Guía de la Innovación en el País Vasco

nuevos modelos de negocio, el impacto es mucho menor, aseveran
desde Orkestra.
La hora de la microempresa En su Informe de
Competitividad 2015, presentado en el mes de julio en Donostia,
Orkestra instaba a aprovechar la buena evolución de la economía
para avanzar, apelando a la adopción de medidas reales de
inversión y crecimiento que ayuden en la remontada, también a
las empresas y sectores más desfavorecidos. El informe lleva a
cabo un diagnóstico, identifica retos críticos y realiza una serie
de propuestas para llevar a la práctica desde el ámbito institucional
y empresarial. Así, subraya la existencia de condiciones
favorables en la actualidad para impulsar la competitividad y el
bienestar de la sociedad vasca, condiciones que no afectan de
igual manera a todas las empresas ni a todos los sectores ya que
aún existe un importante índice de desempleo, y un tercio del tejido
empresarial sigue arrojando pérdidas. Una realidad dual
que, según Orkestra, no debería impedir el despliegue de políticas
e iniciativas que apoyen especialmente a los sectores y colectivos
más desfavorecidos “para que puedan sumarse a esta oportunidad
de recuperación. Concretamente, Orkestra se fija en las
pequeñas empresas, principales damnificadas durante la crisis,
instando a diseñar políticas públicas que atiendan a sus necesidades
concretas, con especial hincapié al impulso de la innovación
no tecnológica. Aún valorando positivamente la estrategia
del PCTI 2020 y, admitiendo la consolidación en los retos sobre
biociencia y energía, afirma también que hay mucho por hacer
en fabricación avanzada, sobre todo si se compara con la industria
alemana. “Es una apuesta de presente que debe buscar un
revulsivo de futuro hacia la industria 4.0.”, afirman. El Informe
propone al Gobierno vasco que sea más selectivo a la hora de
atraer el capital extranjero, primando al que venga para quedar-
aMaIa arteaga, DIrectora De PLanIFIcacIÓn e InnoVacIÓn en eL eMPLeo DeL gobIerno VaSco
La Innovación es el motor del cambio
Si algo hemos aprendido durante esta
crisis es que ya no será posible retornar
al lugar donde estábamos antes de la
misma. Los expertos nos indican que ya
no valen los paradigmas que hemos utilizado
hasta ahora. Aun reconociendo la
progresiva recuperación económica, a
diferencia de épocas anteriores, ésta ya
no implica una creación de empleo en el
mismo sentido. Esta crisis ha destruido
ocupaciones que ya no volveremos a
ver. Las tecnologías y la robotización de
las empresas son un hecho y con frecuencia
ya es posible escuchar en los
medios de comunicación que la industria
4.0 es una realidad en Euskadi.
El carácter industrial de nuestra estructura
económica es una de las principales razones
por la cual los expertos aducen que Euskadi
se ha mantenido durante la crisis con menores
tasas de desempleo que el resto. Este sector
ha generado empleo estable durante generaciones
y tradicionalmente ha ejercido de
tractor en los procesos de I+D+i
Este nuevo escenario de modernidad genera
inquietud por la posibilidad de sustitución
de las personas trabajadoras por máquinas.
Debemos situar a las personas en el foco. La
tecnología es un medio, pero no un fin. Lo
que encontraremos son necesidades de nuevos
perfiles profesionales más capacitados y
más cualificados. No es previsible una sustitución
de personas por tecnología, pero si de
manera casi segura una necesidad de personas
más preparadas.
En este sentido, deberá priorizarse la mejora
de capacidades, en tanto que factor clave
para el crecimiento y la productividad de
Euskadi, para sus puestos de trabajo y su capacidad
de adaptarse al cambio, a la par que
garante de la equidad y la cohesión social.
Este proceso debería apoyarse a su vez en
una mejora sustancial de la capacidad de
prever futuras necesidades y ajustarlas a las
necesidades del mercado laboral, terreno en
el que cobra un papel clave la evaluación
continua y que requiere el establecimiento
de parámetros para las capacidades y las necesidades
del mercado laboral en un escenario
determinado.
Todo lo que sea creativo, lo que suponga manejar
variables que no estaban previstas, sujetas
a incertidumbres y en que cada caso es
diferente, siempre deberán mantenerse.
La generación de empleo es uno de los principales
retos con los que nos encontramos y
esto obliga a los responsables públicos a
apostar por la innovación. No podemos utilizar
métodos viejos para problemas nuevos.
Debemos poner en el centro de nuestras actuaciones
a las personas y ofrecer un tratamiento
personalizado. Olvidarnos de los antiguos
clichés que ofrecían intervenciones
dependiendo del grupo al que pertenecieran.
La pertenencia a un grupo no asegura
que el grupo vaya a responder de manera similar
a las mismas intervenciones. Hay que
combinar intervenciones individuales con
intervenciones grupales. Profundizar en las
colaboraciones entre instituciones para
aprovechar sinergias y como no, entre lo público
y lo privado. El empleo es una responsabilidad
de toda la sociedad y a las instituciones
nos corresponde proponer iniciativas
novedosas eficaces y eficientes y para ello
debemos evaluar lo realizado y corregir
donde sea necesario.
La innovación es el motor del cambio de
nuestra sociedad y el desempleo es el mayor
problema de nuestra economía. Tiene
consecuencias muy graves ya que impacta
muy negativamente en un gran número
de familias vascas, por lo que debemos seguir
trabajando por buscar nuevas e innovadoras
soluciones que nos ayuden a salir
lo más rápidamente posible de esta gravísima
situación.
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