GUÍA DEL PROFESOR

4. FUENTES PRIMARIAS: RELATOS DE TESTIGOS OCULA­
RES
1. El pasajero de 2ª clase Marshall Drew, un niño británico de 8 años, viajaba con su tío y su tía, con quienes
vivía:
“
Cuando el Titanic chocó contra el iceberg, yo estaba en la cama. Sin embargo, por el
motivo que fuera, estaba despierto y recuerdo la sacudida y cómo dejó de moverse. Un
camarero llamó a la puerta del camarote y nos dijo que nos vistiéramos, nos pusiéramos
los chalecos salvavidas y nos dirigiéramos a la cubierta de botes, cosa que hicimos. Según
pasamos, el camarero seguía tratando de despertar a los pasajeros que habían cerrado
las puertas de sus cabinas durante la noche. Los ascensores no funcionaban. Subimos
andando hasta la cubierta de botes. Todo estaba en calma y en orden. Había un oficial
al mando. “Mujeres y niños primero”, dijo, mientras daba órdenes de que se llenara el
bote salvavidas número 11. Hubo muchas despedidas llenas de lágrimas. Nosotros y el
tío Jim nos dijimos adiós... El descenso del bote salvavidas a lo largo de los 21,34 m. de
altura hasta el mar era peligroso. Los pescantes, las cuerdas, nada funcionaba bien, por
lo que primero un extremo del bote salvavidas quedó inclinado hacia arriba y luego muy
hacia abajo. Creo que fue el único momento en el que me asusté. Los botes salvavidas
se alejaron a cierta distancia del Titanic, que se hundía, por miedo a lo que pudiera provocar
la succión... Casi todo lo que podía verse era cómo iban sumergiéndose en el mar
las luces de las portillas del Titanic, fila tras fila. Cuando el Titanic se puso vertical antes
de hundirse todo quedó sumido en la oscuridad hasta que las toneladas de maquinaria
se estrellaron en la proa... Cuando esto ocurrió, cientos y cientos de personas cayeron al
mar. No es probable que olvide jamás los gritos de esas personas pereciendo en las
”
aguas
que según dicen estaban a 2 grados centígrados bajo cero.
2. El Coronel Archibald Gracie, pasajero de 1ª clase, un estadounidense de 53 años de edad, tuvo que saltar
desde la cubierta superior:
“
Mi amigo Clinch Smith propuso que saliéramos y fuéramos hacia la proa. Pero delante
de nosotros surgió desde las cubiertas inferiores una masa de personas de varias filas
de fondo que convergía en la cubierta de botes frente a nosotros y bloqueaba por
completo nuestro paso a la popa. Había mujeres entre la multitud al igual que hombres,
y parecían ser pasajeros de tercera que acababan de subir de las cubiertas situadas
más abajo...
Después de hundirme con el barco, me pareció como si fuera impulsado por alguna
fuerza enorme a través del agua. Esto podría haber sido ocasionado por explosiones
submarinas, y recordé aterradoras historias de personas que habían perecido hervidas.
Una y otra vez recé por librarme, aunque estaba seguro de que había llegado mi final.
Tuve extraordinarias dificultades para contener la respiración hasta llegar a la superficie.
Sabía que una vez que intentara inspirar, el agua me ahogaría. Cuando estaba a
escasa distancia, nadé con todas mis fuerzas para salir a la superficie... No había nada
a la vista salvo el océano, salpicado de hielo y grandes cantidades de restos. Hombres
y mujeres agonizantes a mi alrededor gemían y lloraban lastimeramente. Moviéndome
entre los restos, finalmente alcancé una balsa de corcho. Pronto hubo sobre la balsa
tantas personas que parecía que se hundiría si subían más a bordo. Los tripulantes,
Para salvar la propia vida, tuvieron por tanto que negarse a
”
permitir a otros subir a
bordo. Esta fue la escena más patética y horrible de todas.
62 Titanic: The Artifact Exhibition