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Biblioteca
subterránea
Un sótano de aproximadamente
200 metros cuadrados fue convertido
en biblioteca con aproximadamente
11 mil libros que fueron rescatados
de la devastación
ocasionada por los diversos bombardeos
en la región de Daraya, en
las afueras de Damasco, Siria. Los libros
fueron recogidos de los escombros
por un equipo de 40 voluntarios
de la organización
educativa Movimiento Islámico
Amanecer de la Nación, que fueron
recuperándolos de librerías y bibliotecas
personales, los clasificaron
e indexaron para ponerlos a
disposición de los jóvenes y de todas
las personas que acudan a la
biblioteca, con el fin de preservar el
legado cultural de la población. Según
El Universal, los libros están
marcados con el nombre del propietario,
si se conoce, o el sitio donde
fueron encontrados, por si algún
día regresan los dueños, o son reclamados.
La biblioteca no funciona
como otras debido a la situación
de seguridad que prevalece en la
región, por lo que abre de las 11:00
a 17:00 horas locales. La importancia
de la apertura de esta biblioteca
reside en que anteriormente no
había bibliotecas públicas, sólo
privadas, de maestros, médicos y
religiosos.
Jorge von Ziegler. Foto: Juan Toledo.
Documentación, Bibliotecas y Archivos,
organizada en 1974 por la
Unesco en París. En cuanto a los
servicios bibliotecarios públicos, la
tesis básica de trabajo apuntaba
que se estaban logrando más avances
en los países que contaban con
redes de bibliotecas públicas que en
aquellos que sólo disponían de
bibliotecas públicas aisladas. En
consecuencia, se hizo un exhorto a
to das las naciones a crear y prestar
atención a las redes de bibliotecas
públicas.
¿Cómo crear semejantes redes?
Mediante legislación y finan cia miento
adecuados; personal calificado; y
medios técnicos actualizados, desde
colecciones, acervos y todo tipo de
recursos informativos, hasta sistemas
profesionales de catalogación,
clasificación y administración. Asimismo,
se postulaba como capital
la creación de un organismo nacional
—de acuerdo con el tipo de
administración de cada país— con
atribuciones y responsabilidades
claramente definidas para planificar
los servicios de información y
de bibliotecas.
Para ayudar a cumplir estas recomendaciones
se elaboró el manual o
guía Desarrollo de redes y servicios de
bibliotecas públicas, encomendado
a un especialista, H. C. Camp bell.
Este manual pretendía establecer y
difundir las pautas y pasos para organizar
de manera práctica redes
bibliotecarias nacionales y regionales.
Estas redes estaban concebidas como
sistemas escalonados de ser vicios de
diferente alcance y na tura leza, desde
bibliotecas de nivel nacional hasta
bibliotecas regionales y locales. Los
lineamientos consideraban los distintos
niveles de desarrollo de cada
país y las posibilidades reales que cada
uno tenía de cumplirlos. Este documento
plasmó así una corriente
internacional de pensamiento sobre
el papel y la viabilidad de las bibliotecas
públicas.
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