Flora ornamental española aspectos históricos y principales especies
Flora ornamental española: aspectos históricos y principales especies
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<strong>Flora</strong> <strong>ornamental</strong> <strong>española</strong>: <strong>aspectos</strong> <strong>históricos</strong> y <strong>principales</strong> <strong>especies</strong><br />
que por la parte <strong>española</strong> lo eran Hipólito Ruiz y José Pavón. Su recorrido fue amplio,<br />
visitando las tierras peruanas, chilenas y algunos otros lugares. Los resultados fueron notables.<br />
Entre las plantas estudiadas se encuentran Araucaria araucana, y Datura sanguinea, dos<br />
<strong>especies</strong> cultivadas actualmente en nuestro país. Ruiz, produjo, poco después de terminada la<br />
expedición en 1788 la obra Quinología o Estudio de la Cinchona, un monumental estudio sobre<br />
la planta productora de la quinina. Ruiz y Pavón fueron asimismo los autores de una obra<br />
sistemática sobre las flores peruana y chilena: <strong>Flora</strong> peruviana et Chilensis.<br />
Para entonces, el interés por las nuevas <strong>especies</strong> había superado ampliamente el aspecto<br />
puramente económico o medicinal, y se atendía en muchos países a las características<br />
<strong>ornamental</strong>es que proporcionaba el nuevo mundo. Un ejemplo, según Páez (1982) es el cultivo<br />
de una especie de orquidácea, Bletia verecunda, en Inglaterra, introducido allí en 1731; en 1789<br />
el Jardín Botánico de Kew, poseía en cultivo quince <strong>especies</strong> de orquídeas, procedentes del<br />
Caribe, principalmente del de habla británica. Asimismo, son importantes nombres como los de<br />
John Bartram, a quien puede considerarse como el primer botánico norteamericano, y su<br />
corresponsal británico Peter Collison, que posibilitaron la introducción de plantas <strong>ornamental</strong>es<br />
desde Norteamérica, de <strong>especies</strong> como Magnolia grandiflora.<br />
Por ejemplo, André Michaux (1746-1802) escribió una <strong>Flora</strong> de Norteamérica, y entre sus<br />
introducciones cabe reseñar Albizia julibrissin, y Camellia japonica.<br />
El botánico español más conocido de esta época es Celestino Mutis (1732-1808), una<br />
personalidad admirada en su tiempo, con una formación multidisciplinar, con amplios<br />
conocimientos en astronomía, matemáticas, botánica etc. Es famosa su Expedición a Nueva<br />
Granada (Colombia). Mutis estudia <strong>especies</strong> como Datura stramonium, Melia azedarach, o<br />
representantes del género Tradescantia.<br />
Otra expedición de relevancia, fue la de Sessé y Mociño a Nueva España, que exploró<br />
extensivamente en el Caribe, México y el norte de América Central, también en Baja y Alta<br />
California y más al norte, en zonas como Nootka y Alaska. Los resultados de la expedición se<br />
vieron malogrados por la situación política de la época. En el tiempo en que la expedición<br />
volvió a España, la situación política había cambiado significativamente, lo que influyó en los<br />
resultados de ésta, las colecciones, manuscritos e iconos. No fue hasta la última mitad del siglo<br />
XIX en que los manuscritos de Sessé y Mociño fueron publicados, como <strong>Flora</strong> Mexicana y<br />
Plantae Novae Hispaniae, en México, sin ilustraciones. Los manuscritos y especimenes fueron<br />
llevados a Madrid, pero los iconos permanecieron en posesión de Mociño, cuando abandonó<br />
España por razones políticas, mientras en este tiempo Sessé murió. Mociño viajó a pie, con los<br />
dibujos, hasta el Jardín Botánico de Montpellier, entonces dirigido por A. P. de Candolle; este<br />
autor, otros botánicos y uno o más zoólogos estudiaron los iconos, eventualmente publicando<br />
alguna descripción de <strong>especies</strong> nuevas basándose en ellos. De Candolle estudió la colección<br />
entera, con cuidado, en conexión con su Prodromus, apareciendo anotaciones de su propia mano<br />
en muchos de los iconos. Cuando la situación política en España cambió de nuevo, Mociño<br />
volvió a España dejando sus iconos con De Candolle, que se había trasladado al Jardín Botánico<br />
de Génova. En este tiempo, Mociño pidió que le enviaran sus iconos, y De Candolle conociendo<br />
la importancia de su obra, organizó con gran esfuerzo la copia de estos iconos, por mujeres de<br />
Génova, donde permanecen estas copias, junto con numerosos originales regalados por Mociño<br />
a De Candolle. Los dibujos de la colección de De Candolle, forman 13 volúmenes en folio,<br />
contienen aproximadamente 1300 láminas de las cuales 1000 son copias y 300 originales hechas<br />
en Méjico, conservándose parte de los iconos, 37 depositados en la IV División, número 16 y<br />
87, en la división número 24 del Jardín botánico de Madrid. Mociño murió en Barcelona en<br />
1820, en penosas circunstancias, y hasta 1980, la colección original estaba perdida para la<br />
ciencia, habiendo permanecido desde 1880 en la biblioteca de la familia Torner de Barcelona.<br />
La colección iconográfica de la Expedición a Nueva España pertenece en la actualidad al Hunt<br />
Institute of Art, y hasta el momento no ha sido publicada. También es autor Mociño (1993) de la<br />
obra Guatemalensis Prima <strong>Flora</strong> editada en la revista Fontqueria, Madrid.<br />
En 1789 Alejandro Malaspina emprendió su viaje alrededor del mundo, llevando a<br />
bordo a los botánicos Née, Pineda y Haencke, bajo los auspicios de Carlos IV. Su recorrido<br />
incluyó las costas atlánticas de Sudamérica, las Islas Malvinas, Tierra de Fuego, la costa<br />
Monografías Bouteloua, nº 8 19 ISBN: 978-84-937528-1-1