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m------SALA de
~~ Con Vocación de Tertulia TOGAS
pañeros que aportan sus trabajos, en artículos, recopilaciones
legislativas o jurisprudenciales, cumpliéndose
con el lo ese deseo de colaboración solicitada.
En este punto, ya con olor a biblioteca y libros, se
ha deshecho prácticamente el sueño del verano.
Queda desdibujada la tarde serena, larga de horas, y
el andar despacio del sol buscando la recogida por el
horizonte, y llega la cita con los puntuales itinerarios,
Juzgados y Tribunales, el estudio, los documentos, la
controversia y el articulado coherente que espera
junto al papel en blanco. La ilusión y el opt imismo es
cosa nuestra. Y hay que dejarlos que crezcan como la
música o como el árbol que nos cubra de paz y compañerismo
en la tarea.
Si añadimos,
buena voluntad y
esa facultad que
nace del corazón,
como es el buen humor,
habremos andado
parte del camino,
al propio
tiempo que denotaremos
sensibil idad
y una simpatía cálida
hacia todas las
formas que componen
nuestra vida
diaria.
Alguien dijo, que
el día más irremediablemente
perdido
es aquel en que
no hemos sabido
sonreir con comprensión,
como un
abrazo silencioso, al
error ajeno, o ante
cualquier circunstancia que nos separe de la serenidad,
y nos lleve al enfrentamiento, a la preocupación
y al desasosiego.
No me resisto, pues, en aras de ese "hu mor legal",
a transcribir, de "La cara risueña de la justicia".
(Anecdotario del Foro hisalense), que, en los textos
judiciales de trámite ordinario, no es del todo raro tropezarse
con graciosos "gazapos" que vienen servidos
por palabras, frases o giros distorsionados abiertamente
equivocas, La mayoría de las veces, y es sano
pensarlo así, más obedece al ritmo acelerado al que
se trabaja que a ignorancia de sus autores.
En otras ocasiones, el funcionario encargado de
redactar las actas o declaraciones puede no tener las
ideas muy claras sobre el significado de los conceptos
que le son fonéticamente familiares; este pudo
ser el caso de aquel que definió el caballo como un
"ser moviente".
Pero, en este aspecto, aceptamos nuestra "cuota
de parte" de responsabilidad, porque no me olvido de
aquel escrito con firma de letrado, en el que se con ­
signaba que "al borde de la carretera apareció el cadáver
de un hombre muerto".
Con motivo de una pendencia matrimonial, el sargento
de la Policia Municipal de mi pueblo, remitió al
Juzgado un oficio
de este tenor literal:
"Siendo las veinte
horas cuarenta y
dos minutos del día
de la fecha, se persona
en esta Jefatura
de Orden Público
la vecina de
esta villa, doña ...
que presenta señales
evidentes de haber
sido agredida,
manifiesta que poco
antes su marido le
había propinado una
fuerte paliza, por lo
que dispongo que
se traslade a la Casa
de Socorro para
recibir asistencia facultativa,
al mismo
t iempo que destaco
a un Agente para
que traiga a mi presencia
al agresor.
Veinte minutos después, comparece el que dice
ser y llamarse don ... al que amonesto por su forma de
proceder, y le dejo requerido para que mañana, a las
diez de la mañana, comparezca en el Juzgado de Instrucción
del Partido, advirtiéndole que se abstenga
de volver a pegar a su mujer hasta tanto Su Señoría
no disponga otra cosa".
Hoy mismo, tenemos en el Colegio, la festividad
patronal, Santa Teresa, y el próximo número de la Revista,
antes de que nos demos cuenta, Navidad. La
cronología avanza muy deprisa .
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