Flora ornamental española aspectos históricos y principales especies
Flora ornamental española: aspectos históricos y principales especies
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<strong>Flora</strong> <strong>ornamental</strong> <strong>española</strong>: <strong>aspectos</strong> <strong>históricos</strong> y <strong>principales</strong> <strong>especies</strong><br />
2. Las plantas del Nuevo mundo<br />
La flora americana fue una inyección de variedad y novedad en el Viejo Mundo. Aún<br />
teniendo en cuenta que los objetivos primeros del descubrimiento fueron económicos y<br />
comerciales, el interés por la medicina, y la expansión de los estudios botánicos hicieron que<br />
aquellos quedaran sobrepasados por otros <strong>aspectos</strong> más altruistas, incluyendo, desde luego, los<br />
puramente científicos.<br />
El conocimiento de la flora americana puede escalonarse en dos fases distintas: la primera puede<br />
considerarse como un primer contacto, y abarca desde el descubrimiento del nuevo continente<br />
hasta el siglo XVIII, la segunda, más interesante y productiva desde los puntos de vista botánico<br />
y jardinero, comprende los siglos XVIII y XIX, durante los cuales el propio interés de los<br />
científicos americanos produjo una corriente de retorno hacia Europa, intercambiando plantas,<br />
realizando estudios autóctonos y, en suma, originando una actividad de conjunto que llega hasta<br />
nuestros días.<br />
Naturalmente, siendo los españoles los primeros en llegar al continente americano,<br />
también fueron los primeros en recoger experiencias botánicas y farmacológicas. La primera<br />
noticia corresponde a la Epístola Christophari Colom... ad magnificum Dominum Paphaëlem<br />
Sanxis... Serenissimorum Regum Theaurarium missa: quam generosus ac literatus vir Leander<br />
de Cosco ab hispano idiomate in latinum convertit: tertio kalendas maii 1493, impreso en<br />
Roma, citado por Colmeiro (1858), donde el descubridor nombra algunas producciones<br />
vegetales observadas en el primer viaje: “Pero son muchas mas las que se encuentran anotadas en<br />
el Derrotero de Colon, inserto en el mismo tomo de la coleccion citada .. En este primer viaje hecho en<br />
1492, ya tuvieron ocasion de ver los españoles mucha gente con un tizon en la mano y yerbas para<br />
tomar sahumerios, que serian de tabaco seguramente; vieron asimismo el Maiz, que al principio<br />
llamaron Panizo, los Ajíes ó Pimientos, como otras producciones vegetales, mas ó menos útiles .”.<br />
En los establecimientos posteriores en América, las compañías comerciales y los<br />
distintos descubridores y aventureros hicieron una tarea discontinua pero necesaria en un<br />
continente con una riqueza botánica capaz de agotar la capacidad de asombro del botánico más<br />
avezado, así los descubrimientos de nuevas plantas son irregulares y de distinta importancia. En<br />
otra obra, de 1511, citada por este autor, Opera Petri Mart. Anglerii, sciliet legationis<br />
babylonicae libri tres .. y De orbe novo decades curâ et diligentiâ Antonii Nebrissensis, Alcalá<br />
de Henares, y en De Orbe novo decades octo, Alcalá de Henares, en 1530, indica Colmeiro<br />
(l.c.): Pedro Martir de Angleria no era español, pero estaba al servicio de España, y recogió muchas<br />
noticias, hallándose entre ella que el rey Fernando dió la palma á la piña de América entre los frutos<br />
que se le habian traido”, se trata probablemente de la primera cita de la historia para esta especie.<br />
Hernán Cortés, por ejemplo, señala en sus cartas a Carlos V, la presencia de jardines en los<br />
palacios de los reyes aztecas e identifica algunas como el cacao y el tomate.<br />
Son numerosas las <strong>especies</strong> cultivadas actualmente en la Península Ibérica que aparecen<br />
citadas en obras botánicas de estos siglos, como por ejemplo, encontramos citas de plantas en el<br />
Sumario de lo natural y general Historia de las Indias, publicado en Toledo en 1526, obra de<br />
Gonzalo Fernández de Oviedo, así como en Primera parte de la Historia Natural y general de<br />
las Indias, islas y Tierra firme del mar Océano, editada en Sevilla en 1535, donde aparece entre<br />
otras observaciones, un tratado del Palo Guayacán y del Palo Santo. Otro autor, Pascual<br />
Andagoya, en 1829, en Madrid, en el tomo II de la obra Relación de los sucesos de Pedrarias<br />
Dávila en las provincias de Tierrafirme ó Castilla del Oro, Colmeiro (l.c.) relata que “Pedrarias<br />
Dávila ejerció el cargo de gobernador en aquellos países, por los años de 1534, y había ido de España<br />
con él en 1514 Fernandez de Oviedo. La indicada relación contiene cuatro ó cinco noticias sobre<br />
plantas y en particular sobre el Nequen ó Pita”. Curiosamente se trata probablemente de la<br />
primera cita del henequén, especie diferente a la pita, incluida en esta obra. Francisco López de<br />
Gómara, autor de “Primera y segunda parte de la Historia General de las Indias... con la<br />
conquista de México y de la Nueva-España, publicado en Zaragoza en 1552-1553, entra en<br />
pormenores sobre los nopales y da noticia del cacao y del maguey. Martín Barco Centenera,<br />
Monografías Bouteloua, nº 8 17 ISBN: 978-84-937528-1-1