obra se fundó una gran editorial con sucursalesen Roma, Milán, v Boloña, de la cual empezaron a salirperiódicos, revistas y libros importantes. <strong>El</strong> director de sudepartamento de libros ha sido no <strong>otro</strong> que GicvanniPapini, el célebre autor de la Historia de Cristo.Fuera de Italia, el movimiento del cardenal Ferraridirige su principal atención a Jerusalén y la América Latina.Parecería que la actividad que desarrolla la AsociaciónCristiana de Tóvenes en la Ciudad Santa del cristianismoy en las capitales de los países sudamericanos hahecho a la Compañía de San Pablo elegir esos lugarespara contrarrestar y substituir, si fuere posible, la influenciade un movimiento cuyo espíritu y métodos ha tratadoempeñosamente de imitar.<strong>El</strong> nuevo movimiento se ha establecido firmemente enla capital argentina, donde su presencia ha introducido algunosnuevos y vitales elementos en el catolicismo tradicionalde Sudamérica. <strong>El</strong> 24 de junio de 1928 se efectuóuna función de índole única en el Teatro Colón de BuenosAires, para celebrar el Día del Evangelio. En ocasión deéste V <strong>otro</strong>s festivales de la misma clase, calcúlase que sehan distribuido en la Argentina 100,000 ejemplares de losEvangelios en castellano. Contienen, por supuesto, notas,para distinguirlos de las versiones protestantes que carecende ellas. Se ha iniciado una obra en favor de los inmiqrantesitalianos a Buenos Aires, y también es sumamenteinteresante y significativa la labor cultural parahombres y mujeres que se lleva a cabo en la ciudad. Las


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 93referencias que siguen están tomadas de un anuncio aparecidoen Criterio, de Buenos Aires, la más destacada delas revistas católicas romanas de Sudamérica:Atrium es un instituto para la cultura femenina, en queuna mujer halla todo lo que puede interesarle para eldesarrollo y cultivo de sus facultades artísticas e intelectuales.Cenobium es un centro intelectual para el intercambiode ideas y para la cultura artística, literaria, social, política,histórica y religiosa. <strong>El</strong> programa del año se inaugurarácon cursos de conferencias, que incluirán tres seccionesdiferentes. Primera: comentarios sobre el libro osuceso más importante de la quincena anterior. Segunda:un curso artístico para el estudio de todas las manifestacionesdel arte en un siglo dado. <strong>El</strong> presente año (1929)se estudiará el siglo xvl Tercera: un curso de conferenciaspor G. I. Franceschi sobre "La Evolución de un Principio,su origen, desarrollo y transformación, de acuerdocon la vida histórica y social de las edades".Los miembros del Cenobium también tomarán parte enlos conciertos, recitales, excursiones, etc., que se organicencon fines culturales.c )Nuevo Método de Aproximación Religiosa<strong>El</strong> nuevo método de aproximación a las masas se ilustraadmirablemente por el título de la serie de conferenciasdel padre Franceschi, a que se hace referencia antes.Nótese que la palabra principio es ambigua: puede significar"comienzo" y también "postulado", "verdad" o "razónfundamental". <strong>El</strong> tema obvio de las conferencias era"La Evolución de la Iglesia", pero en vista del arraigadoprejuicio de la mente popular contra todo lo que tengasabor eclesiástico, se disfraza así el tema del curso.Todavía mejor ilustración del nuevo método de aproximaciónreligiosa es la actividad evanqelística del iovenjesuíta español, el padre Laburu, que visitó Montevideo yBuenos Aires en 1926, v fué presentado a los círculos universitariosde ambas ciudades como un alumno brillante deRamón y Cajal, el famoso histólogo español. Tras unbreve curso de conferencias sobre el tema de la evolución,dadas por turno en ambas universidades, el padre


94 JUAN A. MACKAYLaburu regresó a España, sin haber emprendido ningunaotra actividad en los países del Río de la Plata.Volvió al año siguiente, y después de una conferenciainicial en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, lanzóuna campaña evangelística en la gran iglesia jesuíta dela ciudad. Millares de personas se apiñaban para oírle, ysemanas más tarde se repitió el mismo programa y métodoen Montevideo. <strong>El</strong> que esto escribe escuchó, mezcladocon el enorme auditorio, al joven orador en el templo jesuíta.Intensa expectación. Llega el predicador, asciendeal púlpito, y sin ningunos preliminares rituales comienzasu sermón. Rechaza la palabrera sonoridad tradicional dela oratoria sagrada en esos países, y su estilo es tenso,sus frases breves e incisivas, en tanto que sus eclarecedorasilustraciones están sacadas de la vida real de nuestrostiempos, muchas de ellas del laboratorio científico.Su llamado a la vida religiosa es arrebatador. Terminadoel sermón, el orador se retira tan silenciosamente come hallegado, y la congregación desfila hacia la salida de laiglesia. Si hubiese habido algún acto ritual, probablementeuna gran parte de los presentes habrían abandonado inmediatamenteel recinto. Fué un ejemplo admirable de laconferencia sin culto, el discurso religioso sin actos ritualeso acompañamiento ceremonial, que debería constituir unrasgo esencial del evangehsmo de avanzada en nuestrosdías.d) NeoescolasticismoPer completo diferente del movimiento del cardenalFerrari, con su hincapié social y evangelístico, es el movimientoneoescolástico, cuya sede se halla también enBuenos Aires, v que es una proyección del renacimientocatólico romano que tiene lugar entre los intelectualesbelgas v franceses, v con especialidad de ese importantegrupo de pensadores, clérigos y laicos, que con el cardenalMercier a la cabeza han convocado a volver a Santo Tomásde Aquino.En tanto que algunos franceses se han vuelto a laIglesia Católica Romana, en años recientes, buscando unapoyo político, <strong>otro</strong>s lo han hecho en busca de un conceptoobjetivo y autoritativo del mundo y de la vida. Al


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 95presente, el pensamiento de la Europa continental se caracterizapor una pasión de la objetividad y la autoridad,junto con un empeñoso esfuerzo por restablecer el intelectoa su perdido sitio de honor. La idea de una nueva"edad media", en que una sola gran idea o lealtad dominarála vida entera, ha cautivado la imaginación de muchospensadores distinguidos, la democracia, la cultura, la libertadV la religión modernas, todas las cuales han llegadoa considerarse como fines en sí mismas, están pesándoseen la balanza y hallándose faltas.- Un aspecto de esaaspiración hacia una unidad y autoridad trascendental esel que representa el movimiento neoescolástico.Así como Tomás de Aquino, padre del escolasticismo,usó la filosofía de Aristóteles para producir un conceptototal del mundo y de la vida adecuado a sus tiempos, losneoescolásticos de la actuahdad proponen que se use alAquinatense como él usó al Estagirita, es decir, comopunto de partida para lograr también un concepto delmundo v de la vida adecuado a nuestra época. En estenuevo weltanschauung se dará a la historia, la vida y lacultura universal una interpretación racional. Representantesdistinguidos de esta tendencia neotomista son JacquesChevalier, el R. P. Joseph de Tonquedec y JacquesMaritain. Puede encontrarse una historia autorizada deeste movimiento, escrita por algunos de sus directores, enun sqmposium preparado v publicado en 1928 bajo la direcciónde Georges Guy-Grand, e intitulado La RenaissaneeReligieuse.^Hace unos cuantos años apareció en Buenos Aires lainfluencia de este movimiento, que condujo a la fundación,en 1928, de un semanario extraordinariamente capaz,llamado Criterio, en que colaboran, además de eclesiásticos,algunos de los jóvenes y brillantes intelectuales argentinos. <strong>El</strong> estudio de esta revista, durante un período extenso,ha revelado el hecho de que es completamente ultramontana.No muestra ni la amplia visión intelectual ni laespiritualidad del movimiento francés, sino que viene a sersimplemente una defensa fanátiva, no tanto de la fe catóhca,cuanto de la institución católica romana.^V. U-na Nueva Edad Media, por Nicolás Berdiaeff.'Librairie Félix Alean, París.


96 JUAN A. MACKAYBastarán unas cuantas ilustraciones para exhibir elespíritu y tendencias de dicho movimiento en la Argentina.Durante varios meses tras la aparición de Criterio, se desarrollóen sus páginas una campaña sistemática en contrade la memoria y reputación de distinguidas figuras católicasde la historia sudamericana que tuvieron el qravedefecto de ser más cristianas que romanas. Tocóle al granLas Casas sufrir su parte en esta campaña de denigración.Pero quien más sufrió fué el famoso deán Funes, padrede la Constitución argentina, por haber tenido la audaciade sugerir, en un cierto momento crítico de la historia desu país, que muy bien podría subsistir éste perfectamentesin la intromisión del Papado.<strong>El</strong> liberalismo v el protestantismo en todas sus formasson anatema para los miembros del grupo de Criterio,Hace algún tiempo, un eminente católico español, donAngel Ossoric Gallardo, hizo incidentalmente la inocentedeclaración, en un discurso pronunciado en público, deque era catóhco, pero liberal. Refiriéndose al caso, uncolaborador de Criterio comentó con truculencia: "Es imposibleser hoy un católico liberal. Se es católico o se esliberal". En un artículo pubhcado el 12 de mayo de 1928,sobre los Estados Unidos, se decía en dicha revista: "Laverdadera Biblia de los norteamericanos es el directoriode teléfonos".e) La Sombra de Lo y olaA principios de 1929 ocurrió un gran escándalo periodísticoen Buenos Aires. Un distinguido periodista, C. A.Leumann, miembro de la redacción del diario La Nación,publicó un artículo intitulado "La Madre de Jesús". Eraun estudio por demás reverente, pero en el curso de élempleaba el autor frases que dejaban ver claramente queconsideraba como mitos las ideas de la Inmaculada Concepcióny la perpetua virginidad de la Virgen. Resultadode una carta violentísima, escrita con ese motivo al periódicopor el doctor Tomás D. Casares, profesor de la Universidadde La Plata y autor de la declaración sobre laincompatibilidad del catohcismo y el liberalismo, fué quese obligó a Leumann a presentar su renuncia al directorde La Nación.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 97<strong>El</strong> caso tuvo una secuela interesante, relatada por elpropio Leumann en un artículo aparecido en la meforrevista literaria de Argentina, Nos<strong>otro</strong>s. Poco después delincidente arriba mencionado, el periodista recibió una urgenteinvitación a visitar al padre jesuíta Mariano Clavell,profesor de filosofía del Colegio del Salvador, instituciónde la Orden en Buenos Aires. Conversaron amigablementesobre lo que había sucedido. Y Leumann explicó que nopertenecía ni a la comunión católica ni a la protestante,pero que era un sincero amante de Cristo y un estudiantefervoroso del cristianismo. Al mismo tiempo, defendió,con argumentos de los Evangelios, su tesis respecto a laVirgen María, ante lo cual el reverendo padre se mostróhorrorizado. Dos cosas, nos dice Leumann, le impresionaronen esta entrevista. Primera, que el profesor teníasu estudio lleno de imágenes de la Virgen, unas en suescritorio, otras en los estantes, v todavía otras pendientes,en diferentes formas, de las cuatro paredes del cuarto.Segunda, la ignorancia del profesor respecto al contenidode los Evangelios. Declaró, por ejemplo, que no recordabahaber leído jamás en éstos la bien conocida frase de Jesúsreferente a sus discípulos: "He aquí mi madre y mis hermanos."Ignacio de Lovola se dedicó al servicio de la Virgenen la capillita de Montserrat, y sus seguidores en las urbessudamericanas continúan hasta hov el culto de la Virgen.Constituyen la fuerza religiosa más potente de la vidareligiosa de Sudamérica. Aunque de ningún modo sonneoescolásticos, apoyan a Criterio, que más que otra cosaes su órgano de expresión. Y el resultado es que, por obrade ellos, se puede blasfemar de Jesu<strong>cristo</strong> con impunidad,pero nadie puede atreverse a escribir ni siquiera un serenoartículo sobre el culto de la Virgen Madre.No hay que sorprenderse, pues, de que mientras de laItalia moderna llega a Sudamérica una brisa de entusiasmoevangélico en el movimiento del cardenal Ferrari v unaaura de pasión intelectual procedente dej catolicismofrancés, la influencia religiosa de la España moderna, altravés de la todopoderosa orden española de los jesuítas,se concentra por entero al culto de la Virgen María. Enla primavera de 1929 se inauguró en Sevilla una Exposi-


98 JUAN A. MACKAYción Hispanoamericana. Coincidiendo con esa celebración,se organizo un Congreso Católico Hispanoamericano en lamisma ciudad, cuyo objeto,, según el anuncio oficial, eraofrecer una oportunidad "a las naciones de origen españoly portugués, de reunirse durante la semana en Sevilla conel propósito de glorificar a Nuestra Señora la VirgenMaría".No puede insistirse demasiado en que el espíritu ytipo del catolicismo sudamericano son diferentes en muchosrespectos del catolicismo europeo, fuera de la Penínsulaespañola, v del catolicismo de Norteamérica. Se refierede buena fuente que el sucesor del cardenal Gasparricomo Secretario de Estado del Papa, un prelado que habíaestado nueve años de nuncio en Alemania, hizo, no hacemucho, esta significativa declaración: "<strong>El</strong> único tipo decatolicismo en que tengo fe es el que se halla en los paísesprotestantes."Por cierto que el conde Keyserling, filósofo alemán,tuvo una ruda sorpresa al visitar Sudamérica en un viajede conferencias en 1929. "Jamás había tenido en mi vidaexperiencia semejante ^dijo al autor de este libro, cuandolo entrevistó en Montevideo. Durante las semanas quepasé en Buenos Aires, las autoridades católicas no dejaronde atacarme, y de la más ruin manera. Este no es el catohcismoque he visto en Europa. En Alemania tengo muchosamigos sacerdotes. No están de acuerdo conmigo,pero dicen que, en lo general, es buena mi influencia. Peroaquí no se me ha dado ni un momento de respiro. Esto noes cristianismo; no sé lo que es."


SEGUNDA PARTEUNA FILOSOFIA DEL CRISTIANISMO ESPAÑOL


Capitulo VISUDAMERICANIZACION DE UN CRISTOESPAÑOLNuestro interés ha sido hasta aquí psicológico e histórico.<strong>El</strong> primer capítulo era un estudio del alma ibéricaseqún se ha expresado en la vida de España v Súdamerica.Los cuatro capítulos siguientes fueron un repaso delcurso que el catolicismo ha seguido en Sudamérica desdela Conquista a nuestros días. Ensayaremos ahora unainterpretación del catolicismo español como sistema religioso,con especial referencia a su naturalización en elcontinente sudamericano.a) <strong>El</strong> Retí Andino en Belén"He poseído <strong>otro</strong> (crucifijo) de plata, proveniente delAlto Perú, labor de algún oribe colonial, v el crucifijo esun indio con tres pelos en la comisura de los labios porúnica barba.""Tenemos un Cristo indio, y esto me consuela, ya queen los tres Magos que adoraron a Jesús en Belén, sólofiguran las razas de los continentes conocidos entonces.Faltaba en ese cortejo el rey cobrizo, el Inca de América.Quince siglos más tarde llegó a Belén el hombre americano".^De esta simbólica manera expresa un escritor sudamericanocontemporáneo el hecho histórico de que en elsiglo dieciséis el continente sudamericano vino a formarparte de la cristiandad. Como quiera que se haya logradoesa incorporación, si por violencia o convencimiento, por'Ricardo Rojas, <strong>El</strong> Cristo Invisible, págs. 86, 87.


102 JUAN A. MACKAYconveniencia o convicción, o por una mezcla de una v otracosa, el hecho es que la raza de que el Inca Atahualpa y elaraucano Caupolicán son representantes históricos, fuéadmitida por el bautismo en el seno de la Iglesia CatólicaRomana.<strong>El</strong> rey cobrizo vino a Belén, pero parece que, a diferenciade los tres visitantes del oriente, quien más leimpresionó fué la Virgen Madre. Al menos, adoptó "alniño y a su madre", y los adaptó a su gusto pagano primitivo.La Trinidad sudamericana es probablemente la másoriginal que existe. Ricardo Rojas, el distinguido autoracabado de citar, la describe en el mismo libro. Posee unaimagen de la Trinidad, que en un tiempo perteneció a unacapilla colonial: "<strong>El</strong> Jehová de los Tiempos es un Cristo;la Paloma del Espíritu es un Cristo; el Cristo que losrefunde es una sola figura es un criollo de tipo español, yla Virgen a quien coronan las Tres Personas Divinas congesto simultáneo y simétrico, es una hnda cholita peruana,de faz trigueña, de pómulos salientes, de negro cabellolacio".2Concuerda con esta apoteosis de la Virgen una inscripciónque puede leerse en el dintel de una vieja iqlesiacolonial de Cuzco, la antigua capital de los Incas: "Venida María todos los que estéis cargados y sobrecargados yella os hará descansar" Una Virgen, suntuosamente ataviada,la Virgen de la Merced, en cuyas manos puso, hacealgunos años, el Presidente Leguía, un cetro de oro, esla patrona del ejército peruano y, en consecuencia, de losdestinos de la nación. En lo alto del San Cristóbal, laempinada eminencia que domina la ciudad de Santiagode Chile, se levanta el más notable monumento del país,una gigantesca estatua de la Virgen, cuya corona, rematadade luces, lanza por las noches sus destellos sobre laciudad. En la Argentina, la Virqen de Luján recibe elhomenaje popular como patrona de la qran república. Endiciembre de 1931 se celebró en México el cuarto centenariode la milagrosa aparición de la Virgen de Guadalupe.Pero, por mucha sombra que le hiciera Su Santa Madre,también Cristo vino a América. Desde Belén y el= Id., pág. 126.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 103Calvario, pasó por Africa y España en su largo viaje aloccidente hasta las pampas y las cordilleras. Pero ¿fuérealmente <strong>El</strong> quien vino, o fué otra fiqura religiosa queportaba el mismo nombre y algunas de Sus marcas? Piensoa veces que el Cristo, de paso al occidente, fué encarceladoen España, mientras <strong>otro</strong> que tomó Su nombre seembarcó con los cruzados españoles hacia el Nuevo Mundo,un Cristo que no nació en Belén sino en Noráfrica.Este Cristo se naturalizó en las colonias ibéricas de América,mientras el Hijo y Señor de María ha sido poco másque un extraño y peregrino en esas tierras desde los tiemposde Colón hasta el presente.b) La Religión de un Cristo Español que Nació enTánger"<strong>El</strong> Cristo español —me ha dicho muchas veces GuerraJunqueiro^— nació en Tánger", escribe don Miguel deUnamuno.^En cuanto al parentesco del cristianismo español, queestas famosas palabras sugieren, el escritor español estáen el más completo acuerdo con su colega el literato portugués.Y hasta Unamuno va más lejos, pues identifica lafe popular del musulmán africano v el católico español.En un artículo escrito en 1 909 para la revista The EnglishWoman (La mujer inglesa), refiere la conversación quetuvo una vez con un jesuíta,v que es extraordianriamentesugestiva. "Un día —escribe— un jesuíta me dijo que esimposible convertir moros v musulmanes. Y yo le contesté:"¿Cómo puede usted esperar convertirlos cuando ya estánconvertidos? La religión popular que viven es igual a lanuestra. Nuestros campesinos creen en Dios y la inmortalidaddel alma, en un cielo en que continuarán su vidaterrenal salvo que ahí ya no estarán en la miseria, y enque habrá ferias y peregrinaciones. Todo cuanto va másallá de este sencillo credo, lo admiten simplemente comoadorno. Y la substancia de esta fe es la misma que la delos moros. Nada tiene valor para nos<strong>otro</strong>s excepto lasdoctrinas por las que vivimos; y nuestro pueblo no vive'"<strong>El</strong> Cristo Español", en Mi Religión y Otros Ensayos, Col. Austral,Espasa-Calpe, pág. 31.


104 JUAN A. MACKAYpor Otra doctrina que ésa. Todo ese negocio del [ilioque,y aun de la Trinidad, no son para el español otra cosa queTeología, ciencia, es decir, ironía y escepticismo, un artificioético para auxilio de su economía mental. Sus de-tragedia de lamandas estéticas quedan satisfechas con laPasión, que transverbera su alma por ser tragedia. Yesta tragedia fortalece su fe en la inmortalidad, la cual esuna fe que tiene un fundamento trágico.' " *Tragedia e inmortalidad. <strong>El</strong> sentido de la tragedia yuna pasión de inmortalidad son todavía la trama y urdimbrede la religión popular española, como lo eran cuandose descubrió América, salvo tal vez, que durante los siglosintermedios ese sentido de lo trágico se ha profundizado.Tales sentimientos han influido hondamente en el conceptoespañol de Cristo, v, al mismo tiempo, en muchosde los puntos de vista característicos del catolicism.o español.Aparte de ellos no pueden entenderse ni evaluarseel Cristo español v la religión que en <strong>El</strong> tiene su centro.Cristo se nos presenta como la Víctima trágica. Suimagen pertenece a un tipo clásico de figuras angustiosasen el arte religioso de España. ¡Con cuánto realismo describeOliveira Martins las horrendas obras maestras delarte de Zurbarán, Herrera y Ribera! "Monjes escuálidos,visiones pavorosas, Prometeos dilacerados, monstruos humanos,torturados por violencias y dolores, extendidossobre telas oscuras, sobre fondos negros, con espaciosrasgados por claridades ofuscantes."^Pero más trágicas que todo lo demás son las fiqurasde Cristo. Imágenes lastimadas, lívidas, exangües y escurriendosangre. Cristos retorcidos que luchan con la muerte.Cristos yacentes que han sucumbido a ella: por toda laPenínsula se hallan esos Cristos tangerinos, quintaescenciade una tragedia que no acaba nunca.Unamuno ha descrito uno de éstos, que encontróen la Iglesia de la Cruz, en Palencia. En el CristoCrucificado de Velázquez, se representa a Jesús moribundo,pero en el Cristo yacente de Palencia, acunadoen los brazos de monjas franciscanas, está para siempre*Vol. IV, diciembre, 1909, "Spanish Religión" (Religión española).*Historia de la Civilización Ibérica, pág. 257.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 105muerto. Se ha hecho la encarnación de la muerte misma.La única luz que ilumina su espantosa palidez desciendede una lámpara que arde ante la Virgen Madre, esa VirgenMadre "toda cielo v toda vida." Y Unamuno añade,con tono melancólico: "Este Cristo, inmortal como la muerteno resucita; ¿para qué?, no espera sino la muerte misma.De su boca entreabierta, negra como el misterio indescifrable,fluve hacia la nada, a la que nunca llega, disolvimiento.Porque este Cristo de mi tierra es tierra.""Este Cristo cadáver que como tal no piensa, hbreestá del dolor del pensamiento, de la congoja atroz queallá en la huerta del olivar al Otro —con el alma colmadade tristeza— le hizo pedir al Pedro que le ahorrarael cahz."de la pena. ."No es este Cristo el Verbo que se encarnara en carnevividera; este Cristo es la Gana, la real Gana, que se haenterrado en tierra; la pura voluntad que se destruyemuriendo en la materia. ."."Este Cristo español que no ha vivido, negro comoel mantillo de la tierra, yace cual la llanura, horizontal,tendido, sin alma v sin espera, con los ojos cerrados caraal cielo.."."Y las pobres franciscas del convento en que la VirgenMadre fué tornera '— la Virgen toda cielo y toda vida, sinpasar por la muerte al ciclo vuelta— cunan la muerte delterrible Cristo que no despertará sobre la tierra, porqueél, el Cristo de mi tierra, es sólo tierra, tierra, tierra. . .carne que no palpita, tierra, tierra, tierra, tierra. . . cuajaronesde sangre que no fluye, tierra, tierra, tierra, tierra. . ."¡Y Tú, Cristo del Cielo, redímenos del Cristo de latierra!" *La oración que Unamuno infunde a estas palabras conque concluye, arroja un rayo de luz profética al travésde la vida e historia religiosas de España y Sudamérica.En la religión española, Cristo ha sido el centro de unculto de la muerte. Pero, de modo bastante paradójico,fué la pasión por la vida e inmortalidad carnales lo quecreó este interés en la muerte. <strong>El</strong> Cristo muerto es unavíctima expiatoria. Los detalles de Su vida terrenal hacen* "<strong>El</strong> Cristo Yacente de Santa Clara de Falencia", en Andanzasy Vifliones Españolas.


106 JUAN A. MACKAYmuy poco al caso v se tiene relativamente poco interés enellos. Se le considera como un ser puramente sobrenatural,cuya humanidad, siendo sólo aparente, tiene muy poco que•ver en materia de ética con la nuestra. Este Cristo docetistamurió como víctima del odio humano, y con el finde otorqar inmortalidad, es decir, la continuación de lapresente y carnal existencia. La contemplación de Supasión produce una especie de catarsis, como diría Aristóteles,en el alma del devoto, así como en la corrida detoros, creación análoga del espíritu español, el espectadorde España ve y siente la muerte, con toda su terriblerealidad, en la suerte de una víctima. La sensación totalintensifica su conciencia de la realidad v de lo terriblede la muerte; lo cual aumenta su pasión por la vida y, enla esfera religiosa, lo hace abrazarse desesperada y trágicamentede la muerta. Víctima que murió para darle inmortalidad.La pasión religiosa española por la vida no se propone,sin embarqo, la vida en el sentido cualitativo de SanJuan; pues ha sido un ansia no de regeneración sino deinmortalidad, de "una inmortalidad total en su sentidomás vil y más sublime." Su terror supremo no ha sido elpecado sino la muerte. La preocupación soberana de nomorir es la fuente principal de la religión histórica deEspaña. ¡De cuán impresionante manera nos topamoscon ella en la experiencia religiosa de la Península y cómoimparte color a toda su vida y sus dogmas! Se refiere quecuando Santa Teresa era una pequeña de siete años, ellay su hermano, que tenía más o menos la misma edad,escaparon un día de su casa para ir a buscar el martirioa manos de los moros. <strong>El</strong> objeto de Teresa, como nos lodice ella misma en su autobiografía, era conquistar lavida inmortal en la forma más segura y sencilla. Añosmás tarde, cuando hubo trascendido la fe popular, dióexpresión a la misma pasión en una de las frases másnotables de la literatura religiosa: "Muero porque nomuero". Muerte era para ella, en otras palabras, no podermorir para así entrar en la vida inmortal. Moría pormorir.Esa misma pasión hace del español un kantiano en suapologética de la existencia de Dios. Para Kant debe dehaber un Dios que garantice que la buena voluntad alean-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 107zará la felicidad. "Si no hay otra vida, si nos morimos porcompleto, ¿para qué había de haber Dios?", decía unavez un rústico español. Dudar de la salvación, entendidacomo una vida feliz después de la muerte, tan mala comohubiere sido la vida vivida en la tierra, es pecado mortal.En el famoso drama de Tirso de Molina, "<strong>El</strong> Condenadopor Desconfiado", Pablo el ermitaño se va irremisiblementeal infierno por haber dudado de su salvación, mientrasEnrico, el bribón y asesino, teniendo una inqenuaconfianza en que Dios, en Su infinita misericordia, pasarápor alto sus ofensas ^que el protaqonista confiesa muyde mal grado y sólo para complacer a un viejo sacerdote—se va al paraíso. Unamuno se refiere a un caso semejanteque ocurre en un poema del catalán Juan de Maragall.<strong>El</strong> bandido Suralonga está a punto de morir. Después deun penoso y forzado arrepentimiento en presencia de lamuerte, le pide al verdugo que no le corte la cabeza hastaque él haya llegado, repitiendo el credo, a las palabras:"Creo en la resurrección del cuerpo".Tal actitud religiosa tendió, naturalmente, a producirun tipo de fe completamente privada de contenido asíintelectual como ético. La base de la certeza de la inmortalidadno era, en último análisis, la creencia en una revelacióndivina ni en el dogma de la expiación, sino lafe ciega en la autoridad e infalibilidad de la Iglesia que laenseñaba. La fe religiosa popular ha pertenecido siempreen España a esa especie particular que los propios españolesllaman "la fe del carbonero," v cuya fórmula sepuede encontrar en anécdotas como la siguiente. Preguntáronlecierta vez a un rústico español: "¿Qué es lo quécrees?" Y respondió: —Yo creo lo que cree la Iglesia.— ;Y qué cree la Iglesia? — La Iglesia cree lo que creoyo. La mente española no es filosófica por naturaleza nitoleraría la conciencia española que un Aquino le racionalicesu fe. ¡Con decir que se ha considerado que elpecado contra el Espíritu Santo es pensar por cuentapropia! "Ya se ha oído aquí, en nuestra España — diceUnamuno^— ,que ser liberal, esto es, hereje, es peor queser asesino, ladrón o adúltero. <strong>El</strong> pecado más grave es no


108 JUAN A. MACKAYobedecer a la Iglesia, cuya infalibilidad nos defiende dela razón".Aun los grandes místicos, cuya religión era completamentedistinta de la popular v oficial del país, se cuidaronde decir en sus escritos que sometían sus opiniones y experienciasal juicio superior de la Iglesia. "No me lo preguntéisa mí —dijo una vez Santa Teresa— que sov mujerignorante. Doctores tiene la Iglesia que sabrán cómoresponder."Siendo tal el caso, era inevitable que no permitiéndosecoyuntura para la apologética o el juicio privado, el ritualasumiese una exagerada importancia, convirtiéndose enuna suerte de magia. <strong>El</strong> católico español no sólo aceptóla doctrina de la transubstanciación, sino que para él laHostia se convirtió en el "Pan de la inmortalidad". Participabade ella no para hacerse mejor alimentándose deCristo, sino la comía como si fuera receta mágica, prescritapor sus consejeros espirituales, para vivir eternamente.Pizarro, Almagro y el fraile Luque participaron enPanamá de la misma oblea consagrada, para sellar supacto y asegurarse fuerza para la empresa. En otras palabras,se hace uso, para fines privados, de Cristo en laEucaristía. Se le toma por el rigor mortal v la vida inmortalque puede dar, pero no como Señor de la Vidaa cuya influencia el alma se somete. <strong>El</strong> Sacramento aumentala vida sin transformarla. Lo ético se halla ausente yla magia ritualista usurpa su lugar.Hablando de la extremada tendencia ritual de la religiónespañola, Havelock <strong>El</strong>lis hace notar, muy veraz ysugestivamente, que "entraña una fe en la exterioridadque equivale casi al fetichismo". Y añade, con palabrasque recuerdan a Unamuno: "Parece haber sido un español,Ramón de Peñafort, quien primero menciona elperdón del pecado venial mediante la aspersión con aguabendita, y en uno de los dramas de Calderón, la Devociónde la Cruz, un hombre comete toda suerte de crímenes,pero como retiene su respeto por la cruz, el símbolo de laredención, al fin y al cabo por él se salva; es que no haviolado su tabú".'''*Del Sentimiento Trágico de la Vida, pág. 76.'The Soul of Spain (<strong>El</strong> alma de España), pág, 54.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 109Hablando en términos filosóficos, el catolicismo españolha pasado directamente de la estética a la religión,salvando de un salto la ética. <strong>El</strong> Cristo tangerino, y lareligión que se formó en derredor de él, tienen valoresestéticos y religiosos, pero carecen ambos de ética. Quienhaya visitado Sevilla durante la Semana Santa iamásolvidará la escena de dolor que tiene lugar en la catedralal mediar la noche del viernes de Pascua. Regadas portoda la inmensa nave, al través de la cual tiende lúqubresombra el enorme velo oscuro que cubre el Altar Mayor,las mujeres plañen y gimen durante la noche entera. Perouna vez que el repique de las campanas anuncia al día siguienteque Cristo a resucitado, el populacho se levanta con<strong>El</strong> de su semana de lamentación. . . para asistir a la primeracorrida de toros de la temporada! La falta de una éticaes lo que constituve el problema de la religión española,igual que de la religión trasplantada al Nuevo Mundopor la Ultima Cruzada.Careciendo de conexión necesaria sea con la buenarazón o con la buena conducta, esa religión se ha propagadomejor provocando el miedo. "<strong>El</strong> sermón que llevafruto — dice el padre Vieyra, predicador del siglo dieciséis^—es el que produce dolor, cuando el oyente tiembla,cuando sale del sermón confundido y sin habla." Parasuscitar "la fe del carbonero", y salvar un alma de lamuerte, puede en ocasiones hacerse necesario amenazar elcuerpo con el sufrimiento y la muerte, y hasta cortar deuna buena vez el hilo dorado de la vida terrestre. Asípues, el p<strong>otro</strong> de tormento, como alguien ha dicho, "seconvirtió en arma mística en manos de Torquemada", yla Inquisición pudo considerarse como un medio de gracia.Un Cristo a quien se conoce en vida como un niño yen la muerte como un cadáver, cuya infancia desvalida ytrágico hado preside la Virgen Madre; un Cristo que sehizo hombre en interés de la escatología v cuya realidadpermanente reside en una oblea mágica que dispensainmortalidad; una Virgen Madre que, por no haber gustadola muerte, se convirtió en la Reina de la Vida: ¡talel Cristo y tal la Virgen que vinieron a América! <strong>El</strong>, comoSeñor de la Muerte v de la vida por venir; ella, como laSeñora Soberana de la vida presente.


110 JUAN A. MACKAY4c) Cristóforos en el Mundo de ColónCristo vino a América. Según hemos visto ya. Colónconsideraba que su propio nombre encerraba una profecíade la misión capital de su vida: portar a Cristo y llevarloal Nuevo Mundo. Hemos pasado revista va a algunos delos '^Cristóforos" primitivos que siguieron al gran qenovés;conquistadores con una cruz en sus banderas; monjesguerreros como Valverde; encomenderos, los terratenientesevangelistas; el Anticonquistador, Las Casas, que "compróa Cristo" a elevado precio; forjadores de un imperioteocrático, tales como los jesuítas que fueron al Paraguay.Al lado de éstos vinieron de España v Portugal, onacieron en la propia Sudamérica, <strong>otro</strong>s miles cuyos nombresse han olvidado, sacerdotes, frailes o monjas, quefueron "Cristóforos" de profesión. Para poder estimar lasignificación religiosa de la vida y enseñanzas de estos"Cristóforos" profesionales, debemos considerarlos desdetres ángulos distintos: su personalidad, sus métodos deinstrucción religiosa, y la imagen concreta de Cristo quepresentaron a sus convertidos y catecúmenos.Muchos de los sacerdotes, frailes y monjas católicosque vinieron a Sudamérica de los países maternos, asícomo muchos <strong>otro</strong>s nacidos en las tierras nuevas, eranalmas puras v consagradas que vivían en estricto acuerdocon su conciencia y su visión de Cristo. Las Casas yAnchieta no estaban solos. Para mencionar sólo a los nacidosen el Nuevo Mundo, tenemos tipos religiosos criolloscomo Santa Rosa de Lima, con quien habiendo venidoen casual contacto el caballero español Don Ramiro, héroede la famosa novela sudamericana La Gloria de DonRamiro, del argentino Enrique Larreta, se convirtió delibertino en monje ascético. Otro de la misma calidad queSanta Rosa fué el fraile peruano Martín de Porres. "Huboen la época colonial —dice el doctor José Gálvez— uncriollo muv interesante en la persona del beato fray Martínde Porres, en quien se encuentra un profundo sentimientode caridad y amor que se hace extensivo a todoslos seres, aun a los animales, v en quien brilla una benignaactitud franciscana hacia la vida; pero él es único".*Citado en un ensayo escrito especialmente para el autor.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 111Vivía en Argentina, allá por los comienzos del períodorepublicano, un verdadero santo en la persona del "padreEsquiú, obispo de Córdoba. Además de hombre culto ygran orador, Esquiú era un ideal pastor de almas, tanhumilde y recatado que, habiendo sabido de su nombramientoal arzobispado de Buenos Aires, huyó a Boliviapara no asumir tal oficio. Uno de sus compatriotas másdistinguidos le ha llamado "el hombre más parecido a lossantos que ha nacido en suelo argentino". Y sin embargo,aun el piadoso Esquiú era más ascético que místico.<strong>El</strong> crítico Hterario peruano, José de la Riva Agüero,ha hecho observar que el período colonial no produjo figurasde escritores verdaderamente místicos, sino simplementeascéticos. Otro hecho indubitable es que la producciónliteraria del catolicismo sudamericano ha sidoinfinitesimalmente pequeña. Es extraordinario, pero nomenos cierto, que los "portadores de Cristo" tradicionalesen estos países no han producido, desde los tiempos de laConquista hasta hoy, ningún libro realmente grande v originalsobre el cristianismo.Por otra parte, un muy qran número de los "Cristóforos"profesionales de estas tierras —según opinión sudamericana'—la mayoría, lejos de haber vivido a Cristo lohan negado con su manera de vivir. Difícil es exagerar lascondiciones morales que han prevalecido en las filas delsacerdocio sudamericano. Hasta tiempos recientes, la castidadera entre el clero, no la regla, sino la excepción.Una novela bien conocida de una autora peruana,escrita hacia fines del siglo pasado, e intitulada Aves sinNido, describe las cosas tal como han sido, v, en muygran medida, tal como son todavía a ese respecto. Dosjóvenes se enamoran. En vísperas de su casamiento descubren,horrorizados, que ambos son hijos del mismo obispo.La madre de la novia es la esposa de un pobre indio;la del enamorado, esposa del magnate local de una aldea.Un sacerdote, Pascual, que desempeña un papel principalen la novela, hace el siguiente comentario: "Infeliz delhombre a quien se arroja al desierto del sacerdocio sinel sostén de la vida de familia".^Retrad.


112 JUAN A. MACKAYCuando la noble pareja que adoptó a Marcela, la desdichadaheroína de la historia, pasa por Arequipa, capitaldel sur del Perú, en camino a la costa. Doña Lucía dicea su esposo Don Fernando: "Me han dejado atónita doscosas en este pueblo, el número de frailes que andan porlas calles, v (con un suspiro desde el fondo de su corazón)y el número sorprendente de huérfanos en la Casa de losExpósitos. Oh, Fernando! Sé que en las clases bajas, unamujer no arroja así a los pedazos de su alma. . . Que Diosme perdone el mal pensamiento, pero esta idea me ha sugeridoel más triste de los pensamientos, al recordar, sinquerer, el secreto de Marcela".^Quienquiera que esté íntimamente familiarizado con lavida sudamericana sabe cuán común es que los católicospiadosos hagan una bien clara distinción entre el sacerdotecomo hombre v como funcionario religioso. Muchos leoirán tranquilamente decir misa pero ni por la mente lespasará la idea de invitarlo a su casa.Con respecto al método pedagógico empleado por el"Cristóforo" sudamericano, hallamos que se distingue pordos características principales. Es catequético y sensual.La religión se ha presentado al entendimiento por mediode definiciones v fórmulas cristalizadas, y a los sentimientosbajo la forma seductora de las ceremonias.Luis de Zulueta, uno de los pedagogos v hombres deletras más distinguidos de la España contemporánea, nosofrece una descripción admirable del método de catecismoempleado por la educación religiosa impartida por losmentores sacerdotales españoles e hispanoamericanos. Zuluetaintroduce su descripción de este método, según seusa dentro del gremio del catolicismo, con una anécdotade la educación religiosa del famoso escritor alemán Novalis.Se trata de una anécdota tan pintoresca v simbólicaque no podemos resistir a la tentación de citarla íntegra:"Cuenta Tieck que yendo de visita a casa del padre deNovalis, cuando éste era todavía niño, llegó una vez enocasión en que se oía al viejo señor de Hardenberg qritary reñir de manera inconveniente en una habitación contigua.. . — ;Qué pasa? —preguntó sorprendido. —Nada—le contestó el criado tranquilamente—; el señor estádando a su hijo la clase de Religión".


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 113Y añade: "Todos hemos escuchado alquna vez el canturreomachacón de un grupo de niños que recitan automáticamentepáginas y más páginas del catecismo de ladoctrina cristiana. <strong>El</strong> mecanismo de la memoria hace lamentables,prodigios. Monótonamente van pasando seriesy hstas de palabras: diez mandamientos, luego <strong>otro</strong>s cinco,siete sacramentos, catorce artículos, otras catorce obrasde misericordia, siete pecados, siete virtudes, tres enemigosdel alma, tres nuevas virtudes, otras cuatro más, trespotencias, cinco sentidos, siete dones, doce frutos, ochobienaventuranzas, cuatro postrimerías, nueve cosas porlas que se perdona el pecado venial. . . Además, la sartade preguntas y respuestas: cuántas naturalezas hay enCristo, cuántas personas, cuántos entendimientos, cuántasvoluntades, cuántas memorias; lo del rayo de sol porel cristal; la esencia, la presencia, la potencia. . . Estándando los niños la clase de Rehgión".A lo cual Zulueta añade esta observación: "<strong>El</strong> esfuerzoes grande; grande la fatiga: no puede ya hacerse más paraimpedir el anhelo evangélico: 'Dejad que los niños se acerquena mí'." ^0Huelga todo comentario sobre este método de presentarla religión y a Cristo a la juventud. Las consecuenciasque ha producido son en sí mismas suficiente comentario.Quienes han recibido su educación religiosa conforme a talmétodo se han dejado hundir en el sopor de la "fe delcarbonero" o han reaccionado radical y trágicamente contratoda especie de religión. Es una considerable mayoríala que en Sudamérica ha seguido el segundo camino. Losanticlericales más violentos del continente han sido educadosen instituciones clericales.Los grandes maestros del método sensual han sidolos jesuítas. Los seguidores de Loyola descubrieron quelas ideas germinan mejor cuando se ha rodeado la imaginaciónde una atmósfera sensual, con lo que se entregaron,con el mayor cuidado, a preparar el ambiente máspropicio para moldear el pensamiento. Como su fin principalno era transformar la personalidad sino utilizarla<strong>El</strong> ideal en la educación, págs. 26, 27.


114 JUAN A. MACKAYpara sus propios fines, procedieron de lo externo a lointerno. Se esforzaron por dominar y moldear la mentede los niños y de las gentes primitivas mediante la sensualidaddel arte y el aliciente de las recompensas, al pasoque, valiéndose de métodos políticos, procuraban convertirlas sociedades enteras en vasallas de su voluntad. Comodijera el eminente historiador y psicólogo portugués, OliveiraMartins, pretendían "conquistar el mundo para Diosno con las armas del cielo, sino con las de la tierra; nocon la plegaria y el ejemplo, sino con la política y lamaña".^iRubén Darío, a quien se considera generalmente comoel más grande poeta latinoamericano, se educó en un colegiode jesuítas en Nicaragua. En su autobiografía noshace un relato iluminador de su experiencia como alumno:"Entré en le que se llamaba la Congregación de Tesús,y usé en las ceremonias la cinta azul y la medalla de! loscongregantes. Por aquel entonces hubo un grave escándalo.Los jesuítas ponían en el altar mayor de la iglesia, enla fiesta de San Luis Gonzaga, un buzón, en el cual podíanechar sus cartas todos los que quisieran pedir algo o tenercorrespondencia con San Luis y con la Virgen Santísima.Sacaban las cartas v las quemaban delante del público;pero se decía que no sin haberlas visto antes. Así erandueños de muchos secretos de familia, y aumentaban suinflujo por estas y otras razones. <strong>El</strong> Gobierno decretó suexpulsión, no sin que antes hubiese yo asistido con ellosa los ejercicios de San Ignacio de Loyola, ejercicios queme encantaban y que por mí hubieran podido prolongarseindefinidamente, por las sabrosas vituallas y el exquisitochocolate que los reverendos nos daban".Dentro del ideal jesuíta de la educación, el amor a laverdad por la verdad misma desempeña poco o ningúnpapel. Según el padre Miguel Mir, miembro finado de laAcademia Española, y probablemente el más eminente dequienes han abandonado la Orden Jesuíta, la intelectualidadjesuítica se caracteriza por dos rasqos principales:"un cierto espíritu de independencia y de contrariedad u" Historia de la Civilización Ibérica, pág. 345." Autobiografía. Obras completas, Editorial "Mundo Latino", Madrid,vol. 15, págs. 19, 20.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 115oposición a toda manera de educación extraña a ellos, yen especial a la que hallaron establecida, formada y asentadapor la tradición", y segundo, "la ausencia, atenuacióno falseamiento del espíritu propiamente científico einspirado por el puro amor a la verdad y por el deseodesinteresado de buscarla, conocerla y declararla".Con lo cual coincide lo referido por Unamuno, que seeducó de joven en la escuela de San Luis Gonzaga, enBilbao. En una ocasión se llamó a un médico amigo suyoal Seminario de la Compañía de Tesús, en Oña, a visitara un novicio que se hallaba enfermo. En una de las galeríasde la parte privada del edificio, sus ojos se toparon con"un cuadro que representaba a San Miguel Arcángel teniendoa sus pies al Demonio, a Satanás. Y Satanás, elángel rebelde, tenía en la mano. . . ¡un microscopio! Unmicroscopio es el símbolo del hiperanálisis".^"* Por lo quetocaba a los jefes de aquel establecimiento, el escudriñardemasiado la naturaleza v significado de las cosas eraasunto diabólico.La compañía de los "Cristóforos" profesionales que seencargó de educar a las nuevas tierras sudamericanas enla fe de Cristo procedió de modo muy diferente y llegó aresultados bien distintos que los hombres que emprendierontarea similar en Norteamérica. Y pensamos aquí nosólo en los pastores protestantes que acompañaban a laexpedición del Maqflower y a sus sucesores hasta finesdel siglo pasado, sino también, y muy especialmente, enlos sacerdotes y monjes católicos romanos que fueron a laprovincia francesa de Quebec. La mayoría de estos últimoseran hombres del tipo de Las Casas y de Anchieta,con un sentido evangélico de su misión, v al par que semantenían al margen de la política, se interesaban profundamenteen todos los problemas de los colonos. Dice eldoctor Juan B. Terán, finado Rector de la Universidadde Tucumán, Argentina, refiriéndose a dicho contraste:"La Iglesia francesa en Norteamérica se singularizó porun fervor de apostolado . . .La acción del misionero francésdesdeñó la política puramente comercial y radicó, conHistoria Interna Documentada de la Compañía de Jesús. Sección,"La enseñanza de la fe." Págs. 281, 282." La Agonía del Cristianismo, Madrid, 1931, pág. 166.


116 JUAN A. MACKAYla implantación de la agricultura, el trasplante de unagenuina Iglesia cristiana". <strong>El</strong> resultado es que el catolicismocanadiense actual es vigoroso y militante. En Norteaméricala propagación del cristianismo, así protestantecomo católico, se caracterizó por su carácter acentuadamenteético y práctico,, al paso que la propaganda católicaromana en Sudamérica se ha caracterizado, hasta losalbores del presente siglo, por su preponderante hincapiéen el dogma y el ritual.d) <strong>El</strong> Cristo CriolloSi es verdad que toda Vida de Cristo es mucho másla autobiografía de su autor que la biografía de Jesús,igualmente cierto es que las naciones tienden a delinear aCristo según su propia imagen. ¿Qué clase de retrato deCristo consiguieron los "Cristóforos" sudamericanos imprimiren el pensamiento e imaginación del pueblo? ¿Enqué retrato resultante ha expresado la religiosidad sudamericanael concepto que tiene de <strong>El</strong>? ¿Cómo es y cómoobra el Cristo Criollo? Podría decirse, en términos generales,que el Cristo que se naturalizó en Sudamérica es elque nació en Tánger, el Cristo de la tradición religiosapopular de España. Interesante sería estudiar hasta dóndela vida religiosa de Sudamérica ha sido una simpleprolongación de la de España y Portugal, y hasta dóndees diferente; hasta dónde el Cristo Criollo es una simpleréplica del Cristo Español y en qué respectos ha sidomodificado. Sin embargo, iremos más lejos si comparamosel Cristo tradicional de Sudamérica con el retrato que elNuevo Testamento nos da del Señor cristiano en losEvangelios Sinópticos v en los escrito» de San Pablo ySan Juan.Lo primero que salta a nuestra vista en el CristoCriollo es Su falta de humanidad. Por lo que toca a suvida terrenal, aparece casi exclusivamente en dos papelesdramáticos: el de un niño en los brazos de su madre y elde una víctima dolorida y sangrante. Es el cuadro de unCristo que nació y murió, pero que no vivió jamás. Cosaextraña es que se pase por alto el gran período formativo" Op. cíL, págs. 192, 193.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 117y decisivo de la vida de Jesús, comprendido entre una infanciadesvalida e impensante, y su viril resolución demorir con el indecible sufrimiento que esto entrañaba.¿Por qué es que los únicos momentos de la vida de Jesúsa que se da importancia son Su niñez y muerte? Porquelas dos verdades centrales, responde alguien, del cristianismoson la Encarnación y la Expiación. Y así es, perola encarnación es sólo el prólogo de una vida, v la expiaciónsu epílogo. La realidad de la primera se despliegaen la vida y se garantiza viviendo; la eficacia de la segundase deriva de la clase de vida que se vivió. <strong>El</strong> NiñoDivino en los brazos de Su Madre recibe plena significaciónsólo cuando vemos al hombre trabajando en el tallerde carpintero, recibir el Espíritu en las aguas bautismalesdel Jordán, entablar hambriento y solitario batalla con eltentador, predicar las buenas nuevas del R^ino a los pobres,sanar a los enfermos y resucitar a los muertos, llamara Su lado a los sobrecargados y a los niños, exhortara los ricos y denunciar a los hipócritas, preparar a Susdiscípulos para la vida mientras <strong>El</strong> se preparaba para lamuerte, y luego entregar Su vida no como mera víctimadel odio y del destino, sino voluntariamente, v al morirpedir al Padre el perdón para sus asesinos. En la mismaforma se transfigura el Crucificado, que sufre angustiasmortales en la cruz, cuando pensamos que en vida habíaexperimentado las tentaciones de un hombre fuerte y lashabía vencido. Fué el Hombre el que murió, el verdadero,el segundo Hombre, el Señor de los cielos hecho hombre,un hombre como no lo ha habido ni lo habrá jamás.Sin embargo, esta humanidad de Jesús ha suscitadomuy poco interés en los creyentes sudamericanos. ¿Porqué? Porque no han conocido <strong>otro</strong> Cristo, excepto el quese presta para que ellos lo compadezcan y apadrinen.Esto puede hacerse con un niño; también con una víctimaque sufre y con un muerto; pero no con el Cristo de losEvangelios, que se negó a recibir el patrocinio de las lágrimasaun cuando iba en camino del Gólgota. A Cristose le apadrina y tutorea en los elaborados festivales de laNavidad, v nuevamente en las sombrías festividades quemarcan el curso de la Semana Santa, y en esta actitudde patrocinio compasivo se desbordan y luego se agotan


118 JUAN A. MACKAYacumulados sentimientos de piedad paternal v maternalo de una emoción trágica v llena de compasión.Para los creyentes sudamericanos, Jesús ha tenido unvalor religioso, o, en términos aristotélicos, "catártico".La contemplación de <strong>El</strong> les ha proporcionado una válvulaemotiva de escape, pero no le han concedido ninguna significaciónética. <strong>El</strong> interés exclusivo que tienen en lo queCristo significa para la muerte y la inmortalidad les hahecho pasar por alto a Aquél que, a la vera del lago,enseñaba a los hombres cómo vivir. Debido a que se hadesalentado la lectura del Nuevo Testamento y a queno se ha asociado a Cristo con la vida v los problemasvivos, las gentes en general no ha venido a hallarse caraa cara con aquel tremendo Conductor de hombres quetenía conciencia de haber venido al mundo para convertirseen el Señor de la vida. Ha acontecido así que iamásse ha hecho de los más impresionantes aspectos de Suenseñanza una regla de vida ni de los más impresionantesaspectos de Su conducta una inspiración para vivir. Suspalabras: "Sigúeme", han quedado por completo despojadasde sentido. Su mandato supremo no ha constituidoguia para los diarios quehaceres, para las tareas ordinarias.Por otra parte, la visión del Cristo resucitado, sea quese le conciba, según el lenguaje del Nuevo Testamento,como Rey y Sacerdote a la diestra de Dios, o como moradorde las almas de los cristianos, no ha sido menos pálidaque la del Jesús histórico. Ni se concibe ni se experimentaSu señorío soberano sobre todos los detalles dela existencia, Rey Salvador que se interesa profundamenteen nos<strong>otro</strong>s v a quien podemos traer nuestras tristezas yperplejidades. Ha sucedido algo sumamente extraordinario.Cristo ha perdido prestigio como alguien capaz deayudar en los asuntos de la vida. Vive en exclusión virtual,en tanto que la qente se allega diariamente a laVirgen v los Santos para pedir por las necesidades de lavida. Es que se les considera más humanos y accesiblesque <strong>El</strong>. Y es bastante curioso que, como nos lo hace verun escritor argentino, los santos a quienes más peticionesse hacen y cuya imagen se reproduce más frecuentementeen las estampas, son las luminarias menores. En la devociónpopular los santos mayores v mejor conocidos tienden a


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 119correr la misma suerte que Cristo. Su misma eminencialos hace menos humanos y accesibles. La masa del pueblose siente más a gusto y con mayor confianza en el buenéxito si se encomienda a los Santos Menores, cuya vidaera de cualidades menos diferentes a las de la suya. <strong>El</strong>creyente común y corriente es en la práctica un politeístacuvo panteón preside Nuestra Señora. La verdadera divinidadde la religión popular es la Virgen. La Trinidad,la corona y los santos le rinden acatamiento y a ella conducen.¡Pero a cuán alto costo para el Hijo de la Virgen hatenido lugar tal evolución! Cuando el vulqo de Argentinaquiere decir que alguien merece su desprecio supremo porsus pequeñeses de espíritu y pusilanimidad, dice: "Es unCristo", o "Es un pobre Cristo". iCuán diferente estaconnotación de la que el mismo nombre recibe hoy en laIndia, donde se ha convertido en símbolo de la fuerzaespiritual! Ricardo Rojas, el eminente escritor argentino,a quien hemos citado ya, describe como sigue el conceptopopular actual de Cristo en su país v en <strong>otro</strong>s países sudamericanos:"Se ha querido hacer ^dice— o se ha hecho,de Cristo, un arquetipo de pordioseros, una especie depiltrafa humana, de cascabel para los pies de todos, compendiode miserias y dechado de humillaciones".^^' Hastaese extremo ha llevado a Cristo la deshumanización deque se le ha hecho objeto.No obstante, este Cristo, que se pierde a la vida porun proceso de deshumanización, reaparece después comofetiche. Su imagen. Su humanidad y Su nombre han sidoconvertidos en realidades fetichistas.En la iglesia de Santo Domingo, en Lima, hav unaimagen yacente de Cristo, a la que se llama "<strong>El</strong> Señordel Sepulcro", v le representa tendido en la tumba. Durantela Semana Santa, esta imagen es particularmente elcentro principal de la devoción. Rodeada de multitud decirios encendidos se la hace parecer como que suda, y losfieles, que desfilan frente a ella la tarde y la noche delViernes Santo, compran pedazos de algodón dizque impregnadosdel sudor, y los conservan cuidadosamente comoamuletos." <strong>El</strong> Cristo Invisible, 1928, pág. 204.


120 JUAN A. MACKAYLima posee otra famosa efiqie de Cristo, una pinturallamada <strong>El</strong> Señor de los Milagros. Al decir de la tradiciónpopular, un negro descubrió, durante un temblor quedevastó la ciudad en el siglo dieciocho, una imagen deCristo en la cruz, sobre un muro que permanecía en pieen medio de las ruinas. Desde entonces, la sagrada pinturaha sido la patrona religiosa de la población negra delPerú y disfruta de una inmensa reputación como obradorade milagros.lea, principal población al sur de Lima, era asiento deuna muy sagrada imagen de madera de Cristo llamada<strong>El</strong> Señor de Lurín, a la que los campesinos venían a rezarpor una buena cosecha y otras bendiciones temporales.Sucedió que allá por 1918 la iglesia en que el ídolo teníasu santuario, fué destruida completamente por un incendio.Apenas se había existinguido el fuego, cuando una muchedumbreenloquecida rescató los restos carbonizados delSeñor, y se lanzó en procesión por las calles, al son deesta desgarradora endecha: "¡Dios se ha muerto. Dios seha muerto!" Es que aquella imagen era la divinidad porla que el pueblo vivía, v su destrucción los hundía en terribleconsternación.Ejemplos como estos pueden multiplicarse tomándolosde todo el continente, particularmente de la vida de laspoblaciones provincianas. A un Cristo deshumanizadole han dado una imagen humana materializada a la cualse atribuye una virtud especial.Menos repulsivamente materialista, pero no menos fetichista,es la rehumanización de Cristo en el viático y enel Sagrado Corazón. Uno de los espectáculos tradicionalesde Lima es la procesión del Santísimo, vivamente descritapor José Gálvez en su libro. Una Lima Que se Va.La procesión lleva a un moribundo el "Pan de Inmortalidad.""Bajo el palio, recamado de oro, el cura llevaunciosamente el copón; un monaguillo por delante anunciaal vecindario, con el repique de una campanilla, el pasodel Santísimo; cuatro feligreses sostienen el palio, v trasel párroco, como un extraño rosario, se desenvuelve lalenta procesión, en que las velas tienden al viento lasllamas temblorosas como un símbolo de acabamiento y defervor. De cuando en cuando, alguna de la cofradía entonaun cántico religioso que las demás corean, y de intervalo


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 121en intervalo resuena, murmurador y sordo, el Ave María..".Cuenta la tradición que una vez la Perricholi, la célebrequerida de uno de los virreyes, iba por las calles ensu lujosa calesa, cuando se topó con el párroco que portabael Santísimo. Herida en su conciencia por el contrasteentre el lujo con que paseaba su pecadora persona y lahumilde apariencia de la procesión, le cedió su asiento alsacerdote y se unió a la compungida multitud que loseguía. 1' Muchos años después, cuando se propuso queen adelante el viático había de llevarse por las calles dentrode un coche, las señoras de Lima organizaron una manifestaciónde protesta, en que desplegaron una banderadonde resaltaban estas palabras: "Morir por la religión".La tentativa más moderna de convertir a Cristo en unfetiche popular, es el culto del Sagrado Corazón. Habiendodesaparecido de la religión popular la verdaderamentehistórica y eternamente real humanidad de Jesu<strong>cristo</strong>, hasido reemplazada por el símbolo de su humanidad material.En 1923 se había dispuesto consagrar con gran pompala República del Perú a una enorme imagen de broncedel Sagrado Corazón de Jesús. Ya estaba fijado el díapara la ceremonia. En presencia de los más altos dignatariosde la Iglesia y el Estado, debía colocarse la efigieen un nicho, en el muro frontero de la catedral de Limaque ve a la Plaza Mayor. La prensa de la localidad habíaprotestado centra lo que la mayoría de los ciudadanosconsideraba como una regresión al medievalismo y la idolatría;pero todo había sido en vano. Repentinamente, sinembargo, en vísperas de la ceremonia, los estudiantes ylos obreros, organizaron un formidable movimiento deprotesta y la ceremonia de consagración hubo de suspendersehasta más conveniente oportunidad.Dios nos libre de menospreciar cualquier esfuerzo porhacer a Jesu<strong>cristo</strong> más real para los seres humanos o pormantener siempre ante la vista de éstos la realidad de Sudivina compasión. Pero el materializar en bronce las cualidadesde las que Su corazón es símbolo, no hará másreal al Jesús histórico o al Cristo eterno. Las cualidadesespeciales de Cristo en que más hincapié se necesita hacer" Gálvez, op. cit. cap. "<strong>El</strong> Vistico".


122 JUAN A. MACKAYen lospaíses sudamericanos hoy día no puede simbolizarlasSu corazón. Su mejor símbolo serían los ojos de Cristo,aquellos ojos apocalípticos que en ocasiones podían brillarcomo "llama de fuego". Una reflexión serena a la vez quetransida de tristeza, nos obliga a endosar la opinión deUnamuno cuando escribe: "<strong>El</strong> culto al Sagrado Corazónde Jesús, la hierocardiocracia, es el sepulcro de la religióncristiana". 1^ Es el Cristo del látigo v no el Cristo del SagradoCorazón el que necesita presentársele a Sudamérica.Aun el nombre de Jesús se ha convertido en fetiche.En la religión popular ese nombre sirve de poderoso encantamiento.La autobiografía de Rubén Darío nos ofreceuna buena ilustración. <strong>El</strong> poeta va describiendo las experienciasrehgiosas de su niñez. Dice "Señaladas devocioneseran para mí temerosas. Por ejemplo, al acercarse lafiesta de la Santa Cruz. Porque ¡oh. Dios de los dioses!,martirio como aquél, para mis pocos años, no os lo podéisimaginar. Llegado ese día, todos nos poníamos delantede las imágenes, y la buena abuela dirigía el rezo,un rezo que concluía después de varias jaculatorias conestas palabras:Vete de aquí. Satanás,que en mí parte no tendrás,porque el día de la Cruz,dije mil veces: Jesús.Pues el caso es que teníamos, en efecto, que decir milveces la palabra Jesús, y aquello era inacabable. '¡Jesús!¡Jesús! ¡Jesús!, y hasta mil; y a veces se perdía la cuentay había que volver a empezar". Una parodia pagana dela promesa de que toda lengua reconocerá un día queJesu<strong>cristo</strong> es Señor!Hasta aquí no se ha reconocido, en la religión sudamericana,el verdadero Señorío de Cristo. Se le ha conocidocomo el Señor del Sepulcro y el Señor de las BuenasCosechas, como el arquetipo del amor herido y la garantíamaterial de inmortalidad; se le ha conocido tambiéncomo el poseedor de un nombre mágico. Pero todavía" La Agonía del Cristianismo, pág. 160.Autobiografía, Obras completas, vol. 15, págs. 18, 19.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 123queda por conocérsele como Jesús, el Salvador del pecadoy el Señor de la vida toda.e) ¡Paz! ¡Paz!, .Paz. He ahí una de las grandes palabras del lenguajehumano, por cuanto la reahdad que connota ha sido unade las metas principales del esfuerzo del hombre. Es labúsqueda de paz lo que ha dado oriqen a toda religión yfilosofía. ¡Pero cuán diversas las actitudes interiores queusualmente encubre esta palabra! Hay la paz del océanoinmóvil del Nirvana y hay la paz que se asemeja al río.Hay la paz del haragán egoísta que mata el tiempo entrelas vistas, sonidos y aromas de un mundo irreal, y la pazdel infatigable trabajador que sacrifica sueño y tranquilidad,amigos y fortuna, en el desinteresado esfuerzo deedificar un mundo real de verdad y bondad. "Paz, paz",decían algunos caudillos populares de <strong>otro</strong>s tiempos, quese conducían con negligencia e inconciencia criminales anteel peligro que amenazaba a su pueblo. "Mi paz os dejo",decía Jesús en los momentos mismos en que se preparabaa arrostrar Su pasión.¿Qué clase de paz es la que más verdaderamente caracterizala vida y experiencia religiosa en el catolicismosudamericano? ;Cómo se ha interpretado en esos paísesaquella "paz de Dios" que es el fruto inseparable delcristianismo? Dejemos que a tal pregunta respondan ciudadanosrepresentativos del continente, hombres cuya posicióneminente y sereno juicio, les dan el derecho de expresaruna opinión.Veamos primeramente lo que opina el doctor FranciscoGarcía Calderón, quizá el escritor sudamericano más conocidoy leído en el extranjero, peruano y autor del bienconocido libro: América Latina: su Origen t} Progreso.En un artículo intitulado La Restauración Católica, de sulibro Ideologías, publicado hace alqunos años. García Calderóndice que el catolicismo iberoamericano se ha convertidoen una fórmula social y un rito eleqante. Las prácticasparasitarias ahogan la creencia tradicional. Los preceptosminuciosos substituyen al fervor místico, la elevaciónmoral y la inquietud producida por el pensamientodel destino y de la muerte. De acuerdo con un crítico


124 JUAN A. MACKAYitaliano, prosigue García Calderón, muchos de los católicosen estos países pasan la vida ofreciendo adoraciónfetichista a sus santos de quienes socilitan el don de unabuena cosecha y un premio en la lotería. Un credo externode esa índole es impotente para crear moralidad.Salvo que haya un renacimiento religioso que enseñe cómola letra mata y el espíritu da vida, América, amenazadaahora por Calibán, se convertirá en teatro de impurasconcupiscencias y orgías utilitarias.Particularmente significativa es esta opinión sobre lapaz que resulta del esteticismo religioso, la etiqueta socialy la indiferencia ética, por venir de un hombre que seeducó en una escuela de sacerdotes franceses en Lima, queha pasado buena parte de su vida en Francia y Bélgica,que es católico él mismo, y que está preocupado por elfuturo del catolicismo en Sudamérica.Alberto Cabero es un sociólogo chileno que publicóen 1926 un libro voluminoso intitulado Chile ij los Chilenos.Refiriéndose a la vida religiosa de su país, escribecomo sigue: "Las clases ricas, especialmente las mujeres,que desde niñas han recibido educación religiosa, selimitan a observar escrupulosamente las fórmulas consagradas,a concurrir con asiduidad a los actos rituales dela Iglesia, a recitar sin fervor las oraciones corrientes.Per hábito van a los templos, frecuentan los sacramentosy algunas, por conveniencia social, aparentan cristiana piedad.Las impele a esta actitud la necesidad de conformarsecon el orden social establecido, la docilidad y respeto alsentir común, el temor de lo ignoto. <strong>El</strong> verdadero sentimientoreligioso, que exige recogimiento, introspección,absorción de la mente en la altura, y el misticismo queimpone la necesidad íntima de comunicarse con un podersuprasensible y que es fuente de energía, perseverancia yabnegación, como es imposible tenerlos en la disperciónintelectual y sentimental en que nos agitamos, sólo seencuentran ya en pocos creyentes selectos, generalmenteapartados del bullicio mundano".-^Cabero se refiere en particular a la vida religiosa delas mujeres, porque, mientras una gran mayoría de losvarones en Sudamérica son, en todas partes, notoriamente^ Cabero, op. cit., págs. 375-376.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 125irreligiosos, las mujeres han conservado al menos lo exteriorde la religión. En extremo sugestiva es también sureferencia a los escasos creyentes selectos que hallan pazy satisfacción espirituales apartándose del bullicio delmundo. La paz más elevada que el catohcismo español ohispanoamericano han podido concebir es la del monasterioo de un completo alejamiento del mundo real y desus problemas. En cuanto a la piedad del clero, un sacerdoteespañol muy notable que ha trabajado por muchosaños en Chile en diferentes parroquias, hacía al autor deeste libro, en 1929, la siguiente declaración: "Sólo hepodido hallar una persona, en la vida eclesiástica de Chile,que me ha producido la impresión de vivir una vida piadosa:la priora de un convento". Consternado hallábaseeste buen padre por el estado de la religión en el país, alpunto de lanzar este terrible cargo contra la moralidaddel clero: "De unos seiscientos sacerdotes que he conocidoen diferentes países sudamericanos, calculo que apenasun cinco por ciento observan pureza sexual".Entre los premios de literatura otorgados en 1928 enla República Argentina a autores nacionales, uno de losprincipales fué para el doctor Juan B. Terán por dos librossobre la historia y sociología hispanoamericanas, intitulados<strong>El</strong> Nacimiento de la América Española y La 5aludde la América Española. <strong>El</strong> doctor Terán fué por muchosaños Rector de la Universidad de Tucumán, y hastadonde sabemos, es católico.Sumamente significativos es el encabezado "La Irreligiosidadde América", que le da a uno de los capítulosdel segundo de esos libros. "En cuanto a las clases elevadasde la sociedad —^dice^—, dan la impresión de quelos hombres se mantienen extraños a toda preocupaciónreligiosa, reputándola 'asunto de mujeres'. En el mejorde los casos le otorgan una 'neutralidad benévola'. Noson ateos ^que serlo es en cierto modo signo de meditacióndel problema religioso—, sino indiferentes v epicúreos."En cuanto es la religiosidad la afirmación de unacausa suprema del universo v las aspiraciones de comunicarsecon ella, un sentido a la vez racional y místico de ladivinidad, que no requiere el estímulo del culto, es decir,en cuanto significa una pura espiritualidad que colinda


126 JUAN A. MACKAYcon el arte y la ciencia, que cría deberes imperiosos sinotra sanción que la de la conciencia v trasciende en lavida como un sentimiento, podemos decir que en el mundooccidental es Hispanoamérica quien la tiene en menorgrado". 21A esta expresión de opinión añadiremos la del compatriotade Terán, Ricardo Rojas, probablemente el hombrede letras más eminente de toda la América Latina enla actualidad. En 1927, siendo Rector de la Ulniversidadde Buenos Aires, Rojas escribió un libro intitulado <strong>El</strong>Cristo Invisible\ que produjo una profunda sensación enlos países latinoamericanos. En capítulo posterior tendremosoportunidad de referirnos a su posición religiosa general.Basta para el propósito presente con citar su opiniónrespecto a cómo es en realidad la vida religiosa desu medio. <strong>El</strong> libro está escrito en forma de diálogo. Enel curso de una conversación entre un obispo de provinciay su huésped, que resulta ser el propio autor, aquél hacela afirmación de que "la tradición cristiana está viva entodos los pueblos ibéricos del Nuevo Mundo." A lo queel huésped replica: "La tradición católica, como formaexterna, sin duda alquna; pero no asi el sentimiento cristiano,como inspiración de la vida". Y en seguida pasa aexDoner lo que quiere decir con ello, en las siguientespalabras: "No son cristianos el fetichismo de la plebe nila gazmoñería de la aristocracia. Se practica el culto, perose ignora su significado. La caridad no es aquí sino instintoegoísta o vanidad mundana. La conciliación realizadapor un San Agustín, entre el acatamiento a la disciplinaeclesiástica y la necesidad de comprender a Dios comoexpresión excelsa de la verdad, buscándolo adentro de símismo ^intevius intimo meo^, es algo que en nuestro paísni se practica ni se entiende. Si yo escribiese un libro paraexponer mis inquietudes sobre este problema del alma,sería mirado con sospecha o con hostilidad."Más adelante añade: "En toda la América españolano existe el hábito, ni el gusto, ni la comprensión de estosproblemas. Acaso en algunos países, como en el nuestropor ejemplo, nunca hubo verdadera inquietud religiosa".Op. cit. pág. 68.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 127Lo que falta es "la interiorización mental del cristianismo,como una necesidad de la conciencia".Los dos directores de universidades argentinas estánde acuerdo en que al catolicismo sudamericano le hanfaltado dos rasgos constituyentes de la religión cristiana;la experiencia espiritual interna y la expresión ética externa.La qente posee una religión, pero la religión no laposee a ella. Han practicado la religión, pero no la hanvivido. La religión no ha sido objeto de preocupaciónintelectual ni incentivo para la vida virtuosa. Las almasno han estado en agonía. Ha habido indiferencia, ha habidopaz; pero esta última ha sido esa paz imponente,estética, que reina en los cementerios: paz de muerte, node vida.Y no obstante, no nos sorprenda hallar hov abogadosde esa paz en Sudamérica. Hace algunos años <strong>otro</strong> hombrede letras argentino, Manuel Gálvez, escribió una obraintitulada <strong>El</strong> Solar de la Raza. Es una evocación de Españay sus tradiciones, especialmente la religiosa. En laprimera parte del libro, Gálvez, que es un católico ardiente,hace una confesión franca en lo que toca al catolicismode España. "En España no existe — dice^— esefervor religioso que el observador sin prejuicios puede veren Francia, ni el catolicismo profundo y militante de losbelgas, canadienses, irlandeses, bávarcs e italianos. . . <strong>El</strong>ambiente mistico y católico que se siente en España procedede siqlos pasados, cuando la fe era muy intensa; node los españoles actuales, que, en general, son más formulistasque creyentes".-^Al final del volumen cita con entusiasmo algunas palabrasdel autor francés Maurice Barrés en su CollineSacrée: "Quienquiera que seas, —habla la capilla, es decir,la Iglesia, la disciplina^— no hay nada en ti tan excelenteque te impida aceptar mi socorro. Yo te pondré deacuerdo con la vida".-'*Estas palabras de Barrés impulsan a Gálvez a expresarlo más profundo de su corazón con respecto a la religión.Rompe en un brillante panegírico de la educación impar-" Op. cit. págs. 258, 261-2, 265.Op. cit., pág. 49.Id., pág. 256.


128 JUAN A. MACKAYtida por la Iglesia: "Solamente siguiendo una norma,solamente por la disciplina podemos adquirir la verdaderalibertad del espíritu. La incredulidad, la duda, son terriblesinfiernos. Es la disgregación, la dispersión de nuestroyo. Los que retornan a la Iglesia rehallan la unidad de suser, es decir, la felicidad." Sigue una referencia al granmaestro de la paz. "Ignacio de Loyola amaba la obedienciasobre todas las demás virtudes, y con la alta clarividenciade su genio halló en ella el elíxir de nuestra fehcidad interior.Por eso la enseñanza de los jesuítas tiende a inculcara los niños el espíritu de obediencia y de disciplina, esdecir, tiende a asegurarles una norma para toda la vida,a evitarles los tormentos de la inquietud o a asegurarlesel retorno de la paz".-^¡Con cuánta ingenuidad parece Gálvez no darse cuentade que puede existir, y en efecto existe, una estrecha conexiónentre la actitud formalista v la falta de fervormístico que encontró en España, y que él sabe bien que esregla en Sudamérica, y la obediencia y paz de Loyola!}Y está seguro acaso de que la Orden que lleva el nombrede Tesús no ha conseguido crear una religión v unaética que son igualmente hostiles a la religión de Jesúsy la fe de Cristo?Pero no se sorprenda Gálvez tampoco de que entresus propios compatriotas v <strong>otro</strong>s sudamericanos en generalse hallen espíritus ardientes que han empezado a trazaruna distinción entre el catolicismo hispánico y el cristianismo,v que expresan su preferencia por el uno o por el<strong>otro</strong>. Relata Unamuno que una vez se encontró con unescritor sudamericano que mostraba decidida preferenciapor lo primero. "No olvidaré en mi vida —dice el pensadorespañol— lo que me dijo en cierta ocasión un famosísimoy muy discutido escritor suramericano, hablandode cosas de religión. 'Yo, amigo Unamuno, soy católico;me atrae al catolicismo precisamente lo que a usted de élle repele, lo que le diferencia de las demás confesionescristianas: su lastre pagano, la pompa del culto y elcasuísmo, sobre todo el casuísmo, esa maravilla jesuítica'."26^ Id., págs. 256, 257. J. A. M. subraya.^ Ensayos, Vol. VII, pág. 119.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 129Por otra parte. Octavio Bunge, autor de Nuestra Amé--rica, el mejor libro que se ha escrito sobre sociología sudamericana,condena como anticristiana la religión quetuvo origen en España y que se propagó en el NuevoMundo, <strong>El</strong> "fanatismo" español, dice, era "soi-disantcatoliquísimo y en realidad anticristiano", mientras "lamasa del pueblo" no tomó de la piedad evangélica "másque las formas exteriores".A Sudamérica llegó un Cristo que ha puesto a los hombresde acuerdo con la vida, que les ha dicho que la aceptental como es, y las cosas tal como son, y la verdad talcual parece ser. Pero ¿el <strong>otro</strong>? ¿<strong>El</strong> que hace que los hombresno estén satisfechos con la vida tal cual ésta es, ycon las cosas tal como son, y que les dice que, por mediode <strong>El</strong>, la vida será transformada, y el mundo será vencido,y sus seguidores serán puestos de acuerdo con la realidad,con Dios V con la verdad? Este <strong>otro</strong> Cristo queríavenir, pero se lo estorbaron. . .Mas hov, de nuevo, seescuchan voces de primavera que anuncian Su llegada.•*Op. cit., págs. 65, 66.


Capitulo VIIEL OTRO CRISTO ESPAÑOL EN EL SIGLODE ORO DE ESPAÑA<strong>El</strong> Cristo que se naturalizó en Sudamérica no es, porfortuna, el único Cristo en la historia espiritual del puebloibérico. Hay una tradición religiosa española que tras unalarga historia subterránea empieza de nuevo a afloraren la superficie. <strong>El</strong> estudio de dicha tradición nos enseñarálo que podría haber acontecido y todavía puede aconteceren la vida de España y Sudamérica. Ninguna visióncompleta de la situación religiosa del mundo hispánicopuede pasarla por alto, ninguna política religiosa constructorapara Sudamérica puede hacerla a un lado.a) La Fuente de una Tradición Perdida.En la tradición religiosa y vida presente de Españahay <strong>otro</strong> Cristo. Un Cristo distinto del de la fe popular yla propaganda oficial. Nos encontramos con <strong>El</strong> primeramenteen el siglo trece, en Raimundo Lulio.^ Aparecemás tarde en la vida y escritos de los grandes místicos delsiglo dieciséis.2 Se destaca en alto relieve en el pensamientov obra de los grandes hombres que en ese mismosiglo se pusieron del lado de la Reforma Protestante. Volvemosa hallarlo en muchos grandes rebeldes religiosos delos siglos subsecuentes. En la España moderna este Cristoha hallado santuario en la vida de los dos precursores dela España nueva, nacida con las instituciones republicanasen 1931: don Francisco Giner de los Ríos y don Miguelde Unamuno.*V. Raimundo Lidio: Explorador y Mártir de Noráfrica, por S. M.Zwemer. México: Casa Unida de Puglicaciones. (N. del Trad.)^V. Los Místicos Españoles del Siglo XVI, por Cl. Gutiérrez-Marín.México: Casa Unida de Publicaciones. (N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 131Este Cristo v la pura y religiosa pasión que ha despertadoen muchos corazones españoles en el siglo dieciséis,esplenden en el más sublime soneto de la hteratura deEspaña, famoso poema cuyo autor es desconocido:No me mueve mi Dios para quererteel cielo que me tienes prometido,ni me mueve el infierno tan temidopara dejar por eso de ofenderte.Tú me mueves, Señor, muéveme el verteclavado en una cruz y escarnecido;muéveme ver tu cuerpo tan herido,muévenme tus afrentas y tu muerte.Muéveme, en fin, tu amor, en tal maneraque aunque no hubiera cielo yo te amara,y aunque no hubiera infierno te temiera.No tienes que me dar porque te quiera,porque aunque cuanto espero no espera,lo mismo que te quiero te quisiera.La dinámica del poeta es Cristo crucificado. "Al contemplarla excelsa cruz" —como dice el conocido himnoevanqélico^— su corazón queda cautivo para siempre. Deahí en adelante, el amor de Cristo será el móvil que impulsarásu vida y no la esperanza de recompensa o eltemor del castigo, sea en esta vida, sea en la por venir.He aquí una religión que es calidad de vida v no la simpleprolongación de la existencia. Es la apasionada respuestadel amor v no una sórdida ambición de cosas. Cuán diferentees esto del sentimiento que contiene la popular canciónde cuna:Dame una limosna. Cara de Rosa.o hurtaréte las perlas que el Niño llora.En Raimundo Lulio, el cortesano catalán de Mallorca,que después de convertido vino a ser uno de los misioneroscristianos más grandes de todos los tiempos, descubri-Refiérese a la Virgen y al Niño.


132 JUAN A. MACKAYmos también al <strong>otro</strong> Cristo. Cuán dulcemente suena anuestro oído la música del libro místico de Lulio, <strong>El</strong> Librodel Amigo y del Amado. Y cuán ricamente sugestivo estambién su famoso dicho: "<strong>El</strong> que no ama no vive, y elque vive por la Vida no puede morir."Para Lulio, como para el anónimo autor del sonetoantes citado, la salvación es cualitativa y no simplementela prolongación sin término de una serie temporal. Cristoes para él nuestra Vida, nuestra nueva y eterna Vida.Cristo inmortaliza la vida tal cual es, sino la transformaen lo que debe ser. Además, la evidencia de que no moriremosjamás no está en que creemos en nuestra inmortalidadsino en que amamos.Raimundo Lulio es el precursor de un notable grupo deescritores místicos que florecieron en España en el siglodieciséis, y al cual Havelock <strong>El</strong>lis ha denominado "la máspoderosa e influyente escuela de pasión religiosa que puedeexhibir el mundo europeo".Los místicos españoles eran generalmente grandes almassolitarias cuya influencia recíproca, si exceptuamosla amistad entre Juan de la Cruz y la gran Teresa, eramuy leve. Sin duda, jamás ha sido superada la intensidadde su pasión religiosa, pero, por tristísima v sumamentetrágica ironía de la historia del cristianismo, no se dejógerminar en la vida espiritual de la Península aquellapotencia incalculable de la experiencia religiosa de losmísticos. Los más grandes de ellos, fray Luis de Granada,San Tuan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y fray Luisde León, vivieron bajo constante sospecha de heterodoxia,y todos ellos, salvo Teresa, pasaron un tiempo en las prisionesde la Inquisición. La gran Teresa misma apenas siescapó al encarcelamiento, y eso tan sólo por ser mujer.Estas seráficas almas cristianas representaban un movimientoespontáneo de reforma dentro de la Iglesia Católicaespañola de su época. En su celo reformador, Juande la Cruz y Teresa la monja Carmelita, recorrieron congrandes penahdades el país fundando nuevas casas religiosascon votos más rigurosos, o reformando las antiguas.Objeto de la desconfianza v la persecución porparte de las autoridades eclesiásticas, y ejerciendo muyleve influencia sobre la gente, terminaron sus días en lasoledad. En el siguiente siglo fueron canonizados y Santa


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 133Teresa se ha convertido en la patrona de España. Perono puede decirse que, fuera de un círculo muy limitado, lapasión espiritual de la santa haya sido una influencia, osus ideas hayan fructificado, en la vida rehqiosa de España.Y lo mismo podría decirse de los <strong>otro</strong>s místicosespañoles del siglo dieciséis. Sólo en años recientes loshan descubierto y los leen algunos laicos educados. Azorín,une de los principales devotos de la literatura españolaclásica, nos cuenta cómo fué hasta hace poco cuandodespertó a las bellezas de Luis de Granada. <strong>El</strong> movimientoy las tendencias representados por estas grandes almas,y <strong>otro</strong>s centenares de almas de su época, se convirtió encorriente subterránea en la vida religiosa de la Península,y la obra empezada por ellas quedó trunca en la encrucijadade los destinos de España.De los escritos de estos santos españoles podemosentresacar el retrato de un Cristo cuvos ojos jamás hacontemplado España, un Cristo cuyo nombre es Jesús, unSalvador, Amante y Amigo. Se requeriría demasiado espaciopara ofrecer un retrato completo del Cristo de losmísticos españoles y de Su relación con la vida religiosa.Hemos de contentarnos con obtener unos cuantos vistazosde <strong>El</strong>, según se revela a la luz del pensamiento y la experienciade los místicos. En cada caso se erigen la supremadevoción a Cristo como norma de la vida y la unióncon <strong>El</strong> como meta de todas las aspiraciones.b) <strong>El</strong> Cristo que TransfiguraLa obra lírica más grande de la literatura española, yuna de las más grandes de la literatura mundial, es elCántico Espiritual de Juan de la Cruz, en que el autormístico interpreta el Cantar de los Cantares en términosde su propia experiencia. Como el Progreso del Peregri^no, de Juan Bunyan, es obra producida en la prisión, probablementecuando el autor estuvo prisionero en Toledo,condenado por el Santo Oficio. Sólo las Cartas de SamuelRútherford pueden compararse con este inigualado poemacomo expresión de la pasión mística por Cristo.Descríbese el comienzo de este drama de amor en unexquisito poema menor conocido popularmente como En


134 JUAN A. MACKAYuna Noche Oscura, Ha caído la noche, y al amparo de susombra y su silencio, el alma sale en busca del Amado:En una noche oscuracon ansias en amores inflamada,joh dichosa ventura!salí sin ser notada,estando ya mi casa sosegada.Su única luz y guía es el fuego que arde eñ su corazón.Pero este fuego hace que la noche brille más que laaurora, de modo que tal parece que es la noche mismaquien la guía sin extravíos a donde está el Amado. Bellosímbolo de ese instinto del alma por buscar a Cristo enlas tinieblas de sus extremos. <strong>El</strong> Amado es hallado, perotorna a ocultarse, y la apasionada búsqueda prosigue enel Cántica:Descubre tu presenciay mátame tu vista y hermosura;mira que es la dolenciade amor, que no se curasino con la presencia y la figura.Cuando el alma, transverberada de amor, oye la vozdel Amado llamándola desde la altura, y puede al finunirse a <strong>El</strong>, la naturaleza entera se torna fresca y dulcey toma parte en la melancolía del perfecto amor. La bellezadel Amado se comunica al mundo. En Su luz, elalma ve luz y belleza dondequiera. Y así exclama:Mi Amado, las montañas,'los valles solitarios numerosos,las ínsulas extrañas,los ríos sonorosel silbo de los aires amorososGocémonos, Amadoy vámonos a ver en tu hermosuraal monte y al collado.Esta experiencia espiritual de que la unidad del almacon Dios en Cristo la hace sentirse a sus anchas en la


EL OTRO CRISTO ESPAÍÑÍOL 135naturaleza, nos recuerda la experiencia de Saúl Kane, enel poema de John Masefield, "La Eterna Misericordia".Después de experimentar las "ardientes cataratas de Cristo",y de caer por tierra la "puerta con cerrojos", Kanesabía que "había terminado para siempre con el pecado"y que Cristo lo había hecho nacer "para hermanarse contodas las almas de la tierra".Y entonces brota de sus labioseste canto:"Oh qloria de lamente iluminada,cuán muerto he estado, y cuán torpe y ciego;a mis oíos, ya nuevos, el arroyoparecía brotar del Paraíso;y el agua tumultuosa de la lluviacantaba a mis oídos:¡Cristo ha resucitado!Toda la naturaleza exhalaba ahora para él una nuevafragancia y tenía nuevo esplendor, "y toda ave y todabestia debería compartir las migajas del banquete." Unirseespiritualmente con ese Cristo significa siempre "considerarlos lirios" con ojos nuevos, y contemplar con unnuevo sentido de lo maravilloso los pájaros del campo.En la experiencia que se describe en el Cántico, Juande la Cruz trasciende el monasticismo y asceticismo de sumedio religioso y aun de su propia vida religiosa. Su almade poeta va en pos de un Cristo que, según la frase deLuis de León, "vive en los campos", como Señor y transfiguradorde todo lo que tiene ser.Si nos esforzamos por seguir a Juan de la Cruz por la"noche oscura del alma" hacia las cumbres del "MonteCarmelo", lo perdemos de vista cuando llega al empíreode la perfecta unión de amor. Consideramos solamentealgunas de las palabras características que pronuncia enel camino acerca de Cristo. Para él. Cristo es "el Amantedulcísimo de todas las almas fieles." Aconseja mantenerla imagen de Cristo pura y clara en el alma. En otra desus cartas hallamos estas palabras: Jesús sea en sus almas,hijas mías. . . Pues yo iré allá y verán cómo no me olvidaba,y veremos las riquezas qanadas en el amor puro ysendas de la vida eterna y los pasos hermosos que dan


136 JUAN A. MACKAYen Cristo, cuyos deleites v corona son sus esposas: cosadigna de no andar por el suelo rodando, sino de ser tomadaen las manos de los ángeles y serafines, v con reverenciay aprecio la pongan en la cabeza de su Señor.Cristo es el todo para San Juan de la Cruz, y el ritualsignifica poco. Encarece a los que principian la vida espiritualque se cuiden de los que "se cargan de imágenesy rosarios bien curiosos" y andan "arreados de agnusdeiy reliquias y nóminas, como los niños con dijes". ^ Lesadvierte también contra quienes hacen romerías o peregrinaciones"más por recreación que por devoción".^ Yles encarece no despilfarrar en el ornato de sus oratoriosel tiempo que deberían dedicar a la oración y el recogimientointerior.c) Amante y Señor.A Teresa de Jesús se le ha llamado con razón un "almade fuego". <strong>El</strong> símbolo clásico con que se la representaes aquella escena de su visión en que un ángel le transverberael corazón con un dardo ardiente. Su concepto yexperiencia de Cristo se caracteriza por una pasión incandescente.Cristo es su "Esposo Divino", y por lo generalse refiere a <strong>El</strong> llamándole "Señor" y "Su DivinaMajestad". Tan fuerte y viva es su conciencia de queCristo le pertenece, que en uno de sus poemas habla de <strong>El</strong>como su "cautivo". Y el estar <strong>El</strong> cautivo dentro de sucorazón, hace a éste libre.'''Igual de vigorosa es la conciencia que Teresa tiene depertenecer a Cristo y ser inseparablemente una con <strong>El</strong>.Esta mutua compenetración halla su expresión más perfectaen el relato de una visión en que Teresa ve su propiaalma como un espejo muy claro en que Cristo se manifiestaa ella. "Y también este espejo '—añade Teresa—(yo no sé decir cómo) se esculpía todo en el mismo Señor,por una comunicación, que yo no sabré decir, muy amo-*Carta V, Obras (Edit. Séneca, México), pág. 1005."Noche Oscura, Lib. I, Cap. IV (pág. 429, de la ed. cit.).*Subida del M. Carmelo, Lib. III, Cap. XXXVI (pág. 389, ed. cit.).'V. Cap. I.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 137rosa." Cuando el alma está en pecado, este espejo se cubre"de qran niebla" y ya no puede verse en él al Señor.En <strong>otro</strong> bello pasaje, Teresa describe el origen y actividadde la oruga que se metamorfosea en mariposa comosímbolo de que ella tiene que morir para que Cristo nazcaen ella. Teresa amaba apasionadamente las flores, porqueéstas, como todos los objetos naturales, eran obra de lasmanos de su Divino Esposo.<strong>El</strong> Cristo de Santa Teresa es un Ser vivo activo; poderosoV amoroso, que demanda que el alma no tenga comerciocon el pecado si ha de estar en comunión con <strong>El</strong>.La pasión seráfica de Teresa no la incapacitaba, sin embargo,en lo mínimo, para el cumplimiento de la rutinade los negocios de la vida. Era la más práctica de lasmujeres. <strong>El</strong> Señor ayuda, tal había ella aprendido por experiencia,en el desempeño de las tareas más ordanarias."Pues ea, hijas mías, ^dice a sus monjas— no haya desconsuelo;mas cuando la obediencia os trajere empleadasen cosas exteriores, entended, que si es en la cocina, entrelos pucheros anda el Señor, ayudándoos en lo interior yexterior.^No obstante, es de lamentarse grandemente que Teresa,teniendo como tenía un concepto muy espiritual y ala vez sumamente ético y práctico, de Cristo y la religión,haya limitado la expresión de ésta a la actividad monástica.Aunque conocía a un Cristo que era para el mundo,un Cristo que era poco más que un extranjero en el paísde ella, lo hizo prisionero de su corazón, o de los conventosque fundó. De un valor religioso mucho más elevadoque la transverberación del corazón de Teresa sonlos estigmas de las manos de San Francisco, marcas ysímbolos del precio a que el varón de Asís servía a loshombres por amor a Jesús. Hasta hallamos a Teresa, amomentos, teñida de una pasión por el Cristo material deTánger, el Cristo de tierra. Era devota de lo que llama "lasacratísima Humanidad de Tesús". Por esto entiende lasanta — nos explica un distinguido escritor sudamericano-—no el carácter humano del Maestro ni su manera devivir como hombre, sino la parte corpórea, física y mate-"Vida, Cap. XL, 4.*Libro de las Fundaciones. Cap. V, 7.


138 JUAN A. MACKAYrial de Su persona, preocupación que culminó por fin en laadoración idólatra de Su corazón camal".d) <strong>El</strong> Cristo que es JesúsEn los escritos del monje agustino Luis de León, esteCristo, a quien Teresa conocía y con quien comunicabasólo objetivamente, a quien tenía prisionero en su corazóno en sus conventos, rompe los muros de Su confinamientoy se hace plenamente objetivo para la devocióny el pensamiento. <strong>El</strong> Cristo de la experiencia se convirtióen el Jesús de la historia y el Cristo de la fe.La nota que Luis de León suena es que a Cristo le debeconocer en el más pleno sentido pauhno y <strong>juan</strong>ino. "Sabermucho de Cristo", es el consejo que da. "Y la propiay verdadera sabiduría del hombre —dice en la introduccióna su gran obra— es saber mucho de Cristo". Esta "esla más alta y más divina sabiduría de todas; porque entenderlea él es entender todos los tesoros de la sabiduríade Dios, que, como dice San Pablo, están en él encerrados".-^^Para Fray Luis, la religión es la respuesta de la naturalezaentera del hombre a Cristo, la contestación del intelectoasí como del corazón. Santa Teresa, como la Magdalenaante la tumba abierta, de buena gana se recrearíapara siempre en una experiencia física de su Señor. FrayLuis entiende el sentido de las palabras: "Asciende a miPadre". Tiene de Cristo un concepto esencialmente objetivo.Lo considera no solamente como la fuente y centrode toda su vida, sino también como el centro de toda vidae historia, y del universo mismo. Su Cristo es el Señorde la realidad creada.En Los Nombres de Cristo, que Menéndez y Pelayollama el más perfecto monumento en prosa de la literaturaespañola. Fray Luis expone su concepto de Cristo. Estélibro está escrito en forma de diálogo. Un grupo de amigosse reúne para comentar las ideas de uno de ellos,pero no dentro del recinto de un monasterio u <strong>otro</strong> edi-" Julio Navarro Monzó, Santa Teresa de Jesús y la Vida EspiritualCristiana, pág. 26." Los nombres de Cristo, Calleja, Madrid, 1917, pág. 33.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 139ficio religioso, sino en un bello sitio a la ribera del mansoTormes, el río de Salamanca. Porque como dice el autor,"vive en los campos Cristo".He aquí el concepto de una religión al aire libre. Sicon Juan de la Cruz, el amor de la naturaleza no era másque un pasajero estado de ánimo, o como lo reputan algunoscríticos, un recurso puramente literario para imitarel colorido naturalista del Cantar de los Cantares, paraLuis de León la naturaleza era una pasión. La sentía y laamaba como Wordsworth, y muchos de sus incomparablespoemas líricos, rivaliza en realismo emotivo con la poesíade la naturaleza del célebre autor de Tintern Abbey.'^- Nofué <strong>otro</strong> que el más grande de los poetas líricos españolesquien escribió Los Nombres de Cristo, e hizo a sus personajesdiscurrir a la orilla de un río, en un prado , quecantaba con la voz de los pájaros. Y sin embargo — ¡cruelironía!— este libro fué compuesto durante los cinco añosque su autor pasó en una mazmorra de Valladolidl Lohabíaencarcelado el Santo Oficio, por la terrible ofensade haber traducido el Cantar de los Cantares al español.Su suprema pasión era oecado mortal a los ojos de los directoresreligiosos de su país. ¡Se había atrevido a emanciparla realidad religiosa de los contérminos entumeccdoresde una lengua desconocida y de las paredes consagradas."Cristo para el mundo", cantaba Fray Luis.Los nombres de Cristo cuya significación expone elgran místico español, son ora los títulos del Mesías en elAntiguo Testamento, ora los nombres simbólicos de Jesúsen el Nuevo. Trata de catorce de éstos. Cristo es la Vara,la Faz de Dios, el Camino, el Pastor, la Montaña, el Padrede la Edad Futura, el Brazo del Señor, el Rey, el Príncipede Paz, el Esposo, el Hijo de Dios, el Cordero, elAmado, y Jesús.Entre lo mucho de rico y sugestivo que se dice deCristo en este qran libro, notemos muv brevemente algode lo más significativo. Jesu<strong>cristo</strong>, el "brazo del Señor"no representa la fuerza militar o el valor del guerrero."Los hechos hazañosos de un cordero tan humilde v tanmanso, como es el que en este lugar Isaías pinta, no sonhechos de esta guerra que vemos, adonde la soberbia se" La Abadía de Tintern.


140 JUAN A. MACKAYenseñorea y la crueldad se despierta, y el bullicio y lacólera y la rabia y el furor menean las manos. No tendrá,dice, cólera para hacer mal ni a una caña quebrada. Yantójasele al error vano de estos mezquinos que tiene detrstornar el mundo con querrás. <strong>El</strong> símbolo de tal Cristomal podría convertirse en estandarte guerrero de Pizarroo Cortés o el Duque de Alba, o en mesa del Santo Oficioen elPerú.Como "Rey", Cristo es a la vez Redentor y Legislador.Por Sus obras y sacrificio hizo méritos del espíritu y virtudde los Cielos para los suyos, comunicándole éstos a lavoluntad de ellos, "imprimiendo en ella inclinación y apetitode aquello que merece ser apetecido por bueno, v, porel contrario, engendrándole aborrecimiento de las cosastorpes y malas". La religión es así para Fray Luis expresiónde un principio interior de vida, en tanto que "solala predicación del Evangelio, que es decir la virtud y lapalabra de sólo Cristo, es lo que siempre ha deshecho laadoración de los ídolos". Particularmente significativasson sus palabras sobre Cristo como el "Cordero". "Cristoes universal principio de santidad v virtud, de donde nacetoda la que hav en las criaturas santas, y bastante parasantificar todas las criadas, y otras infinitas que fueseDios continuamente criando, y ni más ni menos es la víctimay sacrificio aceptable y suficiente a satisfacer portodos los pecados del mundo y de <strong>otro</strong>s mundos sin número".Cristo salva, en el más absoluto sentido, a loshombres.Es, sin embargo, en la última parte de su estudio dondehallamos la expresión más plena y característica del conceptode Luis de León. Cristo es "Tesús". En el significadodel nombre Jesús, halla la clave del más profundo significadode Cristo y la más adecuada forma en que expre-/sarlo. Siendo "Jesús", Cristo es salud, que también quieredecir salvación. A Fray Luis le encanta insistir en la ideade que Cristo es completa salud, la cual comunica a loshombres. La vida cristiana es salud espiritual perfecta.<strong>El</strong> cristiano es el hombre perfeccionado, el hombre que" Op. cit., págs. 230, 231." Op. cit., pág. 293.Op. cit., pág. 313.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 141ha sido sanado de sus enfermedades y restaurado a lasalud por Cristo, quien posee el remedio de todo mal.Su naturaleza se hace una "templada armonía", una "santaconcordia". Llena su alma una "ordenada paz", y suprincipal ambición es "hacerse uno con Cristo, esto es,tener a Cristo en sí, transformándose en él." Como Pabloy Agustín, Fray Luis "se vestiría del Señor Jesús". Cristoes su todo y en todos. "Yo, Señor, me desecho, me despojode mí, me huyo y desamo, para que, no habiendo enmí cosa mía, seas Tú solo en en mí todas las cosas: miser, mi vivir, mi salud, mi Jesús", Al final de este maravillosocapítulo, el autor se regocija del hecho de que Jesu<strong>cristo</strong>es también el Loqos y que, como tal, es salud cósmica.A <strong>El</strong> le deben su salud los ángeles de los Cielos y lanaturaleza toda.<strong>El</strong> fuerte acento ético v el énfasis en el orden y equilibriode la vida del alma, que caracterizan el concepto deCristo y de la vida cristiana, según Fray Luis, son ecode la idea de justicia de Platón, v de la idea paulina dela vida llena del Espíritu. Toda vida y doctrina reliaiosasdeben someterse a la prueba ética. "Habemos de tener porcosa certísima que la (doctrina) que no mirare a este finde salud, la que no tratare de desarraigar del alma laspasiones malas que tiene, la que no procurare criar en elsecreto de la orden, templanza, justicia, por más que defuera parezca santa, no es santa, y por más que se pregonede Cristo, no es de Cristo". Tampoco pueden lamás escrupulosa práctica de los ritos religiosos ni laimposición de las oenitencias más severas, ser substitutosde la salud espiritual interior. Pues "aunque haya (uno)aprovechado en el avuno, sepa bien guardar el silencio ynunca falte a los cantos del coro; y aunque ciña el cilicio,y pise sobre el hielo desnudes los pies, y mendigue loque come y lo que viste paupérrimo, si entre esto bullen laspasiones en él, si vive el viejo hombre y enciende susfuegos, si se atufa en el alma la ira, si se hincha la vanagloria,si se ufana el propio contento de sí, si arde la malacodicia; finalmente, si hay respectos de odios, de envidias,de pundonores, de emulación v ambición. . . téngase pordicho que aun no ha llegado a la salud, que es Jesús".


Capitulo VIIIEL OTRO CRISTO ESPAÑOL EN LAESPAÑA MODERNA¿Que pasó en España con el Cristo que es Jesús? Menéndezy Pelayo, el más grande crítico que dicho paísha producido, pubhcó entre 1877 v 1881 sus tres voluminosostomos de la Historia de los Heterodoxos Españoles,obra monumental que trata de una sucesión de hombres ymujeres, principalmente entre los siqlos dieciséis y diecinueve,que cayeron bajo la condenación de la iglesiaoficial de España. Algunos de ellos eran católicos quetrabajaban por la reforma de la Iplesia, o que profesabandoctrinas que las autoridades eclesiásticas considerabanpeligrosas. Otros fueron personas que abrazaron el protestantismo.En la vida y escritos de muchos de estos "herejes",como los eminentes hermanos Valdés, Juan Díazy Cipriano de Valera, vivía y hablaba el Cristo de losmísticos llamados ortodoxos.a) Muerte y Resurrección,Por lo general no se comprende cuán cerca estuvo España,bajo el reinado de Carlos V, de haber echado susuerte del lado de la Reforma. Pero el tipo de reformaque más adherentes tenía en la nación pertenecía más alorden erasmiano que luterano. Lo que la mayoría de losdirectores religiosos de España anhelaban no era una reformade las doctrinas sino de la vida. Su ideal era másético que dogmático. Erasmo tenía más seguidores en Españaque en cualquier <strong>otro</strong> país europeo de la época. CarlosV le otorgó una pensión, y el rompimiento de Luterocon Erasmo hizo que el primero perdiera muchos admiradoresen la Península. Carlos mismo deseaba sinceramenteque las diferencias que existían en el seno de la Cristian-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 143dad, se arreglaran por medio de un Concilio.Se convocóal de Trento, pero en sus deliberaciones prevaleció laposición asumida por los discípulos de Loyola, y el cismade la cristiandad se hizo irreparable. Más tarde, los iesuítasy la Inquisición apagaron las brasas del espíritu reformador.Facilitóse su tarea por tres circunstancias: enprimer lugar, la tendencia reformadora española propugnabala reforma dentro de la unidad del catolicismo; ensegundo lugar, la conciencia religiosa de los abogados españolesde la reforma, no estaba poseída por una gran idearevolucionaria como la de la Justificación por la Fe, enLutero. y la Soberanía de Dios, en Calvino; en tercer término,las doctrinas de la reformación no echaron raícesen las masas, como sucedió en <strong>otro</strong>s países europeos dondetriunfó el movimiento.La pasión de España por la unidad a toda costa, y suarroqante pretensión de ser la unqida del Señor paraestablecer la unidad de la Santa Fe Católica en toda latierra, la echó irrevocablemente en brazos de la OrdenJesuíta que simbolizaba la soberanía única del Papa yluchaba empeñosamente por ella. <strong>El</strong> resultado fué unaapoteosis de la "Fe del Carbonero", y la realización delideal religioso de Loyola: reinar sobre un cementerio. Lainvestigación y la inquietud religiosas fueron sofocadas.Hasta las mismas vísperas de la revolución republicana de1931, estaban ocurriendo los casos más increíbles de intoleranciarehgiosa. Sólo unos cuantos años antes había ocurridoel siguiente incidente en una de las provincias delnorte. Sucedió que una mujer, sencilla y analfabeta, dijocasualmente en el curso de una conversación con ciertavecina suya, que en su opinión la Madre de Jesús habíatenido <strong>otro</strong>s hijos después de haber dado nacimiento aNuestro Señor. Hubo un tercero que ovó aquello y corrióa hacer la denuncia, con lo que la mujer fué citada antelos tribunales civiles a responder del cargo de blasfemia, yluego condenada a varios años de cárcel. ^ Las noticiasdel escándalo cruzaron las fronteras de España y variasorganizaciones extranjeras enviaron oeticionetB a\ Reysolicitando la anulación de la sentencia. Todo lo que AlfonsoXIII creyó que podría hacer fué conmutar la sen-^Fué el célebre caso de Carmen Padín. (N. del T.)


144 JUAN A. MACKAYtencia de prisión por la de destierro. La infortunada mujertuvo que abandonar su hogar y marcharse a vivir en <strong>otro</strong>sitio de España.Y entre tanto, ¿qué sucedía con Cristo? Cristo, el"Amante dulcísimo". Cristo, el "Redentor y Legislador",Cristo, que "vive en los campos". Cristo, que es "Jesús",quedó reducido a un fetiche material. ¿Y con qué resultados?La vida espiritual v el interés teológico declinaronconstantemente.<strong>El</strong> doctor Jaime Torrubiano Ripoll, que fué profesorde la Universidad de Madrid, católico piadoso, pero violentoanticlerical, hizo las siqnificativas declaraciones siguientesen un artículo enviado a la revista La NuevaDemocracia, de Nueva York, febrero de 1927: "Pero dondese registra nuestra magna decadencia espiritual es ennuestra pobrísima producción teológica y religiosa; tantomás visible y chocante esta decadencia cuanto la padeceel pueblo más teólogo de la tierra." De los 44 libros teológicosy religiosos publicados en 1926, 24 eran reedicionesde libros antiguos. De las veintidós obras restantes, elprofesor Ripoll se pregunta: "¿Y cuáles son ellas? Davergüenza decirlo —responde—. Catálogos; devocionariosdañinos, sin literatura, sin ciencia y sin piedad; monografíasde derecho canónico y de rúbricas, escritas con espíritude servidumbre y de superstición. .Sólo dos tenían cierto valor. Uno se intitulaba Leccio^nes de Apologética o Fundamentos de la Fe Católica parauso de los curs'os superiores de Religión, v el <strong>otro</strong> <strong>El</strong> Divorciovincular y eí Dogma Católico, ¡Veintidós librossobre religión como producción literaria de 150,000 sacerdotesy frailes españoles en todo un año! Nos damoscuenta una vez más de la fuerza de las terribles palabrasde Unamuno: "<strong>El</strong> Cristo de esta tierra es tierra, tierra,tierra!"Pero aunque el culto de ese Cristo Tangerino, y lasumisión al ideal del cementerio en la vida religiosa, hansofocado la religión vital en España, igual que en Sudamérica,el Otro Cristo no ha abandonado por completoaquel país. Se le encuentra entre los grupos que disientende la fe oficial y que han buscado en una u otra de lasiglesias protestantes de la Península la satisfacción espiritualque anehlan. Se le puede encontrar también entre."


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 145un grupo creciente de cristianos que no hallan hogarespiritual ni en el catolicismo romano ni en el protestantismo.Por cuanto la existencia de estos que podriamos llamarcristianos ecuménicos, es fenómeno que ha empezadoa aparecer en las veinte repúblicas ibéricas del NuevoMundo, consideremos a dos miembros representativos deeste grupo, en la vida de la España moderna. Estudiandola personahdad espiritual de estos dos hombres podremosformamos un retrato del "Otro Cristo Español" en la vidacontemporánea. Y entonces estaremos en posición de juzgarpor nos<strong>otro</strong>s mismos cuál es su misión y futuro en lastierras hispánicas de América.Ambos son laicos, v va hemos mencionado sus nombres:don Francisco Giner de los Ríos y don Miguel deUnamuno. Cuando se escriba la historia de la Españamoderna, la España que ha vuelto a nacer tantas veces,cuando parecía muerta para siempre, habrá sólo un donFrancisco v sólo un don Miguel, a quienes los hijos futurosde esa tierra tan antiqua llamarán "nuestros padres." Conla vida y obra de estas dos qrandes almas se ha tendidoun puente en la historia moderna de España, sobre elancho abismo que ha existido entre la religión y la conducta.b) Don Francisco Giner de los Ríos: la Restauraciónde un Sentido Cristiano a la VidaDon Francisco era un andaluz que procedía del románticoy viejo pueblo morisco de Ronda. Habiendo llegadoa Madrid, todavía joven, allá por los años del sesentadel siglo pasado, ejerció entre la juventud un apostoladoque duró más de cincuenta años, primero como profesorde leves en la Universidad, y más tarde como fundador yalma de la Institución Libre de Enseñanza, establecimientocoeducativo, e independiente tanto de la Iglesia comodel Estado. Giner murió en 1915, de más de ochenta años,pero conservando hasta el fin el esplendor v las visiones dela juventud.Don Francisco Giner introdujo un nuevo espíritu enla vida y educación españolas, o quizá debiéramos mejordecir que resucitó, tras haber permanecido muerto durantemuchas generaciones, el espíritu de sagrado compañerismo


146 JUAN A. MACKAYen la persecución de la verdad, que inspira los Nombresde Cristo de Fray Luis de León. Era el amigo de sus alumnos,y su influencia sobre ellos era más grande aún fueradel salón de clases que dentro de él. Cuando se reuníay hablaba con ellos, ora en el ho^ar de él, o durante largasexcursiones por el país, les traía a algunos el recuerdo deSócrates y a <strong>otro</strong>s el de San Francisco de Asís.Azorín hace una dehciosa descripción de don Francisco,rodeado de sus discípulos. Las siguientes palabras seescribieron en 1915, el año que murió el gran maestro:"La imaginación se echa a volar, y vemos una ampliacasa aristocrática, y en ella, una rica librería v unas anchasestancias, apartadas del bullicio, en que viven, enamigable comercio con las musas, un hombre docto ybueno y unos muchachos llenos de ilusiones v de esperanzas.Y don Francisco —como el <strong>otro</strong> don Francisco Giner—va diriqiendo sus lecturas, enseñándoles las bellezasde los clásicos latinos y griegos, leyendo con ellos losgrandes poetas de España, educándolos, en fin, no con elceño adusto de un preceptor, sino con la dulzura y suavidadde un amigo sincero y apasionado, Y luego pasean,, .realizan largas excursiones, se empapan del paisaje y delos olores y colores del campo".^Don Francisco, dividía a los hombres en dos grupos;sus amiqos y sus íntimos. Estos eran unas dos docenas dejóvenes discípulos que pasaban a su lado el tiempo quetenían libre; los primeros eran el resto de los hombres.Don Francisco era el sacerdote de lo que llamaba, entono humorístico, "el estado sacramento de la palabra".Tarde o temprano, preguntaba a todo joven con quienhacía conocimiento: "Bueno, ¿y qué piensas hacer con tuvida?" Trataba el maestro de despertar de este modo enel pecho de sus discípulos el sentido de vocación y de responsabilidad,sentido que él mismo poseía en sumo grado,pero que hasta ahí había faltado en la vida de los estudiantesespañoles. Para él, la vida no era, según decía,ni trágica ni frivola, sino simplemente seria.*<strong>El</strong> Lícenciadro Vidriera, Obras completas, t. 16, Madrid, 1921,págs. 163, 164. Azorín está describiendo, en realidad, a don FranciscoLorente, en quien encuentra un reflejo vivo de don Francisco Giner.(N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 147Sólo quienes saben, por experiencia directa, cuán ligerae impersonal ha sido ia relación tradicional entre profesoresy alumnos en las universidades sudamericanas y españolas,podrán apreciar la índole revolucionaria de las relacionesentre Giner y sus discípulos. Pero no tendrándificultad alguna en entender cómo pudo haber sucedidolo que sucedió, o sea que los "íntimos" vendrían a ponerse,con la República, al frente de los destinos de España.La Institución Libre de Enseñanza, a que nos hemosreferido antes, ha ejercido una suprema influencia educativay espiritual en la vida de la España moderna. Su significaciónha sido admirablemente descrita por don Fernandode los Ríos, sobrino y digno sucesor de don Francisco,Ministro de Justicia en el nuevo Gobierno republicano.Refiriéndose a aquella famosa escuela, dice donFernando: "Lucha por hacer ver que lo universal espiritualy la libertad para la conciencia racional. . . se resuelvenen la subordinación de lo subjetivo ante el espírituabsoluto. .";. por "el perdurable trann'T de religiosidadtodo el vivir, por considerar, a este último efecto comoSan Agustín, que en los actos inspirados en sumo amorradica la suprema unidad posible. . .; propugna la conciliacióndel alma de mi país. . . con estímulos renovadores.. . esa síntesis religiosa, lograda con emoción, es laque, soterrada, se sigue sosteniendo hoy; de aquí el relievede esa minoría al defender la supremacía incuestionable delos valores espirituales y el sentido religioso de la existencia".En sus últimos años, don Francisco tuvo el gozo dever fundarse la Junta para Ampliación de Estudios, que,subvencionada por el Gobierno, llevó a cabo tres principalesfunciones en la vida cultural de España. Proveyóde becas para que los estudiantes oudieran ir a estudiar alextranjero, especialmente a Alemania; organizó cursosposgraduados especiales para nacionales y extranjeros sobrela historia v literatura de España, baio el nombre deCentro de Estudios Históricos; fundó en Madrid residenciasu hogares estudiantiles, para uno y <strong>otro</strong> sexo, en quese admitía a estudiante sescogidos procedentes de todaEspaña. Fué un año de vida y estudio en una de estas ins-^V. Religión y Estado en la España del Siglo XVI, págs. 76-78.


JUAN A. MACKAYtituciones, la Residencia de Estudiantes, lo que produjoen la vida del atuor de este libro la gran revolución culturalde su vida, que le inspiró su pasión por España y todolo español, y le enseñó a esperar con fe el renacimientode aquel antiguo país. Don Francisco acababa de morir,pero su espíritu saturaba la atmósfera.Giner era, en su vida personal, un santo. Para él Diosera algo sumamente real, y consideraba la religión, segúndecía, no como una enfermedad ni como un fenómenopasajero de la historia, como la querrá o la esclavitud, sinocomo una función espiritual permanente que la escueladebe educar. Sin embargo, en lo religioso, se sentía muysolo v ansiaba un hogar espiritual; pero no halló ninguno.Hubiera querido mantenerse dentro de una Iglesia Católicareformada, pero al desvanecerse toda esperanza dereforma, abandonó con todo pesar la Iglesia de sus padres.Luis de Zulueta, antiguo estudiante de don Francisco,y uno de los espíritus más selectos de las letras españolas,contemporáneas, nos ofrece una descripción del espírituprofundamente reUgioso de su maestro. "¡Cuánto debiósufrir — dice Zulueta^— al tener que abandonar la Iglesia,desgarrándose de la comunidad de su pueblo y de sutradición! Hizo todo lo que pudo para evitarlo. <strong>El</strong> jovenpensador krausista oía misa los domingos, y conservaba,como su amigo don Fernando de Castro, la esperanza enuna renovación de la Iglesia española."Esa esperanza, como tantas otras en el mundo religisio,se desvaneció después del Concilio Vaticano. Juzgódon Francisco que no le era lícito, sin hipocresía, continuarllamándose católico. Fuera ya de la Iglesia oficial,su religiosidad se hizo todavía más intensa y más pura."Hablaba siempre con respeto de la Iglesia católica.Dondequiera que él estuviese, estaba delante de Dios.Pero a veces entraba en algún templo solitario, en algunaolvidada capilla de monjas, quizá buscando una emociónmeramente estética, quizás atraído por el aroma eterno delos viejos odres, va vacíos, en los cuales no es posible^;por qué. Dios mío, por qué?^— encerrar el vino nuevo".Esa visión de don Francisco, entrando furtivamenteen una olvidada capilla, v el angustioso paréntesis inte-*<strong>El</strong> Ideal en la Educación, págs. 208-109.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 149rrogante de Zulueta, nos introducen al corazón de la tragediareligiosa de España, que es también la de Súdamerica.Dentro de la Iplesia, aroma de odres vacíos; fuera,seguidores delun creciente número de espíritus religiosos,Otro Cristo Español, que viven en perpetua búsqueda deun hogar espiritual a la vera del camino de la vida, unaespecie de "Casa del Intérprete", como en la inmortal alegoríade Bunvan,^ para renovación, alivio y reposo! ^Se sepultó a don Francisco en el cementerio civil deMadrid, porque la Iglesia de sus mayores rehusó a sushuesos un sitio de reposo junto a sus seres queridos, enuno de los históricos cementerios de la ciudad. Fué sepultado,como Cristo, fuera de los muros de la tradiciónreligiosa de su pueblo. Mas, con él bajó a la tumba, segúnla frase de Zulueta, "un pedazo de nuestra alma nacional".Don Francisco, empero, resucitará, v España con él y enél, a la palabra, que bien puede no tardar mucho, del OtroCristo Español.Las anteriores palabras se escribieron en julio de 1929,bajo la creciente impresión de que el día de la resurrecciónde España no estaba muv distante. Dos años más tarde,en abril de 1931, rompió el alba. Lo que sorprendió almundo fué la forma en que la revolución tuvo lugar. Fuéel resultado de una prueba de fuerza en las urnas electorales,y subieron al poder unos cuantos hombres que jamáshabían ocupado puestos administrativos, pero que,desde su juventud, se habían llenado de un profundo sentidode vocación y de su responsabilidad por el futuro deEspaña, y se habían estado preparando para cuando llegarael día. No mucho después que el último de los Borboneshabía cruzado los Pirineos camino del exilio, un españolde la nueva generación, el doctor Salvador deMadariaga. que era entonces profesor de español enOxford, y más tarde Embajador en París, pronunció undiscurso en la Universidad de México, sobre la España'<strong>El</strong> Peregrino ("Pilgrim's Progress").* Poco después de fundarse la República Española, se nombró aLuis de Zulueta embajador ante el Vaticano. Pero el Papa se negó aaceptarlo, y no se hizo después nuevo nombramiento para ese cargo.Posteriormente, Zulueta fué Ministro de Relaciones del gobierno republicano.


150 JUAN A. MACKAYnueva. En el curso de su conferencia dijo, en substancia,que en la época en que España marchaba hacia el abismoy se preparaba rápidamente para la dictadura, el país notenía más que un estadista, v éste se negó a tomar parteen la política; pero que lo que acababa de tener lugar enEspaña era, en muy grande parte, el fruto de las laboresde aquel hombre: don Francisco Giner de los Ríos.c) Don Miguel de Unamuno: la Resurrección del OtroCristo EspañolDon Miguel de Unamuno era vasco, nacido en 1864,en la ciudad cantábrica de Bilbao; por tanto, un conterráneode Ignacio de Loyola, y, como éste, perteneciente altronco étnico más orimitivo de laPenínsula. Cuando niño,siendo alumno de la escuela jesuíta de San Luis Gonzaga,en su Bilbao nativa, acostumbraba soñar, nos dice, en llegara ser un santo.Don Miguel llegó a ser un santo, pero de un tipo biendiferente del que, en su mocedad, soñaba ser, y que latradición religiosa de su raza, especialmente la tradiciónrepresentada por su qran compatriota el de Loyola, habíaconsagrado como el beau ideal de la santidad. Unamunose hizo un rebelde, un santo rebelde cristiano, el últimoy el mavor de los grandes herejes místicos de España. EnGiner vemos y oímos al Cristo que enseñaba a sus discípulosen las laderas de las colinas, cabe el plácido margalileo; en Unamuno, a Aquel que arrojó a los mercaderesdel Templo, anatematizó a los jefes religiosos hipócritas,lloró amargamente sobre Jerusalén y agonizó después en eljardín de los olivos y en la Cruz, el Cristo que luego selevantó de entre los muertos para reanudar la lucha redentoraen las almas de Sus seguidores.Waldo Frank no exagera cuando dice: "Unam-uno eselmoralista más vigoroso de nuestros días. Wells y Shawson voces débiles al lado de su certero rugido".' Esteprofesor vasco de griego en la vieja Universidad de FrayLuis de León, que leía en quince lenguas y aprendió eldanés con el fin de estudiar a Kierkegaard en el original,y que, aunque en comercio íntimo con la cultura de la'Virgin Spain, pág. 282.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 151Europa moderna, tuvo sus raíces en las Escrituras y en losgrandes místicos de su pueblo, es uno de los más grandescontem.poráneos. Su formación espiritual debió no pocotambién a autores británicos. Siendo todavía joven hizosus favoritos a Tennvson v Carlyle, del último de quienestradujo al español la obra sobre la Revolución Francesa.Además, fué uno de los pocos extranjeros que fueron capacesde apreciar a Browning. Seguía con profundo interéslos movimientos y pensamiento religiosos de los <strong>otro</strong>spaíses europeos. Keyserling, cuvos juicios sobre KarlBarth se han citado con tanta frecuencia, ni siquiera conocíael nombre del gran teólogo suizo hasta que se encontróy habló con Unamuno en Biarritz.La llegada de Unamuno a Salamanca en 1891tuvo lamisma significación en la vida espiritual de España queel arribo de Giner de los Ríos a Madrid más de veinteaños antes. En la persona del nuevo profesor de griego,sopló por los enmohecidos claustros de la universidad medievalun hálito fresco de campos de conocimiento anchosy variados. <strong>El</strong> Támeris y el Rhín, el Sena y el Tíber, parano hablar de las aguas del Egeo y del Lago de Galilea,comenzaron a vaciarse en la pezarosa corriente del Tormes.Durante más de treinta años, el profeta vasco hizoretumbar su mensaje en el aula universitaria, en las salaspúblicas y en la página escrita. Fluyeron de su pluma ensayos,poemas, novelas, disertaciones filosóficas. Competíacon su am'oo Angel Ganivet en descubrir y retratarel alma española. Atacó sin cuartel los males que azotabana su nación. No hubo cáncer corrupto que no denunciara,ídolo popular que no hiciera pedazos, problema vivocon el que no se encarara.Por su hincapié en la individualidad, la pasión y laacción, y su menosprecio supremo de la sociología, Unamunose asemeja a Nietzche. <strong>El</strong> prólogo a su Vida deDon Quijote, en que hace sonar una clarinada de llamadoa la acción heroica y mística, es quizá la pieza más incandescente,en prosa, de la literatura contemporánea. Susentido de lo trágico y lo paradójico, y el dualismo esencialde su pensamiento, nos recuerdan a Kierkegaard yDostoievsky. En su defensa del corazón contra el intelecto,del hombre "de carne y hueso" contra la lógica fríay desprovista de sangre, es discípulo ferviente de Pascal.


152 JUAN A. MACKAYNi elpropio Karl Barth ha puesto en más alto relieve lasrealidades cristianas fundamentales de la encarnación, laredención y la resurrección, que Unamuno. <strong>El</strong> famosocuadro del Cristo en la Cruz, de Velázquez, ha ocupado elmismo lugar en la vida y pensamiento de Unamuno queel cuadro de la Cruz, de Gruenwald, con el índice apuntadode Juan el Bautista, en el pensamiento de Barth.Por su indómita oposición a la monarquía, la dictaduray la Iglesia, Unamuno fué desterrado de España en1925. De la isla de Fuerte Ventura, a que se le confinó,escapó meses más tarde a Francia en el yatecito de recreode un amigo inglés.^Muchos fundamentales puntos de vista de este granpensador español se hallan dispersos por todo este libro.No estará fuera de luqar, sin embargo, el sintetizar suposición religiosa fundamental, con tal que se tenga presenteque nuestro autor es el menos sistemático de losescritores, y enemigo jurado de la lógica, y, además, quesus escritos abundan en esas contradicciones íntimas quese presentan por todas partes en la vida v naturaleza humanas.<strong>El</strong> pensamiento de Unamuno halla su centro en desprincipales ideas que reviste de significación religiosa: lade vocación o misión, y la de lucha aqoniosa, especialmentela lucha por vivir para siempre. La verdad se revela y lavida se cumple, sólo sobre el camino, cuando marcha unohacia delante, leal a la visión celestial.<strong>El</strong> gran problema de la civilización moderna, dice Unamuno,no es la distribución de la riqueza, sino la distribuciónde vocaciones. Un hombre comienza a vivir cuandopuede decir con den Quijote: "Yo sé quién soy". Otrospueden tenerle por loco, pero para él la vida tiene un sen-^Al instaurarse la República, Unamuno volvió a España y a suamada Salamanca, donde le sorprendió la revuelta franquista en 1936,la que en un principio trató de atraérselo, pero con la cual rompióruidosamente, tras un célebre y violento altercado con el general Millánde Astray, en un acto público en que éste gritó, furibundo, al rostro delindomable pensador vasco, su histórico "¡Muera la inteligencia!" Prácticamentecautivo de los franquistas, y sumamente quebrantado en espíritu,murió en 1936. Al redactar esta nota (1951) no se conocentodavía con claridad las circunstancias de su muerte. (N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 153tido. Toda tarea ha de acometerse con un sentido religiosotarea particular de un hombre node su importancia. Si lale satisface, que la cambie por otra, pero que trabaje enalgo en que pueda poner su alma entera. Que se esfuerce,además, por hacerse insubstituible en la vida de aquellosen cuyo interés sirve. Para hacerlo se necesita el máscompleto abandono v sacrificio en el cumplimiento de suvocación. Dice Unamuno en uno de sus poemas:^ "Siémbrate",En los surcos lo vivo, en ti deja lo inerte,de tus obras podrás un día recogerte.Hablando por sí mismo, él se contentaría con que sumensaje muriese en la mente de sus lectores, con tal que,muriendo, ayudara a fertilizar los pensamientos de éstos.He ahí elevangelio del trabajo, v del sentido de la vida,de Carlyle, que Giner de los Ríos predicaba en Madrid.En un medio en que los jóvenes se arrastraban porla vida v en que se trabajaba generalmente no con motivosde servicio sino por la esperanza de las ganancias, ningunadoctrina podía ser más importante. Fué en esa clase deambiente en el que Unamuno ayudó a resuscitar el famosodicho de Santa Teresa: "Entre los pucheros anda el Señor."Puede obtenerse la ayuda del Señor para el desempeñode las tareas más humildes y domésticas. Ningúntrabajo era vil cuando lo transfiguraba un sentido de vocacióny de Dios.En lo que toca a su propia y particular vocación, Unamunoconsideraba que ésta era la de reencarnar a donQuijote en la España y época modernas, en defensa de loeternamente espiritual y bregando con el mal dondequieraéste apareciese, sin hacer cuenta de las consecuencias.Quería que sus compatriotas aprendieran a pensar en lomás profundo de la vida v el destino. Su función sería lade lanzarlos, según nos dice, al océano de Dios, para queaprendan a nadar. Deben abandonar la "fe del carbonero"y es menester trastornarles esa paz de cementerio en quehan pasado la vida. Es necesario despertar en ellos la in-*"Siémbrate", en Rosario de Sonetos Líricos.


154 JUAN A. MACKAYquietud espiritual. Y que no esperen de él pan, sino sólolevadura y fermento. Tócale a él provocarlos a una luchaespiritual creadora, a una verdadera comprensión de laspalabras de Cristo, tan trágicamente mal interpretadas enlas guerras del siglo dieciséis: "No he venido a meter paz,sino espada." Los hombres pueden obtener la paz deWestfalia sólo cuando primero han pasado por la Dietade Worms. Que esta guerra divina penetre en todo hogar.Apostrofando a Cristo, dice en uno de sus poemasSólo en tu guerra espiritual nos cabetomar la paz, tu beso de saludo;sólo luchando por el cielo, Cristo,vivir la paz podremos los mortales!Pero tu paz. Hermano, y no el embusteque como tal da el mundo.Pero Unamuno no quiere nada de la paz jesuíta. "LaIglesia romana, —dice en un libro publicado en el exilio—digamos el jesuitismo, predica una paz, que es lapaz de la conciencia, la fe implícita, la sumisión pasiva.León Chestov (La Noche de Getsemant) dice muy bien:'Recordemos que las llaves terrenales del reino de los cieloscorrespondieron a San Pedro y a sus sucesores justamenteporque Pedro sabía dormir y dormía mientras Dios,descendido entre los hombres, se preparaba a morir en lacruz.' " 11Esto nos lleva directamente a la idea o actitud fundamentalde Unamuno, la de la lucha trágica y agonizante.Oímos la voz de lo más profundo de su alma en aquellos"Salmos" que forman parte del volumen principal de suspoemas. Porque Unamuno es también un poeta, el másgrande de los poetas líricos de España después de FrayLuis de León. Sus salmos son el grito de un alma angustiadaque, al remontarse, azota sus alas contra el velo enun esfuerzo por atravesarlo. Su lenguaje trae a nuestramemoria algunas de la expresiones de Moisés, Job y SanAgustín. "Quiero verte. Señor, y morir luego", exclama."Dame, Señor, tu espíritu divino, —para que al fin te" <strong>El</strong> Cristo de Velázquez, pág. 31." La Agonía del Cristianismo, pág. 126.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 155vea". Y también:"¿Por qué encendiste en nuestro pechoel ansia —de conocerte, el —ansia de que existas, —paravelarte así a nuestras miradas?"En uno de sus primeros ensayos escribía: "Mi religiónes luchar incesante e incansablemente con el misterio; mirehgión es luchar con Dios desde el romper del alba hastael caer de la noche, como dicen que con <strong>El</strong> luchó Jacob.No puedo transigir con aquello del Inconocible —o Incognoscible,como escriben los pedantes^— ni con aquello<strong>otro</strong> de 'de aquí no pasarás.' "Entre la cabeza y el corazón de Unamuno se libra unabatalla interminable. Con su corazón experimenta a Diosy confía en la esperanza de la inmortalidad. "Creo, Señor,— dice en cierto pasaje— ayuda mi incredulidad".Y en <strong>otro</strong>, en más tranquilo talante: "Creo en Dios comocreo en mis amigos, por sentir elaliento de su cariño y sumano invisible e intangible que me trae y me lleva y meestruja, por tener íntima conciencia de una providenciaparticular y de una mente universal que me traza mi propiodestino".^*Pero cuando rompe la alborada de la Razón, comienzade nuevo la lucha. <strong>El</strong> corazón ha afirmado la realidad deDios y la certidumbre de la inmortahdad, pero la Razónniega ambas. Enzárzanse en mortal combate, como resultadodel cual ambos, corazón y razón, se precipitan al fondodel abismo. De las heridas del corazón nace una esperanza,una trágica esperanza, que Unamuno llama "pesimismotrascendental." Sean reales o no Dios y la inmortalidad,él vivirá su vida de manera tal que si, a pesarde todo, lo que le espera es la aniquilación, ésta resultaráuna injusticia. Es el eterno "Sí" del profeta el "Aunqueme matare, en <strong>El</strong> confiaré", el "sí" de Federico Róbertson,de Brighton, proferido en la hora más negra de suvida: "Si Dios no existe ni hay vida futura, aun en talcaso es mejor ser generoso que egoísta, mejor ser castoque licencioso, mejor ser leal que falso, mejor ser valienteque cobarde".197." Salmo I." Mi Religión y Otros Ensayos, Col. Austral, Espasa-Calpe, pág. 10.^*Del Sentimiento Trágico de la Vida. Renacimiento, Madrid, pág.


156 JUAN A. MACKAYColoca así Unamuno, de esa manera, la ética sobre unabase tráqica. Sea cual fuere el costo, el hombre ha de vivirgozosamente de acuerdo con los valores morales eternos.Arroja el guante al universo. Si no hav porvenir para labondad en la naturaleza de las cosas, entonces ésta es injusta.Sin embargo, hasta el fin el verdadero significadode la vida debe ser lucha. Y tan convencido está Unamunode que la esencia de la vida es lucha v no victoria,que en uno de sus poemas exclama:No busques luz, mi corazón, sino aguade los abismos. . .Quiere que esta su ardiente e insaciable sed de la verdadcontinúe para siempre, y prorrumpe:No te ama, oh Verdad, quien nunca duda. . .Tampoco lesatisface un Dios racionalizado:Lejos de mí, Señor, el pensamientode enterrarte en la idea. . .Continué, pues, esa lucha creadora mientras dura lavida, corazón y cabeza en perpetuo conflicto. Mas paraesta prueba interminable, nútrase el corazón de paz creadora,cuya fuente es el símbolo mismo de la lucha y delcompromiso de victoria: Cristo Crucificado.<strong>El</strong> más largo poema de Unamuno, intitulado "<strong>El</strong> Cristode Velázquez", es único en la literatura moderna. <strong>El</strong> poetamedita, en un ensueño de devoción, en el Crucificado, aquien se dirige amorosamente, haciendo soliloquios sobreel significado místico de cada uno de los rasgos de Cristo.La Cruz es a la vez el más divino de los símbolos, "laenseña v cifra de lo eterno", y un símbolo de lo que debeser la vida humana, "agonía" en su sentido griego originalde "lucha". Pero es algo más: no un mero símbolo, sinoel instrumento y prenda de la victoria. Contempla el poetaal Crucificado y exclama: "Tú salvaste a la muerte"."Por Ti nos vivifica esa Tu muerte". Pero no se tratasólo de vida sin fin, sino de vida nueva". Mas la Muertete hizo Rey de la Vida". "Eres el Hombre eterno que nos


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 157hace hombres nuevos". La muerte de Cristo fué creadora,porque no fué un mero hombre quien murió sino Dios ennaturaleza humana. En uno de sus libros dice que nuncase sintió Dios más Creador y Padre que cuando murió enCristo, cuando en <strong>El</strong>, en Su Hijo, probó la muerte.La Cruz, sin embargo, no puso fin a la agonía de Cristo,pues <strong>El</strong> aqoniza todavía en la vida de Sus seguidores.La idea de Unamuno es la misma de Pablo, a quien llama"el descubridor místico de Jesús", y quien, viviendo en la"participación de Sus padecimientos", procuraba cumplir"en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo porsu cuerpo, que es la iglesia". A este respecto cita las notablespalabras de Blas Pascal: "íesús estará en agoníahasta el fin del mundo: entre tanto, no debemos dormir."Y lo mismo que pasa con Cristo v con los cristianos,pasa con el cristianismo: es una religión de agonía. "<strong>El</strong>supremo objetivo de su agonía", — dice Unamuno^ , debeser la redención de los individuos, a quienes debe convertiren cuerpos agonizantes de Cristo. '<strong>El</strong> Reino del Redentor— añade^— no es de este mundo". La llamada civilizacióncristiana es una contradicción de términos. Guárdese elcristianismo de identificarse con una marca particular deeconomía política, democracia o patriotismo. Su misiónespecífica es la de hacer hombres nuevos, centros vivosde una agonía creadora, y éstos debe forjarlos de pobresy ricos, esclavos y tiranos, condenados y verdugos.Jamás podré olvidar, mientras viva, aquel día, que iniciótoda una época en mi experiencia, cuando visité aUnamuno en su hogar de Salamanca durante las Navidadesde 1915. Fué el año después que la influencia clericallo había depuesto del rectorado de aquella antigua Universidad,v unos años antes de ser desterrado de España.Catorce años más tarde, yendo de Sudamérica a las montañasde Escocia, compartí dos días de su exilio en elpueblo francés fronterizo de Hendava, frente a las montañasvascas, tan fatalmente simbólicas en la vida de España.Fué aquella la oportunidad que yo había soñadodurante tantos años, de compartir un breve espacio de lavida del hombre que me había revelado los secretos delCómo se hace una novela, pág. 66.


158 JUAN A. MACKAYalma española y cuyos escritos habían estimulado mi mentemás que los de cualquier <strong>otro</strong> pensador contemporáneo.Vivía don Miguel con gran sencillez en un hotelito,a unos cuantos metros apenas de la frontera internacionalentre Francia y España. Se había escapado del estrépitoy la publicidad de París para estar cerca de la sombra desus colinas nativas. Todos los días hacía una caminata alo largo de la frontera. Los sencillos vecinos de Hendayasentían gran cariño por aquel anciano, de cabeza descubiertay mejillas rubicundas, que transitaba diariamentepor sus calles, vivo modelo de salud y amistad. Conocíanlos detalles de su vida sin miedo y sin tacha, y de la largalucha que había sostenido en su propio país por la justiciay la libertad; conocían también la pureza nazarena yla austeridad de su manera de vivir; y por ello lo considerabanun santo.Durante aquellos dos días tuvo lugar un sucedido quesimboliza profundamente el mensaje religioso de Unamuno.Por varias semanas, antes de mi llegada, se había hospedadocon él un escultor amigo suyo, el mismo notableartista que había hecho el busto del gran novehsta PérezGaldós. <strong>El</strong> segundo día de mi visita,, se me invitó a ver elbusto de don Miguel, recién terminado en un molde deyeso, y que era de una semejanza magnífica. "Pero ¿quées eso que tiene en el pecho?", pregunté, i Grabada dellado izquierdo, sobre la región del corazón, aparecía lafigura de una cruz! <strong>El</strong> escultor me contó lo que había pasado.Antes de secarse el molde, Unamuno fué un día averlo, y con el dedo trazó el signo de la cruz sobre el lugaren que debería hallarse su corazón."¿Qué va a decir lagente de Madrid cuando vea esto?, ^dijo, sorprendidoy un poco molesto, el escultor'—; ;no se da usted cuenta,don Miguel, de que esa cruz va a aparecer por fuerza enel bronce cuando se haga el vaciado?" Don Miguel selimitó a sonreír en silencio.Una cruz, no suelta y pendiente del pecho, sino grabadasobre el vivo corazón de cruzado de don Miguel deUnamuno: tal es el verdadero símbolo de la vida y fe deeste príncipe de los pensadores cristianos modernos. Heahí un poderoso reto a la cristiandad de nuestra época, arehabilitar la Cruz al lugar que le pertenece, al centro de


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 159toda vida y pensamiento, y a descubrir de nuevo el significadode la agonía creadora. Es una invitación al cristianismoespañol a estudiar de nuevo el significado de laCruz y del Crucificado, que han desempeñado papel tancentral en la épica católica en España v Sudamérica.


TERCERA PARTENUEVAS CORRIENTES ESPIRITUALESEN SUDAMERICA


Capitulo IXEN BUSCA DE UN NUEVO CAMINOVolvamos ahora a Sudamérica. En los restantes capítulosde este libro procuraremos esbozar la historia y estimarla significación de los movimientos espirituales mássignificativos que se han producido fuera del palio de laIglesia Católica Romana, y que han ejercido influenciasobre la vida y el pensamiento del continente durante laera republicana.a )RebeldesCon la expiración del período colonial y el establecimientode gobiernos independientes en los diversos paísessudamericanos aparecen nuevas corrientes intelectuales.Se hizo poderosa la influencia de Francia y en particulardel radicalismo francés. <strong>El</strong> espíritu de la RevoluciónFrancesa, manifiesto ya en la historia política delcontinente, se hizo sentir ahora en el terreno espiritualtambién. En la primera generación que sucedió a la Declaraciónde la Independencia, aparecieron ya en los dominiosdel pensamiento figuras proféticas y revolucionarias.Las nuevas voces hicieron resonar su mensaje deldesierto, particularmente en los países de la costa occidental,donde, según hemos visto va, las influencias de laIglesia habían sido más oscurantistas y la represión intelectualmás severa.La figura más representativa de este amanecer revolucionario,y, sin duda alguna, una de las más representativasy proféticas de la historia del pensamiento sudamericano,es un joven chileno, Francisco Bilbao. En 1844,siendo todavía estudiante del Instituto Nacional de Chile,y apenas de veinte años de edad, Bilbao obtuvo súbitacelebridad con la publicación de un libro llamado Socia-


164 JUAN A. MACKAYbilídad Chilena, en el que se traslucían las influencias delos enciclopedistas franceses y de la Biblia, pero particularmentede Lammenais. Esta figura mística v proféticade los comienzos del siglo pasado, autor de Les Parolesd'un Croyant (Palabras de un creyente), había causadouna profunda y decisiva impresión en la mente del jovenchileno. <strong>El</strong> resultado fué un libro escrito en el estilo aforísticoy profético, peculiar de Lammenais, y en que suadmirador sudamericano lanzó un ataque frontal contrala Iglesia y la sociedad existente en Chile. La juvenilfilípica estalló como un trueno en la atmósfera enclaustradade la vida chilena, donde hasta entonces había reinadola paz de los sepulcros. <strong>El</strong> inaudito atrevimiento del jovenautor dejó a todos con el aliento en suspenso. Se le expulsóinmediatamente del colegio y se le consignó a los tribunalesciviles. Las palabras de Bilbao, dirigidas al fiscalacusador el día que se juzgó su causa, no se olvidaránjamás en la historia de la lucha de Sudamérica por la libertadespiritual: He aquí dos nombres —dijo—, el delacusador y el del acusado; dos nombres, entrelazados porel destino histórico, que perdurarán en la historia de mipaís nativo. Entonces se verá, señor fiscal, cual de los dosdisfruta de las bendiciones de la posteridad. La filosofíatambién tiene su código, v ese código es eterno. La filosofíaos asigna el nombre de retrógrado. Un innovador,eso es lo que soy yo; un retrógrado, eso es lo que sois vos.La audacia de Bilbao lo convirtió en héroe del populacho.La multa de 2,500 que le impuso el juez, fué pagadapor suscripción popular, y el pueblo pedía que se le entregaraal juez para someterlo a pública vindicta. Unos cuantosmeses después de su famoso proceso, Bilbao salió deChile para Europa, y fué a radicarse a París, donde entablóconocimiento con Quinet y Lammenais. Sus relacionescon este último, a quien veneraba como maestro,fueron conmovedoras y fructíferas. Durante su residenciaen la capital francesa, dedicó todo un invierno a traduciral español la edición de los evangelios anotada por Lammenais.De vuelta a Chile, Bilbao fundó la "Sociedad de laIgualdad", organización cuyos principios eran los siguientes:Reconocimiento de la independencia de la razón comoautoridad de autoridades; profesión del principio de la


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 165soberanía popular como base de toda política; y el debery el amor de la fraternidad universal como esencia de lavida moral. Al mismo tiempo, tradujo al español Les Parolesd'un Croyant. Este nuevo esfuerzo literario produjouna tempestad de indignación. No mucho después de sufundación, el gobierno disolvió la Sociedad de la Igualdad.Por la publicación de un folleto, Los Boletines delEspíritu, la Iglesia excomulgó a Bilbao. En él salen a luzel gran amor y admiración en que el joven radical teníala personalidad y enseñanzas de Jesús. Muéstrase en élcomo un socialista cristiano y un resuelto v firme abogadode la libertad. Sus ideas democráticas, se basaban en lareligión: La primera palabra del pueblo soberano es Dios,la Persona Infinita v Creadora por quien existimos y aquien vamos. La segunda palabra es libertad, y la terceraes la comunión de todas las criaturas: amor, fraternidad.Dios es con nos<strong>otro</strong>s ¿a quién temeremos?A consecuencia de una revolución ocurrida en Chile.Bilbao huyó al Perú, y se convirtió ahí en el centro de ungrupo de ióvenes idealistas, con quienes lanzó una campañacontra la corrupción administrativa. A resultas deesa actividad tuvo que huir al Ecuador. A su regreso alPerú. Bilbao se sintió atraído per la figura de la santapatrona de Lima, Santa Rosa, "un lirio entre las espinas",como la llamaba el joven chileno. Este interés lo llevó apublicar una serie de estudios sobre la vida de la santalimeña, en quien Bilbao buscaba el ideal americano de laperfección moral y la noble abnegación.Una segunda visita a Europa, marcó el comienzo deuna nueva era en la vida de Bilbao. Un completo cambiohabía tenido luaar durante su ausencia en el medio espiritualde París. Su venerado oadre espiritual, Lammenais,había muerto; muchos de sus viejos maestros estaban enel exilio, y los reaccionarios dominaban la situación. Lasobras de los pensadores alemanes Strauss, Feuerbach yHegel. empezaron entonces a influir en el ardiente sudamericano,y aunque su idealismo político y ético siguiótan vital como siempre, la sencillez de sus primitivas concepcionescristianas comenzó a ceder sitio al racionalismo.De Europa, Bilbao zarpó para Buenos Aires, y en lacapital argentina escribió varios libros de significación,bajo títulos como los siguientes: La Ley de la Historia,


\166 JUAN A. MACKAYAmérica en Peligro, <strong>El</strong> Evangelio Americano, v una seriede estudios sobre el problema reliqioso: Discursos Masónicos,La Revolución Religiosa v Estudios Religiosos. Hayque decir que estos trabajos sobre la religión carecen porcompleto de originalidad y se limitan a reflejar lasideasde los autores favoritos de Bilbao. Muy marcada es lainfluencia panteísta de Hegel. La admiración de Bilbaopor Jesús es tan grande como siempre, pero rechaza porentero lo sobrenatural.Bilbao murió en Buenos Aires en 1864. Su nombre eshoy bandera de progreso en la República de Chile. Aquellaprofecía del loven revolucionario cuando se efectuaba suproceso, se había cumplido de la manera más completa.Su gloria perenne consiste, según lo expresa su compatriotay biógrafo Armando Donoso, en su "osadía y nobleconvencimiento", en haber sido el "más ardiente apóstoldel republicanismo", el "más esforzado enemigo de tododespotismo político", en su pureza y desinterés. ^ Entre susúltimas palabras se halla una frase de una carta dirigidaal escritor francés Quinet: "¡Cuán hermoso es vivir conhorizontes infinitos!" A Francisco Bilbao podría llamárselecon justicia el primer santo laico de la Sudaméricarepublicana. Pertenécele también el honor de ser el primerlaico del continente, que ha prestado seria atenciónal problema religioso. Sus sucesores, con todo v el tiempoque ha pasado, no han sido muchos que digamos.Una segunda figura continental, cuva memoria perdurarátambién como la de un apóstol de la libertad espiritual,es la del ecuatoriano Juan Montalvo. Según el escritory crítico uruguayo José Enrique Rodó, Montalvo es elescritor más notable del primer siglo de Sudamérica republicana.^ Era, además, un alma profundamente religiosa,a la vez que un anticlerical sin componendas.Como a mediados del siqlo pasado yacía el Ecuadorbajo las plantas de uno de los clásicos dictadores latinoamericanos,el famoso García Moreno, bajo cuyo régimenel Estado se había convertido en una proyección dela Iglesia, y en que la única libertad permitida era la dehacer lo que la Iglesia permitía. Montalvo alzó su voz de^Bilbao y su tiempo, Santiago de Chile, 1913, pág., 200.-V. Hombres de América, por J. Enrique Rodó.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 167rebeldía contra esa situación, y en consecuencia fué desterrado.Las obras más famosas de Montalvo son: CapítulosQue se le Olvidaron a Cervantes, la imitación más brillantey feliz que se ha escrito del estilo v substancia delDon Quijote^; Siete Tratados, en que versa sobre variadascuestiones políticas v religiosas; y Mercurial Eclesiásticao Libro de las Verdades, libro que se publicó como resultadode una controversia con el Arzobispo de Quito. JoséIgnacio Ordóñez. <strong>El</strong> Arzobispo había hecho una afirmaciónque suscitó las iras de Montalvo. Nuestros antepasados,en mejores tiempos que los nuestros —dijo el prelado—tuvieron que lamentar solamente aquellos pecadosen que la mahcia y fragilidad humanas les habían hechocaer, y como mantuvieron viva la fe. verdaderamente volvierona Dios; su arrepentimiento fué sincero y real suconversión.Montalvo, entonces, cqncentró todas sus potenciasirónicas y satíricas en una redoma de escarnio que vaciósobre la Iglesia y en particular sobre la idea de que lospecados morales son comparativamente cosa de poca montacon tal de que se conserven las creencias religiosas.En comparación con Bilbao. Montalvo esgrimía unapluma más brillante y era un pensador mucho más sistemático.Al igual que el gran chileno, sentía profunda admiraciónpor Jesu<strong>cristo</strong>, pero le faltaba, en nuestra opinión,la calidad apostólica y la pureza personal de aquél.Otro notable representante de este grupo de rebeldeses el peruano Manuel González Prada, en quien, como enBilbao v Montalvo, predomina la influencia de los escritoresfranceses. Renán y Guyau, fueron quienes principalmentemoldearon su pensamiento. Sus dos libros principales.Páginas Libres (1894) v Horas de Lucha (1908),que consisten de ensavos y discursos sobre temas lite-religiosos, figuran, por su fuerza v pu-rarios, políticos yreza de estilo, entre las más clásicas producciones delconjunto de las letras sudamericanas. Sólo el Ariel de Rodópuede parangonarse con ellos. Como controversia, ni elpropio Montalvo pudo esgrimir la pluma con la eficazpotencia del escritor peruano. Probablemente ningún sudamericanoha esculpido tantas frases inmortales comoGonzález Prada.


168 JUAN A. MACKAY<strong>El</strong> escritor peruano asumió prominencia poco despuésde la guerra de 1879-83 entre Perú v Chile. Apareciócomo severo e inexorable censor de aquellas debilidades dela vida nacional que condujeron a la derrota, y a la IqlesiaCatólica Romana v la reliqión en qeneral les tocó especialración de los golpes de mazo de su retórica.Sus ensayos y discursos sobre la religión ponen demanifiesto ese tipo clásico de libre pensador que producela raza española, la cual, habiendo tenido en toda suhistoria una tendencia a la polarización, una pasión naturalpor los extremos, no podía menos que producir radicalesque son, según la frase de Unamuno, '^católicos alrevés". Porque para Prada, igual que para Guyau, todamente científica tiende a ser antirreliqiosa. ¿Qué es lareligión, sino puramente un asunto privado, una cuestiónde gusto individual, como la ropa interior que uno seviste? No tiene base en la naturaleza de las cosas, pues,dice Prada, "la naturaleza es toda seno y no corazón".Tampoco es necesaria la religión en la vida humana; paraandar no necesitamos mirar hacia arriba sino hacia adelante.Por otra parte, la religión ha resultado un mal positivo.En vez de crear perfección humana, ha servido únicamentecomo barniz externo para disimular los vicios ocomo santo y seña para obtener una tajada en la reparticiónde honores, poder y riquezas. Prada es el enemigomortal del catolicismo. Afirma que "el progreso intelectualV moral de las naciones Sudamericanas se mide por ladosis de catolicismo que han logrado eliminar de sus levesy costumbres".^ Así se expresa en las palabras finales desu libro Horas de Lucha. Lamentaba profundamente lallegada de las órdenes religiosas al Perú a establecer escuelas,cosa que fué ciertamente, según hemos visto, unacontecimiento fatal para la historia del país.Jamás se le ocurrió al escritor peruano que la religión,la ética y la política, debieran y pudieran relacionarseíntimamente. Cita con evidente complacencia las palabrasde Vacherot, el autor francés: "Dios entreqa la políticaa los hombres v se reserva para sí la religión". No obstante,Prada estaba dispuesto a reconocer los frutos de laverdadera religión cuando los tenía delante. En su opinión.^Horas de Lucha, M. G. Prada, pág. 299.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 169el protestantismo oroduce un tipo ético más elevado queel catolicismo.En particular interesante y significativo es su ensayosobre Vigil, un sacerdote católico romano a quien, trashaber sido excomulgado por un ataque que lanzó contrael Papado, se nombró bibliotecario de la Biblioteca Nacionaldel Perú. Por este precursor suyo en la vía del radicalismotenía Prada el más tierno aprecio. Vigil habíaroto con la Iglesia sin dejar de considerarse cristiano, porque— según lo expresaba^— el Evangelio es la religiónde todo hombre de bien, con tal que sea el Evangelio talcomo existía en la mente v corazón de Jesu<strong>cristo</strong>. Cuandoeste notable sacerdote se hallaba en trance de muerte,rehusó las ministraciones de la Iglesia. Quería morir comoun laico, "en los brazos del buen Jesús", según fueren susúltimas palabras.Prada murió en 1917, y desde entonces su nombre seha convertido en santo y seña del radicalismo militantede su país natal. <strong>El</strong> sistema de extensión universitaria, emprendidoen 1919 por un notable qrupo de estudiantesperuanos, llevaba el nombre de Universidades PopularesGonzález Prada. La frase marcial del maestro: "Los viejosa la tumba, los jóvenes a la obra", fué el grito de batallade la Revolución Universitaria de 1919.Lástima, sin embargo, que Prada haya sido más iconoclastaque profeta. Sus dones intelectuales v su habilidad,como escultor literario, para esculpir inmortalesfrases geométricas, eran superiores a sus dotes de corazón.A diferencia de Francisco Bilbao, parecía carecer desentimiento, v su actitud, excepto en la más estrecha intimidad,se marcaba invariablemente por una ciertafrígidainaccesibilidad. Esta alma tímida y solitaria, no poseíalas cualidades necesarias para asumir una dirección dinámica.Sus más famosos discursos públicos eran escritoscuidadosamente y luego enviados a la reunión en quedebía hablar su autor, para que otra persona los leyera.Prada tenía, sin embargo, una cosa que le da título a laveneración imperecedera como mentor de la juventud:su honradez acerada y su vida sin máncula. Además, aligual que Francisco Bilbao, v a diferencia de tantos iconoclastasliterarios en la historia sudamericana, continuó


170 JUAN A. MACKAYsiendo hasta el día de su muerte un luchador consistentey sin claudicaciones.<strong>El</strong> último de esta raza de rebeldes, y tal vez el másiconoclasta de todos, por la sencilla razón de que su posiciónpolítica le proporcionó oportunidad de poner enpráctica sus ideas, es José Battle Ordóñez, el presidente ycaudillo político del Uruguay. Bajo la dirección de BattleOrdóñez, esa pequeña república adquirió relieve internacionalpor su legislación progresista en materias socialesy políticas, conquistándose el nombre de "la Nueva Zelanday Sudamérica". <strong>El</strong> partido de Battle adoptó unapolítica que no era simplemente anticlerical, como lo hanhecho muchos gobiernos sudamericanos, sino abiertamenteantirrehgiosa. Hace algunas décadas que este famoso uruguayo,cuya muerte acaeció en 1929, se puso a eliminar delcalendario todas las alusiones cristianas. La Navidad seconvirtió en el "Día de la Famiha" y la Semana Santa enla "Semana del Turismo". Todavía al momento de escribirestas líneas, el periódico del partido político de Battle,"<strong>El</strong> Día", de Montevideo, jamás imprime el nombre deDios excepto con minúscula, y eso solamente para haceralgún chiste sobre la deidad, al paso que a Su Santidad elPapa se le llama siempre "el señor Ratti, un caballero quevive en Roma".b) Positivistas.Allá por los años setenta del siglo pasado, otra brisaespiritual procedente de Francia arribó a las playas deSudamérica en forma del positivismo. <strong>El</strong> sistema de AugustoCcmte ejerció su mayor influencia en Chile y Brasil,pero sobre todo en este último. Quizá en ninguna otraparte del mundo recibió tan plena expresión, como endicha repúbhca, el ideal entrañado en la Rehqión de laHumanidad.La primera Sociedad Positivista del Brasil, se organizóen 1870, siendo oficiales del ejército la mayoría de susfundadores. En 1897, los miembros de la Iglesia NacionalPositivista, dedicaron en Río de Taneiro un bello temploa la Humanidad, sobre cuyo pórtico se halla la siguienteinscripción: "Amor el principio, orden la base, progresoel fin."


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 171Si bien el número de positivistas nunca ha sido muygrande en el Brasil, algunos de los hombres de más in^fluencia en el país han figurado v figuran dentro de esegrupo. <strong>El</strong> famoso Benjamín Constant, fundador y primerpresidente de la República brasileña, era un positivistaardiente, lo cual exphca por qué vino a figurar en la banderanacional de ese país el lema positivista "Orden yProgreso". Grande ha sido en particular la influencia delpositivismo, como instrumento de libertad política v religiosa,en el estado que se halla más al sur del Brasil,Rio Grande do Sul, de donde salió el presidente GetuhoVargas. En Rio Grande, la libertad personal y la fe enla eficacia de la sanción popular, se llevan a tal extremo quese permite el ejercicio de las diversas profesiones sin quesea necesaria para ella la posesión de ningún título oficial.Se considera que el público es un juez infalible de la eficienciaprofesional.La inmensa influencia de minoría que laReligión de laHumanidad ha ejercido en algunos países sudamericanos,especialmente en el Brasil, se debe a una serie de causasconcurrentes. En primer lugar, la índole arquitectónica yamplia de la filosofía de Comte apeló intelectualmente deinmediato a la mente sudamericana. Además, Comte noatacaba al catolicismo. En su Filosofía de la Historia,no estima como erróneas sino simplemente como inferiores,las formas religiosas previas. La Religión de la Humanidadse presentaba como el coronamiento de las creenciasanteriores. En 1826, el filósofo había llegado hastasugerir un acercamiento entre su propio sistema v la IglesiaCatólica Romana. Un punto de vista así tenía que sernaturalmente atractivo para gente nacida v educada en unmedio católico romano, y que, aunque insatisfecha con lafe católica, no estaba dispuesta a seguir el camino de losrebeldes y renunciar por completo a ella.Un segundo elemento que explica la atracción ejercidapor el positivismo, es su hincapié en la humanidad comoobieto supremo de devoción. Era natural que a pueblosque son universalistas hasta la médula, les simpatizarala idea de la religión como función por la cual se rigela vida individual y se combina armoniosamente la vidacolectiva, una idea según la cual la humanidad misma seconvierte en el nuevo centro de unidad, v la religión de


172 JUAN A. MACKAYla humanidad, ccn su regla de oro del amor, en el vínculoque une a todas las naciones. Los positivistas sudamericanospodían permitirse el gozo de sentirse refinadamentesuperiores, no perteneciendo a ninguna secta ^el llamado"sectarismo" ha sido siempre aborrecible a la mente sudamericana—y siendo herederos de todos los valores humanosy religiosos. Los muros de los templos positivistasy de las bibliotecas públicas fundadas bajo influencia delpositivismo, están adornadas de retratos de hombres ymujeres, pertenecientes a tedas las épocas y las razas,que han hecho importante contribución a la causa de lahumanidad. Vale la pena observar, a este respecto, queel primer centenario del esfuerzo de Comte por estableceruna alianza religiosa entre el catolicismo v el positivismo,se combinó con la celebración del séptimo centenariode San Francisco de iAsís.<strong>El</strong> tercer elemento en la Religión de la Humanidad,que hizo de ella una potencia espiritual entre una pequeñaminoría del Brasil, ha sido su apoteosis de la mujer, omejor dicho, de una mujer. Entre 1845 y 1846, la índoleintelectual extrema del sistema de Comte, sufrió una profundamodificáción por la muy íntima y platónica amistaddel filósofo con una dama parisiense, Clotilde de Vaux.Por efecto de esa intimidad, Comte vino a darse vivacuenta del hecho de que en la naturaleza humana se hallanigualmente inherentes valores emotivos. Comprendió queun sistema filosófico tiene que dar lugar a todas y cadauna de las fases de la personalidad humana. Por lo tanto,fundó una religión que fuese a la vez científica y humana,y que se propusiera como meta el bien de la humanidad.Un libro publicado en Río de Janeiro en 1926, por elescritor positivista R. Texeira Méndez, e intitulado <strong>El</strong>Año sin Par, es una meditación religiosa sobre la uniónincomparable a la cual debieron los fundadores del positivismo,Augusto Comte y Clotilde de Vaux, el cumplimientode su misión. Se presenta a Clotilde como la inspiradoray madre de la Rehgión de la Humanidad; tiendea ocupar el mismo lugar, al menos en el positivismo brasileño,que la Virgen María en el catolicismo romano. Suimagen, como símbolo de la Humanidad, aparece en elfrontispicio del nuevo templo positivista de Río de Janeiro,inaugurado el 5 de abril de 1924, en el septuagésimo


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 173cuarto aniversario de su muerte. Clotilde de Vaux es SantaClotilde, y Auqusto Comte nuestro maestro, primer sumosacerdote de la humanidad. Otra evidencia de la verdadhistórica de que las figuras concretas de los fundadoresreligiosos se convierten ellas mismas en objeto de veneraciónreligiosa, pese a los principios impersonales y abstractosde la fe que hayan proclamado.Sin embargo, no todos los positivistas sudamericanosllegaron a este grado religioso. La mayoría se han detenidoen el jalón ético en que el propio Comte había acampadoantes del "año sin par". Tal fué el caso del bien conocidosociólogo v psiquiatra argentino, Tosé Ingenieros, muertoen 1925. Carecía este brillante científico, según él mismodecía, de toda tendencia mística. Condenaba todo cuantoparticipara de la naturaleza del dogma, fuese en religióno en ciencia. La verdad sólo podía alcanzarse por constanteexperimentación, por un proceso continuo de pruebasy rectificaciones. Una ética efectiva debe ser resultadoexclusivo de la experiencia social, v en tal virtud, debeestar exenta de todo elemento a prtori.Durante una visita a los Estados Unidos. Ingenieroscavó bajo la influencia de Emerson v el unitarismo deNueva Inglaterra, resultado de lo cual fué un importantelibro suvo publicado en 1917 con el título de Hacia unaMoral Sin Dogmas, y en que se sostiene la tesis de quelos principios de la moralidad deben renovarse constantemente.Los dogmas religiosos deben ser substituidospor los ideales morales. Todo el libro está impregnado dela influencia de la escuela de Nueva Inglaterra, pero Ingenierosse queja del viraje religioso en que han incurridolas Sociedades Eticas de dicho movimiento. Reitera, encuanto a él mismo, su carencia personal de sentimientosreligiosos, pero halla difícil oredecir el futuro de la religión,cuya potencia no deja de reconocer. Arguye, noobstante, que para aquellos que sean incapaces de creeren una religión, sea cual fuere, pero que retengan todavíaun temperamento místico, los grandes intereses de la renovaciónpolítica V social deben convertirse en el equivalentepráctico de las religiones de la humanidad.


174 JUAN A. MACKAYc) Idealistas RománticosLa figura de José Enrique Rodó, el brillante ensayistauruguayo, nos pone en contacto con una tendencia nuevay más espiritual en el pensamiento sudamericano. <strong>El</strong> Arielde Rodó puede considerarse con justicia como la CartaMagna del idealismo sudamericano. Durante el presentesiglo, varias generaciones sucesivas de estudiantes latinoamericanoshan aclamado al propio Rodó como "Maestrode la Juventud".Aunque las influencias culturales que lo formaroncomo escritor son prácticamente tedas francesas. Rodóno ha tenido iqual, como maestro de la prosa española,entre los exponentes modernos de la lengua de Cervantes.Como el peruano González Prada, Redó se nutrió deGuyau v Renán. No puede considerársele, sin embargo,como un escritor verdaderamente original y creador. Sudon principal consistía en espigar, eclécticamente, en losgrandes maestros, y entretejer su cosecha en una serie depensamientos deslumbradores, de conceptos ricamente poéticosy forma impecable. Era la suya una especie de filosofíaproteica, cuyo pensamiento central era "reformarsees vivir". He ahí <strong>otro</strong> eco de la reacción sudamericanacontra lo fijo, lo dogmático v lo sectario.La posición religiosa de Rodó aparece clara en un folletoescrito en 1906 e intitulado Liberalismo tj Jacobinismo.José Battle Ordóñez y su escuela habían llevado su iconosclastiarehgiosa hasta el punto de exigir que se retirarande los hospitales públicos y otras instituciones caritativasde Montevideo todos los símbolos religiosos, enparticular los crucifijos. Rodó, aunque no profesaba ningunarehgión, se indignó profundamente por la injusticiae incongruencia de tal acción. "Un profesor de filosofía— dice Rodó— que, encontrando en el testero de su aula elbusto de Sócrates, fundador del pensamiento filosófico,le hiciera retirar de allí", suscitaría "sin duda nuestroasombre, v no nos sería necesario más que el sentido intuitivode la primera impresión oara calificar la incongruenciade su conducta. Y una Comisión de Caridad queexpulsa del seno de las casas de caridad la imagen delcreador de la caridad —del que la trajo al mundo comosentimiento y como doctrina^ , no ofrece, para quien


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 175desapasionadamente lo mire, espectáculo menos desconcertadorni menos extraño"."^En su briosa defensa de los símbolos cristianos Rodóemprendió la explicación de los orígenes históricos de lacaridad. Sócrates no llegó más allá de una actitud negativahacia el hacedor de mal. La pasión moral en la propagaciónde las ideas éticas fué algo extraño al temperamentojudío. La dominación espiritual de Grecia no acarreóal mundo una regeneración moral, porque Grecia no teníael sentido de la solidaridad humana. En el curso de lasedades se han pronunciado v escrito muchos panegíricosdel amor y de la bondad fraternal. Pero una cosa es formularuna idea, y otra, por completo diferente, propagarun sentimiento. Séneca proclamó excelsas ideas morales,pero su moralidad carecía de vida. La moral de Filóny de Kant son tan frías como el hielo. <strong>El</strong> verdadero inventorde una idea en el mundo moral es aquel que primerola transforma en sentimiento, dándole una expresión activaen su propia conducta. Tal fué lo que hizo Jesu<strong>cristo</strong>. Despuésde proclamar la idea del amor, le dió calor en Supropio corazón, y marchó con ella a la Cruz.En el curso de la polémica. Rodó llamó la atención auna verdad que se impone constantemente al estudiantedel pensamiento latinoamericano. "Encuentro en nuestrolibrepensamiento latino — escribía el maestro^, una tendenciaa la declamación forense. . .y una unilateralidady una ausencia de delicadeza y penetración intuitiva parallegar al espíritu de las religiones." Para un liberal latinoes extraordinariamente difícil escribir con desapasionamientosobre el tema de la religión. Según Rodó, el únicoescritor francés que ha podido hacerlo es Renán. <strong>El</strong> liberalismode los <strong>otro</strong>s es siempre fanáticamente ultramontano.Ser un librepensador no significa necesariamentepensar con libertad, pues a menudo es término que designaa quien no es ni pensador ni libre.Rodó nos recuerda en muchos sentidos a su maestroRenán. Sentía, como él, un profundo respeto por el sentimientoreligioso sincero .doquiera lo encontrase y cualesquierafuesen los dogmas que le prestaran su inspiración.Consideraba la preocupación del hombre con el misterio*Op. cit., (Ed. Prometeo, Valencia), pág. 107.


176 JUAN A. MACKAYdel universo como una expresión constitutiva de la naturalezahumana, aun cuando él mismo no profesaba fereligioso alguna. Sin duda que para él las creencias religiosaspositivas no eran más que para Renán, es decir,el sonido de campanas legendarias de un campanario sepultadobajo las aguas del océano. Negábase a relacionarsecon cualquiera organización de base religiosa o a hablarauspiciado por alguna de ellas. Lo cual no es más queotra ilustración de esa actitud de no comprometerse, tancomún entre los intelectuales sudamericanos, v a la cualnos hemos referido antes, actitud inspirada por el temoral sectarismo y a ser considerados sectarios. La actitudespiritual de Rodó era esencialmente la del espectadoraristotélico retrepado en su torre de marfil.No carece de significación el hecho de que en añosrecientes haya tenido lugar una reacción, especialmente enlos círculos estudiantiles, contra el tipo de idealismo representadopor Rodó, cuyo pensamiento se considera ahora,y con razón, como falto de potencia creadora. Hablabadel ideal, pero no mostraba el camino hacia su realización,a la vez que subsiste el hecho penoso de que su propiapersonalidad no era ni con mucho un modelo de idealismo.En su contacto personal con la juventud, el maestro uruguayono encarnaba el retrato idealizado de Próspero ensu propio Ariel, y su muerte, en Italia y en 1916, ocurrióen circunstancias tan poco ideales que sus admiradoresprefieren pasar por alto la escena final. Descubrimos asíen la vida del más grande de los idealistas sudamericanosla tragedia del idealismo continental en su forma tradicional:honda sima se abre entre el romanticismo de la teoríay la rutina dura y gris de la práctica. Salvar esa sima esuno de los principales problemas espirituales de Sudamérica.Un tipo inmensamente más noble y dinámico es el querepresenta el educador argentino Joaquín B. González,fundador de la Universidad de La Plata. En Gonzálezcomienza a aparecer la influencia del oriente y del pensamientooriental en la vida espiritual de Sudamérica. Desdesu vida temprana se reveló en él una profunda pasiónpor la naturaleza, que lo llevó a cultivar una especie depanteísmo poético. Amaba la belleza en todas sus formas,y nos dice que se vió conducido a los estudios de leyes,


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 177por la contemplación de la belleza inmanente en todo conceptode justicia.González, fué de los primeros sudamericanos que sintieronla influencia de Rabindranath Tagore, con resultadosdecisivos. Para su discípulo argentino, Tagore era elmás férvido v entero de los espíritus, que "realizó en síla unión consubstancial e indivisible del poeta, el místico,el filósofo, el sacerdote v el maestro". Su interés en Tagorehizo a González traducir al español los Cien Poemas deKabir, el poeta indio del siglo décimoquinto cuyos verseshabía editado en inglés Tagore. Lo que más le impresionabaen Kabir era su universalidad, la misma cualidad quehabía hecho tan atractivo el positivismo para tantas mentesde una qeneración previa. En su introducción a la versiónespañola, González comenta con entusiasmo la filosofíatolerante v liberal de Kabir, que propendía a conciliartodas las creencias en una sola y suprema, o sea la creenciaen las cualidades esenciales que todas las religionestienen en común. Este común denominador se manifiestaen forma de un elevado misticismo, en el estado teopáticoque se obtiene mediante la visión sintética de Dios. Lamanifestación del amor es la verdadera solución de losproblemas humanos, porque en el amor se funden y desaparecentodas las contradicciones de la existencia!Esta referencia al amor lleva a González a referirse,con tristeza, a lo que considera como el problema supremode su país v raza: la manifestación del odio, "quese ha revelado — dice^— entre nos<strong>otro</strong>s con todos losrasgos de una ley histórica". Y a continuación cita lassignificativas palabras del filósofo José Ortega y Gasset:"Los españoles ofrecemos a la vida un corazón blindadode rencor, y las cosas, rebotando en él, son despedidascruelmente. . . Yo quisiera proponer en estos ensavos alos lectores más jóvenes que vo. . . que expulsen de susánimos todo hábito de odiosidad y aspiren fuertementea que el amor vuelva a administrar el universo". Peropreguntamos: ¿cómo puede expulsarse el odio? Sólo por"la potencia expulsiva de un nuevo afecto". Ni la razónni los altos ideales ni el amor abstracto loqran jamás arrojaral archidemonio; sólo puede hacerlo un afecto concreto•Meditaciones del Quijote, Obras, Ed. Espasa-Calpe, pág. 5.


178 JUAN A. MACKAYy apasionado, "lamas se mostrará adecuado para semejantetarea lo que sea menos que una devoción personalal Otro Cristo Español. Sólo en la "salud" del Cristo quees "Jesús" desaparecerá esa tendencia inherente a la"crueldad" y el "odio" entre su propio pueblo, de la cualse quejan los escritores sudamericanos.No menos románticos, pero tal vez más definidamentecristianos en su punto de vista, son los escritores peruanosJosé Gálvez y Edwin <strong>El</strong>more. Gálvez, poeta,y autor del Himno de los Estudiantes Sudamericanos, hasido Ministro de Relaciones Exteriores de su país. En unlargo documento sobre su posición rehgiosa, preparadohace algunos años a petición del autor de este libro, sehallan varias frases significativas que nos revelan no sólocuál ha sido la peregrinación espiritual de quien las escribió,sino del alma sudamericana en general durante losúltimos años. Dice Gálvez: "Yo creo que González Prada,por quien tuve gran admiración, contribuyó con sus escritosirreligiosos a hacer de mí una especie de radical.Yo era ateo. No sonriáis. Yo era hasta un tanto frailófobo.Pero después mi alma reaccionó. Comencé, siendo todavíamuy joven, a mirar mucho el cielo, y a mirarlo singran preocupación astronómica. Lo miraba con preocupaciónreligiosa, casi mística".Suena en esas palabras una nota nueva; no puede alcanzarsela meta de la vida humana con plenitud mirandohacia adelante, como quería Prada; igualmente esenciales mirar hacia arriba. La contemplación de "horizonteslejanos" de nada ayudará a quien se halla perdido enmedio de las arenas del desierto, donde los vientos hanborrado todos los senderos. En tal caso, el peregrino debeesperar a que salgan las estrellas antes de renovar sumarcha. Sigue diciendo Gálvez: "Siento la necesidadde creer, y creo en efecto en un poder supremo; en unafuerza que está dentro y fuera de mí, pero todavía no seha formado definitivamente en mi interior la religión que-necesito. Creo en que todos la necesitan sin excepción, ycreo que mi espíritu es en el fondo realmente cristiano.Jamás alcanzó el hombre su más alta y profunda grandezacomo cuando apareció el cristianismo. A mi modo de pensar,es el cristianismo el que ha hecho a la humanidad loque es va en parte v lo que debe ser por completo. Soy


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 179cristiano a mi modo, y creo que vivo dentro del criterioesencial de la ideología, el sentimiento y las normas delcristianismo, pero no he podido volver a sus ritos".Edwin <strong>El</strong>more. cuya vida se truncó prematuramente,era una figura enteramente única y simbólica entre losintelectuales jóvenes de Sudamérica. Para el que esto escribe,es difícil hablar de <strong>El</strong>more sin profunda emoción.Fuimos miembros los dos de un qrupo literario de Limacuyo centro era la bien conocida revista <strong>El</strong> Mercurio Peruano,^y teníamos muchos intereses comunes, entre losque era principal lazo de unión nuestro mutuo entusiasmopor la persona y escritos de Unamuno. Pero en 1925, lavida de <strong>El</strong>more, tan llena de brillantes promesas, fuésegada en flor por un encuentro con el infame poeta SantosChocano, quien lo asesinó en el edificio del primerperiódico de Lima. <strong>El</strong> Comercio, por la simple razón deque <strong>El</strong>more se había atrevido a escribir una serie de artículosen la prensa atacando los ideales representados porChocano v su generación.Aparece en Edwin <strong>El</strong>more, con más plenitud y riquezaque en cualquier <strong>otro</strong> escritor sudamericano moderno, elcaudal de nuevas influencias que en años recientes hanempezado a vaciarse sobre la vida intelectual del continente.Carlyle, Tolstoi, Tagore, Unamuno, Barbusse, Fogazzaro,contribuyeron todos a la formación espiritual yla pasión militante de <strong>El</strong>more. En dos folletos, intitulados"<strong>El</strong> clamor del sentimiento" y "<strong>El</strong> retorno al cristianismo",llegamos a la base de su posición religiosa. Lo único— dice— que nos puede librar de la desesperación es la feen que Cristo vive, la consoladora v vivificante idea desu constante influencia en el fondo de nuestros corazones.Anhelaba el retorno de la humanidad al "seno de Jesús",probable reminiscencia de las palabras de su ilustre compatriotaVigil. <strong>El</strong> cristianismo oficial '—decía— es el másgrande de los crímenes.Uno de sus miembros, el doctor Antonio Sagarna, que fué Ministrode Educación de la República Argentina, y después magistradode la Suprema Corte de Justicia del mismo país, hizo una descripciónde este grupo en un artículo aparecido en 1920 en la revista bonoaerenseNos<strong>otro</strong>s, e intitulado "Noches de la Protervia".


180 JUAN A. MACKAYAl tiempo de morir, <strong>El</strong>more estaba interesado en elproyecto de un congreso de intelectuales sudamericanos.Anhelaba que la intelligentsia emprendiera una cruzadaen interés de la vida del espíritu v de la hermandad universal.Para fomentar ese proyecto había visitado variospaíses de Sudamérica, pero habían hallado muy escasoapoyo. Edwin no había llegado a entender que la simplecultura no forma cruzados, antes, con no poca frecuencia,produce reaccionarios espirituales. Con todo, la memoriade esta noble alma quijotesca, no perecerá en la histerialatinoamericana.d) La Seducción de lo Esotérico,Traspasemos ahora las fronteras del positivismo científicoy del idealismo romántico, y penetremos por el pórticode lo esotérico a los domonios de la religión propiamentedicha. Una de las características de la historia espiritualde Sudamérica en las últimas décadas ha sidola propagación del espiritismo y la teosofía, el primeroparticularmente entre las masas, y el segundo entre' lasminorías educadas. La influencia creciente de estos dossistemas esotéricos, no sólo en Sudamérica sino en elmundo entero, es símbolo del advenimiento de una nuevaera psíquica en la historia espiritual del hombre. "Unanueva era, debería vo decir una era psíquica '—escribeMaeterlinck en <strong>El</strong> Tesoro de los Humildes— viene talvez a nos<strong>otro</strong>s. Parecería como si la humanidad estuviesea punto de sacudirse de encima la abrumadora carga dela materia que la aplasta".En cuanto al espiritismo, pretenden sus devotos queconsidere como preparación para una nueva actitudse lehacia la realidad, como un paso en la evolución humana,como el comienzo de una nueva orden mundial. F. W. H.Myers, uno de los primeros y más famosos que se interesaronen la investigación psíquica, habla de ella como elpreámbulo de toda religión.Desde la Gran Guerra de 1914-18, aumentó en granmanera la influencia del espiritismo. La angustia del lutopor la pérdida de seres amados, proyectó los pensamientosde la multitud más allá de los linderos de lo visible ytangible, en busca de pruebas de que los espíritus de sus


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 181deudos continuaban su existencia consciente y rondabanpor los sitios queridos en que habían vivido. La comúntendencia de nuestros tiempos a reducir la religión a laética y a la actividad social, ha empujado a muchos, nosatisfechos con ese morahsmo, a procurarse un conocimientomás hondo de la realidad. Por otra parte, el llamadocristianismo liberal, con su recelo de lo emotivo ysu menosprecio por lo sbrenatural, se ha mostrado insuficientepara satisfacer las aspiraciones espirituales dela masa del pueblo en la época actual. A mayor abundamiento,la investigación científica ha demostrado fuera detoda duda que cualquiera que sea la explicación última quese dé a los fenómenos nuevos que se estudian, "hav máscosas —como decía el personaje de Shakespeare^— encielos y tierra, que lo que se sueña en tu filosofía".Interesante y significativo es el hecho de que el espiritismoempezó a desempeñar importante papel en lavida espiritual de Sudamérica antes de haber alcanzadosu presente popularidad, y de que fiquras eminentes de laciencia y la literatura le hubiesen prestado el prestigiode sus nombres. La primera Sociedad Espiritista del continentese organizó en Brasil, en 1873, bajo el nombre deConfucio, y de entonces acá se ha desarrollado notablemente.Como en el caso del positivismo, el espiritismo seconvirtió en el Brasil en un movimiento religioso; hastase la ha llamado "el aran movimiento religioso del Brasil".Según datos que pudieron conseguirse, ya en 1919 estemovimiento decía tener 271.530 miembros en la república,afiliados a unas mil sociedades, la mavoría de las cualesse reunía en domicilios particulares para sus sesiones y elestudio del texto clásico de Alian Kardec. Es de interésobservar que este movimiento jamás tuvo una organizaciónnacional cualquiera que le sirviese de centro orgánico.Su propagación por el país se debió por completo al contagiosoentusiasmo de sus adherentes.Además de las sesiones acostumbradas, los espiritistasbrasileños han llevado a cabo empresas de índole social yliteraria. Se han distinguido en obras de caridad. Susdispensarios han estado abiertos a todos sin distinción,y aunque la labor que estos desempeñan, y en la fe que seefectúan curaciones bajo la pretendida dirección de losespíritus, los ha hecho entrar en conflicto, muy a menudo.


182 JUAN A. MACKAYcon las autoridades de salubridad pública, su ministeriode curación y las obras públicas de caridad realizadas porespiritistas, han impartido al movimiento un gran prestigioentre las clases media e inferior, y le han conquistado patrocinadoresy donadores entre la aristocracia.Damos a continuación los principales postulados quehan quiado el movimiento espiritista del Brasil. Primero,la lev de evolución espiritual que asegura la salvaciónuniversal por medio de la experiencia personal expiatoriay la purificación lograda por el sufrimiento. Segundo, laley de la acción y la reacción que explica el sufrimiento yque hace de éste un método necesario y edificante para llegara Dios. Tercero, la caridad, es decir, la práctica de labeneficencia como la única expresión de la religión. Cuarto,la necesidad de ser guiados por los espíritus, no sólocon respecto al misterio de la muerte, sino también por loque toca a los problemas cotidianos.*^Según informes más recientes, la fuerza de este movimientose va debilitando en Brasil, país en que había hechosu mayor progreso. Ha servido, sin embargo, para el vahosopropósito de atraer la atención a la realidad del mundoespiritual, en el seno de una sociedad que estaba en riesgode abandonar toda religión, y de exaltar la ética, como expresiónsuprema de religiosidad, en un medio en que unareligión sin relación con la moral había mantenido suhegemonía.Mucho más formidable y de consecuencias destinadasa ser de mavor alcance, es la difusión de la teosofía enSudamérica. Como el positivismo, este movimiento hadebido sus buenos éxitos en muy gran medida a sus pretensionesuniversalistas, las cuales jamás dejan de hallareco en el corazón sudamericano. La teosofía, sin embargo,se presenta más como filosofía que como religión, v diciendocontener en forma sintética, no obstante, la quintaesenciade todas las grandes religiones. En consecuencia,puede un hombre hacerse teósofo sin abandonar por completosu propia religión, a la vez que el pertenecer a dichasociedad no lo expondrá al terrible estigma de convertirseen sectario. En segundo lugar, la teosofía ha venido aproveer satisfacción a una de las necesidades más pro-'V. Christian Work in South America, Vol. 11, pág. 355.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 183fundamente sentidas de Sudamérica, la cultura del alma.Mediante la práctica del yoga y de la meditación en general,que la teosofía inculca, muchas personas han podido alcanzarun grado notable de espiritualidad en el sentidonato del término, es decir, de dominio de la naturalezainferior humana. La tercera peculiaridad de la teosofía,que la ha extraordinariamente atractiva a la mente sudamericanade nuestros días, es que procede del oriente.Antes de considerar la actividad y presente situaciónde la teosofía en la América del Sur, parece oportunodecir una palabra en cuanto al oriqen e índole general delmovimiento.En años recientes, especialmente después de la GuerraMundial de 1914-18, los ojos de Sudamérica se han vueltoesperanzadamente al Asia, como antes lo habían hechoa Europa v más en particular a Francia. Cualquier sistemaque pretenda haberse originado en eloriente se conquistade inmediato la simpatía v se estudia con asiduidad. LaSociedad Teosófica se organizó en 1875, teniendo comofundadores a una rusa, Madame Blavatsky, v a un coronelinglés, H. S. Olcott. Sus objetivos explícitos eran:Primero, formar el núcleo de una hermandad universal delhombre, sin distinción de raza, credo, sexo o color. Segundo,fomentar el estudio de las literaturas, religiones,filosofías V ciencias arias y del oriente en general, v demostrarla importancia de dicho estudio. Tercero, investigarlas leves aun no explicadas de la naturaleza v laspotencias psíquicas latentes en el hombre. La verdaderacreadora del movimiento teosófico en su forma presentees la dama inglesa, señora Annie Besant, que ha jdadogran prominencia en el movimiento a la idea mesiánicay ha presentado al mundo su nuevo Mesías en la personade joven hindú llamado Krishnamurti.Desafortunadamente para la Sociedad Teosófica, susorígenes no resisten un examen riguroso. <strong>El</strong> doctor J. N.Farquhar dedica en su libro M'odern Religious Movementsin India un notable capítulo a estudiar el nacimiento de lateosofía en la India, en el cual se descubren algunos hechcísumamente repugnantes respecto al carácter personalde Madame Blavatsky y al número de imposturas a quese apeló en un principio para conquistarle al movimientola notoriedad. Parece que la Biblia de la teosofía. La


184 JUAN A. MACKAYDoctrina Secreta, de la señora Blavatsky, no es en maneraalguna la obra original que los teósofos pretenden, sinouna producción ecléctica basada en cuando menos cienobras anteriores. Además de esto, Farquhar hace notarque la teosofía ha contribuido sólo en forma insignificantea dar a conocer a los grandes pensadores indios del pasado.<strong>El</strong> movimiento hizo su aparición en Sudamérica allápor los comienzos del presente siglo, y como sucedió conel positivismo y el espiritismo, fué en el Brasil donde ganóel mayor número de sus primeros adeptos. Sus primerosestudiantes eran hombres que pertenecían al ejército yla marina brasileños y que se reunían con regularidadpara estudiar La Doctrina Secreta, Desde entonces, y especialmenteen la segunda y tercera décadas del siglo, lateosofía ha realizado muy grandes progresos en los paísessudamericanos.Hacia fines de 1928 y cuando ya existían en la mayoríade las grandes urbes grupos teosóficos, visitó el continenteel filósofo hindú Tinarajadasa, vicepresidente dela Sociedad, v doctor en filosofía de la Universidad deCambridge. Antes de embarcarse para su recorrido perIberoamérica, Jinarajadasa estudió el español con tan buenresultado que pudo dar sus conferencias en ese idioma.La recepción que le dieron a su llegada a Montevideo fuéuna revelación asombrosa de la favorable actitud existentehacia el pensamiento orientall Más todavía, fué una indicacióndel cambie extraordinario que había tenido lugaren el clima intelectual de la capital uruguaya, consideradaantes como la ciudadela del materialismo. Jinarajadasapronunció su primera conferencia ante un numeroso auditorioformado por la élite de Montevideo, en el aulamayor de la Universidad Nacional. Hizo la presentacióndel conferenciante el Ministro de Educación. Vivía aúnJosé Battle y Ordóñez, pero la reunión tuvo lugar en unasala que, según los estatutos de la universidad, jamás debíausarse por ninguna organización religiosa o con ningúnpropósito religioso. <strong>El</strong> ministro que presentó al sumo sacerdotede la teosofía era probablemente tan kieutraj,religiosamente hablando, como Rodó, pero obviamentehabía dejado atrás la determinación de éste de no prestar


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 185jamás su nombre para asociársele con cualquier movimientode base religiosa.De Montevideo, Tinarajadasa cruzó el Rio de la Platay fué a Buenos Aires, donde sus conferencias colmaronde oyentes el teatro más grande de la ciudad. Despuésvisitó Chile, Perú, Colombia, Cuba v México, v en todaspartes tuvo triunfos extraordinarios. Realmente su recorridode la América Latina tuvo todas las proporciones deuna marcha triunfal. Cuando visitaba Lima ocurrió unincidente sumamente revelador. <strong>El</strong> Arzobispo había prohibidoestrictamente a todos los católicos asistir a lasconferencias del teósofo, pero el resultado fué la máscompleta desobediencia a la disciplina eclesiástica v unaseñal de la decadencia del poder de la jerarquía en unade las ciudades más conservadoras del continente. La respuestadel público a la intromisión eclesiástica fué unaconcurrencia excepcional al teatro la noche de la últimaconferencia de Tinarajadasa y una enorme manifestaciónque se congregó bajo la ventana de su hotel después de lareunión.<strong>El</strong> curso de conferencias que dió Jinarajadasa en surecorrido por la América Latina se ha publicado despuésbajo el título de Dioses en Cadenas. <strong>El</strong> prefacio es undiscurso pronunciado en una de las reuniones de Montevideopor el escritor uruguayo Alberto Zum Felde. Analizándoloobtenemos el punto de vista de un representantede la intelectualidad sudamericana, que no es teósofo,con respecto a las ideas que el sistema sustenta. He aquíalgunos de los conceptos de Zum Felde: Un gran númerode quienes componen el crecido auditorio que asiste a lasconferencias de Jinarajadasa se sienten atraídos esoecialy casi exclusivamente por una especie de curiosidad imaginativa.Jinarajadasa representa el legendario misticismodel Ganges; la pagoda con su culto inmemorial; la desnudezremota de los Vedas; el temor sagrado de los bosquesdel Ramayana; la ciencia hermética de los qogisextáticos; la leyenda del enigmático Tibet; la transmigraciónbrahamánica de las almas; la visión clarividente delos mahatraas invisibles que inspiraron a la princesa Blavatskya escribir las páginas de La Doctrina Secreta. Acontinuación, Zum Felde hace referencia a las corrientesespirituales del mundo occidental por medio de las cuales


186 JUAN A, MACKAYéste se aproxima cada vez más al oriente. La teosofía,dice, es una especie de positivismo del espíritu, en quese emplea la intuición como órgano de conocimiento experimentala fin de reunir un cuerpo considerable de informaciónconcreta sobre el campo de la metafísica. Trata,pues, la realidad de modo semejante a como lo hacen lasciencias físicas. La significación de la visita de Jinarajadasaconsistía, según Zum Felde, en el redespertamientomás que en la satisfacción superficial de la curiosidad intelectual.<strong>El</strong> .interés de dicha visita se acrecentaba enparticular por el hecho de que lo mejor del pensamientode Europa y América se preocupaba actualmente con problemasde esa índole. Quería decir Zum Felde que porprimera vez en la vida del pensamiento de Sudaméricase tenía por intelectualmente respetable el tratar seriamentedelproblema religioso./•Qué mensaie trajo a la América Latina aquel teósofohindú? Examinando Dioses en Cadenas descubrimos algunasde las ideas presentadas al público latinoamericanopor uno de los más qrandes exponentes de la teosofía conque cuenta el mundo. Veamos alqunas de sus tesis fundamentales:"La teosofía no constituye tampoco una nuevafilosofía, creada por una nueva escuela de pensadores:es más bien una selección del mejor pensamiento contenidoen las antiguas religiones, filosofías y misticismos."Es una ciencia natural. En uno de los Salmos hallamoslas palabras: "Yo os dije, vos<strong>otro</strong>s sois dioses". Pero somosdioses encadenados. La diferencia entre lo que somosy lo que debemos ser es la que existe entre el diamante enbruto y el diamante pulido. La finalidad de la vida eslibertar a Dios de sus cadenas. La libertad viene por laexperiencia, mediante la ley del Karma, la inevitable concatenaciónde causa y efecto. La tarea diaria del hombredebe ser la de obrar como agente del Plan Divino. Así, lateosofía no es tanto un evangelio de salvación como unevangelio de la acción, de las obras. <strong>El</strong> hombre no es elsanto que brota del pecador, sino el obrero diestro queha dejado de ser aprendiz. <strong>El</strong> pecado original consisteen nuestro deseo de recibir recompensa por lo que hacemos.Todo hombre es para sí mismo el camino, la verdady la vida.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 187Refiriéndose al joven Mesías teósofo, Krishnamurti,Jinarajadasa ofrece los siguientes ejemplos de su extraordinariaoriginalidad espiritual. Para Krishnamurti, Dioses el "Amado", como si esta designación de lo Divino nofuera común en toda la histeria del misticismo cristiano."La conducta es rectitud", y este <strong>otro</strong> dicho, notabilísimopor su "originalidad": "Los grandes actos son el productode la visión de la meta".<strong>El</strong> conferenciante reconoce plenamente los peligresinherentes en la práctica del ijoga. "<strong>El</strong> proceso completodel Yoga no es conveniente ni posible para un hombre, entanto que tenga deberes que cumplir. . . En la India. . . elverdadero Yoga requiere la cesación de todos les deberese intereses mundanos." Pero Cristo entraba en comunióncon el Padre, durante períodos hurtados al sueño, ora enlas altas horas de la noche, ora muy de madrugada, enmedio de las tareas de un ministerio activo, v Pablo setransportó al tercer cielo en los pocos ratos libres que ledejaba una afanosa fabricación de tiendas. <strong>El</strong> ideal últimode la teosofía es el balcón; el cristianismo no puede aceptarningún ideal que hace al hombre sustraerse del camino.Nos ayudará a enfocar la significación del movimiento,el juicio vertido sobre la teosofía por un pensador contemporáneoque ha sido profundamente influido él mismo porel pensamiento oriental. Durante el recorrido que se describeen el Diario de Viaje de un Filósofo, el conde Her-Sociedad Teo-mann Keyserling visitó la casa matriz de lasófica, en Adyar, India del Sur. Algunas de sus observacionesson tan interesantes como esclarecedoras. "Lateosofía ^dice— va cristalizándose más y más en unaespecie de Iglesia Católica en cuyo seno la fe en la autoridad,la disposición a servir y la obediencia son virtudescardinales".^ Puede considerarse como una expresión dela influencia anglosajona en el pensamiento indio. En suopinión, todos los psicólogos y biólogos filosóficos haríanbien en ocuparse seriamente en la literatura ocultista. Departicular interés e importancia es la práctica del ijoga,por su gran valor para la concentración. Los grandes jesuítasson yogis, pero el yoga es neutral como la gimnasia.•Vol. I, pág. 119.


188 JUAN A. MACKAYpor lo cual el conocimiento de los mundos superiores y laespiritualización no están necesariamente relacionados entresí.Keyserling está convencido, a pesar de las protestasen contrario que contienen los estatutos de la Sociedad,de que la teosofía es una religión especial. Lo cual tieneque ser así, si dicho sistema quiere tener vida alguna.Quiere decir Keyserling que toda organización que pretendaser puramente universal y enteramente no sectariaresulta una imposibilidad completa como movimiento dinámicov que progrese.Muv interesante es la crítica que de la teosofía y deltipo de hombre que ésta produce, hace el filósofo alemán.He aquí sus oalabras textuales: "De día en día la humanidadse individualiza más y más; los hombres se sientencada vez más conscientes de su individualidad y se enorgullecenmás y más del elemento personal. De modo queen esa proporción pierde importancia v poder la idea deuniversalidad en todas las cuestiones internas, y las fórmulasgenerales muestran ser cada vez más insuficientes.. . La Sociedad Teosófica ha tratado de poner a salvola idea de universalidad y de hacerla servir para sus propiospropósitos incluvendo en la suya todas las religiones.Pero esto, lejos de fortalecer la teosofía, la debilita. Unabase tan amplia no puede existir como mónada; no esposible que produzca en nadie una forma interior, que esel verdadero propósito de la profesión religiosa. Ciertoes que la teosofía no quiere ser una profesión de fe, perofalta centra su voluntad a tal determinación, ya que debeserlo, si el movimiento ha de sobrevivir, pues como organizaciónpuramente científica sería impotente".^Por lo que toca al interés de los teósofos en el ocultismo,Keyserling llega a la conclusión de que tiene un valormás científico que rehgioso. Todo el proceso que lateosofía fomenta, conduce a la exteriorización del impulsoreligioso. Por otra parte, las virtudes principales que predica,siendo de índole esencialmente femenina, han dejadode ser efectivas, y en opinión de este neonietzschiano,por cierto tiempo sólo las virtudes masculinas tendrán unfuturo histórico.*Op. ciL, Vol. I, pág. 159.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 189Revisando los resultados de la teosofía en Sudamérica,se ve uno obligado a reconocer que el movimiento haproducido buenos frutos. Indudablemente ha investido amuchas personas de un poder sobre sí mismos y sobre sunaturaleza inferior que anteriormente no habían poseído.Ha propendido a la temperancia, la abstinencia, la purezapersonal, v el interés en las buenas causas v en la espiritualidaden general. Ha suscitado mayor liberalidad ensus seguidores, de tal modo que muchos teósofos contribuyencon más generosidad para el sostén v trabajos desu causa que los católicos o protestantes a la suya. Almismo tiempo, la observación hecha por Keyserling de quela teosofía tiende a producir un tipo espiritualmente afeminado,en que las virtudes pasivas predominan sobre lasactivas, puede ser comprobado por los hechos. La mismauniversalidad de que alardea dicho sistema, probará cadavez más su debilidad en una época en que las fuerzascreadoras del mundo se hacen más apasionadas y los hombresexigen un absoluto. No se puede menos que considerareste movimiento, en Sudamérica y en todas partes,como una rebelión del espíritu humano contra el universocerrado y rígido en que lo confinarían muchas tendenciasmodernas, y al mismo tiempo como una preparación parauna forma más definida v potente de espiritualidad. Unanálisis de la actual situación sugeriría que el espiritualismoy la teosofía, junto con los muchos <strong>otro</strong>s cultos menoresque están en boga, ocupan el mismo lugar y desempeñanla misma función que los extraños y numerososcultos del mundo grecorromano al aparecer el cristianismo.Una cosa es cierta: el rasqo más característico de la vidasudamericana en los tiempos presentes, es una inquietudespiritual que afecta a todos los grupos, desde la másbaja hasta la más alta capa social. Los viejos canales hancedido ante la irrupción de nuevas aguas que brotan delo profundo, al precipitarse las almas antes encerradas delos hombres a una búsqueda febril de nuevos cauces parael corazón y para la mente.e) Antípodas EspiritualesAdemás de las nuevas tendencias espirituales que acabamosde señalar, han aparecido otras dos en la vida


190 JUAN A. MACKAYcontemporánea de Sudamérica, que pueden considerarsecomo los polos extremos hacia uno u <strong>otro</strong> de los cualestienden a gravitar las expresiones de la vida espiritual queparecen destinadas a tener un porvenir. Ambas se basanen interpretaciones particulares de la historia. Según una,el significado de la historia humana se cumplió en Jesu<strong>cristo</strong>de tal modo que sólo en <strong>El</strong> y por <strong>El</strong> pueden alcanzarsu verdadero significado la vida y la historia. Segúnla otra, toda la historia anterior ha sido una simple preparaciónpara la época histórica que hoy se inaugura, yen que el proletariado del mundo ocupará la posición queantes perteneció, durante períodos sucesivos, a las clasesaristocrática v burguesa. Un representante distinguido dela primera de estas tendencias es el periodista brasileño,doctor José Carlos Rodríguez, fallecido en 1923. Igualmentedistinguido representante de la segunda es el pe-,riodista y autor peruano, José Carlos Mariátequi, finadoen 1930 cuando apenas pasaba de los treinta años.José Carlos Rodríguez fué por muchos años propietarioy director del prominente diario brasileño O Jornal doComercio. Según su gran amigo y biógrafo, el doctorHugh C. Tucker, Secretario de la Sociedad Bíblica Americanaen el Brasil, Rodríguez experimentó una conversiónreligiosa en su juventud mediante la lectura de la Bibha.Desde entonces las Sagradas Escrituras fueron su pasión.Hasta el día de su muerte, ya al filo de los ochenta años,fué su costumbre leerlas cuidadosamente, v en espíritude oración, por lamañana y por la noche. Fué su vida lade un santo. No hubo obra alguna buena en la comunidaden que él nC' tomara parte principal. Y sin embargo, porextraño que parezca, este santo y erudito brasileño jamásIleqó a identificarse con una organización religiosa, fuesecatólica o protestante. En cierta ocasión un devoto católicoromano le preguntó cuál era su filiación religiosa: "Dígame,por favor, doctor, francamente, ¿es usted protestante?"La respuesta fué: "¡Mi esperanza es ser cristiano!"De que lo era en verdad, dió amplio testimonio una vidarebosante de buenas acciones.Durante muchos años, el doctor Rodríguez acaricióla ambición de escribir una obra monumental sobre la Biblia.Después que se hubo retirado del periodismo activo,halló el tiempo necesario para emprender esa tarea, v por


4EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 191cinco años se dedicó a una investigación crítica sobre elAntiquo Testamento, al cabo de lo cual produjo un libroque permanecerá como un monumento de la literatura religiosaen portugués. Se trata de una obra voluminosa, endos tomos, impresa y encuadernada por la editora T. 6 A.Constable, de Edimburgo, e intitulada Estudo sobre oVelho Testamento,En el prefacio leemos: "Nuestro principal objeto en lapresente obra es mostrar que el advenimiento de Jesu<strong>cristo</strong>es el resultado o fin legítimo del Antiguo Testamento, laconclusión histórica de la actividad divina en la vida deIsrael". <strong>El</strong> principal interés del autor en el Antiguo Testamentoera que "nos lleva a íesu<strong>cristo</strong>". <strong>El</strong> doctor Rodrígueztenía la intención de hacer seguir este libro por unpequeño volumen sobre el período que transcurre entre losdos Testamentos, v luego escribir un tercero sobre Cristoy la Era Apostólica. Pero la muerte interrumpió la reahzaciónde esos planes.En dos sentidos bien perceptibles es José Carlos Rodríguezuna figura simbólica en la vida religiosa de Sudamérica.Representa a ese grupo de personas que, comoUnamuno en España, han encontrado satisfacción espiritualen el cristianismo histórico, y cuvas mentes acogenla verdad, de dondequiera que ésta venga, y están interesadasen la nueva luz que han arrojado sobre las Escrituraslos estudios históricos. Así han llegado a descubriruna revelación única de Dios en los documentos cristianos,y estudiándolos han alimentado su vida espiritual. Sobretodo, han descubierto la significación de Jesu<strong>cristo</strong>, y ladevoción apasionada que por <strong>El</strong> sienten les lleva a trabajarpor los mismos fines por los que su Señor vivió y murió.Muchas de estas personas son miembros de iglesias evangélicas,otras permanecen dentro del gremio de la comunióncatólica romana, mientras otras más carecen de hogareclesiástico. <strong>El</strong> periodista brasileño de quien hablamossimboliza particularmente a las últimas, cuyo número estácreciendo en toda América Latina, que son cristianas ensu actitud hacia Cristo v las Escrituras, pero que, por unau otra razón, no han hallado hasta aquí un hogar espiritualdentro de la Iglesia Cristiana organizada.En el polo opuesto hallamos al comunista militante,José Carlos Mariátegui. Por algunos años, antes de morir.


192 JUAN A. MACKAYeste Otro José Carlos fué el escritor más erudito y dinámicosobre temas sociales en todo el continente sudamericano.La revista de sociología, Amauta, que dirigía, vinoa tener una vasta circulación continental entre los pensadoresy jefes radicales. Mariátegui poseía las cualidadesdel apóstol. De vuelta al Perú, en 1922, después de tresaños de observación y estudios en Europa, se consagróa hacer un brillante análisis de la civilización moderna,concediendo atención especial al problema de su país. Tratabael problema religioso con gran reverencia y penetración,pues tenía plena conciencia de la significación de losvalores religiosos, pero estaba convencido de que el socialismorevolucionario era el verdadero sucesor de lareligión en nuestros días. En la esfera de la teoría económica,su pensamiento estaba determinado por Marxy Engels. Aunque por muchos años inválido, y con suconstitución minada por gérmenes de tisis, Mariátegui trabajabade día y de noche en su escritorio. Visitarlo en suhogar, y escuchar aquella su suave voz proclamando,en medios acentos, una filosofía militante de la vida, tanextrañamente en desacuerdo con el físico frágil de sudueño, constituía ciertamente una experiencia inspiradora.Para Mariátegui, el comunismo era una rehgión, la cualprofesaba y propagaba con toda la pasión de su alma.La figura de Mariátegui es un símbolo de esa gran olade inquietud social que empezó a manifestarse entre lasclases trabajadora y estudiantil de Sudamérica en la segundadécada del presente siqlo. Ya anteriormente noshemos referido a la ocasión histórica, en 1918, cuando elcuerpo estudiantil de la vieja Universidad de Córdoba,Argentina, se alzó en revuelta. <strong>El</strong> movimiento de reformase extendió como fuego incontenible a la mayoría de loscentros universitarios del continente. Una de sus característicasprincipales era el acercamiento entre los trabajadoresy los estudiantes. En varios países, especialmenteen Perú, estos últimos organizaron Universidades del Pueblopara la educación de las masas. Mariátegui volvió deEuropa en los momentos en que este movimiento se hallabaen su apogeo en el Perú, y poco antes que un gobiernotiránico, temeroso de las proyecciones que la ententeobrero-estudiantil pudiera tener en la estructura socialdel país, desterrara a sus jefes. Siendo inválido, Mariáte-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 193gui no sufrió molestias en ese sentido, y continuó derramandosu alma.^^<strong>El</strong> socialismo revolucionario representado por Mariáteguise ha posesionado de un número considerable dejóvenes sudamericanos en todo el continente. Es éste unfenómeno diferente de cualquier <strong>otro</strong> que haya aparecidohasta aquí en la turbulenta vida política y social del surdel continente. En las filas de dicho movimiento militanmiembros de familias de sangre azul, los cuales han llegadoa sentir un apasionado y sincero interés en los problemassociales, y se han empapado, por medio de prolongadoestudio, en los principios del radicalismo social. Aparte delas vastas consecuencias que este movimiento pueda teneren la vida futura del continente, ofrece además una significacióndistintamente religiosa. Muchos de sus miembroscreen con Mariátegui que el verdadero v actual equivalentede las religiones dinámicas de la humanidad, que ensu época han ejercido una gran influencia sobre los hombres,es el socialismo revolucionario, razón por la cualson importantes las referencias a las ideas de Mariátegui,ya que éstas muestran en qué dirección han variado esosardientes espíritus buscando la satisfacción de la sed religiosade su naturaleza.<strong>El</strong> propio Mariátegui aceptó el principio expuesto porJorge Sorel en su gran tratado sobre la Violencia, o seaque los mitos revolucionarios pueden hoy ocupar las hondurasde la conciencia humana con la misma plenitud queantiguamente los viejos mitos de la reliqión. La acciónrevolucionaria, dice Mariátegui, es posible sólo cuandose basa en la fe apasionada en un mito. En la actuahdad,la sociedad burguesa se halla en un estado de duda, viveen un mundo sin mitos; sólo entre el proletariado se hallaen verdad la fe. <strong>El</strong> mito de esta edad histórica consiste enque ha sonado la hora de la dominación por el proletariado.La humanidad, que siempre necesita sentirse cercade una meta, se siente hoy cerca de una. Para la claseproletaria, la verdadera representante de la humanidadUn interesante artículo de pluma de Waldo Frank, en el NewRepublic, de agosto 12, 1913, intitulado "Dos Latinoamericanos", describela personalidad de Augusto Leguía, el dictador peruano, y deJosé Carlos Mariátegui, "el Poeta".


194 JUAN A. MACKAYen el presente, ha llegado "un nuevo Día del Señor". Enlabios de todos los hombres se halla que ésta es la "luchafinal". Los únicos verdaderos cruzados de nuestro tiempose hallan, pues, entre las masas, únicas en que se puedenencontrar convicción y pasión. <strong>El</strong> Cogito Etgo Sum("Pienso, luego existo") es el lema de una época finada;la afirmación que dará nacimiento a la nueva era es PugnoErgo Sum ("Lucho, luego existo.") Unicamente los cruzadosviven realmente y tienen delante un verdadero porvenir.Como marxista, Mariátegui considera que las formaseclesiástica y dogmática de la religión son peculiares einherentes a un régimen social económico que las producey mantiene. Por tal razón, dice, el comunista no está interesadoen un mero anticlericalismo, que él consideracomo simplemente una diversión del liberalismo burgués.En cuanto al protestantismo, opina Mariátegui que ésteha entrado en la América Latina no directamente, es decir,en su propia potencia espiritual v rehqiosa, sino indirectamentetan sólo, o sea mediante el trabajo educativoy social.f) Un ExploradorPara completar este cuadro queda por decir, sin embargo,que no todos los radicales sociales de la nueva generaciónde Sudamérica son comunistas, y mucho menoshostiles al cristianismo. Tengo presente a uno en particular,el más grande de todos ellos, que después de pasarpor todo el ciclo del pensamiento y la acción revolucionarios,inclusive el comunismo, se ha venido a convencerde que el experimento social de Rusia iamás puede nidebe tener porvenir en Sudamérica. Me refiero a Hayade la Torre, que ha sido la figura más representativay revolucionaria en los círculos obreros y universitarios dela América del Sur en los últimos años. Es sin duda lamás brillante figura de la nueva generación, destinado alparecer a desempeñar un papel importante en la vida futuradel Perú y del continente entero.Vástago de una de las familias más antiguas y noblesdel norte del Perú, Haya de la Torre vino a interesarseen el problema social durante los primeros días de su vida


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 195de estudiante en Lima. Debido a su radicalismo, su familialo privó de su pensión, y el ioven quedó abandonado porcompleto a sus propios recursos. Difícil le fué hallar empleo,y durante algún tiempo vivió al borde de la inanición.Ulna terrible experiencia de hambre le hizo conocer personalmentelos sufrimientos de una gran parte de sus compatriotas,V en ese mismo punto v momento resolvió dedicarsu vida a la causa del proletariado. Su recién adquiridaconciencia de vocación lo llevó a prepararse físicay moralmente para la tarea a que iba a consagrar su vida.Dos cosas eran necesarias: primera, desarrollar su cuerpopara capacitarlo a soportar las fatiqas que se le presentaban,y, segunda, ofrecer un modelo de vida recta alos estudiantes v obreros que le seguían.En un principio, Haya de la Torre compartió el puntode vista de los jóvenes radicales sobre la religión. Uno desus dichos, pronunciado en los primeros días de su vidaestudiantil en Lima, es éste: "Cada vez que trato depronunciar la palabra 'Dios' se me hace náuseas en laboca". Posteriormente descubrió que en los escritos de losprofetas del Antiguo Testamento y en las enseñanzas deJesús había más incandescentes denuncias de la opresión yel mal que las que él o sus compañeros pudieran haberhecho. Lo iluminó entonces la idea de que no sólo podríasino debería haber una unión entre la religión y la ética,y que esta unión existía ya en la religión proclamada porla Biblia. Con lo cual el Libro comenzó a tener para él unnuevo significado.Entre 1919 y 1923 el joven revolucionario llevó a cabo,como Presidente de la Federación de Estudiantes Peruanos,una notable labor educativa v social entre las clasesobreras de Lima y sus alrededores. No sólo se les impartieronlos rudimentos de la educación, sino se les dió ademásinstrucción en la higiene y el civismo bajo la direcciónde una banda voluntaria de jóvenes y entusiastas estudiantes.Con ello comenzó a efectuarse una transformación enla manera de vivir y pensar de una sección del proletariado.Los indios de los valles y de las altas punas de losAndes vieron un rayo de luz para su porvenir. Pero ungobierno tiránico v sin entrañas, temeroso de las consecuenciassi este nuevo movimiento social se propagaba,adoptó rigurosas medidas contra los que lo diriqían. Unos


196 JUAN A. MACKAYcuantos meses después de haber Haya de la Torre y susamigos impedido la consagración del Perú a una efigie delSagrado Corazón, fueron él y ellos expulsados del país.Esto sucedía en octubre de 1923. En octubre de 1931,Haya figuraba como candidato a la presidencia de su país.Ocho años de destierro habían sido la mejor clase depreparación que el futuro candidato presidencial podíahaber tenido. Su primera gran experiencia fué en Rusia,donde entró como comunista en 1924, a invitación especialde Trotsky. Se le mostró todo, desde el Neva hasta elVolga, y entre ello muchas cosas que el visitante ingenuonunca alcanza a percibir. "Lo que vi entonces -^decía mástarde-— me curó para siempre de mi comunismo". Comprendiócon claridad que la América Latina demandabaalgo diferente. Muy especialmente se rebeló contra elesfuerzo soviético por desarraigar el sentimiento religioso.Su salud se quebrantó después de la visita a Rusia, yse hizo necesario que pasara varios meses de reposo en unsanatorio de los Alpes suizos antes que recuperara subuena condición. Logrado esto, marchó a Londres. <strong>El</strong>período que pasó en Inglaterra, donde estudió en la Escuelade Economía de Londres, y en el Colegio Ruskin,de Oxford, y se puso en contacto estrecho con miembrosdel Partido Laborista británico, hizo toda una época tantoen la formación de su carácter como en el esclarecimientode sus ideas sociales. Al mismo tiempo, la organizacióne ideales del Kuo-ming-tang chino produjeron una impresiónextraordinariamente profunda en sus conceptos políticos.Entre el modelo chino y el moscovita se decidió porelprimero.Una visita muy provechosa a los Estados Unidos, Méxicoy los países centroamericanos en 1928 terminó conla deportación de Haya de la Torre a Alemania por losfuncionarios norteamericanos del Canal de Panamá, cuandoregresaba a México por la costa del Pacífico. Losprimeros meses de su estada en Alemania fueron de terriblesufrimiento; pero su voluntad de hierro permanecióinquebrantada. Mantuvo infatigable correspondencia congrupos de exiliados peruanos en diversas partes de Europay América Latina, a quienes había organizado va enun nuevo partido llamado el Apra, o Alianza Popular RevolucionariaAmericana. Haya se sostenía enseñando y


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 197escribiendo artículos para la prensa latinoamericana, absorbidoentre tanto en el estudio de la Economía y delos problemas de América Latina.En diciembre de 1929, en el curso de un recorrido deEuropa, hice una visita de sorpresa a mi viejo amigo ycolega del Colegio Angloperuano de Lima, donde habíatrabajado como profesor. Lo hallé en el suburbio berlinésde Charlotenburgo. Era ya de noche cuando llamé a lapuerta de su morada. Se abrió la puerta, y apareció Haya,envuelto en su bata de dormir, como si fuera todavía demañana. Fiel a su antigua costumbre, había empezado eldía con una hora de ejercicios gimnásticos, para mantenerseen buena condición, y después se había sentado a sumesa de trabajo por el resto del día, sin haber echado siquieraun vistazo al mundo exterior.Habían pasado más de seis años desde que Hayafuera expulsado del Perú. Descubrí que había maduradomucho, V que su posición espiritual era a la vez más tranquilay más clara. Unas cuantas semanas antes habíanestado a verle un grupo de oficiales peruanos que se hallabanen Europa, para proponerle que encabezara una revoluciónen su país nativo. Pero él se negó a tener algo quever con la vieja clase de revolución en que ellos estabanpensando. Una de las primeras cosas que hizo esa nochefué sacar de un estandarte de librosun pequeño ejemplarde la Biblia. "Mire usted cómo la tengo marcada —medijo, abriéndola—; "este nuevo libro sobre la AméricaLatina que ahora estoy escribiendo, estará lleno de citasde la Biblia". A la noche siguiente, mientras discurríamospor la avenida Unter den Linden, me refirió una experienciaque había tenido durante su última visita a México.Sucedió que el Ministro Soviético y él se encontraron enun banquete a que habían sido invitados. <strong>El</strong> primero pronuncióun discurso de sobremesa en que hizo la siguientedeclaración: "Considero que la organización social quetenemos en Rusia es la solución ideal del problema latinoamericano.Veo, sin embargo, que hay una gran dificultadque estorba su introducción: el misticismo innato del pueblo.Si se pudiera desarraigar éste, la implantación delsovietismo sería cosa bien sencilla." Cuando le Ileqó alrevolucionario peruano su turno de hablar, se volvió al representantede la Rusia revolucionaria v le dijo: "¿Cómo


198 JUAN A. MACKAYOS atrevéis, siendo extranjero, a sugerir que eliminemosde este continente ese sentimiento místico que es nuestromás qrande capital para el futuro? Entended, señor, quehay hombres que se proponen integrar ese sentimiento enla inminente revolución social de América Latina".Haya de la Torre está interesado en la conservacióny cultivo de los verdaderos valores religiosos. Siendo tanrevolucionario y teniendo un punto de vista tan social comoMariátegui, reconoce en cambio lo que no pudo reconocerel <strong>otro</strong>: que el problema humano es antes espiritualque económico. Al mismo tiempo, Haya de la Torre y elpartido que ha creado, fruto principal hasta ahora de lageneración vigorosamente social y latincamericanista quesurgió en Córdoba en 1918, representan las fuerzas revolucionariasmás constructivas de la América Latina en laactuahdad.Rechazando a la vez el comunismo y el fascismo, elApra se propone atacar los problemas concretos de lospaísqrs latinoamericanos, enfocando particular atenciónen la cuestión del llamado imperialismo económico. La importanciade este movimiento yace en el hecho de que elnuevo partido fué a las urnas electorales en 1931, y sujefe, aunque recién llegado del destierro unos cuantosmeses antes, y después de anunciar un programa sumamenteradical, estuvo a punto de resultar elegido Presidentede la nación. En un futuro no remoto este partidoIleqará al poder. Puede tenerse por seguro que la tendenciaque representa será seguida en otras partes delcontinente donde se hizo sentir la generación de Córdobacon su concepto continental. Aparecen ya evidencias deque está a punto de abrirse una nueva era en la políticasudamericana. Se adueña en un nuevo Ayacucho quetraerá como consecuencia la independencia económica yespiritual del continente, así como la última batalla de laGuerra Revolucionaria produjo la independencia políticahace más de un siglo. Se tiene plena conciencia, sin embargo,de que la culpa de la presente situación política." Esto sucedió en 1945. Pero para lograrlo, el Apra hubo de condescendera formar una coalición con fuerzas con servia doras y a compartirel poder con ellas. Fué luego traicionado y vuelto a perseguirpor sus nuevos socios. (N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 199económica y espiritual la tiene más el propio pueblo quecualquiera fuerza externa. Razón por la cual el problemaespiritual tendrá un lugar al lado del económico y elpolítico en la mente de los caudillos futuros del continente.Al mismo tiempo, en la gran lucha que se aproxima, sebuscará la simpatía comprensiva de los directores cristianos,especialmente de los Estados Unidos v la GranBretaña. Si se concede dicha simpatía de buen grado nohabrá peligro de que Sudamérica siga el ejemplo de Rusiaen su actitud espiritual. De <strong>otro</strong> modo, se alzará sobre elfuturo un gran signo rojo de interrogación.Por lo que toca a la religión, en cuanto ésta representauna fuerza purificadora y creadora, será tratada con simpatía,pero se combatirán el clericalismo v la rehgión parásita,como ha sucedido en la España repubhcana. <strong>El</strong>próximo gobierno del Perú decretará sin duda la separaciónde la Iglesia v el Estado. Y no seria de serprendersesi se intentara romper la conexión entre la Iglesia peruanay Roma. 12 Haya de la Torre ha expresado la opinión deque una Iglesia Católica libre e independiente en el Perúsufriría inevitablemente una reforma espiritual y podríaasí contribuir decisivamente a la vida nacional. No hay nila menor duda de que la aparición de una serie de Iglesiasnacionales en Sudamérica, emancipadas de la influenciade Roma y de la Orden Jesuíta, marcaría la alboradade un nuevo día en la historia espiritual del continente." Ni una ni otra cosa han sucedido hasta el momento de redactaresta traducción, 1951. (N. del Trad.)


Capitulo XALGUNOS PENSADORES RELIGIOSOSCONTEMPORANEOSSi en la esfera de la vida no logró el catolicismo sudamericanoproducir un verdadero místico, en la del pensamientotampoco pudo producir una literatura reliqiosa.En el espacio de casi cuatro siqlos el clero no ha producidoninguna obra reliqiosa de nota, v en cuanto a loslaicos, cualesquiera que hayan sido los sentimientos religiososindividuales de ciertos hombres de letras, no se haconsiderado la rehqión como un tema propio para el ejerciciodel talento literario.Sin embargo, en años recientes ha tenido lugar uncambio decidido en la actitud intelectual tanto del clerocomoi de los laicos con referencia a la religión y al problemarehqioso. <strong>El</strong> primero ha despertado a la necesidadde ofrecer una defensa razonada de los dogmas de laIglesia; los segundos se han impresionado con la nuevaactitud de los pensadores europeos y norteamericanos haciael tema todo de la religión. La defunción del materialismofilosófico, como credo respetable en las principales universidades,la llegada de corrientes idealistas procedentes deEuropa, el reconocimiento del hecho de que la rehgión seconsidera en los grandes centros de enseñanza como unfenómeno humano diqno de seria consideración intelectual,todo esto aunado a la creciente conciencia de necesidadesespirituales personales, han operado un#completo cambioen los conceptos de los pensadores sudamericanos. Encasi cada una de las grandes revistas, como Nos<strong>otro</strong>s, deBuenos Aires, aparece de cuando en cuando un artículoserio de tema religioso. De una actitud de hostilidad iconoclastahacia la religión, sequida de un espíritu de completaindiferencia hacia ella, pensadores representativoshan pasado actualmente a una seria investiqación del


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 201problema religioso. Cuando menos, la religión ha llegadoa significar un fenómeno psicológico que tiene proyeccionesde índole sociológica vital v de vasto alcance.En el curso de la última década han aparecido en todoel continente escritores de distinción para quienes los estudiosreligiosos ofrecen supremo interés. Entre las figurasmenores puede mencionarse a Manuel Núñez Regueíro,cónsul uruguavo en el puerto argentino de Rosario,que ocupa una cátedra de filosofía en la universidad dedicha ciudad y ha escrito varios libros de índole religiosofilosófica.Protestante de origen, posee una considerablecultura filosófica, una a un espíritu verdaderamente religioso,que revela una aprehensión indudable de alaunosde los principales problemas a discusión; pero desafortunadamentesu obra literaria está señalada por gran abstracciónv oscuridad, motivo por el cual sus libros no son decultura filosófica, unida a un espíritu verdaderamente relihasido débil.Otra figura interesante es Clemente Ricci, profesor degriego en la Universidad de Buenos Aires, y autor de algunosestudios sobre los orígenes históricos del cristianismo.Personalmente, sin embargo, no es cristiano nihombre que profese fe rehgiosa alguna. Siendo así, suobra carece de pasión, y posee poco más que un valor técnicoen las esferas de la historia v la lingüística. A pesarde ello, la figura de Ricci es de extraordinario interés,por cuanto representa la iniciación de un nuevo rumbo enlos intereses culturales de Sudamérica.a) Gabriela Mistral: Católica LiberalEn Gabriela Mistral tenemos una autora sudamericanarepresentativa que es a la vez católica sincera y una exponentefranca y sin ambages de la fe que profesa. Estapoetisa chilena se hizo famosa tras la revista que de sulibro de poemas Desolación hizo Federico de Onís, profesorespañol en la Universidad de Columbia, NuevaYork. Se la reconoce hoy como la más eminente poetisacontemporánea de lengua española tanto en el Viejo comoen el Nuevo Mundo.^En 1946 se le otorgó el premio Nobel de Literatura. ÍN. del T.).


202 JUAN A. MACKAYGabriela Mistral empezó como una simple maestra deescuela primaria en un distrito rural de Chile. En unabella oración en prosa, la "Oración de la Maestra", sehalla un eco de sus días v experiencias de maestra. Porel sentimiento que encierra y el lenguaje en que estávestida, la "Oración" que transcribimos, es una de laspiezas más selectas de la literatura española moderna:"¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe; que lleve elnombre de maestra, que Tú llevaste por la tierra.Dame el amor único de mi escuela; que ni la quemadura de labelleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes.Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto.Arranca de mí este impuro deseo de justicia que aun me turba, la protestaque sube de mí cuando me hieren. No me duela la incomprensiónni me entristesca el olvido de las que enseñé.Dame el ser más ma


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 203corazón le sea más columna y mi buena voluntad más oro que las columnasy el oro de las escuelas ricas.¡Y, por fin, recuérdame, desde la palidez del lienzo de Velázquez,que enseñar y amar intensamente sobre la Tierra es llegar al últimodía con el lanzazo de Longinos de costado a costado IHe aquí al Otro Cristo Español y la actitud hacia lavida que la comunión con <strong>El</strong> engendra: un sentido devocación, una pasión por los seres humanos, por humildesque sean, la lealtad a la verdad, el no hacer caso de laopinión vulgar, la vida que se gasta bajo el ojo guiadordel Amigo Divino. En esta plegaria de una maestra deescuela rural, suena una nota nueva en la vida y pensamientoreligiosos de Sudamérica. <strong>El</strong> Cristo que "mora enlos campos", que "anda entre los pucheros", cuvo nombrees "Jesús", el dador de salud, el Cristo que murió y ahoravive, ha penetrado en el salón de la escuela donde su presenciase necesita mucho más hoy día que en millares decostosas iglesias erigidas a su muerta memoria.Hasta hoy, Gabriela Mistral no ha dado expresiónsistemática a sus pensamientos sobre la rehgión. Pero enalgunos artículos y cartas ha hecho profesión de fe eindicado las implicaciones de ésta para la vida y culturade nuestros tiempos. En una extensa carta al educadorargentino julio Barcos, copia de la cual se halla en posesióndel autor de este libro, la poetisa discute con muchafranqueza las teorías educativas de su amigo argentino,y se pronuncia en resuelta oposición a la llamada escuela"neutral" por la cual aquél boga. No puede haber neutrahdadreligiosa en la educación, declara. Sólo los estúpidospueden pretender ser absolutamente neutrales en la grancuestión de la vida y la religión. En cuanto a las escuelas"neutrales", añade, inevitablemente se convierten en instrumentosde la enseñanza de la irreligión, como ha sucedidoen países como Francia. Lo que se necesita es el desarrollode escuelas privadas en que pueda enseñarselibremente la religión de acuerdo con la fe que profesensus respectivas autoridades escolares. Pero esto significahallar maestros idóneos que tengan un sentido religiosode su vocación. La clase de maestro que se necesita parala escuela del futuro debe tener "gracia", con lo cual lapoetisa quiere decir cierto gozo de crear, dado por Dios.


204 JUAN A. MACKAYSi tal "gracia" descendiere de lo alto, el manto de donFrancisco Giner de los Ríos caería sobre los hombros detodo varón, v el de Gabriela Mistral sobre los de todamujer, que se dedican a la saíljrada labor de educar a lajuventud de Sudamérica.Uno de los artículos más interesantes de GabrielaMistral sobre el tema de la religión es el aparecido enLa Nueva Democracia, de Nueva York, en su número defebrero de 1931. Por sugestión de ella misma, el directorde dicha revista abrió una encuesta entre escritores sudamericanosrepresentativos con el objeto de obtener suopinión sobre la Biblia. <strong>El</strong>la misma inició las respuestasformulando la suya propia. Siendo una niña de siete años,comenzó, según informa a los lectores, a leer la Biblia.Su abuela, que era una "católica bíblica", — rara avis,añade doña Gabriela— le enseñó algunos salmos de David.Desde entonces ha sido una lectora constante de lasSagradas Escrituras. Las épocas de su vida en que hasuspendido su lectura diaria de la Biblia, coinciden consus períodos de declinación espiritual. "Mi pasión de laBiblia es tal vez el único puente que me comunica con elmundo anglosajón '—dice la poetisa—, el único pedazode suelo común en el que me encuentro sentada con estaraza." Y añade: "Algún día, nada lejano, yo espero veren cada casa católica sudamericana el Libro esencial, imprescindiblecomo nuestra cara, lógico como nuestros nombres,lo mismo que lo veo en cada hogar norteamericanodonde él me recibe con su cara santa y familiar." Estaspalabras, eco de los sentimientos que expresa hace ya casiun ciento de años el sacerdote y patriota argentino, P.Juan Ignacio de Gorriti, y de sentimientos semejantesexpresados más recientemente por el escritor argentinocontemporáneo, Julio Navarro Monzó, presentan la opiniónrazonada v apasionada de una dama sudamericana,culta y patriota, de nuestra época, de que la mayor necesidadde la vida espiritual del continente es la presenciade la Biblia en cada uno de los hogares.b) fosé Zorrilla de San Martín: Católico OrtodoxoEstá fuera de duda que la figura más venerada de lasletras sudamericanas del presente es Zorrilla de San Mar-


"<strong>El</strong>EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 205tín, autor de dos poemas épicos, "Tabaré" y "La LeyendaPatria", que mantendrán siempre sin marchitarse su memoriaen los anales literarios del continente. Es tambiénun prosista de gran poder y clásica belleza, y en su juventudera un orador de primera fila.Zorrilla ha expresado sus sentimientos e ideas religiosasprincipalmente en un volumen de discursos pronunciadosen la flor de su mocedad ("Conferencias yDiscursos") V en un par de libritos intitulados "<strong>El</strong> Sermónde la Paz" y Libro de Ruth", que pertenecen yaa su ancianidad. Pero el aspecto más interesante v originalde Zorrilla, como escritor, no lo constituyen sus pensamientossobre religión, sino su propia personalidad religiosa.Que un eminente hombre de letras profesional nodeje pasar oportunidad alguna de expresar su profundoy sincero sentimiento relipioso, es un fenómeno único enla historia literaria de Sudamérica. A este respecto, resultade interés notar que cuando Zorrilla era joven, la IglesiaCatólica era objeto en Uruguav de una enconada oposición.Formóse entonces un Club de Jóvenes Católicos, delcual Zorrilla fué uno de los fundadores, y con cuyos auspiciosfueron pronunciados la mayoría de los discursosde éste sobre asuntos religiosos.<strong>El</strong> pensamiento religioso de Zorrilla no tiene nada deoriginal y sí mucho de lugar común. Hace muy pocomás que respirar lealtad para con la Iglesia, sus dogmasy autoridades, y para con el espíritu cristiano fundamental.Pero algunas de sus ideas favoritas y con más frecuenciaexpresadas pueden tener algún interés. Diriqiéndose asus compañeros del Club Católico, se da a si mismo eltítulo de "vuestro hermano en la causa de Cristo", v unay otra vez reitera su consagración al servicio de Cristoen tierra natal. Describe la fe como un organista ciego deiglesia; es "un don gratuito de Dios, un reflejo de sugloria, un soplo luminoso de su infinita misericordia sobreel pedazo de barro de mi corazón".- Limitarse simplementea admirar a Tesu<strong>cristo</strong>, lo considera como una mera candidez,que no constituye religión ni cosa que se le parezca.Su excelente espíritu cristiano y su ancha simpatía semanifiestan cuando etxplica: Nuestra religión, nuestra*Conferencias y discursos, pág. 142.


206 JUAN A. MACKAYIglesia, nuestra comunidad de los fieles, no es primordialmenteuna doctrina o sistema, sino un organismo, unamística viviente compuesta de cuerpo y espiritu. No somoscristianos porque profesemos esta o aquella doctrina metafísicao moral, sino porque somos parte, digamos células,de ese organismo. Los que pertenecen al alma de la Iglesia,aunque no a su cuerpo visible, son más, infinitamentemás numerosos de lo que imaginamos.Si el espíritu v la fe de Zorrilla de San Martín hubiesencaracterizado siquiera a una minoría de los hombrescultos de Sudamérica durante los años que han transcurridodesde que ésta se incorporó a la civilización, otrahubiera sido la historia rehgiosa del continente. Lástimaque el tipo de hombre que Zorrilla represente se hayahecho notar, hasta aquí, por su ausencia. <strong>El</strong> gran poetasudamericano fué hasta su muerte una figura única y solitariaentre los escritores contemporáneos de la vieja generación.c) Ricardo Rojas: Cristiano Literario<strong>El</strong> año de 1927 fué marcado con piedra blanca en las letrasargentinas y sudamericanas. Don Ricardo Rojas, unode los literatos más prominentes del continente, celebrabaese año sus bodas de plata como escritor, v lo hizo de unamanera muy inusitada. Después de haberse dedicado conbuen éxito, durante un cuarto de siglo, a los estudios literariose históricos, celebró su jubileo con la publicaciónde un libro sobre Cristo. Fué la primera vez en la historiade la literatura sudamericana que un hombre de letras deprimera fila escribía un libro tratando de Jesús. Tal cosaera ya en sí muv notable, pero más todavía lo era el hechode que el escritor, en el curso de su obra, se declararacristiano, al mismo tiempo que negándose a que le pusierael marbete de un título eclesiástico o denominacional.No era la primera vez que Rojas expresaba interés enla rehgión. Aquí y allá puede uno descubrir en sus obrasuna que otra referencia casual y favorable al asunto. Yaanteriormente hemos llamado la atención al prefacio conque hace preceder su edición de las "Reflexiones" de JuanIgnacio Gorriti. Desde su juventud se había dedicado ala búsqueda de la certidumbre religiosa, pero "<strong>El</strong> Cristo


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 207Invisible" es en realidad su primer libro sistemático sobreese tema. <strong>El</strong> móvil que le llevó a escribir ese libro fué elde dar testimonio de haber descubierto por fin un verdaderocimiento para su fe. Parece que en el curso de unaenfermedad Ileqó a la conclusión, como muchos <strong>otro</strong>smodernos, de que para que uno sea verdaderamente unhombre es menester encararse con el Hombre y definir suactitud hacia <strong>El</strong>. <strong>El</strong> volumen que de ello resultó es unlargo diálogo que tuvo en un lugar de las montañas deArgentina, entre el autor v un viejo amigo suyo, un obispocatólico romano. La forma de diálogo, como artificioliterario, es por demás desafortunado, pues tiene uno laimpresión de que se trata más bien de un larqo monólogo.Al interlocutor episcopal del autor le falta individualidad,y en realidad no es más que un chapeado propio paradar mavor relieve y brillo a las Drcpias ideas de Rojas.Considerando el libro en su conjunto, su lugar en laliteratura no dependerá en modo alguno de la originalidadde sus ideas. Para los lectores más familiarizados con elconcepto biblico v evangélico del cristianismo, la obratiene un interés religioso muv relativo. No aprenderán enél mucho que no sepan ya acerca de Cristo y de los Evangelios;en realidad de verdad, contiene muchos curiososerrores en sus citas bíblicas, v carece, además, de las formasmás altas de la pasión religiosa. Unamuno hacía laobservación, en carta escrita al propio Rojas, de que ensu opinión "<strong>El</strong> Cristo Invisible" era mucho más un esfuerzoliterario que religioso. Rojas no es un cruzado,como Unamuno, ni un apóstol como don Francisco Ginerde los Ríos. Es un hombre de letras con intereses religiososa los cuales les da expresión, v tras haber hecho estopasa luego a <strong>otro</strong>s temas.Lo verdaderamente interesante de este libro es quefuera escrito por Ricardo Rojas en un momento trascendentalde su carrera, como expresión sincera de sus experienciae ideas religiosas, y más todavía, que el autorrelacionara a Cristo con la vida y destinos de su país. Eneste sentido, la significación y valor de esta obra son sencillamenteincalculables. Inaugura una era nueva y máscristiana en las letras sudamericanas, y ha hecho más quecualquier <strong>otro</strong> libro oara estimular el interés en Cristo yen la Biblia. Escribiendo en La Razón, de Buenos Aires,


208 JUAN A. MACKAYhacia fines de 1927, el periodista argentino Baltasar Cañizalhacía el siguiente comentario: Observando lo quellamo el desierto de la Biblia en Argentina, un desiertomás vasto que sus ilimitadas pampas. <strong>El</strong> Cristel Invisiblede Ricardo Rojas, por la simple enunciación del tema quetrata, adquiere inmediatamente la importancia de una obraejemplar y trascendental.Pasemos, pues, a considerar este jalón Hterario, tratandode cristahzar aquellos de sus aspectos que tienen unasignificación imperecedera en la historia de la peregrinaciónespiritual de Sudamérica. Lo más significativo de todoes el objeto de que su autor tuvo, según él mismo, al escribirlo:quería considerar el sentimiento cristiano comoinspiración de la vida. Tal es la clave de toda la obra.Según hemos visto, el cristianismo no había podido traducirseen sentimientos vivos, inspiradores de la vida, enla historia rehgiosa del continente. <strong>El</strong> objeto principal deRojas es referir un ejemplo concreto de profunda inquietudreligiosa que encontró su satisfacción en una relaciónespiritual con Cristo, la cual no sólo satisfizo corazón ymente, sino señaló el camino hacia un nuevo orden derelaciones humanas. Unamuno ha hecho hincapié en elelemento de tensión que existe en la clase de salud espiritualque el Cristo que es "Jesús" introduce en la vida.Rojas pone el acento en el elemento de armonía. Echemosun vistazo a los diálogos en su orden.<strong>El</strong> tema del primero es la Imagen de Cristo. Aquídescribe el autor cómo se puso en busca de la imagen auténticadel Maestro: peregrinación profundamente simbólicaen la vida religiosa de Sudamérica. Entretejidodelicadamente en la trama socrática de las ideas corre unhilo de prosa lírica, autobiográfica de un buscador rehgioso."Nacido en el seno de una familia católica —^diceRojas—, sin antepasados inmediatos que no fuesen cristianosviejos, cristianos al modo ortodoxo de la antiguaAmérica española, fui bautizado por disposición de mispadres; practiqué los mandamientos de la Iglesia Romanadurante mi niñez, v aun cuando más tarde la libertad filosóficame apartó del catolicismo, nunca dejé de sentirmeprofundamente cristiano, en el más nato sentido de estapalabra". "La idolatría catóhca —'añade— me alejó desu culto, pero sus imágenes me han reconcihado con la


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 209verdad evangélica". En particular le fascinaba la imagende Cristo, y se impuso el deber de descubrir, si fueraposible, su auténtica efigie. Ansiaba posar los ojos en losojos mismos del Señor. Se convirtió en una especie decaballero andante en busca de la imagen real de Cristo,y durante una visita a Europa anduvo mucho en buscade su verdadera semejanza: "Visité las Catacumbas, estudiandolas más arcaicas imágenes de Cristo, y luegorecorrí oratorios, bibliotecas, museos, buscando representacionesdel Dios-hombre, desde en las miniaturas de losmisales, hasta en las esculturas de las milenarias basílicas.No he realizado estas andanzas por vanidad de conocerla verdad histórica, sino por necesidad de poseer la verdadmística".Cayó en cuenta, sin embargo de que la Iglesia Cristianano posee una efigie auténtica de su Fundador. Laimagen de Cristo se ha rehecho al través de veinte siglossegún la raza, región, época, cultura, escuela v temperamentode creventes individuales. Con todo, hav algo queha permanecido inalterado e inalterable: la Cruz. "LaCruz —dice Rojas— substituye, universalmente, a la imagenhumana de Jesu<strong>cristo</strong>." Así pues, en la vida de unverdadero cristiano, el sacrificio de amor simbolizado porla Cruz debe ser el centro de todo. Cristo mismo permaneceinvisible, pero Su acción se manifestará cada vez que <strong>El</strong>crea en la vida humana una nueva Belén para Su nacimientov un nuevo Calvario para Su resurrección. <strong>El</strong> dramacristiano entero se recapitula así en cada vida cristiana.Esto nos recuerda a Pascal y Unamuno.En los dos diálogos que siguen, intitulados "La Palabrade Cristo" y "<strong>El</strong> Espíritu de Cristo", Rojas siguerefiriéndonos su búsqueda. Habiendo descubierto el símboloideal o arquetipo de la verdadera vida, debe entregarseahora a descubrir un programa de acción que tengaautoridad v una fuente adecuada de inspiración. Sabiendocuál es el verdadero camino que ha de seguir, ¿dóndehallará la luz que guía sus pasos v la fuerza que lo llevea su meta? Encuentra ambas en Aquél que dijo ser laVerdad y la Vida además del Camino. Al llegar a estepunto, el lector advierte que los diálogos son en realidadun comentario de ese precioso texto del Cuarto Evangelio:"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".


210 JUAN A. MACKAYAunque la imagen de Cristo había siempre ejercidofascnación en nuestro autor, los Evangelios le atraíanmuy poco en los primeros años de su búsqueda. Procuróen otras partes la voz de la autoridad. He ahí una experienciaprofundamente católica. Mas llegó el momentoen que esos "cuatro poemas acerca de Cristo" se le aparecieronbajo una luz por completo diferente. La críticahistórica de los Evangelios le dió la imagen auténtica enuna forma transfigurada. "La crítica científica —dice donRicardo—, lejos de invalidar los textos evangélicos, losha tornado más humanos v fehacientes. Considerados comosimples documentos históricos, ellos han recobrado unaautoridad que habían perdido a los ojos de los incrédulos.Después de la moderna exégesis, sería tan arbitrario dudarde ellos come dudar de todas las fuentes escritas dela antigüedad. Si por escepticismo suprimimos a Cristo,podríamos también suprimir a Tiberio v a los demás personajesde su época".La figura del Jesús histórico, distinta de la imagen litúrgicacuya seducción había dado origen a la búsquedaespiritual del autor, impresionó a éste con su extraordinariavirilidad. Pudo ver al través de la completa irrealidadde los retratos helenizados que Strauss y Renánhabían trazado del Galileo. Tampoco era Jesús él "arquetipode pordioseros", con que lo ha representado enSudamérica la tradición religiosa. Cristo era el verdaderoSuperhombre, hecho que no pudo comprender Nietzche.De ahí en adelante Cristo vino a ser la única autoridadreconocida por nuestro autor v los Evangelios su únicaley. Halló que la esencia del mensaje del Maestro noconsiste en un programa de reforma política; su mensajees algo de índole personal e íntima. Pero a la vez comprendióque el concepto del Reino de Dios anunciadopor Jesús tenía un aspecto social además del personal. Eraun estado de la sociedad a la vez que un estado del alma.<strong>El</strong> hombre debía ser redimido y la tierra pacificada ypuesta bajo el reinado de la justicia, el trabajo y el amor.<strong>El</strong> último y mayor milagro póstumo de Cristo es, pues. Supalabra o mensaje, "por el número de almas que ha purificado,que ha consolado, que ha elevado a la santidaden todas las regiones del planeta." Este poder que obra


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 211maravillas es la única prueba que se necesita para demostrarla autenticidad de la Palabra de Cristo.Pero que nadie piense que Cristo no tiene <strong>otro</strong> mensajeque dar al mundo. En un pasaje de qran belleza.Rojas expresa su anhelante deseo de que nuestra tierra endesvarío pueda pronto escuchar un nuevo mensaje delMaestro: "<strong>El</strong> Maestro describió el Reino de los cieloscomo una realización terrenal, y un estado de gracia delas almas. A través de veinte siglos, la humanidad va lograndoesa realización, en los individuos, por sus progresosespirituales, y en la especie, por sus progresos políticos.La empresa no ha concluido, y los tiempos llegan deuna nueva esperanza mística para el mundo. La humanidadva distraída como el incrédulo Cleofas por el camino deEmmaus a la hora del crepúsculo, y acaso el Resucitadoviene bajo una forma invisible, para dar a las almas unmensaje nuevo". Este pasaje expresa el creciente anheloque hallamos en Sudamérica de que advenga una rehgiónespiritual adecuada a las necesidades del corazón.En el tercer diálogo el autor trata del "Espíritu deCristo", verdadera fuente de inspiración y poder. Relatacómo, durante muchos años de su vida, había tratado deapagar su sed espiritual en las fuentes de la filosofía y delos escritos orientales. Leyó el Génesis y el Corán, aPlatón v a Kant, a los doctores v poetas místicos desdePitágoras hasta Swedenborg. Pero no quedó satisfecho.Su razón hallaba alimento en esas oáqinas; su imaginación,recreo: pero el sentimiento vivo de Dios no lograba encarnarseen su vida. En la Bhagavad-Gita del hinduísmopensó haber hallado al fin el oasis que andaba buscandopor el desierto de la vida. Las enseñanzas de Krishna y larevelación de Arjuna lo iniciaron en la escala de los uogasascendentes. Sacó por entonces mucho beneficio de esosestudios, pero al fin descubrió en los Evangelios y en el"Espíritu de Cristo" la satisfacción del alma que habíabuscado sin descanso."<strong>El</strong> Espíritu de Cristo" es para Rojas una realidadmística. Significa mucho más que la influencia o modo devivir del Jesús histórico, y se aproxima mucho más alconcepto paulino del Cristo eterno que mora en toda almacristiana. "<strong>El</strong> cuerpo de cada hombre ^-^ dice Rojas— puedey debe ser la morada del Cristo invisible"; y "Cristo


212 JUAN A. MACKAYes fuente de aguas vivas, y ésta se escapa de los vasosinmóviles, para fecundar el espíritu del hombre. <strong>El</strong> Maestrodijo: 'Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.' Esohago yo". Pero a fin de que vivamos en <strong>El</strong> y <strong>El</strong> en nos<strong>otro</strong>ses necesario revivir Su mensaje. En este último conceptohallamos expresado el problema religioso de Sudaméricay de nuestra época, una relación dinámica entrela experiencia mística y la ética. La solución está en viviren el Camino en que Cristo transita todavía en Su misiónredentora. Revivir Su mensaje es estar en el Camino, perosólo podemos mantener la marcha profética si <strong>El</strong> va anuestro lado.En el curso de estos diálogos, pero especialmente enel último, Rojas hace frecuentes alusiones a la religiónque se practica en Sudamérica. Expresa, al mismo tiempo,sus sueños ardientes de que su país desempeñe una misiónreligiosa en el futuro. Lamenta hondamente el hecho deque sus compatriotas, juntamente con los sudamericanosen general, hayan por desgracia hecho menos a la religión.La tradición católica existe como forma externa,dice, en esas repúblicas, pero no el sentimiento cristianocomo inspiración de la vida. A este respecto, comparamuy desfavorablemente la Argentina con la Norteaméricaanglosajona. Ha descubierto que en esta última, a pesarde las abundantes paradojas que exhibe y que la conviertenen un enigma para los sudamericanos, hay muchoshombres de negocios que persiguen la riqueza con unaespecie de pasión mística. Su único objeto al ganar dineroparece ser el de poder hacer donación de sus gananciasa las grandes causas. Le han causado también impresiónlos hombres públicos de los Estados Unidos que no hansentido vergüenza de citar v practicar los principios deJesús en su vida política y cívica. Hasta aquí, dice Rojas,Sudamérica no ha tenido hombres de esa clase, pero losnecesita muchísimo.En algunos de los párrafos finales del libro que comentamosaparece una expresión de ese creciente sentidode destino que comienza a pulsar en el pensamiento latinoamericano.Según Rojas, su amada Argentina poseeventajas que podrían constituir una preparación inconscienteal desempeño de un gran destino cristiano. Se disfrutaen ese país de plena libertad religiosa, y dentro de


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 213sus anchas fronteras existe un sentimiento de hermandadentre todas las razas que han hallado en él asilo. Ese odioque es el veneno de Europa v ese fanatismo que es laponzoña de Asia han sido superados, en lo cual nuestroautor discierne la influencia del espíritu de Cristo, "elMaestro de la fraternidad." Quién puede decir —comentaRojas-— si estamos destinados también a crear una nuevaunidad religión, trascendiendo los cultos extranjeros.He ahí una notable ilustración del universalismo del espíritusudamericano.Nuestro autor sueña. Sueña en la actividad del Cristoinvisible como influencia transformadora en lo espiritualy en lo social. Sueña en la cristianización de la AméricaLatina a fin de que ésta pueda cumplir su destino verdaderamentemesiánico de realizar los sueños hasta hoyirrealizados de Europa y del cristianismo. "La asociacióncívica de una democracia como la nuestra, puede seruna hermandad rehgiosa, en el más amplio sentido de estapalabra. <strong>El</strong> mundo atribulado espera en medio de las tinieblasun mensaje de esperanza, y harta dicha sería paranos<strong>otro</strong>s si ese mensaje pudiera llegarle de nuestra Américalatina, como un llamado a la cristiandad universal."d) Julio Navarro Monzó: Literato CristianoSi Ricardo Rojas es el primer escritor sudamericano deposición literaria reconocida, que escribe un libro sobre elcristianismo, v el primero por ello en captar la imaginaciónde los círculos intelectuales como escritor religioso, correspondea lulio Navarro Monzó el honor de haber sidoel primero, entre las mentes de primer rango del continente,en hacer del problema religioso objeto de continuo ysistemático estudio. Si para Rojas un libro sobre el cristianismono fué sino el momento culminante de su primerjubileo literario, para Navarro Monzó, la religión es unapasión por la cual ha sacrificado todos los demás intereses.^Durante la última década, probablemente este argentinoha escrito más extensamente sobre el tema de la reli-Trad.)'Al parecer esta traducción. Navarro Monzó es ya {inado. (N. del


2HJUAN A. MACKAYgión que cualquier <strong>otro</strong> escritor vivo, con la única excepcióndel japonés Kagawa. No sólo por medio de sus librosha puesto el problema religioso de modo prominente a laconsideración del público sudamericano, sino que en elcurso de sus prolongados viajes apostólicos por muchospaíses latinoamericanos ha tenido oportunidad de tratar deCristo V de la religión ante auditorios representativos enteatros y salas universitarias. Cuando el conde de Keyserhngvisitó la Argentina en 1929, una de las cosas quemás le impresionaron fué la calidad extraordinariamenteelevada y la penetración y conocimiento que exhibían lascrónicas de sus conferencias que aparecían en el grandiario de Buenos Aires, "La Nación". Según sus propiaspalabras, en carta al director de este periódico, dichascrónicas contenían el más excelente informe de sus conferenciasque había aparecido en la prensa en cualquieraparte del mundo en que había estado. <strong>El</strong> autor de esascrónicas era Tulio Navarro Monzó. Cuando los dos hombresse encontraron, el filósofo alemán halló que el periodistaargentino era tan erudito, o más, que él mismo, entodo aquello que tocaba a la historia de la religión.Nació Navarro Monzó en Portugal, en 1882. Su padrepertenecía al cuerpo diplomático de aquel país, y siendopequeño Julio tuvo ocasión de visitar diversos países deEuropa y Africa. Por el papel que desempeñó más tardeen la revolución portuguesa, se vió obligado a abandonarsu tierra natal, y poco después emigró a la Argentina.Durante algunos años ocupó un puesto importante en unode los departamentos del gobierno, y en esa capacidadtomó parte en la elaboración de la nueva lev electoraldel país. Al mismo tiempo que desempeñaba ese cargooficial, colaboraba en "La Nación" como crítico de arte.Sus colaboraciones literarias produjeron una profundaimpresión, por su elevado tono, penetración y severidad.Por el año de 1920 se ouso en amistoso contacto con algunosdirectores de la Asociación Cristiana de Jóvenes,de Buenos Aires, y tan favorable fué la impresión queles produjo, y tan alta fué a su vez la opinión que élse formó de la Asociación como plataforma para proclamarsus ideas religiosas, que en 1922 se incorporó al personalcontinental de dicha organización como conferenciantey escritor especial sobre temas rehgiosos. Desde


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 215entonces han salido de su pluma libro tras libro, y en losintervalos de ese trabajo, ha emprendido viajes de conferenciaspor las principales ciudades del continente.A fin de comprender la personalidad v conceptos religiososde Navarro Monzó, es menester empezar, como lohace él mismo, refiriéndose a una profunda experienciapor la que atravesó en 1916. Ese año el funcionario delgobierno v distinguido periodista se convirtió al cristianismo.Por supuesto, había nacido y sido criado comocatólico romano, pero como la juventud latinoamericanaen general, se había hecho completamente irrehgioso, y,secfún su propia confesión, dado rienda suelta a sus pasionesmás bajas. En parte reflexionando sobre la tragediade la querrá, en Darte a consecuencia de la muerte deuna hijita muy amada, sus pensamientos empezaron avirar y fijarse de modo serio v definitivo en el asunto de lareligión. Muv diferente fué su experiencia de la de Rojascon su búsqueda romántica. No puedo hacer cosa mejorque referirme a sus propias palabras sobre este críticoy creador período de su vida.<strong>El</strong> pasaje ocurre en su primer libre sobre religión,escrito el año de su conversión, e intitulado "<strong>El</strong> RenacimientoMístico ante la Tragedia Europea". Dice que dicholibro es fruto de la experiencia más que de la meditacióny la investigación. <strong>El</strong> autor es producto de su medio yépoca. Bebió hasta las heces el cáliz de sus abominaciones.Entonces el Señor, una noche de Viernes Santo, anteuna imagen de la Santa Virgen, tocó su corazón quizápor milísima vez, pero en esta ocasión con buen éxito, yel empedernido pecador que tantas veces se había mostradoinfiel a la divina gracia, empezó a pensar en los erroresque había cometido. A medida que el amor se despertabaen él, empezó a pensar también en el miserable estadoen que vacía la raza humana, moral y materialmente. Laoperación fué lenta, porque nos<strong>otro</strong>s mismos debemos prestarnuestra cooperación a la gracia de Dios, v la carnerebelde se oponía todavía, como lo hace hasta el presente,a la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, añade, sualma halló fuerza en la oración para seguir adelante. Diosno deja a quien lo invoca, y la luz descendió poco a pocoal afligido corazón, tan indigno de ella.


216 JUAN A. MACKAYEse libro, sigue explicando Navarro Monzó, no esmás que una pobre v parcial expiación de los pecados desu autor, es resultado de todo esto, y está escrito en unmedio y para un medio en que, como en todos los paísesde habla española, no puede menos que desagradar a loscreyentes v a los no creyentes, por lo que su autor sóloespera cosechar por él desprecios v pérdida de amistades.Pero Dios, que parece haberlo inspirado, sabe por quélos hizo; en <strong>El</strong> pone el autor su confianza. Es es su esperanzay su fuerza.Nunca había sonado una nota más profunda en lasletras sudamericanas. No era ésta una postura literaria,sino la expresión apasionada de un espíritu quebrantadoque había sido curado.Si Navarro Monzó empezó ahora a posesionarse delestudio de la religión era porque la religión se había posesionadode él y lo había transformado. Por esta épocaempezó a asistir a los servicios religiosos de la IqlesiaGriega Ortodoxa, pero no halló ahí un hogar rehgiosopermanente, aunque muchas veces ha hablado de la impresiónespiritual que produce la liturgia ortodoxa. Más omenos por el mismo tiempo trabó íntimo conocimiento conese príncipe de los educadores y filántropos cristianos, elR. William Morris. Se hizo asiduo concurrente a los serviciosanglicanos que Morris dirigía, y entre los doshombres se formó una profunda y constante amistad, queha sido una de las influencias más dulcificantes y esíabilizadorasen la vida de Navarro Monzó. Con los miembros,y especialmente con los ministros de otras comunionesprotestantes, sus contactos no han sido invariablementetan felices. <strong>El</strong>los no han podido entenderle y apreciarlo;él ha sido demasiado impaciente con ellos. Enrealidad. Navarro Monzó ha hablado y escrito en términosmuv corrosivos, y en más de una ocasión, sobre laobra protestante tal como se lleva a cabo en los paíseslatinoamericanos. Verdadero hijo de su raza, NavarroMonzó no siempre juzga las instituciones con calma yobjetivamente, sino a la luz de las personalidades conectadascon ellas y que le son simpáticas o antipáticas. ¡Locual no quiere decir que sea necesario tener sangre ibéricapara exhibir la misma actitud!


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 217Triste es decirlo, pero este espíritu verdaderamentegrande ha seguido el camino de José Carlos Rodríguezen el Brasil, v en cierto sentido de Ricardo Rojas y <strong>otro</strong>smuchos: no ha hallado hogar espiritual en ninguna comuniónrehgiosa organizada. Su vida espiritual se ha nutridode los profetas del Antiguo Testamento, las palabrasde Cristo, y en particular de los escritos de San Pablo ySan Tuan. Fuera de las Escrituras ha hallado compañerismoespiritual en los grandes místicos españoles, enPlotino, San Francisco de Asís, Eckhart, Jacobo Boehme,y posteriormente en Jorge Fox y la Sociedad de los Amigos.Como resultado de una visita a Inglaterra v losEstados Unidos en 1924, Navarro Monzó se puso encontacto con los cuáqueros. Se sintió muy confortablementeentre los seguidores de jorge Fox. <strong>El</strong> tipo dereunión religiosa que celebran los cuáqueros le produjouna profunda impresión, y se formó la idea de que elfuturo del cristianismo en la América Latina estriba enla organización de reuniones de índole semejante en todoel continente. Desde entonces ha observado el hábito dereunir todos los domingos en su casa a un grupo de personaspara dedicarse al silencio, la meditación y la oración.La nueva tranquilidad y tiempo libre de que pudodisponer Navarro Monzó en 1922 merced a su relacióncon la Asociación Cristiana de Jóvenes, ha fructificadoen un período de intensa actividad literaria. La gran mayoríade sus libros han sido pubhcados por la FederaciónSudamericana de Asociaciones Cristianas de Jóvenes.<strong>El</strong> primer volumen que pertenece a dicho período es elintitulado "Principios Básicos de la Civilización". <strong>El</strong> autorpone de relieve en esta obra los benéficos resultados delcristianismo en la vida del mundo, e indica modos v maneraspara aplicar a la sociedad los principios sociológicosinherentes a la religión cristiana. A este libro siguió<strong>otro</strong> de diferente especie, "Horas y Siglos", liturgia pancristianacompuesta de selecciones de las Sagradas Escrituras,y que contiene oraciones de fuentes católicas romanas,ortodoxas y protestantes. Luego siguió una seriede doce opúsculos sobre la Evolución Religiosa en elMundo Antiguo. <strong>El</strong> volumen introductorio de esta serieconstituye uno de los esfuerzos más importantes de núes-


218 JUAN A, MACKAYtro autor, y asume la forma de una discusión completadel problema religioso de la América Latina.Después de tratar detenidamente de la evolución de lareligión entre los hebreos y en el mundo grecorromano,la serie termina con un estudio del cristianismo en quese unen ambas corrientes. La perfecta unión tiene lugaren el Cuarto Evangelio, que, con su concepto del Logoshecho carne, ofrece la síntesis más elevada obtenida hastaahí de los elementos subjetivos y objetivos de la rehgión.Nuestro autor asume la posición, difícil de sostener en laactualidad, de que este último de los Evangelios Canónicos,al cual aportó el helenismo las categorías de interpretaciónpor las que el cristianismo pudo subsistir ypropagarse en el mundo grecorromano, es en el fondola dramatización de una idea. Sostiene que fué escritopara ilustrar el principio neoplatónico, místico, de la ascensióndel alma por medio de la purificación, la iluminaciónV la unión. De un sistema tal de pensamiento quedanexcluidos naturalmente todos los elementos catastróficosy apocalípticos como ajenos a la esencia del cristianismo.Se asegura el progreso perpetuo en línea recta. <strong>El</strong>mal no pertenece a la esencia de la realidad, ni siquieraa la esencia de la realidad empírica, ni la reacción puedepertenecer a la esencia del progreso. <strong>El</strong> proceso de larealidad es susceptible de comprensión perfecta; lo quese necesita más que fe es entendimiento. <strong>El</strong> más eminentepensador religioso de Sudamérica se ha convertido claramenteen heredero de ese tipo romántico de idealismoevolucionista que ha sido tan popular en la pasada generacióndel pensamiento y que hoy es desafiado en todaspartes por nuevas voces y formas de pensamiento.de Navarro Monzó fué<strong>El</strong> siguiente esfuerzo literariomismo considera como lo más fundamentalun libro que élque ha escrito. Lleva el título de Camino de Santidad, yconsiste de un estudio genético del fenómeno religiosodesde sus formas más crudas hasta el misticismo cristiano.Pronto siguió a éste La Revolución Cristiana, en que,después de un buen estudio preliminar sobre Nietzche y elcristianismo, se exponen los principios fundamentales deeste último como movimiento revolucionario. Su últimaobra de importancia apareció en 1930, Las Metafísicas del


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 219Cristianismo,'^ que es, en cierto sentido, su esfuerzo másambicioso, la obra en que cree haber podido formular unametafísica satisfactoria para la religión cristiana.Un estudio de los libros de Navarro Monzó y de losinnumerables artículos y folletos que ha escrito, nosrevela una mente ricamente provista, de extraordinariaagudeza, perfecta sinceridad intelectual y apasionado celo.En todo cuanto escribe descubre uno esa tendencia universahsta,ese amor de las rápidas generahzaciones y esainclinación al método histórico, que caracterizan a lamente sudamericana. En sus ideas tempranas, resaltanvigorosamente las influencias de Heráclito, Platón y especialmenteel neoplatonismo. <strong>El</strong> concepto de los valoresabsolutos ocupa en ella prominente lugar. Su pensamientoposterior está dominado enteramente por las categoríasdel vitalismo moderno. Navarro aparece como un monistaabsoluto, para quien son abominables todas las formasde dualismo. Prevalece la idea de la evolución monistaen el sentido más absoluto, al paso que las categoríasgenéticas determinan sus conceptos fundamentales. Tancompletamente ha estado dominado en años recientes porla idea antes mencionada, que ahora defiende una posiciónque denomina "temporalismo" metafísico, según elcual Dios mismo está en proceso de evolución. Así quedaabandonada lógicamente su posición platónica anterior,con sus absolutos, aunque probablemente no está dispuestoa aceptar algunas de las deducciones inexorables que sesiguen de su nuevo punto de vista.La expresión más sistemática que hasta el presente hadado Navarro Monzó a su nueva metafísica religiosa seencuentra en el libro ya mencionado, Las Metafísicas delCristianismo. Será interesante que hagamos un breve análisisde esta obra, que en ciertos fundamentales respectosva mucho más allá, v aun difiere, de los puntos de vistaque contienen sus volúmenes anteriores. En las páginasintroductorias, nuestro autor expresa la convicción francade haber llegado a una comprensión tan absoluta e importantede la vida y de la realidad como la que Budaproclamó en su famoso sermón de Benarés. "<strong>El</strong> problema*Han aparecido después La Actualidad Filosófica de Jacobo Boehme,y un opúsculo, Psicoanálisis Personal.


220 JUAN A. MACKAYque tanto me atormentaba '—dice—, el problema del mal,el problema del sentido de la vida, ya no tiene secretospara mí. . . Si al concluirla (esta conferencia) hubiera decaerme muerto no lo sentiría. Moriría con tranquilidad,después de haber cumplido mi misión en la vida; despuésde haber pronunciado la palabra definitiva". La importanciaque el propio Navarro Monzó atribuye a este libroes más que justificación para que consagremos un examenespecial a su contenido, pues se nos presenta en un lenguajeque ordinariamente se asocia a una nueva revelación.Entre los pensadores de nuestro tiempo que puedenpretender alguna capacidad filosófica, hay sólo dos órdenesde categorías, dice nuestro autor con impresionantedogmatismo, mediante las cuales concebir el universo: lascategorías del materialismo y las del panteísmo o panenteísmo.<strong>El</strong> deísmo, bajo el cual, de modo bastante extraordinario,parece Navarro Monzó incluir el teísmo en todassus formas, carece hoy de importancia para el pensamiento.Mientras el Cuarto Evangelio, dice, representa la supremaexpresión conceptual que se ha dado al cristianismo,no puede considerarse como el último Evangelio cristiano.Nuestra edad requiere un nuevo Evangelio, v el modernovitalismo en la ciencia y la filosofía nos capacita paraformularlo. <strong>El</strong> Evangelio debe ponerse de acuerdo conlas categorías de la cultura moderna del mismo modo quelo hizo con las categorías de la cultura griega en los primerosdías de nuestra fe. La idea de entusiasmo, representadapor Dionisio; la de la intuición, que forma lamédula del pensamiento de Bergson; el hincapié de Keyserlingen la comprensión, nos ofrecen elementos paraformular un Evangelio cristiano moderno.En seguida procede Navarro Monzó a formular supunto de vista: <strong>El</strong> pensamiento cristiano se ha visto en elpasado estorbado por las ideas de eternidad v de un Dioseterno empleadas como conceptos positivos. La eternidaddebe considerarse como una idea puramente negativa. Laexistencia apareció solamente al aparecer la conciencia,y todo lo que precedió a ésta es no existente, en sentidofilosófico. Lo último en el universo es la energía. Diosmismo es producto de la energía cósmica. Ha tenido unprincipio y debe considerarse como finito. Su ser se enri-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 221quece y fortalece con la cooperación de las voluntadeshumanas. <strong>El</strong> drama cósmico empezó con la pasión de laenergía cósmica, o Dios, por realizar todas sus potencialidadesen el proceso del devenir. Escuchemos cómo formulanuestro autor con sus propias palabras el NuevoEvangelio para nuestros tiempos: "<strong>El</strong> cristianismo es, antetodo, la religión de la Divinidad que se encarna; de laDivinidad que sufre, en la lucha contra la inercia material;de la Divinidad que brega por un ideal de redención.<strong>El</strong> cristianismo lleva imbíbita la esperanza de los antiguosprofetas que soñaron con el advenimiento de un mundomejor. <strong>El</strong> cristianismo es, por fin, una religión que, apesar de todo, nunca se ha estancado, que siempre se haabierto a nuevas inspiraciones. Quizás, por todo esto,mañana se escriba así un nuevo Evangelio que, como elde San Juan lo fué en su tiempo, resulte una nueva síntesisdel pensamiento filosófico y de la fe religiosa de unanueva época. Quizás algún día, en la gran Iglesia del Futuro,unida por la fraternidad en la libertad, se lea solamentealgo parecido a estos conceptos:"(Y luego sigue algo como el equivalente moderno delPrólogo del Evangelio de San Juan, que aunque extensovamos atranscribir en su totalidad.)"Antes del principio era la Fuerza v la Fuerza eraInconsciente, por lo cual aun no podía llamarse la Existencia."Pero lo Inconsciente se volvió Consciente y éste fuéel principio de todas las cosas."Lo potencial empezó a volverse actual y, tomandoconocimiento de sus energías latentes, ha ido creando eluniverso, por medio del cual se expresa.. "Primero fué la Energía, luego la Inteligencia, en seguidala Vida que creó y plasmó la materia por medio dela cual se revela la Inteligencia."En la Energía estaba la Inteligencia, pero la Energíano se volvió Acción mientras no fué inteligente."La Energía es el Padre. La Intehgencia es el Hijo. LaAcción es el Espíritu."<strong>El</strong> Hijo es superior al Padre. <strong>El</strong> Espíritu es superioral Hijo. Porque lo Consciente es superior a lo Inconscientey todo pensamiento es inferior mientras no se traduce enla Acción.


222 JUAN A. MACKAY"La Acción procede del Padre por medio del Hijo. Sinla mediación del Hijo, la Acción sería inconsciente y nopodría llamarse Acción. Sería la Fuerza, inconsciente,anterior a toda Existencia."Estos tres existen desde el principio y sin su conjunciónel principio no se hubiera dado. Pero la Energíapor sí sola no es Dios, ni la Inteligencia por sí sola esDios, ni la Acción por sí sola. Empero las tres, unidas,constituyen la Unidad Divina."Esa Unidad existió desde el principio y esa Unidades Dios. <strong>El</strong> hombre fué creado a la imagen de Dios, unoy trino, llevando en lo más profundo de su ser la concienciade su origen."Material por su cuerpo, viviente gracias al Espíritu,inteligente por medio de la Inteligencia Divina, el hombrees la imagen reducida de la Fuerza, de la Inteligencia yde la Acción, gue son la esencia de la Existencia Universal."Y el Consciente puso al hombre sobre la Tierra paraque la dominara v colaborara con la Inteligencia a finde establecer sobre la Tierra el Reino del Espíritu."Pero, al principio de su historia, el hombre no tenía,aún conocimiento de su origen y adoró aquello que debíadominar.!"La Inteligencia en el mundo estaba, el mundo fuéhecho por ella, pero el mundo no la conoció."Hasta que, después de muchos que tuvieron un vislumbrede la Inteligencia, vino un hombre según la ConcienciaDivina y en quien la Conciencia se encarnó."No fué engendrado de la carne, ni de la voluntad dela carne, sino que, teniendo conciencia de su origen divino,se le rindió."Y se unió con la Inteligencia por medio de la cualtodas las cosas fueron hechas."<strong>El</strong> ha dado a todos los que le siguen la capacidadde llamarse y sentirse Hijos de Dios."Los cuales tampoco han sido engendrados- de lacarne, ni de la voluntad de la carne, sino del Espíritu;primicias de una nueva humanidad a la cual está encar-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 223gada la misión de establecer sobre la Tierra, renovada,el Reino de Dios".^Como nuestro interés aquí en la filosofía religiosa deNavarro Monzó es por necesidad expositorio, o sea, elde presentar a nuestros lectores el punto de vista delprimer escritor sudamericano que ha discutido el problemareligioso de un modo fundamental, nos limitaremos a aquellias observaciones que pongan en más claro relieve laposición filosófica de nuestro autor y sus implicacionesprincipales.Aceptando la idea de un Dios finito, el "joven Dioscombatiente" de H. G. Wells, Navarro Monzó se ha situadoentre cierto número de pensadores modernos quelimitan el poder de Dios a fin de poner a salvo, así locreen ellos. Su moralidad. Es natural que este ideal sepresente en tiempos trágicos v caóticos como los nuestros.Es un concepto, dice el Dean Inge en su notablelibro sobre Etica Cristiana, que tiende a aparecer en épocasde dificultades nacionales. Sin embargo, de ningúnmodo es necesario postular la finitud de Dios para explicarel mal ni necesitamos privar a la Divinidad de suatributo de absoluta para asegurarnos de la presencia ysimpatía de un Divino Compañero que es el campeón delbien en el universo. Nadie ha proclamado con tanto vigoresto de que Dios es Otro y Absoluto, como Kierkegaard.Pero cuando el gran pensador danés meditaba en la inconmensurablesimpatía de Dios, Lo describía sentado enun trono de dolor. La raíz de las dificultades de esefilosofar al que pertenece el que hemos venido considerandoconsiste en su miedo a la paradoja cuando se tratade realidades últimas. Sucumbe a la tentación de simplificarindebidamente el problema afirmando un precipitadoy categórico: o esto o lo <strong>otro</strong>. Pero la realidad se ríe denuestra lógica. Debería hacernos meditar el descubrimientode que los grandes pensadores bíblicos que proclamabancon tanta insistencia la trascendencia e infinitudde Dios, llegaron a los límites del lenguaje humanoen su esfuerzo por describir Su redentora pasión de amorcomo fuerza operante en el mundo. La Cruz se halla enla médula del universo v del cristianismo. "Cristo —para"Op. cit., págs. 131-133.


224 JUAN A. MACKAYrepetir una vez más la palabra de Pascal^ estará enagonía en el corazón de los suyos", hasta que el Reino sea"entregado", cuando "Dios será todo en todos", más alláde los lindes y el estrépito de la trágica lucha.Por otra parte, el bosquejo que Navarro Monzó ofrecepara una nueva filosofía ael cristianismo, no descubrelugar alguno verdadero para los conceptos de amor ygracia aplicados a Dios v de fe aplicado al hombre. ¡Yno podía ser de <strong>otro</strong> modo, va que esas fantasmales abstraccionesllamadas Energía, Inteligencia v Acción nuncapueden engendrar esas realidades cristianas primariasen sus vientres inertes y fríos! <strong>El</strong> "Nuevo Evangelio"carece de dinámica. Sólo espectros intelectualizados podríansalmodiar sus sinfonías dialécticas en la "Gran Iglesiadel Futuro". Sudamérica v nuestra época necesitanun Evangelio distinto. Se requieren categorías por completodiferentes para formular un concepto cristiano adecuadodel mundo y de la vida, que es una de las necesidadesmás apremiantes de nuestros tiempos.Estos últimos productos del pensamiento del pensadorsudamericano se deben al indebido empleo de las categoríasbiológicas para interpretar la realidad y el cristianismo.La apoteosis del vitalismo conduce inexorablementeal temporalismo. Además, si el todo, y no simplemente laspartes, está en proceso de cambio, como implica la filosofíade nuestro autor, no puede haber puntos fijos, valoresabsolutos. Prevalece entonces un completo relativismo,que se nos enfrenta en toda su crueldad, mientrasse invierten los papeles respectivos de Dios y el hombre.Es de lamentarse, aunque no de sorprenderse, que la primerafilosofía religiosa que aparece en Sudamérica seaexpresión de ese romanticismxO que señala el canto delcisne de una era moribunda del pensamiento. Lo cierto esque el período del Renacimiento no ha sido capaz de forjarcategorías adecuadas para la expresión del Evangeliocristiano. Al cruzar el umbral de una nueva época,una época en que la física y la astronomía pretenden tenermás derecho que el romanticismo biológico para discutirla constitución e historia del cosmos, necesitamos comenzarde nuevo. "Si ]eans y Eddington tienen razón —diceel Deán Inge en uno de sus escritos^— el Dios que emerge,evoluciona y va mejorándose, no es en realidad Dios,


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 225porque seguramente un Dios que está bajo sentencia demuerte no es Dios. <strong>El</strong> panteísmo moderno ha edificadosu casa sobre la arena." Ha llegado el momento en quela identidad absoluta debe ceder su sitio a la diferenciareal, la categoría de la continuidad a la de discontinuidad.Tenemos que encaramos de nuevo con el hecho del pecadoy es menester relegar al nivel de los mitos el conceptoromántico de la naturaleza humana. Debe rehabilitarseel ciclo, con su hincapié en lo apocalíptico, como expresiónmás veraz de la marcha de la historia que la línea recta.En toda discusión sobre la constitución del universo, debedarse tan plena consideración a las categorías matemáticasy éticas como a las biológicas que últimamente hanejercido una dictadura en el mundo del pensamiento. Nose olvide jamás tampoco que los hechos cristianos fundamentaleseludirán eternamente la racionalización. Es lafe, no la razón, la que debe trascender la oposición entrela esfera armoniosa v la áspera Cruz.Más provocadoras v sugestivas son las opiniones deNavarro Monzó sobre la aplicación y propagación prácticadel cristianismo. Su fuerte está más en la esfera sociológicaque en la filosófica. Su mente histórica y suincomparable conocimiento de la historia, aunados a suardiente pasión ética y su lealtad a la figura de Jesús,dan enorme valor a sus observaciones tocantes a la expresióndel cristianismo. Con excelente equilibrio acentúala función de lo ético y lo religioso en el advenimiento delReino de Dios. En el interesante compendio de su posiciónreligiosa, intitulado Confessio Fidei expresa su esperanzade que por medio de los esfuerzos de los discípulosde Cristo, cooperando con la suprema voluntad debien que se manifestó en Cristo yque rige eluniverso, elSermón del Monte llegue a ser el código moral, social ypolítico de una humanidad redimida. En alguna otraparte hace notar, sin embargo, que el Sermón de la Montañano puede considerarse como un códiao de moral quecualquiera puede seguir. Expresa, más bien, el códigoespiritual de acuerdo con el cual obrarán natural y espontáneamenteaquellos que hayan pasado antes por unasuprema experiencia mística. En otras palabras, se necesitade la religión para producir la ética suprema.


226 JUAN A. MACKAYUno de los pensamientos favoritos de Navarro Monzóes el de la "Nueva Reforma". En el epílogo de Caminode Santidad, dice: "Estamos en vísperas de una renovacióntotal del mundo". Y en La Revolución Cristiana nospresenta sus conceptos sobre la Reforma que espera tendrálugar. Será una continuación, según él, de la obra deErasmo más que de la de Lutero. Por el lado intelectual,r^interpretará todas las ideas cristianas tradicionales:Dios, la oración y la Cruz de Cristo. Por el lado espiritual,se caracterizará por una nueva "bohemia", en que, especialmentela juventud, se vivirá tranquilamente, libres depreocupaciones materiales, y confiando en las implicacionesde aquella enseñanza de Cristo de que Dios cuidaráde los que buscan primeramente Su Reino y la justicia.Los cristianos modernos deben recobrar aquella indiferenciaa las necesidades temporales que caracterizaba algrupo que seguía al Maestro y a aquel <strong>otro</strong> que rodeabaa San Francisco de Asís. <strong>El</strong> cristianismo es una aventuray requiere la formación de una aristocracia espiritual. Lamejor manera de propagarlo es por el contagio y la radiación.Debe ser también un movimiento laico, añade NavarroMonzó, porque el proceso de la historia humanatiende hacia una creciente laicización. "La raza hispana'—dice en el epílogo va citado'—, que produjo la orden depredicadores de Domingo de Guzmán, la milicia espiritualde Iñigo de Loyola, los jardines interiores de Teresa deJesús y Juan de la Cruz, bien pudiera dar al mundo nuevassorpresas." Lo que quiere decir es que el nuevo ordende cosas que revolucionará Dor completo las condicionespresentes de la vida, puede muy bien ser promovido porrepresentantes de la raza hispánica.En particular impresiona la manera como NavarroMonzó trata del problema religioso de la América Latina.Considera que la dificultad fundamental de la civilizaciónen los países ibéricos de América estriba en el hechode que no estaban preparados para la democracia cuandoobtuvieron su libertad política. Ni ellos ni la religión oficialque prevalecía dentro de sus fronteras habían experimentadojamás una crisis espiritual renovadora. En unapalabra, no habían tenido una "Reforma". No se habíahecho a los hombres ponerse cara a cara ante Dios, lo cuales el antecedente indispensable de la democracia. En su


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 227penetrante estudio <strong>El</strong> Problema Religioso en la CulturaLatinoamericana dice lo siguiente: "La democracia sóloha existido y sólo puede existir entre hombres que creenen un solo Dios, padre común del género humano y, porende, en la igualdad y la fraternidad".^ De manera quepara él, el problema de la democracia latinoamericana estáunido inseparablemente al de la religión. Esos paísesdeben tener su propia reforma religiosa. ¿Pero qué formaasumirá ésta y cómo se producirá? No la pueden producirni la Iglesia Católica ni las Protestantes, dice NavarroMonzó. Los latinoamericanos deben "beber de las fuentespuras, las del cristianismo primitivo". Hubo un tiempo,nos dice, en que acarició la esperanza de que fuera posibleuna reforma interna del catolicismo, pero la actituddel Papa hacia el modernismo lo desilusionó por completo.Pensó luego que quizá eso sucedería en la Iglesia GriegaOrtodoxa, pero tuvo igual desilusión. Las Iglesias protestantes,según él, tampoco ofrecen esperanza, en parte porser protestantes y en parte por ser iglesias. En su opiniónel protestantismo jamás podrá ejercer una influencia externay vitalizadora en los países latinos, porque no estáde acuerdo con el temperamento v modo de ser de éstos.Por lo que toca a este último alegato, lo discutiremosen el capítulo siguiente. Baste por ahora observar quenuestro distinguido autor revela una antipatía constitucionalhacia el protestantismo en su aspecto eclesiástico,sentimiento que se ha intensificado en él en los últimosaños. En su orimera obra religiosa <strong>El</strong> Renacimiento Mistico,afirmaba que en el protestantismo vemos sólo la fríarazón, la discusión y el pietismo verboso, v que cuando ensu seno aparece algún presunto visionario, como JacoboBoehme, no es para hablarnos de los misterios del amorde Dios por el alma humana, sino para suscitar el orgullosoproblema de por qué el hombre es cosa tan pequeñaen el universo, concluyendo por oponerla Dios a Dios.'^Interesante es notar que posteriormente, y como resultadode su creciente interés intelectualista en la religióny el problema religioso. Navarro Monzó ha manifestadouna profunda admiración por Boehme, a quien actual-Pág. 47.'Pág. 99.


228 JUAN A. MACKAYmente considera como una figura central en el pensamientoreligioso moderno.Nuestro autor tiene la convicción de que "las ideasreligiosas han ido purificándose y, al mismo tiempo, limitandosu verdadero campo, pero no desaparecen ni desapareceránjamás." <strong>El</strong> cristianismo debe presentarse comoun ideal, "no como una doctrina y menos como una organizaciónencargada de imponerla." "La Iglesia del mañana,la Iglesia del porvenir, tendrá seguramente una basemás sentimental que intelectual, más afectiva que disciplinaria."Las agrupaciones religiosas del futuro, según él,"serán escuelas de perfección espiritual y fuentes de dinamismomoral; y eso basta". ^ Al hablamos así, NavarroMonzó está pensando en la propagación de pequeñosgrupos religiosos a semejanza de la Sociedad de los Amigos,grupos no fomentados desde el exterior, sino quedesde el principio serán autónomos y se propagarán poriniciativa propia.Pero estando las cosas como están, ¿cómo podrá emprenderseese movimiento? "<strong>El</strong> hombre que ha de salvar laAmérica Latina ^dice nuestro autor^— tiene que ser unsanto y no un sabio." En un pasaje de gran belleza ysignificación cuáles considera él como su propia misióny sus limitaciones. "Si no podía tener éxito en la altaambición de tocar su alma (de la juventud), esperaba porlo menos interesar su inteligencia v remover así, si mefuera posible, montañas de preconceptos que, hov porhov, la hacen hostil a toda religión. . . La tarea de removerlos obstáculos morales y llevar las almas por el arrepentimiento,hasta el eterno manantial de donde perennementemana la Vida, está seguramente destinada a otravoz más fuerte v más pura que la mía. . . Pero mi misión,mi pobre misión personal, tiene carácter precario: Vozdel que clama en el desierto, prepara los caminos delSeñór".^Que no es pequeña misión. En campamentos estudiantilesV aulas universitarias, en teatros, clubes v edificios dela Asociación Cristiana de Jóvenes, este profeta sudame-113, 114.'<strong>El</strong> Problema Religioso en la Cultura Latinoamericana, Págs. 109,* Id,, págs. 117, 119, 120.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 229ricano ha despertado en sus auditorios la conciencia dela realidad del problema v de la vida religiosos. Ha concentradolealmente la atención en la significación de lapersonalidad histórica y enseñanzas de Jesu<strong>cristo</strong>, ha insistidoen que en la Persona de Cristo el Verbo se hizocarne. Y si alguien lamentase que en sus libros y conferenciassu tendencia es a poner a los hombres frente afrente de la rehgión más bien que a ponerlos delante deDios, frente a la visión de los valores morales absolutosmás bien que ante la figura concreta del Cristo que llamaa los hombres a entregarse personalmente a <strong>El</strong>, recuerdeel tal cómo considera Navarro Monzó su propio papel especial,y dé gracias a Dios por la lealtad v sinceridad conque lo ha desempeñado.


Capitulo XIEL ADVENIMIENTO DEL PROTESTANTISMOHemos reservado para el final una discusión del cristianismoevangélico en la América Latina. Y la razón debieraser obvia. Para tratar en forma adecuada de estemovimiento, el más extendido y agresivo de los movimientosno católicos del continente, así como el más calurosamentedebatido dentro y fuera de dichos países, senecesita la clase de perspectiva que hemos tratado de trazaren los capítulos que anteceden. Nuestra excursión porlos ámbitos de la psicología de la raza, la historia y lafilosofía del catohcismo español, v de las nuevas tendenciasen la vida y pensamiento religiosos, ha aparejado elcamino para formular una estimación del cristianismo reformadoen los países sudamericanos.a) PrecursoresHubo un tiempo en que pareció como si la lucha entrela Reforma v la Contrarreforma hubiera de llevarse acabo simultáneamente en el Viejo v el Nuevo Mundos.Como a mediados del siglo dieciséis algunos protestantesfranceses prominentes concibieron la idea de organizaruna colonia hugonota en el Brasil. <strong>El</strong> proyecto obtuvo elapoyo de Tuan Calvino y del almirante Cohgnv. Se organizarondos expediciones distintas, una en 1555 y la otraen 1558. Se hizo la tentativa de arrebatar el Brasil a losportugueses v establecer ahí la fe protestante calvinista.Catorce estudiantes de teología, seleccionados especialmentepor Calvino y el clero protestante de Ginebra,acompañaron a la segunda expedición. Por desgracia parael buen éxito del proyecto, aquellos colonos franceses, adiferencia de sus correligionarios ingleses que desembarcaron,en el siglo siguiente, en lo que después fué Nueva


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 231Inglaterra, se toparon, no con aborígenes, sino con europeos.Para mayor infortunio, Villegagnon, el almirante acuvo cargo estaba la expedición, resultó traidor a la causaque dirigía volviéndose católico, lo cual le ganó el sobrenombrede el "Caín de América". En 1567 los expedicionariosfranceses fueron expulsados de la "Francia Antártica".Aun cuando no estaban ausentes de esta empresalos motivos religiosos, toda ella tiene un cierto sabor deintención de hacer con el Papa lo que los bucaneros inglesesgustaban de hacer con el Rey de España: chamuscarlela barba. <strong>El</strong> verdadero movimiento misioneroprotestante no había nacido todavía.A principios del siglo diecisiete los holandeses se posesionaronde Bahía, en el norte de Brasil, y la expedicióniba acompañada de un grupo de misioneros. Penetrandoen dirección al sur, los expedicionarios fueron ocupandopaso a Daso una extensa región del país. Algunos de losmisioneros aprendieron el guaraní, lengua aborigen principalde aquella zona, e instruyeron a los indios en elEvangelio y en las artes de la industria v la agricultura.Pero en 1664 se obligó a los nuevos colonizadores a abandonarel país después de veinte años de ocupación parcial.Casi dos siglos pasaron antes de que el cristianismoprotestante volviera a presentarse en Sudamérica. Estaaparición coincide más o menos con la iniciación del períodorevolucionario. A la Sociedad Bíbhca Británica yExtranjera pertenece el honor de haber introducido Sudaméricaa la fuente perenne del oensamiento v la experienciacristianos. Los nuevos cristianos aparecieron nocon espada sino con la Biblia. Entre 1804 y 1807 la SociedadBíblica publicó veinte mil ejemplares del NuevoTestamento en portugués, la mavor parte de los cualesse distribuyeron en poblaciones situadas a lo largo de lacosta del Brasil por conducto de comerciantes y marinerosinteresados en la propagación de las Escrituras. Así empezóel trabajo de difusión de la Biblia, que. según losmejores espíritus de Sudamérica, colma la más grandenecesidad de la vida espiritual del continente.Habiéndose el Nuevo Mundo sacudido el poder de Españay Portugal, se abrieron nuevas posibilidades a lainmigración extranjera, con lo que vinieron a establecerseen la costa del Atlántico muchos colonos extranjeros pro-


232 JUAN A. MACKAYcedentes de países protestantes, los cuales introdujeronun nuevo factor en la vida v tradición religiosa de Sudamérica.Me permitiré una breve referencia a los principalesmovimientos inmigratorios.<strong>El</strong> primer cuerpo protestante que consiguió establecerseen Sudamérica fué el anglicano. Muy a principiosdel siglo pasado, la Iglesia Anglicana organizó en el Brasiluna congregación para miembros de su propia comuniónque vivían en dicho país. Se concluyó un tratadoentre Gran Bretaña y Brasil, en una de cuyas cláusulasse concedía libertad para edificar iglesias, pero estipulandoque las fachadas de éstas no exhibirían ningún signo desu identidad y uso a que estaban destinadas. <strong>El</strong> proyectohabía encontrado' muy considerable oposición en el país,pero el propio obispo de Río de Janeiro estaba en favor deque se concediera permiso a los británicos de llevar acabo sus planes para la construcción de iglesias. La razónque dicho dignatario catóhco daba para su aquiescenciano es, sin embargo, halagadora para la religiosidad británica."Los ingleses —^decía^ realmente no tienen religión,pero son una raza orgullosa y obstinada. Si nosoponemos a sus deseos en tal respecto, no sólo persistirántanto más en ellos, sino que le darán al asunto una importanciainfinita. Pero si, por otra parte, cedemos, construiránsus capillas y nadie irá jamás a ellas". ^ Para serestrictamente justo, debió de haber agregado "¡salvo en lasgrandes ocasiones!" La construcción de la nueva iglesiaempezó en 1819 y fué el primer lugar no católico romanode culto que se construvó en Sudamérica.Cinco años más tarde un grupo de inmigrantes alemanes,la mayor parte luteranos, arribaron al Brasil v obtuvieronpermiso para edificar iglesias. Sus descendientesy sucesores actuales, esparcidos por los grandes estadosdel sur del Brasil, forman una comunidad de un cuarto demillón de cristianos evangélicos. En 1825 doscientos cincuentacolonos escoceses zarparon de Leib rumbo al Ríode la Plata, v no mucho después de llegados erigieron supropia capilla en Buenos Aires. Esta iglesia, que ha celebradoya su tercer centenario, ha contado con una sucesiónde ministros eminentes, y ejercido una influenciasumamente benéfica en la vida de la comunidad de hablainglesa en toda la República Argentina. Muchos de sus


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 233miembros han figurado entre los hombres de mejor espíritucívico que la colonia extranjera de Argentina ha producido.Unos cincuenta años más tarde, poco después de haberseapoderado las tropas italianas de la ciudad de Roma,arribó al Uruguay un grupo de inmigrantes valdenses,acompañados de un notable pastor que demostró ser tangran estadista como pastor de almas. En la actualidad sehalla esparcido por el Uruguav y la Argentina un grannúmero de congregaciones valdenses. <strong>El</strong> pastor a que noshemos referido, R. Armand Ugón. murió ya bien entradoeste siglo, a una edad patriarcal, dejando tras sí una coloniade diez mil almas en las dos repúblicas del Plata, yuna familia de doce hijos e hijas, la mavoría de los cualesse convirtieron en profesionistas v figuran hov entre losmás distinguidos ciudadanos del Uruguay.Con el principio de la fase concretamente misionera dela actividad protestante se asocia el nombre de un escocés,James Thomson, una de las más interesantes y misteriosasfiguras de la vida religiosa de Sudamérica duranteel siglo pasado. Llegó a la Argentina poco después de laRevolución, momento muv en particular favorable a lapropagación de las nuevas ideas religiosas y la introducciónde un nuevo espíritu religioso. La ausencia de losjesuítas, la amplitud de criterio que mostraban muchosmiembros del clero v de los nuevos jefes civiles y militares,el desfavor con que el Vaticano consideraba la obrade los insurgentes, el nuevo deseo de entrar en relacióncon las qrandes corrientes de la vida mundial: todos éstosfueron factores que favorecían la propagación del protestantismo.Thomson trajo al Río de la Plata una doble comisión.Era agente de la Sociedad Bíblica v Extranjera v, además,representante de la famosa Sociedad Educativa Lancasteriana.En sus funciones como lo primero nos recuerda aaquel <strong>otro</strong> notable agente de la Sociedad Bíblica, TorgeBorrow. v como lo segundo, es el primero de un qruponotable de educadores protestantes de Gran Bretaña yEstados Unidos que han dejado una impresión indeleble enla vida cultural del continente. La carrera de esta solitariafigura apostólica, v la impresión que causó en los gobiernosde cuatro repúblicas sudamericanas, constituyen sufi-


234 JUAN A. MACKAYcíente testimonio de las posibilidades latentes en lasituación.Los proyectos educativos de Thomson recibieron calurosoapoyo de las nuevas autoridades argentinas. Según elsistema lancasteriano, los alumnos de mayor edad seconvertían en mentores de los más pequeños y les impartíanlos elementos de la educación. Tal sistema se adaptabade modo especial a un país nuevo, en que había unafalta completa de maestros, v con el apoyo pleno del gobiernov de no pocos miembros del clero, el movimientohizo grandes progresos. Se fundó en Montevideo unaEscuela Normal para la preparación de maestros. En BuenosAires, donde se organizó la primera rama de la sociedad,pronto estaban funcionando cien escuelas con unamatrícula de cinco mil alumnos. <strong>El</strong> libro de texto que seempleaba en la enseñanza de la lectura era la Biblia. Laestimación del gobierno argentino por los servicios queJames Thomson prestó a la causa de la educación se leexpresó de la manera más inusitada. Antes de salir deArgentina para Chile, donde iba atendiendo una apremianteinvitación del nuevo gobierno de este último país,se hizo al educador escocés ciudadano honorario de laArgentina con plenos derechos de ciudadanía. La razónque se dió para este señalado honor es símbolo de la actitudde un pueblo cordial y generoso hacia "los extranjeroscultos que están interesados en el progreso y la prosperidaddel país".En Chile, los esfuerzos de Thomson tuvieron apenasmenos buen éxito, con la única circunstancia de que tuvoque luchar ahí contra la influencia del clero católico romano,mucho menos liberal, según sabemos, que sus cófradesdel <strong>otro</strong> lado de los Andes. Una petición hechapor el gobierno de que Thomson trajera obreros expertosv trabaiadores agrícolas a Chile, fué bloqueada por lajerarquía católica romana, aleaando que los nuevos inmigrantesserían protestantes con toda probabilidad. Sinembargo, el gobierno mostró su aprecio por los servicios deleducador repitiendo el honor que le confiriera la Argentina,es decir, haciéndolo ciudadano honorario de Chile.En Perú, donde Thomson apareció en1822, por invitaciónespecial del Libertador San Martín, se estableció


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 235una escuela lancasteriana en un convento desocupadoespecialmente para el objeto. Pero las condiciones políticasV de otra índole que prevalecían en ese país, hicieron quelos esfuerzos, del maestro misionero peripatético, tuviesenmenos buen éxito ahí que en las otras dos repúblicas.De manera que. después de hacer circular un gran númerode porciones bíblicas, pasó a Colombia por la vía delEcuador.Colombia se considera generalmente como uno de lospaíses más fanáticos y cerrados del grupo sudamericanode naciones. Pero fué ahí donde Thomson tuvo su mejory más señalado éxito como misionero, pues pudo organizaruna Sociedad Bíblica nacional en la capital del país.<strong>El</strong> presidente de la nueva sociedad era nada menos que elpropio Ministro de Negocios Extranjeros: diez de losveinte miembros que componían el comité ejecutivo eranclérigos católicos romanos, v la primera reunión de lasociedad se efectuó en la capilla de la Universidad. Porotra parte, el provecto tenía la aprobación de cinco prominentesfuncionarios del gobierno. No pasó mucho tiempo,sin embargo, antes que cavera sobre la empresa unadensa sombra. La jerarquía católica informó del asunto aRoma. V en el curso del tiempo, vino del Vaticano la respuesta,que no era otra que prohibir a todos los sacerdotesy fieles católicos el pertenecer a la Sociedad Bíblica Colombiana,V ordenando al mismo tiempo su supresión. Noobstante, el movimiento en pro de la diseminación delas Sagradas Escrituras estaba va en marcha, v se habíanpublicado ediciones especiales de la Biblia v del NuevoTestamento. Uno de los ejemplares más interesantes queexisten de este último en español está fechado en 1837 ylleva el nombre de una casa editora de Bogotá. Si nohubiera sido por la inter\-ención del Vaticano en aquellaocasión, los católicos de Colombia podrían haber despachadoejemplares de las Escrituras a todos los países delcontinente, cumpliendo así casi un siglo antes el sueño demuchos católicos liberales de nuestros días: poner la Bibliaen las manos del pueblo. De Colombia. Thomson pasóa Guatemala y México.


236 JUAN A. MACKAYb) Bases del Movimiento Misionero Moderno<strong>El</strong> cristianismo evangélico data, como movimiento misioneropermanente y creador entre los sudamericanos, delos años cuarenta del siglo pasado. Los nombres de susfundadores simbolizan tres tipos religiosos diferentes quehan ejercido una influencia permanente en la vida espiritualde Sudamérica.<strong>El</strong> primero de esos exploradores es un oficial de laMarina Británica, el capitán Alien Gárdiner. <strong>El</strong> preludioa la era moderna de la obra misionera evangélica en elcontinente del sur, lo forma una de las historias másheroicas y trágicas de las misiones cristianas. Después devarios intentos frustrados de establecer obra misioneraen diferentes paises de Sudamérica, el intrépido capitáncristiano zarpó en septiembre de 1850 con seis compañerosrumbo a la isla solitaria de Tierra del Fuego. <strong>El</strong> grupollevaba provisiones para seis meses, al cabo de los cualesiría a visitarlos un navio. Por un lamentable error éstearribó hasta septiembre de 1851. La partida de salvamentohizo su aparición veinte días demasiado tarde, y sólo encontrólos huesos calcinados de los misioneros. Cuandola historia del suceso llegó a la Gran Bretaña, la concienciade los cristianos experimentó un gran sacudimiento. Seorganizó otra expedición en 1854, y uno de los primerosvoluntarios que se alistó en ella fué un hijo del finado jefede la anterior. Los miembros de esta segunda fueron asesinadosen masa en 1895. A pesar de todo, no se renuncióa la tentativa de evangelizar a los fueguinos, que segúnDarwin, representan el tipo humano más bajo en existencia.Un joven ministro anglicano, que tomó en sus manosla antorcha de los muertos, logró conquirtarse la confianzade los nativos, y en el curso de unos cuantos años se habíaefectuado tal transformación, que Darwin, al hacer susegunda visita a la isla, quiso tener el privilegio de ingresarcomo suscriptor de la Sociedad Misionera Sudamericanaque había introducido la luz y la vida entre los moradoresde la solitaria isla del sur. Ningún gran movimiento misioneropudo haber tenido un comienzo más espiritual einspirador. Gárdiner es el prototipo luminoso de un grannúmero de hombres y mujeres que desde los días en que


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 237él vivió han entregado sin reservas su vida a la redencióny elevación de los pueblos aborígenes del continente.<strong>El</strong> segundo nombre simbólico es el de un norteamericano,David Trúmbull, que llegó a Chile en 1845 en representaciónde la Sociedad de Amigos del Marinero y dela Unión Cristiana Norteamericana y Extranjera. Aunquela labor de Trúmbull tenío por objeto principal a los marinerosextranjeros y a los miembros de la comunidad dehabla inglesa residente en Chile, tenía interés por la evangelizaciónen general, y su influencia llegó a ser decisivaen varios movimientos en pro de la colectividad. A él sedebió en gran parte la ley de tolerancia religiosa y el establecimientode cementerios civiles. A fin de identificarsemás completamente con su país de adopción. Trúmbull renuncióa su ciudadanía norteamericana y se hizo chileno.Cuando murió, en 1889, toda la nación lloró a uno de sushijos más grandes. A David Trúmbull se recordará siemprecomo el precursor de una larga sucesión de misionerosprotestantes, que por causa de Cristo y el amor de loshombres se han identificado íntimamente con las variasnaciones sudamericanas a las cuales han ido en tal formaque se han despojado enteramente de todo carácter extranjerov se han convertido en parte v porción de su paísadoptado.La tercera figura a que queremos referirnos es la deldoctor Robert Kalley, médico escocés que en 1855 arribóal Brasil procedente de la isla de Madeira, de donde lohabía obligado a huir la persecución religiosa. Poco despuésde su llegada había logrado fundar una congregaciónen Río de Janeiro. Aunque él era presbiteriano, organizóa sus conversos según el sistema congregacional. <strong>El</strong> nuevogrupo fué independiente y se sostuvo con sus propiosfondos desde un principio. Hov se conoce con el nombrede Iglesia Fluminense. Kalley es el precursor del misioneroevangclizador de los grupos nacionales, y la obra que estableciórepresenta la piedra fundamental de la IglesiaEvangélica sudamericana, cuvos muros, formados por piedrasvivas, se elevan hoy en diferentes partes del continente.<strong>El</strong> período que va de 1855 a la fecha, ha presenciadola entrada, en rápida sucesión, de misioneros evangélicosy sociedades misioneras en los varios países sudamerica-


238 JUAN A. MACKAYnos. Algunos datos representativos sobre el curso que haseguido este movimiento nos ayudarán a comprender sucarácter y significación. Comencemos con el Brasil, paísen que sus raíces han penetrado más profundamente ydonde sus frutos son más patentes. La primera sociedadmisionera que logró establecerse de modo permanente enel país fué la de la Iglesia Presbiteriana Norteamericana,que abrió sus trabajos en aquel país en 1859. A los presbiterianossiguieron misioneros de las comuniones metodistadel sur, bautista del sur, y protestante episcopal.1867 es una fecha importante en la historia religiosade la Argentina, porque fué ese año cuando se predicóen el país el sermón evangélico en español, pieza históricapronunciada por el doctor John Francis Thomson, jovende padres escoceses, que había venido a la República Argentinaa la edad de diez años. Este veterano vive todavía,al tiempo de escribirse este libro, en Buenos Aires, aunqueya ciego y cargado de años. Fué también él quien llevóprimeramente la fe evangélica al <strong>otro</strong> lado del Río de laPlata, al Uruguay. Desafortunadamente, la predicación deThomson era de una índole extremosamente polémica yanticatóhca, de modo que, si bien en un principio despertógran entusiasmo y atrajo a muchos ciudadanos prominentesdel país, acabó por producir una reacción decididamenteantirreligiosa entre esas mismas personas.<strong>El</strong> hecho de que un misionero norteamericano, el doctorGoodfellow, fué invitado por el famoso Presidente argentino,Sarmiento, a contratar maestros normalistas en losEstados Unidos para establecer escuelas normales en elpaís, es buena ilustración de la simpatía con que se veíala presencia de obreros protestantes en la Argentina. Enunos cuantots años habían llegado sesenta y tres maestrosy en 1871 se fundó la primera escuela normal de la Argentinaen la ciudad de Paraná. Este es el más antiguoejemplo — vendrían después <strong>otro</strong>s muchos^— de comisionesdadas a misioneros urotestantes en Sudamérica, por gobiernoso instituciones nacionales, para contribuir directamenteal bienestar de la comunidad.<strong>El</strong> establecimiento del trabajo misionero en la costaoccidental fué más difícil debido al mayor fanatismo existenteen esos países. Sin embargo, antes de terminar elsiglo habían entrado misioneros evangélicos en Chile, Bo-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 239livia, Perú y Ecuador. La historia de la iniciación de laobra evangélica en el Perú está llena de incidentes novelescos.Uno de los iniciadores, el colportor argentino Penzotti,estuvo nueve meses en una mazmorra del puerto deCallao por el crimen de vender Biblias, y lo pusieron enlibertad solamente cuando su detención se había convertidoen un escándalo internacional. Unos cuantos años después,dos misioneros ingleses, uno de ellos enfermo de viruela,tuvieron que escapar de la vieja ciudad de Cuzco y emprenderuna travesía de varias semanas por las montañashasta llegar a Lima. <strong>El</strong> primer emisario protestante quepenetró en Bolivia era también un colportor de Argentina.Lo asesinaron en 1880.Han pasado ochenta años desde que el cristianismoevangélico empezó a echar raíces en el continente del sur.Hoy se halla representado, en una u otra forma, en lasdiez repúblicas sudamericanas, v en algunas de ellas, particularmenteen el Brasil, se ha convertido en una de lasprincipales fuerzas religiosas de la vida nacional. Echemosuna mirada a algunos de los jalones plantados por el movimiento,o sea, a sus aspectos sobresalientes.c) Aspectos SobresalientesEn Sudamérica hallamos representados todos los tiposde actividad que por lo general aparecen en el movimientomisionero moderno. Las grandes Sociedades Bíblicas, laBritánica y Extranjera, y la Norteamericana, se han esforzadopor hacer llegar las Escrituras a todas las clasessociales por toda la extensión del continente. Esas notablesorganizaciones han adoptado firmemente la posición cristianaecuménica de abstenerse de publicar y distribuir otraliteratura que no sea el solo texto de la Biblia. La obradel colportor ha abierto el camino al evangelista. <strong>El</strong> predicadorprotestante, en un principio extranjero, pero muypronto un hijo del propio suelo, se abrió paso a las ciudades,aldeas y pequeños v dispersos poblados de lapampa, la sierra y la inmensa selva. Llevaba en sus manosla Palabra, pero su propia persona era una palabra viva,encarnada. Celebraba sus servicios de predicación, perotambién procuraba expresar su cristianismo en una formatangible y de valor para la comunidad. Le siguieron <strong>otro</strong>s


240 JUAN A. MACKAYque dieron más permanente expresión al espíritu de Cristoen una forma institucional. Aparecieron granjas, hospitales,y escuelas misioneros.Al establecerse, las granjas misioneras introdujeronmuchas mejoras en la agricultura; difundieron conocimientosútiles entre los peones y demás clases campesinas,atendiendo al mismo tiempo sus necesidades espirituales.Los agricultores evangélicos sucedieren a los viejos encomenderos.Uno de ellos, el presbiteriano norteamericano,Benjamín Hunnicutt, es uno de los extranjeros más queridosy estimados del Brasil.Aunque las misiones médicas no han tenido en Sudaméricael mismo desarrolle que en Africa y el oriente,debido en gran parte a los excelentes servicios médicos deque se disfruta en las grandes ciudades y a las restriccionesque imponen los gobiernos sudamericanos al ejercicioprofesional de los médicos extranjeros, es sumamente valiosoe importante el trabajo realizado por los médicoscristianos en muchas partes necesitadas del país. En Paraguay,un abnegado médico misionero escocés se ha convertidofigura nacional v muy querida debido a su devocióna las necesidades humanas. En un remoto puesto avanzadode la civilización, en la montaña peruana o región de losbosques, <strong>otro</strong> médico misionero escocés ha recibido delgobierno el nombramiento de delegado de salubridad. Nose habían podido obtener para ello los servicios de ningúndoctor peruano que estuviera dispuesto a sepultarse vivoen aquella remota comunidad que se encuentra a diecinuevedías de camino, a lomo de cabalgadura, de la costa.En la capital del Perú, un doctor cristiano de los EstadosUnidos, que trabaja con los auspicios de la MisiónMetodista Episcopal, se ha conquistado una reputaciónnacional por su pericia y su dedicación, a semejanza deCristo, a la causa de la salud humana.Enterradas en la sección peruana de las selvas vírgenesdel Amazonas se hallan tres damas inglesas, dos de ellasenfermeras y la otra maestra, cuya obra perdurará comouno de les ejemplos más heroicos y puros de la devociónmisionera cristiana en los tiempos modernos. La cabezade esa pequeña banda, una dama inglesa, Miss AnnieSoper, después de haber prestado valiosos servicios en lacapital peruana organizando una escuela de enfermeras


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 241adjunta a los hospitales de la ciudad, fundó en compañíade una amiga una obra independiente en el interior delPerú. La influencia de estas nobles mujeres ha irradiadocristianismo por toda una vasta región, y lo único quefalta es un biógrafo que añada a los anales de las misionescristianas uno de sus más nobles retratos. Personalidadescomo la de Annie Soper, en quienes se refleja el carácterde Cristo, da un mentís al alegato lanzado algunas vecespor escritores hispanoamericanos de que el protestantismo,si bien ha producido sociedades bien ordenadas, no hasido capaz de dar al mundo héroes misioneros.Uno de los aspectos más característicos e influyentesde la obra protestante en Sudamérica ha sido el educativo.En todo el continente han surgido y desarrolládose ungran número de escuelas v colegios de primera clase. Algunasde estas instituciones han ejercido y siguen ejerciendouna profunda influencia en la vida cultural de losvarios países en que se hallan establecidas. Además de lacontribución que han hecho a la formación del caráctercristiano de sus graduados, han establecido normas de eficienciaeducativa e idealismo ético. Difícil resulta sobreestimarla influencia que dichas instituciones mantienenal presente en la vida espiritual de estas jóvenes naciones.No es poco significativo el hecho de que el nuevo Presidenteliberal de Colombia sea un ex alumno de una escuelaevangélica de su país. Haya de la Torre era, cuando loexpulsaron del Perú, un miembro entusiasta y valioso delcuerpo de maestros del Colegio Anglcperuano de Lima,institución que fundó en 1916 la Misión de la Iglesia Librede Escocia. La tradición de esta escuela ha sido identificarselo más íntimamente que se pueda con la vida y elpensamiento nacionales. Al momento de escribir estas líneas,tanto el Secretario de la Universidad como el Secretariode la Facultad de Letras son miembros de suprofesorado, y, al igual que <strong>otro</strong>s, siguen prestando susservicios a la institución, no por los modestos emolumentosque reciben, sino porque cree en lo que la escuela representay están deseosos de hacer una aportación a su paíspor medio de ella. Una reciente declaración del Directorinterino del Colegio, Mr. W. S. Rycroft, ilustra cuál es la


242 JUAN A. MACKAYactitud de la comunidad hacia esta institución, lo cual noes sino un ejemplo típico de lo que pasa igualmente en elcaso de <strong>otro</strong>s establecimientos semejantes en <strong>otro</strong>s paísessudamericanos. "Hace poco '—escribe el señor Rycroft^uno de nuestros maestros, escritor bien conocido, fué nombradoSecretario del Rector de la Universidad. Al principiopensé que con ese motivo renunciaría a su puestoen nuestra escuela, y expresé mis temores a <strong>otro</strong> maestro,el cual me respondió inmediatamente: Oh no, no renunciará,porque el pertenecer al profesorado del ColegioAngloperuano le otorga a uno bastante prestigio moral enla comunidad.' Y en efecto, el maestro en cuestión dejósus clases en otras escuelas, pero todavía enseña en lanuestra."<strong>El</strong> ejemplo más notable de obra educativa en Sudaméricaes fruto de más de treinta años de cristiano servicioy de la inteligente visión educativa del R. WilliamC. Morris, ministro anglicano de Buenos Aires. Hace treintaaños que Mr. Morris fundó una escuela para niñospobres en la capital argentina. Aquel trabajo creció y lasescuelas de ese tipo se multiplicaron. En 1930 estabaneducándose seis mil doscientos niños en las Escuelas FilantrópicasArgentinas, y en el nuevo orfanato llamado"<strong>El</strong> Alba" se hallaban asilados trescientos treinta huérfanosde unú y <strong>otro</strong> sexo. En el curso de esos años hanpasado ciento cuarenta mil niños argentinos por las "EscuelasMorris" como se llama familiarmente a esos establecimientos.La obra se ha sostenido con aportacionesprivadas de ciudadanos argentinos v por extranjeros deespíritu cívico residentes en la república. En años recientesestas escuelas han recibido también un considerable subsidiodel gobierno nacional. Su lema es: "Todo por miDios, mi país y mi deber". Los muros de los salones declase y de los patios de la escuela están cubiertos de loslemas más sugestivos. En un folleto que contiene el informecorrespondiente a 1930 se leen dos lemas de Mr.Morris que han sido la inspiración y el secreto de la obraa que ha consagrado su vida. Uno es: "Educa más quienama más", y el <strong>otro</strong>: "Los tesoros más valiosos de un paísson sus niños."


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 243No es demasiado decir que William Morris es el hombremás querido en Argentina. Durante treinta años no hatenido ningunas vacaciones. Es tan práctico e individualen su lealtad al espíritu de su Maestro que acostumbraprobar con sus propias manos los zapatos nuevos en lospiececítos de los rapazuelos a quienes ha prohijado. Unode los más prominentes educadores contemporáneos de laArgentina, el doctor Antonio Sagarna, es un ex profesorde las Escuelas Morris. Cuando era joven, e inspirándoseen la vida y obra de Morris, Saqarna cedió voluntariamentesus servicios como maestro. Más tarde llegó a serMinistro Nacional de Educación. Cuando William Morrismuera, las escuelas pasarán a propiedad de la nación, y élquedará en la historia como uno de los ciudadanos máscristianos v creadores de la gran república.Los años recientes se han señalado por la aparición deun nuevo espíritu de cooperación entre las muchas misionesprotestantes que laboran en Sudamérica. En 1916 seefectuó un histórico Congreso en el istmo de Panamá, alcual asistieron representantes de las Iglesias Evangélicasnacionales y de las Juntas de Misiones que trabajan enla América Latina. Por primera vez se pasó revista completaa las condiciones del mundo latinoamericano y seacordó un plan de acción por medio del cual pudiera compartirsecon dichos países la herencia evangélica en suespíritu y frutos. <strong>El</strong> principal resultado de dicho Congresofué la formación de un comité llamado "Comité deCooperación en la América Latina" con oficinas centralesen Nueva York. Este comité ha ejercido una influenciasuprema y creadora estimulando y coordinando los variosaspectos de la actividad misionera en el continente delpublica una revistasur. Con sus auspicios se fundó ymensual. La Nueva Democracia, dirigida por un distin-doctor Juan Ortsguido intelectual y ex monje español, elGonzález. Esta revista ha tenido considerable influenciaen muchos países latinoamericanos por su presentación detemas de interés presente y continental tratados desdeun punto de vista cristiano. <strong>El</strong> secretario del Comité, eldoctor Samuel Guy Inman es probablemente el hombreque más ha hecho hoy día por crear un mejor entendí-


244 JUAN A. MACKAYmiento y un aprecio mutuo entre los Estados Unidos y elgrupo latinoamericano de naciones.^Nueve años después el Congreso de Panamá se reunióuna convención de la misma índole en la ciudad de Montevideopara tratar especialmente del área sudamericana.Esta conferencia constituyó un testimonio de la potenciae influencia crecientes del cristianismo protestante en elcontinente. Las lenguas oficiales de esta asamblea fueronel español y el portugués, y el papel que desempeñaron losnacionales de esos países fué mucho mayor que en Panamá.Asistieron como huéspedes cierto número de hombres vmujeres distinguidos de varios países sudamericanos, aunqueno pertenecientes a la comunión evangélica, y prestarona la conferencia el beneficio de sus ideas sobre lasituación general rehgiosa y cultural del continente, ofrecieronsu crítica franca del movimiento protestante, y almismo tiempo expresaron su interés en lo que éste estabahaciendo. Las estadísticas mostraron que en el curso denueve años la comunidad total evangélica había más queduplicado el número de sus miembros. Todos se vinierona dar cuenta de que el protestantismo se había convertidoya en una fuerza continental autóctona.Tres años después, en su reunión de Jerusalén, el ConcilioInternacional Misionero admitió a la América Latinadentro de los ámbitos de su interés, y en esta forma quedórectificada una decisión de la Conferencia Misionera deEdimburgo, en 1910, según la cual quedaban dichos paísesexcluidos de la esfera de la actividad evangélica misionera.En la asamblea de Jerusalén se dió reconocimientoa dos cosas que jamás lo habían obtenido antes. Primera,que la situación religiosa de la América Latina era tal quedemandaba la presencia del cristianismo evangélico eninterés del buen nombre y progreso de la fe cristiana; segunda,que el cristianismo evangéhco había llegado a naturalizarseen toda la América Latina. En vista del segundode estos hechos se estuvo de acuerdo en que en lo sucesivolas iglesias nacionales de la América Latina estuvieran^Al aparecer esta edición castellana, el director de La Nueva Democraciaes el doctor Alberto Remboa. <strong>El</strong> doctor W. Stanley Rycroft,a quien se menciona en el texto, sucedió al Dr. Inman como secretario,y ha pasado luego a ser el presidente del Comité. (N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 245representadas en el Concilio por tres miembros plenosde él.2d) Algunos Movimientos NacionalesPara ilustrar lo que se acaba de decir respecto a lanacionalización del cristianismo evangélico en Sudamérica,permitasenos referirnos a algunos movimientos nacionalesque nos ayudarán a parar mientes en la índole potentey significativa de esta nueva cruzada religiosa. Piensauno desde luego en un notable movimiento religiosoque empezó en Chile en 1910 mediante la predicación deun ex-miembro de la Misión Metodista Chilena y que seconoce generalmente con el nombre de Movimiento Pentecostal.En un principio, sus reuniones se caracterizabanpor fenómenos extravagantes. En los nuevos convertidosse desarrolló, con todo, una pasión religiosa incandescente,y el movimiento se extendió por ciudades v aldeas consorprendente rapidez. Al tiempo de escribir estas líneassus adherentes suman entre diez v quince mil, o sea másdel doble de los de las Iglesias metodista y presbiterianadel país. Quienes han estudiado de cerca este movimientodicen que ha producido en sus miembros el más elevadotipo de moralidad. Habiendo comenzado entre los parias dela sociedad, ha ido alcanzando a personas situadas cadavez más alto en la escala social. Los fenómenos extravagantestienden a desaparecer de sus reuniones, v susmiembros, sin perder por ello nada de su celo incandescentepor salvar otras vidas, se han hecho más normales ensu experiencia emotiva y más dispuestos a cooperar conlos colegas cristianos de <strong>otro</strong>s grupos en aquello que esde interés para la causa común.Este movimiento es un testimonio del hecho de queningún mero dogmatismo o moralismo puede abrirse pasoentre las masas sudamericanas. <strong>El</strong> futuro estriba en laproducción de una pasión religiosa que tenga como centrouna reinterpretación, al alcance del pueblo, de la significaciónde la Cruz y del Crucificado. Con mucha frecuen-' En la siguiente asamblea plena del Concilio, efectuada en Támbaram,'Madrás, India, en 1938, hubo 24 delegados de la América Latina.(N. del T.)


246 JUAN A. MACKAYcia el misionero anglosajón, reaccionando contra el dogmatismoy el carácter tétrico del catolicismo español, no leha hecho justicia al significado del Gólqota. Por tal razónno ha podido satisfacer aquellas necesidades y aspiracionesreligiosas que han producido en la historia religiosade la raza ibérica tanto al Cristo de Tánger como al Cristode Velázquez. <strong>El</strong> centro de la rehgión española ha sidola sangre; desde tiempos inmemoriales el espíritu ibéricoha estado preocupado con el problema de la sangre. <strong>El</strong>lema de este nuevo movimiento- de Chile, "La Sangre delCordero", podía leerse hace años trazado sobre cantiles'rocosos a lo largo de las carreteras y vías férreas del país.Un segundo movimiento de significación ha tenidolugar en las filas del cristianismo evangélico' en Sudamérica.Descuellan entre los movimientos evangélicos juvenilesdel continente las dos Federaciones, la uruguaya y laargentina. Ha llegado ya el tiempo en que la juventudevangélica de esos dos países presta reconocimiento alvalor de su herencia religiosa y acepta su responsabilidadpersonal de introducirla en la corriente de la vida de susrespectivas naciones. Un grupo notable de jóvenes de unoy <strong>otro</strong> sexo forma entre los miembros de esas Federaciones.Muchos de ellos ocupan puestos profesionales importantes.Las Federaciones sostienen tres grandes ideales: Estándecididas a trabajar por un frente unido evangélicoque eliminará, con el correr del tiempo, las diferenciasdenominacionales de la familia protestante; se esfuerzanpor expresar los principios del cristianismo en forma detal modo práctica que sea una demostración del valor so-«cial de la religión; conceden suprema prominencia al evangejüsmo,y en diferentes formas provectan la Palabra deCristo sobre los problemas de la vida y el pensamiento.Nadie puede estudiar de cerca este movimiento juvenilsin convencerse de que éste tiene delante un gran futuroespiritual.^^Por iniciativa y en gran parte debido a la tesonera labor de esasFederaciones se ha llegado a constituir la Unión Latinoamericana deJuventudes Evangélicas que cuenta ya, al hacer la presente traduccióncon varias federaciones nacionales como afiliadas, y ha celebrado dosCongresos continentales, uno en Lima, en 1942, y <strong>otro</strong> en la Habana,en 1946. (N. del T.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 247Sin embargo, es en Brasil donde el cristianismo evangélicoha alcanzado su mayor desarrollo y hecho la másimportante contribución a la vida nacional. En un capítuloanterior hemos hecho la observación de que la Repúblicadel Brasil posee probablemente el mayor poder de absorcióndel mundo. Ningún <strong>otro</strong> país ha sido tan hospitalariocomo éste a las ideas de fuera. Es ahí donde el espiritismoy el positivismo han obtenido sus mayores triunfos, y ahítambién donde la fe evangélica ha hallado- su más propicioterreno. Difícil es de explicar cuál sea la razón de ello.Debe tomarse en cuenta, sin embargo, al menos una cosa:Brasil ha crecido con más rapidez que cualquier otra repúblicasudamericana. Los elementos étnicos que componensu población son más numerosos v variados que en cualquierarepública hermana. Las tradiciones y el fanatismorehgioso han tenido menos fuerza ahí. La población delBrasil llega en estos momentos a casi cuarenta millones,y en unos cuantos años llegará a ser el país latino másextenso y poblado del mundo.La hospitahdad natural con que el Brasil acoge lasnuevas ideas y a los recién llegados ha sido aprovechadapor el movimiento misionero protestante, el cual ha tenido,además, la gran fortuna de estar representado durante todasu historia en esa república por hombres y mujeres de granespíritu y visión. Desde un principio los misioneros trabajaronpor la nacionalización de la causa que representaban.A medida que los años pasaban empezaron a aparecerdirectores eminentes en las iglesias evangélicas nacionales.En ningún <strong>otro</strong> país de Sudamérica v en pocospaíses del mundo es tan perfecto y efectivo como en elBrasil el movimiento de cooperación, lo cual se debe engran parte a los esfuerzos de un notable estadista cristiano,el doctor Erasmo Braga, evangélico brasileño de latercera generación. Se calcula que la comunidad protestantedel Brasil asciende en la actualidad a casi un millónde almas. Los evangélicos brasileños han organizado recientementeuna sociedad misionera que trabajará en lamadre patria, Portugal, y otra que se dedicará a la evangelizaciónde los indios del interior. La Federación deEscuelas Evangélicas, surgida hace unos cuantos años,es la federación más grande de escuelas privadas queexiste en el país. Ya no dominan los misioneros extranje-


248 JUAN A. MACKAYros la vida religiosa, sinc' que trabajan como simples sociosde sus compañeros nacionales, y en esa forma aportansu propia contribución al progreso del movimiento engeneral. Hace algunos años, con motivo de la muerte deun prestigiado pastor evangélico en la ciudad de Río deJaneiro, la municipalidad dió su nombre, a fin de perpetuarsu honrosa memoria, a uno de los parques de laciudad.^ Como símbolo del espíritu y futuro del cristianismoevangélico con esa gran república se levanta unahermosa ciudad jardín construida en las montañas, y proyectadacomo lugar de reposo para los obreros cristianos,y centro de conferencias v retiros de las iglesias evangélicasnacionales. <strong>El</strong> alma de este equivalente brasileño delos famosos retiros de Keswick, en Inglaterra, y Northfield,en los Estados Unidos, se expresa en su nombre:Uamuatama, que quiere decir "lugar de los aliados."En junio de 1932 tuvo lugar un evento histórico en lavida religiosa de Sudamérica. La Convención Mundial deEscuelas Dominicales se reunió en Río de Janeiro, siendoesa la primera vez en la historia del continente que se celebrauna reunión mundial en suelo sudamericano. No carecede significación el hecho de que la primera asambleaecuménica llegada a playas sudamericanas, playas de uncontinente destinado por su espíritu y posición a convertirseen el más ecuménico del mundo, se haya reunido conlos auspicios del cristianismo evangélico, y con el propósitode fomentar la educación cristiana de la niñez y lajuventud.e )Una Expresión Ecuménica del Espíritu Protestante.En las secciones anteriores de este capítulo hemos dedicadonuestra atención casi exclusivamente a la historiay desarrollo del protestantismo como un movimiento deiglesias. Necesitamos hacer hincapié, sin embargo, en queel espíritu protestante en Sudamérica ha tenido una expresiónlaica así como tiene una eclesiástica. Aquella hatomado la forma de dos asociaciones cristiana de la juventudconocidas con los nombres respectivas de Asocia-* Una de las nuevas avenidas de Río de Janeiro lleva el nombre deldoctor Erasmo Braga, ya firmado. (N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 249ción Cristiana de Jóvenes y Asociación Cristiana Femé,nina, organizaciones que en Sudamérica han asumido uncarácter decididamente ecuménico, pues aunque expresanel espíritu protestante esencial en su sentido religioso, hanprocurado trascender firmemente tanto el eclesiasticismoprotestante como el católico. Haciendo que la base paraser miembros activos consista en una simple declaraciónde fe personal en Cristo, han podido hacer que no tengandificultad para figurar en sus cuerpos directivos los miembrosde iglesias protestantes, los católicos liberales y loscristianos sinceros que no han hallado un hogar espiritualen ninguna de ambas comuniones.La primera Asociación Cristiana de Jóvenes de Sudaméricase fundó en Brasil en 1900, por obra de un secretarionorteamericano. Desde entonces, el desarrollo delmovimiento, Dor lo que toca a la expansión institucional,ha sido relativamente pequeño. Al momento de escribirestas líneas está representado por once asociaciones localesen cinco de los países sudamericanos. Por otra parte,algunas de ellas se han desarrollado mucho y llegado aser instituciones muy grandes e influyentes, caso en particularde la Asociación de Buenos Aires. A mayor abundamiento,la influencia ejercida por este movimiento entodo el continente ha estado fuera de toda proporción consu crecimiento institucional.En los primeros años de su historia, la AsociaciónCristiana de Jóvenes se especializó en la educación físicay la actividad social, pues encontró que el desarrollo deesas formas de trabajo ofrecía el mejor punto de contactocon la comunidad. Aunque no se descuidaba la formaciónde grupos para el estudio de la Biblia v de los problemasvivos de la juventud, se dedicó la principal atención aintroducir un nuevo espíritu v propósito en los deportes yformas sanas de recreación, y a proveer un ambienteatractivo y puro en que los jóvenes pudieran emplear sutiempo libre. Las dos Asociaciones han sido las primerasen introducir y popularizar en Sudamérica nuevos juegosy formas de recreación que ahora se han generalizado.Todo aquel que conozca íntimamente los problemas de lajuventud en esos países y las tentaciones que asaltan eltiempo libre, puede apreciar el gran valor espiritual de la


250 JUAN A. MACKAYobra hecha por las Asociaciones Cristianas de Jóvenes yFemenina mediante su actividad física y social.Sin embargo, en años recientes se han desarrolladonuevos e importantes aspectos en el trabajo especialmentede la Asociación Cristiana de Jóvenes, principalmente elhincapié en obras de beneficencia, v el igualmente vigorosoen la responsabilidad de la Asociación para con las grandesmasas del continente que no forman parte de las iglesias.Con respecto a lo primero, se ha hecho trabajo muyimportante en favor de los muchachos abandonados v delincuentes.No puede uno dejar de pensar, particularmenteen los nobles y desinteresados esfuerzos que desarrollanen los barrios bajos de Buenos Aires los secretariosargentinos, que han consagrado su vida al rescatey servicio, a la manera de Cristo, de los granujillas de laciudad. <strong>El</strong> más notable caso de esa clave de servicio es elde un joven argentino, educado en uno de los colegios dela Asociación en los Estados Unidos, que de tal maneracausó impresión en el Gobierno por haber creado y desarrolladoun hogar para muchachos delincuentes en BuenosAires, que se le nombró como director del reformatoriomás grande de la república. En el curso de uno o dosaños, la organización v espíritu de dicha institución sehabían transformado por completo, y no pasó muchotiempo antes de convertirse en una de las glorias legítimasdel país. Un educador norteamericano que hizo una visitaal establecimiento dijo que si bien en los Estados Unidospodían hallarse algunas instituciones igualmente buenas,ciertamente no había ahí ninguna mejor que ésta.Formas de acción como las mencionadas le han conquistadoa la Asociación Cristiana de Jóvenes la gratitudy buena voluntad de más de una comunidad sudamericana;han establecido normas de trabajo social desinteresado;han dado expresión al espíritu cristiano en una formanueva y dinámica; han ganado para el compañerismo dela Asociación a hombres que anhelaban una organizaciónpor medio de la cual pudieran expresar sus ideales parala comunidad. Por su contacto con un trabajo de estaíndole, y su participación en él, muchos sudamericanos hanllegado a tener una nueva estimación del espíritu religiosoque lo inspira, y al mismo tiempo se han visto impulsadosa estudiar la fe cristiana con simpatía. Un prominente


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 251educador argentino, que cuando se puso primeramente enrelación con la Asociación, abogaba enérgicamente por laeliminación de la palabra "Cristiana" de su título oficial,para que, decía él, este movimiento pudiera tener buenéxito entre la juventud del país, vino a reconocer mástarde que esa palabra simbolizaba el alma del movimientoy señalaba hacia lo que Argentina necesita más: un sentidocristiano de la vida.Durante los últimos años, el aspecto religioso de laAsociación ha recibido creciente prominencia, tanto que hallegado a convertirse en la principal preocupación de losdirectores de ella, que gradualmente se han percatado delhecho de que el movimiento al que pertenecen ocupa unaposición única y estratégica para llamar la atención de lajuventud sudamericana a la significación de Jesu<strong>cristo</strong>.Aceptando su responsabilidad en ese sentido, se han dedicadoa desarrollar la actividad espiritual de la Asociaciónen tres formas principales. Se han organizado campamentosde verano en puntos escogidos de diferentespaíses, a la orilla del mar, en los bosques, cabe las corrientesde las montañas. Los nombres de Piriápolis, enUruguay, de Ymcáolis, en la sierra argentina de La Ventana,de Anqol, en el sur de Chile, y de Chosica, en elvalle peruano del Rimac, tienen un sentido sagrado enla memoria de numerosos hombres y jóvenes de Sudaméricaque hicieron ahí, en el seno de la naturaleza, el másgrande descubrimiento que puede hacer el hombre: el desu propia persona, desnuda de todo disfraz, y el de Dios.¿Quién de cuantos havan asistido a esos campamentospodrá jamás olvidar la Noche del Corazón Abierto conque terminan, v en que todos comparten con los demássus impresiones, y no docos confiesan haber tenido unasuprema experiencia espiritual?Por medio de su Comité continental en Montevideo,la Asociación ha publicado muchos libros valiosos sobreel cristianismo y el problema religioso, los cuales hancirculado profusamente por el continente. <strong>El</strong> principalautor de esa serie ha sido el eminente pensador a quiennos hemos referido ya, don Julio Navarro Monzó. Sinembargo, el principal trabajo espiritual de la Asociaciónha consistido en auspiciar conferencias sobre religión yreuniones íntimas sencillas para aquellas personas que


252 JUAN A. MACKAYteniendo profundas preocupaciones espirituales no hanpodido hallar satisfacción para ellas en las iglesias existentes.La Asociación ha tenido que desempeñar así en añosrecientes, una doble función religiosa, cada una de las cualesconstituye una experiencia nueva en ese campo. Personasespecialmente empleadas y apartadas para ese trabaje,han dado conferencias sobre los problemas más vitalesde la .vida y la religión, en edificios de la propia Asociación,escuelas, universidades, teatros y <strong>otro</strong>s salones públicos,por toda la extensión del continente, y muchos quede otra manera jamás habrían escuchado un mensaje religioso,debido a su antipatía por toda clase de eclesiasticismo,han acudido en gran número a estas reuniones.Tan grande es el prestigio de la plataforma de la Asociaciónen algunos países que cuando el prominente predicadory conferenciante doctor E. Stanley Jones hizo suprimera visita a Sudamérica, hace algunos años, descubrióque la manera de obtener sus mejores auditorios y entrevistarsecon personas que deseaba conocer, era ponersus conferencias bajo los auspicios de la Asociación. Talvez él mismo no se dió cuenta de hasta qué punto la posibilidadv buen éxito de sus reuniones se debieron al trabajopreliminar que la Asociación ha hecho acostumbrandoa los que no pertenecen a ninguna iglesia a escuchar conferenciasreligiosas.Además de esta función apologética y evangelística,la Asociación se ha visto en la necesidad de proporcionarun equivalente sencillo v sin formalidades de las reunionesde las iglesias, para beneficio de aquellos que no pertenecena ninguna de éstas o que son reacios en esencia atodo lo que sea de índole eclesiástica. Para estas personas,la Asociación ha sido algo así como la "Casa del Intérprete"de que nos habla Juan Bunyan en su inmortalalegoría <strong>El</strong> Peregrino, es decir, una posada al lado delcamino, en que puede hallarse confortación y direcciónespiritual. Es obvio que tal función debe ser de naturalezatransitoria y no permanente, por cuanto la Asociaciónjamás puede convertirse en una institución que asuma lasfunciones plenas de una iglesia. Su papel concreto a esterespecto debe ser el de ofrecer alimento y orientación espirituales,con la esperanza de que aquellas personas a


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 253quienes ella presta ayuda conduciéndolas por la sendacristiana, hallarán finalmente su propio hogar espiritual.¿Qué futuro tienen estas organizaciones ecuménicasen el continente sudamericano? Su tarea ha sido probablementemás difícil en esa porción del mundo que encualquiera otra. En el Oriente, y en otras partes, simplementehan participado del prestigio o la ignominia quese atribuyen al movimiento cristiano en general. En Sudamérica,donde el cristianismo era va conocido, pero dondeel nombre mismo de cristiano v especialmente el de protestantesuscitan desafortunadas asociaciones en el pensamientoasi de católicos como de no católicos, las mencionadasinstituciones han tenido que evitar dos extremosigualmente aborrecibles. Por una parte, han debido cuidarsede no funcionar como simples anexos y prolongacionesde la actividad eclesiástica protestante, atrayéndoseasí el cargo de ser organizaciones puramente sectariasentre el pueblo a quien tratan de servir. Por el <strong>otro</strong> lado,han debido precaverse constantemente contra la universalizaciónde su propia posición religiosa hasta el punto dehacerse completamente inocuas como agencias cristianascreadoras. Su constante problema espiritual ha sido el decombinar la universalidad con el poder, tomando en cuentaque lo puramente espiritual es generalmente estéril.En un sentido muv real.Tienes que ser fanático, una cuña, una centellasi quieres abrir brecha en este mundo de granito.Puede decirse, sin embargo, que ambas Asociacioneshan podido responder, en grado notable, a un medio enque tanto por razones psicológicas como por circunstanciashistóricas infortunadas, el sectarismo y la religión organizadason un tabú para la vasta mayoría de las personasque piensan. Han logrado las Asociaciones colocarse porencima del choque de los intereses sectarios; han creadouna expresión, que harto se necesitaba, de la religión enacción; han rehabilitado la religión y el cristianismo en elpensamiento v vida de muchas personas, haciendo de Cristoel centro de todo; han proporcionado medios de sustentoespiritual para no pocos peregrinos del camino de lavida. ¿Deben continuar siendo lo que son, haciendo lo que


254 JUAN A. MACKAYhan hecho, o deben ser y hacer algo diferente, a fin deaportar aquella contribución espiritual suprema que lapresente situación exige? Reservamos para el siguientecapítulo la discusión del problema que así queda planteado.


Capitulo XIIUNA CRITICA DEL PROTESTANTISMO ENSUDAMERICAPuede criticarse al autor de haber tratado, en el capítuloque antecede, el tema del protestantismo en Sudamérica,en forma demasiado entusiástica y aprobatoria,sin el despego necesario para hacer de él una presentacióncompletamente objetiva e imparcial. <strong>El</strong> autor acepta esacrítica, pero se apresura a replicar que tal despego es imposiblecuando se trata de cuestiones espirituales candentes.Todavía menos posible resulta ello en un caso enque el problema reliqioso de Sudamérica ha sido la principalpreocupación de la vida de un hombre, y cuandoéste ha hallado dentro del movimiento general que acabade describirse, la esfera en que puede hacerse la másgrande contribución a la vida espiritual del continente.No obstante, el autor espera poder considerar en el presentecapítulo, tan desapasionada v críticamente como seaposible, la cuestión general del esfuerzo protestante enSudamérica.a) La Cuestión de la ValidezSe ha atacado en varios terrenos el movimiento misioneroprotestante que tiene lugar en Sudamérica. No hacemucho se formuló una nueva base de tal oposición, quesiendo la más especiosa, ha de considerarse en primertérmino. Ya en un capítulo anterior nos referimos al alegatoque se oye a veces hoy, de que la presencia de lasmisiones protestantes en la América Latina constituyeuna amenaza positiva a las relaciones entre los EstadosUnidos y las repúblicas latinoamericanas. La propagandaprotestante procedente de los Estados Unidos perjudica,se dice, particularmente las relaciones comerciales entre el


256 JUAN A. MACKAYnorte y el sur. Nada podría ser más completamente falso.Los comerciantes latinoamericanos poseen un sentido demasiadoastuto de los negocios para permitir que el sentimientoreligioso intervenga en la esfera del interés comercial.Si no fuera por la depresión actual en elintercambio de artículos entre los varios países americanos,la cual se debe a muchos <strong>otro</strong>s factores perfectamente conocidos,semejante canard no se habría propalado jamás.Por otra parte, los misioneros anglosajones han estado ysiguen estando entre los mejores exponentes de la culturay espíritu de sus países respectivos, ante la América Latina,y ésta tendría, si no fuera por ellos y las institucionesque han fundado, muy superficiales y precarios datos parajuzgar de la vida cultural de Norteamérica. No se necesitatener una familiaridad muv íntima con las cosas de AméricaLatina para cerciorarse de que en muchos de esospaíses, se duda con frecuencia, aun en los círculos intelectualesmás altos, de que el pueíblo norteamericanotenga algunos intereses culturales serios. Léase a tal respectoel Ariel de José Enrique Rodó, donde se representaa los Estados Unidos bajo la figura de Calibán. Recuérdesetambién, a este mismo propósito, la afirmación publicadaen una revista católica romana de Buenos Aires, de quela Biblia norteamericana es el directorio de los teléfonos.<strong>El</strong> hecho es que los escritores católicos romanos, secundadospor cierta especie predispuesta de literatos franceses,han tenido sumo interés en propalar por toda Sudaméricalas más erróneas ideas sobre la vida y la culturanorteamericana. Por el contrario, los misioneros evangélicoshan hecho más que cualquier <strong>otro</strong> qrupo social porfomentar una verdadera estimación de la vida y culturalatinoamericanas en los Estados Unidos, y de la vida ycultura norteamericanas en el mundo latinoamericano.Más todavía, ha habido casos en que misioneros norteamericanoshan tenido inclusive que sufrir a manos delos poderosos intereses comerciales de su propio país,debido a que asumieron la defensa, con denuedo, de losintereses de la América Latina. Es va un hecho comprobadode la historia el que fué la influencia de los protestantesmexicanos v norteamericanos lo que desmoronó elinicuo complot empollado por industriales poderosos, yauspiciado por una organización periodística de mala repu-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 257gobierno de Wáshington a adoptartación, para inducir aluna política interv^encionista en México. Hasta donde serefiere al público latinoamericano, los representantes delcristianismo evangélico son considerados como los amigosmás dignos de confianza de los países en que viven ytrabajan. No estaría fuera de lugar citar aquí un párrafode la carta enviada por Gabriela Mistral al Congreso deObra Cristiana reunido en Montevideo. No habiendo podido,a última hora, asistir al Congreso, la poetisa y educadorachilena escribió lo siguiente: "<strong>El</strong> cristianismo, nolo olvidéis, es el único lazo entre los Estados Unidos y laAmérica Española. Sólo en la Palabra de Cristo nos encontramosy compartimos una emoción común; lo demáses pura tragedia de diferencias."La segunda base de ataque es de índole mucho másclásica. Se alega que el protestantismo es por completoforáneo al espíritu latino, y que por tal razón jamás vendráa ser una expresión natural de la vida religiosa ni unelemento creador en el desarrollo cultural de un pueblolatino. Surge inmediatamente la cuestión: ¿Y qué es unpueblo latino? ; Quiénes son los miembros de la raza latina?¿Hasta qué punto puede sostenerse que los españolesy los portugueses son étnicamente latinos? Sobretodo, ¿hasta dónde puede decirse que la mayor parte dela población en la mayoría de los países latinoamericanoses latina por sangre? <strong>El</strong> hecho es que los habitantes dela península ibérica y de sus antiguas colonias del NuevoMundo, aun cuando su cultura sea esencialmente latina,no son latinos en sí más que en un grado muy leve. Hablandoétnicamente, la latinidad es en gran parte un mitoasí en España como en Portugal y en la América llamadaLatina. Muchos intelectuales de esas repúblicas se niegansistemáticamente a emplear el término América Latina alreferirse a esta parte del mundo, y prefieren decir Iberoo Hispanoamérica.Pero, investigando la verdad que pueda haber en esaenojosa cuestión de la sedicente oposición innata entre elprotestantismo y la latinidad, dejemos a un lado, por elmomento, la Península y la América Latina. Generalmentese considera a Francia como el centro de la cultura latina,y París ha sido durante más de un siglo la Meca de loslatinoamericanos. Sin embargo, ¿hasta qué punto puede


258 JUAN A. MACKAYdecirse que Francia es latina? Permítaseme citar a esterespecto algunas observaciones hechas por M. Jacques Arnavon,distinguido intelectual v diplomático francés, quesiendo Ministro de su país ante el gobierno del Brasil,escribió una carta a un amigo mutuo en Montevideo, enque hacía referencia a la tesis sostenida por NavarroMonzó de que el orotestantismo es esencialmente antipáticoa la mente latina. Según el pensador francés, personalmentecatólico, es un gran error agrupar cierto númerode naciones v llamarles latinas. "No es posible — dice—clasificar a la Francia celta entre las naciones latinas.Hay más en común entre un francés y un ingjés, un holandéso un alemán, que entre él y un lazzarone napolitano,un changador portugués o un sudamericano".^ "Pero entodo caso —prosigue nuestro escritor— la Reforma delsiglo dieciséis sólo tuvo poder de expansión bajo su formaginebrina. . . ;De dónde procedía dicha Reforma? De Francia,en donde un gobierno subvencionado por Felipe IIy el Papa la ahogaron. Sin embargo, en 1560 estuvo apunto de triunfar. Con un Goligny más arrojado y unFrancisco I menos frivolo, la Reforma hubiera prevalecido.Fracasó en Francia por causas enteramente casuales yno naturales, prueba de lo cual hallamos en el hecho deque aquellas fuerzas fueron reprimidas de modo enteramenteartificial y por tanto vinieron a estallar más tarde,bajo otra forma, en la Revolución Francesa." Si se admiteque Francia v la Suiza francesa no son étnicamente latinas,en cuyo caso, por supuesto, resulta inevitable la conclusiónde que la Reforma protestante, en su expresiónmás potente, nació fuera del mundo latino, debe admitirsecuando menos que Juan Calvino era profundamente latinoen su cultura, y que es el padre de la lengua que duranteel siglo pasado ha sido el instrumento princioal de la máselevada cultura en la península ibérica y en la AméricaLatina.¿Qué decir de la Reforma protestante en España duranteel siglo dieciséis? Lo mismo que sucedió en Franciaaconteció en la Península. Una gran proporción de lamejor gente del país, gente latina por su cultura, estabanen favor de la Reforma, unos en la forma erasmiana.^Esta carta se escribió el 13 de octubre de 1927.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 259<strong>otro</strong>s en la luterana. Pero el movimiento reformador fuéahogado en sangre por la Inquisición. Sólo Dudo llevarsea csíbo tan completa extirpación de un movimiento religiosocomo el que hubo lugar en la España del siglo dieciséisdebido a que las nuevas ideas no se habian posesionadode las masas en la misma forma que en Alemania,Holanda y la Gran Bretaña. No obstante, no puede alegarseque haya alqo en la naturaleza esencial del protestantismoque no sea aceptable a un latino una vez queen éste se ha despertado realmente el interés religioso,cuando afirma su amor natural de la libertad y no se halladispuesto a obedecer ciegamente la voz de la autoridady la tradición. Es perfectamente cierto, seqún hemos vistoya, que la reacción natural para los latinos es repudiar lacredulidad ingenua de la "fe del carbonero" para caeren el más fanático de los radicalismos. <strong>El</strong> eminente críticoMenéndez y Pelayo llegó hasta afirmar que para unespañol la única alternativa espiritual posible es entre unalealtad incondicional a la Iglesia o un completo agnosticismo.Históricamente, este iuego del péndulo ha quedadoestablecido como un hecho demasiado notorio. Sin embargo,la posibilidad de tan violenta reacción es en granparte la consecuencia de la ausencia del cristianismo protestante,como influencia medianera v creadora, en elmundo ibérico.Nada se ha necesitado ni se necesita más en esos paisesque una verdadera expresión del cristianismo protestante.Esto no quiere decir que lo que se desea es unaréplica de las instituciones protestantes que se han desarrolladoen los países anglosajones, mucho menos unaproyección al mundo latino de los pecados del denominacionalismoprotestante. Debe hacerse hincapié en el hechode que el protestantismo es esencialmente un movimiento,una actitud religiosa, más que un sistema institucional ouna colección de dogmas. <strong>El</strong> Deán Inge, en su admirableestudio del tema.- hace la pertinente observación de quees la ignorancia la que trata de restringir el término "protestante"a la actitud de objetarlo todo. "<strong>El</strong> protestantismo— dice— es esencialmente la tentativa de contrarrestaresa tendencia a la corrupción y la degradación que ataca^Protestantism.


260 JUAN A. MACKAYa toda religión institucional. Es la revuelta de la religióngenuina contra su secularización. Es siempre, en su intención,un retorno a una sencillez v pureza originales." Ycita al efecto, con aprobación, la afirmación hecha porHárnack de que "el protestantismo es un redescubrimientode la religión como fe, como relación entre persona v persona,más elevada en consecuencia que toda razón, ycuyo vivir se basa no en mandamientos y códigos, sino enel poder de Dios, y que reconoce en Jesu<strong>cristo</strong> al Señorde Cielos y Tierra como Padre."Difícil es concebir algo más necesario en la vida espiritualdel mundo ibérico que esa preocupación religiosapersonal que el protestantismo prende, esa insistencia conque éste dirige los pensamientos del hombre a la únicarevelación de Dios contenida en las Santas Escriturascristianas, esa afirmación de que en Jesu<strong>cristo</strong> y por mediode Jesu<strong>cristo</strong> puede todo hombre que así lo desee acercarseal Eterno y entrar en comunión con <strong>El</strong>. Decir quetal expresión del cristianismo es antipática en el mundolatino al pueblo en general, porque exige demasiado deellos, es en sí mismo la prueba suprema de que se necesitacon urgencia. En todo caso, esto al menos puede decirse:el tipo particular del catolicismo que ha dominado hastaaquí en la península ibérica v en las repúblicas de laAmérica Latina, carece de porvenir espiritual, pues es totalmenteinadecuado para esa labor transformadora quees la función inherente del cristianismo. Es muy cierto,por supuesto, que también en el mundo protestante se hanperdido en gran parte la visión y el poder de la rehgióncristiana, a la vez que se han apostillado al alma de lafe protestante muchos accesorios contingentes. Causa dolor,pero es verdad, que en algunas partes de la AméricaLatina puede uno hallar ciertos tipos de obra misioneraprotestante que no pueden menos que ser repelentes paralas mentes reflexivas, debido al fanatismo v sectarismo queproducen en sus adherentes. No obstante, esos hechos nodeben hacernos cerrar los ojos a este <strong>otro</strong>: que por todoel mundo protestante comienza a pulsar una nueva emoción,a medida que va creciendo con suma rapidez la concienciade que el cristianismo es Cristo, y de que debehacerse Señor de toda vida y todo pensamiento a Aquel


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 261que constituye el centro de las Escrituras y de la historia,de la experiencia y del cosmos.Por lo que toca a la mayoría de los que laboran por elprotestantismo en la América Latina, aumenta sin cesarla convicción de que su obra consiste en llevar el puebloqueno a un sistema sino a una Personalidad, y ésta es lalleva las marcas del Otro Cristo Español. Es obvio queno puede evitarse el presentar a Cristo en conexión conformas v organizaciones religiosas que nacieron en <strong>otro</strong>spaíses. Pero no hay razón por la cual el redescubrimientode Cristo en la América Latina no haya de crear una expresióninstitucional propia, que forme parte, como miembrovivo, de Su cuerpo universal, y sea al mismo tiempola clase de organismo por medio del cual puedan les jóvenespueblos cosmopolitas, sellados para siempre conla marca distintiva de Iberia, expresar su vida religiosa yforjar su destino espiritual. Pero este movimiento autóctonode reforma sólo puede producirse mediante la acciónde un vigoroso fermento en la vida religiosa del continente.La principal preocupación de todo aquel que amea la América Latina no es si el continente Ileqará a hacerseprotestante, tal como nos<strong>otro</strong>s, debido a nuestramente institucionalizada, entendemos esa designación, sinosi llegará a ser cristiano. <strong>El</strong> protestantismo está haciéndose,no se ha encontrado a simismo por completo, mientrasque el cristianismo es alqo final y definitivo, a saber,es Cristo mismo.Esta interpretación de la misión del protestantismo destruyela tercera base de oposición a la obra evangélicamisionera en la América Latina. Se alega que es inmoraly anticristiano propagar una forma de cristianismoahí donde ha prevalecido otra. A lo que replicamos: hastadonde concierne a los intereses de la Iglesia Católica Romanamisma, el acontecimiento más benéfico que ha tenidolugar en tiempos recientes en Sudamérica es el movimientoprotestante. Y esta es la opinión de muchos católicos inteligentes.Cuando a un sacerdote francés, que visitabaMéxico no hace mucho, se le preguntó su opinión sobreel movimiento misionero protestante en la América Latina,su respuesta fué: "La mejor que podría suceder enla vida espiritual del continente sería un movimiento protestantecada vez más fuerte, pues eso obligaría a la Igle-


262 JUAN A. MACKAYsia a poner su casa en orden y a prepararse a cumplir consu misión."Pero aparte de esto, no puede permitirse que estospaíses, en los cuales penetran constantemente nuevas influencias,siga descristianizándose y descatolizándose comopasa hoy, sin hacer un esfuerzo por llevarlos a lasfuentes puras del pensamiento y la tradición cristianos.Descuidar deber cristiano tan imperioso sería abandonarlosa caer como presa de las influencias no cristianas aque antes hemos aludido, y que se van haciendo cada vezmás poderosas, y preparar así el camino a una reacciónviolenta contra toda religión, tal como ha sucedido en laRusia soviética y ha empezado a suceder, aunque en gradomucho menor, en España, con el establecimiento de laRepública.b) La Tarea EvangélicaNuestra principal dificultad no consiste en justificarla presencia del cristianismo evangélico en la AméricaLatina, sino en sentir una razonable seguridad de queéste podrá, fiel a su índole intrínseca, desempeñar su difícily necesaria misión en el continente. Aun cuando halogrado ya mucho en lo que toca a transformación espiritualy servicios a la comunidad, y aunque se está nacionalizandocon gran rapidez, quienes dirigen el movimientodeberán tomar cada vez más en cuenta ciertas con-'diciones indispensables del buen éxito, a fin de aportaruna contribución realmente creadora a la vida espiritualde esos países en esta hora tan crítica.Piensa uno, en primer lugar, en los misioneros quevienen del extranjero. Deben éstos identificarse absolutamentecon su comunidad, y esta identificación no deberestringirse a sus horas de trabajo, sino extenderse a suvida social. Deben hallar su propia recreación en lograrcontactos más íntimos y comprensivos con aquellos aquienes han venido a servir. Que no olviden que llegan aestas playas oleadas humanas procedentes de todas partesdel mundo, que se incorporan a la vida nacional. Haypaíses de Sudamérica en que la segunda generación debritánicos y norteamericanos se ha convertido en parteintegrante y entusiasta de la nación. Nada más ominoso


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 263V deprimente que toparse aquí v allá, en esas tierras,ciertos corrillos misioneros que padecen de un sutil complejode superioridad, y han fundado una "pequeña GranBretaña" o unos "pequeños Estados Unidos" en el senode sus oaíses de adopción. <strong>El</strong> lema debe ser no tutela ycondescendencia, sino simpatía en el pleno sentido étimoióoicoV cristiano del término. La palabra que viene defuera debe hacerse carne indíqena: de lo contrario, nologrará que se oiga la eterna Palabra de la cual presumeser un eco.Igualmente necesario es que el espíritu de unidad ycooperación se haga cada vez más real v concreto entrequienes trabajan en el seno de una raza que ha sido educadaen la unidad imponente del catohcismo. que por supropia naturaleza es ecuménica en sus simpatías v conceptos,V que jamás se mostrará favorable a un sistemarehgioso incapaz de demostrar la unidad esencial y cohesióníntima de las partes que lo forman. Admitimos debuen grado que existen algunas organizaciones misionerasque trabajan en Sudamérica. v que no han hallado todavíala manera de pertenecer al movimiento general de cooperaciónevangéhca. v que al mismo tiempo están llevandoa cabo una labor cristiana admirable v creadora en ciertasregiones. Sin embargo, sería un paso incalculable, en lahistoria espiritual de la América Latina, si se llegara aformar, come efectiva realidad, la Federación de IglesiasEvangélicas cuvo proyecto se ha discutido en varias reunionesinternacionales. No sería aconsejable ni creemosque debiera intentarse una fusión orgánica de cuerposreligiosos, pero la demostración de la unidad v solidaridadfundamentales de las fuerzas evangélicas produciríauna profunda impresión en el mundo latinoamericano.Ño es menos imperativo el que el culto típico de lasiglesias protestantes de la América Latina se celebre enuna atmósfera de la más grande reverencia. Est desiderátumse refiere en parte al tipo de edificio que se necesitapara iglesia y en parte al tipo de servicio religiosoque se celebra. No se olvide que si bien el esteticismo hasido la perdición del catolicismo español, hav cierta castaarmonía estética que debe ofrecerse al oído v al ojo. afin de facilitar a los latinoamericanos la meditación y elculto, porque estos pueblos poseen un sentido estético


264 JUAN A. MACKAYmás sensible que el de los anglosajones. La arquitecturade algunas de las nuevas iglesias evangélicas del Brasilha logrado crear, de maravillosa manera, esa casta bellezaque debe caracterizar el centro comunitario del culto evangélico.Sobre todo, debe haber la mavor reverencia en la direccióndel servicio religioso y en la oratoria del púlpito.En años recientes ha habido en algunas partes la tendenciaa introducir en el púlpito algo así como la atmósferade un almuerzo del Club Rotado. La predicación y elculto, andan de cierto muv mal cuando el pensamiento religiosotiene que condimentarse con la salsa vulgar delos chascarrillos. Cierto modo de presentar la verdad religiosa,que en algunas partes del mundo anglosajón podríapasar por aceptable, fácilmente podría arruinar el efectode una predicación si se emplea ante una congregaciónlatinoamericana. <strong>El</strong> espíritu latino, cuando está poseído deuna atmósfera y actitud religiosas, es mucho más serioque el anglosajón, y el mínimo signo de triviahdad en elpúlpito, produce en los espíritus superiores una reaccióna la vez que engendra una religiosidad superficial yfatal,oropelesca en las almas inferiores que están dispuestas aaceptarla. Quienes están de veras interesados en el evangelismolatinoamericano deben grabarse en el corazón lassiguientes palabras que expresan lo que sentía un distinguidoministro evangélico de Cuba, que habló en el CongresoEvangélico Hispanoamericano de la Habana, efectuadoen 1929: "<strong>El</strong> principal peligro que amenaza alprotestantismo es la trivialidad, y gran parte de la culpade ello corresponde a quienes emplean chistes y vulgaridadesen el púlpito."Otra necesidad muy apremiante en los círculos protestantesde la América Latina es la adopción de un nuevotipo de evangelismo de vanguardia. Debe hallarse unequivalente del modo de predicar del Maestro, en las colinasgalileas, y de las discusiones que Pablo sostenía enla escuela de Tyrano. En esas ocasiones ni Jesús ni Pabloparecen haber acompañado sus palabras de acto ritualalguno. "En los campos mora Cristo", decía el gran FrayLuis. Los evangelistas cristianos en la América Latina necesitandos cosas hoy: tender, por el elevado carácter desu vida personal, un puente sobre la cima que separa en


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 265esos países la religión de la conducta privada, v <strong>otro</strong> quesalve el golfo que hay entre el pensamiento religioso y elpensamiento en general, lo cual puede hacerse llevandolas ideas religiosas a campo abierto para demostrar queson de valor, consideradas en si mismas, y no simplementecomo parte de un acto ceremonial. Por esa razón hav unaoportunidad suprema para lo que ha venido a conocersecomo "conferencia sin culto". Se ha probado en años recientesque no hay tema que atraiga más a un auditoriolatinoamericano como el de la religión, cuando lo tratafuera de los recintos religiosos una persona consideradapor sus oyentes como conocedora de los problemas quecausan perplejidad al hombre moderno! En el m.omentoen que los representantes del cristianismo protestante enla América Latina salgan a campo abierto y se interesenen presentar la fe que está en ellos, en una forma tal queapele al hombre común y corriente, amanecerá un nuevodía en la historia espiritual del continente. Una vez quelas personas se interesen en Cristo v en el mensaje cristiano,tiempo habrá para iniciarlos en el significado yprivilegio del culto y del compañerismo de la iglesia. Peromientras reciban la impresión de que el interés principalde los protestantes es establecer un tipo de organizacióny ritual religiosos en contra de <strong>otro</strong> que, crean o no en él,es parte de su herencia religiosa, el progreso del verdaderocristianismo se retardará considerablemente.Ha llegado también la hora en la historia del protestantismoen la América Latina en que debe proporcionarsela riqueza de literatura cristiana que se produce en paísesfuera de los de habla inglesa, a lectores cuya vida intelectualse nutre sólo en ligero grado de fuentes anglosajonas,pero está sumergida en traducciones de autoresfranceses, alemanes e italianos. En los momentos en queescribimos estas páginas, la influencia cultural más poderosaque se ejerce en las mentes latinoamericanas cultasprocede de Alemania. La revista más influvente del mundode habla española es la Revista de Occidente, publicadapor un grupo de intelectuales españoles que encabezaOrtega y Gasset, educados todos ellos en Alemania. Pormedio de sus páginas se trasmiten a todos los centrosprincipales del mundo hispánico las últimas pulsacionesdel pensamiento germano. Casi no hay obra importante


266 JUAN A. MACKAYen ciencia y filosofía, producida en Alemania, que no sehaqa luego traducir y circular profusamente en español.Las obras alemanas importantes aparecen por lo generalprimero en español que en inglés. La Decadencia de Occidente,de Spengler, ejercía ya su influencia en las universidadessudamericanas cuando apenas se oía hablar deella en el mundo anglosajón. Cuando se considera que elpensamiento más vital y creador sobre la situación religiosamoderna es el que tiene lugar en Alemania, y que elmovimiento protestante más poderoso de los tiempos modernostiene su origen en el mismo país, es hora ya de quelos que se interesan en el cristianismo en la AméricaLatina comiencen a aprovechar el nuevo clima intelectualque se está estableciendo en esos países. Debe permitirseal mismo tiempo que hable directamente a los puebloslatinoamericanos el vigoroso movimiento protestante deFrancia, con su elevada v cada vez más abundante literatura.En el continente del sur, el cristianismo reformado seha alimentado durante demasiado tiempo con la traducciónde libros religiosos de segunda categoría producidosen Norteamérica y la Gran Bretaña. Desafortunadamente,las obras religiosas mejores v más representativas que sepublican en dichos países son vertidas al español sólomuy rara vez. <strong>El</strong> primer paso para la creación de una literaturaverdaderamente propia v original consiste en proveerfermentos bastante vigorosos y modelos bastantepuros de la literatura de <strong>otro</strong>s países. Tal ha sido siempreel orden que se ha seguido en la historia de las influenciasliterarias. Estimúlese todo lo más que se pueda la producciónde libros originales en español y portugués, escritospor quienes sean capaces de ello, pero conviene que elmovimiento evangélico no deje de producir el equivalentede esa verdadera inundación de traducciones de literaturasextranjeras que al presente colma el mercado latinoamericanode libros.No como un sistema antagónico v rival, sino como depositariode ciertas verdades fundamentales y de ciertoespíritu religioso que el mundo latinoamericano necesita,el cristianismo protestante se halla en posibilidad y bajocomisión de proclamar y encarnar las cosas eternas quecontiene en su médula. Rodeado de fuerzas apasionadas


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 267debe tornarse apasionado también. Proclamando valerosamenteque ninguno de los ismos de las controversias ordinariaslo representa adecuadamente, debe entregarsepor completo al pensamiento y la acción creadores. Sobretodo, debe ser un eco y testimonio de la Palabra del Diosvivo que es nuestro contemporáneo y que está en marcha,abriéndose paso, en Su obra redentora, por entre la barabúnday el cieno del presente.Si es cierto, como dice Troeltsch, que la expresiónartística suprema del genio protestante no se halla en lapintura, la escultura o la arquitectura, sino en la música,la actual desarmonía espiritual ofrece una oportunidadsin precedentes para la creación de nuevas armonías. Notrate el movimiento protestante en América Latina derivalizar con el viejo movimiento religioso, encarnándoseen monumentos artísticos que, por mucho que halaguen losojos, están predestinados a decaer y no consiguen captarla quintaesencia de la fe común cristiana. Especialícesemás bien en la música, pero en la de la vida v las relacioneshumanas. Trate, como la qran poetisa sudamericana,de depositar en cada convertido, como en un santuario,su "más duradera melodía", manteniendo siempredelante la visión de Fray Luis de León, de que Cristo es"Salud", principio íntimo de armonía así para los individuoscomo para las naciones. Esa música del alma es elnecesario preludio a aquella más alta música de interminableagonía, simbolizada por el Otro Cristo Español delcuadro de Velázquez, una música cuya desapacible canciónde caminantes solamente los cielos y las generacionesfuturas pueden comprender.c) Concerniente al Ecumenismo ReligiosoEn un pasaje va citado, Ricardo Rojas sugería la posibilidadde que surgiera de Sudamérica una expresión delcristianismo que trascendiera todos los cultos extranjeros.¿Darán origen las dos asociaciones de jóvenes a que serefiere el capítulo anterior, con su actitud de ecumenismoreligioso, a tal expresión? ;Es dicha expresión posible?Y si lo es, ¿puede ser dirigida deliberadamente?Consideremos a la Asociación Cristiana de Jóvenes enrelación con este problema. Su forma institucional, que se


268 JUAN A. MACKAYasemeja mucho a lo que caracteriza a las Asociaciones enNorteamérica, aunada a la posición ecuménica que haadoptado en materia de religión, crean al presente un serioproblema. Muchas formas de actividad que la Asociaciónintrodujo por primera vez en Sudamérica han sidodespués copiadas y adoptadas por otras organizaciones,de modo que en ciertos respectos la Asociación no hapodido retener su posición directora, y en <strong>otro</strong>s, no puedeser ya iniciadora. Es perfectamente cierto, por supuesto,que en ninguna organización del continente que ha tratadode reproducir aspectos de la labor y el espíritu de la AsociaciónCristiana de Jóvenes, existe, o puede existir, lamisma atmósfera espiritual v la misma actitud hacia lavida, y eso sucede porque la Asociación está fincada encimientos cristianos y posee ideales de que carecen susimitadores. Al propio tiempo, se ha hecho cada vez másdificil el mantenimiento de la maquinaria institucional quedebe ponerse en movimiento para que la Asociación prestesus servicios tradicionales a la juventud. Las exigenciasde la actividad administrativa dentro de la organización,y la necesidad de levantar fondos fuera de ella para quela máquina pueda seguir funcionando, absorben el tiempoy la atención de muchos secretarios que anhelan poderentregarse por completo a la obra del contacto personalíntimo con los adultos y los jóvenes.En ios países protestantes, cuando menos una granproporción de los socios de la Asociación tienen algunaconexión con la Iglesia Cristiana, y sus sostenedores soncristianos entusiastas. En los países sudamericanos sóloun porcentaje muv corto de los miembros están bajo lainfluencia de la iglesia, en tanto que la mayoría de los quesostienen financieramente el movimiento no son cristianos,y se interesan exclusivamente en la influencia social queen general pueden ejercer las Asociaciones entre la juventudde su comunidad. Esto implica un doble problemade evangelización. Si laAsociación ha de llegar a ser unaorganización cristiana, y no simplemente una instituciónque realiza labores cristianas, debe evangelizarse a sussocios. Y si han de garantizarse la índole cristiana delmovimiento, v su permanencia en la comunidad, tambiéndeben ser evangelizados quienes contribuyen para su sostén.En una oalabra, es necesario acometer tareas que en


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 269<strong>otro</strong>s países están a cargo de la Iqlesia. Surge, por tanto,el problema de si la Asociación, previendo el futuro, debecontinuar especializándose en el servicio altruista a lajuventud, haciendo a la vez lo que le sea posible por enfocarel pensamiento de la juventud hacia los principioscristianos, o si debe transformarse en algo diferente afin de responder a las demandas de la hora actual.Un distinguido director de la Asociación, Mr. C. J.Ewald, ha asumido la posición de que no puede ni debealterarse el carácter general del movimiento en Sudamérica.Mientras la juventud sea juventud, debe proveérselede la clase de hogar que la Asociación ofrece, y necesitaráser encarrilada en la clase de trabajos que la Asociacióndesempeña. Pero el señor Ewald sostiene que la Asociaciónno puede, por su misma índole y posición en la comunidad,dar al mensaje cristiano fundamental esa expresiónadecuada v vocal que la presente situación reclama. Eñsu opinión debe organizarse un movimiento paralelo alde la Asociación, destinado exclusivamente a los interesesespirituales y culturales, lo cual implicaría la formaciónen todo el continente de grupos de personas de uno v <strong>otro</strong>sexo, sea que tengan o no relación con una iglesia determinada,y quienes, adoptando una posición ecuménica,consagren por completo sus energías a cultivar los interesesdel espíritu. Por supuesto, esta idea no es nueva en elmundo moderno, en el cual los hombres están menos dispuestosque antes a aceptar la tesis de Cipriano de que afin de ser un buen cristiano es necesario ser un miembroentusiasta de la Iglesia. Dicha idea representa también unaconvicción muy extendida entre los directores cristianosde Sudamérica, a saber, que el cristianismo debe emanciparse,en el continente, de muchos arreos convencionalesque constituyen una piedra de tropiezo para el progresoespiritual, y atenerse al cimiento de roca de Jesu<strong>cristo</strong>.Sin embargo, ¿qué es lo que constituiría el lazo decohesión entre los miembros individuales de cada grupo,y luego entre grupo v grupo? /Serían estos grupos de investigadores,de personas interesadas en forma general enla vida del espíritu v asociadas simplemente para el estudiode la religión, o serían grupos de personas que hanhallado ya lo que buscaban? Si fuesen solamente lo primero,¿poseerían esa fuerza motriz que se basa en la ex-


270 JUAN A. MACKAYperiencia v convicción personales, sin las que es imposibleproducir una impresión creadora en el mundo moderno?Y si fuesen lo segundo, ¿seria posible evitar que el núcleoprincipal venga a quedar formado por teósofos y miembrosde grupos semejantes con principios bien definidos,como sucedió efectivamente en Buenos Aires cuando seintentó formar una hermandad ecuménica de esa clase?Si, por otra parte, el grupo adoptase una posición religiosadefinida, ¿podría evitar el convertirse en una nueva secta,aunque fuese la secta de los "ecuménicos"? /No sucederíalo mismo que, según Kevserling, ha acontecido con lateosofía, que se ha visto obligada a asumir una forma particulara fin de poder sobrevivir y propagarse? ¿No esinevitable, después de todo, que todo movimiento creadorhaya de soportar el estigma de sectarismo en relacióncon los ideales que prevalecen en la época en que aparece?Un movimiento que se funda en vagas aspiraciones, o enel menor denominador común que puede obtenerse entrelos tipos muv diferentes de personas que lo componen,puede concebiblemente llegar a ser un movimiento religioso,pero es mucho más probable que venga a parar en unclub filosófico. Si en esto último se convierte, desempeñaráuna función sumamente admirable y necesaria, pero laobra espiritual creadora deben llevarla a cabo los cruzados.Mas suponiendo que se emprendiera un movimientoecuménico, cuyos miembros no fueran "cristianos" sino"cristófilos", amantes y admiradores de Cristo. ¿Qué sucedería?Ciertamente Cristo ha de ser el punto de partiday fundamento de todo movimiento religioso ecuménico.Pero, ¿qué Cristo? ;E1 guía moral y genio religioso, oDios manifiesto en carne, o ambos? Una cosa es cierta,y es que no existe evidencia de que los simples amantesy admiradores de la figura histórica de Jesús —de losque por fortuna está creciendo el número en Sudamérica—poseen una vida espiritual suficientemente dinámica paraconstituir un movimiento de cruzada. Por otra parte, existeun número cada vez mayor de casos, así en Sudaméricacomo en otras partes, en que la figura v demandas delllamado Jesús histórico están empujando a quienes loaman y admiran a la desesperación. Reconocen sus sublimesdemandas, pero se sienten completamente inca-


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 271paces para cumplirlas. Sus vidas se caracterizan por unatensión intolerable. No han descubierto la significación dela fe cristiana ni disfrutado del alivio, fuerza y alegríaque ella confiere. Se sienten con respecto a Tesús como elhéroe de uno de los poemas de Schiller se sentía tocantea la virtud. Exigiéndole a la virtud que le conceda elpoder de lograrla junto con sus inexorables imperativos,exclama al fin, en completa angustia y"Oh desesperación:virtud, quédate con tu corona y déjame pecar."<strong>El</strong> movimiento religioso que tenga porvenir en Sudaméricanecesita saber discernir la significación de Jesúscomo "Cristo" y de Cristo como "Jesús" en relación conla vida y el pensamiento en su totalidad. Debe basarseen un mito que sea más que mito, la reahdad histórica dela aproximación de Dios al hombre en Cristo Jesús, nosólo bajo la forma de la verdad para iluminación del idealhumano y del significado del universo, sino en forma degracia para la redención y para equipar a los hombres parala realización del plan divino de las edades.<strong>El</strong> futuro pertenece a quienes militen en nombre v bajola jefatura del "Otro Cristo Español", y proclamen yencarnen el sentido pleno de la "Salud" para los hombresy las naciones que <strong>El</strong> significa. La respuesta leal asu "Sigúeme" perturbará la paz de los sepulcros y suscitarála cualidad creadora de la paz cristiana. Tenderá unpuente sobre la cima tradicional que ha existido entre lareligión y la vida. Conducirá a la formación de grupos decruzados dentro y fuera de las actuales organizaciones religiosas.Cruzados cuya suprema preocupación no seráqué forma institucional se adapta más a la vida religiosade Sudamérica o cuál será la expresión institucional finalque predominará en el continente, sino que tendrán comosupremo interés el de mantenerse en el Camino, el deescuchar con atención la Voz Divina que los quía, el dehacer en nombre de Cristo un llamado a todos y a todolo que se les interponga en el camino, el de reclutar a<strong>otro</strong>s para la gran obra. Conscientes de la nueva Primaveraque se levanta sobre el continente, sembrarán alpasar semillas en los surcos, y se regocijarán tambiéncuando les llegue el turno de sembrarse a sí mismos enalgún surco a la vera del camino, para fecundar el sueloy apresurar la hora de la sieqa.


APENDICEIBEROAMERICA REVISITADA *Un reciente yprolongado viaie por 13 países latinoamericanos,me mueve a examinar de nuevo la situaciónde esa extensa área continental. ; Cuáles son algunos desus hechos espirituales más profundos? Intentemos interpretarla realidad espiritual latinoamericana en el períodocontemporáneo.CésarLa forma política bajo la cual han vivido durante elpasado siglo v cuarto, la mavoría de los países latinoamericanospodría caracterizarse como "cesarismo democrático".Cada ciudadano que vota ha sido en buena medidaun supremo individualista, un César en miniatura. La acciónunida y colectiva ha sido invariablemente difícil, salvoen aquellas ocasiones en que los individuos se amalgamanen una unidad por la fuerza de alguna granpasión. Si bien la forma, o al menos el nombre del gobiernoha sido democrático, por lo general algún Césarha tenido las riendas en las manos. Pero iamás ha estadodispuesto ningún dictador, a admitir que el gobierno delcual es la cabeza, es otra cosa que una democracia. Estaparadoja política se ha mantenido al través de la historiade la América Latina, hasta llegar a la ironía actual dela Argentina de Perón, donde, como resultado de unas* Catorce años después de escrito el presente libro, el autor describee interpreta el panorama iberoamericano, según lo percibe en unnuevo recorrido de estudio que dedica al continente. Aparecido en 1947como artículo de revista (Theology Today, vol. III, N'' 4) publicamosaquí este trabajo con sólo ligeras modificaciones de forma. (N. delos Ed.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 273elecciones democráticas, domina los destinos del país undictador constitucional.Un famoso sociólogo argentino hizo notar una vez quela América Latina como un todo, nunca había logradoproducir una verdadera democracia, debido a que sus variospueblos jamás habían sido sometidos a Dios o a ningunalealtad espiritual suprema. Algunos escritores hanllegado hasta decir que el alma ibérica, la más individuahsta,así como la más naturalista que la historia ha conocido,jamás fué domesticada; nunca ha dejado de ser lapatrona, en vez de la sierva de Dios, y de todo principioespiritual que apelaba a su suprema lealtad. Al llegar aIberia, el cristiano se descristianizó y se puso al serviciodel imperialismo ibérico.<strong>El</strong> cesarismo democrático de este tipo tradicional, explicapor qué la América Latina ha sido durante toda suhistoria pohtica un "rosario de cráteres en actividad". Enel curso de los últimos 30 años, las 20 repúblicas latinoamericanas,con la sola excepción de Colombia ^ hanpasado por revoluciones.Todavía mucho más significativo es el hecho de quefué en la América Latina donde tuvo su primera expresiónmoderna el nuevo tipo de revolución que ha constituidola principal característica y problema de la presente erarevolucionaria. <strong>El</strong> siglo xix llegó a su término cuando losfuegos volcánicos de la revolución mexicana hicieron erupciónen 1910, para ser seguida de revoluciones del mismotipo en Turquía, China, Rusia y Alemania. La violentaprotesta del alma aborigen de México, presagió el hechode que la antigua herencia de muchas naciones, consistíaen afirmar su derecho de dar forma a los destinos de lanación. Este tipo de revolución está todavía en marchaen nuestro tiempo. En un mundo como el nuestro, si losarreglos de paz no hacen plena justicia a ese sentimiento^Poco después de escritas las anteriores líneas, tuvo lugar enBogotá la explosión de violencia popular que por poco destruye laciudad y que ha dado al castellano un nuevo término, "bogotazo", paradescribir repentinas erupciones de anarquía. Al redactarse la presentenota, la situación política de Colombia es sumamente inestable y nosería difícil que estallara ahí una revolución de un momento a <strong>otro</strong>.(N. de los Ed.)


274 JUAN A. MACKAYde herencia de alguna nación, comprometerán seriamenteel destino de todas las naciones.Al presente, la vida política de la América Latina encierraun portento y una promesa. <strong>El</strong> portento es Perón,el gobernante de la Argentina, quien inspirado por elsueño de revivir la España Colonial en el siglo xx, tratade imponer un patrón totalitario a la vida pública y atodas las instituciones de la sociedad. Perón desearíacontinuar la tradición de Felipe II y realizar el frustradodestino de la raza española en el mundo occidental. Lapromesa es Haya de la Torre, el iefe del partido Apristaen el Perú. Hombre que representa, en términos actuales,el ideal político de Bolívar, es decir, de constituir en lasAméricas una federación de pueblos libres. Con su famosadivisa "ni libertad sin pan, ni pan sin libertad", Hava dela Torre es en la actualidad la figura más inteligente yvigorosa de la política latinoamericana fuera de Argentina.Lo que él sostiene representa un baluarte tanto contrael fascismo como contra el comunismo, en el ordenpolítico latinoamericano. Perón fué influido por un grupode clérigos católicos de mentalidad fascista; Haya de laTorre fué influido por la lectura de la Biblia y por amigosevangélicos.Cultura<strong>El</strong> espíritu, literatura e instituciones públicas de laAmérica Latina, han sido de un carácter secularista predominante.La influencia tradicional que domina en losmás altos círculos intelectuales, ha sido una filosofía positivistade la vida, que no concede ningún lugar a lasúltimas realidades espirituales. <strong>El</strong> espíritu del pensamientolatinoamericano, ha estado informado por el parisianismo,un amor de la belleza v una actitud despegada y críticahacia la vida. Hasta hace poco, la parte del mundo en queel divorcio entre la religión y la cultura ha sido más completo,es la América Latina. No se ha visto la religióncomo una fuente luminosa del pensar claro, ni como unainspiración dinámica para la vida humana.Sin embargo, en los últimos años se ha iniciado unarevolución cultural muy significativa. La segunda guerramundial segregó al continente de sus tradicionales fuentes


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 275europeas de influencia e inspiración culturales. En consecuencia,la cultura latinoamericana, por primera vez ensu historia, se encuentra huérfana, desarraigada y atenidaa sus propios recursos. En la actualidad puede percibirseen el pensamiento latinoamericano una nota de agoníaespiritual que no tiene precedente. <strong>El</strong> tipo convencionaldel pensador, era la encarnación misma del "intelectualbalccnizado". Un hombre que contemplaba la vida desdeafuera, sin participar de su agonía, v sin sentirse profundamentepreocupado por su responsabilidad personal. Segloriaba en lo que llamaba "inquietud espiritual"; peroesa inquietud no era más que una postura, una actitudtransitoria. A todo pensador que se identificaba con unagran idea o una gran causa, se le colgaba el marbete de"sectario". <strong>El</strong> gran pensador Unamuno jamás cesó en susembestidas contra ese tipo de intelectual; lo llamaba unDon Juan de las ideas, es decir, un don Juan ideológico.<strong>El</strong> hombre que hacía de una idea la manceba de una nocheen vez de la esposa de toda la vida.Pero ahora hay evidencias, aun cuando sea incipientes,de pensadores que se han puesto en busca de grandesideas germinales por las cuales puedan vivir y morir. Loshombres están comenzando a pensar, como lo expresabaUnamuno. "con su carne y sus huesos", a la vez que consus cabezas. Con una nueva agonía de inspiración,la juventud se ha puesto en marcha buscando laverdad. En muchas universidades latinoamericanas sehan establecido por primera vez facultades de filosofía yletras. En ninguna otra época de la historia intelectual dela América Latina, había habido tal oportunidad para laintroducción de los grandes conceptos luminosos y dinámicosde la religión cristiana. Nunca una teología cristianaviril que concibe la vida del hombre a la luz de Dios,había tenido una tarea misionera más invitadora querealizar, que actualmente en los círculos más altos del pensamientolatinoamericano.Otro suceso de gran significación cultural, es que, porprimera vez, en cuatro siglos de cultura española, las autoridadeseclesiásticas fomentan, al menos en algunos países,la lectura de la Biblia. La mavor tragedia en la historiade las letras latinoamericanas, ha sido la ignorancia,virtualmente universal, de la Biblia, que ha existido en


276 JUAN A. MACKAYtodas las clases de aquellos países. La gran biblioteca deDon Quijote, símbolo histórico del universalismo culturalque ha sido una de las qlorias de la raza ibérica, no conteníaun solo ejemplar de la Bibha. <strong>El</strong> viejo cofre marinoque Robinson Crusoe, verdadero prototipo de los puritanosingleses, rescató del naufragio, contenía una Bibliaque vino a ser el medio de su conversión. <strong>El</strong> caballeroespañol y marinero náufrago, la apacible biblioteca y elcofre azotado por la tempestad, son, respectivamente losprototipos de los dos tipos históricos que han influido enel mundo occidental. Son a la vez parábolas de las doscivilizaciones que viven lado a lado en las Américas.Es, seguramente, un hecho que no puede pasarse poralto dada su profunda significación v promesa culturales,el que el primer escritor latinoamericano que gana el PremioNobel de Literatura, haya sido la poetisa chilena GabrielaMistral, uno de los pocos escritores en la historia dela literatura latinoamericana, en quien la Biblia ha ejercidoinfluencia. Esta gran autora chilena, gloria de lamujer latinoamericana, ha reconocido públicamente quedesde su más temprana niñez la Bibha ha sido su compañera.La principal necesidad cultural de la América Latinaen la actualidad es que la Biblia sea conocida por todassus clases sociales y por sus masas. <strong>El</strong> conocimiento populardel Libro constituirá el vínculo más poderoso deamistad y el medio transformador de entendimiento entrelas Américas. La propia Gabriela Mistral dijo una vezque su contacto más siqnificativo con Norteamérica, paísque de <strong>otro</strong> modo hallaba difícil de entender v apreciar,ha sido un interés común en la Biblia.De ahí la significación del nuevo interés católicorromanoen la promoción de la Biblia. En 1944 se publicóen Madrid la primera traducción española de las Escrituras,hecha directamente de los originales hebreo y griego,v realizada por eruditos católicorromanos bajo losauspicios de la Iglesia Católica Romana.Es cierto que las versiones católicas de la Biblia enespañol, son muy voluminosas y cuestan mucho, pero loimportante es que al fin de tanto tiempo se le da a la^Sagrada Biblia, versión directa de las lenguas originales. Bibliotecade autores cristianos, Madrid, 1944.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL •277Biblia una oportunidad de penetrar en el torrente de lacultura latinoamericana.Todavía <strong>otro</strong> signo del cambio cultural que está teniendolugar en la América Latina es que, por primeravez en la historia de las relaciones interamericanas, losEstados Unidos comienzan a asumir una significacióncultural en la mente de los pensadores latinoamericanos.Hasta hace muy poco, hombres de letras representativosen la América Latina, aun aquellos pertenecientes a unpaís tan tradicionalmente amigable como Brasil, considerabana los Estados Unidos como un país culturalmentebárbaro. Sabemos, decían, que la ciencia aplicada tienesu principal asiento v su mayor popularidad en esa áreadel mundo. Sabemos que los norteamericanos tienen pasiónpor comprar objetos de arte, primeras ediciones, manuscritosraros y otras rarezas culturales semejantes, afin de satisfacer su espíritu adquisitivo. Pero no tienenun verdadero interés cultural en tales cosas. Sin embargo,al presente los conceptos sobre la situación cultural delos Estados Unidos han cambiado totalmente. La presenciade nuevos agregados culturales que forman parte delas embajadas norteamericanas en todo el continente;de bibliotecas de libros norteamericanos en tres paísesrepresentativos de Iberoamérica; la venida a los EstadosUnidos de un gran número de estudiantes latinoamericanos,junto con el hecho de que el continente se ha desarraigadoculturalmente de Europa, todo está empezando acolocar a los Estados Unidos en una nueva perspectivacultural.Pero ¡ay del futuro si la América Latina llega a formarsela idea de que se está fomentando la cultura, porparte de su gran vecino del norte, debido a razones políticaso con un criterio político! Sin embargo, y por fortuna,estoy en posición de decir, después de una atenta investigación,que los actuales representantes oficiales de lacultura norteamericana, son personas que en realidad estáninteresadas primordialmente en la cultura. Han sido escogidaspor sus méritos culturales y no por el serviciopolítico que pudieran rendir. No obstante, mientras máspronto la oromoción de cultura en una esfera internacional,deje de ser función del gobierno y se delegue a organizacionesreligiosas y a instituciones de enseñanza poli-


278 JUAN A. MACKAYticamente desinteresadas, mejor será para el futuro de lasrelaciones interamericanas y las perspectivas espiritualesdel mundo occidental. Tal como se halla al presente lasituación, un estudio desapasionado de la cultura latinoamericanarevelará que la influencia cultural más significativaque los Estados Unidos han ejercido hasta hoysobre la América Latina, ha sido por medio de norteamericanosque inspirados por su fe cristiana v su amor alpueblo, han vivido su fe y representado la herencia espiritualde su país en tierras latinoamericanas. En una palabra,el testimonio latinoamericano, hace ver claramenteque el movimiento misionero evangélico ha sido la contribucióncultural más creadora asi como la más apreciadaEstados Unidos de América han hecho a sus ve-que loscinos del sur.CristoLas Américas fueron bautizadas para Jesu<strong>cristo</strong>. Alsur, por los conquistadores ibéricos; al norte, por los puritanosingleses. <strong>El</strong> gran almirante genovés que comandólos tres "Navios de Tarsis" que descubrieron el mundooccidental, se gloriaba en el nombre de Cristóbal. En esenombre, que significa "portador de Cristo", Colón vió unaexpresión profética de su principal misión en la historia.Cristo llegó por primera vez a la América Latina conlas legiones conquistadoras de Castilla. En tiempos recientesse han erigido en alturas que dominan grandesciudades, estatuas de Cristo en mármol o granito. Pero elCristo más característico que la América Latina ha conocidov sigue conociendo, es todavía el Cristo que Unamunollamaba "eternidad de la muerte, la inmortalización de lamuerte". Ese Cristo jamás vivió en verdad y jamás selevantó verdaderamente de los muertos. Aun al presente,en una gran metrópoli como Buenos Aires, cuando cualquierciudadano quiere decir de alguien que es pobremendigo o un pobre diablo, dice que es un "pobre Cristo".Por tal razón la suprema tarea religiosa que espera serrealizada en la América Latina, es la de reinterpretar aJesu<strong>cristo</strong> ante pueblos que nunca lo han considerado enforma alguna significativo para el pensamiento o para lavida.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 279Pero, de acuerdo con claras evidencias, está amaneciendoun nuevo día en la comprensión latinoamericana deCristo. No sólo más evangélico; no sólo se está purificandoy haciéndose más cristiano dentro de los círculos católicosromanos el concepto tradicional de Cristo, sino que laicosprominentes en todo el continente, están empezando adescubrir por sí mismos el significado de Jesu<strong>cristo</strong>. Fuéemocionante encontrar, en el curso de una conversaciónde dos horas con uno de los más prominentes políticos deColombia, que la figura de Cristo había llegado a sercentral en su modo de pensar y de sentir. Fué igualmenteemocionante recibir de manos del distinguido juez quepresidió una gran asamblea efectuada en un teatro, en lacual hablé en la ciudad de Sao Paulo. Brasil, un nuevolibro intitulado Vida de Cristo, escrito por el jefe de unpartido político brasileño. <strong>El</strong> peliqro es que los caudillosy letrados políticos reclamen a Cristo para sus propiosprogramas e ideas particulares. Sin embargo, lo importantees que ha llegado en la América Latina, la hora enque Jesu<strong>cristo</strong> es considerado en términos generales comode alguna significación para el orden secular, pues hastaahora ha sido el desvalido, mal representado y mal entendidoprisionero dentro de un orden eclesiástico el cual,habiendo cesado de ser su portavoz y su siervo, se convirtióen su patrón v su promotor.La IglesiaLa Iglesia que se estableció en la América Latina es unaIglesia que nunca conoció una verdadera reforma. Sinembargo, entre sus miembros del siglo xvi, se contabanalgunos distinguidos eclesiásticos y hombres de iglesia,pertenecientes tanto al clero como al orden laico, queabrazaron ideas evangélicas. Sin embargo, aquellos hombresfueron expulsados de España o sufrieron el martiriopor causa de su fe evangélica. Esta iglesia, que católicosnorteamericanos han criticado tanto en años recientes,V ñor cuya obra v perspectiva se han preocupado tanto,fué la que ejerció una influencia dominante en el Conciliode Trento. Es la iglesia que produjo la Orden de los Je-*suítas; es la iglesia que en su solar español ha tenido en


280 JUAN A. MACKAYel curso de los siglos más clérigos en proporción con lapoblación, y menos libros escritos por el clero en proporcióncon su número, que cualquiera otra iglesia cristianadel mundo; es la iglesia que dió origen en la esfera religiosaa lo que se conoce en España como la "fe del carbonero",cuya fórmula es la siguiente: "'—¿Qué es lo que crees?—se le preguntó a un campesino español. Contestó:— Creo en lo que la Iglesia cree. —¿Y qué es lo que laIglesia cree? —La Iglesia cree lo que yo creo." Estaiglesia hispánica, la iglesia contemporánea de Franco yPerón, es el ejemplo más devastador que ofrece la historiade la tragedia del monopolio religioso. La España deFranco es su principal obra maestra, y el catolicismo latinoamericanoes su hijo mayor.La América Latina experimenta en la actualidad unrenacimiento católicorromano muy decidido. Su principalcaracterística es una revivida lealtad institucional, unanueva devoción por la iglesia como institución, y unanueva fe en su significación oara la sociedad. Ese renacimientoasume tres formas distintas.En algunos países como en Argentina, Colombia yMéxico; el renacimiento católico-romano es de un caráctermarcadamente político. <strong>El</strong> principal asiento del catolicismopolítico en la América Latina, es la Argentina. Laiglesia argentina, 60% de cuyo clero son españoles pornacimiento, representa el catolicismo hispánico en su formamás clásica y terrible. Su pasión es el poder, el ooderobtenido ejerciendo presión externa sobre el gobierno;poder sobre las instituciones de la sociedad; poder en elorden cultural; poder que se relaciona con las fuerzas armadasde una nación. En Argentina, recientemente, seelevó al rango de general del ejército a varias imágenesde la Virgen situadas en diferentes partes de la república.Cada una de ellas devenga sueldo de General, el cual escobrado por las autoridades eclesiásticas locales. En juliode 1946, tuvo lugar en Bogotá, la capital de Colombia,una de las procesiones religiosas más imponentes en lahistoria de aquel país. La ocasión era la coronación de laVirgen del Carmen. A la media noche se celebró una solemnemisa en la gran plaza central de la ciudad, en lacual se distribuyó el Sacramento a 80,000 personas quese apiñaban en la plaza v en las calles advacentes. Sin


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 281embargo, el único grupo que recibió el Sacramento colectivamente,fué el de los representantes del Ejército, laArmada y la Fuerza Aérea colombianas.Esta es la forma clásica del catolicismo hispánico. <strong>El</strong>catolicismo que corona a la Virgen v la hace su generala,patrona de la fuerza armada. <strong>El</strong> catolicismo que singularizaa los representantes del poder militar para otorgarlesespeciales distinciones religiosas. La suerte de este tipode catolicismo está, por supuesto, azarosamente ligadocon el régimen en turno que ejerce el poder. Es tambiénel tipo de catolicismo que ha producido invariablementereacciones anticlericales y violentamente revolucionarias.<strong>El</strong> renacimiento católicorromano en la esfera intelectualestá representado por grupos de personas pertenecientesal clero unos, y laicos <strong>otro</strong>s, en varios países, y los cualesse dedican a la enseñanza de las doctrinas de Santo Tomásde Aquino. Forman parte del movimiento neotomistacuvo sumo sacerdote es el distinguido católicorromanofrancés Jacques Maritain. <strong>El</strong> movimiento neotomista, cuyamejor expresión se halla en Santiago, la capital de Chile,donde ejerce su influencia principal, está interesado en laformulación de una filosofía católica de la vida. Los quelo fomentan están interesados en ayudar a los desorientadosv desconcertados a resolver, por medio del pensamiento,sus problemas intelectuales. Este renacimiento intelectualempieza ya a influir en hombres v mujeres de todaslas clases de la sociedad, y está contribuyendo a tenderun puente sobre el golfo histórico y trágico que haexistido entre la religión por una parte, y la vida y elpensamiento por la otra. No es cosa de sorprendernos elsaber que este movimiento es anatema a los ojos del catolicismopolítico.La tercera expresión del renacimiento católicorromanoen la América Latina, asume una forma sociológica. Representael impacto del catolicismo norteamericano sobrela religión de la América Latina. Fomenta un gran interéspor los problemas sociales, a los cuales el catolicismotradicional latinoamericano no concedía prácticamente ningunaconsideración. Por ejemplo, bajo su influencia, hanaparecido en Costa Rica sindicatos católicos, aparte delos sindicatos ordinarios de trabajadores. Aquí y allá sehan organizado cooperativas en áreas urbanas y rurales.


282 JUA^Í A. MACKAYEsta expresión particular de la religión cristiana sufreviolenta oposición de parte del catolicismo reinante endichos países. En Colombia, donde la Iglesia es una granterrateniente, aun las encíclicas del Papa aparecen enediciones expurgadas. Aquellos pasajes en que se expresael interés por ciertas cuestiones sociales v se inculca unasensibilidad social, se eliminan cuidadosamente. En la actualidades más fácil para un misionero protestante procedentede los Estados Unidos entrar en Colombia, quepara un sacerdote católicorromano del mismo país; puesla Iglesia en Colombia tiene vastos intereses invertidos enel presente orden social.<strong>El</strong> EvangelioEn contraste con la forma tradicional del cristianismoen la América Latina, y la gran iglesia cuyos representantesvinieron de España y Portugal, la Iglesia Evangélicaestá surgiendo en tddas aquellas repúblicas. <strong>El</strong>numero de sus miembros dispersos desde el Río Grande(Río Bravo) hasta el Estrecho de Magallanes, alcanza aunos 3.000.000, a los cuales deben agregarse medio millónde luteranos alemanes residentes en el sur del Brasil. <strong>El</strong>cristianismo evangélico se está convirtiendo en la AméricaLatina en un movimiento muy poderoso v creador,a la vez que redentor. Está entrando en su adolescencia;en un período de iuventud vigorosa y exuberante. Ya enmuchos países han surgido de la comunidad evangélicaalgunas personalidades muy distinguidas: prominenteseducadores, predicadores, soldados, estadistas.La influencia de la comunidad evangélica en dichospaíses sobrepasa en mucho la proporción de su tamaño^Esta situación se ha modificado un tanto desde el año de 1950en que subió al poder un régimen profundamente conservador; se hamodificado, sin embargo, no precisamente en el sentido de facilitar másla entrada de sacerdotes católicos norteamericanos, sino en el de poneriguales o mayores estorbos a la entrada de los misioneros norteamericanosprotestantes. Esto último es parte de la hostilidad y aun persecusiónabierta que se ha desatado en aquel país contra el movimiento protestante.(N. del Trad.)


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 283numérico. En varias repúblicas, Brasil v Chile, por ejemplo,el qobierno nacional ha condecorado a algunos misionerospor sus servicios distinguidos a la nación. Envarias ciudades latinoamericanas hay calles, avenidas yplazas púbhcas que llevan el nombre de miembros distinguidosde la comunidad evangéHca, quienes durante suvida habían dejado profunda impresión en dichas comunidades.La película más notable de la producción argentina,y la que resultó más popular en 1946 en BuenosAires, fué la historia de un notable misionero inglés,William Morris. Morris era un clérigo anglicano quedurante 40 años de residencia en Buenos Aires educóen una atmósfera evangéhca a 150,000 niños y niñasargentinos pertenecientes a las clases pobres. Cuandomurió, los más grandes periódicos del país, La Prensa yLa Nación, anunciaron a sus lectores que había muerto elsanto argentino. La película que guarda la memoria deWilliam Morris, tiene un título significativo: "Cuando enel cielo pasen lista". Este era el himno favorito de losniños de las escuelas Morris. Aquella alma tan grande,tan llena de gracia, y la obra que realizó, pertenecen parasiempre a la tradición espiritual de Argentina.<strong>El</strong> cristianismo evangélico es la influencia espiritualmás significativa y transformadora de la América Latinaen la actualidad; v el movimiento cuyo progreso contribuirámás que cualquier <strong>otro</strong> al buen entendimiento interamericano.


Este libro se terminó de imprimirel día 20 de noviembre de 1952, enlos talleres linotipográficos de laEditorial Jakez, Filipinas 801, Col.Portales, México, D. F.


española y portuguesa hasta porcuestiones de raza. Aunque actualmentees Director de la Facultadde Teologia de la prestiglada Universidad de Príncetorpor largos años ha viajado extensamentepor todos los paísesde la América Latina y Españacomo conferenciante y comomaestro y ha vivido largastemporadasen algunos de ellos comoen Perú y México. Es fundadordel Colegio An^o-Penianoen la ciudad de Lima, y fuécatedrático de Metafísica en laiJniversidad del San Marcos.Asistió a las clases de Unamunoen España, donde se convirtió enun sincero admirador y discípuloejemplar de aquel gran filósofo.Juan A. Mackay ha sido ungran estudiante y es un pensadorreconocido, así como un fecundoescritor tanto de hahia inglesa,como de la lengua de Cervantes,la que domina con naturalidad,propiedad y elegancia.Es una satisfacción presentara los pueblos de habla españolaun libro ya considerado comoclásicoen su tema en la lenguade Shakespeare.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!